Historiografia Militar Espanha Moderna

165 ISSN: 0214-4018

La investigacin en historia militar de la Edad Moderna y sus fuentes. El Archivo General Militar de Segovia, decano de los Archivos

Militares Espaoles1

Mara Dolores Herrero Fernndez-QueSadaUniversidad Complutense de Madrid

[email protected]

Recibido: 4 de octubre de 2012Aceptado: 7 de mayo de 2013

Resumen El presente artculo ana dos objetivos. Por un lado, aproximarse brevemente a la nueva historiografa militar de la Edad Moderna y su vuelta a la reconsideracin de fuentes primarias. Por otro lado, estudiar y analizar la documentacin existente en el Archivo General Militar de Segovia, decano de los archivos histricos militares en Espaa. El desarrollo de este segundo apartado incluye, primero, la historia, eta-pas de formacin y organizacin de los fondos documentales del archivo. A continuacin se considera el uso instrumental para la investigacin histrica que dichos fondos permiten. Un uso mltiple dada la amplitud temtica de las informaciones contenidas, que van desde lo personal (expedientes personales y matrimoniales, hojas de servicios, pasaportes, pleitos, testamentaras, etc.) a lo institucional (Montepo Militar, Justicia Militar).

Palabras clave: Espaa siglos XVI-XVIII, historia militar, Archivos Militares, Archivo General Militar de Segovia, tipologa documental militar.

Sources and Research on Early Modern military history: The Archivo General Militar of Segovia, the oldest Spanish Military Archive

AbstRActIn this article, conceived from the perspective of the researcher, we start from a short introduction to the state of the art of Early Modern Military Historiography and the return to the primary sources. From this point we focus on the Archivo General Militar, Segovia, the oldest document repository of the Spanish Armies. As the oldest military archive, we make an approach to the documentation generated by the Army over the centuries and preserved in the Alczar, to its specific document types, and to their use as instrument for the historical research. The analysis of these documentary resources is a valuable tool for research in Early Modern Spanish Military History.

Key words: military history, Spanish Centre of History and Military Culture, Military Archives, Se-govia Military Archives, military document type, personnel records, marriage records, sheet services, military and heraldry passports, military charitable institution, lawsuits, military justice, executors (of a will).

1 Este artculo se inscribe en el marco del proyecto Mujer, liberalismo y espacio pblico en perspectiva comparada. (HAR2011-26344/HIST) financiado por el Ministerio de Educacin. IP: Rosa M Capel Martnez.

Cuadernos de Historia Moderna2013, 38, 165-214 http://dx.doi.org/10.5209/rev_CHMO.2013.v38.42640

166

Mara Dolores Herrero Fernndez-Quesada La investigacin en historia militar...

Cuadernos de Historia Moderna2013, 38, 165-214

1. INTRODUCCIN. EL INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA MILITAR Y LOS ARCHIVOS MILITARES

Cuando nuestros alumnos muestran preferencia por investigar la historia militar de la Edad Moderna, la primera pregunta nada retrica, por cierto es dnde hay que tra-bajar. Dnde estn las fuentes documentales primarias para el estudio de los ejrcitos modernos. Y es entonces cuando conocen y entran en contacto con el hoy Instituto de Historia y Cultura Militar.

El Instituto de Historia y Cultura Militar (IHCM) con sede en el antiguo Cuartel del Infante Don Juan, en el madrileo Paseo Moret, es hoy el organismo del que depende y que tiene competencias sobre todo el patrimonio histrico documental del Ejrcito de Tierra conservado en sus archivos independientemente de su sede geogrfica, el bibliogrfico con importante fondo impreso histrico y el museo-lgico con notables Museos Militares entre los que cabe mencionar el recientemente inaugurado Museo del Ejrcito con sede en el Alczar de Toledo. De esta forma, se mantiene en el siglo XXI la gestin autnoma de los archivos militares por parte del Ministerio de Defensa, independiente a la de la Administracin del Estado.

Tras la supresin del antiguo Servicio Histrico Militar, creado en 1939, se fund el IHCM en 1998 conceptualmente como heredero de aquella institucin, pero con criterios renovados, de ah que en la actualidad, de una de sus tres Subdirecciones, dependan los Archivos Generales Militares Espaoles. Hasta ese ao, solo exista con la denominacin Archivo Genera Militar, el instalado en el Alczar de Segovia desde 1898. Hasta la entrada en vigor del nuevo Reglamento de Archivos Militares de 1998, el de Madrid mantuvo la suya de origen como Archivo Central del Servicio Histrico Militar, pasando desde entonces a denominarse tambin Archivo General Militar de Madrid. Los otros dos centros que comparten la categora de Archivos Generales en la actualidad son el de Guadalajara dedicado a la documentacin relativa a la tropa desde 19672, y el de ms reciente formacin en el histrico Palacio de Polentinos de vila (antigua sede de la extinta Academia de Intendencia) dedicado monogrfica-mente a la Guerra Civil Espaola3.

De esta forma, constatamos que el primer Archivo General Militar fue fundado en 1898 con sede en la fortaleza segoviana, convirtindose en el decano de los ar-chivos militares espaoles que siguen gestionando los Ejrcitos. Nuestra atencin en este trabajo se centrar en el archivo segoviano, y ser planteado desde la ptica del investigador, pues por experiencia propia, bien podemos afirmar que sus fondos documentales son una valiosa herramienta para la investigacin en historia militar de la Edad Moderna espaola. Este instrumento partiendo de una breve aproximacin al estado de la cuestin de la historiografa militar, lo dedicamos al Archivo General Mi-litar de Segovia y sus fondos como centro documental de los ejrcitos ms antiguo. Como Decano de los archivos militares espaoles, realizaremos una aproximacin

2 lPez jiMnez, J.: Las fuentes: los archivos militares, Ayer, 57 (2005), pp. 27-49.3 Sobre el Sistema de Archivos de Defensa en la actualidad, encontramos trabajos de inters en una

publicacin peridica del propio Ministerio, el Boletn Informativo del Sistema Archivstico de la Defensa. De la misma forma, tambin se editan artculos sobre los fondos militares que se encuentran en otros archivos histricos espaoles.

167



a la documentacin generada por la institucin militar durante siglos, su tipologa documental especfica, y su aplicacin al estudio de la historia.

Finalizada la Guerra Civil en 1939, con dependencia orgnica del Estado Mayor del Ejrcito se cre el antiguo Servicio Histrico Militar en el edificio del Seminario de Nobles de Madrid, en la calla Mrtires de Alcal. Y dentro de la institucin se dio prioridad a la formacin de un Archivo Central reuniendo los fondos documentales del conocido como Depsito de la Guerra que se form durante la Guerra de la Inde-pendencia, en 1810, con el fin de centralizar toda la documentacin de las campaas, tanto de carcter histrico-militar, como geogrfica y cartogrfica. Junto a ello, se deposit la documentacin generada en la recin finalizada Guerra Civil (llamado entonces Archivo Histrico de la Campaa), y otro importante fondo documental reunido por el ejrcito para la Comisin Histrica de las Campaas de Marruecos que fue articulada a partir de 1927 con la documentacin de la presencia espaola en frica. Y este fue el punto de partida del Archivo Central del Servicio Histrico Militar, hasta el Real Decreto de 4 de diciembre de 1998, disposicin que recoge el nuevo Reglamento de Archivos Militares Espaoles 4, por el que a aquel ya se le reco-noce como Archivo Nacional, de titularidad estatal, pasando a denominarse Archivo General Militar de Madrid (AGMM).

El objetivo primigenio de la concentracin de estos yacimientos documentales era reunir, clasificar, investigar y estudiar sobre fuentes directas la historia militar de Es-paa, a travs del sistema llamado de Comisiones Militares o Ponencias integra-das por oficiales que finalmente trabajaron sobre la Guerra de la Independencia, las Guerras Carlistas, la Guerra de los Pirineos, las Campaas de Marruecos y la propia Guerra Civil Espaola, con una produccin editorial desigual en cada una de ellas.

Los archivos militares y sus fuentes, son herramientas imprescindibles para la investigacin en Historia Moderna, tanto el AGMS del que nos ocupamos en este artculo; como el AGMM, con un gran potencial documental y unas importantes Co-lecciones Documentales de consulta obligada para el historiador, como se ha demos-trado en los trabajos que se han editado en las ltimas dcadas, de los que trataremos en el epgrafe 2.

El contexto histrico del XX espaol y los prejuicios intelectuales derivados del mismo, han dilatado el proceso de acercamiento del historiador a los archivos mili-tares, pero finalmente investigaciones y tesis doctorales en la mente de todos han pa-sado por trabajar y analizar la documentacin militar como instrumento documental clave e imprescindible a la hora de hacer historia militar. Desde unos planteamientos metodolgicos renovados haba que volver a las fuentes primarias. En el marco his-toriogrfico europeo, haremos especial mencin a la historiografa militar de la Edad Moderna en las ltimas dcadas, produccin historiogrfica derivada de la consulta e investigacin de la documentacin militar.

4 Real Decreto 2598/1998 (de 4 de diciembre).

168



2. APROXIMACIN A LA HISTORIOGRAFA MILITAR. LA VUELTA A LAS FUENTES

En los estudios histricos y en las ltimas dcadas, la investigacin en Historia Mili-tar ha sufrido un notable proceso de transformacin, de tal forma que se puede hablar de una profunda renovacin historiogrfica tanto de contenidos como metodolgica. En dcadas anteriores, a la hora de abordar este tema desde la Universidad, los dife-rentes anlisis han partido del acusado vaco de trabajos en Espaa, citando siempre y en primer lugar las referencias extranjeras como modelo para despus repasar la pro-duccin espaola en los ltimos aos, asi como sealando las vas de investigacin por explorar a medio y largo plazo.

En el siglo XX, el siglo de las dos grandes guerras mundiales, asistimos a la reno-vacin de los estudios de Historia Militar5. La historia de la guerra, de las batallas, conform el modelo de historia militar desde la Antigedad al Medievo, que pervivi tambin en la Edad Moderna, tanto por la trascendencia de la guerra en el marco de las Relaciones Internacionales como por la entrada en escena de los militares escri-tores, profesionales de las armas a quienes debemos desde finales del siglo XV la tratadstica militar mas clsica que circul por Europa, y cuyo legado impreso nos ha permitido conocer la estructura militar del momento, la capacidad de innovacin de los ejrcitos a travs de la evolucin de las tcnicas armamentsticas y tcticas en boga, o las competencias, espacios de poder y funciones del militar profesional.6 A esta tendencia hay que sumar en las dos centurias siguientes la incorporacin de tra-tadistas dedicados a la Marina por la importancia que lo naval adquiri en el arte mi-litar y en especial en las relaciones internacionales. En el siglo ilustrado, se amplan las disciplinas que histricamente haban configurado la literatura militar, entre otras razones por la creciente tecnificacin de las actividades blicas que condicionaron la formacin de los oficiales y la fundacin de colegios militares para la instruccin de los profesionales de las armas, con una produccin editorial propia que compendia el conocimiento facultativo ms que relevante en el caso de la ingeniera militar, la artillera o la Armada. Como genuinos productos ilustrados, los tratados militares

5 Martnez ruiz, E. y Pi CorraleS, M. de P.: La investigacin en la historia militar moderna: realidades y perspectivas, Revista de Historia Militar, n extraordinario dedicado a Historia Militar: Mtodos y recursos de investigacin, Madrid, IHCM, (2002), pp. 123-169.

