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Filosofía Política I II. LOS SOCIALISMOS 1. EL SOCIALISMO CLÁSICO. CARLOS MARX murió en 1883 cuando el único partido socialista que se había creado era el español en 1879. Las palabras de F. ENGELS nos ayudan a entender el cambio de la época. ENGELS escribió cincuenta años después del El manifiesto comunista que todas sus expectativas habían quedado transformadas, el socialismo avanzaba a través de las instituciones democráticas; el sufragio universal era el camino que había que seguir para alcanzar una sociedad distinta. Los años transcurridos desde la constitución de la Segunda Internacional (1889) hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial (1914) se denominan la época clásica de la socialdemocracia. Tras ENGELS, los tres protagonistas del debate dentro de la socialdemocracia alemana son E. BERNSTEIN, K. KAUTSKY y R. LUXEMBURGO. Los planteamientos de los dos primeros continúan hasta nuestros días. Para BERNSTEIN la tarea de los socialistas era crear un partido democrático que defendiera las reformas sociales y permitiera al socialismo heredar y desarrollar el legado del liberalismo. Era un pacifista que pensaba que había que avanzar hacia una sociedad más justa sin lucha política. El planteamiento de KAUTSKY era distinto. El socialismo debía preservar su identidad hasta que pudiera alcanzar el poder y cambiar la sociedad burguesa. Mientras que llegaba el gran momento lo importante era acumular fuerzas con la construcción de grandes partidos de masas vinculados a los sindicatos. BERNSTEIN y KAUTSKY simbolizan el dilema de la socialdemocracia: ¿debían los partidos obreros participar en los debates políticos? En el socialismo clásico el interés de los trabajadores era el prioritario y prevalecía la tesis de que los socialistas no debían quedar envueltos en polémicas “ajenas”. En España la ideología del socialismo clásico la encarna PABLO IGLESIAS, fundador del Partido Socialista y de la Unión General de Trabajadores (1879). Para IGLESIAS era imprescindible marcar la diferencia entre el partido obrero y los partidos burgueses. Los partidos de la Restauración, fueran liberales o conservadores, eran distintas caras de la sociedad burguesa. Por ello IGLESIAS quería remarcar la creación de un nuevo partido como algo distinto. Quería crear un partido estrictamente obrero que no se mezclase con los partidos del sistema, ni se confundiese con partidos republicanos. Esa opción por marcar una identidad propia condujo al Partido Socialista a tener que librar un doble combate: marcar su distancia con los republicanos y subrayar frente a los anarquistas que el combate político y el combate sindical eran dos partes de la misma lucha. Esto marcará la vida social del socialismo español hasta 1939. PABLO IGLESIAS tuvo que abordar los problemas que había querido apartar, ya que no era posible hacer frente a los problemas de la Segunda República sin la participación de los socialistas. Esto hará que tengan que asumir como parte de su proyecto problemas en torno al Estado y a la Nación que dividieron a la sociedad española. 2. EL SOCIALISMO EN EL PERIODO DE ENTREGUERRAS. Los debates entre BERNSTEIN favorable a la implicación en la política frente a la paciencia que predicaba KAUTSKY defensor de encontrar el momento marcaron años de controversia política e intelectual que desaparecen en 1914. El mundo pacífico, lineal que soñaba BERNSTEIN no se confirmó en la realidad. En el s. XX comenzó un siglo lleno de guerras y de conflictos. La violencia volvió a ser el

