Identidad 28 - ABR 2013

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Tu hombre al desnudo se cubrió con el vestido que un día dijo que no utilizaría, se puso los zapatos para caminar un poco más cómodo y no tener que preocuparse por donde pisar. Tu hombre al desnudo se le olvido el frío que un día sintió junto con otros, se cubrió, olvidó el viento helado que lo atravesaba y que casi lo congela.

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  • Imgenes tomadas de:

    http://weblogs.clarin.com/antilogicas/page/

    P GINA 8

    Arturo, amigo de Fulanito, quien lo

    llev al hospital, al saber la noticia

    de su desaparicin, se dio a la tarea

    de buscarlo en los lugares que fre-

    cuentaban. Este, despus de buscar-

    lo por todos, su-

    puso que posible-

    mente, su amigo,

    estara en la casa

    de sus padres, ya

    que estos, estaban

    de viaje y no re-

    gresaran hasta el

    jueves de la se-

    mana siguiente.

    Despus de lla-

    mar a la puerta,

    se col por el pa-

    tio, como lo acos-

    tumbraba hacer

    con Fulanito

    cuando no quer-

    an que nadie los

    encontrara y se

    resguardaban en

    el stano, que

    estaba bien dis-

    puesto y amobla-

    do para residir en

    l sin ningn pro-

    blema. Arturo,

    recorri la casa

    con mucho cuida-

    do, no fuera que

    fulanito estuviera

    all y le diera por

    esconderse. Si-

    gui examinando la casa y se diri-

    gi al stano, all encendi la luz y

    se qued pasmado al ver el cuerpo

    de su amigo tirado en el suelo.

    Llam a la ambulancia e ingreso

    con su amigo a las 11:00 p.m. a

    urgencias donde fueron revisados

    sus signos vitales.

    La noticia de su aparicin son por

    todas partes y la gente empez a

    elucubrar qu le habra pasado a

    Fulanito para decidir quitarse la

    vida.

    Sin saber an el dictamen mdico,

    las autoridades policiacas basaron

    (Viene de la pgina 7) su veredicto en la libreta que estaba

    junto a l, a la cual le faltaban algu-

    nas pginas, pues se dejaba entre-

    ver los restos que quedaron colga-

    dos al interior de esta.

    Esas hojas hab-

    an sido utilizadas

    para escribir una

    carta de tres pgi-

    nas de extensin

    y que fue devuel-

    ta por la agencia

    de correos porque

    a la direccin a la

    cual iba remitida,

    no atendieron.

    La polica dedu-

    jo que haba un

    intento de suici-

    dio por una rela-

    cin amorosa y se

    dio por cerrado el

    caso.

    Despus de es-

    tar estable Fulani-

    to, en una conver-

    sacin que tuvo

    con Arturo le

    cont lo que hab-

    a sucedido:

    Como de cos-

    tumbre me fui

    para casa de mis

    padres, a escondi-

    das, estaba tran-

    quilo comindome una carne, saba

    que estaba solo, as que me relaje;

    entre bocado y bocado, me asuste

    al ver pasar una sombra y me atra-

    gante, as que empec a darme gol-

    pes, en medio del desespero me ca

    y me golpee la cabeza.

    Arturo no se aguant y le pre-

    gunt sobre la carta, a lo cual Fula-

    nito respondi que era una carta

    que l le haba ayudado a escribir a

    su madre para una vieja amiga de la

    cual haca meses no saba nada y

    dudaba si realmente la direccin

    estaba correcta. I.I.

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    IIdentidad No. 028

    Este es tu espacio.

