l¿ (in)cf ependencia interna del juez paraguayo t3

LA (IN)DEPENDENCIA INTERNA DEL ]UEZPARAGUAYO-. ASPECTOS ESTRUCTURALES E

IDEOLOGICOS

Rubén Maciel Guen'eñol

l. lnlroducción

La magistranrra judicial paraguaya se caracteriza por su configuración burocrática,estructurada sobre grados jerárquicos y con un relativo mecanismo de promoción, locual coloca al juez en una posición de dependencia hacia los centros de decisión dela propia organización judicial. Encerrado en esta estructura administrativa el juez nogoza de plena autonon¡ía al verse constreñido por una serie de factores estructurales eideológicos que son inherentes a este modelo organtzacional. Consecuentemente, seríaimpropio reflefonar sobre la independencia interna del juez parzguayo como si fueraun lrecho, porque no se refleja en la actividad cotidiana de los jueces,caracterizada másbien por su conformismo y pasividad ante una realidad signada por la inequidad social.

La independencia interna en el contexto de la magistratura judicial paraguaya no es másque una meta a la que se debe aspirar. Un anhelo que debe tener un efecto motivadorcapaz de generar un cambio en la siruación actual de los jueces paraguayos. Precisamente,como primer paso hacia esa meta, es necesario desvelar y poner en evidencia el modo enque la estructura y la ideología que sustentan a esa organización judicial operan comocondicionantes a la actividad jurisdiccional. :

Pretendiendo contribuir con ese primer paso, este trabajo tra.tará de describir el estadode dependencia del juez ante la organización judicial vigente en el Paragu zy.Para ello setendrán en cuenta dos aspectos que contribuyen a esa deperrdencia interna: la estructuraly la ideológica. En lo que atañe al aspecto estructural ser:i objeto de análisis la selección,el nombramiento, la jerarquía, la disciplina, el ascenso y la remoción de los jueces. En

' Nllonografía rcalizrd¿r bajo la tutorír dcl P¡of. Dr. I)r. Ilobcrto Bcrerlli, en la Universitat de lJarcelona.

España. Febre¡o de 2005.I Abogado, cqrcsedo sobresalicntc de h proutoción 2000 dc l¡ Universid¡d Católica de Asunción. Notario,

egresado de la prornoción 2001 de l ' ¡ Univcrsid'rd N:rcional Llc Asunción.

t4 l ,UlS Df: ( ;ASPt: f t l . f lcv ista h¡r íc l ica. UNl l )A

ranro que en lo referido al aspecto ideológico se valorarán la formación jurídica del juez,la concepción acerca de la actividad interpretativa y su aludida neutralidad política.

La descripción de ambos aspectos de la dependencia interna del juez paraguayo, fueelaborada básicamente sobre la base del conocimiento y experiencia personal que setiene de la organización judicial y de la información difundida por los medios de prensanacionales relacionadas a la actuación de los órganos judiciales. Conciente de estalimitaciór-r, las afirmaciones, valoraciones y conclusiones contenidas en el presente trabajodeben ser consideradas como meras conjeturas explicativas pendientes de una veriñcación.No obstante, se espera que el desarrollo de los temas contribuya a comprender el contextode sometimiento estructural y sumisión ideológica de los jueces paraguayos.

2. l a clependcnci¿t eslrucluml

Sclccción y nontbramiento

Como lo a6rr l rr MoNl 'Eno Anocn (1990: 156), la indcpendcncia del juez empiczt aadqr.ririrse o :r l.rcrdcrsc dcsdc el primer momento, es deci¡ desdc el acccso al desempeñode la ftrnciórr jurisdiccional. De allí la relevancia de los modos de reclutamiento delos jueces, puesto que :^n un indicador de la efectiva independencia personal del juez(Rrnurre 7993:66). En el sistema judicial del Paraguay, el proceso de reclutamiento delos jueces se divide en dos etapas. La primera es el proceso de selección de los abogadosy abogadas que se postulan a acceder al cargo de juez. La segunda es el proceso denombrarniento de los jueces cntre los candidatos previamente seleccionados.

El órgano judicial que interviene e¡r la primera etapa del proceso de reclutamiento esel Consejo de la Magistratura, al que la Constitución paraguaya (Art. 264) le atribuyeen forma exclusiva la facultad de seleccionar y proponer las ternas de los candidatos aocupar los Civersos cargos jurisdiccionales. El Consejo inició sus funciones en el año1995 con la sanción de la Ley 296/95 que organizó su funcionamiento. Actualmenteestá integrado por ocho (8) miembros titulares y lo componen rrn ministro de la CorteSuprema deJusticia, un representante del Poder Ejecutivo, un Senador, un Diputado, dosabogados en ejercicio electos por sus pares, un profesor de la Facultad de Derecho de laUniversidad Nacional y un profesor de las Facultades de Derecho de las Universidadesprivadas con más dc veinte años de funcionamiento (Art. 262 CPya.).

La composición del Consejo intenta dar una participación plural y equilibrada de los demáspoderes del Estado 1' del ámbito jurídico profesional 1' académico. Pero tal pluraüdad yequilibric no es más que aparente, ya que no evita la hegemonía de un determinadosector político-partidario. Esto es comprensible en el contexto político paragua)o, quehistóricamente se ha caraJterizado por un bipartidismo con un partido hegemónico yexcluyente2, n"rotlelo que empezó a debilitarse con el avance del proceso de transicióndemocriitic:r irricirrclo cn el año 1989, dando paso a un sistema político cilracterizadopor un ¡rluralisnro moderrrdo en el que coexisten tres partidos relevantes, sin entbrrrgo,si$re cxistienrlo un prrrtido político predominantc (Yona 2002: 36-37). Precisamente,la persistencirr de cste predominio ejercido por un partido político, el oficiirlista PrrrtidoColorirdcr, qtrc cletenta el gobierno del Estado paragua)/o desde el ano 7947,se reflej,r en la

La (in)dependencia inlema del juez paruguayo

2 La peculiaridad del bipartidismo paraguayo con un partido hegc,nónico y excluvente se debía a que elpartido que se hallaba en e! ¡oder excluía totalnrcntc al otro dcl gobierno, pero a su vez g.uantiz¿ la vidalatcnte del partido que se encontraba:rl miugen del control del pode¡ es decir, se aceptaba su conrinuidaden su expresión mínima, con lo cu¿l sólo podría cjcrcer una oposición rrruy limitada, incapaz de alterar laposición que ocupaba el partido dominante en el sistema (MonÍnrco 7998:2OO-201).3 Lo L"y 296/95 dispone en su artículo 11 quc ¡rara la selccción clc los candiclirros sc requerir¿i el votofavo¡ablc dela mayoría absotuta, es decir, cinco de los ocho miernbros dcl Consejo. Y:rctualmente loslnic:lbros del Consejo que rcspondcn al Partido Colorado son cl rcprcscntirntc de l.¡ Cárn:r¡a dc Diputados,de la Presidencia de la República, de la Universidad Naciontl dc Astrnción y los dos ..rbog:rdos clectos, conlo cual disponc de la cantidad de votos nccesiuios para la sclección dc los c:rndidaros.

