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1 motivación general El Encuentro Diocesano de Jóvenes de este año, que tendrá lugar los días 24 y 25 de marzo en el Cruce de Arinaga, tiene por lema la expresión «Jóvenes de Palabra». Se trata de una expresión evocadora, alusiva al lema pastoral que durante el presente curso anima la vida de las comunidades cristianas de nuestra diócesis: «Nuestra parroquia acoge y proclama la Palabra». Los miembros más jóvenes de aquellas también acogen y proclaman con un leguaje propio la Palabra de Dios: son jóvenes «de palabra». Para la preparación del encuentro proponemos tres propuestas catequéticas. Las tres giran en torno al término « palabra», y buscan mostrar cómo la Palabra de Dios puede dar respuesta a los interrogantes profundos que anidan en el corazón humano. La primera de ellas, Para que no nos roben la palabra, constituye una invitación a ubicarse en el momento presente, caracterizado por una cierta desorientación ante la crisis económica y de valores, con una voz propia, joven y eclesial. La segunda, Jóvenes de Palabra, enlaza con la experiencia que muchos jóvenes de nuestra diócesis realizaron el pasado verano en la Jornada Mundial de la Juventud. Su objetivo es recordar lo que aquel acontecimiento ha supuesto en la vida de la Iglesia y de tantos jóvenes, y evaluar el compromiso adquirido a partir de aquella. La tercera, Silencio y Palabra: escuchando la Palabra de Dios, constituye una invitación a escuchar la Palabra de Dios desde el silencio. Las tres catequesis abordan temáticas específicas, aunque relacionadas con la Palabra. No importa por ello el orden en que se impartan. Aunque hemos procurado exponer con claridad el desarrollo de cada encuentro, cada animador deberá hacer las modificaciones o adaptaciones oportunas en función de las características del grupo. Sin más, ¡buena preparación para el Encuentro!

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motivación general

El Encuentro Diocesano de Jóvenes de este año, que tendrá lugar los días 24 y 25 de marzo en el Cruce de Arinaga, tiene por lema la expresión «Jóvenes de Palabra». Se trata de una expresión evocadora, alusiva al lema pastoral que durante el presente curso anima la vida de las comunidades cristianas de nuestra diócesis: «Nuestra parroquia acoge y proclama la Palabra». Los miembros más jóvenes de aquellas también acogen y proclaman con un leguaje propio la Palabra de Dios: son jóvenes «de palabra».

Para la preparación del encuentro proponemos tres propuestas catequéticas. Las tres giran en torno al término « palabra», y buscan mostrar cómo la Palabra de Dios puede dar respuesta a los interrogantes profundos que anidan en el corazón humano. La primera de ellas, Para que no nos roben la palabra, constituye una invitación a ubicarse en el momento presente, caracterizado por una cierta desorientación ante la crisis económica y de valores, con una voz propia, joven y eclesial. La segunda, Jóvenes de Palabra, enlaza con la experiencia que muchos jóvenes de nuestra diócesis realizaron el pasado verano en la Jornada Mundial de la Juventud. Su objetivo es recordar lo que aquel acontecimiento ha supuesto en la vida de la Iglesia y de tantos jóvenes, y evaluar el compromiso adquirido a partir de aquella. La tercera, Silencio y Palabra: escuchando la Palabra de Dios, constituye una invitación a escuchar la Palabra de Dios desde el silencio.

Las tres catequesis abordan temáticas específicas, aunque relacionadas con la Palabra. No importa por ello el orden en que se impartan. Aunque hemos procurado exponer con claridad el desarrollo de cada encuentro, cada animador deberá hacer las modificaciones o adaptaciones oportunas en función de las características del grupo. Sin más, ¡buena preparación para el Encuentro!

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catequesis 1ª

Para que no nos roben la Palabra

01 Objetivo

Los jóvenes reconocen algunas de sus necesidades a la luz de la Palabra de Dios y las expresan con sus propias palabras

02 Motivación

La presente catequesis persigue suscitar un interrogante acerca del papel de los jóvenes en nuestra sociedad. Se trata de reflexionar juntos sobre la difícil situación que los jóvenes han de afrontar en el momento presente, marcado por la crisis económica y la escasez de posibilidades, la precariedad laboral, la falta de futuro. A diario se escucha en televisión y se lee en los periódicos la opinión de los políticos, empresarios y banqueros, dando recetas para salir de la crisis; pero la palabra de los jóvenes, que son los más perjudicados, no parece contar demasiado para la opinión pública.

La Palabra de Dios, una palabra que no enmudece por mucho que algunos quieran acallarla, nos invita a la reflexión crítica y nos empuja a actuar, o sea, a alzar la voz y decir una palabra propia, inspirada en el ejemplo de Cristo.

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Estructura de la catequesis

00’ Motivación y presentación del juicio 05’ Visualización del documental 10’ Deliberación por grupos 15’ Realización del juicio 25’ Visualización del documental y diálogo grupal 35’ Explicación del tema 45’ La Palabra nos ilumina

Materiales: Proyector, video, Biblia, Pancarta.

