Identidad 10 - OCT 2011

4
Este es tu espacio, está esperando tus opiniones, tus cuen- tos, tus ensayos, tus poemas, ... da rienda suelta a tu imagina- ción… Invita: ASOHUELLAS Asociación Comunitaria Dejando Huellas Más información con Humberto Londoño en el correo electrónico [email protected] Identidad No. 010 P ÁGINA 8 O CTUBRE D E 2011 Una nueva sociedad exige un entramado cultural nuevo. La cul- tura nueva demanda nuevos valo- res. O escogemos el facilismo, el in- mediatismo, el oportunismo, el caciquismo, el autoritarismo, el mucho beneficio poco esfuerzo de la actual sociedad mesiánica. O construimos sobre la persistencia, el trabajo lento pero continuo, los liderazgos colectivos, las decisio- nes colegiadas y democráticas, el esfuerzo racional que las necesida- des públicas demanden en pro del beneficio comunitario. Estas dos opciones son las funda- mentales al momento de sortear laa realidad de las comunidades pe- riféricas y marginales. Realidad que muchas veces se vuelve nues- tra más fuerte antagónica. Pero es solo la consciencia de que esta dialéctica nos avasalla lo que nos permitirá tomar una acción aserti- va, comprometida, responsable y consecuente. Por lo anterior sintetizo que si hacemos conciencia de los valores culturales que subyacen en cada una de nuestras acciones desde escenarios íntimos, individuales y colectivos, en la familia, la institu- ción educativa, el barrio, la comu- na, … hallaremos una salida justa. Un camino alternativo donde la acción y la participación ciudadana se eviden- cien con la efectiva, eficiente y eficaz inter- vención de diversos grupos de hombres y mujeres, escribiendo otra historia con hechos que expre- sen otros valores cul- turales. I. I. son las juntas de acción comunal, los consejos consultivos comuna- les, las asambleas barriales, las aso- ciaciones de madres y padres de familia, los consejos estudiantiles (si es que existe alguno), los co- mités barriales (si es que funciona alguno)… En 16 años de implementación de la participación ciudadana tenemos que reconocer una realidad plena de frustraciones (y aprendizajes), pues en muchas de las aspiraciones so- ciales se puede evidenciar una rea- lidad más oscura que la que parió la nueva Carta Política. A mi atrevimiento se le hace gran eco en nuestras comunidades. Es común escuchar que pa` qué tanto curso de formación, tanto taller de acción comunal, tanto encuentro de formadores, tanta educación en veedurías, tanto enseñoramiento discursivo de la convivencia, segu- ridad y participación ciudadana, si eso no sirve pa´ nada. Desde de mi óptica es simple ex- plicar esta situación a partir de que entiendo que nuevos conceptos y nuevas ideas, demandan nuevas prácticas, nuevos aprendizajes, nue- vos líderes y nuevas liderezas. Es una demanda monumental, es un llamado a construir una sociedad nueva, dado que la actual o nos ig- nora, o nos excluye, o … (Viene de la página 7) Imágenes tomadas de: http://weblogs.clarin.com/antilogicas/page/ Imagen tomada de:http://conurbanonoticias.wordpress.com/2011/09/30/la-matanza-110/ Me miré al espejo y me dije “este aspecto no me gusta”, mire más atrás y ví un cielo azu- loso y blanco. Nuevamente sentí “ya veo porque no me ha gustado mi aspecto”, por primera vez me veía como era en realidad, o al menos como me veía la gente, puesto que yo nunca me vi en obra negra. La imagen que tenía de mí era la de un hombre de piel humana y un cuerpo de car- ne y hueso y proporciona- do. Pero ahora observaba mi realidad, era solo una mole de hormigón decadente, una cabeza mitad de carne, hue- sos y piel, la otra mitad de cemento y are- na y piedra, la que se estaba derrumbando y mostraba serios indicios de que así con- tinuaría. No tenía un tronco humano, era como un ruinoso paralepípedo vetusto, antiquísimo. Sin extremidades superiores, al parecer ya se habían caído y pude ver, a través del espacio que alguna vez ocupó la coyuntura del hombro, hacia adentro de mí. No vi vísceras, no vi corazón a mi lado izquier- do, solo vi una barra de hierro, un metal herrum- broso fue lo más significa- tivo que exhibió mi cuerpo en ruinas, descomunal, an- clado al piso, en la cima de un acantilado, de espaldas a un mar calmo y embria- gador, sereno. Observé mi cuello, atrás en la espalda, abra- zado por una curva de argamasa unida a una capa de más argamasa formando una joroba, me di cuenta que este mate- rial era pesadísimo, sentí el peso de mi deforme cuerpo por primera vez. Esta pesada sensación decidió inmedia- tamente que deb- ía acelerar el de- rrumbamiento de este cuerpo, mi cuerpo real, aho- ra lo reconocía tal cual, quizás ello procuraría el surgimiento de un cuerpo libre y de piel. Pensaba: ¿quién me ayu- dará con un cin- cel y una masa para empezar la tarea de quitarme este peso desco- munal de enci- ma?, ya me veía con unas manos imaginarias des- armándome… No recuerdo más, no recuerdo como volví a dormirme o in- gresaría a otro sueño que ahora no recuerdo. VIE07OCT11 / 9:11. I. I. PUNTOS DE INTERÉS ESPECIAL : No es un canto a la vida, sino una crítica a las conquistas materiales de las realizaciones humanas del hombre actual, que deambula solo entre la multitud, insatisfecho con su profesión, su rol en el hogar, sus relaciones sociales y el fanatismo por competir y sentirse útil. Ver páginas 6. A ÑO 1 N O 010 I I d e n t i d a d COMUNA O1 MEDELLÍN COLOMBIA Prosa poética 2 Ensayo sobre la ceguera de Saramago 4 Morir sin ser querido 6 Participación ciudadana versus mesianismos 7 CONTENIDO: C ONTRIBUCIÓN $800 O CTUBRE D E 2011 Una publicación de ASOHUELLAS Estaba hecho de hormigón Golems. Imagen tomada de: http://adfercin.blogspot.com/p/seres-mitologicos.html

