JAPON_NUNCA_SE_HUNDE
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Usuario : jsalomon / F: 2 / C: 2-3 / CuadernoDomingo / General / Idioma : Castellano / 20/03/2011 0:00:00 / Fecha Impresion : 23/03/2011 11:40:06 Usuario : jsalomon / F: 3 / C: 2-3 / CuadernoDomingo / General / Idioma : Castellano / 20/03/2011 0:00:00 / Fecha Impresion : 23/03/2011 11:40:06
2 20 DE MARZO DEL 2011
Un terremoto de nueve grados sacu-de el noroeste de Ja-pón y hace temblar Tokio, la metrópo-lis de más de 30 mi-llones de habitan-
tes; unos minutos después, el mar se abalanza sobre la costa de Miya-gi, arrasa pueblos enteros y se lleva miles de vidas; se suceden las répli-cas del seísmo y la devastación y el clima hacen que sea difícil atender y abastecer a los supervivientes; To-kio y su región viven apagones cau-sados por la falta de suministro eléc-trico; y, lo más terrible, una central nuclear de seis reactores situada a unos 200 kilómetros de la capital permanece más de una semana en estado crítico. En muchas áreas del planeta, cualquiera de esas circunstancias, extremamente graves, sería sufi-ciente por sí sola para causar el páni-co, la desesperación y el caos, y dar pie al pillaje y al sálvese quien pue-da. Sin embargo, los japoneses reac-cionaron con miedo pero con calma a la primera sacudida; se pusieron a trabajar en seguida para socorrer a las víctimas y reparar las infraes-tructuras; los supervivientes espe-ran ordenadamente a que les toque su turno para recibir la ración que les corresponde; los familiares llo-ran a sus muertos con pudor; los tokiotas ahorran energía con obe-diencia; y todos contemplan con preocupación, pero sin histeria, los esfuerzos por controlar la radiactivi-dad en Fukushima.
Claves culturales
Estas actitudes ejemplares sorpren-den a quienes no conocen la historia y la realidad de Japón. El miércoles, en su alocución a la nación, hasta el emperador se hizo eco de la admira-ción internacional: «En el extranje-
ro se comenta que los japoneses se
ayudan mucho sin perder la calma
en medio de esta tristeza tan gran-
AP / STANLEY TROUTMANN
«La idea milenaria de la inestabilidad tiene por respuesta eso que parece resignación y es más bien entereza», afirma un experto
de. Espero que, a partir de ahora, to-
dos se ayuden y cuiden unos de los
otros y superen esta desagradable
etapa», dijo Aki Hito. Para los japoneses y los extranje-
ros que hemos vivido o estudiado su cultura, las reacciones de estos días son las que cabe esperar de un pue-blo preparado por la naturaleza y la historia para sufrir desastres de todo tipo y vencer a la adversidad desde el sacrifi cio individual puesto al servi-cio del bien colectivo.
«La conciencia milenaria de la
inestabilidad del territorio y la mu-
tabilidad de los elementos ha tenido
por respuesta eso que parece resig-
nación y que es más bien entereza.
Se puede rastrear la historia de ese
sentimiento desde el Man’yoshu [la colección más antigua de poesía ni-pona]. La disciplina cívica japonesa
se formó en épocas más recientes:
data de la época de Edo, pero tam-
bién es, en parte, una respuesta a
Hiroshima 8 de agosto de 1945. Dos días antes, EEUU había lanzado la bomba atómica: 120.000 muertos. En la página de al lado, el hongo nuclear.
Kesennuma 15 de marzo del 2011. Equipos de rescate retiran un cadáver en una de las ciduades devastadas por el terremoto y el tsunami.
los accidentes naturales», explica el poeta mexicano Aurelio Asiain, pro-fesor en la Universidad de Estudios Extranjeros de Kansai.
La mayoría de japoneses son cons-cientes de esos rasgos que caracteri-zan su cultura y su sociedad y que hacen que respondan a los aconte-cimientos de una forma particular. Un ejemplo de esa consciencia es
Kenji Shinohara, realizador de tele-visión en Tokio y buen conocedor de las culturas española y coreana. «En
Japón, el budismo y el confucianis-
mo, llegados desde Corea y China,
se sumaron al sintoísmo preexisten-
te y de ahí surgieron el bushido (có-digo del samurái) y la moral japone-
sa, con la mentalidad de autosacrifi -
cio y consideración hacia el prójimo.
En esa mentalidad, a diferencia de lo
que pasaba en otros países, en lugar
de buscar el propio interés, se sacri-
fi caba todo por el feudo (las provin-
cias de la época de Edo) o el líder. De
ahí surge la consideración de la mo-
destia y la generosidad como virtu-
des», explica Shinohara.
