INFORME DE MONITOREO COMPLEJO PENITENCIARIO...
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Sistema Interinstitucional de Control de Cárceles
INFORME DE MONITOREO
COMPLEJO PENITENCIARIO FEDERAL I –EZEIZA-
El 12 de julio de 2017, concurrieron al Complejo
Penitenciario Federal I –Ezeiza-, sin previo aviso, el
Presidente del Sistema de Coordinación y Seguimiento de
Control Judicial de Unidades Carcelarias, Gustavo M.
Hornos, el cotitular de la Comisión de Cárceles de la
Defensoría General de la Nación Guillermo Todarello, el
fiscal ad hoc de la Procuvin, Fernando Vallone, la
coordinadora del área de encierro Bárbara Franco, el
licenciado Juan Introzzi y Luciana Virgolini, el jefe de
despacho Nicolás Herbin con la asistencia como actuaria
de la secretaria de Cámara Lucía Gallagher.
Asimismo, se encontraban presentes los secretarios
delegados Marion L. Vecino y Víctor Brescia.
Durante todo el monitoreo la Comitiva fue
acompañada por las autoridades del penal. Se hicieron
presentes el Jefe del Complejo Prefecto René Azcona, la
Subjefa del Complejo Prefecto Sonia Álvarez, el Director
de Tratamiento del Complejo Prefecto Luis Daniel Suárez,
el Director de Administración Prefecto Juan Domingo
Rolón, la Auditora Gloria Marin y el Auditor Diego Da
Silva.
Asimismo, se hicieron presentes las autoridades del
Módulo III, el Director Alcaide Mayor Víctor Fernández
(quien también se encontraba interinamente a cargo de la
Dirección del Módulo IV), el Jefe de Seguridad Interna
Alcaide Gustavo Alejandro Cáceres, el Segundo Jefe de
Seguridad Interna Alejandro Maijics González, el Jefe de
Turno Adjutor Principal Ariel Rosantes y el Inspector
Ayudante principal Raúl Pérez. Respecto de las
autoridades del Módulo IV presentes, se encontraba el
Director interino Alcaide Mayor Víctor Fernández (dado
que el Director del Módulo Arnaldo Leguizamón se
encontraba de licencia), el Jefe de Seguridad Interna
Alcaide Marcelo Cardozo, el Segundo Jefe de Seguridad
Interna Salinas, el Jefe de Turno Adjutor principal Miño
y el Inspector Ayudante principal Carlos Hardy.
La inspección se inició a las 14.30 horas
aproximadamente, cuando se ingresó al Complejo
Penitenciario. Se procedió a monitorear los pabellones
“J”, “I”, “H” y “G” del Módulo IV, y los pabellones “J”
e “I” del Módulo III, oportunidad en que mantuvieron
entrevistas individuales y en forma confidencial con las
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personas allí alojadas. Nos informan que el total de la
población alojada en el Complejo es de 2085 personas.
MÓDULO IV:
PABELLÓN J:
En primer lugar se ingresó al Módulo IV. Allí se
monitorearon las condiciones de detención imperantes en
el Pabellón “J”. En el pabellón se alojaban personas con
medidas de resguardo físico hasta el 23 de mayo del
corriente año, cuando se realojó a las personas en el
pabellón “A” del Módulo III, y la población de dicho
sector -que según refirió el Alc. Cardozo a las
autoridades era altamente conflictiva- fue reubicada en
el Pabellón “J”.
El pabellón tiene una capacidad de alojamiento de
12 personas que cuenta con 12 celdas de alojamiento
individual. Al momento de la inspección había 10
personas alojadas, 7 de las cuales se encontraban
cumpliendo sanciones disciplinarias.
