Iglesia Catedral San Juan Bautista

Crónicas de un SALTO desconocido

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz - 1 -

Aporte para un Turismo Cultural, Histórico y Patrimonial

Iglesia Catedral Basílica

San Juan Bautista

Por Alberto J. Eguiluz


- 2 - Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

Aporte para un Turismo Cultural, Histórico y Patrimonial

Iglesia Catedral Basílica

San Juan Bautista Por Alberto J. Eguiluz

A raíz de haberse provisto de un Obispo – noviembre de 1919 – a la “Diócesis de Salto”, los católicos iniciaron la empresa de dotarle a Mons. Tomás Gregorio Camacho – primer Obispo – de un Templo, en el que estableciera su ” Cátedra”. Provisoriamente, se estableció en el antiguo Templo Parroquial de “Nuestra Señora del Carmen”. En febrero de 1921, el reciente Obispo de los Departamentos de Artigas, Salto, Paysandú, Río Negro, Soriano, Colonia y Flores, aprobó los planos del sacerdote arquitecto Pbro. Ernesto Vespignani S.D.B., con los que pretendía remodelar y dar forma definitiva al viejo – e inconcluso - edificio dedicado a “San Juan Bautista”, frente a la “Plaza 18 de Julio” o Plaza Nueva o “Plaza Artigas”.

Los viejos paredones - sin techo – que daban cabida a un pequeño Oratorio pertenecían a una iniciada construcción de 1867. Eran el fruto de muchos



esfuerzos, pero no serían tenidos en cuenta para la edificación de la “Catedral de Salto”.

Esta se inició a construir en 1926. Dos años después estaban levantadas las paredes. En 1930 se concluyó y revocó el frente y el techo y se le anexó – en forma definitiva – la “Capilla del Santísimo Sacramento”. Posteriores etapas – 1933, 1943, 1952, 1962 – fueron dándole los retoques necesarios, hasta llegar al estado actual.

Las dimensiones del Templo Catedral, son: 56 mts. De fondo, por 26 de ancho: formando una cruz latina en su parte más alta. Consta de 3 naves.- Las dos laterales, sirven de pasaje y lugar para altares y confesionarios -; un Abside basilical con el trono episcopal al fondo; teniendo – a la línea del crucero – por el lado sur, la “Capilla del Santísimo”, bajo el cual se encuentra la cripta - Mausoleo de los Obispos fallecidos. Para las últimas etapas de construcción, después de la muerte del Padre Vespignani tomó a su cargo la obra, el Arq. Rafael Ruano. Para ello estuvo en constante vinculación con el segundo Obispo, Mons. Alfredo Viola, “Alma Mater” de la construcción de la Catedral de Salto y varios edificios monumentales de la Iglesia.



Visitando Nuestra Catedral San Juan Bautista

Nos encontramos con una riqueza patrimonial de excelentes características, particularmente por los elementos de arte que despiertan elevado interés turístico. 1) LA CAPILLA DEL SANTÍSIMO.SACRAMENTO Construida en 1930 por la Empresa Constructora “Ambrossini” – forma octogonal – tiene la finalidad religiosa de reservar y custodiar el Sacramento de la Eucaristía. Para ello, se instaló un altar de calidad artística destacable.



EL ALTAR, es de mármol blanco, ocre y verde y granito marrón. Tiene figuras, escenas y estatuas de bronce representando el Nacimiento y la Pasión de Jesús y ángeles de apreciable tamaño.

EL SAGRARIO, es de plata y bronce, en cuya puerta hay una bellísima imagen de la Virgen en plata. En la parte superior, hay un templete de bronce (liborio), en el que se expone el Santísimo Sacramento de la Eucaristía. Este altar, obtuvo el segundo premio en la Exposición de Arte Religioso, en París, en 1930 y fue adquirido en el “Ateliers d´Arts Religieux, Amedés Cateland” de Lyon, Francia.

LA CRUZ DE PRATI. En el lado Este de la Capilla se encuentra un gran crucifijo de bronce. El Cristo mide1,74 de altura por 1,52 con los brazos extendidos. Todo el monumento – con el pedestal – tiene una altura de 3,12 mts. Es una escultura de Edmundo Prati, realizada en 1945 e inaugurada en noviembre de ese mismo año.



Vista del Interior de la Iglesia

Base de las columnas del templo



MONUMENTO A MONS. CAMACHO. Hacia el lado Oeste de la Capilla, está instalado el monumento – en bronce, con basamento de mármol blanco – como homenaje al primer Obispo, Mons. Camacho. Reproduce al santo prelado de rodillas, revestido de sotana episcopal y sobrepelliz, en la clásica actitud de adoración – muy común en él – con la mitra episcopal sobre los almohadones que sirven de reclinatorio. Todo es bronce patinado. El basamento – mármoles blanco y negro – tiene chapas de bronce con inscripciones y escudo del propio prelado, dando rasgos de su vida y obras. Todo el conjunto se alza hasta más de 2,50 mts. Fue inaugurado durante el Congreso Eucarístico Diocesano de 1945. Es una escultura que Prati realizó entre Marzo y Noviembre de ese año.



2) CRIPTA SEPULCRAL. Debajo de la Capilla del Santísimo, hay una Capilla que sirve de panteón para los Obispos y Prelados de Salto, fallecidos. Hay un altar de granito rústico, sobre el cual se celebran Misas en

fechas aniversarios de los extintos.

Hasta el presente, descansan los restos mortales de los Obispos Tomás Gregorio Camacho y, Mons. Dr. Alfredo Viola 25/03/1893 – 02/08/1972

y del Protonotario, apostólico y Vicario

General Mons. Fernando Damiáni. 23/03/1877 – 12/09/1941 Mons. Carlos Nicolini Obispo Coadjutor 21/02/1941 – 19/06/1988 Esta Cripta, fue inaugurada en 1946. Sus tumbas son de mármol, con sencillas inscripciones indicadoras, escuetamente, de las fechas del nacimiento y del fallecimiento. El acceso a esta Capilla, es por el jardín de la Curia Diocesana.



