La celebración hoy en día - 1 Corintios 11.23-25

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1 LA CENA DEL SEÑOR La celebración de la Cena del Señor debe basarse en la enseñanza bíblica. Dios reveló lo que ha de incluirse y cuándo celebrarse, pero no especificó cómo había de celebrarse. Dado a que se dan in- strucciones sobre lo que ha de hacerse, pero no se da ningún mandamiento ni ejemplo, la manera de celebrar la Cena del Señor es asunto de juicio y preferencia humanos. CÓMO CONSEGUIR LOS ELEMENTOS El pan y el fruto de la vid podrían comprarse o pueden hacerse en casa. Los líderes de la congre- gación tienen la libertad de decidir. En cualquier caso, el pan no debe contener levadura y la copa debe contener jugo de uvas, como lo que Jesús usó en la institución de la Cena. ANTES DE SERVIR LA CENA Las Escrituras no revelan lo que debe decirse antes de servirse la Cena. Jesús les explicó breve- mente a los apóstoles su significado al decir que el pan era Su cuerpo entregado por ellos (Lucas 22.19; 1ª Corintios 11.24). Después de comer el pan, dijo que la copa era Su sangre del nuevo pacto, derra- mada para el perdón de los pecados (Mateo 26.28; Marcos 14.24; Lucas 22.20; 1ª Corintios 11.25; vea Apocalipsis 1.5). No hay nada registrado en cuanto a que se en- tone un cántico antes de la cena. Como el canto es aprobado en la adoración (Efesios 5.19; Colosenses 3.16), un cántico (o cánticos) bien elegido sería apropiado para ayudar a los participantes a con- centrarse en Jesús —en Su vida, amor, sacrificio, resurrección y regreso. Cualquier discurso que se diga debe ayudar a los fieles a concentrarse en Jesús y acercarlos más a Él y así fortalecerse espiritualmente. El que habla a fin de preparar a la congregación para la Cena del Señor debe hacer lo siguiente: L A CELEBRACIÓN HOY EN DÍA PASAJE CLAVE: 1 a CORINTIOS 11.23–25 Seleccionar cuidadosamente un pasaje o pasajes, aplicarlos a Jesús y analizar las implicaciones espirituales. Darse cuenta de que su propósito es ayudar a la congregación a meditar en Jesús. Asegurarse de no llamar la atención sobre sí mismo. Debe glorificar a Cristo y a Este crucificado (1ª Corintios 2.2), puesto que Él es el centro de la Cena. CÓMO ADMINISTRAR EL PAN Y LA COPA A principios del siglo segundo, los ancianos eran los que oficiaban en la mesa del Señor. Alrededor del año 110 d. C., Ignacio enseñó lo siguiente: Que ningún hombre, aparte del obispo, se ocupe de las cosas que pertenecen a la Iglesia. Consid- erad como eucaristía válida la que tiene lugar bajo dirección del obispo o bajo uno a quien él la haya encomendado. 1 Alrededor del año 200 d. C., el Hipólito romano, que produjo una gran cantidad y variedad de escri- tos sobre la iglesia primitiva, escribió una oración modelo y declaró: Y el obispo dará gracias de acuerdo a lo dicho anteriormente. No es del todo necesario que recite una oración acorde a alguna fórmula breve, nadie deberá impedírselo. 2 No hay nada de malo con que solamente los ancianos administren la Cena del Señor, sin em- bargo, tal práctica no es obligatoria. En vista de que el Nuevo Testamento no asevera ni da ejemplo en cuanto a qué hombres de la congregación han de servir en la mesa, cualquier hombre fiel cristiano puede servir de manera aceptable. Las mujeres es- 1 Ignacio Esmirneanos 8.4, 5. 2 Hipólito Tradiciones apostólicas 4.10.

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La celebración de la Cena del Señor debe basarse en la enseñanza bíblica. Dios reveló lo que ha de incluirse y cuándo celebrarse, pero no especificó cómo había de celebrarse. Dado a que se dan instrucciones sobre lo que ha de hacerse, pero no se da ningún mandamiento ni ejemplo, la manera de celebrar la Cena del Señor es asunto de juicio y preferencia humanos.

