“Decisiones Radicales”

Daigrol es el típico muchacho puertorriqueño. Su pelo es rizado y color café con destellos

rubios como buen mulato que es. Tiene altura promedio, ojos café, voz ronca y complexión

delgada.

Todas las mañanas se levanta a correr, llega hasta el gimnasio, entrena un rato y se regresa

a su casa corriendo por el malecón. Todas las chicas lo saludan al pasar y él les giña el ojo. Él

suele detenerse a observar el horizonte, justo antes que entre a su barrio.

Su gente lo conoce por el hijo del fallecido don William, él fue el mayor impulsor del

comercio local. La familia Aracena era reconocida por su riqueza y poder, uno de los primos

es un reconocido artista, la tía es dueña de varias boutiques, la madre tiene un buen

restaurante y el padre tenía varios comercios.

Daigrol, como hijo menor, es el más consentido de todos y poseía los lujos que papá

pagaba; carro de lujo, viajes internacionales, apartamento propio y hasta una carrera

desperdiciada. De noche, Daigrol salía a pasear con su novia en el carro; sólo va a clubes

exclusivos y evita mezclarse con los demás.

Sus intereses no son nada más que pasársela bien y gozarla al máximo, un día vio que tenía

una posibilidad en el canto y empezó a rapear. No era para nada bueno pero la novia

siempre lo apoyaba en cada concierto. Noche tras noche se presentaba en restaurantes

caros, en restaurantes que no contratan a nadie más por el aspecto físico y el clasismo.

Rápidamente se convirtió en el cantante predilecto para todas las campañas publicitarias o

de caridad simplemente por su apellido.

Esa novia que tenía lo dejó y emigró para casarse con un hombre de más futuro que él pero

él seguía su rutina normal, correr, gimnasio, malecón, casa y discotecas. De vez en cuando

se acercaba a la universidad, sacaba una materia por ciclo y así pasó por años hasta que

llegó a sus 25 años. Hasta parecía que iba a quedar con reputación de vago fracasado.

Finalmente sintió aburrimiento por la rutina y decide salir del país a probar suerte en otros

países. Siempre mantuvo su sueño de ser como su primo, reconocido mundialmente por su

música; pero a diferencia de él, no poseía talento ni experiencia.

Finalmente encontró un país donde no les importaba mucho el talento ni la experiencia,

sino la apariencia ya que ellos no tenían figuras con imagen propia; todo lo copiaban del

Caribe.

Como siempre calló otra vez en la rutina y ya ni siquiera estaba cantando hasta que

encontró a una buena manager. Ella lo motivaba constantemente a que cambiara su estilo y

que encontrara su propio camino, que no fuera la sombra de su padre o su primo. A él le

pareció todo eso que escuchaba ya que prometía mucho.

Cuando empieza a hacer las cosas que le recomendaba la manager por su propia

convicción, pierde el apoyo de su madre. Sin apoyo de la madre no hay dinero por lo tanto

regresa a rogarle. Ella lo llega a recoger al aeropuerto y tienen una discusión mientras

manejan hacia su casa. La discusión se pone tan candente que Daigrol pierde el control del

timón y vuelcan el carro.

El accidente del móvil fue tan grave que impactó directamente la salud del joven.

Rápidamente, Daigrol calló herido, derramando mucha sangre. Su pérdida de sangre fue

tanta y aun que su cuerpo de boxeador aguantó mucho, cayó en coma. La madre y la

manager se preocuparon mucho por él. Su vida peligraba y se vivía el suspenso de cómo se

iba a desenlazar la historia, si su vida terminaría o continuaría.

La madre se fue alejando de su hijo conforme él se iba recuperando, lo que dio paso que su

manager y él empezaran a tener un romance que obviamente no fue aceptado por doña

Julissa.

Mientras está en cama, recibe la llamada de otro primo de él, el cual le pedía un favor de

“vida o muerte”. El primo Johnny le plantea que tiene una deuda que saldar antes de que

termine la semana.