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comPosición del Consejo de la Magistratura (Cf, "La Corte trata inatnonilidad"rUlrrunHo R.e, Política, 71.04.2005 [en línea] wwwulti mahora.com.py).

Anteesta realidad política, adquiere mayor relevanciael tipo de procedimiento adoptadop^r^la selección de los candidatos,ya que ello determinará la mayor o menor influenciadel partido político dominante en la selección de los candidatos, lo que incidirá en laindependencia interna del fururo juez.

El método utilizado por el Consejo de la Magistraturap ra,laselección de los condaditoses el "concurso púbiico de méritos ! a?titudes", que formalmente se cumplía con lapresentación del curriculum ütae por parte de los postulantes. LaLey 296/95 establecíaunos Pocos criterios a ser tenidos en cuenta, táles como las calificaciones obtenidas en losestudios universitarios y la publicación de obras jurídicas, los que podían ser valoradosdiscrecionalmente por los mienrbros del Consejo,lo que en la práctica significó la absolutaprescindencia de criterios. Esto permitió una influencia determinante de los interesespolítice-partidarios. Obviamente, el mayor beneficiado por esta libertad de criterios enla selección de los candidatos ha sido y sigue siendo el Partido Colorado, que al tenerla hegemonía en.la composición del Consejo de la Magistratura, dispone de los votosnecesarios para seleccionar a los postulantes de su preferencia3.

En este contexto,la selección de los candidatos a ocuparun cargo de juez se presentacomoun primer nivel de sometimiento ante la estructura judicial, debido a que el candidatoelegido para conformar la ternaya es deudor del apoyo partidario a travéi de los votos delos representantes del Consejo, con lo cual se da inicio ala construcción de lealtades desdeel acceso mismo a la función jurisdiccional, lo que evidentemente repercutirá en laindependencia interna del futuro juez.Dada esta situación, todo informé que aluda queel nuevo sistema de designación de los jueces ha otorgado una mayor independeniia(Cf BocaníN GoNzÁlEz

-(2000), Informe sobre Ia independencia judiciat ei Paragrny,[en línea] http://www.dplf orgljudicial-independence/ ionntributors_papers/infoimé_paraguay.htm) debe ser entendido más bien como una expresión de deseo que comodato descriptivo.' ' ' t iT. l f l ' ; :1: ' t ' ; ,

Recientementé, el;Consejo de la Magistratura, luego de haber transcurrido casi diezaños delsu'funcionamiento, ha aprobado un Reglamento interno (vigente desde el

LUIS DE GASPERI. Revista Juridica. UNIDA

18.02.2005) por el cual establece una serie de criterios punnrables para la selección yexamen de los candidatos que conformarán las ternas para lo5 cargos en la magistraturajudicial. De este modo se intenta reducir la discrecionalidad en la selección. No obstante,los miembros del Consejo siguen detentando un amplio margen de arbitrio paraseleccionar al candidato de su preferencia, puesto que gran parte de la puntuación totalasignada al proceso de selección (440/1000 puntos), quedan en sus manos.

Por otro lado, resulta muy criticable las pautas de evaluación de ciertos criterios, como elpuntaje asignado a las publicaciones, cuya valoración dependerá de su volumen,lo quesignifica que valen más las páginas escritas que el contenido de las mismas (Art. 3 inc. 8"del Reglamento interno).También es censurable el contenido y la modalidad del examenescrito al cual deben someterse los postulantes, que consiste en verificar el grado deconocimiento que tenga de las normas constitucionales y legales a través de la modalidadde selección rnúltiple (Art.2 del Reglamento interno), con lo cual se reduce el derecho a laley, en términos del más puro positivismo legalista, y la formación jurídica a la capacidadnemotécnica en memorizar el contenido de los textos normativos de modo absolutamenteacrítico y desproblem atizado (AxonÉs I¡Áñ¡z - Mov¡LI-n Arvnnr.z 7986: 107).

Una vez finalizado el proceso de selección, el Consejo de la Magistratura debe elevarla terna de candidrtcs al órgano judicial e;icargado de nombrar a los jueces: la CorteSuprema deJusticiaa. Se inicia así la segunda etapa del proceso de reclutamiento queconsiste en el nombramiento de los jueces.

Al igual que la primera, esta segunda fase del reclutamiento de los jueces se caracterizapor la interferencia político-partidaria en el proceso de nombramiento. El primerfactor que permite la incidencia de los intereses polítice-partidarios, gue por ciertoes inevitabie. es la elección parlamentaria de los Ministros de la Corte Suprema conacuerdo del Poder Ejecutivo (4rt.264 inc. 1 CPya). De este modo la composición dela Corte tiende a reflejar la representación partidaria de los legisladores, en especial dela Cámara de Senadores, que es el órgano parlamentario con la facultad constitucionalde nombrar a los Ministros y que se atribuy: la facultad de confirmarlos en sus cargoscada cinco años5. Esto explica porque la mayoría de los Ministros son afines al PertidoColorado (Cf. "Corte se presta a maniobra polítha",U¡,rrun Hona, Política, 10.04.2005[en línea] www.ultimahora.com.py). El segundo factor que permite la influencia

a El artículo 251 dc h Constirución paraguaya prescribe: "Los miembros de los tribunales vjuzgados dctoda la Rcptiblicr scrrin designldos por h Corte Suprcma dc Justicia, a propuesta en te:na de! Conscjo dcIa Migistraturn."

