Historiografía Social Chilena: Proyección y Cambio

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Análisis sobre la historiografía social chilena en base a lo trabajado por sus exponentes

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Universidad de ChileFacultad de Filosofa y HumanidadesDpto. Ciencias Histricas Historiografa Chilena 1973- 2013

Historiografa Social Chilena: Proyeccin y Cambio.

Profesor: Leonado Len SolsIntegrantes: Pablo Cuevas G. Javiera Gatica S.Santiago, 18 de diciembre, 2013IntroduccinEn el escenario historiogrfico chileno, se han presentado diferentes visiones y propuestas encargadas de responder la pregunta sobre qu es la historia. Dentro de estas perspectivas la cuestin principal ronda en el mbito de qu sujetos merecen ser parte de la historia y cules no. Por lo tanto, los diferentes planteamientos historiogrficos se han definido en gran parte en funcin de la historicidad que le otorgan a los sujetos, generando nfasis y omisiones dependiendo de cada historiador. Entonces, es necesario comprender las distintas propuestas historiogrficas insertas e influenciadas por estructuras de poder que determinan los escritos del investigador.A partir de lo anterior, no es difcil distinguir que a ya desde el siglo XVIII en Chile, la historia ha estado al servicio de las estructuras de poder imperantes que ciertamente coinciden con las lites tradicionalmente proclamadas como las constructoras del Estado Moderno.stas han estructurado unrelato histrico de corte conservador, asimilado por el comn de los chilenos mediante el sistema educativo establecido y basado en premisas que definen la historia de Chile en relacin a conceptos clsicos como Patria.En esta narracin, son los personajes estrictamente vinculados con el alto entramado del sistema nacional los que son dignos de ser historiados e inmortalizados en las pginas de la memoria colectiva,elaborada en funcin de los intereses de esta minora poltica, aristocrtica y detentora del poder.Esta visin tradicional, claramente atenta contra la historicidad de los sujetos populares de nuestro pas. Es acaso que el componente ms numeroso del entramado nacional, no posee la misma influencia por sobre el devenir histrico de este pas que los grandes personajes de Estado? Acaso los que no abordaron el barco enemigo en medio de la batalla o los que no tienen la suerte de contar con un apellido aristocrtico, son menos historiables que aquellos que s? Acaso la percepcin de que el grueso de la poblacin inmersos en su particularidad social[footnoteRef:2], carecen de historicidad, tendra algn sustento vlido? Ante estas interrogantes y muchsimas otras, nace un movimiento historiogrfico contestatario, que tienen como base las premisas del materialismo histrico, surgido en el siglo XIX como una ciencia de proyeccin para lo particular-proletario[footnoteRef:3]. Los autores que trata este trabajo,en respuesta al esquema anterior, se insertan en el proceso posterior a la tajante ruptura del relato histrico y la memoria nacional derivada del Golpe de Estado de 1973. [2: SALAZAR, Gabriel, Chile, Historia y Bajo Pueblo, Proposiciones, vol.N19: 7-16, 1990., 11P] [3: Ibd. 8P]

Tanto Gabriel Salazar, como Leonardo Len, Mara Anglica Illanes e Igor Goicovic, estructuran sus relatos historiogrficos en respuesta a la propuesta tradicional que primeramente describimos, cada uno de modo particular, ejecutando distintamente lo que para ellos es la forma correcta de hacer historia. Lo anterior, es decir, esta particularidad, nos habla de discontinuidades a la hora de establecer un formato historiogrfico homogneo como s lo podra ser la propuesta tradicional, lo que estara directamente relacionado con el estado de crisis y cuestionamientos en el cual el sustento marxista se ve inmerso durante el siglo XX. Entonces, se puede plantear que la historiografa chilena a partir de 1980 refleja un quiebre tanto del relato histrico tradicional basado en el Estado como de la historiografa contestataria que se ha denominado materialismo histrico. Los autores estudiados seran exponentes de esta ltima ruptura.A continuacin se dar paso al anlisis de cada texto vinculado con los historiadores nombrados,en funcin de las propuestas que ellos sostienen en relacin a las formas de pensar y hacer la historia. Con ello esperamos dar cuenta de la situacin de ruptura dentro del mismo discurso enarbolado en oposicin a la propuesta historiogrfica tradicional, al no responder de forma homognea a las formas tpicas del Marxismo Clsico.Gabriel Salazar.Al analizar los planteamientos historiogrficos de Gabriel Salazar, encontramos una postura rupturista con la historiografa tradicional en algunos puntos, como notoria permanencia de ella en otros. Esto debido a que si bien hallamos una propuesta innovadora en cuanto a la historicidad de los sujetos populares y a la complementariedad de las ciencias, el historiador se sostiene en autores de historiografa tradicional como Barros Arana. La propuesta que plantea el profesor Salazar sin duda es innovadora y rompe de cierta manera con las concepciones de historia e historiografa precedentes, como tambin expone las deficiencias de stas. Para l, lo principal es expresar e interpretar a travs de sus escritos al mundo popular, por lo que no vacila en catalogar dentro de una actitud epistemolgica ahistrica[footnoteRef:4] los diferentes textos al servicio de la clase dirigente. En contraposicin, la actitud epistemolgica histrica ha tendido a identificarse con las prcticas de desarrollo del movimiento social popular[footnoteRef:5]. El autor es explcito en sealar una postura contraria ante la actitud epistemolgica desarrollada desde la oficialidad y al servicio de ella en el mantenimiento de la estabilidad social, como tambin desprestigia a los pensadores polticos de tipo contestatario, incluido el movimiento ideolgico llamado el marxismo chileno[footnoteRef:6] por haber entrado en los cauces de esta hegemona. La crtica general que explaya el profesor en torno a la historiografa precedente, es que se han preocupado de tratar a las masas no como un sujeto histrico viviente, sino como un elemento ms al servicio de la lite dirigente nacional. [4: SALAZAR, Gabriel, La violencia poltica popular en las "grandes alamedas" : la violencia en Chile 1947-1987 : (una perspectiva histrico-popular),2da edicin,Santiago de Chile. LOM Ediciones, 2006. 32P] [5: Ibd. 33P] [6: Ibd. 45P]

