Integra j Bell

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José Bell Lara INTEGRATEMAS 9 Un camino inconcluso La integración latinoamericana

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Bell Lara

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    En el siglo diecinueve, la unin latinoamericanista fue una propuesta de idelogos que no encontraron el sujeto social y poltico capaz de realizarla. En el siglo veinte se la apropi una burguesa arropada en el discurso cepalino-populista, pero result incapaz de llevarla a feliz trmino. En este libro se apuesta por los pueblos y se considera que la otra integracin, contrapuesta a la anexin que propone el capital transnacional, ser el resultado de su lucha. El desafo es descomunal. Enfrentar la agona desesperada y brutal del Imperio y superar al mismo tiempo la propia fragmentacin y la dispersin. Es el reto del siglo XXI y ser el principal logro.

    Jos Bell lara. Cubano. Profesor de la Facultad latinoamericana de Ciencias sociales, FlaCso.

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    usoAgencias de cooperacin que apoyan institucionalmente a la PIDHDD:

    ICo, 11.11.11, Diakona, Derechos & Democracia, Novib, Hivos, Christian aid

    Evaluamos que la integracin hoy es un campo de contienda en el que se enfrentan distintos proyectos sociales.

    Declaracin de Caracas, 2006 Un camino inconcluso

    La integracin latinoamericana

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  • La integracin latinoamericana

    Un camino inconcluso

    La integracin latinoamericana

    Un camino inconcluso

  • Coleccin Integratemas

    NMERO 9: LA INTEGRACIN LATINOAMERICANA. UN CAMINO INCONCLUSO

    Autor: Jos Bell Lara

    ISBN: 978-958-98563-2-1 Jos Bell Lara Plataforma Interamericana de Derechos Humanos, Democracia y DesarrolloCorreo electrnico: [email protected] Pgina web: www.pidhdd.org

    CoordInaCIn aCadmICa

    Camilo Castellanos

    CoordInaCIn EdITorIaL

    Marta Rojas

    EdICIn

    Luisa Mara Navas Camacho

    dISEo dE La CoLECCIn

    Martha Isabel Gmez

    ILuSTraCIonES

    Vernica Chvez

    ImPrESIn

    Ediciones ntropos

    1 edicin, Bogot, Colombia, 2008

    Agencias de cooperacin que apoyan institucionalmente a la PIDHDD: ICO, 11.11.11, Diakona, Derechos y Democracia, Novib, Hivos, Christian Aid

    El contenido de cada libro de la coleccin

    Integratemas es solo responsabilidad de sus

    autores y autoras.

  • Jos Bell Lara

    Integratemas 9

    La integracin latinoamericana

    Un camino inconcluso

  • No s hasta que punto los jvenes latinoamericanos de hoy se complacen en el estudio sistemtico, cientfico, de su propia historia. Es probable que la estudien muy bien y sepan sacar fecundas enseanzas de un pasado mucho ms presente de lo que suele creerse, en este continente, donde ciertos hechos lamentables suelen repetirse, ms al norte, ms al sur, con cclica insistencia. Pero, piensen siempre tengan siempre presente que, en nuestro mundo, no basta con conocer a fondo la historia patria para cobrar una verdadera y autntica conciencia latinoamericana. Nuestros destinos estn ligados ante los mismos enemigos internos y externos, ante iguales contingencias. Vctimas podemos ser de un mismo adversario. De ah que la historia de Nuestra Amrica haya de ser estudiada como una gran unidad, como la de un conjunto de clulas inseparables una de otras, para acabar de entender realmente lo que somos, quines somos y qu papel es el que habremos de desempear en la realidad que nos circunda y da un sentido a nuestros destinos.

    Alejo CArpentier

  • Contenido

    CAP TULO 1

    P. 60

    CAP TULO 2

    P. 104

    PresenTAC i n

    GU A PArA LA L eCTUrA

    i nTrODUCC i n

    P. 9P. 15P. 21

    PROYECTOS DE INTEGRACIN. MS FRACASOS QUE XITOS

    62 Los comienzos Vnculos con la regin

    68 Muchos intentos en Centroamrica

    Antecedentes del MCCA Detalles del Tratado

    73 La Alalc-Aladi

    78 El Pacto Andino

    81 Acuerdos en el Caribe

    90 Mercosur

    Antecedentes y desarrollo

    99 Balance de conjunto

    LA OLA NEOLIBERAL Y LA INTEGRACIN

    106 El keynesianismo se agota

    109 Impulsores del nuevo enfoque

    110 El peso del saber

    112 Verdadero sentido de la globalizacin

    Nuevo modelo de produccin Globalizacin y neoliberalismo

    121 Lo que va del neoliberalismo a la integracin

    Deber es un deber A favor del neoliberalismo Cepal: a tono con el momento Regionalismo abierto

    135 Particularidades de los esquemas

    137 Neoliberalismo y desintegracin

  • CAP TULO 4

    P. 194

    CAP TULO 3

    P. 144

    CONCERTACIN E INTEGRACIN

    148 Comisin Especial Coordinadora Latinoamericana, Cecla

    149 El naciente SELA Objetivos del Sistema ltimos tiempos

    153 Grupo de Ro Propsitos y funcionamiento Los temas que ocupan Certezas, ambigedades

    y adhesiones

    160 Asociacin de Estados del Caribe, AEC

    Estructura Especialidades ltimos aconteceres Consideraciones

    de localizacin

    166 Comunidad Sudamericana de Naciones, Unasur

    rganos e instancias reas de accin y de inters

    173 Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra Amrica, ALBA

    Instancias de decisin y accin

    HAY CAMINOS?

    197 Intereses que obstaculizan

    201 La incapacidad en el neoliberalismo

    Renovacin del proyecto imperialista

    206 Un nuevo sujeto de la integracin

    208 La integracin realmente existente

    211 Las dimensiones del ALBA La cultura es decisiva

    214 Ms corrientes, ms escenarios

    215 Una lectura de la lgica de las mayoras

  • 221 Cronologa de integracin latinoamericana 1958-enero 2008

    251 Tratado constitutivo de la Unin de Naciones Suramericanas

    279 Sexta Cumbre de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra Amrica. Enero de 2008. Documentos.

    P. 301

    referenC i As B i B L i OGrf i CAsAneXOs

  • 9Presentacin

    Presentacin

    En el continente de todas las sangres no hay espa-cio para una sola razn ni para un nico discurso. El nuestro ser el continente de la polifona, de las voces que discurren en contrapunto, de las disonancias in-cluso. Nada ms propio de nuestro barroco americano. Por esto en nuestros INTEGRATEMAS hemos procurado presentar diferentes visiones, sin pretender nada pare-cido a una ortodoxia. Nos acompaa la sospecha que ser de la experiencia de nuestros pueblos, ms que de los discursos, de donde saldrn las mejores razones y la gramtica misma de la construccin de una Amrica Latina unida, democrtica y de veras justiciera.

    El estimulante texto del profesor cubano Jos Bell Lara que nos honra presentar, es una de las voces que interviene en la elaboracin de la necesaria teora de la integracin de Nuestra Amrica. Este libro aborda las ideas y los procesos integracionistas de la regin

  • 10 [ Integratemas 9 ] Un camino inconcluso

    de 1930 a hoy. En un serio esfuerzo de interpretacin, el autor nos presenta las determinaciones histricas de los fracasos y las razones igualmente histricas para persistir en el sueo de los mejores hijos de esta tierra, esto es, hacernos fuertes por la unin y por la unin alcanzar la Patria Grande que merece nuestra gente.

    En apretada sntesis, este es el argumento vertebral de este ensayo: en el siglo XIX, la unin latinoameri-canista fue una propuesta de idelogos que no encon-traron el sujeto social y poltico capaz de realizarla, en el siglo XX se la apropi una burguesa arropada en el discurso Cepalino-populista pero result incapaz de llevarla a feliz trmino. El profesor Bell nos explica cmo y por qu, esa misma burguesa en el contexto de la imposicin del neoliberalismo y actuando con la lgica que la acompaa desde la cuna como una tara congnita, abdic del proyecto de erigir sociedades y estados realmente soberanos y se conform con ser la garra de la exaccin, el miserable apndice del proyecto imperial. En trminos de integracin, ello se expresa en la frmula del regionalismo abierto.

    El regionalismo abierto es la racionalizacin de la claudicacin, o si se quiere, la declaracin de im-potencia de lites cuyo destino es la subordinacin

  • 11Presentacin

    y la dependencia. Pero se equivocara y sera grave yerro postular que el fracaso de las lites sea la con-denacin de nuestras sociedades y nuestros pueblos. Bell insiste con firmeza en los sueos del siglo XIX. En su concepto, la unin de nuestros pueblos y naciones es el camino ineludible para avanzar hacia nuevas realidades. Aqu aparece entonces la cuestin clave de quin pueda ser el sujeto que realice la empresa de la genuina integracin.

    El profesor Bell apuesta por los pueblos y considera que la otra integracin, contrapuesta a la anexin que propone el capital transnacional, ser el resultado de su lucha. Podramos decir, con palabras que no son del autor, que todo depende de la compleja constitu-cin de un sujeto nacional-popular capaz de articular la reivindicacin de la soberana nacional con la ms profunda transformacin de las relaciones sociales, aunadas una y otra a un reencuentro de nuestras so-ciedades con lo mejor de s mismas que se expresar, sin duda, en las mentalidades colectivas y en sus ex-presiones estticas.

    El desafo es descomunal. Hacerse a la fuerza y la lucidez necesarias para enfrentar la agona del Impe-rio, que como todos los imperios en decadencia vivir

  • 12 [ Integratemas 9 ] Un camino inconcluso

    sus postrimeras con brutalidad desesperada. Como tambin, superar la fragmentacin y la dispersin im-puestas, para configurar el poder capaz de transformar el desorden actual de injusticia y opresin y al mismo tiempo asumir la propia transformacin saliendo de la transida resignacin y el fatalismo paralizante para devenir en sujeto de su propio destino. Es el reto del siglo XXI y ser su principal logro.

    La perspectiva de la otra integracin alcanza, as, su dimensin propia. No el bello sueo de idelogos, ni el devaneo impotente de elites que llegaron a la existencia viejas y cansadas. S el proyecto poltico de pueblos vigorosos que al tiempo que resisten a la imposicin del librecambio y la mercantilizacin de la vida, avanzan con ambicin y sin temores en sentar las bases del futuro. La antinomia resistencia o integracin genuina es un falso dilema, cuya formu-lacin desafortunada rebate la experiencia cotidiana de nuestros pueblos.

    Con evidente simpata, el profesor Bell nos pre-senta lo que el proceso del ALBA significa en cuanto promesa de futuro llamada a fecundar otros empeos integracionistas en curso, a la vez que nos ilustra las dificultades y limitaciones que lo aquejan. Acaso un

  • 13Presentacin

    observador avezado pueda agregar otros faltantes. Con todo, el autor invita a apropiarse del proceso real, que por ser real es incompleto, contradictorio y preado de insatisfacciones, lo que slo apesadumbra a quienes ven la historia desde la perfeccin de sus esquemas, y en cambio nos llama a asumirlo como aliciente para profundizar en la bsqueda afanosa de mejor suerte.

