KALAKORIKOS XXV - dialnet.unirioja.es

REVISTA PARA EL ESTUDIO, DEFENSA, PROTECCIÓN

Y DIVULGACIÓN DEL PATRIMONIO HISTÓRICO, ARTÍSTICO

Y CULTURAL DE CALAHORRA Y SU ENTORNO

2020

La asociación Amigos de la Historia de Calahorra no se identifica con la opinión de los autores en uso del ejercicio de su libertad individual.

Amigos de la Historia de Calahorra

KALAKORIKOS XXV

Kalakorikos (Calahorra)

Kalakorikos: revista para el estudio, defensa, protección y divulgación del patrimonio histórico, artístico y cultural

de Calahorra y su entorno. – N. 1 (1996)–. – Calahorra: Amigos de la Historia de Calahorra, [1996]–. – v.; 24 cm.

Anual

ISSN 1137–0572

94(460.21 Calahorra)

1. Calahorra–Historia I. Amigos de la Historia de Calahorra, ed.

KALAKORIKOS tiene una periodicidad anual y es asequible por intercambio de publicaciones análogas, por suscripción en periodos anuales o, por compra de cada uno de sus volúmenes por separado.

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Kalakorikos, gracias al convenio firmado con la Universidad de La Rioja, volcará en Internet, a través del repositorio de DIALNET, los artículos de forma íntegra, cuatro meses después de su publicación. Antes solo se dispondrá del resumen.

© Amigos de la Historia de CalahorraISSN 1137-0572D.L. LR 553-1996

© Imagen de cubierta: Dama de Calahorra. (Fotografía: Ricardo Muñoz)Diseño y maquetación: José Luis García – www.jlgarcia.es

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(ISSN: 1137-0052). No los utilice para fines comerciales y no haga con ellos obra derivada. La propiedad intelectual de los textos y las imágenes corresponde a sus respectivos autores.

Sumario

El espacio urbano en el entorno de la iglesia de San Andrés de Calahorra. Urbanismo y construcciones adosadas a la iglesiaThe urban space in the environment of the church of San Andres of Calahorra. Urbanism and constructions attached to the church

Ana Jesús Mateos Gil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

Revolución y Reacción: el Trienio Liberal en Calahorra (1820-1823)Revolution and Reaction: the Liberal Triennium in Calahorra (1820-1823)

Sergio Cañas Díez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47

La Calahorra que visitó el emperador Carlos V. Actas concejiles de Calahorra del año 1520 The City of Calahorra Charles V visited. Calahorra Council Acts in the year 1520

Tomás Sáenz de Haro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73

Calagurris y otras contramarcas militares sobre monedas del valle del EbroCalagurris and other military countermarks on Ebro valley coins

Juan Carlos Herreras Belled . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101

Un conjunto singular de hachas pulimentadas en la Marcú (Calahorra, La Rioja)A remarkable ensemble of polished axes from the Marcú (Calahorra, La Rioja)

Rafael Domingo Martínez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .111

Un conjunto de fíbulas procedente de los yacimientos de Piedra Hincada y Cantarrayuela (Pradejón, La Rioja)A set of fibulae from the archaeological sites of Piedra Hincada and Cantarrayuela (Pradejón, La Rioja)

Javier Sáenz Pérez-Aradros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133

Toponimia menor de Calahorra y su delimitación, a partir de un documento conservado en la Comunidad General de Regadíos de Calahorra (La Rioja)Minor toponymy of Calahorra and its delimitation, derived from a document preserved in Calahorra General Community of Irrigation (La Rioja)

José Luis Cinca Martínez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149

La antroponimia en la documentación calagurritana del siglo XIAnthroponymy in the 11 th century calagurritan documentation

Pedro Pérez Carazo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161

El deán Pedro de Prado y Baeza, diputado en las cortes del Trienio LiberalDean Pedro de Prado, member of parliament of the Liberal Triennium

Francisco Javier Díez Morrás . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 195

El patrono y la obrera. Crónica sobre el amor y la diferencia de clases (1901)Los amantes de Calahorra: Julián Baroja y Miguela GonzálezThe employer and the worker. Report about the love and the difference in classes (1901)The lovers from Calahorra: Julián Baroja y Miguela González

M .ª Antonia San Felipe Adán . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .229

