Informe sobre Desarrollo Humano 2007-2008 - bivica.org · compatibles con el medio ambiente....

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Informe sobre Desarrollo Humano 2007-2008 La lucha contra el cambio climático: Solidaridad frente a un mundo dividido Publicado por el Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)

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  • Informe sobre DesarrolloHumano 2007-2008

    La lucha contra el cambio climtico:

    Solidaridad frente a un mundo dividido

    Publicado por el Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo(PNUD)

  • Copyright 2007Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo1 UN Plaza, Nueva York, Nueva York, 10017, EE.UU.

    Todos los derechos reservados. Queda prohibido reproducir, transmitir o almacenar en un sistema de recuperacin cualquier parte de esta publicacin, en cualquier forma o por cualquier medio, ya sea electrnico, mecnico, fotocopiado, grabado o de otro tipo, sin autorizacin previa.

    ISBN: 978-84-8476-322-2

    Grupo Mundi-PrensaMundi-Prensa Libros, s.a.Castell, 37 - 28001 MadridTel. (+34) 914 36 37 00 Fax (+34) 915 753 998Correo electrnico: [email protected]: www.mundiprensa.com

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    Mundi-Prensa Mxico s.a. de C.V.Rio Pnuco, 141 Col. Cuauhtmoc06500 MXICO D.F.Tel. (+525) 55 533 56 58 Fax (+525) 55 514 67 99Correo electrnico: [email protected].

    Impreso por AGS Custom Graphics (Macedonia, OH). La portada est impresa en papel libre de cloro, recubierto por un solo lado de baja densidad Cornwall de 15 pt de Domtar, en conformidad con las pautas de Sustainable Forest Initiative. Las pginas del texto fueron impresas en papel suave opaco Rolland 60# de Cascades Mills hecho de papel decolorado, libre de cloro con el 30% de fibra reciclada post-consumo, certificado por el Forest Stewardship Council. Tanto la cubierta como el papel del informe estn impresos con tintas de base vegetal producidas con tecnologas compatibles con el medio ambiente.

    Edicin: Green Ink Inc.Cubierta: talking-boxDiseo de la Informacin: Mapping Worlds, Phoenix Design Aid and ZagoTraduccin y composicin: LTS Mundo y TILT Diseo ltda.

    Para ver la lista de errores y omisiones detectadas con posterioridad a la impresin, vistenos en http://hdr.undp.org

    30%

    Cert no. SCS-COC-00648

  • Director y redactor jefeKevin Watkins

    Investigacin y estadsticaCecilia Ugaz (subdirectora y editora jefa), Liliana Carvajal, Daniel Coppard, Ricardo Fuentes Nieva, Amie Gaye, Wei Ha, Claes Johansson, Alison Kennedy (jefa de estadsticas), Chris Kuonqui, Isabel Medalho Pereira, Roshni Menon, Jonathan Morse y Papa Seck.

    Produccin y traduccinCarlotta Aiello y Marta Jaksona

    Difusin y comunicacinMaritza Ascencios, Jean-Yves Hamel, Pedro Manuel Moreno y Marisol Sanjines (jefa de difusin)

    Equipo responsable de la preparacin del Informe sobre Desarrollo Humano 2007-2008

    Colegas de la Oficina encargada del Informe sobre Desarrollo Humano (HDRO): El Informe sobre Desarrollo Humano es el resultado de un esfuerzo colectivo. Los miembros de la Unidad a cargo de los Informes Nacionales sobre Desarrollo Humano (NHDR) aportaron comentarios detallados y asesora durante todo el proceso de investigacin y vinculan el Informe a una red mundial de investigacin en los pases en desarrollo. El equipo de la NHDR est compuesto por Sharmila Kurukulasuriya, Mary Ann Mwangi y Timothy Scott. El equipo administrativo de la HDRO es responsable del funcionamiento de la oficina y sus miembros son Oscar Bernal, Mamaye Gebretsadik, Melissa Hernndez y Fe Juarez-Shanahan. Las operaciones estn a cargo de Sarantuya Mend.

  • INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO 2007-2008

    Prlogo

    El cambio climtico es un hecho comprobado por el mundo de la ciencia. Si bien es difcil predecir el impacto de las emisiones de gases de efecto in-vernadero y son muchas las incertidumbres en la ciencia que minan su capacidad predictiva, hoy sabemos lo suficiente como para reconocer que los riesgos que enfrentamos son grandes y potencial-mente catastrficos. Algunos de ellos son el derre-timiento de los mantos de hielo de Groenlandia y la Antrtida Occidental (fenmeno que dejara a muchos pases bajo el agua) y cambios en el curso de la Corriente del Golfo que ocasionara cambios climticos drsticos.

    La prudencia y el cuidado del futuro de nues-tros hijos y su descendencia requieren que actue-mos hoy. Se trata de una forma de seguro contra prdidas posiblemente muy grandes. No saber cules son las probabilidades de que se produzcan tales prdidas o el momento exacto en que ocurri-rn no es un argumento vlido para no contratar un seguro. Sabemos que el peligro existe. Sabemos que el dao que causan las emisiones de gases de efecto invernadero es irreversible en un perodo muy largo. Sabemos que el dao crece cada da que dejamos pasar sin actuar.

    An si viviramos en un mundo donde toda la gente tuviera el mismo estndar de vida y se viera impactada del mismo modo por el cambio climtico, de todos modos deberamos actuar. Si el mundo fuera un solo pas donde todos los ciu-dadanos gozaran de niveles de ingreso similares y estuvieran expuestos a ms o menos los mismos

    efectos del cambio climtico, la amenaza del ca-lentamiento global igual podra ocasionar, hacia fines de este siglo, un dao sustancial al bienestar humano y la prosperidad.

    Pero la verdad es que el mundo es un lugar he-terogneo: la gente tiene ingresos y riquezas des-iguales y el cambio climtico afectar a las regio-nes de manera muy diferente. Para nosotros, sta es la razn principal para actuar rpidamente. El cambio climtico ya est comenzando a afectar a algunas de las comunidades ms pobres y vulnera-bles del mundo. Un aumento general de la tempe-ratura de 3C (en contraste con las temperaturas de la era preindustrial) durante los prximos dece-nios se traducira en una serie de aumentos loca-les que en algunas partes podran duplicar el nivel alcanzado en otras. El impacto que generarn el aumento de las sequas, los fenmenos climticos extremos, las tormentas tropicales y las crecidas del nivel del mar en grandes porciones de frica, los pequeos estados insulares y las zonas coste-ras, habr sido ocasionado durante nuestra vida. En trminos del Producto Interno Bruto (PIB) mundial agregado, estos impactos de corto plazo pueden no ser grandes. Pero para algunos de los pases ms pobres del mundo, las consecuencias pueden ser apocalpticas.

    A largo plazo, el cambio climtico constituye una amenaza masiva para el desarrollo humano y en algunas partes ya est minando los esfuerzos de la comunidad internacional por reducir la ex-trema pobreza.

    Las medidas que tomemos hoy con respecto al cambio climtico tendrn consecuencias que perdurarn por un siglo o ms. Es imposible revertir en un futuro previsible la parte de este cambio causada por las emisiones de gases de efecto invernadero. Los gases que retienen el calor y que enviemos a la atmsfera en 2008 permanecern all hasta 2108 y ms. Por lo tanto, lo que decidamos hacer hoy no slo afectar nuestra propia vida, sino an ms la vida de nuestros hijos y nietos. Esto es lo que hace del cambio climtico un desafo distinto y ms difcil que otros desafos en el campo de las polticas pblicas.

  • i INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO 2007-2008

    Los conflictos violentos, la insuficiencia de re-cursos, la falta de coordinacin y las polticas d-biles siguen desacelerando el progreso en materia de desarrollo, particularmente en frica. No obs-tante, en muchos pases se han producido reales avances. Por ejemplo, Viet Nam ha sido capaz de reducir la pobreza a la mitad y lograr educacin primaria universal mucho antes de la meta de 2015. Mozambique tambin ha logrado reducir de manera significativa la pobreza, aumentar la matriculacin escolar, as como reducir las tasas de mortalidad infantil y materna.

    Este progreso en materia de desarrollo se ver cada vez ms limitado por el cambio climtico. Por ello, debemos concebir la lucha contra la pobreza y contra los efectos del cambio climtico como es-fuerzos interrelacionados. Deben reforzarse unos a otros y debemos lograr xito en ambos frentes a la vez. Para triunfar requeriremos de una buena cuota de adaptacin, porque el cambio climtico afectar de todos modos y muy fuertemente a los pases ms pobres aun si nuestros esfuerzos por re-ducir las emisiones comenzaran inmediatamente. Los pases debern desarrollar sus propios planes de adaptacin, pero la comunidad internacional deber prestarles ayuda.

    Respondiendo a este desafo y a la urgente so-licitud de parte de los lderes de los pases en de-sarrollo, particularmente de frica Subsahariana, el Programa de las Naciones Unidas para el De-sarrollo (PNUD) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) lan-zaron una alianza en Nairobi durante la ltima convencin climtica en noviembre de 2006. Los dos organismos se comprometieron a prestar asis-tencia para reducir la vulnerabilidad y construir capacidad en los pases en desarrollo para obtener mayores beneficios de los Mecanismos para un de-sarrollo limpio (CDM, por sus siglas en ingls) en reas como desarrollo de energas ms limpias y renovables, proteccin contra el cambio climtico y planes de sustitucin de combustibles.

    Esta alianza, que permitir al sistema de las Naciones Unidas actuar prontamente en respuesta a las necesidades de los gobiernos que intentan in-tegrar los impactos del cambio climtico a sus de-cisiones de inversin, constituyen una prueba evi-dente de la determinacin de las Naciones Unidas de hacer frente de modo unitario al desafo del cambio climtico. Por ejemplo, podemos ayudar a los pases a mejorar la infraestructura para que la poblacin pueda enfrentar las crecientes inun-daciones y los acontecimientos climticos severos, cada vez ms frecuentes. Tambin podran produ-cirse cultivos resistentes al clima.

    Mientras buscamos la adaptacin debemos comenzar a reducir las emisiones y dar pasos adi-

    cionales hacia la mitigacin, de modo que los cam-bios irreversibles ya desencadenados no se amplifi-quen an ms durante los prximos decenios. Si la mitigacin no comienza seriamente ahora mismo, el costo de la adaptacin en 20 30 aos ms ser prohibitivo para los pases ms pobres.

    Estabilizar las emisiones de los gases de efecto invernadero para limitar el cambio climtico es una estrategia viable que tendr rditos para el mundo en su conjunto, incluidos los pases de mayor desarrollo. Se trata, a la vez, de una parte esencial de nuestra lucha general en contra de la pobreza y de avance hacia los Objetivos de Desa-rrollo del Milenio (ODM). Este doble propsito de las polticas climticas debiera asignarles prio-ridad ante los lderes del mundo entero.

    Pero una vez que se haya establecido la nece-sidad de limitar el futuro cambio climtico y de ayudar a los ms vulnerables a adaptarse a lo que no podremos evitar, se debe seguir avanzando a fin de identificar la naturaleza de las polticas que nos ayudarn a alcanzar los resultados que buscamos.

