La ciudad archipiélago

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GASTRONOMÍA P Hernández Bueno elige tres propuestas culinarias para el verano centradas en los arroces, la innovación canaria y la cocina casera FUERA DE PLANO P Pedro Zerolo: “Como sucedió con la ley del divorcio, muchos políticos del PP se beneficiarán al final de los matrimonios gays” La conexión canaria La idea de las Islas como un territorio único se abre paso como una realidad ya imparable; su pauta la marca la gente, con el ‘boom’ del transporte interinsular 3 DE JULIO DE 2005 LA PROVINCIA SUPLEMENTO SEMANAL DIARIO DE LAS PALMAS Dominical

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GASTRONOMÍAP Hernández Bueno elige tres propuestas culinarias para elverano centradas en los arroces, la innovación canaria y la cocina casera

FUERA DE PLANOP Pedro Zerolo: “Como sucedió con la ley del divorcio,muchos políticos del PP se beneficiarán al final de los matrimonios gays”

LaconexióncanariaLa idea de las Islas como un territorio único se abre paso como una realidad yaimparable; su pauta la marca la gente, con el ‘boom’ del transporte interinsular

3 DE JULIO DE 2005LA PROVINCIA SUPLEMENTO SEMANALDIARIODELAS PALMAS

Dominical

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La ‘ciudad-archipiélago’TENDENCIAPCanarias está convirtiendo en realidad su nueva condición de territorio único, interconectado; el‘boom’ del tráfico interinsular es producto de una creciente cohesión social y territorial que consolida ese estatus

¿Has visto las ofertas deMediaMarkt? A versi vamos el sábado a Las Palmas. Cogemosel ferry por la mañana, pasamos el día y vol-vemos por la tarde”. Esta conversación, quees habitual entre cientos de tinerfeños, al igualque lo es entre amigos y familias grancana-rias “organizar una comida enTenerife” o “pa-sar un día en Palmitos Park”, como en el delos majoreros “ir al Corte Inglés” (cogiendoel barco o el avión), se ha convertido en unhábito cada vez más extendido. Un hábito,por lo demás, inaudito hace tan sólo una dé-cada, aunque no menos inaudito que algunasde sus consecuencias, que se adentran inclu-so en el terreno de lo sociopolítico: por ejem-plo, el lamento de una familia tinerfeña porel atasco en el que se vieron atrapados haceunos meses en la C-810 poco antes de San Fe-lipe (Guía) y que les hizo perder el “fast-fe-rry” de vuelta a Santa Cruz. “Ese desdobla-miento hay que hacerlo. Es que esfundamental”, comentaba el padre, delantede un café en un bar del Puerto de las Nieves.

Canarias, no en vano, está ba-tiendo el récord europeo en cuanto a tasas decrecimiento del transporte regional, que eneste caso, además, es interinsular, es decir,que debe tener lugar en barco o avión, lo queaún lo singulariza más. Se trata de un fenó-meno inédito, sin duda, que ha sorprendido,pero cuyas condiciones de posibilidad hanvenido labrándose durante las últimas déca-

EN PORTADAAntonio G. González

das. Y tienen éstas como epicentro un desa-rrollo económico que, por vez primera, nosólo ha alcanzado a las llamadas islas mayo-res en términos de renta, calidad de vida yservicios públicos en el escenario de la famo-sa globalización, es decir, en un tiempo querelativiza la geografía sino que, por vez pri-mera, ha editado estas mismas condicionesen las islas menores, dotando al Archipiéla-go de una cohesión territorial nunca vista.Efecto directo de ello es también que, a razónde un incremento medio en los últimos añosdel once por ciento anual, las compañías aé-reas y navieras que cubren las líneas entre lasislas trasladaron en 2004 a ocho millones ymedio de pasajeros, lo que, equivaldría a de-cir (en una simulación gráfica) que cada ca-nario tomó de media cuatro veces el barco oavión para ir de una isla a otra.

De la misma manera está suce-diendo con el tráfico de las producciones ca-narias. Fuentes consultadas del sector indus-trial, que ha sidopionerode la regionalizacióneconómica por razones operativas, subrayanque el promedio actual es que una industriaagroalimentaria canaria, por ejemplo, vendaactualmente en su isla el sesenta por cientode su producción, colocando el otro cuarentaen el resto del territorio canario cuando haceuna década la relación no solía pasar nuncade ochenta a veinte. Este hecho ha implicadola posibilidad de aumentar la productividad,

al disminuir el efecto negativo de las deseco-nomías de escala que aparejaba estar circuns-crito básicamente al mercado de una sola is-la. No en vano, la regionalización (es decir, laposibilidad de hacerlo en términos remune-radores) de la distribución de la produccióninterior industrial (sobre todo, agroalimenta-ria) y agrícola (el caso de la piña de El Hie-rro, por ejemplo) se había convertido casi encuestión de supervivencia desde el momentoen que los precios del flete de los productosimportados desde el exterior de Canarias acada una de las islas se han ido unificando in-dependientemente del coste, lo que aumen-taba la desventaja de una industria local quedebe soportar en materia de transportes undoble coste: el de la importación de la mate-ria prima y el de la distribución del productoya transformado fuera de la isla. De maneraque el gran esfuerzo inversor de la Adminis-tración canaria en la adecuación de los puer-tos autonómicos [ver despiece], el de las com-pañías navieras y aéreas isleñas y laconsiguiente multiplicación de líneas y fre-cuencias regulares, algunas veces “a preciosde guagua”, ha sido rápidamente compensa-do por una demanda de nuevo cuño en el trá-fico de pasajeros y también en el de mercan-cías –aunque en este último los beneficiossean todavía casi más de tiempo que de cos-tes– que arroja una progresión intensa.

