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Como en cada término de año nos felicitaremos, nos abrazaremos, deseare- mos de corazón a los nuestros y a cada persona que nos encontremos, un año nuevo feliz. Concentraremos nuestras expectativas sobre el año que se avecina en aquel dicho tan conocido: “Año nuevo, vida nueva”. Con la esperanza de que todo será mejor, más sencillo de sobrellevar, menos problemático, ..¡Tantas cosas! Pero podemos preguntarnos ¿qué sig- nifica en realidad eso de “vida nueva”? ¿Qué estamos deseándonos a nosotros mismos y a los demás? ¿Qué ‘punto y aparte’ idílico subyace en esa premisa que repetimos casi sin pensar? La verdadera novedad, ésa que hará que, vivamos lo que vivamos –más o menos sencillo, más o menos agradable, más o menos doloroso- lo hagamos con serenidad e incluso -¡bendita paradoja!- con alegría, será volver a escuchar esa ‘ley nueva’ que todo lo llena de sentido: “Os doy, un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros como yo os he amado”. Sólo empeñándonos en vivir desde ahí cualquier situación podremos com- prender aquello que Mª Rosa repetía a sus hermanas: “Aunque todo llegara a faltarle, no debe desconfiar mirando a Jesucristo...” Mirar a Jesucristo, y su manera de amar, y su modo de vivir, y su relación con el Padre, abandonándose en sus manos amorosas que nunca abandonan y que a cada uno de nosotros nos dice: “Tú eres mi hijo amado, en ti me complazco” Ésta es la única fuerza capaz de hacer nuevas todas las cosas. ¡Feliz año nuevo! Ojala no nos cansemos de trabajar para ser esos hombres y mujeres nuevos, que vivan relaciones nuevas, que sueñen –con los pies sobre la tierra y el corazón en el Padre- con el Reino nuevo que ya nos habita dentro. Tú que fuiste elegida por el Señor para ser instrumento de consolación en su obra redentora, ruega a Dios con la fuerza de tu amor y tu fideli- dad, para que nosotros vivamos tam- bién como fieles hijos suyos, buscan- do en todo y sobre todo el bien de nuestros hermanos. Intercede por nosotros, peregri- nos en el tiempo, para que las reali- dades temporales no nos aparten de nuestro destino eterno, antes bien, sepamos descubrir en todas ellas la huella de nuestro Dios y podamos vivirlas con pureza de corazón. HH. Ntra Sra. de la Consolación María Rosa Molas, 2 43590 JESÚS-TORTOSA (Tarragona) Donativos de Enero a Agosto 2009: Una devota de Burriana; Familia de Carmelina Gambín; Mª Antonia Pujol. Navia (Asturias); Donativos anónimos; Beli Travuieso Calvo. Villablino (León); Lola Sánchez Martínez. Bullas; María Sánchez martínez. Bullas; Rosario Puerta. Bullas; Josefina Jiménez Puerta. Bullas; Josefa Jiménez. Bullas; Mª Jesús Valera Martinez. Bullas; Juani Drago. Bullas; Ana María Alvarez. Bullas; Virtudes Morcillo en acción de gracias; una devota en acción de gra- cias; Angelita de Benicarló; Anónimo; Ramona Cardona Pitarch. Vinaroz; Mª Cinta Guimerá Güell. Arnes; Familia Llebres Motos. Almería; Adelaida Fernández. Bullas; María Sánchez Martínez. Bullas; Fuensi Sánchez. Bullas; María García. Bullas; María Martínez. Bullas Si desea ayudarnos a difundir HUELLAS, envíe a nuestra redacción la dirección de personas a quienes pueda interesar recibirlas: HH. Ntra. Sra. de la Consolación C/ Rosa, 15 18193 - MONACHIL (GRANADA) [email protected] - www.consolacion.org Dirección y redacción: Maribel Sánchez Colaboran: Maquetación: Mª José Condomina Secciones: Mª José Gan y Mª José Garza Imprenta: MISERICORDIA CORONADA ASPACE (GRANADA) Octubre-Diciembre Año 2009 Nº 74 AÑO NUEVO... ¿VIDA NUEVA?.

