Identidad 10 - OCT 2011
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Transcript of Identidad 10 - OCT 2011
Este es tu espacio,
está esperando tus
opiniones, tus cuen-
tos, tus ensayos, tus
poemas, ... da rienda
suelta a tu imagina-
ción…
Invita:
ASOHUELLAS
Asociación
Comunitaria
Dejando
Huellas
Más información con Humberto
Londoño en el correo electrónico
IIdentidad No. 010 P ÁGINA 8 O
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Una nueva sociedad exige un
entramado cultural nuevo. La cul-
tura nueva demanda nuevos valo-
res.
O escogemos el facilismo, el in-
mediatismo, el oportunismo, el
caciquismo, el autoritarismo, el
mucho beneficio poco esfuerzo de
la actual sociedad mesiánica. O
construimos sobre la persistencia,
el trabajo lento pero continuo, los
liderazgos colectivos, las decisio-
nes colegiadas y democráticas, el
esfuerzo racional que las necesida-
des públicas demanden en pro del
beneficio comunitario.
Estas dos opciones son las funda-
mentales al momento de sortear laa
realidad de las comunidades pe-
riféricas y marginales. Realidad
que muchas veces se vuelve nues-
tra más fuerte antagónica. Pero es
solo la consciencia de que esta
dialéctica nos avasalla lo que nos
permitirá tomar una acción aserti-
va, comprometida, responsable y
consecuente.
Por lo anterior sintetizo que si
hacemos conciencia de los valores
culturales que subyacen en cada
una de nuestras acciones desde
escenarios íntimos, individuales y
colectivos, en la familia, la institu-
ción educativa, el barrio, la comu-
na, … hallaremos una salida justa.
Un camino alternativo donde la
acción y la participación ciudadana
se eviden-
cien con la
e f e c t i v a ,
eficiente y
eficaz inter-
vención de
d i v e r s o s
grupos de
hombres y
m u j e r e s ,
escribiendo
otra historia
con hechos
que expre-
sen otros
valores cul-
turales. I.I.
son las juntas de acción comunal,
los consejos consultivos comuna-
les, las asambleas barriales, las aso-
ciaciones de madres y padres de
familia, los consejos estudiantiles
(si es que existe alguno), los co-
mités barriales (si es que funciona
alguno)…
En 16 años de implementación de
la participación ciudadana tenemos
que reconocer una realidad plena de
frustraciones (y aprendizajes), pues
en muchas de las aspiraciones so-
ciales se puede evidenciar una rea-
lidad más oscura que la que parió la
nueva Carta Política.
A mi atrevimiento se le hace gran
eco en nuestras comunidades. Es
común escuchar que pa` qué tanto
curso de formación, tanto taller de
acción comunal, tanto encuentro de
formadores, tanta educación en
veedurías, tanto enseñoramiento
discursivo de la convivencia, segu-
ridad y participación ciudadana, si
eso no sirve pa´ nada.
Desde de mi óptica es simple ex-
plicar esta situación a partir de que
entiendo que nuevos conceptos y
nuevas ideas, demandan nuevas
prácticas, nuevos aprendizajes, nue-
vos líderes y nuevas liderezas. Es
una demanda monumental, es un
llamado a construir una sociedad
nueva, dado que la actual o nos ig-
nora, o nos excluye, o …
(Viene de la página 7)
Imágenes tomadas de: http://weblogs.clarin.com/antilogicas/page/
Imagen tomada de:http://conurbanonoticias.wordpress.com/2011/09/30/la-matanza-110/
Me miré al espejo y
me dije “este aspecto no
me gusta”, mire más
atrás y ví un cielo azu-
loso y blanco.
Nuevamente sentí “ya
veo porque no me ha
gustado mi aspecto”,
por primera vez me veía
como era en realidad, o
al menos como me veía
la gente, puesto que yo
nunca me vi en obra
negra.
