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I Carnavales, desfiles y procesiones Roberto DaMatta fl/li propósito aquí es discutir los tres modos básicos mediante los cuales se puede ñlualizar en el mundo brasileño. Para ello, enfoco el análisis en torno de dos de esas formas: el desfile militar y el carnaval, de modo que el estudio inicia con la comparación de dos modos de reflejar y expresar la estructura so- cial brasileña, para luego incluir la procesión -ya sea por necesidad compara- tiva y de control de los datos, o porque esa otra forma luego se impone- Sin embargo, no se trata de una presentación empírica, por decirlo así, de esos ma- teriales, en los que dichas formas se confirman en el plano de la sociedad bra- sileña, ya que el estudio procede de esas manifestaciones específicas e intenta -con los recursos de la sociología comparada- alcanzar un plano más universal y profundo, en el cual se pueden discutir con relativa seguridad (pero nunca con plena certeza) los mecanismos básicos de aquello que se convino en clasi- ficar como ritual o ritualización. Asimismo, el capítulo pretende presentar dos problemas básicos y, a mi pa- recer, inseparables: la cuestión de los principios o mecanismos fundamentales utilizados para dramatizar el mundo y la manera como pueden aislarse relati- vamente unos de otros por medio del modo comparado de analizar el mundo social. Un segundo objetivo es situar esas procesiones, desfiles y carnavales Traducción de Tatiana Sulc. El presente texto corresponde a un capítulo de un libro escrito originalmente en 1979. Como los buenos vi- nos, en vez de envejecer, ha alcanzado después de ua cuarto de siglo una estructura y un equilibrio que lo han convertido en un clásico de la estirpe de los estudios de Gilberto Freyre y Darcy Ribeiro. Ha sido tradu- cido al inglés y al francés, y próximamente tendremos, por fin. ima edición en español, publicada por el Fon- do de Cultura Económica, (|ue gentilmente autorizó la publicación de este fragmento. 30

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    Carnavales, desfiles y procesiones

    Roberto DaMatta

    fl/li propsito aqu es discutir los tres modos bsicos mediante los cuales se puede lualizar en el mundo brasileo. Para ello, enfoco el anlisis en torno de dos de esas formas: el desfile militar y el carnaval, de modo que el estudio inicia con la comparacin de dos modos de reflejar y expresar la estructura so-

    cial brasilea, para luego incluir la procesin -ya sea por necesidad compara- tiva y de control de los datos, o porque esa otra forma luego se impone- Sin embargo, no se trata de una presentacin emprica, por decirlo as, de esos ma- teriales, en los que dichas formas se confirman en el plano de la sociedad bra-

    silea, ya que el estudio procede de esas manifestaciones especficas e intenta -con los recursos de la sociologa comparada- alcanzar un plano ms universal y profundo, en el cual se pueden discutir con relativa seguridad (pero nunca con plena certeza) los mecanismos bsicos de aquello que se convino en clasi- ficar como ritual o ritualizacin.

    Asimismo, el captulo pretende presentar dos problemas bsicos y, a mi pa-

    recer, inseparables: la cuestin de los principios o mecanismos fundamentales utilizados para dramatizar el mundo y la manera como pueden aislarse relati- vamente unos de otros por medio del modo comparado de analizar el mundo social. Un segundo objetivo es situar esas procesiones, desfiles y carnavales

    Traduccin de Tatiana Sulc. El presente texto corresponde a un captulo de un libro escrito originalmente en 1979. Como los buenos vi-

    nos, en vez de envejecer, ha alcanzado despus de ua cuarto de siglo una estructura y un equilibrio que lo han convertido en un clsico de la estirpe de los estudios de Gilberto Freyre y Darcy Ribeiro. Ha sido tradu-

    cido al ingls y al francs, y prximamente tendremos, por fin. ima edicin en espaol, publicada por el Fon- do de Cultura Econmica, (|ue gentilmente autoriz la publicacin de este fragmento.