La ciudad de Calahorra y los mártires Emeterio y Celedonio en la obra pictórica de José Gutiérrez-Solana (1886-1945)The city of Calahorra and the martyrs Emeterio and Celedonio in the pictorial work of José Gutiérrez-Solana (1886-1945)

Carlos Martín Escorza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .247

Medicamentos habituales en Calahorra y Autol en 1605Common drugs in Calahorra and Autol in 1605

Juan Manuel Vázquez Lasa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 259

Azulejería de la «Cerámica Riojana» en los grupos escolares Aurelio Prudencio y Quintiliano de Calahorra (La Rioja)Tiles from “Cerámica Riojana” in the Aurelio Prudencio and Quintiliano School Group buildings in Calahorra (La Rioja)

Enrique Martínez Glera - Teresa Álvarez González . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 283

BIBLID 1137-0572(2020)25p.101-109KALAKORIKOS, 2020, 25, p. 101-109

101KALAKORIKOS, 2020, 25, p. 101-109 ISSN 1137-0572

Calagurris y otras contramarcas militares sobre monedas del valle del Ebro

Calagurris and other military countermarks on Ebro valley coins

Juan Carlos Herreras Belled*

ResumenQue las contramarcas de Calagurris y Celsa fueron las más numerosas y variadas de todas las cecas del valle del Ebro no ofrece ninguna duda. Que sus monedas fueron las que predominaron en el suministro de monetario en toda la franja NO de la península en torno a los años 15/13 a.c. y hasta principios del reinado de Tiberio, tampoco la ofrece, aunque ya vemos que poco a poco van siendo sustituidas por monedas de otras cecas como Turiaso, Bilbilis, Cascantum, Graccurris, Ercavica, Clunia y Caesaraugusta que suministro el mayor porcentaje a campamentos militares como Herrera de Pisuerga y Astorga.

Palabras clave: Celsa; Calagurris; Contramarcas mili-tares; Dispersión geográfica de contramarcas.

AbstractThat the countermarks of Celsa and Calagurris were the most numerous and varied of all the mints in the Ebro valley offers no doubt. That their currencies were the ones that predominated in the supply of money in the entire NW range of the peninsula around the years 15/13 b-c. until the beginning of the reign of Tiberius, it is not offered either, although we see that little by little they are being replaced by coins from other minuses like Turiaso, Bilbilis, Cascantum, Graccurris, Ercavica, Clunia and Caesaraugusta that supply the highest percentage to military camps like Herrera of Pisuerga and Astorga.

Key words: Celsa; Calagurris; Military countermarks; Geographic dispersion of countermarks.

* Doctor en arqueología. E-mail: [email protected]

Juan Carlos Herreras Belled


Introducción

Obedece esta circunstancia al hecho de que exista una vía natural muy bien delimitada que unía las cecas indicadas con las zonas militarizadas para el mantenimiento de las legiones? O existía una vía comercial que unía estas cecas con zonas de la Península donde todavía no se conocía el movimiento económico y sólo fue utilizada para el pago de las legiones? Y que a su vez si abrió una necesidad comercial que viene reflejada en el intercambio de dinero por bienes de consumo y una dinámica comercial entre hábitats de las provincias militarizadas.

Resulta francamente interesante la simi-litud que realiza García y Bellido 1, entre el pago del ejército romano y el que se realiza al ejército español en América a partir del siglo XVI y su caja matriz fuente y forma de financiación autónoma en cuanto a la nece-sidad de moneda para cada zona y momento determinado. Extrapolándolo al periodo que nos interesa. ¿Habría una sola caja matriz? ¿Habría más dependiendo de las cecas que abastecían a cada cuerpo legionario, serían fijas, serian ambulantes y sólo necesitarían bronce y cuños?

Lo que nos interesa no es tanto el hecho de que fueran los procuratores Augusti en estre-cha colaboración con los preaefecti castrorum los que decidieran la cantidad de moneda que hacía falta para el abastecimiento de las cada vez más numerosas tropas, sino el hecho de que fuera en esos momentos cuando se re-aviva el fenómeno de la contramarca mili-tar. Y no tanto por el hecho innegable de la proliferación de la cabeza de águila en todas estas cecas del valle del Ebro, símbolo indu-dable del ejército como ente militar. Fuerza de poder, como marca de posesión que abría

1. GARCIA Y BELLIDO, M. P. Los campamentos romanos en Hispania, p. 675.

caminos donde antes no se conocía la mone-da e indudablemente como hecho aglutina-dor del poderío del emperador como máximo exponente de esa fuerza que arrasaba todo lo que tocaba.

