MAYO 2015 LA BARCA

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REVISTA DE CREACIN DIGITAL LA

BARCA Juan Enrique Soto

LITERATURA CINE FOTOGRAFA

Revista de Creacin Digital La Barca

Editada por Juan Enrique Soto

LA BARCA

MAYO 2015 LA BARCA

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Editorial

Despedida

Queridos navegantes, se cumple el anuncio del mes pasado. Con este nmero de mayo, esta vuestra Revista de Creacin Digital La Barca se despide, aunque solo sea por una tiempo dejmoslo en indefinido.

Quin sabe si volver a navegar prximamente, que todo es posible.

Permanece, eso s, su singladura, comenzada all por un mes de octubre de 2010, casi hace cinco aos. En este tiempo, muchos os habis acercado a su casco, habis paseado por su cubierta, incluso encaramado a sus mstiles para otear horizontes ms lejanos.

Hemos surcado mares de encuentro entre personas a travs de su creatividad con forma de letra o de imgenes. Hemos compart ido tesoros y crecido juntos, lo ms importante que nos podemos regalar los seres humanos.

La Barca entra en dique seco a reposar y repasar su fondo, a cambiar sus velas, a enderezar su timn. No puedo sino agradeceros de corazn a todos haber tenido la oportunidad de navegar con vosotros.

Ahora ms que nunca:

Buena travesa!

El editor

La Revista de Creacin Digital La Barca es una publicacin de difusin mensual de carcter gratuito editada por Juan Enrique Soto en formato pdf.

El editor de esta publicacin no comparte necesariamente las opiniones de sus colaboradores.

Cualquier sugerencia, crtica o propuesta de colaboracin ser dirigida a la direccin de correo electrnico jesoto@cop.es

Editada por Juan Enrique Soto en Grin,Madrid.

ISSN: 2254-0539

PORTADA

La Barca, n 1, por JES

LITERATURA

Poesa: Cmo no, por JES

Relato: Insensato, por JES

Relato: Seres, por Ana Muoz Vlez

CINE

Libro-cine: Libro-sin-cine, por Rafa Montas

FOTOGRAFA

Foto del mes: Mar de acuarela, por JES

LITERARTE

Periodo azul de Picasso, por Lydia Alonso

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Poesa, por JES

Cmo no

Cmo no dejar palabras al viento,cmo no que cabalguen sobre ondassi slo que las oigan otros quiero y que todas juntas, parezcan pocas.

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Relato, por JES

Insensato

No habra afn suicida en el empeo, slo exploratorio. Pero, cmo resultara lanzarse desde la ventanilla de este avin, mantenindome recto como un estilete para acabar hiriendo la superficie del ocano, penetrando en la herida hasta la ms ntima profundidad, hasta que el impulso de miles de metros de cada y la densidad del agua salada detuvieran la invasin?

La piel, el cabello y las ropas se descompondran por el vertiginoso caer y las plantas de los pies contra el vaco invitaran al vrtigo de la altura y la velocidad.

Atravesara quiz el algodn puro vapor de alguna nube emboscada. Y me zambullira consciente de que poda haber perdido el control, de que poda haber muerto al chocar con el agua dura como el acero, deshacindome en mil pedazos. Los peces curiosos se acercaran a conocer al invasor; los peces asustadizos huiran sorprendidos al unsono y en zigzag al conocerle.

Burbujas saldran de mi nariz y mis carrillos se inflaran, mientras me preguntara si tendra aire suficiente para alcanzar la superficie salvadora. Mis piernas aletearan frenticas. Mis manos ayudaran hasta el lmite. Mis ojos daados por la sal no los cerrara, pues prestos habran de estar a percibir la llegada del depredador hambriento.

Quiz, me agobiaran la angustia y el miedo ante el ataque inminente y fulminante del agresor no avistado. En el temor perdera la concentracin y se dificultara mi ascenso. Es posible que el cazador carnvoro me despedazara en aquel medio anestsico y no apreciara la falta del miembro cercenado hasta que, alarmado por la prdida de empuje y efectividad de avance, llevara la mano incgnita hacia la pierna que fallaba para apreciar su ausencia. Vendran entonces la sangre y el pnico. Sera pasto de los peces.