La imagen
que tenía de
mí era la de un
hombre de piel
humana y un
cuerpo de car-
ne y hueso y
proporciona-
do. Pero ahora
observaba mi
realidad, era
solo una mole
de hormigón
decadente, una
cabeza mitad
de carne, hue-
sos y piel, la
otra mitad de
cemento y are-
na y piedra, la
que se estaba
derrumbando
y mostraba
serios indicios
de que así con-
tinuaría.
No tenía un tronco
humano, era como un
ruinoso paralepípedo
vetusto, antiquísimo. Sin
extremidades superiores, al
parecer ya se habían caído
y pude ver, a través del
espacio que alguna vez
ocupó la coyuntura del
hombro, hacia adentro de
mí. No vi vísceras, no vi
corazón a mi lado izquier-
do, solo vi una barra de
hierro, un metal herrum-
broso fue lo más significa-
tivo que exhibió mi cuerpo
en ruinas, descomunal, an-
clado al piso, en la cima de
un acantilado, de espaldas
a un mar calmo y embria-
gador, sereno.
Observé mi cuello,
atrás en la espalda, abra-
zado por una curva de
argamasa unida a una
capa de más argamasa
formando una joroba, me
di cuenta que este mate-
rial era pesadísimo, sentí
el peso de mi deforme
cuerpo por primera vez.
Esta pesada sensación
decidió inmedia-
tamente que deb-
ía acelerar el de-
rrumbamiento de
este cuerpo, mi
cuerpo real, aho-
ra lo reconocía
tal cual, quizás
ello procuraría el
surgimiento de
un cuerpo libre y
de piel. Pensaba:
¿quién me ayu-
dará con un cin-
cel y una masa
para empezar la
tarea de quitarme
este peso desco-
munal de enci-
ma?, ya me veía
con unas manos
imaginarias des-
armándome…
No recuerdo
más, no recuerdo
como volví a
dormirme o in-
gresaría a otro sueño que
ahora no recuerdo.
VIE07OCT11 / 9:11. I.I.
PUNTOS DE INTERÉS
ESPECIAL :
No es un canto a la vida, sino
una crítica a las conquistas
materiales de las realizaciones
humanas del hombre actual,
que deambula solo entre la
multitud, insatisfecho con su
profesión, su rol en el hogar,
sus relaciones sociales y el
fanatismo por competir y
sentirse útil.
Ver páginas 6.
AÑO 1 — NO 010
I I d e n t i d a d
COMUNA O1 — MEDELLÍN — COLOMBIA
Prosa poética 2
Ensayo sobre la ceguera
de Saramago 4
Morir sin ser querido 6
Participación ciudadana
versus mesianismos 7
CONTENIDO:
CONTRIBUCIÓN $800
OCTUBRE DE 2011 Una publicación de ASOHUELLAS
Estaba hecho de hormigón
Golems. Imagen tomada de: http://adfercin.blogspot.com/p/seres-mitologicos.html
IIdentidad No. 010 P ÁGINA 2
3.
Esta temporalidad única y
alienable
combate materia, entre los
remolinos
de una corriente centenaria:
es la mano que emerge del río,
y su desesperado contacto
exterior,
de auxilio imposible,
exacerba la nulidad inmersa:
es el gesto que hace huella,
y su limitada pasión
resulta artífice de telarañas de
inciertos,
que cubren la vacuidad de la
especulación.
4.
Hoy la historia se despertó
en las manos de un alfarero,
y la suerte - que ya no
importa
- se exilió en otro lugar.
Hoy el futuro amaneció de
arcilla,
y el azar es apenas un insecto
preso en la telaraña de los
sueños.
Hoy la historia se despertó
en las manos de un alfarero,
y la esperanza - inútil ya -
le cedió su lugar al hacedor
de los días nuevos.
