Huertos escolares, una estrategia de educación ambiental y sustentabilidad … · 2019-10-11 ·...

Congreso Nacional de Educación Ambiental para la Sustentabilidad Educación ambiental y movimientos socioambientales 13 a 16 de octubre de 2019, Cancún, Q.R., México www.anea.org.mx/2doCongresoEAS/

Huertos escolares, una estrategia de educación ambiental y sustentabilidad

en el municipio de Teocelo, Veracruz.

Yadeneyro de la Cruz Elizondo Francisco Martínez-Tlapa Juan C. Fontalvo-Buelvas

Facultad de Biología, Maestría en Gestión Ambiental para la Sustentabilidad. Universidad Veracruzana, México.

Palabras Clave: huertos escolares, educación ambiental, sustentabilidad.

RESUMEN

La participación ciudadana en los programas gubernamentales es uno de los retos más importantes que afrontan las autoridades municipales en México. El objetivo de este trabajo es poner al descubierto la participación de las instituciones educativas del municipio de Teocelo, en el programa integral para el manejo de RSU y describir cómo la educación ambiental en este sentido puede contribuir a acciones municipales que tienden a la sustentabilidad a través de la implementación de huertos escolares. En este proyecto de vinculación, entre la autoridad municipal, la academia e instituciones educativas se logró el establecimiento de nueve huertos escolares, contando con la participación de 20,084 estudiantes y 69 maestros de niveles educativos de preescolar, primaria, secundaria, bachillerato, telebachillerato y un centro de educación especial. Este trabajo, permitió la construcción de un tejido social sólido para las nuevas generaciones y promovió la participación ciudadana de forma exitosa gracias a la buena gestión municipal. Este trabajo, no sólo representa buenas prácticas de gobernanza, también tiende a la sustentabilidad, un objetivo deseado por los gobiernos hoy día.

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Congreso Nacional de Educación Ambiental para la Sustentabilidad Educación ambiental y movimientos socioambientales Academia Nacional de Educación Ambiental, A.C. y Universidad del Caribe 13 a 16 de octubre de 2019, Cancún, Q.R., México www.anea.org.mx/2doCongresoEAS/

INTRODUCCIÓN

La participación ciudadana en los programas gubernamentales es uno de los retos más importantes que afrontan las autoridades municipales en México. Las experiencias ponen en evidencia que estas prácticas son poco frecuentes o definitivamente nulas en algunos casos, lo que se traduce en programas y acciones gubernamentales con mucha verticalidad, poca solución de las necesidades locales y escaso desarrollo social (Piñar-Álvarez, 2014). Sin embargo, existen programas municipales eficientes con amplia participación social que desencadenan en casos exitosos de desarrollo endógeno (Arzaluz, 2013). Estos escenarios, resultan ser ejemplares y ofrecen lineamientos relevantes para replicar e impulsar programas y proyectos con impacto social.

Este es el caso de la Planta de Lombricompostaje de Teocelo, un logro municipal de alto impacto social, económico y ambiental (Martínez, 2018). Un pequeño municipio en el centro de Veracruz que a través de un programa integral para el manejo de los residuos sólidos urbanos (RSU), consiguió transformar la fracción orgánica en abono, con altos niveles de eficiencia (Garibay et al., 2015). Este municipio ha conseguido avances significativos en lo que concierne al manejo de RSU, obteniendo reconocimiento estatal, nacional e internacional. En el año 2002, gracias a la implementación del programa integral de separación, manejo, educación, proceso y aprovechamiento de la fracción orgánica de los RSU, recibió el Premio Estatal de Medio Ambiente. En el mismo año, recibió el Premio Nacional Gobierno y Gestión, otorgado por el Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE). Posteriormente en el año 2009, recibió un tercer premio, denominado Limpiemos Nuestro México, impulsado por TV Azteca. Por todo lo anterior, el programa de manejo de RSU de Teocelo ha constituido un ejemplo para otros municipios del país.