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FilosofaPolticaIII.LOSSOCIALISMOS1. ELSOCIALISMOCLSICO.CARLOS MARX muri en 1883 cuando el nico partido socialista que se haba creado era el espaol en 1879. Las palabras de F. ENGELS nos ayudan a entender el cambio de la poca. ENGELSescribi cincuenta aos despus delElmanifiesto comunista que todas sus expectativas haban quedado transformadas,elsocialismo avanzaba a travsde las instituciones democrticas el sufragio universal era el camino que haba que seguir para alcanzarunasociedaddistinta.Los aos transcurridos desde la constitucin de la Segunda Internacional (1889) hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial (1914) se denominan la poca clsica de la socialdemocracia. Tras ENGELS, los tres protagonistas del debate dentro de la socialdemocracia alemana son E. BERNSTEIN, K. KAUTSKY y R.LUXEMBURGO.Los planteamientosdelosdosprimeroscontinanhastanuestrosdas.Para BERNSTEIN la tarea de los socialistas era crear un partido democrtico que defendiera lasreformassocialesy permitiera alsocialismo heredar y desarrollar ellegado del liberalismo. Era un pacifista que pensaba que haba que avanzar hacia una sociedad ms justa sinluchapoltica.El planteamiento de KAUTSKY era distinto. El socialismo deba preservar su identidad hasta que pudiera alcanzar el poder y cambiar la sociedad burguesa. Mientras que llegaba el gran momento lo importante era acumular fuerzas con la construccin de grandes partidos de masasvinculadosalossindicatos.BERNSTEIN y KAUTSKY simbolizan el dilema de la socialdemocracia: deban los partidos obreros participar en los debates polticos? En el socialismo clsico el inters de los trabajadores era el prioritario y prevaleca la tesis de que los socialistas no deban quedar envueltosenpolmicasajenas.En Espaa la ideologa del socialismo clsico la encarna PABLO IGLESIAS, fundador del Partido Socialista y de la Unin General de Trabajadores (1879). Para IGLESIAS era imprescindible marcar la diferencia entre el partido obrero y los partidos burgueses. Los partidos de la Restauracin, fueran liberales o conservadores, eran distintas caras de la sociedad burguesa. Por ello IGLESIAS quera remarcar la creacin de un nuevo partido como algo distinto. Quera crear un partido estrictamente obrero que no se mezclase con los partidos del sistema, ni se confundiese con partidos republicanos. Esa opcin por marcar una identidad propia condujo al Partido Socialista a tener que librar un doble combate: marcar su distancia con los republicanos y subrayar frente a los anarquistas que el combate poltico y el combate sindical eran dos partes de la misma lucha. Esto marcar la vida social del socialismo espaol hasta 1939. PABLO IGLESIAS tuvo que abordar los problemas que haba querido apartar, ya que no era posible hacer frente a los problemas de la Segunda Repblica sin la participacin de los socialistas. Esto har que tengan que asumir como parte de su proyectoproblemasentornoalEstadoyalaNacinquedividieronalasociedadespaola.2. ELSOCIALISMOENELPERIODODEENTREGUERRAS.Los debates entre BERNSTEIN favorable a la implicacin en la poltica frente a la paciencia que predicaba KAUTSKY defensor de encontrar el momento marcaron aos de controversia poltica e intelectual que desaparecen en 1914. El mundo pacfico, lineal que soaba BERNSTEIN no se confirmenlarealidad. En el s. XX comenz un siglo lleno de guerras y de conflictos. La violencia volvi a ser el FilosofaPolticaIcentro de la historia y los proletarios acudieron al campo de batalla, a pesar de las proclamas de la Internacional socialista que defendi la rebelin de los trabajadores para impedir el estallidoblico.Pero en la Rusia zarista se produjo la revolucin. El acontecimiento era deseado y esperado por los obreros socialistas, pero se produjo en un lugar tan inesperado que la estrategia socialista y el compromiso internacionalista cambiaron radicalmente. Junto a estos cambios, cambi la teora.LENIN transform el concepto de partido u la teora de revolucin, basandoseenunanuevateoradelEstado.La teora instrumentalistaextincionista define al Estado como instrumento de la clase dominante. La revolucin consiste en la destruccin del Estado de la burguesa y su sustitucin por una dictadura del proletariado que ir creado las condiciones para una paulatinadisolucindelpoderpolticohastallegaralaextincindelEstado. La fundacin de la Internacional comunista dividi al movimiento obrero europeo y se gener una oposicin radicalentre reformistas y revolucionarios.Eldebate agit al movimiento obrero y MARX y BAKUNIN discrepaban acerca del momento en el que debiera producirse la desaparicin del estado. Para BAKUNIN era imprescindible la abolicin del poder poltico, mientras que para MARX slo sera posible la desaparicin del Estado cuando la dictadura del