ASOHUELLAS
Asociación Comunitaria
Dejando Huellas POR UNA NIÑEZ SANA, CREATIVA,
SOLIDARIA Y ALEGRE
I d e n t i d a d
Ediciones Artesanales La Caverna
Dirección, diseño y diagramación
Humberto Londoño
Edición
Humberto Londoño
Participan en este número
Mauricio Atehortúa
Harry Harret
Joan Zapata
Humberto Londoño
Primera página
Autor: Frank Stein
“... el sentido de las palabras solo pertenece a la representación de cada uno y por mucho que sea acep-tado por todos, no tiene otra existen-cia que la que tiene en el pensamien-to de los individuos tomados uno por
uno... ”
Michel Foucault.
Textos Cotidianos de Realidades Invisibles
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1.
Deslío sin prisa las amarras de lo
cotidiano;
lastre para inmovilizar historias de
lo no dicho,
en la corriente insistente de los
días.
Y anudo sin aprobación
la cuota presente de mi destino,
a golpes de razón y
pantomima en los sentidos.
La lógica que seduce al acto
reconstruye la probabilidad,
despreocupa los anhelos y
trastorna lo imposible.
2.
Se llama utopía,
y a cada dos pasos prorroga la
perspectiva.
No conoce edad,
y el equívoco cronológico
hace semblante de otro tiempo.
Tiene la forma del agua,
con la que finalmente hace un lugar
de búsqueda
tan personal como el misterio.
Prosa poética Harry Harret
Imagen tomada de: http://disnoosfera.wordpress.com/2009/02/24/objetos-
cotidianos/
Imagen tomada de: http://elcuartomundo.com/
(Continúa en la página 3)
P ÁGINA 7
Este título connota un fuerte de-
bate dialéctico dada la naturaleza
opuesta de los dos conceptos.
Con esto quiero reflexionar en
torno a dos conceptos que marcan
de forma definitiva la acción indi-
vidual y colectiva del desarrollo
de las comunidades. Finalmente
es ánimo de este humilde autor
plantear, o más bien sugerir, una
síntesis que posibilite avanzar a
escenarios alternativos de relacio-
namiento humano, especialmente
en lo concerniente a lo colectivo y
la participación
comuni ta r ia .
Escenarios pa-
ra poner en
acción hechos
que evidencien
nuevas cate-
gorías de inter-
acción humana,
lo que también
constituye una
impronta en la
historia; así
como en los
ejercicios de
lecto-escritura
se deja huella
con la profun-
didad concep-
tual (pues esta
actividad no se
limitan al acto
simple de dibu-
jar grafemas),
con los hechos
se deja huella
en la historia.
Empiezo por
la idea que tie-
ne más relación
con lo viejo,
que nos trans-
porta a mile-
nios atrás en la
historia. Pues
esta condi-
ción provo-
que en los
líderes y li-
derezas cier-
to placer por
la certeza de
que de a la
vuelta de
esquina li-
barán del
maná de los
dioses. Pero
la realidad es
tozuda y es
p a t é t i c o
co mproba r
que a la es-
pera del sal-
vador han
pasado los
ú l t i m o s
años, lustros,
décadas, si-
glos,… sin la
e s p e r a d a
redención y, sí bien sumidos en
este círculo vicioso. Cualquier
parecido con la realidad no es solo
coincidencia.
En otra parte encontramos un
concepto muy nuevo, la participa-
ción, que recibe gran difusión a
partir de la Constitución Política de
1991, esa cuyo espíritu empezó a
minarse desde la primera reforma.
Concepto que por demás se ha elo-
giado y vilipendiado, toda vez que
lo novedoso de esta idea no ha de-
jado de ser un canto de sirena que
oculta a la mayoría el reencauche
de una idea vieja: el mesianismo.
Me atrevo a expresar que la parti-
cipación ciudadana puede reflejarse
en sus propios resultados como una
farsa, dada la perspectiva mesiáni-
ca que ha desarrollado con el paso
de la democracia representativa
institucional a la democracia repre-
sentativa en escenarios comunita-
rios tan cercanos a la gente como
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el mesianismo es una
tendencia humana que
salda todo conflicto a
partir de la esperanza en
un ser carismático que
salvará la humanidad.