Lo que este fenómeno sobre to- Un grupo de pasajeros descendiendo del ‘Volcán

INDUSTRIASP Las induvenden el sesenta por cieorigen, colocando el restodistribuido en las otras is

REGIONALIZACIÓNP

han regionalizado son grasectores en auge como sa

IMPORTACIÓNP El seestructura provincial, al i

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do refiere es la existencia de un marco en to-dos los órdenes –social, económico, culturaly político– que se ha aceleradodemanera sus-tancial en las Islas en la década de los noven-ta y que simplemente ha comenzado ya a des-plegar todo su potencial. Este hecho implicaque el Archipiélago se halla en una fase detransición de una organización de activida-des, procedimientos y, sobre todo, deunamen-talidad social básicamente insular a otra decarácter regional a través de un recorrido aveces imperceptible. Así sucede en la medi-da en que el campo de actuación habitual deuna mayoría isleña, que se maneja, además,ya no con las claves de la pequeña escala, si-no con las de una sociedad opulenta, en laque los inmigrantes pasan a ocupar los pues-tos bajos del escalafón laboral, está pasandoa ser el conjunto del territorio canario. Estehecho tiene una traducción cotidiana en tér-minos turísticos (el crecimiento de la ofertaalojativa enFuerteventura yLanzarote es ocu-pado en buena medida por clientes de todaslas islas), laborales (más, por ahora, en pues-tos cualificados o semicualificados, pues lared de servicios existente paradójicamenteno incentiva al parado a trabajar en otra isla),residencial (canarios de rentas medio-altastienen cada vez más su segunda residenciaen otra isla, sobre todo periférica), de com-pras, de negocios e, incluso, como ruta gas-tronómica. Claro que, como en toda fase detransición, coexisten –y continuarán coexis-tiendo durante un tiempo– elementos de la

antigua óptica insular, la que concibe a la isla(y, todo lo más, a la provincia), como su es-pacio vital, con los nuevos, sobre todo en ám-bitos, por ejemplo, empresariales, que no sehanvisto, por ahora, impelidos a los cambios...

Es el caso no sólo del sector im-portador, sinodel de la construccióny, en granmedida aún, del turismo. No hay constructo-ras canarias regionalizadas –las foráneas, encambio, sí que tienen muchas una estructuraarchipielágica– a pesar de su crecimiento ex-ponencial en los años 90. Y apenas existengrupos turísticos de ese ámbito. Es más, se dala paradoja de que existen holdings turísticoscanarios que se han internacionalizado antesincluso de haberse regionalizado, lo que ha-bla de la persistencia de la lógica del repartodel mercado en una clave insularizante. Porel contrario, el mencionado sector industrialo el de la automoción sí que han dado ese pa-so a través, incluso, de adquisiciones a ma-nos sobre todode empresas grancanarias, queson las que más han apostado inicialmenteen esta dirección por mera inercia cosmopo-lita. No obstante, en sectores económicos enauge, de gran proyección (como sanidad pri-vada o materiales de construcción) y con unrecorrido aúnmás discreto en la historia eco-nómica insular, son grupos tinerfeños los quemarcan la pauta de la regionalización, lo queda la medida del alcance general de este cam-bio de mentalidad.

A la izquierda, decenas de pasajeros hacen cola ante los mostradores de facturación de Binter en el Aeropuerto de Gran Canaria. Sobre estas líneas, un camión conmaterial de construcción entra en un barco de Naviera Armas en el Puerto de La Luz. En las imágenes pequeñas, pasajeros en barcos de líneas interinsulares. i LP / DLP

PASAJEP La circulación de personasentre las islas se disparó en cuanto lasnavieras y compañías aéreas canariasinvirtieron y se multiplicaron las líneas

MOTIVOP Hacer turismo de fin desemana entre islas o trasladarse paraun día de compras va siendo habitual

“La idea me la dio ÁngelTristán [director adjunto deLA PROVINCIA/DLP en laactualidad]. Fue un día amediados de los 70 en lasescalinatas del Cabildo”,recuerda Lorenzo Olarte.“Me convenció para queimpulsara como presidentede la Mancomunidad deCabildos un gran plan derefugios pesqueros, no sólopara ocupar en la pesca debajura y nuevas actividadesnáuticas a los pescadorestras la pérdida del Sahara,cosa que se ha cumplido ycon creces, sino como unatajo para consolidarlosluego como nuevos puertosinterinsulares”. Y así fue,Lorenzo Olarte puso enmarcha ese plan (Agaete,Playa Blanca, Corralejo...).El grueso de la financiaciónfue aportada por el Estadoy aprobada en el Consejode Ministros monográficosobre Canarias que celebródurante el otoño de 1978 elGabinete de Adolfo Suárez.

Una vieja idea

n de Tamasite’, uno de los ferrys de las líneas entre islas. i LP / DLP

ustrias agroalimentarias isleñas hoyento de su producción en la isla deo en las demás; hace una década loslas no pasaba del veinte por ciento

La mayoría de las empresas que seancanarias, pero las tinerfeñas copananidad o materiales de construcción

ctor importador continúa teniendoigual que las constructoras locales

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