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Me miré al espejo y me dije “este aspecto no me gusta”, mire más atrás y ví un cielo azuloso y blanco. Nuevamente sentí “ya veo porque no me ha gustado mi aspecto”, por primera vez me veía como era en realidad, o al menos como me veía la gente, puesto que yo nunca me vi en obra negra. La imagen que tenía de mí era la de un hombre de piel humana y un cuerpo de carne y hueso y proporcionado. Pero ahora observaba mi realidad, era solo una mole de hormigón decadente, una cabeza mitad de carne, huesos y piel, la otra mitad de cemento y arena y piedra, la que se estaba derrumbando y mostraba serios indicios de que así continuaría.

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Page 1: Identidad 10 - OCT 2011

Este es tu espacio,

está esperando tus

opiniones, tus cuen-

tos, tus ensayos, tus

poemas, ... da rienda

suelta a tu imagina-

ción…

Invita:

ASOHUELLAS

Asociación

Comunitaria

Dejando

Huellas

Más información con Humberto

Londoño en el correo electrónico

[email protected]

IIdentidad No. 010 P ÁGINA 8 O

CT

UB

RE

DE

20

11

Una nueva sociedad exige un

entramado cultural nuevo. La cul-

tura nueva demanda nuevos valo-

res.

O escogemos el facilismo, el in-

mediatismo, el oportunismo, el

caciquismo, el autoritarismo, el

mucho beneficio poco esfuerzo de

la actual sociedad mesiánica. O

construimos sobre la persistencia,

el trabajo lento pero continuo, los

liderazgos colectivos, las decisio-

nes colegiadas y democráticas, el

esfuerzo racional que las necesida-

des públicas demanden en pro del

beneficio comunitario.

Estas dos opciones son las funda-

mentales al momento de sortear laa

realidad de las comunidades pe-

riféricas y marginales. Realidad

que muchas veces se vuelve nues-

tra más fuerte antagónica. Pero es

solo la consciencia de que esta

dialéctica nos avasalla lo que nos

permitirá tomar una acción aserti-

va, comprometida, responsable y

consecuente.

Por lo anterior sintetizo que si

hacemos conciencia de los valores

culturales que subyacen en cada

una de nuestras acciones desde

escenarios íntimos, individuales y

colectivos, en la familia, la institu-

ción educativa, el barrio, la comu-

na, … hallaremos una salida justa.