Expuestas las razones del quiebre que establece Gabriel Salazar con la historiografa tradicional y contestataria (marxista chilena), es menester entender el aporte realizado en su interpretacin histrica. En la concepcin de actitud epistemolgica, entiende a la historia como la ciencia ideal en el estudio de las particularidades concretas de la sociedad chilena, en su diversidad interior, y sobre los movimientos sociales especficos que apunta a su modernizacin y transformacin en el tiempo[footnoteRef:7]. Por ello prefiere alejarse de la perspectiva historiogrfica de la generalidad e institucionalidad, de lo que deriva un proyecto novedoso en cuanto a la eleccin del sujeto histrico. El autor determina que el sujeto a estudiar no se debe comprender como sujeto abstracto, sino como sujetos humanos vivos. [7: SALAZAR, Gabriel, La violencia poltica popular en las "grandes alamedas" : la violencia en Chile 1947-1987 : (una perspectiva histrico-popular),2da edicin,Santiago de Chile. LOM Ediciones, 2006. 31P]

Podemos encontrar un ejemplo claro en cuanto a la metodologa propuesta por Salazar en el primer captulo de Historia desde abajo y desde adentro, donde el profesor se propone exponer los problemas y disyuntivas de orden terico, metodolgico y personal[footnoteRef:8] que enfrent a lo largo de su investigacin sobre historia social del bajo pueblo chileno del siglo XIX. El autor toma como sujeto histrico a los sujetos populares y los interpreta de acuerdo al entorno social en el que estaban insertos. La novedad presentada en este trabajo historiogrfico es construir una interpretacin histrica que adems est constituida por las vivencias personales del profesor Salazar, entendidas stas como prisin, tortura y exilio[footnoteRef:9].Por esto mismo, no tiene inconvenientes para conectar procesos histricos que en temporalidad no tienen similitud entre s, pero que a travs de la vivencia del autor se constituyen en presente. [8: SALAZAR, Gabriel, La Historia desde abajo y desde adentro, Santiago de Chile. Universidad de Chile, Facultad de Artes, Departamento de Teora de las Artes, 2003. 9P] [9: dem.]

Salazar desconoce las distancias con el objeto a estudiar expuestas por el positivismo, estableciendo una propuesta completamente distinta. Para el autor, el historiador puede acercarse a su sujeto de estudio de manera vivencial y humana mediante la solidaridad. Tales afirmaciones son crticas respecto a la impersonalidad, ahistoricidad y formalidad de los mtodos y tcnicas de la investigacin cientfica[footnoteRef:10], adems de estar dirigidas a la historiografa conservadora chilena. La propuesta que configura el profesor Salazar es la de trabajar con una historia social que nazca desde los mismos sujetos y que se surja desde abajo del sistema de dominacin[footnoteRef:11]. [10: Ibd. 13P] [11: Ibd. 14P]