Por extensión, en el de-
venir social, es típico
encontrar que una mayor-
ía de gente, pasiva, inac-
tiva, inerme y muchas
veces sórdida y taimada,
deposite todos sus sueños
y demandas sociales y
políticas en su líder o
lidereza de cabecera. Así
se evidencia que en la
gran ma-
yoría no
hay una
acción y un
t r a b a j o
comprome-
tido para
hacerse a
lo que le
pertenece de lo públi-
co. Su disposición
solo llega a gritar
como mendigo una
limosna y a esperar
parásitamente su ma-
terialización. Con el
agravante de que
quienes guían no han
entendido el viejo
adagio popular de no
dar pescado sino en-
señar a pescar y co-
mo un mitológicos
Atlas posmodernos
alzan para sus cuestas
la infinidad de pro-
blemáticas de sus
comunidades misera-
bles, que a la sazón
son las grandes vici-
situdes que la huma-
nidad ha padecido a
lo largo de la historia.
Quizá vislumbrar
IIdentidad No. 010
... la idea que tiene
más relación con lo
viejo, que nos trans-
porta a milenios
atrás en la historia.
Pues el mesianismo
es una tendencia
humana que salda
todo conflicto a par-
tir de la esperanza
en un ser carismáti-
co que salvará la
humanidad…
es típico encontrar
que una mayoría de
gente, pasiva, inac-
tiva, inerme y mu-
chas veces sórdida
y taimada, deposite
todos sus … en su
líder o lidereza de
cabecera.
… la participación,
que recibe gran di-
fusión a partir de la
Constitución Políti-
ca de 1991…
Concepto que por
demás se ha elogia-
do y vilipendiado,
toda vez que lo no-
vedoso de esta idea
no ha dejado de ser
un canto de sirena
que oculta a la ma-
yoría el reencauche
de una idea vieja: el
mesianismo.
HUMBERTO LONDOÑO Integrante Asociación Comunitaria
Dejando Huellas — ASOHUELLAS
Participación ciudadana versus mesianismos
(Continúa en la página 8)
IIdentidad No. 010 P ÁGINA 6
Quizás un anciano no es el más
sabio, pero si el que sabe el camino
y tal vez sea esta condición la que
le permite a Jean Becker (de 71
años) mostrar una ruta en la exis-
tencia del hombre a través de su
película Dejad de quererme, 2008.
Ambientada en la época moderna,
tan generosa en bienes materiales
como parca en tiempo para re-
flexionar sobre un mundo de hipó-
crita vida familiar, el actor Albert
Dupontel interpreta a Antoine, un
hombre de éxito
en lo laboral y en
su vida social,
con esposa y 2
hijos.
En esta condición
un hombre deci-
de preguntarse
¿para qué me
quieren?, un in-
terrogante que si
bien no es explí-
cito en los diálo-
gos es deducible,
incluso por el
comportamiento
cínico y patán
(anormal) de éste
entre sus conoci-
dos. Una constan-
te por la incerti-
dumbre -¿para qué vivir?- e inquie-
tud por negarse a lo construido -
¿qué he hecho con mi vida?- son
los motivos en Antoine para decidir
manejarse mal, tal vez para no lla-
mar la atención y no ser recordado
por sus hijos, amigos y esposa. Pa-
rece que su deseo es no quedar en
la memoria de ellos por lo que fue,
sino por aquello que pudo haber
sido.
No hay en esta película tintes de
desarrollo individual o superación -
quizás algunos así lo crean por los
subtítulos del final- es un cuestio-
namiento civil -cómo me compor-
to-, moral -no herir a los otros-,
ético -qué hago con mi vida- y sin
duda, existencial -¿cómo morir?-.
No es un canto a la vida, sino una
crítica a las conquistas materiales
de las realizaciones humanas del
hombre actual, que deambula solo
entre la multitud, insatisfecho con
su profesión, su rol en el hogar,
sus relaciones sociales y el fana-
tismo por competir y sentirse útil.