proletariado estuviese asentada y fuese posible ir sustituyendo el gobierno de los hombres por la administracin de las cosas, segn la frmula de Manifiesto Comunista de1848.Tras la experiencia de la Revolucin Rusa se fueron constatando dos realidades que no haban sido previstas por los primeros socialistas: la degeneracin del poder poltico tras los procesospostrevolucionariosyladificultaddeextenderlarevolucinmsalldeRusia.En torno a la degeneracin del poder, el debate llega hasta nuestros das, cuando se trata de evaluar porqu se produjo una desviacin tan radical entre las promesas del socialismo y la realidad de los pases del Este. Se sigue discutiendo en qu momento se produjo la transformacindeladictaduradelproletariadoenundictadurasobreelproletariado.En cuanto a la dificultad de extender la revolucin, fue debido a que en los pases occidentales fue creciendo el fenmeno del nazismo y el fascismo. En Espaa, la dictadura de Primo de Rivera en 1923 marc el final de la monarqua y acab con el juego poltico del rgimen de la Restauracin. A partir de entonces, en Espaa, monarqua era sinnimo de corrupcin, tirana. Si uno quera ser autnticamente liberal deba de apelar, como hizo MANUEL AZAA, a la repblica. El paso del tiempo hizo que a finales de los aos veinte distintos grupos sociales apoyaran este modelo: profesoresuniversitarios,escritores, estudiantes. Para los socialista lleg el momento de la decisin. Podan seguir manteniendo comotareaesencialladefensa,nicamente,delosinteresesdelostrabajadores?Este era su objetivo y muchos no se fiaban de los republicanos pero eran conscientes de que se comenzaba a fraguar la esperanza de un cambio de rgimen. Decidieron apoyar a los republicanos y coincidieron en la necesidad de instaurar un rgimen que resolviera los grandes problemas pendientes. La experiencia ilustra los dilemas con los que se encuentra el socialismo al hacerse realidad. Al apoyar al republicanismo, consuman las energas polticas de tal modo que las reformas sociales no adquiran la misma rapidez. La influencia del sindicato anarquista provoc la aversin de muchos trabajadores, sensibles a la acusacin de que los socialistas eran tan burgueses como el resto de las formaciones polticas parlamentarias. A partir de esto, las cosas se fueron complicando e hicieron cada vez ms difcilconciliarlasnecesidades delsindicato socialista y las urgencias delgobierno republicano.El anuncio de la incorporacin al gobierno de los ministros de la CEDA (Confederacin FilosofaPolticaIEspaola de DerechasAutnomas)era la sealesperada para convocar una huelga revolucionaria. Tras el fracaso (con excepcin de Asturias y Barcelona) en octubre de 1934 larepresinmilitarfuebrutal.Desde febrero del 1936 se pens en la posibilidad del golpe de estado, el cual lleg en julio pero, la reaccin popular y la lealtad de una parte del ejrcito impidi el triunfo. Fue necesaria una guerra civil que se sald con la victoria de los franquistas por el apoyo de la AlemanianaziydelaItaliafascista.3. ELSOCIALISMOENLAPOCADORADA.Mientras los republicanos y los socialistas, los comunistas y los anarquistas fueron derrotados en Espaa, toda Europa se converta en un campo de batalla. La Espaa republicana haba sido abandonada por las potencias democrticas, por miedo a una reaccin del nazismo. La divisin del mundo en bloques militares hizo que la democracia espaola quedar pospuesta y el franquismo sobrevivi gracias al apoyo de los Estados Unidos. Espaa qued fuera del granconsensodeposguerraquepermitilaconsolidacindelEstadodelbienestar.El socialismo democrtico posterior a las dos guerras mundiales intentar mantener sus seas de identidad reafirmando una va democrtica e intentando marcar su especificidad propia. Para mantener su identidad articula una estrategia compartida por sindicatos y partidos socialistas. En este punto se centra la gran diferencia entre el modelo de partido bolchevique y el tradicional partido socialdemcrata. El primero era un partido de vanguardia que apostaba por la insurreccin. El segundo era un partido de masas. Un partido que constitua una contrasociedad donde la educacin, la cultura o el ocio tena un desarrollo contrario a la cultura burguesa, capitalista