6 Para el conocimiento general de los tratadistas militares en la poca vid. gonzlez CaStrillo, R.: El arte militar en la Espaa del siglo XVI, Madrid, 2000; as como el captulo que dedica a la tratadstica militar clsica David Garca Hernn en su artculo, vid. garCa Hernn, D.: Historiografa y fuentes para el estudio de la guerra y el ejrcito en la Espaa del Antiguo Rgimen, en Revista de Historia Militar, n extraordinario dedicado a Historia Militar: Mtodos y recursos de investigacin. Madrid, IHCM, 2002. pp. 183-292; CaMPillo, A.: La fuerza de la razn. Guerra, estado y ciencia en los tratados militares del Renacimiento de Maquiavelo a Galileo. Murcia, 1986; garCa Hurtado, M.: Traduciendo la guerra. Influencias extranjeras y recepcin de las obras militares francesas en la Espaa del siglo XVIII, 1999; o eSPino lPez, A.: Guerra y cultura en la poca moderna. La tratadstica militar hispnica de los siglos XVI y XVII: libros, autores y lectores, Madrid, Ministerio de Defensa, 2001. Para la tratadstica clsica sobre las disciplinas mas tcnicas y de fuerte componente cientfico del arte militar, fortificacin y artillera, vid. tambin Herrero Fernndez-QueSada, M. D.: Catlogo de la biblioteca del real Colegio de Artillera de Segovia. II. Fondos artilleros y de fortificacin. Segovia, BCA,199; as como garCa HourCade, J. L. y valleS garrido, J. M.: Catlogo de la Biblioteca el Real Colegio de Artillera de Segovia. I. Fondos cientficos, Segovia, BCA, 1989.

169



dieciochescos ponen de manifiesto la voluntad de difundir la aplicacin prctica de los conocimientos militares para la formacin de los oficiales, siempre encontramos una vocacin docente direccionada hacia los futuros compaeros de profesin.

En el siglo XIX se aprecia una continuidad en los planteamientos de la Historia Militar a pesar de la transformacin conceptual de los ejrcitos, ya nacionales, pero hasta entonces reales. La historiografa militar decimonnica se mova an en unas coordenadas marcadas por la narracin pica de las hazaas militares, hasta que el positivismo analiz las fuentes y document los relatos histricos. Como novedad, nicamente se sum la aportacin en el marco conceptual de relevantes tericos de la guerra en la mente de todos como Jomini, Clausewitz, Almirante o Villamartn, pero lejos an de la incorporacin de otras perspectivas, enfoques y temas de la historia militar mas integral contempornea.

Sin embargo, las guerras mundiales del XX propiciaron el debate sobre la guerra, el replanteamiento de los conflictos militares desde lo conceptual hasta lo mas tcnico de la ciencia blica, de tal manera que se ponen las bases de la Historia Militar, segn la entendemos hoy, como el estudio de amplios procesos en el tiempo y enfatizando especialmente el anlisis de las claves; y este proceso coincide en historiografa ge-neral con la renovacin metodolgica y de contenidos de la Escuela de los Annales. Esta tendencia historiogrfica y la metodologa de la investigacin aplicada a la his-toria militar consolid el divorcio anunciado entre el historiador profesional y el his-toriador militar, que segua respondiendo al perfil del militar erudito que se ocupaba de investigar y/o publicar sobre la historia de los ejrcitos, sin mtodo pero con alma. Esto llev a que la historia militar fuera considerada, como apuntan Martnez Ruiz y Pi Corrales, una actividad marginal, muy poco apreciada por los historiadores a secas, es lo que otros autores como Andjar denominan la vieja historia militar7. Y este era el escueto escenario en el que se movieron las investigaciones hasta mas o menos 1970, en que la historiografa anglosajona realiz aportaciones y avances en los estudios sobre los ejrcitos, teniendo como pionera, exponente y referente indis-cutible, la obra ya clsica de Roberts sobre la Revolucin Militar8.

Los estudios que implicaban y explicitaban el maridaje entre guerra y sociedad surgieron principalmente como reaccin a la situacin historiogrfica anteriormente descrita en la que los trabajos sobre historia militar no analizaban los ejrcitos de for-ma integral, sino su actividad, la guerra (o como mucho la orgnica que permita ha-cer la guerra), enfatizndose siempre la denominada historia poltica del Ejrcito, en detrimento de la social de la institucin militar. En suma, se circunscriban al hecho militar, a las batallas y, finalmente tambin, a lo que hoy entendemos por militaria, sin anlisis de mayor magnitud, y siempre con planteamientos y desarrollos desde dentro de la institucin militar, con curiosidad relatora pero sin distancia, y desde luego lejos todava de interesarse por las relaciones de los ejrcitos con la sociedad.

En efecto, la historiografa anglosajona fue pionera, y fueron los historiadores bri-tnicos y americanos quienes en las tres ltimas dcadas han incorporado al mundo

7 andjar CaStillo, F.: De la nueva historia militar a la historia vieja y nueva historia militar, en barroS, C. (ed.): Historia a debate, La Corua, 2000. 3 vol.

8 robertS, M.: The Military Revolution, 1560-1660, Belfast, 1956.

170



universitario los estudios sobre la guerra y la milicia en general, engarzados con el estudio de la sociedad, la economa, la poltica, la ciencia y la tcnica9. Sera injusto personalizar aqu, pero si cabe sealar que entre las figuras ms destacadas de la his-toriografa anglosajona dedicada al estudio de la historia militar, Howard10 ha sido considerado como el hombre que rescat para las humanidades el estudio de la his-toria de la guerra y que, simultneamente, dio vida a los estudios estratgicos como materia acadmica en el continente europeo11. A partir de aqu, entre la produccin historiogrfica hay que destacar las obras, ya de referencia, de Parker, Thompson y Quatrefages, entre otros.

La historiografa francesa tambin se incorporar al proceso de renovacin de la historiografa militar, marcando un antes y un despus Andr Corvisier con la coor-dinacin de un nmero monogrfico de la Revue dHistoire Moderne et Contempo-raine12, dedicado a los estudios de historia militar de los siglos XVII y XVIII, con un artculo suyo en el que reflexionaba sobre diversos aspectos de la historia militar al tiempo que ofreca un repertorio de toda la bibliografa sobre el tema editada en Francia desde 1940, incluidas las tesis doctorales ledas en la Universidad13. Corvi-sier, adems, es el autor de una obra definitiva para la historiografa militar, modelo y referente de muchos estudios posteriores, sobre el Ejrcito francs a finales del siglo XVII, y de gran repercusin en la historiografa espaola.14

Pero ser en la dcada de los ochenta cuando se multiplique la produccin edito-rial de la renovada historia militar, con nuevas perspectivas y ms amplios enfoques que rebasan los antiguos lmites de las crnicas de las guerras15, lo que coincidi en el tiempo con la aparicin en el mbito de la historia militar de historiadores civiles que aplicaron la metodologa y planteamientos cientficos a esta lnea de investiga-cin. Este aspecto ha sido decisivo para consolidar el convencimiento historiogrfico generalizado desde entonces hasta hoy de que no puede haber historia general sin

9 Sera muy prolijo incluir aqu un repertorio, sin embargo son de cita obligada las obras de: Parker, G.: La revolucin militar. Las innovaciones militares y el apogeo de Occidente. 1500-1800. Barcelona, Crtica, 1990; MCneill, W. H.: La bsqueda del poder. Tecnologa, fuerzas armadas y sociedad desde 1000 d. C., Madrid, Siglo XX, 1988; Hale, J. R.: Guerra y sociedad en la Europa del Renacimiento 1450-1620. Madrid, Ministerio de Defensa, 1990; duFFy, C.: The Military experience in the Age of Reason, Londres, 1987; anderSon, M. S.: Guerra y sociedad en la Europa del Antiguo Rgimen. 1618-1789, Madrid, Ministerio de Defensa, 1989; blaCk, J.: The Cambridge Illustrated Atlas of Warfare: Renaissance to revolution. 1492-1792, Cambridge University Press, 1996;o por cerrar el captulo de citas clsicas e imprescindibles hay que recordar aqu la edicin en castellano de la Historia del Mundo Moderno de la Universidad de Cambridge que, publicada por Sopena, incluy varios captulos dedicados a Las Fuerzas Armadas y el arte militar.

10 Howard, M.: La guerra en la historia europea, Mxico, 1983.11 aSPizua, J., CaCHinero, J. y jenSen, G.: la Historia militar: una carencia intelectual en Espaa, en FuSi,

J. P. (ed.): La historia en el 92, n 10 de la Revista Ayer, Madrid, Marcial Pons, 1993. pp. 63-76.12 CorviSier, A. (coord.): Etudes dHistoire Militaire (XVIIe-XXe. Sicles), nmero extraordinario de

la Revue dHistoire Moderne et Contemporaine, (tomo XX), enero-marzo de 1973.13 En cuanto a la historiografa francesa ocupada en historia militar cabe citar aqu el trabajo de Martel,

A.: Le renouveau de lhistoire militaire en France, Revue Historique, 497 (enero-marzo 1971), pp. 107-126; as como el trabajo de Coutau-begarie, H.: Le phenomene nouvelle histoire. Strategie et ideologie des nouveaux historiens, Paris, 1983. pp. 183-187.

14 CorviSier, A.: LArme franaise de la fin du XVIIe sicle au Ministre de Choisel. Le soldat, Pars, 1964.

15 Saavedra vzQuez, M. C.: De la Historia de las Batallas al impacto de la guerra: algunas consideraciones sobre la actual historiografa militar espaola, Obradoiro de Historia Moderna, I (1992), pp. 207-221.

171



incorporar un tratamiento renovado de las actividades militares y blicas del pasado y esto vale tanto para la guerra convencional como para la naval16.

De esta forma, y parafraseando a Geoffrey Best, tambin un clsico de la historiogra-fa militar contempornea, ya se haba llegado al convencimiento de que as como la guerra es un asunto demasiado serio para dejarlo en manos de los generales, as tambin la historia y el anlisis cientfico de la guerra se consideraban conceptos demasiado serios como para ser confiados a militares y a entusiastas de la guerra17.

En este contexto, el debate sobre la historia militar y su renovacin historiogrfica, tanto de contenidos como metodolgica, estaba servido. Y la respuesta la encontra-mos en el hecho de que la produccin investigadora y editorial en los noventa fue en aumento, de tal manera que en las vanguardias historiogrficas est mas que asu-mida la necesidad de la investigacin en historia militar para en opinin de Garca Crcelcompletar de manera coherente y equilibrada la escritura de la Historia18. Para este historiador hoy ya no se plantea la antigua confrontacin entre Marte y Mi-nerva, sino y siguiendo la estela historiogrfica norteamericana la guerra frente a la cultura, la violencia frente a la paz, la espada frente a la pluma. La alternativa a esa dualidad tan contrapuesta en los ltimos aos es el retorno de Minerva: el uso inteligente de la correlacin de fuerzas, la estrategia de la prudencia y del saber hacer ante el conflicto, la perfecta compatibilidad entre guerra y cultura.