Entonces, no sólo en la edad del
director sino también por su expe-
riencia con sus anteriores pelícu-
las, en especial en Dialogue avec
mon jardinier, 2007, se denota un
interés singular por los traumas y
preocupaciones del hombre, es
decir, una pregunta por la existen-
cia de éste. En esta película hace
una apología a la amistad entre un
hombre sencillo que ama la tierra
y un prestigioso artista incapaz de
trabajarla.
En este film, Antoine es el ejem-
plo del hombre moderno -padre,
inteligente, pudiente y exitoso-
que no quiere amigos, ni trabajo ni
familia. En su ser más intimo esta
la impotencia y angustia por no
haber sido otro. Y ante la mínima
oportunidad para actuar -como
hubiese querido- es tildado de loco,
porque es esta condición mental el
estado para burlar las normas, -
dejar el empleo- los protocolos -
deseo por la mujer del prójimo- y
las reglas -reírse de sus amigos en
la mesa-. Sin embargo, La película
devela la condición natural del
hombre por emparejarse y no po-
der estar solo, -Antoine busca a su
padre- para evocar recuerdos no
muy buenos y discutir asuntos pen-
dientes del pasado. Tal vez esa
sencillez es un
grito contestata-
rio a la indivi-
dualidad pro-
puesta por el
sistema, que en
vez de reivindi-
carla (ser uno
mismo) es de
individualismo
egocéntrico.
Becker valora
enormemente la
importancia del
sujeto, no solo
el de nuestra
época, sino tam-
bién el de otros
momentos, con
sus pasiones,
deseos, persecu-
ciones, conflictos, diferencias, ma-
lestares, dilemas y lucidez. De
hecho, en la historia nosotros tam-
bién somos un sujeto único. Por
último, esta obra ofrece la oportu-
nidad de hacer un alto en el camino
de esta vida agitada para plantearse
la pregunta, ¿Qué he hecho con mi
vida?, aquello que he querido o lo
impuesto por el medio, ese entorno
ideológico y dominante en el cual
nacemos y crecemos. Y es aquí
donde se define la ruta mencionada
al inicio del texto. I.I.
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Morir sin ser querido ... ¡imposible! JOAN ZAPATA [email protected]
Imagen tomada de: http://bit.ly/qWQnBF
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IIdentidad No. 010
y noches a filo de navaja,
se conjugan como cuota de
incertidumbre en el paisaje
cotidiano. Entre el desecho
cultural una mirada de au-
sencia adquiere presencia:
derribada del mundo y de
la esperanza versátil que
alguna vez pobló el agru-
pamiento de sus descon-
tentos. Para a quienes
nombrar es de su agrado,
podría ser el salto a gritos,
de la paradójica contradic-
ción entre la sentencia de
una mente que juró morir y
un cuerpo que se negó a
creerlo.
Una mirada en penumbra
gira sobre sí; y a unos se-
gundos de ella, negándole
sombra por centímetros,
aparece una historia de medio siglo
con lentes oscuros, un despliegue
de crónicas de amor cortés y duelos
anatómicos: mascarada de lo inevi-
table, que reclama ser mujer en me-
dio de la multitud rauda e indife-
rente que pinta de vida, muerte y
ruido la calle. Como si la evidencia
fuese la herida por donde respira su
belleza, entre los múltiples colores
Hoy el futuro amaneció de arcilla,
y mañana será el cántaro
en el que beberé hasta la saciedad
toda la muerte, y toda la vida.
5.
Un sol recalcitrante de utilidad
perezosa, metonimia de tierra de
secaderos de ropa y sudor en la
frente, excusa para monólogos
entre gente desconocida, gana
terreno lentamente ante la oscuri-
dad que recubre el pilar de un
puente peatonal.
Recogida, con sed de sombra,
repta contra sí la forma harapienta
que viste a dos décadas de exclu-
sión: un universo de andenes y
vehículos, periódicos y estiércol,
(Viene de la página 2)
de sus pinturas y atavíos, y los sur-
cos obscuros que agrietan su rostro,
irrumpe otra curiosa paradoja entre
un cuerpo que anunció su muerte y
una mente que se negó a aceptarlo.