Pero tal no ocurrira y rompera la lnea superior del ocano de abajo arriba agarrando el aire puro a dentelladas, famlicos los pulmones. Me emborrachara de rico respirar y, ya sosegado, con la actividad precisa para mantenerme a flote, mirara a mi alrededor percatndome de la enorme soledad que sin duda me iba a aplastar, dudoso del rumbo a tomar, deprimido por la inmensidad, seguro ahora de la futilidad de mi esfuerzo, de lo intil de mi empresa, de lo estpido de mi accin insensata.

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El azar podra enviar una embarcacin salvadora cuyo rumbo se cruzara con mi espera, pero lo crea poco probable. An as, el espritu del ser humano es loable y me impulsara a resistir avanzando sin brjula, empleando algo de lgica segn la posicin del sol para decidir la direccin.

Cunto aguantara el cuerpo no preparado? Cuntas brazadas podra dar? Qu absurdo acometer! El empeo durara horas, no sabra cuantas. El avance se me antojara escaso, nimia la moral y deficiente la energa. Morira desfallecido, agotado, ahogado.

El lastre dentro de unos instantes me llevara lentamente hacia el fondo, con los ojos abiertos contemplando en dcimas de vida los tesoros del mar. Me meceran las corrientes caprichosas hasta posarme levantando una fina capa de polvo junto a los cuerpos de otros exploradores curiosos que me recibiran con el testimonio silencioso de los equivocados.

Pero, antes de abandonar la resistencia, flotando apenas, cerca de perder la conciencia, a punto de rendirse el espritu derrotado, habiendo pedido perdn a Dios en un confuso pensar, extraando a los seres queridos en una unidireccional despedida, vera volar alto, muy alto, un avin.

Qu cerca y qu lejos! Una distancia anecdtica para ellos y mortal para m nos separara. Mi mirada, casi cegada por el sol y la sal, apenas acertara a distinguir aquel puntito que desde el aparato descenda impertinente, decidido, gallardo y elegante. Sera una persona en quien reconocera un afn de curiosidad que comprenda muy bien por haberlo compartido, pero slo podra, en un postrer y ltimo acto de vida, pensar: pero, qu haces, insensato?

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Libro-cine, por Rafa Montas

Libro-sin-cine

En mi ltima intervencin de este primer ciclo de "La barca" he preferido no escribir sobre ningn libro llevado a la gran pantalla en concreto, sino de aquellas novelas que por alguna razn no han llegado nunca a rodarse y muchos las echamos en falta. Estoy seguro de que alguna vez has ledo algo que te ha hecho pensar: "Por qu nadie ha comprado este guion?". La mayora de esos trabajos nunca llegarn a ver la luz por expreso deseo del escritor, o simplemente porque nadie ha visto posibilidad real de sacar tajada entre la vorgine de cine palomitero actual.

Uno de los ejemplos ms sonados, ya entrando en materia, es el EL GUARDIN ENTRE EL CENTENO. Su autor J.D. Salinger qued tan decepcionado con la adaptacin al cine de uno de sus textos que jur que ninguno ms pasara por ese aro.

O LA CONJURA DE LOS NECIOS, de John Kennedy Toole. No me negaris que cuadrara a la perfeccin un Jack Black en el papel de Ignatius Reilly, aunque el polifactico actor no sea santo de mi devocin.

Casos flagrantes son las obras de Carlos Ruiz Zafn, LA SOMBRA DEL VIENTO, EL JUEGO DEL

NGEL...en las que, a mi juicio, hay ms cine que literatura en ellas, pero ah s hay poco que hacer si su autor no cambia de opinin, pues siempre ha dicho que nunca vendera los derechos de sus obras al sptimo arte, ya que no lo necesita.

S ha tenido algn intento de rodarse algo parecido a la obra de Dante Alighieri, LA DIVINA COMEDIA, pero nada destacable que no fuera a parar al video club directamente, sin pasar por taquilla.

Y los best sellers de Ken Follet ? Hace un tiempo nos sorprendieron con una mini serie de nueve captulos de LOS PILARES DE LA TIERRA, encabezando el reparto Donald Sutherland y dos aos despus la secuela, de ocho episodios esta vez, UN

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MUNDO SIN FIN. Pero a da de hoy a nadie se le ha ocurrido montar una superproduccin, con un reparto coral, que a buen seguro tendra un xito enorme, pues la saga cuenta con un gran nmero de seguidores.