2) ÓLEOS DE JOSE LUIS ZORRILLA DE SAN MARTÍN.

Mons. Viola guardó una estrecha amistad – desde la infancia – con el pintor nacional José Luis Zorrilla de San Martín. Consiguió para la Catedral de Salto, dos Óleos monumentales, del pincel y rúbrica del pintor – escultor.

Uno está en la Capilla – Bautisterio a la entrada Norte (izquierda) del Templo. Representa el Bautismo de Jesús. Es de notar que la Parroquia de la Catedral – como jurisdicción distrital – está bajo la advocación de “San Juan Bautista”, lo que realza el motivo religioso del cuadro. Esta tela está en consonancia con todo el conjunto litúrgico y artístico del Bautisterio: Pila Bautismal, altar, cuadro, rejas de acceso. Tiene la serenidad del momento solemne en que Dios Padre anuncia la presencia de su Hijo, el salvador de los hombres. Los colores – dominando el marrón - enmarcan la firmeza pétrea del Dogma que se anuncia, y la transparencia cristalina del Mensaje que promulgara Jesús.

Tiene 2,68 mts. de alto por 1,40 de ancho. Fue creado y realizado en 1944.

LA PILA BAUTISMAL. –una gran copa de

onix – fue confeccionada en la marmolería montevideana de “Casal y Castiglioni” – lo mismo que el altar de mármol. El Bautisterio se inauguró el 23 de agosto de 1944, fecha en que Mons. Viola cumplía los 8 años de su consagración episcopal.



EL CUADRO DE SAN MIGUEL. En el lado Norte del crucero del Templo, Mons. Viola hizo construir un altar en mármol y granito negros, como homenaje y lugar de la devoción al Patrono de la Diócesis: “San Miguel Arcángel”. Para él, Zorrilla pintó una tela de las mismas dimensiones que el anterior. Representa “el triunfo del Arcángel San Miguel” – según el relato bíblico” – sobre sus compañeros angélicos, que se rebelaron contra Dios”. En este cuadro se revela el Zorrilla que, a la vez de ser pintor es también – escultor; con sus cuerpos musculosos y guerreros, en una viva dimensión de batalla. José Luis Zorilla de San Martín – en 1943 – prometió a Mons. Viola, hacer para la Catedral de Salto, dos cuadros más, Uno, de la muerte gloriosa de Santa Teresita y el otro de las Almas del Purgatorio. Sabemos que el primero lo había esbozado cuando ocurrió la muerte de Mons. Viola en 1972. Luego, falleció el artista y ha quedado trunca esta nueva obra de arte para Salto.

José Luis Zorrilla de San Martín José Luis Zorrilla de San Martín. Nació en Madrid el 5 de setiembre de 1891, mientras su padre el Dr. Juan Zorrilla de San Martín ejercía el cargo

de Ministro Plenipotenciario del Uruguay en España. Como en el signo sagrado, el progenitor se invoca frente a la obra de este escultor uruguayo: "En el nombre del Padre. . . " El padre de José Luis era poeta. Un poeta cristiano de esos que transforman la materia en verbo, buscando la esencial pureza del principio. Juan Zorrilla de San Martín como poeta guió en su momento la sensibilidad patriótica de su pueblo. Fue el lírico inspirador para la creación del monumento al héroe máximo, Artigas, que ahora se levanta en la Plaza Independencia, y fue un polemista ardoroso de su causa religiosa.



4) ALTAR Y PRESBITERIO BASILICAL. En 1962 Mons. Viola quiso dejar terminada una gran etapa del Templo Catedral. Para ello, inspirado en la Abadía Benedictina cercana a Barcelona, España – pidió planos al Arq. Rafael Ruano. Este confeccionó un conjunto de obras de granito, mármol, bronce, plata y hierro martelado; con las que construyó el altar mayor, el trono episcopal, los ambones y el baldaquino que corona el altar. El conjunto del Presbiterio – con su trono y altar mayor – fue inaugurado el día en que se consagró el Templo Catedral, por autorización pontificia, el 23 de agosto de 1962.

EL TRONO. Está confeccionado en granito rústico. Su sencillez y rusticidad no representan la calidad de la obra. Está emplazado al fondo del ábside y en una posición – hoy se dirá – funcional, por la que se domina todo el Templo. Para las ceremonias pontificales se reviste con los colores litúrgicos correspondientes a la ceremonia que se realiza. Tiene un basamento – escalonado – de 1,40 mts. de altura, construido en granito pulido.

EL ALTAR. Es una sencilla mesa – de grandes dimensiones y espesor – en mármol negro y granito rústico. Tiene forma basilical y está en medio del Presbiterio.

LOS AMBONES son dos tribunas – o atriles – en los que se realizan las lecturas bíblicas en las ceremonias. Son de granito rojo pulido, con basamento de mármol del mismo color. Están ubicados en ambos lados del Presbiterio, hacia el lugar de la Asamblea. Estas tres obras fueron confeccionadas por “Poseer y Mori”, de Montevideo.



Desde el punto de vista Patrimonial, podemos decir que: Se declara Patrimonio Histórico Nacional a la “Iglesia Catedral San Juan Bautista” de Salto Ubicada en el Padrón Nº 5.240 de la calle 25 de Agosto, entre calles Uruguay y Artigas, segunda Sección Policial, de acuerdo a la resolución Nº 334 del Año 1997. Obra ésta realizada por los Arquitectos Elzeario Boix y Rafael Ruano. En el año 1866 se coloca su piedra fundacional y en el año 1921 se le expide el permiso de construcción.

03 de junio de 1866 - En esta fecha se hallaba en esta ciudad de visita Pastoral, por primera vez el Ilmo Sr. Obispo Don Jacinto Vera. La presencia del Sr. Obispo y Misioneros, contribuyó a que se nombrara una comisión, para la colocación de la Piedra Fundamental, en la actual Iglesia Catedral de Salto, “San Juan Bautista” la cual fue

bendecida por el Ilmo. Sr. Obispo Jacinto Vera.