Sabemos y de ello vamos a tratar en este artículo que aparte de las innumerablemente estudiadas contramarcas de cabeza de águila 2, LVI 3, jabalíes 4, PR 5, X 6 existen otras que po-siblemente pertenezcan a este mismo grupo de contramarcas militares, legionarias o per-tenecientes a cuerpos auxiliares pero a las que no se les ha dedicado un estudio más inten-sivo posiblemente por ser de mayor duda su significado.

1. Utilización de contramarcas militares

En un artículo reciente 7 hemos avanzado ya alguna contramarca de carácter militar de las que hasta ahora no se había incidido especialmente. Contramarcas posiblemente realizadas para atender el pago de unidades auxiliares que intervinieron tanto en la paci-

2. BLÁZQUEZ, C. Notas sobre las contramarcas cabeza de águila y su distribución geográfica en el territorio penin-sular.

3. FIGUEROLA, M. y GARCIA Y BELLIDO, M. P. Las con-tramarcas monetarias de la Legio VI. Consideraciones sobre la presencia de esta unidad militar en Hispania. También ver HERRERAS, J. C. Sobre una contramarca inédita de la “Legio VII” en un sestercio de Claudio; y GUADAN, A. M. Sobre una contramarca inédita de la “Legio VI” sobre un sestercio de Claudio.

4. GARCIA BELLIDO, M. P. Las legiones hispánicas en Germania, moneda y ejército; Los resellos militares en monedas como indicio de movimientos de tropas, p. 62.

5. MORILLO CERDAN, A. Contramarcas militares en mo-nedas de la submeseta norte. Algunas consideraciones generales.

6. MAcDOWALL, D. W. Two Roman Counterrmark of 68 A. D.; MARTINI, R. Leg(io) X Gem(ina): Hispanic Legionary Countermarks during the Reign of Vitellius. Appendix: Eagle (head) and boar types.

7. HERRERAS, J. C. Otras contramarcas militares sobre cecas del valle del Ebro .



ficación del entorno como en la elaboración y ayuda de obras civiles.

Desgraciadamente, hoy por hoy resulta imposible averiguar el adecuado significado de cualquier contramarca por lo que la inter-pretación de las mismas puede ser tan válida o inválida siendo complicado poder indicar si su traducción es correcta o incorrecta. Muchas veces depende de la interpretación del investigador y de su nombre el hecho de su aceptación o no en el ámbito académico. Hasta ahora y desde el siglo XIX, se han ve-nido aceptando las interpretaciones de deter-minadas contramarcas o incluso su errónea lectura sin haber aplicado un correcto interés en su significado. Como indica J. Torres 8 la documentación que ha llegado a nosotros de la edad romana, aparte de escasa y dispersa es literaria lo que debería obligar al investiga-dor a realizar un análisis crítico en cuanto ha contenido y significado, circunstancia que en muchos casos no ha sido realizada. Como in-dica Alvin Toffler 9, en uno de sus famosos li-bros y siguiendo la teoría de Herbert Gerjuoy

La nueva investigación debe enseñar al individuo cómo clasificar y reclasificar información, cómo evaluar su veracidad, cómo cambiar las categorías cuando resul-ta necesario, cómo moverse de lo concreto a lo abstracto y viceversa, cómo considerar los problemas desde nuevas perspectivas – cómo enseñarse a sí mismo. Los analfabe-tos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer y escribir, sino aquellos que no puedan aprender, desaprender y reaprender.

Bien podemos seguir una contramarca desde su primer lugar de colocación o apari-ción y de ahí y a través de diferentes mone-das y zonas ver que su significado es igual, aunque pueda variar en tamaño, estructura o cartela o bien comparándola con otras con-

8. TORRES LAZARO, J. Las cecas romanas y su personal.9. TOFFLER, A. Shock del futuro.

tramarcas que incluyan parte de las letras, di-bujos o figuras y de la que podamos entrever su significado. Ni los autores clásicos, ni pos-teriormente ningún autor hasta el siglo XIX tuvieron el más mínimo interés en dejarnos el “diccionario” que nos indicara su finalidad y correcta interpretación.