Según refirió el Alc. Cardozo, el sector sostiene
un régimen de vida común, que implica la apertura de las
celdas de 8.30 a 18 horas, oportunidad en que se realiza
el recuento de los internos (aproximadamente a las 19.45
hs.), y por la noche las celdas se abren de 20.30 a 23
horas. Los fines de semana, feriados y vísperas de
feriado se extiende hasta las 0.00 horas. A su vez,
informó que durante la noche, aproximadamente cada 2
horas, el Celador con la supervisión de personal de
Jefatura realiza una recorrida por el interior del
pabellón.
El sector está definido por la planta baja y un
primer piso al cual se accede por escalera; había celdas
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emplazadas abajo y arriba, un patio interno descubierto
y un espacio destinado a las duchas.
En el sector común hay instaladas dos mesas
metálicas, en regulares condiciones de conservación, con
seis bancos –de igual material- cada una de ellas.
El espacio destinado a las duchas está constituido
por dos pequeños sectores divididos por un tabique de
mampostería sin puerta ni algún otro cerramiento que
garantice la privacidad de quien los utilizara; de forma
contigua había un tercer espacio dentro del cual se
observó un inodoro y lavabo anti vandálico, tapado,
sucio y fuera de servicio junto a un tarro de color rojo
destinado a desechar basura.
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Según manifestaron las personas entrevistadas, el
régimen de vida en el pabellón es “común”. Permanecen
encerrados en la celda durante la noche de 22.30 a 8.30
horas y por la tarde de 18 a 20.30 horas. El patio del
pabellón permanece abierto hasta las 18 horas.
En relación con los elementos de limpieza e
higiene, refirieron que deben requerirlos al Servicio
para que se los entreguen y que generalmente no resultan
suficientes por lo que debían recurrir a los insumos que
les proveen sus familiares. A su vez, indicaron que la
comida provista es “justa y necesaria” y que es brindada
dos veces al día en bandejas plásticas.
En relación con los el funcionamiento de la ducha
refirieron que el agua caliente solamente funciona a la
mañana.
Por otro lado, manifestaron que no funcionaba la
calefacción y que había mucha humedad, por lo que a
veces se humedecen los colchones.
Por otro lado, se quejaron de la falta de
asistencia por las diferentes divisiones del Complejo
que deben evaluarlos y elaborar los informes
correspondientes.
Por último, indicaron que las condiciones de
limpieza no son adecuadas y que suele haber cucarachas y
a veces ratas.
Se acompaña listado de internos alojados en el
pabellón, se destaca que siete de ellos se encuentran
separados del régimen común (SRC).
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PABELLÓN I:
Siendo las 15.30 horas, la comitiva ingresó al
Pabellón “I”, que se ubica a continuación del “J”. El
lugar era de régimen “común”.
Tiene una capacidad de alojamiento de 12 personas,
y al momento de la inspección había 11 personas, una de
ellas de comparendo judicial. Se acompaña listado de
internos alojados en el pabellón.
Ninguna de las personas alojadas se encontraba
sancionada, la mayor parte trabajaba y estudiaba. Las
personas entrevistadas indicaron que dicho pabellón era
el mejor del módulo, que funcionaba la calefacción, la
ducha proveía agua caliente, que había cuatro teléfonos
para realizar llamadas que funcionaban y que les
proveían de elementos de limpieza e higiene.
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A su vez, indicaron que dos veces a la semana
realizaban actividades deportivas (fútbol o tenis) en el
campo de deportes.
PABELLÓN “H”:
Seguidamente, siendo las 15.55 horas, se concurrió
al Pabellón “H”, cuyo Celador era el Subayudante Brian
Suigo –quien ejercía la misma función respecto del
pabellón “G”-. El pabellón contaba con 12 celdas de
alojamiento individual, pero dos de ellas se encontraban
clausuradas (nros. 3 y 6).
Al momento de la inspección había 10 personas
cumpliendo sanciones disciplinarias.
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El Alc. Cardozo informó que el sector estaba
destinado a alojar personas de tránsito o sancionados.