Podramos continuar con unos cuantos ttulos ms; como ya he dicho, cada uno de nosotros tenemos nuestro libro no rodado en mente. ( el mo sera la saga Malaussne de Daniel Pennac, por ejemplo ) Pero prefiero utilizar este espacio que me queda para despedirme agradecindole a Juanen los buenos ratos que me ha hecho pasar permitindome participar escribiendo, leyendo, revisionando clasicazosy de paso, leyendo sus creaciones, durante los ms de cuatro aos cinco quizs, o la ciencia ficcin vista por Ana Muoz Vlez (Gracias, Ana a ti tambin) mezclado pero no revuelto con el arte que tiene escribiendo sobre arte Lydia Alonso ( Mil gracias, Lydia). Remato esto con una reverencia virtual hacia el creador de esa portadas tan acertadas, mes tras mes, Jos ngel Santamara.

Espero, JES, que parte de ese tiempo que ahora tendrs lo dediques a escribir ms y ms y ms, para que dentro de un tiempo cuando abras ese archivo en tu porttil que se titula La barca (Eso ya no se guarda en cajones como antao) te vuelva a picar el gusanillo y la vuelvas a liarsolo o en compaa de otros. Puede contar con el grumete Montas para lo que necesite, mi comandante. Pero esta vez ya le deberas llamar LA FRAGATA , nombre acorde a su crecimiento durante estos aos.

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Al resto, agradeceros enormemente haberme ledo aunque solo haya sido una vez y mis disculpas si con alguna salida de pata de banco os he podido molestar. Como dira mi querido Norman Bates, con voz lnguida, al final de PSICOSIS : Si soy incapaz de matar una mosca (Yo siempre con el cine a cuestas)

Agradecido,

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Relato

Seres

Por Ana Muoz Vlez

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-No me interesa la idea de participar. Es absurdo. No quiero morirme sabiendo que pude evitarlo.

-Quin ha dicho que puedes decidir? No se trata de una eleccin, sino de una manera de vivir. La muerte siempre espera, incluso razona, pero no se adscribe a ningn sentido. Ella piensa porque quiere hacerlo, pero al final hace lo que debe hacer.

-Entonces por qu me preguntas si quiero ir?

-Porque es un concepto que entendis siendo humanos, una pregunta que puedes comprender. Nada ms. Ella cree que tiene que preguntarlo.

-Por qu hablas en tercera persona?

-Ah, perdona, te incomoda? Pensaba que te incomodara no hacerlo.

-Es que no lo entiendo empezaba a sollozar No entiendo por qu me ests hablando, por qu me haces saber que morir esta misma noche.

-Trato de entenderos, pero al final se vuelve imposible. Muchos decs que ojal supierais cundo vais a morir, as podrais estar preparados. T lo dijiste hace un mes.

-Esto es por lo que dije? Retiro esa afirmacin.

-Ya est? Crees que as acabar todo? Se acerc ms a l, entrecerr los ojos y le olisque. - Crees que ests soando?

-No puedo creerlo - Rio estrepitosamente - Es una broma?

-La muerte? Balbuce - O sea, yo?

-Dios mo - sus lloriqueos empezaban a volverse cansados. Acaso estaba resignado?

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-Invocas piedad?

El otro no pudo resistir una risa histrica, resintonizada. Estaba ocurriendo algo inslito y l no haca ms que rer. Pens que quizs muriera de la risa. No era una mala forma de morir, ya puestos.

-Quieres dejar de rerte? Esto es muy serio. Vas a morir.

Al otro le entr ms la risa. Ya casi no emita ningn sonido, no poda. Por poder, no poda ni siquiera respirar. As que sin ms, dej de hacerlo, con una sonrisa de medio lado en el rostro.

Ella pens que haba hecho un buen trabajo.