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Octubre-Diciembre Tú que fuiste elegida por el Señor para ser instrumento de consolación en su obra redentora, ruega a Dios con la fuerza de tu amor y tu fideli- dad, para que nosotros vivamos tam- bién como fieles hijos suyos, buscan- do en todo y sobre todo el bien de nuestros hermanos. HH. Ntra. Sra. de la Consolación C/ Rosa, 15 18193 - MONACHIL (GRANADA) Si desea ayudarnos a difundir HUELLAS, envíe a nuestra redacción la dirección de personas a quienes pueda interesar recibirlas:

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Como en cada término de año nosfelicitaremos, nos abrazaremos, deseare-mos de corazón a los nuestros y a cadapersona que nos encontremos, un añonuevo feliz. Concentraremos nuestrasexpectativas sobre el año que se avecinaen aquel dicho tan conocido: “Añonuevo, vida nueva”. Con la esperanza deque todo será mejor, más sencillo desobrellevar, menos problemático,..¡Tantas cosas!

Pero podemos preguntarnos ¿qué sig-nifica en realidad eso de “vida nueva”?¿Qué estamos deseándonos a nosotrosmismos y a los demás? ¿Qué ‘punto yaparte’ idílico subyace en esa premisa querepetimos casi sin pensar?

La verdadera novedad, ésa que haráque, vivamos lo que vivamos –más omenos sencillo, más o menos agradable,más o menos doloroso- lo hagamos conserenidad e incluso -¡bendita paradoja!-con alegría, será volver a escuchar esa‘ley nueva’ que todo lo llena de sentido:

“Os doy, un mandamiento nuevo:que os améis unos a otros como yo oshe amado”.

Sólo empeñándonos en vivir desdeahí cualquier situación podremos com-prender aquello que Mª Rosa repetía a sushermanas:

“Aunque todo llegara a faltarle, nodebe desconfiar mirando a Jesucristo...”

Mirar a Jesucristo, y su manera deamar, y su modo de vivir, y su relacióncon el Padre, abandonándose en susmanos amorosas que nunca abandonan yque a cada uno de nosotros nos dice:

“Tú eres mi hijo amado, en ti mecomplazco”

Ésta es la única fuerza capaz de hacernuevas todas las cosas. ¡Feliz año nuevo!Ojala no nos cansemos de trabajar paraser esos hombres y mujeres nuevos, quevivan relaciones nuevas, que sueñen –conlos pies sobre la tierra y el corazón en elPadre- con el Reino nuevo que ya noshabita dentro.

Tú que fuiste elegida por el Señorpara ser instrumento de consolaciónen su obra redentora, ruega a Dioscon la fuerza de tu amor y tu fideli-dad, para que nosotros vivamos tam-bién como fieles hijos suyos, buscan-do en todo y sobre todo el bien denuestros hermanos.

Intercede por nosotros, peregri-nos en el tiempo, para que las reali-dades temporales no nos aparten denuestro destino eterno, antes bien,sepamos descubrir en todas ellas lahuella de nuestro Dios y podamosvivirlas con pureza de corazón.

HH. Ntra Sra. de la ConsolaciónMaría Rosa Molas, 243590 JESÚS-TORTOSA (Tarragona)

Donativos de Enero a Agosto 2009: Una devota de Burriana; Familia de

Carmelina Gambín; Mª Antonia Pujol. Navia(Asturias); Donativos anónimos; Beli TravuiesoCalvo. Villablino (León); Lola Sánchez Martínez.Bullas; María Sánchez martínez. Bullas; RosarioPuerta. Bullas; Josefina Jiménez Puerta. Bullas;Josefa Jiménez. Bullas; Mª Jesús ValeraMartinez. Bullas; Juani Drago. Bullas; AnaMaría Alvarez. Bullas; Virtudes Morcillo enacción de gracias; una devota en acción de gra-cias; Angelita de Benicarló; Anónimo; RamonaCardona Pitarch. Vinaroz; Mª Cinta GuimeráGüell. Arnes; Familia Llebres Motos. Almería;Adelaida Fernández. Bullas; María SánchezMartínez. Bullas; Fuensi Sánchez. Bullas; MaríaGarcía. Bullas; María Martínez. Bullas