Hemos estado hasta ahora acostumbrados a un tipo de abreviaturas y fórmulas estánda-res que no han tenido en cuenta un proceso evolutivo de las mismas a lo largo de perio-dos determinados. Se ha podido pensar que el nacimiento de una contramarca llevaba implícito el hecho de que su estructura no variaría ni se adaptaría a la necesidad a lo largo de periodos históricos concretos, áreas de circulación, recuperación de numerario en desuso, garantía de acuñación oficial, cambio de fiscalidad en peso y calidad de metal, etc.

García-Bellido 10, ya nos habló de las contramarcas militares como indicio de movimientos de tropas y como las mismas constituían auténticas firmas de las unida-des de estas tropas que constituían una clara identificación de traslados o dislocaciones, aunque podían utilizar diferentes estructuras para indicar la propiedad de determinados objetos como ocurre en los lingotes del pecio de Comacchio 11.

De la misma manera estos lingotes, se cir-cunscriben a una explotación realizada por centurias 12 que posiblemente no estarían es-tacionadas con el resto de su cuerpo legiona-rio. Muy posiblemente el resto de centurias de estas unidades estarían realizando otro tipo de labores incluso de tipo civil con vexillatio-nes de tipo mixto que podrían estar siempre siendo reutilizadas y destinadas a diferentes

10. GARCIA BELLIDO, M. P. Los resellos militares en mone-das como indicio de movimientos de tropas.

11. GARCIA BELLIDO, M. P. Sellos legionarios en los lingotes de plomo de Comacchio (Ferrara).

12. GARCIA BELLIDO, M. P. Labores mineras militares en Hispania, explotación y control, p. 28.



puntos donde hicieran falta. Esto nos lleva a ver que no sólo fueron utilizados militarmen-te sino que su labor fue más allá de planifica-ciones administrativas y de labores de apoyo de construcciones de tipo civil e incluso de explotación de zonas mineras.

Es cierto que posiblemente las primeras contramarcas, fruto de la novedad y la nece-sidad vendrían labradas en su más mínima expresión como por ejemplo la abreviatu-ra L. Esta vendría a expresar el concepto legio seguida o no del número o cuerpo al que representaba dicha contramarca o bien acompañada de un signo frecuente en la ico-nografía de bastantes estelas militares alusivas al concepto de centuria 13. Esta circunstancia varia durante el gobierno de Claudio donde las legiones firmaran sus contramarcas con el numeral y el epíteto de la legión como se podrá comprobar en los lingotes de Port Ven-drès 14, así como en material latericio 15 y en construcciones de tipo civil. 16

13. Corpus Inscriptionum Latinarum. II, Inscriptiones Hispaniae (en adelante CIL II) 5739. Fig. 3 Inscripción Epitafio Flaus: Flaus / Auledi f(ilius) / Cabarc/us c(enturia) Beri/so an(norum) / XV h(ic) s(itus) e(st); Epitafio de P. Cosconius, P. f., miles leg. X GeminaeRecord No. 6483,P(ublius) Cosco/nius P(ubli) / Gal(eria) Ars(ensis) / mil(es) l(egionis) X G(eminae) c(enturia) Etrili an(norum) XXXI ae/ror(um) XI / h(ic) s(itus) est.

14. COLLS, D. et al. L’épave Port-Vendres II et le commerce de la Bétique à l’époque de Claude.

15. MORILLO CERDAN, A. y SALIDO DOMINGUEZ, J. Marcas militares sobre producciones latericias en Hispania. Nuevas consideraciones sobre su origen y di-fusión, p. 300.

16. URIBE, P., MAGALLON, M. A. y FANLO, J. Le Barrage de Muel (Saragosse, Espagne)” Regards croises dórient et dóccident: les barrages dans lÄntiquié terdive. BELTRAN LLORIS, F. Marcas legionarias de La Vi Victrix y la X Gemina en el foro de Caesaraugusta.

2. La contramarca L y C

Guadán 17, cita la contramarca L dentro de un recuadro con la misma forma interpretando su significado como letras de tipo numeral o como el inicio de (L)iberalitas, significado que el mismo indica como no comprobado. Unos años más tarde Gracia Bellido 18 propuso la lectura L(egio) por la semejanza que tiene con la grafía de L VI. Como indica la autora este resello tan lacónico iría dirigido a una tropa aislada, donde no importaba el cuerpo al que pertenecía sino la marca de propiedad de la legión como este genérico. Lo trascen-dental era marcar la posesión como aparecen en los “instrumenta” localizados en asenta-mientos militares 19. Nombres de centurias, cohortes o legiones e incluso de centuriones o soldados.