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-Si me apuras, puedo decirte que al otro lado hay un mundo paralelo al nuestro, lleno de otro color que no entendemos, pero no por ello deja de ser lgico. En l se descubre la justicia, te lo dir ms claro, en l pasan las cosas que deberan haber pasado si todo fuera como debiera ser, y en l, el tiempo alcanza un sentido menos perverso. De hecho, es el tiempo el factor que all nos pone a todos en nuestro sitio. Y aunque en este lado todo sea de color de rosa para algunos, y para otros gris oscuro, es en el otro donde esos colores penetran nuestra alma.

-Pero es otro lado, y no lo has visto, as que Por qu pensar en l cuando no lo puedes percibir?

-Porque nada de eso importa. S que est ah, no lo percibo? En serio? Yo creo que s, y que incluso puedo olerlo. Me huele a hermoso da en el mar, acompaado de una ligera brisa que a su vez huele a csped y a corazn. Me huele a las diferentes miradas que adopta una buena persona, solo una buena persona, porque las dems no son ms que el deshielo de una torcedura de pata. Me huele a un pensamiento profundo, que ahonda entre los intersticios de una idea, y la toca, y la revuelve, y la olvida, y la recuerda, y entonces regresa a la superficie de donde la sac, e intenta un nuevo enfoque. Me huele a la vida de un ser libre, uno que no sea esclavo de sus malas intenciones, del veneno que lanza contra el mundo porque odia al mundo; pero que si ha de ser esclavo, lo sea solo de sus pasiones. Me huele a lo que siente un enamorado, tan loco como cuerdo al mismo tiempo, otra vez el tiempo Me huele al tiempo que no podemos olvidar, porque en el fondo, no queremos olvidarlo, porque puede que

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todo se base en ese tiempo que no se va, en ese tiempo que destina su tiempo a recordarnos quienes somos.

-Es bonitoPero detesto lamentarme por algo que no conozco.

-Me lamento?

-S, porque parece un tiempo inalcanzable. Est en otro lado.

-El tiempo es el mismo en ambos lados, son sus consecuencias las que cambian. Interrumpe la secuencia, si te atreves, y vers qu sucede.

-No podraNo estamos en contacto con el otro lado.

-Ahla eterna justificacin. La desquiciante observacin de lo observado.

-No te ras de m.

-No lo hago, solo te recuerdo que hars lo que quieras hacer, ni ms ni menos. Un da me dijiste que este mundo te extraaba, que incluso t parecas otro que no eras t, que haba pensamientos a tu alrededor, fuera de ti mismo, como si no fueran los tuyos. Aquel da llorabas, llorabas porque no comprendas quin eras, pero cuando la noche durmi tus pesadillas, hablaste en voz alta, en sueos y dijiste: Gracias, ya s quin eres. Eres yo.

-Nunca me lo dijiste.

-No haca falta, ya lo hiciste t.

-Eres un demonio disfrazado de ngel. O un ngel disfrazado de demonio.

-Tratas de entender la secuencia? No lo hagas, tan solo decdete y cambia la direccin de tu pensamiento.

-Cmo hacerlo si pienso en ambos sentidos?

-En realidad sabes en qu direccin entiendes el mundo, pero esta comprensin no llega a tus palabras, y eso te hace creer que aceptas las dos. Concntrate en aquella que crees acertada, y cmbiala.

Silencio.

Uno sonre.

-Eres un demonio.

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-Puede sonre de nuevo Pero puede que lo seas t, tratando de parecer un idiota. Porque quizs as no luchemos.

-Hemos de hacerlo? Me gustaba hablar contigo.

-Qu hacen si no, los ngeles y los demonios?

-Hablar. Y escoger

Se miraron a travs de la doliente luz, que solo enfocaba a los dos, y se dijeron adis.

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-Cunto tiempo se necesita para olvidar? O para no olvidar? Quizs sea el tiempo un concepto que no entiende la memoria. O tal vez sea exactamente eso: que una cosa entiende a la otra por ser lo mismo. Por ser. Descubro una siniestra intencin en todo lo que comprendo bien, pero me niego a aceptar que sea as. La humanidad est declamando justicia, y yo la escucho, mi ser se inclina a gritar. Tal vez la humanidad me escuche a su vez. Pero la humanidad tambin soy yo, que a veces puedo o no puedo or. Y al final todos somos todos, desarrollando una idea que se esparce como las semillas de un alma llena de incertidumbre. Estoy tan cansado

-Eres un ser humano, una gota ms de agua que no cesa de caer, as que no puedes evitar agotar tus pensamientos con tus propias palabras.