El autor pretende elaborar una forma de hacer historia que dista de las formas tradicionales y contestatarias. Por esta razn, su trabajo estara planteado en realizar un trabajo historiogrfico que se entienda desde los mismos sujetos populares y no a partir de una negacin en torno a la esfera gobernante (lite). As establece una identidad propia para los sujetos populares, por lo que este planteamiento negara tericamente una supuesta historia desde abajo a secas.La propuesta terica establece al autor en plena vivencia compartida con su sujeto de estudio, negando muchas veces las barreras epistemolgicas y acadmicas que conlleva esta forma de hacer historia. Por esto mismo no es de extraar que el profesor Salazar haya encontrado respuestas a sus interrogantes tras las celdas de la Villa Grimaldi, no en los textos y bibliotecas. La formacin de la interpretacin histrica parte entonces desde la misma humanidad y de la solidaridad del historiador con los sujetos a estudiar, donde la vivencia se convierte en parte constituyente de la relacin entre ellos. Debido a esto, las consideraciones de la temporalidad difieren de ser unilineales, establecindose como heterogneas, multilineales y conectables entre ellas. Del mismo modo, el profesor Salazar no enlaza la historia social a un solo mtodo de trabajo, sino que propone la vinculacin de variadas tcnicas al servicio de la investigacin histrica.Podemos encontrar una propuesta historiogrfica clara respecto a los postulados del profesor Gabriel Salazar. sta es de muchas manerasrupturista en cuanto a los esquemas tradicionales de cmo interpretar los procesos histricos, como tambin en cuanto a la vinculacin del historiador con el sujeto a estudiar. Sobre esto ltimo, el autor expone una conexin con el sujeto histrico que dista en gran medida de los postulados cientficos hechos a mediados de siglo XIX y que se han ido desarrollando a posterior. Desde la perspectiva trabajada, Gabriel Salazar nos pone en un campo nuevo y a veces ajeno a la profesin del historiador, el de solidarizar con los sujetos estudiados rompiendo muchas veces la linealidad del tiempo e interconectando procesos entre s. El profesor por tanto entiende al sujeto estudiado como un smil, mediante el calor de la solidaridad, rompiendo con el esquema fro y alejado propuesto por el positivismo. Dentro de sus propuestas ms relevantes, se posiciona el cario hacia el sujeto a estudiar como una de las posibilidades, adems de dejarnos planteada la siguiente interrogante Por qu no querer a los sujetos de estudio?[footnoteRef:12]. Si eso nos genera simpata, ser un aporte en la forma de historiar para las posteriores generaciones. [12: SALAZAR, Gabriel, La Historia desde abajo y desde adentro, Santiago de Chile. Universidad de Chile, Facultad de Artes, Departamento de Teora de las Artes, 2003. 27P]

Salazar, en su texto Ser nio huacho en la historia de Chile (Siglo XIX), se posiciona desde la sensibilidad de los nios abandonados, en funcin de que ella es capaz de crear identidad y a la vez reflejar la historia de los adultos del siglo XIX en nuestro pas. La particularidad de este trabajo, es la capacidad del autor para narrar la historia de los huachos de una forma novedosa en relacin a la estructura tradicional de un texto de tipo historiogrfico. Sorprende en este sentido su versatilidad a la hora de describir al sujeto protagonista de su obra, adoptando diferentes voces y formas dentro de esta composicin: desde nio huacho y nios huachos a la autoridad pblica que les priva de sus lugares de dispersin y mecanismos de sobrevivencia. De esta forma su relato se convierte en un asunto de piel y sentimiento, ms que de mtodos y teoras[footnoteRef:13]. [13: SALAZAR, Gabriel. Ser nio huacho en Chile (Siglo XIX). Proposiciones, vol. 19: 82. Julio, 1990. 83P]

El trabajo del profesor Salazar, defiende la historicidad de los que estn al margen de la historia tradicional, la adulta. Su texto se sita adems desde las particularidades de los relatos que l mismo reconoce, no se seleccionaron con la intencin de reconstruir la historia de los que para l van ms all de la sensibilidad pasiva. Es as como estructura gran parte de su narracin a partir de la trgica historia de Rosaria Araya, madre de cuatros nios que en su lecho de parto, agobiada por la culpa de haber dado a luz a tantas criaturas a pesar de su pobreza, falleci seguramente guardando en su vientre algunas otras. Por medio de este hecho el autor, con gran habilidad estructura una dramtica y apasionante narracin, que viene a corroborar su ya mencionada forma de hacer la historia.Dentro de esta misma forma de hacer historia, en el primer captulo de Mercaderes, empresarios y capitalistas (Chile, siglo XIX) dota de historicidad a un sujeto productivo olvidado dentro de los relatos oficiales: el pen. Este pen llamado Juan Rodrguez se establece como sujeto histrico dentro del relato enfocado en los mercaderes decimonnicos. Este personaje es utilizado por el historiador como punto de inicio en el posterior trabajo de la temtica, en la cual una simple voz esparcida por el citado pen, logr remecer la relacin social establecida entre dos mercaderes. De este hecho que se podra considerar mnimo el profesor Salazar incluso reconstruye los procesos mediante el cual uno de los mercaderes involucrados (Juan Antonio Fresno) logra convertirse de mercader en hacendado por las vas del capitalismo, como tambin expone la definicin de la herencia de este ltimo personaje. El historiador sita a los peones como un actor social de relevancia, incluso mediante su organizacin- llegando a destruir y aminorar los tesoros de la clase mercantil que por entonces era la custodia del monopolio monetario escondindolo y enterrndolo- ante la inexistencia de bancos. La cuestin del texto se resume en un hecho anecdtico: El pen (Juan Rodrguez) que ante la mala paga acusa a un mercader (Jos Mara) de robar un tesoro ajeno (de Fresno), rompe con una relacin entre mercaderes ante las mentiras en el juicio por parte de la esposa de Jos Mara. Este tesoro haba sido escondido por el mismo Fresno ante el temor al robo que podan realizar los peones organizados. En esta perspectiva, es innegable constituir al pen como sujeto histrico.El profesor Gabriel Salazar aborda principalmente dentro de la editorial de la revista Proposiciones en su nmero 19, la forma en que se ha planteado la historia, adems de intentar establecer una nueva forma de concebirla y tratarla. En este sentido el autor parte de la premisa que establece la utilizacin de la historia por las lites imperantes, para luego llegar a la marginalidad con la que se concibe esta disciplina a fines del siglo XX, lo que no difcilmente podra extenderse hasta la actualidad. Salazar reflexiona acerca del discurso historiogrfico tradicional de corte conservador, como acerca del marxismo clsico en crisis, ante los cuales establece su contrapropuesta. Desacredita por una parte, la percepcin que otorga historicidad a los individuos de Estado y los sucesos relacionados con enaltecer y mantener un sistema de unidad nacional, en relacin a que estos aspectos no toman en cuenta a la mayor parte de la poblacin y su protagonismo en la historia de Chile. Mientras por otro lado, critica de igual forma los intentos revisionistas llevados a cabo por los historiadores marxistas del cincuenta y el sesenta, debido a que no han tenido la consistencia cientfica ni la persuasividad suficiente como para quebrar la mentalidad portaliana que prevalece.[footnoteRef:14] [14: SALAZAR, Gabriel, Chile, Historia y Bajo Pueblo, Proposiciones, vol.N19: 7-16, 1990. 10P]