    Luego de la larga noche neoliberal despunta un nuevo da. La oscuridad no cede del todo. La luz se abre paso. Los personeros de la subordinacin y la dependencia estn dispuestos a sacrificarlo todo, in-cluida la existencia de nuestras naciones, con tal de perpetuar sus privilegios. Quienes apuestan por la democracia sustancial que es autodeterminacin indi-vidual y colectiva salen de inseguridades inveteradas a certezas inditas y estn dispuestos a los mayores sacrificios para conquistar sus derechos. En este duelo, cada uno encontrar su sitio, que no debiera ser otro que el de con los pobres de la tierra / quiero yo mi suerte echar que dijera el poeta, el mismo que nos propone Jos Bell en su trabajo.

  • 15

    Gua para la lectura

    Somos proclives los pueblos de Latinoamrica y el Caribe a la unin y a la integracin? Son suficientes nuestras races comunes para conseguir esa unin y esa integracin? Son sueos de los pueblos, son parte de nuestra esencia? La encuesta conocida co-mo Latinobarmetro mostr que s: un 85% de las personas en Latinoamrica se muestra favorable a la integracin1 y est de acuerdo en que ella se inserta

    1 [El] Latinobarmetro es una encuesta anual de opinin pbli-ca realizada en 18 pases de Amrica Latina por la Corporacin Latinobarmetro, que representa las opiniones, actitudes, com-portamientos de alrededor de 400 millones de habitantes de la regin. El estudio comenz en 8 pases de la regin en l995, se extendi a 17 pases a partir de 1996 y a 18 pases a partir de 2004. Se trata de una iniciativa privada sin fines de lucro orientada al su uso por actores sociales y polticos de la regin (tomado de http://www.latinobarometro.org/).

    La crisis econmica tiene efectos no slo sobre la democracia sino tambin sobre las opiniones respecto de la integracin econmica.

  • [ Integratemas 9 ] Un camino inconcluso16

    en la historia del Continente. Ese dato puede ser un indicio. Sin embargo, el sueo est por construirse. Precisamente, el libro indaga en los factores que han impedido su concrecin y en las posibilidades de que sea una realidad.

    El anlisis central abarca desde mediados del siglo pasado hasta hoy y trata los proyectos de integracin de la regin. Pero parte de un esbozo de los esfuerzos unionistas del siglo diecinueve y de la articulacin de Amrica Latina al llamado sistema-mundo (del capital) a lo largo de su historia2 (vase recuadro). De ese esbozo extrae su ms importante propuesta de explicacin, que se deriva de las caractersticas de los Estados latinoamericanos y del papel que han desempeado en ese sistema.

    Los datos recogidos desde 1997 a la fecha muestran un 78% de opinin favorable hacia la integracin, bajando a 72% en el 2001 y a 70% el 2002. A partir del 2002 la opinin se recupera alcanzando 85% en el 2005. A la cabecera se encuentra Mxico y Argentina sobre el 90% y al final Brasil con un 80%.

    La expectativa positiva hacia la integracin indica cmo los pue-blos estn abiertos al mundo mucho mas que los gobiernos. Lo que les falta es conocimiento e interaccin (Corporacin Latino-barmetro 2005).

    2 En las pginas que siguen se utiliza con frecuencia el trmino sistema-mundo, acuado por Immanuelle Wallerstein.

  • 17Gua para la lectura

    Ya situado en los aos que son el centro de inte-rs, el escrito trata el pensamiento originario de la Comisin Econmica para Amrica Latina y el Caribe (Cepal) y sus proyectos de desarrollo. Se abordan desde la perspectiva de su papel decisivo en la in-troduccin a los numerosos esquemas de integracin comenzados en la regin a partir de mediados del siglo pasado.

    El primer captulo se dedica entonces a presen-tar los esquemas en mencin, en los que se observa su carcter principalmente econmico. La reflexin parte de su surgimiento durante los pasados aos cincuenta y sesenta y los factores que llevan a su estancamiento en los setenta. En este captulo se incluye la experiencia que comenz en los noventa con el Mercado Comn del Sur (Mercosur), marcado tambin por la economa.

    El segundo captulo combina la presentacin de los cambios en el sistema mundial y, en ese marco, las nuevas propuestas de la Cepal. Por ello habla de la llamada globalizacin y de la generalizacin de las polticas neoliberales, analizando cmo la deu-da externa de los pases de Amrica Latina con las entidades prestamistas internacionales es el eje ar-ticulador de una nueva forma de dependencia. Se

  • [ Integratemas 9 ] Un camino inconcluso18

    constata que este nuevo momento del capitalismo determina la mirada de la Cepal. Pero los efectos de las polticas neoliberales sobre la integracin van ms all y se convierten en la antesala, en los no-venta, del proyecto del rea de Libre Comercio para las Amricas, ALCA.

    immanuel Wallerstein es quien comienza a hablar de sistema-mundo. en 1995, durante una conferencia magistral, se refiri as al concepto:

    Celebramos el vigsimo Congreso de la Asociacin Latinoa-mericana de sociologa y discutimos las perspectivas de la reconstruccin de la Amrica Latina y del Caribe. no es un tema nuevo. se lo discute en Amrica Latina desde 1945, si no desde el siglo XViii. Qu podemos decir ahora que sea diferente de lo que ya se ha dicho?

    Creo que nos encontramos en un momento de bifurcacin fundamental en el desarrollo del sistema-mundo. Pienso que, no obstante, lo discutimos como si se tratara de una transicin ordinaria en el cauce de una evolucin cuasi-predestinada. Lo que debemos hacer es impensar no slo el desarrollismo neoclsico tradicional, sino tambin el desarrollismo de sus crticos de izquierda, cuyas tesis resurgen regularmente a

  • 19Gua para la lectura

    El tercer captulo aborda las dinmicas de con-certacin de corte ms latinoamericano, por as de-cirlo, y un proyecto por excelencia de lo que puede significar una integracin de nuevo tipo: la llamada Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra Amrica, ALBA.

    EL S

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    A-MU

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    pesar de todos sus rechazos, pero que en realidad comparten la misma epistemologa.

    Yo voy elaborar dos tesis principales en esta ponencia.

    Tesis 1: es absolutamente imposible que la Amrica Latina se desarrolle, no importa cules sean las polticas gubernamen-tales, porque lo que se desarrolla no son los pases. Lo que se desarrolla es nicamente la economa-mundo capitalista y esta economa-mundo es de naturaleza polarizadora.

    Tesis 2: la economa-mundo capitalista se desarrolla con tanto xito que se est destruyendo, por lo cual nos hallamos frente a una bifurcacin histrica que seala la desintegracin de este sistema-mundo, sin que se nos ofrezca ninguna garanta de mejoramiento de nuestra existencia social. A pesar de todo, pienso que les traigo a ustedes un mensaje de esperanza.

    Tomado de http://www.binghamton.edu/fbc/iwlameri.htm

  • [ Integratemas 9 ] Un camino inconcluso20

    El cierre es de balance de los procesos de integra-cin, sobre la base de una pregunta: hay caminos? Como suele ocurrir, al interrogar as se anticipa una respuesta. Mientras los tratados bilaterales de libre comercio, TLC, son la cara renovada del ALCA y tie-nen avances importantes, el ALBA vuelve concretas frmulas con un sentido latinoamericano genuino. El balance contiene tambin elementos de una agenda de construccin de la integracin en una lgica de las mayoras. Se obtienen de propuestas de diversas organizaciones y movimientos sociales.

    En medio de las pginas, aparecen testimonios que provienen de distintos lugares de Nuestra Am-rica para decirnos desde las propias vivencian lo que significa ser latinoamericanos.

    Al final se entrega una cronologa de los esquemas de integracin en la regin desde 1958 hasta hoy.

  • 21

    introduccin

    El desarrollo de Amrica Latina debera ser una con-fluencia hacia la unidad. Es lo que parecen sealar nuestra historia, nuestra economa y nuestra vida po-ltica. Sin embargo, nos acercamos ya a dos siglos de desunin y de esfuerzos fallidos de integracin. Her-manarnos sigue siendo un sueo que abrigamos desde la Independencia y que se expresa en el permanente espritu latinoamericanista de los pueblos.

    A qu obedece esta aparente paradoja? Por qu los gobiernos de la regin han presentado una retrica de unidad, pero sus pasos prcticos son por lo general opuestos? De qu manera influye el hecho de que Estados Unidos, desde tiempos de Bolvar, se haya empeado en impedir la unidad latinoamericana?

  • 22 [ Integratemas 9 ] Un camino inconcluso

    Un horizonte propioLa unidad e integracin de Amrica Latina hunde sus races en la historia del continente. Es acertado afirmar que su germen estuvo en las civilizaciones amerindias, sobre todo en el Sur, donde el imperio incaico se ex-tendi geogrficamente a territorios que hoy cubren varios pases.

    La Independencia (ocurrida en la regin durante la primera mitad del siglo diecinueve) fue sin duda un momento de gran conciencia sobre lo indiscutible de un destino comn y de la necesidad de la unin y la integracin. Esta conciencia form parte de la accin liberadora y de la ideologa independentista. Bolvar lo expres de una muy buena manera:

    Yo deseo ms que otro alguno ver formar en Amrica la ms grande nacin del mundo, menos por su extensin y riquezas que por su libertad y gloria. []. Es una idea grandiosa pretender formar de todo el mundo nuevo una sola nacin con un solo vnculo que ligue sus partes entre s y con el todo. Ya que tiene un origen, una lengua, unas costumbres y una religin, debera, por consiguiente, tener un solo gobierno que confederase los diferentes Estados que hayan de formarse. Qu bello sera que el istmo de Panam fuese para nosotros lo que Corinto fue para los Griegos! (Carta de Jamaica 1815).

  • 23introduccin

    Bolvar sopesaba, al mismo tiempo la situacin real del Continente:

    [] Mas no es posible [formar una sola nacin] porque climas remotos, situaciones diversas, intereses opuestos, caracteres desemejantes dividen a la Amrica. [] Aunque aspiro a la perfeccin del gobierno de mi patria, no pue-do persuadirme que el Nuevo Mundo sea por el momento regido por una gran repblica []. Para que un solo go-bierno de vida, anime, ponga en accin todos los resortes de la prosperidad pblica, corrija, ilustre y perfeccione al Nuevo Mundo, sera necesario que tuviese las facultades de un Dios, y cuando menos las luces y virtudes de todos los hombres (Bolvar 1815).

    Con todo, siempre se esforz por lograr la unidad del continente y la mxima expresin de esto fue el Congreso Anfictinico de Panam (reunido entre el 22 de junio y el 15 de julio de 1826)1.

