Inteligencia Emocional

El término “inteligencia Emocional” fue utilizado por primera vez por los psicólogos P. Salovey y J.

Mayer. (1990) Se empleó para describir las cualidades emocionales que parecen tener importancia para el

éxito. Estas pueden incluir “La empatía. La expresión y comprensión de los sentimientos. El control de

nuestro genio. La independencia. La capacidad de adaptación. La simpatía. La capacidad de resolver los

problemas en forma interpersonal. La persistencia. La cordialidad, la amabilidad y el respeto.” (p. 32) En

función de lo anterior, Goleman (1995) afirma que para desenvolverse en la sociedad se necesita tanto de la

inteligencia racional, como la emocional y que los educadores preocupados desde hace tiempo por los bajos

rendimientos de los escolares en matemática y lectura están comenzando a advertir la existencia de una

deficiencia diferente y más alarmante: “El analfabetismo Emocional”.

Asimismo, Goleman (1995) determina que la primera oportunidad para dar forma a los ingredientes

de la inteligencia emocional son los primeros años de vida, aunque estas capacidades continúan formándose en

la escuela. Estas construyen sobre esos primeros años y son la base esencial de todo aprendizaje. El camino

hacia la violencia y la criminalidad comienzan con alumnos agresivos y difíciles de manejar en los dos primeros

años de escolaridad, su incapacidad de dominarse contribuyen que sean malos estudiantes.

Goleman (1995) define la inteligencia Emocional: Es la que se refiere a la capacidad de reconocer

nuestros propios sentimientos, los sentimientos de los demás, motivarnos y manejar adecuadamente las

relaciones que sostenemos con los demás y con nosotros mismos.

Para Goleman (1995) existen cuatro aspectos fundamentales para la inteligencia emocional:

1-Autoconciencia: Es la habilidad de reconocer y entender las emociones de ánimo e impulsos, así como su

efecto en los demás. Lo que permite confianza en sí mismo, sentido del humor y autocritico.

2- Autorregulación: Es la habilidad para controlar o dirigir impulsos y estados de ánimo e impulsos, así como

su efecto en los demás.

3- Motivación: Propensión a lograr metas con energías y persistencia, optimismo incluso frente al fracaso.

4-Empatia: Habilidad para entender la apariencia emocional de las cosas, para tratar con las personas de

acuerdo con sus reacciones emocionales.

5-Habilidades sociales: Pericia en el manejo y construcción de redes de relaciones, habilidad para encontrar

un espacio común y construir simpatía.

Por su parte, Meyer (1997) explica que la Inteligencia Emocional: La habilidad para percibir, valorar

y expresar emociones con exactitud, la habilidad de acceder y /o generar sentimientos que faciliten el

pensamiento; la habilidad para comprender emociones y el conocimiento emocional y la habilidad para

regular las emociones promoviendo un crecimiento emocional e intelectual.

Para Meyer (1997) existen cuatro componentes fundamentales para la inteligencia Emocional:

a)Percepción Emocional: Es la capacidad de identificar las emociones(con sus componentes físicos y

cognitivos) tanto en sí mismo como en los demás, poder identificar la honestidad y deshonestidad de las

expresiones emocionales, así como la capacidad de expresar nuestras emociones y necesidades en el lugar y el

modo adecuado.

b) Uso de las emociones para facilitar el pensamiento: Es la capacidad de distinguir entre las diferentes

emociones que uno está sintiendo y la habilidad para identificar la influencia de éstas en los procesos de

pensamiento. De manera que se puede dirigir la atención a la información relevante, eligiendo entre aquellos

pensamientos que facilitan los procesos de pensamiento. El uso de las emociones implica, por tanto, la

asimilación cognitiva de experiencias emocionales básicas. Se puede decir que cuando se responde

emocionalmente a algo es porque este algo es suficientemente importante como para atraer la atención, y, por

tanto, poseer un buen sistema de input emocional debe ayudar a priorizar aquello que es realmente

importante.

C) Comprensión de las emociones: Se refiere al entendimiento de las emociones y a la información que éstas

conllevan; la felicidad usualmente indica un deseo de disfrutar con otros, el enfado indica un deseo de ataque

o dañar a otros, el miedo indica un deseo de escapar, entre otros. Cada emoción soporta su propio patrón de

posibles mensajes y acciones asociadas con esos mensajes. Es decir, entender las emociones implica

comprender el significado de las mismas y tener capacidad de razonar acerca de sus significados.

d) Manejo de las Emociones: Las emociones con frecuencia se pueden dirigir y manejar. La persona necesita

comprender las emociones de acuerdo con la información que procesa. Controlar y manejar requiere de cierta

capacidad para manejar sentimientos con el fin de que sean adecuados, se basa en la conciencia de uno

mismo.