Ante las propuestas anteriores, Salazar plantea la elaboracin de un nuevo paradigma histrico que desarrolle una especfica ciencia popular[footnoteRef:15] en funcin de cultivar la conciencia histrica de las masas y su capacidad para hacer historia social y efectivamente.[footnoteRef:16] Adems de esto, defiende la centralizacin del anlisis histrico slo viable a travs de concentrarse en lo particular-proletario, retomando de modo ms eficiente la lnea abierta pero no concluida por el materialismo histrico[footnoteRef:17]. Finalmente vuelve a levantar la bandera del derecho igual para todos a la historicidad, rescatando como siempre este particular aspecto como primordial a la hora de interpelar el discurso tradicional histrico. [15: Ibd. 14P] [16: dem.] [17: Ibd. 15P]

Leonardo Len.Leonardo Len, presenta una propuesta historiogrfica desde la historia social- que rompe con los esquemas tradicionales de manera profunda y creativa. Esta propuesta tiene como foco principal la cotidianeidad del propio autor, dentro de la cual ocurren sucesos que la historiografa tradicional podra considerar como mnimos y carentes de historicidad. Sobre esto mismo descansa la creatividad del profesor L. Len, puesto que su ruptura con las formas tradicionales de hacer historia se ve demarcada fuertemente en la historicidad que entrega a sujetos que no han sido parte de las insensibles pginas de la historia oficial.La historia social que propone L. Len nace desde su misma familia, desde su mismo entorno, en una continua crtica a la objetividad presente en la historia y al modo en que sta se haca. Por lo mismo, sus trabajos rondan en una nueva forma de construccin histrica, en la cual no merece atencin la distancia con el sujeto a estudiar y dentro de la cual se le entrega historicidad a sujetos concretos, distantes completamente de la gran historia, aquella que hacen los hombres grandes[footnoteRef:18]. Por lo tanto, al profesor Len no le interesa de ninguna manera interpretar la historia avocada a las grandes esferas de poder y gobernabilidad, sino por el contrario entregar protagonismo a sujetos de su cotidiano. [18: LEN, Leonardo. Los combates por la historia. EN: GREZ, Sergio y SALAZAR, Gabriel (compiladores), Manifiesto de Historiadores, Santiago de Chile, Ediciones LOM., 1999. 91P]

Desde la concepcin histrica recin mencionada, existe una contraposicin explcita entre los escritos de la historiografa tradicional y los del profesor Len. Sin lugar a dudas, este ltimo reprocha la forma en que la historia oficial se establece como verdad. Sobre esto ltimo explaya que detrs de cada verdad oficial se escondan mil realidades[footnoteRef:19]. En otras palabras, abre un universo de interpretaciones histricas fuera de la historia oficial que constituyen relatos olvidados sino muchas veces omitidos. [19: Ibd. 93P]

Los argumentos planteados por el autor no slo demuestran una multiplicidad de situaciones que no han cabido dentro de la historia, sino que tambin seala una pugna entre sujetos y prcticas diarias que distan de la historia oficial con aparatos que se han preocupado de reprimirlos. Estas situaciones cotidianas son carentes de historicidad para la historiografa tradicional, de lo que el autor sustrae que en algn momento Chile fue sumido en la obscuridad y se comenz a matar a diestra y siniestra, sanguinariamente, no slo a hombres sino a todo lo que no se admita como histrico[footnoteRef:20]. Estas prcticas populares, por ende, se oponen a un proyecto oficial, por ello tienden a ser reprimidas y extirpadas de la sociedad chilena. [20: Ibd. 96P]