5 En estos rnomcntos ha rebrotado cn el Paraguay ia cont¡ove¡sia acerca dc la inamovilidad de los Minist¡osdc la Corte Suprcma de Justicia (Cf. "La Corte trata inamovilidad',Úl'rr¡r¡a Honn, Politica, 11.04.2005

[cn línca] wrwv.ultim:rhora.com.pl') y la facultad de la Cámara de Senadores de confi¡nrirrlos en sus crugos(Cf. "Pctea sobre con¡firmación d¿ ninistros ¿lerivaría ert nuerra oisü de poderes", ABC, Política, 17.04.2005

[cn línca] wrvrv.¡tbc.cour.py). Controvcrsia que deja al desnudo la total obsecuencia de sus miembros rrntec[ podcr político-prrtidario dorninante. (Cf. "Corte se ?resta a maniobra política", Úrltun Honn, Polític.¿,1 0.04.2005 [cn lÍncrr] rvrwv. ultim:rhor,r.corn.py).

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l: (i¡r)dependencia ¡nlerna del juez paraguayo

política-partidaria, pero que sí es susceptible de ser limitada, es la discrecionalidad delos Ministros al momento de nombrar a los jueces, lo que da lugar a todo tipo denegociaciones y acuerdos entres los miembros de la Corte Suprema, tanto en funcióna sus intereses personales como a los intereses del sector políticolartidario y socialque representan. Esto obliga a los candidatos que componen las ternas a someterse aljuego de intereses de los Ministros, lo que contribuye a reforzar la dependencia internahacia los centros de decisión de la propia organización judicial. Dada esta realidad,son muy pocos los jueces que pueden desarrollar sus actividades de forma plenamenteautónoma, ante la exigencia tácita o expresa de lealtad hacia aquellos que contribuyerona su nombramiento.

La competencia exclusiva de los Ministros en el nombramiento de los jueces, contribuyeademás a una tendencia a la cooptación, pues existe cierta preferencia en designar comoiuez a los que están ocupando cargos de Secretario Judicial en los Juzgado y Tiibunales.Esta tendencia se ve reforzada por la presión ejercida por la Asociación de Magistradosdel Paraguay, que con mayor insistencia está promoviendo la aprobación de una ley de lacarrerajudicial, con la intención de reducir la influencia político-partidaria en el acceso ypromoción de los jueces, pero que conllevaría a que los jueces se conüertan en un cue{poadministrativo cadavez más cerrado en sí mismo (Cf. "Magistradw Tuieren una ley de carrera

judicial",Ú,.nua HonR, Política, 16.04.2005 [en línea] uir.rv.ultimahora.com.fy).

Ante este panorama es dificil sostener que el poder exclusivo de nombramiento otorgadoa los Ministros de la Corte Suprema, sea en el contexto paraguayo una verdaderagarantía a la independencia personal de losjueces, ntás aun si se considera su ubicaciónen la organización jerárquica del Poder Judicial y los demás poderes de disciplina ypromoción que detentan.

Jerarquía, superintendencia y ascenso

La organización judicial en el Panguay se halla reglamentada por el Código de Organi-zación Judicial (Ley 879/1981), el cual sigue manteniendo prácticamente la mismaestructura piramidal prevista en la primera Ley Orgánica de los Tribunales del año 1883.Esta estructura piramidal, en cuyo vértice se halla la Corte Suprema de Justicia, refleja,por un lado, los diversos grados jurisdiccionales de revisión de las resoluciones en elmar:o de los procedimientos judiciales; y, por el otro, la jerarquía o estratificaciónvertical de los miembros de la magistratura judicial.

El primer aspecto permite una jerarquía de orden jurisdiccional propia a las funcionesde revisión de las resoluciones judiciales. En tanto que el segundo una jerarquía deorden adrninistrativo-burocrático vinculado a la disciplina interna de los jueces y a lapromoción de los mismos. Ambos íntimamente üncuiados. Dado que sobrl la jerárquíajurisdiccional se sobrepone la jerarquía administrativa-burocrática, específicamente enlo que atañe al ejercicio del control disciplinario.

La sobre posición de jerarquías está normati\amente reconocida del siguiente modo. Porun lado, el Código de Organización Judicial establece qtre la Corte Suprerna de Justiciaconocerá por vía recursiva las resoluciones dictadas por los Tribunales de Apelación (Art.28

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LUIS DE CASPERI. flwista Juridica. UNlt)A

inc,2); éstos a su vez conocerán, en sus respectivos fueros, las impugnaciones contra lasresoluciones delosJuzgados de Primera Instanciay delosJuzgados de Paz Letrada (Art.32);y,ñnalmente, los Juzgados de Primera Instancia tienen jurisdicción para resolver los recursosinte¡puestos contra las resoluciones definitivas delosJuzgados de Paz (Arts.38 y 39). Porotro lado, el Código de Organización Judicial establece que la Corte Suprema de Justicia

"ejerce superintendenciaypotestad discipünaria sobre todos losTribunales,Juzgados y demásoficinas del Poder Judicial" (Art.232), y que los "Tiibunales y Juzgados en su respectivoorden jerárquico, podrán sancionar disciplinariamente las mismas faltas" (4rt.234).

Ante semejante estructura jerárquica, que .on¡ug" en un mismo orden la ñ¡nciónjurisdiccional de revisar las resoluciones judiciales con el ejercicio de la potestaddisciplinaria,la irrdependencia personal del juez se encuentra gravemente disminuida enrelación a sus supcriores jerárquicos, situación que se agrava si se considera la vaguedadcorl clue cstán formuladas las faltas disciplinarias. Segirn el artículo 233 del Códigodc Orgnrrización Judicial, se sancionan como faltas los "actos ofensiztos al decoro de laldntittistración de Justicia", la "desobediencia" dc los mandatos de la Corte Suprema yla'heg/igencia cn el curuplintiento de sus dcberes dc los Mientbros de losTribuna/es,Jueces...".Vagucdad quc tiene por consecr¡encia la discrecionalidad en la iniciativa y en la aplicaciónde las sanciones disciplinarias (Renurra 1993: 105).