03 Partiendo de la experiencia

Todo el mundo ha oído hablar del 15-M. Se trata de un movimiento de protesta reciente, con unas características precisas, que ha despertado la conciencia social de muchas personas. El movimiento ha surgido en el contexto de una fuerte crisis económica, y ha tenido por protagonistas principalmente a los jóvenes, quienes están pagando las consecuencias de este ciclo económico al ver cercenadas sus posibilidades de futuro.

Como experiencia inicial proponemos la realización de un juicio al movimiento 15-M. Para ello, el animador divide el grupo en dos: unos ejercerán de detractores, los otros de defensores del movimiento. Cada uno de los grupos ha de esgrimir argumentos que sostengan la opinión que les ha tocado defender. Antes de la realización del juicio, se debe visualizar el siguiente video, de apenas cinco minutos de duración: http://www.youtube.com/watch?v=fnXcp_BkcJg&feature=related. Se trata de un documental que analiza el fenómeno de la mano de algunos expertos, donde se enumeran algunos de los argumentos que propondrán los grupos en la discusión: se

trata de una minoría frente a la gran mayoría que expresan su opinión mediante el

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voto; es un movimiento etéreo en sus planteamientos, sin organización; causan

daños al turismo y al comercio, etc. Algunos de los elementos aparecidos en este documental serán utilizados más adelante en el momento de la exposición del tema.

El animador puede motivar el juicio con las siguientes palabras:

Todos sabemos lo que el movimiento 15-M ha significado en la sociedad española. Y también sabemos que no todo el mundo está de acuerdo ni con sus propuestas ni con sus formas. Otros, en cambio, cantan las bondades de esta protesta silenciosa, que ha logrado despertarnos del sueño inverosímil de un mundo justo y equitativo. A nosotros nos toca ahora juzgar a este movimiento, que ha sido acusado de minoritario, difuso, poco concreto, dañino para la economía, el comercio, el turismo, etc. Invitamos ahora tanto a oponentes como a defensores del movimiento a deliberar para defender sus razones en el juicio que tendrá lugar a continuación.

La sala debe estar decorada en la medida de lo posible como un tribunal. No puede faltar la Biblia, sobre la que jurarán antes del juicio los representantes de ambas partes, ni una pancarta en la que esté escrito La calle no se calla. La pancarta representa al acusado: el movimiento 15-M, y debe estar en el centro de la sala mientras se lleva a cabo el juicio. Una vez realizado, el juez emitirá el siguiente veredicto:

Habiendo escuchado atentamente a ambas partes, y examinado con rectitud las razones expuestas, nos declaramos incompetentes para juzgar el caso, por carecer de argumentos definitivos que prueben la culpabilidad del acusado. Que cada uno de los presentes juzgue lo que estime conveniente.

04 Dialogando

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Tras la realización del juicio, se visualiza de nuevo el video y, disponiendo a todos los participantes en círculo, de modo que todos puedan verse las caras, el animador comienza un diálogo a partir de las siguientes preguntas:

• Uno de los expertos consultados al hablar del movimiento dice que los jóvenes tienen ganas de luchar, que tienen esperanza. ¿Estás de acuerdo? ¿Qué significa esto? ¿Por qué tienes tú ganas de luchar?

• En distintas secuencias aparecen los indignados reunidos en asambleas agitando las manos en el aire. Se trata de un lenguaje silencioso, verbal, para expresar el acuerdo o el desacuerdo, que prescinde del uso de las palabras. A través de este signo, se quiere expresar un mensaje: los políticos y los banqueros nos pueden robar la palabra, pero no la voluntad de expresarnos, el deseo de cambiar las cosas. ¿Qué te parece este mensaje? ¿Qué te dice?

• En un momento dado, se hace la siguiente afirmación: Si no vives como piensas, terminas

pensando como vives. ¿Qué piensas al respecto? ¿Estás de acuerdo? ¿Crees que se puede aplicar esta frase a nuestra vida de fe?

05 Entrando en materia

Más allá de que estemos de acuerdo o no con las propuestas y las formas del movimiento 15-M, todos convenimos en que el momento presente no es fácil, sobre todo para los jóvenes. Lo vemos en nuestro entorno, pero sobre todo lo experimentamos en nuestra propia piel. Si nuestras posibilidades de futuro son escasas, si al finalizar nuestros estudios no encontraremos trabajo, si no podremos comprar una casa, y formar una familia será tan arduo como escalar el Everest, ¿para qué esforzarse?

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Esa es la convicción que late en muchas de nuestras actitudes y opiniones: no podemos cambiar las cosas, mejor dediquémonos a vivir el día a día. Carpe Diem, nos gusta decir. Lo que el 15-M significa es que esta actitud, que esconde una fina indiferencia hacia el bien común, hacia aquello que es de todos y de lo que todos somos responsables, no puede subsistir más. Tenemos que cambiar nuestro modo de pensar, tenemos que concienciarnos de que nuestra palabra es importante para construir la sociedad en que vivimos. No podemos callarnos.

