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la plaza principal como símbolo del magisterio, la vigilancia y la elevación moral. (Bravo,1991).

El orden y la regularidad del trazado referido a la cuadrícula ortogonal, fue establecido por Las

Leyes de Indias, las cuales definían el trazado de las calles desde la plaza mayor, ésta consistía

en la manzana no construida, vacía, que se consolidaba como el centro de la ciudad, de alta

significación jerárquica, alrededor de la cual se localizaban los principales servicios.

Siguiendo dichos parámetros, en 1676 se delineo la geometría rectangular en Medellín, el

germen de la villa partió de la plaza fundacional, a partir de este punto se trazaron y

consolidaron los principales ejes viales, no obstante, esta regularidad y orden no fue una

constante, ya que la trama urbana que obedeció al crecimiento generado en los siglos XVIII y

XIX fue modificada por las condiciones locales, generando una trama urbana orgánica definida

por los accidentes geográficos, indicando que en Medellín estrictamente no es posible referirse

a un trazado en damero. (González, 2007).

A pesar de esto, es claro que en Medellín la plaza fundacional en el periodo colonial se

consolidó como la centralidad geométrica y simbólica, como núcleo y ordenador urbano por

excelencia.

“ En el modelo, la plaza mayor es un elemento estructural fundamental, es el centro de la

ciudad. Centro geométrico, centro vital y centro simbólico, su forma de inserción en el conjunto

del trazado urbano, su total imbricación en el mismo, no puede entenderse como algo

independiente. Es consustancial con el, porque generalmente es su elemento generador”

(DAPM, 2005).

Éste parámetro de poblamiento, se repitió en otros poblados y asentamientos aledañas (Belén,

El Poblado, La América) con una clara estructuración a partir de la plaza la cual precedía un

templo religioso, estableciendo una relación directa entre plaza-templo, espacialidades insertas

en un trazado urbano claro y definido. Estos dos elementos se convirtieron en los “principales

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centros de poder religioso, económico y político para las poblaciones, en esta época el poder

religiosos era mas dominante que el civil e iba de la mano de todas las actividades sociales y

económicas”, marcando claramente su incidencia en el desarrollo urbano de la ciudad. (Área

Metropolitana del Valle de Aburrá, 2010).

Los diferentes barrios de Medellín, a partir de 1800 surgieron a partir de esta estructura plaza-

iglesia, “...es concebida entonces como el centro aglutinador del poblado, alrededor de ella y de

la plaza se congregan las familias y se desarrolla la vida social de la fundación: los caminos

principales llegan y salen de la plaza y pasan por la iglesia; antes que la necesidad de tener

casa capitular y autoridades civiles está la de contar con un cura y una iglesia. En la

organización del espacio de los poblados, la plaza y la iglesia se constituyen en los centros

vitales alrededor de los cuales se ordena la división del espacio territorial y son estos, en tanto

espacios simbólico, los lugares en torno a los cuales se desarrolla la vida social del poblado”

(González, 2007).

Imagen 42 Plaza principal de Medellín. Plaza de Berrio “ Plaza Mayor” 1886- 1880 (DAPM, 2005)

En ese entonces la plaza era un espacio multifuncional, un lugar de intercambio, mercado,

festividades, espacio para estar, de encuentro, para el pregón, de información y notificación

pública. Por otro lado, vivir en el marco de la plaza significaba estatus y poder económico. Este

modelo de estructura urbana se conservó hasta finales del siglo XIX, la iglesia y la plaza

además de ordenadores espaciales se consideraban como elementos aglutinadores, de gran

representatividad y valor.

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La plaza mayor fue construida entonces en Medellín en 1675, después en 1850 fue llamada

plaza de Zea (Barrera ,1982) y plaza de La Candelaria por estar situada al frente de la catedral

del mismo nombre, empedrada, con una pila de bronce en todo el centro, era el lugar donde se

realizaba el mercado público hasta el año de 1890, tradicionalmente tenía toldos y ventas

ambulantes, estaba rodeada de estrechas piezas de tapia y teja, que servían para depositar

arroz, cacao, café, sal, y tabaco, los martes y viernes eran los días de los grandes mercados.

Posteriormente, estas actividades fueron trasladadas a las plazas de mercado cubiertas, la

primera de ellas, la Plaza de Flórez inaugurada en 1891 y la Plaza de mercado cubierta de

Guayaquil, inaugurada en 1894.