-Pero no creo que se terminen por hablar, sino por no hacerlo. Creo que pensar me est desquiciando.

-Por qu lo crees?

-Acaso no es obvio? Estoy hablando contigo. Pero t no ests aqu.

-Es lgico cielo, yo era tu mujer. Es normal que pienses en m aunque ya no est.

-Por qu te fuiste? Llora como si nunca lo hubiera hecho - Sigo enamorado de ti.

-Sigo aqu no me ves?

-Ya sabes a que me refiero. Solloza y la mira anhelante, con los ojos llenos de una fiebre ancestral.

-Pero es aquello que sientes lo que me permite seguir existiendo. Seguira existiendo si no me vieras? Si no me recuerdas?

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-Entonces debo consumirme a travs de estos monlogos? S que no ests.

-Haz lo que quieras, amor mo, seguir tus pasos hacia donde te lleven.

-Tengo miedo. No quiero irme.

-No has de hacerlo. El tiempo solo es tiempo.

-Quiero seguirte.

-Eso no.

-Pero es donde quiero estar.

-No te basta con seguir mi sombra?

-Me basta con creer que soy t, que me he convertido en una extensin de lo que tocas.

-T eres sin m. Soy yo quien no soy sin ti.

-Moriste? La mir con dolor, y ese mismo dolor se esparci hasta la misma visin de ella.

-S cario. Le acarici el cabello. Le calm los pensamientos.

-Morir yo.

-No.

-No puedes impedrmelo.

-Puedo desaparecer - Lo mir con extraeza, tanteando - Y si despus de cruzar esa puerta, no me encontraras?

-No creo en tus palabras. El miedo se hizo terror en su interior, aquella delimitacin del infierno fue suficiente. Llor de nuevo.

-Ves? An sigo aqu. No tienes por qu perseguir a un fantasma.

-No. Pero quizs haya cruzado ya esa puerta

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Literarte, por Lydia Alonso

Periodo azul de Picasso

Ao 1900, se celebra en Pars la Exposicin Universal en la que se dan cita numerosas manifestaciones artsticas e importantes pintores van a observar las ltimas vanguardias. Pablo Ruiz Picasso se encuentra all, decidido a aprender ms ya que el arte en Espaa se le ha quedado pequeo, pues piensa que es algo provincialista.

Paris no slo era la capital de Francia, era la capital del mundo por aquel entonces, en el que se poda encontrar a la gente ms elegante y sofisticada, la clase burguesa y luego a la gente de la bohemia como pintores, literatos, filsofos Pars significaba el progreso, la moda, el arte, la modernidad, el lujo, la libertad Cuando Pablo y su amigo Carlos Casagemas visitan la ciudad por primera vez se escandalizan con costumbres licenciosas como ver a las parejas abrazarse en pblico, los bailes frvolos en cabarets que al principio les hizo escandalizarse para ms tarde sentirse libres. Por

supuesto, en la Espaa de la poca estas cosas eran inimaginables.

As pues, se dejan seducir por la gran ciudad y sobre todo por su vida nocturna. Como el oficio de artista en esta poca formaba parte de la marginalidad nuestros protagonistas sacan provecho de estas experiencias mostrando en sus pinturas la vida en los cabarets, prostitutas, borrachos No es algo que

inventaran ellos, si no que siguen la estela que comenz Toulouse Lautrec o los mismos Impresionistas que no pintaban solamente paisajes o puestas de sol.

A partir de entonces ambos se quedarn en la capital gala compartiendo taller en el barrio de Montmartre. Picasso continuar su aprendizaje conociendo obras de Degas, Toulouse Lautrec, Czanne, Bonnard

El 17 de febrero de 1901 una noche normal con sus juergas, borracheras y excesos sexuales result fatal.