Es una sntesis muy ajustada de las tendencias historiogrficas actuales en historia militar, en las que partiendo de aquellos pioneros trabajos clsicos que maridaron la guerra y la sociedad en sus estudios, en este proceso de evolucin hoy ya se analiza el maridaje entre guerra y cultura, se reflexiona sobre la cultura de la guerra sin mas prejuicios que los justos, abriendo el marco de las investigaciones a todos los m-bitos de repercusin sobre la sociedad civil de las actividades desarrolladas por los ejrcitos, por los militares a lo largo de la historia, en diferentes escenarios como el cientfico, tecnolgico, humanstico y cultural, histrico, periodstico, social, edu-cacional, pedaggico, sanitario, artstico, musestico, etc19. Y, en todo este proceso de crecimiento historiogrfico, se impone una cultura de la guerra, pero no de la de Marte, sino la de Minerva, analizando de forma integral en el marco de los grandes procesos histricos.

2.1. HISTORIA MILITAR DE LA EDAD MODERNA

En cuanto a la Historiografa militar moderna, en los ltimos aos se ha producido notablemente, y el anlisis de la historia militar de todo el periodo moderno es una herramienta interpretativa de primer orden. En el caso espaol, hay que partir de las

16 CePeda gMez, J.: La historiografa sobre la Marina en los siglos XVIII y XIX, Revista de Historia Naval, 56 (2008), pp. 123-146.

17 beSt, G.: Guerra y sociedad en la Europa revolucionaria. 1770-1870, Madrid, Ministerio de Defensa, 1990.

18 garCa CrCel, R. y Herrero Fernndez-QueSada, M. D.: Historia militar. Las letras de las armas, en ABC Blanco y Negro Cultural (2004).

19 Herrero Fernndez-QueSada, ibidem; Herrero Fernndez-QueSada, M. D.: Orgenes del Museo del Ejrcito. Aproximacin histrica al primer Real Museo Militar espaol, Madrid, Ministerio de Defensa, 1996.

172



clsicas grandes obras generales decimonnicas, los Barado20, Clonard21, Almirante22 o Arntegui23, de tono descriptivo, en ningn caso analtico, que sin embargo an hoy son un referente imprescindible como punto de partida de las investigaciones en his-toria militar por su aportacin general a la orgnica y por su visin casi enciclopdica de las actuaciones militares de los ejrcitos en la historia.

En nuestra historiografa militar ms reciente, hay algunas obras generales (pocas an) que son de cita obligada y han dado marco y contexto a los estudios monogrfi-cos y sectoriales en historia militar, como la editada en la dcada de los 80 Historia social de las fuerzas armadas24. De la misma forma, y al socaire del traslado del Museo del Ejrcito de Madrid a Toledo, el Ministerio de Defensa ha reunido a un buen nmero de especialistas en la publicacin de una obra general, Aproximacin a la Historia Militar de Espaa25, aunque en ningn caso ha venido a llenar el vaco de una gran obra general de la historia militar de Espaa, con criterios cientficos y metodolgicos renovados. Recientemente, han comenzado a salir publicados los primeros volmenes de una Historia Militar de Espaa, por iniciativa de la Academia de la Historia26.

En cuanto a las publicaciones planteadas como herramientas de consulta para el es-tudio de la historia de los ejrcitos, siguiendo la lnea de Almirante y despus de Cor-visier, Cristina Borreguero ha editado un instrumento para el estudio y comprensin de la historia militar, un Diccionario de Historia Militar27. De la misma forma, cabra sealar que por primera vez en una obra general como la Enciclopedia de Historia de Espaa, dirigida por Miguel Artola, en los dos diccionarios, uno de biografas y otro de instituciones, el profesor Cepeda Gmez coordin un equipo de historiadores militares que redactaron voces especficas de la institucin militar.28 Otro dicciona-rio no general, sino mas especfico, pero valioso y clarificador fue el publicado por

20 Barado, F.: Museo militar. Historia del ejrcito espaol, armas, uniformes, sistemas de combate, instituciones, organizacin del mismo desde los tiempos mas remotos hasta nuestros das, Barcelona, 1884, 3 tomos; y Literatura militar espaola, Barcelona, 1890.

21 Clonard, C. de: Historia orgnica de las armas de Infantera y Caballera espaolas, desde la creacin del Ejrcito permanente hasta el da, Madrid, 1847; y Memoria histrica de las Escuelas Militares, 1847.

22 AlMirante, J.: Diccionario militar, Etimolgico, Histrico, Tecnolgico, Madrid, Imp. y lit. del depsito de la Guerra, 1869; Bibliografa militar de Espaa, Madrid, Imp. M. Tello. 1876; Bosquejo de la historia militar de Espaa, Madrid, Imp. Sucesores de Rivadeneyra, 1923; y Estudios militares. Antologa. Arte Militar, Historia, Bibliografa, Madrid, Ed. Ejrcito, 1943.

23 Arntegui y Sanz, J.: Historia de la artillera espaola. Madrid, 1885.24 VV.AA.: Historia social de las Fuerzas Armada, Madrid, Alhambra, 1986. 8 tomos.25 VV.AA.: Aproximacin a la historia militar de Espaa. Madrid, Ministerio de Defensa, 2006. 3 vol.26 La Academia de la Historia y la Comisin Espaola de Historia Militar han emprendido la coleccin

Historia Militar de Espaa, cuyo director es Hugo ODonnell. Hasta la fecha han salido editados tres tomos., el primero dedicado a la prehistoria y la antigedad, coordinado por Martn Almagro Gorbea; el segundo sobre la Edad Media, coordinado por Miguel A. Ladero Quesada; y un tercero, que es el primer volumen dedicado a la Edad Moderna; Historia Militar de Espaa, Edad Moderna. I. Ultramar y la Marina, Madrid, 2012.

27 Borreguero Beltrn, C.: Diccionario de Historia Militar: Desde los reinos medievales hasta nuestros das, Barcelona, 2000.

28 Artola, M.: En la obra citada en el texto, nos referimos al Diccionario Biogrfico, y al de Instituciones, tomos 5 y 6 respectivamente, Madrid, Alianza Editorial, 1993. Hasta entonces, y ante la necesidad de este tipo de herramientas, haba que recurrir a la obra de Almirante y de otros militares del XX como LPez Muiz, G.: Diccionario enciclopdico de la guerra, Madrid, 1954, o Bordeje, F.: Diccionario militar estratgico y poltico. Gua para el lector, Madrid, 1981.

173



Mora-Figueroa, pero centrado en los trminos del arte de la fortificacin29, que tiene un precedente para los Cuerpos Facultativos en el diccionario que public Agar para voces relacionadas con la compleja ciencia artillera30. An esperamos mucho en un futuro no muy lejano de este tipo de herramientas auxiliares para el estudio de la historia militar.

Asimismo, cabe sealar aqu como instrumentos auxiliares para la investigacin de la historia de los ejrcitos las publicaciones que se han dedicado en los ltimos aos a las fuentes, los archivos y bibliotecas militares. La aproximacin, conocimiento y difusin de la documentacin como clave para la orientacin y nuevos criterios de la investigacin en historia militar. Por su parte, el Ministerio de Defensa public una escueta Gua de Archivos Militares que sirve simplemente para situarse en el mapa del sitio de los contenedores del patrimonio documental militar espaol. Sin embargo, para el Archivo General Militar de Segovia, ha sido una ayuda inestimable aunque incompleto su Catlogo de la primera seccin que recoge los Expedientes Personales de los militares espaoles31; y desglosado de esta inmensa seccin el mas reciente Catlogo de militares Clebres32, subseccin muy consultada en este archi-vo, como veremos. De igual forma, resulta de gran utilidad el Catlogo que public Enrique de Ocern sobre los Expedientes Matrimoniales de militares y marinos que se conservan tambin en aquel centro documental33. Con posterioridad, en el archivo segoviano se editaron a finales de la dcada de los 80 dos catlogos por el Coronel Borreguero, los de la segunda y tercera secciones; as como una publicacin sobre fondos hemerogrficos del archivo, de mayor inters para la investigacin en historia contempornea.

Para la investigacin en el Archivo General Militar de Madrid, es imprescindible el Catlogo de la Coleccin del Fraile34 publicado en primera edicin en los ochenta y recientemente editado de nuevo con motivo de la conmemoracin del Bicentenario de la Guerra de la Independencia. De igual forma, y al socaire de este evento, nuestro equipo ha publicado con el Instituto de Historia y Cultura Militar, una investiga-cin que rene los fondos que sobre aquella guerra se conservaban dispersos entre la enorme Coleccin General de Documentos (CGD) del Archivo General Militar de Madrid35. Como continuacin a este trabajo, se ha editado ms recientemente el segundo volumen del proyecto de investigacin que coordinamos, y que ofrece al investigador una herramienta para trabajar sobre los fondos que, tambin sobre esa

29 Mora-Figueroa, L.: Glosario de arquitectura defensiva medieval, Cdiz, 1994.30 Agar, L.: Diccionario ilustrado de artillera. Madrid, 1853.31 ndice de Expedientes Personales del Archivo General Militar, Madrid, CSIC, 1958.32 VzQuez GiMeno, G.: Catlogo de Expedientes de Personas Clebres del Archivo General Militar de

Segovia, Madrid, Ministerio de Defensa, 1999.33 OCern Y GarCa de LlaMera, E. de: ndice de los Expedientes Matrimoniales de militares y marinos

que se conservan en el Archivo General Militar (1761-1865), Madrid, CSIC-Instituto Jernimo Zurita, 1959, 2 tomos.

34 Freire LPez, A. M. : re los regimientos de Andaluca, ndice bibliogrfico de la Coleccin Documental del Fraile, Madrid, SHM, 1983.

35 Herrero Fernndez-QueSada, M. D., MaCa Martn, A. y Martnez CortS, I.: Fondos documentales de la Guerra de la Independencia en la Coleccin General de Documentos y su Apndice (Coleccin Crdenas-Mexa) del Archivo General Militar de Madrid, Madrid, Ministerio de defensa, 2008.