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la cenadel señor

La celebración de la Cena del Señor debe basarse en la enseñanza bíblica. Dios reveló lo que ha de incluirse y cuándo celebrarse, pero no especificó cómo había de celebrarse. Dado a que se dan in-strucciones sobre lo que ha de hacerse, pero no se da ningún mandamiento ni ejemplo, la manera de celebrar la Cena del Señor es asunto de juicio y preferencia humanos.

cómo conseguir Los eLemenTosEl pan y el fruto de la vid podrían comprarse o

pueden hacerse en casa. Los líderes de la congre-gación tienen la libertad de decidir. En cualquier caso, el pan no debe contener levadura y la copa debe contener jugo de uvas, como lo que Jesús usó en la institución de la Cena.

AnTes de servir LA cenALas Escrituras no revelan lo que debe decirse

antes de servirse la Cena. Jesús les explicó breve-mente a los apóstoles su significado al decir que el pan era Su cuerpo entregado por ellos (Lucas 22.19; 1ª Corintios 11.24). Después de comer el pan, dijo que la copa era Su sangre del nuevo pacto, derra-mada para el perdón de los pecados (Mateo 26.28; Marcos 14.24; Lucas 22.20; 1ª Corintios 11.25; vea Apocalipsis 1.5).

No hay nada registrado en cuanto a que se en-tone un cántico antes de la cena. Como el canto es aprobado en la adoración (Efesios 5.19; Colosenses 3.16), un cántico (o cánticos) bien elegido sería apropiado para ayudar a los participantes a con-centrarse en Jesús —en Su vida, amor, sacrificio, resurrección y regreso.

Cualquier discurso que se diga debe ayudar a los fieles a concentrarse en Jesús y acercarlos más a Él y así fortalecerse espiritualmente. El que habla a fin de preparar a la congregación para la Cena del Señor debe hacer lo siguiente:

La ceLebración

hoy en día

Pasaje cLave: 1a corintios 11.23–25

Seleccionar cuidadosamente un pasaje o • pasajes, aplicarlos a Jesús y analizar las implicaciones espirituales.Darse cuenta de que su propósito es ayudar • a la congregación a meditar en Jesús.Asegurarse de no llamar la atención sobre • sí mismo. Debe glorificar a Cristo y a Este crucificado (1ª Corintios 2.2), puesto que Él es el centro de la Cena.

cómo AdminisTrAr eL PAn Y LA coPAA principios del siglo segundo, los ancianos eran

los que oficiaban en la mesa del Señor. Alrededor del año 110 d. C., Ignacio enseñó lo siguiente:

Que ningún hombre, aparte del obispo, se ocupe de las cosas que pertenecen a la Iglesia. Consid-erad como eucaristía válida la que tiene lugar bajo dirección del obispo o bajo uno a quien él la haya encomendado.1

Alrededor del año 200 d. C., el Hipólito romano, que produjo una gran cantidad y variedad de escri-tos sobre la iglesia primitiva, escribió una oración modelo y declaró:

Y el obispo dará gracias de acuerdo a lo dicho anteriormente. No es del todo necesario que recite una oración acorde a alguna fórmula breve, nadie deberá impedírselo.2

No hay nada de malo con que solamente los ancianos administren la Cena del Señor, sin em-bargo, tal práctica no es obligatoria. En vista de que el Nuevo Testamento no asevera ni da ejemplo en cuanto a qué hombres de la congregación han de servir en la mesa, cualquier hombre fiel cristiano puede servir de manera aceptable. Las mujeres es-

1 Ignacio Esmirneanos 8.4, 5.2 Hipólito Tradiciones apostólicas 4.10.

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tán excluidas porque no tienen derecho a dirigir la congregación (1ª Corintios 14.34, 35) ni a tener un papel de liderazgo en la adoración (1ª Timoteo 2.11, 12). La historia primitiva de la iglesia corrobora el hecho de que los hombres, no las mujeres, eran los que servían en las reuniones públicas.

