Igualdad de oportunidades ante la enseñanza · Igualdad de oportunidades ante la enseñanza ......

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'Atio " VOL,. Yadv 411INCENA ENERO 1961 Igualdad de oportunidades ante la enseñanza La expresión con que encabeza este título tiene en España una indudable actualidad. Recientemente se han publicado los decretos que desarrollan la Ley de 21 de julio de 1960, por la que se crean determinados Fondos Nacionales, uno de los cuales está destinado a promover la igualdad de oportunidades. Vale la pena que discurramos unos momentos sobre este prin- cipio fundamental de nuestra sociedad moderna. Afirmemos en primer lugar que se trata de una as- piración de las comunidades políticas más desarro- lladas de la época actual, si bien, como meta utópi- ca, pudo figurar en los programas políticos, del más diverso signo, posteriores a la Revolución Francesa. Es propio, por tanto, de sociedades abiertas, permea- bles, que intentan sacar el mayor partido posible de los recursos humanos que en ellas permanecen, al propio tiempo que consideran misión social el des- arrollo pleno de la personalidad. Supone el previo consenso sobre la identidad sustancial entre los hom- bres, su común naturaleza, y en nuestra civilización cristiana y occidental, su igualdad plena ante los ojos de Dios, principio y fin de todos los hombres. Reconocer, por tanto, tal principio, buscando fór- mulas legales expresas para fomentarlo, constituye --con independencia de las críticas concretas que pue- dan hacerse-- un decidido paso en el desarrollo de tales fórmulas sociales de nuestro país. En la dinána!ca sociedad moderna, y en términos generales, las únicas posibilidades de promoción social se derivan prácticamente de las enseñanzas:. Favore- cer ésta supone, así, incrementar tales posibilidades. Es necesario que tomemos clara conciencia de este hecho, absolutamente propio de la época. En la estática sociedad tradicional, las estructuras, los niveles sociales se mantenían durante varias ge- neraciones, y sólo se alteraban por hechos muy di- versos, pero que podíamos condensar en el término genérico, de modificaciones en la posesión de propie- dad (conquista, descubrimiento, herencia, etc.). A medida que la sociedad evoluciona más rápida- mente, la propiedad va perdiendo valor como sím- bolo de poder para mantener un determinado estatus. Y va surgiendo una arrolladora corriente, probable consecuencia de los nuevos valores que sirvan de coordenadas a la vida social, que fija su mirada más en el trabajo que en el ocio, y, por consiguiente, más en el aprendizaje que en las virtudes heredadas. De ahí el preponderante papel de la educación y de la enseñanza en nuestra sociedad. jí/lediante la adquisición de unos conocimientos ge- 101. e nerales y específicos el hombre ide llegetr en 'tea- tros días a conquistar una ocupacídah, z cort olla una posición ocupacional, un nivel social, .üttp - erior al de su partida. La enseñanza se ha convertido en un poderoso me- dio, el más importante sin duda, para la movilización social. Gracias a ella, las desigualdades occidentales que ya desde el punto de partida, del nacimiento, ha- cían quimérica en la pequeña historia individual de cada uno, esa igualdad esencial de la que hablába- mos, se corrigen y se superan, haciendo posible una verdadera semejanza de oportunidades para todos los miembros de la sociedad. Y la posibilidad existe por- que ésta selecciona a sus hombres mejores en orden a sus capacidades, naturales y adquiridas, y no por otros criterios. La enseñanza es por ello un auténti- co servicio público que obliga a los Estados a ocu- parse de su extensión al mayor número de ciudada- nos como uno de los objetivos más preciosos para formar una sociedad bien organizada. De hecho en nuestros días son los países más desarrollados los que dedican mayores sumas a su mantenimiento. Justificado así el principio, veamos cuáles son los principales obstáculos que, a nuestro juicio, frenan esta necesaria generalización de la enseñanza. LA BAJA RENTA NACIONAL. La suma de todos los bienes y servicios que se producen anualmente en nuestro país —salvo los que se reemplean en el proceso productivo—, ya sea por la agricultura, las industrias, obras públicas, etc., y los servicios de todas clases, como los del médico, o del educador, o de los comerciantes, constituye la renta nacional. Una parte de esta renta, de esta pro- ducción, es absorbida por la Hacienda, a través de los impuestos. El presupuesto general del Estado se nutre fundamentalmente de estos ingresos. Con ellos han de atenderse a los numerosos servicios generales de la comunidad. España ha venido aumentando en los últimos años su producción y su renta nacional. Paralelamente se han incrementado los ingresos estatales. Sin embar- go, nuestra renta nacional sigue siendo una de las más bajas de Europa. Esta circunstancia limita nues- tras posibilidades de desarrollo económico, social y cultural. El Estado debe acudir a multitud de sec- tores y los créditos presupuestarios son insuficien- tes. Esto impone una lógica preferencia en la reali- zación de los gastos e inversiones públicas. Dentro de éstas los que se refieren a la educación no suelen figurar entre los más urgentes e inmediatos, porque aunque se reconocen sus efectos multiplicadores a plazo corto, no reproducen riqueza material. Es por esto por lo que un país de escasos recursos no puede dispensar una enseñanza gratuita y obliga- toria para todos los ciudadanos. Es necesario esta- blecer unas tasas mínimas, que aun no cubriendo el coste del servicio, se trata de verdaderos precio» lao-