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    como formas bsicas mediante las cuales la llamada realidad brasilea se des-

    dobla ante s misma, se mira en su propio espejo social y, proyectando mlti- ples imgenes de s, se engendra como una medusa, en su lucha y dilema entre

    permanecer o cambiar. Clasifico el carnaval y las festividades del Da de la Independencia (o Da

    de la Patria) como rituales nacionales. Esto porque ambos son ritos basados en la posibilidad de dramatizar valores globales, crticos e incluyentes de nuestra

    sociedad. Los rituales nacionales contrastan claramente con otras formas de reunin especficas de ciertas regiones, segmentos, clases, grupos y categoras sociales, ya que implican un mnimo de sincrona {c.f. Leopoldi, 1978). Esto quiere decir que cuando se realiza un ritual nacional toda la sociedad debe estar orientada hacia el acontecimiento centralizador de esa ocasin, con la co- lectividad que detiene o cambia radicalmente sus actividades. Un indicio tpico de esa centralizacin y consecuente sincrona de actividades es que los ritua- les nacionales implican siempre un abandono u "olvido" del trabajo, porque

    sus das son feriados nacionales. De manera que prefiero establecer una dicotoma provisional entre ritos

    orientados hacia todo el orden nacional y que ayudan a construir y a cristalizar una identidad nacional incluyente, como el carnaval o el Da de la Patria, y aquellas dramatizaciones programadas que, por el contrario, estn en el otro extremo del mundo colectivo, ya que en ese caso nos centramos en el santo pa- trn, en la costumbre local, en el llamado "folclor" o tradicin, que pertenece nicamente a aquella ciudad, estado, regin o grupo social. Ya no se trata del reino universalizante de un Brasil que puede contener todas sus variaciones in- ternas e incluso el mundo conocido (como sucede explcitamente en la ideolo- ga carnavalesca), sino del reino de lo exclusivo y que especifica las diferencias entre mundos sociales, como manda la cartilla de la dialctica social.

    Pero adems de esa distincin provisional, prefiero tambin -como ya lo indiqu en la introduccin- no oponer el concepto de rito al de ceremonial, y de esta forma no recorro el camino seguro, abierto por tantos estudiosos que me precedieron. El motivo bsico de esta actitud es mi posicin crtica respec- to de la asociacin tan repetida del ceremonial con el lado secular de la vida, mientras que el rito estara situado en el lado mstico del mundo. De acuerdo

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    con lo que intentar demostrar en este captulo, el estudio de los materiales

    brasileos proporcionado por una sociologa comparativa de los carnavales,

    desfiles y procesiones no autoriza tales identificaciones y diferenciaciones, dado que parece indicar que es mucho ms fecundo el camino abierto por la visin gradualista, contrastante y dialctica de los llamados actos rituales. As,

    en vez de definir el rito por medio de algn rasgo positivo y sustantivo, opt por definirlo (junto con el ceremonial y la fiesta) por medio del contraste con

    los actos del mundo diario, de modo que el punto focal se centra en las oposi- ciones bsicas que se dan entre las secuencias de acciones dramticas que todo acto ceremonia! o ritual debe necesariamente contener, construir o elaborar. As, el ritual jugara mucho ms con el drama -que permite la conciencia del

    mundo social- que con algn componente mstico o mgico.

