Homo Viator

6
13/12/2015 Homo Viator. Yo y el otro chromeextension://iooicodkiihhpojmmeghjclgihfjdjhj/front/in_isolation/reformat.html 1/6 Homo Viator. Yo y el otro [1] Gabriel Marcel Gabriel Marcel nació en París el 7 de diciembre de 1889, ciudad en la que morirá el 8 de octubre de 1973 debido a una deficiencia cardiaca. Fue un filósofo personalista cristiano, autor de diversas obras, una de las cuales, Homo Viator, es una recopilación de distintos textos y ensayos que fueron escritos principalmente durante la ocupación nazi de Francia. Impregnados por la esperanza de la futura liberación estos escritos expresan el pensamiento filosófico del autor. El título de la colección Homo Viator, responde al ser y al obrar de Gabriel Marcel, que se consideraba siempre en camino y vislumbraba que éste sería el único modo auténtico de hacer filosofía. Para este filósofo francés el ser es un ser en camino, que está en constante itinerancia. Al respecto comenta que ser itinerante no es sinónimo de evolución, en cuanto cambios específicos estáticos, sino que más bien está profundamente relacionado con la trascendencia y el más allá, es decir, con un proceso: es movimiento o cambio pero en un camino. Además comenta que este caminar de la vida no debe ser confundido con un espejismo espacializante, en cuanto a reducir el caminar a lo espacio-temporal. “La idea de viaje, que no se considera habitualmente como dotada de un valor o alcance específicamente filosófico, presenta sin duda la inestimable ventaja de recoger en sí determinaciones que pertenecen a la vez al tiempo y al espacio”.

description

Agamben

Transcript of Homo Viator

Page 1: Homo Viator

13/12/2015 Homo Viator. Yo y el otro

chrome­extension://iooicodkiihhpojmmeghjclgihfjdjhj/front/in_isolation/reformat.html 1/6

Homo Viator. Yo y el otro

[1]

Gabriel Marcel

Gabriel Marcel nació en París el 7 de diciembre de 1889, ciudad en la que morirá el 8de octubre de 1973 debido a una deficiencia cardiaca. Fue un filósofo personalistacristiano, autor de diversas obras, una de las cuales, Homo Viator, es una recopilaciónde distintos textos y ensayos que fueron escritos principalmente durante la ocupaciónnazi de Francia. Impregnados por la esperanza de la futura liberación estos escritosexpresan el pensamiento filosófico del autor. El título de la colección Homo Viator,responde al ser y al obrar de Gabriel Marcel, que se consideraba siempre en camino yvislumbraba que éste sería el único modo auténtico de hacer filosofía.

                      Para este filósofo francés el ser es un ser en camino, que está en constanteitinerancia. Al respecto comenta que ser itinerante no es sinónimo de evolución, encuanto cambios específicos estáticos, sino que más bien está profundamenterelacionado con la trascendencia y el más allá, es decir, con un proceso: esmovimiento o cambio pero en un camino. Además comenta que este caminar de lavida no debe ser confundido con un espejismo espacializante, en cuanto a reducir elcaminar a lo espacio-temporal. “La idea de viaje, que no se considera habitualmentecomo dotada de un valor o alcance específicamente filosófico, presenta sin duda lainestimable ventaja de recoger en sí determinaciones que pertenecen a la vez al tiempo y alespacio”.

Page 2: Homo Viator

13/12/2015 Homo Viator. Yo y el otro

chrome­extension://iooicodkiihhpojmmeghjclgihfjdjhj/front/in_isolation/reformat.html 2/6

            No obstante cierto es que mi caminar se realiza en un tiempo y en un espacioconcreto, en cuanto que mi existencia se especifica en esta realidad concreta, sinembargo, mi caminar no es reducible a estas determinaciones. Aquí, en laconsideración de este viaje, Gabriel Marcel señala la importancia de la esperanza quese manifiesta en plenitud al sujeto cuando mira más allá de su presente y ve el camino.La esperanza es, para el autor “la disponibilidad de un alma tan profundamentecomprometida en una experiencia de comunión como para llevar a cabo el acto quetrasciende la oposición entre el querer y el conocer, mediante el cual ella afirma laperennidad viviente de la cual esta experiencia le ofrece, a la vez, la prenda y lasprimicias”.

No hay esperanza más que al nivel del nosotros, y no al nivel de un yo solitario.Posteriormente el autor señala que es ilegitimo confundir esperanza y ambición, puesno pertenecen a la misma dimensión espiritual. La esperanza es “un saber” más alládel no-saber, pero que excluye toda presunción, un saber concedido, otorgado, unsaber que sería una gracia, pero de ninguna manera una conquista. Gabriel Marcelconsidera que la esperanza es propia del alma, puesto que es una viajera. Propiamentede ella se dice que el ser es un ser en camino.