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'Atio"

VOL,. Yadv

411INCENA ENERO 1961

Igualdad de oportunidadesante la enseñanza

La expresión con que encabeza este título tiene enEspaña una indudable actualidad. Recientemente sehan publicado los decretos que desarrollan la Ley de21 de julio de 1960, por la que se crean determinadosFondos Nacionales, uno de los cuales está destinadoa promover la igualdad de oportunidades. Vale lapena que discurramos unos momentos sobre este prin-cipio fundamental de nuestra sociedad moderna.

Afirmemos en primer lugar que se trata de una as-piración de las comunidades políticas más desarro-lladas de la época actual, si bien, como meta utópi-ca, pudo figurar en los programas políticos, del másdiverso signo, posteriores a la Revolución Francesa.Es propio, por tanto, de sociedades abiertas, permea-bles, que intentan sacar el mayor partido posible delos recursos humanos que en ellas permanecen, alpropio tiempo que consideran misión social el des-arrollo pleno de la personalidad. Supone el previoconsenso sobre la identidad sustancial entre los hom-bres, su común naturaleza, y en nuestra civilizacióncristiana y occidental, su igualdad plena ante losojos de Dios, principio y fin de todos los hombres.

Reconocer, por tanto, tal principio, buscando fór-mulas legales expresas para fomentarlo, constituye--con independencia de las críticas concretas que pue-dan hacerse-- un decidido paso en el desarrollo detales fórmulas sociales de nuestro país.

En la dinána!ca sociedad moderna, y en términosgenerales, las únicas posibilidades de promoción socialse derivan prácticamente de las enseñanzas:. Favore-cer ésta supone, así, incrementar tales posibilidades.Es necesario que tomemos clara conciencia de estehecho, absolutamente propio de la época.

En la estática sociedad tradicional, las estructuras,los niveles sociales se mantenían durante varias ge-neraciones, y sólo se alteraban por hechos muy di-versos, pero que podíamos condensar en el términogenérico, de modificaciones en la posesión de propie-dad (conquista, descubrimiento, herencia, etc.).

A medida que la sociedad evoluciona más rápida-mente, la propiedad va perdiendo valor como sím-bolo de poder para mantener un determinado estatus.Y va surgiendo una arrolladora corriente, probableconsecuencia de los nuevos valores que sirvan decoordenadas a la vida social, que fija su mirada másen el trabajo que en el ocio, y, por consiguiente, másen el aprendizaje que en las virtudes heredadas. Deahí el preponderante papel de la educación y de laenseñanza en nuestra sociedad.

jí/lediante la adquisición de unos conocimientos ge-

101.enerales y específicos el hombre ide llegetr en 'tea-

tros días a conquistar una ocupacídah,z cort olla unaposición ocupacional, un nivel social, .üttp- erior al desu partida.