El Nuevo Testamento no nos dice cómo se servían el pan y la copa a las personas. Las congre-gaciones lo hacen de diferentes maneras, incluyendo los siguientes ejemplos:

Los miembros podrían hacer fila delante de • la mesa para recibir la Santa Cena.Los que sirven podrían llevar los símbolos • desde el frente de la congregación hacia atrás (o viceversa).Los que sirven podrían servir el pan desde • el frente hacia atrás de la congregación y luego, después de una oración, pasar la copa a los miembros desde atrás hacia el frente de la asamblea.Algunas congregaciones esperan y comen • el pan al unísono y después beben la copa al unísono después de que la sirven.

eL orden deL servicioJesús partió el pan y lo dio a los apóstoles, luego,

bebieron de la copa. El ejemplo de Jesús incluyó un orden específico, el cual debe ser seguido hoy en día. (Lea Mateo 26.26, 27; Marcos 14.22, 23; Lucas 22.17–20; 1ª Corintios 11.23–25.)

Él hizo lo siguiente con el pan:

Lo tomó en Sus manos.• Lo bendijo, o dio gracias por el mismo.• Lo partió.• Lo pasó a los apóstoles.• Les dijo que lo comieran en memoria de • Él.

Luego, hizo lo siguiente con la copa:

Dio gracias por ella, habiéndola antes toma-• do en Sus manos y dado a los apóstoles.Les dijo que la bebieran en memoria de • Él.

La afirmación en cuanto a que Jesús partiera el pan inmediatamente antes de servirlo, no debe considerarse la razón por la que a la Cena del Señor se le refiera como «el partimiento del pan» (Hechos 2.42) o «partir el pan» (Hechos 20.7; vea 1ª Corintios 10.16). Lo más probable es que la frase fue usada debido a que era una expresión común

que se aplicaba a comer una comida, en este caso, la comida del Señor.

LAs orAciones PArA LA cenASe utilizan dos palabras griegas en referencia

a las oraciones de Jesús durante la Cena del Señor: eujloge÷w, eulogeo, «bendecir» (de la que se deriva «elogio») y eujcariste÷w, eucharisteo «gracias» (de donde nos ha llegado la palabra «Eucaristía»).

De acuerdo con Mateo y Marcos, Jesús «bendijo» (eulogeo) el pan: «… tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió» (Mateo 26.26); «Jesús tomó pan y bendijo, y lo partió… » (Marcos 14.22).

Lucas y Pablo escribieron que Jesús dio «gra-cias» (eucharisteo) por el pan: «Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió… » (Lucas 22.19), «… el Señor Jesús […] tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió» (1ª Corintios 11.23b, 24a).

Al orar por la copa, Jesús dio «gracias» (eucharisteo) (Mateo 26.27; Marcos 14.23). Pablo no mencionó que Jesús bendijera la copa ni diera gracias antes de pasarla (1ª Corintios 11.25).

Las palabras «bendecir» y «gracias» a veces se usan indistintamente. La razón es que «bendecir» (eulogeo) quiere decir «dar gracias» o «expresar agradecimiento por haber recibido algún favor especial». Mateo usó «dio gracias» (eucharisteo) en relación con la oración de Jesús antes de partir el pan en la alimentación de los cuatro mil (Mateo 15.36–38), mientras que Marcos (Marcos 8.7–9) usó «bendijo» (eulogeo).

Las oraciones que se dicen antes de participar del pan y de la copa deben expresar gratitud a Dios por la bendición del sacrificio de Jesús en la cruz. No deben ser oraciones personales, sino oraciones que el resto de la congregación pueda hacer en silencio y con significado. El objetivo principal de una oración no debe ser cuán largas son, sino cuán significativas son. La sencillez y la sinceridad deben caracterizar todas las oraciones públicas.

