La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

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La ausencia recordada Memoria Colectiva en Pijao-Quindío María Alejandra Pérez Alonso

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La ausencia recordada Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

María Alejandra Pérez Alonso

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La ausencia recordada

Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

María Alejandra Pérez Alonso

Universidad Externado de Colombia

Facultad de Ciencias Sociales y Humanas

Antropología

Área de Arte, Cultura y Sociedad

Bogotá

2013

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CONTENIDO

Agradecimientos

Preámbulo

1. Así comienza todo 1

2. El Pijao de cuando había café y de la gente de antes 12

3. Sucesos de finales del siglo XX 27

4. El Pijao de la gente nueva y la escasez de trabajo 43

5. La ausencia recordada: apuntes finales 55

Bibliografía 57

Anexo 59

Apéndice 1: Ubicándonos en Pijao 61

Apéndice B: Álbum Familiar de Pijao 66

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Agradecimientos

Antes de comenzar a agradecerles a las personas que me

acompañaron, en primera instancia quiero agradecerle a la

Tesis, por darme momentos de alegría, tristeza y finalmente

por transformarme. Para abrir estas largas líneas de

agradecimiento, empiezo por mis padres, Luis Pérez y

Amalia Alonso, quienes me apoyaron para estudiar esta

disciplina, éste estilo de vida. Continúo con mi gran colega y

hermana Natalia Pérez quien me abrió un espacio en su vida

y logró leerme cuando más lo necesitaba. Sigo con mi

hermano Felipe Pérez y a su incansable pero beneficiosa

pregunta de cómo voy con la tesis. A mi abuela, Rosa

Gómez, por sus recibimientos efusivos luego de las nueve

horas de viaje, su acompañamiento en las búsquedas de las

salidas de campo y, cómo no, a sus raíces las cuales me

llevaron al “pueblito más lindo del Quindío”. A mis tíos,

primos y cuñado que estuvieron atentos ante mis adelantos.

A aquella compañía que hizo de esta tesis más

recompénsate: a Felipe, quien logró bautizar a esta narración

al contarle lo que sucedía en Pijao. A la lejana pero presente

compañía de Nazzly.

A Marta Saade, mi directora de tesis, a ella y a sus sabios

consejos y guías para terminar una clara y buena tesis. A

todos mis profesores de la carrera. A mis compañeros,

amigos, parceros y colegas Camilo Arana y Andrés Triana

quienes recorrieron conmigo cinco años y un poco más en el

aprendizaje de la antropología y las ciencias sociales. A

Universidad Crítica, aquel inestable pero equilibrado

colectivo que lucha por la dignidad del ser humano. A las

parceras Caterina, Sol, Ana y Sara y a los parceros John

Viasus, Alejandro Munevar y Camilo Mamían quienes

escucharon mis dichas y desdichas en este tiempo. A los antes

cercanos y ahora lejanos compañeros de clase. A Andrés

Reyes por su incondicional compañía y confianza en los

inicios de este caminar.

A los pijaenses y sus buenas costumbres al recibir un invitado

en su casa, en su pueblo. A Julián Vergara (Q.E.P.D) y su

activismo durante su vida hacia su pueblo. A don Vidal Peña,

por su confianza al narrar las mil y un historias que tiene por

decir. A Juan David, quien me apreció desde el mismo

instante en que nos conocimos. A don Ramiro por darme la

oportunidad de conocerlo y haberle podido charlar con

fluidez y tranquilidad. A don Luis Ángel quien me facilitó su

archivo personal de fotografías antiguas de Pijao. A

diferentes funcionarios y exfuncionarios de la Alcaldía que

me charlaron sobre sus experiencias y su visión sobre Pijao a

partir de esta institución.

A la Universidad Externado de Colombia y su facultad de

Ciencias Sociales que hace posible que hoy en día, ante las

inclemencias de una terrible actualidad, ofrece conocimiento

y aprendizaje para poder transformar lo que tanto nos

incomoda.

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Hace más de 20 años en una zona llamada Eje Cafetero

se viene dando una fuerte crisis que se impulsó gracias a

la rompimiento del "pacto de cuotas" a finales de los

años ochenta, causando un efecto terrible en los precios

del grano. Esto, junto con problemáticas climáticas,

conflicto armado, administraciones vagas y el

devastador terremoto de 1999 ha llevado al PARO

CAFETERO de hoy 25 de febrero.

Es claro y justo que estos campesinos que en tiempos

pasados disfrutaban de grandes bonanzas y que ahora

son nostalgias y añoranzas, hoy se levanten indignados

frente a un sistema injusto.

¡SI AL PARO CAFETERO!

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Así comienza todo

Introducción

1

Vista panorámica de Pijao-Quindío (1)

Entre las montañas de la cordillera central de Colombia

se alza un paisaje de miles de hectáreas de cultivos de

café. Esta zona es conocida como el eje cafetero y

comprende los departamentos de Caldas, Risaralda, el

nor-oriente del Valle del Cauca y el Quindío. Así como

el café, el terremoto de 1999 y el conflicto armado, son

algunas de las características con las que se conoce a

esta zona del país. Esta conjugación se presenta de

manera particular en “el pueblito más lindo del

Quindío”1 llamado Pijao y son ellas las que convocan

1 Nombrado de tal manera cuando en 1985 se ganó un concurso

realizado por la administración departamental.

esta investigación para optar por el título de pregrado

en antropología.

Recordar a Pijao es recordar los pasos del galopar de

los caballos sobre el cemento de la calle, es escuchar el

sonido de la pequeña campana avisando el paso del

carro del gas, volver sobre el sonido de las motos

cruzando el Parque (Plaza Central) y sentir el olor a

pollo asado del restaurante de los bajos de la casa de

mi bisabuela. Pero, estar en Pijao es percibir también

que algo sucedió, que hubo cambios sensibles. Aquel

“cambio” parece relacionarse con mi recuerdo del 25

de enero de 1999, día en el que junto a mi madre,

hermanos y primos salimos despavoridos de la vieja y

sostenida casa de bahareque de mi bisabuela. El día en

el que montañas y postes se movían de un lado a otro

y de arriba para abajo. El día en que un terremoto

azotó al Eje Cafetero del país.

Años después del terremoto he regresado a Pijao. La

casa de mi bisabuela está a la mitad, pues luego de la

toma guerrillera del 2001 no lograron recuperar la

parte por la cual salimos, puesto que era más barato

tumbarla que reconstruirla. Aunque en su interior

existan aún los mismos cuartos, la casa, de una u otra

manera, se siente diferente. Ya no está el bifé de mi

bisabuela, ya no está la mesa en donde desayunábamos

arepa y chocolate caliente, ya no está la cocina y su

ventana por la que se podían mirar las garzas cuando se

posaban en las horas de la tarde hacia ese lado del

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2

pueblo, ya no están las camas en donde dormíamos, ya

no está el televisor de mi abuelo para ver “Pataclaun”2,

ya no está Olguita3 y ya no está mi abuelo. De cierta

manera la casa se siente en soledad, pues su abandono

ha hecho que la familia no vuelva allí. Es una soledad

en la que se hace notar que vigas, techos, tablas,

escalas, paredes de bareque y esterillas, han cambiado.

El terremoto al parecer causó un cambio no sólo en la

casa de mi bisabuela sino en todo el pueblo. Ante la

contundencia de los impactos físicos que genera un

movimiento de la tierra, vale la pena preguntarse si

sólo este suceso, ha causado aquella sensación de

“cambio” que se percibe en muchos pijaenses.

Según el Plan de Desarrollo de 2008 - 2011 presentado

por el exalcalde Edgar Cuervo Osorio, la crisis cafetera,

las secuelas del sismo del año 1999, la falta de

alternativas económicas y la falta de resolución del

conflicto armado interno, han llevado a que el

municipio padezca dificultades sociales o, como los

mismo pijaenses lo llaman, una “decadencia”. Un

estado, reflejado para el exalcalde en el desempleo

progresivo y el empobrecimiento. Tales “cambios” se

relacionan con una serie de sucesos de finales del siglo

XX: la crisis cafetera de los noventas, el terremoto de

1999 y el conflicto armado, éste último reflejado en la

2 Programa peruano cómico de televisión hecho al estilo Clawn.

3 Amiga de mi abuela que vivía en la parte de atrás de la casa de mi

bisabuela.

toma guerrillera de 2001 por parte de los Frentes 50 y

21 de las Fuerzas Armadas Revolucionaras de Colombia

(FARC-EP). En pocas palabras: las causas de los cambios

del pueblo que describen la “decadencia del presente”

son situadas por sus habitantes en unos sucesos del

pasado. En este sentido, esta tesis se pregunta sobre

¿qué es lo que los pijaenses tienen que decir sobre los

cambios que califican como causantes de la llamada

decadencia de Pijao?

Esta tesis se concentra en reunir los discursos de los

pijaenses sobre este problema y de analizarlos para

entender la manera en la cual los pijaenses comprenden

al Pijao actual.

Los discursos hacen parte de lo que los autores de

“Oralidad y Poder”, llaman oralidad: con lo cual no

sólo hacen referencia a “los fenómenos conocidos

como “arte verbal” sino también al conjunto de

conversaciones tanto formales como espontáneas de la

vida diaria” (Vich y Zabala, 2004: 10). Estos autores

tratan el tema de la oralidad desde el sentido del

performance, es decir, “como una práctica, una

experiencia que se realiza y un evento del que se

participa” (Ibíd.: 11). A partir de allí explican que los

discursos orales “son formas de memoria colectiva a

través de las cuales los sujetos encuentran fundamentos

para constituir su identidad y repensar su presente”

(Ibíd.: 18).

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3

Teniendo en cuenta lo anterior, se establece que son los

discursos orales de los pijaense los que responderán la

pregunta de investigación puesto que en estos, como

bien lo dicen Vich y Zabala, se construye la identidad y

se repiensa el presente. Pero, ¡qué importancia tienen

estos dos últimos elementos en los discursos de los

pijaenses? Pues bien, antes de darle respuesta a la

pregunta hay que tener claro que esas formas de

memoria colectiva, expuestas como discursos orales, se

verán afectadas por dos factores que se deben tener en

cuenta. El primero de ellos es el carácter individual y

colectivo de la memoria. Se trata de un tema, para

cuya discusión resulta necesaria la referencia a Maurice

Halbwachs y su texto La memoria colectiva. La

referencia a “los marcos sociales de la memoria”, resulta

útil como definición de la memoria colectiva. En sus

palabras: “podemos hablar de memoria colectiva

cuando evocamos un hecho que ocupaba un lugar en la

vida de nuestro grupo” (Halbwachs, 2004: 36). Esta

definición se refiere a que cuando se recuerda un hecho

pasado es porque el grupo en el que se dio ese hecho

no ha desaparecido, es decir, cuando tenemos un

recuerdo de algo es porque aún seguimos

perteneciendo a ese grupo que conserva aquel

recuerdo.

Nathan Wachtel en su artículo llamado Memoria e

Historia, complementa el trabajo de Halbwachs con el

de Roger Bastide, quien a su vez expone que el

recuerdo está relacionado con la colectividad, pero no

solo se activa allí sino que también está activo en el

individuo. (Wachtel, 1990; 81-82). Esta sería la

explicación del recuerdo en relación con la memoria

colectiva, donde al momento de recordar existe una

relación recíproca entre lo colectivo y lo individual.

Pero esto no termina allí, el antropólogo Joël Candau

en su libro Antropología de la memoria, explica que en

ese paso de lo individual a lo colectivo se logra

plantear la relación, igualmente recíproca, entre

memoria e identidad. Lo que quiere decir que el

proceso de construcción de identidad en el sujeto es el

mismo para un grupo o para toda una sociedad

(Candau, 2002: 117) Es decir, si la memoria es esa

facultad constitutiva de la identidad que permite que el

sujeto (quien debe tener conciencia de que el

encadenamiento de secuencias temporales pueden tener

significado para él) se piense idéntico en el tiempo, de

igual manera sucederá en el grupo o la sociedad, donde

la memoria resulta ser esa facultad que construye

identidad grupal en el tiempo (Ibíd.). De esta manera,

la razón por la cual resulta importante interesarse en la

construcción de la identidad en Pijao es porque se

puede preguntar sobre ¿cómo se construye la identidad

pijaense en un presente decadente? O dicho de otra

forma: ¿Cómo los pijaenses se piensan idénticos en el

tiempo?

El segundo factor que afecta las formas de memoria

colectiva es lo que expone Joël Candau, en su libro ya

citado, sobre la relación entre memoria y medida del

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4

tiempo. Dice él que en las sociedades “una dicotomía

“antes/ahora” organiza toda rememoración” (2002:

39). De esta manera la relación entre pasado y presente

se expone en el momento de recordar: Bachelard,

citado por Jöel Candau, afirma que al momento de

recordar lo que se hace es componer el pasado en

función de lo que está en juego en el presente (Ibíd.:

32). Sucede también de forma contraria en el momento

en que, según el antropólogo Marshall Sahlins, al

concluir su análisis histórico sobre la realeza y la

divinidad en Hawái en su libro Islas de historia, “la

cultura es precisamente la organización de la situación

actual en función de un pasado” (1987: 144). Joël

Candau y Marshall Sahlins logran afirmar una relación,

existente en la memoria, entre el pasado y el presente

donde el primero organiza el segundo y el segundo

compone el primero. Sin embargo, no es solo en la

memoria donde se relaciona el pasado y el presente

sino que en el recuerdo también sucede al hacer que el

pasado surja en el presente. Esta relación del tiempo

con el recuerdo la expone el filósofo y antropólogo

Paul Ricoeur, al explicar que el recuerdo “se presenta

como la imagen de lo que antes se vio, oyó,

experimentó, aprendió y adquirió” (Ibíd.: 313). La

imagen en este sentido se refiere al eikõn es decir a “la

presencia de una cosa ausente” (Ricoeur: 22). De esta

manera, “con el recuerdo lo ausente lleva la marca

temporal de lo anterior” (Ibíd.: 38). Es decir, “el

recuerdo adviene como presencia de lo ausente (…) es

re-presentación en el doble sentido del re: hacia atrás,

de nuevo” (Ibíd.: 60,61).

Lo anterior quiere decir que aquello del pasado que ha

estado ausente al momento de recordarlo se hace

presente. Es decir, es un proceso en el que se relaciona

pasado/presente y que de ahora en adelante se

denominará “ausencia recordada”. En ese proceso es

donde resulta importante interesarse por repensar el

presente en relación con el pasado y así preguntarse

por la relación entre el decadente presente de Pijao con

el pasado, es decir: ¿la decadencia del pueblo resulta de

una ausencia no recordada?

Para el historiador Eric Hobsbawn la respuesta seria que

sí. Claro que en términos de él, según su libro llamado

Sobre historia, la decadencia correspondería “al fracaso

de una generación” y la ausencia no recordada a “la

imposibilidad de esa generación de copiar y reproducir

lo que le precedió” (Hobsbawn, 2002: 23). Sin

embargo, Hobsbawn agrega un elemento y es que aun

así haciendo la copia al pie de la letra “las cosas nunca

volverían a ser como en los viejos tiempos” (Ibíd.: 27).

Esto sucede ya que entran en juego ciertas

“innovaciones” a las cuales la sociedad no puede

escapar, “incluso la sociedad más tradicional se verá

obligada a aceptar la innovación circundante que

amenaza con invadirla” (Ibíd.: 25). En este sentido,

¿cuáles son las “innovaciones” en Pijao que impiden

que haya una ausencia recordada o, en términos de

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5

Hobsbawn, una copia y reproducción de lo que les

precedió? Pero Hobsbawn no cierra su discusión aquí, si

no que afirma que existe la posibilidad de que aún con

las “innovaciones”, en la sociedad puede seguirse

dando la sensación de no haberse alterado el modelo

heredado del pasado (Ibíd.: 24). Es decir, en Pijao, aún

con “innovaciones” haciendo presencia, ¿es posible

que, en medio de la decadencia, haya una ausencia

recordada?

Actividad llevada a cabo con los niños del pueblo (2)

Los discursos orales se reunieron durante el trabajo de

campo que se realizó entre las calles y lugares de

encuentro y reunión principales del pueblo, sobre todo

en la Calle del Comercio y en pequeños negocios de

víveres alrededor del pueblo. En estos lugares se

conversó con diferentes pijaenses sobre el Pijao de

antes y el de ahora. Se conversó en su mayoría con

personas de la tercera edad quienes se encuentran

sentados, a partir de una cierta hora de la mañana a un

costado de la plaza principal, por los lados del Banco

Agrario, charlando entre risas, bastones, silencios y

palabras cansadas. Es un lugar donde concurren

personas a comentarse el día, la semana, los

acontecimientos actuales del pueblo, del país y a veces

del mundo, a hablar sobre sus cultivos, sus alegrías y sus

desdichas y, como dice don Vidal, a “hacer historia”. Es

un lugar donde se estructuran los recuerdos mientras se

reiteran y narran una y otra vez.