En función de las entrevistas mantenidas con las
personas alojadas, se conoció que mantenían un régimen
de encierro en la celda, y les permitían salir al sector
común durante una hora durante el día, y durante 20
minutos por la noche para acceder al teléfono.
Asimismo, indicaron que funcionaba correctamente la
calefacción y la ducha.
Se acompaña listado de internos alojados en el
pabellón.
PABELLÓN “G”:
Posteriormente, siendo aproximadamente las 16.30
horas, se ingresó al Pabellón “G”.
Se trata de un pabellón dirigido a alojar personas
con medidas de resguardo a la integridad física. Había
12 personas alojadas –agotando con la capacidad del
lugar- pero al momento de la inspección había 10
presentes, dado que una había concurrido a un comparendo
judicial y otra se encontraba en Hospital Penitenciario
Central. Se acompaña listado de internos alojados en el
pabellón.
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El régimen de vida en el lugar era de celdas
abiertas durante la mayor parte del día. La mayor parte
de las personas allí alojadas trabajaban en el taller de
confección de bolsas, en un sector que se había
habilitado especialmente para personas con resguardo
físico.
El lugar contaba con cuatro teléfonos pero no
funcionaban que no funcionaban adecuadamente.
Uno de los teléfonos de línea, carecía de tono, y
los teléfonos satelitales funcionaban deficientemente.
Los restantes elementos del pabellón funcionaban
adecuadamente. En relación con la infraestructura
del pabellón, indicaron que la ducha provee agua
caliente, que la basura es retirada de forma diaria de
un contenedor grande dispuesto al efecto y que la comida
es de mejor calidad que en otros momentos y es provista
en bandejas plásticas dos veces por semana.
En relación con los elementos de limpieza e higiene
que tenían, indicaron que eran adquiridos en la Cantina
del Complejo. Las personas entrevistadas refirieron que
la convivencia en el lugar era buena, que todos
trabajaban pero que no los llevaban a la escuela.
Por otro lado, refirieron que concurren a realizar
actividades deportivas al campo dos veces por semana.
MÓDULO IV- SECTOR EDUCACIÓN
Se adjuntan imágenes de las aulas, de la sala
computación y de la Biblioteca. El taller de computación
se combina con uno de Electricidad, donde según refieren
las autoridades los internos refaccionan las
computadoras que se ven en la imagen para ser utilizadas
luego por quienes asisten al taller.
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Al momento del monitoreo se encontraban dictando
una sola clase correspondiente al nivel de escolaridad
primaria. Llama la atención la poca concurrencia, hay
sólo 5 alumnos en el aula.
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MÓDULO III:
PABELLÓN “J”:
A continuación se concurrió al Módulo III, donde se
inspeccionaron los Pabellones “J” e “I”, cuyo Celador
era el Ayudante de 5ta. Pablo Godoy. A las 17 hs.
aproximadamente, la Comitiva ingresó al Pabellón “J”.
Según refirieron las autoridades, las personas
alojadas se encontraban bajo sanciones disciplinarias, y
otra de ellas bajo una medida de resguardo físico. Las
restantes, bajo un régimen de vida común.
Inicialmente se observó la presencia de varios
agentes del Servicio Penitenciario Federal trabajando en
la reparación y en pintura de las partes comunes del
pabellón, la presencia de escaleras de madera, andamios
metálicos, caños, baldes con pintura, recipientes con
solventes y otros insumos utilizados para llevar
adelante obras de pintura y construcción.
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Transcurridos pocos minutos en el sector la
permanencia en el mismo se tornó intolerable ya el olor
de la pintura y de los solventes era intenso e invasivo.
La presencia de pintura fresca en paredes, puertas de
las celdas, así como también de solvente dentro del
lugar no permitían respirar con facilidad a quienes
estaban presentes por pocos minutos.
Sin perjuicio de ello la Comisión noto con sorpresa
que, pese a encontrarse en obra, había personas alojadas
en ese pabellón. Peor aún, esos detenidos permanecían en
dicho espacio al menos por 24.00 horas y las obras se
habían iniciado en el día y no habían finalizado.
