CURA TU SOLlíDAD

En cierta reunión de uno de mis grupos de mujeres estábamos hablando de cómo teníamos que escuchar a nuestro Niño Interior. Apenas acababa yo de aludir al tema cuando una mujer, Charlene, me pidió más información al respecto. Quería saber exactamente lo que yo quería decir cuando hablaba del «Niño Interior» y de la conexión entre «el Adulto Interior y el Niño Interior», y aspiraba firmemente a ampliar su comprensión de la cuestión. Fue la insistencia, la franqueza y la dedicación de Charlene a su desarrollo lo que me movió a describir por primera vez algo que yo había creído que todas las personas hacían de manera natural.

Yo siempre mantenía diálogos amorosos interiores entre mi Adulta y mi Niña. Recuerdo que aun cuando era una niña pequeña mi Adulta consultaba a mi Nina preguntándole lo que quería, y mi Niña consultaba a mi Adulta para comprender las cuestiones externas y sobre cómo se debían hacer las ■ cosas en ei mundo. Aunque yo no atribuí hasta hace poco tiempo a mi proceso interior las etiquetas de Adulta y Niña, dicho proceso interior me parecía tan natural que no se me había ocurrido que las demás personas

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pudieran no tenerlo.Expliqué a Charlene mis

diálogos interiores y describí los diálogos que mantenía yo en voz alta Cuando me encontraba en una situación de estrés. Cuando hablé del sentimiento de amor y de confianza que existe entre mi Adulta y mi Niña, las asistentes al grupo empezaron a emocionai-se. Charlene me hacía preguntas y más preguntas; mientras yo respondía, empezó a suceder algo nuevo dentro del grupo. ¿

La otra coautora de este libro, Margaret Paul, lescribe así el modo en que conoció por primera vez :¡ conocimiento que tuvo Erika desu Niña y Adulta ntenores y el efecto que tuvo sobre ella tal descu-

INTRODUCCIÓN 19

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He dedicado mi vida a una búsqueda espiritual hacia dentro. Mis metas han sido ser un ser liuma- no lleno de amor y encontrar la paz y la alegría hítese riores.. Soy psicoterapeuta, y he desarrollado un méto

do de terapia al que llamo «terapia de intención».La Terapia de Intención se basa en la teoría de que en la vida sólo existen dos intenciones básicas: la intención de protegernos y la intención de aprender.La mayoría de nosotros, sobre todo cuando sentí-, mos molestias, dolor o miedo, hemos aprendido guardarnos de conocer estos sentimientos, de vivirlos y de aceptar responsabilidades por los injsmos, Nos_ protegemos mediante la desconexión de clivcr- sos modos de estos sentimientos. La intención de protegemos nos deifl encasillados en unos modos de conducta que perpetúan el mismo miedo y dolor que intentamos evitar.

Cuando descubrí hace algunos años que tenía- ó ^ mos otra opción, a saber, la opción de aprender deó nuestro dolor y de descubrir así vías para salir tic

estos sentimientos, cjmprendí un proceso intensivo dentro de iní misma. Y tuve éxito, hasta cierto punto. Me sentí

más poderosa dentro de mí misma v más capaz de amar a los demás con constancia. Pero todavía faltaba algo. Todavía me sentía sola • dentro de mí algunas veces, y solía

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sentirme sola cerca de los demás. Todavía no sentía la paz y áic- Y gría profundas que sabía posibles y que había senti-(1^ do en ciertas ocasiones, y por más

que lo intentase' ^ no era capaz de imaginarme lo quemarchaba mal.

Cierto día Erika habló conmigo a la salida de ( w ima sesión de sus grupos de mujeres. Me dijo: «Hoy

C'lH ha pasado una cosa en el grupo, una cosa que me liat~l/£ emocionado. Charlene empezó a hacerme preguntas

sobre mis procesos internos, y yo me puse a descri- ( hir la conexión entre mi Adulta y mi Niña. Las

mujeres de! grupo lo encontraron apasionante.»

Mientras Erika me refería lo que había contado

( V- a!grupo,yosentíun e s c a l o f r í o deemoción.¡Sí!

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¡Ei?. verdad! ¡Allí había algo muy emocionante! Todo lo que había dentro de mí cobró vida, y supe que urika había descubietfo algo maravilloso, aunque tardé una-semana en comprender plenamente aquello de lo queeslaba hablando ella y en penetrar su poder. Yo ya conocía y había practicado el «trabajo con c! niño interior», que consistía en estudiar los sentimientos que yo había tenido de niña e intentar curarlos a través del amor de los demás. Pero Erika estaba hablando de algo diferente. Estaba hablando de una relación interior de amor, de lo que ahora llamamos terapia de, enlace interior.

Ya llevo cierto tiempo trabajando profundamente con mi Adulta interior y mi Niña Interior amorosas, y todo ha cambiado en mi vida. Como consecuencia de escuchar a mi Niña interior y de ser amorosa con ella, me di cuenta de que todavía estaba desempeñando el papel de tutora en mi matri-monio, y que aquello me hacía muy infeliz y me dejaba constantemente agotada y enferma. Cuando me retiré por fin de aquel papel, mi matrimonio sufrió convulsiones y terminó en una separación. Mi matrimonio, y tener una familia completa, han sido factores muy importantes para mí; de modo que este cambio es muy difícil. Pero nunca he sido más feliz en toda mi vida. Las personas que llevaban tiempo sin verme me dicen que tengo un aspecto radiante y yo me encuentro radiante en mi interior en muchas ocasiones. He encontrado la paz que me faltaba y que llevaba buscando tanto tiempo, y es muy emocionante.

Ha sido muy importante para mí comprender que la intención de aprender es fundamental para cualquier desarrollo; pero no bastaba con eso. Lo que ha marcado la

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diferencia ha sido comprender que la intención de aprender significa aprender de y Icón el

Niño Interior, y asumir las responsabilidades \de lodos los sentimientos del Niño

Interior. Podemos tener la intención de aprender acerca del mundo. Podemos tener la intención de aprender acerca de

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INTRODUCCIÓN

otra persona. Pero mientras no tengamos la intención de aprender de y con nuestro Niño Interior, no curaremos nuestro aislamiento interior ni alcanzaremos la plenitud.

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Primera parte

Comprender ai Niño

Adulto Interiores