El texto Yo y el otro, con el que da inicio la obra Homo Viator, es una conferenciaescrita en Le Peuch, en noviembre de 1941, y pronunciada en el Instituto superior depedagogía de Lyon el 13 de diciembre de 1943. Comienza este texto señalando que elacto por el cual el yo se pone, es siempre idéntico a sí mismo. Gabriel Marcel señalaasí, que el sujeto se distingue a sí mismo y se ofrece al otro para recibir de él unatributo. Por ejemplo, cuando afirmamos algo de nosotros diciendo “soy yo quien…”estamos excluyendo a otros en los cuales no se debe pensar, además aparece implícitoun tú al que me dirijo y de quien espero recibir algo. Al respecto señala que estaespecificación “yo” es una presencia global, no reducida a una parte de mí (mis manos,mi cuerpo, etc.). Por lo tanto es un yo aquí presente que implica una referencia al otro.

Un riesgo en la conciencia personal de este yo es caer en un yo egoísta, donde el otro sevuelve simplemente una caja de resonancia, de mi complacencia conmigo mismo.Cuando digo “yo”, me represento a mí mismo al otro, me produzco, me pongo delantepara que me retribuya cierto acto o mérito. Así “El yo aparece como presencia global einespecificable: yo, aquí presente”. Señala el autor, para ampliar el tema que la alusión ala propiedad ya implica en sí referencialidad al otro, en cuanto que especifico que talcosa es mía y por lo tanto no del otro, con las consecuencias que trae: poder sobredicho objeto, etc. Gabriel Marcel precisa que el término “presencia” significa algo másy algo diferente al simple hecho de estar ahí. Así pues un objeto nunca está presente.“La presencia se insinúa siempre por una experiencia, a la vez irreductible y confusa, quees el sentimiento mismo de existir, de estar en el mundo”.

Page 3: Homo Viator

13/12/2015 Homo Viator. Yo y el otro

chrome­extension://iooicodkiihhpojmmeghjclgihfjdjhj/front/in_isolation/reformat.html 3/6

Toda persona realiza una articulación entre esta conciencia de existir (de estarpresente) y la pretensión de hacerse reconocer por el otro. El yo es un yo aquí y ahora,pese a que no es aislable, sectorizable a un elemento puntual de mi vida. Cuando mepongo a mí mismo como “yo” estoy hablando de mí mismo pero en este momentopuntual de mi existencia. Un ser para el que no hubiera aquí y ahora no puede ser unyo. Posteriormente el filósofo francés señala, al respecto del yo egoísta, que es angustiamás que amor, proveniente de la conciencia especificada en lo que el yo no es comoriesgo ante lo que sí se es. Este egoísmo es la experiencia de una contradicción entre eltodo al que aspiro a poseer, a anexionarme, a monopolizar, y la conciencia oscura deesta nada, de esta nulidad que soy después de todo.

Yo, mi ser mismo, estoy especificado en este aquí y ahora y por tanto, el autor señalaque no puedo afirmar nada de mí mismo que sea auténticamente yo mismo; nada quesea permanente, nada que esté fuera del alcance de la crítica y de la duración. De ahíesa necesidad loca de confirmación por lo exterior, por el otro. Es en el otro de dondeel yo espera su investidura. Sin embargo, pudiera así caerse en el error de la pose. Es laactitud de aquel que se interesa solo en sí mismo y por tanto aparece como muypreocupado por los demás, pero solamente en la medida en que el otro es capaz deformarse de él una imagen favorable que a su vez aquél hará suya. Lo que se halla a labase es la complacencia en sí mismo. “A partir del momento en el que me preocupo delefecto que hay que producir sobre el otro, todos mis actos, todas mis palabras, todas misactitudes pierden su autenticidad”.

Cuando utilizo al otro como caja de resonancia lo vuelvo un objeto. Cosifico al otro encuanto que solo es algo que me sirve. Así pues, a este otro se le puede manipular, sedispone de él. Posar es siempre en el fondo posar ante uno mismo, porque me hagouna idea del otro, como resonante de mí y en él me veo a mí, no a él. El otro no es másque un accesorio. El autor señala que la sociedad misma fomenta el individualismocon la competencia, en donde se afirma un “yo” sobre el del otro, para sobresalir. Labúsqueda de esa investidura de mí en el otro y en lo externo lleva a cosificar al otro.Vivimos en “un régimen tal, que exacerba la conciencia del yo, o si se quiere el amorpropio, que es al mismo tiempo el más despersonalizante que pueda existir”

Yo soy un don. Esta quizás es al tesis nuclear de este texto de Marcel. Comenta que lomejor de mí no me pertenece, solo soy su depositario, no su propietario. “No hay nadaen mí que no pueda o no deba ser considerado como don”. Es una ficción imaginar un yopreexistente que por merito propio recibiera el ser actual. Así pues, se debe luchar porsuperar este egocentrismo moral, es decir, la ilusión de verme investido de privilegiosindiscutibles que hacen de mí el centro de mi universo y por lo tanto considero a losotros como obstáculos, los cosifico. En este momento, el autor precisa que ser personaes comprometerse con una situación directamente dada y afrontarla. Evitar caer en

Page 4: Homo Viator

13/12/2015 Homo Viator. Yo y el otro

chrome­extension://iooicodkiihhpojmmeghjclgihfjdjhj/front/in_isolation/reformat.html 4/6

simplemente ser vehículo de la opinión general, de lo que los demás determinan. Lapersona no es un elemento o atributo del yo, es más bien una exigencia que meaparece como siendo mío o siendo yo, pero esta exigencia no toma conciencia de símás que convirtiéndose en una realidad aquí y ahora.