La estructura jerárquica de los cargos judiciales motiva igualmente a los jueces a prctenderaccecler a los puestos de mayor relevancia social, profesional y económica. Esta prete nsiónde hacer carrera provoca que el juez asuma una actitud conformista, servil y aduladoraánte sus superiorcs, en particular ante los miembros de la Corte Suprema deJusticia, puesde cllos depende su ascenso. Más aun si se considera que la cúpula judicial acostumbrafavorecer la existe¡rcia de un tipo de juet "respetuoso con la superioridad", no original ensus soluciones y acomodado a una mentaüdad conservadora (MoNT eno Anoce 1990:82).De este modo, el juez paraguayo pierde autonomía al momento de interpretar y aplicarla Constirución y la ley, ya que su calificación de bueno o malo a los efectos del ascensodependería -entre otras cosas- del número de sentencias o resoluciones confirmadas orevocadas, lo que comporta además "un grave lastre para la jurisprudencia misma, pues siésta ha de ser progresiva, normalmente el impulso habrá de provenir desde abajo, no dearriba."(Mo¡¡renoAnoc a,1990:7G77) ll.s;íselograun efectivo controlde los contenidosde las decisiones judiciales, "a través de la inducción de la conformidad y el consenso de losmagistrados, indefcctiblemente enredados en la trama de las aspiraciones y expectativasde prom<-,ción." (ANtRÉs InÁñrz - Movrlle Alvancz 1986: 100)

El ejerticio discrecional de los poderes de superintendencia y disciplina reconocidosconstitucionaimenteó a la Corte Suprema de Justicia, rfectan en muchos cascs la propia

ó El rrrtículo 259 inciso L dc la Constirución paraguaya faculta a la Corte Suprema deJusticia a "e.jercer lasu¡rcrintcn<lcncirr dc tr>dos los organisrnos del Podcr Judicial"; adcmás, en el inciso 7 dcl misnlo iutículo,lc facultrr '.t "sus1'rcndcr ¡rrcvcntivarrrcnte por sí o '.r pcdido del Jurrrdo de Enjuiciamiento de Magistradospor tnrtl'otíl'¡bsoluta de votos de sus miemb¡os, en el cjercicio de sus funcioncs,:r rnrrgistrados judicialcscniuicirrdos, hirstrr t:rnto se dictc rcsolución definitiva cn el caso."

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[: (in)dependc,¡rcia inlerna del juez paragua)/o

inamovilidad del magistrado. Cuando un juez emite un fallo que no se ajusta a loi'intereses del gobierno,la maquinaria políticeaartidaria recurre a sus Ministrós. Un casoreciente fue la suspensión en el ejercicio de sus funciones sin goce de sueldo de dosJuecesPenales de Garantías que habían concedido medidas alternativas a la prisión preventivaa dos personas imputadas por delitos de tráfico de marihuana, sin tenerse en cuenta losfundamentos de las resoluciones judiciales ni la situación procesal de los imputados (Cf

"Corte sancioní a dos magktrados", Ulrlun Hone, Política, 23.04.2005 [en línea] www.ultimahora.com.p/). La rápid,a. intervención de la Corte Suprema de Justicia fue a rúz dela presión ejercida por el Miriistro del Interior,lo que supuso la puesta en marcha de losmecanismos de influencia del Partido Colorado, que cuenta con la afinidad de la mayoríade los Ministros (Cf, "Ministro pidió remoción de juez quefaaoreció a narco", Ulrln¿n HoRR,Política, t 4.0 4.2005 fen línea] www. ulti m ahora. com. py).

Toda esta estructura jerárquica no soio logra someter al j,tez en el ejercicio de su fur¡ciónjurisdiccional, sino que a la par permite ejercer un control de la vida del juez, pues lapropia ley prevé como causal de remoción la comisiót't de "actos u ontisiones gue constituyaninntoralidad en su aida pública o privada y sean lesiaos a su inuestidura" (Art. 14 inc. h Ley1,084/97),la que por su vaguedad permite un amplio coutrol. Sin embargo, no es usualque un juez sea enjuiciado y destituido por esa razón. Pero la vida del juez sí es tenida encuenta al momento de conñrmarlo en su cargo, facultad ejercida por la Corte Supremade Justicia.

Inmerso en esta organizaciónjudicial, el juez paraguayo tiende a asumir una funciónmás burocrática y mecánica y menos profesional y creativa. Tampcco se aüzora unaposible emancipación, puesto que la propia Asociación de Magistrados del Paraguay estáreclamando la adopción de una Ley que implemente la carrera judicial (Cf. "Magistradosguieren una ley de carrerajudicial",Ulr¡¡,¡n Hona, Política, 16.04.2005 [en línea] www.ultimahora.com.py),lo que supondráreforzarladependencia interna del juezparaguayohacia los centros de poder de la organizaciónjudicial. Esto muestra la plena vigenciade [o que Re¡uprn (7993:69) denominala, ideología de la codfcación que concibe alos jueces comó un,cue{p9 burocrático, cuya única actividad profesional consiste en lainterpretación:o(egéticá de la norma, en que la odstencia de una carrer^judicial y suacceso basado únicaihente en el conocimiento técnico-jurídico, es considerado comoun método eficazpen mentener al cuelpo judicial fuera de la influencia de la política,garanízando así su independencia ante los poderes representativos.

Enjuiciamiento y remoción

A más de la vigilancia ejercida por la Corte Suprema de Justicia, se suma el controlejercido por elJurado de Enjuiciamiento de Magistrados,órgano constitucional encargadodel enjuiciamiento y remoción de los jueces (Art.253 CPya.). Está integrado por dosN{inistros de la Corte Suprema deJusticia, dos miembros del Consejo de la Magistratura,dos Senadores y dos Diputados, éstos últimos deberán ser abogados (Art. 253 CPya.).Al igual que la Corte Suprema de Justicia y el Consejo de la X'f agistratur a, se caracterizapor la hegemonía de un sector del poder político-partidario.

20 l ,UlS Dlj CASf,EIl l. Revista Jurídica. UNtD

Gracias al amplio margen que le conñere la le¡ casi cualquier motivo es suficiente paraque el Jurado de Enjuiciamiento sospeche de la actuación de un juez e inicie de oficiosu enjuiciamiento. En ese sentido es usual que el Jurado inicie el hostigamiento aljuez solicitando de oficio -facultad que le confiere laLey L084/97- la remisión de susresoluciones,alegandolasospechademalcumplimientodesusfunciones (Cf.luradopidecopia de la resolución",U¡.r¡u¡ Hona,Judiciales,73.04.2005 [en línea] www.ultimahora.com.py). De ése modo ejerce una fuerte presión sobre los jueces y actúa como un eficazcontralor del comportamiento de los mismos, por supuesto, en beneficio de los interesespersonales de sus propios integrantes o de los rqiembros de otros organismos del PoderJudicial. TJn caso reciente es la investigación iniciada por elJurado en contra de un JuezPenal de Garantías, a raíz de una denuncia formulada por el representante del PoderEjecutiyo en el Consejo de la Magistratura. El motivo: haber autorizado el juez lagrabaciórr de una conversación telefónica entre el citado representante del Ejecutivo enel Consejo )¡ un agente fiscal, a quien le exigía que rectificara su dictamen en una causa.La grabación sirvió para formular unx denuncia penal por extorsió¡r (Cf. "Denuncia:

JEM inaastiga a Corbcta y a jueza Ortiz",Ulrlui HoRa, Política, L4.04.2005 [en línea]rvww.ultinrahorr.com.py). Es evidente que ante esta sintación los jueces se encue ntranen una siti.ración de total dependencia ante el Jurado, que debido a su conformaciónpermite una amplia interferencia de los intereses de la oligarquía política7.

