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III. Programas y Proyecto de futuro

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III. Programasy Proyecto

de futuro

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Ambientación denominada “gabinete del numísmata”,en la exposición Moneta legionis, Museo de León,1998-99.

sentido, el contenido del discurso delMuseo de León, como el de cualquiermuseo provincial debe ser, a nuestro jui-cio, la comprensión del proceso históricode su territorio a través de los bienes cul-turales muebles seleccionados de esepasado. No es ésta una alternativa, puesconsideramos que no existe aquí capaci-dad de elegir, sino que es obligado ajus-tarse a la misión del museo, a la funciónque le da sentido en la sociedad. La for-malización de la misma es, eso sí, espa-cio para las opciones, las variaciones ylos desarrollos.

Su objetivo, por tanto, será sencillo,que no simple: la divulgación e interpre-tación del Patrimonio cultural que ateso-ra, con un horizonte de transmisión deconocimientos aplicado al ámbito de sucompetencia, resaltando esta especifici-dad pero sin perder de vista el contextogeneral histórico y geográfico. En esesentido, la actual provincia de León hatenido, como ya se apuntó, una marcadapersonalidad pretérita: momentos deespecial relevancia en la prehistoria vin-culados a la explotación de la riquezamineral que aún hoy suponen una carac-terística especial de su economía, tantodurante el la Edad del Bronce comodurante la etapa de los pueblos prerro-manos, ya sean éstos astures o celtíberos,en dos de las zonas diferenciadas de laprovincia. Durante el dominio romano, lasubdivisión en conventos jurídicos ubicó

4. Programa museográfico y expositivo.

1. Mensaje y contenidos.2. Áreas y contenidos expositivos.

2.a. Exposición permanen-te (EP):distribución,extensión, áreas yexpecificaciones .

2.b. Áreas temáticas (AT):lapidario y monetario.

2.c. Las exposiciones tem-porales (ET) en elmarco del Museo paralos anexos del Museo.

3. Selección y agrupación deobras.

4. Circulación y recorridos posi-bles.

5. Complementos museográficos ymedios de apoyo audiovisual.

6. Avance y configuración de tex-tos informativos.

7. Iluminación.8. Mobiliario expositor de obras.

Apéndice: Programa museográficopara los anexos de Museo.

1. Mensaje y contenidos

Nuestro criterio a propósito de un dis-curso museológico expositivo (temporalo permanente) es que su mensaje último,su contenido en la más radical de las sín-tesis, debe poder expresarse con unasola frase o sencillo enunciado. En este

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Panorámica de la ciudad desde el mirador del edificio“Pallarés” (foto tratada informáticamente por ImagenMAS)

en Astorga (Asturica Augusta) una de lascapitales jurídicas y en León el único con-tingente militar estable en la penínsuladurante toda la vida del Imperio: la LegioVII gemina. A este período sucedió qui-zás el más relevante de la historia leone-sa, pues con el precedente de la épocapaleocristiana e hispanogoda, devieneuna alta Edad Media en que primero elreino astur-leonés y luego el imperiumconviertieron a esta capital en el núcleomás activo, también culturalmente, de laEspaña cristiana. Tras un período góticoen que León comenzó a situarse en unlugar marginal de la historia del país, aúnno excesivamente evidente gracias a lasobras de patrocinio regio, como la cate-dral, el Renacimiento y el siglo XVIII fue-ron momentos de crisis cuyas obras his-tóricas (si bien excepcionales en ocasio-nes) no rescatan al territorio de una ato-nía de la que sólo se salió en el XIX gra-cias las primeras industrias o las comuni-caciones como el ferrocarril, lo que noimpidió que en determinados ámbitos

(los monásticos, por ejemplo) se conti-nuara la creación artística, artesanal y laimportación de bienes patrimoniales,aparte de una gran riqueza de la culturapopular cuya conservación hasta tiemposmuy recientes ha permitido disponer degran información sobre la misma.

Este es, a vuela pluma, el contenido ohistoria a narrar en el museo, núcleo deldiscurso planteable en la EP. La expre-sión de este contenido se efectuará enun discurso trabado en áreas de conoci-miento, no sólo por motivos funcionalesy académicos, para los que utilizaremosla tradicional división en “edades” de lahistoria (aunque con adaptaciones a lasparticularidades locales), sino tambiénpor la propia topografía y disposiciónarquitectónica del edificio, en ámbitossectoriales bien delimitados que dividencada planta, como lo hace la propia

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arquitectura, en tres partes (occidental,central y oriental).

Esa trama o hilo conductor incluyesubtramas o determinados elementos decontraste con la diacronía del plantea-miento general. Así, en cada área existenlo que denominamos espacios transver-sales, que consisten en aplicaciones delconocimiento histórico a un aspectotemático tratado de forma no cronológi-ca y, por tanto, transversalmente al restodel discurso. Su situación topográfica enla propia estancia deberá marcar esatransversalidad respecto al eje discursivode circulación de la sala, de forma que aldeambular lineal del tiempo se una unasunto que trabe ese espacio y lo cohe-sione.

Definido por tanto un hilo conductor(histórico-cronológico en sentido am-plio) así como un cañamazo transversalque completa esa urdimbre, diferenteselementos de excepción, o excursos, hande permitir enfatizar el discurso o aliviar-lo y dotarle de elementos de recupera-

ción de la atención entre los cuales seencuentran las piezas clave (PC) y lasobras maestras (OM), puntos de atenciónfocales sobre determinadas piezas que obien resultan singulares por su especialsignificación en la comprensión de losprocesos históricos, o bien, en el segun-do caso, confieren al museo su singulari-dad a causa de sus altos valores cultura-les y el hecho de que doten al museo desu personalidad y relevancia por suscaracterísticas de unicum u objeto deexcepción. Mientras que las primeraspautan el discurso de una forma periódi-ca (una por sección), las segundas lohacen de forma extemporánea, en fun-ción de la importancia histórica o culturalde la obra en el contexto patrimonial.

Otros altos en el camino lo constitui-rán dos llamadas de atención: una histo-ria especial (HE) y un lugar especial (LE)son reflexiones al hilo del discurso sobreaspectos mal conocidos u oscuros delpasado histórico sobre los que cabedetenerse o, en el segundo caso, sobre

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espacios dotados de especial significa-ción para comprender el discurso (simi-lares a las piezas-clave pero desde unpunto de vista espacial, de análisis delterritorio)33.

Además, se plantearán tres seccionescomplementarias o anexas al discursocentral. La primera de ellas (el área 7), seintegra en el mismo pero dirige su foco aldesarrollo de un espacio urbano concre-to, la ciudad de León, en la que observa-remos una reiteración del guión cronoló-gico pero que ofrece un panorama con-centrado de un lugar, remitiéndonos alespíritu de los llamados lugares e histo-rias especiales, aquí aplicados in extenso.Las otras dos, denominadas áreas temáti-cas (AT) constituyen dependencias expo-sitivas aparte que, bajo el nombre delapidario y monetario, derivan de la pro-pia idiosincrasia de las colecciones y,pese a que también se incluyan objetosde este tipo en el guión expositivo per-manente, recibirán un tratamiento temáti-co, desarrollando un guión más cercano aplanteamientos antropológicos y cultura-les que históricos, para interpretar estetipo de bienes desde otra perspectivacomplementaria.

Por tanto la estructura narrativa será ensu visión general de tipo informativo-narrativo, aunque ha de incluir elementosde persuasión e incluso dramáticos,como son el tratamiento museográfico dedeterminadas piezas o módulos o lasáreas temáticas, procedimiento que seincrementará en las apuestas expositivas

y temporales con las que se ha de refor-zar el mensaje de la EP de forma extraor-dinaria.

Un resumen sintético de este esquemageneral sería el siguiente:

- Área de Recepción: Introduccióngeneral al museo.

- Exposición permanente (EP): 7AREAS (6 + 1: grandes divisiones his-tóricas + panorama de la ciudad,aparte el espacio nº 0)

· Historia Especial o HE (1/área)· Lugar especial o LE (1/área)· Obras maestras u OM (nº variable

según áreas)· SECCIONES (4/área: 3 cronológi-

cas + 1 transversal)· Pieza clave o PC (1/sección)· Áreas temáticas (AT):

· Monetario · Lapidario

· Exposiciones temporales (ET)

La configuración de este esquema es elque se desarrolla a continuación.

2. Áreas y contenidos expositivos.

- Áreas de acogida y distribución:Introducción general al museo. La dispo-sición del tercio occidental de la plantabaja, desde el acceso de la rotonda a lazona de distribución y escaleras, permitedesarrollar un área de acogida al visitan-te y preparación de la visita más extensade la que existía en el antiguo proyecto,aprovechando así las potencialidades dela división de la planta y de su nuevo ymás propio acceso público.

En esta zona habría de disponerse laatención general al público, con un mos-trador de información, dispensa de entra-das y guardarropía (éste muy importanteen la zona climática leonesa). También seubicaría aquí la tienda, de forma que suconformación, como una especie detúnel, aprovechara la entrada y salida

33 Los lugares especiales adoptaron, con el tiempo,otra premisa de interés: debían ser sitios visita-bles, con lo que el museo tendía puentes hacialugares recuperados patrimonialmente de dondevienen los bienes que atesora, instalándose enmedio de otras rutas posibles, con las consiguien-tes rentabilidades social y económica (turística enespecial).

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para encaminar a los visitantes desde lasEP y AT hacia la puerta de salida, pasan-do precisamente por la tienda de maneradiscrecional.

Creemos que estas dos áreas puedenubicarse ocupando longitudinalmenteesta zona, de forma que la primera (infor-mación-guardarropa) ocupe el lateralnorte y encamine al público desde elacceso hacia el distribuidor y la segundalleve desde éste a la salida por el flancosur. Quedaría libre así, finalmente, elespacio central, que creemos sería idóneopara ubicar la mencionada sala de aten-ción a grupos o espacio dedicado a intro-ducir al visitante en los contenidos delmuseo, mediante la proyección aquí (con-tra la pared que remata este espacio) deun vídeo de gran formato y la posibilidadde instalar asientos para 25/30 personasde manera que sean escenario de charlasde preparación del gabinete didáctico34.

Una vez informado, el visitante pasa alárea de distribución, donde escoge elorden de su visita, pues desde este espa-cio se toman escaleras o ascensor hacialas diferentes muestras del museo: per-manente, temáticas y temporales.

2.a. Exposición permanente (EP): distri-bución, extensión, áreas y especificidades.

ESPACIO 0: El medio físicoOcuparía un relativamente pequeño

espacio de introducción al contexto omarco geográfico (paisaje natural, biodi-versidad, recursos, etc.) compuesto fun-damentalmente por aportes museográfi-cos (información gráfica y objetos repre-sentativos del espacio natural comominerales, fósiles, vegetación, etc.) cuya

ubicación, aún por definir, habría desituarse en el vestíbulo que conforma ladoble escalera pública en la planta pri-mera (ingreso en la EP) o en el inicio delÁrea 1, planteando una transición entre ladefinición del marco físico o escenario dela historia y la aparición del hombrecomo agente transformador del mismo.Con una extensión aproximada de 30 m2,en este apartado no se considera la inclu-sión de secciones ni ningún otro tipo deelementos discursivos, pues se trata deuna introducción al marco geográfico yno realmente de un área tal y como seconciben las restantes. Sin embargo, losaspectos a tratar en el mismo son suscep-tibles de agruparse en tres partes princi-pales:

· El escenario: paisaje natural y biodi-versidad

· La capacidad: recursos y aprovecha-miento histórico

· La obra: transformaciones y límitesdel medio

Instalaciones y objetos: restos fósiles yminerales hallados en la provincia,herramientas de trabajo del medio... envitrina, acompañados de paneles ilustra-dos y un audiovisual de presentación.

ÁREA 1: PrehistoriaEn el tercio oeste de esta planta prime-

ra (ápice con rotonda, h. 200 m2) y segúnel guión cronológico, dedicamos estaárea a la etapa prehistórica, hasta la cesu-ra que supuso la invasión y conquista porlas legiones romanas.