    Est esperando tus

    opiniones, tus cuen-

    tos, tus ensayos, tus

    poemas, tus pintu-

    ras, tus esculturas,

    tus partituras, tus

    fotografas, tus im-

    genes, tu msica, tu

    escritura, tus expre-

    siones... Tus lectu-

    ras del universo co-

    nocido y desconoci-

    do... Da rienda suel-

    ta a tu imagina-

    cin

    Invita:

    ASOHUELLAS

    Asociacin

    Comunitaria

    Dejando

    Huellas

    Ms informacin con Humberto

    Londoo. Correo Electrnico:

    [email protected]

    Imagen tomada de: http://vecto2000.com/2010/search-in-this-

    book/

    todos los espacio en los

    cuales lo haba escrito

    con su presencia, con su

    clamor y agona.

    Olvid la vida misma

    al desconocer la suya

    propia.

    Se perdi en el camino

    de eso que se llama

    civilizacin, se fue para donde las personas

    de trajes elegantes y fin-

    gida sonrisa. Dejando

    atrs un pedazo de su

    historia; pedazo ya nada

    relevante en la nueva

    vida, llena de placeres PUNTOS DE INTERS ESPECIAL :

    La doctora Ins, que fue quien

    lo recibi en su turno del

    martes a las 11:00 p.m. re-

    vis sus signos vitales y de-

    termin que Fulanito estaba

    en estado de inconciencia,

    posiblemente por estar en un

    lugar sin oxigenacin o por

    haber ingerido una sustancia

    txica, que haba que esperar

    el resultado de los exmenes

    para determinar claramente la

    causa.

    Ver pgina 7.

    AO 3 NO 028 I I d e n t i d a d

    COMUNA O1 MEDELLN COLOMBIA

    Una experiencia, una

    reflexin curricular 2

    El concepto de hombre y

    mujer 4

    Una visin semiolgica 7

    CONTENIDO:

    CONTRIBUCIN $800

    ABRIL DE 2013 Una publicacin de ASOHUELLAS

    Hombre al desnudo

    ISSN 2256-2206

    Tu hombre al desnudo

    se cubri con el vestido

    que un da dijo que no

    utilizara, se puso los

    zapatos para caminar un

    poco ms cmodo y no

    tener que preocuparse

    por donde pisar. Tu hombre al desnudo

    se le olvido el fro que

    un da sinti junto con

    otros, se cubri, olvid

    el viento helado que lo

    atravesaba y que casi lo

    congela. Olvid su pasado al

    igual que lo borro de

    alimentados por el dine-

    ro y la compaa com-

    prada. De la vieja amis-

    tad solo quedo la ausen-

    cia y el desprecio, ya

    que decidieron seguir

    conservando esa triste,

    real y pobre historia de

    la que en parte son pro-

    ducto, esos que un da

    fueron alguien para el

    hombre desnudo y que

    ahora no son nada, esos

    quienes un da le ofre-

    cieron algo ms que su

    vida.

    El Hombre al desnudo

    se llen de gallarda en

    su soledad para soportar

    vivir en la apariencia de

    la felicidad, para desco-

    nocer y olvidar toda la

    historia tortuosa, para

    olvidarse de ese ser

    msero que fue.

    Ese hombre al desnudo

    se cubre el alma de gen-

    tileza con orgullo para

    no desvanecerse cada

    da, su coraza cada vez

    es ms fuerte e impene-

    trable. Lo que no sabe ni

    sospecha nadie, es que

    ese hombre al desnudo

    cada que llega el ocaso,

    en su soledad, solo re-

    cuerda entre el llanto lo

    feliz y amado que fue

    en otrora. I.I. Imagen tomada de: http://www.allposters.es/-sp/Hombre-desnudo-de-espaldas-Posters_i8666090_.htm

  • IIdentidad No. 028 P GINA 2

    Direccin, diseo y diagramacin

    Humberto Londoo

    [email protected]

    Edicin

    Humberto Londoo

    Piedad Prez

    Participan en este nmero

    Sora Toniezper

    Pipe Prez

    Humberto Londoo

    Primera pgina

    Autora: Sora Toniezper

    [email protected]

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    En el ejercicio docente, intervi-

    niendo en el mundo del aula, es

    donde realmente como maestras

    nos damos cuenta de las necesida-

    des de la poblacin y adems de

    cmo funcionan curricularmente las

    instituciones en las cuales labora-

    mos. Est corta y larga experiencia

    me sirvi para reconocer mis limi-

    taciones como maestra y las de la

    institucin; para pensarme la crea-

    cin de un plan de rea que est de

    acorde con la poblacin de inciden-

    cia.

