Entrada

Ven, Señor, no tardes en llegar, Y la paz al mundo le darás.

con tu luz podremos caminar; La noche se vuelve claridad.

El misterio de un pecado, vino a ser una promesa.

El milagro de la culpa fue causa de redención.

Salmo responsorial

Me alegro con mi Dios

Comunión Cristo nos da la libertad,

Cristo nos da la salvación, Santo Domingo de Guzmán Cristo nos da la esperanza, Cristo nos da el amor.

Cuando luche por la paz y la verdad, / la encontraré. Cuando cargue con la cruz de los demás, / me salvaré.

Dame, Señor, tu Palabra, / oye, Señor, mi oración.

Salida La Virgen sueña caminos, está a la espera; la Virgen sabe que el niño, está muy cerca.

De Nazaret a Belén hay una senda; por ella van los que creen, en las promesas.

Los que soñáis y esperáis, la buena nueva,

abrid las puertas al Niño, que está muy cerca.

El Señor, cerca está; él viene con la paz

El Señor cerca está; él trae la verdad.

iglesia de san pablo.

valladolid

13 de diciembre de 2015

Domingo tercero de Adviento

JUBILEO DE LA MISERICORDIA

El día 11 de abril de este año firmó el Papa la bula de convocación del Jubileo extraordinario de la Misericordia, el día 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción de Santa María Virgen ha comenzado en Roma dicho Jubileo, y en la solemnidad litúrgica de Jesucristo Rey del Universo, día 20 de noviembre de 2016, concluirá.

Precisamente -recuerda el Papa en la bula convocatoria- que San Juan XXIII convocó un Concilio para indicar el camino que la iglesia debe seguir en nuestro tiempo: “Usar la medicina de la misericordia”, Y este mismo día, 8 de diciembre, se cumplen cincuenta años de la clausura de dicho Concilio. El beato Pablo VI al concluir el Concilio decía que “la antigua historia del samaritano ha sido la pauta de la espiritualidad del Concilio”.

Nuestro Cardenal-Arzobispo Don Ricardo dice (en Iglesia en Valladolid, diciembre) que “tomemos nota del ámbito en que se inscribe el Concilio: La mirada compasiva de Dios hacia la humanidad. Llegamos, por tanto, al Año Jubilar con la confianza en que Dios nos espera y nos recibe, como acogió el padre al hijo pródigo, que de manera insuperable pintó Rembrandt. El padre abraza al hijo que llega de lejos, con los pies heridos y cubierto de andrajos.

San Juan Pablo II en la preciosa encíclica “Rico en misericordia” quiso poner de relieve y proclamar la misericordia de Dios, que ha olvidado la cultura moderna. (nº 2) La norma rigurosa o el arbitrio sin control, la violencia o el desprecio guían a veces el proceder del, hombre. Es necesario anunciar en nuestro mundo que Dios está cerca, que incansablemente nos ofrece el perdón, necesario para vivir con serenidad y regenerar la esperanza.

El Señor Cardenal-Arzobispo Don Ricardo, en nuestra Diócesis, nos convoca a la apertura del Año Santo el día 13 con la eucaristía en la catedral y procesión hasta el Santuario, entrando por la Puerta Santa abierta como puerta del perdón, de la esperanza, de la reconciliación y practica las obras de misericordia. Nos pide tres cosas: “Acercarnos por la oración a Dios que es rico en misericordia, confesar nuestros pecados en el sacramento del perdón y practicar las obras de misericordia.

(Tomado de la Hoja diocesana de diciembre)