EL BALDAQUINO. Es una corona de metal de 2,40 mts, de diámetro, suspendida sobre el altar. Construido por ”Ganso Hnos” de Montevideo, en hierro y plata vieja – martelados – con una inscripción - en Latín – que rememora el sentido del altar, como lugar del sacrificio de Cristo.

EL CRUCIFIJO que está sobre el altar mayor – y sostenido del Baldaquino por 2 gruesas cadenas de plata – es una obra del artista orfebre, Benjamín Deminco, reproduciendo un antiquísimo modelo de las Iglesias romanas. Está construido en una cerámica – brillosa y coloreada – patentada por el autor.



5) EL ORGANO HAMMOND.

Merece destacarse – aunque, por su forma, no puede apreciarse desde abajo – la presencia – en el Coro – de un órgano de fabricación norteamericana que data de 1939. Es eléctrico y no suena a tubos, sino por discos, a manera de sirena. Fue inaugurado en noviembre de 1940 con dos conciertos – uno de órgano solo y el otro acompañando al insigne barítono nacional Víctor Damiani.

Sus voces y dispositivos especiales de registros y harmónicas, lo hacen de una belleza y sonoridad extraordinarias. Con él se han realizado varios conciertos de música clásica, siendo los últimos a cargo del Maestro Ángel Turrizziani. Fue adquirido por medio de ”Ricardo Giossia”, a la importante casa de música de Montevideo.

6) LAS CAMPANAS. En la torre que da hacia el Norte, hay 4 campanas que se trajeron de Francia. Todas son para tocar por percusión y “a vuelo”. Fueron costeadas, algunas por colecta popular y otras por particulares. Están en la clave siguiente: FA, LA, DO, RE. Pesan por ese orden 900, 450, 260 y 180 kilos. Se inauguraron en 1938.

7) IMAGEN DE LA VIRGEN DE FÁTIMA En un altar lateral – provisorio – se encuentra una imagen de dimensiones normales, representando a la Virgen María en uno de sus gestos definidos por los “niños de Fátima”. Fue traída en 1954 por Mons. Viola desde el mismo lugar de la aparición, en Leiría de Portugal. Es una talla de madera de un solo tronco de los árboles del lugar. Esta imagen recorrió el Uruguay – al llegar – como centro de las actividades de ese “año Mariano”. Luego ha sido establecida en la Catedral de Salto a la espera de que se levante un Santuario a la Virgen de Fátima.



San Pío de Pietrelcina

Un cuadro del artista salteño Hugo Rossi evoca en la Catedral figura del Padre Pío.

Un cuadro de grandes dimensiones, realizado por el artista plástico

salteño Hugo Rossi, luce desde anoche la figura del Santo Padre Pío,



en uno de los nichos de la Iglesia Catedral Basílica San Juan Bautista.

El cuadro mide tres metros de alto por 1,50 de ancho y fue bendecido

en la víspera por el Obispo Diocesano, monseñor Daniel Gil Zorrilla. Después de la misa habitual de la hora 19, el obispo presidió la

ceremonia de bendición, asistido por el Párroco de la Catedral,

Gustavo Langone y otros sacerdotes invitados.

La fiesta de recordación al Padre Pío (ayer se cumplía fecha de su muerte y mañana se cumplirá de su natalicio) culminó con una

actuación del Coro Cantares.

LA FE Y EL PATRIMONIO CULTURAL Al explicar el sentido de esta celebración, el Cura Párroco de la

Catedral indicó que "por un lado se pone de relieve la fe del pueblo de

Salto en la persona del Padre Pío. Por otro lado celebramos que este

cuadro aumenta el patrimonio cultural de Salto, pues el pintor Hugo Rossi es un artista nacido en nuestra ciudad y reconocido a nivel

nacional por la calidad y la expresividad de sus obras".

Remarcó el Padre Gustavo que "el hecho de tener una obra más que

engalana la Catedral, no solamente es motivo para la fe, sino también

para la cultura del departamento"."

"EL PADRE PÍO Y LA DIÓCESIS DE SALTO

Sobre los vínculos del Padre Pío con la Diócesis de Salto, Langone

relató un episodio ocurrido en 1941, que figura entre los motivos de canonización del Padre Pío.

"La historia está recogida en los anales de la Curia de Salto. Una vez

fueron a visitar al Padre Pío, en Italia, el Obispo Alfredo Viola y

monseñor Damiani, que estaba enfermo de cáncer. Damiani le comentó que presentía cercana su muerte y le pidió que lo asistiera.

Pío le contestó que todavía no iba a morir y que cuando llegara el

momento él lo iba a asistir en Salto".

Algunos años después, en 1941, se realizaba en esta ciudad un

encuentro eucarístico muy importante. Vino el Arzobispo Monseñor Barbieri, y se hospedó en el Obispado, pendiente del estado de salud

de Monseñor Damiani, que prácticamente estaba agonizante.



LA FIGURA DEL FRAILE

"Tarde en la noche, Barbieri siente unos golpes en su puerta; se

levanta y sale rápido hacia la habitación de Damiani. En el pasillo del segundo piso ve la figura de un fraile que se aleja hacia las escaleras

de la planta baja. Se tuvo la certeza de que el Padre Pio cumplió su

promesa y a través del fenómeno que se conoce como bilocación vino

a asistir a su amigo moribundo. Llamando a la puerta de Barbieri permitió que éste le administrara los sacramentos en el último

instante de vida, como quería Damiani. Esa bilocación es un caso

único en América; no hay otro antecedente demostrado. El relato de

lo ocurrido en Salto sirvió también como referencia para la causa de santificación del Padre Pío", manifestó el Padre Gustavo Langone.