La enseñanza se ha convertido en un poderoso me-dio, el más importante sin duda, para la movilizaciónsocial. Gracias a ella, las desigualdades occidentalesque ya desde el punto de partida, del nacimiento, ha-cían quimérica en la pequeña historia individual decada uno, esa igualdad esencial de la que hablába-mos, se corrigen y se superan, haciendo posible unaverdadera semejanza de oportunidades para todos losmiembros de la sociedad. Y la posibilidad existe por-que ésta selecciona a sus hombres mejores en ordena sus capacidades, naturales y adquiridas, y no porotros criterios. La enseñanza es por ello un auténti-co servicio público que obliga a los Estados a ocu-parse de su extensión al mayor número de ciudada-nos como uno de los objetivos más preciosos paraformar una sociedad bien organizada. De hecho ennuestros días son los países más desarrollados los quededican mayores sumas a su mantenimiento.

Justificado así el principio, veamos cuáles son losprincipales obstáculos que, a nuestro juicio, frenanesta necesaria generalización de la enseñanza.

LA BAJA RENTA NACIONAL.

La suma de todos los bienes y servicios que seproducen anualmente en nuestro país —salvo los quese reemplean en el proceso productivo—, ya sea porla agricultura, las industrias, obras públicas, etc., ylos servicios de todas clases, como los del médico,o del educador, o de los comerciantes, constituye larenta nacional. Una parte de esta renta, de esta pro-ducción, es absorbida por la Hacienda, a través delos impuestos. El presupuesto general del Estado senutre fundamentalmente de estos ingresos. Con elloshan de atenderse a los numerosos servicios generalesde la comunidad.

España ha venido aumentando en los últimos añossu producción y su renta nacional. Paralelamente sehan incrementado los ingresos estatales. Sin embar-go, nuestra renta nacional sigue siendo una de lasmás bajas de Europa. Esta circunstancia limita nues-tras posibilidades de desarrollo económico, social ycultural. El Estado debe acudir a multitud de sec-tores y los créditos presupuestarios son insuficien-tes. Esto impone una lógica preferencia en la reali-zación de los gastos e inversiones públicas. Dentrode éstas los que se refieren a la educación no suelenfigurar entre los más urgentes e inmediatos, porqueaunque se reconocen sus efectos multiplicadores aplazo corto, no reproducen riqueza material.

Es por esto por lo que un país de escasos recursosno puede dispensar una enseñanza gratuita y obliga-toria para todos los ciudadanos. Es necesario esta-blecer unas tasas mínimas, que aun no cubriendo elcoste del servicio, se trata de verdaderos precio» lao-

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liticos, deben ser satisfechas por los interesados enrecibir la instrucción en los Centros oficiales. Talrazonamiento es válido, y con más razón en cuantoa la contrapartida económica para los Centros pri-vados y de la Iglesia, que en España colaboran am-pliamente con el Estado en el esfuerzo educativo. Laenseñanza se nos presenta así como un servicio quedebe ser retribuido por el público que de él se be-neficie. El problema de su coste reviste, como en se-guida veremos, particular interés para la mayor par-te de las familias españolas.

'

LA INSUFICIENTE RENTA FAMILIAR.

-'El proceso de desarrolló económico en el que se_

llalla 'embarcada España no ha logrado hasta el mo-mento presente acortar las diferencias que nos sepa-ran de la 'mayor parte de los países occidentalesAélci en Madrid, Barcelona -y en Vascongadas la ren-,.ta Media oscila entre 24.000 y 30.000 mil pesetas portiabítite:e 'y aftb. Valencia está en las 18.000 Pese.:taä. gl "resto de España, una veintena de provincialestán entre las 12.000 y las 15.000 pesetas, otra vein-tena. entre las 9.000 y las 12.900, y cinco apenas al-canzan las 9.000 pesetas.

Tales cifras nos indican en realidad paco y consti-tuyen un dato estadístico de relativo valor aproxi-mativo:Se'ruis Ofrecen como cociente de la renta totalprovincial y el número de habitantes. Naturalmentela renta no se distribuye uniformemente. De todoses sabido que existen diferencias muy. notables. Asíen las rentas derivadas del trabajo pueden estar ba -sadas en la distinta habilidad requerida, en la pro-pia -laboriosidad, en la diversa consideración econó-mica de los empleos y profesiones, en el sexo, etcé-tera.- No obstante, la renta "per capita" es un indiceque nos permite comparaciones interprovinciales einternacionales sumamente interesantes.