Así mismo, se conversó con adultos entre 30 y 50 años,

quienes en su mayoría se encontraban en sus lugares de

trabajo como las tiendas de víveres. Estuvieron también

presentes en esta investigación Juan David de 12 años,

quien me mostraba a Pijao a través de momentos

cotidianos de la vida del pueblo; y don Vidal Peña

quien, por medio de sus cientos de historias, me

contaba lo que era Pijao en un pasado. Ellos fueron, los

niños y abuelos, quienes me narraron de maneras

convergentes y divergentes lo que ellos entrevén como

la “decadencia de Pijao”.

El haber trabajado con niños y mayores, marca algunas

limitaciones de esta investigación. Lo anterior, teniendo

en cuenta que cada generación está definida “sobre la

base de que ciertos grupos de individuos han vivido

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6

hechos históricos determinados a una misma edad, de

lo que puede inferirse una socialización común, lo que

les distingue, separa de- o quizás enfrenta con- otros

conjuntos constituidos a su vez, por individuos nacidos

en zonas de fechas anteriores o posteriores a la

considerada” (Koselleck, citado por Moyano, 2010:13).

Conviene, pues, preguntarse sobre ¿cuál es la respuesta

de estos pijaenses como generaciones en relación con la

pregunta de la investigación? Y así lograr plantear

algunas particularidades del recuerdo y la experiencia,

en relación con las generaciones que constituyen a la

población pijaense.

Cada relato se sistematizó en un cuadro con el fin de

encontrar relaciones y diferencias entre los discursos

orales, puesto que, como dice Nelsón Molina Valencia

en su artículo Reconstrucción de memoria en historias

de vida, “cada historia, pese a ser una narración

diferente, comparte elementos con otras, que permiten

una identificación de colectividad” (2010: 68). Con esto

que dice Nelson Molina fue posible entrever que en

esta parte del proceso fue donde se hizo presente esa

colectividad e individualidad del recuerdo y la

memoria, puesto que cada recuerdo individual hacia

parte de un grupo más general, hacia parte de una

colectividad. El cuadro en el que se desglosaron los

discursos llegó a componerse de cinco temas:

arquitectura (todo lo que tenía que ver con las

edificaciones), café y cultivo (todo lo relacionado con

el campo), administraciones (los alcaldes y líderes del

pueblo), pijaenses (caracterizaciones de los habitantes

de Pijao) y otros (demás temas que se relacionaban con

los anteriores pero que de alguna manera no

encajaban).

Entre los pijaenses no sólo había narraciones, también

había fotografías que le pertenecen a la población de

Pijao y que ayudaron durante el proceso de

investigación. Esas fotografías se encuentran en manos

de diferentes habitantes y otras son expuestas tanto en

la Alcaldía como en establecimientos del pueblo. Con

estas fotografías logré acercarme a las narraciones que

componen esta tesis. No solo eran desconocidos a los

que les hablaba y a los que les preguntaba sobre su vida

en el pueblo; también eran vecinos y viejos conocidos a

los que saludaba. Lo que hice fue recolectar esas

fotografías de dos maneras: de las manos en las cuales

se encontraban las originales y al mismo tiempo

tomándole fotos con la cámara, para así obtener una

copia de éstas. Las fotografías las exponía en los

diálogos para lograr que me narraran lo que había en la

imagen y así evocar el pasado del pueblo en relación

con sus discursos orales.

Las fotografías son, como dicen Berger y Mohr en su

libro Otra manera de contar, detenidos instantes del

pasado que no pueden nunca conducir al presente

(Ibíd.: 86). Es decir, que son pasado. Frente a lo cual

cabría preguntarse si podrían también ser presente.

Según Berger y Mohr no podrían serlo. Sin embargo, al

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7

leerlas desde un carácter temporal, se afirma, según

Alejandra Reyero en su texto titulado La fotografía

etnográfica como soporte disparador de memoria, que

“toda fotografía “llega del pasado” y que este pasado

se despliega en múltiples tiempos convergentes”. Es

decir, “toda imagen fotográfica desata de este modo

una paradoja temporal, paradoja que la convierte

según Barthes en una “irrealidad real”: localización

inmediata: aquí; temporalidad anterior: entonces”

(2007: 9). En este sentido, las fotografías, al

exponérselas a los pijaenses, en los discursos orales

fueron evocadoras tanto del pasado como el presente,

puesto que relacionaban las imágenes y situaciones del

pasado de la fotografía con imágenes y situaciones que

en el presente estaban sucediendo.

Los lugares del pueblo también fueron evocadores del

pasado, no solo me nombraban el lugar, sino que

también me los señalaban en las alturas de las colinas

del pueblo y lugares de trabajo o vivienda, o también

atravesándolos en medio de caminatas alrededor del

pueblo y sus veredas. Y no solo conjuntamente con los

habitantes nos dábamos cuenta de cuánto ha cambiado

el pueblo, sino que también en mis recorridos por sus

calles y carreteras, lograba percibir las características del

Pijao actual, así como algunas huellas de lo que fue en

los tiempos de los mayores con quienes conversaba.

Otro acercamiento que se hizo fue a través de la

realización de tres actividades. Realicé dos talleres con

los niños, ya que por medio de ellos, podría acercarme

al presente de Pijao desde una perspectiva

generacional. Otra actividad la llevé a cabo con los

abuelos del ancianato, con el fin de conocer una

perspectiva más anclada en el pasado del pueblo.

La primera actividad realizada fue con los niños de

cuarto de primaria del colegio, a quienes se les pidió

que en una hoja carta dibujaran lo que es Pijao para

ellos y en otra hoja lo que hacen en sus tiempos libres.

La segunda actividad se realizó en la casa de mi

bisabuela con diferentes niños que se encontraban en el

Parque jugando, a ellos se les pidió que en unos 8

pliegos de papel kraft dibujaran un mapa de Pijao.

Actividad llevada a cabo con los abuelos del Ancianato (2a)

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8

La tercera y última actividad se llevó a cabo en el

ancianato, se realizó en dos momentos. En un primer

momento se habló con cada abuelo sobre lo que era el

pueblo en el pasado. En un segundo momento se

reunieron a todos los participantes para que en dos

pliegos de papel bond se dibujara un mapa del pasado

de Pijao. Como se dijo anteriormente, las respuestas,

recuerdos y reflexiones suelen ser generacionales. Cabe

preguntarse entonces sobre cuáles fueron las diferencias

y similitudes entre los mapas de los niños y los abuelos,

esto con el fin de acercarnos a las relaciones entre dos

énfasis distintos con respecto al peso del pasado y el

presente, para describir la vida de Pijao.

Tanto la actividad de los niños haciendo el mapa como

la del ancianato se hicieron con la colaboración de unos

estudiantes de la Universidad ICESI, en el marco de una

salida de campo de la clase llamada Técnicas

cualitativas y etnográficas con la profesora Natalia

Pérez de la Facultad de Ciencias Sociales.

Todo este proceso fue llevado a cabo en un marco

etnográfico, entendiendo a la etnografía como un

método en el cual se presenta un ir y venir entre la

interpretación y la descripción. Estas dos últimas

acciones surgen en las relaciones sociales ya que de estas

resulta el continuo intercambio de palabras donde los

participantes, llamados por Miguel Bartolomé (2003)

“interlocutores”, al estar activamente en una

conversación, construyen e intercambian nociones

culturales. Estas últimas están permeadas por la

ambigüedad existente en el discurso humano, es decir

por “lo que se dice que hace y lo que se hace”.

La etnografía de ésta investigación se sustenta en

entablar un diálogo en el que los interlocutores

despliegan sus distintas posiciones acerca de un tema. La

construcción de aquellas posiciones se hace a partir de

la forma de conocimiento, a partir de su experiencia de

vida en la cual se hacen presentes sus prácticas y

representaciones sociales, su forma de percibir el

mundo. En la presente investigación “los pijaenses” y

yo fuimos los llamados interlocutores; mi posición en

tal relación social al entablar el diálogo fue a partir de

mi cercanía con las experiencias de los pijaenses, tanto

por haber estado presente en el terremoto como por

mi parentesco familiar; último que hace de abuelos,

tíos, primos y madre parte del Pijao que estudio.

Este método se ha visto influenciado por las diferentes

corrientes de las ciencias sociales. Así el ejercicio

etnográfico ha llegado en algunos casos a preocuparse,

solidarizarse y comprometerse con las problemáticas de

las comunidades. Este punto se ha desarrollado mucho

más con los indígenas, pues los antropólogos a través

de la etnografía encuentran el espacio para acompañar

y colaborar con la comunidad a solucionar

problemáticas de diferentes índoles, como lo han hecho

Abelino Dagua Hurtado, Misael Aranda y Luis

Guillermo Vasco en su libro Guambianos: hijos del

aroiris y el agua (1998). El resultado de estos trabajos se

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9

ha visto influenciado por las ideas de los representantes

de la antropología post-colonial, quienes hablan sobre

“darle la palabra al otro” y “hacer hablar al

subalterno”.

Allí se hace presente la reciprocidad continua entre lo

escrito y lo oral de la etnografía. En el caso del escrito

de esta investigación, “hacer hablar al ‘otro’” fue

posible a través de pequeñas narraciones o comentarios

de los pijaenses, los cuales resultarán ser recuerdos

perdurables en el tiempo. Esto es y será una manera de

hacer que lo que tengan que decir los pijaenses no sea

olvidado. Esto es pues, y por qué no, un posible

ejercicio de interdisciplinariedad entre la antropología y

el periodismo pues es hacer que lo que es “noticia” no

sea algo desechable, evanescente e intrascendental, sino

algo importante por lo cual actuemos y nos

solidaricemos. Es retornar a los nacimientos del

periodismo donde “en medio de batallas, los guerreros

nórdicos apartaban del combate y de la muerte a uno

de ellos, para que pudiera contar a la posteridad cómo

había sido la lucha de los héroes” (Ospina, 2001: 100).

Esto es para mí una manera de hacer antropología, ésta

es mi manera de practicarla: hacer de lo ajeno y simple

algo cercano y significativo.

Como resultado del trabajo de campo emergió la

siguiente capitulación del escrito. En el primer capítulo

se encuentra la descripción y el análisis del “pasado” de

Pijao, descrito por los mayores del pueblo. En el

segundo capítulo se describen y analizan los sucesos del

siglo XX que se establecen como causantes de que el

pueblo cambiara y decayera. En el tercer capítulo se

describe y analiza al Pijao de ahora, del presente, y sus

cambios como consecuencia de los sucesos descritos en

el capítulo anterior. Luego se encuentran unos apuntes

finales que responden a la pregunta y al objetivo de la

investigación. Por último, están el anexo y los

apéndices, el primero está compuesto por el índice de

las fotografías expuestas en el escrito; y los segundos

por una descripción física de Pijao y un álbum familiar

del pueblo.

Así como se hizo uso de la fotografía como herramienta

de campo, en el escrito también se utilizarán, no solo

como soporte del relato sino como imágenes que en sí

mismas son contenedoras de historias. Es importante

resaltar que las fotografías adelantan la historia que se

irá contando, de tal manera que se observan primero

las fotos para recrear una historia y luego se lee lo que

se tiene que decir sobre ellas, y así crear una relación

recíproca entre lo que evoca la fotografía por sí misma

y lo que se rememora de ella. John Berger y Jean

Mohr en su libro Otra manera de contar, hacen uso de

esta relación al relatar las fotografías con palabras: con

la primera se reclama interpretación y con la segunda,

la primera cobra significación (1998: 92). Es decir, al

exponer las fotografías antes del texto se pretende que

en un primer momento se interprete la fotografía y

luego esta cobre significado con las historias de los

pijaenses.

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10

Mapa de Pijao expuesto en la Casa de la Cultura (3)

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11

El lugar donde se realizó la investigación, es el pueblo

cafetero de Pijao. Éste nació siendo primero un

corregimiento de Calarcá, el cual pertenecía a Caldas,

llamado San José de Colón. Luego, por el crecimiento

económico y demográfico, pasó a ser municipio en enero

de 1927. “Entre 1905 y 1930 Pijao alcanzó un gran

desarrollo económico, político y social que puede

considerarse uno de los más importantes en su historia”

(León, 2001: 36).

Este municipio, queda al sur del Quindío, tiene una

extensión de 243.12 km² donde el 0.23% corresponde al

casco urbano y el 99,7 % pertenece a las veredas. Se

encuentra a unos 1.700 metros sobre el nivel del mar y

tiene una temperatura media de 19° C. Limita con los

municipios de Buenavista, Córdoba, Calarcá, Valle del

Cauca y Tolima.

La investigación se centró en su mayoría en el casco

urbano, ya que es allí el lugar en el cual se muestran las

afectaciones de las trasformaciones del campo sobre el

pueblo en su conjunto. Porque, como dice doña Nelly

Patiño: “cuando se debilita la economía del campo, en un

municipio como estos, también se debilita en el pueblo

(casco urbano) porque si a ellos les va bien en el campo a

nosotros, en el pueblo, nos va bien, porque la gente viene

y compra el mercadito, van e invierten en almacén, van al

supermercado, van a la galería. Entonces se va quedando

la economía en el pueblo, se mueve la plata, pero cuando

pasa lo contrario, eso a todos nos afecta”4

Pero ¿por qué se realiza esta investigación y en aquel

lugar? Todo tiene una razón de ser, y las razones por las

cuales se realiza esta investigación son pocas pero

relevantes. La primera razón es porque se quiere dar a

conocer a una población perteneciente a aquellos lejanos

pueblos campesinos trabajadores de la tierra que

lentamente desaparecen sin darnos cuenta ante un mundo

lleno de tecnologías. Metodológicamente, esta

investigación se realiza ya que como lo dicen los autores

del libro llamado Del Terremoto a la reconstrucción es

pertinente y tiene mayores resultados hacer un análisis en

las zonas afectadas por un desastre, diez años después de

haber ocurrido, por lo tanto, es pertinente esta

investigación ya que los resultados hacen parte del análisis

del antes, del durante y del después de ciertos desastres de

hace más de diez años. Finalmente, esta investigación y

escrito es una manera de que los implicados, los pijaenses,

tengan la posibilidad de que conozcan y reconozcan lo

que fueron, son y podrían ser.

4 Charla con doña Nelly Patiño. Septiembre 2011.

Page 17: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

2. El Pijao de cuando había café y de la gente de antes

12

Cabalgatas Virgen del Carmen 1989 (4)

Procesión Virgen del Carmen 1986 (5)

A veces es difícil devolverse al pasado, pensarlo y recordarlo,

es complicado ya que es algo que ya no existe pero aun así

sabemos que fue real. Es intangible y difícil de tocar, de

explicarlo. Tantas son sus cuestiones que hasta a veces

creemos que es mentira pero ¿cómo cuestionar algo que a

ciencia cierta nadie puede paparlo? Lo único que obtenemos

de él son residuos que quedan de lo que sucedió, como

ocurre en este caso con las fotografías y las narraciones de

los pijaenses sobre Pijao. Lo que sigue a continuación en

este capítulo, es eso, son las fotografías y relatos de lo que

los pijaenses tienen que decir sobre su pasado.

Aunque cueste creerlo, mucho del pasado de Pijao está en

sus fiestas y sus momentos de jolgorio, pues era, por

ejemplo, durante las fiestas del 16 de julio de la Virgen del

Carmen, entre las décadas del setenta y el ochenta, que se

veía y se sentía el movimiento en el que se encontraba Pijao.

Doña Amelia1, una mujer nacida y criada en Pijao, que cosía

a ajeno pantalones largos hasta que la vista en la vejez se lo

impidió, recuerda que para estas fiestas se hacían diferentes

comités por veredas y organizaciones que se encargaban de

cada uno de los nueve días que duraban las fiestas. Se hacía

un programa en el que lo encabezaban la administración y

los bomberos. Eran ellos quienes empezaban por recoger

dinero, comprar pólvora, sacar la estatua de la Virgen del

Carmen para la procesión y celebrar la misa. Así, en los

siguientes días, los que realizaban las actividades eran otras

veredas y otras organizaciones, como por ejemplo los

motoristas (los choferes y encargados de los jeeps), quienes

hacían un desfile desde La Quiebra. Por supuesto, los nietos

1 Charla con doña Amelia. Junio 2011.

Page 18: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

13

y nietas de doña Adelina2, quien es mi bisabuela y una de las

mujeres más reconocidas en el pueblo, no pueden olvidar

que en estas fiestas se hacían también cabalgatas y verbenas.

Las verbenas se caracterizaban porque desde las 6 de la

mañana se colocaba pólvora alrededor del marco de la

plaza, además de los castillos que se hacían en la noche; y las

cabalgatas por los cientos y cientos de caballos que recorrían

en el pueblo con sus jinetes a cuestas.