Se sabe que tiempo después, monseñor Viola volvió a visitar a Pío,

acompañado por monseñor Marcelo Mendiharat, y le agradeció el

gesto que tuvo con Damiani. Cuentan que Pío escuchó en silencio el agradecimiento; no formuló comentarios y después cambió de tema."

Biografía

Heredero espiritual de San Francisco de Asís, el Padre Pío de

Pietrelcina ha sido el primer sacerdote en llevar impreso sobre su

cuerpo las señales de la crucifixión. Él ya fue conocido en el

mundo como el "Fraile" estigmatizado. El Padre Pío, al que Dios donó particulares carismas, se empeñó con todas sus fuerzas por

la salvación de las almas. Los muchos testimonios sobre su gran

santidad de Fraile, llegan hasta nuestros días, acompañados por

sentimientos de gratitud. Sus intercesiones providenciales cerca

de Dios fueron para muchos hombres causa de sanación en el cuerpo y motivo de renacimiento en el Espíritu.

El Padre Pío de Pietrelcina que se llamó Francesco Forgione,

nació en Pietrelcina, en un pequeño pueblo de la provincia de

Benevento, el 25 de mayo de 1887. Nació en una familia humilde donde el papá Grazio Forgione y la mamá Maria Giuseppa Di

Nunzio ya tenían otros hijos.



Desde la tierna edad Francesco experimentó en sí el deseo de

consagrarse totalmente a Dios y este deseo lo

distinguió de sus coterráneos. Tal "diversidad" fue observada por sus parientes y por sus

amigos. Mamá Peppa contó - "no cometió nunca

ninguna falta, no hizo caprichos, siempre

obedeció a mí y a su padre, cada mañana y cada tarde iba a la iglesia a visitar a Jesús y a la

Virgen. Durante el día no salió nunca con los

compañeros. A veces le dije: "Francì sal un poco

a jugar. Él se negó diciendo: no quiero ir porque ellos blasfeman". Del diario del Padre Agostino

de San Marco in Lamis, quien fue uno de los

directores espirituales del Padre Pío, se enteró de que el Padre

Pío, desde el 1892, cuando apenas tenía cinco años, ya vivió sus primeras experiencias carismáticas espirituales. Los Éxtasis y las

apariciones fueron tan frecuentes que al niño le pareció que eran

absolutamente normales.

Con el pasar del tiempo, pudo realizarse para Francesco lo que

fue el más grande de sus sueños: consagrar totalmente la vida a Dios. El 6 de enero de 1903, a los dieciséis años, entró como

clérigo en la orden de los Capuchinos. Fue ordenado sacerdote en

la Catedral de Benevento, el 10 de agosto de 1910. Tuvo así

inicio su vida sacerdotal que a causa de sus precarias condiciones de salud, se desarrollará primero en muchos conventos de la

provincia de Benevento. Estuvo en varios conventos por motivo

de salud, luego, a partir del 4 de septiembre de 1916 llegó al

convento de San Giovanni Rotondo, sobre el Gargano, dónde se quedó hasta el 23 de septiembre de 1968, día de su sentida

muerte.

En este largo período el Padre Pío iniciaba sus días despertándose

por la noche, muy antes del alba, se dedicaba a la oración con

gran fervor aprovechando la soledad y silencio de la noche. Visitaba diariamente por largas horas a Jesús Sacramentado,

preparándose para la Santa Misa, y de allí siempre sacó las

fuerzas necesarias, para su gran labor para con las almas, al

acercarlas a Dios en el Sacramento Santo de la Confesión, confesaba por largas horas, hasta 14 horas diarias, y así salvó

muchas almas.



Uno de los acontecimientos que señaló intensamente la vida del

Padre Pío fue lo que se averiguó la mañana del 20 de septiembre

de 1918, cuando, rogando delante del Crucifijo del coro de la vieja iglesia pequeña, el Padre Pío tuvo el maravilloso regalo de

los estigmas. Los estigmas o las heridas fueron visibles y

quedaron abiertas, frescas y sangrantes, por medio siglo. Este

fenómeno extraordinario volvió a llamar, sobre el Padre Pío la atención de los médicos, de los estudiosos, de los periodistas

pero sobre todo de la gente común que, en el curso de muchas

décadas fueron a San Giovanni Rotondo para encontrar al santo

fraile.

En una carta al Padre Benedetto, del 22 de octubre de 1918, el

Padre Pío cuenta su "crucifixión": “¿Qué cosa os puedo decir a los

que me han preguntado como es que ha ocurrido mi crucifixión? ¡Mi Dios que confusión y que humillación yo tengo el deber de

manifestar lo que Tú has obrado en esta tu mezquina criatura!

Fue la mañana del 20 del pasado mes (septiembre) en coro,

después de la celebración de la Santa Misa, cuando fui sorprendido por el descanso en el espíritu, parecido a un dulce

sueño. Todos los sentidos interiores y exteriores, además de las

mismas facultades del alma, se encontraron en una quietud

indescriptible. En todo esto hubo un total silencio alrededor de mí y dentro de mí; sentí enseguida una gran paz y un abandono en

la completa privación de todo y una disposición en la misma

rutina.

Todo esto ocurrió en un instante. Y mientras esto se desarrolló; yo vi delante de mí un misterioso personaje parecido a aquél

visto en la tarde del 5 de agosto. Éste era diferente del primero,

porque tenía las manos, los pies y el costado que

emanaban sangre. La visión me aterrorizaba; lo que

sentí en aquel instante en mí; no sabría decirlo. Me sentí morir y habría muerto, si Dios no hubiera

intervenido a sustentar mi corazón, el que me lo sentí

saltar del pecho.

La vista del personaje desapareció, y me percaté de que mis manos, pies y costado fueron horadados y

chorreaban sangre. Imagináis el suplicio que experimenté

entonces y que voy experimentando continuamente casi todos los

días. La herida del corazón asiduamente sangra, comienza el jueves por la tarde hasta al sábado. Mi padre, yo muero de dolor

por el suplicio y por la confusión que yo experimento en lo más



íntimo del alma. Temo morir desangrado, si Dios no escucha los

gemidos de mi pobre corazón, y tenga piedad para retirar de mí

esta situación....”