Algunos hacen una oración para dar gracias por el pan y la copa a la vez, antes de pasarlos a la congregación. Jesús tuvo que haber tenido una buena razón para hacer una oración antes del pan y otra antes de la copa. Lo más apropiado es seguir Su ejemplo y tener una oración de gracias antes de servir cada uno de los elementos.

¿PArA Quién es?¿Se deben servir el pan y la copa a los niños,

a los no cristianos y a los visitantes? Algunas de-nominaciones piden una carta de recomendación antes de permitirles a los visitantes recibir la Cena del Señor. Sin embargo, no es necesario hacer eso.

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Otros les ofrecen la comunión solamente a los que figuran como miembros de la iglesia. Repito, no es una práctica que podamos ver en el Nuevo Testamento.

Puesto que podría haber visitantes no anuncia-dos, alguien debe explicar el propósito de la Cena del Señor y quiénes deben participar de la misma. Los que tienen derecho a comer la Cena del Señor son los que están en el cuerpo de Cristo (1ª Corintios 10.16, 17; 12.13), la iglesia (Colosenses 1.18). Los cristianos componen este cuerpo (Romanos 12.5), habiendo sido bautizados en Cristo (Romanos 6.3; Gálatas 3.27).

A los niños que no han sido bautizados se les debe excluir. Los cristianos que están presentes han de examinarse a sí mismos y participar de una manera digna (1ª Corintios 11.27, 28). Se les debe ofrecer los símbolos a todos los cristianos, excepto a la persona que la congregación ha tenido que cortar de comunión (1ª Corintios 5.11).

LA HorA de LA cenALas Escrituras dan el día de la semana en el que

la Cena del Señor ha de ser tomada, mas no así la hora. La iglesia en Troas se reunió el domingo, el primer día de la semana (Hechos 20.6, 7). Dado a que la hora no es de gran importancia, las congre-gaciones pueden reunirse en cualquier momento, durante el primer día de la semana, que más les convenga. En los primeros siglos del cristianismo, algunos cristianos se reunían temprano por la ma-ñana antes de ir a trabajar.

La comunión puede celebrarse en cualquier momento durante una asamblea —al comienzo, a mitad de la reunión, o cerca del final del servicio. De vez en cuando puede ser útil planificar todo el servicio en torno a la Cena del Señor. Se podrían centrar cánticos, pasajes y el sermón en torno a Jesús como Cordero expiatorio de Dios, que está siendo honrado cuando nos reunimos alrededor de Su mesa.

Si algunos miembros no pueden reunirse con la asamblea de la mañana del domingo, a menudo una congregación hace arreglos para que la cena les sea servida solamente a esos miembros durante la tarde.

Algunos cristianos no pueden asistir por razones justificadas, tales como estar enfermos, heridos, incapacitados o en el hospital. Ciertamente es ben-eficioso darles a los que no pueden estar presentes la oportunidad de estar en comunión con su Señor y recibir fortaleza espiritual. Es bueno que un grupo de miembros les lleven los símbolos y, posiblemente, les animen con cánticos, oraciones, pasajes y una breve lección. Todo ello es importante para la vida espiritual del pueblo de Dios.

Los miembros que deciden congregarse sola-mente con el fin de participar de la Cena del Señor para luego marcharse, están pasando por alto la importancia de los otros aspectos de la adoración y de la comunión cristiana. Las emergencias podrían excusar ese actuar.

resumenLa Cena del Señor constituye una parte integral

e importante de la asamblea cristiana en el Día del Señor. Los que sirven y los que participan deben darse cuenta de la seriedad del comer el pan y beber la copa que representan el cuerpo y sangre de Jesús. Todos los que participan de la Cena del Señor harían bien en saber que Jesús está observando y consid-erando la manera en la que se le está recordando a la hora de comer del pan y beber de la copa.