Un camino alternativo donde la

acción y la participación ciudadana

se eviden-

cien con la

e f e c t i v a ,

eficiente y

eficaz inter-

vención de

d i v e r s o s

grupos de

hombres y

m u j e r e s ,

escribiendo

otra historia

con hechos

que expre-

sen otros

valores cul-

turales. I.I.

son las juntas de acción comunal,

los consejos consultivos comuna-

les, las asambleas barriales, las aso-

ciaciones de madres y padres de

familia, los consejos estudiantiles

(si es que existe alguno), los co-

mités barriales (si es que funciona

alguno)…

En 16 años de implementación de

la participación ciudadana tenemos

que reconocer una realidad plena de

frustraciones (y aprendizajes), pues

en muchas de las aspiraciones so-

ciales se puede evidenciar una rea-

lidad más oscura que la que parió la

nueva Carta Política.

A mi atrevimiento se le hace gran

eco en nuestras comunidades. Es

común escuchar que pa` qué tanto

curso de formación, tanto taller de

acción comunal, tanto encuentro de

formadores, tanta educación en

veedurías, tanto enseñoramiento

discursivo de la convivencia, segu-

ridad y participación ciudadana, si

eso no sirve pa´ nada.

Desde de mi óptica es simple ex-

plicar esta situación a partir de que

entiendo que nuevos conceptos y

nuevas ideas, demandan nuevas

prácticas, nuevos aprendizajes, nue-

vos líderes y nuevas liderezas. Es

una demanda monumental, es un

llamado a construir una sociedad

nueva, dado que la actual o nos ig-

nora, o nos excluye, o …

(Viene de la página 7)

Imágenes tomadas de: http://weblogs.clarin.com/antilogicas/page/

Imagen tomada de:http://conurbanonoticias.wordpress.com/2011/09/30/la-matanza-110/

Me miré al espejo y

me dije “este aspecto no

me gusta”, mire más

atrás y ví un cielo azu-

loso y blanco.

Nuevamente sentí “ya

veo porque no me ha

gustado mi aspecto”,

por primera vez me veía

como era en realidad, o

al menos como me veía

la gente, puesto que yo

nunca me vi en obra

negra.

La imagen

que tenía de

mí era la de un

hombre de piel

humana y un

cuerpo de car-

ne y hueso y

proporciona-

do. Pero ahora

observaba mi

realidad, era

solo una mole

de hormigón

decadente, una

cabeza mitad

de carne, hue-

sos y piel, la

otra mitad de

cemento y are-

na y piedra, la

que se estaba

derrumbando

y mostraba

serios indicios

de que así con-

tinuaría.

No tenía un tronco

humano, era como un

ruinoso paralepípedo

vetusto, antiquísimo. Sin

extremidades superiores, al

parecer ya se habían caído

y pude ver, a través del

espacio que alguna vez

ocupó la coyuntura del

hombro, hacia adentro de

mí. No vi vísceras, no vi

corazón a mi lado izquier-

do, solo vi una barra de

hierro, un metal herrum-

broso fue lo más significa-

tivo que exhibió mi cuerpo

en ruinas, descomunal, an-

clado al piso, en la cima de

un acantilado, de espaldas

a un mar calmo y embria-

gador, sereno.

Observé mi cuello,

atrás en la espalda, abra-

zado por una curva de

argamasa unida a una

capa de más argamasa

formando una joroba, me

di cuenta que este mate-

rial era pesadísimo, sentí

el peso de mi deforme

cuerpo por primera vez.

Esta pesada sensación

decidió inmedia-

tamente que deb-

ía acelerar el de-

rrumbamiento de

este cuerpo, mi

cuerpo real, aho-

ra lo reconocía

tal cual, quizás

ello procuraría el

surgimiento de

un cuerpo libre y

de piel. Pensaba:

¿quién me ayu-

dará con un cin-

cel y una masa

para empezar la

tarea de quitarme

este peso desco-

munal de enci-

ma?, ya me veía

con unas manos

imaginarias des-

armándome…

No recuerdo

más, no recuerdo

como volví a

dormirme o in-

gresaría a otro sueño que

ahora no recuerdo.

VIE07OCT11 / 9:11. I.I.

PUNTOS DE INTERÉS

ESPECIAL :

No es un canto a la vida, sino

una crítica a las conquistas

materiales de las realizaciones

humanas del hombre actual,

que deambula solo entre la

multitud, insatisfecho con su

profesión, su rol en el hogar,

sus relaciones sociales y el

fanatismo por competir y

sentirse útil.

Ver páginas 6.