“Eran los toldos como con unas carpitas así blancas y ahí estaba la

carnicería y al lado estaban las verduras” Doña Nelly Patiño (6)

2 Durante la charla estuvieron presentes Amalia, Mónica y Leonardo.

Septiembre 2011. Los nietos de doña Adelina, hijos de doña Rosita, son Amalia, Eugenia, Omar, Mónica, María Fernanda y Leonardo

Pero no sólo eran en las fiestas cuando se veía el

movimiento en el pueblo. Doña Nelly3, quien atiende una

tienda en el barrio Laureano Gómez, explicaba que los

domingos, que eran días de mercado, se hacia presente la

cantidad de personas que había en el pueblo pues era el

momento en el que se veía mucha gente en las calles. Estos

días se caracterizaban por los toldos blancos que se

colocaban en todo el marco de la plaza principal.

Don Gustavo4 y don Hernando

5. El primero nacido

Córdoba, levantado en Génova y hasta hace veinte años está

en Pijao; y el segundo nacido en Trujillo-Valle y levantado

en Pijao; recuerdan estos toldos y dicen que en cada uno de

los cuatro lados del Parque, se vendía un determinado

producto: por el lado del banco se encontraba la carnicería;

por la iglesia y la Alcaldía las verduras y las frutas; y por el

Bar Social la venta de ropa y cacharrería.

3 Charla con doña Nelly Patiño. Enero 2012

La trajeron a Pijao cuando tenía 10 años, estudió en el colegio de la monjas, hizo una carrera intermedia en la Universidad de Caldas, trabajó durante 15 años en el hospital Santa Ana y tiene una niña de 16 años a quien cuida de que caiga “en los problemas de drogadicción y homosexualismo” 4 Charla con don Gustavo. Marzo 2012.

En la actualidad es vendedor de las rifas en el pueblo. 5 Charla con don Hernando. Marzo 2012.

se lo llevaron a Pijao para que, luego de que su madre muriera, no se quedara trabajando con su padrastro en una finca en Cartago.

Page 19: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

14

Transporte de carnes (7)

El tema de la carne era bien importante en Pijao, hasta

tenían su propio matadero dentro del pueblo. Cuenta

“Pelayo”6, como llaman a Jaime Saraza, un pijaense de

nacimiento y fanático de los animales grandes, que el

ganado llegaba a las 12 de la medianoche para deshuesarlo y

tenerlo a las 6 de la mañana del domingo. Durante esos días

de mercado, Pelayo también recuerda que dormía bajo uno

de los toldos en los que su padre vendía carne; cuando veía

jugar a los adultos con dados apostando plata; y las veces en

que su padre le daba aguardiente amarillo.

6 Charla con Pelayo. Septiembre 2010.

Se describe así mismo como alguien que le gusta mucho del trago, tanto así que una vez, con muchos tragos encima, se cayó en las calles de Pijao y tan duro fue el golpe que se rompió la clavícula, razón por la cual camina con un hombro caído.

Puente “Las olas” para cruzar hacia “la zona de tolerancia” (8)

Esos días de mercado, eran también de fiesta y jolgorio, pues

don Gustavo7 recuerda que en esos días eran los momentos

de diversión para los jornaleros y se daba en la Zona de

Tolerancia, por calle larga. En esta “Zona” estaban los bares

llamados “Bar Azul” y “Bar Rosado”, en los cuales se

encontraban las prostitutas. Era allí donde a don Gustavo le

gustaba “mover el esqueleto” a sus 12 años y en donde se

escondía de la Policía para que no lo agarraran en tales

circunstancias.

7 Charla con don Gustavo. Marzo 2012

Page 20: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

15

Plaza Principal, Carrera 5ª. (9)

Otro elemento de distracción que tenían los pijaenses tanto

los domingos como entre semana era el de las vueltas

alrededor del parque. Cuentan las nietas8 de Adelina que

eran vueltas en las que los muchachos se “arrimaban” a las

jóvenes mujeres para buscar ennoviarse con ellas. Estas

vueltas llegaban hasta las 11 de la noche, horas en la que ya

entraban a La Machaca a disfrutar de la música. Estas vueltas,

dice doña Gladýs9, quien vive en los alrededores del Parque

y quien fue enfermera durante un largo tiempo en el

Hospital, se hacían cogidos de gancho ya que al no haber

afanes no se le interrumpía el caminar a nadie, pues el

pueblo es tranquilo tanto así que se demuestra en la música

que se escucha en bares y discotecas, pues es música de ritmo

lento o como diría “Toba”10 “de la fina” es decir boleros

8 Charla con Amalia y Mónica. Septiembre 2011.

9 Charla con doña Gladys. Marzo 2012.

10 Charla con don Gustavo Toro. Marzo 2012.

Don Gustavo nació en Pijao fue conductor de ambulancia de hospital y hoy es el dueño del bar Los Recuerdos. En las mañanas hace varias entradas a su bar para

como los del grupo Los Panchos y tangos como los de

Gardel. Es esa música, dice él, “que entre más vieja más

buena”.

Otros de los lugares de distracción para los pijaenses eran

esos bares y discotecas donde colocaban esta música. Uno de

los bares más conocidos y antiguos es el Bar Social, el cual

comenzó a funcionar en 1947 y “tiene la particularidad

social de convivencia y de reunir personas, adultos, jóvenes

y niños, siendo el único del municipio con esta característica

y que en la actualidad tiene vigencia” (Zuluaga, 2001).

hacer algunas diligencias personales a puerta cerrada y ya en la tarde abre un par de horas.

Page 21: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

16

Pero ¿qué era lo que estaba sucediendo en esa época, de los

cincuenta a los ochenta del siglo XX, para que el pueblo

gozara de fiestas y jolgorio por doquier? Paradójicamente,

en esa época, fue el momento de la violencia más cruda que

le ha tocado a Colombia, pues era cuando conservadores y

liberales combatían para tomarse el poder. Pero el contexto

deja de ser tan paradójico al saber que en Pijao se estaban

también gestando momentos de una bonanza cafetera y si

seguimos lo que nos dicen Olga Lucia Escobar y Germán

Ferro en su libro La cultura del hombre cafetero,

entendemos que “pensar en el café en Colombia, es pensar

en las gentes que desde la propia tierra acariciaron el fruto

de tiempos mejores” (Escobar, SA: SP).

Mujer recogiendo café en tiempo de cosecha

Hermana de don Miguel Ángel (10)

Page 22: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

17

Mapa dibujado por los abuelos del ancianato. (11)

Era un tiempo en el que el campo (veredas) era donde se

trabajaba y el pueblo (casco urbano) era donde se gozaba.

Los abuelos del ancianato lo muestran de tal manera al

dibujar un mapa en el cual por las proporciones del dibujo,

las veredas resultan ser lo más relevante y el pueblo,

representado por la iglesia, el arco, la zona de tolerancia y

los lugares de ocio como los bares, pasan a ser de menor

relevancia por el reducido espacio que ocupan dentro del

dibujo.

Eran los tiempos en los que se veía mucha afluencia de

personas en el pueblo ya que, como dice don Gerardo11,

quien desde hace un tiempo, a raíz del crisis en el campo,

vive en el casco urbano junto con su familia, luego de aclarar

11

Charla con don Gerardo. Junio 2011

que para él el principal promotor de desarrollo es el campo:

“el café es el que genera más empleo”, el cual se veía en

tiempo de cosecha. Cuenta Pelayo12 que para la recolección

del café se necesitaba mucha gente. Tanto así, dice don

Víctor Acosta13, viejo jornalero de origen bogotano,

trabajador de la construcción y presidente de la Defensa

Civil, que se comenzaba en abril y al llegar junio aún se

seguía recolectando. Eran tiempos en que las grandes fincas

albergaban, en época de cosecha, entre 100 y 150

trabajadores. Y aun en tiempo frio, en el que no había

cosecha y la gente se iba unos tres meses a otros pueblos a

trabajar, dice don Gustavo, quedaban fincas con 20 y 30

jornaleros. Es esta la razón de la gran cantidad de personas

que le daban el movimiento al pueblo: la bonanza cafetera,

el momento del buen jornal.

12

Charla con Pelayo. Septiembre 2010. 13

Charla con don Víctor Acosta. Agosto 2011.

Page 23: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

18

Croquis de Pijao (12)

Por la alta actividad cafetera, dicen los autores del libro

Recuperando memorias de los pueblos del Quindío, se

logró construir una buena infraestructura de servicios básicos

(CEPA, SA: SP). Esa infraestructura estaba organizada, dice

Néstor Tobón (1987: 140) en su libro sobre la arquitectura

antioqueña, en una cuadrícula que ordena el trazado de sus

calles, con la carrera quinta como el eje de la actividad

económica.

Casas en bahareque de la calle 13 – 1987 (13)

La infraestructura, según el libro Recuperando memorias de

los pueblos del Quindío, eran casas hechas en madera,

guadua y tierra: el bahareque tradicional. Luego se introdujo

el cemento convirtiendo aquel material tradicional en

“bahareque encementado”. Néstor Tobón, por su lado dice

que en la plaza central lo que primaba eran las casas de

colores pastel y en los lugares más alejados a esta aparecían

los colores rojos, naranjas, azules, amarillos, verdes y lilas

que contrastan con las paredes blancas en cal.

Page 24: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

19

Calle del comercio. Años ochenta (14)

Tienda de telas. Calle del comercio. Años cincuenta (15)

Sastre Alcides Gonzalez. Años cincuenta (16)

Como se dijo anteriormente en la carrera quinta, “la calle

del comercio”, se concentraban las actividades económicas

por lo cual se caracterizaba por ser la calle de mayor

afluencia de gente durante los días de mercado. Allí se

encontraban los negocios que funcionaban en aquella

época. Por ejemplo, los nietos de doña Adelina14 recuerdan

mucho las cacharrerías como las de Inocencio, las tiendas de

telas como las de los Saleg que eran de una familia turca

llegada al pueblo y las sastrerías que tenían en ese tiempo

bastante trabajo.

14

Charla con Amalia, Mónica y Leonardo. Septiembre de 2011.

Page 25: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

20

“Acto cívico”. Año 1946 (17)

Esa afluencia de gente, como consecuencia a la gran cantidad

de trabajo que había gracias a la bonanza cafetera, hacían

parte de las generaciones de la gente de antes, de los

pijaenses de las buenas costumbres cívicas en las cuales se

reunían el dolor hacia el pueblo, el sentido de pertenencia

hacia este, y la colaboración y la honestidad con que se

hacían las cosas.

Cuenta doña Amelia Narváez15 que la “gente de antes era

como más solidaria, como más buena gente”. Aquella gente,

dice don Alejandro Cano16, ganadero nacido y criado en

Pijao, se caracterizaba porque “todo el mundo colaboraba,

trabajaba y ayudaba”, era “cívica”, esta palabra parece

invocar en su voz a gente que eran muy colaboradora con

ciertos detalles: “había un sentido de pertenencia muy

verriondo”- concluye. La gente, complementa Pelayo, en el

mismo sentido, era honesta, “nadie preguntaba y cuánto me

van a pagar a mí, no, eso era vamos a trabajar”, todo el

mundo trabajaba por “civismo”, por favor al pueblo y esas

cosas. La gente era muy abierta cuando tenía sentido de

pertenencia, no era con egoísmo, ni con interés.

Estas generaciones se forjaron desde el momento en que

colonizadores antioqueños llegaron a tierras baldías, puesto

que al término de la fiebre por la búsqueda de oro, se

comienzan a concentrar en la búsqueda de tierras fértiles.

Con esto se logra “superar los vicios de una comunidad

minera colonial [para transformarse] en “una sociedad

agrícola con costumbres puritanas [y] una religión al servicio

15

Charla con doña Amelia. Junio 2011. 16

Charla con don Alejandro. Junio 2011. Don Alejandro Cano, es nacido y criado en Pijao; durante su vida continuó el negocio de la ganadería de sus padres, actividad que dejo de ejercer por razones de salud.

Page 26: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

21

de su actividad económica y reguladora de su moral”

(Escobar, SA: SP). Así se fue formando, para generaciones

siguientes pero cercanas a las anteriores, lo que es “ser un

pijaense” alrededor del cultivo y la bonanza cafetera, pues

trabajar con el grano traía consigo una forma de vida, pues

según don Juan, un jornalero de finca, “la planta es

agradecida” con quien la cultiva dependiendo de su cuidado.

El cuidado hacia la planta debe ser igual a la respuesta de

ésta. Por tal razón, el cultivo esta alrededor del

agradecimiento.

Así como el agradecimiento se encuentra en el “ser pijaense”,

el ritmo de vida lento aparece gracias al largo y paciente

proceso de producción del café. Por esta razón el pijaense

también se caracteriza por ser lento en el sentido de ser

paciente, como sucede en su caminar alrededor del parque y

su música.

Esta forma de caracterizar las buenas costumbres cívicas de

los pijaenses, forjadas alrededor de un cultivo en auge, se

hacen notar en diferentes entidades y en particulares

habitantes de Pijao.

Aguinaldo de los niños. Club los leones. 1982 (18)

Inauguración Casa de los Abuelos. (19)

Una de las entidades que sacaba a relucir tales características

era el Club los Leones. Don Hernando Giraldo17, uno de los

fundadores del Club y dueño de la antigua Droguería

Giraldo, cuenta que en el año 1981, apadrinado por el Club

en Quimbaya, nació el Club de Leones de Tarapacá como

organismo cívico que colaboraba con pequeñas campañas de

bailes y bingos. Entre sus campañas se inauguró el ancianato

“la casa de los abuelos” y se hacía reconocer por la entrega

de aguinaldos a los niños del pueblo.

Habitantes particulares “nacidos y criados” como doña

Adelina Gómez y “levantados” como don Vidal Peña,

representan lo que es “ser un pijaense”. Los pijaenses

“nacidos y criados” son aquellos que como bien lo dice

nacieron y se criaron en el pueblo o que pertenecían a la

17

Charla con don Hernando Giraldo. Marzo 2012

Page 27: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

22

generación heredera de los colonizadores. Los pijaenses

“levantados” son los que nacieron en otras zonas del país

pero se criaron en el pueblo. Con esta distinción se nombran

formas de ser pijaense, que podemos explorar a partir de

algunos recorridos vitales.

Entrega medalla al mérito cívico a doña Adelina Gómez por parte del Alcalde.

La distinguida matrona doña Adelina Gómez viuda de

Gómez nació en Santuario, Antioquia en 1909. De allí salió

hacia Calarcá, lugar en el que se casó con Vicente Gómez, se

trasladó luego a Barcelona donde nació su primera hija Rosa

Gómez. De allí se pasaron a vivir a Génova, luego a una

finca en Pijao y de ahí se fueron a vivir a la casa esquinera en

el pueblo. A partir de ese momento comenzó a conocerse

su nombre como una de las pijaenses que más colaboraba

para el pueblo.

Doña Adelina era, y es, dice don Gerardo Quintero, “muy

venerada en el pueblo (…) [ya que] se esmeraba por

servirle a la gente”. Su esmero se expresaba en sus

colaboraciones hacia el pueblo con obras de caridad para la

gente más necesitada. Se recuerda mucho las empanadas que

ella hacía y vendía para recoger fondos para la iglesia, su

gran esfuerzo para la construcción de la Estación de

Bomberos, los cubrelechos que le regalaba a los pobres

hechos de los retazos que le sobraba de lo que cosía y la

ayuda en general a quienes lo necesitaban, como a doña

Inés18 a quien le dio una casa más arriba de la Estación de

Policía.

Esta forma de actuar para con los más necesitados conllevó a

que doña Adelina, en 1983, en los actos conmemorativos de

los 81 años de la fundación de Pijao, fuera condecorada con

la medalla del mérito cívico. Como dice la resolución No.

167 de la Alcaldía Municipal de Pijao: “Que esta distinción se

otorga a las personas o Entidades que se hayan distinguido

por los servicios prestados en bien de la comunidad”,

especificando, así, “que Adelina Viuda de Gómez se ha

destacado (…) por su acendrado Espíritu cívico, que la ha

caracterizado como tal”. Así mismo, se le reconoce en las

actas de condolencias que fueron enviadas a la familia el día

de su muerte. Actas enviadas por el Partido Conservador, el

Hospital Santa Ana, el Cuerpo de Bomberos, la Asociación

de Juntas de Acción Comunal, el Concejo y la personería

Municipal. En cada una de estas actas se rescata “su

humanismo y colaboración en pro de la gente más

necesitada en la comunidad pijaense”, “su fervor cívico (…),

sus excelsas virtudes ciudadanas y sus elevadas virtudes

morales”, “su honorabilidad y servicio a la comunidad”.

Doña Adelina demuestra el “ser pijaense” al expresar el

“civismo” en sus servicios humanistas, colaborativos y

honorables que le prestó a la comunidad.

18

Chara con doña Inés. Alias “Ángel Mío”, es una mujer nacida en Cajamarca y levantada en Pijao, se viste de forma varonil y hace, sin escrúpulos, actividades en las que utiliza bastante fuerza.