    Finalizadas las gestas independentistas, la concien-cia de la unidad languideci en cierto sentido. No obs-tante, a lo largo del siglo XIX hubo diversos tratados y acuerdos en la bsqueda de esa unidad, sobre todo

    1 Conviene recordar aqu que objetivos de Bolvar se frustraron en lo fundamental por la oposicin de Inglaterra y Estados Unidos a su aspiracin de liberar a Cuba y Puerto Rico para incorporarla a la gran Nacin que soaba.

  • 24 [ Integratemas 9 ] Un camino inconcluso

    como una defensa frente al expansionismo estado-unidense. Entre esos esfuerzos merecen mencionarse los de Francisco Morazn para que no se fragmenta-se Centroamrica; los de Lucas Alamn, canciller de Mxico; las gestiones peruanas para materializar una Asamblea Hispanoamericana, que en cierto sentido se concretaron en 1848 en un Tratado de Confederacin firmado por representantes de Per, Chile, Bolivia, Ecuador y Nueva Granada.

    Otros intentos fueron el Tratado de Unin y Alian-za Defensiva y el Tratado Continental. El primero se lanz por iniciativa del gobierno peruano y lo apro-b un Congreso que reuni delegados de Colombia, Chile, Venezuela, Ecuador, El Salvador y Per, aunque se diluy en el tiempo2. El segundo fijaba las bases de unin de las repblicas americanas y se considera el ltimo intento de unin de nuestras repblicas en ese siglo. Se firm en Santiago de Chile en 1856, por los representantes de Chile, Per y Ecuador. A l se unieron luego los gobiernos de Bolivia, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Mxico y Paraguay, pero los sig-natarios nunca lo ratificaron.

    2 Para una exposicin ms detallada de los esfuerzos unionistas a lo largo del siglo diecinueve, pueden consultarse Guerra y Maldonado (2000) y Casas (2007).

  • 25introduccin

    Durante el siglo veinte y los aos que corren del nuevo milenio, los principales lderes revolucionarios han aludido constantemente a la necesaria unidad de nuestros pases. Las revoluciones por la libertad de los pueblos han contado, sea en uno u otro pas, con la solidaridad de luchadores de diversas nacionalidades de toda la regin que han entregado sus esfuerzos y sus vidas en esas experiencias particulares. Esa fusin e identificacin que nace de la historia y de las nece-sidades del presente es lo que hizo expresar a Ernesto Che Guevara: Me siento tan patriota de Latinoamrica, de cualquier pas de Latinoamrica como el que ms (Guevara 1970, II, 561).

    La pregunta de comienzo puede ahora ampliarse: si hay una espontnea vocacin de unidad de los pases de Amrica Latina y el Caribe, cules son las razones que conducen a que se trunquen los intentos de unidad?

    Una primera respuesta, que ampliaremos ms ade-lante, es que ese proyecto de unidad se mantiene trunco por el lugar que ha ocupado Amrica Latina en el sistema-mundo capitalista. De ello se deriva otra respuesta, quizs la ms importante: la unidad se ha imposibilitado por las relaciones de las oligar-quas latinoamericanas con los centros hegemnicos

  • 26 [ Integratemas 9 ] Un camino inconcluso

    del sistema a lo largo de su historia, en especial, con Estados Unidos. Particularmente, es fundamental reconocer que las burguesas del continente han si-do incapaces de llevar adelante la integracin de las naciones latinoamericanas.

    Ante el proyecto opuestoAvancemos en la primera respuesta. Dado el papel que ha desempeado Latinoamrica en el sistema mundo capitalista, se ha truncado su aspiracin propia de unin. Esto tiene una expresin: entre la regin y los centros de poder existen ideas, ms que distintas, con-trarias, acerca de lo que es y debe ser la integracin latinoamericana. Estados Unidos, principalmente, se ha opuesto a la unidad regional desde la perspectiva latinoamericanista, pero a la vez ha propuesto sus propias frmulas de integracin, tratados, acuerdos.

    Retomemos, como ilustracin, la secuencia histri-ca. Al tiempo que Bolvar impulsaba la unin, surga la que luego se conocera como Doctrina Monroe (1823), que detrs de su fraseologa arrogaba un papel domi-nante a Estados Unidos en el continente.

    A finales del siglo diecinueve, en los aos 80, na-ci el panamericanismo, doctrina y accin promovida por Estados Unidos para uncir Amrica Latina a sus

  • 27introduccin

    LO ES

    ENCIA

    L DE L

    A DO

    CTRI

    NA M

    ONRO

    E

    intereses como naciente imperialismo. Fue Jos Mart quien ms claro vio esto y en su denuncia del emer-gente neocolonialismo estadounidense enriqueci el ideal bolivariano al avizorar que la identidad y unidad de Amrica Latina no es por un parentesco cultural o lingstico sino que es una necesidad que surge de un pasado y un presente comn de luchas contra el colo-nialismo europeo y el expansionismo estadounidense junto a las mismas aspiraciones, intereses, problemas y destinos histricos.

    Por eso, en su vibrante ensayo Nuestra Amrica, el Apstol de la independencia de Cuba contrapuso a la agresividad de Estados Unidos la estrategia de la uni-

    El presidente Monroe dio un mensaje al Congreso de la Unin el 2 de diciembre de 1826 en el que adverta que Estados Unidos no consenta que naciones europeas ad-quirieran territorios en Amrica y que tampoco tolera-ban que ninguna colonia europea fuera transferida por su metrpoli a otra potencia de ese mismo continente. La Doctrina no se refiere a las colonias existentes en el momento de su promulgacin. A partir de ella se acuo la frase Amrica para los americanos, a la que la inge-niosidad popular convirti en Amrica para los ameri-canos del Norte.

  • 28 [ Integratemas 9 ] Un camino inconcluso

    dad y la integracin latinoamericana, fundamentada en la identidad histrica de nuestros pueblos (Guerra y Maldonado 2000, 74).

    La poltica estadounidense es el teln de fondo en que se han movido los proyectos de integracin y de unin de Amrica Latina y no es posible obviarla por la influencia que han tenido sobre estos procesos.

    En qu consiste esa oposicin a los intereses de Latinoamrica? Por qu las propuestas latinoame-ricanistas son una amenaza para el sistema mundo capitalista? Porque este sistema mundo se basa en la dominacin de unas naciones sobre otras y el pensa-miento latinoamericano se basa en la independencia e igualdad de las naciones. El papel de Latinoamrica ha sido fundamental para mantener esa dominacin. La regin fue la primera rea de expansin de Esta-dos Unidos y en su diseo estratgico para el siglo veintiuno este pas considera que es una necesidad mantenerla bajo su control y dominio, pues de esa manera apuntala sus intereses, pero adems afronta la competencia con los otros grandes bloques econ-micos mundiales.

    En esa intencin de considerar Amrica Latina co-mo su patio trasero, Estados Unidos ha propuesto las

  • 29introduccin

    formas de unin de todo el continente y de esa nece-sidad actual se derivan sus propuestas de integracin para la regin.

    Explicacin mediante la historiaEl siglo veinte fue escenario de dos guerras de carc-ter mundial y de numerosas rebeliones de los pueblos oprimidos que hacan ms difcil mantener el dominio de estos con las frmulas del viejo estilo colonial. Estados Unidos intervino y ocup en Amrica Latina varios pases que se sitan en su entorno inmediato: Hait (1912-1934) Repblica Dominicana (1916-1924), Nicaragua (1912-1933), Cuba (1898-1902, 1906-1909, 1912, 1917). Esto llev a un rechazo generalizado en la regin por sus intervenciones, lo que se institucio-naliz en la Conferencia de Montevideo (1933) con el principio de No Intervencin, al que Estados Unidos se adhiri formalmente (vase recuadro).

    Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el teatro de operaciones no fue solo europeo. Tambin en frica y Asia se libraron batalles decisivas, en las que participaron los pueblos de los pases dominados, lo que oblig a las Metrpolis a apoyarse en algunos casos en fuerzas del movimiento de liberacin na-

  • 30 [ Integratemas 9 ] Un camino inconcluso

    UN CI

    ERTO

    CINI

    SMO

    cional, como el de Filipinas. Tuvieron que prometer la independencia, para sumarlas al esfuerzo blico contra el fascismo.

    Al finalizar la guerra, surge entonces una situacin internacional cualitativamente nueva, con dos rasgos importantes:

    n La guerra tiene dos grandes vencedores: Estados Unidos y la Unin Sovitica. Tenan objetivos contrarios y aunque se haban repartido el mun-do en esferas de influencia (acuerdos de Yalta y Postdam en 1945), entran en conflicto. Estados Unidos se constituye en la primera potencia del mundo capitalista.

    En la VII Conferencia Interamericana reunida en Mon-

    tevideo en 1933, el Secretario de Estado Cordell Hull

    declar solemnemente que los das del intervencionismo

    haban pasado y que Norteamrica se una a los dems

    pases del hemisferio en la aceptacin del principio de

    no intervencin. La diferencia entre pases americanos

    deban resolverse por medios pacficos y procedimientos

    multilaterales

    Tomado de Boersner (1982).

  • introduccin

    n Crecen los movimientos de liberacin nacional y sus luchas cambian el mapa poltico del mundo en los aos siguientes a la guerra. Se presentan la revolucin china, la revolucin vietnamita y los procesos de descolonizacin y liberacin en Asia y frica que llevan a la independencia de la India, Indonesia y otros pases. Puesto que son amenazas a la dominacin imperialista, ocupa un primer plano la lucha por la no contraccin del sistema capitalista. Las expresiones ms visibles de todo esto fueron la Guerra Fra y la Doctrina Truman (vase recuadro).

    Estados Unidos, en su funcin de lder del sistema, para hacer sentir su peso en la Guerra Fra y a la vez

    CONT

    ENER

    EL CO

    MUNI

    SMO

    Durante su administracin en Estados Unidos, el presi-

    dente Harry Truman esboz como proyeccin estratgica

    su concepcin acerca del momento y las necesidades.

    Esto apareci en el documento NSC-68 y se conoci co-

    mo Doctrina Truman o como doctrina de contencin del

    comunismo. Sirvi a Estados Unidos para los fines de su

    expansin militarizada en el mundo. Uno de sus aspectos

    fue el despliegue de una red de bases militares en todos

    los continentes para defender el mundo libre.

  • 32 [ Integratemas 9 ] Un camino inconcluso

    aunque no en primer plano como elemento de con-tencin de futuras subversiones sociales, necesitaba una Amrica Latina segura para sus intereses. De ah que promoviera una nueva institucionalidad del sis-tema panamericano. En esa direccin, el primer paso fue crear un pacto militar que alineara con l a todos los pases del continente: el Tratado Interamericano de Asistencia Reciproca (TIAR). Se firm en Ro de Janeiro el 2 de septiembre de 1947:

    Un ataque armado por cualquier Estado contra un Estado Americano ser considerado como un ataque contra todos los Estados y en consecuencia, cada una de las Partes Con-tratantes se compromete a ayudar a hacer frente al ataque en ejercicio del derecho inminente de legtima defensa.