174



misma guerra, se encuentran en otra de las grandes colecciones documentales del archivo, la Coleccin Blake. 36

En cuanto a los instrumentos de consulta del patrimonio bibliogrfico militar es-paol, no hay una produccin editorial relevante que nos acerque a los fondos, las bibliotecas histricas militares no cuentan con catlogos ni inventarios impresos de sus fondos as como tampoco ha sido frecuente que se consulten por los investigado-res y universitarios puesto que se siguen conservando en instituciones militares. Sin embargo, aqu parece oportuno recordar una iniciativa aislada, el proyecto editorial Biblioteca de Ciencia y Artillera para la catalogacin de los fondos de la Biblioteca de la Academia de Artillera de Segovia que se puso en marcha a finales de los 80 y que ha editado tres catlogos sobre sus fondos con criterios temticos, el primero de fondos cientficos, el segundo de obras de artillera y fortificacin, y el ltimo de fon-dos geogrficos37. Sin embargo, no contamos con herramientas de consulta similares de otros centros del patrimonio bibliogrfico militar, aunque en las biblioteca Milita-res como la de Madrid (IHCM) la consulta presencial permite acceder a los fondos a travs de Intranet, medio por el que se accede al catlogo de sus fondos y facilita las bsquedas38. Con ocasin del Bicentenario de la Guerra de la Independencia y realizado por un equipo coordinado por Fernando Torra, entonces Director de la Bi-blioteca Militar del IHCM, se han localizado fondos bibliogrficos en las bibliotecas de Defensa sobre la guerra, publicndose una obra especfica con un total de 1477 ttulos39. Un trabajo similar se ha editado con respecto a los fondos cartogrficos his-tricos que conserva el Ejrcito40.

Sin embargo, y de nuevo en el mbito de la investigacin en historia militar, en-contramos una produccin editorial relevante y, en muchas ocasiones, de referencia, producto de la organizacin de foros cientficos nacionales e internacionales sobre Historia Militar, muchos de ellos encuentros histricos organizados en torno a deter-minadas conmemoraciones histricas. En este sentido, son ya un referente clsico de la historiografa militar espaola las Actas en las que se han publicado Ponencias y Comunicaciones de los Congresos de Historia Militar, celebrados en Zaragoza, con una periodicidad no reglada desde el ao 1996 en adelante y organizados por la Uni-versidad de Zaragoza y la Academia General Militar, a travs de la Ctedra Palafox41.

36 Herrero Fernndez-QueSada, M. D., MaCa Martn, A. y Martnez CortS, I.: Fondos documentales de la Guerra de la Independencia en la Coleccin Blake del Archivo General Militar de Madrid, Madrid, Ministerio de Defensa, 2011.

37 GarCa HourCade y ValleS Garrido, op. cit. (n. 6); Herrero Fernndez-QueSada, M. D.: Catlogo de la Biblioteca del Real Colegio de Artillera de Segovia. II. Fondos artilleros y de fortificacin, Segovia, BCA, 1992; MarCelo, G. de: Fondos Geogrficos, Segovia, BCA, 2003.

38 Resulta de gran utilidad como herramienta de localizacin de fondos la consulta en bibliodef, dentro del Portal de Cultura de Defensa

39 Bibliografa de la Guerra de la Independencia, Madrid, Ministerio de Defensa-Ollero y Ramos editores, 2008.

40 Cartografa de la guerra de la Independencia, Madrid, Ministerio de Defensa-Ollero y Ramos editores, 2008.

41 VV.AA.: Actas del Primer Congreso de Historia Militar, Zaragoza, AGM-Universidad de Zaragoza, 1986, 2 tomos; Actas del II Congreso de Historia Militar, Zaragoza, AGM-Universidad de Zaragoza, 1989, 2 tomos; y Actas del III Congreso Internacional de Historia Militar, Zaragoza, AGM-Universidad de Zaragoza, 1997.

175



De la misma forma, fue en la Universidad de Sevilla en coordinacin con la entonces Capitana General, donde se institucionaliz la segunda Ctedra de Historia Militar, la General Castaos que celebr las V Jornadas de Historia Militar sobre los hechos histrico-militares relevantes en el Mediterrneo, con la edicin de las Actas que tambin se han convertido en lectura y cita obligada42.

Entre los foros de encuentro y anlisis para la historia militar espaola, cabe des-tacar el Congreso organizado en 1992 por Enrique Gimnez y Emilio Balaguer en la Universidad de Alicante y la publicacin de sus Actas sobre Ejrcito, Ciencia y So-ciedad en la Espaa del Antiguo Rgimen43. Lo mismo ocurre con la edicin que ha recogido el Congreso de la Asociacin Internacional de Museos de Armas y de His-toria Militar (IAMAN) que se celebr en Espaa en 199444. De la misma forma, tiene inters la reunin cientfica organizada por la Fundacin Berndt Wistedt, coordinada por Martnez Ruiz, Pi Corrales y Torrejn en Cdiz en 2000, sobre los Ejrcitos y las Armadas de Espaa y Suecia de 1750 a 1870, cuyas Actas se han convertido tambin una cita frecuente entre los especialistas45. Finalmente, destacaremos el Congreso organizado en 2005 por el CSIC y la Fundacin Carolina sobre la Guerra y la Socie-dad en la Monarqua Hispnica46. Captulo aparte mereceran todas las Actas de los mltiples foros, congresos, seminarios, encuentros y reuniones cientficas que se han organizado ms recientemente en torno al Bicentenario de la Guerra de la Indepen-dencia, imposibles de referenciar aqu por razones de espacio.

Y dejando al margen los Congresos y Seminarios sobre Historia militar tambin hay que destacar obras colectivas aunque en nmero mucho mas reducido en las que participan varios autores de reconocido prestigio de notable inters como la de Ban y Barker sobre los ejrcitos y la sociedad en Espaa47.

Finalmente, como dato indicativo de la proliferacin de nuevos estudios sobre his-toria militar y su inters historiogrfico, no podemos pasar por alto que en diferentes revistas universitarias sobre Historia Moderna , se han publicado importantes traba-jos de cita obligada. Incluso se han dedicado nmeros monogrficos a esta lnea de investigacin, como el extraordinario de Manuscrits (2003) dedicado precisamente a historiografa; o los nmeros 27 y 28 de Studia Histrica. Historia Moderna; o el nmero 22 de la Revista de Historia Moderna. De la misma forma, cabe recordar aqu la Revista de Historia Militar, de larga trayectoria y desigual produccin, de la que merecen ser reseados los interesantes nmeros extraordinarios que se han editado recogiendo las ponencias de las sucesivas Jornadas de Historia sobre la Guerra de la Independencia que ha organizado el Instituto de Historia y Cultura Militar en los

42 Actas de las V Jornadas Nacionales de Historia Militar: El Mediterrneo: hechos de relevancia histrico-militar y sus repercusiones en Espaa, Sevilla, 1995.

43 Balaguer, E. y GiMnez, E. (eds).: Actas del Congreso sobre ejrcito, ciencia y sociedad en la Espaa del Antiguo Rgimen, Alicante, Universidad de Alicante-Fundacin J. Gil-Albert, 1995.

44 Actas del Congreso Internacional de Museos de Armas y de Historia Militar (IAMAN), n extraordinario de Militaria, Madrid, UCM, 1995.

45 Martnez Ruiz, E., Pi CorraleS, M. de P. y Torrejn CHaveS, J. (eds.): Los Ejrcitos y las Armadas de Espaa y Suecia en una poca de cambios (1750-1870), Madrid, 2001.

46 Actas del Congreso Internacional Guerra y Sociedad en la Monarqua Hispnica, Madrid, 2007.47 Ban Martnez, R. y Barker, T. (eds.): Armed forces and Society in Spain, Past and Present, New

York, 1995.

176



ltimos aos; as como el tambin excelente nmero extraordinario de esta revista dedicado a las Fuentes y a la investigacin en Historia Militar (2002).

A pesar de todo ello, debemos poner de manifiesto aqu que an son escasas las obras de sntesis generales, aunque se estn realizando trabajos sobre aspectos socia-les de los ejrcitos, como los ya citados de Andjar; y otros mas monogrficos cen-trados en un acotado marco geogrfico, muy reseables como los editados sobre Ga-licia, Aragn, Valencia o Granada. Por limitaciones en la extensin de este artculo, no es posible ser prolijos y realizar un repertorio de la historiografa militar espaola en los ltimos treinta aos, que cuenta ya con una produccin ciertamente reseable. Sin embargo, no podamos cerrar este epgrafe sin citar a los que se han convertido en autores de referencia, ellos y sus obras, para los investigadores de la historia mi-litar. Sin duda, hoy la nmina de historiadores espaoles que han dedicado parte o la totalidad de sus investigaciones y su obra a la historia militar en la Edad Moderna, es amplia desde Ladero, Maravall, Corona, Seco Serrano, Domnguez Ortiz, a Cepeda, Ribot, Martnez Ruiz, Solano, Gimnez, Pi Corrales, Borreguero, Andjar, Garca Hernn, Saavedra, Jimnez Estrella

En 1988 con ocasin del Bicentenario de Carlos III, en el Congreso Internacional que organiz el Departamento de Historia Moderna de la UCM, en la seccin sobre historiografa ya se dedic un espacio al estado de la cuestin en historia militar y resultaba ser esperanzador de cara al futuro, sin embargo, en su ponencia sobre El Ejrcito espaol en el siglo XVIII, el profesor Cepeda Gmez, adems de hacer un repaso a la historiografa mas relevante hasta aquel momento reflexionaba sobre el presente y futuro de la historia militar en Espaa. Y el anlisis iba acompaado de una cierta justificacin, casi reivindicacin por otra parte necesaria en aquellos momen-tos an, de los estudios sobre los ejrcitos en el mbito acadmico, para terminar apuntando vas de investigacin que despus han sido trabajadas ferazmente a lo largo de los aos posteriores48. De tal manera que, hoy bien podemos afirmar que en la Universidad espaola se cuenta con un ya amplio elenco de historiadores que han desarrollado sus estudios en el marco de la Historia Militar.

En cuanto a las lneas de investigacin sobre los ejrcitos que se abran a medio y largo plazo, Cepeda sealaba entonces la historia social militar, el anlisis del papel de los militares en la Administracin Borbnica y el predominio de las tropas de la Casa Real, la procedencia social de los cuadros de mando de los ejrcitos y las po-sibilidades de promocin social; los entresijos del reclutamiento; las relaciones del generalato con el poder y lo que despus se ha definido como el sistema de redes clientelares que les catapultaba a puestos importantes de la Administracin, con los daos colaterales y tensiones que se generaron con los polticos hoy por todos co-nocidos; las repercusiones y aportaciones de las actividades militares en diferentes

48 CePeda GMez, J.: El Ejrcito espaol en el siglo XVIII, en Actas del Coloquio Internacional de Carlos III y su siglo. Madrid, UCM, 1989. tomo I. pp.557-564. Este autor, son posterioridad ha seguido trabajando sobre la historiografa militar y de la Armada, cabe citar aqu su trabajo La historiografa sobre la Marina en los siglos XVIII y XIX, en Revista de Historia Naval, as como su excelente estudio Una memoria recuperada. Las hijas de la libertad en la actual historiografa de la revolucin americana, en CaPel Martnez, R. M. (ed.): Presencia y visibilidad de las mujeres: recuperando historia, Madrid, Abada editores, 2013, pp. 77-104.

177



mbitos de la sociedad civil, o la estrecha vinculacin de las actividades cientficas y militares en la Espaa Ilustrada. Por cierto, que una reivindicacin compartida con l por aquellos que nos hemos dedicado a la investigacin en historia militar era la puesta en marcha de una Ctedra de Historia Militar que, por fin, a finales de 2012 se ha formalizado entre el Jefe del Estado Mayor del Ejrcito, General de Ejrcito Domnguez Buj y el Rector de la UCM, Jos Carrillo, como Ctedra Extraordinaria.