Hoy son más significativos los gestos que las palabras. La imagen ha sustituido a la palabra como el principal canal de la comunicación. Lo audiovisual ha inundado nuestra vida cotidiana. El teléfono móvil ya no tiene como uso fundamental la conversación (intercambio de palabras), que era su uso originario, sino que se utiliza para ver y compartir videos, conectarse en las redes sociales. Una imagen vale más que mil palabras, se dice habitualmente. Por eso, la imagen de los indignados agitando las manos en el aire, en completo silencio, dice más que si expresasen su punto de vista con las palabras.

06 Escuchando la Palabra

También el evangelio está lleno de imágenes que valen más que mil palabras. Escuchemos con atención esta escena que nos narra Mateo (Mt 7, 24-29).

El que escucha mis palabras y las pone en práctica, es como aquél hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y arremetieron contra la casa; pero no se derrumbó, porque estaba cimentada sobre roca. Sin embargo, el que escucha mis palabras y no las pone en práctica, es como aquél hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, vinieron los

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torrentes, soplaron los vientos, se chocaron contra la casa, y ésta se derrumbó. Y su ruina fue grande.

Construir sobre roca. Una imagen que nos evoca la necesidad de tomar en serio nuestra propia vida. Ni los políticos ni los banqueros ni los sindicatos lo harán por nosotros. Soy yo el que tiene que decir una palabra sobre mi propia vida. Esa es la Palabra de Jesús, la que Jesús nos comunica. Mi palabra es la respuesta a la Palabra de Jesús, que me habla. En la Biblia descansa la Palabra de Dios, aguardando a ser escuchada, esperando una respuesta: mi palabra. ¿Qué palabra puedo decir yo hoy para ahora construir sobre roca firme?

07 Orar

Invitamos a utilizar las oraciones de las páginas 20 y 21 del librito de Catequesis del Plan Diocesano de Pastoral -Curso 2011/2012: Salmo 106, de acción de gracias y Plegaria para finalizar la Reunión.

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catequesis 2ª

Jóvenes de Palabra

01 Objetivo

Los jóvenes recuerdan la experiencia de la JMJ para reavivar su compromiso en el seguimiento de Jesús

02 Destinatarios

Adolescentes y jóvenes que hayan participado en la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid. También puede utilizarse con otros jóvenes que aunque no hayan participado in situ en las jornadas, estuvieron implicados en la preparación y han recibido los ecos de aquel acontecimiento.

03 Motivación

La Jornada Mundial de la Juventud fue una experiencia única para quienes tuvieron la oportunidad de participar en ella. Muchos jóvenes se encontraron con Cristo por

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primera vez, se confesaron, participaron de las catequesis, celebraciones y encuentros. Fue una auténtica fiesta de la fe, en la que el gozo y la alegría de pertenecer a la Iglesia arrinconaron toda dificultad e incomodidad. Los jóvenes concluyeron las jornadas con el ánimo renovado y el compromiso firme de seguir a Jesús.

El lema del Encuentro Diocesano de este año tiene como lema la expresión Jóvenes

de Palabra. La expresión «ser un hombre de palabra» quiere decir que se es un hombre fiel, que asume los compromisos adquiridos y los lleva a cabo. A partir del sentido de esta expresión, en esta catequesis nos proponemos recordar la experiencia vivida durante las Jornadas para continuar empeñándonos en el seguimiento de Jesús; y ser así Jóvenes de Palabra, jóvenes que han dado su palabra a Jesús, y que quizá aún tienen que responder con una palabra aún más firme a la pregunta por la propia vocación.

Estructura de la catequesis

00’ Motivación y testimonio (personal, fotografías o video) 15’ Reflexión personal 25’ Diálogo por parejas 35’ Explicación del tema 45’ Escuchando la Palabra

Materiales: Proyector, video, hojas, bolígrafos

04 Partiendo de la experiencia

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El animador expone claramente que el objeto de la reunión es recordar lo que la experiencia de la JMJ supuso en la vida de cada cual; no solamente en la de quienes participaron directamente, sino también en la de quienes de un modo u otro participaron de este acontecimiento. Una buena manera de motivar el encuentro puede ser la proyección de una selección de fotografías de miembros del grupo que estuvieron en Madrid, acompañadas del testimonio de alguno de ellos. Otro modo de motivar el encuentro puede ser la proyección de algunas escenas del video JMJ

Madrid. Testimonio jóvenes de Moya (Gran Canaria), que puede visualizarse en el enlace: http://www.youtube.com/watch?v=CP12zjMnRdQ

05 Dialogando

A continuación, reparte unas hojas con las siguientes preguntas que han de ser contestadas personalmente:

• ¿Qué fue lo que más me impactó de la JMJ? ¿Si tuviese que elegir un momento o una experiencia con cuál me quedaría? ¿Por qué?