AÑO 1 — NO 010

I I d e n t i d a d

COMUNA O1 — MEDELLÍN — COLOMBIA

Prosa poética 2

Ensayo sobre la ceguera

de Saramago 4

Morir sin ser querido 6

Participación ciudadana

versus mesianismos 7

CONTENIDO:

CONTRIBUCIÓN $800

OCTUBRE DE 2011 Una publicación de ASOHUELLAS

Estaba hecho de hormigón

Golems. Imagen tomada de: http://adfercin.blogspot.com/p/seres-mitologicos.html

Page 2: Identidad 10 - OCT 2011

IIdentidad No. 010 P ÁGINA 2

3.

Esta temporalidad única y

alienable

combate materia, entre los

remolinos

de una corriente centenaria:

es la mano que emerge del río,

y su desesperado contacto

exterior,

de auxilio imposible,

exacerba la nulidad inmersa:

es el gesto que hace huella,

y su limitada pasión

resulta artífice de telarañas de

inciertos,

que cubren la vacuidad de la

especulación.

4.

Hoy la historia se despertó

en las manos de un alfarero,

y la suerte - que ya no

importa

- se exilió en otro lugar.

Hoy el futuro amaneció de

arcilla,

y el azar es apenas un insecto

preso en la telaraña de los

sueños.

Hoy la historia se despertó

en las manos de un alfarero,

y la esperanza - inútil ya -

le cedió su lugar al hacedor

de los días nuevos.

ASOHUELLAS

Asociación Comunitaria

Dejando Huellas POR UNA NIÑEZ SANA, CREATIVA,

SOLIDARIA Y ALEGRE

I d e n t i d a d

Ediciones Artesanales La Caverna

Dirección, diseño y diagramación

Humberto Londoño

[email protected]

Edición

Humberto Londoño

Participan en este número

Mauricio Atehortúa

Harry Harret

Joan Zapata

Humberto Londoño

Primera página

Autor: Frank Stein

“... el sentido de las palabras solo pertenece a la representación de cada uno y por mucho que sea acep-tado por todos, no tiene otra existen-cia que la que tiene en el pensamien-to de los individuos tomados uno por

uno... ”

Michel Foucault.

Textos Cotidianos de Realidades Invisibles

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01

1

1.

Deslío sin prisa las amarras de lo

cotidiano;

lastre para inmovilizar historias de

lo no dicho,

en la corriente insistente de los

días.

Y anudo sin aprobación

la cuota presente de mi destino,

a golpes de razón y

pantomima en los sentidos.

La lógica que seduce al acto

reconstruye la probabilidad,

despreocupa los anhelos y

trastorna lo imposible.

2.

Se llama utopía,

y a cada dos pasos prorroga la

perspectiva.

No conoce edad,

y el equívoco cronológico

hace semblante de otro tiempo.

Tiene la forma del agua,

con la que finalmente hace un lugar

de búsqueda

tan personal como el misterio.

Prosa poética Harry Harret

Imagen tomada de: http://disnoosfera.wordpress.com/2009/02/24/objetos-

cotidianos/

Imagen tomada de: http://elcuartomundo.com/

(Continúa en la página 3)

P ÁGINA 7

Este título connota un fuerte de-

bate dialéctico dada la naturaleza

opuesta de los dos conceptos.

Con esto quiero reflexionar en

torno a dos conceptos que marcan

de forma definitiva la acción indi-

vidual y colectiva del desarrollo

de las comunidades. Finalmente

es ánimo de este humilde autor

plantear, o más bien sugerir, una

síntesis que posibilite avanzar a

escenarios alternativos de relacio-

namiento humano, especialmente

en lo concerniente a lo colectivo y

la participación

comuni ta r ia .

Escenarios pa-

ra poner en

acción hechos

que evidencien

nuevas cate-

gorías de inter-

acción humana,

lo que también

constituye una

impronta en la

historia; así

como en los

ejercicios de

lecto-escritura

se deja huella

con la profun-

didad concep-

tual (pues esta

actividad no se

limitan al acto

simple de dibu-

jar grafemas),

con los hechos

se deja huella

en la historia.