    Podemos partir confirmando una serie de as-pectos. En primer lugar, los cambios requeridos no son marginales dada la tendencia que sigue el mundo hoy. Necesitamos grandes cambios y pol-ticas ambiciosas. En segundo lugar, los costos de corto plazo sern significativos. Es necesario in-vertir en la mitigacin del cambio climtico. A la larga obtendremos beneficios netos significativos, pero al comienzo, como con cualquier inversin, debemos estar dispuestos a incurrir en gastos. Esto implicar un desafo para la gobernabilidad democrtica: los sistemas polticos debern estar de acuerdo en pagar el costo inicial para luego obtener ganancias de largo plazo. Los lderes de-bern actuar pensando en un horizonte temporal ms all de los ciclos electorales.

    No somos demasiado pesimistas. En la lucha contra las tasas de inflacin mucho ms altas del pasado lejano, las democracias idearon institucio-nes tales como bancos centrales ms autnomos y compromisos previos en cuanto a polticas pbli-cas que permitieron bajar las tasas a pesar de las tentaciones de corto plazo de recurrir a la emisin de billetes. Lo mismo debe ocurrir con el clima y el medio ambiente: las sociedades debern com-prometerse de manera anticipada y renunciar a gratificaciones de corto plazo en pro de un bienes-tar a largo plazo.

    Quisiramos agregar que si bien la transicin a energas y estilos de vida que protejan el clima tendr un costo a corto plazo, puede haber be-neficios econmicos ms all de lo que se logre estabilizando la temperatura del planeta. Es pro-bable que tales beneficios se obtengan a travs de mecanismos keynesianos y schumpeterianos que

  • INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO 2007-2008 ii

    permitan que nuevos incentivos a la inversin ma-siva estimulen la demanda general y la destruc-cin creativa se traduzca en saltos de innovacin y productividad en una amplia gama de sectores. Es imposible predecir cuantitativamente cul ser el alcance de estos efectos, pero considerarlos po-dra generar mayores relaciones de beneficios en funcin de los costos en pos de buenas polticas climticas.

    El diseo de buenas polticas deber tener en cuenta el peligro de confiar demasiado en los controles burocrticos. Si bien los lderes guber-namentales desempearn un papel decisivo en la correccin de la gran externalidad que representa el cambio climtico, ser preciso hacer funcionar los mercados y los precios de modo que las deter-minaciones del sector privado puedan llevarnos de manera ms natural a decisiones ptimas de inversin y produccin.

    Es preciso poner precio al carbono y a los gases equivalentes de manera que su uso refleje su ver-dadero costo social. sta debiera ser la esencia de la poltica de mitigacin. El mundo se ha pasado decenios intentando deshacerse de las restriccio-nes a la cantidad en muchos campos, incluso en el mercado externo. No es el momento de volver a un sistema de cuotas masivas y controles buro-crticos debido al cambio climtico. Las metas de emisin y eficiencia energtica deben cumplir un papel importante, pero es el sistema de pre-cios el que debe facilitar nuestro cumplimiento de las metas. Esta situacin requerir un dilogo mucho ms profundo entre economistas, cient-ficos del clima y ambientalistas que el que hemos

    presenciado a la fecha. Esperamos que el presente Informe sobre Desarrollo Humano contribuya a este dilogo.

    El desafo ms difcil en materia de polticas pblicas ser el de la distribucin. Si bien todos corremos un riesgo potencial de sufrir una cats-trofe, la distribucin de los costos y beneficios a mediano y corto plazo estar lejos de ser uniforme. El desafo distributivo se hace particularmente di-fcil porque quienes han sido en gran parte cau-santes del problema los pases desarrollados no sern quienes sufran las peores consecuencias en el corto plazo. Los ms vulnerables son los pobres y ellos ni contribuyen actualmente ni contribuye-ron en el pasado de manera significativa a la emi-sin de gases de efecto invernadero. Entre tanto, muchos pases de ingreso mediano se estn con-virtiendo en emisores significativos en trminos agregados, pero no tienen la deuda de carbono con el mundo que han acumulado los pases de-sarrollados y, en trminos per cpita, an siguen siendo emisores pequeos. Debemos encontrar una va tica y polticamente aceptable que nos permita comenzar, vale decir, avanzar an ante grandes diferencias respecto de cmo compartir a largo plazo los costos y beneficios. No debemos permitir que los desacuerdos respecto de la distri-bucin obstruyan el camino, del mismo modo en que no podemos permitirnos esperar tener certeza absoluta respecto del rumbo exacto del cambio climtico antes de comenzar a actuar. En este sen-tido, tambin esperamos que este Informe sobre Desarrollo Humano facilite el debate y permita comenzar la travesa.

    El anlisis y las recomendaciones de polticas contenidas en este Informe no reflejan necesariamente las opiniones del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, de su Junta Ejecutiva o de sus estados miembros. El Informe es una publicacin independiente encargada por el PNUD y es el fruto del esfuerzo conjunto de un equipo de prestigiosos consultores y asesores y del equipo encargado del Informe sobre Desarrollo Humano, bajo la direccin de Kevin Watkins, Director de la Oficina encargada del Informe sobre Desarrollo Humano.

    Kemal Dervi Achim SteinerAdministrador Director Ejecutivo Programa de las Naciones Unidas Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo para el Medio Ambiente

  • iii INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO 2007-2008

    Agradecimientos

    Colaboradores La siguiente es la lista de colaboradores quienes elaboraron mltiples estudios, documentos y notas de antecedentes sobre un amplio abanico de temas relacionados con el Informe: Anu Ad-hikari, Mozaharul Alam, Sarder Shafiqul Alam, Juan Carlos Arredondo Brun, Vicki Arroyo, Al-bertina Bambaige, Romina Bandura, Terry Bar-ker, Philip Beauvais, Suruchi Bhadwal, Preety Bhandari, Isobel Birch, Maxwell Boykoff, Karen OBrien, Oli Brown, Odn de Buen, Peter Chau-dhry, Pedro Conceio, Pilar Cornejo, Caridad Canales Dvila, Simon D. Donner, Lin Erda, Alejandro de la Fuente, Richard Grahn, Michael Grimm, Kenneth Harttgen, Dieter Helm, Caspar Henderson, Mario Herrero, Saleemul Huq, Ninh Nguyen Huu, Joseph D. Intsiful, Katie Jenkins, Richard Jones, Ulka Kelkar, Stephan Klasen, Arnoldo Matus Kramer, Kishan Khoday, Roman Krznaric, Robin Leichenko, Anthony Leise-

    rowitz, Junfeng Li, Yan Li, Yue Li, Peter Linguiti, Gordon MacKerron, Andrew Marquard, Ritu Mathur, Malte Meinshausen, Mark Misselhorn, Sreeja Nair, Peter Newell, Anthony Nyong, David Ockwell, Marina Olshanskaya, Victor A. Orindi, James Painter, Peter D. Pederson, Serguey Pegov, Renat Perelet, Alberto Carillo Pineda, Vicky Pope, Golam Rabbani, Atiq Rahman, Mariam Rashid, Bimal R. Regmi, Hannah Reid, J. Tim-mons Roberts, Greet Ruysschaert, Boshra Salem, Jrgen Schmid, Dana Schler, Rory Sullivan, Erika Trigoso Rubio, Md. Rabi Uzzaman, Giulio Volpi, Tao Wang, James Watson, Harald Winkler, Mikhail Yulkin y Yanchun Zhang.

    Varias organizaciones compartieron gene-rosamente sus datos y otros materiales de inves-tigacin: Agence Franaise de Dveloppement; Amnesty International; Centro de Informacin y Anlisis sobre el Dixido de Carbono; la Secre-tara de la Comunidad del Caribe, el Centro de

    Este Informe no habra sido posible sin la generosa contribucin de las muchas perso-nas y organizaciones que enumeramos a continuacin. Los autores quisieran agradecer especialmente a Malte Meinshausen del Potsdam Institute for Climate Impact Research, quien ofreci asesora dedicada y permanente sobre una amplia gama de temas tcnicos. Muchas otras personas hicieron aportes a este Informe, ya sea directamente a travs de estudios de antecedentes, comentarios al borrador y discusiones o indirectamente a travs de sus investigaciones. Adems, los autores reconocen sentirse en deuda con el cuarto informe de evaluacin del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climtico, el cual constituy una fuente inigualable de pruebas cientficas, y con la labor de Sir Nicholas Stern y su equipo en la elaboracin del Informe sobre La economa del cambio climtico. Muchos colegas del sistema de las Naciones Uni-das fueron extremadamente generosos a la hora de compartir su tiempo, experiencia e ideas. Kemal Dervi, el Administrador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, ofreci asesora de gran utilidad para la labor del equipo encargado del Informe. Por ltimo, queremos dar las gracias a todos quienes han participado, directa o indirectamente, en darle un sentido a nuestro esfuerzo y al mismo tiempo, asumimos plena y exclusiva responsabilidad por cualquier error u omisin.

  • INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO 2007-2008 ix

    Comparaciones Internacionales de Produccin, Ingreso y Precios de la Universidad de Pennsylva-nia; Development Initiatives; Departamento de Desarrollo Internacional; Instituto de Cambio Ambiental de la Universidad de Oxford; Comi-sin Europea; Organizacin de las Naciones Uni-das para la Agricultura y la Alimentacin; Fondo para el Medio Ambiente Mundial; Proyecto Mun-dial sobre Desplazados Internos; Centro IGAD de Aplicaciones y Pronsticos Climticos; Insti-tuto de Estudios para el Desarrollo; Centro Inter-nacional para Estudios Penitenciarios; Centro de Monitoreo de Desplazamiento interno; Instituto Internacional de Investigacin de Clima y Socie-dad; Agencia Internacional de Energa; Instituto Internacional de Medio Ambiente y Desarrollo; Instituto Internacional de Estudios Estratgicos; Organizacin Internacional del Trabajo; Fondo Monetario Internacional; Organizacin Interna-cional para las Migraciones; Unin Internacional de Telecomunicaciones; Unin Interparlamenta-ria; Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA; Estudio de los Ingresos de Luxemburgo; Macro International; Organizacin de Cooperacin y Desarrollo Econmicos; Over-seas Development Institute; Oxfam; Pew Center for Climate Change; Practical Action Consul-ting; Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigacin de la Paz; Instituto Internacional de Estocolmo sobre el Agua; Tata Energy Research Institute; Met Office; Fondo de las Naciones Uni-das para la Infancia; Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo; Depar-tamento de las Naciones Unidas sobre Asuntos Econmicos y Sociales, Divisin de Estadsticas y Divisin de Poblacin; Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer; Organizacin de las Naciones Unidas par la Educacin, la Ciencia y la Cultura, Instituto de Estadsticas; Alto Co-misionado de las Naciones Unidas ara los Refu-giados; Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, seccin de tratados; Oficina de Asuntos Jurdicos de las Naciones Unidas; Uni-versidad de East Anglia; WaterAid; Banco Mun-dial; Organizacin Mundial de la Salud; Orga-nizacin Meteorolgica Mundial; Organizacin Mundial del Comercio; Organizacin Mundial de la Propiedad Intelectual y Fondo Mundial para la Naturaleza.