Solamente con la contramarca L conoce-mos 6 ejemplares impresos sobre monedas de Celsa (RPC 273) 20 citada por Guadán 21 en

17. GUADAN, A. M. Tipología de las contramarcas en la numismática ibero-romana.

18. GARCIA BELLIDO, M. P. y BLAZQUEZ, C. C. Las mone-das celtibéricas y sus contramarcas en el Instituto Valencia de Don Juan, p. 71

19. GARCIA BELLIDO, M. P. Las legiones hispánicas en Germania, Moneda y ejército.

20. BURNETT, A., AMANDRY, M. y RIPOLLES, P. P. Roman Provincial Coinage. (En adelante RPC).


Figura 1. MAN 29941

Figura 2. MAN 1993-10111-ID002



el MAN 22 nº 29941 y otra citada por Hurta-do 23 y que se encuentra en el MARQ 24, de Turiaso (RPC 417/418), conocemos una cita-da por Hurtado 25 localizada en el MARQ y otra subastada en Ebay 320674266432 y sobre monedas de Clunia (RPC 452) una citada por Guadán 26 en el MAN nº 1993-67-10111 y otra citada por Ripollés 27 en NY HSA 28 nº 7630 y de cuya existencia solo existe un dibujo realizado por el autor que nos confirma su existencia 29 y por último una moneda de im-posible lectura pero donde aparece perfecta-mente visible la contramarca y que se localiza en la antigua colección C. Segura.

Aparte de las 6 indicadas anteriormente, conocemos otras 6 monedas donde la con-tramarca L aparece siempre asociada a otro grafito en forma de C en algunos casos inver-tida. Es posible como indica García Bellido 30 que este caso no sea hasta ahora conocido en Hispania pero si en Germania y se trate de una asociación con el tipo de unidad de la que se trate, legio y centuria, utilizando un cuerpo menor para distinguirlo del conteni-do principal. La existencia de este símbolo, es muy común a lo largo de todo el impe-rio sobre documentos epigráficos indicando siempre a la centuria a la que pertenecía el militar al que se dedicaba la inscripción. Otro

22. Museo Arqueológico Nacional.23. HURTADO MULLOR, T. Las emisiones monetarias de

la Colonia Victrix Iulia Lepida-Celsa (Tesis doctoral).24. Nuestro agradecimiento a Julio Ramón Sánchez del

MARQ (Museo Arqueológico de Alicante) por proporcio-narnos las fotografías y por su inestimable colaboración.

25. Igualmente nuestro agradecimiento al Dr, Hurtado por su ayuda


27. RIPOLLES, P. P. Las acuñaciones provinciales romanas de Hispania, p. 274.

28. Nueva York. Hispanic Society od America (NY HSA).29. Nuestro agradecimiento como siempre al Dr. Ripollés

por su colaboración.30. GARCIA Y BELLIDO, M. P. Los campamentos militares

en Hispania, p. 673.

caso donde se puede apreciar la existencia de dicha marca y que cita Perea Yebenes 31 es el aparecido sobre un umbo de escudo hallado en Herrera de Pisuerga con inscriptio puctatae y que dicho autor interpreta como centuria

31. PEREA YEBENES, S. Epigrafia militar en publicacio-nes reciéntes (II); Inscripción sobre el umbo del scutum de un jinete del ala Parthorum en Herrera de Pisuerga. Inscripción: )(enturiae) Victorini De(curiae) Firmi, p. 85.

Figura 3. Ebay 312315892003 11 2018

PC 441

Figura 5. MARQ 17722 nº invent. 93

RPC 444

Figura 7. Ebay 25038360307

0422 03 2011 RPC 279

Figura 4. NY 1944.100.69783

RPC 444

Figura 6. Ebay 32067426643203

2011 RPC 418

Figura 8. Imp. Numis. 08 2014

RPC 425



o mejor como él indica como centuriae en genitivo determinativo como pertenencia en esta caso al cuerpo militar al que va dirigida la moneda. Aparece este mismo signo en una placa de bronce de Heedemheim 32.