    Aunque invocado muchas veces, el Tratado nunca se ha vuelto accin. Incluso en 1982, durante la Gue-rra de las Malvinas, cuando trat de hacerse efectivo. Estados Unidos eran miembro tanto del TIAR, como de la Organizacin Tratado del Atlntico Norte (OTN). Su decisin entonces fue apoyar a Gran Bretaa. Desde entonces, dicho tratado ha perdido legitimidad, y sin embargo, Estados Unidos lo invoc despus de los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001, para su guerra contra el terrorismo.

  • 33introduccin

    En 1948, un ao despus de la creacin del TIAR, naci en Bogot la Organizacin de Estados America-nos (OEA), organismo regional que agrupa 34 Estados del continente americano. Por su funcin, la OEA ha sido bautizada como un Ministerio de Colonias3 y que

    3 La OEA qued desenmascarada como lo que es; un ministerio de colonias yanki, una alianza militar, un aparato de represin contra

    POLT

    ICA D

    E EST

    ADOS

    UNI

    DOS

    Esta poltica puede resumirse tres puntos:

    n Mantener el alineamiento de Amrica Latina con Estados Unidos.

    n Contener y/o destruir los procesos de cambios en el continente, en cuanto amenazan la hegemona esta-

    dounidense en el rea.

    n Crear las mejores condiciones para la expansin de las empresas transnacionales estadounidense en el conti-

    nente.

    Aunque las polticas coyunturales han tenido variacio-

    nes, Estados Unidos ha mantenido tales propsitos. As,

    orientan programas reformistas como la Alianza para el

    Progreso, las propuestas del rea de Libre Comercio para

    las Amricas (ALCA) y los tratados de libre comercio (TLC),

    acciones encubiertas contra gobiernos que consideran

    una amenaza, el despliegue de bases militares, el Plan

    Colombia o la Iniciativa Andina.

  • 34 [ Integratemas 9 ] Un camino inconcluso

    ha servido mejor que su antecesora, la Unin Pana-mericana, a los objetivos de la poltica de Estados Unidos.

    Cmo se articul la regin latinoamericana al sis-tema mundo capitalista? Cules son los derroteros de su papel en este sistema? Es decir, qu funcin cum-ple en la divisin internacional del trabajo? Responder a esta pregunta nos acerca a entender las dificultades actuales de la integracin, desde el punto de vista del ideario latinoamericano.

    El capitalismo industrial europeo, fundamental-mente el ingls, se expandi hacia la periferia durante el siglo diecinueve de variadas formas. No obstante, sigui la lnea general del establecimiento de rela-ciones comerciales con las colonias lusohispanas: las invadi de mercancas baratas. En algunos casos, el vnculo se mantuvo mediante este comercio y en otras, se foment la produccin de materias primas, cuya de-manda creca en los centros industriales. El intercam-bio de materias primas por productos manufacturados caracterizara ms de cien aos de relaciones entre el

    el movimiento de liberacin de los pueblos latinoamericanos. (Discurso pronunciado por Fidel Castro en la Segunda Asamblea Nacional del pueblo de Cuba, el 4 de febrero de 1962).

  • 35introduccin

    centro y la periferia, en tal grado que algunos tericos y movimientos polticos consideran que industrializa-cin es equivalente a desarrollo.

    Por qu ocurrieron as los intercambios? Las ra-zones de aquel proceso estn en las funciones que se asignaron a las colonias y semicolonias en el marco de la divisin internacional del trabajo: proveer de mate-rias primas baratas a los pases industrializados:

    Cuando el comercio exterior deca Marx abarata los ele-mentos del capital constante o los medios de subsistencia de primera necesidad en que se invierte el capital variable, contribuye a hacer que aumente la cuota de ganancia, al elevar la cuota de plusvala y reducir el valor del capital (Marx 1959 III, 236).

    Es decir, Amrica Latina desempe en esa poca un importante papel en el aumento de la plusvala relativa de los pases capitalistas industrializados. Con esas materias primas baratas se elaboraban los productos manufacturados y los alimentos que exiga el crecimiento de la clase obrera y de la poblacin urbana. Y esa sigue siendo su funcin: suministrar bienes, salarios e insumos baratos.

    Se puede afirmar entonces que los pases coloniales y neocoloniales se articulan al sistema capitalista en calidad de dependientes y en ese marco, las relaciones

  • 36 [ Integratemas 9 ] Un camino inconcluso

    de produccin de las naciones subordinadas se modifi-can o recrean para asegurar la reproduccin ampliada de la dependencia.

    En la medida en que el centro demanda ms ma-terias primas y alimentos, se estanca el crecimiento industrial de la periferia y por consiguiente se conso-lida esa divisin internacional del trabajo.

    Ahora bien, la expansin capitalista no es un proceso puramente econmico, aunque su resultado principal lo sea. En propiedad, el principal vehculo de expansin en esa poca fue la capacidad de los Estados europeos para realizar operaciones militares y navales en ultramar, que les permitieron incorporar territorios a su dominio.

    Dicho de otra manera, el xito militar y el xi-to econmico estaban vinculados. No es casual que Inglaterra fuera el taller del mundo y la reina de los mares. Simplemente, en esa poca, Gran Bretaa se consolidaba como centro hegemnico del capitalismo con su poder militar y naval4.

    4 Ese vnculo entre el xito militar y el econmico tambin es fun-damental en el caso de Estados Unidos.

  • 37introduccin

    Clases favorecidas en los pases dependientesEl intercambio entre los pases dependientes y las metrpolis fortaleci las clases sociales que se bene-ficiaron de l: las fracciones comerciales de las clases dominantes locales. Ellas han utilizado los aparatos estatales en su favor. Por ello que todo este proceso no es algo que provenga solo de afuera y que en los pases perifricos todo consista en padecer la domina-cin. Hay una dinmica en la que los grupos y clases sociales de los pases dependientes que ganan con esta relacin prevalecen en el mbito poltico y logran el control del Estado.

    En el caso latinoamericano es claro el carcter estructural de esta relacin y su vinculacin a la es-fera poltica.

    Amrica Latina es incorporada al mercado mundial y como resultado de esa incorporacin se expanden las relaciones capitalistas en ella, o sea el capitalismo no es el producto endgeno del crecimiento de sus fuerzas productivas, es en cierta medida un implante que va a destruir y/o reordenar lo existente en funcin de los intereses del capital de las metrpolis.

  • 38 [ Integratemas 9 ] Un camino inconcluso

    En sntesis, en la regin, el capitalismo se sita primero en la esfera de la circulacin que en la de la produccin y sern las fracciones comerciales de las clases dominantes locales las que van a tener mayor peso al ser el eslabn privilegiado de la cadena de explotacin (Vilas 1985, 5):

    La vinculacin al mercado internacional y a las potencias rectoras en l permiti a estas fracciones el acceso al control poltico de sus sociedades []. La clase dominante nacional fue as la fraccin que pudo asegurarse el papel de asociado privilegiado de la dominacin externa en su propia sociedad. La nacin, como forma de dominacin poltica de la burguesa latinoamericana, fue en realidad la expresin institucional de la dominacin internacional (Vilas 1985, 6) (cursivas agregadas).

    Los Estados, la esfera polticaDe ah que los procesos de formacin histrica de los Estados de Amrica Latina han seguido una trayectoria particular en la que se identifican procesos econmi-cos, polticos e ideolgicos de naturaleza exgena y endgena (Lpez 2008).

    Luego de la independencia, se gest entonces el Estado oligrquico, nombrado as por los intereses que lo gestaron: los de los terratenientes agropecuarios

  • 39introduccin

    y minero-exportadores y fracciones de la burguesa comercial exportadora-importadora (aunque en este sector de actividad haba, en oportunidades, fuerte presencia extranjera). Esos Estados se institucionali-zaron y se formaron efectivamente mediante las Cons-tituciones, que emulaban institucionalidad de Europa y Estados Unidos.

    Su base econmica era monoexportadora, con poca utilizacin de la ciencia y la tcnica en la produccin y en muchas partes de su territorio predominaba el au-toconsumo. La poca produccin industrial que exista era de carcter artesanal y predominaba la importacin de productos manufacturados.

    Ese Estado estaba controlado por las familias ms poderosas del pas y en algunos pases de Amrica La-tina se identific con los nombres de un grupo de las familias ms poderosas. Tuvo su evolucin y a partir de la sexta y sptima dcadas del siglo diecinueve las fracciones liberales de la burguesa exportadora lati-noamericana asumieron su control. Fue la poca de las reformas liberales y de la hegemona de la ideologa del librecambio (vase recuadro).

  • 40 [ Integratemas 9 ] Un camino inconcluso

    Tales reformas, llevadas a cabo durante la segunda mitad del siglo diecinueve, permitieron que algunos pases latinoamericanos previa mejora tecnolgica de la produccin y de la infraestructura necesaria pa-ra la exportacin de materias primas y alimentos se

    UN

    ADVE

    NEDI

    ZO?

    El librecambio constituy uno de los paradigmas del mun-

    do que se abra con la expansin del modo de produccin

    capitalista en Europa Occidental y Estados Unidos, para

    beneficio de sus burguesas y de las oligarquas latinoa-

    mericanas.

    Fue as que las reformas, llevadas a cabo durante la se-

    gunda mitad del siglo diecinueve, permitieron que algunos

    pases latinoamericanos previa mejora tecnolgica de

    la produccin y de la infraestructura necesaria para la

    exportacin de materias primas y alimentos se insertaran

    en esa divisin capitalista del trabajo como productores

    y exportadores de azcar, caf, carnes, minerales diver-

    sos, entre otros.

    Autores se refieren a las consecuencias de esta insercin,

    all donde tuvo lugar, como un proceso de moderniza-

    cin, lo que en otras palabras significa un proceso de

    expansin de las relaciones sociales capitalistas aunque

    an existieran formas productivas precapitalistas.

    Tomado de Lpez (2008).

  • 41introduccin

    insertaran en esa divisin capitalista del trabajo como productores y exportadores de azcar, caf, carnes, minerales diversos, entre otros. De esta forma se gene-ralizara hasta nuestros das uno de los mecanismos econmicos de explotacin de unos pases sobre otros: el intercambio desigual.

    La hegemona de la burguesa librecambista, que se asentaba en las relaciones que tena con los centros, promovi una democracia aristocrtica y autoritaria, que en el lenguaje de hoy podramos llamarla restrin-gida, pues si bien exista el sufragio universal, este estaba limitado a los varones alfabetizados y con de-terminados ingresos y en lo econmico se rechazaba el intervencionismo estatal, apostndose por el libre juego del mercado.

    Eran regmenes fuertemente presidencialistas y de la oligarqua se reclutaban el presidente, los legisla-dores, los altos funcionarios y los tribunales, aunque tambin exista la cooptacin de personas de las clases medias para algunas funciones pblicas.

    La alienacin ideolgica haca lo europeo y esta-dounidense prevaleca, llegando a identificarse por las clases dominantes como el modelo al que deban aspirar nuestras sociedades.