Por años, de cada parte del mundo, los fieles fueron a este

sacerdote estigmatizado, para conseguir su potente intercesión

cerca de Dios. Cincuenta años experimentados en la oración, en la humildad, en el sufrimiento y en el sacrificio, dónde para

actuar su amor, el Padre Pío realizó dos iniciativas en dos

direcciones: un vertical hacia Dios, con la fundación de los

"Grupos de ruego", hoy llamados “grupos de oración” y la otra horizontal hacia los hermanos, con la construcción de un

moderno hospital: "Casa Alivio del Sufrimiento."

En septiembre de 1968 millares de devotos e hijos espirituales del Padre Pío se reunieron en un congreso en San Giovanni

Rotondo para conmemorar juntos el 50° aniversario de los

estigmas aparecidos en el Padre Pío y para celebrar el cuarto

congreso internacional de los Grupos de Oración. Nadie habría

imaginado que a las 2.30 de la madrugada del 23 de septiembre de 1968, sería el doloroso final de la vida terrena del Padre Pío de

Pietrelcina. De este maravilloso fraile, escogido por Dios para

derramar su Divina Misericordia de una manera tan especial.

Santa Teresita del Niño Jesús, al pie del cuadro del Padre Pio de

Pietrelcina.



Fotografía tomada en Italia en noviembre de 1953.

A la izquierda aparece el P. Marcelo Mendiharat (todavía

sacerdote: fue ordenado obispo en 1959).

A la derecha, de perfil, Mons. Alfredo Viola, dirigiéndose al Padre Pío, que está a su lado.



Cuadro Representando

a la Virgen María

Madre de la Nueva Evangelización.

Pintor

OSVALDO LEITE Nace en Cruz de San Pedro, Dpto.de Rivera, el 12 de agosto de 1943. Siendo niño en 1953 estudia con Rodolfo Seinswells en la Escuela de Arte Pictórico de Rivera; en 1958 ingresa a la Escuela - Taller de Artes Plásticas de Rivera donde estudia escultura con Nemecio Suárez y pintura con Osmar Santos; A partir de 1961 estudia pintura en Montevideo con Edgardo Ribeiro, siendo becario de la Intendencia Municipal de Rivera; 1963 - Instala su propio Taller en Montevideo

viajando ese año a Brasil pintando en Ouro-Preto; 1964 - Becado por la UNESCO para continuar estudios de pintura; Profesor de dibujo y pintura en San José; 1965 - Segundo viaje a Brasil, pintando en el museo de Arte de San Pablo; 1968- Profesor por concurso en Enseñanza Secundaria; 1975 - Pinta en el obrador del puente Fray Bentos-Puerto Unzué; 1976 - Pinta en Curitiba, Brasil; 1977 - Se instala en España (Ibiza y Mallorca); 1979-Trabaja en Holanda, Bélgica y España; 1980 - Trabaja en Bélgica y Suiza; Reside temporariamente en Inglaterra, Suiza, Alemania, Bélgica, España, etc. pintando y realizando exposiciones; 1984 - Pinta en el Río Tigris Irak En 1984 regresa a Uruguay, manteniendo permanente contacto con Europa, hacia donde viaja más de una vez cada año. ALGUNAS EXPOSICIONES INDIVIDUALES: En Rivera en 1961, 1973, 1975, 1989 y 1994; En Livramento, 1983; En Montevideo, 1965, 1966, 1971, 72, 73, 74, 76, 77. 1980, 85, 86, 87 y 1995; En San José, 1964, 65, 68, 1974 y 1975; Otros departamentos: Rocha, Tacuarembó, Durazno, Maldonado (R del Este). INDIVIDUALES EN EL EXTERIOR: Porto Alegre, Brasil, España (Ibiza. Mallorca, Pollensa, Asturias); En Bélgica, Lieja, Hasselt, Chateau de Fleron. Bruselas, Namur, Chateau de la Hulpe, Laethem Saint Martin; Chile (Viña del Mar); Irak. ALGUNAS EXPOSICIONES COLECTIVAS: Salones (Nacional, Municipal de Mdeo.,San José y Municipal de Rivera), Montevideo, Buenos Aires,



Rocha, Pollensa, Montecarlo, Gijón (España), Sarasota (EEUU), Laethem Saint Martin (Bélgica). PREMIOS:1962- Adquisición XIV S. Mpal; VI Salón Otoño 5. José; 1964- 1° Premio VIII 5. del Interior; 1966- X Salón del Interior; 1967- XI 5. Del Interior; 1969- XII 5. del Interior; 1970- XIII 5. del Interior; 1976-Museo Arte Americano de Maldonado; 1979-Premio en XVII Certamen Internacional, Mallorca: 1984- 1° Premio en 1° Bienal del Interior, Uruguay.

Altar de la Virgen María



Altar dedicado a San José, se encuentra ubicado entre la Nave Central y la

capilla del Santísimo

Este cuadro es obra del pintor José Luis Zorrilla de San Martín



OOObbbiiissspppooosss dddeee SSSaaallltttooo

Monseñor Tomás Gregorio Camacho

Primer Obispo

Nació en San José el 16 de febrero

de 1868, de padres descendientes

de canarios y maragatos que

fundaron esa ciudad y la capital de

la república.

Fue ordenado sacerdote en

Montevideo en 1891. El 8 de

noviembre de 1919, fue consagrado

Obispo por el Nuncio del Río de la

Plata. Vasallo e Torregrossa, en la

Catedral de Montevideo, junto con el

nuevo Arzobispo Aragone y el

primer Obispo de Melo, José Marcos

Semería.

Como sacerdote, le tocó acompañar

a Comunidades Parroquiales de la

campaña uruguaya y de la ciudad

capital.

