JAVIER HERNÁNDEZ URRUTIA - LA CINEMATOGRAFIA MEXICANA

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“LA CINEMATOGRAFIA MEXICANA” Por: Javier Hernández Urrutia [email protected] Desafortunadamente este comentario no puede ser titulado como debería: “La Industria Cinematográfica Mexicana”. Estaríamos diciendo una falacia. Lejos están los días en que verdaderamente teníamos una industria cinematográfica, pues se contaba con los tres sectores que integran la misma: PRODUCCION, estaban los Estudios Churubusco y los Estudios América; DISTRIBUCION, teníamos las distribuidoras Películas Nacionales y Películas Mexicanas; EXHIBICION, existían varias cadenas y salas cinematográficas propiedad de inversionistas mexicanos. Se contaba además, con una estructura financiera específica para la cinematografía, a través del Banco Nacional Cinematográfico. Actualmente casi todo este complejo económico-administrativo, ha desaparecido. Solamente subsiste un remedo de lo que fueron los poderosos Estudios Churubusco. Entre las crisis económicas que ha padecido nuestro país en los últimos años y la indiferencia y el desprecio que han mostrado las autoridades federales por la cinematografía mexicana, acabaron con el aparato antes descrito. Ante la disyuntiva de reestructurar y modernizar las entidades mencionadas, optaron por el camino fácil de liquidarlas o

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“LA CINEMATOGRAFIA MEXICANA”Por: Javier Hernández Urrutia

[email protected]

Desafortunadamente este comentario no puede ser titulado como debería: “La

Industria Cinematográfica Mexicana”. Estaríamos diciendo una falacia. Lejos están

los días en que verdaderamente teníamos una industria cinematográfica, pues se

contaba con los tres sectores que integran la misma: PRODUCCION, estaban los

Estudios Churubusco y los Estudios América; DISTRIBUCION, teníamos las

distribuidoras Películas Nacionales y Películas Mexicanas; EXHIBICION, existían

varias cadenas y salas cinematográficas propiedad de inversionistas mexicanos.

Se contaba además, con una estructura financiera específica para la

cinematografía, a través del Banco Nacional Cinematográfico. Actualmente casi

todo este complejo económico-administrativo, ha desaparecido. Solamente

subsiste un remedo de lo que fueron los poderosos Estudios Churubusco.

Entre las crisis económicas que ha padecido nuestro país en los últimos años y la

indiferencia y el desprecio que han mostrado las autoridades federales por la

cinematografía mexicana, acabaron con el aparato antes descrito. Ante la

disyuntiva de reestructurar y modernizar las entidades mencionadas, optaron por

el camino fácil de liquidarlas o venderlas, para así mejor desaparecerlas. Con ello

desaparecieron también a la industria como tal, para circunscribir al cine, a un

rango de casi una mera actividad cultural. Decisión que se vino a confirmar, al

transferir al llamado séptimo arte, del ámbito administrativo de la Secretaría de

Gobernación al de la Secretaría de Educación. Este hecho lo habremos de

lamentar como país, más temprano que tarde, cuando veamos nuestras

costumbres y valores sociales tradicionales socavados, con lo cual en buena

medida, estaremos desconociendo nuestra historia. Fenómeno que se dará

particularmente, en las nuevas generaciones, como ya lo estamos percibiendo en

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los jóvenes de nuestra sociedad. Esta situación debería representar para el

Gobierno Federal, un tema de SEGURIDAD NACIONAL. Ni más, ni menos.

Actualmente, las salas de estreno en México están saturadas con unos cuantos

filmes, preferentemente norteamericanos. Esto se debe a que un cártel de

compañías estadounidenses, controlan los sectores de distribución y exhibición

cinematográficos, haciendo sus estrenos con un número desmedido de copias, lo

que impide la libre competencia económica y nulifica la posibilidad de elección.

Esta situación es en buena medida, un monopolio ó por lo menos un oligopolio,

donde debe intervenir la Comisión Federal de Competencia Económica (CFCE),

como lo hace en toda actividad productiva, donde se presenta una situación

similar. Las distribuidoras que dominan estas ramas del cine en nuestro país son:

Columbia Tri-Star; Twentieh Century Fox; Buenavista y United International

Pictures, todas norteamericanas.

El Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), en su reunión de

Primavera, celebrada el 15 de abril de 2007, afirmaron categóricamente, que los

monopolios (públicos y privados) frenan el desarrollo económico de México y son

fuente de desigualdad, sugiriendo que el Gobierno Federal debe combatirlos.

Hasta el momento, en el ámbito de la cinematografía –como en muchos otros de

la economía- no se ha hecho nada al respecto.

Con el propósito de reimpulsar al séptimo arte mexicano, por parte del Gobierno

Federal, es recomendable que se pudiera establecer, por medio de la Secretaría

de Hacienda, un estímulo fiscal a las empresas privadas que apoyen la producción

de películas mexicanas; así como también, tratar de romper el cuello de botella en

el ciclo económico cinematográfico, representado por la distribución y la

exhibición.