  • 42 [ Integratemas 9 ] Un camino inconcluso

    Esta oligarqua lleg a tener su propia intelectuali-dad orgnica, procedente de ella misma o reclutada en otras clases, con una incidencia no despreciable sobre la conciencia de su poca (Romero 1970, 48-143).

    Crisis oligrquica y populismo. Coyuntura de creacin de la CepalUna razn por la que no prosperaron los proyectos unionistas del siglo XIX tiene que ver con los intereses de la poderosa oligarqua agro-minero-exportadora que prefera el acercamiento, no con las repblicas vecinas, sino con sus clientes y proveedores europeos y nor-teamericanos, a la que se suma la poltica de Estados Unidos contraria a esa unin.

    Esas repblicas oligrquicas vivieron su crisis en Amrica Latina a partir de la tercera y cuarta dcada del siglo veinte. El mundo viva las coyunturas de crisis y guerras. Fueron las dcadas tambin en las que en algunos pases emergieron regmenes nacionalistas y populistas, que propiciaron un cierto desarrollo indus-trial. Lzaro Crdenas (en Mxico), Getulio Vargas (en Brasil) y Juan Domingo Pern (en Argentina) son las figuras emblemticas de estos procesos.

    El populismo latinoamericano no es identificable con otros existentes antes y despus en diversas re-

  • 43introduccin

    giones del planeta sino que es inherente a las carac-tersticas de la realidad latinoamericana.

    El populismo latinoamericano tuvo su sello propio y su magma ideolgico ha marcado toda una poca en nuestro continente. El tipo de Estado a que die-ron lugar estos regmenes se conoce tambin como Estado populista.

    El Estado populista promovi la industrializacin con proyectos de desarrollo nacionales. Se fortalecie-ron la burguesa industrial y las clases medias y creci en nmero y organizacin la clase obrera.

    El Estado populista fue benefactor e interventor, trat de resolver los conflictos entre los capitalistas y los trabajadores sin tomar partido en la realidad, por los trabajadores. Fue un Estado asistencialista. Incor-por a una parte de las masas populares al sistema poltico a travs del partido populista.

    Los regmenes populistas se asocian a determina-das conquistas populares: salario mnimo en el em-pleo urbano, avances en la seguridad social y en el crecimiento del empleo. No obstante hay que sealar que salvo Mxico, ninguno de los gobiernos populis-tas realiz transformaciones agrarias, se mantuvo el

  • 44 [ Integratemas 9 ] Un camino inconcluso

    latifundismo y el comercio de exportacin-importa-cin, aunque regulado, se mantuvo en manos de la oligarqua.

    Los procesos de industrializacin que impulsaron se desarrollaron bajo la forma de sustitucin de impor-taciones, dado que se implementaron barreras protec-cionistas para los productos terminados, no as para los equipos e insumos para su produccin.

    Durante la Segunda Guerra Mundial, la elevada demanda de materias primas por parte de los pases llamados del centro contribuy a una acumulacin de divisas en los pases al sur del Ro Grande. Por otra parte, esos pases estaban concentrados en satisfacer las necesidades de los frentes de guerra, de modo que baj la produccin de artculos manufacturados. Eso contribuy a dar un impulso adicional a la produccin industrial en aquellos que estaban por fuera de la con-tienda, al existir una demanda insatisfecha.

    De esta forma, en la inmediata posguerra, los pa-ses latinoamericanos, de acuerdo con el nivel que haban alcanzado en ellos los procesos de industria-lizacin, se podan agrupar en:

    n Un pequeo grupo de pases que tenan cierto grado de desarrollo industrial, aunque en el con-

  • 45introduccin

    junto de su economa primaba el sector primario exportador que constitua la fuente de divisas para la importacin de equipos e insumos para la industria, y

    n El resto de los pases cuya economa se apoyaba en los productos primarios y las industrias que tena generalmente eran de corte artesanal.

    En esa coyuntura del desarrollo de Amrica Latina, en febrero de 1948, durante el sexto perodo de sesio-nes del Consejo Econmico y Social de las Naciones Unidas se cre la Comisin Econmica para Amrica Latina (Cepal), por iniciativa del diplomtico chileno Hernn Santa Cruz, su tarea fue y es,

    brindar un panorama actualizado de la evolucin del desa-rrollo de los pases y del subcontinente, con una perspectiva global que sin bien destaca las diferencias y disparidades entre las naciones, tambin apunta a las coincidencias y a las tendencias de la regin en su conjunto (Zapata 2001, 127).

    La CepalEs interesante sealar que la creacin de la Cepal tuvo lugar con la oposicin tanto de Estados Unidos, como de la Unin Sovitica; para esta ltima, la Comisin podra reforzar el mundo imperialista, mientras que

  • 46 [ Integratemas 9 ] Un camino inconcluso

    para Estados Unidos, el principal argumento pblico en contra era que duplicaba las funciones del Conse-jo Interamericano Econmico y Social (CIES), creado poco antes en el seno de la Organizacin de Estados Americanos, OEA (Hodara 1987, 386).

    Con la incorporacin de Ral Prebisch a la Comi-sin, se ampli el propsito inicial: el diagnstico se complementara con la formulacin de ideas que sirvieran de gua para promover el desarrollo de la regin. En ese sentido, present el estudio histrico de la divisin internacional del trabajo.

    Una de las primeras actividades de la nueva entidad fue elaborar un diagnostico de la economa de Am-rica Latina y el Caribe. En junio de 1949, durante su segundo periodo de sesiones celebrado en La Habana, se present el primer Estudio econmico de Amrica Latina. En esa reunin, Ral Prebisch dio a conocer, adems, el documento El desarrollo de Amrica Latina y algunos de sus principales problemas. Este texto es una interpretacin de las causas del subdesarrollo latinoamericano y una propuesta para superarlas. Es alrededor de sus argumentaciones que se desenvolvi el pensamiento originario de la Cepal, fundamental en el siglo veinte.

  • 47introduccin

    LAS BASES

    La piedra angular de la teora de la Cepal es el para-digma centro-periferia. Con ese paradigma explica la naturaleza desigual del sistema capitalista mundial. Todas sus concepciones se basan en l y es a partir de su visin de la dinmica de las relaciones entre los pases del centro y los de la periferia, que articula su propuesta de desarrollo.

    Para la Comisin, el centro y la periferia forman parte de un nico sistema y cada cual cumple fun-ciones especficas a partir de sus estructuras produc-tivas. Cada estructura tiene sus particularidades. En el centro, es homognea y diversificada, es decir, no hay desniveles marcados de productividad entre los distintos sectores y hay capacidad para generar una gama de productos, tanto para satisfacer las necesi-dades de cada pas, como para exportar. Por su parte, la estructura de la periferia es heterognea y espe-cializada: tiene tanto sectores con alta productividad del trabajo como sectores de baja productividad y la actividad exportadora se concentra en unos pocos productos primarios.

    Esta diferencia de estructuras determina las funcio-nes de cada parte del sistema en la divisin internacio-nal del trabajo. El centro exporta una gama muy amplia

  • 48 [ Integratemas 9 ] Un camino inconcluso

    de bienes, especialmente productos manufacturados, que intercambia por alimentos y materias primas, que emanan de la periferia.

    Esa mirada condujo a la Cepal a la crtica de la teora clsica del comercio internacional. Contradi-ciendo la teora de las ventajas comparativas y sus dos principales postulados, el comercio, en su dinmica real, no procuraba mecanismos para mantener el equi-librio entre los precios de los bienes primarios y los productos manufacturados. Ms bien, se produca un deterioro de los trminos de intercambio en perjuicio de los primeros y no lograba repartir equitativamente los frutos del progreso tcnico.

    HACIA LA INDUSTRIALIZACIN

    Dicho deterioro afecta el patrn de crecimiento de los pases que dependen de los ingresos por exporta-ciones de productos primarios. De ah naci la idea de promover una poltica estatal destinada a eliminar los efectos de ese intercambio y un desarrollo ms equilibrado. Esto demandaba proteccin arancelaria y medidas de industrializacin, entendidas como ejes del desarrollo5.

    5 En esta poca se conceba el desarrollo como crecimiento econ-mico.

  • 49introduccin

    En esa poca exista la idea de que hablar de desa-rrollo era lo mismo que hablar de industrializacin:

    de ah el significado fundamental de la industrializacin de los pases nuevos. No es ella un fin en si mismo, sino el nico medio de que disponen estos para ir captando parte del fruto del progreso tcnico y elevando progresivamente el nivel de vida de las masas (Cepal 1969, 169).

    La industrializacin propuesta por la Cepal se ins-criba en el marco de la sustitucin de importaciones y de sus anlisis concluye que la integracin era una condicin para el xito del proceso:

    Es difcil concebir una solucin de esta naturaleza si cada uno de los pases latinoamericanos, sin excluir a los ms avanzados de la regin, se enfrentan inermes a los pode-rosos pases industrializados y a los ms poderosos bloques regionales y polticos que entre ellos han constituidos.

    No queda, en consecuencia, otro camino que el de estable-cer un proceso gradual de integracin que lleve a una unin econmica de los pases latinoamericanos. De esa manera las economas nacionales aprovecharan los recursos y el potencial de la regin y podran organizarse para producir, con una productividad mucho ms alta que la actual, para un mercado de 230 millones de habitantes que se multiplica a una de las tasas ms altas del mundo ().

    La integracin regional, en las condiciones actuales de las tcnicas de produccin y de la poltica econmica mundial,

  • 50 [ Integratemas 9 ] Un camino inconcluso

    aparece como la nica solucin eficaz para crear nuevos impulsos dinmicos y otra estructura de crecimiento ms flexible y productiva que la que brind el proceso de sus-titucin (Cepal 1969, 169-170).

    Es decir, propona la integracin latinoamericana como un vehculo para ampliar los mercados nacionales y promover el desarrollo industrial.

    Para lograr esto era necesario un Estado fuerte, capaz de implementar medidas que propiciaran los cambios perseguidos. El papel del Estado como agente del desarrollo se traduca en:

    n Creacin de infraestructura que propiciara el desarrollo industrial.

    n Inversiones en sectores estratgicos que es-timularan el desarrollo de otros: electricidad, petrleo, etctera. Eso implicaba promover el sector pblico.

    n Programacin econmica, expresada en polticas coordinadas de sustitucin de importaciones y en promocin de industrias (polticas de subsi-dios, tarifas proteccionistas, etctera)6.

    6 Dados los prejuicios de la poca, la Cepal utiliz en un comienzo el trmino programacin. Luego lo sustituy por uno ms apropiado: planificacin.

  • 51introduccin

    Falta resaltar finalmente que la Cepal asignaba un lugar al capital extranjero, en vista de la escasez de ese factor productivo en el mbito nacional.

    Las ideas de la Comisin en su primera poca indi-can una visin del desarrollo determinada por la ima-gen/objetivo que ofrecan los pases industrializados del sistema. En consecuencia, la poltica de desarrollo que promova era fuertemente industrialista. Y puesto que la industrializacin sera impulsada por el sector correspondiente de la burguesa, la Cepal responda a sus intereses y a sectores de las capas medias vincula-dos a la tecnocracia estatal, dando tambin un papel protagnico al Estado en su promocin.

