INTEGRACION VERTICAL EN AGRICULTURA€¦ · integración se lleve a cabo lo mejor posible y...

3
INTEGRACION VERTICAL EN AGRICULTURA Denis R. BERGMANN Del Instituto Nacional Agronómico de París. La integración no es un hecho aislado en agricultura. Su resonancia podríamos decir llega poco a poco a toda la vida campesina. Creemos que las breves consideraciones que aquí hacernos permitirán apreciar la forma en que esta integración modifica y modificará más y más la actividad tra- dicional de los agricultores. TODO progreso técnico en agricultura lleva tras de sí transformaciones en la organización de las explotaciones, en la estructura misma de la agricultura y en las sociedades (grupos humanos) agrícolas. Desde hace varios arios, este progreso penetra a un ritmo tal que no es exagerado ha- blar de una transformación total de las condicio- nes, de una revolución agraria. El término revo- lución agraria está plenamente justificado. A través de una evolución más bien lenta, la agricultura de los países desarrollados—o más exactamente de las regiones desarrolladas—ha pa- sado del estado de agricultura autárquica (o de subsistencia), al estado de agricultura comercial que produce para el mercado. Pero esta agricul- tura comercial se desarrollaba, en la mayoría de los casos, conservando las estructuras que los economistas denominan «de artesanía». Una parte preponderante del trabajo era pro- porcionada por el agricultor y los miembros de su familia. El recurrir a capitales ajenos cons- tituía la excepción. Después de esta crisis de evolución lenta hacia una agricultura comercial, asistimos a un movi- miento rápido que nos lleva a una «agricultura industrial. Esta expresión, muy feliz, ha sido uti- lizada concretamente por M. 1. B. Chombart de Lauvoe. Esto afecta a toda la organización actual del mundo agrícola. Con esta transformación que conduce a la agricultura industrializada, toda aque- lla organización tiende a transformarse. Ninguno de los equilibrios anteriores puede subsistir. Las fuerzas del mercado actúan con una pre- sión creciente sobre los agricultores. Podría de- cirse que éstos están dominados por el mercado, o más exactamente, por el doble mercado de los productos que venden y de los bienes de pro- ducción que compran, en particular a la indus- tria. Este dominio del mercado, que tiende a convertirse en la preocupación esencial de los agricultores, reemplaza, en gran medida, la pre- ocupación de la tierra que caracterizaba la época feudal, y de la cual subsisten todavía algunas re- liquias. En 1761 los agricultores se quejaban del señor feudal. En 1961 es el comerciante, el inter- mediario, el que figura como uno de los responsa- bles más visibles de sus dificultades. Pero el análisis, desde un punto de vista eco- nómico, de esta supeditación de los agricultores a los propietarios territoriales o a los interme- diarios, nos muestra que existe algo más que una mera explotación que hace pagar al agricultor rentas excesivas e injustificadas, o le obliga a ven- der a precios excesivamente bajos. 15

Transcript of INTEGRACION VERTICAL EN AGRICULTURA€¦ · integración se lleve a cabo lo mejor posible y...

Page 1: INTEGRACION VERTICAL EN AGRICULTURA€¦ · integración se lleve a cabo lo mejor posible y respetando ciertos valores fundamentales. La integración cooperativa, solución deseable.

INTEGRACION VERTICALEN AGRICULTURA

Denis R. BERGMANN

Del Instituto Nacional Agronómico de París.

La integración no es un hecho aislado en agricultura. Su resonanciapodríamos decir llega poco a poco a toda la vida campesina. Creemos quelas breves consideraciones que aquí hacernos permitirán apreciar la formaen que esta integración modifica y modificará más y más la actividad tra-dicional de los agricultores.

TODO progreso técnico en agricultura llevatras de sí transformaciones en la organización delas explotaciones, en la estructura misma de laagricultura y en las sociedades (grupos humanos)agrícolas. Desde hace varios arios, este progresopenetra a un ritmo tal que no es exagerado ha-blar de una transformación total de las condicio-nes, de una revolución agraria. El término revo-lución agraria está plenamente justificado.

A través de una evolución más bien lenta, laagricultura de los países desarrollados—o másexactamente de las regiones desarrolladas—ha pa-sado del estado de agricultura autárquica (o desubsistencia), al estado de agricultura comercialque produce para el mercado. Pero esta agricul-tura comercial se desarrollaba, en la mayoría delos casos, conservando las estructuras que loseconomistas denominan «de artesanía».

Una parte preponderante del trabajo era pro-porcionada por el agricultor y los miembros desu familia. El recurrir a capitales ajenos cons-tituía la excepción.