• ¿Asumí algún compromiso en la JMJ en lo que se refiere a la vivencia de mi fe? ¿Cuál? ¿He cumplido con él? ¿En qué he fallado?

• Al ver las fotos o escuchar el testimonio de quienes pasaron aquellos días en Madrid, ¿qué siento? ¿Qué recuerdos me vienen a la cabeza? ¿Qué deseo surge en mí?

Se deja tiempo suficiente para que los participantes se explayen. Se puede poner una música de fondo que acompañe la reflexión. Una vez concluido el ejercicio, el animador les invita a compartir por parejas las respuestas. Tras el diálogo por parejas, se sientan todos en círculo, de modo que puedan verse las caras. El animador comienza la explicación del tema.

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06 Entrando en materia

Hasta no hace tanto, los acuerdos, los tratos, se cerraban con la palabra. No eran necesarios documentos firmados, minuciosamente detallados por abogados, con cláusulas y lo que coloquialmente llamamos la “letra pequeña”. Los contratos no requerían del papel y la tinta, sino que con la sola palabra de quienes se comprometían era suficiente. La palabra tenía un valor que desde luego hoy resulta incomprensible. Hemos perdido el valor de la propia palabra como un signo del compromiso personal inquebrantable.

El verano pasado, muchos de nosotros participamos en la JMJ, bajo el lema «Arraigados y edificados en Cristo: Firmes en la Fe». Tras la celebración de aquél acontecimiento único, el deseo de seguir a Cristo, de vivir nuestra fe de un modo más consciente y decidido, se avivó: dimos nuestra palabra, nos comprometimos a seguir arraigando y edificando nuestra vida en Cristo.

Tras el compromiso se pueden dar diversas actitudes o reacciones. Después de una experiencia intensa, es lógico que se produzca un cierto desánimo. Este tiene la función de conectarnos con nuestra cotidianeidad. Por ejemplo, después de pasar un fin de semana con los amigos, viene el “bajón”, que sencillamente nos indica que toca amoldarnos a lo cotidiano. Pero, más allá de las reacciones iniciales, son dos las actitudes fundamentales que siguen a un compromiso o una decisión: la perseverancia y el abandono. La primera nos ayuda a permanecer en el compromiso asumido. Se trata de una actitud valiente, que requiere grandes dosis de ilusión y capacidad de asumir las contrariedades. La segunda es producto del cansancio, un virus sutil que va minando paulatinamente la ilusión y el entusiasmo. En cada uno de nosotros habitan probablemente ambas actitudes. ¿Qué predomina en mí, las ganas de continuar siguiendo a Jesús, con todo lo que ello significa, o el deseo de abandonar?

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Hay algunas cosas que aprendimos de aquel evento y que deben seguir estimulando nuestro camino de fe. La primera de ella es que no estamos solos. Son muchos los jóvenes, de todas las naciones, razas y culturas que desean seguir a Jesús, que viven su fe en el día a día. La segunda es que la fe toca todas las dimensiones fundamentales de la vida. En Madrid rezamos, participamos en la Vigilia y en las Eucaristías, nos formamos en las catequesis, pero también reímos, asistimos a festivales, museos y exposiciones, conocimos a personas nuevas, etc. El encuentro, el arte, la comunicación, la oración… Todo ello queda tocado por la fe en Jesús. Ser cristiano no se reduce a participar en la catequesis e ir a misa los domingos. Significa vivir todas las dimensiones de nuestra vida desde una clave de fe.

07 Escuchando la Palabra

Jesús, un hombre de palabra. Literalmente: él es la Palabra que se hace carne (Jn 1, 14), que nos hace comprensible la existencia humana, que expresa con palabras y gestos la misericordia de Dios. Pero también es un hombre de palabra porque es fiel, porque nos acompaña en nuestro caminar, porque no nos deja solos. Escuchemos con atención la parábola del sembrador (Lc 8, 4-15):

En una ocasión se reunió mucha gente venida de todas las ciudades, y Jesús les dijo esta parábola:

Salió el sembrador a sembrar su semilla. Mientras iba sembrando, parte de la semilla cayó al borde del camino; fue pisoteada y los pájaros del cielo se la comieron. Otra parte cayó en terreno pedregoso y apenas brotó se secó, porque no tenía humedad. Otra cayó entre maleza y, al crecer junto con la maleza, ésta la ahogó. Otra parte cayó en tierra buena, brotó y dio como fruto el ciento por uno.

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Y concluyó: Quien tenga oídos que oiga.