La historia del profesor Len, est basada en personas imperceptibles dentro de un relato oficial. Por esto mismo, parte desde su propia familia, su mismo barrio, amigos y conocidos en un afn de construir una historia propia, que a la vez contradiga las generalidades presentadas por la historia tradicional-oficial. Su propia detencin y posterior reclusin y la de sus compaeros se constituyen como parte de su historia propia y dentro de su entendimiento, ms real. Len por tanto, comprende que existe una memoria pblica construida al servicio del poder, dentro de la cual no se titube en omitir, desterrar cercenar o mentir respecto de la parte ms importante de los procesos que afectaron a nuestra nacin.Lo anteriormente establecido en cuanto a la propuesta historiogrfica que sigue el profesor Len, expresada en parte por el artculo Combates por la Historia, puede vislumbrarse tambin en Historias breves de vidas mnimas, Propuesta historiogrfica en torno a las grandes mayoras, en donde se plantean tres casos de vidas breves por la cuales Len se vio interesado desde sus ms tempranos aos[footnoteRef:21]. [21: Leonardo Len, Historias breves de vidas mnimas, Manuscrito, 2013. 2P]

En cuanto a la base familiar que sustenta en parte el relato historiogrfico de este autor, caracterizado con anterioridad, el primer caso sobre su ta Chela responde a la tendencia de Len de sustentar en su entorno cotidiano y en sus recuerdos infantiles, el anlisis social y crtica contestara dirigida a la tradicin historiogrfica conservadora sustentada por un sistema educativo construido derredor de la misma. Interrogantes como Por qu plantearse el problema metodolgico de escribir sobre sujetos que no dejaron rastros o cuyos rastros fueron mnimos- cuando la historia abunda en sujetos que con el fulgor de sus vidas iluminan centurias?[footnoteRef:22] Hallan su respuesta en la historicidad cierta de los incluso ms pequeos, desvalidos y mnimos, de breve paso en este mundo. Todos ellos son historia! Y es esto lo que trata de establecer el profesor Len en este artculo, con el objetivo de al menos hacernos recordar a nuestros padres, abuelos, vecinos y establecernos la misma pregunta que l Son ellos parte de la Historia? [22: Leonardo Len, Historias breves de vidas mnimas, Manuscrito, 2013. 7P]

Ferviente defensor de una respuesta positiva a la anterior interrogante, nos presenta tambin el planteamiento de tratar las vidas mnimas desde una perspectiva microhistrica haciendo referencia al ms conocido texto de Carlo Ginzburg, El Queso y los Gusanos, lo cual quizs se constituye como la novedad de este trabajo al relacionarse con una de las propuestas historiogrficas ms discutidas, basado en tres pequeos individuos, que dentro incluso de la categora de infames, nos llaman a no dejar de lado lo que para muchos es imperceptible, carente de historicidad o simplemente mnimo. Mara Anglica Illanes.Mara Anglica Illanes, propone en sus diferentes trabajos historiogrficos una alternativa diferente a la historia chilena Santiago-cntrica. Por ende, en diversas publicaciones dirige su mirada historiogrfica a los procesos de proletarizacin y disciplinamiento social en el Norte Grande y Norte Chico de Chile, como tambin la imposicin de autoridades, burocracia y leyes que determinaron el devenir de sus habitantes. El mismo mecanismo de descentralizacin se puede encontrar en el captulo Desaparecidos en el mar (La batalla de la memoria), en el cual el espacio en el cual se centra el relato es el espacio martimo en que los cuerpos de los desaparecidos han sido arrojados. Adems, y dentro de la forma en que Illanes construye la historia, debemos tomar en cuenta los factores lingsticos-gramticos que priman y caracterizan su escritura. En este sentido, el discurso historiogrfico de la autora se halla plagado de guiones que resignifican el lenguaje utilizado tradicionalmente, otorgndole una gran importancia al uso de los trminos a los que hace referencia, sumergiendo a ratos a algunos de sus textos en la ininteligibilidad. A este aspecto se suma la tendencia de Illanes a estructurar sus escritos de forma lrica, como bien lo expone en La Batalla de la Memoria al expresar que para la exposicin de los aspectos referentes a tal estudio admitir la mxima aristotlica que dice que es ms verdadera la poesa que la historia[footnoteRef:23]. [23: ILLANES, Mara Anglica. "La batalla de la memoria. Ensayos histricos de nuestro siglo, Chile 1900-200. Editorial Planeta, 2002. 238P]

La propuesta historiogrfica defendida por Illanes se afirma en las matrices del Marxismo desde un mbito epistemolgico, en el que la figura del historiador en algunos casos adquiere real protagonismo, como en otros, la forma en que se dicen las cosas por medio de los vocablos utilizados, son la clave para comprender su lineamiento y planteamientos. Sin duda, dos de las temticas ms tratadas por la historiadora son la proletarizacin y el disciplinamiento social. Estos dos procesos se enmarcan dentro del fenmeno de mutacin de la relaciones sociales de produccin desde formas coloniales de sujecin del trabajo hacia formas de transicin capitalista[footnoteRef:24], siendo esta ltima etapa en donde los vnculos laborales se desarrollan de forma conflictiva y contradictoria en relacin a la lgica capitalista. [24: ILLANES, Mara Anglica, Disciplinamiento de la mano de obra minera en una formacin social de transicin. Chile, 1840-1850, Nueva Historia, Revista de Historia de Chile, 3 (11): 195-224, 1984. 195P]