En este epgrafe solo podemos apuntar y extractar las lneas de investigacin tra-bajadas ms recientemente con excelentes resultados y que han permitido el desarro-llo de la nueva corriente historiogrfica con estudios sobre los ejrcitos y la guerra en la Edad Moderna insertados en un marco terico, metodolgico e interpretativo integrador, mucho mas amplio. En el contexto de la historiografa militar europea, nos interesa especialmente el caso espaol para el que las obras tantas veces citadas de Parker, Thompson, Quatrefages, Roberts, Corvisier, Robson o Hale han marcado con claridad el punto de partida y el rumbo de las investigaciones sobre los ejrcitos, de la misma forma, por otra parte, que los ya clsicos en nuestro pas de Ladero49, Maravall50, Corona51 o Domnguez Ortiz52 como pioneros e innovadores a la hora de integrar en sus estudios generales sobre la Edad Moderna el devenir de los ejrcitos.

La nueva historia militar rompi con el andamiaje clsico de las historias de la guerra tradicionales, o meramente institucionales, casi notariales, porque limitaron sus aportaciones a la cuantificacin de unidades, y de contingentes humanos y ar-mamentsticos. Y la brecha se ha abierto siguiendo por otra parte las tendencias historiogrficas de nuestro entorno en la historia social de los ejrcitos con notables estudios que han analizado la procedencia social de los militares, sus rentas, el ori-gen geogrfico y su incidencia en el reclutamiento, en el servicio de las armas como medio de promocin social en virtud de la patrimonializacin, su cercana al poder y amplias competencias de naturaleza diversa, o del reclutamiento privado o de la venalidad de los cargos en los ejrcitos.

Con respecto a la procedencia nobiliaria, el acceso endogmico a la institucin y el ingreso en la carrera de las armas como sistema de promocin social, cabe recor-dar los trabajos de Garca Hernn53 o Morales Moya54; y por lo que concierne a los estudios sobre prosopografa e historia social de la milicia, sin duda, constituyen ya un conjunto compacto y muy notable los estudios de Francisco Andjar sobre la com-posicin social de los ejrcitos dieciochescos, el Consejo de Guerra, los Capitanes

49 Ladero QueSada, M. A. (coord.): Los recursos militares en la Edad Media Hispnica, Madrid, 2001, obra en la que este historiador publica un estudio sobre Recursos militares y guerras de los Reyes Catlicos.

50 Maravall, J. A.: Escritos de Historia Militar. Recopilacin y estudios introductorios de Carmen Iglesias y Alejandro Diz, Madrid, Ministerio de Defensa, 2007.

51 Corona BarateCH, C.: Revolucin y reaccin en el reinado de Carlos IV, Madrid, Rialp, 1957.52 DoMnguez Ortiz, A.: La sociedad espaola en el siglo XVIII, Madrid, CSIC, 1955; y Sociedad y Estado

en el siglo XVIII espaol, Barcelona, Ariel, 1976.53 GarCa Hernn, D.: La funcin militar de la Nobleza en los orgenes de la Espaa Moderna en

Gladius, XX, (2000); y Felipe II y el levantamiento de tropas seoriales, en Felipe II (1598-1998). Europa dividida: La Monarqua Catlica de Felipe II, vol. 2, Madrid, 1999.

54 MoraleS Moya, A.: Milicia y nobleza en el siglo XVIII, Cuadernos de Historia Moderna, 9 (1988), pp. 122-137.

178



Generales y el ndice de venalidad de los cargos militares en el ejrcito borbnico, que citamos despus.

De la misma forma, en estos aos se ha estudiado el ejrcito y la poltica, el acer-camiento de la oficialidad a los cargos de poder, y el devenir de instituciones como las milicias o cuerpos de defensa locales en un marco de actuacin poltica cuyo control estaba en manos de las oligarquas locales. En este sentido, sealaremos aqu los trabajos de Cepeda Gmez55, Martnez Ruiz, Pi Corrales, o Contreras Gay sobre las tropas concejiles y las milicias provinciales. El ejrcito, la administracin militar o los rganos territoriales se convirtieron en un espacio de actuacin poltica contro-lados por las lites y redes clientelares desde las instituciones castrenses territoriales y locales hasta llegar a la propia Corte, ya fuera con la Monarqua Hispnica o con el advenimiento de los Borbones al trono espaol. En este sentido, los trabajos que inici Didier Ozanam56 y despus otros historiadores como Jean P. Dedieu y M Vic-toria Lpez Cordn 57sobre las instituciones del estado y el entramado de poder y funcionarial al mas alto nivel, han dado cobijo a investigaciones sobre los militares en aquel entorno, sus conexiones en el sistema de redes clientelares y la parcela que ocuparon. De nuevo, aqu tambin hay que recordar la obra de Andjar58.

Precisamente en este marco de trabajo contamos con algunos estudios muy rese-ables acotados geogrficamente y centrados en alguna zona como Galicia, Valencia, Granada o Aragn, son las obras monogrficas de Saavedra59, Pardo Molero60, Mo-

55 CePeda GMez, J.: La poca de Carlos IV: crisis del Ejrcito Real Borbnico, en Fuerzas Armadas Espaolas, Madrid, Alhambra, 1985. tomo II; La crisis del Ejrcito Real y el nacimiento del Ejrcito Nacional, en Actas del Congreso sobre Ejrcito, Ciencia y Sociedad, Universidad de Alicante y Fundacin Juan Gil Albert, 1993; El Ejrcito de Carlos IV en Aproximacin a la historia militar de Espaa, Madrid, Ministerio de defensa, 2006.

56 Concretamente el epgrafe que dedic al Ejrcito como instrumento de la poltica exterior de Felipe V en su trabajo sobre La poltica exterior de Espaa en tiempo de Felipe V y de Fernando VI, editado en la Historia de Espaa de Menndez Pidal, Madrid, Espasa Calpe, 1985, tomo XXIX-I.

57 CaStellano CaStellano, J. L., Dedieu, J. P. y LPez-Cordn Cortezo, M. V. (eds.): La pluma, la mitra y la espada. Estudios de historia institucional en la Edad Moderna, Madrid, Marcial Pons, 2000.

58 Andjar CaStillo, F.: Los militares en la Espaa del siglo XVIII, Granada, Universidad de Granada, 1991; Elites de poder militar: las Guardias Reales en el siglo XVIII, en CaStellano CaStellano, J. L., DEDIEU, J. P., LPez-Cordn Cortezo, M. V. (eds.): La pluma, la mitra y la espada. Estudios de historia institucional en la Edad Moderna. Madrid, Marcial Pons, 2000; o Consejo y Consejeros de Guerra en el siglo XVIII, Granada, Universidad de Granada, 1996.

59 Saavedra vzQuez, M del C.: La poltica militar de la Monarqua y sus efectos en Galicia (1556-1648), Obradoiro de Historia Moderna, 3 (1994), pp. 163-186; Los protagonistas de la actividad militar en Galicia: Nobleza, ciudades y juntas del Reino (ss. XVI y XVII), en JiMnez EStrella, A. y Andjar CaStillo, F.: Los nervios de la guerra. Estudios sociales sobre el ejrcito de la Monarqua Hispnica (s. XVI-XVIII). Nuevas perspectivas, Granada, Comares, 2007; y Algunos rasgos del comportamiento religioso de los militares espaoles en poca austraca: el ejemplo de La Corua, Espacio, Tiempo y Forma, 7 (1994), pp. 271-286.

60 Los ejrcitos de su majestad. La movilizacin de tropas reales en Valencia a comienzos del reinado de Carlos I (1521-1526), en XV Congreso de Historia de la Corona de Aragn (siglos XIV-XVI), Zaragoza, 1993; y su obra sobre La defensa del Imperio. Carlos V, Valencia y el Mediterrneo, Madrid, 2000.

179



las61, Gimnez62, Corona Marzol63, Contreras Gay64, Solano65, Armillas66 o Jimnez Estrella67, muy centrados en la articulacin de sus respectivos sistemas defensivos. De la misma forma, en Salamanca un grupo de historiadores estn realizando inves-tigaciones sobre esta ciudad y su mbito territorial y la guerra en la Edad Moderna.68 Y desde la perspectiva de la historia del Derecho, hay que recordar las notables apor-taciones entre otros de Domnguez Nafra69.

Por otra parte, cabe destacar aqu otra de aquellas vas de investigacin apuntadas a finales de los 80 y que se ha trabajado en los ltimos aos, la que trata de desentraar los nudos de conexin entre la guerra y las estructuras hacendsticas, histricamente marcados por la continua demanda de partidas presupuestarias para la dotacin de los ejrcitos que cubran los diferentes territorios de la Monarqua y el mantenimiento de su sistema defensivo, y para las guerras, naturalmente70. La demanda de liquidez era continua para el mantenimiento del aparato logstico, en definitiva, se ha investigado tambin todo aquello que giraba en torno al costo de la guerra, o ms ajustadamente al precio de la guerra, siguiendo a Yun71.

Como no poda ser de otra manera, tambin se ha revisado historiogrficamente la orgnica de los ejrcitos y sus procesos evolutivos, mbito destacando para Amrica

61 MolaS Ribalta, P.: Militares y togados en la Valencia Borbnica, en Historia social de la administracin espaola, Barcelona, 1980.

62 GiMnez LPez, E.: Militares en Valencia (1707-1808). Los instrumentos del poder borbnico entre la Nueva Planta y la crisis del Antiguo Rgimen, Alicante, 1990.

63 Corona Marzol, C.: Burguesa y milicia. El sistema defensivo de Valencia en el siglo XVIII, en Millars, IX, 1986-1987.

64 ContreraS Gay, J.: Problemtica militar en el interior de la Pennsula durante el siglo XVII. El modelo de Granada como organizacin militar de un municipio, Madrid, 1980; Las milicias provinciales en el siglo XVIII: estudio sobre los regimientos de Andaluca, Almera, 1993.

65 Solano CaMn, E.: Ejrcito y sociedad. La defensa del Reino de Aragn en la Edad Moderna. Zaragoza, 1986; y los reinos orientales en la organizacin militar de la monarqua espaola en la poca del Barroco, en Martnez Ruiz, E. y Pi CorraleS, M. de P.: Espaa y Suecia en la poca del Barroco (1600-1660), Madrid, 1998.

66 ArMillaS ViCente, J. A.: la Compaa suelta de Fusileros de Aragn (1762-1788), en Homenaje al Doctor Sebastin Garca Martnez, Valencia, 1990.

67 JiMnez EStrella, A.: Linajes y alcaides en el Reino de Granada bajo los Austrias. Servicio militar o fuentes de enriquecimiento y honores?, en jiMnez eStrella, y Andjar CaStillo, op. cit. (n. 59).

68 VV.AA.: La guerra en la Historia. Salamanca, 1999. 69 DoMnguez NaFra, J. C.: Consejo de guerra y desarrollo de las estructuras militares en tiempos de

Felipe II, en Las Sociedades Ibricas y el Mar a finales del siglo XVI, vol. II: La monarqua, recursos, organizacin y estrategias, Madrid, 1998. Este autor profundiz en la institucin en su Tesis Doctoral, siguiendo la lnea de su maestro Jos A. Escudero.