    Los docentes no podemos ser in-

    genuos y pretender desarrollar me-

    todolgicamente las clases de la

    misma manera cuando las poblacio-

    nes son tan diversas en una misma

    aula, y los grupos son tan heterog-

    neos en la misma institucin. No

    debemos ser eglatras y desconocer

    nuestras limitaciones, ya que nos

    preparamos con un nfasis, de lo

    dems, solo tenemos vagas o nulas

    ideas. Por lo tanto, el currculo

    prescrito1 debe ser moldeado2, cada

    institucin educativa tiene la potes-

    tad de hacer los cambios pertinen-

    tes acorde a su poblacin estudian-

    til con la intencin de dar solucin

    a las necesidades educativa, por

    ello, pueden modificar sus planes

    de rea, construir unidades didcti-

    cas y dems.

    Pero cuando la institucionalidad

    falla en aspectos curriculares tan

    elementales como la organizacin

    del tiempo escolar, es decir, el

    tiempo de una clase determinada,

    tiempos de descanso. Eso va evi-

    (Contina en la pgina 3)

    A S O H U E L L A S

    Asociacin Comunitaria

    Dejando Huellas

    NIT: 811013511-0

    POR UNA NIEZ SANA, CREATIVA, SOLIDARIA Y ALEGRE

    Calle 104 No. 36BB - 22 Barrio Granizal - Medelln, Colombia

    I d e n t i d a d

    Ediciones Artesanales La Caverna

    ISSN 2256-2206

    Biblioteca Nacional de Colombia

    Ministerio de Cultura

    Repblica de Colombia

    31-01-2012

    ... el sentido de las palabras solo pertenece a la representacin de cada uno y por mucho que sea aceptado por todos, no tiene otra existencia que la que tiene en el pensamiento de los individuos

    tomados uno por uno...

    Michel Foucault.

    Textos Cotidianos de Realidades Invisibles

    Una experiencia, una reflexin curricular

    Pipe Prez

    [email protected]

    Imagen tomada de: http://inspecciondesecundariacarloscasares.

    blogspot.com/2011/01/disenos-curriculares-de-5to-ano.html

    Imagen tomada de: http://librevuelo-vivianablog.blogspot.com/2008/10/la-importancia-de-la-actividad-motora.html

    P GINA 7

    cas o huellas que se caracterizan

    por una relacin de contigidad con

    el objeto que las produce. Es una

    extensin del objeto que queda im-

    presa en el lugar. El objeto est au-

    sente.

    Sntomas: es la rela-

    cin con lo corpreo.

    Manifestacin por la

    cual se encontrar el

    fenmeno. Ejemplo:

    bostezar, fluidos cor-

    porales.

    Despus de esta bre-

    ve introduccin al

    mundo de los signos,

    disfruten de esta histo-

    ria contenida de ellos.

    APARIENCIAS

    Despus de 48 horas,

    fulanito de tal, fue

    encontrado, desvalido,

    con marcas en ciertas

    partes del cuerpo, co-

    mo si lo hubiesen gol-

    peado; con un pauelo

    hmedo y sucio, en la

    mano izquierda, que

    tena fuertemente ce-

    rrada, junto, tena

    adems una libreta,

    con una hoja rayada

    que encabezaba con la

    fecha del 30 de marzo

    de 1.9, l se hallaba aparentemente desma-

    yado, pero con el rit-

    mo cardiaco muy leve.