Page 28: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

23

Don Vidal Peña y su carrito de dulces (22)

Don Vidal Peña “el dulcero del pueblo” nació en la Belleza,

Santander en 1936 y llegó a Pijao en 1956. Es un personaje

muy peculiar en la vida del pueblo, pues no solo es el

dulcero sino que es a quien se le pregunta cuando se necesita

algún tipo de información sobre fechas y momentos

relevantes de Pijao. Por tal razón tiene escrito en varios

papelitos y cuadernos esos datos sobre la historia. En uno de

esos cuadernos escribió la historia de su vida: su niñez, su

juventud y su llegada a Pijao donde, dice él, se enamoró y se

quedó. Aquel escrito, don Vidal, lo llama “Las letras del

analfabeta” y lo empezó a escribir en el mes de octubre del

año 2005, terminándolo en febrero del 2006.

Cuenta la historia de su vida. Luego, de que sus padres se

fueron de su lado, dejándolo con su abuela, su vida

comienza a girar en torno a los diferentes lugares en los que

vivió y los diferentes trabajos que realizaba, como escribe él,

“para pagar su comida”. Todo comienza en la casa de una

señora en la cual lo dejó su abuelastro luego de que su

abuela muriera. En esta casa cargaba agua y leña, arriaba

vacas, ayudaba a ordeñar y a encerrar los terneros. Luego

pasó a vivir a diferentes fincas y la mayoría de las veces, la

razón por la cual se trasladaba de un lugar a otro, era

porque al hacer algún trabajo mal lo castigaban pegándole y

él, para evitarlo, se escapaba encontrándose en el camino

personas que le ofrecían otros trabajos. Estos trabajos fueron

de ayudante en un camión, vendiendo dulces, de ayudante

en una panadería, de mandadero y desarrollando diferentes

tareas de finca como las que hacía en la primera. Hasta que

llegó el momento en que tuvo que abandonar tales trabajos

para prestar el servicio militar.

Cuando le dieron de baja en el ejército, volvió a su pueblo

donde tanto trabajo le habían dado, pero a raíz de las malas

ofertas decidió irse a donde unos primos, sobrinos del papá

Page 29: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

24

que se encontraban en un pueblo llamado Pijao, Caldas. Así

pues, su principal razón para llegar a Pijao, a pesar de la

gran violencia que se desataba en aquella zona, fue el

trabajo. Por lo tanto, a su llegada, lo primero que hace es

trabajar en una finca en la que se da cuenta de las buenas

oportunidades de empleo en aquella región pues el día se

pagaba a cuatro pesos, trabajando desde las seis de la

mañana hasta las cinco de la tarde; situación que no sucedía

en su pueblo. Sin embargo, como ya se dijo, además de ser

la época de las “vacas gordas”, también era una época de

fuerte violencia bipartidista recrudecida, según él, por el

derrocamiento del presidente General Rojas Pinilla.

Esta época de la “vacas gordas” y de fuerte violencia, don

Vidal la recuerda como la época en que había buenos

precios para la venta de café, lo cual le daba al pueblo un

comercio que se caracterizaba por un movimiento en que

“todos ganaban” pues era “50% para el propietario y 50%

para el administrador”. Ganaban:

al mayordomo, al patrón de corte (que era el que contaba

a los trabajadores), al garitero (que era el que le llevaba

los alimentos a los trabajadores), al arriero (que era el que

arriaba las mulas), al patiero (que era el que pelaba,

lavaba y subía el café a la helda, lo revolvía, le daba

punto, lo recogía, lo empacaba y quedaba listo para

transportarlo), hasta ganaba la empleada de la cocina, las

lavanderas, quienes le arreglaban las ropas a los

trabajadores en las fincas (Manuscrito “Las letras del

analfabeta”).

Otras de las características que recuerda don Vidal de la

época de las “vacas gordas” son el mal transporte de taxis,

una mayor cantidad de bares, cafés y cantinas, los grandes

comercios como las sastrerías que vendían 10 vestidos

semanales, y la eficiencia del Hospital Santa Ana.

Durante este “buen tiempo”, cuenta él, había también crisis

tanto por precios bajos en la venta del café como por los

inviernos que destruían los cafetales. En medio de estos

buenos y malos tiempos don Vidal, luego de enamorarse y

casarse, decide comprar una finca la cual supuestamente se la

financiaba la Caja Agraria, pero en el momento de la

compra esta entidad le dice que ya no presta dinero para

comprar tierra. Luego de esta decepción decide irse a

administrar una finca en el campo de Pijao hasta que le

ofrecieron un “carrito de dulces”. Cuando decide trabajar en

el carrito se traslada a vivir al casco urbano. El mudarse hacia

la parte urbana del pueblo trae para él la decisión de

defender a la comunidad tanto por el beneficio de ésta

como por el de su familia.

De esta manera, emprende una serie de luchas en pro de la

población: por los abusos de los servicios públicos

domiciliaros (la instalación de medidores de agua y las alzas

en los cobros de energía), por el deficiente transporte en el

que solo se beneficiaban los taxistas, por la venta del

acueducto a otra empresa, por el cierre del Instituto Pijao,

por la fundación de la Asociación Nacional de Usuarios

Campesinos (ANUC) y la Junta de Acción Comunal de

Morro Seco y por la planta de tratamiento y potabilización

del agua. Todas estas luchas las ganó junto con diferentes

compañeros, como su gran amigo Carlos Forero Castro que

hacía parte, así como él, del Consejo Municipal.

Estas luchas son las que constituyen “el dolor” de un pijaense

hacia el pueblo y que muchos pijaenses enuncian para

marcar la preocupación por el bienestar y la pronta solución

de los riesgos de cualquier tipo que pueda enfrentar la

población. Es apropiarse de los problemas comunales y

darles salidas de manera pronta y satisfactoria. El “ser

pijaense” en don Vidal, es una clase de respuesta de él hacia

Page 30: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

25

el pueblo y viceversa, por todos los años de lucha que le ha

dado y por todo lo que el pueblo le ha dado a él, como el

amor.

El “ser pijaense”, tanto en doña Adelina como en don Vidal,

se forjó en el pueblo (casco urbano), esto no quiere decir

que sea solo allí donde se hacen notar las características de

los habitantes de Pijao, sino que más bien el pueblo es el

lugar predilecto para que se hagan visibles, puesto que la

lejanía de las veredas lo hace difícil. Es decir que estas

características también se encuentran presentes en los

pijaenses que están en la zona rural de Pijao y es esta zona,

como se dijo anteriormente con el cultivo del café, la que

forja tales formas de ser. Don Gustavo19 explica bien al decir

que la educación era la que se aprendía en el campo, en la

naturaleza y entre los animales, era la que los profesores

enseñaban tanto lo que leían en los libros como lo que veían

en el campo.

Esa educación, ese “ser pijaense” es el que hace parte de “la

gente de la cultura cafetera del occidente colombiano,

[quienes] avanzan y se trasladan llevando consigo

interiorizados los elementos que constituyen su historia, su

cultura, su identidad regional, suma de su ser mestizo”, para

actuar y responder “con la experiencia de su memoria

cultural asumiendo los nuevos hechos que le presenta el

acelerado mundo moderno” (Escobar, SA: SP).

19

Charla con don Gustavo. Marzo 2012.

Page 31: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

26

Elementos emblemáticos de Pijao (23)

El arco del triunfo, la iglesia, la alcaldía, las garzas, la palma de cera y los

jornaleros en el trabajo del café.

Todo lo anteriormente relatado a partir de los discursos

orales de los pijaenses y su evocación del pasado se resume

en que éste, según Eric Hobsbawn, debía ser el pasado que

generaciones presentes debían copiar y reproducir para no

caer en el fracaso o, como lo llaman los pijaenses, en la

decadencia. Es decir, este Pijao es el que se supone debería

ser la ausencia recordada, el Pijao de la bonanza cafetera, el

de una gran cantidad de trabajo tanto en el campo como en

el pueblo, el de las casas de bahareque, el de la Zona de

Tolerancia, el de la plaza de mercado en el parque, el de las

fiestas de la Virgen del Carmen, el del Club de Leones, el de

la cívica doña Adelina y el luchador don Vidal, el Pijao de

los pijaenses de las buenas costumbres cívicas.

Ahora que se sabe cuál es la ausencia no recordada que ha

llevado al pueblo a lo que ellos mismos llaman decadencia,

se debe preguntar por cuáles han sido los impedimentos,

llamados por Eric Hobsbawn “innovaciones”, para que no

haya una copia fiel de ese pasado.

Page 32: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

3. Sucesos de finales del siglo XX

27

Se sabe que nos encontramos en el analisis de los discursos

orales de los pijaenses sobre el presente decadente de Pijao en

relación con un pasado que descrito por los pijaenses mayores

se caracteriza por poseer bonanzas cafeteras y pijaenses de

buenas costumbres cívicas. Con el análisis de este pasado se

halló que ciertamente, por la gran diferencia entre el pasado y

el presente, han habido una serie de “innovaciones” por las

cuales los pijaenses no lograrón copiar y recrear el pasado.

Para saber cuáles han sido las “innovaciones” que han entrado

al pueblo primero hay que hacer un recorrido por el cómo

incursionaron en la historia.

La forma en que las “innovaciones” aparecen en Pijao fue por

medio del contexto que se estaba gestando desde los años

noventa del siglo XX hasta nuestro días. En estos años

aparecen una serie de sucesos los cuales han sido catalogados

como “desastres” ya que constituyen catalizadores de cambios

en la estructura y la organización de la sociedad (López, 1999:

10). Entonces, ¿cuáles son esos “desastres” que motivan

cambios más acelerados en determinadas sociedades o, en

nuestro caso, “innovaciones”? Estos “desastres” como bien se

han nombrado anteriormente, son sucesos de finales del siglo

XX, es decir: el terremoto de 1999, la toma guerrillera del

2001 y la crisis cafetera. Lo que exploraremos en este capítulo

será sobre lo que encierran estos sucesos para que se generen

las “innovaciones”.

Portada del periódico La Vanguardia (24a)

El 26 de Enero de 1999 muchos periódicos nacionales, si no

todos, tenían en primera plana palabras como destrucción,

desolación y temor. Palabras que dejaban al descubierto la

fuerza del terremoto de 6,4 grados en la Escala de Richter del

día anterior, en los 28 municipios del Eje Cafetero. Varias de

las páginas de los diferentes periódicos nacionales le dedicaron

cientos de frases de tristeza y esperanza a aquella tierra

colombiana devastada.

En aquellas páginas, los periódicos informaban lo sucedido,

por medio de fotos, testimonios y perspectivas de los

diferentes periodistas. Esas imágenes y palabras daban razón

Page 33: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

28

sobre el 25 de enero de 1999, cuando a la una y diecinueve

minutos, miles de personas intentan refugiarse de aquel

inescapable movimiento de la tierra. Esto deja momentos de

confusión y desesperación en las horas siguientes al suceso.

Horas en las cuales las personas se encontraban buscando a sus

seres queridos entre los heridos, escombros y muertos.

Personas intentando sacar algunos de sus objetos de sus casas,

intentando conciliar el sueño mientras pensaban en nuevas

réplicas y nuevas sacudidas, intentando consolar a sus amigos,

a seres queridos y hasta a desconocidos, saqueando la Cruz

Roja y los diferentes supermercados. Personas que después

tuvieron que pensar en comenzar su vida de cero y así intentar

reponerse del suceso.

Terremoto de 1999 (25)

Terremoto de 1999 (26)

“Destrucción total ¿no?”, dice don Miguel Ángel1, desde su

droguería de la carrera 5ª, al ver estas fotografías tomadas días

después del terremoto. Cada quién vivió aquella destrucción

dependiendo del lugar donde se encontraba.

Yo tenía en mis manos de nueve años una alcancía amarilla

con forma de payaso. Estaba en la cocina de la casa de mi

bisabuela intentándola abrir para sacar mis ahorros e ir a

comprar colores y un cuaderno para dibujar. De pronto, todo

comienza a moverse de un lado a otro, mi madre, la señora

que hacía el almuerzo y yo, corrimos hacia el cuarto en el que

hacía dos años mis abuelos estaban viviendo. Allí estaba mi

hermana y unos primos, todos abrazados decidimos, antes de

que se acabara el sacudón, salir de la casa. En instantes

1 Charla con Miguel Ángel. Enero 2011

Es ahijado de mi abuela, nacido y criado en Pijao.

Page 34: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

29

estábamos en la puerta principal, pero ésta no abría ya que la

pared de encima la estaba trancando, por lo tanto salimos por

la puerta trasera, por la puerta de la parte de la casa en la que

vivía Olguita. Al salir y mirar a nuestra izquierda estaba la

mitad de la iglesia, al verla, mi madre entró en shock: su

rostro se puso pálido y sus labios morados. Los rescatistas al

vernos nos llevaron al Parque para tranquilizarnos. Cuando ya

había una relativa calma, recuerdo que mi madre fue por el

carro a la parte de arriba donde quedaba bomberos y que al

mismo tiempo era un parqueadero. Minutos después de que

ella llegara fue el momento en que se cayó el techo del

parqueadero por la fuerte réplica de las cinco de la tarde. Esa

noche, mientras intentábamos dormir en las carpas instaladas

en uno de los refugios, a eso de la medianoche, se escuchó un

fuerte estruendo, todos asustados nos levantamos pensando

que había sido otra replica pero en realidad fue la caída de

una de las partes de la torre de la iglesia.

Muchos estaban en el pueblo, como yo que me encontraba en

la casa de mi bisabuela situada en el marco de la Plaza Central.

En el barrio El Paraíso en una casa de “material”2 estaba doña

Orfa3, una mujer soltera y madre de tres hijos, y cuando el

terremoto ella se encontraba organizando la ropa, cuando

uno de sus hijos le dice: “Mami se van a dañar los pocillos,

mire”. Ella miró y la plancha “se veía subir y bajar”. Luego de

buscar las llaves de la puerta y no encontrarlas, abrió la

ventana, y salió con sus hijos por allí. Salieron y mucha gente

lloraba, mientras ella decía: “gracias a Dios me salvé”. Doña

2 Casa en su mayoría prefabricadas, construidas totalmente en cemento.

3 Charla con doña Orfa. Junio 2011. Tiene un gran gusto por tejer en croché, a máquina, en punto de cruz y en general por las manualidades y su único álbum de fotos lo guarda debajo del colchón, pues el resto los perdió en el terremoto.

Gloria4, quien tiene un pequeño puesto en el Parque donde

vende unos cuantos dulces, cigarrillos y minutos, también se

encontraba en su casa y en el momento en que comenzó a

temblar estaba bañando al hijo para darle el almuerzo. Ella lo

cogió, lo envolvió en una toalla y lo sacó. Iban saliendo

mientras seguía temblando, se cayeron una y otra vez, siendo

un momento muy duro ya que tenía a su “hijo pequeñito”.

Don Víctor5, también en su casa, se encontraba con su esposa

y con su hijo de tres años. En el momento en que cogió al

niño para alzarlo comenzó a temblar. Cuando salió al parque,

puesto que el techo de la casa empezó a caerse, se dio cuenta

que ya no estaba la iglesia, varias casas habían colapsado y la

gente estaba en pánico.

No solo en el pueblo se sintió el sismo, en las fincas también,

claro está, que no de la misma manera. Don Hernando6

recuerda que allá donde él se encontraba, en una finca, no fue

tan horrible como en el pueblo. Él con sus compañeros

estaban en un semillero sembrando chapola, semilla de café,

cuando comenzó a moverse la tierra, él estaba sentado y el

movimiento lo dejó arrodillado, cosa que le causó gracia. Don

Laureano7, un viejo de unos 70 años que camina por el

Parque, recuerda que se encontraba cogiendo café en una

finca. Estaba solo cuando la tierra “como que se movía y los

4 Charla con doña Gloria. Junio 2011.

Doña Gloria, se desvive por su hijo y todo lo que trabaja es para lo que él necesite. 5 Charla con don Víctor Acosta. Agosto 2011

6 Charla con don Hernando. Marzo 2012.

7 Charla con don Laureano. Junio 2011.

Es un Santandereano que llegó hace más de sesenta años a Pijao, es un viejo jornalero hasta que envejeció y no lo contrataron más. Es un jugador fanático del dominó, sonríe a pesar de los pocos dientes de su dentadura y anda con un bastón y una maleta desteñida pequeña.

Page 35: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

30

palos como que se mecían”. Mientras el temblor lo único que

pensaba era: “¿y pa’ onde corre uno?”

Cambuches del refugio instalado por el sector de la bomba, a la entrada del

pueblo (28)

Muchos, como mi familia y yo, corrimos desde la primera

noche hacia los refugios. Con doña Gloria8 recordamos que

había cambuches arriba donde ahora está la bomba y por el

lado de ladrilleros. Ella, junto con su hijo, se fue, para arriba

ya que allá estaban el papá y la mamá. Yo en cambio fui a los

refugios a la finca que en la actualidad es el ICBF.