Una pequeña introducción a las divisio-nes de la historia con su explicación cro-nológica y someras lecciones sobre meto-dología arqueológica (pues es esta la prin-cipal metodología aplicada al caso) danpaso a las secciones sucesivas, que sonacompañadas de una especial atención aldesarrollo de las técnicas de manufacturas,su implicación en la socioeconomía, lacultura, la visión del mundo y las creen-

34 Esta distribución varió, para mejorar, con la pro-puesta museográfica, que trasladó el audiovisualal área de distribución.

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cias y su aplicación como herramientas detransformación del medio. Entre ellas, unaspecto temático de interés regional: laminería y metalurgia pre- y protohistórica.

Secciones35:1.a: Levantado del suelo: la Edad de la

piedra.1.b: Vida en sociedad: Neolítico y Edad de

los metales I1.c: Castros, clanes y etnias: Edad de

los metales II 1.d: Fabricar y cambiar: minería y meta-

lurgia protohistóricas (tema trans-versal: la sección d siempre lo es).

Piezas Clave:· Hendedor (nº 1992/12/sn)· Cerámica decorada de Cogotas (a

escoger)· Torques de Hinojo (nº 1986/5)· Molde de hoces (344 y 345) y hoces

(FA/2/46)

Obras maestras: · Ídolo de Tabuyo (nº de inventario:

3054)· Depósito de Valdevimbre (nº de

inventario: 2004/18)

Una historia especial: las manifestacio-nes artísticas de la prehistoria

Un lugar especial: el castro de Chano(Peranzanes)

Instalaciones complementarias: Intro-ducción sobre la formación de la arqueo-logía local como disciplina humanística.Paneles informativos con reproduccionesa gran escala fotográfica de entornos yyacimientos prehistóricos (especialmentecuevas y abrigos) y pintura rupestre de la

provincia. Tablas de cronología compara-da. Audiovisuales sobre fabricación detecnología lítica, cerámica y metalúrgica(proceso de extracción y aprovechamien-to mineralógico) con visualización deantropología comparada, acompañamien-to de objetos actuales en paralelo por cri-terios de funcionalidad y de piezasmodernamente fabricadas en procesos dearqueología experimental. Los montajesdiacrónicos o evolutivos tradicionalesirán acompañados de reflexiones puntua-les o módulos temáticos sobre aspectosseñalados (concepto y definición delhombre, el útil: función y estética, elbarro: materia de la creación, el sepeliode los muertos, el metal, el naturalismo yla representación simbólica...).

Características generales de las obras:Instrumental lítico y metálico, recipientescerámicos de diversas dimensiones, joye-ría, piezas de adorno corporal y de indu-mentaria, monedas, etc.

ÁREA 2: Conquista y romanizaciónEl área se dedica a la fase de la conquis-

ta romana, como proceso bélico y acultu-rador que transformó definitivamente y, deforma especial, durante los siguientes sietesiglos el espacio histórico peninsular y, deuna manera destacada y de ahí el protago-nismo, el ámbito leonés. En este caso seincluye un contraste entre la forma de vidade los pueblos prerromanos y la del inva-sor, especialmente destinado a entendersus diferencias de organización social,económica, política y tecnológica y comoello se reflejó en el proceso de enfrenta-miento bélico. La siguiente sección, dedi-cada a la romanización presenta, por suimportancia en las colecciones del centro,una preeminencia en superficie y en orga-nización en dos áreas (ver la siguiente). Laprimera de ellas hace especial hincapié enlos establecimientos campamentales,como el que dio origen a León; pacifica-ción, dedicada en particular a la organiza-

35 Aquí sí hemos cambiado los títulos iniciales porlos finalmente adoptados.

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ción administrativa, vida cotidiana y urba-na, incidiendo en la capital AsturicaAugusta (Astorga); economía, explicandolas explotaciones mineras (Las Médulasen especial) y agropecuarias, comercio,etc.; y cultura, en su extenso sentido: len-gua, arte, religión, costumbres y un espa-cio dedicado a las creencias (prácticasfunerarias con instalación de tipos de tum-bas, epígrafes votivos, etc.).

Secciones:2.a: La guerra y la paz de Roma.2.b: Territorio de un imperio: la vida

cotidiana.2.c: Imagen de un imperio: el natura-

lismo en las artes.2.d: Vencer y convencer: la escritura y

las creencias.

Piezas clave:· Hito augustal (nº 3158)· Recipiente de Terra sigillata hispánica

(nºs varios)· Estela antropomorfa de Astorga (nº

3297)· Ara votiva al dios Bodo (nº 3057)

Obras maestras: · Fíbula de jinete (nº de inventario:

1988/1/580)· Edicto de Augusto (nº de inventario:

1999/28)· Ara con inscripción a Diana (nº de

inventario: 3066), con peso aprox.de 950 kg.

Una historia especial: lo “celta”

Un lugar especial: la ciudad hispanorro-mana de Lancia (Villasabariego, León)

Instalaciones complementarias: Apartelas tradicionales informaciones gráficas eilustraciones se aportarán maquetas yplanos (preferiblemente relivarios) sobrelugares y entornos precisos de la época

(contraste entre castro y urbe romana, eltrazado de un campamento,...); vídeossobre el comportamiento militar de laslegiones o la fabricación de objetos pre-cisos (t.s., material constructivo, etc.)acompañarán el montaje. A partir de aquíy en el resto de las áreas (aunque en elárea anterior también se usarán otros tex-tos literarios connotativos) se incidirá enel uso de textos o testimonios escritoscontemporáneos al momento (autoresgrecolatinos en este caso) para subrayarcada módulo de exhibición.

Otro tipo de obras: Instrumental metáli-co y cerámico de diversas dimensiones(h. 50 piezas), joyería, piezas de adornocorporal y de indumentaria, monedas,epígrafes en piedra (algunos de ellos detamaño y peso considerable) y en bron-ce, material constructivo y decoraciónarquitectónica (pintura mural, mosaico,tegulae, ladrillos...), escultura, etc.

ÁREA 3: Antigüedad tardía y alta EdadMedia

De igual manera a la anterior -y nues-tras explicaciones por ello se irán redu-ciendo progresivamente- se inicia con unpequeño sector introductorio a la épocatratada, en el que se incide en el extensoproceso de mutación acaecido en elmundo antiguo durante la llamada “crisisdel siglo III” y su evolución progresiva almundo conocido como medieval. Se orga-nizan secciones con especial hincapié enel panorama de las villas romanas de laprovincia (una de las cuales es anexo deeste Museo: la villa romana de Navatejera)y las épocas visigoda y mozárabe.

Secciones: 3.a: Tras la muralla o en el campo: cri-

sis y transformación.3.b: La periferia de Roma: los vadinienses.3.c: Viejos aliados y nuevas creencias:

el epílogo hispanovisigodo

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3.d: En un retirado lugar: las villas.

Piezas clave:· Estela discoidea de Campilio Pa-

terno (nº 3075) · Lápida funeraria del princeps can-

tabrorum, (nº de inventario1998/9).

· Quema-perfumes de bronce deniño jugando con oca (nº1994/23/105)

· Jarro litúrgico visigodo (nº 51).

Obras maestras:· Lápida romana dedicada a Zeus-

Serapis (nº de inventario: 3148).· Estela funeraria vadiniense de

Tridio (nº inventario: 3141).· Mosaico de Hilas y las ninfas (nº de

inventario: 294).

Una historia especial: Vadinia

Un lugar especial: La basílica paleocris-tiana de Marialba de la Ribera

Instalaciones complementarias: Re-construcción de una tumba conformadapor tégulas (del tipo a capuccina).Maqueta de una villa ideal. Planimetría ydocumentación fotográfica y textual sobrevillas romanas leonesas (esp. Navatejera,anexo del Museo) y la basílica de Marialba(maqueta de ésta). Espacio con ambienta-ción sobre culto oriental cristiano (en lasección dedicada al paleocristiano, a basede iluminación, etc.).

Otro tipo de obras: Instrumental metáli-co y cerámico de diversas dimensiones(h. 50 piezas), joyería, piezas de adornocorporal y de indumentaria, monedas,epígrafes en piedra y en bronce, materialconstructivo y decoración arquitectónica(pintura mural, mosaico, tegulae, ladri-llos...), objetos litúrgicos, etc.

ÁREA 4: plena y baja Edad MediaEn la planta segunda, accediendo por la

escalera volvería a iniciarse el recorridopor el tercio occidental del edificio, espa-cio rematado en la semi-rotonda. La llega-da de los musulmanes en 711 es el granacontecimiento que cambia la historia deeste país respecto al resto de Europa. Asíse marca también topográficamente estecambio con el cambio de planta del edifi-cio. Un Occidente acosado y a la defensi-va conoce el resurgimiento de las estruc-turas de poder organizadas en la zona apartir de la antigüedad tardía, a través delreino asturiano primero y leonés después,que se siente heredero en última instanciade la monarquía goda. El arte mozárabe(del altomedievo cristiano occidental en elsiglo X) es contrapuesto en la sala almundo del románico, que sucede a lacaída del califato y proporciona a la regiónel primer y definitivo nexo de unión conel entorno europeo. A continuación elperíodo expansivo posterior al año mil:desarrollo de las ciudades, del comercio,de las rutas, entre las que se inscribe elCamino de Santiago, en fin, el despertarde Europa al cual León ofrece la singulari-dad de su importancia como reino.

El gótico, con el proceso constructivode la catedral y el asentamiento de unnuevo lenguaje artístico y el mudéjar,especialmente interesante en los edificiosciviles palaciegos desaparecidos o malconservados en la ciudad de León y enlas iglesias del sureste provincial, tienennutrida representación en el Museo comopara convertir ésta en una de las áreasmás atractivas.

Secciones:4.a: Del repliegue a la expansión:

mozárabe y románico.4.b: Europa y el gótico.4.c: Entre la integración y la exclusión:

feudalización y mudejarismo.4.d: Camino hacia Santiago.

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Lapidario del Museo en el sótano de su nueva sede, noviembre de 2006 (foto Manuel García Garrido).

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Piezas clave:· Capitel del apostolado de Sahagún

(nº 1)· Virgen de marfil (nº 26)· Chimenea mudéjar en yeso (nº 293)· Santiago peregrino en madera (nº

12)

Obras maestras:· Cruz votiva de Santiago de Peñalba

(nº de inventario: 15).· Cristo de Carrizo (nº de inventario:

13)· Retablo de san Marcelo (nº de

inventario: 9)· Tablero de juegos (nº de inventario:

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Una historia especial: lo mudéjar

Un lugar especial: el castillo de Valenciade don Juan

Instalaciones complementarias: Seefectuará una ordenación del núcleotemático (sito como siempre en el ejelongitudinal de la sala) de forma quecomponga la topografía de un templodobleabsidado enfrentando piezas princi-pales del mozárabe (s. X) y del románico(s.XI-XII). Montaje audiovisual sobre lasrutas de peregrinación, especialmente lajacobea.

Otro tipo de obras: Cuadros sobretabla, tallas policromadas y retablo, epí-grafes en piedra, restos escultóricos y dedecoración arquitectónica, esmaltes ymarfiles, tejidos, azulejería, yeserías, cerá-mica, facsímiles del beato y Biblia mozá-rabe, etc.

ÁREA 5: Edad Moderna (Renacimientoy Barroco)

La costosa ruptura de las convencio-nes medievales, con la llegada del huma-nismo renacentista y de la edad moder-

na, el pensamiento secularizado y lasobras de arte civiles nos conduce a con-tinuar el esquema planteado en el áreacentral de esta planta, que dedica susuperficie al Renacimiento y el Barroco,mediante la exhibición de los ciclos pic-tóricos más ambiciosos del Museo y lacolección de tallas renacentistas y barro-cas. Otras piezas de extraordinaria cali-dad y la colección de Artes decorativastendría aquí cabida de forma que se arti-cule en espacios entre los siglos XVI yXVIII ocupados de los ámbitos culturalesseñorial, monástico, científico, de las cre-encias y urbano, haciendo referencia alos ámbitos culturales más destacados deeste período.