A partir de lo anteriormente sealado, los textos Disciplinamiento de la mano de obra minera en una formacin social en transicin. Chile, 1840-1850 y Azote, Salario y ley, se asemejan en trminos generales al tratar los mecanismos de resistencia a la proletarizacin por parte de los trabajadores mineros del siglo XIX, caracterizados principalmente por la prctica de la fuga luego de pedir la paga por adelantado al empresariado y el robo de mineral, que al ocurrir repetida y constantemente daban cuenta del desorden social que marc esta poca transitoria. Illanes da a conocer en este sentido, de un estado de rebelda en que se presenta la clase trabajadora minera durante tales aos, como tambin los mecanismos por parte del empresariado y el Estado para disciplinar y ejercer control sobre esta poblacin dispersa, siendo la estructura militar y la legislacin escrita, las encargadas de llevar a cabo la anterior tarea.De esta manera, los espacios de sociabilidad y encuentro como la placilla y la chingana, son los blancos contra los cuales se dirigirn las clases dominantes empresariales en coalicin con el entramado estatal, en funcin de reducirlas a su mnima expresin o an mejor, eliminarlas, por considerarse extremadamente peligrosas, presentndose como lugares en donde se cristaliza la liberacin del peonaje[footnoteRef:25]. En este sentido, mala suerte fue la que corri la Placilla de Chaarcillo, la cual considerada antro de actitudes viciosas y vejatorias, fue reducida a cenizas por un incendio sin autor(es) conocido(s), pero que seguramente y como lo plantea la historiadora, fue obra directa de la represin y control social defendida por las clases dominantes. Lo mismo ocurre con la Chimba y el carnaval, vislumbrados en el texto Entre Muros. Una expresin de cultura autoritaria en Chile post-colonial, vistos como espacios de contentos y representantes de la barbarie, en contraposicin con el teatro, en su dimensin exclusivamente aristocrtica, son reiteradamente atacados con normativas que responden al discurso ilustrado y racional en el cual est empapada la aristocracia nacional. [25: Ibd. 198P]