Mi familia y yo salimos del pueblo un par de días después del

terremoto. Sin embargo, fueron casi dos años – cuenta doña

8 Charla con doña Gloria. Junio 2011.

Nelly Patiño9 – los que duraron los pijaenses en aquellos

cambuches. Fueron años en los que sufrieron diferentes

inconvenientes.

Doña Orfa10 recuerda que esperaban cualquier momento para

bañarse, eso era lo que le daba más duro: que llegarán las diez

de la mañana y no pudieran cepillarse los dientes ni bañarse.

Cuando se consiguieron una manguera, se bañaban en

pantaloneta con esa agua que les causó hongos. Eran “muy

descontroladas las cosas”, dice ella.

Llegaban camiones llenos de alimento, ropa y demás elementos para

satisfacer las necesidades de los damnificados. (29)

9 Charla con doña Nelly Patiño. Enero 2012

10 Charla con doña Orfa. Junio 2011.

Page 36: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

31

Cuando llegaron los auxilios fueron de gran alivio. Según

doña Amelia11 hubo para el pueblo muchas donaciones que

llegaron de otros países.

Pero muchos de esos auxilios no llegaron a su destino final.

Doña Orfa12 recuerda que les daban cobijas y muchas veces

ropa. Sin embargo, ella no quería recibir nada de ahí ya que

había gente muy viva (los líderes) que bregaba a echarle

mano a todo eso. Llegaba mucho mercado al colegio y eso

era muy difícil entrar allá, pues cuando fue a pedirle un

mercado al alcalde, él se negó ya que era solo para los que

recogían los escombros pero “eso no le costaba a él”. Hasta

que un día se fue a donde estaban haciendo una repartición y

allí le dieron un colchón y su primera cobija, con lo cual

quedó lo más de contenta.

También hubo auxilios de otro tipo. Un miembro de

Planeación comentaba que el arreglo de fachadas de

arquitectura colonial fue por parte del programa de la ONG

de la Cámara de Comercio de Manizales y el arreglo de la

planta de agua potable y el cambio de unas redes de

acueducto se hizo por parte de una ONG de Suiza. Dice don

Alejandro13 que por parte de la ONG de Manizales, que eran

los encargados de la reconstrucción del pueblo, hubo un

geólogo que decía que en Pijao no había donde construir,

entonces le daban a cada persona, a cada damnificado, doce

millones de pesos, pero no para reconstruir, sino para

comprar en otra parte.

11

Charla con doña Amelia. Junio 2011. 12

Charla con doña Orfa. Junio 2011. 13

Charla con don Alejandro. Junio 2011.

A pesar de la desorganización estos auxilios trajeron grandes

beneficios. Para doña Orfa14 el terremoto, aunque fue un susto

muy horrible, sirvió mucho pues si no hubiera pasado el

terremoto estarían en las mismas ya que le hubiera tocado a

ella sola arreglar toda su casa, cosa que habría sido imposible

con sus hijos, que en esa época estaban pequeños. Don

Gerardo15 dice que en parte lo que hizo el terremoto fue que a

las personas que ayudaron las beneficiaron remodelándole la

casa o dándole a las personas que no tenían.

Pero así como fueron de gran ayuda, los auxilios también

trajeron consigo otro tipo de consecuencias. Para doña

Rubiela a algunas personas les fue bien y otras se quedaron sin

nada, por ejemplo unos que no tenían nada les dieron casa,

pero no acá sino en otra parte como Barcelona, Montenegro

y La Tebaida. Don Miguel Ángel por su parte dice que la

gente se volvió descarada pues como le estaban dando la

comida no era necesario trabajar y ahí se quedaron. Además

no se pudo adecuar un plan de vivienda y mucha gente tuvo

que trasladarse a otros pueblos buscando otras oportunidades.

El “plan de reubicación” propuesto por las organizaciones de

reconstrucción para mitigar la catástrofe, fue lo que más afecto

a la población. Esto sucedió ya que los estudios y

valorizaciones que precisaron “las zonas del municipio que se

encontraban en riesgo de deslizamientos y desbordamientos”.

(Saavedra, 2002: 210) causó la reubicación de familias que se

encontraban en las zonas de riesgo alto, mediano y bajo. Esto

lo explican Saavedra y Albán sobre lo sucedido en Calarcá. Sin

embargo, en Pijao también sucedió que la reubicación “se

14

Charla con doña Orfa. Junio 2011 15

Charla con don Gerardo. Junio 2011

Page 37: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

32

convirtió en un problema sociocultural” ya que por un lado

las familias tenían que asumir la condición de riesgo y al

mismo tiempo concebir el traslado a otros lugares donde

consideraban que con aquella vivienda no se compensaba la

inversión que habían hecho durante buena parte de su vida

(Ibíd. 211).

En el ámbito de la psicología social, aquel movimiento de la

población hacia otras zonas fuera del pueblo es llamado,

según los autores del artículo Catástrofes, traumas y conductas

colectivas, como “desplazamiento forzoso o involuntario” es

decir: éxodos que se presentan cuando hay una atmósfera de

miedo y precipitación (Páez, 2001: 4). Pero en el caso del

terremoto no solo fue un desplazamiento a causa del miedo

hacia la catástrofe, sino también por la intervención de

terceros, misma que causó que el desplazamiento fuera

forzoso e involuntario.

Destrucción de la iglesia, la casa de doña Adelina y la Alcaldía. (30)

“Esa era la alcaldía que estaba cuando el terremoto” (31)

- Rosalba y Teresa

“El hospital también todo lo renovaron” (33)

- Rosalba y Teresa

Page 38: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

33

-

“Jum! Mire, como era de bonita, la iglesia era muy bonita” (32)

- Miguel Ángel

El comité, como era también de bonito (34)

- Rosalba y Teresa

El terremoto causó, así mismo, una gran cambio

arquitectónico. Un miembro de Planeación cuenta que los

sectores que más se afectaron por el terremoto fueron las casas

del centro, por la avenida, el sector de la planta y el sector de

la cumbre. Fueron zonas en las que en su mayoría tenían casas

de bareque, así como arquitecturas de gran importancia para

el pueblo como la Estación de Policía, la iglesia, el hospital, la

Alcaldía, el cuerpo de bomberos, la sede de la Cruz Roja, la

sede de la Defensa Civil, la casa de la cultura y el comité de

cafeteros. Todos los edificios importantes del pueblo quedaron

destruidos, dice don Miguel Ángel16.

16

Charla con Miguel Ángel. Enero 2011

Page 39: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

34

“Acá están reconstruyendo la torre, tan feita” - 2001 (35)

- Rosalba y Teresa

La iglesia reconstruida -2001 (36)

Page 40: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

35

Muchas de esas edificaciones importantes que se afectaron con

el terremoto y que fueron reconstruidas en su totalidad,

pudieron haber sido renovadas con su arquitectura original;

como la Alcaldía, la iglesia y el hospital, ya que para muchos

estas reconstrucciones “modernas” fueron de muy “mal

gusto”, pues distintos pijaenses repudian la arquitectura de

varios edificios reconstruidos. Esta actitud de los pijaenses se

explica, como dicen los autores del libro Del terremoto a la

reconstrucción, ya que hay una aceleración de la

modernización en los procesos de reconstrucción que causan

rupturas con la tradición (Saavedra, 2002: 255), ya que hay

una pérdida de la memoria con relación al patrimonio cultural

que se tenía sobre todo en los pueblos cordilleranos del sur

con el bahareque (Ibíd.: 57).

Cuando se llega a Pijao lo primero que uno percibe, como

visitante regular, es el cambio en las fachadas de las casas y de

las nuevas edificaciones las cuales, a causa de la reconstrucción,

son diferentes a lo que se solía ver en el pueblo; haciendo

alusión, de manera destacada a las casas de bahareque.

Por los cambios visibles que causo el terremoto, éste se

convirtió en el primer suceso de finales del siglo XX a tratar,

para saber cómo entraron las “innovaciones” al pueblo.

Una de las reconstrucciones en el pueblo es el punto de

referencia de los pijaenses para hablar sobre otro de los

sucesos ocurridos a finales del siglo XX. La iglesia fue

inaugurada en el 2001. Inaugurada, como dice doña Orfa,

“por la gente esa”. Pues como cuenta doña Ligia17 ella llego al

17

Charla con doña Ligia. Septiembre 2010 Amiga de mi abuela y vive en una casa cercana a la Estación de Policía.

pueblo a la inauguración de la iglesia para así quedarse del

todo y fue a los 15 días que la guerrilla se entró.

Los frentes 50 y 21 de las FARC- EP se tomaron Pijao el 25 de

octubre de 2001, desde las siete de la noche hasta las 6 de la

mañana del otro día. Doña Lyda18, una mujer de la tercera

edad y quien vive con su hermana menor Artemisa, recuerda

que cuando se asomaron por el rio, ella se encontraba en la

tribuna (en la ventana), la gente corría y ella se quedó ahí

mirando; y fue durante toda la noche en la que caían cosas,

como piedras, por encima de los tejados. Doña Orfa19 esa

noche iba para la casa de su mamá con sus tres hijos. Como en

esos días habían arreglado la iglesia, los muchachos le pidieron

entrar pero ella al ver las calles tan solas les dijo que no y

siguieron caminando. Fue cuando piso el primer escalón de la

casa que una señora comenzó a gritar: “ay! se entró la

guerrilla” y cuando entró a la mitad de la sala se escuchó la

primera explosión. Ella junto con su familia cogió la biblia y

comenzaron a rezar, describiendo el momento como “una

trasnochada muy horrible”.

Lo que más se afectó durante la toma fueron la iglesia, la

Estación de Policía y el banco. Dice doña Amelia20

que su casa

fue una de las que más sufrió ya que se encontraba en los

alrededores de la estación de policía a la cual le tiraban las

pipetas. Dice don Laureano que al banco lo afectaron ya que

venían en busca de todo el dinero que se depositaba allí.

18

Charla con Lydia y Artemisa. Junio 2011. Son dos hermanas poco elocuentes que hablan sobre sus ya fallecidos familiares, sobre sus vidas de jóvenes y sus trabajos en el hogar. 19

Charla con doña Orfa. Junio 2011 20

Charla con doña Amelia. Junio 2011.

Page 41: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

36

La toma guerrillera fue como una extensión del terremoto

pues al día siguiente también hubo edificaciones destruidas,

pero en este caso fue en un sector específico del pueblo y no

duró unos pocos minutos sino unas largas horas nocturnas.

Esta es la razón por la cual doña Amelia21 comenta que la

gente quedó muy atemorizada del corazón y con una psicosis

muy horrible, pues fue toda una noche de balas y pipetas. Por

aquel temor, cuenta doña Rubiela22

, una mujer que se fue a

vivir, junto con su familia, en al casco urbano luego de estar

varios años en una finca, que hubo un desplazamiento de la

población hacia otros lugares, así como la poca afluencia de

gente de afuera hacia el pueblo. Pues, como dice don Miguel

Ángel23

después de la toma vienen los hostigamientos y la

presencia guerrillera, lo cual causa una pérdida de confianza y

un miedo hacia el pueblo.

Se podría explicar que la migración de la población de Pijao

fue en un primer momento con el terremoto y luego con la

toma guerrillera, la diferencia es que en el primero la

mayoría de las personas se fueron por un tercero (organismos

encargados de la reconstrucción); es decir, hubo un

desplazamiento involuntario, mientras en la segunda la gente

salió de Pijao por si sola, lo que se podría llamar un

desplazamiento “voluntario” pues no hubo un tercero

interfiriendo.

La explicación a tal temor que causa la huida de las personas

de Pijao, se puede dar en dos sentidos. El primero de ellos es

sobre la forma de actuar de la guerrilla heredada de los años

21

Charla con doña Amelia. Junio 2011. 22

Charla con doña Rubiela. Junio 2011. Es de Aguadas, Caldas y llegó a Pijao en el año noventa. 23

Charla con Miguel Ángel. Enero 2011

noventa y lo segundo seria a partir del impacto que tienen

“las catástrofes provocadas por el hombre”. La primera

explicación nos la da Camilo Echandía en su artículo llamado

El conflicto armado colombiano en los años noventa: cambios

en las estrategias y efectos económicos. Dice él que durante la

época de los noventa las FARC tenía como estrategia “los

ataques a las poblaciones para destruir los puestos de policía y

debilitar la presencia estatal en los municipios donde busca

ampliar su influencia” al igual que “los sabotajes a la

infraestructura económica” (Echandía, 2000). Es una estrategia

que puntualmente se observa en la toma guerrillera hacia

Pijao. En cuanto al impacto de “las catástrofes provocadas

por el hombre” Darío Páez, Itzial Fernandez y Carlos Martín

Beristain explican en su artículo que las personas expuestas a

estos sucesos tienen una mayor sensación de pérdida de

control por lo cual resultan ser de mayor impacto. Esa pérdida

de control se expresa en Pijao con la cantidad de personas que

salieron del pueblo.

Sin embargo, las estrategias guerrilleras y la psicosis social

fueron disminuyendo quedando en el pueblo un estigma

social, causando que la gente no invierta en la tierra donde

supuestamente hay presencia guerrillera. Esto sucede ya que la

alta inmigración de trabajadores de regiones pobres,

producida por la cosecha cafetera, es explotada por grupos

guerrilleros que encuentran apoyo en los desempleados

(Echandía, 2000). Este estigma es una de las tantas

explicaciones que se le da a la crisis del café que afecta al Eje

Cafetero.

La crisis del café es el contexto en el que se dio tanto el

terremoto como la toma guerrillera y se convierte en el tercer

suceso a tratar.

Page 42: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

37

“Pero este año (2011) no hubo café; fincas que cogían, por decir 3000

arrobas de café, este año no cogieron si quiera 500 arrobas” (37)

- Don Alejandro Cano

Por la crisis del café las fincas cafeteras comenzaron a mermar:

son alrededor del 70% de las fincas en el pueblo que están

perdidas, dice Pelayo24

. Pues, como dice doña Rubiela25

, se

encuentran “muy decaídas y en mera maleza”. Lo que hace

que Pijao, como municipio del Quindío, haga parte “de los 16

departamentos cafeteros que presentan un decrecimiento en

su área cafetera en los últimos 25 años” (Fonseca, 2003: 3)

24

Charla con Pelayo. Septiembre 2010. 25

Charla con doña Rubiela. Junio 2011.

Existen varias explicaciones por las cuales comenzó a darse

este fenómeno. Una de ellas se da particularmente en Pijao y

es la de la presencia guerrillera. Otra razón es la del

“rompimiento del pacto de cuotas en 1989”, causando,

explica doña Nelly26

, momentos en los que la gente del campo

comienza a quejarse sobre la rebaja del precio del café. Don

Gerardo27

dice que estas quejas se daban, y se dan, porque los

precios del café no concordaban con los gastos de producción

del mismo, eran “unos precios muy irrisorios”, y aunque hoy

el precio del bulto del café se encuentre en un millón de

pesos, los arruinados campesinos de aquellos momentos de

precios irrisorios no pueden responder ya que no tuvieron una

forma para sostenerse a tal crisis.

Esta crisis es la que se conoce como “el rompimiento del pacto

de cuotas del café” en 1989. Este rompimiento fue lo que

causó una crisis de precios del café, una crisis que aún se sigue

sosteniendo puesto que a partir de entonces los negocios del

café se rigieron por las leyes de oferta y demanda, es decir que

en la práctica la cotización sería fijada por el comprador

(Suarez, S.A.: 9).

26

Charla con doña Nelly Patiño. Enero 2012 27

Charla con don Gerardo. Junio 2011

Page 43: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

38

Hojas enfermas de roya de una planta de café en una finca por las veredas

del sur de Pijao. La roya es una enfermedad en la que le aparecen lunares

blancos a las hojas y causa estragos en el crecimiento del fruto. Como la

roya, la broca es otra enfermedad que se caracteriza por un pequeño animal

que ataca al fruto directamente, dejándolo con huecos y causándole

ennegrecimiento al grano (38)

Otra razón por la cual se mermaron las fincas y el grano café,

es la del incremento de las enfermedades de la roya y la broca

en los cultivos. Cuentan Pelayo y don Alejandro28

que el

fuerte verano que hizo en la última época causó el incremento

en las epidemias de los cultivos. Además de la poca

importancia que se le dio en el tiempo en que se advertía

sobre estas fuertes enfermedades. Razón por la cual, dice doña

Orfa29

, talaron todos los palos de café, perdiendo una gran

cosecha para sembrar otra.