Como Obispo, tuvo la celosa

inquietud de estar junto a todos los

pueblos, villas y campesinos de su

extensa Diócesis que constaba de

siete departamentos. Para ello se rodeó de un “equipo

sacerdotal” de Curia y social y de apostolado, de la

más alta calidad que existía en el país. Hizo de su

Diócesis una Comunidad pionera.

En abril de 1938 realizó con todos sus sacerdotes el

primer sínodo diocesano.

Falleció el 29 de mayo de 1940 después de

dolorísima enfermedad en su sede episcopal y

casa Curia que él mismo había erigido diez años

antes. Fue un hombre de intensa oración,

carácter fuerte, decidido y emprendedor, afable y



comunicativo con los humildes; amigo de la juventud, (Fundó en 1905 con

Mons. Soler, la Federación Uruguaya de Jóvenes Católicos).

Celoso por el orden social, fundó y apoyó sindicatos de productores de

Campaña, y Cajas Populares, en colaboración con el Salesiano Horacio Meriggi.

Afinado periodista, defensor de la Iglesia y de la Patria; inquieto por las

vocaciones, organizador de la primera Curia.

En sus últimos años, dolorosos por una larga enfermedad, mantuvo su actitud

desde un sillón de enfermo, siempre urgido por aquella fuerza que emanaba de

su lema episcopal: (2 Cor. 5,14). “La caridad de Cristo, nos apremia”



Monseñor Alfredo Viola - Segundo Obispo

Nació en Montevideo el 25 de

marzo -día de la fiesta de la

Anunciación a María- de 1893.

Fueron sus padres Vicente Cipriano

Viola y Carlota Traversa. Recibió

una esmerada educación religiosa

en su hogar, donde maduró su

futura vocación

Formado en el antiguo seminario de

los Padres Jesuitas, culminó su

formación en Roma, donde fue

ordenado sacerdote el 22 de abril

de 1916. Se doctoró en Derecho

Canónico en julio del mismo año en

la Pontificia Universidad

Gregoriana.

De regreso a Montevideo fue

nombrado Vicario Cooperador de

Nico Pérez el 16 de diciembre de

1916. En noviembre de 1919 fue

designado Fiscal Eclesiástico y

Visitador Parroquial de la Diócesis de Salto, al lado del 1er. Obispo Don Tomás

Gregorio Camacho. Comenzó así sus tareas apostólicas en el Pueblo de Dios

de nuestra Diócesis, encarando una de las tareas que más habrían de

preocupar su corazón de Pastor: las obras de las Vocaciones Sacerdotales.

Fundó y dirigió la Asociación de Contribución al Culto.

El 25 de julio de 1936, fue proclamado Obispo Titular de Bitilo y Coadjutor con

derecho a sucesión de la Diócesis de Salto. Fue consagrado por el entonces

Nuncio Apostólico Mons. Felipe Cortesi, en la catedral de Montevideo el 23 de

agosto de 1936.

El 29 de mayo de 1940, al morir Mons. Camacho, se convirtió en el 2º Obispo

de Salto, y derramó la plenitud del sacerdocio hasta el 28 de febrero de 1968,

en que por razones de edad y de salud dejó el gobierno de la diócesis a Mons.

Marcelo Mendiharat, a quien había ordenado sacerdote el 22 de julio de 1945 y

consagró Obispo el 18 de mayo de 1959.



Obispo emérito, siguió residiendo en el Obispado,

por expresa voluntad del nuevo Prelado hasta

octubre de 1971, fecha en que es trasladado a

Montevideo donde permanece hasta su partida de

este mundo.

El 11 de agosto de 1972 a las 4 de la mañana

entregó su alma a Dios. Su cadáver fue trasladado a

Salto, y esperado en el Daymán. Velado toda la

noche recibió sepultura en la cripta de la Catedral.

SUS OBRAS Su gran preocupación fue la escasez de vocaciones,

por eso este tema estaba en sus predicaciones, retiros, triduos y novenas. Para

la formación cristiana, fomentó la práctica de los Ejercicios Espirituales, que en

1950 confió a los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey.

La construcción del Seminario fue otra de sus metas, que pudo concretar para la

formación de los futuros sacerdotes. Pero le urgía lo inmediato, por eso viajó a

Europa y obtuvo de Italia la concurrencia de seminaristas que mientras

completaran su carrera sacerdotal se adaptaran a su ámbito de trabajo.

Reemprendió la construcción de la Catedral, adaptando los planos antiguos a

nuevas exigencias y pudo concretar esta obra casi hasta su terminación. Hizo

construir el altar mayor a imitación del altar de Montserrat, y - dato llamativo -

antes del Concilio en la Catedral de Salto el Celebrante ofició misa de cara a los

fieles.

Hizo traer de Lyon el altar del Ssmo. Sacramento, verdadera joya artística,

galardonado con el 2do. premio en la exposición de Arte Religioso en Lyon.

La escultura de Edmundo Prati y las pinturas de Zorrilla de San Martín dan

testimonio de su preocupación artística y su deseo de unir la fe y el arte.

Llevó a cabo la consagración de la Catedral el 23 de agosto de 1961.

La reestructura de la diócesis que desde 1955 abarca Salto, Artigas, Paysandú

y Río Negro.

La construcción del Seminario, de la Catedral, de la Casa de Ejercicios en Salto

y en Tambores; la compra del terreno de Fátima para Colegio y para la

instalación de la comunidad religiosa; la chacra y la casa de vacaciones del

Daymán, y un importante número de capillas en todo el territorio diocesano, son

índice de su capacidad organizativa.

Uno de los acontecimientos multitudinarios de su episcopado fue el 1er.

Congreso Eucarístico, efectuado entre el 7 y el 11 de noviembre de 1945. Le dio

estructura definitiva a la Diócesis, por eso la lápida descubierta en la Iglesia

Catedral alude a él como Columna Portante, es decir aquella sobre la que se

cimenta una obra.