“Yo me afirmo como persona en la medida en que asumo la responsabilidad de lo que hagoy lo que digo”. Me reconozco responsable ante mí mismo y ante el otro. Esta es,precisamente, la característica del compromiso personal, marca propia de la persona.Responsabilidad es cargar con las consecuencias de mis actos. No hacerlo sería jugarentre la realidad y el sueño. Con mis actos y mi vida, siendo responsable de ella creono sólo para el otro sino también para mí algo irrevocable. Con mi actuar libre yresponsable introduzco en la existencia determinaciones nuevas que recaen con todosu peso sobre mi propia vida. El autor señala que tiendo a afirmarme como persona enla medida en que, asumiendo la responsabilidad de mis actos, me comporto como unser real, participando en una cierta sociedad real.

Me afirmo como persona si creo en la existencia de los otros y esta creencia da forma ami conducta. Creer es realizar o incluso afirmar esa existencia en sí misma, y no sóloen sus repercusiones respecto a mí. Hasta este punto podríamos sintetizar lo expuestopor Gabriel Marcel en los conceptos “persona-compromiso-comunidad-realidad”.Conceptos que mantienen una unidad por un acto de espíritu. Más adelante, el autorcomenta que la disponibilidad es la característica esencial de la persona. Es esa aptitudpara darse a lo que se presenta y vincularse mediante este don. La disponibilidad escolaborar con su propio destino confiriéndole su impronta propia. La persona esademás vocación, respuesta a una llamada entre lo que es mío y lo que es del otro.

A continuación Gabriel Marcel afirma que el hombre no es un problema. Si se leconsiderara como tal se le objetiviza, se le reduce. El fundamento principal del filósofoes que el hombre es un ser imagen de Dios. Añade, en defensa de la persona que ni yoni el otro somos maquinaria. De ser así el objetivo de la vida sería obtener unadecuado rendimiento, así sería un problema. Señala Marcel que es posible ver alhombre así, pese a ser una visión incorrecta. El poder humano por excelencia consisteen actuar, como maquinaria parece que me fue negado.  Ver al hombre comoproblema, como una maquina es “el acto por el que la persona se desconoce a sí misma, omás exactamente, enajena lo único que pude conferirle su dignidad propia”.

Mis actos no soy yo sino que son una expresión de mí. Mediante mi actuar yo me creoa mí mismo, me afirmo. La persona no es un objeto del cual podamos decir que estáahí. La persona sólo se realiza en el acto por el que tiende a encarnarse, sea en unaobra, en una acción, en la vida misma, en cada momento en el aquí y ahora,caminando, sin paralizarse o cristalizarse nunca de manera definitiva en esta

Page 5: Homo Viator

13/12/2015 Homo Viator. Yo y el otro

chrome­extension://iooicodkiihhpojmmeghjclgihfjdjhj/front/in_isolation/reformat.html 5/6

1. http://4.bp.blogspot.com/-LErlqNMZv8M/UUiH8DjOkhI/AAAAAAAAAIg/ctFBFoEPrio/s1600/images.jpeg

encarnación particular. Concluye Marcel señalando que no se puede considerar a lapersona sin considerar al mismo tiempo lo que está más allá de él, una realidadsuprapersonal, es decir, Dios, de quien le viene la existencia.

Bibliografía

Gabriel Marcel, Homo Viator, Ed. Sígueme, Salamanca, España, 2005, pp. 1-40

Gabriel Marcel, Homo Viator, Ed. Sígueme, Salamanca, España, 2005, p. 19

Ibídem, p. 20

Ibíd., p. 27

Ibíd.

Cfr. ibíd., p. 28

Cfr. ibíd.

Ibíd., p. 29

Ibíd., p. 30

Ibíd., p. 31

Ibíd., p. 33

Cfr. Ibíd., p. 35

Ibíd., p. 36

Cfr. Ibíd., p. 37

Links

Page 6: Homo Viator

13/12/2015 Homo Viator. Yo y el otro

chrome­extension://iooicodkiihhpojmmeghjclgihfjdjhj/front/in_isolation/reformat.html 6/6

Consigue una cuenta gratuita de Evernote paraguardar este artículo y verlo más tarde desde

cualquier dispositivo.

Crear cuenta