Sus discípulos le preguntaron qué significaba esa parábola. Él les dijo:

A ustedes Dios les concede comprender los misterios de su reino; a los demás, en cambio, todo les resulta enigmático, de manera que miran

pero no ven, y oyen pero no entienden (Is 6, 9). La parábola significa lo siguiente: La semilla es el mensaje de Dios. La semilla que cayó al borde del camino se refiere a los que oyen el mensaje, pero luego viene el diablo y les arrebata de sus corazones el mensaje para que no crean ni se salven. La semilla que cayó en terreno pedregoso se refiere a los que al oír el mensaje lo aceptan con alegría, pero no tienen raíz; creen por algún tiempo, pero cuando llega la hora de la prueba se echan para atrás. La semilla que cayó entre la maleza se refiere a los que escuchan el mensaje, pero luego se ven atrapados por las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, y no llegan a dar fruto. La semilla que cayó en tierra buena se refiere a los que, después de escuchar el mensaje con corazón noble y generoso, lo retienen y dan fruto por su constancia

¿Con qué tipo de terreno me identifico? ¿Qué podría hacer para que la semilla del evangelio crezca en mí con menos dificultad?

08 Orar

Invitamos a utilizar la oración de la página 37 del librito de Catequesis del Plan Diocesano de Pastoral -Curso 2011/2012: Oración agradecida.

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catequesis 3ª

Silencio y Palabra

01 Objetivo

Los jóvenes asumen que el silencio y la contemplación son requisitos imprescindibles para escuchar la palabra de Dios.

02 Motivación

El mundo en que vivimos está saturado de palabras. Algunas son palabras certeras, que contienen semillas de verdad, pero otras son palabras falsas, que desorientan y siembran confusión. En esta algarabía no es fácil distinguir la palabra que merece la pena ser escuchada de la que no. El ruido enturbia la percepción y hace que las palabras importantes pasen en ocasiones desapercibidas. Como quizá ocurre con la palabra de Jesús.

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Estructura de la catequesis

00’ Proyección de los videos 15’ Diálogo grupal 20’ Lectura personal de la carta del Papa 30’ Explicación 40’ Escuchando la Palabra

Materiales: Videos, proyector, Copias del mensaje del Papa para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.

03 Partiendo de la experiencia

La catequesis se desarrolla mediante la visualización de tres videos de corta duración que darán pie a contemplar el poder del silencio, de la palabra y de la imagen en el proceso de comunicación. Se trata de dos tráileres de películas que tienen en común el protagonismo del silencio: The Artist y El Gran Silencio. La primera constituye un homenaje al cine mudo, a la capacidad comunicativa y evocadora de la imagen. Da que pensar el hecho de que esté siendo una de las películas de más éxito últimamente. La segunda es un documental sobre la vida en un monasterio cartujo francés. Entre ambos videos se intercala el videclip del tema Palabras, del rapero Nach.

Transcribimos a continuación los enlaces de los videos:

The Artist: http://www.youtube.com/watch?v=LOfyI3aW66k&feature=fvst

Palabras: http://www.youtube.com/watch?v=pShtdJ1n4qY

El gran silencio: http://www.youtube.com/watch?v=8-LCx88zupI

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El animador proyectará los videos sin dar explicación alguna acerca del tema que se va a tratar. Pedirá que cada uno anote aquello que le llama la atención de las imágenes o escenas proyectadas. Una vez proyectados los videos, se sitúan en círculo para el diálogo grupal.

04 Dialogando

• Acabamos de ver tres videos muy diferentes entre sí. ¿De qué trataban estos videos? ¿Cuál te ha gustado más? ¿Por qué? ¿Anotaste algo que te llamase la atención?

• ¿Cuál crees tú que es el mensaje del tema Palabras? • Sólo en completo en silencio se comienza a escuchar. ¿Qué te sugiere esta frase que

aparece en el último video?

En los tres vídeos que hemos visto hay un denominador común: la palabra. En el primero y en el último, la palabra brillaba por su ausencia. En el segundo, en cambio, se producía algo así como una explosión de palabras. El silencio Vamos a dejar que sea el mismo Papa quien nos explique el tema de este encuentro.

05 Entrando en materia

A continuación, se entrega a los participantes una copia del mensaje del Papa para la XLVI Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. Se puede leer en grupo o personalmente.

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Queridos hermanos y hermanas:

Al acercarse la Jornada Mundial de las Comunicaciones sociales de 2012, deseo compartir con vosotros algunas reflexiones sobre un aspecto del proceso humano de la comunicación que, siendo muy importante, a veces se olvida y hoy es particularmente necesario recordar. Se trata de la relación entre el silencio y la palabra: dos momentos de la comunicación que deben equilibrarse, alternarse e integrarse para obtener un auténtico diálogo y una profunda cercanía entre las personas. Cuando palabra y silencio se excluyen mutuamente, la comunicación se deteriora, ya sea porque provoca un cierto aturdimiento o porque, por el contrario, crea un clima de frialdad; sin embargo, cuando se integran recíprocamente, la comunicación adquiere valor y significado.