El ejercicio discrecional y arbitrario de las facultades constitucionales del Jurado, se vefavorecido porla aaguedad de Ias descripciones de las conductas que son consideradas comomal descmpeño de funciones y el ambiente de i/egalistnos en que se ven inmersos los jueces,los que pueden ser interpretados como causales de remoción. Por ejemplo, el artículo 14irrciso b) de la Ley L084/97 prescribe que constituye mal desempeño de funciones quea.utoriza la remoción de los magistrados judiciales,el incumplimiento en forma reiteraday grave de las obligaciones previstas en los Códigos Procesales. Entre tales obligacionesse podrían mencionar las contenidas en el artículo 162 "Plams para dictar las resoluciones"del Código Procesal Civil y en los artículos 131 'Plazos para losfuncionarios públicof y!33 "Plazos para resolver" del Código Procesal Penal, que disponen que los jueces debenresolver en los plazos establecidos y que su inobservancia implicará mal desempeño desus funciones. Sin embargo, la práctica jurisdiccional cotidiana demuestra que los juecesno cumplen o no pueden cumplir con tales obLgaciones procesales en la generalidadde los juicios, lo que genera un áurea de incumplimientos legales que los debilita anteel Jurado, que así tiene la posibilidad de defender sus intereses enjuiciando a los juecesmolestos invocando como excusa tales incumplimientos.

Las causales de remoción por mal desempeño de funciones denotan además la finalidadde la organización juCicial paragoaya en promover un modelo de juez obedientey disciplinado ante sus superiores jerárquicos. Según se deduce del hecho de que seprevé como causal de remoción el'totneter actos de desacato contra la Corte Supremn de

t Otro c.icurltlo dc c¡trc clJurado responde a los inte¡eses dc la oligarquía política, es cl cnjuiciamicnto dc un.¡

Agcntc liiscrrl t¡uc había ¡rresentado una acusación por hcchos de corrupción a ex directivos dc una cntirl¡d

pirbiict, cnrrc l()s cuirlcs fuc :rcusado cl marido dc un:r senadom oficialistr (Cf. Jurado d¿l¡ilita ttcusarión ¿n

uto CON,4l"l", AIlC,Jut'lici:rles, 12.04.2005 [en línca] rvlvrv.abc.com.py)

l¿ (in)de'pe¡¡dencia rnler¡ra del )ucz paraguayo

Justicia, cuando ésta actúe en ejerchio de susfunciones de superintendencia" (Art. 14 inc. "i"Ley 7084/97). Como si no bastase la potestad disciplinaria de la Corte Suprema deJusticia, que según el artículo 233 del Código de OrganizaciónJudicial puede sancionarla "desobediencia de sus mondatof,con amonestaciones, multas de hasta treinta jornales eincluso suspensión temporaria de hasta un mes. Otra conducta tipificada como causalde remoción y que revela la situación del juez dentro de la organizaciónjudicial, esla prevista en el inciso c) del artículo 14 de la Ley 1084/97, que señala como maldesempeño de funciones el "no conserTtar la independencia personal en el ejocicio de sus

ftnciones y someterte, sin gue {e! alguna les obligue. a órdenes e indicaciones de magistrados dejerurrJuía superior o defuncioharios de otros poderes u órganos dcl Estado",dando a entenderque eljuez carece de independencia personal ante sus superioresjerárquicos cuando asíle obligara la ley. Una muestra más de su dependencia interna.

Otro aspecto criticable es el tipo de procedimiento adoptado para el enjuiciamiento delos jueces, el cual se estructura conforme a las pautas del proceso civil, lo que permiteentre otras cosas someter al juez enjuiciado a una absolución de posiciones, violandocon ello la garantía constitucional de que nadie está obligado a declarar contra sí mismo(Art. 18 CPya.), más aun cuando está en juego la imposición de una sanción, como loes la remoción del cargo.

Tales características convierten al Jurado de Enjuiciamiento en otro aspecto de laestructnra orgánica del PoderJudicial que coloca al juez paraguayo en una situación dedependencia interna. Concientes de ello la clase política se disputa controlar elJurado.Esto se observa con toda claridad cuando se produce una vacancia y se da inicio a lap-uia entre los partidos políticos (Cf. "Deben resolaer suplencia para otganismo juzgador",Urrr ¡vrn Hone, Política, 25.0 4.2005 [en línea] www.ultimahora. com.py).

3. [a dependencia ideológica

Extracción social y foimación jurídica del juez

En lo que atañe a la ideología profesional dominante entre los jueces, un factor quecontribuye a su configuración o mantenimiento es la extracción social de sus miembros,por aquello de que el contexto o atributos sociales condicionan el pensamiento yconocimiento humanos. En ese sentido, aunque no contamos con datos específicos,irrtentaremos caracterizar la procedencia social de los jueces a partir de los principalesresultados del censo 2002 e\aborado por la Dirección General de Estadística, Encuestasy Censos (DGEEC) de la Secretaría Técnica de Planificación de la P,esidencia de laRepública.

Independientemente a los datos del censo, es sabido que la sociedad paraguaya sec?-racterizapor su alto índice de desigualdad. A propósito, recientemente se ha difundopor los medios de prensa que el 200/o de la población más rica Cetenta el 600/o de lasriquezas en tanto que el 40o/omás pobre tiene solo el 10%o de las riquezas,vque el 100/ode la población ejerce la propiedad sobre el 660/o del territorio nacional, mientras queun 30%o de paraguavos no tienen acceso a la tierra ("La clase política estd diaorciada dela población", Uunun HoRR, Política, 1L.04.2005 fen línea] ur.vw.ultimahora.com.py).