Imagen 43  Plaza de Belén, inicios siglo XX , Fuente: http://www.facebook.com/photo.php?fbid=1058553137032&set=o.20078880345&type=1&theater

Imagen 44  Iglesia y parque del corregimiento de San Antonio De Prado, Principios del siglo XX. Fuente: http://www.facebook.com/photo.php?fbid=75622973248&set=o.20078880345&type=1&theater

Imagen 45  Plaza del Poblado, Fuente: Melo, (1996)

- Los parques y Paseos Urbanos:

Desde finales del siglo XVIII se empieza a vislumbrar un interés por la higiene y el

embellecimiento de la ciudad que se ve materializado en el siglo XIX, donde se evidencian

fuertes transformaciones estilísticas, comenzando el proceso de transformación física y

urbanística de la sencilla plaza colonial en el parque urbano.

Dicho cambio, comienza en 1851 como símbolo de la incipiente modernización, el saneamiento

y estética urbana, el agua cobró gran importancia, la plaza mayor fue tratada urbanísticamente,

dotándola con una pila publica y realizando un mejoramiento de su piso.

Posteriormente en 1884, la ley 189 dispuso la construcción de plazas de mercado cubierto

mencionado anteriormente, trasladando el mercado a un edificio hacia el oriente (Plaza de

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Flórez). Con estos hechos comienza una especialización funcional de la ciudad, privilegiando

las funciones lúdicas y recreativas en el espacio público, generando una transformación en el

uso de la plaza como espacio público por excelencia.

Es así, como símbolo de la modernidad se generó un cambio funcional en el uso de la plaza

mayor, la cual se transformó en parque, no obstante su carácter simbólico seguía presente, a

finales del siglo XIX el Parque de Berrio conservaba su rol de ser el espacio de representación y

ostentación del poder político y religioso, simultáneamente era el lugar de festejo, negociación y

recreación pública.

Durante este mismo periodo se realizó la sustitución de las fuentes de agua por estatuas de

héroes de la independencia o de la política local, el Parque de Berrio fue remodelado en 1895

para la instalación de la estatua de Pedro Justo Berrio, en dicha adecuación se instaló la

estatua propuesta por la asamblea, rodeada por árboles y jardines, el perímetro fue marcado

por una artística verja traída de Europa y se instaló al lado izquierdo un reloj de sol.

Esta transformación formal y funcional explica el cambio en los nombres de la antigua Plaza

Mayor, luego denominada la Candelaria, y en esta época llamada Parque de Berrio, cabe

anotar que en otras ciudades colombianas aunque también hubo un cambio funcional en las

plazas principales se conservó el nombre de Plaza de Bolívar en Bogotá y de Caicedo en Cali.

(Botero,1996).

Posteriormente, los alrededores del Parque de Berrio sufrieron varios incendios durante la

segunda década del siglo XX, que impulsaron la modernización del parque y de sus

paramentos. Entre 1926 y 1927 se realizó una reforma total del parque, fue retirada la verja y se

pavimentaron las vías circundantes ,acondicionándolo para la ciudad del automóvil, así inició su

cambio de imagen de lugar apacible y florido a un espacio público funcional. (Bravo,1991)

Por otro lado, durante este periodo el crecimiento de la ciudad se direccionó hacia el norte y

hacia la ribera derecha de la Quebrada Santa Elena, a partir del siglo XIX la ciudad creció a

partir de un nuevo centro y polo de desarrollo, la Catedral de Villanueva y el Parque de Bolívar.

(Botero,1996).

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El Parque de Bolívar surge inicialmente en 1871 como la plaza Villanueva, espacio público

estructurante del proyecto del barrio “Nuevo Londres”. Con esta nueva espacialidad pública, se

comienza ha generar en Medellín un nuevo centro de desarrollo diferente a la plaza mayor de la

villa colonial, y se enfatiza e la importancia de su conexión a través de ejes urbanos de gran

importancia como Junín.

La construcción del Parque de Bolívar, se realizó entre 1888 y 1892 en un terreno donado a la

ciudad por el inglés Tyrell Moore en 1857, tanto el parque como la construcción de la catedral

de Villanueva fueron catalizadores para el desarrollo urbanístico de este sector de la ciudad. El

parque de Bolívar fue inaugurado en 1892 con motivo del Cuarto Centenario del descubrimiento

de América.