    Las propuestas de la Cepal han tendido a promover la conciliacin de clases. Plantean que los resultados de la industrializacin deliberada y el cambio de la estructura productiva de la periferia propician el acceso al empleo y la integracin social de las clases subordi-nadas y que con ello se hace efectiva la posibilidad de conciliar los intereses de las distintas clases y grupos sociales, con lo que se colocan por encima los de la nacin en su conjunto (Rodrguez 1980).

    Esto recuerda la relacin mencionada anteriormen-te: los impulsores de la inicial sustitucin de impor-

  • 52 [ Integratemas 9 ] Un camino inconcluso

    taciones en la regin fueron regmenes populistas. Algunos sealan especficamente la posibilidad de un cierto vnculo entre las tesis de la Cepal y el populismo (Rodrguez 1980, 12-13), aunque Prebisch la rechaz explcitamente (1980, XII, XIII).

    En sntesis, el pensamiento de la Cepal en su for-mulacin originaria (el paradigma centro-periferia y su propuesta de promocin de la industrializacin mediante polticas coordinadas de sustitucin de importaciones), complementada con una poltica de integracin para aprovechar las potencialidades del mercado latinoamericano responda a los intereses de las fracciones industriales de la burguesa latinoame-ricana y con ello, tambin hubo una simbiosis entre los beneficiarios de la modernizacin capitalista, por ser los actores del desarrollo en esa coyuntura:

    n Burguesa industrial.n Clases medias.n Fracciones de la clase obrera.

    Por esto, las elaboraciones de la Cepal hegemo-nizaron durante un tiempo el pensamiento sobre el desarrollo en el continente7.

    7 En los procesos de industrializacin bajo el capitalismo, las fraccio-nes industriales de la burguesa tienden a jugar un papel protag-

  • 53introduccin

    LA OPORTUNIDAD DE LAS IDEAS

    El pensamiento de Prebisch fue rector en las con-cepciones de la Cepal. Tambin contribuyeron en su construccin otros tericos latinoamericanos como Celso Furtado, Osvaldo Sunkel y Pedro Paz.

    Por momentos, se superponan enfoques y en otros, se presentaban de manera sucesiva. As fue abordando la Cepal diferentes aspectos de la problemtica del desarrollo latinoamericano.

    [Las concepciones] fueron surgiendo en el andar de los aos, a medida que bamos avanzando en el conocimiento del desarrollo latinoamericano y de su vinculacin con los grandes centros industriales (...). () se trata de ideas que fueron brotando en nosotros a medida que abordamos problemas concretos de la realidad latinoamericana (Pre-bisch 1980, VII).

    En la prctica, las teoras de la Cepal han tenido la mayor influencia en Latinoamrica. Eso obedece por lo menos a tres situaciones:

    nico. En las sociedades de industrializacin temprana, que la Cepal denomin proceso espontneo de sustitucin de importaciones, el propio proceso haba impulsado la creacin de una burguesa indus-trial y su diferenciacin de la oligarqua tradicional y la burguesa comercial, a esta burguesa, la teorizacin de la Cepal debe haberle parecido como la exteriorizacin de lo que realmente pensaban y sentan (Sonntag 1988, 32).

  • 54 [ Integratemas 9 ] Un camino inconcluso

    n Nacieron de experiencias prcticas de la regin vividas durante las pasadas tercera y cuarta d-cadas (lo que Prebisch llam proceso espontneo de sustitucin de importaciones):

    n Respondieron a las tendencias estratgicas del sistema capitalista en un momento concreto: despus de la Segunda Guerra Mundial.

    n Condujeron a recomendaciones que se convir-tieron, en muchos pases, en ejes de polticas prcticas.

    Para efectos de nuestro anlisis, es til resaltar cuatro aspectos de la labor la Cepal:

    n El terico, relacionado con la interpretacin del subdesarrollo y las vas para superarlo.

    n El analtico, en torno a la realidad latinoamerica-na. Se plasm en estudios econmicos y sociales peridicos y en otros referidos a muchos otros aspectos, todos ellos publicados.

    n El polticoeconmico, evidente en la elabo-racin de recomendaciones de poltica, tanto econmica como social.

    n La formacin sistemtica de tcnicos y especia-listas y la asistencia tcnica a los gobiernos del continente (Navarro 1975, 108-109).

  • 55introduccin

    Es un mrito de la Cepal haber propuesto la prime-ra teorizacin global sobre el subdesarrollo y las vas para superarlo desde una regin subdesarrollada. Esto se contrapuso a la teora prevaleciente en los centros del sistema. Otro mrito es haber llamado la atencin sobre las relaciones entre el centro y la periferia y es-tablecer el carcter asimtrico de esa relacin.

    Analiza estas relaciones en forma dinmica, por lo que puede percibir momentos dentro de ella, a los que llam desarrollo hacia fuera y de desarrollo hacia adentro; la importancia de este tratamiento es que permite ver las condiciones de atraso de la periferia no como un estadio anterior al de las sociedades in-dustrializadas, sino como resultado de las funciones asignadas en el sistema.

    A finales de la dcada del 60 entraron al escenario los anlisis integrados del desarrollo. A ello se lleg tambin como resultado de la realidad. Las expectati-vas de la institucin en torno al desarrollo en Amrica Latina tuvieron sus reveses y hubo algunos conflictos. Si en un primer momento trat la dinmica econmica, por excelencia, en la medida en que no se cumplan sus pronsticos, abord los obstculos al desarrollo, que la llev a implicar las dimensiones sociales y en cierta medida las polticas. Quizs en este terreno, por

  • 56 [ Integratemas 9 ] Un camino inconcluso

    las caractersticas de la institucin, sus anlisis han sido limitados. Tambin introdujo otros enfoques y al terminar los aos setenta expuso su visin integral del desarrollo.

    La Cepal ha establecido que el proceso de desarrollo es un acto deliberado que debe conducir el Estado, aunque en sus formulaciones actuales se desdibuja el papel del Estado en la promocin del desarrollo.

    LIMITACIONES

    Es conveniente tambin sealar las limitaciones en los planteamientos de la Cepal, pues esto permite enten-der lo ocurrido y formular propuestas. La fundamental es su concepcin de desarrollo. Como se mencion, en un principio se habl propiamente de crecimiento econmico y se afirmaba que la modernizacin del sistema productivo conducira a una mayor movilidad social y al surgimiento de sociedades ms equitativas y democrticas. Y en este contexto, se daba una im-portancia fundamental al papel de la tecnocracia.

    Las experiencias relativizaron esas creencias, pero la Comisin nunca ha dejado en sus pronunciamientos el rasgo tecnocrtico. Este fue posiblemente el que hizo ver en los aos 50 y 60 que el Estado era inde-

  • 57introduccin

    pendiente de los intereses de las clases hegemnicas y que promova el crecimiento al margen de esos inte-reses, condicin bsica en nuestros anlisis, pues una de nuestras propuestas es que el tipo de desarrollo e integracin ha dependido y depende del sujeto poltico que la formule y la conduzca.

    Con respecto al tratamiento de centro y periferia, est ausente la nocin de explotacin para referirse a las relaciones centroperiferia y capitaltrabajo. Esto hace por lo menos que se entienda con cierta ingenui-dad la perspectiva de que los centros estn interesados en el desarrollo de los pases perifricos.

    En esa perspectiva, la Cepal vea y ve la posibili-dad de que los sectores, grupos y clases en el poder supediten sus intereses a los de la nacin y en esta direccin los anlisis no logran explicar muchas de las polticas implementadas en Amrica Latina, por la mayora de los gobiernos. En resumen, las limitaciones del pensamiento de la Cepal son las propias de la clase generadora de ese proyecto de desarrollo.

  • 58 [ Integratemas 9 ] Un camino inconcluso

    QU

    ES S

    ER LA

    TINOA

    MERI

    CANO

    ?

    UnA VOz PerUAnA

    Ser latinoamericana es sentirse parte de una regin que

    recin toma conciencia de sus posibilidades en la inte-

    gracin. Desde el Ro Grande hasta la Patagonia, con su

    variedad, su riqueza en la diversidad, con su msica, su

    cultura, su paisaje, su alegra, su calor, su comida. Es

    pensar en Mart, en Bolvar, en Alfaro y en el futuro que

    estamos construyendo conjuntamente.

    Los 500 aos conmemorados en 1992 nos dicen que Am-

    rica Latina es joven, que tenemos todava que conocernos

    y acercarnos mucho. Las asimetras, las distancias, las

    comunicaciones no ayudan.

    Ser latinoamericana es hacer parte de generaciones de

    mujeres luchadoras, emprendedoras, que han desafiado

    las normas, el orden, mujeres rebeldes con causa. Puedo

    pensar en Guacolda , Micaela Bastidas, Juana Azurduy,

    en poetas, polticas, heronas.

    Es llevar en la sangre y tambin ser parte de una historia

    de dictaduras, de rebeliones, de corrupcin, de violacio-

  • 59introduccin

    nes a los derechos humanos, de torturas y de personas

    desaparecidas.

    Es recuperarse y crecer como parte de una historia de

    civilizaciones muy ricas, de construcciones, de templos,

    de huacas, de arte, con sus textiles, su organizacin,

    tradiciones, costumbres, con races de la Madre Tierra,

    de la Pachamama. Es reconocernos como gente trabaja-

    dora y creativa.

    Ser latinoamericanos/as es advertir el despojo de te-

    rritorios a nuestros pueblos originarios, la expoliacin

    de nuestros recursos naturales, el racismo y la discri-

    minacin.

    Es ser herederos/as y protagonistas de luchas exitosas

    por la democracia, de luchas en curso para no seguir

    siendo ese continente inequitativo, para incluirnos a

    todos y todas.

    diana vila

  • CAPTULO 1

  • Proyectos de integracin. Ms fracasos que xitos

    Este captulo presenta los esquemas

    de la integracin latinoamericanos en

    su etapa fundacional. Tambin aborda

    el Mercosur, pues muestra los problemas

    comunes en nuestra integracin.

    Se muestra que en esa etapa la

    integracin es subdesarrollada entre

    pases subdesarrollados, pero a la vez,

    que entre los esquemas presentados,

    el Mercosur y la Caricom tienen las

    mejores perspectivas desde el punto

    de vista de Latinoamrica.

  • [ Integratemas 9] Un camino inconcluso62

    Los comienzos

    Los primeros esquemas de integracin de Amrica Latina surgieron en el contexto del fin de la llamada Segun-da Guerra Mundial. Especficamente, bajo la forma como se expande en ese momento el sistema capitalista. El capital producti-vo adquiere preeminencia y el bancario (o financiero) se subordina a sus requerimien-tos, asumiendo la promocin del crecimien-to de las industrias ms avanzadas de la poca: automovilstica, qumica, elctrica, electrnica, nuclear, aeronutica, espacial, etctera.