    Equipo de asesoramiento El Informe se benefici enormemente de la ase-sora y orientacin intelectual proporcionada por un grupo de expertos externos compuesto por: Monique Barbut, Alicia Brcena, Fatih Birol, Yvo de Boer, John R. Coomber, Mohammed T. El-Ashry, Paul Epstein, Peter T. Gilruth, Jos

    Goldemberg, HRH Crown Prince Haakon, Sa-leem Huq, Inge Kaul, Kivutha Kibwana, Akio Morishima, Rajendra Pachauri, Jiahua Pan, Achim Steiner, HRH Princess Basma Bint Talal, Colleen Vogel, Morris A. Ward, Robert Watson, Ngaire Woods y Stephen E. Zebiak. Un equipo asesor en estadsticas hizo aportes invalorables, particularmente Tom Griffin, el principal asesor del Informe en materia estadstica. Los miembros del equipo de expertos son: Carla Abou-Zahr, Tony Atkinson, Haishan Fu, Gareth Jones, Ian D. Macredie, Anna N. Majelantle, John Male-Mukasa, Marion McEwin, Francesca Perucci, Tim Smeeding, Eric Swanson, Pervez Tahir y Michael Ward. El equipo tambin quiere agra-decer a Partha Deb, Shea Rutstein y Michael Ward, quienes revisaron, hicieron comentarios y aportaron su experiencia estadstica para un anlisis realizado por la Oficina Encargada del Informe sobre Desarrollo Humano del riesgo y la vulnerabilidad.

    Consultas Los miembros del equipo a cargo del Informe sobre Desarrollo Humano recibieron apoyo, ya sea de ma-nera individual o colectiva, de un amplio proceso de consultas. Quienes participaron en una discu-sin de la Red de Desarrollo Humano aportaron numerosas ideas y observaciones sobre los vncu-los entre cambio climtico y desarrollo humano. El equipo del Informe desea tambin agradecer a Neil Adger, Keith Allott, Kristin Averyt, Ar-mando Barrientos, Haresh Bhojwani, Paul Bled-soe, Thomas A. Boden, Keith Briffa, Nick Brooks, Katrina Brown, Miguel Ceara-Hatton, Fernando Caldern, Jacques Charmes, Lars Christiansen, Kirsty Clough, Stefan Dercon, Jaime de Melo, Stephen Devereux, Niky Fabiancic, Kimberley Fisher, Lawrence Flint, Claudio Forner, Jennifer Frankel-Reed, Ralph Friedlaender, Oscar Gar-cia, Stephen Gitonga, Heather Grady, Barbara Harris-White, Molly E. Hellmuth, John Hoddi-nott, Aminul Islam, Tarik-ul-Islam, Kareen Jabre, Fortunat Joos, Mamunul Khan, Karoly Kovacs, Diana Liverman, Lars Gunnar Marklund, Char-les McKenzie, Gerald A. Meehl, Pierre Mon-tagnier, Jean-Robert Moret, Koos Neefjes, Iiris Niemi, Miroslav Ondras, Jonathan T. Overpeck, Vicky Pope, Will Prince, Kate Raworth, Andrew Revkin, Mary Robinson, Sherman Robinson, Ra-chel Slater, Leonardo Souza, Valentina Stoevska, Eric Swanson, Richard Tanner, Haiyan Teng, Jean Philippe Thomas, Steve Price Thomas, Sandy Tolan, Emma Tompkins, Emma Torres, Kevin E. Trenberth, Jessica Troni, Adriana Velasco, Marc Van Wynsberghe, Tessa Wardlaw y Richard Washington.

  • x INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO 2007-2008

    Lectores del PNUD Un grupo de lectores, constituido por colegas del PNUD, hicieron muchsimos comentarios, sugerencias y aportes de gran utilidad durante el proceso de redaccin del Informe. Queremos mencionar en forma especial los aportes y la ase-sora recibida de: Pedro Conceio, Charles Ian McNeil and Andrew Maskrey, quienes fueron muy generosos con su tiempo e hicieron contri-buciones sustantivas al Informe. Tambin reci-bimos aportes de: Randa Aboul-Hosn, Amat Al-Alim Alsoswa, Barbara Barungi, Winifred Byanyima, Suely Carvalho, Tim Clairs, Niamh Collier-Smith, Rosine Coulibaly, Maxx Dilley, Philip Dobie, Bjrn Frde, Tegegnework Gettu, Yannick Glemarec, Luis Gmez-Echeverri, Re-beca Grynspan, Raquel Herrera, Gilbert Fossoun Houngbo, Peter Hunnam, Ragnhild Imerslund, Andrey Ivanov, Bruce Jenks, Michael Keating, Douglas Keh, Olav Kjorven, Pradeep Kurukula-suriya, Oksana Leshchenko, Bo Lim, Xianfu Lu, Nora Lustig, Metsi Makhetha, Ccile Molinier, David Morrison, Tanni Mukhopadhyay, B. Mu-rali, Simon Nhongo, Macleod Nyirongo, Hafiz Pasha, Stefano Pettinato, Selva Ramachandran, Marta Ruedas, Mounir Tabet, Jennifer Topping, Kori Udovicki, Louisa Vinton, Cassandra Wal-don y Agostinho Zacarias.

    Edicin, produccin y traduccin El Informe se benefici de la asesora y el aporte de un equipo editorial de Green Ink. Anne Mo-orhead proporcion recomendaciones sobre la estructura y la presentacin de los argumentos. La produccin y la edicin tcnica estuvieron a cargo de Sue Hainsworth y Rebecca Mitchell. La

    portada y las pginas divisorias fueron diseadas por Talking Box, con aportes conceptuales de Martn Snchez y Rubn Salinas, sobre la base de una plantilla diseada por Grundy & Northedge en 2005. El diseo de la informacin estuvo a cargo de Phoenix Design Aid and Zago; uno de los mapas (mapa 1.1) fue diseado por Mapping Worlds. Finalmente, la composicin del Informe estuvo en manos de Phoenix Design Aid, con la coordinacin de Lars Jrgensen.

    Las labores de produccin, traduccin, distri-bucin y promocin del Informe contaron con la ayuda y el apoyo de la Oficina de comunicaciones del PNUD, particularmente de Maureen Lynch y Boaz Paldi. Los revisores de las traducciones fue-ron Iyad Abumoghli, Bill Bikales, Jean Fabre, Al-bric Kacou, Madi Musa, Uladzimir Shcherbau y Oscar Yujnovsky.

    En el Inform tambin trabajaron dedicada-mente Jong Hyun Jeon, Isabelle Khayat, Caitlin Lu, Emily Morse y Lucio Severo. Por su parte, Swetlana Goobenkova y Emma Reed hicieron valiosos aportes al equipo estadstico. Margaret Chi y Juan Arbelaez de la Oficina de la Nacio-nes Unidas de Servicios para Proyectos presta-ron servicios fundamentales de gestin y apoyo administrativo.

    Kevin WatkinsDirector

    Informe sobre Desarrollo Humano 2007-2008

  • INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO 2007-2008 xi

    ndicedecontenidos

    Prlogo vAgradecimientos viii

    Perspectiageneral Laluchacontraelcambioclimtico:solidaridadfrenteaunmundodividido 1

    Captulo1 EldesafoclimticodelsigloXXI 19

    1.1 Cambio climtico y desarrollo humano 24El teln de fondo 24Un cambio climtico peligroso: cinco puntos de riesgo para el desarrollo humano 26

    1.2 La ciencia climtica y los escenarios del futuro 31El cambio climtico como resultado de la accin humana 31La contabilidad mundial del carbono: acumulaciones, flujos y sumideros 32Escenarios respecto del cambio climtico: lo conocido, las incgnitas conocidas y lo incierto 33

    1.3 De lo global a lo local: la medicin de la huella ecolgica en un mundo desigual 39Huellas nacionales y regionales: los lmites de la convergencia 39Desigualdad en materia de huellas ecolgicas: algunas personas dejan menos rastro que otras 42

    1.4 Evitar el cambio climtico peligroso: el rumbo de las emisiones sostenibles 44 Presupuestos de carbono para un planeta frgil 44 Escenarios de seguridad climtica: el tiempo se agota 47 El costo de transitar hacia bajas emisiones de carbono: se puede pagar la mitigacin? 501.5 Seguir haciendo lo mismo de siempre: rumbos hacia un futuro climtico insostenible 52 Una mirada hacia el pasado: el mundo desde 1990 52 Mirar hacia el futuro: atrapados en una trayectoria de alza 53 Factores que impulsan el aumento en las emisiones 571.6 Por qu debemos actuar para prevenir el cambio climtico peligroso? 58 Administracin del clima en un mundo interdependiente 59 Justicia social e interdependencia ecolgica 60 El argumento econmico para la adopcin de medidas urgentes 62 Movilizar la accin pblica 66Conclusin 69Cuadro 1.1 del apndice: Medicin de la huella ecolgica mundial algunos pases y regiones 70

    Captulo2 Crisisclimticas:riesgoyvulnerabilidadenunmundodesigual 71

    2.1 Crisis del clima y trampas de crecimiento humano deficiente 75Desastres climticos, una tendencia en aumento 75Riesgo y vulnerabilidad 78Las trampas de desarrollo humano bajo 83De las crisis del clima hoy a la privacin maana: trampas de desarrollo humano bajo en accin 89

    2.2 Mirar al futuro: antiguos problemas y nuevos riesgos del cambio climtico 90

  • xii INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO 2007-2008

    Produccin agrcola y seguridad alimentaria 91Estrs y escasez de agua 95Aumento del nivel del mar y exposicin a riesgos climticos extremos 98Ecosistemas y biodiversidad 102Salud humana y acontecimientos climticos extremos 105

    Conclusin 107

    Captulo3 Evitarelcambioclimticopeligroso:estrategiasdemitigacin 109

    3.1 Fijar las metas de mitigacin 112Establecer presupuestos del carbono: vivir dentro del margen de los recursos ecolgicos disponibles 113Proliferan las metas de reduccin de emisiones 113Los cuatro problemas relacionados con la fijacin de presupuestos del carbono 118Las metas son importantes, pero tambin lo son los resultados 120

    3.2 La asignacin de un precio al carbono: el papel de los mercados y los gobiernos 126Los impuestos por la emisin de carbono frente a los sistemas de lmites mximos y negociacin 126Los sistemas de lmites mximos con negociacin: lecciones aprendidas del Sistema de comercio de derechos de emisin de la UE 130

    3.3 La funcin decisiva de la regulacin y las iniciativas gubernamentales 133Generacin de electricidad: cambiar la trayectoria de las emisiones 134El sector residencial: mitigacin a bajo costo 137Normas para las emisiones vehiculares 139La investigacin, el desarrollo y la implementacin de tecnologas de bajo contenido de carbono 145

    3.4 El papel crucial de la cooperacin internacional 149Incrementar el papel de las transferencias tecnolgicas y el financiamiento 149Reducir la deforestacin 159

    Conclusin 163

    Captulo4 Adaptarsealoinevitable:medidasnacionalesycooperacininternacional 165

    4.1 El desafo nacional 170Adaptacin en el mundo desarrollado 170Vivir con el cambio climtico: la adaptacin en pases en desarrollo 173El marco de las polticas nacionales de adaptacin 174

    4.2 La cooperacin internacional en la adaptacin al cambio climtico 187Argumentos a favor de la accin internacional 187Financiamiento actual para adaptacin: demasiado poco, tardo y fragmentado 188Estar a la altura del desafo de la adaptacin: fortalecer la cooperacin internacional 194

    Conclusin 200

    Notas 201Bibliografa 206

    Recuadros

    1.1 Efectos de retroalimentacin podran acelerar el cambio climtico 38 1.2 Millones de personas carecen de acceso a fuentes modernas de energa 45 1.3 Los pases desarrollados no han cumplido los compromisos asumidos en Kyoto 54 1.4 Responsabilidad y proteccin, tica y religin son temas de inters comn relacionados con el cambio climtico 61

  • INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO 2007-2008 xiii

    1.5 Anlisis de costo-beneficios y el cambio climtico 65 2.1 No todas las catstrofes climticas son registradas 77 2.2 La industria mundial de los seguros: volver a evaluar los riesgos climticos 79 2.3 Huracn Katrina: la demografa social de un desastre 81 2.4 Inseguridad alimentaria y sequa en Nger 85 2.5 Ventas forzadas en Honduras 87 2.6 La inundacin del siglo en Bangladesh 88 2.7 Cambio climtico en Malawi: ms de lo mismo, y peor an 93 2.8 El cambio climtico y la crisis del agua en China 97 2.9 Derretimiento de glaciares y menores perspectivas de desarrollo humano 99 2.10 Cambio climtico y desarrollo humano en el delta del ro Mekong 100 3.1 California, lder por ejemplo en la fijacin de presupuestos del carbono 116 3.2 Divergencia entre objetivos y resultados en Canad 120 3.3 Ley de Gran Bretaa para abordar el cambio climtico: fijacin de un presupuesto del carbono 121 3.4 Los objetivos y estrategias de la Unin Europea en energa y cambio climtico para el ao 2020 123 3.5 Reducir las emisiones de carbono en las economas en transicin 124 3.6 Energa nuclear: algunas preguntas intrincadas 134 3.7 Energas renovables en Alemania: el xito del sistema de fijacin de precios mnimos 138 3.8 Las normas de Estados Unidos para las emisiones de vehculos 141 3.9 Aceite de palma y el fomento de los biocombustibles: una nota de advertencia 146 3.10 El carbn y la reforma a la poltica energtica en China 153 3.11 Crecimiento econmico con menos emisiones de carbono en India 154 3.12 Vincular los mercados de emisiones de dixido de carbono con los ODM y el desarrollo

    sostenible 157 4.1 Adaptacin en las islas char de Bangladesh 179 4.2 El Programa productivo de redes de seguridad en Etiopa 182 4.3 Transferencias en efectivo condicionadas: el programa Bolsa Familia de Brasil 183 4.4 Reducir la vulnerabilidad a travs de la agricultura en Malawi 184 4.5 Seguros contra riesgos y adaptacin 185 4.6 Aprender de la experiencia de Mozambique 186 4.7 Las limitaciones de los Programas de Accin Nacional para la Adaptacin 191

    Cuadros

    1.1 Niveles extremos de temperaturas aumentan con las acumulaciones de CO2 proyecciones para 2080 34 1.2 Para mantener huellas ecolgicas del nivel de la OCDE se requerira ms de un planeta 48 2.1 Las emergencias alimentarias vinculadas con sequas y el desarrollo humano estn en

    estrecha relacin en Kenya 80 2.2 Cmo superan las sequas los pobres de Malawi 84 2.3 El impacto de las crisis generadas por sequas en Etiopa 85 2.4 La agricultura desempea una funcin crucial en las regiones en desarrollo 91 2.5 Un aumento en los niveles del mar tendra enormes impactos sociales y econmicos 101 3.1 Los objetivos de reduccin de las emisiones se plantean logros dispares 114 3.2 Propuestas para el Sistema europeo de comercio de derechos de emisin 131 3.3 Las emisiones de carbono estn vinculadas con la tecnologa de las plantas a carbn 151 3.4 La eficiencia energtica es muy dispar en la industria 152 4.1 La cuenta del financiamiento multilateral de la adaptacin 192 4.2 El costo de proteger el desarrollo contra el clima 195 4.3 Inversin en adaptacin hasta 2015 196

  • xi INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO 2007-2008

    Figuras

    1.1 El alza en las emisiones de CO2 aumenta las acumulaciones y hace subir la temperatura 32 1.2 Pronstico de la temperatura mundial: tres escenarios del IPCC 35 1.3 La energa y los cambios en el uso del suelo son factores predominantes en las emisiones de gases de efecto invernadero 40 1.4 Los pases desarrollados predominan en la cuenta acumulativa de emisiones 40 1.5 Las emisiones mundiales de CO2 estn muy concentradas 41 1.6 Pases desarrollados: profundas huellas ecolgicas 43 1.7 Vivir sin electricidad 44 1.8 Muchos pases siguen dependiendo de la biomasa 44 1.9 El riesgo de desencadenar el cambio climtico peligroso aumenta con las acumulaciones de gases de efecto invernadero 46 1.10 El presupuesto de carbono del siglo XXI est pronto a completarse 47 1.11 Reducir las emisiones a la mitad antes de 2050 podra evitar el cambio climtico peligroso 49 1.12 Contraccin y convergencia hacia un futuro sostenible 50 1.13 La mitigacin rigurosa no genera resultados a corto plazo 51 1.14 Algunos pases desarrollados estn muy lejos de cumplir los objetivos y compromisos

    asumidos en Kyoto 53 1.15 En un escenario sin cambios, las emisiones de CO2 siguen una tendencia al alza 56 1.16 La intensidad de las emisiones de carbono disminuye demasiado lento como para reducir las emisiones totales 57 2.1 Los desastres climticos afectan cada vez a ms personas 75 2.2 Los pases en desarrollo tienen ms riesgo de sufrir desastres 76 2.3 Los desastres climticos estn aumentando las prdidas respaldadas por seguros 78 2.4 La cobertura del seguro social es mucho ms alta en los pases desarrollados 80 2.5 En Etiopa, la variabilidad del ingreso sigue de cerca la variabilidad de las precipitaciones 91 2.6 El cambio climtico daar la agricultura de los pases en desarrollo 91 2.7 Glaciares en retroceso en Amrica Latina 98 3.1 Menos intensidad de carbono no siempre reduce las emisiones 119 3.2 Precios del carbono inestables en la Unin Europea 130 3.3 El carbn aumentar las emisiones de CO2 en el sector energtico 135 3.4 Energa elica en EE.UU.: su capacidad aumenta y los costos disminuyen 137 3.5 Las normas de eficiencia sobre combustibles difieren mucho en los pases desarrollados 140 3.6 La rpida transicin de la flota de automviles es posible: Pakistn 144 3.7 Algunos biocombustibles son ms baratos y emiten menos CO2 145 3.8 Una mayor eficiencia del carbn podra reducir las emisiones de CO2 151 3.9 Los bosques estn disminuyendo 160 4.1 La adaptacin es una buena inversin en la Unin Europea 172 4.2 Dficit de informacin climtica en frica 175 4.3 Los flujos de ayuda deben acelerarse para cumplir compromisos 190 4.4 La ayuda bsica destinada a frica Subsahariana no registra variaciones 190 4.5 Fondos internacionales de adaptacin exiguos frente a las inversiones de los pases

    desarrollados 192 4.6 La ayuda es vulnerable al cambio climtico 193

    Mapas

    1.1 Representacin de la variacin mundial de emisiones de CO2 42 2.1 El rea propensa a sequas de frica est aumentando 92

  • INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO 2007-2008 x

    Contribucionesespeciales

    Cambio climtico: juntos podemos ganar la batalla, Ban Ki-moon 23 Las polticas climticas y el desarrollo humano, Amartya Sen 28 Nuestro futuro comn y el cambio climtico, Gro Harlem Bruntland 59 El cambio climtico como cuestin de derechos humanos, Sheila Watt-Cloutier 82 La ciudad de Nueva York toma la iniciativa en el cambio climtico, Michael R. Bloomberg 117 Accin nacional para superar un desafo mundial, Luiz Incio Lula da Silva 143 No necesitamos un apartheid en la adaptacin al cambio climtico, Desmond Tutu 168 No tenemos alternativa, Sunita Narain 189

    Indicadores del desarrollo humano

    Indicadoresdeldesarrollohumano 221Guaparaellectorynotassobreloscuadros 223Siglasyabreviaturas 230

    Seguimientodeldesarrollohumano:ampliarlasopcionesdelagente 1 ndice de desarrollo humano 231 1a Indicadores bsicos de otros estados miembros de las Naciones Unidas 235 2 Tendencias del ndice de Desarrollo Humano 236 3 Pobreza humana y de ingresos: pases en desarrollo 240 4 Pobreza humana y de ingresos: pases de la OCDE, Europa Central y Oriental y la CEI 243

    paradisfrutardeunavidalargaysaludable 5 Tendencias demogrficas 245 6 Compromiso con la salud: recursos, acceso y servicios 249 7 Agua, saneamiento y nutricin 253 8 Desigualdad en la salud materno-infantil 257 9 Principales crisis y riesgos mundiales en materia de salud 259 10 Supervivencia: avances y retrocesos 263

    pararecibireducacin 11 Compromiso con la educacin: gasto pblico 267 12 Alfabetizacin y matriculacin 271 13 Tecnologa: difusin y creacin 275

    paraaccederalosrecursosnecesariosquepermitandisfrutardeunniveldevidadigno 14 Desempeo econmico 279 15 Desigualdad de ingresos y gastos 283 16 La estructura del comercio 287 17 Desembolsos en asistencia de los pases miembros del CAD de la OCDE 291 18 Corrientes de ayuda, capital privado y deuda 292 19 Prioridades del gasto pblico 296 20 Desempleo en los pases miembros de la OCDE 298 21 Desempleo y empleo en el sector informal en pases que no son miembros de la OCDE 301

  • xi INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO 2007-2008

    conservndoloparalasfuturasgeneraciones 22 Energa y medio ambiente 304 23 Fuentes de energa 308 24 Emisiones y acumulaciones de dixido de carbono 312 25 Situacin de los principales tratados sobre medio ambiente 316

    protegiendolaseguridadpersonal 26 Refugiados y armamentos 320 27 Delincuencia y justicia penal 324

    ylograndolaigualdadparatodos,hombresymujeres 28 ndice de desarrollo relativo al gnero 328 29 ndice de potenciacin de gnero 332 30 Desigualdad de gnero en la educacin 336 31 Desigualdad de gnero en la actividad econmica 340 32 Gnero, carga de trabajo y distribucin del tiempo 344 33 Participacin de la mujer en poltica 345

    Instrumentosrelativosaderechoshumanosyderechoslaborales 34 Situacin de los principales instrumentos internacionales sobre derechos humanos 349 35 Situacin de los principales convenios de derechos laborales 353

    Notatcnica1 357Notatcnica2 364Definicionesdetrminosestadsticos 366Referenciasestadsticas 374Clasificacindepases 376ndicedeindicadores 380ndicedeindicadoresdelosObjetivosdeDesarrollodelMilenioenlosCuadrosdeindicadoresdelIDH 385

  • INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO 2007-2008 1

    El progreso humano no es ni automtico ni inevitable. El futuro ya est aqu y debemos enfrentar la cruda urgencia del ahora. En este acertijo constante que implica la vida y la historia, la posibilidad de llegar tarde existe. Podemos rogarle desesperadamente al tiempo que detenga su paso, pero el tiempo es sordo a nuestras splicas y seguir su curso. Sobre montaas de blancas osamentas y desperdicios de mltiples civilizaciones se observan las terribles palabras: Demasiado tarde.

    Martin Luther King Jr. Qu rumbo tomamos ahora: el del caos o el de la comunidad?