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Carlos, enamorado de la modelo Germaine, la cual haba servido de inspiracin para varios autores, es rechazado por sta. Enojado, intenta matarla, para despus suicidarse en un caf. Picasso, que en ese momento se encontraba en Madrid, se sinti muy sorprendido al enterarse de la noticia. Poco a poco se fue replanteando por completo la vida que haban llevado en Francia. Obsesionado, empieza a pintar sobre el fallecimiento de su amigo. La muerte de Casagemas es una clara muestra de ello. En l, podemos ver la influencia de Van Gogh en el color y en las pinceladas pastosas y alargadas, e incluso en el hecho de que ste tambin se suicid. Tanto color no volver a verse en una pintura suya hasta pasados muchos aos puesto que su paleta se empieza a volver monocroma pintando exclusivamente con tonalidades azul verdosas para el verano de ese mismo ao. Vuelve a representar a su amigo fallecido amortajado donde destaca esta gama. Comienza la etapa azul.

Si bien sus precedentes que provienen de la etapa parisina ya eran variados: Gustave Courbet en cuanto al realismo pero a su vez la forma de caricatura de Honor Daumier; Toulouse Lautrec o los Impresionistas, ahora en esta nueva etapa se vern incrementados, como por ejemplo toma la esbeltez de las formas, alargamiento de brazos y manos de los personajes de El Greco o le influyeron mucho las composiciones monocromticas del francs Eugene Carriere al igual que los estudios en azul y rosa de James Whistler (que fue homenajeado en Paris poco antes de su muerte en 1903)

Al haber abandonado la pintura acadmica y tradicional y habiendo adoptado el arte francs es normal que su tipologa abarcara todo lo marginal pero en este momento sus composiciones se vuelven ms pesimistas, oscuras y abismales. Ya no representa la vida parisina si no que sus pinturas estn plagadas de mendigos, prostitutas, borrachos, ancianos, enfermos, o amantes desesperados, pero tambin de madres pobres con sus hijos. No dejan de ser los mismos temas pero llevados al extremo, con un aspecto formal distinto gracias a la escala cromtica de azules.

Pero, por qu el azul? En palabras del propio artista: Empec a pintar en azul cuando me di cuenta de que Casagemas haba muerto.

Hay muchas teoras al respecto, algunos historiadores lo relacionan con que era el color favorito de Pablo desde su niez o incluso se ha dicho que porque en el lenguaje anglosajn indica sentimientos de tristeza. Pero en Alemania expresa lo maravilloso y trascendental, o en la iconografa cristiana lo celestial. Por lo tanto las teoras no dejan de ser eso. Lo que s est claro es que la pintura para Picasso no significaba slo expresin si no tambin una forma de entender el mundo. No hay que olvidar que su

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objetivo estaba en la investigacin de los principios de la creacin artstica y no en el contacto con la realidad:

Si se sabe exactamente lo que se quiere hacer, Por qu hacerlo entonces? Si ya se sabe, no tiene inters, es mejor hacer otra cosa

Nunca he considerado la pintura como un arte destinado a distraer o divertir. Con el dibujo y el color como armas, he intentado profundizar en el conocimiento del mundo y del ser humano, a fin de que este conocimiento nos d a todos una libertad cada vez mayor

La primera obra de esta etapa es Evocacin, el entierro de Casagemas (1901). Para este leo se inspira en el Entierro del Conde Orgaz de El Greco en su representacin general y en la divisin en dos escenas: la terrenal y la celestial. Pero en vez de algo religioso, como hizo el pintor griego, a Picasso le sali un cuadro profano donde en lugar de coros de ngeles vemos prostitutas vestidas nicamente con medias en un intento caricaturesco. Parece que le quiso poner a Carlos en el cielo todo lo que no pudo disfrutar en vida: Casagemas montado en un caballo blanco es abrazado por la mujer que le haba rechazado. En la parte terrenal vemos el cadver amortajado rodeado de plaideras. L a o t r a i n f l u e n c i a d e D o m e n i c o Theotocopoulos es el alargamiento de las figuras y la forma de las nubes en rompimiento dndole un efecto dramtico.

Pablo continuar su dilatada etapa con retratos como el de su amigo Jaime Sabarts, imgenes con arlequines (que presagian su etapa posterior, la rosa) Las dos hermanas, o Madre con nio enfer mo una composicin al pastel que realiz cuando fue a visitar el hospital de Saint- Lazare de Pars encontrndose en su gran mayora prostitutas

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enfermas de sfilis con la nica compaa de sus hijos enfermos.