2l

22 l.UlS Dll CASfrERl. Revista Jurídica. UNIDA

Obviamente, esta desigualmente en la distribución de b riqueza se refleja en orrosámbitos como en el acceso a la función judicial, por la sencilla razón de que no todoslos paraguayos y paraguayas tienen la posibilidad de acceder y culminar la carrera deDerecho.

En el2002tan solo 376t.648de los habitantes del Paraguaytenían un nivel educarivoque superaba los 13 años de educación,lo que representaba el6,10/o de la población total,que en aqtrel entonces era de 5.183.080 personas (DGEEC 2003:34 y 44). Este escasoporcentaje de ciudadanos que acceden a un nivel de instrucción terciarios y universitario,se distribuye a su vez de modo absolutamente desigual entre l¡ población 'urbanae y laruralro, en un porcentaje de 74,30/o y 2,90/o respectivamente. Por ende, sólo un sectormuy privilegiado de la población paraguaya puede acceder al título de abogado y aspiraroctrPar un carfJo de juez.De este pequeño porcentaje de personas,los que buscan accedera los cargos de jvez provienen en su mayoría dcl sector social que econórnicamente sesostiene de la administración públicatt. Este sector ccupa los escalafones más baios de lajerarquía judicial y es el más vulnerable por dos razones principales: la escasa porlbilidrdde mantcner trn ingrcso promedio, a través del ejercicio de la profesión de abogado,equiparable a lo que percibe como juez; y, la necesidad de recurrir a todo tipo de apoyode los ce ntros de decisión de la organización judicial y, por supuesto, del poder político-partidario para acceder a la ftrnción jurisdiccional, todo ello a cambio de su lealtad.

La situación social del juez paraguayo se enmarca en lo que se ha denominado como laburocrirtización de las clases medias en América Latina, lo que denota su orientacióna un n:odelo octrpacional vinculado al empleo pírblico ¡ más en general, a las carrerasde tipo administrativo, lo cual hr, permitido el control de las ólases altas sobre lasmedias mediante la concesión de ventajas políticas y prebendas económicas (BEncallr1999: 22). Este origen social del juez explica su tendencia al conformismo dentro de laorganizaciórt judicial, como integrante de una clase social acallada y contenida por elclientelismo del Estado paraguayo.

A la tendencia al conformismo del sector social del cual provienen los jueces, se le debesumar el tipo de formación recibida en las Universidades'. Con solo ,.p"r"r.iprogr".n"curricular de la carrera de Derecho de las principales Universidades paiaguayas, se puede

n Según el glosario de la DGEEC (200't: 70) el nivel de instrucción denomin.¡do "tc¡cir¡io" comprende al.ts ¡tcrson:rs c¡ue han :r¡rrobado algún curso de nivel tcrciario no ur¡iversita¡io, como Forrnación Docente,lbnnación Militn¡ y Policial.u

Pn, ,ir.. urbirna l:r DGEEC (2003: 69) entcndía todas las c¿bcccrrs de los distritos oficialcs, dcfinidaspor lts lcvcs :rdministrirtivas, y quc presentabirn una fo¡ml :rmanzanada, sin tene¡ en cuenta ninguna otraconsidcr¡ción.:0 P<rr, irea urbirn¡ l ;r DGEEC (2003:69) considera a todas las: ircas que no se encuentran amanzanacl¡ssin considcrirr l rr c '¡nt icl :rd de h:rbitantcs.iI El Est,rdo pitr¡stl¿]/o sigue siendo cl mayor emplcador dcl país, en el año 20O2 los cmplcaclcs cn hsinst i t t tciones públicas ori l lab¿n las 200.000 personrs, lo cu'¡ l es propio de un rnodelo cl icntcl ista corno cl

!)rlraguir\o (N4:rrtini 2002: 26).

La ( i rr )rlcpcnrl er rcia inlerna del juez paraguayo

rcsaltar la nula formación del abogado en disciplinas sociales que le permitirían unamayor comprensión de su entorno social, económico y político. Ello es consecuenciade la hegemonía de las tendencias dog:náticas del positivismo jurídico, que irrumpióen Latinoam érica a fines del siglo )OX (Brncnlr,l t999: 235). Enfoque que se hacaracterizado por el análisis del derecho con independencia de todojuicio de v¿lor ético-político y de toda referencia'a la realidad social sobre la que actua (BuncnllI L999:236).Debido a esta formación jurldico-positivista, que se agota en el estudio de las formas yde la validez de la norma, el abogado es educado como un técnico, como un científico dela le¡ convencido de que es cápazde interpretar y descubrir el significado de las normasde modo objetivo y con total neutralidad. De este modo la formación del abogado queacccde a la función jurisdiccional contribuye a reforzar la ideología dominante de losjueces. Aquella ideología profesional que los concibe como un cuerpo buiocrático, cuyaúnica actividad consiste en la interpretación técnica de la norma jurídica, que favorece lafigura del magistrado de carrera, quién como técníco no puede desarrollar un rol activoerr el sistema político y constitucional (Rnaurrn t993:69). Como se ve, este tipo dcformación no promueve el espíritu crítico y más bien moduh las apreciaciones del juristaen relación a la escal¿r de valores afir¡nada por el ordentmie nto jurídico (Be ncnlu 1999:236). Nada más provechoso para el mantenimiento del orden establecido y catastróficopara sociedades tan desiguales e injustas como la para'gu ya.

No solo el contenido de la formación jurídica del abogado es criticable. Tampocola didáctica implementada por la generalidad de los profesores de Derecho en lasUniversidades paraguayas, se caracteriza por fomentar el espíritu crítico de losuniversitarios. La enseñanza del derecho se reduce a una suerte de catequesis jurídicaen que los dogmas no deben ser cuestionados, sino memorizados al igual que las normasjurídicas. Y en coherencia con este método didáctico, la evaluación del conocimientoabsorbido por el estudiante paraguayo consiste únicamente en el desarrollo escrito u oraldel contenido del pfograma de estudio, siendo más exitoso aquel que logra reproducircon mayor fidelidad el cpntenido de las leyes y los conceptos jurídicos.