    Estas palabras, que forman parte de un sermn sobre justicia social pronunciado por Martin Luther King hace cuatro decenios, resuenan hoy poderosamente. En los albores del siglo XXI, no-sotros tambin enfrentamos la implacable ur-gencia de una crisis que vincula el presente con el futuro. Esa crisis se llama cambio climtico. Y es una crisis que an se puede detener, pero tenemos poco tiempo para hacerlo. El mundo dispone de menos de 10 aos para cambiar su rumbo. No hay otro tema ms urgente y ninguno exige medidas tan inmediatas como ste.

    El cambio climtico es el problema que de-termina el desarrollo humano en nuestra genera-cin. En ltima instancia, todo desarrollo busca ampliar las potencialidades humanas y aumentar las libertades; tambin busca que la gente pueda desarrollar las capacidades que les permitan tomar decisiones y llevar una vida que consideren valiosa. En este sentido, el cambio climtico amenaza con erosionar las libertades humanas y reducir las op-ciones, al mismo tiempo que pone en tela de juicio ese principio bsico de la Ilustracin que sostiene que gracias al progreso humano el futuro siempre ser mejor que el pasado.

    Las primeras seales de advertencia son ya evidentes. Somos hoy testigos de primera mano de lo que podra ser el inicio de un retroceso de enormes proporciones en el desarrollo humano

    durante nuestra generacin. En todos los pases en desarrollo, millones de los habitantes ms po-bres del mundo se ven obligados a enfrentar los impactos del cambio climtico. Estos impactos no ocurren como sucesos apocalpticos que concitan la mirada atenta de todos los medios de comuni-cacin. La mayora pasa inadvertida en el mercado financiero y no queda registrada en el Producto Interno Bruto (PIB) mundial. Pero fenmenos como la creciente exposicin a sequas, tormentas ms intensas, inundaciones y crisis medioambien-tales estn frenando los esfuerzos de las personas pobres del mundo por mejorar sus vidas y las de sus hijos e hijas.

    El cambio climtico minar los esfuerzos que se emprenden en el mbito internacional con el fin de combatir la pobreza. Hace siete aos, los lderes polticos del mundo se congregaron para fijar metas que aceleraran el avance en pos del desarrollo humano y, en efecto, los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) definieron una nueva visin ambiciosa para el ao 2015. Sin duda es mucho lo que se ha conseguido; pero gran can-tidad de pases no avanzan al ritmo necesario. El cambio climtico est frenando los esfuerzos por cumplir con las promesas de los ODM. Mirando hacia el futuro, el cambio climtico amenaza con paralizar y revertir los avances conseguidos du-rante generaciones, no slo en cuanto a reducir

    Perspectiageneral

    Laluchacontraelcambioclimtico:Solidaridadfrenteaunmundodiidido

  • 2 INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO 2007-2008

    la pobreza extrema, sino tambin en salud, nutri-cin, educacin y otros mbitos.

    La manera en que el mundo enfrente el cam-bio climtico hoy tendr un efecto directo en las perspectivas de desarrollo humano de un gran segmento de la humanidad. El fracaso destinar al 40% ms pobre de la poblacin mundial (unos 2.600 millones de personas) a un futuro con muy pocas oportunidades; exacerbar las profundas desigualdades al interior de los pases y socavar los esfuerzos destinados a desarrollar un sistema ms inclusivo de globalizacin, reforzando al mismo tiempo las enormes disparidades entre quienes tienen mucho y quienes no tienen casi nada.

    En el mundo de hoy, son los pobres los que llevan el peso del cambio climtico. Maana, ser toda la humanidad la que deber enfrentar los riesgos asociados al calentamiento global. La veloz acumulacin de gases de efecto invernadero en la atmsfera de la Tierra est cambiando de manera fundamental el pronstico climtico de las prxi-mas generaciones. Estamos acercndonos al borde de los llamados puntos de inflexin, sucesos im-predecibles y no lineales que pueden desencadenar catstrofes ecolgicas, entre ellas la prdida acele-rada de los hielos polares de la Tierra, que trans-formarn los sistemas de asentamientos humanos y minarn la viabilidad de economas nacionales completas. Es posible que nuestra generacin no se vea afectada por sus consecuencias. Pero nuestros hijos y sus nietos no tendrn alternativa y tendrn que vivir con ellas. La aversin a la pobreza y a la desigualdad de hoy y al riesgo catastrfico de ma-ana provee un slido fundamento para actuar ahora con mxima premura.

    Para algunos comentaristas, la incertidum-bre en torno a los sucesos del futuro sigue siendo el argumento que justifica reaccionar slo par-cialmente ante el cambio climtico. Pero partir de esa posicin es ya un error. Ciertamente hay muchos aspectos desconocidos: la ciencia clima-tolgica trabaja con probabilidades y riesgos, no con certidumbres. No obstante, si para nosotros es importante el bienestar de nuestros hijos y nie-tos, incluso ante riesgos leves de que se produzca una catstrofe vale la pena considerar un sistema de precauciones basado en seguros. Y la incerti-dumbre puede ir en ambas direcciones: los riesgos pueden ser mayores de lo que alcanzamos a vis-lumbrar hoy.

    El cambio climtico exige actuar con urgen-cia ahora mismo para encarar una amenaza a dos grandes grupos que tienen poco poder para hacer sentir su voz: los pobres del mundo y las genera-ciones futuras. Adems, plantea interrogantes de suma importancia sobre justicia social, equidad y derechos humanos que ataen a todos los pases

    y cruzan generaciones. ste es el tema que abor-damos en el Informe sobre Desarrollo Humano 2007-2008. Partimos de la premisa de que la ba-talla contra el cambio climtico puede y debe ser ganada. El mundo cuenta tanto con los recursos financieros como con las capacidades tecnolgicas para actuar, de modo que si no logramos impedir el cambio climtico ser a causa de nuestra inca-pacidad de generar voluntad poltica para obrar unidos.

    Un resultado como aqul sera no slo un fra-caso producto de la falta de imaginacin y el lide-razgo poltico, sino tambin un descalabro moral de dimensiones sin parangn en la historia de la humanidad. En el siglo XX, los errores de los l-deres polticos del momento desencadenaron dos guerras mundiales y millones de personas pagaron un elevado precio por catstrofes que se podran haber evitado. El peligroso cambio climtico es la catstrofe posible de evitar que amenaza al siglo XXI y ms all. Las futuras generaciones juzga-rn con acritud a una generacin que, en conoci-miento del cambio climtico y sus consecuencias, sigui sin cambiar de rumbo, condenando a millo-nes de los habitantes ms vulnerables del planeta a la pobreza y exponiendo a las futuras generaciones al riesgo de un desastre ecolgico.

    Interdependencia ecolgicaEl cambio climtico es diferente de los dems problemas que enfrenta la humanidad y nos reta a cambiar nuestra forma de pensar de muchas maneras. Por sobre todas las cosas, nos desafa a pensar en el significado de formar parte de una comunidad humana que es interdependiente en trminos ecolgicos.

    La interdependencia ecolgica no es un con-cepto abstracto. Hoy vivimos en un mundo divi-dido en muchos sentidos. La gente est separada por enormes brechas de riqueza y oportunidades y en muchas regiones, los nacionalismos en pugna son fuente de conflicto. Con demasiada frecuen-cia, las identidades religiosas, culturales y tnicas se conciben como el origen de divisiones y dife-rencias entre los seres humanos. Ante todas estas divergencias, el cambio climtico se transforma en un potente recordatorio de aquello que todos compartimos por igual: el planeta Tierra. Todas las naciones y todos los seres humanos comparti-mos la misma atmsfera y slo tenemos una.

    El calentamiento global est poniendo en evi-dencia que sobrepasamos la capacidad de carga de la atmsfera del planeta. A un ritmo sin preceden-tes se estn depositando enormes acumulaciones de gases de efecto invernadero que atrapan el calor en la atmsfera de la Tierra. Las actuales concen-traciones han alcanzado el equivalente a 380

    El cambio climtico se

    transforma en un potente

    recordatorio de aquello que

    todos compartimos por

    igual: el planeta Tierra. Todas

    las naciones y todos los

    seres humanos compartimos

    la misma atmsfera y

    slo tenemos una

  • INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO 2007-2008 3

    partes por milln (ppm) de dixido de carbono (CO2e), cifra que supera el rango natural de los ltimos 650.000 aos. En el transcurso del siglo XXI o algo ms, el promedio de la temperatura mundial podra aumentar en ms de 5C.

    Para poner esa cifra en contexto, se trata del equivalente al cambio de temperatura ocurrido desde la ltima era glacial, una era durante la cual gran parte de Europa y Amrica del Norte se encontraba cubierta por ms de un kilmetro de hielo. El umbral de un cambio climtico peli-groso es un aumento del orden de 2C. Este um-bral define en trminos muy generales el punto en el cual se tornaran inevitables un rpido retroceso en materia de desarrollo humano y una marcha inexorable hacia daos ecolgicos muy difciles de evitar.

    Pero tras las cifras y las mediciones hay un simple dato sobrecogedor. Estamos, de manera temeraria, gestionando de psima manera nues-tra interdependencia ecolgica. En efecto, nues-tra generacin est acumulando una deuda eco-lgica insostenible que se traspasar a las futuras generaciones. Estamos girando a cuenta del ca-pital ambiental de nuestros hijos. El cambio cli-mtico peligroso significar la adaptacin a un nivel insostenible de emisiones de gases de efecto invernadero.

    Las futuras generaciones no son las nicas que debern hacer frente a un problema del cual no son responsables, ya que los pobres del mundo sern los primeros afectados y sufrirn los reve-ces ms perniciosos. Las naciones desarrolladas y sus ciudadanos son responsables de una mayora abrumadora de los gases de efecto invernadero que estn atrapados en la atmsfera de la Tierra. No obstante, son los pases en desarrollo y sus ciuda-danos quienes pagarn el precio ms alto por el cambio climtico.

    Hay una relacin inversa entre la responsabi-lidad por el cambio climtico y la vulnerabilidad ante sus efectos que en ocasiones se olvida. En las naciones desarrolladas, el debate pblico resalta cada vez ms la amenaza implcita en el creciente nivel de emisiones de gases de efecto invernadero generado por los pases en desarrollo. Si bien es una amenaza real, no debe desviar nuestra mirada del problema fundamental. En su momento, Ma-hatma Gandhi se pregunt cuntos planetas se necesitaran si la India decidiera seguir el patrn de industrializacin vigente en Gran Bretaa. No podemos responder esa pregunta. No obstante, en este informe calculamos que si todos los habi-tantes de la tierra generaran la misma cantidad de gases de efecto invernadero de algunos pases de-sarrollados, necesitaramos nueve planetas.

    Mientras los pobres viven en la Tierra dejando una huella ecolgica apenas perceptible, soportan el grueso de las consecuencias de la gestin no sostenible de nuestra interdependencia ecolgica. Hasta la fecha, los habitantes de los pases desa-rrollados se han limitado a ajustar los termostatos, soportar veranos ms largos y calurosos y observar cambios en las estaciones para hacer frente al cam-bio climtico. Adems, a medida que aumenta el nivel del mar, ciudades como Londres y Los n-geles pueden enfrentar el riesgo de inundaciones, pero sus habitantes estn protegidos por moder-nos sistemas de defensa. Por el contrario, cuando el calentamiento global altera los patrones clim-ticos en el Cuerno de frica, significa la prdida de cosechas y hambruna, o que las mujeres y las jvenes deban dedicar largas horas del da a buscar agua. Y sea cual fuere el riesgo futuro que enfren-tan las ciudades del mundo desarrollado, hoy las verdaderas vulnerabilidades al cambio climtico vinculadas con tormentas e inundaciones se dan en las comunidades rurales que habitan los del-tas de grandes ros como el Ganges, el Mekong y el Nilo y en los asentamientos precarios que crecen sin control en las ciudades del mundo en desarrollo.