La Planta de Lombricompostaje cuenta con áreas verdes remozadas, un módulo educativo y grandes espacios para el esparcimiento familiar. Dentro de estas instalaciones se llevan a cabo procesos de sensibilización con la comunidad en general, con el fin de que conozcan el valor social, económico y ambiental que representa esta ecotecnia. Lo anterior, se ha venido haciendo desde 2010 a través de cursos, pláticas, talleres, entre otros; con la finalidad de tejer un sistema social que fortalezca la participación comunitaria en los programas orientados por la autoridad municipal.

Una de las funciones principales de la Planta de Lombricompostaje, es el tratamiento de los residuos sólidos orgánicos producidos en el mismo municipio y a partir de estos, la obtención de abono, subproducto útil, comercializable y adecuado para actividades agrícolas (Martínez, 2006). Es interesante apuntar que este abono actualmente se ha venido utilizando en las áreas verdes del municipio, pero también se ha compartido con cafetaleros para abonar sus agroecosistemas,


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con amas de casa para sus cultivos de traspatio y con escuelas para el establecimiento de huertos escolares.

Uno de los aciertos de este programa integral de RSU, fue el despliegue de acciones de EA con la participación de las instituciones educativas, las cuales fueron consideradas actores clave. Ya que si se pretendía lograr un impacto social a largo plazo, el rol de niños y jóvenes sería esencial en este proceso de cultura ambiental y construcción ciudadana (López-Tamayo, 2015). Por tal razón, el objetivo de este trabajo es poner al descubierto la participación de las instituciones educativas del municipio de Teocelo, en el programa integral para el manejo de RSU y describir cómo la EA en este sentido puede contribuir a afianzar acciones municipales que tienden a la sustentabilidad.

ESTRATEGIA METODOLÓGICA

Este trabajo se desarrolló entre febrero de 2016 y noviembre de 2017, en el municipio de Teocelo, (Veracruz, México). La estrategia metodológica se dividió en tres momentos que se desglosan a continuación:

Sensibilización de docentes

Los docentes son personal idóneo y capacitado que están obligados a realizar EA para promover una educación integral y de calidad. Sin embargo, en diversas ocasiones en este tipo de programas se resisten a participar debido a los compromisos que implican y la carga laboral añadida. Por lo tanto, el primer paso en este proceso fue la sensibilización del personal docente de las distintas escuelas del municipio, en coordinación con la Dirección de Ecología Municipal y los directivos de los distintos planteles educativos.

Los procesos de sensibilización tuvieron lugar en el módulo educativo de la Planta de Lombricompostaje del municipio a través de charlas. En este lugar, se hicieron recorridos guiados acerca de los procesos de la Planta, su importancia para el municipio, y la necesidad de extender estas acciones a la comunidad a través de las instituciones educativas, donde los docentes tienen un rol trascendental.

Talleres con estudiantes

Las cuales se desarrollaron en dos fases: (1) una parte teórica a través de talleres de EA para abordar la temática de acuerdo al nivel educativo, con el objetivo de que los estudiantes comprendieran la importancia de la adecuada separación de los residuos en orgánicos e inorgánicos, desde origen. (2) una parte práctica, que consistió en un recorrido guiado por la Planta donde se fueron explicando las funciones y servicios que la Planta brinda a la comunidad y la importancia de su operatividad en el municipio.


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Establecimiento de huertos escolares

Posterior a la sensibilización y los talleres desarrollados con la comunidad educativa de Teocelo, se propuso el establecimiento participativo de huertos escolares. Para ello se diseñaron sesiones de aprendizaje de forma conjunta entre personal de la Planta y los docentes de cada escuela. De esta manera se cierra el ciclo, que va desde el consumo, la producción de residuos, la correcta separación, el eficiente tratamiento en la Planta y la obtención de abono para la siembra de hortalizas en escuelas, donde se aprende a través del trabajo práctico. Dichas sesiones se planificaron a través de secuencias didácticas (Díaz-Barriga, 2010, De la Cruz et al., 2018), las cuales comprenden cuatro fases: (1) identificación de saberes previos; (2) desarrollo de la temática de camas de cultivo para hortalizas y la importancia de los abonos orgánicos; (3) afianzamiento y refuerzo de saberes a través del trabajo práctico, mediante el diseño, construcción de las camas de cultivo, la siembra de las hortalizas y cosecha; (4) evaluación de saberes, a través de dos formas: observación directa y registro en bitácora anecdótica, y exámenes escritos desarrollados por docentes de cada nivel educativo.