Para nuestro propósito (destacar la influencia delas rentas bajas en las posibilidades de educar a loshijos) sólo hemos de decir dos palabras acerca delfuncionamiento de la economía doméstica. En ésta,cuanto más reducido es el presupuesto de ingresos,más parte de ellos se dedican a la cobertura de lasnecesidades primarias (principalmente alimentación).A medida que aumentan los ingresos se satisfacenlas secundarias y las terciarias.

Un ejemplo aclara esta afirmación. Una familia(compuesta por el matrimonio y dos hijos) que ten-ga unos ingresos totales de dos mil pesetas mensua-les tendrá que emplear más del setenta y cinco porciento de su presupuesto en gastos de alimentación,para alcanzar un mínimo alimenticio. El resto debe-rá. .emplearlo en un módico alquiler de casa, calza-do, vestido, luz y combustible. Necesidades todas deorden primario que afectan a las exigencias vitalesde la persona. Si tal familia ve incrementados susingresos hasta alcanzar las tres mil pesetas, es posi-ble que mejore algo su alimentación, pero sin alcan-zar tan alto porcentaje relativo en el gasto total;adquirirá calzado y vestido de mejor,- calidad y ade-

más tratará de adquirir algunos artículos útiles parael ttpgar.- tal . Contado e a plazos) y jrasta utilizará unapequeña parte para diversiones.

Conforme fuera incrementándose la renta de lafamilia, ésta dedicaría cada vez mayor atención a lacobertura de las necesidades secundarias y tercia-rias. En estas últimas está demostrado que crecenmuy acentuadamente las que se refieren a la ense-ñanza. Este comportamiento, repetidamente obser-vado en todas las latitudes (y en España bien recien-temente con ocasión de la primera Encuesta sobreCuentas Familiares, mayo de 1958, llevada a caboen una muestra bastante representativa de la socie-dad española, por el I. N. E.), basta para afirmarque los familias con insuficientes ingresos no pue-den soportar sobre si los gastos que origina la ins-trucción. no ya por su coste directo, que en ciertasmodalidades de la enseñanza 'eš muy 'reducido (talescomo en el laboral, formación profesional industrial,estudios nocturnos, bachillerato en secciones filiales),sino sobre todo por lo que llamamos el lucro cesante,al dejar de incorporar el hijo a la oferta del trabajoremunerada. Aquí reside probablemente la razón delabsentismó de tantos niños en edad escolar de nues-tras escuelas primarias, al ser empleados en servi-cios - de . na- Uy distinta naturaleza, ajenos - a toda rela-ción • contractual -de' carácter formal para: evitar lassanciones derivadas de la legislación vigente.

Podemos decir- per tanto-,-; qu- e el nivel de instruc-ción, tanto individual como colectivo, está poderosa-mente afectado por los ingresos. Cuanto se haga poraumentar la producción y la renta nacional, y suadecuada distribución entre todos los sectores socia-les, repercutirá indefectiblemente sobre la enseñan-za en sentido favorable y positivo.

LAS DEFICIENCIAS DE NUESTRA ORGANIZACIÓN LOCAL.

La organización municipal en España está muy le-jos de ser idónea. Al . lado de --urbes tentaculares'quecada día van absorbiendo mayor número de habitan-tes, se encuentran municipios ínfimos carentes de losmínimos recursos para proporcionar los más elemen-tales servicios a la comunidad local. Baste recordarque, según el último censo oficial . de 1950, existíanen España 24 municipios mayores de 100.000 habitan-tes y a su lado 3.139 con menos de 1.000. En con-junto, más del 73 por 100 de los municipios españo-les tienen una , población inferior a los dos mil ha-bitantes.

Estas profundas diferencias originan una evidentedesigualdad económica en cuanto se refiere a los in-gresos municipales.