Sobre una de las mesas metálicas, inmersas en el
ámbito descripto y en malas condiciones higiénicas,
había depositados panes, manzanas y viandas con
alimentos preparados junto a rollos de alambre y trapos
húmedos y sucios.
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En cuanto al estado de limpieza e higiene, las
condiciones del pabellón eran pésimas e inadecuadas,
tanto por las condiciones en las que se estaban llevando
a cabo las reparaciones como al cúmulo de basura y agua.
El piso de la planta baja estaba en gran parte
cubierto de agua sucia lo que hacía dificultoso circular
por el mismo sin mojarse ni ensuciarse los pies
(conforme se observa de las fotografías).
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El espacio destinado a las duchas está constituido
por dos pequeños sectores divididos por un tabique de
mampostería sin puerta ni algún otro cerramiento que
garantice la privacidad de quien las utilizara; al
momento de la inspección se observó el pésimo estado de
mantenimiento y de higiene en que se encontraba dicho
lugar; de forma contigua había un tercer espacio dentro
del cual se observó un inodoro y lavabo anti vandálico,
tapado, sucio y fuera de servicio lo cual requería de
urgente reparación.
En cuanto a las condiciones de las celdas
individuales se observó, en primer lugar, que la entrada
se dificultaba por la pintura reciente de las puertas
que se adherían al marco y dependía de la colaboración
de los detenidos que estaban en el interior.
En relación a la celda nro. 1 y las condiciones de
alojamiento se observó que se encontraba completamente a
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oscuras, debido a la falta de luz eléctrica y por la
única ventana que estaba tapada con un material que no
dejaba entrar la luz natural.
Por tal motivo, apenas anochece, el detenido
permanece en la oscuridad absoluta. Se trataba de un
espacio de reducidas dimensiones, en pésimo estado de
mantenimiento y de higiene; las paredes estaban
cubiertas de suciedad y manchas de humedad y sobre el
piso – que también estaba mojado- había restos de comida
y otros residuos.
En dicho lugar hacía frío, ya que no había
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artefacto alguno para calefaccionar, y se percibía un
intenso olor nauseabundo que se mezclaba con el olor de
la pintura fresca proveniente de la puerta metálica
recientemente pintada, lo que dificultaba respirar con
normalidad. La celda estaba equipada con un lavabo e
inodoro denominado “anti vandálicos” que no podían ser
utilizados por las pésimas condiciones higiénicas en las
que se encontraban. El lavatorio estaba tapado y lleno
de un líquido de color amarillo mientras que el
sanitario también estaba obstruido. La cama del lugar
estaba desprovista de colchón y el ocupante de la celda
debía dormir sobre una frazada para no hacerlo
directamente sobre la estructura metálica de la misma.
A su vez, el resto de las celdas ocupadas del
pabellón estaban en similares condiciones a las
descriptas precedentemente y a ello se suma el régimen
de vida impuesto que según manifestaron se trataba de un
de encierro de más de 23 horas diarias.
Una de las personas entrevistadas, refirió que
estaba encerrada en la celda todo el día, y que contaba
solamente con un recreo de 30 minutos diarios. Durante
ese tiempo, debían higienizarse, realizar llamadas
telefónicas y salir al patio. Que no se encontraba
funcionando la calefacción del pabellón. La situación se
ve agravada teniendo en cuenta que a algunas de las
ventanas de la celda carecían de vidrio, por lo que el
viento y frío ingresaba al sector de alojamiento y
pernocte.
En lo pocos casos con que contaban con un colchón,
se trataba de un retazo de goma espuma deteriorado.
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En relación con la comida provista, refirieron que
generalmente la llevaban fría y no tenían dónde
calentarla. A su vez refirieron que no proveían de agua
caliente, por lo que debían calentar el agua “a baño
maría” utilizando contenedores de plástico y corriente
eléctrica.