Importancia del Desarrollo Emocional

La expresión y manejo de las emociones, forma parte de las cualidades que definen a los seres humanos,

en este sentido Shapiro (1997), estipula elementos que definen la importancia del desarrollo emocional de los

niños, constituyendo una forma de enseñarles a tener un pensamiento realista y la forma de cómo resolver los

problemas. Las poesías, rimas, parábolas y fabulas moldean sus valores y los relatos históricos, familiares y

culturales, forman las actitudes de las personas que los rodean. La repetición de las historias, combinadas con la

imaginación de los niños es la forma de influir en el pensamiento de los niños.

Para la mayor comprensión de este aspecto, Salovey y Mayer (1990), destacan que el concepto de

inteligencia emocional, relaciona el concepto de inteligencia intrapersonal e interpersonal, pero incluye además

el hecho de que son meta-habilidades que pueden ser categorizadas en cinco competencias o dimensiones:

1.- El conocimiento de las propias emociones. Es decir, el conocimiento de uno mismo, la

capacidad de reconocer un mismo sentimiento en el mismo momento en que aparece,

constituyendo la piedra angular de la inteligencia emocional.

2.- La capacidad para controlar las emociones.: La conciencia de uno mismo es una

habilidad básica que nos permite controlar nuestros sentimientos y adecuarlos al momento.

3.- La capacidad de motivarse a sí mismo: Con esto Salovey y Mayer, y más tarde

Goleman, quieren hacer entender que el control de la vida emocional y su subordinación a una meta

puede resultar esencial para "espolear" y mantener la atención, la motivación y la creatividad.

4.- El reconocimiento de las emociones ajenas: La empatía, es decir, la capacidad para

poder sintonizar con las señales sociales sutiles indican qué necesitan o qué quieren los demás.

5.- La habilidad en las relaciones: Es una habilidad que presupone relacionarnos

adecuadamente con las emociones ajenas. (p. 52)

Si se analiza este aspecto, el mismo se relaciona con lo destacado por Shapiro (1997), define qué es

formar la inteligencia emocional en los niños. Una nueva forma de educar a los hijos, que bien puede llevarse a

los sistemas educativos. Trata sobre cómo alentar la empatía (la participación afectiva en una realidad ajena), el

desarrollo de la atención, el aliento a la sinceridad, el optimismo y el control de la depresión o el bajo

rendimiento, el tratamiento de las emociones morales negativas como la culpa y la vergüenza, la importancia

del humor, las condiciones de los placeres, el beneficio de la formación en grupos y la amistad, el esfuerzo, la

persistencia y voluntad, el control emocional, la superación del fracaso.

Se considera entonces, que si el profesor enseña usando su razón, con respeto y empatía, eso es lo que

el alumno aprenderá a valorar con mayor probabilidad.  Profesores y alumnos deben según Goleman (1995):

1.  Aprender a etiquetar las sensaciones, no  a las personas o las situaciones.

2.  Analizar sus propias sensaciones, en lugar de las acciones o los motivos de los demás.

3.  Acostumbrarse a preguntar a los demás cómo se sienten.

4.  Tomarse tiempo para reflexionar sobre las propias sensaciones.

5.  Identificar los deseos y temores.

6.  Identificar los deseos emocionales.

7.  No hay que esperar que los demás le hagan a uno feliz.

8.  Ser responsable de sus emociones y de su felicidad. ( p. 383)

Se puede establecer una posibilidad de conocer posibles estándares de conducta y a partir de ello,

modificar conductas erróneas para la norma de la sociedad.

Las Conductas Disruptivas

El ser humano exhibe conductas las cuales son aprendidas en su interactuar social, algunas de estas no

se acoplan a como se desenvuelven otras personas, esto según Pino (2007), son denominadas disruptivas y las

define como “aquellas que los alumnos alteran la disciplina o convivencia escolar o entorpeciendo el proceso de

enseñanza y aprendizaje” (p. 28). Por otro lado se ha considerado una clasificación, la autora mencionada, acota

que la mayoría de estas conductas se pueden clasificar en los siguientes grupos: “Conductas moralmente

inadecuadas y hábitos no aceptados moralmente. Dificultades personales de integración social y de relación con

los otros. Enfrentamiento a la autoridad del docente. Alteración de las normas de funcionamiento de la clase o

grupo y Conductas de agresión verbal o física con otros compañeros.” (p.28), esta no es la única clasificación,

también Morcillo (2003), destaca “La conducta disruptiva se puede definir con un anagrama de conductas poco

apropiadas o molestas de determinados alumnos que influyen de manera negativa obstaculizando el ritmo

normal de la clase: tales como: falta de educación, no participación, desobediencia, agresividad, contestaciones,

entre otras.

