Jose Nun Resumen

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Jos Nun: Democracia gobierno del pueblo gobierno de los polticos?VII. Capitalismo y democracia: primera aproximacin. Igual que la democracia, tambien el capitalismo es un concepto con estructura de parecido de familia. Desde este punto de vista, y salvo que se opere un altsimo nivel de abstraccin, no hay un capitalismo sino muchos capitalismos. Marxistas y no marxistas han coincidido en admitir que capitalismo y democracia han marchado juntos de forma conflictiva o armoniosa. Puede existir capitalismo sin democracia pero no democracia sin capitalismo. Porque nos son sistemas complementarios por definicin: el 1 se sustenta en el derecho de propiedad y parte de una situacin de desigualdad para reproducirla a escala ampliada; la 2, en cambio da prioridad a los derechos de ciudadana para todos y reconoce a la libertad e igualdad como sus dos piedras angulares. Por eso la dominacin capitalista afronta una tensin inevitable cuando debe articularse con un rgimen poltico democrtico y no logra hacerlo si no se establece un compromiso. La alquimia Keynesiana: En al posguerra en los pases capitalistas desarrollados, se dio carnadura los principios de la Declaracin de 1948. Al finalizar la 2 Guerra la sociedad ya no quera volver a los penosos aos 30. En 1942 Beveridge publico un informe donde adverta que el Estado deba preocuparse por el bienestar del conjunto de los ciudadanos. Nos hallamos en lo s inicios del E.B que iba a alcanzar su plenitud en los 70. En palabras de Marshall un tipo de capitalismo ablandado por una iyeccion de socialismo. Los dos pilares del E.B fueron el Ford ismo y el Keynesianismo. El primero sinnimo de mecanizacin, produccin industrial en masa, y taylorismo que creo las condiciones para que los aumentos de productividad sean acompaados por mejoras salariales. A su ves tales mejoras fueron uno de los efectos de las polticas keynesianas, los intereses particulares de los trabajadores se transmutaron en intereses generales de la sociedad. De ah que el pleno empleo se convirtiese en la preocupacin dominante de la poltica econmica. Se genero un circulo virtuoso de crecimiento econmico y de prosperidad social, una edad de oro La consecuencia de esta transformacin fue el surgimiento de la sociedad salarial una sociedad de pleno empleo homognea, donde el trabajo goza de status de la dignidad. Se afirmaba un nuevo tipo de seguridad, ligada al trabajo. Apareca el equivalente del farmer idealizado por Rousseau y junto a l, las condiciones para el compromiso poltico en que pudo cimentarse lo que se designa muy grficamente como democracia. Marshall y los ciudadanos.

El socialismo B Segn Marshall existen dos tipos de Socialismo A y B. -Socialismo A: Es revolucionarios y anticapitalista y tienen poco inters en la poltica social, a la que concibe como estrategia de la clase dominante para mantener bajo control el descontento popular. -Socialismo B: Combina los efectos de poltica social propios de los liberales mas avanzados con una disposicin a confiar en la potencialidad y en la eficacia de la accin del Estado. Para este que era el suyo la poltica social esta por encima de ella y tiene la misin de corregir las deficiencias inherentes a la economa del mercado. Marshall establece el carcter multidimensional de la nocin de ciudadana, compuesta por un mnimo de tres elementos: el civil, el poltico y el social. El autor se centro en la evolucin histrica de su pas, donde desde el s XIV todos los hombres eran considerados libres. A esta matriz de libertad se le fue agregando con el tiempo sucesivos derechos especficos. Desde los siglos XVI y XVII la ley haba emergido all como una de las reas centrales de conflicto en la lucha contra el absolutismo monrquico. Esto es importante porque en el siglo siguiente, la aristocracia iba a valerse de precisamente de la interpretacin de las leyes y de los rituales de justicia para consolidar su hegemona. En el siglo XVIII se irgue la ley como principal ideologa legtima del orden establecido. Por una parte serva para protegerlos del poder arbitrario del rey y por otra poda ser usada por los hombres comunes en su propia defensa. Es decir que las relaciones fueran mediadas por la ley supuso que quienes mandaban tambin tendran que subordinarse a ella. De este modo, gracias a las normas jurdicas y a la accin de los jueces, cobraron una forma cada vez ms general las libertades. Este proceso condujo a enfrentamientos entre aristocracia y burguesa, que pugnaba por hacer tambin suyas los privilegios de votar y competir por cargos pblicos. Estos reclamos fueron tomados rpidamente por los trabajadores, todo lo cual convertira al siglo XIX ingles en el periodo formativo del elemento poltico de la ciudadana. Ahora el individuo aparte de gozar con sus libertades anteriores, poda participar en la cosa pblica. Y si los tribunales de justicia constituan la institucin asociada a los derechos civiles, el parlamento y los consejos seran las instituciones vinculadas a los derechos polticos. El siglo XX se caracteriza por el componente social anteriormente existieron derechos sociales pero se perdan si se reclamaban o posteriormente solo protegan a las mujeres y nios que no