Si desea ayudarnos a difundir HUELLAS, envíe a nuestra redacción la direcciónde personas a quienes pueda interesar recibirlas:

HH. Ntra. Sra. de la Consolación C/ Rosa, 15 18193 - MONACHIL (GRANADA)

[email protected] - www.consolacion.org

Dirección y redacción:

Maribel Sánchez

Colaboran:

Maquetación:

Mª José Condomina

Secciones:

Mª José Gan y

Mª José Garza

Imprenta:

MISERICORDIA CORONADA

ASPACE (GRANADA)

Octubre-Diciembre

Año 2009

Nº 74

AÑO NUEVO... ¿VIDA NUEVA?.

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II ASAMBLEA ESPECIAL PARA ÁFRICA (4-25 de octubre de 2009)

"La Iglesia en África al servicio de la recon-ciliación, de la justicia y de la paz. 'Vosotrossois la sal de la tierra ... Vosotros sois la luzdel mundo' (Mt 5, 13-14)"

“Trataron los inmensos problemas de la mise-ria extrema, de las injusticias, del saqueo delos recursos naturales, de la destrucción delmedio ambiente, de las enfermedades y la faltade acceso a los medicamentos, del tráfico depersonas, de los migrantes y refugiados, delfanatismo y de las guerras que nosotros olvida-mos, de los niños soldados, del comercio dearmas fomentado por los países de nuestroOccidente, ‘cuyas políticas, acciones y omi-siones contribuyen a causar o agravar la difícilsituación del África’ (Mensaje final,11). Handenunciado proféticamente los ‘crímenes con-tra la humanidad’ causados por los ‘grandespoderes de este mundo’ y por las ‘empresasmultinacionales’ que ‘deben detener la devas-tación criminal del medio ambiente para sugolosa explotación de los recursos naturales’(33).

Gracias por este nuevo Sínodo dedicado alcontinente africano. Continente con enormespotencialidades de vida abundante, pero ataca-do por múltiples lacras que le hieren en lo pro-fundo. Ojala este tiempo de reflexión, de ora-ción, de clarificación y diálogo nos lleve a uncompromiso serio como Iglesia de Dios y auna sensibilidad activa.

EL SANTO PADRE BENEDICTO XVI EN LA FAO CON OCASIÓN DE LA CUM-BRE MUNDIAL SOBRE SEGURIDADALIMENTARIAAquí transcribimos parte del discurso delPapa:

La comunidad internacional está

afrontando en estos años una grave crisis eco-

nómico-financiera. Las estadísticas muestran

un incremento dramático del número de perso-

nas que sufren el hambre y a esto contribuye el

aumento de los precios de los productos ali-

mentarios, la disminución de las posibilidades

económicas de las poblaciones más pobres, y

el acceso restringido al mercado y a los ali-

mentos. Y todo esto, mientras se confirma que

la tierra puede nutrir suficientemente a todos

sus habitantes. En efecto, si bien en algunas

regiones se mantienen bajos niveles de pro-

ducción agrícola a causa también de cambios

climáticos, dicha producción es globalmente

suficiente para satisfacer tanto la demanda

actual, como la que se puede prever en el futu-

ro. Estos datos indican que no hay una rela-

ción de causa-efecto entre el incremento de la

población y el hambre, lo cual se confirma por

la deplorable destrucción de excedentes ali-

mentarios en función del lucro económico. (...)

El hambre es el signo más cruel y concreto de

la pobreza. No es posible continuar aceptando

la opulencia y el derroche, cuando el drama

del hambre adquiere cada vez mayores dimen-

siones...

Gracias por la claridad,por la denuncia y elcompromiso efectivo enfavor de los más desfa-vorecidos.