La ofrenda que jesús hace de sí mismo

«Antes de que [Jesús] fuera crucificado, les dio intencionalmente a Sus discípulos una señal de que jamás pretendió estar sin ellos, que desde ese momento en adelante podrían siempre identificarse con Él en Su gloriosa victoria y destino. Cuando dijo, “por vosotros” y al ordenarles a todos los presentes, diciendo: “tomad y comed”, Jesús asoció a cada uno de Sus discípulos consigo mismo en todo Su victorioso poder y grandeza celestial. Al dar el pan, Jesús se da a las almas creyentes que lo toman. Así como se dio por ellos, también se da a ellos».

International Standard Bible Encyclopedia (Enciclopedia de la Biblia de formato internacional)

Ronald Stewart Wallace

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Las tradiciones y La cena deL señor

Le preguntaron, pues, los fariseos y los escribas: ¿Por qué tus discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos, sino que comen pan con manos inmundas? Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo de labios me honra, mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas mandamientos de hombres.Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes. Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición (Marcos 7.5–9).

Durante siglos, la Cena del Señor ha estado rodeada de tradiciones. Hay diferentes clases de tradi-ciones. Algunas están erradas y algunas está bien tenerlas. La palabra «tradición» (para¿dosiß, paradosis) se refiere a lo que ha sido transmitido.

Hay tres clases de tradiciones:1) Las tradiciones de Dios fueron transmitidas por medio de hombres inspirados. Estas enseñanzas han

de seguirse cuidadosamente, pues provienen de Dios.

Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones [tradiciones; NASB] tal como os las entregué (1ª Corintios 11.2).

Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina [tradiciones; NASB] que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra (2ª Tesalonicenses 2.15; vea 3.6).

2) Las tradiciones humanas que entran en conflicto con lo que Dios ha escogido son prácticas de los hombres que ignoran los mandamientos de Dios (Marcos 7.13). Algunos ejemplos de ellas son el uso de agua en la Cena del Señor en vez del fruto de la vid (Mateo 26.28, 29) y la aspersión con agua en lugar de la inmersión en el bautismo (Romanos 6.4; Colosenses 2.12). Son prácticas de invención humana. Las tradiciones de este tipo les impiden a las personas seguir la verdad de Dios (Tito 1.14). Son inaceptables para Dios (Mateo 15.2–6; Marcos 7.3, 7–13; Gálatas 1.14; Colosenses 2.8).

3) Las tradiciones humanas que no ignoran los mandamientos de Dios podrían incluir tradiciones familiares, tradiciones nacionales, días feriados para celebrar prácticas no religiosas, o formas tradicionales de llevar a cabo las enseñanzas del Nuevo Testamento. Ejemplos de estas son las horas del día en las que la iglesia se reúne, la organización de las actividades de culto, y alimentos que comemos en nuestras casas (Romanos 14.2, 3; Colosenses 2.16; 1ª Timoteo 4.1–4). Practicamos muchas tradiciones así, que no suman, ni quitan, ni cambian las enseñanzas del Nuevo Testamento; sin embargo, no hemos de imponérselas a los demás.

Owen D. Olbricht

«hasta que ÉL venga»Algunas personas enseñan que Jesús regresó en el año 70 d. C. para destruir Jerusalén y resucitar y

juzgar a todos los que estaban en el Hades, llevándose a los justos al cielo y lanzando a los impíos en el infierno. De acuerdo con esta idea, Jesús no vendrá de nuevo para un juicio general. Si Jesús vino en el año 70, entonces la Cena del Señor ya no debería ser observada, porque uno de sus propósitos es anunciar la muerte de Jesús «hasta que él venga» de nuevo (1ª Corintios 11.26). Jesús enseñó que la resurrección (Juan 6.39, 40, 44, 54) y el juicio serán llevados a cabo en el último día (Juan 12.48). Entonces, todos los cuerpos de los muertos serán resucitados, vendrá el fin y Jesús entregará el reino al Padre. Hasta ese momento, recordamos Su muerte expiatoria cuando comemos del pan y bebemos de la copa semanalmente.

Owen D. Olbricht

Autor: Owen D. Olbricht©Copyright 2012, por LA VERDAD PARA HOY

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