    Si bien los nuevos riesgos y vulnerabilidades asociados al cambio climtico son el resultado de procesos fsicos, tambin son una consecuencia de las acciones y opciones de las personas. Se trata de otro de los aspectos de la interdependencia eco-lgica que en ocasiones se olvida. Cuando los ha-bitantes de una ciudad norteamericana encienden el aire acondicionado o los europeos manejan sus autos, esas acciones tienen consecuencias que los vinculan con las comunidades rurales de Bangla-desh, los campesinos de Etiopa y los habitantes de los barrios marginales de Hait. De la mano de estos vnculos humanos vienen las responsabili-dades morales, entre ellas la responsabilidad de reflexionar y cambiar aquellas polticas energ-ticas que causan dao a los dems y a las futuras generaciones.

    Por qu se justifica actuar? Si el mundo reacciona hoy ser posible, pero slo posible, mantener durante el siglo XXI el aumento de la temperatura mundial dentro del umbral de los 2C por encima del nivel de la poca preindus-trial. Lograr esto requerir un elevado nivel de liderazgo y cooperacin internacional sin prece-dentes. Sin embargo, el cambio climtico es una amenaza que tambin brinda una oportunidad. Fundamentalmente, brinda la oportunidad de que el mundo se una para dar una respuesta comn a una crisis que amenaza con detener el progreso.

    Estamos, de manera

    temeraria, gestionando de

    psima manera nuestra

    interdependencia ecolgica.

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    acumulando una deuda

    ecolgica insostenible

    que se traspasar a las

    futuras generaciones

  • 4 INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO 2007-2008

    Los valores que inspiraron a los autores de la Declaracin Universal de los Derechos Humanos constituyen un punto de referencia slido. Dicho documento fue una respuesta al fracaso poltico que dio pie al nacionalismo extremo, al fascismo y a la guerra mundial. En l se estipulan una serie de derechos civiles, polticos, culturales, sociales y econmicos para todos los miembros de la fami-lia humana. Los valores que inspiraron la Decla-racin Universal fueron considerados un cdigo de conducta para las relaciones humanas que im-pidiera la omisin y el desprecio por los derechos humanos que han resultado en actos brbaros que han ultrajado la conciencia de la humanidad.

    Quienes redactaron la Declaracin Univer-sal de los Derechos Humanos volvieron la mirada hacia una tragedia humana del pasado, la segunda guerra mundial. El cambio climtico es diferente: es una tragedia humana en ciernes. Permitir que esa tragedia siga su curso sera un error poltico digno de ser catalogado como ultraje a la concien-cia de la humanidad. Representara una violacin sistemtica de los derechos humanos de los pobres del mundo y de las futuras generaciones y un ver-dadero retroceso en los valores universales. Por el contrario, impedir el cambio climtico peligroso implica la esperanza de que surjan soluciones multilaterales para el amplio abanico de proble-mas que enfrenta la comunidad internacional. El cambio climtico nos confronta con interrogantes extremadamente complejas que ataen al campo de las ciencias, la economa y las relaciones inter-nacionales. Son interrogantes que hay que abor-dar mediante estrategias prcticas. Sin embargo, es importante no perder de vista los asuntos ms generales que estn en juego. La opcin real que hoy enfrentan los lderes polticos y las personas es entre valores humanos universales, por una parte, y participacin en la violacin generalizada y siste-mtica de los derechos humanos, por la otra.

    El punto de partida para evitar el cambio cli-mtico peligroso es reconocer las tres caracters-ticas especficas del problema. La primera de esas caractersticas es la fuerza combinada de la iner-cia y las consecuencias acumulativas del cambio climtico. Una vez que se emiten, el dixido de carbono (CO2) y otros gases de efecto inverna-dero permanecen en la atmsfera durante mucho tiempo. No hay botones de retroceso rpido para reducir las acumulaciones. Las personas que vivan durante los primeros aos del siglo XXII debern convivir con las consecuencias de nuestras emisio-nes, tal como nosotros estamos ahora viviendo las consecuencias de las emisiones desde la revolucin industrial. En este sentido, los rezagos de tiempo son una consecuencia importante de la inercia del cambio climtico. Incluso las medidas de mitiga-

    cin ms exigentes no podrn afectar de manera sustancial los cambios de la temperatura prome-dio hasta mediados de 2030 y las temperaturas mximas no se alcanzarn hasta 2050. En otras palabras, el mundo entero y particularmente los ms pobres debern convivir durante la primera mitad del siglo XXI con un cambio climtico en el cual ya estamos comprometidos.

    La naturaleza acumulativa del cambio clim-tico tiene implicancias mltiples y variadas, de las cuales tal vez la ms importante sea la falta de co-incidencia entre los ciclos del carbono y los ciclos polticos. La actual generacin de lderes polticos no puede solucionar el problema del cambio cli-mtico, porque para tomar un rumbo de emisio-nes sostenibles se requieren decenios, no aos. Sin embargo, estos lderes s tienen el poder de abrir oportunidades para las futuras generaciones, o de cerrarles la puerta.

    La urgencia es la segunda caracterstica del desafo que nos plantea el cambio climtico, ade-ms de ser un corolario de la inercia. En muchos otros mbitos de las relaciones internacionales, la falta de accin o la dilacin en materia de acuer-dos tienen costos acotados. Un ejemplo de ello es el comercio internacional, mbito en el cual las negociaciones pueden romperse o retomarse, sin que ello signifique causar daos a largo plazo al sistema que lo sustenta, tal como lo demues-tra la desafortunada historia de la Ronda de ne-gociaciones comerciales de Doha. En el caso del cambio climtico, cada ao de atraso en lograr acuerdos para reducir las emisiones implica ms gases de efecto invernadero que se suman a lo ya acumulado, consolidando con ello temperaturas ms altas en el futuro. Para seguir con la analo-ga, en los siete aos que han transcurrido desde el inicio de la Ronda de Doha, las acumulaciones de gases de efecto invernadero han aumentado en alrededor de 12 ppm de CO2e, acopio que seguir estando ah cuando se inicien las rondas de nego-ciaciones comerciales del siglo XXII.

    No se encuentran fcilmente analogas hist-ricas para explicar la urgencia que reviste el pro-blema del cambio climtico. Durante la Guerra Fra, la enorme cantidad de misiles nucleares diri-gidos hacia algunas ciudades constitua una grave amenaza para la seguridad humana. No obstante, no hacer nada era una estrategia para la conten-cin de los riesgos. Que ambos bandos estuvieran al tanto de que podan destruirse mutuamente brindaba una estabilidad perversamente previ-sible. Por el contrario, en el caso del cambio cli-mtico, no hacer nada garantiza el avance hacia una mayor acumulacin de gases de efecto inver-nadero y hacia la destruccin segura del potencial del desarrollo humano

    La opcin real que

    hoy enfrentan los lderes

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    universales, por una parte,

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    violacin generalizada

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    humanos, por la otra

  • INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO 2007-2008 5

    La tercera dimensin de importancia en el de-safo que implica el cambio climtico es su escala mundial. La atmsfera de la Tierra no diferencia entre los gases de efecto invernadero segn el pas de origen. Una tonelada de gases de efecto inver-nadero producida en China tiene el mismo peso que una tonelada de gases de efecto invernadero producida en Estados Unidos y las emisiones de un pas son el problema de cambio climtico de otro. De esto se desprende que ningn pas por s solo puede ganar la batalla contra el cambio clim-tico. La accin conjunta no es una alternativa, es una obligacin. Cuando Benjamn Franklin firm la Declaracin de la Independencia de Estados Unidos en 1776, habra comentado lo siguiente: O nos mantenemos unidos o con toda seguridad iremos camino a la horca por separado. En nues-tro mundo tan desigual, algunos, ciertamente los ms pobres, irn camino a la horca ms pronto que otros en caso de que no se logren soluciones con-juntas. Pero en ltima instancia, se trata de una crisis factible de prevenir que amenaza a todos los pueblos y a todos los pases. Tambin nosotros te-nemos la opcin de mantenernos unidos e idear soluciones conjuntas a un problema compartido o bien ir camino a la horca por separado.

    Aprovechar el momento: 2012 y despusFrente a un problema tan preocupante como el cambio climtico, resignarse al pesimismo puede aparecer como una respuesta justificada. No obs-tante, la resignacin es un lujo que los pobres y las futuras generaciones no pueden darse; adems de que existe una alternativa.

    Existen motivos para sentirse optimistas. Hace cinco aos, el mundo segua entrampado en la discusin sobre si haba o no cambio climtico y si ste era o no inducido por los seres humanos. En efecto, cunda el escepticismo en torno al fe-nmeno. Hoy, la controversia ya es cosa del pa-sado y las posiciones escpticas son cada vez ms marginales. La cuarta evaluacin realizada por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climtico ha establecido un consenso cientfico abrumador de que el cambio climtico es real y que se origina en la actividad humana. Casi todos los gobiernos del mundo comparten este consenso. Por otra parte, luego de la publi-cacin del Informe Stern sobre La economa del cambio climtico, la mayora de los gobiernos tam-bin acepta que la solucin al problema del cam-bio climtico es asequible, ms asequible que los costos de la inaccin.

    El impulso poltico tambin cobra ritmo. Muchos gobiernos estn fijando metas ambicio-sas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y la mitigacin del cambio climtico

    es hoy un elemento inamovible de la agenda del Grupo de los Ocho (G8) pases ms industrializa-dos. Adems, se est fortaleciendo el dilogo entre los pases desarrollados y los pases en desarrollo.

    Todo lo anterior es positivo, pero los resulta-dos prcticos son menos notorios. Mientras los gobiernos reconocen la realidad del calentamiento global, las medidas polticas continan estando por debajo de lo mnimo necesario para resolver el problema. En este sentido, hay una brecha enorme entre la evidencia cientfica y la respuesta poltica. Algunos pases del mundo desarrollado an no han establecido metas ambiciosas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, mien-tras que otros lo han hecho, pero no han adoptado las reformas de su poltica energtica que aseguren su cumplimiento. Sin embargo, el problema ms grave es que el mundo carece de un marco mul-tilateral claro, creble y de largo aliento que trace un curso de accin para evitar el cambio climtico peligroso, curso que resuelva la diferencia entre los ciclos polticos y los ciclos del carbono.

    Cuando el actual perodo de compromisos del Protocolo de Kyoto llegue a su fin en 2012, la co-munidad internacional tendr la oportunidad de establecer dicho marco. Para aprovechar esa opor-tunidad se requiere un liderazgo decidido; pero dejarla pasar implica empujar ms al mundo por el camino del cambio climtico peligroso.