Secciones: 5.a: El paradigma del norte: lo hispa-

no-flamenco.5.b: El canon mediterráneo: el renaci-

miento leonés.5.c: Imágenes de una época.5.d: Una sociedad señorial y popular.

Piezas clave:· Caída de Lucifer, tabla del Maestro dePalanquinos (nº 45).

· San Mateo, escultura en barro de Juande Juni (nº 47).

· San Jerónimo, lienzo copia de Ribera(nº: 2903).

· Ejecutoria de hidalguía sobre papel(nº 2794).

Obras maestras:· Tríptico de la crucifixión (nº de inven-tario: 43).

· Relieve de la quema de libros, deJuan de Juni (nº de inventario: 48).

· Cabeza de san Francisco de Asís, deSalvador Carmona (nº de inventario:42).

Un enigma histórico: un nuevo mundo(fray Bernardino de Sahagún).

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Una historia especial: el Monasterio deCarracedo.

Instalaciones complementarias: Con-traste y oposición entre el modelo derepresentación de la realidad hispanofla-menco e italiano (diaporama o audiovi-sual sobre el nacimiento de la perspecti-va, el naturalismo, etc.) con referenciatextual (audio) a los textos reformistas ycontrareformistas y su plasmación en laliteratura de la época.

Otro tipo de obras: Cuadros sobre lien-zo y sobre tabla, esculturas en piedra,madera y barro, epígrafes en piedra, res-tos escultóricos y de decoración arqui-tectónica, monedas, objetos suntuarios,platería, cerámica y loza, mobiliario,documentos en papel, etc.

ÁREA 6: Mundo Contemporáneo(siglos XVIII a XX)

Iniciada así mismo con una referenciaa los cambios que suceden en el últimocuarto del XVIII, esta área se sitúa en eltercio final de la planta (extremo este).En él se muestran los intentos de refor-ma ilustrada que afectan, peculiarmentea los monasterios y a la monarquía.Otras dos secciones mostrarán un reper-torio de artes decorativas de elite y, encontraposición artesanía tradicional deestas tierras (sección etnográfica).

Finalmente, queremos introducir unnovedoso capítulo dedicado a la historiade la consideración y protección hacia elpatrimonio cultural que tratará de capítu-los tan sugerentes como la restauraciónde la catedral de León, primero de losmonumentos declarados en España yparadigma de un tipo de restauración,hasta los recientes mecanismos y proce-sos, incluyendo una parte dedicada alpatrimonio mueble que tendrá la historiadel propio Museo.

Secciones: 6.a: Querer y no poder: una metamor-

fosis incompleta.6.b: Casa adentro: entre el lujo y la pri-

vación.6.c: Un pretérito imperfecto: cultura y

artes tradicionales.6.d: Patrimonio histórico: el valor de

una herencia.

Piezas clave:· Retrato de Isabel II de F. Madrazo(nº 2911).

· Loza monástica (nºs 1995/7/varios)· Colodra (nº 3301).· El palacio del conde Luna, óleo deMonteserín (nº 1988/1/1804).

Una historia especial: los maragatos

Un lugar especial: el Museo de León

Obras maestras: · Gran altar portátil e imagen de san

Fernando (nºs de inventario: 2842 y2729).

· Colón ante los Reyes Católicos, óleode González Velázquez (nº deinventario: 96).

· Maniquí completo de indumentariay joyería maragata (nºs varios).

Instalaciones complementarias: Recrea-ción de un ámbito de la vida domésticacon visión dúplice: espacio señorial yespacio popular. Audiovisual sobre el ori-gen de la valoración del Patrimonio histó-rico en el caso leonés, entre los siglosXIX y XX.

Otro tipo de obras: Cuadros sobre lien-zo y sobre tabla, escultura en madera,epígrafes en piedra, restos escultóricos yde decoración arquitectónica, marfiles,cerámica y loza, mobiliario, indumentariay adornos corporales (joyería, etc.) detipo tradicional popular, etc.

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ÁREA 7: panorama sobre la ciudadEn el tercer piso del edificio, aprove-

chando el mejor mirador que conocemoshacia el casco histórico leonés, se habili-tará una sala que recorra sumariamente lahistoria de la ciudad, complemento autó-nomo a la visita del museo. En esta áreano existirán los excursos o puntos focalesde las restantes.

Secciones: 7.a: La fundación: los campamentos

legionarios 7.b: Una capital para un reino.7.c: El tiempo detenido: los siglos del

declive.7.d: Una ciudad de provincias.

Instalaciones complementarias: Expli-cación gráfica y textual del panoramaurbanístico y principales monumentosleoneses visibles desde el mirador de estaplanta como colofón a su recorrido. Plani-metrías y fotografías aéreas del desarrollourbano leonés. Maquetas de determinadasedificaciones y ámbitos singulares de laciudad en época histórica (negociarcesión municipal de algunas de ellas).

Tipo de obras: Indumentaria militar dela Legio VII gemina, armamento, cerámica(t.s.), monedas, inscripciones en piedra,tegulae y ladrillos sellados, lotes cerámi-cos, fragmentos arquitectónicos de menortamaño, textiles (cueros), joyería (azaba-che entre otros), cuadros, tallas, etc.

2.b. ÁREAS temáticas (AT): Lapidario ymonetario

La especial relevancia tanto en canti-dad como en calidad de las secciones delmuseo dedicadas a la numismática y laepigrafía, que constituye uno de los prin-cipales caracteres diferenciadores delcentro respecto a otros de su mismo tipo,así como la disposición en la nueva sede

de espacios diferenciados que permitenuna exhibición distinta y complementariaa la de la exposición permanente, nos hallevado a proponer la diferenciación dedos áreas temáticas dedicadas a este tipode obras cuya visita, si bien puede reali-zarse de forma autónoma, incrementa ladel resto de la muestra pública delmuseo, aprovechando al máximo lasuperficie de inmueble destinada a usopúblico directo.

Bien es cierto que algunas de las obrasde este tipo (las más cualificadas o acor-des con el guión de cada área) han deformar parte de la EP, articulada con unaordenación de signo cronológico. Peroestimamos que relegar a su almacena-miento el resto, la gran mayoría de estasobras, pudiendo disponer su visita conun esquema monográfico, resulta unaopción mucho más adecuada a la fun-ción e idiosincrasia del museo, así comoal señalado papel que ambos tipos demanifestaciones culturales tiene en eldesarrollo de los conocimientos históri-cos y en el de los propios museos,muchos de los cuales tienen en este tipode coleccionismo su precedente másacreditado.

Hemos determinado, por tanto, queambas secciones integren dos espaciosdistintivos y consecutivos (cuya ubicacióntopográfica en el primer sótano favoreceincluso el propio discurso como se verá)donde reciban un tratamiento que por unlado remite sumariamente al de los alma-cenes visitables, habida cuenta de unadisposición más acumulativa y específicaque el resto de la EP, y por otro no seajusta a una pauta cronológica de partidasino que ofrece una lectura cultural, acor-de con sus valores testimoniales y propi-cia para desarrollar o reforzar valoresmenos evidentes en la EP, como la inter-pretación antropológica de los restos his-tóricos, su análisis crítico, su valoraciónpatrimonial, etc.

139Área temática 1: MonetarioUbicación y superficie requerida: en la

zona denominada foyer en el antiguoproyecto, o espacio sito en el acceso delsótano 1, aprovechando su carácter abier-to al área de acceso de la planta baja,desde la escalera, con dimensionesmodestas acordes con el tipo de obras,cerca de 80 m2.

Caracterización de las obras- Número y condicionantes físicos:

Fundamentalmente monedas, acom-pañadas de otros objetos de peque-ño tamaño. El área del “gabinete delnumísmata” contará con mobiliario:mesa, silla, vitrina de pared y cámarafotográfica antigua creando unaescenografía del tipo de las llamadasperiod room.

- Restauraciones previas y traslado: Laspiezas, salvo casos muy específicos,se encuentran en correctas condicio-

nes de conservación y su trasladopuede realizarse con embalajesestandarizados conjuntos.

- Condiciones de conservación: Lasdeterminadas para exposición dematerial preferentemente metálico,con control de la humedad relativa(en sala o en vitrina) en valoresbajos, no superiores al 45%, mientrasque no hay restricciones para la ilu-minación, excepto las determinadaspor el tipo de montaje. Las vitrinasirán blindadas (cristal y cierre deseguridad).

- Condiciones de instalación: Unmódulo expositivo por cada epígrafedel guión, con agrupación de tres entres según temática, ubicando un

Fotograma de la maqueta animada por ordenador de lavilla romana de Navatejera (Vicente Mínguez yFernando Miguel).

140

módulo central para la sección dehistoria y un espacio específico parael gabinete (ver esquema). La ilumi-nación, en consonancia con elsiguiente área temática, será tenue,en valores cercanos a 1/3 de 180 luxmáximo, procurando llegar a losvalores totales a base de iluminaciónfocal o puntual de los objetos quepermita fijar su importancia sin inci-dir en la del mobiliario museístico.

Discurso- Objetivo: Comprensión del valor de

la moneda y la numismática comoherramienta de análisis histórico ytransmisora de valores informativos,artísticos, materiales, lingüísticos, etc.de honda significación cultural.

- Guión: El esquema argumental inten-ta reflejar la relación que se estable-ce entre la moneda y la sociedadantes que cualquier otro aspectonumismático, entendiendo que resul-ta más novedoso y más gratificantepara su contemplación no hacer unaexposición de monedas, sino sobrela moneda, sobre los procesos histó-ricos que se reflejan y tienen sucorrelato en un elemento tan cotidia-no y, a la vez, tan elaborado cultural-mente Así, se establece el discursoen compartimentos autónomos quegiran en torno al mismo referentedesde distintas y complementariasperspectivas de análisis de uno delos indicadores más elocuentes ydirectos de los procesos históricos.Nueve módulos se articulan confor-mando grupos de tres unidos temáti-ca y topográficamente, que se com-pletan con un recorrido histórico decuatro módulos, que debe ubicarseen el centro, más dos independien-tes, dedicados a la técnica de fabrica-ción y a una ambientación de ungabinete numismático.

Módulos:

1. MONEDAS ANTES DE LA MONEDA.Concepto y antecedentes.

2. CONTANTE Y SONANTE. La mone-da y el lenguaje coloquial.

3. DINERO LLAMA A DINERO. Ahorroy acumulación de moneda

4. USOS Y ABUSOS. Del fraude al pre-cio de la muerte.

5. MÁS ALLÁ DE LAS MONEDAS.Sellos y medallas.

6. PODEROSO CABALLERO. Moneda,propaganda y poder

7. CARA A CARA. El retrato en lamoneda.

8. BUSCANDO UN SÍMBOLO. El escu-do de España.

9. EL CANTO DE UN DURO. Los ele-mentos de la moneda

10. LA MONEDA EN ESPAÑA 1. EdadAntigua

11. LA MONEDA EN ESPAÑA 2. EdadMedia

12. LA MONEDA EN ESPAÑA 3. EdadModerna

13. LA MONEDA EN ESPAÑA 4. EdadContemporánea

14. CON “VIL METAL”. La fabricación yla conservación de las monedas

15. EL GABINETE DEL NUMÍSMATA.Una ciencia para una historia

- Ordenación de obras: Ver fichascorrespondientes.

- Apoyos museográficos: Montaje yrecreación de un despacho o gabine-te de trabajo del numísmata, conmobiliario de época y ambientaciónincluidos.

Área temática 2: LapidarioUbicación y superficie requerida: en

denominado en el antiguo proyecto patiode butacas cuya reforma ha de habilitarun área cercana a los 250 m2.

141

Caracterización de las obras- Número y condicionantes físicos:Lápidas epigráficas y elementosarquitectónicos y escultóricos enpiedra de tamaños y pesos muyvariables, entre 250 cm máximo y20 cm mínimo y 1200 y 30 kg.aproximadamente como referencia.Presentan muy diversas formas yen algunos casos no ofrecen super-ficies lisas u horizontales de apoyo,por lo que deberá estudiarse casopor caso su instalación y la fabrica-ción específica de soportes yestructuras de tipo museográfico(ver fichas de cada obra). Podríandisponerse en varios niveles verti-cales, por lo que será necesarioestimar pesos superiores a 400kg/m2, aspecto a evaluar técnica-mente.