Evitar las confrontaciones
Para el puertorriqueño Roberto Ne-grón, profesor de español y de co-municación intercultural en la Uni-versidad de Estudios Extranjeros de Kioto, la explicación es sencilla: «Ja-
pón es una sociedad que aprecia la
armonía y los japoneses evitan a to-
da costa las confrontaciones. Esa
siempre ha sido su filosofía desde
tiempos antiguos y es lo que ha per-
mitido al pueblo japonés unirse en
situaciones difíciles, como durante
la segunda guerra mundial o el terre-
moto de Kobe, y ahora también».
Aceptación de la fuerza de la natu-raleza y aprecio de la armonía son, sin duda, características culturales del pueblo japonés. Pero, según la catalana Montse Marí, presidenta del Centre Català de Kansai, cuando hablamos de su reacción ante las ad-versidades, hay que tener en cuen-ta dos perspectivas: «Una es la per-
sonal, la capacidad de contener, de
perseverar y de tener paciencia. La
otra es la de la relación con los de-
más. La lengua japonesa tiene co-
mo mínimo ocho caracteres chinos
o combinaciones de estos que ex-
presan la idea de paciencia, perse-
Japón nunca se hunde
Pasa a la página siguiente
SER JAPONÉS El país del sol naciente, llamamos a Japón, y quizá el tópico contenga buena parte de la razón de ser nacional. Los japoneses siempre resurgen, pese a los azotes de la vida: el terremoto de 1923, las bombas de Hiroshima y Nagasaki, otro seísmo en 1995 en Kobe y la triple catástrofe de ahora. Pero el amanecer llega todos los días, el sol vuelve a nacer. Tenacidad y paciencia son algunas claves que describen el carácter de un país que se enfrenta a un nuevo reto descomunal, con el añadido de que aún no saben cómo será la magnitud de las cenizas sobre las que, una vez más, se tendrán que levantar.
POR JORDI JUSTE
REUTERS / ADREES LATIF
320 DE MARZO DEL 2011
Usuario : jsalomon / F: 4 / C: 4-5 / CuadernoDomingo / General / Idioma : Castellano / 20/03/2011 0:00:00 / Fecha Impresion : 23/03/2011 11:41:17 Usuario : jsalomon / F: 5 / C: 4-5 / CuadernoDomingo / General / Idioma : Castellano / 20/03/2011 0:00:00 / Fecha Impresion : 23/03/2011 11:41:17
4 20 DE MARZO DEL 2011
verancia, sacrifi cio y entereza. Una
de las más utilizadas es la palabra
nintai, que evoca la virtud de perse-
verar y tener una paciencia activa,
no derrotista o llorona». Los japoneses están acostum-
brados a las calamidades. En 1923, un gran terremoto mató a más de 100.000 personas y destruyó parte de Tokio, y en 1995 otro mató a más de 5.000 y asoló el centro de Kobe. Pero es que el país tiembla casi to-dos los días en algún punto de sus más de 4.000 islas; cada año es azota-do por tifones; y periódicamente su-fre erupciones volcánicas, lluvias to-rrenciales y grandes incendios fores-tales. Además, en 1945 –tras haber causado grandes daños a sus vecinos asiáticos en su afán imperialista– su-frió duros bombardeos aéreos que causaron centenares de miles de víc-timas civiles y arrasaron sus princi-pales ciudades, los dos últimos con bombas atómicas que asolaron Hi-roshima y Nagasaki.
Ejercicios de evacuación
La conciencia de vivir en un país azo-tado por la naturaleza y por la estu-pidez humana tiene que haber mar-cado por fuerza el carácter de este pueblo. Además, los japoneses no necesitan ver desgracias en los libros de historia o en los telediarios para recordar que tienen que estar prepa-rados para lo peor: cada año, en cual-quier centro educativo, de trabajo o residencial, tienen lugar ejercicios de evacuación en los que la discipli-na, el orden y la calma son esencia-les, y por todo el país están señaliza-das las áreas a las que acudir en caso de emergencia. A eso hay que añadir que es difícil desplazarse unos kiló-metros en cualquier dirección sin tropezar con una garita de policía o una estación de bomberos.
Con todo, esta vez la previsión no ha podido evitar el embate del océa-no. Pero quizás ha servido para evi-tar males mayores. Porque no es di-fícil imaginar la proporción del de-sastre si los más de 40 millones de personas afectadas desde Miyagi hasta la capital hubieran salido des-pavoridas de sus casas, se hubieran lanzado a robar o hubieran aprove-chado la ocasión para vengarse de un vecino ausente o desprevenido.
La situación actual guarda simili-tudes y diferencias con los preceden-tes del siglo pasado. «En cuanto a la
extensión de los daños a la ciudada-
nía, el terremoto de Tokio y de Ko-
be son distintos a la segunda guerra
mundial. Los daños de este se pare-
cen a los de la guerra. Pero el perjui-
Miyako 11 de marzo del 2011
LA OLA NEGRA. La fotografía capta el momento exacto en el que el enloquecido mar rebasa los límites de la lógica y comienza su trágico avance tierra adentro. Miyako, de 57.000 habitantes, es una de las ciudades del noreste de Japón más afectadas por el tsunami. Sus calles, sus coches y sus casas a merced del agua quedarán como uno de los símbolos del desastre.