Motivación inicial: En este espacio de oración vamos a acercarnos al Dios de Jesús, a ese DiosEncarnado que se ha querido transmitir de manera humana y sencilla para que lo podamos conocer más ymejor. Vamos a pedirle al Señor que nos ayude a acogerlo como es y no como nosotros nos hemos imagi-nado que es. Podemos rezar juntos esta pequeña oración: Padre, enséñame a orar, dime qué tengo que hablar. ¡Quisiera orar como Jesús!

Padre, enséñame a vivir. Quiero darte lo mejor de mi. ¡Quisiera vivir como Jesús!

Padre enséñame a servir y tu santa voluntad cumplir. ¡Quisiera servir como Jesús! (Walter M. Lee)

Palabra de Dios: “Después de haber hablado antiguamente a nuestros padres por medio de los Profetas, en

muchas ocasiones y de diversas maneras, ahora, en este tiempo final, Dios nos habló por medio de su Hijo,

a quien constituyó heredero de todas las cosas y por quien hizo el mundo. El es el resplandor de su gloria

y la impronta de su ser. El sostiene el universo con su Palabra poderosa, y después de realizar la purifi-

cación de los pecados, se sentó a la derecha del trono de Dios en lo más alto del cielo.” (Hb 1, 1-3)

Comentario a la Palabra de Dios:<<Queridos hermanos y hermanas, «ha aparecido la gracia de Dios, que trae la salvación para

todos los hombres». Ha aparecido. La gracia de Dios, rica de bondad y de ternura, ya no está escondida,sino que «ha aparecido», se ha manifestado en la carne, ha mostrado su rostro. Y ¿quién la revela? Unrecién nacido, el Hijo de la Virgen María. En Él ha aparecido la gracia de Dios, nuestro Salvador. Por esoese Niño se llama Jehoshua, Jesús, que significa «Dios salva»… La gracia de Dios ha aparecido a todoslos hombres. Sí, Jesús, el rostro de Dios que salva, no se ha manifestado sólo para unos pocos, para algu-nos, sino para todos. Es cierto que pocas personas lo han encontrado en la humilde y destartalada demorade Belén, pero Él ha venido para todos: judíos y paganos, ricos y pobres, cercanos y lejanos, creyentes yno creyentes..., todos. La gracia sobrenatural, por voluntad de Dios, está destinada a toda criatura. Perohace falta que el ser humano la acoja, que diga su «sí» como María, para que el corazón sea iluminado porun rayo de esa luz divina. >> (Benedicto XVI)Desde la experiencia de Santa Mª Rosa Molas: Hoy María Rosa, nos enseña lo importante que esmirar y contemplar a Jesús, el rostro de Dios. Ella remite siempre a fijar la mirada en el Dios Encarnado:“Aunque le falte todo no debe desconfiar mirando a Jesucristo tan pobre, que no tenía dónde descansar lacabeza”, “Medite la pasión de Jesús, porque es el manjar predilecto de los mayores santos”, “Hija mía, enel Calvario, a los pies del Señor, se halla todo consuelo y alivio”, “ No miremos en los prójimos, para ser-virlos, sus cualidades físicas o morales, sino la persona de Cristo en ellos”, etc. Nuestra Madre fue una deesas personas que supo acoger el misterio de Belén en su vida e irradiarlo a los demás.

Pistas para la oración personal: En un momento de silencio podemos releer la Palabra de Dios y loscomentarios y quedarnos en aquello que más eco tenga en nuestro interior. Le pedimos a Mª Rosa que nosayude a fijar nuestros ojos en Jesús, que nos enseñe a contemplar su vida para conocerlo más y seguirlecada día más de cerca. Podemos escoger alguna frase de la Madre para practicarla poco a poco e integrar-la en nuestra vida.Oración final: Dios de la Vida y del Amor, eres la compasión sin límites y estás de corazón con todoslos pobres y afligidos. Tu Hijo, Jesús, nos mostró tu rostro compasivo al vivir y morir para que tuviéramosvida y una vida en abundancia y plenitud. Ojala continuemos nosotros la misión salvadora de tu Hijo y,como Él y con Él, carguemos con los dolores y angustias de la gente cambiando la miseria de nuestra con-dición en la felicidad y dicha de tu Reino.