28

Charla con Pelayo y don Alejandro. Junio 2011. 29

Charla con doña Orfa. Junio 2011

Cultivo de Café Caturra (39)

Las respuestas del Comité de Cafeteros para contrarrestar

aquellas enfermedades son otras de las razones por las cuales

se fueron mermaron las fincas y los cultivos. Don Víctor30

dice

que el café arábigo era el tradicional y fue el primer cafeto que

se sembró en tierras colombianas, estos palos se caracterizaban

por ser grandes por lo cual le daban sombra a la tierra y la

protegía; los otros, como el caturra, ya son híbridos, injertos,

los cuales ya no le dan la misma protección a la tierra,

perjudicándola. El uso de químicos para el abono del cultivo

ha dejado de lado el abono orgánico lo cual también ha

afectado de manera negativa a la tierra.

30

Charla con don Víctor Acosta. Agosto 2011

Page 44: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

39

“Volcanes” (derrumbes) provocados por el invierno (40)

Los fuertes climas son causantes de malas cosechas y estos, en

la última época no han sido de gran ayuda para el cultivo.

Una vecina de doña María Rosa31 comenta que la fuerza de los

veranos o de los inviernos azota al café, ya que todo en

exceso hace daño. Lo que sucede entonces, dice don Víctor32

,

es que ha habido demasiado verano y demasiado invierno,

esto último es claro cuando los campesinos cuentan que en los

derrumbes se les van 5000 palos de cafetales floreciendo

(importante etapa del cafetal pues de la flor sale el grano).

31

Charla con doña Rosa y en momento con su vecina. Junio 2011. Doña María Rosa Monsalve es la mamá de Blanca (una de las tantas señoras que le ha colaborado a mi abuela en la casa), vivió en una finca y en La Cumbre, pero a causa del terremoto la reubicaron en el barrio los Fundadores. 32

Charla con don Víctor Acosta. Agosto 2011

Todas estas explicaciones a la crisis cafetera son lo que Luz

Amparo Fonseca llama las situaciones adversas a las cuales los

caficultores colombianos han tenido que enfrentar durante la

década de los años noventa hasta nuestro días (2003, 14).

Algunos le colocan mayor relevancia al rompimiento del

pacto de cuotas ya que es allí donde se “puede establecerse el

momento que da inicio a la perdida” (Saavedra, 2002: 55).

Pero ¿qué es lo que realmente ha causado la crisis del café? Ha

causado una problemática en la economía de quienes trabajan

la tierra expuesta en la falta de fuentes económicas pues como

dice doña Marta Ramírez33

“plata no ha habido porque no ha

habido café” y si no hay café no hay empleo ya que,

repitiendo a don Gerardo34

, el que genera el empleo es el

café. Lo que sucede es que con “la pérdida de rentabilidad de

los cultivos y el impacto de la crisis han incrementado los

niveles de pobreza y desempleo en las áreas más

especializadas en el cultivo” (Fonseca, 2003: 4).

33

Charla con doña Marta Ramirez. Junio 2011. Ex-dueña de un restaurante por la calle 13, un restaurante que tenía exhibida en las paredes unas cuantas fotos del terremoto, de la iglesia antes y después de éste y de la crecida del río en 1972. Ella por razones personales, luego de la muerte de su padre, se trasladó a vivir a Armenia. 34

Charla con don Gerardo. Junio 2011.

Page 45: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

40

“Ventaniando desde la destrucción”

Terremoto de 1999 (41)

El terremoto de 1999 dejó como

consecuencias la destrucción tanto de la

arquitectura como de la población. La

destrucción causó que la arquitectura de

edificaciones emblemáticas del pueblo,

como la Alcaldía y la iglesia, cambiaran

drásticamente. Así mismo, mucha

población tuvo que migrar ya que no hubo

una correcta reubicación de la población

en la reconstrucción y construcción de

viviendas.

Problemáticas: ruptura con la tradición,

migraciones involuntarias.

“Vestigios de un enfrentamiento”

Toma guerrillera de 2001 (42)

Durante la toma guerrillera de 2001 solo se

afectaron la iglesia, el banco, la estación de

policía y casas aledañas. Aunque la

destrucción física fue poca, comparada con

la del terremoto, la toma dejó en el

pueblo miedo y temor tanto en los

pijaenses como en la gente afuera.

Problemática: migraciones “voluntarias”.

“Maquinaria abandonada”

Crisis cafetera (43)

Las situaciones adversas que se presentaron

ante los caficultores durante los años

noventa hasta nuestros días, causaron que

las fincas y el cultivo del café mermaran

bajando la economía del pueblo.

Problemática: pobreza y desempleo.

Page 46: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

41

Junto con estos tres sucesos de gran impacto de los últimos

veinte años en la historia de Pijao, se suman otros dos, los

cuales en los discursos de las Alcaldías de los últimos años no

los han tomado en cuenta.

“Presencia de comunidades afro en Pijao” (44)

Cuenta don Alejandro35

que al pueblo ha llegado mucho

desplazado, han comprado fincas y les han hecho parcela para

ayudarles a que hagan un porvenir. Sin embargo, para doña

Rubiela36

eso de los desplazados es un negocio muy verraco

pues cuando llega un desplazado al que le dan una casa éste

luego la pone a la venta, cosa que no debería ser ya que si a

uno le dan una casa ésta debe ser para mantenerla como un

bien propio. Aparte de esto la alcaldía les paga el arriendo, a

35

Charla con don Alejandro. Junio 2011. 36

Charla con doña Rubiela. Junio 2011.

ellos les llega un mercado mensual, les dan plata y por

ejemplo en la salud tienen prioridad. Eso para ella resulta ser

un negocio. De esta manera la gente desplazada que llega al

pueblo por acuerdos entre la Alcaldía y el gobierno para

auxiliarlos, se ha convertido para los pijaenses en un

emergente problema para con la población, pues les está

quitando beneficios.

“Evidencia de las malas administraciones por parte de los alcaldes electos”

Crónica del Quindío 26 de septiembre de 2012 (45)

Page 47: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

42

El otro suceso que se agrega es el de las administraciones de

los alcaldes y sus funcionarios. Don Alejandro37

afirma que ha

habido malas administraciones pues por la deshonestidad no

rinde la plata de quienes la están manejando.

Es en las labores pésimas de los alcaldes donde se ve reflejado

la mala administración de estos. El alcalde durante el

terremoto por ejemplo, cuentan Rosalba y Teresa38

, las

mujeres que atienden el Bar Motorista, que no dejaba trabajar

para la reconstrucción pues era la manera como se llevaba el

dinero. Muchos cuentan que aquel alcalde cogió varios de los

alimentos que llegaban de los auxilios para luego montar una

tienda de víveres en el pueblo. Por otro lado, cuenta Palomo39

que las alcaldías, junto con el Comité de Cafeteros, han

implementado diferentes proyectos para el campo, pero a los

cuatro años que se acaba el periodo los proyectos

implementados quedan a la deriva pues las siguientes

administraciones no los continúan. El exalcalde Edgar Osorio,

por su parte, - cuenta doña María Rosa40

-, también brillo por

sus promesas incumplidas pues él le prometió que si quedaba

elegido como alcalde le arreglaba el andén de su casa, hecho

que nunca sucedió durante su periodo electo. Dice doña

Amelia41 que no todos son de malos sentimientos, pero a la

mayoría como que “no les duele el pueblo”. Además los

concejales buenos no pueden hacer nada porque ahí está el

gamonal al acecho.

37

Ibíd. 38

Charla con Rosalba y Teresa. Son las hijas de don Javier Ramírez, el dueño del bar. 39

Charla con “Palomo”. Junio 2011. Palomo se pasea de un lado a otro, es electricista y hace trabajos en el campo. 40

Charla con doña María Rosa. Junio 2011. 41

Charla con doña Amelia. Junio 2011.

El desplazamiento y las malas alcaldías son otros de los

“desastres” que se suman a los anteriores y que han causado

igualmente problemáticas como la falta de alternativas

económicas con la presencia de los desplazados y el

aprovechamiento de los recursos por parte de los alcaldes y

sus funcionarios.

***

De las consecuencias problemáticas surgen las “innovaciones”.

Esto ya que las primeras, como vimos en el presente capítulo,

son resultantes de los sucesos de finales del siglo XX lo que las

convierte automáticamente en catalizadoras de cambios en la

estructura y la organización de la sociedad. Con estos cambios

surgen las “innovaciones” ya que estas, según Hobsbawn, son

generadas por la imposición y la importación de modelos

procedentes del exterior que no tiene conexión aparente con

las fuerzas sociales internas (Hobsbawn, 2002: 23). Esos

modelos procedentes del exterior, son, como la razón por la

cual las “innovaciones” son, como se entiende en esta

investigación, el impedimento para copiar y reproducir ese

pasado. Pero, ¿cuáles son aquellos modelos que llegaron a

Pijao a través de las “innovaciones”? Con esta pregunta se

continuará al siguiente capítulo en el que expondrán las

“innovaciones” que surgieron en Pijao.

Page 48: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

4. El Pijao de la “gente nueva” y la escasez de trabajo

43

Iglesia años noventa (46)

Iglesia 2012 (47)

Page 49: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

44

Alcaldía años noventa (48)

Hospital Santa Ana años noventa (49)

Alcaldía 2012 (50)

Hospital Santa Ana 2012 (51)

Page 50: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

45

Se ha llegado al presente y con este a sus diversas

“innovaciones” que se han manifestado en el pueblo . Éstas,

como se ha dicho en todo el texto, son las que han

impedido que generaciones presentes copien y reproduzcan

el pasado o, en otros terminos, que éste sea una ausencia

recordada. Por lo tanto, el presente capitulo expondrá

aquellas “innovaciones” que surgieron a partir de las

concecuencias problemáticas resultantes de los sucesos de

finales delo siglo XX.

Con el terremoto y su consecuencia problemática de la

ruptura con la tradición, la arquitectura cambió, pues

dejaron de ser casas en bahareque y comenzaron a ser casas

en “material”, es decir casas prefabricadas y totalmente de

cemento. Sin embargo, aunque hayan cambiado los

materiales de construcción, los pijaenses “innovan” al

intentar mantener las fachadas de la arquitectura colonial.

Casas aledañas a la estación de bomberos (53)

Casas del Paraíso (52)

A pesar de que existen casas antes del terremoto fabricadas

en “material”, éstas tiene también tienen caracteristicas de la

arquitectura del pasado como lo son sus colores vivos azules,

rojos, amarillos, naranjas y verdes.

Page 51: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

46

Junto con el terremoto, se encuentra la toma guerrillera y los

desplazados, los cuales por sus consecuencias problemáticas

respectivas: desplazamiento “vonluntario”, involuntario y la

llegada de de gente nueva a Pijao, ha implicado cambios en

la composición de la población que habita en el pueblo.

Allá arriba es donde se van a fumar marihuana – Juan David.

Por un lado, las personas que se fueron del pueblo fueron

aquellos que se caracterizaban como pijaenses. Para doña

Amelia1 la gente que se ha ido es la gente vieja del pueblo las

de las buenas costumbres civicas. Pero, así como la gente se

ha ido, también ha estado llegando a Pijao gente de otras

partes de la región y del país; y, según doña Inés2, son esos

borrachos enmarihuanados los que vienen de otra parte

1 Charla con doña Amelia. Junio 2011

2 Chara con doña Inés. Junio 2011.

pero están viviendo allí en el pueblo3. Por tal razón, cuenta

doña Nelly, la incursión de la droga al pueblo fue porque

alguien se percató de que no se vendía y vio en eso un buen

ingreso económico como cuando se ve que no venden algún

producto y se trae. Entonces, la llegada y la salida de gente

en el pueblo han causado que se cambien las buenas

costumbres cívicas por la droga. Pero no sólo por la droga

sino también por el interés personal y el poco sentido de

pertenencia hacia el pueblo.

Estos cambios en el actuar de los pijaenses es lo que se llama

crisis cafetera, pues a causa de la crisis en el cultivo hay una

afectación en el “ser pijaense”. Dicen Beatriz Nates Cruz y

Paula Velásquez López en su escrito territorios en mutación

crisis cafetera, crisis del café que las implicaciones económicas

hacen referencia a la crisis del café y la práctica cafetera

como dinamizadora de los estilos de vida a la crisis cafetera

que involucra el replanteamiento del uso y manejo de los

territorios, de los sentidos sociales y culturales históricamente

construidos.

Pero a pesar de aquellos cambios en el “ser pijaense”, aún

siguen existiendo los pijaenses de las buenas costumbres

cívicas. Pues, como dice María Elvira4, una mujer de unos

ochenta años y que vive en una casa humilde: “la gente es la

misma pero más poquiticas” y esa gente es la que hace que

3 Con esto no se quiere generalizar que los desplazados sean quienes

han traído tales vicios al pueblo, sino que gente de afuera en general, no solo lo desplazados, lo han traído. 4 Charla con doña Maria Elvira. Junio 2011.

Page 52: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

47

doña Aleida5, una caldense que se encuentra en su

revuelteria de la calle 11, se amañe en el pueblo, pues es la

gente que ya la conoce.

Pero ¿por qué han cambiado el interés personal y el poco

sentido de pertenencia hacia el pueblo? En este caso ¿cuál es

la “innovación”?. Pues bien, la innovación en este caso sería

la de la permanencia de unos cuantos pijaenses de buenas

costumbres cívicas en el pueblo, ya que esta es la respuesta

no solo de los cambios en la población sino también de los

cambios generados por la consecuencia problemática de la

pobreza y el desempleo que genera la crisis del café.

.

Llegada Caravana Hijos Ausentes al Parque – 2011 (55)

5 Chara con doña Aleida. Junio 2011.

Vive hace treinta años en Pijao, unos cuantos de estos en una finca, la cual le toco abandonar ya que el terremoto destrozó un horno que tenía como función tostar el café.

Una de las consecuencias problemáticas de la crisis del café es

la sustitución de las fiestas de La Virgen del Carmen por las

fiestas de los Hijos Ausentes pues las primeras dejaron de ser

lo que eran y, como dice un miembro de Planeación, ahora

solo son actividades religiosas, pues comenzó a haber una

afectación económica en la que los dueños de fincas ya no

aportaban y ya no participaban igual.

La fiesta de los Hijos Ausentes fueron innaguradas en 1979

por parte de la Junta Regional de Armenia quien en esa

época se encontraba Alba Saleg, exalcaldesa de Pijao, como

Presidenta. Cuenta don Alejandro6 que estas fiestas fueron

hechas para que la gente que se había ido durante la época

de la violencia retornara al pueblo y así se acabara el

sectarismo de conservadores y liberales. De esta manera, la

intención de estas fiestas, escribe Gonzalo Ramirez en la

editorial de la publicación del 2° Encuentro de Hijos

Ausentes, es la de “revivir y dignificar el civismo”. Doña

Amelia7 recuerda que la fiesta de los Hijos Ausentes era una

“cosa muy bonita, muy tierna” pues era ver que la gente que

se iba regresaba y las colonias de los diferentes lugares donde

los pijaenses residían traían muchas donaciones. Don

Alejandro, por su parte, cuenta que todo era muy

organizado y se hacia notar el sentido de pertenencia ya que

todo el mundo colaboraba.

6 Charala con don Alejandro. Junio 2011.

7 Charla con doña Amelia. Junio 2011.

Page 53: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

48

Construcción caseta para la llegada de los Hijos Ausentes 2011 (54)

Sin embargo, ya todo eso ha cambiado como consecuencia

de la sustitución de las fiestas: por ejemplo, las fiestas de los

Hijos Ausentes del 2011, según don Alejandro8, se volvieron

un negocio, pues, cuenta don Gerardo9, esas fiestas se las

vendieron a una empresa privada la cual comenzó a cobrar

por todo: se cobró la entrada a una caseta fabricada con

guadua en la que se hacia todas las presentaciones musicales

y culturales; y a los carros ambulantes que permanecen en el

marco de la plaza se les cobró la estadia en ese lugar durante

los días de la fiesta. Esto es lo para don Alejandro es perder

el sentido de pertenencia hacia el pueblo y aumentar el

8 Charla con don Alejandro. Junio 2011

9 Charla con don Gerardo. Junio 2011.

interes personal, con lo cual, afin de cuentas, se pierde el

civismo y el dolor hacia el pueblo.

Pero la “innovación” de que permanezcan en el pueblo

pijaenses de buenas costumbres cívicas, hace que durante las

fiestas aún haya un momento en el que se realicen las

donaciones para los más necesitados por parte de las

colonias que llegan de otras zonas del país, lo cual revive lo

que es “ser un pijaense”.

Afluencia de personas un día de mercado – 2012 (56)

No sólo la sustitución de las fiestas han sido una

concecuencia problemática de la crisis del café, los días de

mercado tampoco tienen el mismo tinte de hace unos años,

los bailes y la fiesta con los que gozaba don Gustavo dejaron

de ser lo que eran pues ni siquiera existe la Zona de

Tolerancia y ahora se convirtio en días en que hay poca

afluencia de gente y de bares y discotecas de poco

Page 54: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

49

movimiento. Doña Aleida10 lo explica al decir que al no

haber café la gente en días de mercado no tiene mucho a

que ir al pueblo.