Empiezo por

la idea que tie-

ne más relación

con lo viejo,

que nos trans-

porta a mile-

nios atrás en la

historia. Pues

esta condi-

ción provo-

que en los

líderes y li-

derezas cier-

to placer por

la certeza de

que de a la

vuelta de

esquina li-

barán del

maná de los

dioses. Pero

la realidad es

tozuda y es

p a t é t i c o

co mproba r

que a la es-

pera del sal-

vador han

pasado los

ú l t i m o s

años, lustros,

décadas, si-

glos,… sin la

e s p e r a d a

redención y, sí bien sumidos en

este círculo vicioso. Cualquier

parecido con la realidad no es solo

coincidencia.

En otra parte encontramos un

concepto muy nuevo, la participa-

ción, que recibe gran difusión a

partir de la Constitución Política de

1991, esa cuyo espíritu empezó a

minarse desde la primera reforma.

Concepto que por demás se ha elo-

giado y vilipendiado, toda vez que

lo novedoso de esta idea no ha de-

jado de ser un canto de sirena que

oculta a la mayoría el reencauche

de una idea vieja: el mesianismo.

Me atrevo a expresar que la parti-

cipación ciudadana puede reflejarse

en sus propios resultados como una

farsa, dada la perspectiva mesiáni-

ca que ha desarrollado con el paso

de la democracia representativa

institucional a la democracia repre-

sentativa en escenarios comunita-

rios tan cercanos a la gente como

OC

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01

1

el mesianismo es una

tendencia humana que

salda todo conflicto a

partir de la esperanza en

un ser carismático que

salvará la humanidad.

Por extensión, en el de-

venir social, es típico

encontrar que una mayor-

ía de gente, pasiva, inac-

tiva, inerme y muchas

veces sórdida y taimada,

deposite todos sus sueños

y demandas sociales y

políticas en su líder o

lidereza de cabecera. Así

se evidencia que en la

gran ma-

yoría no

hay una

acción y un

t r a b a j o

comprome-

tido para

hacerse a

lo que le

pertenece de lo públi-

co. Su disposición

solo llega a gritar

como mendigo una

limosna y a esperar

parásitamente su ma-

terialización. Con el

agravante de que

quienes guían no han

entendido el viejo

adagio popular de no

dar pescado sino en-

señar a pescar y co-

mo un mitológicos

Atlas posmodernos

alzan para sus cuestas

la infinidad de pro-

blemáticas de sus

comunidades misera-

bles, que a la sazón

son las grandes vici-

situdes que la huma-

nidad ha padecido a

lo largo de la historia.

Quizá vislumbrar

IIdentidad No. 010

... la idea que tiene

más relación con lo

viejo, que nos trans-

porta a milenios

atrás en la historia.

Pues el mesianismo

es una tendencia

humana que salda

todo conflicto a par-

tir de la esperanza

en un ser carismáti-

co que salvará la

humanidad…

es típico encontrar

que una mayoría de

gente, pasiva, inac-

tiva, inerme y mu-

chas veces sórdida

y taimada, deposite

todos sus … en su

líder o lidereza de

cabecera.

… la participación,

que recibe gran di-

fusión a partir de la

Constitución Políti-

ca de 1991…

Concepto que por

demás se ha elogia-

do y vilipendiado,

toda vez que lo no-

vedoso de esta idea

no ha dejado de ser

un canto de sirena

que oculta a la ma-

yoría el reencauche

de una idea vieja: el

mesianismo.

HUMBERTO LONDOÑO Integrante Asociación Comunitaria

Dejando Huellas — ASOHUELLAS

Participación ciudadana versus mesianismos

(Continúa en la página 8)

Page 3: Identidad 10 - OCT 2011

IIdentidad No. 010 P ÁGINA 6

Quizás un anciano no es el más

sabio, pero si el que sabe el camino

y tal vez sea esta condición la que

le permite a Jean Becker (de 71

años) mostrar una ruta en la exis-

tencia del hombre a través de su

película Dejad de quererme, 2008.

Ambientada en la época moderna,

tan generosa en bienes materiales

como parca en tiempo para re-

flexionar sobre un mundo de hipó-

crita vida familiar, el actor Albert

Dupontel interpreta a Antoine, un

hombre de éxito

en lo laboral y en

su vida social,

con esposa y 2

hijos.