70 En este sentido abri brecha Miguel A. Ladero QueSada con su trabajo Milicia y economa en la guerra de Granada: el cerco de Baza, Valladolid, 1964. Por citar alguno de los estudios mas recientes sobre el tema incluimos aqu la obra de Andjar CaStillo, F.: El sonido del dinero. Monarqua, ejrcito y venalidad en la Espaa del siglo XVIII, Madrid, Marcial Pons, 2004. De la misma forma, en la ltima obra como editor, sobre Los nervios de la guerra, este autor ha integrado tambin un captulo sobre guerra y economa o economa de la guerra como uno de los nervios fundamentales que dan vida al sistema militar, JiMnez EStrella y Andjar CaStillo, op. cit. (n. 59), firmado por AlonSo GarCa, D.: Guerra, hacienda y poltica. Las finanzas militares en los inicios de la Edad Moderna.

71 Yun CaSalilla, B.: Marte contra Minerva. El precio del Imperio espaol, c. 1450-1600, Barcelona, Crtica, 2004.

180



la obra de Juan Marchena72; para los contingentes militares de los Austrias, las in-vestigaciones de Ribot73 y para los tercios en concreto algunas aportaciones como la de Albi74. En cuanto al tratamiento historiogrfico del reclutamiento, resulta impres-cindible la obra de Cristina Borreguero75, as como las aportaciones de Ofelia Rey76, Ribot o Contreras Gay77, y Puell de la Villa78. Adems, merecen una mencin espe-cial los trabajos de Solano Prez Lila79, Martnez Ruiz y Pi Corrales80 y Cepeda81; y despus de los alumnos de estos ltimos, ms monogrficos, como el coordinado por Enrique Garca Hernn sobre la presencia de extranjeros en el ejrcito espaol 82.

Asimismo, es importante incluir aqu el estudio de algunas instituciones de presti-gio enfocadas a la formacin de los cuadros de mando y a la institucionalizacin de la enseanza militar en Espaa83, estrechamente vinculado a las actividades cientficas y tcnicas. La ciencia y la milicia84, as como su relacin e incidencia en la innovacin

72 MarCHena Fernndez, J.: El ejrcito americano y la poltica de Espaa en Amrica en Fuerzas Armadas espaolas. Historia institucional y social, Madrid, Alhambra, 1986. tomo II.

73 Ribot, L.: Las provincias italianas y la defensa de la Monrquica Manuscrits, 13 (1995), pp. 97-122; Miln, plaza de armas de la Monarqua Investigaciones Histricas, 10 (1990), pp. 203-238.

74 Albi de la CueSta, J.: De Pava a Rocroi: los tercios de infantera espaola en los siglos XVI y XVII, 1999, aunque despus de la obra de Ren QuatreFageS, ya nadie pareca investigar sobre los tercios.

75 Borreguero Beltrn, C.: El reclutamiento militar por quintas en la Espaa del siglo XVIII. Orgenes del servicio militar obligatorio, Valladolid, 1989.

76 Rey CaStelao, O.: Hombres y ejrcito en Galicia. La leva de 1762, Espacio, Tiempo y Forma, 7 (1994), pp. 199-224.

77 Ribot, L.: El reclutamiento militar en Espaa a mediados del siglo XVII. La composicin de las milicias de Castilla, Cuadernos de investigacin histrica, 12 (1989); y ContreraS Gay, J.: El siglo XVII y su importancia en el cambio de los sistemas de reclutamiento durante el Antiguo Rgimen, Studia Histrica. Historia Moderna. 14 (1996), pp. 141-154.

78 Puell de la Villa, F.: El soldado desconocido: de la leva a la mili (1700-1912), Madrid, 1996.79 Los orgenes de los Reales Ejrcitos. Reformismo y planificacin, en Fuerzas Armadas Espaolas.

Historia institucional y social. Madrid, Alhambra, 1986.80 Martnez Ruiz, E.: Las Fuerzas Armadas entre la revolucin y la restauracin, en Fuerzas Armadas

Espaolas, Historia institucional y social. Madrid, Alhambra, 1986; Perfiles de un ejrcito espaol de reserva. Las ordenanzas de guardas de 1613, en Martnez-Ruiz, E. y Pi CorraleS, M. de P. (eds): Espaa y Suecia en la poca del Barroco (1600-1660). Madrid, 1998; y ms recientemente Los soldados del Rey. Madrid, Actas, 2008, adems Martnez Ruiz, E., Pi CorraleS, M. de P. y Torrejn CHaveS, J. (eds): Los ejrcitos y las armadas de Espaa y Suecia en una poca de cambios (1750-1870), Madrid, 2001. De igual forma, Pi CorraleS, M. de P.: Las Ordenanzas de las Guardas y la bsqueda de una lite militar, en Martnez Ruiz, E. (coord.): Poder y mentalidad en Espaa e Iberoamrica (siglos XVI-XX), Madrid, 2000.

81 En sus diferentes trabajos, ya citados aqu con anterioridad.82 GarCa Hernn, E. y ReCio MoraleS, O. (coords): Extranjeros en el Ejrcito. Militares irlandeses en la

sociedad espaola, 1580-1818. Madrid, Ministerio de Defensa, 2007. 83 Muoz Corbaln, J. M.: Los ingenieros militares de Flandes a Espaa (1691-1718), Madrid, 1993.84 En esta lnea de investigacin hay que partir de los epgrafes dedicados a la relacin entre las actividades

cientficas y militares en las obras generales y ya clsicas de relevantes historiadores de la ciencia como Peset o Lpez Piero. Con posterioridad se ha trabajado lo referente a los Ingenieros Militares, no por investigadores dedicados propiamente a la historia militar, como Capel y su equipo. Para el Cuerpo de Artillera vid. la publicacin de nuestra tesis doctoral Herrero Fernndez-QueSada, M. D.: Ciencia y milicia en el siglo XVIII. Toms de Morla, artillero ilustrado, Segovia, PAS, 1992; as como para las instituciones de enseanza militar, La enseanza militar ilustrada. El Real Colegio de Artillera de Segovia, Segovia, BCA, 1990; la formacin de la oficialidad en el siglo XVIII, en Martnez Ruiz, Pi CorraleS, y Torrejn CHaveS, op. cit. (n. 80); o Breve aproximacin a la historia de la enseanza militar, en Aproximacin a la historia militar de Espaa, Madrid, Ministerio de Defensa, 2006. vol. III.

181



en los procesos fabriles relacionados con la industria militar en Espaa85 (sobre lo que ha marcado un antes y un despus la obra de Jos Alcal Zamora de las fbricas de caones para la marna de Lirganes y La Cavada); y sin duda, con la arquitectura militar. De hecho, en poco mas de una dcada, ha aumentado el inters por el uni-verso de los ingenieros militares, las fortificaciones y obras del sistema defensivo de la Monarqua Hispnica86. Sin duda, lindando con ello, en los ltimos aos se han editado notables trabajos sobre cultura y guerra, la tratadstica, los militares escrito-res, su produccin y las aportaciones de la milicia en este mbito, tantas veces tpi-camente contrapuesto (la pluma y la espada) o forzadamente unido. En este sentido, recordaremos como representativos los estudios de David Garca Hernn87 sobre la trascendencia de la tratadstica militar clsica, entre otros; o los que nos han llegado desde la filologa firmados por Manuel-Reyes Garca Hurtado88 y mas recientemente por Joaqun lvarez Barrientos89.

Por fin, y marcando tendencia historiogrfica debemos sealar alguna obra coral reciente que rene los ltimos trabajos y estudios sobre las diferentes lneas de inves-tigacin mencionadas, y coordinadas por especialistas, como la publicacin editada por Andjar y Jimnez Estrella90, titulada con acierto Los nervios de la guerra, que da cabida a varios de los aspectos que articulan y conexionan el sistema militar espaol en la Edad Moderna.

85 AlCal-ZaMora Y QueiPo de Llano, J.: Historia de una empresa siderrgica espaola: los altos hornos de Lirganes y la Cavada, 1622-1834, Santander, 1974. Aos despus hay que recordar el trabajo de Rabanal YuS, a.: Las Reales Fundiciones Espaolas del siglo XVIII, Madrid, 1990. Y ms recientemente, una visin de conjunto del proceso evolutivo de las fbricas militares espaolas en Herrero Fernndez-QueSada, M.. D.: La ciencia y la tcnica militar, en Aproximacin a la historia militar de Espaa, Madrid, Ministerio de Defensa, 2006. vol. III.

86 Este mbito tan especfico tambin ha sido analizado en las ltimas dcadas, destacando los numerosos trabajos de Alicia Cmara, vid. CMara Muoz, A.: La arquitectura militar y los ingenieros de la monarqua espaola: aspectos de una profesin, en Revista de la Universidad Complutense, 3 (1981), pp. 255-269; o la fortificacin en la Monarqua de Felipe II, en Espacio, Tiempo y Forma, 2 (1989), pp. 73-80; as como la publicacin conmemorativa que ha supuesto una puesta al da de algunos momentos concretos de la historia de la fortificacin, como la que coordin Hernando SnCHez, C. J. (coord.): Las fortificaciones de Carlos V, Madrid, 2000.

87 GarCa Hernn, D.: Historiografa y fuentes para el estudio de la guerra y el ejrcito en la Espaa del Antiguo Rgimen, Revista de Historia Militar, n extraordinario. Madrid, IHCM, 2002, donde dedica un buen nmero de pginas al estudio de la tratadstica y a las obras de carcter general en la Edad Moderna; y la cultura de la guerra en la Europa del Renacimiento. Algunas perspectivas de estudio, en Revista de Historia Social, 44 (2002), pp. 105-124.

88 GarCa-Hurtado, M. R.: El arma de la palabra. Los militares espaoles y la cultura escrita en el siglo XVIII (1700-1808), Corua, Universidad dela Corua, 2002; Traduciendo la guerra, La Corua, Universidad de La Corua, 1999.

89 lvarez BarrientoS, J. (ed.): La guerra de la Independencia en la cultura espaola, Madrid, Siglo XXI, 2008; y el epgrafe sobre el tema en Los hombres de letras en la Espaa del siglo XVIII. Apstoles y arribistas, Madrid, Ed. Castalia, 2006.

90 JiMnez EStrella y Andjar CaStillo, op. cit. (n. 59).

182



3. EL ARCHIVO GENERAL MILITAR DE SEGOVIA, DECANO DE LOS ARCHIVOS HISTRICOS MILITARES

3.1. SOBRE LA HISTORIA DE LA INSTALACIN DEL ARCHIVO GENERAL MILITAR EN EL ALCZAR DE SEGOVIA

El alczar no es el primer edificio con un pasado histrico cargado que, con el tiempo, se ha visto inmerso en un proceso de reconversin en su uso. Particularmente, nos referimos a antiguos castillos, palacios y fortalezas, despus prisiones de estado y finalmente adaptados para acoger archivos, precisamente depsitos documentales de la historia de Espaa. En la memoria de todos, como pionero se encuentra el Archivo General de Simancas.