- Restauraciones previas y traslado:Como norma general respecto a loapuntado en cada ficha de obra, seefectuarán limpiezas, consolidacióny tratamiento de protección entodas ellas. En gran número exigela rectificación o eliminación y sus-titución de añadidos estructurales oestéticos, pegado de fragmentos yconsolidación de disgregacionesrecientes.

- Condiciones de conservación: lascondiciones generales (cg) deter-minadas para las salas serán sufi-cientes para este tipo de material.

- Condiciones de instalación: debe-rán conformar una especie degalería o pasillo, preferentementealineado con las columnas de sus-tentación (con lo que seguirán lalínea de fuerza marcada por éstaspara asegurar su estabilidad yseguridad) que recuerde la antiguadisposición en las crujías de SanMarcos al tiempo que permita unaordenación sumariamente cronoló-

gica en consonancia con el itinera-rio del visitante (en profundidad uhorizontal). La disposición envarios niveles verticales (máximotres) facultará una ordenación tipo-lógica en vertical, destinando lossoportes superiores para restostallados (disjecta membra arquitec-tónicos, fragmentos escultóricos yornamentales, etc.) y los inferiorespara epígrafes.

Discurso- Objetivo: Insertar la colección epi-

gráfica y de restos pétreos delmuseo en un discurso sobre laimportancia de los vestigios escritoso iconográficos como receptores ytransmisores de mensajes del pasa-do, la idea de posteridad y el desci-framiento de conocimientos y sen-timientos de nuestros antepasados.

- El guión contemplará los siguientesaspectos:

· Un soporte: la piedra. La idea demonumento y la aspiración deeternidad.

· Un código: la escritura. Caucedel pensamiento, instrumentode dominio.

· Un método: el lenguaje. Dellatín al castellano.

· Un mensaje: fórmulas, motivos ydeseos. Los hombres y los nom-bres.

· Una lectura: la interpretaciónhistórica.

· Otros significados: imágenes dela ruina. Arquitecturas sin edifi-cios, esculturas sin sitio. La con-servación de la memoria.

- Ordenación de obras: Ver propues-ta en esquema y fichas individualesde obras.-Apoyos museográficos: Aparte lastradicionales identificaciones in-dividuales de obras con su etique-ta y comentarios textuales y gráfi-

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cos en soporte tradicional, se efec-tuará una iluminación en penum-bra (1/5 de máximo 180 lux) y unaindividualizada en las piezas másdestacadas. Ello ha de permitir aun tiempo el desarrollo de la pro-puesta de dramatización mediantela selección de las obras por distin-tos proyectores orientables e indi-viduales de luz destinados a remar-car las piezas más elocuentes yrelacionadas con el audiovisual olos interactivos (visita de grupo oindividual). El espíritu de esta pro-puesta es el de una cripta o cata-cumba (no exenta de “misterio” enel sentido estimulador del término)donde las piezas dispuestas engalería se revelan gracias a la luz,al signo de la información y suge-rencias marcado por el audiovisualo los puestos de manejo públicos,de manera que si bien se aprecianlas obras a la entrada, éstas adquie-ren su verdadera dimensión eimportancia en función del juegoque luces y sombras efectúan paraordenar su significado en el con-texto del guión.

- Complementos audiovisuales:Elaboración de un montaje audio-visual (máx. 10 minutos) en el lapi-dario que proyecte imágenes en elantiguo frente del escenario con elguión previsto y mediante un juegode iluminación (luz que resalta yselecciona uno o varios objetosfrente a penumbra en el resto)vaya ilustrando el mismo con enfo-ques hacia las piezas específicasrelacionadas con cada episodio deese guión, de forma que la visitapueda realizarse tras la contempla-ción del mismo. Acompañar deuno o varios puestos informáticosinteractivos que seleccionen lumí-nicamente cada epígrafe o grupo

de ellos en función de los datosque el guía de la visita quiera resal-tar o el espectador desee conocer.

2. c. Las exposiciones temporales (ET)en el marco del Museo.

La sala de exposiciones temporales pro-ponemos se ubique en la planta baja parafacilitar una conexión más directa con elpúblico y un funcionamiento autónomo, y,al, mismo tiempo, una mayor versatilidado plurifuncionalidad de toda esa planta, laque introduce al usuario en el museo, yaque estará destinada a varias funcionescomplementarias y alternativas (recepcióny acceso, atención a grupos, tienda y salasde ET, básicamente). Algunos de estosusos estarán supeditados a la propia con-figuración de cada muestra temporal, yaque las salas de ET en sí ocuparán un áreacercana a los 500 m2 y sita en los dos ter-cios orientales del edificio, pudiendo com-partimentarse este espacio o, incluso,ampliarse en los casos excepcionales enque las dimensiones y características demontaje y contenidos de la exposicióntemporal concreta así lo demanden.

Obviamente sería precipitado aquíestablecer una programación de las expo-siciones temporales que han de tenerlugar en esta zona, pero no está de másestablecer las directrices principales delas mismas así como una aproximaciónde ejemplos aplicados de distintas mues-tras cuya propuesta se efectuará en sumomento pero que cuentan ya con unperfil sintetizado aquí, en la configura-ción de lo que ha de ser la política deexposiciones temporales del museo en elfuturo próximo.

A grandes rasgos la programaciónexpositiva temporal del museo ha deceñirse a dos tipos esenciales de muestras:

- ET de producción propia, en estre-cha relación con los fondos delMuseo, su historia, contenidos y

143

proyección. Son actividades pro-puestas directamente por el centroy realizadas de manera acorde ycomplementaria con su idiosincra-sia, que resaltan aspectos concre-tos, amplios o detallados, de supersonalidad como centro cultural,desarrollando sus objetivos y finesen función de sus colecciones, queal fin y al cabo son las que defi-nen su actividad y razón de ser.

- ET de producción ajena, bien encircuito itinerante, bien como pro-puesta única en el museo. Faci-litando que la sala de ET delmuseo se convierta en referente deeste tipo de actividades en la pro-vincia (ya hemos mencionado lacarencia de esta dotación en la ciu-dad) y siempre y cuando las men-cionadas muestras no entren encolisión tanto con las anteriores(que lógicamente han de ser consi-deradas prioritarias a todos losefectos) como con la categoría delcentro y sus fines institucionales.En este sentido se procurará salva-guardar la necesaria calidad de laspropuestas y evitar un uso indiscri-minado o sin criterio de una salacuya personalidad y hasta éxitodependen efectivamente de lacategoría de las muestras queacoja, valoración que se proyectaal resto de la institución museísticay que, por ese motivo, debe cali-brarse con mesura.

Algunos ejemplos de ambos casos, quese programarán en su momento, son losque siguen:

Del tipo 1:- El Museo de León que no pudo ser:

exposición del patrimonio de ori-gen leonés disperso en diferentesmuseos e instituciones extraprovin-ciales (M.A.N. de Madrid, museoMarés, colección Godia...).

- Los caminos del arte, M. Gómez-Moreno y el catálogo monumentalde León. Exposición itinerante queversiona la realizada en 2002 en elMuseo de Ávila (primera provinciadel periplo catalográfico del autor)y conmemora la realización delcatálogo monumental leonés(1906-1908) así como su obramaestra Iglesias mozárabes.

- Marfiles y esmaltes leoneses, recopi-lación de objetos suntuarios de laEdad Media leonesa, particular-mente del tesoro de los templos.

- La vida y la muerte en un castro,reconstrucción antropológica delmodo de vida de las sociedadesprerromanas.

- Las primeras huellas, los primeroshombres. Sobre el paleolítico reco-gido en las riberas de los ríos leone-ses con una abundancia no ampara-da por su difusión pública.

- Hacer, rehacer, rechazar. Un repa-so al utillaje a lo largo de la histo-ria, con una lectura de la continui-dad y el cambio en las formas yfunciones y una reflexión sobre lacaducidad y el aprovechamientode los recursos.

- ArqueoLeón: 15 años después: pues-ta al día de los conocimientossobre arqueología local, en cone-xión con un ciclo de conferenciassobre el tema que sirva de revisióndel realizado en 1993-94, acompa-ñado esta vez de una muestra tem-poral retrospectiva de los trabajosmás importantes llevados a caboen un decenio.

- Arqueología en acción: pequeñasmuestras temporales alternativasque servirán para difundir aquellostrabajos arqueológicos de relieveen el momento de su ingreso en elmuseo.

- El museo expone, muestras periódi-

144

cas y de pequeño formato sobre losdistintos trabajos realizados en elmuseo de puertas adentro: restaura-ciones, investigaciones, edicionessobre obras, ingreso de fondos,donaciones, etc.

Del tipo 2:- Exposiciones del ciclo Constelación

Arte, de arte contemporáneo ensus distintas modalidades, progra-madas por el Servicio de AcciónCultural de la JCyL.

- Retrospectiva de artistas leoneses,que reuniría la obra seleccionadade los principales nombres del arteactual en nuestra provincia.

- Exposición de los distintos premiosde pintura y arte actual, de los queen diferentes oportunidades hemosrecibido solicitudes para la cesiónde una sala que no teníamos.

- La música en el Museo y la literatu-ra en el museo, actividades exposi-tivas acompañadas de conciertosde cámara y lectura de fragmentosliterarios y poéticos.

- Fotografía de patrimonio histórico:concurso fotográfico sobre aspec-tos de valoración del Patrimonio.

En fin, la lista pudiera hacerse muchomayor, pero sirvan los presentes comoejemplo de una línea expositiva progra-mática que el museo ha llevado ya a caboen sus instalaciones provisionales peroque ahora, gracias a la nueva infraestruc-tura, podrá desarrollarse hasta alcanzar sumayor eficacia.

3. Selección y agrupación de obras

Este epígrafe viene a desarrollarse enlos anexos I a III incluidos en volúmenesaparte así como en una base de datosinformatizada para su consideración máságil. Recordamos para esas consultas, quese han ordenado las obras en tres catego-rías (A, imprescindibles o nucleares; B,

recomendables o de contextualización, yC: intercambiables o de apoyo). Las fichasque se entregan en papel se presentan enformato amplio para los grupos A y B,mientras que los componentes del C loson en formato sintético. También sucedeque, en ocasiones, una sola ficha propor-ciona referencia de un grupo de piezas,debido a que tienen similares característi-cas o deben considerarse grupo o agrupa-bles por sus condiciones de tratamientomuseístico.

Las obras se han agrupado, finalmente,en tres bases de datos distintas según sulocalización:

· La Exposición Permanente (de lassecciones 1 a 7).

· El Área Temática Lapidario · El anexo monumental de San Mar-cos (SM).

En la primera de ellas (EP) las obras seordenan en cada uno de los nivelescomentados:

· Área (de la 1 a la 7)· Sección (la que corresponda, de laA a la D)

· Módulo especial (señalado con nú-mero o con las iniciales PC, OM, LEo HE)

Este último concepto, el de módulo, noestá del todo delimitado (creemos que nodebe estarlo aún) pues dependerá del des-arrollo de trabajos museográficos. Pero sepretende con él que las obras estén agru-padas en función de relaciones coherentespreestablecidas dentro de las secciones yque, cuando existe señalado en estas sec-ciones un elemento de interés (PiezaClave, Obra Maestra, Lugar Especial oHistoria Especial) se subraye física y espa-cialmente con la configuración de unmódulo o apartado en la sección.

4. Circulación y recorridos posibles.

La circulación tanto en la EP como enlas AT y ET viene definida por la propia

145

36 Este problema ha sido parcialmente mitigadomediante una solución de compromiso: el área 7se visita antes de terminar el área 6, que cierra elrecorrido a manera de un “epílogo” de la visita(dedicado al Patrimonio cultural y la historia delMuseo: la sección 6.d) de forma que sólo se repi-te el paso por una pequeña zona del área 5.

configuración del edificio y su imbrica-ción con el discurso propuesto. Puederesumirse en el siguiente esquema:

- Acceso y zona de acogida y dispen-sa de entradas (planta baja).

- Opción de visita a EP, AT o ET ycombinaciones de todas ellas.