En esta condición

un hombre deci-

de preguntarse

¿para qué me

quieren?, un in-

terrogante que si

bien no es explí-

cito en los diálo-

gos es deducible,

incluso por el

comportamiento

cínico y patán

(anormal) de éste

entre sus conoci-

dos. Una constan-

te por la incerti-

dumbre -¿para qué vivir?- e inquie-

tud por negarse a lo construido -

¿qué he hecho con mi vida?- son

los motivos en Antoine para decidir

manejarse mal, tal vez para no lla-

mar la atención y no ser recordado

por sus hijos, amigos y esposa. Pa-

rece que su deseo es no quedar en

la memoria de ellos por lo que fue,

sino por aquello que pudo haber

sido.

No hay en esta película tintes de

desarrollo individual o superación -

quizás algunos así lo crean por los

subtítulos del final- es un cuestio-

namiento civil -cómo me compor-

to-, moral -no herir a los otros-,

ético -qué hago con mi vida- y sin

duda, existencial -¿cómo morir?-.

No es un canto a la vida, sino una

crítica a las conquistas materiales

de las realizaciones humanas del

hombre actual, que deambula solo

entre la multitud, insatisfecho con

su profesión, su rol en el hogar,

sus relaciones sociales y el fana-

tismo por competir y sentirse útil.

Entonces, no sólo en la edad del

director sino también por su expe-

riencia con sus anteriores pelícu-

las, en especial en Dialogue avec

mon jardinier, 2007, se denota un

interés singular por los traumas y

preocupaciones del hombre, es

decir, una pregunta por la existen-

cia de éste. En esta película hace

una apología a la amistad entre un

hombre sencillo que ama la tierra

y un prestigioso artista incapaz de

trabajarla.

En este film, Antoine es el ejem-

plo del hombre moderno -padre,

inteligente, pudiente y exitoso-

que no quiere amigos, ni trabajo ni

familia. En su ser más intimo esta

la impotencia y angustia por no

haber sido otro. Y ante la mínima

oportunidad para actuar -como

hubiese querido- es tildado de loco,

porque es esta condición mental el

estado para burlar las normas, -

dejar el empleo- los protocolos -

deseo por la mujer del prójimo- y

las reglas -reírse de sus amigos en

la mesa-. Sin embargo, La película

devela la condición natural del

hombre por emparejarse y no po-

der estar solo, -Antoine busca a su

padre- para evocar recuerdos no

muy buenos y discutir asuntos pen-

dientes del pasado. Tal vez esa

sencillez es un

grito contestata-

rio a la indivi-

dualidad pro-

puesta por el

sistema, que en

vez de reivindi-

carla (ser uno

mismo) es de

individualismo

egocéntrico.

Becker valora

enormemente la

importancia del

sujeto, no solo

el de nuestra

época, sino tam-

bién el de otros

momentos, con

sus pasiones,

deseos, persecu-

ciones, conflictos, diferencias, ma-

lestares, dilemas y lucidez. De

hecho, en la historia nosotros tam-

bién somos un sujeto único. Por

último, esta obra ofrece la oportu-

nidad de hacer un alto en el camino

de esta vida agitada para plantearse

la pregunta, ¿Qué he hecho con mi

vida?, aquello que he querido o lo

impuesto por el medio, ese entorno

ideológico y dominante en el cual

nacemos y crecemos. Y es aquí

donde se define la ruta mencionada

al inicio del texto. I.I.

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Morir sin ser querido ... ¡imposible! JOAN ZAPATA [email protected]

Imagen tomada de: http://bit.ly/qWQnBF

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IIdentidad No. 010

y noches a filo de navaja,

se conjugan como cuota de

incertidumbre en el paisaje

cotidiano. Entre el desecho

cultural una mirada de au-

sencia adquiere presencia:

derribada del mundo y de

la esperanza versátil que

alguna vez pobló el agru-

pamiento de sus descon-

tentos. Para a quienes

nombrar es de su agrado,

podría ser el salto a gritos,

de la paradójica contradic-

ción entre la sentencia de

una mente que juró morir y

un cuerpo que se negó a

creerlo.

Una mirada en penumbra

gira sobre sí; y a unos se-

gundos de ella, negándole

sombra por centímetros,

aparece una historia de medio siglo

con lentes oscuros, un despliegue

de crónicas de amor cortés y duelos

anatómicos: mascarada de lo inevi-

table, que reclama ser mujer en me-

dio de la multitud rauda e indife-

rente que pinta de vida, muerte y

ruido la calle. Como si la evidencia

fuese la herida por donde respira su

belleza, entre los múltiples colores

Hoy el futuro amaneció de arcilla,

y mañana será el cántaro

en el que beberé hasta la saciedad

toda la muerte, y toda la vida.