La temática abordada fue articulada con asignaturas como Matemáticas, Español, Ciencias Naturales, Formación cívica y Ética, y Educación Artística. Teniendo como ejes transversales la EA y el fomento de valores.

RESULTADOS

En la siguiente tabla, se señalan las escuelas atendidas por nivel educativo, así como el número de docentes y estudiantes que asistieron a la plática y recorridos por la Planta de Lombricompostaje, con la intención de fortalecer la apropiación social en este sector. Notándose, que todas estuvieron interesadas en implementar huertos escolares como consecuencia de la efectiva sensibilización y gestión municipal.

Aunque en los últimos años la labor de docencia se ha desmeritado un poco, consideramos que el profesorado sigue siendo una pieza clave en los procesos participativos. Debido a que su papel dentro de la sociedad es relevante en la formación de generaciones de niños y jóvenes del municipio, ya que los docentes gozan de confiabilidad y su voz en el municipio es escuchada. En este proyecto se contó con la participación de 69 docentes de distintos niveles educativos, lo cual representó un éxito rotundo. El grupo de profesores es una parte promotora en los ejercicios selectivos de los residuos sólidos municipales dentro de sus áreas de trabajo, en las escuelas. Conociendo la percepción de ellos y su bagaje pedagógico, se pudieron determinar actividades acorde a las necesidades pedagógicas que demandan sus estudiantes.


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Tabla 1. Escuelas participantes en los talleres de EA e instalación de huertos escolares.

Nivel Escolar

Escuela

Docentes

Estudiantes

Establecimientos de huertos escolares

Preescolar

Enrique C. Rébsamen. Jaime Nuno. Genoveva Cortés V. Colegio Mattel.

3 4 4 4

358

Si Si Si Si

Primaria

Luis Hidalgo Monroy. Benito Juárez García.

15 13

754

Si Si

Secundaria Manuel C. Tello. 16 680 Si

Bachillerato Bachilleres de Teocelo. 8 270 Si

Centro de Atención Múltiple (CAM)

Ma. Enrique Camarillo.

2

22

Si

TOTAL 9 69 2,084 9

Los 2,084 estudiantes que participaron se beneficiaron con una sensibilización sobre el medio, la adquisición de conocimientos y la aptitud para resolver los problemas ambientales de su comunidad. La idea es que utilizando cada vez más y mejores métodos teóricos y prácticas de comunicación y de obtención de conocimientos se pueda afianzar una relación armoniosa con el ambiente. De tal modo, consideramos que una propuesta de EA tendrá éxito tomando en cuenta la situación real en que se vive y evitando copiar o adaptar propuestas o modelos ecológicos diferentes a un contexto local. La EA es una disciplina que en México a nivel de escuelas ha comenzado a tener resultados positivos (Flores et al., 2015; Peza, 2016; Espejel y Flores, 2017); por lo tanto, debe implementarse como una acción necesaria para abordar los temas ambientales y contribuir a dar solución a las crisis de la actualidad (Cartea, 2006; Gómez-Oliver, 2008; Tommasino et al., 2010).

Gracias a las alianzas entre el municipio y los directivos de todas las instituciones educativas de Teocelo, se pudo trabajar con el 90% de la comunidad educativa del municipio. Tanto docentes como la población estudiantil participaron en actividades de EA, donde se recibieron 358 alumnos de nivel preescolar, del nivel primaria 754 alumnos, de secundaria 680 alumnos, de nivel media superior 270 alumnos y 22 alumnos del Centro de Educación Especial, en el módulo educativo que se encuentra dentro de las instalaciones de la Planta de Lombricompostaje. Después de los talleres que se impartieron con éxito, se pudieron establecer huertos escolares para producir hortalizas en la mayoría de las escuelas que contaban con un espacio apropiado para el establecimiento del cultivo. La esencia de este ejercicio es la utilización de los abonos orgánicos o lombricomposta, donde no solamente lo hace diferente por el aspecto productivo, sino además por la


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participación social que engrana desde la separación de origen, manejo y aprovechamiento de los residuos sólidos orgánicos.

