L1 Medios y Política

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César Ulloa Tapia COSA DE TODOS LOS DÍAS Tema polémico si se toma en cuenta el protagonismo y la influencia de los medios en la opinión pública debido a su capacidad de cobertura, inmediatez en el envío de mensajes y en la reproducción de lo que ocurre en la vida cotidiana. Pero, hasta qué punto estas bondades, si cabe el término, benefician al colectivo, ya que no hace falta ser un experto en análisis de mensaje para colegir que la programación responde al rating de sintonía y no a la discusión analítica de los hechos, aunque también está sujeta a los intereses de algunas grupos de poder político y económico. Desde esta perspectiva, varios mas media son el reflejo de versiones antojadizas o de fragmentos acomodados de la realidad. De ahí que la edición de los productos comunicacionales sea un proceso clave para mover las fichas al lugar que estos quieran y no al que le corresponde. Respecto del primer punto, se puede decir que la transmisión de ideas de manera instantánea promueve que la información se disemine hacia distintos sitios por cualquier canal (radio, prensa, televisión, prensa e Internet). Esta situación incide en la construcción del criterio de las personas, pues se convierte en la primera fuente para recibir noticias y conocer acerca de los líderes y protagonistas de la cosa pública. Por esa razón, a un político le conviene más que sus propuestas sean recogidas por la prensa a que adopte una actitud errante por diversos espacios. Conclusión: el medio llega más rápido que un discurso de tarima. Por otra parte, es ineludible el análisis que se refiere a la relación medios-política, ya que el imaginario electoral obedece a la manera cómo el medio construye a cada candidato (bueno-malo, inteligente-ignorante, honesto-corrupto, rico-pobre, títere-libre) o de lo que cada candidato hace para captar la atención de las industrias culturales. Es decir, hay dos vías de acceso a los medios... Una, que va desde el medio al político debido a su grado de protagonismo en la esfera pública y, dos, el histrionismo que pone en marcha el aspirante a cualquier función de designación popular mediante una serie de acciones que van desde la denuncia, el escándalo, el insulto, el grado de participación en (proyectos sociales y reuniones "chic" hasta el nivel de cercanía con el medio por intereses encubiertos. Bajo lo precedente, no todos los políticos son elegidos por los media para difundir sus proyectos ni tampoco todos los que figuran en las pantallas, periódicos y radios son los más aceptados por la población. Esto se puede explicar por el grado de relevancia que cada medio da a ciertos actores, pues basta que el personaje no goce de un buen "perfil" para que sus valiosas o pésimas opiniones queden en el archivador. También se puede presentar el caso de que un sujeto nunca haya hecho nada saludable por el país, pero que su discurso sea tan electrizante que valga la pena tenerlo como un generador de polémica (noticias). A través de estas razones se explica el porqué muchos prófugos de la justicia siguen siendo los pilares informativos de algunos noticieros. ¿Hasta cuándo? Pregunta planteada y replanteada desde hace décadas, pero los medios no escuchan. ¿Aló? NOVATOS Y MEDIOS La incidencia de los medios es tan grande en el espectro político que los candidatos al momento de plantear estrategias piensan primero en las famosas giras mediáticas, pues tratan de establecer contacto y presencia nacional en los principales canales de televisión, periódicos y radios, sin descuidar el ámbito virtual, para lo cual crean páginas propias y envían miles de correos a electores virtuales. Ahora se utiliza inclusive el celular como instrumento de campaña por medio del envío y

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César Ulloa Tapia

COSA DE TODOS LOS DÍAS

Tema polémico si se toma en cuenta el protagonismo y la influencia de los medios en la opinión

pública debido a su capacidad de cobertura, inmediatez en el envío de mensajes y en la reproducción

de lo que ocurre en la vida cotidiana. Pero, hasta qué punto estas bondades, si cabe el término,

benefician al colectivo, ya que no hace falta ser un experto en análisis de mensaje para colegir que la

programación responde al rating de sintonía y no a la discusión analítica de los hechos, aunque

también está sujeta a los intereses de algunas grupos de poder político y económico. Desde esta

perspectiva, varios mas media son el reflejo de versiones antojadizas o de fragmentos acomodados

de la realidad. De ahí que la edición de los productos comunicacionales sea un proceso clave para

mover las fichas al lugar que estos quieran y no al que le corresponde.

Respecto del primer punto, se puede decir que la transmisión de ideas de manera instantánea

promueve que la información se disemine hacia distintos sitios por cualquier canal (radio, prensa,

televisión, prensa e Internet). Esta situación incide en la construcción del criterio de las personas,

pues se convierte en la primera fuente para recibir noticias y conocer acerca de los líderes y protagonistas de la cosa pública. Por esa razón, a un político le conviene más que sus propuestas sean

recogidas por la prensa a que adopte una actitud errante por diversos espacios. Conclusión: el medio

llega más rápido que un discurso de tarima.

Por otra parte, es ineludible el análisis que se refiere a la relación medios-política, ya que el

imaginario electoral obedece a la manera cómo el medio construye a cada candidato (bueno-malo,

inteligente-ignorante, honesto-corrupto, rico-pobre, títere-libre) o de lo que cada candidato hace para

captar la atención de las industrias culturales. Es decir, hay dos vías de acceso a los medios... Una,

que va desde el medio al político debido a su grado de protagonismo en la esfera pública y, dos, el

histrionismo que pone en marcha el aspirante a cualquier función de designación popular mediante

una serie de acciones que van desde la denuncia, el escándalo, el insulto, el grado de participación en

(proyectos sociales y reuniones "chic" hasta el nivel de cercanía con el medio por intereses

encubiertos.