5.

Un sol recalcitrante de utilidad

perezosa, metonimia de tierra de

secaderos de ropa y sudor en la

frente, excusa para monólogos

entre gente desconocida, gana

terreno lentamente ante la oscuri-

dad que recubre el pilar de un

puente peatonal.

Recogida, con sed de sombra,

repta contra sí la forma harapienta

que viste a dos décadas de exclu-

sión: un universo de andenes y

vehículos, periódicos y estiércol,

(Viene de la página 2)

de sus pinturas y atavíos, y los sur-

cos obscuros que agrietan su rostro,

irrumpe otra curiosa paradoja entre

un cuerpo que anunció su muerte y

una mente que se negó a aceptarlo.

Como cualquier proceso sin

reversa, los destinos se dispersan,

se reúnen las sombras, y en la

orilla de esta agitación una mira-

da se apaga… I.I.

I m a g e n t o m a d a d e : h t t p s : / /

josamotril.wordpress.com/2009/11/18/acertijo-mitologico-%

C2%BFquien-era-este-dios/

Mujer con ojos cerrados. Imagen tomada de: http://elblogderafan.blogspot.com/2009_09_01_archive.html

I m a g e n t o m a d a d e : h t t p : / /

marsolana.blogspot.com/2010_02_01_archive.html

Imagen tomada de: http://jack-lecter.blogspot.com/2011/04/de-mascaras-y-la-

vida.html

Page 4: Identidad 10 - OCT 2011

IIdentidad No. 010 P ÁGINA 4

Es realmente sorprendente la his-

toria que nos compartió el brillante

José Saramago en su libro titulado

ensayo sobre la ceguera. He tenido

la agradable oportunidad de leerlo

y no es cuestionable ni censurable

la narrativa que utiliza este gran

autor en su libro. En él nos da a

entender sin vacilar la continua

decadencia que identifica a la raza

humana, la llamada raza de seres

inteligentes se ha ensalzado en su

perdición durante siglos.

Pero muchos detractores dirán

que es un libro demasiado tosco y

vulgar ya que sus letras no son

pomposas y no hace más que hablar

de mierda, por todos lados y en

cada rincón, que se halla en la ciu-

dad donde viven los ciudadanos

que han perdido su visión. Pero a

mi parecer es un libro demasiado

entendible para el lector. Es si no

que el que lo lee abra su mente y

se despoje de tantas ideas purita-

nas. Les aseguro que notarán el

cambio y se saldrán de la mentira

(la que niega la utopía de la perfec-

ción) que tanto los ha enceguecido.

No debemos olvidar que en un

alto porcentaje nuestra evolución

también ha dejado su lado de bar-

barie, de indiferencia, de destruc-

ción. .

Atrevámonos a leer nuevos temas,

equilibremos nuestra cultura con

nuevos autores, salgámonos de

tantas lecturas fáciles siempre es-

perando un final trillado

y pomposo lleno de fan-

tasía mas no de realidad,

que se olvidan de la reali-

dad que somos, de la

idiosincrasia de que esta-

mos hechos.

En este libro vemos lo

sucio y bajo que pode-

mos llegar a ser y hacer

las personas. Cuando nos

hacemos los ciegos ante

nuestro entorno, ante

nuestras familias, ante

las religiones, ante la

política, ante la sociedad

en todo su esplendor.

Saramago plasma y

expone, con su gran co-

nocimiento de sociólogo

(de estudioso del hombre,

de la mujer y la humani-

dad, como se deja ver en

todos sus libros), las des-

venturas, los dilemas, los

horrores de sus semejan-

tes, y no pasa por alto

ninguna característica

que los humanos posee-

mos, ya sean estas a fa-

vor o en contra de los

habitantes de este plane-

ta.