Kobe 17 de enero de 1995
MADRUGADA FUNESTA. La ciudad de Kobe amaneció sacudida por un fuerte terremoto (7,2 en la escala de Richter) que destruyó cientos de edifi cios y causó 6.500 muertos. La inestable tierra japonesa había vuelto a dar uno de sus latigazos mortales, otro motivo para la reconstrucción.
drá adelante. Pero, para que eso
ocurra, los que no hemos sufrido
daños tenemos que ser muy cons-
cientes. Depende de cuánto poda-
mos esforzarnos los que estamos
bien para tirar de los que no pueden.
Por contra, si nos acomodáramos
y nos aprovecháramos de la situa-
ción para ganar dinero o para me-
jorar nuestra posición, sería el fin
de Japón. Persiste la tristeza por la
gente que ha sufrido daños y sus fa-
milias, y se mantendrá quizá duran-
te más de una década. Cuando ellos
se levanten y miren hacia el futuro
podremos decir que Japón se enca-
mina hacia la recuperación». H
cio causado por la energía nuclear
será para todos los países de la Tie-
rra. Y no se puede decir que sea un
daño causado por la naturaleza», ex-plica Teru Shimamura, profesor de literatura japonesa en la universi-dad Ferris, de Yokohama, quien tam-bién recuerda que tras el terremoto de 1923 no todo el mundo mantuvo la calma: «Se produjeron asesinatos
de ciudadanos coreanos y chinos
a manos de la turba tras difundirse
rumores que los acusaban de pro-
vocar incendios. Se aprendió la lec-
ción de la historia y en esta ocasión
no han sucedido cosas de ese tipo».
No han sucedido porque la socie-dad japonesa es muy distinta a la de principios del siglo XX. A pesar de las llamadas de sectores nacionalis-
gente no perderá la confi anza en la
capacidad del país», responde el his-toriador Yukitaka Inoue, profesor de la universidad Senshu, de Tokio.
Por su parte, el catedrático emé-rito de la Universidad de Estudios Extranjeros de Kioto Àngel Ferrer ve en la catástrofe una oportunidad: «El 200% del PIB en deuda pública,
el problema de los jóvenes que se
encierran en sus casas y otros de-
sastres actuales han situado el país
en una especie de marasmo. Estoy
seguro de que este enorme latiga-
zo será una vez más el acicate que
les hará –recordando las palabras
del emperador Hiro Hito– soportar
lo intolerable».
También lo tiene claro Kenji Shi-nohara: «Por supuesto, Japón sal-
tas a que el país adopte una actitud más desafi ante en política exterior, la mayoría de japoneses se han acos-tumbrado a la paz y al orden, detes-tan el descontrol y desean recuperar cuanto antes unos niveles de pros-peridad que el profesor Shimamura califi ca de forma crítica como «una
realidad hecha sobre una central nu-
clear construida sobre la arena».
Fe en la técnica
¿Qué va a pasar a partir de ahora? ¿Podrá ese carácter de los japoneses hacer que el país salga fortalecido? ¿Perderán la fe en esa técnica que los ha convertido en potencia económi-ca? «Creo que Japón también saldrá
adelante en esta ocasión, y que la
Viene de la página anterior
REUTERS / THE MAINICHI SHIMBUN
REUTERS / KIMIMASA MAYAMA
REUTERS / KIMIMASA MAYAMA
Jordi Juste es periodista. Fue corresponsal de El Periódico en Tokio
520 DE MARZO DEL 2011
La escritora Yuiko Asano ilustra con un ejemplo la reacción japo-nesa típica ante una calamidad: «Si hay un terremoto y estás en una tienda o un restaurante y los empleados dicen a la gente que vaya a refugiarse y no se preocupe por pagar, todos lo harían, pero más tarde volverían para pagar». Su explicación del civismo ni-pón: «El que estemos juntos, que compartamos este espacio, es par-te de nuestro destino. Por eso so-mos considerados con los demás y nos ayudamos. Me siento orgu-llosa de haber sido educada así».
EJEMPLOS DE TALANTE
El profesor Àngel Ferrer, testigo de la recuperación de Japón después de la guerra, recortó el otro día una foto y la pegó en su diario. En ella se ve a una chica japonesa, triste, sentada, con la mirada perdida entre los escombros dejados por el tsunami. Al lado de la imagen, el profesor aña-dió el siguiente comenta-rio en verso:
«TSUNAMÍTIDEVaig veure un país que
pujava a la glòria Després d’una guerra
inhumana i cruel :A l e r ta i c on s c i en t
d’assolir la victòria Si la pau compartia
amb constància i anhel.Tsunamítide trista, del
somni desperta!Si ara és la Natura que
us ha bandejat Mantindreu amb dolor l’esperança incerta Fins a fer del somni una realitat».
EL POEMA Y LA CHICA TRISTE