Después de esta crisis de evolución lenta haciauna agricultura comercial, asistimos a un movi-miento rápido que nos lleva a una «agriculturaindustrial. Esta expresión, muy feliz, ha sido uti-

lizada concretamente por M. 1. B. Chombart deLauvoe. Esto afecta a toda la organización actualdel mundo agrícola. Con esta transformación queconduce a la agricultura industrializada, toda aque-lla organización tiende a transformarse. Ningunode los equilibrios anteriores puede subsistir.

Las fuerzas del mercado actúan con una pre-sión creciente sobre los agricultores. Podría de-cirse que éstos están dominados por el mercado,o más exactamente, por el doble mercado de losproductos que venden y de los bienes de pro-ducción que compran, en particular a la indus-tria. Este dominio del mercado, que tiende aconvertirse en la preocupación esencial de losagricultores, reemplaza, en gran medida, la pre-ocupación de la tierra que caracterizaba la épocafeudal, y de la cual subsisten todavía algunas re-liquias. En 1761 los agricultores se quejaban delseñor feudal. En 1961 es el comerciante, el inter-mediario, el que figura como uno de los responsa-bles más visibles de sus dificultades.

Pero el análisis, desde un punto de vista eco-nómico, de esta supeditación de los agricultoresa los propietarios territoriales o a los interme-diarios, nos muestra que existe algo más que unamera explotación que hace pagar al agricultorrentas excesivas e injustificadas, o le obliga a ven-der a precios excesivamente bajos.

15

Page 2: INTEGRACION VERTICAL EN AGRICULTURA€¦ · integración se lleve a cabo lo mejor posible y respetando ciertos valores fundamentales. La integración cooperativa, solución deseable.

Demuestra que existe una pérdida de libertadpor parte del agricultor, que en el primer casotiene la condición de siervo, respecto al señor, yen el segundo sufre, como consecuencia de la in-tegración vertical, por parte de los comerciantes,un conjunto de presiones. No sólo percibe el agri-cultor un precio bajo por sus productos y pagaprecios altos por sus factores, sino que recibetambién consejos técnicos que parecen más bienórdenes, prescripciones casi imperativas, referen-tes a la utilización de tal o cual elemento, y tam-bién en cuanto a la fecha y condiciones de en-trega.

Su pérdida de libertad es aún mayor, pues, porlo general, depende financieramente de aquellosque le llenan de exigencias. En el peor de los ca-sos, no le queda más libertad que la de soportarpor sí solo las fluctuaciones de los precios.

El paso a una «agricultura industrializada» setraduce también por transformaciones profundasen las dimensiones de la explotación y en la pro-ductividad del trabajo. La integración verticalconduce a un aumento en las dimensiones de lasunidades de producción, y la especialización sub-siguiente permite importantes inversiones bajoforma de instalaciones fijas y material agrícola.Estas últimas llevan consigo incrementos conside-rables en la productividad del trabajo y, por con-siguiente, una disminución en las necesidades enmano de obra de la agricultura. Imaginémonos,por ejemplo, cuántos hombres serían necesariospara producir toda la leche que necesita Franciasi esta producción estuviera asegurada por esta-blos integrados semejantes al de Montereau (Sei-ne-et-Marne), que agrupa varios centenares devacas. ¿No sería necesario revisar por completolos cálculos realizados en diversos países respec-to a la «población agrícola necesaria» si las con-diciones de la producción evolucionaran de estaforma?

Pensemos también en los problemas del equili-brio global de los mercados. La integración no essólo el resultado, la consecuencia, de una mejortécnica y de una disminución en la incertidumbrede la productividad del trabajo, sino también unamejor productividad de la tierra y de los anima-les. Sobre un territorio dado, el de Francia, porejemplo, una agricultura «integrada» puede ponersobre el mercado mucha mayor cantidad de pro-ductos que una agricultura individualista.

No es exagerado decir que ante la revoluciónde la integración vertical es preciso volver a con-siderar todos los problemas agrícolas.

El desarrollo de la integraciónes indispensable.