Imagen 46 Parque de Berrio Medellín Fotografía de Melitón Rodríguez, 1893. Fuente: Historia de la fotografía en Colombia, Museo Arte Moderno de

Bogotá, http://old.lablaa.org/blaavirtual/revistas/credencial/febrero2009/medellin.htm.

En su diseño participaron alumnos de la Escuela de Minas quienes en 1888 realizaron los

planos, la propuesta consistía en un rectángulo de ciento ochenta metros de sur a norte por

ochenta metros de oriente a occidente, en su parte meridional estaba rodeado por una verja de

hierro importada del exterior con una fuente de agua en el centro, el parque estaba adornado

con acacias, guayacanes, araucarias y palmeras, posteriormente cerca a la fuente se instaló un

kiosco donde se realizaban las retretas militares y en 1923 se instaló la estatua del libertador

Simón Bolívar.

En conclusión a partir de 1875 comienza un fuerte período de modernización de la ciudad,

nuevos criterios urbanísticos definen integralmente el espacio público, donde la higiene pública,

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el ornato y la estética urbana cobraron gran importancia, se diseñaron avenidas de quebrada,

varias plazoletas de la ciudad como la plazoleta Félix de Restrepo (llamada anteriormente San

Francisco) fueron arborizadas, llevándose a cabo la transformación de la plaza colonial al

parque o jardín urbano.

Desde este momento, la plaza pública comienza a tener una pérdida de jerarquía y de centro

geométrico del desarrollo urbano, elementos como los nuevos Paseos Urbanos, y la quebrada

misma cobraron relevancia y comenzaron a configurarse como nuevos centros en la ciudad, por

otro lado el surgimiento de nuevos escenarios y equipamientos comienzan a cobrar mucha

importancia para el ocio, la cultura y la recreación de los habitantes de la ciudad.

Adicionalmente, los nuevos medios de transporte , las nuevas actividades urbanas, y la

introducción del vehículo en la ciudad fueron factores determinantes en la transformación del

espacio público e esta época.

Imagen 47 Parque de Bolívar, Fuente: Fotografía del Patrimonio de imágenes de la Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América Latina

“El parque se había convertido desde los años ochenta en el principal escenario urbano. Desde

la construcción del parque de Bolívar entre 1888 y 1892, y el de Berrio entre 1893 y 1895,

cuando se dejó atrás la imagen colonial de la plaza, con su campo yermo o sus tenderetes de

mercado, y se configuro la más burguesa de parque, con sus elementos decorativos,

iconográficos y lúdicos. Sin embargo el parque pronto fue reemplazado por los escenarios que

se dispersaban en la ciudad, ya fuera el teatro, o el hipódromo, la plaza de toros o el

cartódromo, la cancha de futbol o el estadio, quedando muchas veces reducido a un sitio de

paso y transitoriedad “(González, 2007).

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En los últimos treinta años del siglo XIX y en los comienzos del siglo XX se reafirma el proceso

de transformación del trazado urbano, una preocupación por el ornato y el embellecimiento de

calles y parques, ampliando y rectificando las calles, ordenando y ampliando la malla urbana,

como se mencionó anteriormente, la plaza mayor ya no era el núcleo de desarrollo, las nuevas

calles y los paseos con mayor fuerza se apoderan de la ciudad generando nuevos espacios con

amoblamiento y ornato, arborizados, con un carácter pintoresco, lo cual representaba un

cambio sustancial en el espacio público de la ciudad y en la vivencia del ciudadano.

Muchas de estas iniciativas fueron impulsadas por La Sociedad de Mejoras Públicas, fundada

en 1899 por la elite empresarial y comercial de la ciudad. Se consolidó como una entidad

gestora de proyectos urbanos, desarrollando una preocupación por lo público cuyo objetivo se

enfocó en velar por el ornato y embellecimiento de la ciudad, impulsando obras culturales y

cívicas y abordando casi todo lo relacionado con el urbanismo en esta época; así mismo,

asumió la función de dotación, ornamento, y remodelación del espacio urbano, incluyendo

calles y plazas.