    RUTINAS Y RITOS

    En Brasil, como en otras sociedades, hay una clasificacin de los acontecimien- tos sociales segn su ocurrencia. Por un lado estn los acontecimientos que for- man parte de la rutina de lo cotidiano, llamado en Brasil del "da a da" o sim- plemente "de la vida", y los que quedan fuera de ese "da a da" repetitivo y rutinario: "fiestas", "ceremoniales" (o ceremonias), "solemnidades", "bailes", "congresos", "reuniones", "encuentros", "conferencias", etctera, donde lo

    que llama la atencin es su carcter aglutinador de personas, grupos y clases sociales.

    stos se distinguen de los "milagros", "golpes de suerte", "tragedias", "dra- mas", "desastres" y "catstrofes" por ^txprevistos. En ese sentido, se constitu- yen en lo que puede llamarse lo extraordinario construido por y para la sociedad, en oposicin a los acontecimientos que igualmente suspenden la rutina de lo

    cotidiano, pero que estn marcados por la imprevisibilidad, es decir que la so- ciedad no los puede controlar. Por esto mismo pueden denominarse extraordi-

    narios no previstos por las normas o reglas sociales, dado que siempre se refieren

    como sucesos que alcanzan a la sociedad, conforme lo sealan los titulares de los peridicos al anunciar las catstrofes y tragedias. Como se puede deducir con facilidad, en este caso toda la sociedad se ve afectada por igual. En lugar

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    de que los grupos y las clases sociales sean afectados de forma diferente, de acuerdo con su posicin en la estructura de poder, en el caso de una catstrofe todos son alcanzados por el mismo lado, por la misma cosa, y tienen que en-

    frentar el hecho extraordinario utilizando los mismos recursos e instrumentos. Esto iguala a todos los grupos frente al acontecimiento, que asume una misma

    proporcin para todos, como si fuese una ley general. Es lo que ocurre con co- munidades enteras cuando se enfrentan a huracanes, inundaciones y tempes-

    tades de nieve.' Parece raro el uso de la palabra "ritual" en Brasil, y generalmente es una

    expresin vinculada con momentos marcados por un comportamiento solem- ne, caracterizado por el control explcito de la palabra, de los gestos y de la ves-

    timenta, como ocurre en los funerales y en algunos oficios cvicos y religiosos. El uso de las expresiones forma/ e informa/ como calificativos para la naturaleza de ciertos encuentros, permite deducir que forman polos extremos en un cori- tinuum. Esto se da del modo siguiente: en el polo informal estaran situaciones

    como "fiestas" y, en el polo de la formalidad, las situaciones sealadas como "solemnidades", trmino ms adecuado, tal vez, para designar las reuniones en

    que se exige un mnimo de divisin interna y donde la estructura jerarquizan- te aparece de modo manifiesto. De esta forma, mientras que los acontecimien- tos informales se basan en la idea de espontaneidad, en la despersonalizacin o descentralizacin y en el bloqueo de la jerarqua, los formales se centralizan

    fuertemente y se basan en momentos bien marcados. Por lo mismo, es ms di- fcil //egar retrasado o perderse un "baile" o un "carnaval" que un funeral o una

    conferencia. En otros trminos, los acontecimientos formales tienen un sujeto o un centro (el motivo de la fiesta) y una asistencia. Pero los carnavales son mo- mentos mucho ms individualizados, son vistos como propiedad de todos y como momentos en los que la sociedad se descentraliza. De ah el uso del tr- mino "carnaval" para situaciones de alto desentendimiento, dado que la discu- sin y la confusin llegan al lmite del desorden porque todos hablan al mismo tiempo, seal de una descentralizacin mxima.

    ' Quiero agradecer a Bjom Maybury-Lewis las informaciones y los estimulantes comentarios respecto de la ltima tempestad de nieve que arras la ciudad de Cambridge, Massachussets, en enero de 1978.

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    Aunque no pretendo clasificar los acontecimientos sociales brasileos, la

    discusin permite ya deducir algunos principios reveladores. El primero es la se- paracin ntida entre el mbito del mundo cotidiano y el universo de los acon- tecimientos extra-ordinams. El paso de un mbito a otro est marcado por mo- dificaciones en el comportamiento, y esos cambios crean las condiciones para

    que se perciban como especiales. Este es el subuniverso de Vi'i fiestas y de las solemnidades.

    El segundo principio es la confirmacin d