A pesar de la importancia de los factores quese acaban de señalar, no parece razonable quela integración vertical deje de desarrollarse muyrápidamente en la agricultura de numerosos paí-ses a medida que las nuevas condiciones se ge-neralizan. Frenar la integración vertical sería,hasta cierto punto, lo mismo que frenar el pro-greso. Sería tanto como quitar a los agricultorestodas las posibilidades de estabilización y seguri-dad que les ofrece la integración vertical. Graciasal establecimiento de contratos, y este punto hasido tratado en numerosas ocasiones con anterio-ridad, el funcionamiento de los circuitos de co-mercialización puede ser mucho más regular ylos precios mucho menos variables. Sin duda, apesar de estas ventajas, no es agradable compro-bar, concretamente, al despertarse una mañana,que uno ha perdido gran parte de su libertad.Y, en general, este fenómeno se observa nó sólocuando se pierde el primer fragmento de la li-bertad, sino después que hemos sufrido muchosatentados a su integridad. Pero es preciso decirque la pérdida de la libertad, la interdependencia,la solidaridad organizada y codificada, constitu-yen el precio ineludible del desarrollo económico,de la división del trabajo y del incremento de-mográfico.

En el fondo, el problema no consiste tanto endiscutir como saber si la integración tendrá lugar.Es muy difícil bloquear los procesos del progre-so. Numerosos agricultores están dispuestos a fir-mar contratos ante las ventajas que ellos han deconseguir, en particular, en relación con las posi-bilidades de inversión. Pasarán así a formar par-te de la producción comercializada, lo que se tra-ducirá en el triunfo de la agricultura integral. Elproblema importante consiste en vigilar que estaintegración se lleve a cabo lo mejor posible yrespetando ciertos valores fundamentales.

La integración cooperativa,solución deseable.

Por numerosas razones, la integración coope-rativa es mucho más deseable que la procedentede una organización privada. Las relaciones quesurgen en una agrupación de agricultores sonmucho menos desagradables que las que se pro-ducen entre los agricultores y una empresa de in-tegración que busque únicamente conseguir losbeneficios más altos posibles.

16

Page 3: INTEGRACION VERTICAL EN AGRICULTURA€¦ · integración se lleve a cabo lo mejor posible y respetando ciertos valores fundamentales. La integración cooperativa, solución deseable.

Esto no quiere decir que la integración coope-rativa resuelva todas las dificultades. Subsistennumerosos problemas que originan rozamientosentre las explotaciones agrícolas, y sobre todo,entre los pequeños grupos de cooperadores, quese comprenden mejor, por una parte, y el con-junto de la cooperativa, por otra. La presenciade monopolios cooperativos puede acarrear algu-nos peligros. Pero no es necesario llegar a quela cooperativa firme o abarque la totalidad de loscontratos. Su sola presencia basta muchas vecespara mejorar el poder de compra de los agricul-tores contratantes.

La integración verticaly el Poder público.

Cada día surgen nuevas formas de integraciónvertical. No parece aconsejable que la interven-ción del Gobierno pretenda reglamentar estasformas nuevas de agricultura, dificultando lapuesta a punto de modalidades originales. La me-jora de las condiciones de la integración verticalha de ser consecuencia del deseo de los agricul-tores, de sus aptitudes para razonar con claridad,mucho más que de la ayuda o de la reglamenta-ción administrativa.

Creemos que el Poder público no debe en laactualidad reglamentar esta integración vertical.

Es necesario dejarla libre para que pueda des-arrollarse y no servirse de ella como instrumentoque frene la producción y el derecho de los agri-cultores para producir del mejor modo posible:es preciso, por el contrario, estimularla honra-damente a través de una ayuda técnica y de la.formación de sus cuadros dirigentes, y, sobretodo, mediante un inmenso desarrollo del crédi-to. El Poder público ha de proporcionar los ser-vicios de consejo económico a las cooperativas ygrupos de agricultores, y ha de ayudarles a for-mar mejor, y muchas veces a pagar mejor, a suscuadros directivos.

Sobre todo, una política de crédito agrícolamucho más potente que la actual permitirá dotar-las de capital, sin exceso, de forma tal que pue-dan afrontar con ventaja la competencia de lasfuerzas integradoras de la empresa privada.

Estas breves consideraciones están muy lejosde agotar el inmenso campo de la integración ver-tical. Numerosos estudios son todavía necesariospara lograrlo. Esperamos que éstos puedan lle-varse a cabo con método y rigor, pero tambiéncon claridad y sin ideas preconcebidas.

NOTA.—Artículo publicado con autorización de Pay-sans. París. Núm. 31. Agosto-septiembre 1961.

Revista FATIS. Núm. 4. 1961.

Redactar un artículo de divulgación es una de las tareas más difíciles del periodismo. La ver-dadera divulgación exige escritores excelentes, verdaderos periodistas agrícolas, pero, también, un

profundo conocimiento de la ciencia o de la técnica que se quiere divulgar.

17