En Chalinga. La expropiacin republicana de Indo-Chile-Amrica (Chile des-centrado), Illanes propone comprender el proceso de cambio desde una sociedad colonial a otra patritica en el pueblo de Chalinga. Para ello plantea como sujeto interpretativo a Mara gueda, una indgena del lugar, la cual mediante el enfoque microhistrico- es entendida como representante de la conflictividad vivida en el poblado.La propuesta historiogrfica que se intenta desarrollar en el texto, es la integracin de procesos locales y mnimos al relato general de los sucesos desarrollados en Amrica a lo largo del siglo XIX. La argumentacin de la autora no slo est determinada por establecer el proceso de cambio de una sociedad a otra, sino que tambin resaltar una identidad latinoamericana precedente a los vnculos del capitalismo partiendo desde un pequeo poblado. Por lo tanto, entiende como sujetos histricos a los pueblos de indios, en un continuo rechazo a las formas de individuacin y proletarizacin. En esta misma situacin se ve situada a Mara gueda, quien vio usurpado su hogar bajo los intereses mercantiles, abalados stos por la institucionalizacin de la propiedad y la burocracia derivada de sta.No es extrao que este texto se presente quizs como demasiado aislado en cuanto a la propuesta expuesta por la historiadora. Sin embargo, creemos que de este tipo de hechos (particulares) puede establecerse el curso histrico. Por otra parte, la autora mediante los registros judiciales- concreta la idea de escribir una historia nacida desde sujetos populares, propuestos en contradiccin con la autoridad y conservando su carcter levantisco contra sta.En La Dominacin Silenciosa, Productores y Prestamistas en la Minera de Atacama, Chile, 1830-1860, la historiadora establece un proceso dentro del cual los sujetos de estudio son los pequeos mineros y cmo estos se ven expuestos al avance del capitalismo, especficamente en Atacama. Para Illanes, los pequeos mineros se veran determinados por las formas mediante las cuales se expresa el capitalismo, en especfico tomando como elemento de cambio ms relevante al crdito. Adems el sistema legal respondiendo a su oficialismo- se constituira como la contraposicin de los extractores menores de mineral, puesto que en cuanto stos se endeudaban por la peticin de crditos adems del incremento de las tasas- se activaban los sistemas coercitivos encargados de amoldar a grupos humanos de forma ejemplificadora (crcel y remate).El aporte realizado por Mara Anglica Illanes mediante este texto no deja de ser apreciable, puesto a que es ilustrativo al exponer el sujeto popular bajo sus distintas condicionantes econmicas que deba sortear. Otro aspecto a sealar, es que establece los vnculos entre el sujeto y una oficialidad cntrica como inequvocos, donde las decisiones legislativas (influenciadas por las grandes fuerzas econmicas) especialmente enfocadas en el mbito crediticio determinaban el devenir de los pequeos mineros.Igor Goicovic.Igor Goicovic hace una atrevida propuesta a la manera de realizar historia social, sujetando inevitablemente a los sujetos histricos en su pasin e instintos. En otras palabras, el autor se preocupa de historiar sobre sujetos que en su expresin se contraponen a los sistemas llmese legales o jurdicos- que dominan y normalizan. Englobada dentro de esta misma argumentacin propone a la violencia como un elemento constitutivo de la cotidianeidad y de la historia de chile. Por lo mismo, el historiador se ha preocupado de entender al movimiento popular desde la misma violencia, manifestada en las calles y en el ambiente pblico.La perspectiva histrica desde la cual entiende el autor a la sociedad chilena, propone a la violencia como una parte integrante de esta ltima. Por esto mismo, la violencia callejera se entendera como un fenmeno continuo y en ningn caso como aislado. As se generan interrelaciones entre las protestas populares ocurridas por ejemplo a partir de 1850, con las de principios del siglo XX, 1920 en adelante y las posteriores en la dcada de 1980-1990. Lo tratado por el historiador, propone explicar la recurrencia de un fenmeno (la violencia) a lo largo de la historia de Chile, por lo tanto su interpretacin estara fundamentada en componer las diferentes manifestaciones violentas en una evidente interrelacin entre ellas y con los sistemas de dominacin de clases.En la misma lnea de estos planteamientos se encuentra Consideraciones tericas sobre la violencia social en Chile (1850-1930), trabajo en el cual Goicovic propone trazar la historia social desde el mismo movimiento popular y sus manifestaciones violentas. En el texto no slo se exponen los planteamientos del autor en cuanto a estas consideraciones, sino que tambin realiza una revisin bibliogrfica que incluye autores propios de la historiografa social chilena como Salazar, Illanes y Len. En este trabajo, prima el fundamento de explicar las manifestaciones violentas nacidas de las tensiones de la misma sociedad chilena, como los motines urbanos, levantamientos mineros, bandolerismo rural y huelgas generales[footnoteRef:26]. [26: GOICOVIC, Igor, Consideraciones tericas sobre la violencia social en Chile.https://docs.google.com/file/d/0B3FI6TxQgeJaS0E5cGtqdjlrcU0/edit [Consultado en lnea el 13/12/2013). 123P]

Entre las intenciones del autor, se explicita de cierta manera la de arrancar a los sujetos populares de la interpretacin y sistematizacin de los partidos polticos. De esto se comprende que el historiador entienda la fundacin del Partido Socialista Chileno en 1912 como el fin del proyecto del movimiento popular, puesto a que ste deriva definitivamente hacia formas de intervencin social intrasistmicas[footnoteRef:27]. La alternativa propuesta por Goicovic consiste por tanto en la interpretacin de los sujetos mediante su accionar violento, que si bien no responden a un proyecto poltico comn, sus expresiones son decidoras en cuanto a la frustracin generada en estos sujetos por medio de la expansin de las relaciones capitalistas. [27: GOICOVIC, Igor, Consideraciones tericas sobre la violencia social en Chile.https://docs.google.com/file/d/0B3FI6TxQgeJaS0E5cGtqdjlrcU0/edit [Consultado en lnea el 13/12/2013). bd. 139P]

Goicovic tambin establece una profunda crtica al discurso oficial y al sistema de dominacin en Entre el dolor y la ira. La venganza de Antonio Ramn Ramn. Chile, 1914. Las conexiones que levanta el autor entre la violenta intervencin militar de 1973 con la Matanza de Santa Mara de Iquique y con otros levantamientos populares a principios del siglo XX hasta la dcada de 1960 a 1970,son evidentes. Para el historiador, en ambos casos ocurrieron situaciones en que el sistema de dominacin debi legitimarse mediante imposiciones violentas y sangrientas. Esta relacin entre ambos procesos sin duda rompe de manera tajante con la historia unilineal y vincula acontecimientos smiles entre s. Seala adems, que la construccin del relato histrico oficial no slo ha asegurado la dominacin, sino que la ha permitido mediante la represin como mecanismo de control social[footnoteRef:28]. La conexin entre ambos sucesos histricos no es para nada un capricho. Si el texto Consideraciones tericas sobre la violencia social en Chile (1850-1930)se preocupa de demostrar la violencia y los levantamientos populares como partes fundantes de la sociedad chilena, el texto sobre Ramn Ramn plantea la permanencia de otro de los elementos constitutivos de la sociedad chilena: La represin. [28: GOICOVIC, Igor, Entre el dolor y la ira. La venganza de Antonio Ramn Ramn. Chile, 1914. Osorno, , Coleccin Monogrficos, Editorial Universidad de Los Lagos, 2005. 14P]