Estas experiencias con huertos escolares no sólo han permitido acercar a las nuevas generaciones a una ecotecnia de alto valor para el municipio. También, han permitido acercarlos al trabajo del campo y valorarlo, un aspecto que había empezado a desarraigarse entre la juventud local. Además, han promovido un aprendizaje significativo y le han permitido a los docentes innovar en el campo educativo, a través de nuevas formas de enseñanza. A continuación algunos de los huertos escolares establecidos, utilizando el abono producido en la planta de lombricompostaje municipal.

Figura 1. Preparación del espacio para la producción de hortalizas con participación activa por la institución y padres de familia de los alumnos del Jardín de Niños “Genoveva Cortés V”.

Figura 2. Proceso de establecimiento de huerto escolar en el Centro de Atención Múltiple (CAM).


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Los registros anecdóticos de cada docente participante en esta experiencia, mostraron evidencias claras de que los estudiantes que trabajaron en los talleres de EA y la implementación de huertos demostraron agrado por el contacto con la naturaleza. Además, la mayoría de los docentes percibieron actitudes y comportamientos positivos en lo que se refiere a cooperación, solidaridad, tolerancia, respeto, disciplina y motivación. De igual forma, los exámenes escritos con resultados en su mayoría favorables, demostraron una adquisición de conocimientos y una amplia asimilación de saberes.

DISCUSIÓN

El éxito de cualquier proyecto comunitario es la incorporación activa de todos los actores clave, escuchar sus necesidades y aspiraciones, así como sus limitaciones y debilidades (Álvarez et al., 2018). En este caso, los estudiantes de todos los niveles recibieron la misma atención en el proceso de sensibilización y apoyo para implementar huertos escolares con la intención de afianzar la separación de los RSU y apoyar la Planta de Lombricompostaje. A los profesores se les orientó sobre las ventajas pedagógicas de un huerto escolar en el que se pueden desarrollar actividades para reforzar conocimientos, habilidades y valores en los estudiantes. Es importante hacer notar, que la intervención del gobierno municipal en el mantenimiento de la Planta y la apertura en el rendimiento de cuentas hacia la sociedad civil organizada es un ejercicio que permitió tener una mejor aceptación, tanto del proyecto como de la administración municipal en sí. Otro actor importante fue la academia representada por la Facultad de Biología de la Universidad Veracruzana, quien apoyó en la asesoría técnica de los procesos de la Planta de Lombricompostaje; así como el Colegio de Veracruz (COLVER), quien apoyó en los procesos de sensibilización y sistematización de la información. La presencia de estos actores académicos externos también favorecieron la aceptación del proyecto al brindar confiabilidad a todo el proceso de apropiación social (Mier y Terán et al., 2018).

Algunas experiencias similares, se desarrollaron en Puerto Rico, el programa Eco Escuelas manejado por la Organización para un Ambiente Sustentable (OPAS), fomenta prácticas e iniciativas sustentables dentro de las escuelas, como el buen uso del recurso agua, la reducción de los residuos sólidos, el uso eficiente de la energía, y la agricultura sustentable; todo a través de la implementación de huertos que se articulan al currículo escolar (García, 2009). En Belice y Nicaragua, los docentes toman como propia la iniciativa de hacer actividades de EA, donde se involucra al estudiantado en el trabajo de la tierra a través de huertos escolares. En estos contextos, los docentes trabajan la educación rural con un enfoque eco pedagógico (Halal, 2015) y esto ha servido como puente hacia buenos comportamientos socioambientales (Martínez y Carballo, 2013). Por su parte, en Mérida (Venezuela), la ejecución del Programa de Educación Ambiental para la cuenca del río Mucujún, tuvo la participación estratégica de la Universidad de Los Andes, con el apoyo financiero de la empresa Aguas de Mérida, el Ministerio del


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Ambiente y de los Recursos Naturales, el Ministerio de Educación y Deportes, y ocho escuelas de la cuenca. El programa de EA se ejecutó a través de pequeños proyectos prácticos, entre ellos la implementación de huertos escolares; de esta forma, la EA fue una enseñanza práctica, interactiva y dinámica que permitió inducir a un aprendizaje significativo en los educandos y educadores. El programa de EA contribuyó a la conservación de la cuenca del río Mucujún, creando conciencia ambiental en la población infantil y juvenil (Molina, 2006). En estas experiencias mencionadas, al igual que en la de Teocelo, hay aspectos claves de éxito para la EA: los vínculos entre diferentes actores clave, el aprendizaje significativo, la ecopedagogía y los huertos como recurso didáctico.