    La doctora Ins, que fue quien lo

    recibi en su turno del martes a las

    11:00 p.m. revis sus signos vitales y determin que Fulanito estaba en

    estado de inconciencia, posible-

    mente por estar en un lugar sin oxi-

    genacin o por haber ingerido una

    sustancia txica, que haba que es-

    perar el resultado de los exmenes

    para determinar claramente la cau-

    sa. (Contina en la pgina 8)

    cepcin, ya que el maestro para

    rastrear los diversos signos fue Art-

    hur Conan Doyle (22 de mayo de

    1859, Edimburgo - 7 de julio de

    1930, Crowborough) quien ha deja-

    do un legado con su clebre perso-

    naje, el detective

    Sherlock Holmes.

    Ahora vamos a con-

    ceptualizar los trmi-

    nos:

    Indicios: Tienen re-

    lacin de pertenencia.

    Son objetos dejados

    por alguien en el lugar

    de los sucesos y pue-

    den ser dejados de

    f o r ma mo t i va d a

    (consciente) o inmoti-

    vada (inconsciente).

    El objeto est presen-

    te.

    Improntas: son mar-

    Una historia de signos

    Como hablantes de una lengua,

    para este caso de la lengua castella-

    na, tenemos la capacidad de usar

    una misma palabra en diferentes

    contextos, dndoles connotaciones

    diferentes, de igual manera, sole-

    mos a una palabra asociarla con

    otras, es decir, las usamos como

    sinnimas, ya que tienen un signifi-

    cado similar o idntico entre s. Pa-

    ra el caso, solemos usar las pala-

    bras: indicios, improntas y sntomas

    como sinnimos pero tienen sus

    diferencias miradas desde la semio-

    loga, disciplina de la cual se han

    valido mdicos, policas, investiga-

    dores, entre otros, para interpretar y

    construir sentido de diversas situa-

    ciones. En la literatura, no hay ex-

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    IIdentidad No. 028

    Imagen tomada de: http://lara.quebarato.co.ve/iribarren/busqueda-y-envio-de-informacion-en-

    cualquier-tematica__5337E6.html

    Una visin semiolgica

    ... tenemos la

    capacidad de

    usar una mis-

    ma palabra en

    diferentes con-

    textos, dndo-

    les connotacio-

    nes diferentes,

    de igual mane-

    ra, solemos a

    una palabra

    asociarla con

    otras, es decir,

    las usamos co-

    mo sinnimas,

    ya que tienen

    un significado

    similar o idn-

    tico entre s...

    Pipe Prez

    [email protected]

  • mismo19.

    El ritual mismo son los escenarios

    de participacin aldeana, los sacer-

    dotes, los representantes; el tiempo

    la atencin y la comunicacin dedi-

    cados antes, durante y despus de

    cultos y ceremonias son sus meca-

    nismos de participacin real; lo que

    hace al pueblo vee-

    dor de su desarrollo,

    sobre todo porque

    constantemente se

    est problematizan-

    do sobre los posi-

    bles errores ocurri-

    dos y sus conse-

    cuencias.

    Mientras se desarrolla, per-

    manecen todo el

    da como especta-

    dores. Si un ofi-

    ciante est enfer-

    mo o si no llueve

    durante su retiro,

    la murmuracin

    de la aldea insiste una y otra

    vez sobre posibles errores del

    ceremonial y sobre las implica-

    ciones de su deficiencia. Enton-

    ces el pblico se pregunta si

    acaso el sacerdote de los dioses

    P GINA 6

    lladas que son sealadas por el

    calendario y completamente

    enlazadas con los diferentes

    cultos17. Los Zuis son el claro ejemplo de

    una sociedad culta y ordenada, in-

    mersa en una aldea educadora, que

    se educaba y sociali-

    zaba desde la infor-

    malidad cotidiana

    La vida del cere-monial no sola-

    mente reclama su

    tiempo, sino que

    preocupa y absor-

    be casi toda su

    atencin. No slo

    los que son res-

    ponsables del ri-

    tual y los partici-

    pantes en l, sino

    todos los compo-

    nentes del pueblo,

    mujeres y familias,

    hacen girar sobre

    l [el ritual] preferentemente su

    conversacin diaria...18, lo que evidencia la formacin de

    hombres y mujeres para la poltica,

    entendida esta como el arte de go-

    bernarse y ordenarse un pueblo a s

    (Viene de la pgina 5)