El caso del AGMS responde a un proceso similar pero con singularidades en las que merece la pena detenerse siquiera brevemente. Por qu se elige esta fortaleza para la instalacin del primer Archivo General Militar en 1898? Las claves son varias pero tienen que ver y mucho con que en la segunda mitad del siglo XVIII, Carlos III decidi dar un giro al devenir de su historia y fundar all el Real Colegio de Artille-ra91 que inici su andadura el 16 de mayo de 1764 dirigido por el ilustrado Conde Flix de Gazola92. Con esta academia se institucionaliz la enseanza militar de la artillera en la Ilustracin y se acu un modelo de centro docente cientfico-militar que rpidamente consolid su prestigio no solo en Espaa, sino tambin en la Europa Ilustrada. Sin embargo, el 6 de marzo de 1862 se produjo un incendio que da el edificio en especial sus cubiertas, aunque en menor medida la estructura de su fbrica, pero que sin embargo determin la salida del colegio militar hacia el convento de San Francisco en Segovia.

En unos aos en los que intervino la Comisin de Monumentos para evitar la venta de las ruinas del antiguo palacio, fue declarado Monumento Nacional pasando a de-pender de los Ministerios de Fomento y Hacienda que se hicieron cargo de los gastos de las obras de rehabilitacin93 con la intervencin de la Comandancia de Ingenieros y finalmente siguiendo el proyecto de dos arquitectos municipales, Bermejo y Odrio-zola. Superadas tan serias dificultades, curiosamente, el problema se plante a la hora de darle un nuevo uso94. En esto pes y mucho la estrecha relacin de la fortaleza con el Cuerpo de Artillera que solicit al Estado la devolucin del edificio.

Este asunto plante un debate en el que se implicaron artilleros, autoridades ci-viles, acadmicos y eruditos locales que volcaron en publicaciones diversas y cola-

91 Herrero Fernndez-QueSada, M. D.: La enseanza militar ilustrada. El Real Colegio de Artillera de Segovia. Segovia, PAS, 1990. Desde entonces he seguido la investigacin sobre este centro con ponencias y publicaciones diversas entre las que solo citar la ltima que an est en prensa La formacin de los militares en el siglo XVIII. El Colegio Artillero de Segovia o la creacin de un modelo, en una obra que edita Slex y que est coordinada por Jos M. Imcoz Beunza.

92 Herrero Fernndez-QueSada, M. D.: Voz Flix Gazola, en Diccionario Biogrfico Espaol. RAH, 2009, tomo XXII, pp. 667-672.

93 Sobre los avatares de aquellos aos postreros al incendio y sobre la restauracin del alczar segoviano, encontramos documentacin el AGMS, seccin 2, divisin 10, leg. 45.

94 Oliver CoPonS, E.: El Alczar de Segovia. Monografa histrica, Valladolid, 1916.

183



boraciones en prensa sus inquietudes e ideas para el futuro del alczar95. Como dato ilustrativo, debemos recordar aqu que trascendi las fronteras provinciales y que incluso el historiador y acadmico, pero tambin artillero, Jos Gmez Arteche y Moro96 autor de la voluminosa obra ya clsica sobre la Guerra de la Independencia Espaola97 realiz un informe a la Academia de la Historia al respecto. Pero lo cier-to es que an polemizando sobre tan importante decisin, ya en 1896 se traslada a la fortaleza un archivo, el del Cuerpo de Artillera, aunque afortunadamente no su Par-que de Artillera que habra amenazado los cimientos del alczar recin rehabilitado.

Y paradjicamente la polmica ms enconada se plante dentro de la propia insti-tucin militar porque con el archivo artillero ya en el alczar, por un Real Decreto de la Regencia, la Reina M Cristina mandaba fundar el Archivo General Militar en el Alczar de Segovia. Mientras los artilleros aspiraban a lograr la devolucin al Cuer-po de Artillera del edificio donde estuvo casi cien aos el Colegio y en sus mejores aos. No solo no queran perder su vinculacin emocional, sino la propiedad del alczar, amenazada al ser ocupado por unos inquilinos no deseados, los legajos con la documentacin histrico-militar y los militares encargados de su custodia y con-servacin. Sin nada resuelto, con el cambio de siglo continu el proceso de formacin del AGMS, instalndose estantes en diferentes salas del antiguo palacio, pues como veremos la entrada de documentacin era incesante en aquella primera etapa de su historia.

Pero los artilleros no cejaron en su empeo y aprovechando la conmemoracin ins-titucional del Primer Centenario de la Guerra de la Independencia, solicitaron al Rey en su visita a Segovia de 6 de mayo de 1908 y durante un almuerzo en la Academia de Artillera, que se devolviera al Cuerpo de Artillera la que fue su casa solariega, consiguiendo su propsito y la formalizacin legal que sali publicada en Real Orden de 19 de mayo de 1908, enfatizndose en este texto la provisionalidad de la presen-cia del archivo entre los muros del Alczar98.

As el archivo continuara en aquel lugar de manera interina, hasta que pudiera trasladarse a otro local que reuniera las condiciones necesarias99, y de forma tempo-ral este inquilino lleg a convertirse en ms que centenario. Lo cierto es que, por fin el 20 de febrero de 1909 el entonces Director de la Academia de Artillera, Gabriel Vidal y Ruby apasionado de la historia del arma y de la fortaleza en la que se form como alumno100, tom posesin del Alczar en nombre del Cuerpo de Artillera.

95 LeCea y GarCa, C.: El Alczar de Segovia. Su pasado, su presente, su destino mejor. Segovia, 1891.96 Herrero Fernndez-QueSada, M. D.: Voz Jos Gmez de Arteche y Moro, en Diccionario Biogrfico

Espaol. RAH, 2009, tomo XXIII, pp. 330-333.97 GMez ArteCHe, J.: Guerra de la Independencia. Historia Militar de Espaa. 1808 a 1814, Madrid,

1868.98 Mas informacin al respecto encontramos en los trabajos ya citados de Daz Garrido y Oliver CoPonS,

op. cit. (n. 94)99 AGMS, seccin 2, divisin 10, leg. 46 que rene la documentacin sobre este asunto. 100 A la pluma de Gabriel Vidal y Ruby se deben interesantes artculos publicados en el Memorial

de Artillera, entre los que destacaremos solo uno de ellos, relacionado con el Alczar tras el incendio y particularmente, la informacin que diariamente, in situ, recogi durante las obras de restauracin del monumento, con aportaciones arqueolgicas muy relevantes relativas a las piezas de artillera antigua que, debidamente recicladas, durante siglos permanecieron enterradas a la entrada de la fortaleza cumpliendo la misin de caeras. Vid. vidal y ruby, G.: Un hallazgo importante. Nota referente a una caa de cerbatana

184



El Ayuntamiento de la ciudad busc alternativas en Segovia y su provincia, com-prometindose a aportar econmicamente las obras de adaptacin, por ejemplo del Monasterio de Santa Mara del Parral que, finalmente, se desech. Otro edificio con posibilidades de haber albergado el archivo fue el Seminario Conciliar, antigua Casa de la Compaa de Jess, pero este traslado se descart porque como contrapartida el Consistorio debera levantar otro edificio para albergar el Seminario. Con el objetivo de mantener este Archivo Militar en los confines provinciales, se barajaron edificios en Cuellar, Seplveda, Santa Mara la Real de Nieva o Nava de la Asuncin, sin que ninguna de aquellas opciones consolidara. Incluso otras provincias ofrecan alter-nativas, baste citar como ejemplo de todos ellos el Palacio del Infante Don Luis en Arenas de San Pedro, traza de Ventura Rodrguez que, curiosamente, tambin pas a ser Seminario Conciliar.

Mientras, se modificaba la ubicacin espacial de los legajos en la fortaleza, ante la toma de posesin del Cuerpo de Artillera que tena sus propias ideas acerca de la ocupacin. Aunque en principio se rechaz un primer traslado de fondos y liberacin de estancias nobles101, no tardando mucho fue inevitable. Los artilleros instalaron en el interior de la Torre del Homenaje una sala dedicada a la historia a la faceta industrial del Cuerpo de Artillera, a la industria artillera y sus establecimientos mas seeros. En la misma torre tras la rehabilitacin se acondicion una Sala del Trono, especialmente para la recepcin de los Reyes con ocasin del Primer Centenario. Y entretanto, en la planta principal del palacio viejo, en las estancias nobles, an per-manecan las estanteras con legajos, aunque progresivamente se iran vaciando para pasar al primer piso, stanos y dependencias de la llamada Casa de la Qumica, edificio neoclsico anejo al alczar que se levant como Real Laboratorio de Qumica que vino a dirigir el francs Luis Proust en 1792102.

En definitiva, los artilleros asumieron de nuevo la propiedad del edificio y con-ceptualmente lo entendieron como una extensin ms de las dependencias de la Aca-demia de Artillera con sede en el Convento de San Francisco. Lo cierto es que, a lo largo del siglo XX han mantenido con los responsables del archivo un pulso entre colegas por los metros cuadrados y estancias en disputa en la antigua fortaleza.

Mas an, cuando despus de ms de cuarenta aos el Alczar necesitaba nuevas obras de mantenimiento y reparacin que por entonces parece solo poda asumir el Ministerio de Educacin Nacional. En consecuencia, por un Real Decreto de 18 de enero de 1951, se cre el Patronato del Alczar de Segovia, cvico-militar, bajo la pre-sidencia del Director de la Academia de Artillera, representantes de las instituciones locales Ayuntamiento y Diputacin y del Ministerio de Educacin. El Patronato es el organismo que desde entonces ha gestionado todo lo concerniente a la antigua

del final de la primera mitad del siglo XV, encontrada en el Alczar de Segovia, en Memorial de Artillera, serie III, tomo XXVII, 1893. Sobre el seguimiento de las obras de restauracin en el alczar y los resultados arqueolgicos de las mismas, vase tambin Herrero Fernndez-QueSada, op. cit. (n. 19), captulo 8 dedicado a La formacin de las colecciones del Museo Militar. Rastreo arqueolgico de las piezas, pp. 131-162.

101 Vid. Oliver CoPonS en su monografa sobre el Alczar ya citada (n. 94), da cumplida cuenta de la distribucin de espacios y estancias para acoger los legajos y sus sucesivos traslados de ubicacin, basndose en la misma documentacin consultada para este artculo en AGMS, seccin 2, divisin 10,leg. 46.

102 Herrero Fernndez-QueSada, M. D.: Caones y probetas en el alczar. Un siglo en la historia del Real Colegio de Artillera (1764-1862), Segovia, PAS, 1993.

185



fortaleza. Entre los objetivos fundacionales, fue prioritario la formacin de un Mu-seo que pusiera de manifiesto el importante pasado histrico del alczar segoviano, encargndose este Patronato del acondicionamiento de las estancias nobles del ala norte del palacio, devolvindoles el aspecto que tuvieron otrora y que hoy todos co-nocemos, ocupando el archivo otras salas de menor visibilidad. De nuevo, en este Re-glamento se recordaba que el Archivo General Militar deba contar con instalaciones dignas aunque su ubicacin en la fortaleza mantuviera an el carcter de provisional. Hoy podemos decir que su interinidad ya es ms que centenaria.

