Imaginario de La Forma y Su Erótica

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 maginario de la forma y su erótica Pintura. Una muestra abarcativa del pintor Jorge Demirjián expone la figura humana en todos sus estados de deseo, y un paseo por sus etapas vitales. POR J UDIT H S AVL OF F  Equinoccio. Oleo sobre tela, 2014. Hay gente que nace con la libertad puesta y otra que la busca y nunca llega. Yo, afortunadamente, la encontré, ¿ve?”, pregunta Jorge Dermirjián ante los cuadros de su muestra  La perseverancia del deseo  , una antológica muy especial que se exhibe en el Centro Cultural Recoleta. Es que la exposición incluye unas 60 piezas que creó sobre todo en los últimos 6 años, articuladas con algunas que pintó desde los 60. Pero no hay linealidad en el montaje. Renato Rita, el curador, las colgó intercaladas. Esa especie de impresión fugaz de un cuerpo violentado, al que tituló “De carne somos” (1966) está casi frente a las bailarinas de muslos cuadrados y labios pintarrajeados que, con portaligas, saltaron de las láminas dibujadas con carbón en “Del espectáculo" al óleo "Las armenias del Kremlin” (1985), una cachetada de colore s. Es un orden lógico. Porque en la obra de Demirjián la figura humana, más o menos exigida, herida, vejada, fragmentada, apoyada o flotando como en una pesadilla fue y es protagonista, junto con formas de sexualidad explícita, otras filosas como tridentes y algunos enigmas. Demirjián expuso por primera vez en 1959, cuando terminaba el reinado del informalismo feroz y, entre el pop, el arte cinético, las performances y el conceptualismo, llegaba la Otra Figuración. “Ellos eran mucho más informales”, comenta Demirjián. “A ver: hasta hacían chorrear pintura. Mi trabajo, en cambio, fue más contenido. Por eso le digo que a esta altura de lasoireé , ¡me liberé!” ¿Qué lo limitaba tanto entonces? ¡La cabecita! El dibujo es la cabecita. El color es, como suelo decir, femenino. No se lo puede encerrar. Así que nosotros le damos la mano y ayudamos a esa dama a cruzar el río. Nos puede pegar alguna patada quizás, pero seguimos hasta la otra orilla. ¿Cuáles son las diferencias clave que encuentra entre estas piezas de diversas épocas? Es difícil. Pero le diría que las primeras son más clásicas, fondo y figura en el medio, casi sin asimetrías, y más acordes c on lo neofigurativo. Sin embargo, a fines de los 60 empieza a aparecer una crisis en el buen sentido, porque la figura humana se quiebra y se ve invadida por elementos heterogéneos que se repiten. Fíjese: uno piensa que después de cerca de 60 años pintando cambia mucho, pero es como si yo simplemente hubiera pasado por determinados lugares sin sospechar que, de a ratos, volvería a visitarlos. ¿Cómo empieza un cuadro? –Depende. La serie de los deportistas (“Sport”, años 70) apareció con el nacimiento de mi h ijo. Si quiere hacer psicoanálisis, hágalo: en un momento de enormes cambios, se presentó una imagen de un tipo saltando. Siempre lo justifiqué con otra cosa: la película “La soledad un corredor de fondo” (1962, Tony Richardson), en la que un tipo que se s abe ganador en la mitad del camino, un camino hostil y corrompido, se deja caer. Ese heroísmo me encantó. Pero una vez alguien me preguntó si yo corría. Jamás. Y me di cuenta de otra cosa. Mire los pisos en esos cuadros, mírelos.

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Una muestra abarcativa del pintor Jorge Demirjián expone la figura humana en todos sus estados de deseo, y un paseo por sus etapas vitales.

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  • maginario de la forma y su ertica Pintura. Una muestra abarcativa del pintor Jorge Demirjin expone la figura humana en todos sus estados de deseo, y un paseo por sus etapas vitales. POR JUDITH SAVLOFF

    Equinoccio. Oleo sobre tela, 2014.

    Hay gente que nace con la libertad puesta y otra que la busca y nunca llega. Yo, afortunadamente, la encontr, ve?,

    pregunta Jorge Dermirjin ante los cuadros de su muestra La perseverancia del deseo , una antolgica muy especial que se

    exhibe en el Centro Cultural Recoleta. Es que la exposicin incluye unas 60 piezas que cre sobre todo en los ltimos 6 aos,

    articuladas con algunas que pint desde los 60. Pero no hay linealidad en el montaje. Renato Rita, el curador, las colg

    intercaladas. Esa especie de impresin fugaz de un cuerpo violentado, al que titul De carne somos (1966) est casi frente a

    las bailarinas de muslos cuadrados y labios pintarrajeados que, con portaligas, saltaron de las lminas dibujadas con carbn

    en Del espectculo" al leo "Las armenias del Kremlin (1985), una cachetada de colores. Es un orden lgico. Porque en la

    obra de Demirjin la figura humana, ms o menos exigida, herida, vejada, fragmentada, apoyada o flotando como en una

    pesadilla fue y es protagonista, junto con formas de sexualidad explcita, otras filosas como tridentes y algunos enigmas.