Como cualquier proceso sin
reversa, los destinos se dispersan,
se reúnen las sombras, y en la
orilla de esta agitación una mira-
da se apaga… I.I.
I m a g e n t o m a d a d e : h t t p s : / /
josamotril.wordpress.com/2009/11/18/acertijo-mitologico-%
C2%BFquien-era-este-dios/
Mujer con ojos cerrados. Imagen tomada de: http://elblogderafan.blogspot.com/2009_09_01_archive.html
I m a g e n t o m a d a d e : h t t p : / /
marsolana.blogspot.com/2010_02_01_archive.html
Imagen tomada de: http://jack-lecter.blogspot.com/2011/04/de-mascaras-y-la-
vida.html
IIdentidad No. 010 P ÁGINA 4
Es realmente sorprendente la his-
toria que nos compartió el brillante
José Saramago en su libro titulado
ensayo sobre la ceguera. He tenido
la agradable oportunidad de leerlo
y no es cuestionable ni censurable
la narrativa que utiliza este gran
autor en su libro. En él nos da a
entender sin vacilar la continua
decadencia que identifica a la raza
humana, la llamada raza de seres
inteligentes se ha ensalzado en su
perdición durante siglos.
Pero muchos detractores dirán
que es un libro demasiado tosco y
vulgar ya que sus letras no son
pomposas y no hace más que hablar
de mierda, por todos lados y en
cada rincón, que se halla en la ciu-
dad donde viven los ciudadanos
que han perdido su visión. Pero a
mi parecer es un libro demasiado
entendible para el lector. Es si no
que el que lo lee abra su mente y
se despoje de tantas ideas purita-
nas. Les aseguro que notarán el
cambio y se saldrán de la mentira
(la que niega la utopía de la perfec-
ción) que tanto los ha enceguecido.
No debemos olvidar que en un
alto porcentaje nuestra evolución
también ha dejado su lado de bar-
barie, de indiferencia, de destruc-
ción. .
Atrevámonos a leer nuevos temas,
equilibremos nuestra cultura con
nuevos autores, salgámonos de
tantas lecturas fáciles siempre es-
perando un final trillado
y pomposo lleno de fan-
tasía mas no de realidad,
que se olvidan de la reali-
dad que somos, de la
idiosincrasia de que esta-
mos hechos.
En este libro vemos lo
sucio y bajo que pode-
mos llegar a ser y hacer
las personas. Cuando nos
hacemos los ciegos ante
nuestro entorno, ante
nuestras familias, ante
las religiones, ante la
política, ante la sociedad
en todo su esplendor.
Saramago plasma y
expone, con su gran co-
nocimiento de sociólogo
(de estudioso del hombre,
de la mujer y la humani-
dad, como se deja ver en
todos sus libros), las des-
venturas, los dilemas, los
horrores de sus semejan-
tes, y no pasa por alto
ninguna característica
que los humanos posee-
mos, ya sean estas a fa-
vor o en contra de los
habitantes de este plane-
ta.
Saramago era
un hombre que
no tenía pelos
en la lengua
para criticar o
alabar la raza
humana, por
eso en su libro
ensayo sobre la
ceguera nos adentra al
gran cuestionamiento que
siempre ha pesado sobre
nuestras conciencias,
hasta qué punto podemos
llegar por poder, hasta qué punto
nos arrastramos y vendemos
nuestra dignidad por un poco de
alimento, de dinero , de recono-
cimiento, hasta qué punto tolera-
remos que unos pocos corrompi-
dos ciudadanos se nos adueñen de
lo que legítimamente nos pertene-
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Es realmente sorprendente el ensayo sobre la ceguera de Saramago
(Continúa en la página 5)
MAURICIO ATEHORTÚA
Tomado en: http://www.google.com.co/imgres?q=ensayo+sobre+la+ceguera+jose+saramago
Tomado de: http://listas.20minutos.es/lista/cual-es-el-mejor-libro-del-mundo-the-best-
book-of-the-world-25501/
P ÁGINA 5
tocan sus
pertenen-
cias, hasta
el punto
definitivo
de con-
vertirse en
una epide-
mia y de-
jar una
ciudad
con todos
sus habi-
tantes en-
fermos de
sus ojos.