y clerical. Esta contrasociedad parta de dos supuestos: el Estado delbienestar no se haba desarrollado y por ello la educacin pblica no se haba universalizado. El partido obrero enseaba a leer y a escribir y ofreca una cultura poltica propia a travs de la prensa socialista. Estos esperaban el gran da en que se pudiera producir la transformacin social de definitiva. El sindicato iba marcando el camino de las reformas puntuales pero el partido tena una visin que trascenda lo inmediato para ofrecer el horizontedeunasociedaddistinta.Con la llegada del Estado del bienestar se transforma la democracia poltica y se produce un cambio en la democracia de partidos. Los partidos polticos comienzan a abandonar las viejas fronteras de clases ya que pasa a ser una mquina electoral que tiene que recoger los apoyos de los distintos sectores. Se ha escenificado este cambio en el congreso de 1959 de la socialdemocraciaalemana.Es un socialismo que no quiere esperar, que quiere ser considerado un partido de gobierno. La estrategia se centra en asumir responsabilidades de gobierno y ser capaz de crear organizacionescapacesdealcanzarmayoraselectorales.Grandes lderes polticos como W. BRANDT, O. PALME o B. KREYSKY fueron articulando una forma de poltica donde era decisiva la personalizacin del mensaje (y el papel del liderazgo). KIRCHHEIMER lo denomin el partido que atrapa votos de distintos sectores sociales,queenvaunmensajeparatodos.El Estado del bienestar logr la integracin de la clase trabajadora a travs del consumo de masas. El acceso a la ciudadana estaba vinculado a un movimiento obrero de varones, industriales, metalrgicos insertos en las grandes concentraciones industriales o mineras el trabajo era esencialmente masculino y se mantenan poderosas redes de solidaridad y de apoyo.Ladesaparicindeestemodelotendrsseriasconsecuenciasparaelsocialismo.FilosofaPolticaIA partir de 1968 todo cambi. Ya no era posible pensar un socialismo asociado al crecimiento econmico, desconocedor de los problemas ecolgicos, vinculado a la poltica de bloques militares, esquivo con las nuevas formas de alienacin y funcionando de espaldas al Tercer Mundo.Este planteamiento eurocentrista permiti la aparicin de formaciones polticas de una nueva izquierda que recoga el malestar creciente en la sociedad industrial y asumalasnuevasformasdeprotestaplanteadasporlosmovimientosestudiantiles.En este contexto, los socialismos del sur de Europa apostaron en sus textos por nuevas formas de socialismos dispuestas a ir ms all de la socialdemocracia. Un socialismo que buscaba la formula para resolver la novedad: la autogestin. Se comenz a hablar de Socialismoautogestionario.Autogestin implicaba autoorganizacin de la clase trabajadora y capacidad de conseguir que la democracia no quedar en la fbrica. El grito del 68 planteaba un problema terico: Qu era el socialismo? Estaba claro lo que NO era: no era lo que haba ocurrido en los pases del Este ni las reformas que permitan humanizar el capitalismo. Era posible ir ms all de la socialdemocracia?Muchos intentaron buscar una tercera va que evitase los males del socialismo sin caer en la socialdemocracia. La elaboraron autores como R. MILIBAND que defendi la necesidad de articular un reformismo revolucionario. Aos despus, l mismo hablar de un socialismo en la poca del escepticismo, porque los aos haban ido abonando el escepticismo sobre la posibilidaddeunsocialismocomoalternativademocrticaalcapitalismo.4. ELSOCIALISMOTRASLACADADELMURODEBERLN.1989 marca el final de una poca: la desaparicin del movimiento comunista, del pacto de Varsovia y de la Unin Sovitica marcarn un antes y un despus que influir en el destino delsocialismo.Tres son las interpretaciones de la realidad y las propuestas de accin poltica que han conformado los debates de la izquierda durante estos veinte aos: la socialdemocracia liberallasocialdemocraciadecuokeynesianoyelsocialismodeizquierda.Para los defensores de la socialdemocracia liberal la cada del muro de Berln ha estado unida a una profunda crisis de las frmulas econmicas asociadas al keynesianismo. No es posible mantener el Estado del bienestar tal como lo hemos conocido. Hay que buscar