Monseñor Marcelo Mendiharat - Tercer Obispo

Nació el 2 de mayo de 1914 en Ostabat, país vasco-francés, en la zona de los Bajos Pirineos. En 1930 llegó a Uruguay con su familia, y se radicó en la zona rural de Mercedes. Allí se vinculó con la parroquia y los sacerdotes, y allí nació su vocación sacerdotal. En el año 1939 se relacionó con Mons. Assandri, quien fue su primer maestro de latín en Mercedes. Al año siguiente ingresó al Seminario Interdiocesano de Montevideo. Fue ordenado sacerdote en la ciudad de Mercedes el 22 de julio de 1945.

Posteriormente ingresó como profesor en el Seminario Menor que funcionaba en Salto. Poco después fue designado Prefecto de Disciplina y más tarde Rector del Seminario Menor.

Asumió como Párroco en Artigas en el año 1955.

Fue consagrado Obispo por Mons. Alfredo Viola el 18 de mayo de 1959, y pasó a radicarse en la ciudad de Salto, como Obispo Coadjutor de Mons. Viola, con derecho a sucesión.

En 1968 Mons. Viola declinó el gobierno de la Diócesis y asumió Mons. Marcelo Mendiharat. Como Obispo titular, preparó, convocó y presidió la Primera Asamblea Pastoral de la Diócesis, realizada en diciembre de 1968. En esa oportunidad se trazaron las cuatro opciones fundamentales que encauzaron el camino de la Pastoral Diocesana hasta 1983 y que influyó en la Vida diocesana en los años posteriores. Debido a la situación del país a principio de 1973 abandonó el país. En su exilio visitó varios países y en la periferia de Buenos



Aires dirigió como sacerdote y párroco la comunidad de San Carlos en el barrio de Hurlingham, perteneciente a la Diócesis de Morón. A su retorno en 1984 fue recibido por el pueblo cristiano y continuó su labor en la Diócesis. La visita del Papa Juan Pablo II fue uno de los acontecimientos principales, si no el mayor, de su episcopado. Próximo a retirarse por límite de edad, falleció su Obispo Auxiliar y Sucesor Mons. Carlos Alberto Nicolini, cuyos restos fueron trasladados en avión a Montevideo. Le sucedió en la dirección de la diócesis Mons. Daniel Gil Zorrilla, actual Obispo de Salto. La técnica de la labor episcopal de Mons. Mendiharat ha sido la Evangelización Nueva, comprometida con la defensa del hombre latinoamericano, prestando gran atención a ella, a sus derechos y justas aspiraciones. La Evangelización Nueva, como apuesta a un cambio en las personas y en la sociedad, cambio que responde a tas exigencias de la justicia, de la solidaridad entre los pueblos y de los derechos humanos fundamentales de la persona humana, fue el tema central de la visita de Juan Pablo II a nuestra diócesis.



Monseñor Daniel Gil Zorrilla - Cuarto Obispo

Preside, con la asistencia del Nuncio del Papa, del Arzobispo de Montevideo, y de la totalidad de los Obispos uruguayos, los festejos del centenario de la creación de la Diócesis de Salto.

Siendo estudiante de la Facultad de Derecho se sintió llamado a la vida religiosa en 1954. Entró en el noviciado de los Jesuitas en 1955. Estudió en Chile Humanidades y Lengua, licenciatura de filosofía y fue ordenado sacerdote en 1964.

Viajó a Roma a culminar sus estudios teológicos y a su retorno desempeñó sus actividades pastorales en Tacuarembó y Rivera.

Fue consagrado Obispo el 10 de mayo de 1983 en Montevideo, por Mons. Carlos

Partelli, ex Obispo de Tacuarembó y Mons. Balaguer, a quien sustituyó como Pastor de la Diócesis de Tacuarembó. A la renuncia de Mons. Marcelo Mendiharat por límite de edad, Mons. Daniel Gil Zorrilla se hizo cargo de la Diócesis de Salto. La ceremonia se llevó a cabo en la Catedral el día 1ro de julio de 1989. La continuación del Plan. Pastoral Diocesano, la adaptación a las exigencias de la Nueva Evangelización, y su particular carisma de conductor de la vida espiritual, caracterizan su labor al frente de esta Diócesis centenaria.



Monseñor Pablo Galimberti - Quinto Obispo de Salto

EL ENCUENTRO DE MONS. GALIMBERTI CON BENEDICTO XVI

El Presidente de la Conferencia Episcopal del Uruguay, Mons. Pablo Galimberti saludó al Papa Benedicto XVI tras la Audiencia General que tuvo lugar en la Plaza de San Pedro el miércoles 12 de octubre. En la oportunidad, el Prelado saludó a Su Santidad al tiempo que le solicitó una bendición especial para la Diócesis de San José. Mons. Galimberti durante algunas semanas

viajó por Francia e Italia para atender tareas y asuntos pastorales. Desde el día 25 de septiembre al 1º de octubre 2005, en la pequeña localidad de Ars el Obispo de San José junto a 800 sacerdotes y una decena de obispos de todos los continentes participó de un retiro internacional para sacerdotes, en el escenario del santo cura San Juan María Vianney (Santo Cura de Ars), patrono de los sacerdotes del mundo. En Italia el Obispo visitó a algunas familias italianas que tienen una relación directa con la Diócesis, en especial a personas en la ciudad de Palermo que apoyan económicamente a un grupo de niños y jóvenes de San José, en un proyecto denominado "adopción a distancia". Ya en Roma, alojado en la Casa General de los Hermanos de la Sagrada Familia, además de saludar al Santo Padre, visitó al Padre Sergio Pinto,



sacerdote de San José, quien se encuentra en Roma cursando un posgrado en Teología hace ya un mes y medio.