calificaban como ciudadanos, esto empieza a cambiar cuando se establece la educacin primaria obligatoria y publica. Es el E.B quien va a colocar a los derechos sociales a igual nivel que los otros dos elementos de la ciudadana, puesto que introduce un derecho universal a un ingreso real que no guarda proporcin con el valor de mercado de quin lo reclama. De ah que tanto la escuela como los servicios sociales se cuenten entre las instituciones tpicas de este tercer componente. Marshall se centra primordialmente en la ciudadana y paradjicamente deja de lado un tema crucial como el del estado, sobre todo porque este tiene el deber de garantizar los derechos de ciudadana.

El estado como construccin Hablar de estado es hablar de un artefacto cultural que aparece, a la vez como producto y la expresin de determinados conflictos y tradiciones cristalizados en instituciones publicas. La forma que tomara el estado depender de las particularices de capa territorio. Visin poltica y ciudadana La ciudadana es tambin una construccin social, que se funda por un lado en un conjunto de condiciones materiales e institucionales, y por otro en cierta imagen del bien comn y de la forma de alcanzarlo. Tanto el Estado como la ciudadana son construcciones que responden a luchas y compromisos indisociables de historias, de tradiciones y de conflictos especficos. XIII Capitalismo y Democracia: Segunda aproximacin: Clases sociales y democracias En los aos 50 se analizaba la existencia de una asociacin de desarrollo econmico con democracia, al aumentar el primero creca la probabilidad de un rgimen democrtico. Segn lipset los trabajadores guiados por sus intereses y al darse cuenta de las ventajas que pueden obtener prefieren demandas graduales en vez de reclamos revolucionarios, sin embargo chocara con los intereses de los ricos y de este modo quedada trabada la lucha de clases democrtica. En esta perspectiva acaba siendo la clave de la institucionalizacin y de estabilidad democrtica. En oposicin a esta tesis se sostiene que en casi todas partes la fuerza pro-democrtica por excelencia no es la clase media son la clase obrera. Esta ultima busco aliados en la clase media, la cual jugo siempre un rol ambiguo pero result un elemento reaccionario como factor de

democratizacin, que se sum a la lucha de los sindicatos y de os partidos obreros. Esto implica, como dijo Marx, que el capitalismo y la democracia estn estrechamente vinculados. El papel de la Burguesa En el perodo que va desde el fin de la guerra hasta la postrimeras de los aos 70, y con obvias variaciones, en todos los pases centrales y democrticos- representativos de Occidente, los procesos de acumulacin capitalista se desplegaron en contextos y de manera tales que se redujeron los nivele de desigualdad social y se incremento el bienestar de los sectores populares. En los pases de Amrica Latina la burguesa nunca fue espontneamente un agente central de democratizacin, cuanto mucho procuro preservar su dominacin dando curso a algunas presiones y demandas surgidas de los trabajadores y por sus organizaciones sindicales y polticas. XIV Legitimidad, autonoma moral y preferencias La ciudadana como sistema Decir que en un rgimen n democrtico los derechos de ciudadana forman un sistema, segn Marshall, significa 2 cosas: 1 significa que entre hay derechos relaciones de implicacin mutua; y la 2 el rgimen puede dejar de ser democrtico no solo si uno o mas de ellos estn ausentes sino tambin cuando su desarrollo conjunto es desigual y/o abarca a franjas reducidas del electorado. Los derechos civiles fueron una conquista difcil, con ellos las libertades individuales adquiran por primera vez un estatuto jurdico orgnico. Sin embargo los privilegios econmicos y la dominacin poltica imponan un sesgo de clase tanto a las leyes como a la aplicacin por los tribunales. Los ideales de justicia sustantiva hacan patente la necesidad de una extensin de los derechos polticos para impedir esas distorsiones. Con el tiempo se llegara a reconocer que no puede haber un genuino debate poltico donde la privacin material vulnera la dignidad y la autonoma de alguna de las partes que estn supuestamente en pie de igualdad, para tener sentido, este debate dependa de una amplia difusin de los derechos sociales. En sede democrtica la ausencia de cualquier dimensin de ciudadana afecta a las dems. En democracia no se trata de que los ciudadanos gocen del conjunto de esos derechos solo algunos sectores sino una mayora que sea de lo ms extensiva. Legitimidad sustantiva Paralelamente a la difusin de los derechos sociales, en los pases capitalistas, el E.B cumpli doble funcin, afianzar las instituciones y de asegurar su legitimidad.

Una cosa es ser miembro del estado, sujeto a sus autoridades y leyes por mero habitante del territorio. Y otra muy diferente es gozar de los derechos de ciudadana y ser definido como participante activo. Para lo primero alcanza con reconocerle al estado la legitimidad formal, lo segundo plantea el problema suplementario y crucial de su legitimidad sustantiva.