En relación con la asistencia médica, se constató
la falta de control y asistencia.
PABELLÓN “I”:
A continuación, siendo las 18 hs., se concurrió al
Pabellón “I”. Se trataba de un pabellón de “régimen
común” donde había 10 personas alojadas.
En función de las entrevistas mantenidas, se
conoció que el régimen de vida en el lugar era de celdas
abiertas, a excepción de la noche y de dos horas de la
tarde (18 a 20 horas) que deben permanecer encerrados en
la celda. Las personas allí alojadas concurren al campo
a realizar deportes dos veces a la semana.
En relación con la comida, los entrevistados
indicaron que desde que es provista por una empresa es
de mejor calidad.
Refirieron que en el pabellón funciona la
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calefacción, que la ducha provee agua caliente y que hay
instalados 3 teléfonos para realizar llamadas. Sin
embargo, indicaron que falta heladera, televisor y
microondas.
En relación con la asistencia médica, indicó que es
deficiente, que atento a la falta de móviles no son
llevados al Hospital Penitenciario aunque lo soliciten
vía audiencia, y tampoco concurre un médico a asistirlos
al módulo.
Al respecto, refirieron también que diariamente
concurre personal de enfermería a proveer la medicación
indicada a cada interno
Requerimientos urgentes:
En función de las condiciones constatadas en el
pabellón “J” del Módulo III, al finalizar la inspección
los funcionarios integrantes de la Comitiva expusieron
la gravedad de la situación y la necesidad de adoptar
medidas urgentes ante el Jefe del Complejo Prefecto René
Azcona y la Subjefa del Complejo Prefecto Sonia Álvarez
sugiriendo el traslado de los detenidos a un pabellón
que garantice las condiciones dignas de alojamiento y la
seguridad de los detenidos.
Por otro lado, se solicitó la clausura del sector
hasta tanto se encuentren finalizadas las reformas y las
tareas de pintura, oportunidad en la que se encuentre
habilitado para la permanencia en condiciones dignas y
respetuosa de los compromisos internacionales asumidos
en la materia.
Por otro lado, se manifestó la preocupación por la
necesidad de asistencia psicológica, tratamiento y
contención que requieren las personas que se encuentran
detenidas, ello en relación con los casos de suicidios
ocurridos en el Complejo durante el transcurso del
primer semestre del corriente año. Se resaltó la
gravedad de que personas que se encuentran bajo medidas
de resguardo a la integridad física, sean sometidas a un
régimen de encierro solitario en la celda durante
periodos prolongados por la gran afectación psicológica
que ello produce.
Al respecto, el Jefe del Complejo indicó que iba a
iniciar un relevamiento de la situación de cada interno,
a fin de observar casos de posible riesgo, comenzando
por los pabellones donde se encuentran alojadas las
personas más vulnerables, es decir de resguardo y
sanción.
Por otra parte, les se les hizo saber del
deficiente funcionamiento de los teléfonos satelitales
instalados en el pabellón “G” del Módulo IV.
Por último, se hizo saber la falta de equipamiento
del Pabellón “I” del Módulo III, el cual no contaba con
televisor, freezer, ni microondas. Las autoridades
presentes, se comprometieron a gestionar la provisión de
los equipos referidos.
Se deja constancia que a la fecha de realización
del presente informe se hizo entrega de un televisor y
de un horno microondas al Pabellón “I”, Módulo III.
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OBSERVACIONES Y SEÑALAMIENTOS:
1) Se reitera la necesidad de arbitrar los medios
necesarios para el reacondicionamiento y la
realización de tareas de mantenimiento de las celdas
ubicas en el Pabellón J del Módulo III.
2) Flexibilizar el régimen de vida de aquellas personas
que se encuentren bajo el Protocolo de Resguardo, para
evitar que el encontrarse en esa situación se
convierta en una sanción. En este sentido, se deberá
asegurar el cumplimiento de lo reglado en el Protocolo
para la Implementación del Resguardo de Personas en
Situación de Especial Vulnerabilidad en las Unidades
Carcelarias.