Asimismo, clasifica las conductas disruptivas en las siguientes categorías según Morcillo (2003):

-Comportamientos socialmente inaceptables y moralmente pocas discusiones e incluso peleas.

-Comportamientos de enfrentamiento contra el profesor: interrumpir explicaciones, olvidar los

trabajos, reírse a destiempo, mentir, molestar haciendo ruidos, desafiar al profesor, incumplir las

sanciones.

- Conductas que alteran las normas de funcionamiento de la clase: llegar tarde, interrumpir sin

permiso, escaparse, gritar.

-Comportamientos derivados de trastorno de personalidad: rabietas, hiperactividad e

hipersensibilidad.

- Conductas relacionadas con la falta de rendimiento: pasividad y desinterés, ausentismo, olvido del

material de trabajo, boicot de las explicaciones.

adecuados: desorden, coprolalia, poca higiene.

- Conductas que dificultan la integración y las relaciones con el grupo de clase: dominancia sobre el

resto, agredir verbalmente e intimidar, provocar (p. 47)

Al profundizar estos aspectos, se tiene que es una gama de procederes, pero todos ellos conllevan a

afectar las relaciones interpersonales y a generar otras consecuencias a nivel intrapersonal, donde se pueden

destacar desmotivación, afectaciones de la estima y sentimientos que surgen sin una definición precisa.

Conductas Relacionadas con las Habilidades Sociales

Lo referente a las habilidades sociales, ha sido objeto de diversos enfoques, entre otros Martínez (2008),

destaca que “Las habilidades sociales han sido tratadas por numerosos autores en diferentes escuelas, uno de los

máximos exponentes es Solter (1949), reconocido como padre de la terapia de conducta, quién introdujo en

término basado en la necesidad de aumentar la expresividad de los individuos, algunas de las sugerencias son

utilizadas en la actualidad” (p.1). Desde esa fecha a la actualidad han surgido disímiles criterios que distan más o

menos del primero, sin embargo se mantiene la esencia , pero Caballo (1987), complementa este criterio, al

destacar que dichas actuaciones pueden ser objeto de modelado o lo que él denominó entrenamiento en

Habilidades Sociales, esto abrió espacios para la aplicación de una serie de técnicas, que en el devenir del tiempo

han sido enriquecidas por psicólogos y en la actualidad han sido objeto de inclusión de estrategias por parte de los

docentes, con las cuales de persigue desarrollarlas en áreas y momentos de los procesos de enseñanza y

aprendizaje.

El intercambio social existe referencia que permita valorar elementos internos o externos que actúen como

determinantes en la formación de habilidades sociales. En un entrenamiento en habilidades sociales realizado por

Martínez Negreira y Sanz Martínez (2009) en la ciudad de Santiago de cuba a un grupo de jóvenes se pudo

apreciar que existían elementos que entorpecían o facilitaban el desarrollo de habilidades tan necesarias para un

exitoso desempeño en la sociedad actual, donde las exigencias de hoy son superiores a las de ayer e inferiores a las

de mañana. Por ello este trabajo pretende valorar elementos que actúan como determinantes del desarrollo exitoso

o no de habilidades sociales.

Referencias Bibliográficas

D’Ascoli D. (1988). Entrenamiento a los Padres en el aprendizaje de técnicas de modificación de conducta que

podrán aplicar en el hogar con ayuda de un especialista. Editorial Greco. Caracas. Venezuela.

Fernandez. B. (2009). Las habilidades escolares. Revista Latinoamericana de Psicología. Colombia.

Goleman, D (1995) Inteligencia Emocional. Editorial Kairos. Argentina

Goleman, D (1996) Inteligencia Emocional. Editorial Kairos. Argentina

Hernández, (2008).”Proyecto de Innovación Educativa para el Aprendizaje Emocional y Social en la Educación

Básica tercera Etapa”. Tesis en pdf.

Herrera A. (2007) La inteligencia Emocional en la Educación .Artículo de opinión. España.