Además de la Universidad como institución de formación de los futuros jueces, laLey 7376/98 creó otra destinada tanto a los postulantes a los cargos jurisdiccionalescomo a los propios ju'cgéslise:tiáta'ile:l¿ Escuela Judicial, dependiente del Consejo dela Magistratura. El ñlturo''de esta institución es la de convertirse en un segundo filtroen el proceso de reclutamiento de lcs jueces, pues se pretende que los aspirantes cursenpreviamente la EscuelaJudicial antes de presentarse a los concursos públicos. A más decontribuir ¡ reforzar esa cultura jurídica autista fomentada por el positivismo jurídico.

Interpretación y aplicación de ley

Otro aspecto de la ideología profesional de los jueces es la referente a la actividadinterpretativa de la norma. En este punto cabe distinguir, como lo advierte F¡RRRRssE(1984: 168), la interpretación como er de hecho, de la interpretación como debe ser hecha.Sobre la base de esa distinción, entendemos que la ideología profesional de los jueces,caracterizada por su función persuasiva (Renurna 1,993: 724), propone un modelointerpretativo

-que debe ser seguido por los jueces, lo que a su vez tiene r"rna específica

23

24 LUIS DE GASPERI. Revisra Jurídica. UNTDA

realización en la práctica que puede diferir con lo proclamado por ese modelo y quecondiciona la situación del juez en el interior de la organizaciónjudicial.

I,a ideología que configura la actividad de los jueces paraguayos es aquella que poneel acento en el conocimiento técnico-jurídico, por lo que concibe a la actividadinterpretativa de los jueces como una actividad técnica. Esto presupone que el procesointerpretativo puede ser disciplinado o regulado por víajurídica (FennAREsE 1894: 168).Presupone además que toda ley o norma jurídica tiene un único significado (certeza delDerecho), por lo que la interpretación sólo tierie por finalidad desentrañar o descubrirese significado para aplicarlo al caso concreto, lo que permitiría calificar de verdaderoo falso la interpretación y predecir la decisión judicial. Como se advierte, este modelointerpretativo tiene por finalidad reducir la libertad del juez (Fnnnnnese 7984: 170).

La asunción de tales pautas intelpretativas provoca la convicción del propio juez deque puede asumir una posición neutral y objetiva al momento de aplicar la le'r; comosi el montento jurisdiccional no estuviera profundamente marcado por una cargavalorativa (Brncnllt 7999:53). Como nruestra de la influencia que ejerce esta ideologíaprofesional al momento de la interpretación de la norma, se cita el siguiente extracto deuna resolución dictada por un Tiibunal de Apelación en lo Criminal:

Para poder resolver una cuestión justiciable, deviene necesario para todomagistrado en todo encaminamiento intelectivo, el tratar de despojarse enel espíritu, o sea, en la intimidad del pensamiento puro, de todo aquello quepuede guardar o tencr connotación de subjetividad. (TApel. Crim. Asunción,S ala 1, 19 9 8 / 11 / 09, en " lu{ L EY R ea i s ta J ur íd ic a Pa raguay a" (1 999), Asunción :LaLey Paraguaya, p. 310)

'Lhl creencia de que es posible despojarse de toda connotación subjetiva, contribuye aque el juez, en particular el inferior en la jerarguía, tenga una actitud sumisa ante lasdecisiones de los Tiibunales de alzada, ya que al tener ellos la competencia de revisarsus resoluciones y, en consecuencia, afirmar si su interpretación es o no correcta, sev-en persuadidos a adecuar sus decisiones a la de sus superiores. Qre conjugado con lasfacultades de superintendencia y de disciplina de los Tiibunales superioiel lo colocanen una situación de escasa independencia personal.

Otra consecuencia negativa de esta ideología es que oculta la elección interpretativarealizada al momento de tomar la decisión judicial. En ese sentido, el juez acosnrmbranrgumentar l¿ supuesta neutralidad de su interpretación evitando con ello asumir suresponsabilidad por la decisión tomada. Añrmaciones tales como "...Ia interpretaciónefectuada por mi parte, para Ia conclusión de rni voto, lo bice desde el punto de aista de unainterpretación gt'amaticai, a Ia gue hay gue agregar ademds la interpretación lógica y lainterPretación sistem¿ítica..."y qr" "...es obligación de los magistradosjudiciales relol¡.,ir loscasos.SIEMPRE según la /ey, sin gue les sea l)errnitido juzgar del ttalor intrínseco o la c'quidadde c//a" ("Cartas al Director", ABC, Judici ales, 17 .04.2005 [en línea] i,vrvrv.abc.cótn.py'),diñrndidas er la prensa por un magistrado a los efectos de justificar un fallo por.l cuaise revocaba la sentencia condenatoria dictada contra un ex Presidente de la Repúrblica

L¿ (in)dependencia interna del juez paraguayo 25

por hechos de corrupción, no hacen más que encubrir las verdaderas motivacionespolíticalartidarias de su decisión. ' .,.,

' ,

Neutralidad del juezy realidad social

El formalismo inteqpretativo, propio de la ideología profesional de los jueces paraguayos,que atribuye un rol mecánico a la interpretación y aplicación del derecho, excluye todaviloración política, sociológica, económica,etc. (RErurre 7993:749). En pocas palabrasesto signifita la apoliticida{ de la magistratura judicial.

La aludida neutralidad política del juez se halla incluso reconocida por la propiaConstitución paraguaya que en su artículo 254 prescribe que los magistrados no puedenejercer "actiaidad politici alguna", formulación ambigua que, como aPunta BeRcnlu(1999: 28-29) en el caso argentino, puede ser interpretada tanto como una prohibicióna la inclinación político-partidaria del ciudadano que ejerce como juez o que expresesus pretensiones profesionales a través de una militancia en organizaciones corporativas,cumpliendo de ese modo una relevante tarea de control ideológico (1999:272).

Pero la pretendida asepsia política del juez, no es más que un recurso para mantenerloen situación de dependencia real ante el poder dominante (Morureno Anoc¡ 1990:56). Al no asumir el juez su rol en el sistema político y constitucional, por considerarseneutro a é1, se convierte en un actor vulnerable y la vez muy funcional al juego deintereses del poder político de turno, en fin, se transforma en un instrumento de la clasedominante (Benceru 1999: 43).