    Estados Unidos se convierte en el lder econmico, de modo que fueron fundamen-talmente las corporaciones de ese pas las que concentraron la expansin industrial. Tambin se ampli el mercado mundial de capitales, bienes, servicios y tecnologas monopolizado por Estados Unidos, aunque tambin Europa occidental participaba de ese monopolio.

  • 63Ms fracasos que xitos

    El pas norteamericano era a la vez el lder poltico y desde esa condicin concert en trminos poltico-militares con Europa occidental para enfrentar el peligro comunista. Eso da inicio a la Guerra Fra y a la carrera armamentista.

    El establishment se consolida amparado en el modelo keynesiano, que privilegia una orientacin productivista. El modelo se sustenta en la existencia de grandes sindicatos de trabajadores con fuerte po-der de negociacin ante el empresariado capitalista; se basa tambin en las nociones de pleno empleo y consumo masivo y los programas estatales de bien-estar social. Otro de sus ejes es la articulacin in-ternacional del proceso de acumulacin, que est a cargo de instituciones financieras, controladas por Estados Unidos. El dlar se establece como patrn monetario internacional.

    Todo lo anterior da lugar al Estado de Bienestar, que forma parte de la estrategia de enfrentamiento al socialismo.

    Estados Unidos concentr enormemente capital, lo que se acompa del significativo salto tecnol-gico derivado de la guerra, el mundo vio entonces expandir su presencia y como parte de ella, el tras-

  • [ Integratemas 9] Un camino inconcluso64

    lado de algunos procesos industriales a la periferia. Por supuesto, mantena el control de la tecnologa, de la investigacin cientfica y de la elaboracin de los productos de mayor contenido tcnico y valor estratgico.

    VNCULOS CON LA REGIN

    Hasta entonces, la relacin con Amrica Latina en trminos productivos se haba expresado en el do-minio sobre las fuentes de materia prima y los mer-cados. Las inversiones estadounidenses comenzaron ahora a dirigirse a los sectores manufactureros (Dos Santos 1980).

    En los pases que adelantaron procesos de susti-tucin de importaciones,

    la penetracin del capital extranjero es una consecuencia de la dependencia de la industrializacin de la impor-tacin de maquinaria, implementos y materias primas (elaboradas y/o semielaboradas) de los pases capitalistas desarrollados (Bambirra 1973, 92-93).

    En aquello que no hubo, el capital extranjero indujo directamente la industrializacin, pues los principales sectores econmicos ya estaban bajo su dominio. En estos pases, se dio inversin extranjera

  • 65Ms fracasos que xitos

    directa o con asociacin subordinada de la oligarqua local. Es una industrializacin dependiente.

    De ah que en ambos grupos de pases se pro-ducen asociaciones con el capital nativo y/o crea-cin de sucursales mediante filiales de las grandes empresas monoplicas. La asociacin con capitales nativos genera cambios en el bloque en el poder, que tiende a integrarse-subordinarse a los intereses imperialistas.

    A consecuencia de esa redistribucin de las actividades econmicas internacionales, se establecera de manera cada vez ms apremiante, la necesidad de formar merca-dos regionales a travs de las integraciones (Dos Santos 1980, 439).

    Las concepciones de la Cepal se correspondan con la tendencia del sistema y ello explica su xi-to. Su programa de promocin del desarrollo como hemos sealado implicaba la diversificacin y mo-dernizacin de la estructura productiva y la industria-lizacin mediante la sustitucin de importaciones. Para llevar a cabo estos objetivos era necesaria una fuerte intervencin estatal, capaz de programar los procesos econmicos y la proteccin del mercado in-terno. El Estado se encargara, adems, de adelantar un conjunto de polticas sociales relativas a servicios

  • [ Integratemas 9] Un camino inconcluso66

    pblicos, salud, educacin y otros aspectos. En esa estrategia tenan un lugar el capital extranjero y la integracin regional.

    Pero era imprescindible modificar el Estado, am-pliar sus estructuras tcnicas y burocrticas, despo-jarlo de sentimientos nacionalistas y antiimperialistas y aumentar el peso del empresariado. Se constrieron las movilizaciones populares y de los sindicatos. Este Estado se concibi como la instancia tcnica neu-tral que deba ejecutar los imperativos del desarrollo y se conoci como Estado desarrollista y la doctrina que lo sustentaba, desarrollismo.

    El desarrollismo se expandi desde los aos cin-cuenta hasta principios de los setenta. En cada pas de la regin se vivi de una manera particular. Su tiempo, fue tambin el tiempo del crecimiento de las inversiones directas de Estados Unidos en la regin. En el periodo 1951-55, Amrica Latina tiene una de las mayores entradas netas de capitales del mundo y en el siguiente quinquenio slo las superan las del sudeste asitico (Bambirra 1973).

    Esta fue la coyuntura general que cubri los pri-meros proyectos integracionistas que presentamos en este captulo: Mercado Comn Centroamerica-

  • ALGU

    NAS

    FORM

    AS D

    E INT

    EGRA

    CIN

    La integracin econmica puede considerarse como un proceso que se acompaa de medidas dirigidas a abolir la discriminacin entre unidades econmicas pertenecientes a distintas naciones. Puede adoptar varias formas que sig-nifican grados cada vez ms altos de integracin. el grado superior contiene al anterior. esas formas son: rea o zona de libre comercio, unin aduanera, mercado comn, unin econmica e integracin econmica total. el rea de libre comercio se caracteriza por la eliminacin de las restric-ciones (aranceles y medidas no arancelarias) al comercio entre los miembros de la zona. La unin aduanera, aade a lo anterior restricciones comunes para el comercio con terceros pases. el mercado comn suprime adems las restricciones sobre la libre movilidad de los factores de produccin. La unin econmica agrega el objetivo de ar-monizar las polticas econmicas de los pases miembros. La integracin econmica total significa la unificacin de las polticas econmica, fiscal, monetaria, social y anticclica, as como el establecimiento de una autoridad nica supra-nacional (Bella Balasa 1980).

    Aunque son nociones econmicas por excelencia, contemplan al final elementos de otro orden como la poltica social y la autoridad nica supranacional. Hay autores que por ello advierten otras definiciones ms complejas acerca de los mismos procesos. no obstante, lo que ms influye en la experiencia de la regin es la primera visin.

  • [ Integratemas 9] Un camino inconcluso68

    no (MCCA), la Asociacin Latinoamericana de Libre Comercio-Asociacin Latinoamericana de Integracin (Alalc-Aladi), el Pacto Andino y Caricom. Aunque este ltimo no tuvo el auspicio directo de la Cepal, en su desarrollo influyeron las otras experiencias latinoamericanas1 que s se basaron en las ideas de la Comisin.

    Esos esquemas han tenido fundamentalmente un carcter econmico (vase recuadro p. 67).

    El Mercosur surgi en pleno reino del neolibe-ralismo (en los aos 90), es decir, en un contexto diferente al de esa primera poca. Se incluye en este captulo pues nos permite ver los problemas comu-nes que presentan los proyectos de integracin en el Continente.

    Muchos intentos en CentroamricaBajo los auspicios de la Cepal y en la coyuntura de los aos 60 se fundan las dos primeras agrupacio-nes integracionistas de tipo econmico: una que cubre Centroamrica (el MCCA) y otra ms amplia: la Alalc.

    1 Tambin influy el Mercado Comn Europeo.

  • 69Ms fracasos que xitos

    ANTECEDENTES DEL MCCA

    Por su historia poltica y las caractersticas de su economa, Amrica Central ha sido el rea de Amrica Latina con ms intentos de unin e integracin. Se dice que han sido 25 desde la disolucin de la Fede-racin Centroamericana en el siglo diecinueve.

    En 1951, su tendencia integracionista se mani-fest en la creacin de la organizacin de Estados Centroamericanos (odeca). Esto coincidi con los estudios del Comit de Cooperacin del Istmo Cen-troamericano, rgano subsidiario de la Cepal, que vea viable la integracin en el istmo.

    En junio de 1958 se suscribi el Tratado multila-teral de Libre Comercio e Integracin Centroame-ricana. Planteaba en una primera fase la liberacin del comercio de un determinado nmero de bienes y el establecimiento de una zona de libre comercio en un plazo de 10 aos. Junto a lo anterior se firm un convenio sobre rgimen de Industrias de Inte-gracin Centroamericana. En la misma dinmica, a inicios de los 60, se firm el Tratado de Asociacin econmica entre El Salvador, Guatemala y Honduras, conocido como Tratado Tripartito.

  • [ Integratemas 9] Un camino inconcluso70

    Finalmente, el 13 de diciembre de 1960 se fir-m el Tratado General de Integracin Econmica Centroamericana por el que se cre el MCCA). Ini-cialmente lo suscribieron 4 pases: El Salvador, Gua-temala, Honduras y Nicaragua. Dos aos despus se adhiri Costa Rica.

    DETALLES DEL TRATADO

    El Tratado contemplaba tres organismos centrales:n El Consejo Econmico Centroamericano, inte-

    grado por los ministros de Economa e Inte-gracin.

    n El Comit Ejecutivo, formado por representan-tes de cada pas.

    n La Secretara Permanente, cuya funcin primor-dial era vigilar el cumplimiento de los conve-nios sobre integracin econmica y servir de secretara tcnica y administrativa de los dos organismos anteriores.

    Se estableci el libre comercio para los productos centroamericanos. Al finalizar la primera dcada del MCCA, slo 55 productos tenan restricciones.

    Se negoci un arancel comn que en 1969 abar-caba el 99% de la nomenclatura arancelaria centro-americana. En qu consista?

  • 71Ms fracasos que xitos

    La caracterstica del arancel comn estaba dada porque, en general, era ms alto que el que preva-leca en cada pas antes de los acuerdos. En cierta medida, era un instrumento para propiciar la indus-trializacin. Por ello, protega ms a los bienes de consumo duradero y no duradero, que a los bienes de capital.

    En la poltica de industrializacin que se pro-puso el MCCA tuvo tambin su papel la poltica de incentivos fiscales. Los incentivos consistieron en lo fundamental en exenciones para la importacin de materias primas, bienes intermedios y bienes de capital y en muchos casos, en la exencin del pago de impuestos sobre la renta y el patrimonio.

    El propsito de la firma del Convenio sobre In-dustrias de Integracin era que la industrializacin abarcara todos los pases. Se cre el Banco Centro-americano de Integracin Econmica (BCIE), con el objetivo de canalizar recursos financieros locales y externos para el fomento de industrias. El BCIE tam-bin financiara proyectos de infraestructura.

    Finalmente, se crearon acuerdos de pagos y mo-netarios intraregionales. En el orden institucional, adems del BCIE, se crearon el Instituto Centroame-

  • [ Integratemas 9] Un camino inconcluso72

    ricano de Investigacin y Tecnologa Industrial (Icai-ti), el Instituto de Administracin Pblica (ICAP) y el Consejo Monetario Centroamericano.