3) Garantizar el suministro de colchones en la medida de
lo posible de tratamiento ignífugo y ropa de cama en
todos los sectores particularmente los que se
mencionan en este Informe y a todas personas alojadas
en el Complejo.
4) Garantizar la provisión de elementos de higiene
personal y de limpieza, así como mejorar la cantidad y
calidad de los mismos.
5) Arbitrar los medios necesarios para el correcto
funcionamiento de las líneas telefónicas instaladas en
los pabellones y de sus dispositivos. Garantizar que
los internos puedan conversar telefónicamente con
privacidad absoluta.
6) Adoptar los lineamientos de la Recomendación IV/2014
del Sistema de Coordinación y Seguimiento de Control
Judicial de Unidades Carcelarias en cuanto al acceso
efectivo de las prestaciones de asistencia médica de
las personas privadas de la libertad.
7) Garantizar –como regla- el acceso de todos los
internos a los patios externos, por, al menos, el
tiempo establecido como estándar internacional para el
ejercicio físico al aire libre (una hora por día,
conforme Reglas Mínimas para el Tratamiento de los
Reclusos – Reglas Mandela-). Y la provisión de
elementos de recreación deportivos y otros, para ser
utilizados en los patios internos del pabellón.
8) Resulta necesario reparar los sanitarios y canillas de
las celdas que se encuentran en mal estado, así como
los vidrios rotos y colocar las mallas en las
ventanas.
9) Reparar las pérdidas de agua y los servicios
sanitarios de los pabellones que se encontraban
completamente inundados. Arbitrar los medios
necesarios para el suministro de agua caliente en los
pabellones que corresponda.
10) Proceder a la reparación del sistema de calefacción
a fin de garantizar el suministro de ambientes
calefaccionados acorde a las bajas temperaturas que se
registran durante la época invernal.
11) Garantizar el suministro de las 4 (cuatro) comidas,
y que sean adecuadas tanto en calidad como cantidad, y
en horarios adecuados. Garantizar que las personas
alojadas puedan preparar la comida en condiciones de
higiene y seguras, en este sentido se deberá proveer
de hornos y/o anafes en los pabellones.
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12) Arbitrar los medios necesarios para realizar
fumigaciones periódicas a fin de evitar el ingreso de
ratas, moscas/cucarachas o cualquier otro animal que
signifique un peligro para la salud de los allí
alojados.
13) Arbitrar los medios necesarios para brindar mayor
oferta de talleres de estudio y trabajo para todos los
internos. Garantizar el acceso a la escuela de los
internos.
14) Garantizar la realización de actividades
programadas de recreación o tendientes a fomentar el
aprendizaje de oficios.
15) Garantizar que todo el personal (en particular
quienes se encuentren prestando servicios en el sector
visitas y requisa) lleve placa identificatoria
visible.
Es importante destacar que las falencias apuntadas
en lo que se refiere especialmente a la comida, higiene
personal, condiciones generales de los lugares de
alojamiento y traslados, así como también respecto del
trato brindado por los miembros del SPF es común y se
presentan sistemáticamente en todos los monitoreos
realizados por los miembros del Sistema y que las
conclusiones y recomendaciones efectuadas al monitorear
las distintas Unidades del SPF se replican en todos los
casos.
En tales circunstancias, se advierte la necesidad
de dirigir una exhortación al Director Nacional del
Servicio Penitenciario Federal y al Subsecretario de
Asuntos Penitenciarios que abarque a todas las Unidades
federales (las monitoreadas y las que aún no lo han
sido) a arbitrar los medios necesarios para solucionar
los problemas comunes antes señalados con la inmediatez
que se requiere para asegurar los derechos de todas las
personas privadas de la libertad.
Buenos Aires, 1º de agosto de 2017.-