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Cada año los cristianos revivimos elMisterio del Nacimiento de Cristo y nos pre-paramos con el tiempo de Adviento. Estafiesta de la Navidad nos lleva a contemplarla Encarnación del Hijo de Dios. Ante tangran don de Dios no podemos dejar de darlegracias porque ha querido entrar en nuestrahistoria de la forma más sencilla y cercana anosotros, haciéndose uno de nosotros.

¿Cómo vivió este Misterio María RosaMolas? ¿Qué supuso en su vida? Sabemosque a la Madre le gusta contemplar losMisterios de Jesucristo porque en ellosencuentra la razón de su vida y de su entregaa los hermanos. María Rosa sabe ver la pre-sencia de Jesucristo en quienes le rodean, deun modo especial en los más necesitados ydesfavorecidos. Desde esta actitud palpa esteMisterio de la Encarnación en el prójimo,pues Dios ha venido a salvar a todo hombrey toda realidad.

Como los pastores, que “encontraron alNiño acostado en un pesebre”, María Rosase encuentra con la humildad y la pobreza deJesucristo, que “siendo Dios se ha rebajado yse ha hecho hombre”. Estas dos virtudesserán compañeras de camino a lo largo detoda su vida. Las primeras hermanas quevivieron con ella lo expresan en sus testimo-nios. Además de contemplar, la Madre hacefiesta de este Misterio y le gusta celebrarlocon sus hermanas en comunidad. LaNavidad irradia una luz especial porque tocael corazón de la mano de un Niño pequeño yfrágil en el que Dios ha depositado una semi-lla de esperanza y de vida. Seguro que MaríaRosa también se detiene a contemplar a la

Madre de Jesús en Belén. De ella aprende aestar junto a su Hijo, a contemplarle en silen-cio y a adorarle. Como ella presenta al Señorlo que no alcanza a entender de tan sublimemisterio y pone una vez más su confianza enDios, que sabe mejor que nadie lo que nece-sitamos.

Ahora miramos hacia nuestro mundo ynuestra historia. Nosotros partimos del con-vencimiento de que este Misterio de laEncarnación sigue injertado en ellos, apor-tando la savia de la vida y de la salvación.Pero, hoy como ayer, pasa inadvertido amuchos ojos porque la fe está adormecida.

A nuestro mundo le falta esa mirada defe y esa capacidadpara asombrarseante el Misterio. Si creemos queDios está entrenosotros llevemosa b n u e s t r o sambientesbeste

gozoso anuncio y seamos portadores deesperanza.

Que como María Rosa Molas sepamosalimentar nuestro espíritu con la contempla-ción de este Dios hecho hombre por amor. Ysobre todo, que no pasemos indiferentes antenuestros hermanos más necesitados, porqueen ellos nos espera el mismo Jesucristo.¡Este es el gran Misterio de la Encarnación!

Mª José Gan

“DIOS CON NOSOTROS Y EN NUESTRO MUNDO”

“ASOMARSE A LA VENTANA Y VER...”

Ana I. Bellido es antigua alumna del Colegio Ntra. Sra de la Consolación de Madrid.

Perteneció en su periodo de alumna al COM, conociendo cada vez mejor la

Consolación. Una vez terminados sus estudios universitarios volvió al Colegio, esta

vez como madre de alumnos (una niña y un niño) y profesora. Colabora además en el

Equipo de Pastoral del Centro, participa en el grupo de teatro, en el curso de Biblia

y en las actividades programadas por la AMPA.

Como la mayoría de los que estamos cerca de la familia de la Consolación,crucé su puerta de niña, de la mano de mis padres; y según fue pasando el tiem-po y fuimos sintiendo nuestra la vivencia de la Consolación, nos dimos cuentacómo cambia la vida de las personas que se acercan a esta forma de entenderla vida. Ser consolación significa asomarse a la ventana y ver que hay unmundo al otro lado del cristal al que debemos acercarnos sin miedo, porqueconsolando es como uno siente consuelo. Educar no es fácil y educar en valores como los que nos transmitieron las

Hermanas de la Consolación, nos hizo crecerfuertes y seguros de cuál era y es nuestro papelen la vida. Por eso, en mi caso, no llegué nuncaa soltar la mano que se me tendió de niña y hoyacerco a mis hijos para que vivan su infanciaempapándose de este espíritu, sintiendo que tam-bién pueden llegar a hacer suyo el don de serconsolación, para que, al igual que me pasó a mí,cada día se sientan los más felices del mundoporque se saben hijos de Dios.