Imagen 48 Parque Bolívar en 1890 Fuente: Fotografía del Patrimonio de imágenes de la Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América Latina

Dentro de los paseos urbanos el mas representativo durante el siglo XIX y XX, fue la Quebrada

Santa Elena, la cual estaba bordeada por hermosos árboles que daban sombra a las vías que

se extendían a lo largo de sus riberas donde se construyeron lujosas casas quintas precedidas

por jardines guardados por verjas, éste se constituyó como el gran paseo de la ciudad y se

denominó “La Playa”, su arborización fue reconocida por su belleza, contaba con quince

puentes que permitían el paso de un costado a otro.

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No obstante, con el tiempo como sucedió con el rio, la quebrada Santa Elena se convirtió en

una gran cloaca, esta problemática sumada a la presión por generar avenidas para el tránsito

de vehículos en la ciudad, obligaron a canalizarla y a cubrirla en la segunda década del siglo

XX. Otro de los paseos reconocidos fue el paseo “ Los Libertadores”, en 1923 se había

canalizado y rectificado gran parte del recorrido del rio y se construía este paseo ( actual vía

regional ), cuyo trayecto arborizado se constituía como uno de los senderos mas bellos de la

ciudad.

Imagen 49 Paseos Urbanos de la época, Los Libertadores (Actual Av. Regional), Santa Elena y Junín. Fuente: Fotografía del Patrimonio de imágenes

de la Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América y Melo (1996)

 

El concepto de parque urbano se consolida entonces en los inicios del siglo XX, La Sociedad de

Mejoras Públicas propuso varios espacios verdes, incorporando un nuevo concepto de parque

urbano periférico, el cual ya no se localizaba al interior de la malla urbana. Para lo cual

pretendió elaborar un plano de la ciudad futura dividida en cuatro ángulos en los cuales se

proponían cuatro parques, finalmente en el plano se incorporaron tres pequeños bosques

situados en la periferia, de los cuales nace y se consolida en 1913 El Bosque de la

Independencia, como espacio verde límite de la ciudad.

El Bosque de la Independencia fue adquirido con recursos públicos por La Sociedad de Mejoras

Públicas en 1911 con motivo del centenario de la Independencia de Antioquia, el campo

conocido como El Edén se destinó a parque y en 1913 se plantó un bosque el cual se convirtió

en uno de los sitios de recreación mas populares, considerado uno de los principales legados

de zona verde para la ciudad.

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Desde finales del siglo XIX el bosque de la Independencia fue un espacio para la recreación de

los ciudadanos, su lago era utilizado para diferentes actividades lúdicas y deportivas.

Por otro lado, durante el segundo mandato del presidente López Pumarejo, el gobierno nacional

estaba dispuesto a patrocinar la construcción de parques en varias de las ciudades

colombianas, y con tal fin expidió la ley 19 de 1943, la Sociedad de Mejoras Públicas presentó

la iniciativa sobre la generación de un parque nacional situado a las afueras de la ciudad, de

grandes dimensiones (40 a 60 ha) al estilo del parque Nacional de Bogotá.

No obstante esta propuesta no surtió efecto, el tema de la movilidad, de la necesidad de los

ensanches de vías y de la construcción de las avenidas paralelas al rio, eran la prioridad en

este periodo, por lo tanto la generación de parques no era una necesidad para la administración

local.

  Imagen 50 Parques urbanos, Cerro Nutibara “Cerro de los Cadavides” Principios del siglo XX y Bosque de la Independencia Medellín. (actual Jardín

Botánico) Fuente: 1940 http://lascancionesdelabuelo.blogspot.com/2010/10/jhtml y

http://www.fotos.decolombianos.com/details.php?image_id=452&sessionid=68c1679070aabed5ab459a7c129c5f9c

“El parque se sustituyó por las avenidas, y no es difícil encontrar similitudes evidentes con

ciertos modelos de ciudad en los que se privilegian las autopistas en función de los automóviles

y la circulación rápida, porque aún el modelo haussmaniano había concedido gran importancia

a las zonas verdes y a los grandes parques, al punto que Olano anotaba el contraste de

Medellín con París en materia de zonas verdes, recordando que mientras esta última tenía una

relación entre áreas de parques y área total de un 26% Medellín no alcanzaba el 1%, todo

parece indicar que en esos momentos las miradas se orientaban sobre todo a los modelos

estadounidenses que favorecían las autopistas y el imperio del automóvil”(Botero, 1996).