Opción de EP:- Subida a planta 1: inicio de itinerario

por el área 0 y área 1 en la zonaoccidental. Recorrido semicirculartomando a mano derecha el murodel edificio, con libertad de movi-mientos hacia el centro (área trans-versal). Este esquema se repite en lasrestantes áreas. Subida a planta 2 yreiteración del itinerario. Id. a planta3 para finalizar. El problema a solu-cionar en este extremo es la obliga-ción de salir atravesando salas yavisitadas, lo que produce los eviden-tes conflictos de circulación36. Dentrode este itinerario físico puedenseguirse distintos recorridos deconocimiento, que resumimos:

· Itinerario completo· Itinerario atípico o alternativo: pie-

zas claves y/o episodios especiales· Itinerario sintético: obras maestras· Combinación de varios.

Opción de AT:- Bajada a planta sótano 1: recorrido

circular en monetario y lineal, ida yvuelta en lapidario.

Opción ET:- Entrada independiente (a EP cerrada)

o acceso a salas con recorrido segúnplanteamiento expositivo.

* Se adjunta un sucinto diagrama plani-métrico de estos flujos circulatorios (p.103).

5. Complementos museográficos ymedios de apoyo audiovisual

Como principio básico, los comple-mentos museográficos serán, en efecto,complementos; que no superarán la con-dición de meros acompañamientosexplicativos o contextualizadores, sinmermar la importancia de las propiasobras ni provocar distracciones innecesa-rias o un exceso informativo que pudieraprovocar la saturación visual y de datosdel visitante en un recorrido ya suficien-temente integrado y explícito gracias a lasobras exhibidas.

Estos complementos, además, iránreduciéndose en presencia y desarrolloen función del avance crono-discursivode la visita, pues serán más necesarios enlas épocas más remotas ya que son éstaslas que peor conocemos, menos informa-ción nos transmiten los objetos y menosfamiliares resultan al espectador. Además,la progresiva disminución de aportesvisuales externos puede permitir el man-tenimiento de la atención durante mástiempo, pues el abuso de recursos audio-visuales acaba por producir una satura-ción de imágenes que empobrece losniveles de percepción y aprehensión.

Una pantalla audiovisual de tamañoapropiado a la proyección para grupos(aprox. 20 personas) servirá como marcointroductorio instalado en la sala de aten-ción a grupos de la planta baja. Desdeallí, la salas de EP contarán con apoyofundamentalmente gráfico (fotografías ydibujos), que podrán acompañarse (almenos se contará con la instalación opor-

146

tuna) de vídeos monitorizados en peque-ño formato (h. 10 espectadores) en lasáreas de la planta 1 a razón de uno porárea, según se especifica en la zonifica-ción del discurso.

El discurso de las AT (especialmente elLapidario), más adecuado para la aplica-ción de recursos de apoyo museográficoy de tratamiento tecnológico, requerirálas especificaciones que se apuntan en sucaso (proyección audiovisual, juego inter-activo y automatizado de luces deapoyo...).

En cualquier caso, la aplicación de tec-nología de la información e instalacionesinteractivas se regirá por los siguientescriterios:

- Su participación será prescindible, demanera que el mensaje y los conteni-dos parciales puedan percibirse en

su integridad sin recurrir a tales apor-tes tecnológicos, que serán entendi-dos como valores añadidos, notas alpie o glosas.

- Esta participación “marginal” (que nosecundaria) será refrendada topográ-ficamente por su ubicación y confor-mación creando “puntos de tensióntecnológica”, “lugares de retiro” oámbitos apartados donde obteneruna información a mayores, separadafísica e intelectualmente del caudalinformativo y los itinerarios del enun-ciado principal.

- Tanto su manejo como su manteni-miento responderán a principios de

Montaje del museo: un fragmento de artesonado lleva-do a su posición, agosto de 2006 (foto Manuel GarcíaGarrido).

147

economía: serán fáciles y poco cos-tosos, en toda la extensión de ambaspalabras.

Recursos de exhibición más radicalesserán empleados en los montajes de ET,de forma acorde con este tipo de pro-puestas expositivas que priman la intensi-dad frente a la extensividad, impiden lacaducidad de los apoyos museográficos einsisten sobre la transmisión de una ideade alguna manera inserta ya en el discur-so general del museo, donde las ideasdeben apoyarse fundamentalmente en laspropias obras.

6. Avance y configuración de textosinformativos.

La información textual en la EP com-pletará la exhibición de las obras con dosobjetivos claros: explicitar o interpretarsus aspectos destacados menos evidentespara la mirada no experta o no iniciada ycontextualizarlas en el discurso histórico;de alguna manera, explicar por qué moti-vo están en el museo. Por lo tanto, no hade predominar sobre la información deri-vada de las propias obras y su ordena-ción discursiva, de manera que abundenen elementos de inserción e interpreta-ción general, resalten aspectos destaca-dos o señalados para el discurso y nosuperen el marco temporal e informativorecomendable, evitando la saturación deinformación, tan grave en muchos muse-os y que limita la capacidad del observa-dor, reduce su atención y puede acabarpor anularla. Al mismo tiempo, la baseinformativa de contexto se verá reducidaprogresivamente a medida que avanza-mos en la cronología histórica, de mane-ra que las épocas más remotas se veanacompañadas de mayor aparato contex-tualizador.

Es importante resaltar que hemos que-rido, en la medida de lo posible, hacerque los propios protagonistas de la histo-

ria, los testimonios de época, los textosdel momento sean quienes nos informen,de una forma connotativa o denotativa(literaria o sencillamente testimonial) delmomento concreto que les tocó vivir. Asíestamos procediendo a seleccionar textosconcretos de cada etapa histórica, a lamanera de una cita textual entrecomilla-da, para acompañar a las obras coetáneas.Estos textos irán, por supuesto, acompa-ñados con otros elaborados a la sazón porel museo de forma que se complementeno expliquen en otro orden de cosas ydesde un punto de vista más positivista oactual, cuyo tamaño irá reduciéndose enfunción de la necesidad de esta aclaracióno del rigor y ajuste de los textos de época.Ambos niveles de lectura irán dispuestos,vis a vis, en paneles dúplices que conta-rán con el texto de época a mano izquier-da y el texto moderno a la derecha. En loscasos en que, como es obvio respecto alos textos del área 1 o prehistoria, no sedisponga de escritos de época, se recurri-rá a textos míticos, religiosos, poéticos omera documentación gráfica de elemen-tos de la época.

Lógicamente, el apartado de diseño delos paneles queda pendiente de la ejecu-ción de la museografía, aunque se propo-nen como medidas generales de identifi-cación y situación las siguientes (ver losejemplos):

- Uso de una coloración identificativade cada área.

- Cartelas conjuntas o especiales pro-vistas de un leitmotiv o elementoidentificador relacionado con laépoca o extraído de los elementosrepresentativos del área (la monedacon el reverso de la efigie deAugusto y el anverso reservado a lacaetra o escudo típicamente indíge-na, en el apartado de la Conquistaromana, según se aprecia en losejemplos aportados a manera deilustración).

148

Los textos serán elaborados por el per-sonal técnico del museo, aunque a efec-tos de visualización de sus contenidos, seadjuntan varios ejemplos a continuación.Estos ejemplos están ordenados en jerar-quía informativa, de manera que respon-dan al esquema del discurso en los gra-dos siguientes:

1. Texto general de introducción alárea (un total de 7), con una exten-sión máxima de un DIN a-4 a dobleespacio, acompañados de gráficosde cronología comparada, aconteci-mientos destacados o algún otro ele-mento de situación y delimitacióntemporal amplia.

2. Texto sobre la sección de cada área(un total aproximado de 30), de tipodúplice, o sea, con un texto deépoca y uno elaborado actualmente,ambos con una extensión similar.

3. Textos especiales (un total cercano alos 35), sobre elementos singularesde cada área: especialmente lasdenominadas “pieza clave”, “historiaespecial” y “lugar especial”, tomadascomo espacios de reflexión o altosen el discurso, excursos propiamen-te dichos, que incidan de formaintensiva sobre la interpretación deun caso relevante.

4. Identificación de las piezas (carte-las), con 3 tipos:

a. Individuales simples (en un totalcercano a 150). Con una fichaidentificativa que constará de lossiguientes datos en líneas inde-pendientes.

· Obra (denominación o título).· Autoría (autor, taller, ceca, atri-bución, etc. si lo hubiera. Apartir de la sección 4 se añadi-rá “anónimo” para reflejar sucarencia).

· Material y técnica.· Cronología (año o fracción desiglo o período con indica-

37 A la postre, como suele suceder, los textos inicia-les han sufrido drásticos recortes para resultarefectivos, por lo que incluimos aquí los definitivos(reducidos un 75 %).

ción de época histórica si seestima necesario).

· Procedencia (lugar, municipio.Si es extraprovincial, se indica-rá provincia).

· Procedimiento y fecha de in-greso en el museo (indicandoel propietario anterior si esdepósito o donación particula-res) y número de inventario ode control (este apartado enletra de cuerpo menor que elresto).

· Restauración fechada, si la hu-biere.

b. Colectivas (un total cercano a 150etiquetas para cerca de 800obras), que identifican un grupode obras, en ocasiones variopintaspero con una motivación comúnpara su agrupación (suelen res-ponder a las piezas tipo B y C)

c. Individuales explicativas o com-puestas (un total estimado en100), que añaden a la informa-ción básica de las individualesalgún tipo de explicación redac-tada sobre aspectos concretos.Algunos ejemplos necesitados deeste apoyo son: la iconografía,los epígrafes, las piezas del tipoA en general, etc. En este aparta-do, y como procedimiento deénfasis de su importancia, se ela-borará una identificación másextensa y resaltada de aquellaspiezas tenidas por Obras maes-tras del museo.

Ejemplo de texto general de introduc-ción al ÁREA: 37

149

ÁÁRREEAA 11:: PPrreehhiissttoorriiaa

Denominamos Prehistoria al más antiguo,

extenso y oscuro período de la historia del

hombre, del que no poseemos testimonios

escritos, pero en el que asistimos a los más

asombrosos logros de la humanidad. En nuestro

caso este período abarca desde los primeros

indicios de la presencia humana hasta el domi-

nio romano. Partimos de frágiles grupos nóma-

das, predadores y carroñeros, sobrecogidos por

su entorno, para desembocar en sociedades

complejas, especializadas, tecnológicas y de

enorme riqueza cultural cuya conducta nos fue

descrita por los invasores romanos durante su

abrupta y definitiva entrada en la historia.

150

66..cc:: UUnn pprreettéérriittoo iimmppeerrffeeccttoo:: ccuullttuurraa yy aarrtteess

ttrraaddiicciioonnaalleess

".... En la pared del portal, que hacía frente

a la puerta, había una especie de aparador o

estante, que se llamaba vasar en el vocabulario

del país, donde se presentaba desde luego a los

que entraban toda la vajilla de la casa; doce

platos, otras tantas escudillas, tres fuentes gran-

des, todas ellas de Talavera de la Reina, y en

medio dos jarras, de vidrio con sus cenefas azu-

les hacia el brocal y sus asas a pico o a dentello-

nes como crestas de gallo.... todo distribuido y

colocado con mucha gracia."

José Francisco de Isla, Fray Gerundio de

Campazas, alias Zotes, 1758

2. Ejemplo de texto para SECCIÓN(Nota: ambos textos comparten un panelcon dos hojas, situando a izquierda el deépoca y a derecha el actual).

151

La gran mayoría de los leoneses ha vivido

desde siempre en entornos rurales, desligados

del curso de muchos de los acontecimientos que

venimos relatando. Casi todos ellos conservaron,

hasta tiempos muy recientes, formas de vida

similares a las de épocas muy anteriores. La

noción de cambio y proceso debe ser tomada

con reservas y matizada por el decisivo fenóme-

no de la "tradición", a veces un lastre, otras una

salvaguarda.