    enmascarados ofendi

    a algn ser sobrenatu-

    ral, o si interrumpi su

    retito yendo a su hogar

    a verse con su mujer

    antes de haber transcu-

    rrido los das precep-

    tuados, o si tal vez ce-

    di a algn impulso o

    enojo () Tales son los temas de la aldea du-

    rante una quincena.

    Una de las obligacio-

    nes que se impone a

    todo sacerdote u ofi-

    ciante, durante el tiem-

    po que se participa ac-

    tivamente en las prcti-

    cas religiosas, es la de

    no experimentar cle-

    ra20. Es fcil, no es ilgico, es

    factible inferir que si los oficiantes,

    sus representantes ante el poder de

    las divinidades, fallaran, se les

    revocara su mandato, habra (mucha) otra gente capaz para asu-

    mir la responsabilidad, teniendo en

    cuenta el escenario formativo don-

    de se desenvolvan. I.I.

    IIdentidad No. 028 A

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    01

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    Imagen tomada de: http://www.solhume.se/?p=710

    Notas y Referencias 11. IZQUIERDO GALLO, Mariano. Selec-

    cin de los Mitos Aborgenes de Amrica.

    Ediciones Guadamarra, S.L, Madrid, 1965.

    p. 17.

    12. Ibd, p. 16. Los mayores desatinos acerca del concepto de Dios los cometieron

    los fenicios y los griegos. Los fenicios por

    la crueldad abominable de los sacrificios

    humanos y por la repugnante deshonestidad

    de muchos de sus ritos. Los griegos, porque

    llevaron su incalificable audacia hasta atri-

    buir a sus dioses todos los vicios y todos los

    crmenes ms repugnantes que pueden co-

    meter los hombres. 13. Ibd, p. 27. 14. Ibd, p. 20. 15. Ibd, p. 31. 16. Ibd. 17. Ibd, pginas 31-32. 18. Ibd, p. 32. 19. La finalidad de la educacin es la de ser gobiernos de s mismos. Spencer. 20. Ibd. Nota tomada por el autor de BE-NEDICT, Ruth. El Hombre y la cultura.

    Buenos Aires, 1939. pginas 92-94.

    ... evidencia la

    formacin de

    hombres y muje-

    res para la polti-

    ca, entendida esta

    como el arte de

    gobernarse y or-

    denarse un pue-

    blo a s mismo...

    lo que implica

    hacer procesos

    de enseanza

    diversos para

    atender a adul-

    tos, jvenes y

    personas que

    requieren ree-

    ducacin3; per-

    sonas que por

    muchas razo-

    nes de la socie-

    dad colombia-

    na, no se adap-

    taron la escuela

    regular o no

    accedieron a

    ella, que llevan

    tiempo deses-

    colarizados, por la razn que sea,

    como maestras no podemos impro-

    visar qu hacer con cada una de

    dichas poblaciones, necesitamos

    planear y ello se implica tiempo,

    pero cuando estamos sumidas en

    jornadas que nos convierten en una

    mquina, dejando de ser seres

    humanos para poder reflexionar

    sobre nuestra labor, para hacer se-

    leccin de materiales, para alimen-

    tarnos de otras lecturas, termina-

    mos igual que algunos estudiantes,

    haciendo la tarea por cumplir, es

    decir, no tenemos una visin clara

    de lo que ha de ser la educacin.