Tal situación tiene muy honda repercusión en elterreno educativo. Los 9.214 Ayuntainientos. españo-les dedicaron en el ario 1958362,2 millones de pese-tas, es decir, un 3,7 por 100 del total de gastos para,la atención del capituló "Instrucción Peblica"; Es de'.cir, unas cuarenta mil pesetas por' municipio. Pién-

sese lo que esta cifra —simple medida aritmética—supone. El coste de una escuela rural4ipia oscila hoyentre las 100.000 y las 150.000 pesetas, según läht-cie:'racterísticas regionales. La colaboración municipal enel campo de la enseñanza ea en ati cenjuntO;.ma. La escasez ,se edificios-escuela-% YjYrelld4, 4e: loama-estros, mobiliario -y equipo, dif doirio la iidectiada

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VOL. XLIV—NÚM. 127 IGUALDAD DE OPORTUNIDADES ANTE LA ENSEÑANZA

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retribución de los maestros, por lo que respecta a

las enseñanzas de base, son problemas cuya solucióntiene que ser abordada por el Estado.

Sin embargo, esta tutela, que incesantemente seviene realizando no podrá solucionar definitivamen-te el problema. Tomemos como ejemplo las remune-

raciones actuales de los 77.990 maestros españoles.

Como es sabido, han sido elevadas desde primero deenero del ario en curso. Los sueldos oscilan entre las

32.280 pesetas anuales para los 2.272 maestros de la

primera categoría y las 15.720 pesetas de los 5.368de la novena. El salario medio mensual es de unas2.000 pesetas, siendo en las últimas cuatro catego-rías, que agrupan más de la totalidad de los maes-tros, de 1.667 pesetas, con un sueldo mínimo de 1.310pesetas.

Tales remuneraciones pueden ofrecernos algunaluz para descubrir las causas de esa falta de recono-cimiento social que tiene la profesión de maestro,siendo como es la pieza clave que hará posible elfuturo desarrollo integral y profesional del niño.

No es fácil encontrar la solución en el plano es-tatal. Sólo para corregir modestamente esta escasaremuneración, elevándola en unas 8.000 pesetas anua-les, seria necesario destinar a esta finalidad el totalrendimiento de la Contribución general sobre la ren-ta consignado, en el Presupuesto de ingresos del Es-tado de 1960. -

'Cuanto se haga, por tanto, por dar vida a nues-tros municipios, dándoles una estructura que hagaposible su viabilidad económica, sobre todo en los máspequeños, orientando su actividad, hacia la enseñan-za, corno claro y específico fin de la competencia mu-nicipal, ha de favorecer en la base de partida, esdecir, en la instrucción primaria, la igualdad de opor-tunidades.

Razones extraeconómicas deben ser tenidas tam-bién en cuenta. En un recto concepto de la vida so-cial no parece que corresponda al Estado primaria-mente la tarea educacional. Si ésta estuviera atendi-da por las distintas instituciones intermedias su pa-pel seria subsidiario, de fomento y estimulo, de tute-la. He ahí una nueva perspectiva de la importanciade la colaboración municipal en el desarrollo cultu-ral local.

EL ESCASO DESARROLLO INDUSTRIAL.

En los últimos años estamos asistiendo a un creci-miento ininterrumpido de nuestra producción. Las in-dustrias manufactureras contribuyen a la renta na-cional con más del 25 por 100 del total. Esto, haceunos lustros, no podía imaginarse. En los momentospresentes nos encontramos con la necesidad de lle-var a cabo una expansión industrial con ritmo ace-lerado. Sin einbargo, hasta ahora el bajo nivel téc-nico de la mayor parte de nuestras industrias- —enlas que por una, serie de- razones se mantiene -.unemano de obra excesiva, originando un gran Volumende paro encubierto— no ha precisado, por su des-arrollo incipiente, de verdadera calificación profesio-nal de sus operarios. La carencia de este estímuloexteriOr , ha contribuido sin duda a relegar el prole,

ma de la enseñanza de la formación profesional aun plano secundario.