ANA BELLIDO

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Vamos a asomarnos, reconociéndo-nos ciegos, a ese viaje sorprendente deDios que es la Encarnación.

Durante miles de años lo hemosestado contemplando sin llegar apoder decirlo todo, vislumbrando ape-nas unas pocas teselas de luz.

Decía Edith Stein: “No basta con

arrodillarse una vez al año frente al

pesebre para que la vida humana sea

inundada de la vida divina; más bien

es necesario que toda la vida esté en

contacto con Dios.”

La Navidad es un tiempo plagado delugares comunes para nosotros, en elque experimentamos emociones cono-cidas y también comercializadas, y alque necesitamos acercarnos como sifuera la primera vez; allí acontece loprimordial y lo profundo.

Algo que llama la atención al mirarlas escenas del nacimiento en Mateo yen Lucas es que nadie encuentra alniño solo. Se le presiente y se le buscacon otros, junto a otros.

Jesús nace al borde del camino, deunos padres que estaban en camino,buscando grietas en nuestras socieda-des para darse a luz a través de nos-otros.

Jung decía: “tan sólo somos el esta-

blo donde nace Dios”. Un establosuele oler mal, hay estiércol mezcladocon paja y heno. Es una imagen sim-bólica de nuestro interior, y del inte-rior de nuestras sociedades. Todoaquello que hemos reprimido: necesi-dades, agresividades, las aristas queocultamos, lo no aceptado, lo noreconciliado…está allí abajo.Necesitamos abrirnos, hacernos per-meables, a veces nos abrimos a travésde las heridas. El establo está sindefensas, por eso entran las lluvias ytambién el frío, pero es precisamenteen la apertura de su pobreza dondeocurre el nacimiento de la vida. En lossubterráneos, en los submundos de lasciudades y de sus gentes, en los luga-res donde huele mal acontece desdeaquella noche la manifestación de lagloria de Dios

Sea cual sea el tipo de pobreza quemarca la vida de las personas: mate-rial, psicológica, de sentido; esta

carencia les empuja hacia el pesebre,y quien se acerca a ellos se acerca alNiño, aún sin saberlo. En la presenciade este Niño todo es aceptado, todoencuentra su sitio. Nada se rechaza. Losucio y lo que no cuenta, lo desprecia-ble, lo mal mirado…pierde su aspectodesagradable y se unge de calidez ysuavidad. Todo queda transformadopor la irradiación de la luz que emergedesde dentro; y hay mucho más sitiodel que pudiéramos llegar a imaginar,y mucha dignidad y mucha belleza.

“Cuando el hijo ha nacido toda

alma es María”, decía Eckhart.Convertirnos en madre es estar profun-damente abiertos, sin mostrar resisten-cias, en una creciente receptividad.Hacernos puro sitio, pura capacidad, yla vida entera se hace pesebre, cueva,espacio sin fondo donde acoger el des-plegarse de uno mismo y de los otros.

En Belén somos pacificados de nues-tras ansias de hacer más y de conseguirmás, de nuestras ansias de poder y deretener, y si permanecemos en silencioallí, ante el niño acostado en el pese-bre, brotará en nosotros un deseohondo de ser. El deseo de honrar cadaexistencia y de bajar a mirar ese lugarinterior no profanado en cada persona,

el lugar de su niñez y de su paz.

Dice el escritor africano SobonfuSomé: “El nacimiento es la llegada de

alguien venido de fuera que debe sen-

tirse bienvenido. Es necesario que

tenga la impresión de llegar a un

lugar donde los seres humanos están

preparados para recibir sus dones”.

Quizá toda nuestra vida cara a Dios seaesta preparación.

Mariola López, rscj.

“LA VIDA ENTERA SE HACE PESEBRE”