Johnny era el primo que llevaba desaparecido mucho tiempo, la última vez que se le vio fue

cuando estaba en la secundaria y quien sabe si huyó o fue secuestrado; pero no era

momento de juzgar el pasado. Johnny necesitaba de su primo en esos momentos y él no se

podía negar más con lo sentimental que se pone.

Daigrol resuelve y le ayuda a su primo. Aún estando en cama, él recibe una sorpresa a los

días. Era una caja un poco maltratada pero como no era de él no la abrió; sobre todo,

cuando no podía ni levantarse para ir a espiarla. El tiempo pasó y apareció otro paquete.

Los paquetes le parecían extraños cada vez más, ellos empezaban a llegar con más

frecuencia hasta el día que pudo levantarse y salir a la calle a ver lo que estaba pasando. Al

salir, él mandó los paquetes a otro lugar porque le hacían estorbo y sin abrirlos tan solo una

vez para echar un ojo; dispuso del destino de ellos.

Como siempre, el chico (ya recuperado) volvió a la rutina y notó que lo vigilaban. Todos los

días lo seguían por el malecón y por las noches lo llamaban y colgaban. Entonces, él llamó a

su primo para ver si estaba bien o si su favor había sido suficiente. Lo llamó varias veces sin

sospechar en lo que ese tipo lo había metido.

El teléfono de Johnny finalmente es contestado, del otro lado de la línea solo se escucharon

gritos. Alguien más agarra el teléfono y amenaza a Daigrol que si no devuelve los paquetes

de ellos matarían a su primo. El secuestrador se identifica como Julio el aniquilador.

Julio el aniquilador pide los paquetes enseguida y Daigrol pide piedad, los paquetes ya no

estaban con él. De alguna manera se tiene que pagar lo que traían adentro los paquetes,

entonces, Daigrol acepta hacer trabajos nocturnos. Rápidamente logró pagar lo que traía

los paquetes adentro.

Los rumores corrían que Johnny había sido visto bañándose tranquilamente por la playa así

que ya no le importó luchar por su libertad, hacía el trabajo por puro placer e iba

ascendiendo cada vez más hasta que su nueva novia, la manager, lo visita.

El punto de vista tan perspicaz de Lussiana lo hace caer en cuenta de la decadencia que está

teniendo por ganarse la vida a costa de la vida de otros. Ella tiene poder motivador sobre él

y le hace caso. Daigrol deja el tráfico ilegal de armas.

La baja de él en su trabajo no fue bien vista por los jefes, él se tiene que dar a la huida

porque lo querían matar. Lo tenían muy bien observado, para huir tubo que cortarse el

pelo, cambiar todo su look, cavar un hoyo por su casa y salir ilegalmente por vía marítima

en el ferri que llega todas las tardes con destino a República Dominicana.

Llega a tierra extranjera y sin ningún centavo en la bolsa se ve obligado a dormir en la calle

y a trabajar como agricultor. Sus ánimos decaen y los primeros centavos que recibe los

ocupa para llamar a Johnny. ¡Pero que coincidencia! Johnny suena igualito que Julio el

aniquilador.

Perplejo, Daigrol cuelga el teléfono y empieza a enlazar los puntos. Se da cuenta que vendió

su carro para pagar su propia “iniciación” en la banda, que los paquetes eran los frutos de

su inversión, Johnny un estafador y el secuestro el gancho para usarlo en los operativos.

Al entender esto, llama a Lussiana, que lo había dejado hace mucho, para explicarle el

desenlace de todo. Ambos se sintieron completamente defraudados y Lussiana aprovechó

para recordarle que aún guardaba intacto el bolso que le regaló a ella cuando la visitó.

Daigrol ríe sin parar y recuerda que él metió los paquetes en el bolso. Después de todo, no

moriría pobre. El joven cuelga y se queda viendo al teléfono mientras sonríe.