Es muy posible que en un futuro próximo, tras elradical cambio de nuestra política económica, las em-presas hayan de sustituir una antigua economía deproducción, de antemano asegurada, por una econo-mía de mercado, en la que el consumidor recobraráel puesto eje que le corresponde. Ello supondré. lacompetencia no sólo interior, sino también europea.exterior, y obligará a mejorar utillaje, organizacióny métodos de trabajo, y, sobre todo, a buscar hom-bres adecuadamente preparados y con formación es-pecializada para utilizar laa nuevas técnicas y he-rramientas.

La enseñanza será entonces deseada, estimuladaexternamente, para un considerable número de ciu-dadanos.

LAS DESIGUALDADES REGIONALES.

Existen en España profundas diferencias interpro-vinciales. Al lado de provincias cuya nivel de vidapuede parangonarse con el de muchas ciudades eu-ropeas, subsisten otras cuya situación es muy seme-:jante a la de los países subdesarrollados. También',España tiene, como la próspera Italia, su "mema.'giorno". Las provincias y regiones atrasadas en Es-

paña son fundamentalmente agrarias. Con múltiplesproblemas derivados de nuestro clima, de nuestro sue-lo, de nuestro régimen de lluvias, del régimen jurí-dico de la tierra, de los sistemas de cultivo... Proble-mas todos que son difíciles de resolver, pero que mien-tras estén ahí plantean otros nuevos cuya soluciónes urgente. Uno de éstos, y a nuestro juicio el másimportante, es el de las profundas desigualdades quese originan para un muchacho rural en orden a supromoción social. La localización de nuestros Centros

docentes no ha sido racionalmente planeada. Podríadecirse que no responde a ningún plan. El acceso alos Centros medios y superiores de enseñanza está dehecho vedado para muchos jóvenes campesinos. Elmundo agrario, por lo que respecta a la poblaciónlaboral especialmente, se encuentra a una extraordi-naria distancia del mundo urbano. Salir de aquel con-torno, verdadero modo de vida, supone un inauditoesfuerzo para insertarse en la órbita de la ciudad.Buena prueba de ello son nuestros suburbios, en losque puede seguirse de cerca la difícil y al propiotiempo obligada aclimatación.

La igualdad de oportunidades es entonces .practi-camente ilusoria, mientras no se acorten las dispari-dades en cuanto al punto de partida. La expansióneconómico-social de nuestras comarcas y provintiasagrarias cobra así una importancia capital al con-vertirse en la condición previa de todo el desarrpllointegral de la persona.

CONSIDERACIONES FINALES.

- Hemos visto desde ángulos distintos una perspec-tiva muy similar. En realidad los diversos obstáculosque hemos enunciado están intimamente.relaciorla-, .

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dos: al propio tiempo son causa y consecuencia unosde otros. Pese a las medidas adoptadas para evitar-los no han desaparecido. Nuevas soluciones se apun-tan, con carácter específico, y ello implica una granesperanza. La Ley de creación de los Fondos Nacio-nales, y especialmente el dedicado a fomentar el prin-cipio de igualdad de oportunidades, tiene ante sí un

amplísimo horizonte. Será preciso estudiar cuidado-samente el empleo de esos modestos créditos paralograr la máxima eficiencia de las inversiones. Lamagnitud del problema, el recto sentido de la justi-cia y nuestra pobreza así lo exigen.

F. LORENZO GELICES.

Interferencias entreafectividad y aprendizajeEste trabajo me fue sugerido cuando llevaba va-

rios años dedicada al estudio de los factores no ra-cionales de la conducta.

Ultimamente he incrementado mi información ymis reflexiones sobre el tema.

Y por fin, la lectura de las frases que copio a con-tinuación, literalmente, me ha impulsado a ofrecerloa los educadores de todos los grados y, muy espe-cialmente, a todos aquellos que tienen entre susalumnos "niños-problema" adolescentes o pre-adoles-rentes. •

Las frases son:

Ayuda a loa niños para la comprensión de al mimos.

"Gran parte de la desventura humana podríaser obviada si se pudiera ayudar a los niños a lacomprensión de si mismos y en la de los demás.y si pudieran ser auxiliados para alcanzar un me-jor entendimiento de las corrientes emocionales desus vidas. Tal y corno están las cosas en la actua-lidad muchos niños no parecen alcanzar una sanaintegración de sus recursos cognitivos y afecti-vos" (1).