un camino intermedio entre el viejo Estado del bienestar keynesiano y la nueva derecha. No cabe pensar en frmulas muy ambiciosas. El debate de los valores adquiere una gran importancia. Valores vinculados a la flexibilidad, a la inseguridad, a la improvisacin, a la asuncin de la tesis de que todos somos liberales y de que el socialismo como gran filosofa, pertenece a los grandes relatos de la modernidad que ha acabado. Su pblico son los activistasradicales.La perspectiva ms realista es el socialismo de izquierda, que recuerda que no todos gozan de los bienes de la globalizacin y reivindican una globalizacin alternativa. Estamos ante la gran oportunidad de reconocer que las frmulas del Estado social slo funcionaron en el marco europeo y que ha llegado el momento de disear un nuevo internacionalismo, de luchar por una globalizacin alternativa, de defender que otro mundo es posible. Se pone encima de la mesa el problema ecolgico, los nuevos problemas de diversidad cultural y la fuerzadelosmovimientosantiglobalizacin.Supblicosonlosnuevosyuppies.En medio de estas alternativas estn los socialdemcratas keynesianos, pero a quin se dirige? Cmo van a mantener el apoyo de una clase media seducida por el capitalismo FilosofaPolticaIpopular?El problema para la socialdemocracia es articular su proyecto sin perder los bastiones tradicionales, pero sabiendo que tienen que abrirse a nuevos colectivos que no encuentran en las organizaciones clsicas el instrumento adecuado para defender sus reivindicaciones. Se buscan nuevas formas polticas. Se produce una diferenciacin cada vez mayor entre partidos y sindicatos. Los sindicatos se abren a trabajadores de distintas ideologas y los partidos se vinculan con los sindicatos como una organizacin corporativa, pero sin una relacinespecialcomodefamilia.La frmula clsica del socialismo, la utopa del trabajo, ha ido desapareciendo. Se asume que no es posible una liberacin en el tiempo del trabajo. Se piensa que es posible amortiguar los efectos de la explotacin, pero no parece viable evitar el aburrimiento, la frustracin.Esta concepcin genera tal frustracin a los trabajadores y a las bases de la izquierda que los sindicalistas y los activistas han ido imaginando caminos que permitan superar la dicotoma, donde slo se puede elegir entre alienacin laboral y paro. Se busca garantizar los derechos laborales, las conquistas sociales, los servicios pblicos, las pensiones, las vacaciones. Se asume que ya que no es posible acabar con el capitalismo, al menos se podrn garantizar reformasparairhumanizndolo.5. ELSOCIALISMOACTUAL.En socialismo no puede entenderse sin tener en cuenta su historia, y sta cambi a partir del 2001. A la defensa del Estado social se ha unido la lucha por la pervivencia de un mundo laico atravesado por el choque entre los fundamentalismos. Ante esta realidad, el socialismo democrticovuelveareivindicarelproyectoilustrado.En el caso espaol, la ausencia de una tradicin nacional compartida provoca que el debate sobre los derechos econmicosociales ocupe un lugar secundario en la vida poltica. Nuestra tragedia viene por no haber podido conectar con la democracia antifascista posterior a la Segunda Guerra Mundial. Esto y la peculiaridad de la transicin espaola han provocado que el socialismo espaol haya tenido que contaminarse con los problemas que PABLO IGLESIAS considerabasecundarios.Si en los aos 30 los problemas de la repblica hicieron imprescindible el apoyo y la implicacin de los socialistas al producirse la transicin a la democracia los esfuerzos por consolidarlaprovocaronqueestosasumieronelpapeldeunafrgilburguesaliberal.Cuando han credo que era el momento de matizar algunos de los elemento del consenso constitucional, se han encontrado que no hay una memoria histrica compartida. Todas las fuerzas polticas parlamentarias aceptan los valores liberalesdemocrticos pero no coinciden en la interpretacin de la historia pasada. Para la derecha conservadora, el antecedente de la actual democracia remite a la poca de la Restauracin y para la izquierda a la Segunda Repblica.Porello elsocialismo democrtico tiene la difciltarea de mantener su especificidadytenerunaidentidadpropia.