Luego de argumentar en torno a la represin, el historiador est convencido de que debe proponer el rescate de los sujetos. Rescate de todos los actores. Ofensores y ofendidos[footnoteRef:29]. Presenta adems la concepcin dentro de la cual los muertos no se consideran slo nmeros, por ende rompe con los presupuestos estructuralistas en su propuesta de historia social. La perspectiva desde la cual trabaja el historiador es innovadora, y al referirse a los familiares de los ausentes y desaparecidos propone una pregunta desgarradora para el sistema de dominacin: Quin les podra cuestionar, que reaccionaran tal cual lo hizo, ante un evento similar, Antonio Ramn Ramn, en 1914?[footnoteRef:30]. [29: Ibd. 19P] [30: Ibd. 22P]

Por otro lado, en el texto Es tan corto el amor y tan largo el olvidoSeduccin y abandono en Chile tradicional, 1750-1880, si bien no se dedica a analizar actos violentos, s sumerge su anlisis nuevamente en el mundo de las pasiones del ser humano, haciendo un estudio del amor, la seduccin y el engao en el Chile tradicional, en donde las prcticas transgresoras en trminos seductores y sexuales, atentaban contra una moral cristiana y estatal, funcionando a la vez como una insubordinacin contra las jerarquas sociales. El anlisis basado en los conflictos de esponsales y las cartas de amor, desamor, preocupacin y deseo compartidas entre los amantes o dirigidas a los intermediarios de prohibidos amores, da cuenta de una novedad en la propuesta historiogrfica que puede compartirse con los dos textos anteriormente mencionados, todo en funcin de aproximarse por medio del estudio de los instintos, emociones y pulsiones ms carnales al panorama social posible de vislumbrar en cualquier poca, analizando los mecanismos que actan al margen de la sociedad tradicional y bien portada. ConclusinLa historiografa social chilena constituye un esfuerzo relevante en cuanto a la construccin de memoria histrica y de relatos pertenecientes a la misma disciplina. Mediante la revisin de trabajos e investigaciones a cargo de los historiadores G.Salazar, M.A. Illanes, L. Len e I. Goicovic, podemos establecer patrones comunes en cuanto a las formas de concebir la historia y en cmo sta debe interpretarse. Por lo anteriormente dicho, creemos que la principal novedad deriva de las variantes metodolgicas expuestas por los distintos historiadores, donde se presentan coincidencias en cuanto a concebir al sujeto histrico como un ente vivo, de carne y hueso, jams abstracto, argumento que intenta derrocar los planteamientos estructuralistas que conciben al sujeto histrico como masa. En esa perspectiva, se destacan las propuestas que intentan entender al sujeto mediante un vnculo solidario (Salazar) y desde la misma familiaridad y cotidianeidad (Len).Para propsitos de este trabajo, hemos entendido a los historiadores estudiados como plenos exponentes de un quiebre con la historiografa tradicional, con la historiografa estructuralista y con la historiografa contestataria (de la tradicional). Producto de esto, comprendemos esta nueva forma de realizar historia social dentro de una evidente contradiccin con los sistemas de dominacin y normalizacin de los sujetos populares. Esta propuesta historiogrfica plantea una nueva forma de construccin histrica en contradiccin con las precedentes, esto representado principalmente por la generacin de conocimiento nuevo a partir de aparentes vestigios e historias mnimas. Por esto mismo, este quiebre de las formas de hacer historia tiende a basarse en los vestigios judiciales relativos a litigios plasmados en el papel. No es de extraar tampoco que en ms de un texto encontremos la tendencia a trabajar al sujeto popular mediante el enfoque microhistrico, entregando las herramientas indicadas para la interpretacin histrica ante la ausencia registros de mayor magnitud.A travs de las investigaciones realizadas por los autores, podemos identificar como tendencia general de los historiadores establecerse como opositores a una oficialidad emanada desde la alta esfera poltica y gubernamental. De este modo, la propuesta historiogrfica planteada por los autores escapa al servicio de los sistemas de dominacin y manipulacin de los sujetos. Sumado a esto, no se presta al servicio de los partidos polticos, sino que propone a los sujetos populares como los evidentes sujetos de cambio sin inmiscuirse en el mismo sistema.Creemos, que las propuestas analizadas de ningn modo son acabadas en cuanto a constituir una nica historia social. En contraposicin, nuestro planteamiento es entenderlas dentro de la misma particularidad(es) y heterogeneidad(es) en que se estudia al sujeto popular. Por ello, no consideramos que una de estas alternativas deba implantarse como una forma nica de hacer historia social, sino que entendemos los diferentes postulados dentro de ellas como partes esenciales de esta misma. Enaltecer una de las propuestas como la nica vlida desde la cual se puede plantear el trabajo historiogrfico sera conceder a la hegemona un nuevo medio por el cual inmiscuirse, por lo que a nuestro entender la diversidad de planteamientos es necesaria y fundamental en el desarrollo de una historia social definida desde su misma particularidad.

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