¿Corresponderían estas monedas contra-marcadas con la L y C al pago que obtendrían los soldados auxiliares integrados en alguna vexillatio que estarían realizando obras civiles en la zona de influencia de las cecas donde pertenecen? Sabido es que las tres legiones que permanecieron en Hispania tras las gue-rras cántabras, no solo actuaron en torno a sus asentamientos campamentales sino que enviaron parte de sus tropas a realizar obras civiles en partes orientales de la Hispania Ci-terior, Tenemos noticias de su participación en obras públicas de carácter civil en el puente del Diablo en Martorell con más de veinte marcas, una marca similar citada en la mu-ralla de Barcino, calle Bisbe junto a la plaza Nova, la colaboración en la realización de la calzada que iba de Caesar Augusta a Pompe-lo con su representación en diferentes milia-rios tanto en Ejea de los Caballeros como en Castiliscar y su firma en la presa de Muel de principios de Augusto y unas marcas de la

32. ULRICH NUBER, H. Zwei bronzsene Besitzemarken aus Frankfurt/M. Heddemheim. Inscripción: : )(enturiae) Val(erii) Flavini Iul(ii) Secundi.

misma legión en la construcción del puerto fluvial de la propia Caesar Augusta. 33

Este tipo de contramarca asociada a pun-zón, no era conocida sobre contramarcas Hispanas, aunque posiblemente lo fuera en Germania. Allí han aparecido asociadas a la legio, cohors o centuria sobre monedas loca-lizadas en los yacimientos de Asberg, Hofhe-im 34. Las contramarcas localizadas en estos yacimientos posiblemente utilizaban una estructura igual para designar centurias, co-hortes o legiones. En los yacimientos citados, aparecen contramarcas similares a algunas hispanas PRC que podría hacer alusión a al-guna centuria o cohorte vinculada 35 aunque C. Martini la cita en la colección Pangearl 36 pero de significado desconocido. De la misma manera la contramarca c.VAL, y siempre si-guiendo la teoría de M.P. García Bellido 37 po-dría hacer alusión a alguna centuria o cohorte de la legio V alaudae.

Era muy común la utilización de mono-gramas, abreviaturas y demás y cuya mejor representación se localizan en los epígrafes monetales o incluso instrumentales pero nunca en la monumental 38. ¿Deben de bus-carse los paralelos tan sólo en los epígrafes de monedas pero nunca en los realizados sobre lápidas u otras dedicatorias?

En el caso que aquí nos ocupa, no lo te-nemos muy claro. La constante y continua alusión que se realiza sobre la documentación

33. BELTRAN LLORIS, F. Marcas legionarias de La Vi Victrix y la X Gemina en el foro de Caesaraugusta.

34. GARCIA BELLIDO, M. P. Las legiones hispánicas en Germania.

35. GARCIA BELLIDO, M. P. Las legiones hispánicas en Germania, p. 254.

36. MARTINI, R. Collezione Pangearl. Contromarche impe-riali Romane, p. XXIX.

37. GARCIA BELLIDO, M. P. Las legiones hispánicas en Germania, p. 259.

38. GARCIA BELLIDO, M. P. Labores mineras militares en Hispania, explotación y control, p. 26.

Figura 9. Epitafio Flaus

CIL II 5739

Figura 10. Bronce de Heedemheim



epigráfica 39 y que ha permitido identificar un importante número de soldados sobre cuyos epitafios aparece su adhesión a la centuria en la que lucho y posiblemente murió, nos hace poder identificar claramente que el signo referente a dicha centuria es similar al grafito que aparece sobre las monedas aquí estudiadas. Si es cierto que la estructura de ambas contramarcas no aparece muy bien definida estilísticamente, pero es curioso que aparezcan ambas en perfecta simbiosis, compartiendo un mismo espacio en el rever-so de monedas de Augusto y de Tiberio con lo que su significado debió de ser el mismo a lo largo de ambos periodos. Posteriormente intentaremos definir si el mismo obedecía no sólo a un factor meramente ornamental o se

39. ORTIZ CORDOBA, J. Reclutamiento y unidades militares en las colonias romanas de Lusitania.

ajustaba más a una necesidad de control de un pago tributario hacia una necesidad cada vez más acuciante como fue el pago a deter-minados cuerpos auxiliares.