Si bien esta imagen del juez neutral no eüta que sea influenciado y manipulado por elpoder político, sí logra que tenga temor de manifestar su ideología política en el interiorde la propia organización judicial. Qrizás por ello la Asociación de Magistrados delParaguay sólo tiende a reclamar una mejora en el bienestar económico de sus asociadosy en fomentar activiJades lúdicas, sin preocuparse en reflexionar sobre el rol políticoque debe asumir el juez en la sociedad parego y^. Otro efecto de la neutralidad del juezes su total aislamiento de la realidad social y de los reclamos de la sociedad civil,lo quecontribuye al escaso nivel dc tutela de los derechos fundamentales de los ciudadanos.Por esa razón, RoonÍcu¡z-Acur¡.nn¡ (1980:30) sostiene que en un Estado Social deDerecho el magistrado judicial debe asumir la realidad social de su tiempo y contribuira su transformación y mejora.

El autismo judicial hacia la realidad social permite el continuo divorcio entre losderechos sociales y su plena efectividad en la sociedad. Por ello resulta indignante quelos jueces sigan ignorando una realidad social tan angustiosa como la paraguava, enla oue sobreviven 2.324.000 de personas bajo la üneir de pobreza, que representan el40% de la población total (Cf. "La clase política está divorciada de la población",UrtrveHoRR, Política, 11.04.2005 [en línea] wwwultimahora.corn.py). Así las cosas, no cabeduda que la ideclogía de la neutralidad judicial sólo contribut a a agra\¡ar la crisis delegitimidad que padece el Poder Judicial paraguayo, caracteriz:rdo por su indulgenciaante los hechos de corrupción pública (Cf. "El Estado aguunta grietas", Ulllue HonR,Política, 25 .0 4.200 5 fen línea] www.ultimahora. com. py).

2b l.UlS DF. cAsl)Efil. [levista Jurídica. UNIDA

En suma, la net¡tralidad del jue? sustentado por la ideología judicial vigente contribuyea su sumisión ante los grupos de poder, tanto internos como externos ala organizaciónjudicial, y a su aislamiento e indiferencia ante la realidad social. Por ello un pasofundamental para la emancipación interna del juez es la toma de conciencia de su funciónpolítica, cuya meta debe ser la efectiva protección de los derechos fi.rndamentales de losciudadanos, en especial de aquellos que normalmente son excluidos y marginados de lanrtela judicial.

4. Conclusiones :

"Cuando se vive inmerso en una determinada mentalidad acaba viéndose conto normal el resf>etoa los superiot'es y c/ tTzte se asunta /a jerarquía dc valores de éstos. Se acaba, inc/uso, por adntilirr¡ue ha-ya n(>eriores". Esta reflexión de X4oN'r'ERo ARocA (1990: 107),parece resurnir lasittración actual de los jueces paragua,\'os, caracferizados por su conformismo ante elsometir¡ie nto estructural del que son víctimas, al que se ven inducidos por la interferenciade los irttereses político-partidarios en los procesos de selección, nombramiento yrernociór.t. Interferencia que se canaliza a través de los propios miembros del Consejode la Magistrilturlr, dc la Corte Supreme de Justicia y del Jurado de Enjuiciamiento deMagistrados. Potenciado por el ejercicio discrecional de sus facultades constitucionales.Esto hacc que el juez, dcsde cl acceso mismo a la función jurisdiccional, se sienta deudordel voto favorrrble de los miembros del Consejo de la Magistratura y de los Ministrosde la Corte Suprema. Deuda qr¡e se salda con la lealtad y el sometimiento durante elejercicio de lir rctividad jurisdiccional, lo que explicaría la rnexistencia de críticas porparte de los magistrados en rel¿ción a su situación interna. Por otra parte, la estructurapiramidal de la organización judicial posibilita que los superiores jerárquicos mantenganuna vigilancia sobre los jueces, la que repercute tanto en el contenido de sus decisionesjudiciales como en su comportamiento público y privado. Vigilancia que se refuerza conel control desplegado por el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, que actúa enfunción a los intereses de la clase política dominante. En fin, se podría resumir comoaspectos estructurales que favorecen el sometimiento del juez:

(") La hegcmonía de un sector político-partidario en la composición del Consejo dela Magistratura, de la Corte Suprema de Justicia y del Jurado de Enjuiciamientode Magistrados.

(b) La discrecionalidad y la faka de transparencia en el proceso de selección,nombramie:rto, promoción y remoción de los jueces.

(.) La estructura jerárquica de la organizaciónjudicial en la que confluyen en unmismo orden la función jurisdiccional y la potestad disciplinaria.

Toda esta estructura en el que se ve envuelto el iuez se sustenta en una determinadaideologíe prolesitrnal q,,. -io-o se ha dicho- concibe a la magistratura judicial comoun cuerpo burocrritico v reduce la función jurisdiccional a una mera actividad técnica.Ideología quc cle zrigún rrodo cumple una función persuasiva en el comportamiento delos.iueces y cn lrr visión que tienen acerca de su propia actividad profesional. Qre seIttttre y se rcrrfirnra con el tipo de formación jurídica de los jueces paraguayos, qr¡e se

. :ñb. . , ; * .vG.

l ;r (¡rf,(lcpcnclcncia ¡ntcnla clcl luat paragua)o

caracteriz.a por el predominio de una visión formalista del derecho, que repele todo üpode nloración políiica, económica y social.Ideología que induce a creér quó el juez pueiedespojarse de toda connotación subjetiva al momento de interpretar y aplicar-la ley,ocultando con ello las verdaderas motivaciones de las decisiones judiciales y eximiendóal jue, de su responsabilidad ante la sociedad por las decisiones tomadas. Ideologíaque contribuye a mantener la idea de una supuesta neutralidad política deljuez, que,por un lado, lo convierte en un actor vulnerable y funcional al juego de intereses delpoder político-partidario y, por el otro, lo aísla de la realidad social y de los reclamosde la sociedad civil. Dada fa vigencia de esta ideología profesional, eljuez paraguayotiende a asumir una actitud pasiva y sumisa, en la creencia incluso de que goza deindependencia.

Finalmente, se podría afirmar que los ¿rsPectos estrt¡cturales e icleológicos dc laorganización judicial paraguaya prornueven un'modelo de juez ejecutor (GunnNte nl7992: 28), caracterizado por su casi nula autonomía poiítica y escilsa creatividadjurisdiccional. Modelo que supone la vigencia de un juez obediente y discipiinado antesus superiores jerárquicos, incapaz de asumir una ¡rosición crítica ante los centros depoder de la propia organización judicial. En suma: un juez qt¡e carece de independenciainterna.

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