Está bien
ilustrada
la aventu-
ra que les
empieza a
suceder a
todos es-
tos ciuda-
danos pa-
deciendo
la cegue-
ra, la mis-
ma cegue-
ra que
padece el mundo, incluyéndome .
Deja como personaje principal
para auxiliar a este mundo de cie-
gos a una sola persona que ha sido
invulnerable al mal, quien es la mu-
jer del oftalmólogo.
El autor nos lleva a la doble moral
del individuo, esta vez el valor que
fructifica es el de altruismo.
Siempre van a ver dolientes, aun-
que pocos, los hay, y aunque son
positivas las historias de estos bue-
nos samaritanos tarde o temprano
el sistema que ellos auxilian los
destruirá.
Esta mujer fue la lumbrera de
algunos ciegos, incluyendo a su
esposo, imagínense el caos, sin em-
bargo ella no vaciló y se encargó
de guiar y de defender estos dolien-
tes, de sentir todas sus penurias, de
ver como la ciudad colapsaba de
ver infinidad de ciegos deambulan-
do sin rumbo, sin alimento, sin sus
pertenencias, sin sus sueños.
Ella fue el bastón, el perro laza-
rillo, de estos indefensos.
Recalco que el autor no se sale
de los paradigmas sociales, de sus
lineamientos, la vida no es una
utopía.
Somos seres contradictorios, nos
hacemos llamar seres inteligentes,
pero somos un millón de bastar-
dos.
Nunca dejaremos de andar en
nuestra propia suciedad.
Un brindis por la memoria del
gran JOSE SARAMAGO.
“CREO QUE NO ESTABAN
CIEGOS, MAS BIEN CREO
QUE NOS HACEMOS LOS CIE-
GOS ANTE NUESTRA REALI-
DAD”, así decía la esposa del of-
talmólogo después de que los ciu-
dadanos empezaron a recuperar la
vista. I.I.
ce. Esto nos quería dar a entender
el autor. Como somos y como
siempre seremos. Un conjunto de
contradicciones forman al ser
humano, lleno de incertidumbres,
de lamentos, de cegue-
ra.
En este libro se ve la
honestidad que se ma-
neja de principio a fin,
al ir leyéndolo, el lector
se articula a esta histo-
ria, se transporta sin
vacilar a la ciudad don-
de se ha empezado a
contagiar las personas
de ceguera imaginando
como el primer hombre
que enfermo espera en
su vehículo detrás del
semáforo que este cam-
bie a verde para seguir
su marcha y llegar a su
destino, pero de pronto,
sin esperarlo, pierde la
visión y sus pupilas se
iluminan de un color
blanco, blanco encegue-
cedor, y de repente su
existencia da un giro
inesperado y su huma-
nidad queda vulnerable
ante un entorno que no
es de fiar.
Que frágil quedamos
al perder uno de nues-
tros sentidos; y más
cuando creemos que
somos vulnerables a
las enfermedades que
aquejan a otros.
El libro es una historia
que nos lleva a cuestio-
narnos, a vernos en
nuestra irónica existen-
cia. Nos invita a sentir
el dolor del otro, el sen-
timiento de nuestro semejantes.
Todo empieza con una luz blan-
ca que obstruye la visión y el que
se va contagiando, trasmite la en-
fermedad a los individuos que lo
tocan (al primer „enfermo‟) o que
(Viene de la página 4)
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IIdentidad No. 010
Tomado en: http://www.google.com.co/imgres?q=ensayo+sobre+la+ceguera+jose+saramago
Tomado de: http://talent.paperblog.com/el-premio-nobel-jose-saramago-fallece-en-lanzarote-189696/