Las Palabras del Santo Padre en esa Audiencia General Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, en particular a la Federación madrileña de familias numerosas, a los grupos parroquiales de España y México, así como a los fieles llegados de Venezuela y de otros países latinoamericanos. Siguiendo el consejo del apóstol Pablo: "ayudaos mutuamente a llevar vuestras cargas y cumplid así la ley de Cristo", que es la ley del amor. Mi pensamiento va, por último, a los enfermos, a los recién casados y a los jóvenes, especialmente a los alumnos de la fundación "Marri-Santa Umiltà" de Faenza. A todos os deseo que imitéis el ejemplo del beato Juan XXIII, cuya memoria celebramos ayer: esforzaos como él por vivir de modo auténtico la vocación cristiana. Concluyamos este encuentro con el canto del paternoster.

Mons. Pablo Galimberti di Vietri

Fecha de Ordenación Episcopal: 18.03.84

Nacíó en Montevideo el 8 de mayo de 1941. Es el 3º de 6 hermanos. En sus primeros años su familia vivió en el Barrio Jacinto Vera. En la iglesia de ese barrio fue bautizado y tomó la Primera Comunión. Posteriormente se trasladó a vivir en el Prado, en lo que actualmente se conoce como “Suárez chico”, mientras su padre se desempeñaba como Director del Servicio Meteorológico. Los estudios liceales fueron en el Sagrada Familia en el Barrio de la Aguada. El 4º de liceo lo cursó en el Liceo Militar y Naval Gral. Artigas, en el Camino Castro. En ese año, 1958, mantuvo una charla con un sacerdote que le preguntó qué iba a hacer al año siguiente, a esto le respondió que quería entrar en la Escuela Naval y seguir la misma carrera que su padre, aunque no estaba decidido totalmente. En ese momento comenzó a interrogarse más a fondo sobre su vocación, sus deseos y miedos y en definitiva dónde Dios quería que estuviera. Al cabo de algunos meses decidió cambiar de rumbo, ingresando al año siguiente en el Seminario de la Avenida de las Instrucciones y Propios para seguir estudios con el objetivo de ser sacerdote. Al cabo de dos años debe trasladarse el Seminario. Fue uno de los primeros en inaugurar el nuevo edificio en Toledo (Dpto. de Canelones). Este edificio hermoso a los pocos años se vende a la Escuela Militar. En el año 1965 el entonces Arzobispo de Montevideo, Monseñor Antonio Corso lo envía a completar el último ciclo de estudios, los 4 años de Teología, a Roma. En la Pontificia Universidad Gregoriana, obtiene la Licenciatura en Teología con un trabajo sobre “Los teólogos de la muerte de Dios, en particular el obispo anglicano John A.T. Robinson”.

http://diocesissanjose.webcindario.com/bienven_obispo.htm

http://diocesissanjose.webcindario.com/bienven_obispo.htm



Durante los meses de verano de esos años trabajó en una fábrica de vidrio en Mainz (Maguncia) para poder costearse los gastos de la beca de estudios. Otro año viajó a Escocia y realizó un seminario sobre Sociología religiosa en la Universidad Católica de Lovaina. Otro año participó con jóvenes franceses en actividades de grupos juveniles católicos, fue animador de grupos de jóvenes en la Comunidad Ecuménica de Taizé. En dos veranos aprovechó también para hacer cursos intensivos de alemán, el primero de ellos en la Universidad de Munich, otro en el Instituto Goethe en el norte de Alemania (pequeña ciudad de Brilón, en Westfalia). En 1969, estuvo trabajando y estudiando en Estados Unidos, en una parroquia de Saint Louis (Missouri) durante un semestre. En 1970, de regreso a Uruguay, lo destinan a la Parroquia del Reducto en Montevideo. En esa misma Parroquia, el 29 de mayo de 1971 recibió la ordenación de manos de Monseñor Carlos Parteli, arzobispo de Montevideo. En ese mismo tiempo comienza a colaborar en la enseñanza de Teología en el Instituto Teológico del Uruguay en cursos para seminaristas y también para laicos. También se encarga de clases de Fenomenología de la Religión en la Universidad Católica del Uruguay. Integra el Equipo de formadores del Seminario Mayor Interdiocesano. Más adelante se integra a la Institución “Dalmanutá”, de la cual forma parte, cuyo carisma es la Dirección Espiritual con aportes de la Psicología.

El 12 de diciembre de 1983, el Papa Juan Pablo II lo designa Obispo de San José de Mayo, que comprende los Departamentos de San José y Flores. En la Conferencia Episcopal Uruguaya ha ocupado diversos cargos: Presidente del Dpto. de Liturgia, de Ecumenismo y diálogo interreligioso, de no creyentes y cultura. Es delegado ante el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y Responsable de la Sección Pastoral Social del CELAM, desde mayo de 2003. En la Diócesis de San José de Mayo, en el año 1995 inauguró “FM Encuentro, 103.3” primera radio católica adjudicada a la Iglesia Católica en el

Uruguay, que tiene sus estudios en la ciudad de San José. En el año 2003 hasta el 2006, ha sido designado por sus compañeros Obispos como Presidente de la Conferencia Episcopal del Uruguay. El 24 de junio de 2006, fiesta de San Juan Bautista, tomó posesión de su sede en la Catedral de Salto como 5º Obispo de Salto.

http://diocesissanjose.webcindario.com/fm_encuentro.htm



En comunión con el Sucesor de Pedro S.S Juan Pablo II durante la visita ad limina de los Obispos Uruguayos (setiembre de 2000)

Juan Pablo II visitó dos veces el Uruguay. En el año 1987 y en 1988



El entonces (2004) Obispo de San José de Mayo, Mons. Pablo Galimberti junto a los Obispos del Uruguay, reunidos en Florida. Todos los Obispos forman la Conferencia Episcopal del Uruguay, máximo órgano de la Iglesia Católica en un país. La Conferencia Episcopal o CEU se reúne en dos Asambleas Plenarias anuales.

PD: Quiero agradecer profundamente la colaboración de Mons. Rubén Irurueta (hoy desaparecido) y al Padre Heriberto Bodeant, Obispo Auxiliar, por haber corregido este trabajo.

Iglesia Catedral San Juan Bautista

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