    Demirjin expuso por primera vez en 1959, cuando terminaba el reinado del informalismo feroz y, entre el pop, el arte

    cintico, las performances y el conceptualismo, llegaba la Otra Figuracin.

    Ellos eran mucho ms informales, comenta Demirjin. A ver: hasta hacan chorrear pintura. Mi trabajo, en cambio, fue

    ms contenido. Por eso le digo que a esta altura de lasoire , me liber!

    Qu lo limitaba tanto entonces?

    La cabecita! El dibujo es la cabecita. El color es, como suelo decir, femenino. No se lo puede encerrar. As que nosotros le

    damos la mano y ayudamos a esa dama a cruzar el ro. Nos puede pegar alguna patada quizs, pero seguimos hasta la otra

    orilla.

    Cules son las diferencias clave que encuentra entre estas piezas de diversas pocas?

    Es difcil. Pero le dira que las primeras son ms clsicas, fondo y figura en el medio, casi sin asimetras, y ms acordes con

    lo neofigurativo. Sin embargo, a fines de los 60 empieza a aparecer una crisis en el buen sentido, porque la figura humana se

    quiebra y se ve invadida por elementos heterogneos que se repiten. Fjese: uno piensa que despus de cerca de 60 aos

    pintando cambia mucho, pero es como si yo simplemente hubiera pasado por determinados lugares sin sospechar que, de a

    ratos, volvera a visitarlos.

    Cmo empieza un cuadro?

    Depende. La serie de los deportistas (Sport, aos 70) apareci con el nacimiento de mi hijo. Si quiere hacer psicoanlisis,

    hgalo: en un momento de enormes cambios, se present una imagen de un tipo saltando. Siempre lo justifiqu con otra

    cosa: la pelcula La soledad un corredor de fondo (1962, Tony Richardson), en la que un tipo que se sabe ganador en la

    mitad del camino, un camino hostil y corrompido, se deja caer. Ese herosmo me encant. Pero una vez alguien me pregunt

    si yo corra. Jams. Y me di cuenta de otra cosa. Mire los pisos en esos cuadros, mrelos.

  • Son Sport I, Sport II y Sport III. Es como si ah Demirjin hubiera querido cazar movimientos, desplegar vistas en

    simultneo de un envin, un salto, una elevacin, cadas.

    Trabajaba el espacio, pero pude verlo despus. Al pintar, hago muchas cosas inconscientemente.

    Qu lo lleva a persistir en pintar cuerpos y esas formas punzantes?

    No s. Slo puedo decir que no tengo intenciones ni argumentos a priori para pintar, salvo el erotismo.

    Demirjin lleg a la pintura despus de pasar por la msica. Estudi desde los 8 aos hasta los 17. Aunque ya a los 15

    apareci la pintura. Trabajaba en una carpintera en Martnez y cuando sala, se sacuda la viruta y se paraba a mirar los

    cuadros de Gino Maggi, frente a la estacin.

    Un da golpe, temeroso. Y Gino Maggi, muy humano como son los italianos, me mir y me pregunt de qu trabajaba. Le

    cont que, como me gustaba dibujar, haca tallas en los muebles. Me dijo: Bueno, vos traes 3 marcos achuelados y yo no te

    cobro.

    Lo hizo. Volvi a la msica, al piano, a Bartok y Stravinsky. Pero me di cuenta de que era demasiado intelectual para m y

    volv a pintar solo. Hasta que Vctor Chambi, hijo de Martn Chambi, me sugiri estudiar con Emilio Pettoruti.

    Pettoruti lo convenci?

    No s. Era distante, casi victoriano. Pasaba frente a los trabajos en el taller de Charcas, te haca Mmm y se iba. Y eso te lo

    traduca su asistente (risas). El decidi que fuera a las clases de composicin. Pero daba unos trabajos complejsimos y yo

    laburaba mucho, as que un da no llegu. Vino el asistente: No hiciste el trabajo? Por qu?. Le respond: Pettoruti tiene

    modelos colgados, pero que me ensee en la realidad cmo yo debo ordenar esa realidad. Uyyy! Me fui.

    Tambin fue al taller de Horacio Butler.

    S, dos meses. Viv en Mar del Plata trabajando en un hotel familiar y volv a Buenos Aires y dije: basta. Pintbamos casas

    con Miguel Dvila y otros muchachos. Pero necesitaba una vuelta de tuerca. Justo vi una muestra de Butler en la galera

    Bonino. Esa obra formalista, ese orden Y toqu timbre. Horacio vino a mi taller, vio todo y me dijo: Mire, le falta unidad.

    Ah, mircoles! Al rato entraron los muchachos. Me consolaban, que no seas tonto, que est caduco Me fui a estudiar a su

    taller en plaza Vicente Lpez. Un da yo trataba con un bodegn. Agarr un cartoncito y lo orden. Deslumbrado, le dije

    Gracias!, sal, me compr 20 cartoncitos, me fui a mi taller, cre hasta uno grande y se los llev. Los mir y me dijo: Ahora

    entendi. Imborrable!

    A qu deseo alude el ttulo de la muestra?

    La obra de Borges lo inspir. Remite a lo que provoca el deseo.

    Podra dar otro ejemplo?

    Una mujer cuando cruza las piernas, la inflexin de una sobre la otra, esas lneas. Alude a eso, maravilloso.