3. Conclusión

Lo primero a tener en cuenta, es que la ma-nipulación realizada sobre las monedas de las cecas indicadas, trastocando la idea original de su acuñación, viene marcada por intereses puramente económicos de atención, recom-pensa o necesidad de satisfacer la obligación de pago hacia un cuerpo militar cada vez más numeroso. En este caso no importaba ni la forma estética ni la formal, simplemente había que enviar un mensaje a todos aquellos que habían realizado un trabajo que debían recompensar. Mensaje enfocado a autentificar la autoridad de quien realizaba el pago pero a su vez de garantizar y respaldar a la ciudad emisora.

Estas modificaciones realizadas de forma sistemática obedecían a un plan definido y no al fruto de la improvisación. Está claro

40. [M(arcus)] Persius · M(arci) · f(ilius) · Pol(lia) / [Bla]esus · dom(o) · Has/[ta m(iles?)] leg(ionis) · X · Gem(inae) · |(centuria) · Sil/[onis?] · ann(orum) · L · aer(orum) · XXVI · h(ic) · s(itus) · e(st).

Figura 11. Gorny & Mosch Giessener

Münz-handlung Sub. 224 346 13 10 2014

Figura 13. Staatliche Münzsammlung

München

Figura 12. PR C. Martini

col Pangearl 24a

Figura 14. Epitafio M Persius 40



que nadie labra un cuño por puro antojo. Hay que calibrar el tamaño del cuño y ajus-tarlo a la pieza sobre la que se va a colocar. La utilización de herramientas complejas para su elaboración implica una política clara de uso. Una contramarca puede ser capricho, dos contramarcas puede ser casualidad, pero más de tres obedecen a una clara intención.

Lo que si resulta curioso cuando inten-tamos realizar una comparativa entre las contramarcas aparecidas sobre monedas del Valle del Ebro, Calagurris, Celsa, Turiaso, etc. y las aparecidas posteriormente sobre mo-nedas localizadas en otras zonas del imperio como Nemausus y Lugdunum, es el lugar de su aplicación. Si las primeras aplicadas sobre monedas julio-claudias en el Valle del Ebro aparecen prácticamente siempre colocadas sobre los reversos de las monedas, las apa-recidas posteriormente en zonas del limes romano, curiosamente son colocadas sobre los anversos de las mismas. Véase el caso de las monedas acuñadas en talleres galos y de Roma que circularon por Germania, como las citadas en este artículo.

Consideramos que teniendo un destino de pago hacía legiones y cuerpos auxiliares, estas al igual que la contramarca cabeza de águila, debería de aparecer sobre anverso. La cabeza de águila es una contramarca que determina que la posesión de la moneda a favor de la figura del emperador como cabeza visible del Imperium, y por lo tanto toda aquella contra-marca colocada sobre su efigie hace una clara alusión a su poder es este caso representado por sus legiones. Sin embargo, las contramar-cas colocadas sobre el reverso de las monedas hacen clara alusión al poder que manifiesta la colonia o municipium correspondiente. Aparece siempre refrendado por el nombre de la misma, para evitar cualquier duda sobre quien la ha emitido, independientemente del taller donde se haya acuñado de facto, y la obligación desde Augusto de atender el pago

de las legiones mediante el tributum-stipen-dium. Es decir existía una clara focalización del gasto público hacia las cada vez más acu-ciantes necesidades militares.

¿Es posible que dichas contramarcas, que según hemos indicado antes fueran desti-nadas a satisfacer los emolumentos de de-terminados cuerpos auxiliares que se iban desplazando según se les fuera necesitando tanto para realizar labores militares o civi-les? ¿Es posible que parte de las aportaciones (canon) que tenían que realizar determinadas ciudades para el mantenimiento de dichos cuerpos se realizaran con monedas contra-marcadas con las contramarcas estudiadas en este artículo? ¿Es posible que estas con-tramarcas fueran un tipo de control (presión fiscal) numérico sobre el montante total que tenían que aportar? Teniendo siempre en cuenta que cada vez más nuevos impuestos debían de cubrir necesidades concretas, y que tampoco se conoce mucho sobre los criterios que la administración local utilizaba en la administratio del dinero público en muchas ciudades independientemente de la caja de financiación de la que se nutría con impues-tos locales. Es tan solo una hipótesis sobre la que seguiremos investigando.

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