El reto de encontrar nuevas estrategias de enseñanza-aprendizaje, aplica también para la EA, donde se deben hacer cambios profundos (Wojtarowski, 2015). Históricamente, se ha percibido un fracaso en las metodologías de la EA, sobre todo en las que predomina el saber enciclopédico. Por lo tanto, se necesita un cambio de paradigma en la EA, donde los programas formativos contemplen a la población tanto en la definición de sus contenidos, como en la planeación de acciones tendientes a mitigar o resolver problemáticas socioambientales en su territorio. Se trata de dar valor a la experiencia y visión de los involucrados, de manera que el impacto del trabajo pueda ser más efectivo y práctico, como el caso de los huertos (Vergara et al., 2010).

En este sentido, los huertos escolares pueden fungir como una herramienta pedagógica (Aldea, 2012) potente al entrelazar competencias teóricas de distintas asignaturas de todos los niveles educativos (Eugenio y Aragón, 2017), sumado al aporte axiológico que hacen al fomentar valores como la tolerancia, el respeto, la disciplina entre los profesores y estudiantes (Nicolás et al., 2017) con lo cual aportan mucho a lo que se ha llamado ciudadanía democráticamente activa (Bolívar, 2016). Lo que se pretende con el trabajo en el huerto como estrategia de EA y sustentabilidad, es que el estudiante conozca su entorno, y reflexione sobre su actuar con la naturaleza y las consecuencias emergentes. Para que los objetivos de la EA se cumplan, las estrategias deben ser innovadoras, capaces de formar estudiantes con una visión amplia y crítica para ofrecer propuestas que mejoren la calidad del medio ambiente y las condiciones de vida de las futuras generaciones (Guillén, 1996).

Derivado de este proyecto es justo mencionar que por su contribución al conocimiento, aprovechamiento sustentable, protección y conservación de la diversidad biológica en México, el jurado del Premio al Mérito Ecológico 2016, otorgó una mención especial en la categoría de Educación Ambiental Formal al Centro de Atención Múltiple de Educación Especial María Enriqueta Camarillo (Teocelo), que con su participación activa logró desarrollar diferentes proyectos como el establecimiento de huertos escolares, producción de plantas medicinales y de ornato, y un pequeño módulo de lombricompostaje.


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CONCLUSIÓN

La incorporación de los diferentes actores desde el diseño de la metodología del presente trabajo fue un acierto que condujo al éxito del mismo. Cada actor desde sus capacidades y potencialidades aportó lo correspondiente generando una sinergia que se pone de manifiesto en los resultados del proyecto. Los huertos escolares son un recurso didáctico importante cuando se hace una planificación articulada de los contenidos de la educación básica. Lo anterior, permite no solo el desarrollo de competencias teóricas y heurísticas sino también la parte axiológica hacia la cual está dirigida la EA justamente en lo referente al cambio positivo de los comportamientos socioambientales que generarán una transformación social no solo en el componente ambiental sino formando ciudadanos socialmente responsables en todas las aristas.

La alianza con actores externos como la Universidad Veracruzana y el COLVER, fue importante ya que brindaron recursos y apoyos a los procesos de legitimidad y organización humana, para alcanzar una participación masiva de instituciones educativas del municipio de Teocelo en las actividades sustantivas de la Planta de lombricompostaje. Esta vinculación, se estableció de forma ágil, gracias a las buenas prácticas de gobernanza que venía adelantando la autoridad municipal con diferentes sectores sociales (cafetaleros y amas de casa); lo que demuestra que a través de espacios públicos de uso común se puede hacer EA, pero también es evidente que la autoridad municipal en alianza con actores clave puede lograr prácticas sustentables.

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