    En resumen, desde el punto de vista econmico, el MCCA fue un rea de libre comercio, donde existan un arancel externo comn y acuerdos sobre pagos, en funcin de la industrializacin.

    El MCCA tuvo un xito inicial en los marcos en los que se concibi: las empresas transnacionales, aprovechando las caractersticas de un mercado adi-tivo, establecieron algunas plantas industriales en Centroamrica y crecieron las exportaciones dentro de la regin en un 900% (aunque justo es sealar tambin que sus principales exportaciones, por sus caractersticas, continuaron yndose afuera.

    Luego llegaron los conflictos entre pases y con ellos, la ralentizacin del proceso de integracin. Especficamente, la guerra entre Honduras y El Sal-vador lo llev al estancamiento, a pesar de diversos esfuerzos en direccin contraria. Slo renace haca finales de los aos ochenta.

    La Alalc se propuso liberalizar el comercio. Por ello, sus resultados fueron modestos en trminos de integracin.

  • 73Ms fracasos que xitos

    La Alalc se propuso liberalizar el comercio. Por ello, sus resultados fueron modestos en trminos de integracin.

    La Alalc-Aladi

    La decisin que hubo al crearse la Asociacin Lati-noamericana de Libre Comercio (Alalc) fue formar una zona de libre comercio, en la que cada pas mantuviera con independencia su arancel exterior aplicable al comercio con pases de otras regiones. La Alalc naci en febrero de 1960 con el Tratado de Montevideo.

    Siete pases suscribieron inicialmente el Tratado: Argentina, Brasil, Chile, Mxico, Paraguay, Per y Uru-guay. En 1961 se adhirieron a l Colombia y Ecuador y posteriormente Venezuela y Bolivia. En 1970 inclua a todos los pases de Suramrica y a Mxico.

    La Alalc se propuso liberalizar el comercio en el rea, nunca formar una unin aduanera. Responda ms a problemas surgidos en el comercio que a la idea de reestructurar las relaciones econmicas de los pases de la regin. Por ello, sus resultados fueron modestos en trminos de integracin, aunque en las reuniones del organismo siempre se hablara de ella.

    En 1967, en una reunin presidencial efectuada en Punta del Este, Uruguay, qued establecido que el propsito de los gobiernos latinoamericanos era

  • [ Integratemas 9] Un camino inconcluso74

  • 75Ms fracasos que xitos

    marchar haca la integracin y se estableci el ao 1970 como inicio de ese proceso. Esta fue una de las muchas declaraciones que quedaron ah.

    El mecanismo de liberalizacin era sencillo en la idea, pero complejo en la prctica (Urquidi 1962). Se fij un plazo de doce aos para eliminar los aranceles y otras restricciones aduaneras. Los pases se compro-metan a reducir los impuestos a las importaciones y otros gravmenes sobre los productos originarios de la zona de modo que el resultado fuera bajar en un 8 por ciento el promedio ponderado del arancel vigente aplicable a pases ajenos a la zona. De esa forma ningn pas se vea obligado a abrir totalmente sus fronteras aduanales a los productos de los dems miembros.

    Se establecieron adems dos listas de productos: una comn, que representaba o deba representar el intercambio esencial interno de la ALAC; otra llama-da nacional, que se confeccionaba segn el inters de cada pas en productos especficos. La diferencia entre ambas listas era que la nacional era revocable y cualquier pas poda solicitar el retiro de las con-cesiones hechas a otros, mientras la comn tena un carcter definitivo. Junto a esto se establecieron numerosas clusulas de salvaguarda.

  • [ Integratemas 9] Un camino inconcluso76

    En los primeros aos de funcionamiento de la Alalc, el intercambio entre los pases de la regin pas de 322 millones de dlares, en 1962, a 700 millones en 1967, lo que representaba un 13 por ciento del comercio exterior del rea. Pero luego en-tr en un periodo de estancamiento. En esto incidi el mecanismo de negociacin y liberalizacin. Fue entonces cuando se cre en su lugar la Asociacin Latinoamericana de Integracin (Aladi).

    La Aladi naci el 12 de agosto de 1980 tambin en Montevideo, mediante un Tratado, con el objetivo de lograr un Mercado Comn de Amrica Latina. El Tratado suscrito estableci los siguientes principios para la institucin:

    n Pluralismo en materia poltica y econmica.n Convergencia progresiva de acciones parciales

    hacia la formacin de un mercado comn la-tinoamericano.

    n Flexibilidad.n Tratamientos diferenciales sobre la base del

    nivel de desarrollo de los pases miembros.n Multiplicidad en las formas de concertacin de

    instrumentos comerciales.

    Tres rganos componan, principalmente, la Aso-ciacin:

  • 77Ms fracasos que xitos

    n El Consejo de Ministros de Relaciones Exterio-res.

    n La Conferencia de Evaluacin y Convergencian El Comit de Representantes, formado por los

    embajadores de los pases miembros acredita-dos en Montevideo.

    Los mecanismos establecidos por la Aladi para el rea de preferencias econmicas son tres: una pre-ferencia arancelaria regional respecto de terceros pases, acuerdos de alcance regional en que partici-pan todos los pases miembros y acuerdos de alcan-ce parcial que involucran a dos o ms de los pases miembros.

    En cierto sentido la Aladi ha creado un mecanismo a la carta para promover acuerdos de libre comercio entre sus miembros. En el ao 2003 la Secretara General informaba que se haban suscrito entre sus miembros ciento tres acuerdos, de los cuales siete instrumentos eran de alcance regional y noventa y seis de alcance parcial.

    Los datos anteriores muestran el predominio de los acuerdos bilaterales o plurilaterales sobre los acuerdos regionales en el mbito de la Aladi.

  • [ Integratemas 9] Un camino inconcluso78

    El Pacto AndinoUna de las consecuencias de la no efectividad de la Alalc fue la firma del Acuerdo de Cartagena, que dio nacimiento al Pacto Andino. Se atribuye a Chile la iniciativa. Fue all donde la sustitucin de importa-ciones tuvo resultados palpables, pero tambin donde se constri el crecimiento de la economa por el tamao de su mercado interno. De ah que buscara una aproximacin a los pases de tamao medio Pe-r, Colombia, Venezuela que formaban parte de la Alalc. Al estar todos estos pases vinculados por la cordillera de Los Andes, esta asociacin comenz a conocerse como Pacto Andino.

    El 26 de mayo de 1969 se firm en el contexto de la Alalc el Acuerdo de Integracin Subregional conocido como Acuerdo de Cartagena, que entr en vigor el 16 de octubre del mismo ao. Suscribieron el Pacto Ecuador, Chile, Colombia, Per y Bolivia. Venezuela se adhiri en 1973.

    Para alcanzar los objetivos integradores, el Pacto traz los siguientes mecanismos y medidas:

    n La armonizacin de polticas econmicas y sociales y la aproximacin de las legislaciones nacionales en las materias pertinentes;

  • 79Ms fracasos que xitos

    n La programacin conjunta, la intensificacin del proceso de industrializacin subregional y la ejecucin de programas sectoriales de desa-rrollo industrial;

    n Un programa de liberacin del intercambio, ms acelerado que el que se adopte en general en el marco de la Alalc;

    n Un arancel externo comn cuya etapa previa ser la adopcin de un arancel externo mnimo comn;

    n Programas destinados a acelerar el desarrollo del sector agropecuario;

    n La canalizacin de recursos de dentro y de fuera de la subregin para proveer a la financiacin de las inversiones que sean necesarias en el proceso de integracin;

    n La integracin fsica; yn Tratamientos preferenciales a favor de Bolivia

    y Ecuador (Falconi 1973, 58).

    El Pacto se estructur con dos rganos princi-pales:

    n La Comisin, rgano mximo del Acuerdo, cons-tituida por los representantes plenipotenciarios de los gobiernos de los pases miembros. Ella expresara su voluntad mediante decisiones,

  • [ Integratemas 9] Un camino inconcluso80

    n La Junta, rgano tcnico del Acuerdo.

    Tambin se crearon Comits, como rganos auxi-liares.

    Es de sealar que antes de la constitucin del Pacto Andino fue creada la Corporacin Andina de Fo-mento (CAF), primer rgano financiero multinacional totalmente latinoamericano (Furtado 1969,240).

    Antes de la firma del Pacto, el comercio entre este grupo de pases era casi inexistente y uno de los primeros resultados del acuerdo fue su aumento acelerado entre los miembros del mismo.

    Entre las proyecciones del Acuerdo estaba la crea-cin de empresas multinacionales con capital de sus integrantes y de otros pases de Amrica Latina, para impulsar la industrializacin de la subregin.

    No puede dejar de mencionarse la decisin 24, que estableca regulaciones para la inversin extranjera; de acuerdo con ella, las empresas extranjeras tenan un plazo de 15 aos para transformarse en nacionales o mixtas, prohiba nuevos capitales extranjeros en instituciones financieras, bancos, seguros, servicios pblicos, transporte, agencias de publicidad, medios de comunicacin masivos y comercializacin interna de productos de cualquier especie. No es casual que

    La decisin 24 estableca regulaciones para la inversin extranjera.

  • 81Ms fracasos que xitos

    La decisin 24 estableca regulaciones para la inversin extranjera.

    el Chile de Pinochet saliera del Pacto, a causa de esta decisin.

    El Acuerdo se caracteriz por el desarrollo jurdi-co-institucional. Adems de la Corporacin Andina de Fomento, se cre un Tribunal de Justicia Andino, encargado de resolver las diferencias entre los pases miembros; el Parlamento Andino como rgano delibe-rativo, la Secretara General, encargada de velar por el cumplimiento de las normas del acuerdo.

    Se promovieron dos importantes convenios: el Convenio Andrs Bello, de integracin educativa, cientfica y cultural, y el Convenio Hiplito Unanue, cuyo objetivo era mejorar la salud en los pases del Tratado.

    Aunque el proceso de integracin andina tuvo un impulso inicial notable con realizaciones impor-tantes entre sus miembros, pronto las contradiccio-nes y conflictos entre sus miembros lo llevaron al estancamiento.

    Acuerdos en el CaribeEl Caribe ha sido histricamente una frontera entre imperios. Sus territorios han sido posesiones de Es-

  • [ Integratemas 9] Un camino inconcluso82

    paa, Inglaterra, Francia, Holanda y desde fines del siglo diecinueve, tambin ha estado presente Estados Unidos de Amrica. Para mantener ese dominio, se han ensayado ms recientemente diversas frmulas, especialmente despus de la Segunda Guerra Mundial y de la revolucin en Cuba.

    La prfida Albin, como se le caracteriz en una poca, promovi en 1958 un nuevo Estado, la Federa-cin de las Indias Occidentales, formado por Antigua, Barbados, Dominica, Granada, Jamaica, Monserrat, Saint Kilt. Nieves- Anguila, Santa Luca, San Vicente y Trinidad y Tobago. Jamaica y Trinidad eran deter-minantes en la Federacin, por eso al poco tiempo de salirse en 1961, se disolvi.

    A principios de 1965, Esta