Lejos de arbitrar la relación entre la "gran his-

toria" y las manifestaciones "ahistóricas" de la

cultura popular, de la etnología, debemos dar

cuenta de las producciones vinculadas a un uti-

litarismo directo de caracteres preindustriales,

cuya evolución tipológica ,apenas inalterada, se

acompaña de una extraordinaria pericia manual

y de motivos ornamentales de honda raigambre

cultural.

152

ÁÁRREEAA 66.. UUnnaa hhiissttoorriiaa eessppeecciiaall:: llooss mmaarraaggaattooss

El territorio de los maragatos (la Somoza) se

extiende al occidente de Astorga, al pie de la sie-

rra del Teleno, cruzado de parte a parte por el

viejo camino francés hacia Compostela. Se trata

de una comarca de arquitectura, artesanía, vesti-

menta y tradiciones singulares cuya mayor pecu-

liaridad, aparte lo legendario, estriba en la dedi-

cación de muchos de sus hijos al transporte y

comercio (primero de pescado, después de todo

tipo de mercancías y del correo) entre Galicia y

el centro de España, al menos desde época de

Felipe II. Instituyeron un gremio de arrieros en

el siglo XVIII, dentro de una estructura social

cerrada cuyo declive se verá determinado por la

implantación del ferrocarril. Los maragatos y la

Maragatería llamaron especialmente la atención

de los viajeros, especialmente la de los extranje-

ros, antes de hacerles un lugar en el movimien-

to Romántico (Concha Espina).

3. Ejemplos de textos ESPECIALES:

153

ÁÁRREEAA 11.. UUnn lluuggaarr eessppeecciiaall:: eell ccaassttrroo ddee CChhaannoo

((PPeerraannzzaanneess))

Está el castro de Chano en el último rincón de la

provincia, Cúa arriba, en el valle de Fornela. Se enca-

rama sobre una escarpada ladera, que mira a un paso

natural hacia el Norte, y suspende en una pendiente

imposible sus rudas cabañas y callejas, conservadas

de excepción en abrupto y recóndito paraje.

Nos encontramos ante un castro indígena romani-

zado, de vocación minera, al rebufo de la explotación

a gran escala de Las Médulas, sito en un entorno mar-

ginal que asegura uno de los pasos naturales entre

Asturias y León. Ha sido datado en la primera mitad

del siglo I d.C. y ofrece aún hoy apiñadas cabañas cir-

culares de pizarra, de alzados que llegan a los cuatro

metros, rodeadas por un grueso muro de contención

y defensivo. Mantiene un bagaje material indigenista,

retardatario, síntoma de la lentitud del proceso roma-

nizador, destacando la abundancia de ferramenta

(útiles de hierro), que tal vez se fabricaran en el pro-

pio castro. El poblado fue ocupado un corto período

de tiempo, apenas medio siglo.

154

Área 3. Sección b. PIEZA CLAVE

LLÁÁPPIIDDAA FFUUNNEERRAARRIIAA ddee DDoovviiddeerroo

Siglos II-III d. C.

Cuarcita y letra incisa a puntero.

Procede de las cercanías de Valmartino,

Cistierna

Ingresó por adquisición en 1998, nº de inven-

tario 1998/9.

Texto: DOVIDER/VS AMPA/RAMI F(ilivs)

PR/INCEPS CA/NTABRORV/M h(ic) S(itvs) E(st)

De/OBRIGI F(ili-ecervnt?) P(osuervnt)/ M(onv-

mentvm)

Traducción: "Dovidero, hijo de Amparamio,

príncipe de los cántabros, yace aquí. Los de

Deobriga pusieron este monumento a su

memoria"

Este príncipe debió ser un cabecilla local alia-

do de Roma, que respetó su rango a cambio de

una dependencia que garantizase el orden fron-

teras adentro.

155

HHAACCHHAA ddee aappéénnddiicceess llaatteerraalleess

1100 - 750 a.C. (Edad del Bronce final atlánti-

co)

Bronce moldeado

Posada de la Valduerna

Donación de Ana Mª Cuadrado, nº de inven-

tario: 3296

SSAANN JJEERRÓÓNNIIMMOO ppeenniitteennttee

Seguidor de Juan de Juni

Mediados del siglo XVI

Relieve sobre madera policromada

Se desconoce su procedencia

En el Museo desde sus orígenes en 1869, nº

de inventario 56.

4. Ejemplo de cartelas identificativas deOBRAS (estándar normal, dependiendodel tipo de obra)

Cartelas individuales simples:

156

Ejemplos de cartelas colectivas o con-juntas (con hipótesis de diseño):

Lote de broncista hallado en Villapeceñil: compás,

pie triple de palmatoria (fragmentado) con figuras

de delfín y diversos mangos, asas y apliques de reci-

pientes.

Al fondo a la izquierda, figura de Atis (San Millán de

los Caballeros, donación de Tomás Villán).

En el centro: pasarriendas de carro ceremonial con

escena de leopardo matando un bóvido. Cimanes

de la Vega (cesión de Nicasio Rodríguez).

EEll aarrtteessaannaaddoo ddee llooss mmeettaalleess

((ssiiggllooss IIIIII -- IIVV dd..CC..))

157

OOBBJJEETTOOSS ddee AADDOORRNNOO PPEERRSSOONNAALL

yy SSUUNNTTUUAARRIIOOSS

((ssiiggllooss II aa..CC.. -- II dd..CC..))

Navaja de afeitar, broches de indumentaria y ador-

no personal y aplique decorado para recipiente.

Fíbulas o imperdibles de diversas formas y decora-

ciones (castros de Chano, Adrados y Lancia).

Torques o collar rígido y pulsera en bronce, castro

de Chano.

Tesorillo de denarios ibéricos del castro de Chano

y pequeño lingote de plata, de Lancia.

Canicas de cerámica decorada y fusayolas en pie-

dra y talco (Lancia).

158

TTRRÍÍPPTTIICCOO DDEE LLAA CCRRUUCCIIFFIIXXIIÓÓNN

Jan y Cornelis Metsys (atribución)

Hacia 1535-1540

Óleo sobre tabla

Procede de la Catedral de León

Ingresó por compra en 1888, nº de inventario: 43.

A la Crucifixión central acompañan en los laterales, san

Jerónimo, del cual se narran varios episodios vitales: como

cardenal, arrancando la espina al león y penando en el

desierto, ya en el primer plano del cuadro, y san Francisco,

que recibe los estigmas de la Pasión. Se integran así en un

sólo mensaje los paladines de las dos vías -ascética y mís-

tica- de acceso a la Verdad, a Cristo, y también los funda-

dores de dos de las órdenes religiosas con mayor predica-

mento en la época, franciscanos y jerónimos, representa-

ción de la devotio moderna. El tríptico fue atribuido a un

discípulo de Quentin Metsys, pero recientemente ha sido

adjudicado a sus dos hijos, obra de colaboración en la que

Jan ejecutaría los personajes centrales y Cornelis (influido

por Patinir) los de los laterales y el paisaje.

Ejemplos de cartelas individuales expli-cativas o compuestas (OBRAS MAESTRASdel Museo):

159

HHIILLAASS YY LLAASS NNIINNFFAASS

Mediados del siglo IV d.C.

Mosaico polícromo (teselas de mármol, caliza, pasta vítrea

y variscita)

Procede de Quintana del Marco

Don Darío de la Mata lo entregó al Museo en 1925, nº de

inventario: 294.

Restaurado en 1992

Hilas, joven príncipe griego celebrado por su belleza, fue

raptado por Heracles, al que acompañó en la expedición de

los argonautas. Pero durante una escala en Misia, Hilas reci-

bió el encargo de ir en busca de agua a una fuente del bos-

que. Las náyades o ninfas de las fuentes al verlo tan hermo-

so lo raptaron a su vez para conferirle la inmortalidad, jus-

tamente el momento que narra este "cuadro": la tensa ins-

tantánea en que Hilas está a punto de ser llevado con los

dioses, tal y como simboliza el laurel que crece tras el héroe.

Este mito puede considerarse una alegoría del paso del

alma a las esferas celestes, y no es extraño que fuese utili-

zado en la iconografía funeraria con un claro sentido apote-

ósico. Realizado con pequeñas teselas de mármol y pasta

vítrea que permiten una rica gradación cromática en los

plásticos tonos del desnudo masculino y en los más carno-

sos de las ninfas, el fondo de la composición utiliza, además,

una técnica musiva en abanico que sólo se reconoce en los

mosaicos de la más alta calidad.

160

Ejemplo de cartela para pieza epigráfica:

HHiittoo aauugguussttaall ddee llaa CCOOHHOORRSS IIIIIIII GGAALLLLOORRUUMM

Hacia el año 54 d.C.

Inscripción sobre piedra

Procede de Santa Colomba de la Vega

Ingresó en 1939, nº de inventario: 3158

Texto: Ex auct/oritate/ Ti(berii) Claud/i(i) Caesaris/

Aug(usti)/ German(i)/ci imp(eratoris) te/rminus/ prator/um

c(o)ho(rtis)/ IIII Gallo(rum)/ inter c(o)ho(rtem)/ IIII

Gallo(rum)/ et inter/ civitate(m)/ Luggo/num.

La inscripción delimitaba los terrenos de un destacamento

militar acantonado en las cercanías de La Bañeza, respecto

de la ciudad indígena de los Lugones, en época y por la

autoridad del Emperador Claudio. Esta señalización es la

más completa de un total de siete que portarían un texto

muy similar, demarcando con nitidez los límites de convi-

vencia entre las tropas de un imperio que comenzaba a

tomar posesión física del espacio por medio de su instru-

mento de dominio más sofisticado: la escritura.

161

Finalmente, respecto a la informacióngráfica (ilustraciones y dibujos general-mente) que ha de acompañar a los textosy elementos de apoyo, está se reducirá almínimo imprescindible siguiendo elmismo criterio de evitar la saturacióninformativa, en este caso de imágenes,pues una hiperabundancia de las mismasiría en demérito de la concentración enlas propias imágenes objetuales que ofre-cen las obras, razón de ser de la exposi-ción del museo. Todo ello independiente-mente de que, en ocasiones, obras con-cretas o apartados específicos (los discur-sos “especiales”, la pieza-clave...) requie-ran una profusión mayor. Al tiempo quese redactan las versiones definitivas delos textos, en el Museo se procederá a larecopilación de tales imágenes y gráficoscon objeto de que estén a disposición ala hora de efectuar el montaje.

Como esquema básico de la distribu-ción y cuantificación de las mismaspuede seguirse el siguiente:

1. Ilustraciones generales, a grande omediano tamaño (mayor que DINA-4 en todo caso) que se ubicaránen sala con diversos tratamientospara servir de “telón de fondo” enocasiones o para llamar la atenciónsobre elementos culturales impres-cindibles para definir una épica queno se hallen presentes en el museo(p.ej.: pintura rupestre esquemáticade León, vistas aéreas de yacimien-tos, etc.)

2. Ilustraciones asociadas a módulosy/o vitrinas que complementen elaspecto tratado en ellos, con tama-ño cercano al estándar DIN A-4(p.ej.: planimetrías, fotografías delocalización, etc.).

3. Pequeñas ilustraciones de acompa-ñamiento a determinadas obraspara matizar o explicar su funciona-miento, su inclusión en un todomayor, etc. (p.ej.: reconstrucciones

de un objeto, explicación de meca-nismo, etc.).

En cuanto a las áreas temáticas (AT),estarán dotadas de dos tipos de informa-ción textual:

- Paneles de texto de las secciones(total cercano a 10) del tipo yacomentado tamaño similar, aunqueen este caso las ilustraciones seinsertarán en el texto maquetando elresultado de forma diferenciadoraentre ambas áreas (monetario y lapi-dario).

- Rótulos o cartelas identificativas decada pieza, que en el caso del lapi-dario incluirán un apartado paratexto y traducción o comentario delos epígrafes, mientras que en elmonetario agruparán preferentemen-te grupos de varias piezas (en untotal estimado de 120 epígrafes y 15agrupaciones de monedas).