El silencio es parte integrante de la comunicación y sin él no existen palabras con densidad de contenido. En el silencio escuchamos y nos conocemos mejor a nosotros mismos; nace y se profundiza el pensamiento, comprendemos con mayor claridad lo que queremos decir o lo que esperamos del otro; elegimos cómo expresarnos. Callando se permite hablar a la persona que tenemos delante, expresarse a sí misma; y a nosotros no permanecer aferrados sólo a nuestras palabras o ideas, sin una oportuna ponderación. Se abre así un espacio de escucha recíproca y se hace posible una relación humana más plena. En el silencio, por ejemplo, se acogen los momentos más auténticos de la comunicación entre los que se aman: la gestualidad, la expresión del rostro, el cuerpo como signos que manifiestan la persona. En el silencio hablan la alegría, las preocupaciones, el sufrimiento, que precisamente en él encuentran una forma de expresión particularmente intensa. Del silencio, por tanto, brota una comunicación más exigente todavía, que evoca la sensibilidad y la capacidad de escucha que a menudo desvela la medida y la naturaleza de las relaciones. Allí donde los mensajes y la información son abundantes, el silencio se hace esencial para discernir lo que es importante de lo que es inútil y superficial. Una profunda reflexión nos ayuda a descubrir la relación existente entre situaciones que a primera vista parecen desconectadas entre sí, a valorar y analizar los mensajes; esto hace que se puedan compartir opiniones sopesadas y pertinentes, originando un auténtico conocimiento compartido. Por esto, es necesario crear un ambiente propicio, casi una especie de “ecosistema” que sepa equilibrar silencio, palabra, imágenes y sonidos.

Gran parte de la dinámica actual de la comunicación está orientada por preguntas en busca de respuestas. Los motores de búsqueda y las redes sociales son el punto de partida en la comunicación para muchas personas que buscan consejos, sugerencias, informaciones y respuestas. En nuestros días, la Red se está transformando cada vez más en el lugar de las preguntas y de las respuestas; más aún, a menudo el hombre contemporáneo

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es bombardeado por respuestas a interrogantes que nunca se ha planteado, y a necesidades que no siente. El silencio es precioso para favorecer el necesario discernimiento entre los numerosos estímulos y respuestas que recibimos, para reconocer e identificar asimismo las preguntas verdaderamente importantes. Sin embargo, en el complejo y variado mundo de la comunicación emerge la preocupación de muchos hacia las preguntas últimas de la existencia humana: ¿quién soy yo?, ¿qué puedo saber?, ¿qué debo hacer?, ¿qué puedo esperar? Es importante acoger a las personas que se formulan estas preguntas, abriendo la posibilidad de un diálogo profundo, hecho de palabras, de intercambio, pero también de una invitación a la reflexión y al silencio que, a veces, puede ser más elocuente que una respuesta apresurada y que permite a quien se interroga entrar en lo más recóndito de sí mismo y abrirse al camino de respuesta que Dios ha escrito en el corazón humano. En realidad, este incesante flujo de preguntas manifiesta la inquietud del ser humano siempre en búsqueda de verdades, pequeñas o grandes, que den sentido y esperanza a la existencia. El hombre no puede quedar satisfecho con un sencillo y tolerante intercambio de opiniones escépticas y de experiencias de vida: todos buscamos la verdad y compartimos este profundo anhelo, sobre todo en nuestro tiempo en el que “cuando se intercambian informaciones, las personas se comparten a sí mismas, su visión del mundo, sus esperanzas, sus ideales” (Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de 2011)

Hay que considerar con interés los diversos sitios, aplicaciones y redes sociales que pueden ayudar al hombre de hoy a vivir momentos de reflexión y de auténtica interrogación, pero también a encontrar espacios de silencio, ocasiones de oración, meditación y de compartir la Palabra de Dios. En la esencialidad de breves mensajes, a menudo no más extensos que un versículo bíblico, se pueden formular pensamientos profundos, si cada uno no descuida el cultivo de su propia interioridad. No sorprende que en las distintas tradiciones religiosas, la soledad y el silencio sean espacios privilegiados para ayudar a las personas a reencontrarse consigo mismas y con la Verdad que da sentido a todas las cosas. El Dios de la revelación bíblica habla también sin palabras: “Como pone de manifiesto la cruz de Cristo, Dios habla por medio de su silencio. El silencio de Dios, la experiencia de la lejanía del Omnipotente y Padre, es una etapa decisiva en el camino terreno del Hijo de Dios, Palabra encarnada… El silencio de Dios prolonga sus palabras precedentes. En esos momentos de oscuridad, habla en el misterio de su silencio” (Exhort. ap. Verbum Domini, 21). En el silencio de la cruz habla la elocuencia del amor de Dios vivido hasta el don supremo. Después de la muerte de Cristo, la tierra permanece en silencio y en el Sábado Santo, cuando “el Rey está durmiendo y el Dios hecho hombre despierta a los que dormían desde hace siglos” (cf. Oficio de Lecturas del Sábado Santo), resuena la voz de Dios colmada de amor por la humanidad.