Saramago era

un hombre que

no tenía pelos

en la lengua

para criticar o

alabar la raza

humana, por

eso en su libro

ensayo sobre la

ceguera nos adentra al

gran cuestionamiento que

siempre ha pesado sobre

nuestras conciencias,

hasta qué punto podemos

llegar por poder, hasta qué punto

nos arrastramos y vendemos

nuestra dignidad por un poco de

alimento, de dinero , de recono-

cimiento, hasta qué punto tolera-

remos que unos pocos corrompi-

dos ciudadanos se nos adueñen de

lo que legítimamente nos pertene-

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Es realmente sorprendente el ensayo sobre la ceguera de Saramago

(Continúa en la página 5)

MAURICIO ATEHORTÚA

[email protected]

Tomado en: http://www.google.com.co/imgres?q=ensayo+sobre+la+ceguera+jose+saramago

Tomado de: http://listas.20minutos.es/lista/cual-es-el-mejor-libro-del-mundo-the-best-

book-of-the-world-25501/

P ÁGINA 5

tocan sus

pertenen-

cias, hasta

el punto

definitivo

de con-

vertirse en

una epide-

mia y de-

jar una

ciudad

con todos

sus habi-

tantes en-

fermos de

sus ojos.

Está bien

ilustrada

la aventu-

ra que les

empieza a

suceder a

todos es-

tos ciuda-

danos pa-

deciendo

la cegue-

ra, la mis-

ma cegue-

ra que

padece el mundo, incluyéndome .

Deja como personaje principal

para auxiliar a este mundo de cie-

gos a una sola persona que ha sido

invulnerable al mal, quien es la mu-

jer del oftalmólogo.

El autor nos lleva a la doble moral

del individuo, esta vez el valor que

fructifica es el de altruismo.

Siempre van a ver dolientes, aun-

que pocos, los hay, y aunque son

positivas las historias de estos bue-

nos samaritanos tarde o temprano

el sistema que ellos auxilian los

destruirá.

Esta mujer fue la lumbrera de

algunos ciegos, incluyendo a su

esposo, imagínense el caos, sin em-

bargo ella no vaciló y se encargó

de guiar y de defender estos dolien-

tes, de sentir todas sus penurias, de

ver como la ciudad colapsaba de

ver infinidad de ciegos deambulan-

do sin rumbo, sin alimento, sin sus

pertenencias, sin sus sueños.

Ella fue el bastón, el perro laza-

rillo, de estos indefensos.

Recalco que el autor no se sale

de los paradigmas sociales, de sus

lineamientos, la vida no es una

utopía.

Somos seres contradictorios, nos

hacemos llamar seres inteligentes,

pero somos un millón de bastar-

dos.

Nunca dejaremos de andar en

nuestra propia suciedad.

Un brindis por la memoria del

gran JOSE SARAMAGO.

“CREO QUE NO ESTABAN

CIEGOS, MAS BIEN CREO

QUE NOS HACEMOS LOS CIE-

GOS ANTE NUESTRA REALI-

DAD”, así decía la esposa del of-

talmólogo después de que los ciu-

dadanos empezaron a recuperar la

vista. I.I.

ce. Esto nos quería dar a entender

el autor. Como somos y como

siempre seremos. Un conjunto de

contradicciones forman al ser

humano, lleno de incertidumbres,

de lamentos, de cegue-

ra.

En este libro se ve la

honestidad que se ma-

neja de principio a fin,

al ir leyéndolo, el lector

se articula a esta histo-

ria, se transporta sin

vacilar a la ciudad don-

de se ha empezado a

contagiar las personas

de ceguera imaginando

como el primer hombre

que enfermo espera en

su vehículo detrás del

semáforo que este cam-

bie a verde para seguir

su marcha y llegar a su

destino, pero de pronto,

sin esperarlo, pierde la

visión y sus pupilas se

iluminan de un color

blanco, blanco encegue-

cedor, y de repente su

existencia da un giro

inesperado y su huma-

nidad queda vulnerable

ante un entorno que no

es de fiar.

Que frágil quedamos

al perder uno de nues-

tros sentidos; y más

cuando creemos que

somos vulnerables a

las enfermedades que

aquejan a otros.

El libro es una historia

que nos lleva a cuestio-

narnos, a vernos en

nuestra irónica existen-

cia. Nos invita a sentir

el dolor del otro, el sen-

timiento de nuestro semejantes.

Todo empieza con una luz blan-

ca que obstruye la visión y el que

se va contagiando, trasmite la en-

fermedad a los individuos que lo

tocan (al primer „enfermo‟) o que

(Viene de la página 4)

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IIdentidad No. 010

Tomado en: http://www.google.com.co/imgres?q=ensayo+sobre+la+ceguera+jose+saramago

Tomado de: http://talent.paperblog.com/el-premio-nobel-jose-saramago-fallece-en-lanzarote-189696/