Despus de unos cuantos cambios de taller y de viajes cortos a Espaa con vuelta a Francia, Picasso decide volver definitivamente en 1903 a Barcelona. En la ciudad condal pinta La vida un cuadro que planifica mucho, pues nos han llegado dos bocetos a pluma y lpiz, pero aun as, el significado no es fcil de descifrar y ha originado mltiples teoras. Se ha dicho que quera ilustrar 4 tipos distintos de existencia: el solitario, sin amor; la pareja de enamorados acurrucados, (que son los representados en el dibujo de arriba) la madre con su hijo y por ltimo el amor carnal que se refleja en la pareja desnuda. Incluso se han querido ver otras interpretaciones: el amor, las cuatro edades del hombre, la incompatibilidad entre la vida y amor sexual, la fuente de la vida, los sentimientos del artista acerca de su amigo o sus temas reiterativos: el abrazo, las parejas, la maternidad

En su origen slo apareca en la representacin la pareja desnuda. En ambos bocetos la cara del hombre es la del propio Picasso mientras que en la composicin final la cara es de Casagemas. En uno de los bosquejos aparecen los amantes solos, en el otro surge un

pintor barbudo con un caballete que parece estar pintndoles en el lugar que ocupar al final la presencia de la madre con su hijo.

En 1904 vuelve a Pars decidido a permanecer all de forma definitiva. Se instalar en el estudio al que ms tarde se le llamar Bateau Lavoir en Montmartre donde conocer a Fernande Olivier su primera pareja estable durante mucho tiempo. En sus obras ya se puede ir apreciando que el azul queda relegado a fondos o a pequeas partes dando protagonismo al color rosa, su siguiente perodo, que terminar en 1906, dando inicio al cubismo.

Es importante echar un vistazo a toda la obra de Picasso, puesto que no se limit a un determinado tipo de arte si no que continu investigando durante toda su vida distintas facetas artsticas y es muy interesante ver por qu estaba influenciado en cada momento de su vida.

- Philip Alexius de Laszlo. No le conoca y me ha encantado. Sus dos leos en la exposicin nos hablan de un retratista de gran elegancia y precisin. Merece la pena ver las efigies de Don Juan y de Victoria Eugenia de Battenberg.

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- El prncipe de ensueo de Dal. Representacin de Juan Carlos I. Es impresionante como el pintor surrealista pudiera hacerle un cuadro al rey, puesto que estamos acostumbrados a la idea de retratista al estilo de Velzquez. Otra curiosidad del lienzo la encontramos en la parte del corazn del monarca, se abre una puerta donde aparece el tpico escenario Daliniano y en el cielo un entramado de colores, dentro de ste hay tres miniaturas: Juan Carlos con la mano en la cabeza saludando, la Reina Sofa a su lado y el joven infante Felipe.

- Y por supuesto, la que podramos denominar la joya de la corona La familia de Juan Carlos I de Antonio Lpez. Despus de 20 aos ya haba curiosidad en verla y el hiperrealismo de Lpez siempre es digno de alabar. Es un paso ms al retrato de familia tal cual hizo Goya con la de Carlos IV y ms remotamente la de Felipe IV en las Meninas de Velzquez.

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La foto del mes

Mar de acuarela

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La Barca Juan Enrique Soto

Sugerencias y suscripciones en:

jesoto@cop.es

Juan Enrique Soto, naci en un pequeo pueblo cerca de Frankfurt, Alemania, pero se cri en el popular barrio de Vallecas, Madrid. Ha publicado las novelas La Barca Voladora y El silencio entre las palabras con la Editorial Baile del Sol.

Entre sus galardones literarios se destacan: ganador del Primer Certamen de Relatos Himilce, finalista en el Tercer Certamen Internacional de Novela Territorio de la Mancha 2005, ganador del I Concurso de Relatos de Terror Aullidos.com y del Primer Premio de Poesa Nuestra Seora de la Almudena, Valladolid. Ha sido finalista o recibido mencin en los certmenes V Hontanar de Narrativa Breve, XVIII Concurso Literario de Albacete, Primer Concurso Internacional de Cuente Breve del Taller 05 y Primer Certamen Literario Francisco Vega Baena.

Algunas de sus obras pueden encontrarse en diferentes portales de la web.