    Los pases desarrollados son quienes deben asumir el liderazgo, ya que tienen la carga de la responsabilidad histrica del problema del cam-bio climtico. Adems, cuentan con los recursos financieros y las capacidades tecnolgicas para ini-ciar reducciones profundas y prontas en las emi-siones. El punto de partida es poner precio al car-bono a travs de impuestos de emisin o sistemas de emisiones de carbono negociables con fijacin de lmites mximos. Pero la sola aplicacin de me-didas de mercado no ser suficiente. Tambin es sumamente importante crear sistemas regulado-res y asociaciones pblico-privadas para transitar hacia una economa con bajos niveles de emisiones de carbono.

    El principio de responsabilidad comn pero diferenciada, una de las bases del marco de Kyoto, implica que los pases en desarrollo tambin tie-nen una funcin que desempear. La credibili-dad de cualquier acuerdo multilateral depender de la participacin de los principales emisores del mundo en desarrollo. No obstante, en funcin de los principios bsicos de equidad y el imperativo del desarrollo humano de ampliar el acceso a la energa, los pases en desarrollo deben contar con la flexibilidad suficiente para hacer la transicin hacia un crecimiento bajo en emisiones de car-bono a un ritmo coherente con sus capacidades.

    Ningn pas por s solo

    puede ganar la batalla

    contra el cambio climtico.

    La accin conjunta no es una

    alternativa, es una obligacin

  • 6 INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO 2007-2008

    La cooperacin internacional tiene una fun-cin crtica que desempear en muchos niveles. El esfuerzo mundial de mitigacin mejorara consi-derablemente si el mecanismo posterior a Kyoto 2012 incorporara sistemas de financiamiento y transferencias tecnolgicas, los cuales podran servir para derribar obstculos que impiden el de-sembolso rpido en las tecnologas con bajas emi-siones de carbono necesarias para evitar el cambio climtico peligroso. Los esfuerzos de mitigacin se veran fortalecidos con una cooperacin desti-nada a apoyar la conservacin y la gestin sosteni-ble de los bosques tropicales.

    Tambin es necesario encarar las prioridades en materia de adaptacin. Desde hace demasiado tiempo que la adaptacin al cambio climtico se aborda como si fuera un problema marginal y no como un aspecto fundamental del programa inter-nacional para la reduccin de la pobreza. Si bien la mitigacin es imprescindible porque definir las perspectivas para evitar el cambio climtico peli-groso en el futuro, no podemos abandonar a los pobres del mundo a su propia suerte mientras los pases desarrollados resguardan a sus ciudadanos tras poderosas fortalezas de proteccin contra el clima. La justicia social y el respeto de los derechos humanos exigen un compromiso internacional ms decidido en el mbito de la adaptacin.

    Nuestro legadoEl marco posterior a Kyoto 2012 influir notable-mente en el panorama para evitar el cambio cli-mtico y para enfrentar aquellos fenmenos que ahora ya son inevitables. Las negociaciones al res-pecto se desarrollarn entre gobiernos con nive-les muy diversos de poder negociador y tambin habr poderosos intereses creados en el sector em-presarial que harn sentir su voz. A medida que los gobiernos inicien las negociaciones de un Proto-colo posterior a Kyoto 2012, es importante que re-flexionen sobre dos grupos con muy poca voz pero poderosas demandas en cuanto a justicia social y respeto de los derechos humanos: los pobres del mundo y las futuras generaciones.

    Aquellas personas que luchan da a da por mejorar una vida en condiciones de miseria abso-luta y hambre deberan tener la primera prioridad en materia de solidaridad humana. Sin lugar a dudas, merecen algo ms que lderes polticos que se congregan en cumbres internacionales y fijan rimbombantes objetivos de desarrollo para que luego esas mismas metas se socaven por la falta de accin en materia de cambio climtico. Y nuestros hijos y bisnietos tienen el derecho a imputarnos un alto nivel de responsabilidad cuando lo que est pendiendo de un hilo es su futuro e incluso su supervivencia. Ellos tambin merecen algo ms

    que una generacin de lderes polticos que se cru-zan de brazos frente al mayor desafo que alguna vez haya enfrentado el gnero humano. Expresn-dolo de modo terminante, los pobres del mundo y las futuras generaciones no pueden permitirse la complacencia y las evasivas que todava carac-terizan las negociaciones internacionales sobre cambio climtico. Tampoco pueden afrontar la enorme divergencia entre lo que dicen los lderes del mundo desarrollado sobre las amenazas del cambio climtico y lo que finalmente practican en sus polticas energticas.

    Hace 20 aos, Chico Mendes, ambientalista brasileo, muri intentando defender la selva amaznica contra la destruccin. Antes de su muerte, habl de la conexin entre su lucha y un movimiento mundial por la justicia social: Al principio crea que estaba luchando para salvar rboles del caucho; luego pens que luchaba por salvar la selva amaznica. Ahora me doy cuenta que estoy luchando por la humanidad.

    La lucha contra el cambio climtico peligroso es parte de la lucha por la humanidad. Ganar la batalla requiere cambios de gran envergadura en muchos niveles: en el consumo, en cmo produ-cimos y ponemos precio a la energa y en la co-operacin internacional. Pero por sobre todas las cosas, requiere cambios trascendentales en nues-tra manera de ver la interdependencia ecolgica, la justicia social para los pobres del mundo y los derechos tanto humanos y de otro tipo de las fu-turas generaciones.

    El desafo climtico del siglo XXIEl calentamiento global ya es un hecho. Las tempe-raturas han aumentado unos 0,7 C en el mundo desde el comienzo de la era industrial y la tasa de aumento se est acelerando. Por otra parte, hay pruebas cientficas abrumadoras de que dicho au-mento est vinculado con el aumento de los gases de efecto invernadero en la atmsfera de la Tierra.

    Es imposible trazar una lnea absoluta que separe el cambio climtico peligroso del se-guro. Ya muchos de los habitantes ms pobres del mundo y los sistemas ecolgicos ms frgiles estn siendo obligados a adaptarse al cambio climtico peligroso. No obstante, ms all del umbral de 2C, el riesgo de retrocesos a gran escala en el de-sarrollo humano y de catstrofes ecolgicas irre-versibles aumentar abruptamente.

    Si seguimos haciendo lo de costumbre, el mundo superar con creces ese umbral. Para tener un 50% de posibilidades de no aumentar la temperatura en ms de 2C por sobre los niveles preindustriales, se requiere estabilizar los gases de efecto invernadero en concentraciones cerca-nas a las 450 ppm de CO2e. La estabilizacin en

    Los pobres del mundo y

    las futuras generaciones

    no pueden permitirse la

    complacencia y las evasivas

    que todava caracterizan

    las negociaciones

    internacionales sobre

    cambio climtico

  • INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO 2007-2008 7

    550 ppm de CO2e aumentara la probabilidad de traspasar el umbral a 80%. En su vida personal, muy pocas personas emprenderan actividades a sabiendas que enfrentan riesgos de sufrir lesiones graves de tal magnitud. No obstante, como comu-nidad mundial estamos corriendo muchos ms riesgos con el planeta Tierra. Los escenarios pro-yectados para el siglo XXI apuntan a una posible estabilizacin en ms de 750 ppm de CO2e, con potenciales cambios de temperatura superiores a los 5C.

    Los escenarios en materia de temperatura no captan los posibles impactos en el desarrollo hu-mano. En efecto, cambios promedio de tempera-tura en la escala que se ha proyectado, si se sigue haciendo lo acostumbrado, desencadenarn retro-cesos enormes en este mbito, minando los medios de subsistencia y provocando desplazamientos masivos de seres humanos. A fines del siglo XXI, puede que el espectro de los efectos ecolgicos catastrficos haya avanzado desde el lmite de lo posible a lo probable. En efecto, segn la informa-cin reciente sobre fenmenos como el acelerado colapso de los mantos de hielo de la Antrtida y Groenlandia, la acidificacin de los ocanos, el re-pliegue de los sistemas de bosques tropicales y el derretimiento del suelo de hielo permanente del rtico, tienen todos el potencial, por separado o en conjunto, de conducir a puntos de inflexin.

    Hay grandes variaciones entre los pases res-pecto de cunto aportan a las emisiones que estn aumentando las acumulaciones de gases de efecto invernadero. Los pases desarrollados, donde vive el 15% de la poblacin mundial, aportan casi la mitad de las emisiones de CO2 . Por su parte, el alto nivel de crecimiento de China y la India est llevando hacia una convergencia gradual en las emisiones agregadas. Sin embargo, la convergencia de la huella ecolgica per cpita es ms limitada. En efecto, la huella ecolgica de Estados Unidos es cinco veces la de China y 15 veces la de la India. En Etiopa, la huella ecolgica per cpita promedio es de 0,1 toneladas de CO2 en comparacin con las 20 toneladas de Canad .

    Qu debe hacer el mundo para seguir un rumbo en materia de emisiones que evite el cambio climtico peligroso? Abordaremos esa pregunta utilizando simulaciones de modelos climticos, las cuales definen un presupuesto de carbono para el siglo XXI.

    Si todos los dems factores se mantuvieran in-alterados, el presupuesto mundial de carbono para las emisiones vinculadas con la energa alcanzara alrededor de 14,5 Gt de CO2 al ao. Las emisiones actuales duplican ese nivel. La mala noticia es que esas emisiones siguen una trayectoria ascendente. El resultado: el presupuesto de carbono para todo

    el siglo XXI podra expirar incluso en 2032. En efecto, estamos incurriendo en deudas ecolgicas insostenibles que atraparn a las futuras genera-ciones en un cambio climtico peligroso.

    El anlisis del presupuesto de carbono arroja nuevas luces sobre la real contribucin de los pases en desarrollo a las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Aunque es seguro que esa proporcin aumentar, no debera desviar la aten-cin de las responsabilidades bsicas que tienen las naciones desarrolladas. Si todos los habitantes del mundo en desarrollo dejaran la misma huella ecolgica que el habitante promedio de Alemania o el Reino Unido, las actuales emisiones mundia-les superaran cuatro veces el lmite definido por nuestro rumbo de emisiones sostenibles. Esta cifra aumentara a nueve veces si la huella per cpita de los pases en desarrollo fuera similar a los niveles vigentes en Estados Unidos o Canad.

    Cambiar este panorama exigir hacer profun-das modificaciones. Si el mundo fuera un solo pas debera reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la mitad antes de 2050 en relacin con los niveles de 1990 y luego seguir aplicando recortes hasta fines del siglo XXI. Sin embargo, el mundo no est formado por un nico pas y a par-tir de supuestos verosmiles, calculamos que para evitar el cambio climtico peligroso las naciones desarrolladas deberan reducir sus emisiones en por lo menos 80%, con reducciones de 30% de aqu al ao 2020. Las emisiones de los pases en desarrollo llegaran a un tope cerca de 2020, para luego aplicar reducciones de 20% antes de 2050.

    Nuestro objetivo de estabilizacin es estricto pero asequible. Entre hoy y 2030, el costo anual promedio llegara a 1,6% del PIB. Sabemos que no es una inversin menor, pero representa menos de dos terceras partes del gasto militar mundial. Los costos de no actuar seran muy superiores, y segn el Informe Stern, podran representar entre 5% y 20% del PIB mundial, dependiendo de cmo se calculen.

