Julio Ramón Ribeyro - Decálogo para el cuentista
Transcript of Julio Ramón Ribeyro - Decálogo para el cuentista
-
8/6/2019 Julio Ramn Ribeyro - Declogo para el cuentista
1/2
Declogo para el cuentista
Julio Ramn Ribeyro*
1. El cuento debe contar unahistoria. No hay cuento sin
historia. El cuento se ha hecho
para que el lector a su vez
pueda contarlo.
2. La historia del cuento puedeser real o inventada. Si es real
debe parecer inventada y si esinventada, real.
3. El cuento debe ser depreferencia breve, de modo
que pueda leerse de un tirn.
4. La historia contada por elcuento debe entretener,
conmover, intrigar o sorprender, si todo ello junto mejor. Si no logra
ninguno de estos efectos no existe como cuento.
5. El estilo del cuento debe ser directo, sencillo, sin ornamentos ni digresiones.Dejemos eso para la poesa o la novela.
6. El cuento debe solo mostrar, no ensear. De otro modo sera una moraleja.7. El cuento admite todas las tcnicas: dilogo, monlogo, narracin pura y
simple, epstola, informe, collage de textos ajenos, etc., siempre y cuando la
historia no se diluya y pueda el lector reducirla a su expresin oral.
8. El cuento debe partir de situaciones en las que el o los personajes viven unconflicto que los obliga a tomar una decisin que pone en juego su destino.
9. En el cuento no deben haber tiempos muertos ni sobrar nada. Cada palabraes absolutamente imprescindible.
-
8/6/2019 Julio Ramn Ribeyro - Declogo para el cuentista
2/2
* JULIO RAMN RIBEYRO (Lima, 1929 - 1994). Narrador y dramaturgo peruano. Sus tres novelas sonCrnica de San Gabriel (1960), Los geniecillos dominicales (1965) y Cambio de guardia (1976). Suobra teatral se agrupa en Teatro (1975) y Atusparia (1981). Sus ensayos y libros miscelneos son Lacaza sutil (crtica literaria, 1975), Prosas aptridas (1975:1986) y Dichos de Luder (1989). Sunarrativa breve, reunida en su totalidad bajo el ttulo de La palabra del mudo, lo ha llevado a serreconocido como uno de los maestros indiscutibles del cuento mundial.
10.El cuento debe conducir necesaria, inexorablemente a un solo desenlace, porsorpresivo que sea. Si el lector no acepta el desenlace es que el cuento ha
fallado.
La observacin de este declogo, como es de suponer, no garantiza laescritura de un buen cuento. Lo ms aconsejable es transgredirlo regularmente,
como yo mismo lo he hecho. O aun algo mejor: inventar un nuevo declogo.
Barranco, 1994