7. Iluminación

Los criterios generales de iluminaciónde las salas de EP seguirán la mismapauta de cuantas operaciones de cara asu exhibición venimos perfilando: elpredominio de las obras sobre su sopor-te museográfico. Así, la iluminación bus-cará un compromiso de equilibrio entrela luz ambiental permanente (natural yartificial) y la luz de acento o dramática,llamada a enfatizar determinadas obraso partes de la muestra destacadas por sucalidad o por importancia en el discur-so. De tal manera que la primera logreuna iluminación suficiente para la visitay para la comprensión de los conteni-dos (tanto visualización de conjuntocomo de particularidades), que seráreforzada y matizada por la segundagracias al empleo de focalización enaquellos puntos señalados por el propiodiscurso expositivo, tanto en la EP comoen las AT.

162

Todos los espacios, obviamente, debe-rán contar con instalación de tomas deluz para luminarias en todo el recorridodel museo, tanto en techos (carriles deiluminación) como al nivel inferior desuelos, con tomas de corriente practica-bles cada 6 metros al menos, aunque eneste sentido, el proyecto e instalación dela iluminación habrá de estar en conso-nancia con lo ya ejecutado en el edificio.

Los niveles de la intensidad de luz(salvo las áreas reservadas a accesos,tienda y demás servicios del museo sinexposición de obras) tendrán como refe-rencia los 150 lux (salvo casos especialesreseñados en las fichas de cada obra) delos que aproximadamente la mitad (70/80lux) estará proporcionada por la luzambiental fija y difusa, mientras que laparte restante hasta lograr los 150 o enocasiones hasta 200 lux (casos de obraspoco o insensibles) será proporcionadapor luz de acento o focalizada, comple-tando un sistema mixto que, desde elpunto de vista de la filosofía expositiva,dé idea de un discurso compensado,sereno y armonioso, como corresponde auna instalación estable basada en unguión crono-histórico, en el que se resal-ten aquellos elementos que sobresalen enel mismo por su propia singularidad.

Respecto a los requerimientos técnicos,aunque se precisarán en el correspon-diente proyecto de iluminación, apunta-mos ahora los siguientes:

- La luz natural será en todo caso con-trolada mediante la disposición deestores, cortinajes traslúcidos u otrotipo de barreras (incluida la panela-ción) en los casos en que el monta-je lo exija para procurar su aprove-chamiento a efectos ambientalespero evitando su incidencia directasobre los objetos. En todo caso seevitará la incidencia directa del solen el interior de las salas de EP y ET,estudiando su control y aprovecha-

miento permanente en el lado norte,así como en las restantes orientacio-nes (lucernario de la planta 3). Podráestudiarse y establecerse la posibili-dad de aprovechamiento circunstan-cial de alguna de estas entradas deluz natural.

- La iluminación artificial alcanzará unatemperatura de color intermedia(entre 3500 y 4000º K) con un rendi-miento de color que garantice lamayor aproximación posible a lareproducción fidedigna de los obje-tos, lo que, en el caso de uso de fluo-rescentes, exigirá el empleo de losde generación 90 (tipos intermediosde 940). La iluminación de los lien-zos de pared se efectuará mediantebañadores o lámparas que permitancrear planos sin sombras, ámbitoshomogéneamente iluminados.

- La luz de acento deberá estudiarsepara cada pieza, y se efectuarámediante proyectores con difusores,que han de evitar halos, filtros deUV, rejillas para evitar deslumbra-mientos y lentes para formar hacesdirigibles que tendrán número yángulo en función de las dimensio-nes, caracteres y situación de lasobras (lentes de marco para cuadros,combinación de ángulos para exen-tas, luz rasante para lectura de epí-grafes...). En las obras de pequeñasdimensiones sitas en vitrinas se dis-pondrá de terminales de fibra ópticao LEDs que permitan una ilumina-ción dirigible, focalizada y regulableen intensidad.

- Obviamente, se cumplirán las normasen vigor en cuanto a iluminación delugares de pública concurrencia(entre las que se exige la ilumina-ción de emergencia instantánea deal menos el 15 % de la instalacióncaso de empleo de lámparas deencendido lento).

163

8. Mobiliario expositor de obras

Como norma general, el diseño y con-figuración del mobiliario expositivo estarásupeditado y requerido por las propiasobras expuestas, evitando la tentación dehiperdiseño o de un protagonismo de loselementos expositivos que produzcademérito o distracción de la observaciónde la propia obra a la que han de servirde manera subordinada. Como normabásica, puede que no huelgue decirlo, lafunción estará por encima y determinarála forma. Aunque pueda parecer un prin-cipio demasiado obvio, no es infrecuenteencontrarse con montajes museísticosdonde o bien los soportes o la luz o elpropio diseño de acompañamientosmuseográficos pugnan con las obras porel protagonismo, produciéndose una per-versión de la idea original del diseño, enla que éste se realiza en procesos inde-pendientes u obligando a las obras aadaptarse a él. Nada de esto queremos eneste caso, ni en cuanto se refiere al mobi-liario ni, como hemos comentado, en lasrestantes instalaciones de acompañamien-to que, preferentemente, deberán adoptaruna presencia discreta, a menudo inapre-ciable en primera instancia, que otorgue alas obras el papel que merecen, como ele-mentos no caducables y justificadores dela existencia y funciones del museo.

En este sentido querríamos disponerde un tipo de diseño de elementos designo minimalista, con línea sencilla, pre-feriblemente recta y sin adornos, estricta-mente funcional y sin concesiones a otracreatividad que no sea el acento en lavaloración y la propia singularidad de lasobras a las que sirven, lo que sin duda esel acto creativo más difícil de todos.

Para los elementos cerrados, vitrinas ybarreras de seguridad, se emplearán cris-tales dobles de seguridad, de aperturafácil y cómoda para el instalador, enmódulos de tamaño medio (no superio-

res a los 2’5 m), climatizadas en loscasos prescritos, con materiales de con-tacto inertes y acabados mate que nocolisionen con la propia naturaleza físi-ca o formal de las obras. Mientras paralos soportes (peanas, plintos, etc.), ade-más de respetar estos principios básicos,se establecerán barreras de seguridadvisuales, o físicas cuando éstas se apli-quen a objetos frágiles, asegurando laestabilidad antisísmica y la correspon-diente adaptación del soporte a las con-diciones de apoyo de cada obra, procu-rando que éste se realice en la superficiemás amplia posible.

Pretendemos que los módulos deexposición de la EP sean atendidos porun elemento de mobiliario por módulo(sea aquél una vitrina o cualquier otrosistema de exhibición), intentando quela propia división artificiosa que impo-nen las vitrinas sea, al menos, aval de laque establece el discurso para su mejorcomprensión. En este sentido, los módu-los descritos en la planimetría de situa-ción de obras y áreas que se adjuntadeberán comportarse como una partefísicamente reconocible en la disposi-ción museográfica de las obras.

Apéndice: programa museográficopara los anexos del Museo.

A. San Marcos: anexo monumental.

En la práctica totalidad de nuestrosinformes sobre la nueva sede del Museo(tanto la actualmente en curso como lasanteriores alternativas) hemos defendidoel mantenimiento de las actuales salas deexposición permanente del Museo en elconventual de San Marcos como un espa-cio patrimonial que no debe desvincular-se del Museo y sí funcionar como unanexo del mismo, dotado de caracteresespecíficos. Nuestra propuesta no exigeun gasto presupuestario excesivo o cons-

164

tante a mayores (apenas el mantenimien-to de personal de vigilancia y del estadode conservación del monumento), todavez que las estancias cuentan ya con ins-talaciones suficientes para el cometidoque proponemos. Trata éste de cumplirun doble objetivo:

- Mantener un ámbito tradicionalmen-te vinculado al Museo, desde hacemás de siglo y medio, que apenaspodría recibir otro destino acordecon la categoría de sus espacios(adscritos, además, a titularidadministerial).

- Ofrecer a los visitantes la posibilidadde contar, en el tercer monumentomás visitado de la ciudad, con unespacio dedicado a la interpretación

Sala del “tesoro” de San Marcos, en montaje durantejunio de 2006 (foto L. Grau).

del mismo, ubicado en las estanciasmás cualificadas de su obra renacen-tista, que, además, albergarían lasobras muebles de allí procedentes.

Recordemos, en este sentido, aunquequizás no haga falta insistir, que lasdependencias, caso de abandonarse, serí-an muy posiblemente cerradas, con loque se impediría no sólo la contempla-ción de algunos de los espacios arquitec-tónicos más importantes del renacimientoleonés (la obra más cualificada de Juande Badajoz, en 1549, que se autorretratóen la propia decoración de sus muros),sino que se privaría al público, foráneo y

165

local, de la correcta comprensión de estemonumento esencial, hasta ahora realiza-da a través del museo.

Esta propuesta, por tanto, contaría conla transformación de las tres salas (recor-demos, de apenas 120 m2 cada una) enespacios con la siguiente dedicación:

- Sala 1 o sacristía. De lo que fue SanMarcos. Dedicada exclusivamente aexplicar el propio monumento en sufase constructiva, por medio de apoyográfico y de la observación y explica-ción del programa iconográfico de lapropia sala, la mejor y casi única enque la decoración escultórica adquie-re rango programático (aparte de lafachada del edificio), con apenas pie-zas del museo, por tanto.

- Sala 2 o postsacristía. De lo que tuvoSan Marcos. Se pretenderá aquí com-pletar la comprensión del edificio através de su patrimonio mueble, conla ubicación de algunas de las obrasdel Museo que proceden de la des-amortización del propio monasterioy que resultan prescindibles en eldiscurso de la instalación de la sedematriz. Nos referimos a una serie deretratos de comendadores de laorden de caballería de Santiago (11óleos sobre lienzo) ejecutados a fina-les del XVII y principios del XVIII, encoincidencia con el reinicio de lasobras arquitectónicas del convento,para exaltar la trayectoria histórica eimportancia de la casa santiaguesa,que, además, fueron concebidospara esta misma.

- Sala 3 o “del claustro”. De quienesestuvieron en San Marcos. Esta sala,apartada de las demás por la nave dela iglesia, se dedicaría a rememorar alos distintos ocupantes del edificiodesde su desamortización, sus vario-pintos usos, con especial dedicaciónal propio museo, el inquilino máslongevo. Junto a ese cometido, allí se

exhibirán varias obras del lapidarioactual (que, por su tamaño, peso osignificación, no sería recomendabletrasladar a “Pallarés”), sarcófagos yepígrafes funerarios que han de con-formar una especie de sucinto lapi-dario y memorial dedicado a quienespasaron por aquí y ya no están, conun singular recuerdo de uno de losmás funestos episodios de la historiadel convento jacobeo: el campo deconcentración en que se convirtiódurante la guerra civil española,hecho sin refrendo o recuerdo entodo el edificio38.

En el anexo informatizado se relacionanlos bienes culturales que formarían estaalternativa museística y su distribución.

B. La villa romana de Navatejera,anexo arqueológico.

Resulta muy recomendable que lapuesta al día de este yacimiento visitablesea armonizada con el cambio de sededel Museo, a efectos de no ofrecer ante laopinión pública la imagen de un nuevocentro museístico provisto de un anexoen muy precarias condiciones de conser-vación, de ahí que, a solicitud de laSGME, se elabore este sucinto informeque completa anteriores datos y que estáacompañado por un Proyecto museológi-co de la villa romana de Navatejera39 quese adjunta aparte. En todo caso, y como

38 Una cita de Quevedo, primer “preso político” deSan Marcos (1639-1643) ocupará un monolito epi-gráfico de función testimonial que centrará lasala.

39 Aunque en la aplicación museográfica en marchano está la villa de Navatejera (sí San Marcos), suproyecto surge de las notas apuntadas en estePlan y la ejecución del mismo se inicia en estosdías de cara a culminarse en 2007.

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se insiste después, la ejecución de eseProyecto está supeditada a la realizaciónde las tareas previas aquí descritas.