En nuestra opinin, ciento quince aos en el alczar han hecho del Archivo Ge-neral Militar, su mayor activo patrimonial e histrico en el siglo XXI. Esto qued particularmente refrendado en 1998, con ocasin del Centenario de la fundacin del Archivo para cuya conmemoracin se programaron diversos actos, entre ellos una Exposicin en la Casa de la Qumica, siendo encargada por el IHCM como Comisa-ria. En aquella presentacin documental, quedaron reflejadas las diferentes secciones en las que histricamente se ha articulado este archivo, con una seleccin de la ti-pologa documental mas especfica de la institucin militar, junto a algunos fondos musesticos que fueron cedidos para la exposicin por el Museo del Ejrcito103.

3.2. FORMACIN Y PROCEDENCIA DE LOS FONDOS

Un aspecto clave para entender la formacin de los archivos militares es la proce-dencia de los fondos, por otra parte, criterio fundamental en la constitucin de cual-quier otro archivo histrico. Sin embargo, en el caso que nos ocupa y como punto de partida hay una particularidad que ha resultado ser determinante para la actual organizacin de los archivos militares espaoles. Como pone de manifiesto Hermoso de Mendoza, la organizacin por materias de los fondos documentales y la prctica de hacer colecciones temticas dificulta la localizacin de los organismos produc-tores de la documentacin militar, lo que se constata especialmente en los fondos ms antiguos de los archivos de Segovia y Madrid104.

Sobre la base de la llegada al alczar de los fondos del Archivo de Artillera en 1896 para la formacin del archivo central, se reclam documentacin que haba dispersa en otros depsitos documentales porque segn el Decreto de creacin del Archivo General Militar de 1898 conceptualmente ya el Estado haba asumido que era imprescindible formar un depsito centralizado de todos los fondos documentales histricos de los ejrcitos, y los que la institucin continuaba produciendo. Esto lo vemos reflejado en un escrito del Ministro de la Guerra dirigido a la Reina Regente con la propuesta ya cerrada en los siguientes trminos:

SEORA: Base fundamental de las oficinas del Estado debe ser la perfecta orga-nizacin de sus archivos, en los cuales han de tenerse cuidadosamente ordenados, a

103 Exposicin I Centenario del Archivo General Militar (1898-1998). Segovia, 1-21 de junio de 1998. Folleto de la Exposicin.

104 HerMoSo de Mendoza, M. T.: Los archivos del Ejrcito de Tierra, en Los documentos de las instituciones castrenses en el marco de la archivstica espaola: Los archivos histricos Militar, Naval y del Aire. Jornadas de Cultura de Defensa, Cartagena, 2006, p. 87.

186



fin de poder encontrar con facilidad cuantos antecedentes y datos sea preciso consul-tar para el despacho corriente, y en donde metdicamente clasificados se custodien, asimismo aquellos expedientes o documentos que por su valor histrico o estadstico merezcan conservacin. Y si esto es de suma importancia en todo departamento mi-nisterial, constituye en el de la Guerra una necesidad cada da mas imperiosamente sentida, puesto que las radicales transformaciones que su organismo ha sufrido en los ltimos aos, no han podido menos de reflejarse en sus archivos 105.

Y acompaando a este documento, el Ministro Miguel Torres envi a la Reina M Cristina el borrador del Real Decreto que, de inmediato, rubric. En su artculo primero lo regulaba as:

Se crea un Archivo General Militar, donde se refundirn los archivos dependientes del Ministerio de la Guerra que actualmente existen en Alcal de Henares, Aranjuez, Guadalajara y Segovia, y en el cual se custodiarn adems de todos los expedientes y documentos que merezcan conservarse y no sean de frecuente uso y consulta en los diferentes Archivos de la Administracin Central del ramo de Guerra y en los de las Capitanas Generales, Comandancias Generales exentas y Gobiernos Militares106

De esta forma, qued determinado el principio de procedencia y los objetivos del archivo. El desarrollo de este Decreto de creacin se sustanci en el Reglamento de Archivos Militares que, publicado en 1898, ha tenido una vigencia centenaria. A partir de aqu, la documentacin consultada tiene que ver con el acondicionamiento de un archivo militar en un edificio histrico que presentaba mltiples dificultades, as como con la dotacin con que iba a arrancar la institucin. Por cierto que el mobiliario, mesas y otros efectos, incluso alguna estantera, procedan tambin de los archivos que se clausuraron. En este sentido, resulta curioso comprobar cmo atendan a la compra y montaje acertado de las maderas para los estantes que iban a soportar los legajos. En el pliego de condiciones de la Comandancia de Ingenieros de Madrid para la ejecucin de las obras, en el artculo 9 dedicado a las maderas para las estanteras leemos que la carpintera de taller ser de madera de Balsan, bien limpia y los tableros y forros de madera de SoriaLas tablas para estantes y forros sern bien limpias y sin nudos107

Disquisiciones aparte, lo cierto es que, por el decreto de junio de 1898 de la Reina Mara Cristina, se ordenaba la instalacin en el Alczar del recin creado Archivo General Militar108, gran centro documental de la institucin militar que deba centrali-zar toda la documentacin que hasta enton ces se conservaba dispersa en los antiguos archivos de Guadala jara, Alcal de Henares, Aranjuez y diversos archivos especficos

105 AGMS, Seccin 2, Divisin 10, leg. 45.106 Decreto de creacin del Archivo General Militar, dado en Palacio el 22 de junio de 1898 y refrendado

tambin por el Ministro de la Guerra, consultado igualmente en el AGMS.107 AGMS, seccin 2, divisin 10,leg. 46. 108 La referencia al Real Decreto la hemos tomado de la Gua de Archivos Militares Espaoles, Madrid,

Ministerio de Defensa, 1995.

187



o monogrficos que dependan del Ministerio de la Guerra109. Todos ellos deban unirse a un archivo que ya por entonces aco ga la fortaleza segoviana, el del Arma de Artillera, y esperaran la incorporacin de la nueva documentacin que en un futuro producira el Ejrcito espaol, remitindose al Alczar desde dife rentes puntos de nuestra geografa los documentos que se conservaban an en sus archivos 110.

La riqueza documental que se conserva en el Alczar de Segovia, en este Archi-vo Militar, es difcil de cuantificar y valorar con certeza. Pero ya en el siglo XXI, bien pode mos afirmar que ste es el mayor valor patrimonial que guarda la fortaleza segoviana. Como otros importantes archivos pertenecientes a la institucin militar, por tanto dependientes del Ministerio de De fensa, est en proceso de catalogacin y aunque se conoce su importancia an queda mucho trabajo en el futuro. Tambin como en el caso de otros centros do cumentales, bibliogrficos o patrimoniales de las Fuerzas Armadas, los fondos han llegado hasta hoy conservados en perfecta forma-cin militar, con gran celo muchas veces sin medios y gracias al trabajo annimo de aquellos que se han ido sucediendo en los diferentes destinos del Archivo, guiados en el respeto y sentido de la responsabilidad de la custodia de estos miles de legajos, coordinados por los sucesivos Coroneles Directores.

En este sentido, al investigar sobre la formacin del archivo militar fue especial-mente dura la labor de los militares all desti nados en aquellos primeros aos de su formacin, a quienes se debe su actual clasificacin, de acuerdo con la normativa contemplada en el Reglamento de Archivos Militares de 1898. De hecho, desde 1899 se conservan memoriales de los sucesivos directores del Archivo General Militar ex-poniendo las condiciones laborales tan penosas con que asuman sus obligaciones, en particular, el fro. A ello se refera descriptivamente el Archivero, primer jefe Florin de Zubizarreta, en un escrito elevado a la superioridad con fecha 26 de noviembre de 1906

ha tenido que sufrir el personal de esta dependencia las mayores penalidades a causa del fro intenssimo que se siente en el edificio en que se halla instalado este Archivo,as es pblico y notorio que se diga en la poblacin que no se comprende cmo se puede resistir el trabajo burocrtico el trabajo burocrtico a `pie quieto y a una temperatura BAJO CERO, durante el invierno que es la poca de mas duracin en esta localidad111.

Como hemos visto, el Real Decreto diseaba la formacin de aquel macroarchivo, pero los acontecimientos polticos aumen taron en septiembre del mismo ao el n-mero de legajos que de ban llegar al Alczar, puesto que tan solo tres meses despus,

109 Encontramos informacin y valoracin sobre este primer Archivo Histrico Militar de los Ejrcitos en AndrS Daz, r.: El estado: documentos y archivos, en artola, M. (dir.): Enciclopedia de Historia de Espaa, Madrid, Alianza Editorial, 1993, captulo II dedicado a las Fuentes, tomo VII.

110 El primer trabajo que se public sobre la historia de este archivo militar fue un artculo de M d. C. Daz Garrido, Historia de la fundacin del Archivo General Militar I y II, Revista de Historia Militar n 51 (1981) y 52 (1982) respectivamente.

111 Este documento y otros relativos a la fundacin del primer Archivo Histrico Militar en el Alczar de Segovia, su instalacin puesta en marcha en aquellos primeros aos se conservan en AGMS, Seccin 2, Divisin 10. Esta en concreto se encuentra en el leg. 45.

188



por una R.O. de 17 de septiem bre de 1898 se dispuso que todos los fondos documen-tales procedentes de las Capitanas Generales de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, se en-viaran tambin al histrico edificio para formar parte del mayor conjunto documental militar reunido hasta entonces.

El primer gran archivo histrico militar, con rango de Archivo General, qued ins-titucionalizado en junio, pero en otoo de 1898 con carcter de urgencia se anunciaba la llegada de los fondos de Ultramar que deban ingresar en el nuevo Archivo Central Militar en su periodo inicial de formacin.

El proceso de creacin y formacin del Archivo General Militar de Espaa en 1898, vino a coincidir en el tiempo con el fin de la presencia espaola en Amrica y Oceana y la repatriacin de la documentacin de los ejrcitos, acreditativa de la presencia militar espaola en las ya antiguas colonias. Los documentos recalaron en los puertos de Barcelona, La Corua y Cdiz en diferentes vapores y se articul su inmediato traslado al archivo segoviano. De esta for ma, sin haber previsto nada y con la misma plantilla, los archiveros tuvieron que hacerse cargo de numerossimas cajas con documentacin ultramarina, de sndalo muchas de ellas, que llegaron por ferrocarril a Segovia desde las Capitanas de Cuba, Puerto Rico y Filipinas.

Pero la historia de la formacin del AGMS quedara incompleta y no servira ya iniciado el siglo XXI al investigador interesado en la historia militar de la Edad Mo-derna, si no hablramos no solo de la llegada de fondos, sino de la transferencia de documentacin a otros centros en diferentes dcadas del siglo XX. Ya en 1903 se present un problema de asuncin d

Historiografia Militar Espanha Moderna

Documents

Transcript of Historiografia Militar Espanha Moderna