Un juicio sobre la niñez y he adolescencia de nuestrosdices.

"•.. distintos de los niños y adolescentes de épo-cas anteriores. Distintos, pero no peores. Tal vezmejores. Actualmente son más abiertos, mas ver-daderos; también son más tumultuosos, más sen-sibles, mas aislados. Les oímos lamentarse: "Lavida carece de sentido; tampoco lo tiene el suici-dio, el amor, la amistad... El hombre está solo,irremediablemente solo; ni consigo mismo puedecontar, puesto que es inaccesible a sí mismo..."FM. Morrure: Dieu est mart.)

"Solo está el adolescente en el problema de sudesarrollo. Solo entre los defectos, maldades y de-formaciones de nuestra cultura; solo en la agita-ción del alma y en la inseguridad de los valoresespirituales. Pero la nostalgia y la esperanza quehay en a no le permiten permanecer en la inmovi-lidad. A falta de otra cosa, pretende llenar su vidacon accidentadas excursiones y alocadas compa-Mas; con la satisfacción de la sexualidad y condiversiones. Busca nuevos caminos. ¡Dónde se en-contrarán los educadores que comprendan a nues-

tra juventud y la ayuden en su camino?" (2).

(1) Jersild, A.: Evolución de la afectividad. Carmi•chael: Manual de Sicología. del njii.o. Ed. Ateneo . Bue-nos .Aires, 1957 (pág. 935).

-(2) Epilogo de la obra de A. Gruber: La pubertad,desarrollo y Cri8:8, Ed. Herder. Barcelona. 1910. 304 págs.(Los sithrityado-s no són de la °tire original. Y

I PARTE

DE LA INSEGURIDAD INFANTIL. A LA SEGU-RIDAD DEL ESTADO ADULTO POR LA INDE-

PENDIZACION PROGRESIVA

INTRODUCCIÓN.

Estamos viviendo el ocaso de dos maneras exclu-sivas de entender el mundo: la intelectualista y lavoluntarista. Ambas están tocando la evidente insu-ficiencia de sus parciales principios para compren-der al hombre como individuo. Mas insuficiente to-davía para comprenderle en grupo. E incapaces paraeducarle.

Las corrientes de la Sicología dinámica han pa-sado a informar la vida actual. Sus términos han de-jado de ser tecnicismos para incorporarse al lengua-je vulgar. Sus teorías se valoran en el campo de laorganización científica del trabajo, y muy especial-mente del trabajo industrial, en la organización delas campañas de propaganda comercial y política, enla sociología teórica y aplicada, en el campo de lamedicina sicosomática. Han influido tal vez en exce-so y torcidamente en la producción estético-literaria,musical y plástica de nuestra última época.

Creemos, por el contrario, que están llegando conretraso a informar el campo que le es nule inmediatoy directo: el de la educación.

En los ámbitos de la educación diferencial sí sehan tenido en cuenta- los principios de la Sicologíaprofunda, porque suelen estar dirigidos, o tienen ensu equipo rector médicos que han recibido una for-mación influida y hasta dirigida por ella. Pero loseducadores, sobre todo los profesores de diversas ma-terias —llámense ciencias o letras-- se encuentranfrente a niños adolescentes sin conocer los ocultossicodinamismos de su conducta, muchos de los cua-les han aparecido en los primeros tres arios de lavida. Casi todas las actitudes sociales que en los ni-ños y jóvenes observamos han sido fijadas, en gene-ral, antes de los seis años.

Intentamos bosquejar un concepto del hombre, dela educación y de la evolución humana que tenga encuenta la dinámica síquica.

I. EL HOMBRE DINÁMICAMENTE CONSIDERADO.

Cualquiera de los posibles conceptos del hombrelleva aparejada una concepción educativa.

Vamos a elegir uno entre muchos de estos posiblesconceptos del hombre siguiendo el criterio de que lasdefiniciones descriptivas son más sicológicas. Estadefinición destaca la complejidad de la estructura delsee humano, al mism0 tiempo que su •real iiriieida d. -