    Si curricularmente la institucin

    no funciona, la carga y la culpa

    tiende a recaer sobre el maestro, ya

    que se le asignan un montn de

    funciones que debe resolver extra

    clase, su tiempo de esparcimiento

    queda para que siga realizando ac-

    tividades laborales. Considero que

    nos preparamos, cualificamos, pro-

    fesionalizamos para desempear-

    nos en labores que adems de que

    nos gustan, nos permitan alcanzar

    un nivel de vida digno, donde po-

    damos tener tiempo para seguir

    leyendo el vasto mundo y no con-

    vertirnos en autmatas y unos em-

    pleados ms que terminan trabajan-

    do por un sueldo y aceptando una

    serie de condiciones que van en

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    IIdentidad No. 028

    denciando el desorden que existe,

    se desconciertan los estudiantes, los

    docentes y se va perdiendo la credi-

    bilidad, entonces se puede suponer

    que le falta mucho ms para poder

    pensarse en la transformacin de un

    PEI ms adecuado y ofrecer una

    educacin con calidad.

    S que todos los procesos son

    diferentes, pero tambin s que

    mnimamente debe haber claridades

    de funcionamiento y tener cosas,

    reitero, tan sencillas, que como do-

    cente permitan es desarrollo del

    ejercicio. El simple hecho de no

    tener las llaves de la sala de profe-

    sores, un horario claro e impreso,

    son cosas que ya conducen al caos.

    Institucionalmente, a veces no se le

    presta importancia a cosas elemen-

    tales, quiz porque las consideren

    nimias para su desempeo o por

    olvido, no se dan cuenta que si la

    base es inestable no se podr crecer

    y lo nico que se ve es el desorden

    permanente y eso harta, desconten-

    ta, desconcierta.

    Como maestra vi que la poblacin

    adems de ser vasta, es tan diversa,

    (Viene de la pgina 2)

    detrimento de nuestra calidad de

    vida.

    El currculum configura el que

    hacer de la escuela y todo lo que en

    ella converge. Trata de comprender

    muchos aspectos del mbito esco-

    lar. Es un camino, una ruta que res-

    ponde a Dnde est, para dnde

    va? Adems de pensar en las dife-

    rencias culturales, pero si no hay

    claridad de la importancia de este

    en el campo de la educacin, no se

    llegar a ninguna parte, seremos

    unos minotauros ms dando vueltas

    en el laberinto.

    Para crecer, adems de tener la

    visin, hay que hacer acciones per-

    manentes que lo posibiliten, siendo

    coherentes entre el decir y la prcti-

    ca, atendiendo hasta los ms nimios

    asuntos porque si no se est en la

    capacidad de resolver las cosas ele-

    mentales menos se estar en la de

    atender asuntos de mayor talante. I.I.

    Imagen tomada de: http://ciepellegrini.blogspot.com/2010/11/certificados-de-capacitaciones-2010.html

    Imagen tomada de: http://isfd101.bue.infd.edu.ar/sitio/print.cgi?

    wid_seccion=22&wid_item=&wOut=print

    Notas y Referencias 1. Ley General de Educacin. 2. Plan Educativo Institucional (PEI).

    3. Enseanza de nuevas formas de compor-tamiento para integrar de nuevo en la socie-

    dad a quienes han perdido, cambiado o

    desviado los hbitos adecuados segn una

    cultura determinada.

  • (Continuacin de la edicin No. 027 de Identidad)

    Mariano Izquierdo plantea que de-

    bido a la pobreza en dialctica de

    los aborgenes america-

    nos, se atribuyen deida-

    des regentes de la exis-

    tencia a los cielos, as-

    tros, la tierra, campos,

    ros, lagos y el mar:

    As la fantasa de los pueblos primitivos,

    pobres en dialctica,

    fue poblando de dioses

    el cielo, los astros, la

    tierra, los campos, los

    ros, los lagos, el mar,

    dioses del rayo, del

    trueno, de los volca-

    nes, del fuego, de la

    guerra, de las artes,

    del amor, de la fecun-

    didad, de la riqueza,

    de los placeres y de

    los tormentos11. Ser acaso que hoy, por

    pobreza dialctica, se

    erigen nuevos regentes

    de la existencia, como

    seres o cosas omnipoten-

    tes, totalitarios, globali-

    zados, ubicuos, que lo

    controlan y manejan

    todo a su antojo?, y ante

    los que no se puede hacer nada ms que acudir al consuelo o a

    las luchas impotentes,

    que puedan prodigar otros dioses

    paganos e inferiores al primacial, el

    nico controlador del orbe. El mer-

    cado y su sentimiento benevolente,

    lo que realmente es una furia ava-

    sallante, he aqu, tambin, la des-

    honestidad y abominabilidad de los

    ritos fenicios12 reaparecer cuarenta

    y cinco siglos despus. La globali-

    zacin un sentimiento benevolen-

    P GINA 4

    te y cuasi dadivoso, es detestable

    por los sacrificios humanos a que

    obliga, a causa de la inanicin.

    Hoy, mal contados, 1000 millones

    de personas en la aldea global, la

    sexta parte de la poblacin mun-

    dial, estn padeciendo fsica ham-

    bre. Ante la impotencia de pelearse

    la dignidad contra el mercantilismo

    es ms factible acudir a cualquier

    secta a buscar consuelo.

    No se ha podido entender en el

    mundo contemporneo la prescin-

    dibilidad de lo humano. Incom-

    prensin de origen milenario, segn

    una referencia de Mariano Izquier-

    do:

    No es de todas las inteligen-cias el comprender que el mal,

    como tal, no existe ni puede

    existir, porque la idea del mal

    es puramente negativa, y esa

    idea negativa se traduce, no

    por un mal real, sino por la

    carencia o limitacin de un

    bien real. No to-

    dos pueden fcil-

    mente entender

    que las cosas fsi-

    cas que llamamos

    malas, no lo son;

    sino que donde

    creemos hallar un

    mal, no vemos

    sino un bien limi-

    tado y, en cuanto

    limitado, lo juzga-

    mos un mal. Tam-

    poco caen muchos

    en la cuenta de

    que los males de

    orden fsico (no

    del moral), lo son

    relativamente, y

    esto es lo mismo

    que reconocer que

    en s no son males,

    sino bienes para

    la Naturaleza en

    general. Ejemplos:

    las enfermedades,

    los dolores y la

    muerte no son ms

    que la limitacin

    de bienes finitos,

    cuales son la sa-

    lud y la vida. As

    tambin en el or-

    den general del

    mundo no pueden llamarse ma-

    les el terremoto, el volcn, la

    tempestad, el cicln, la fiera, el

    spid13. Esto ha creado un gran lmite en la

    convivencia social, en trminos de

    que existen muy pocos referentes

    en torno al entendimiento de la

    prdida como algo natural, donde

    IIdentidad No. 028 A

    BR

    IL D

    E 2

    01

    3

    I m a g e n t o m a d a d e : h t t p : / / a 3 9 6 . i d a t a . o v e r - b l o g . c o m / 4 4 2 x 6 0 0 / 1 / 2 1 / 6 3 / 4 3 / 2 0 1 3 - 3 /

    pintura_abstracta_en_acrilico_322225_t0.jpg

    El concepto de hombre y mujer

    Humberto Londoo

    Integrante de ASOHUELLAS

    [email protected]

    P GINA 5

    a la gran mayora de los pue-

    blos indgenas de Amrica15, moderado y pacfico de Amrica

    Sobresalen entre los indios

    Pueblos, los Zuis como pueblo

    ceremonioso, un pueblo que

    estimula la so-

    briedad y la

    calidad de in-

    ofensivo por

    encima de to-

    das las virtu-

    des...16. A partir de sus

    relaciones cere-

    moniales conti-

    nuas se hacen

    par t c ipes y

    constructores del

    bienestar popular

    (del pueblo, la

    aldea), de forma

    consciente se

    participaba acti-

    vamente con to-

    da su disciplina

    dedicacin y concentracin; en una

    visin holstica y sistmica en la

    prctica de sus diversos cultos:

    Su mximo inters gira en torno a su rica y compleja vida

    ceremonial. Sus cultos de los

    dioses enmascarados, de la cu-

    racin, del Sol, de la lluvia, de

    los fetiches sagrados, de la gue-

    rra, de la muerte, son conjuros

    formales y estables de ritos, con

    sacerdotes oficiantes y obser-

    vancias de calendario. Ningn

    campo de actividad compite

    con el ritual en cuanto al pre-

    dominio sobre su atencin. Pro-

    bablemente, la mayora de per-

    sonas adultas entre los Pueblos

    del sudoeste le conceden la ma-

    yor parte de su vida. Ello re-

    quiere el recuerdo de una canti-

    dad de ritos de perfeccin ver-

    bal, que nuestras mentes, me-

    nos entrenadas, hallan descon-

    certantes; la ejecucin de cere-

    monias minuciosamente deta-

    (Contina en la pgina 6)

    rarlas, valindose para ello de

    chamanes o hechiceros, los

    cuales se atribuyen indiscutible

    virtud de contrarrestar todo el

    influjo malfico de la naturale-

    za.

    El chamn con sus

    sortilegios expulsa de

    los pacientes el mal

    espritu de la enfer-

    medad; y caso de que

    el enfermo fallezca,

    ser por sus muchos

    pecados14. Otro ejemplo observa-

    ble en las cosmogonas

    indgenas de Amrica

    es el de un pueblo ex-

    cepcionalmente culto,

    digno de imitar, es el de

    la aldea ms humana que vivi en los territo-

    rios del hoy Nuevo

    Mjico y Baja Califor-

    nia. Se trata de los in-

    dios Pueblos, especialmente la tribu Zuis desarrollo una forma-cin de sus gentes para ser lo que

    hoy conocemos como hombres y

    mujeres polticamente activos,

    conscientes de la labor de sus

    representantes ante sus divini-

    dades (lo que hoy podran ser

    los representantes judiciales,

    legislativos, ejecutivos y de

    las defensoras, personeras,

    contraloras y procuraduras)

    y por ende de su buena rela-

    cin con los dioses se les de-

    parara un bienestar general,

    una satisfaccin colectiva, una

    buena cosecha (lo que para

    hoy podra ser un estado con

    los ms altos niveles de equi-

    dad). Para su actuar poltico

    se valan de la comunicacin

    activa que les proporcionaba

    el hecho de ser uno de lo pue-

    blos ms cultos

    Tan distinguidos son estos indios, que aventajan con

    mucho en cultura general a

    todos los pieles rojas y aun

    la moral tradicional resulta satani-

    zadora de la prdida, se burla de los

    perdedores y perdedoras. Mariano

    Izquierdo aclara que la prdida de

    la salud, por ejemplo, es entendida,

    por pocos, como un bien limitado y

    natural; la mayora lo entiende co-

    mo un mal; y en la contemporanei-

    dad, al igual que a lo largo de la

    historia, ha sido lgico combatir el

    mal, es decir, todo aquello que nos

    limita o provoca prdidas. Parece

    que todava existe la cosmovisin

    primitiva del chamanismo, en la

    que se entiende la naturaleza como

    fuente de malos espritus que ata-

    carn, a los que es preciso eliminar

    a toda costa:

    El chamanismo puede haberse

    originado por la creencia muy

    generalizada de que existen

    fuerzas ocultas en todos los

    seres, an en el hombre. Un

    ejemplo de ello es la preocupa-

    cin de muchas gentes civiliza-

    das por la ojeriza o mal de ojos

    u ojos aguados. Para que tales

    fuerzas ocultas no sean dainas

    a los hombres, hay que conju-

    AB

    RIL

    DE

    20

    13

    IIdentidad No. 028

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    ... Los Zuis son el claro ejemplo

    de una sociedad

    culta y ordenada,

    inmersa en una

    aldea educadora,

    que se educaba y

    socializaba desde

    la informalidad

    cotidiana...