La “innovación” que aparece aquí es la posible reaparición

de la Zona de Tolerancia pues según Amanda la van a

volver a colocar ya que el bar Aquarius, que se encuentra

en plena Plaza, se está volviendo un “putiadero”. Con esto

se entiende que la gente se sigue divirtiendo en los bares y

discotecas: en el Bar Social, La Chispa, Los Recuerdos y el

Motorista; y en las discotecas La Machaca, La Barra, La

Rumba y Aquarius.

Antigua volqueta recolectora de basuras (58)

Otra de las consecuencias problemáticas generadas por la

crisis es la falta de empleo en el pueblo (casco urbano).

Cuenta don Gerardo que las basuras antes le generaban

10

Chara con doña Aleida. Junio 2011.

mucho empleo a las señoras pero desde que se lo entregaron

a una empresa privada ya solo son dos personas las que

trabajan en eso. Así como el trabajo de las basuras también

se acabó el trabajo en las casas de familia pues, explica doña

Orfa, “hasta el más pobre tiene lavadora”; lo que quiere

decir que no es necesario contratar personas que hagan el

aseo.

Venta de arepas en el Parque (59)

La “innovación” que aparece para este cambio es la

posibilidad de encontrar otra clase empleos y otras formas

de ingreso. Según doña Nelly, los empleos que se pueden

encontrar son los de los comerciantes independientes, los

Page 55: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

50

supermercados en los que contratan 2 o 3 empleados, en el

hospital o en la alcaldía.

El mapa expuesto a continuación demuestra que en el

presente lo que se hace más relevante es el pueblo (casco

urbano) a diferencia de lo que los abuelos dibujaron en su

mapa en el que el campo, las veredas, se hacía notar por ser

la zona donde se desenvolvían diariamente. En el mapa de

los niños el casco urbano se convierte en ese lugar de diario

vivir, pues es allí donde se encuentra el trabajo a pesar de su

escasez y donde, de alguna manera, se encuentra algo qué

hacer. Es posible entenderlo al ver que los niños entre 5 y 13

años dibujaron un mapa de Pijao en el que solo se muestra

edificaciones como la alcaldía, la iglesia, el hospital y los

barrios que existen en el pueblo. Se muestra así mismo la

presencia de la droga, al dibujar en el sector de la Playita a

unas personas fumando marihuana y a la policía detrás de

estos. Allí se dibujó también el Comité de Cafeteros como

una de muestra de donde trabajan sus padres y no dejan de

aparecer las zonas de diversión como el coliseo, las canchas,

la piscina y el parque.

La crisis del café entonces también ha producido una

problemática en la concepción de lo qué es Pijao pues para

generaciones anteriores era el campo y de cierta manera el

casco urbano como zona de ocio; y ahora se concibe que

Pijao es el casco urbano, es decir el lugar del

desenvolvimiento de la vida y el campo se sitúa como

espacio de ocio. Esto último se evidencia en la actividad

realizada con los niños de cuarto de primaria cuando al

preguntarles sobre qué hacen con sus familias respondieron

con dibujos en los cuales colocaban personas en un campo

verde elevando comenta y disfrutando de los momentos de

“no estudio” y “no trabajo”.

Page 56: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

51

Page 57: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

52

Finca de Nelly, Juan David y Martín (61)

Cultivo de Lulo (64)

Sin embargo, la “innovación” que aparece como respuesta a

ese cambio en la concepción sobre Pijao en el presente, se

evidencia al volver a concebir al campo como lo hacían las

generaciones anteriores pero de una manera diferente. Por

ejemplo como sucede con Juan David y su hermano Martín11

quienes tienen una finca en la que vive su madre doña Nelly

con su esposo. A pesar de que los niños no viven allí ya que

su relación con el esposo de la mamá no es muy buena, ellos

van a la finca y hacen diferentes trabajos, como recoger el

rastrojo de los cultivos, estar pendientes de sus animales y

jugar con el gran campo que tienen.

Juegan a pescar en la cañada que tienen allí cerca. Lo que

hacen es coger un costal, mientras uno se hace abajo del río

el otro en la parte de arriba lanza una piedra para que los

peces salgan más rápido y en grupo hacia el costal. Luego de

agarrarlos los colocan en una botella plástica para mirarlos.

Después los sueltan dejando solamente uno para el pato que

tienen arriba en la finca.

Doña Nelly tiene en su finca cultivos de maíz, frijol, yuca,

mora, fresa, guayaba, plátano, naranja y plantas de canela y

manzanilla. Para ella el mejor cuidado para que la tierra no

tenga plagas es desyerbando uno mismo y utilizando ají,

pues al fumigar la tierra se ve perjudicada.

Hay otras fincas como la de Juan David y Martin que se vive

el campo sembrando otro tipo de cultivos. Cuenta don

11

Una tarde de Agosto del año 2011, Juan David me invito a su finca para que la conociera. Ese día pude darme cuenta de lo que estaba sucediendo en las fincas en el presente de Pijao.

Page 58: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

53

Alejandro12 que lo que se está haciendo es que los

campesinos se muevan por otros cultivos cuando no haya

café. Otros cultivos como plátano, yuca, naranja, lulo y

otros cítricos.

Cientos de almácigos de café esperando a ser plantados en el lugar donde

se supone deberían florecer. (65)

12

Charla con don Alejandro. Junio 2011.

De esta manera se pretende que el campo siga siendo ese

lugar de trabajo y, cómo no, de diversión, con unos leves

cambios como lo son los cultivos varios para mitigar las

afectaciones que causa la crisis cuando no hay café.

Como por ejemplo lo ocurrido en la finca doña Nelly, en la

parte de arriba de la montaña, con un gran número de

pequeñas plantas de café en unas bolsas negras. Estas

plantaciones se les llaman almácigos y es una de las etapas de

la siembra del palo de café pues luego de que están un

tiempo allí pasan a ser plantadas en su lugar final donde

florecerán y darán el fruto. Pero, los almácigos que se

encuentran en la finca de doña Nelly llevan más tiempo de

lo debido, ya que la dueña no ha permitido que se muevan

pues, como dice doña Nelly, al parecer no tuvo recursos

para la plantación final.

Son estas claras evidencias sobre la baja producción de café

lo que hace que la “innovación” de la reactivación del

campo esté presente; puesto que, como dice don Víctor lo

ideal sería que se volvieran a los tiempos de antes, para que

la gente trabajara la tierra y sembrara sus cafetos, pues si

hay producciones en el campo hay trabajo, y si hay trabajo

hay plata. Así mismo, don Gerardo piensa que para que

haya empleo lo primero que se tiene que hacer es darle más

garantías al campesino para que trabaje el campo, porque el

campo está desprotegido. Con esto, dicen Rosalba y Teresa,

se espera que más adelante Pijao vuelva a hacer el que era

antes para que la gente vuelva a coger a las fincas, a

renovarlas y a organizarlas para vivir.

Page 59: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

54

Terminando el anterior capítulo se preguntó por los “modelos

procedentes del exterior” en Pijao. Con lo descrito en el actual

capítulo se puede entender que las casas en material, el

consumo de drogas, la fiesta de los Hijos Ausentes, los

emergentes empleos en el pueblo, el casco urbano como lugar

de diario vivir y los nuevos cultivos en el campo: son los

elementos pertenecientes a esos “modelos procedentes del

exterior”. Sin embargo, de estos modelos se generan aquellas

“innovaciones” que tanto se han nombrado, las cuales no

resultan ser tan procedentes del exterior al tener elementos

característicos del pasado. Es decir que las “innovaciones” en

este caso “utilizan o pretenden utilizar elementos de un pasado

histórico”: “a través de la recuperación de una parte pequeña

aunque emocionalmente muy significativa de este pasado

perdido con el cual se consigue recuperar la totalidad del

mismo” (Hobsbawn: 28-29).

Esta es la manera como los pijaenses logran pensarse idénticos

en el tiempo, es la manera como construyen su identidad, por

medio de la recuperación de pequeñas partes del pasado.

Primero por medio de la reactivación del campo a partir de un

“arraigo” con la tierra “a través del cual se establece una

relación particular con el territorio, en la que metafóricamente

se “echan raíces” en él por diversas situaciones, creando lazos

que mantienen algún tipo de “atadura” con el lugar” (Quezada,

2007: 43). Este lazo se crea porque en “el territorio queda

inscrita la cultura, las huellas y marcas dejadas por quien o

quienes lo habitan, es un espacio depositario de recuerdos”

(Chávez, SA: 27). Es decir, volver al campo es volver al pasado

puesto que en la tierra se inscribe una historia, la cual se

convierte en aquella base en la que se forma un ser pijaense. Y

segundo, por medio de la arquitectura la cual, desde Maurice

Halbwachs a partir de su análisis de los espacios familiares y

urbanos, es un espacio que por sus características de inmóvil,

permanente y estable, se hace familiar, creando, en el grupo,

una imagen del ambiente y al mismo tiempo una relación

estable con éste. Son, de esta manera, espacios imperturbables,

es decir espacios que al parecer no son afectados en lo más

mínimo. Por lo tanto, cuando hay sucesos extraordinarios en el

grupo hay una conciencia más aguda de su pasado y su

presente, pero, al mismo tiempo, cuando casas y edificios

permanecen iguales el grupo no siente la sensación de cambio

(1990). Darle al espacio, donde se construye el diario vivir,

tintes de pasado, es hacer que algo, al ser permanente, se

convierta en eso que continuamente construye lo que se “es” en

un presente con base a lo que se “fue” en un pasado.

Es en este sentido que en Pijao no se alteró el modelo heredado

por el pasado pues aun así acepto la introducción de cambios y

por lo tanto, “la transformación no ha alcanzado cierto nivel

por lo cual la sociedad puede seguir siendo tradicional: el

molde del pasado continua dando forma al presente, o, al

menos eso lo que se espera que haga” (Hobsbawn: 26). De esta

manera, se afirma que en Pijao no es que no haya una ausencia

recordada sino que hay varias ausencias recordadas, ya que son

partes pequeñas del pasado que aunque ausentes se hacen

presentes al recordarlas.

Pero entonces qué es lo que sucede, por qué Pijao se encuentra

en decadencia. Desde el punto de vista de esta investigación, la

decadencia no es más que un estado momentáneo entre el

impacto de los “desastres” que causaron una pérdida parcial del

pasado y el proceso de recuperación de éste que se viene

gestando hace unos trece años. Sin embargo, cabe resaltar que

tanto la crisis del café como el intento por la recuperación de la

producción de este grano ha sido de gran importancia en la

continuidad del presente decadente, puesto que hasta que no se

recupere en su totalidad aquel pasado de la buena producción

de café, el presente no tendrá mayores posibilidades para dejar

de ser decadente. Es decir, las generaciones presentes han

trabajado de manera prudente en pro del pueblo, pero si las

generaciones venideras no asumen su papel para que el pasado

siga presente, esa decadencia que tanto aflige a los pijaenses ya

no será una respuesta parcial y momentánea, sino una respuesta

definitiva y sin reversa.

Page 60: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

5. La ausencia recordada: apuntes finales

55

La misma calle, diferentes tiempos

(Años cuarenta y ochenta)

“Si alguien propusiera regresar a una vida más lenta, casi todos verían en ello con desaprobación un retorno al pasado, casi nadie

vería un retorno a la sensatez”

William Ospina Los nuevos centros de la esfera

Terminando el último capítulo de éste escrito se afirmó que

las generaciones venideras deberán tomar su papel de

recuperadores del pasado de manera contundente y eficaz.

Esto nos abre un mundo de posibilidades a la hora de

trabajar con la memoria, pues se cree que ésta es útil para la

recuperación de un pasado que se deja estático en el

presente (como sucede en los museos). Sin embargo, trabajar

con la ella, como se demostró en esta investigación, es darle

continuidad al pasado en el presente por medio de su uso

productivo, es decir que dé resultados que solucionen

problemáticas actuales.

El pasado no se puede quedar en un estante exhibido o

como meros datos curiosos, sino que debe ser parte de la de

la educación, en la cual se enseñe hacer uso de éste como

una herramienta para innovar en el presente. Y es que todo

el tiempo lo estamos usando, solo que no somos conscientes

de esto y solemos menospreciar lo que el pasado trae para

nosotros. Esto es lo se puede rescatar de lo que don Gustavo

dice sobre la comparación entre la educación del pasado

(una educación en el campo) y la del presente (una

educación en la ciudad), donde la primera tenía como

principal objetivo enseñar a los niños a trabajar la mente

constantemente para la producción de la tierra y la segunda

como una educación de la pereza mental en la que

necesitamos de aparatos para agilizar procesos y de la

Page 61: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

56

higiene que nos a parta de la sana productividad de la tierra.

Cito las palabras exactas de don Gustavo:

“Ud. para una universidad le sirve más estudiar en un

pueblo que estudiar en una ciudad, porque Ud. En un

pueblo se acostumbra a conocer todo lo del campo, de la

naturaleza, aprende mucho sobre los animales y todo, ud

en una ciudad ve unos animalitos y dice “ay gas”, en

cambio acá se acostumbra. Por ejemplo ud coge el

estiércol de vaca y es un remedio para muchas

enfermedades: dolor en el cuello, por ejemplo. Ud en una

ciudad ve eso y dice “ay no gas, guacala”. Mucha gente no

sabe pa que sirve. Los niños de una ciudad viven más

enfermos que los de un pueblo, el niño de un pueblo

corre, se enmugra, come tierrita: son defensas para el

cuerpo. Los niños de ciudad son pálidos porque los

mantienen guardados dándole medicina, no tienen

defensas y las defensas las da la misma tierra.

Hoy día los profesores no les enseñan a los alumnos sino

lo que ellos vean por ahí o lo que venga ya por

computador. Pero antes, debido a lo que leían en los

libros y salían al campo a ver las cosas daban con lo que

es. Un profesor hoy día se lo gano de ojo porque si ud le

dice a un profesor para que sirve una cascara de huevo, el

estiércol de la vaca, de caballo no le dice pa’ que sirve.

Como no están acostumbrados ni conocen de un monte

de un campo de nada sino solo lo que le enseñan teoría

hoy día”.1

Esto explica que el pasado, como se analizó en la

investigación, puede ser herramienta útil para el presente al

recuperarlo en aquellas actividades de antaño en la que la

tierra era la proveedora y organizadora de la vida.

1 Charla con don Gustavo. Septiembre de 2011.

Sobre esto último, tal vez, muchos discutirán y afirmarán

sobre las grandes contribuciones de la tecnología y los

avances de un mundo acelerado. Pero, por parte de esta

investigación, no se descartan estas contribuciones, ya que

como se demostró, los cambios son pertinentes y grandes

aportantes para el mejoramiento de la sociedad. Sin

embargo, se resalta que la unificación de esa transformación

con la continuidad de un pasado activo, es posible encontrar

otro tipo de salidas, tal vez no mejores o poco eficaces, pero

si diferentes y pertinentes para encontrar lo que se desea.

Existen cientos de técnicas para hacer que el pasado esté

activo en el presente, uno de estos, y aunque no se resaltó

mucho durante el texto pero aun así se deja una clara

evidencia de su gran utilidad, es la fotografía. Por medio, de

este arte es posible analizar un mundo de discursos sobre el

pasado los cuales pueden recuperarse antes de que se

olviden. Así, con las fotografías y los discursos que se hagan

sobre ellas se buscarán cientos de posibles caminos para

avanzar en el presente.

Finalmente, con esta investigación se logra entender y

afirmar que los recuerdos como parte de la memoria son los

que hacen posible que el pasado tenga continuidad en el

presente, y no sólo eso, sino que como imagen logran

legitimar ese pasado, pues perdurará mientras exista dentro

de un grupo. Esta es la principal razón por la cual la

fotografía es esa técnica para lograr un pasado activo, pues

es ésta el elemento predilecto, entre otros, para evocar

recuerdos.

Page 62: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

BIBLIOGRAFÍA

57

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papel contemporáneo de la investigación intercultural” en

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Page 64: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

ANEXO

59

Índice de Fotos

1. Archivo personal.

2. Archivo personal.

2a. Archivo personal.

3. Archivo personal.

4. Archivo Luis Ángel1.

5. Archivo Luis Ángel.

6. Archivo personal Amelia Narváez.

7. Archivo Luis Ángel.

8. Archivo Marta Ramírez2.

9. Archivo personal Julián Vergara.

10. Tomada de: Tobón, Botero Néstor. Arquitectura de la

colonización antioqueña. Tomo III - El Quindío. 1987.

11. Exposición permanente de fotografía en la alcaldía

municipal de Pijao.

12. Archivo personal de Miguel Ángel.

13. Archivo personal.

14. Tomada de: Tobón, Botero Néstor. Arquitectura de la

colonización antioqueña. Tomo III - El Quindío. 1987.