    La observacin de las tendencias de las emisio-nes del pasado subraya la escala del desafo que nos espera. Las emisiones de CO2 vinculadas con la energa han aumentado abruptamente desde 1990, ao de referencia para las reducciones acordadas en el marco del Protocolo de Kyoto. No todos los pases desarrollados ratificaron los objetivos del Protocolo, lo que habra reducido sus emisiones promedio en alrededor de 5%. Pero la mayora de los que lo ratificaron no est bien encaminada en el cumplimiento de sus compromisos y pocos de los que siguen la senda prevista pueden sostener que han reducido las emisiones como consecuen-cia de haber asumido el compromiso poltico de mitigar el cambio climtico. Adems, el Protocolo

    A fines del siglo XXI,

    puede que el espectro de

    los efectos ecolgicos

    catastrficos haya avanzado

    desde el lmite de lo

    posible a lo probable

  • 8 INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO 2007-2008

    de Kyoto no estableci restricciones cuantitativas a las emisiones de los pases en desarrollo. Si los prximos 15 aos de emisiones siguen la tendencia lineal trazada en los 15 aos anteriores, el cambio climtico peligroso ser inevitable.

    Las proyecciones respecto del uso de la energa apuntan precisamente en esta direccin o a algo peor. Los actuales patrones de inversin estn desarrollando infraestructuras energticas intensivas en emisiones de carbono, donde el carbn desempea una funcin predominante. Si pensamos en las tendencias y las polticas vigentes, las emisiones de CO2 vinculadas con la energa podran aumentar ms de 50% entre hoy y el ao 2030 respecto de los niveles de 2004. El gasto de US$20 billones en inversiones proyectado entre 2004 y 2030 para cubrir la demanda energtica podra encerrar al mundo en una trayectoria insostenible. Por el contrario, nuevas inversiones podran ayudar a descarbonizar el crecimiento econmico.

    Crisis climticas: riesgos y vulnerabilidad en un mundo desigualLas crisis climticas ya tienen un lugar destacado en las vidas de los pobres. Sucesos como sequas, inundaciones y tormentas suelen ser experiencias terribles para los afectados, ya que ponen en riesgo su vida y los dejan con sensacin de gran insegu-ridad. Pero las crisis climticas tambin erosionan las oportunidades de largo plazo para el desarro-llo humano al socavar la productividad y minar las capacidades humanas. Ninguna crisis aislada de clima puede atribuirse al cambio climtico. No obstante, el cambio climtico est intensificando los riesgos y las vulnerabilidades que afectan a los pobres al imponer una mayor tensin sobre me-canismos de superacin ya sobreexigidos y atra-pando a la gente en una espiral descendente de privaciones.

    La vulnerabilidad ante las crisis del clima es desigual. El huracn Katrina constituye un poderoso recordatorio de la fragilidad humana ante el cambio climtico incluso en un pas de-sarrollado, en especial cuando los impactos inte-ractan con inequidades institucionalizadas. En todo el mundo desarrollado est aumentando la inquietud pblica respecto de la exposicin a ries-gos climticos extremos y esa inquietud aumenta con cada inundacin, tormenta y ola de calor. No obstante, los desastres se concentran mayoritaria-mente en los pases pobres. Por ejemplo, entre los aos 2000 y 2004 unas 262 millones de perso-nas resultaron afectadas por desastres climticos todos los aos y ms del 98% de ellas vivan en pases en desarrollo. En efecto, en los pases perte-necientes a la Organizacin de Cooperacin y De-

    sarrollo Econmicos (OCDE), uno de cada 1.500 habitantes ha sido afectado por un desastre clim-tico. La cifra correspondiente para los habitantes de los pases en desarrollo es de una por cada 19: un diferencial de riesgo de 79.

    Los altos niveles de pobreza y el bajo desarro-llo humano limitan la capacidad de los hogares pobres de administrar los riesgos climticos. Con poco acceso a seguros formales, ingresos bajos y escasos bienes, los hogares pobres deben lidiar con las crisis vinculadas con el clima en condiciones sumamente complejas.

    Es ms, las estrategias para superar los riesgos climticos pueden incluso empeorar las privacio-nes. Por ejemplo, los productores de zonas pro-pensas a las sequas a veces dejan de producir cier-tos cultivos que podran aumentar sus ingresos a fin de reducir los riesgos al mnimo y se inclinan por cultivos resistentes a la sequa que generan menos ingresos. Cuando sobreviene un desastre climtico, los pobres con frecuencia se ven obliga-dos a vender los activos productivos, con las consi-guientes consecuencias para la recuperacin, a fin de proteger el consumo. Y cuando incluso eso no es suficiente, los hogares deciden superar la emer-gencia de otra manera, por ejemplo, reduciendo el nmero de comidas, recortando el gasto en salud y sacando a los nios y nias de la escuela. Se trata de medidas desesperadas que pueden generar des-ventajas en una generacin completa al inmovili-zar a los hogares vulnerables en verdaderas tram-pas de bajo desarrollo humano.

    Las investigaciones realizadas para este in-forme destacan lo poderosas que pueden llegar a ser estas trampas. Utilizando datos de hogares de nivel micro hemos examinado cmo las crisis cli-mticas afectan la vida de los pobres en el largo plazo. Por ejemplo, en Etiopa y Kenya, dos de los pases ms propensos a las sequas, los nios de cinco aos y menos tienen 36% y 50% ms pro-babilidad de ser desnutridos si nacen durante un perodo de sequa. En Etiopa, eso significa unos 2 millones adicionales de nios desnutridos en 2005. En Nger, los nios de dos aos y menores que nacen durante un perodo de sequa tienen 72% ms de propensin a tener retraso en su cre-cimiento. Mientras que las mujeres de la India na-cidas durante una inundacin en los aos setenta tienen 19% menos probabilidad de haber asistido a la escuela primaria.

    No hay una nocin acabada del dao a largo plazo que producen las crisis climticas sobre el desarrollo humano. En este sentido, los informes de los medios de comunicacin sobre estos desas-tres juegan un papel importante en la formacin de la opinin pblica y captan el sufrimiento hu-mano que acompaa a este tipo de impactos. No

    Los actuales patrones

    de inversin

    estn desarrollando

    infraestructuras energticas

    intensivas en emisiones

    de carbono, donde el

    carbn desempea una

    funcin predominante

  • INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO 2007-2008 9

    obstante, muchas veces son responsables de la percepcin de que son experiencias casi pasajeras, ya que no prestan suficiente atencin a las conse-cuencia humanas a largo plazo de desastres como las sequas y las inundaciones.

    El cambio climtico no se anunciar como un suceso apocalptico en la vida de los pobres. Y si bien es cierto seguir siendo imposible atribuir directamente un incidente especfico al cambio climtico, este fenmeno aumentar de manera sistemtica la exposicin de los hogares pobres y vulnerables a las crisis del clima y someter las es-trategias de superacin a tensiones cada vez ma-yores. As, en el transcurso del tiempo, podra erosionar las capacidades humanas de manera constante.

    Hemos identificado cinco mecanismos clave de transmisin a travs de los cuales el cambio cli-mtico puede paralizar y luego revertir el desarro-llo humano: Produccin agrcola y seguridad alimentaria.

    El cambio climtico afectar las precipitacio-nes, las temperaturas y el agua disponible para actividades agrcolas en zonas vulnerables. Por ejemplo, las zonas propensas a la sequa de frica Subsahariana podran aumentar a unas 60 a 90 millones de hectreas y las zonas de tierras de secano sufriran prdidas de US$26.000 millones de aqu a 2060 (en pre-cios de 2003), cifra muy superior a la ayuda bilateral que se entreg en la regin en 2005. Otras regiones en desarrollo, entre ellas Am-rica Latina y Asia Meridional, tambin expe-rimentarn prdidas en la productividad agr-cola, fenmeno que minar los esfuerzos para reducir la pobreza rural. Las cifras de aquellos afectados por la desnutricin podran aumen-tar a 600 millones de aqu al ao 2080 .

    Estrs por falta de agua e inseguridad de agua. Los cambios en los patrones de escorrenta y el derretimiento de glaciares aumentarn el estrs ecolgico, comprometiendo con ello el agua para fines de riego y asentamientos humanos. Otros 1.800 millones de personas podran habitar en zonas con escasez de agua en 2080. Lugares como Asia Central, norte de China y la zona septentrional del Asia Meri-dional enfrentan enormes vulnerabilidades asociadas al repliegue de los glaciares a una velocidad de 10 a 15 metros al ao en el Hi-malaya. Siete de los grandes sistemas fluviales de Asia experimentarn aumentos en su flujo en los prximos aos, seguido por una baja a medida que se derritan los glaciares. La regin andina tambin enfrenta riesgos inminentes en materia de seguridad hdrica debido al co-lapso de los glaciares tropicales, mientras que

    varios pases en regiones ya bastante afectadas por la falta de agua, como el Oriente Medio, podran sufrir prdidas graves de disponibili-dad de agua.

    Aumento en el nivel del mar y exposicin a desastres meteorolgicos. Los niveles del mar podran aumentar rpidamente con la acele-rada desintegracin de los mantos de hielo. El aumento de la temperatura mundial en 3C o 4C podra desembocar en el desplazamiento permanente o transitorio de 330 millones de personas a causa de las inundaciones. Este fe-nmeno podra afectar a ms de 70 millones de habitantes de Bangladesh, seis millones en el Bajo Egipto y 22 millones en Viet Nam, mientras que los pequeos estados insulares del Pacfico y del Caribe podran sufrir daos catastrficos. El calentamiento de los ocanos tambin desencadenar tormentas tropicales de mayor intensidad. Hoy, cuando ms de 344 millones de personas estn expuestas a los ti-fones tropicales, un aumento en la intensidad de las tormentas podra traer consigo conse-cuencias devastadoras para un grupo grande de pases. Por su parte, los 1.000 millones de personas que viven en tugurios urbanos ubica-dos en laderas inestables o en riberas proclives a las inundaciones tambin enfrentan profun-das vulnerabilidades.

    Ecosistemas y biodiversidad. El cambio clim-tico ya est transformando los sistemas ecol-gicos. Alrededor de la mitad de los sistemas de arrecifes de coral del mundo han sufrido descoloramiento como resultado del calen-tamiento de los mares. La creciente acidez del ocano es otra amenaza a largo plazo de los ecosistemas marinos. Por su parte, los sistemas ecolgicos basados en el hielo tambin han sufrido efectos devastadores por el cambio climtico, especialmente en el rtico. Mien-tras algunas especies de animales y plantas se adaptarn, a muchas les resulta difcil seguir el ritmo de los cambios. Con un calentamiento de 3C, entre 20% y 30% de las especies terres-tres podran enfrentar la extincin.

    Salud humana. Los pases desarrollados ya estn preparando sus sistemas de salud p-blica para enfrentar futuras crisis climticas, tal como lo sucedido durante la ola de calor de 2003 en Europa y las condiciones ms extre-mas durante los veranos e inviernos. Sin em-bargo, los mayores impactos para la salud se harn sentir en los pases en desarrollo debido a los altos niveles de pobreza y la poca capaci-dad de respuesta de los sistemas de salud p-blica. Las principales epidemias mortales po-dran ampliar su extensin: otros 220 a 400

    El aumento de la temperatura

    mundial en 3C o

    4C podra desembocar

    en el desplazamiento

    permanente o transitorio

    de 330 millones de

    personas a causa de

    las inundaciones

  • 10 INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO 2007-2008

    millones de personas podran verse expuestas al paludismo, enfermedad que ya cobra la vida de alrededor de un milln de seres humanos todos los aos. Por su parte, ya es posible en-contrar casos de dengue en altitudes mayores que las comunes, especial