Bajo lo precedente, no todos los políticos son elegidos por los media para difundir sus

proyectos ni tampoco todos los que figuran en las pantallas, periódicos y radios son los más

aceptados por la población. Esto se puede explicar por el grado de relevancia que cada medio da a

ciertos actores, pues basta que el personaje no goce de un buen "perfil" para que sus valiosas o

pésimas opiniones queden en el archivador. También se puede presentar el caso de que un sujeto

nunca haya hecho nada saludable por el país, pero que su discurso sea tan electrizante que valga la

pena tenerlo como un generador de polémica (noticias). A través de estas razones se explica el

porqué muchos prófugos de la justicia siguen siendo los pilares informativos de algunos noticieros.

¿Hasta cuándo? Pregunta planteada y replanteada desde hace décadas, pero los medios no escuchan.

¿Aló?

NOVATOS Y MEDIOS La incidencia de los medios es tan grande en el espectro político que los candidatos al momento de

plantear estrategias piensan primero en las famosas giras mediáticas, pues tratan de establecer

contacto y presencia nacional en los principales canales de televisión, periódicos y radios, sin

descuidar el ámbito virtual, para lo cual crean páginas propias y envían miles de correos a electores

virtuales. Ahora se utiliza inclusive el celular como instrumento de campaña por medio del envío y

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reenvío de mensajes. Hace pocos años no se creía que hasta los móviles se convertirían. En

instrumentos de poder.

En estos casos se aplica aquello que dice: "lo que está fuera de los medios, lamentablemente

no existe". Por lo tanto, político que no capte su atención tiene varios puntos en contra. Triste pero

cierto, ya que la propaganda más eficiente no es, en algunas campañas, la que se legitima en el

regalo de camisetas, fundas de víveres o de otros productos; sino en el mensaje oportuno, en el buen

manejo de imagen del postulante y en el comportamiento con la prensa Este antecedente explica el

uso de recursos por parte de las tiendas políticas en el escenario proselitista, siendo el primer rubro el

de propaganda Por otro lado, no se debe olvidar que el peor negocio para un político es pelearse con

algún medio porque su actitud hará noticia en cuestión de segundos y promoverá la solidaridad del

gremio periodístico

Aquí vale mencionar que la participación de los aspirantes al manejo de la cosa pública está

condicionada, más aun si el Jugador es un novato. Primero, porque debe enfrentarse con las

maquinarias electorales o partidos políticos que tienen ganado un espacio histórico en los medios y,

segundo, porque su actuación debe ser sumamente descollante para que algún reportero "famoso" se

interese en él o ella. Sin omitir que si topa algún interés político o económico de un medio, nunca

será tomado en cuenta por este en el buen sentido, mas sí será sepultado en el imaginario popular.

Como se puede ver, el novato pisa arena movediza si no establece una actitud prudente o

"maquiavélica". Al parecer, en diversas ocasiones, las posturas de los medios difieren sobre un hecho

concreto, denuncia, interrogante, investigación, etc. Esta situación puede generar una guerra

mediática: canal contra canal, radio contra radio, comentarista contra comentarista, periódico contra

periódico, Algo así como un ida y vuelta de mensajes a favor y contra de protagonistas específicos.

En este escenario, el público, creerá en el medio que haya sido más eficaz en la elaboración de un

mensaje de defensiva y ofensiva. Pero, a pesar de que un medio resultase ganador, la gente

comenzará a identificar los intereses que se mantenían ocultos. Además se conocerá de cerca el

manejo informativo de este como las bases que sustentan su posición editorial.

SOBRE LA INFORMACIÓN POLÍTICA

Desde hace algunas décadas se dijo que la información era el principal pilar en la dinámica global.

De esta afirmación no nos cabe la menor duda porque los relatos mensajes y discursos que se

trasmiten reconfiguran diariamente la vida de los sujetos en los ámbitos político y económico, social

y cultural. Sobre todo, si se organizan los tiempos, se consumen los productos y se crean imaginarios

en función de la programación mediática. Por ello, se le denomina a la sociedad actual como "red,

aldea global, teledirigida, informatizada", entre otros nombres.

Este debate acerca al televidente, lector, radioescucha y cibernauta a preguntarse si "el medio

es el mensaje", como diría Mc Luhan, o si el medio es el producto de la sociedad o la sociedad el

producto de los medios. En este conjunto de interrogantes, ¿qué papel juegan los políticos? ¿Acaso

son el resultado de una construcción mediática de la sociedad o productos que se promocionan como

objetos desde los media? Sin duda, la respuesta es muy particular por parte de cada lector; pero en

esta columna se cree que la vida política se difunde como un "reality show" que atrapa porque la

audiencia espera lo inusitado y que lo privado de cada protagonista sea cada vez más público.

Según este criterio, la privacidad del político crea más expectativa que el cumplimiento de su

labor. Eso explica la subida o bajada en los índices de aceptación, popularidad y credibilidad de un

candidato antes de la lid, pues los contrincantes indagan sobre su "pasado", auspiciando que los

medios divulguen algo contraproducente. Desde esa óptica, el público está pendiente no solo en la

propuesta, sino también en el detalle más mínimo. De otra parte, el impacto que tenga el mensaje de

un medio en el electorado será clave, pues el poder económico no tiene la posibilidad de borrar las

imágenes que la gente armó de su posible elegido. En otras palabras, sus aciertos, contradicciones,

disfrutes, pensamientos, actitudes captadas por una grabadora, filmadora, cámara fotográfica ...

Amén.