15. Archivo Luis Ángel.

16. Archivo Luis Ángel.

17. Archivo Luis Ángel.

17a. Archivo Luis Ángel.

18. Archivo Luis Ángel.

19. Archivo personal Hernando Giraldo.

20. Archivo personal Hernando Giraldo.

21. Archivo personal Rosa Gómez.

22. Archivo personal Rosa Gómez.

23. Archivo Luis Ángel.

1 Recolección personal de fotos antiguas de Pijao.

2 Exposición de fotos en su restaurante.

24. Tomada del Grupo de Facebook “Pijao, Quindío”:

http://www.facebook.com/photo.php?fbid=383843901670

534&set=o.26255043368&type=3&theater

24a. Tomada de:

http://www.vanguardia.com/historico/38244-terremoto-en-

armenia-

25. Archivo Casa de la Cultura.

26. Archivo Casa de la Cultura.

27. Archivo Casa de la Cultura.

28. Archivo Casa de la Cultura.

29. Archivo Casa de la Cultura.

30. Archivo personal Rosa Gómez.

31. Archivo Casa de la Cultura.

32. Archivo Casa de la Cultura.

33. Archivo Casa de la Cultura.

34. Archivo Casa de la Cultura.

35. Archivo personal don Pedro.

36. Archivo personal don Pedro.

37. Archivo personal.

38. Archivo personal.

39. Archivo personal.

40. Archivo personal.

41. Archivo Casa de la Cultura.

42. Archivo personal don Pedro.

43. Archivo personal.

44. Archivo personal.

45. Tomado de: Cruz, Paola. Destituido e inhabilitado

exalcalde de Pijao por omitir los principios de contratación

.Septiembre 26 de 2012:

http://www.cronicadelquindio.com/noticia-completa-titulo-

destituido_e_inhabilitado_exalcalde_de_pijao_por_omitir_los

_principios_de_contratacion_-seccion-regional-nota-

52504.htm

Page 65: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

60

46. Archivo Casa de la Cultura.

47. Tomada del Grupo de Facebook “Pijao, Quindío”:

http://www.facebook.com/photo.php?fbid=383843901670

534&set=o.26255043368&type=3&theater

48. Archivo Casa de la Cultura.

49. Archivo Luis Ángel.

50. Archivo personal.

51. Archivo personal.

52. Archivo personal.

53. Archivo personal.

54. Archivo personal.

55. Archivo personal.

56. Archivo personal.

57. Archivo personal.

58. Archivo Luis Ángel.

59. Archivo personal.

60. Archivo personal.

61. Archivo personal.

62. Archivo personal.

63. Archivo personal.

64. Archivo personal.

65. Archivo personal.

66. Archivo personal.

Page 66: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

1

3

4 56

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101114

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4445

4647 48 49

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3827

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2

26 25 24 23 22

12

13

2

Page 67: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

APENDICE 1

UBICANDONOS EN PIJAO*

61

Caminar entre la fría mañana nublada de Pijao o entre

el fuerte sol de mediodía o en la helada noche pijaense

es caminar entre casas que aún persiguen el pasado. Es

caminar entre las pocas casas que quedan de bahareque

en la zona que llaman La Cumbre (1), para luego llegar

a la entrada del pueblo: al Arco del Triunfo (2),

recientemente renovado con colores vivos tanto en sus

ladrillos como en la virgen. Pasando éste, comienza

uno a caminar sobre la Avenida llamada las Casuarinas

(3), nombre otorgado por los árboles que estaban

sembrados a los lados de la calle. Aunque ya no existan

dado que sus pesadas ramas causaban grandes daños a

los techos de las casas de alrededor, la Avenida sigue

teniendo su mismo nombre. A lo largo de la Avenida,

en una de las subidas hacia el occidente, se llega al

barrio Morro Seco y El Prado (4) en los cuales es

posible divisar todo el casco urbano del pueblo. Y sobre

aquel mirador de Morro Seco se alcanza a ver: el

hospital Santa Ana (7); el Bar Motorista (5) llamado así

ya que al frente se encuentra el parqueadero de los

jeeps (6); la actual sede de la Cruz Roja (8); y hacia el

final de la Avenida, antes de que empiece la carretera

hacia las veredas del sur, las casas en material (9) de los

*Este apéndice tiene como objetivo ubicar a los lectores que no son de Pijao, en el pueblo. Esto con la idea de que puedan internarse en las calles y casas del lugar donde sucede todo lo que se relató en las anteriores páginas y así situar al lector en lo que es Pijao al caminarlo.

barrios Obrero, Laureano Gómez y La Maicena; y se

alcanza a ver también la reconstruida Iglesia San José

(10) de colores terracota y amarillo.

La iglesia nos remite a la Plaza de Bolívar (plaza central)

(11) llamada por los habitantes de Pijao “el Parque”. A

éste se llega por la cuadra de la Casa de las Brujas (12)

(calle 11) en la cual hay una vieja panadería, unos

locales de venta de ropa y otros de lanas, otro de

ventas de suministros agropecuarios, un café-internet,

un gimnasio, un consultorio odontológico y un local de

repuestos para motos. En el Parque se encuentra

entonces, al lado izquierdo de la Iglesia (10), la Casa

Cural (13), remodelada en material luego del

terremoto. Esta casa de color blanco y verde tiene en el

segundo piso, en el que habitan el padre y las personas

a las que se les arriendan unos cuartos, unos pequeños

balcones adornados con flores; y en los bajos, seguida

de la oficina de “Atención al Usuario” de la Iglesia,

funciona una tienda desde hace muchos años.

Enseguida de esta casa se encuentran la también

remodelada casa en material de las Apuestas 8A (14) y

que ahora tiene alianza con la empresa SuRed. En el

Parque también se encuentra, al lado de la iglesia, la

discoteca La Machaca (15), la cual desde hace más de

40 años está funcionando y siempre ha sido de un solo

piso. Su fachada fue remodelada en material luego del

terremoto; y hasta hace poco su interior también fue

remodelado. A unas cinco casas de La Machaca se

Page 68: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

62

encuentra la Estación de Policía (16), la cual fue

reconstruida luego del terremoto, dicen, que

construyeron túneles para que los policías tengan

donde esconderse por sí sucede algún acontecimiento

inesperado, como lo fue el de la toma guerrillera.

En el marco de la plaza se encuentran casas como la de

la difunta doña Adelina Gómez (17). El segundo piso de

esta casa fue adaptado desde hace muchos años como

casa familiar y los bajos como zona de arriendo de

locales: un café recientemente renovado llamado

Dimonte; el Restaurante Los Antojos famoso por su

pollo broster, frito y asado; y el Bar Los Recuerdos.

Detrás de esta casa se encuentra la ausente parte trasera

de la edificación afectada por el terremoto y destruida

por completo por la toma guerrillera.

Enseguida de la casa de doña Adelina se encuentra la

Alcaldía reconstruida en material (18). Es de color

vinotinto y sus ventanas están pintadas de manera

colonial: con marcos de colores blanco y verde. En la

entrada, que queda en la siguiente esquina, están

exhibidas en unas vitrinas cerámicas de los indígenas

que ocuparon el lugar. Esto como parte de la

reconstrucción del terremoto. Dentro de la Alcaldía se

encuentran las oficinas de los diferentes departamentos

que funcionan en una alcaldía municipal. En sus paredes

tiene expuestas diferentes fotografías enmarcadas en las

que se exhibe al Pijao de los años treinta, cincuenta y

noventa. Su reconstrucción, al igual que la iglesia y el

hospital, es moderna y hoy en día se hace el intento de

darle un toque de arquitectura colonial por medio de

decoraciones en ventanas y puertas.

Al lado de la alcaldía se encuentra la galería (19), la cual

fue construida en los setentas remplazando los toldos

de la plaza de Mercado de los sábados en el Parque. En

la galería, más que verduras y frutas, lo que se vende es

carne.

En el costado Sur del Parque se encuentra la

remodelada panadería Tayrona (20) de doña Lida1, la

cual lleva en Pijao unos 35 años. Durante un tiempo

fue también una fuente, pero por el alto trabajo que

representaba, doña Lida decidió dejarlo sólo como

panadería. Al lado de ésta, hacia el oriente, se

encuentra el teatro Román (21). Este teatro se

construyó en los años treinta y a finales de los ochentas

comenzó a decaer como consecuencia de la entrada del

betamax, por tal razón el Teatro comienza a ser un

centro de videojuegos. El terremoto afectó bastante a la

edificación dejándola inservible, razón por la cual solo

se remodela la fachada de bahareque puesto que los

dueños no permitieron inversión alguna2.

1 Charla con doña Lida. Marzo 2012

Es la dueña de la panadería e hija del dueño de una de las ya desaparecidas panaderías famosas del pueblo. 2 Esto fue narrado por Eduardo Toro. Marzo 2012.

Es el último administrador e hijo de don Gustavo Toro el exadministrador del Teatro.

Page 69: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

63

En la esquina siguiente del Tayrona se encuentra otras

de las discotecas del Parque llamada La Rumba (22). Al

lado de ésta se encuentra una remodelada casa de

bahareque (23) en la que en el segundo piso está la

vivienda de doña Gladys famosa por su remodelación,

luego del terremoto, al estilo colonial; y en los bajos el

lugar de vivienda de don Gustavo Toro. En la siguiente

remodelada casa de bahareque, se encuentra en los

bajos el Bar Social (24) y en el segundo piso la vivienda

de los dueños de éste y de la Machaca. El Bar Social,

cuenta uno de los hermanos Duque3 comenzó a

funcionar en 1947 y durante la reconstrucción del

pueblo, luego del terremoto, fue de gran importancia

ya que al otro día del sismo fue el único negocio

comercial que se mantuvo abierto por su planta

eléctrica y su poca afectación en la edificación. Fue,

pues, un escenario importante para el encuentro.

Después del Bar Social sigue una pequeña casa de color

rosado y azul oscuro (25), recientemente remodelada

para volverla a utilizar como compraventa de café; y

en seguida una casa remodelada en bahareque (26), la

cual, en el segundo piso, tiempo después del terremoto,

fue adaptada para un restaurante llamado la Estación

Quindiana y en los bajos, desde hace muchos años, un

bar conocido como el bar Germania.

En la siguiente esquina a la Estación Quindiana se

encuentra la remodelada, y siempre en material,

3 Charla con uno de los hermanos Duque Mayo 2012.

Hijo del exdueño del Bar Social.

panadería La Chapolita (27) y en la esquina de en

seguida de ésta, está el Banco Agrario (28) y al lado el

almacén del Comité de Cafeteros (29), reconstruidos en

material tanto después del terremoto como de la toma

guerrillera.

Luego del Almacén del Comité está la casa de los Saleg

(30). En esta casa, en los bajos, se encuentra la

discoteca La Barra y en el segundo piso solo hay

escombros pues su remodelación en bahareque, luego

del terremoto, solo llegó a la fachada. Al lado de ésta

se encuentra la remodelada casa del bar el Danubio (31)

en los bajos y en el segundo piso escombros como en la

de los Saleg. Finalmente en el Parque se encuentra una

tienda (32) en la cual se compran los tiquetes para los

buses que salen hacia Armenia.

Con esta descripción se ha logrado dar una panorámica

de 360° alrededor del Parque y podemos fijarnos no

solo en aquellos poderes religiosos (la iglesia) y

políticos (la alcaldía), sino que también se encuentran

poderes económicos como el banco y el comité de

cafeteros, al igual que diferentes actividades comerciales

como: los bares, discotecas, panaderías, tiendas y demás

lugares varios. Alrededor del Parque hay también

pequeños carros de color naranja los cuales venden

cigarrillos, dulces y demás galguerías como galletas y

paquetes.

Page 70: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

64

Además de todas aquellas actividades hay otras

edificaciones que tienen otro tipo de funciones. Una de

estas se encuentra detrás de la iglesia, en el barrio La

Planta, la cual funciona como Colegio llamado Santa

Terestita (33). Este colegio fue fundado en 1944 por

iniciativa del Padre Octavio Henao Gallego teniendo

como filosofía “los principios cristianos, pretendiendo

explicar el carisma misionero, promoviendo su acción

evangelizadora y un proceso educativo liberador”

(Junta Regional Armenia, 1983). Detrás del Santa

Teresita donde hay una pequeña colina, llamada

Tarapacá, en la cual se encuentra la remodelada

estación de bomberos (34), obtenida gracias a la

recolecta entre la población hace varios años.

Finalmente, al otro lado del Parque, hacia el sur, a unas

3 cuadras se encuentra el Instituto Pijao (35). Tanto la

Calle del Comercio como la Avenida Las Casuarinas se

comunican con éste, el cual fue remodelado después del

terremoto y construido en 1946 por iniciativa del

educador caldense Héctor Montoya Londoño, iniciativa

presentada y ejecutada por el Concejo Municipal.

La Calle del Comercio, la carrera 5ª (36), es el lugar

donde es posible encontrar actividades tanto

comerciales como no comerciales. Por esta calle se

encuentra la reubicada Casa de la Cultura (37) con sus

puertas de color café y su estructura colonial, la cual

ofrece el servicio de la biblioteca en los bajos y en el

segundo piso las oficinas de los funcionarios. En este

segundo piso están colgados unos pendones con la

información general de Pijao. Así mismo hay una tela

colgada en una de las paredes en la que está cosido con

muchos retazos un mapa-dibujo del pueblo; también

hay unas fotos de las diferentes festividades, entre los

ochentas y noventas, en las que la Casa de la Cultura ha

trabajado como organizadora.

Cerca de la Casa de la Cultura, por toda la Carrera 5ª,

se encuentran diferentes casas que fueron remodeladas

y/o reconstruidas luego del terremoto y que han sido

utilizadas para supermercados, tiendas de víveres,

carnicerías, ferreterías, casinos, droguerías y revuelterias.

Es sobre esta carrera que se encuentra la remodelada

casa de bahareque del bar La Chispa (38), en el cual se

pueden encontrar muy a menudo personas jugando

cartas, dominó y juegos de mesa. Al lado de este bar,

separados por la calle 13, se encuentra una remodelada

casa en material (39) en la cual, en los bajos, hay un

bar sin nombre el cual es un poco más clandestino pues

pareciera estar en un subterráneo; y en el segundo piso,

los escombros del viejo club de los leones.

Siguiendo por esta calle del comercio (40) se llega a

varias tiendas de víveres, a una cancha de tejo, una

carpintería y a las ruinas del matadero, el cual, por falta

de administración, dejó de funcionar, pues la cantidad

de animales que llegaban al lugar para matar fue

descendiendo. Pero aun así sigue siendo un producto

muy vendido, como se pudo ver en la galería.

Page 71: La ausencia recordada: Memoria Colectiva en Pijao-Quindío

65

A lo largo de la Calle del Comercio, hacia el sur,

pasando un puente sobre el Río Lejos, se llega a Calle

Larga (41) y por esta calle al oriente se llega al barrio

Fundadores (42) y al sector La Playita (43). Todos estos

barrios son de pequeñas casas en material y son los

lugares en donde se reubicaron a varias familias de

Pijao que perdieron sus casas luego del terremoto.

También son los lugares asignados para ubicar a los

desplazados de diferentes zonas del país y es donde, se

dice, que se expende la droga. Al final de esta calle está

el polideportivo (44) y la piscina municipal (45), dos

lugares remodelados luego del terremoto.

No solo en la parte de abajo hay actividades

comerciales, en la parte de arriba, más allá del Parque,

por la cuadra de la casa de doña Adelina (17) se llega a

otros barrios (49) de casas en material, luego de haber

pasdo un puente sobre el río (46), queda una finca de

los Cardona (47) (una de las “familias ricas” del pueblo)

y la guardería del ICBF (48),. Cabe decir que tal puente

fue reconstruido después de la tragedia de 1979 en la

que el puente colgante que existía, durante una carrera

de neumáticos en el río, por exceso de peso se cayó y

murieron una cantidad considerable de personas.

Enseguida del ICBF se encuentra la Casa de los Abuelos

(el ancianato) (50) la cual fue donada por el Club los

Leones e inaugurada con unos 5 abuelos quienes

quedaron a la deriva ya que el Club luego de un

tiempo no se encargó de ellos. Al lado, irónicamente,

se encuentra el actual cementerio (51), cuya entrada es

un pequeño camino en baldosa que va hasta su capilla

y debajo de la cual se encuentra la fosa común. La

mayoría de las tumbas son mausoleos es decir que muy

pocas se encuentran bajo tierra. En la entrada del

cementerio hay dos ángeles custodiándolo y siempre,

en el día, tiene las puertas abiertas para entrar y salir sin

problema alguno. Al seguir subiendo se llega a los

barrios de casas en material (49). Los primeros que

aparecen son el Paraíso y el Cacique y más arriba la

Primavera y Villa Jardín. Entre estos barrios hay una

finca abandonada en la cual se guardan diferentes

herramientas y maquinaria que le pertenecen al pueblo.

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APENDICE 2

66

Álbum Familiar

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