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Si Dios habla al hombre también en el silencio, el hombre igualmente descubre en el silencio la posibilidad de hablar con Dios y de Dios. “Necesitamos el silencio que se transforma en contemplación, que nos hace entrar en el silencio de Dios y así nos permite llegar al punto donde nace la Palabra, la Palabra redentora” (Homilía durante la misa con los miembros de la Comisión Teológica Internacional, 6 de octubre 2006). Al hablar de la grandeza de Dios, nuestro lenguaje resulta siempre inadecuado y así se abre el espacio para la contemplación silenciosa. De esta contemplación nace con toda su fuerza interior la urgencia de la misión, la necesidad imperiosa de “comunicar aquello que hemos visto y oído”, para que todos estemos en comunión con Dios (cf. 1 Jn 1,3). La contemplación silenciosa nos sumerge en la fuente del Amor, que nos conduce hacia nuestro prójimo, para sentir su dolor y ofrecer la luz de Cristo, su Mensaje de vida, su don de amor total que salva. En la contemplación silenciosa emerge asimismo, todavía más fuerte, aquella Palabra eterna por medio de la cual se hizo el mundo, y se percibe aquel designio de salvación que Dios realiza a través de palabras y gestos en toda la historia de la humanidad. Como recuerda el Concilio Vaticano II, la Revelación divina se lleva a cabo con “hechos y palabras intrínsecamente conexos entre sí, de forma que las obras realizadas por Dios en la historia de la salvación manifiestan y confirman la doctrina y los hechos significados por las palabras, y las palabras, por su parte, proclaman las obras y esclarecen el misterio contenido en ellas” (Dei Verbum, 2). Y este plan de salvación culmina en la persona de Jesús de Nazaret, mediador y plenitud de toda la Revelación. Él nos hizo conocer el verdadero Rostro de Dios Padre y con su Cruz y Resurrección nos hizo pasar de la esclavitud del pecado y de la muerte a la libertad de los hijos de Dios. La pregunta fundamental sobre el sentido del hombre encuentra en el Misterio de Cristo la respuesta capaz de dar paz a la inquietud del corazón humano. Es de este Misterio de donde nace la misión de la Iglesia, y es este Misterio el que impulsa a los cristianos a ser mensajeros de esperanza y de salvación, testigos de aquel amor que promueve la dignidad del hombre y que construye la justicia y la paz.

Palabra y silencio. Aprender a comunicar quiere decir aprender a escuchar, a contemplar, además de hablar, y esto es especialmente importante para los agentes de la evangelización: silencio y palabra son elementos esenciales e integrantes de la acción comunicativa de la Iglesia, para un renovado anuncio de Cristo en el mundo contemporáneo. A María, cuyo silencio “escucha y hace florecer la Palabra” (Oración para el ágora de los jóvenes italianos en Loreto, 1-2 de septiembre 2007), confío toda la obra de evangelización que la Iglesia realiza a través de los medios de comunicación social.

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Quizá no entendamos todo lo que el Papa nos dice en esta carta, pero queda clara la idea fundamental que pretende transmitirnos: para escuchar la Palabra de Dios se requiere el silencio y la contemplación. No podemos escuchar la voz de Dios si no nos preparamos para ello, si no ponemos de nuestra parte los medios adecuados. ¿Hay en mi vida espacios de silencio y contemplación?

El Papa también nos habla de «diversos sitios, aplicaciones y redes sociales que pueden ayudar al hombre de hoy a vivir momentos de reflexión y de auténtica interrogación». Entre los muchos recursos online que pueden encontrarse en la red y que nos pueden ser de gran ayuda para destacamos un proyecto de Lectio Divina online – lectionautas.com Se trata de un recurso en español que pretende iniciar a los jóvenes en la práctica del estudio y la meditación de la Biblia. Más conocido quizá sea el portal rezandovoy.org, una lectura meditada del evangelio de cada día. Ambas plataformas virtuales son de gran utilidad para escuchar la Palabra, haciendo silencio, en medio de nuestras ocupaciones cotidianas. ¿Te animas a descubrirlas?

06 Escuchando la palabra (Mc 1,21-39)

Fueron a Cafarnaúm y, cuando llegó el sábado, Jesús entró en la sinagoga y se puso a enseñar a la gente que estaba admirada de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad, y no como los maestros de la ley. Había en la sinagoga un hombre con espíritu impuro, que se puso a gritar: «¿Qué tenemos que ver contigo Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? ¡Sé quién eres: el Santo de Dios!» Jesús lo reprendió ordenándole: «¡Cállate y sal de ese hombre!». El espíritu impuro lo retorció violentamente y, dando un fuerte grito, salió de él. Todos quedaron asombrados y se decían unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva llena de autoridad! ¡Manda incluso a los espíritus

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impuros y éstos le obedecen!». Pronto se extendió su fama por todas partes, en toda la región de Galilea.