La villa romana de Navatejera, en elmunicipio de Villaquilambre responde altipo conocido de villa suburbana datableen los siglos IV-V d.C. (aunque con vesti-gios desde el siglo II) con dos zonas dife-renciadas, la pars urbana o residencial,tapizada de mosaicos en parte y conzonas calefactadas de hipocausto, y lapars rustica o de explotación agropecua-ria, aparte de una sección de dudosa uti-lización cultual y planta cruciforme quese ha asociado al mundo paleocristiano.Fue descubierta a finales del siglo XIX ya su interés y excepcional cercanía alnúcleo urbano leonés une la peculiaridadde que fue cubierta ya en su momento enuna de las primeras protecciones de este

Panorama de la villa romana de Navatejera (foto L. Grau).

tipo de yacimientos que se constatan ennuestro país (supervisada por Demetriode los Ríos, arquitecto restaurador de lacatedral leonesa en el cambio de siglo, laedificación intenta mimetizarse con losrestos conservados en un criterio muy dela época que tiene, per se, altos valoresmonumentales). Es anexo del museodesde 1992, aunque dependió de él conanterioridad, en los años 1950-60.

El recinto, que pertenece al estado yque engloba aleatoriamente restos de unyacimiento que se sabe más extenso, hasido objeto, hace una década, de diversasintervenciones parciales de reexcavacióny consolidación, cuyo objetivo último sedeterminó que fuera una total remodela-

167

ción de sus estructuras visitables a la luzde un proyecto arquitectónico cuya ejecu-ción, pese a prepararse a través de actua-ciones previas, no ha llegado a efectuarse.

Sin embargo, algunas de las interven-ciones entonces proyectadas no eransolamente una mejora de las instalacio-nes, sino que suponían reformas y repa-raciones de absoluta urgencia que habíande garantizar, incluso, la pervivencia delas estructuras existentes. Es más, las tare-as llevadas a cabo con carácter previo (delas que hablaremos a continuación) sibien lograron el mantenimiento de uncierto nivel de conservación, al quedarsea medias en su ejecución o resultar inte-rrumpidas en lo que se entendió comoun proceso no concluido, provocan situa-ciones de conflicto con aquel objetivoconservacionista previo.

Pese a la interrupción de los trabajos secontinúa con las visitas públicas (aunqueéstas no se promocionen) en circunstan-cias de gran precariedad que, además,pueden provocar riesgo para la integridadfísica de las personas. La cercanía delyacimiento a la capital provincial, sudidactismo potencial y la frecuencia devistas escolares, su ubicación en rutasturísticas frecuentadas (al pie de la mismacarretera hacia las cuevas de Valporquero,por ejemplo) y la posibilidad de desarro-llo también de esas posibilidades (losautobuses urbanos y la vía estrecha deFEVE que parten del centro de Leónparan en su misma puerta) o los valoresañadidos desde el punto de vista patrimo-nial, entre los que el edificio de finalesdel XIX que cubre los mosaicos no es delos menores, convierten a la villa romanade Navatejera en uno de los monumentosmás desaprovechados e interesantes de laprovincia, siendo, además, una de laspocas villas romanas visitables en Castillay León, la única en León.

Estas circunstancias han motivado dife-rentes propuestas por parte de esta direc-

ción, propuestas que a continuación seresumen para conocimiento y efectos dela administración titular del recinto, den-tro del plan de actuaciones museísticasrelacionadas con el cambio de sede.

La organización de la propuesta se hacepor fases de actuación sucesivas, de mane-ra que, en la mayoría de las ocasiones, serequiere la ejecución de la primera actua-ción propuesta para que la siguientepueda llevarse a cabo con garantías.

1. Drenaje del edificio y recintoarqueológico

Este es, sin duda, el problema más acu-ciante y antiguo de cuantos aquejan alyacimiento. No en vano fue una riada laque provocó el descubrimiento de losrestos, al hallarse ubicados en la vertien-te de una ladera cuyo subsuelo cuentacon manantiales, lo que impide unaabsorción uniforme del agua de lluvia yprovoca la formación de torrentes yembalsamientos cuando las precipitacio-nes son copiosas. A ello se ha unido queel antiguo sistema de drenaje, una zanjaperimetral al edificio que cubre losmosaicos, carece de funcionalidad, pues-to que la rebaja del nivel de tierra porefecto de la excavación arqueológica haprovocado que aquellos conductos que-den “colgados” sin servicio, por encimade la cota de circulación actual. Además,tanto la cerca como su cimentación pro-vocan un efecto de “presa” impidiendo lasalida de aguas a un exterior que, porotro lado, está colmatado y no ofrece esaposibilidad. Así, el agua suele inundar lazona baja del recinto, precisamente lamás delicada, próxima a los mosaicos y alos muros del edificio, que se ven afecta-dos por la humedad. Se ha llegado, inclu-so, a derribos parciales de la valla peri-metral a causa del agua y de la ineficaciade los cimientos, en su mayoría por enci-ma de la cota actual de circulación.

Ante tales y tan nocivos efectos, la más

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prioritaria de las intervenciones pasa porsolucionar la conducción y extracción deaguas del recinto, algo que, creemos, noes demasiado complejo, dado que elsaneamiento urbano se localiza muy pró-ximo al recinto arqueológico (apenas unmetro y medio de distancia de la puertade entrada del mismo) y la habilitaciónde conducciones en el interior sólo tieneel obstáculo de estudiar su trazado porlos lugares donde afecte en menor medi-da a los muros arqueológicos.

2. Restauración de mosaicos y estructu-ras arqueológicas

Como es bien conocido por la JCyL, laintervención realizada en los meses deabril y mayo de 1993 sobre los teseladosde la villa romana sitos bajo cubierto con-sistió, básicamente, en una consolidaciónin situ que detuviera los procesos dedegradación en marcha sobre los mis-mos. La que en aquel momento se conci-bió como la primera fase de una actua-ción que habría de proseguir y culminartras las obras de adecuación arquitectóni-ca del recinto, se detuvo en tal estado decosas, lo que si bien ha impedido que ladegradación fuera a mayores, tambiéncausa un deplorable aspecto de losmosaicos (engasados, abombados ysucios) y el mantenimiento de unas defi-cientes condiciones de conservación.Todo ello agravado por los perjuicioscausados por las filtraciones de humedadarriba mencionadas. Para solventar esteextremo, en lo que atañe a los cuatromosaicos cobijados bajo el edificio,hemos propuesto una intervención insitu, esto es, sin arrancar los teselados, loque amén de abaratar costes de ejecu-ción, está más de acuerdo con modernoscriterios de intervención.

Por otra parte se ha de considerar lareparación de las consolidaciones demuros y estructuras llevadas a cabo en elaño 1995. La consolidación mencionada

(de cuyos defectos informamos en marzode 1996) tuvo nula eficacia, ya que nisiquiera llegó a aguantar las heladas delprimer invierno con el que se enfrentó.Los morteros se cuartearon inmediata-mente y la situación actual es de unacompleta disgregación de los mismos, loque da un aspecto y consistencia areno-sos a los mismos y causa su total inutili-dad y la necesidad de rehacer el trabajocon mejor tino. En este sentido resultaaleccionador comprobar como la consoli-dación efectuada una década antes en elárea termal subsiste con solidez y eficaciamientras que ésta, mucho más reciente,se ha desmoronado con rapidez.

Finalmente, debe incluirse la consolida-ción y restauración de dos elementos sin-gulares hallados en los trabajos arqueoló-gicos de F. Miguel (1993-94). Nos referi-mos al horno de cocción localizado en elángulo de la villa y a la vasija de almace-namiento (dolium) mantenida in situ parareflejar el ambiente de laboreo agrícola yalmacenamiento (la pars rustica) de lavilla. Ambos elementos deben ser objetode cubrimiento y protección para evitaren lo posible la acción de los elementosatmosféricos, destacando, en el caso delhorno, que debe concluirse su excavaciónarqueológica, pues no se concluyó parapropiciar su mejor preservación hasta quese planteara la restauración. Este es, ade-más uno de los elementos más singularesdel recinto arqueológico y, sin duda, elque más ha enriquecido su significado araíz de las intervenciones llevadas a caboen la década de los noventa.

3. Instalación museográficaSi bien la instalación de una exposi-

ción museográfica que sirva de apoyo ala comprensión del yacimiento es ideaañeja que, incluso, ha tenido su reflejoen diversas actuaciones en los años 60 y70 por parte, precisamente, de esteMuseo, y aunque ésta deberá supeditar-

Planimetría de la villa romana de Navatejera (J.C. Reguera sobre plano y datos de F. Miguel).

170

se, en su forma definitiva, a la reformafinal del edificio según el proyecto men-cionado arriba, proponemos una sencillaoperación museística basada en tresintervenciones complementarias.

- Mediante el tradicional sistema deexposición de objetos procedentesdel yacimiento (completados conotros de villae provinciales, para sol-ventar las lagunas que se crearían),acompañados de paneles informati-vos, con texto y gráficos, incluyendouna maqueta y la correcta ilumina-ción del conjunto, se tratará el inte-rior del edificio en sus espacios deacceso (“pasillo”) y sala del mosaicode círculos secantes, preferentemen-te en las inmediaciones de la pasare-la de recorrido, con lo que los visi-tantes observarán estos elementos acorta distancia.

- Las salas del mosaico de cerámica ydel opus signinum se dedicarán areconstrucciones ambientales e idea-lizadas o hipotéticas de estancias deuna villa romana, salas de época operiod rooms. Concretamente, la saladel mosaico rectangular de cerámicase dedicará a una estancia de des-canso, donde se añadirán los ele-mentos para cuya confección conta-mos con un modelo ya consolidadomuseísticamente. La sala se sitúajunto a la del mosaico octogonal,que permanecería con un aspectoeminentemente “arqueológico”, conlo que la visualización de ambasdesde la balconada que aquí formala pasarela haría comprensible laoperación reconstructiva mediante elcontraste de ambas opciones exposi-tivas al tiempo. En el caso de la salade opus signinum, se destinaría ailustrar un ambiente más domésticoy funcional de la vida de la villa, unespacio destinado a la cocina quehabría de abastecer al dominus, y se

realizaría, igualmente, a partir demodelos ya aquilatados.

- El exterior de la villa se señalizaría ydotaría de recorridos por los lugaresmás relevantes, completando elconocimiento de todo el recinto.

Todo este planteamiento proponemosse complete con la extensión de los tra-bajos arqueológicos a las zonas de reser-va o excavadas de antiguo y luegocubiertas, mediante la elaboración de unconvenio de colaboración con laUniversidad de León, de forma que lavilla sea una especie de escuela dearqueología donde los alumnos de lacarrera puedan ejercitarse en determina-dos meses del año, debidamente supervi-sados, para obtener experiencia y, altiempo, extender el conocimiento delyacimiento. De hecho, la posibilidad deensanchar las excavaciones fuera delactual recinto es muy viable, pues en suentorno se encuentran jardines, zonasverdes o una antigua fábrica pendientede derribo en una zona de equipamientosocial y cultural según los planes urbanís-ticos. El ayuntamiento de Villaquilambre(que no cuenta, pese a su extensión, conotro monumento en su municipio) esmuy proclive a esta hipótesis de expan-sión futura.

4. Otros

Bajo este epígrafe no se reúnen opera-ciones menos necesarias o urgentes, sinoque se recogen aquellas que conformanun variopinto conjunto no menos necesa-rio.

Entre ellas, de forma prioritaria está lainstalación de luz eléctrica, cuya cone-xión, en lo que se refiere a la infraestruc-tura, no creemos compleja dado que latoma eléctrica y un registro se hallaninmediatos a la puerta de entrada de lavilla. La comunicación telefónica porcable, una vez que puede, al menos, efec-

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Interior de la villa romana de Navatejera, con la cubierta de madera de finales del siglo XIX (foto L. Grau).

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tuarse por móvil, es condición necesariapara disponer de un básico sistema deseguridad mediante alarma a instalar unavez se produzca la ubicación en el sitiode objetos muebles susceptibles de robo.

Operaciones de rango menor para laadecuación museística del recinto techa-do son: la pintura general del interior (aejecutar tras las obras de drenaje, pues lashumedades han estropeado la pinturaexistente), la habilitación de una nuevaentrada o acceso al público en la valla delrecinto arqueológico, el relleno de laszanjas inmediatas a la entrada a la zonatechada o edificio de los mosaicos, laseñalización exterior y otras intervencio-nes que se detallan en el Proyecto demusealización de la villa que hemosmencionado.