Al salir de la sinagoga, Jesús se fue inmediatamente a casa de Simón y de Andrés, con Santiago y Juan. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre. Se lo dijeron a Jesús y él se acercó, la tomó de la mano y la levantó. Se le quitó la fiebre y se puso a servirlos. Al atardecer, cuando ya se había puesto el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Él sanó entonces a muchos enfermos de diversos males y expulsó a muchos demonios, pero a éstos no los dejaba hablar, pues sabían quién era.

Muy de madrugada, antes del amanecer, se levantó, salió, se fue a un lugar solitario y allí comenzó a orar. Simón y sus compañeros fueron en su busca. Cuando lo encontraron le dijeron: «Todos te buscan». Jesús les contestó: «Vamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para predicar también allí, pues para esto he venido». Y se fue a predicar en las sinagogas por toda Galilea, expulsando los demonios.

El texto de Marcos que acabamos de proclamar nos presenta las distintas actividades de Jesús a lo largo de la jornada: predicación, exorcismo, sanación, etc. Lo fundamental es que, al llegar la noche, Jesús se retira para orar. Un buen compromiso puede ser establecer un momento a lo largo del día para hacer silencio y hablar con Jesús, escuchar su palabra, meditar el evangelio.

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08 Orar

Un joven inquieto se presentó a un sacerdote y le dijo: -'Busco a Dios'. El reverendo le echó un sermón, que el joven escuchó con paciencia. Acabado el sermón, el joven marchó triste en busca del obispo. -'Busco a Dios', le dijo llorando al obispo. Monseñor le leyó una pastoral que acababa de publicar en el boletín de la diócesis y el joven oyó la pastoral con gran cortesía, pero al acabar la lectura se fue angustiado al papa a pedirle: -'Busco a Dios'. Su santidad se dispuso a resumirle su última encíclica, pero el joven rompió en sollozos sin poder contener la angustia. -'¿Por qué lloras?', le preguntó el papa totalmente desconcertado. -'Busco a Dios y me dan palabras' dijo el joven apenas pudo recuperarse. Aquella noche, el sacerdote, el obispo y el papa tuvieron un mismo sueño. Soñaron que morían de sed y que alguien trataba de aliviarles con un largo discurso sobre el agua. Juntos podemos proclamar esta oración que hace referencia al Salmo 118; es la letra de una canción que lleva por título la primera de las frases, del grupo de música cristiana Ain Karem (podrían también escucharla)

LÁMPARA ES TU PALABRA PARA MIS PASOS, LUZ EN MI SENDERO. LUZ, TU PALABRA ES LA LUZ. Yo guardaré tus justos mandamientos. Señor, dame vida, según tu promesa.

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LÁMPARA ES TU PALABRA PARA MIS PASOS, LUZ EN MI SENDERO. LUZ, TU PALABRA ES LA LUZ. Mi vida, Señor, está siempre en peligro, pero no olvido tu voluntad. LÁMPARA ES TU PALABRA PARA MIS PASOS, LUZ EN MI SENDERO. LUZ, TU PALABRA ES LA LUZ. Inclino mi corazón a cumplir tus leyes, Se tú la alegría de mi corazón. LÁMPARA ES TU PALABRA PARA MIS PASOS, LUZ EN MI SENDERO. LUZ, TU PALABRA ES LA LUZ.

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cartel EDJ'2012

25M/ Jóvenes de Palabra

El cartel anunciador del Encuentro Diocesano de Jóvenes 2012 recoge varios elementos que nos podrían servir para desarrollar un encuentro previo con los jóvenes que vayan a participar en el EDJ.

1) El título: 25M/ Jóvenes de Palabra.- El número «25» seguido de la letra «M» hace referencia al día en que será el final del EDJ, 25 de marzo. En este día, la Iglesia celebra la solemnidad de la encarnación de Nuestro Señor, momento en el que el Verbo de Dios se hace hombre (Lc 1,26-38; Jn 1,14) Podrían leerse esto textos. Dios cumple con su Palabra y acampa en medio de nosotros. También nosotros, al comprometernos con algo o con alguien, solemos dar nuestra propia palabra máxima garantía.

2) Aparece la Cruz, tomada del logotipo de la pasada JMJ.- Cristo cumple hasta el momento último de su vida, con sus palabras y sus obras, la voluntad del Padre que le ha enviado (Mt 26,39) Aún estamos en Cuaresma, un itinerario que nos lleva a la cruz de Cristo.

3) Tapiz de iconos informáticos.- Adornan y decoran todo el lateral izquierdo del cartel, a semejanza de los menús que encontramos en las webs o los propios iconos de los escritorios de muchos de nuestros ordenadores. Se trata de programas, aplicaciones, accesos directos a un mar extenso de palabras e informaciones que nos permiten establecer redes de comunicación. Y sobre todo, que expresen nuestra libertad.

4) Unas manos sobre la Biblia.- Es el icono con que nuestra Diócesis nos invita a «acoger y anunciar la palabra» durante este curso. Las manos está en actitud de oración, invitan al silencio y la contemplación. Dios nos habla por medio de su Palabra escrita.