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La contaminación del agua impide la recuperación de Las Tablas de Daimiel La reciente mortandad de al menos 35.000 carpas en las Tablas de Daimiel por vertidos contaminantes pone de manifiesto que este parque nacional no sólo necesita agua. También es preciso que la que llega tenga una calidad mínima que permita la recuperación de este ecosistema singular. por Santos Cirujano y Miguel Álvarez Cábelas El volumen de agua embalsado en el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel (Ciudad Real) en 1997, aunque ha al- canzado máximos históricos, no es el único factor que debe te- nerse en cuenta cuando se trata de la recuperación biológica de esta zona húmeda continental. Es igualmente importante que estas aguas tengan suficiente calidad para permitir la regene- ración de las biocenosis acuáti- cas, especialmente la de los pro- ductores primarios representa- dos por las ovas. La existencia de estos céspe- des subacuáticos de carófitos es indispensable para el mante- nimiento integral del ecosiste- cas actuales de Las Tablas hacen que los principales apor- tes de agua lleguen por el cauce del Gigüela. Este río es el principal vector para el agua pero también lo es para la con- taminación que, con demasiada frecuencia, afecta al parque. Hay que tener en cuenta que los vertidos realizados en la cuenca hidrográfica del Gigüela acaban, desgraciadamente, por desembocar en Las Tablas y sus consecuencias sobre las bioce- nosis acuáticas han sido y son dramáticas. Otros focos de contaminación se localizan en la cañada Lobo- sa, por donde en ocasiones lle- gan al parque vertidos urbanos Carpas muertas flo- tan en aguas del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel afectadas por el reciente verti- do contaminante. 42 ma acuático, ya que las ovas producen oxígeno que se difun- de en el agua, son fuente de alimento para las aves silves- tres y otros animales palustres y mantienen las aguas limpias y transparentes. Las características hidrológi- Quercus 139 Septiembre 1997 y alpechines -líquido fétido que sale de las aceitunas cuando están apiladas antes de la molienda- procedentes del pue- blo de Fuente el Fresno, así como en la presilla del filtro verde de Villarrubia de los Ojos, desde donde a veces se escapan vertidos urbanos que van direc- tamente al cauce del Gigüela. En 1996, unos niveles de agua aceptables mantenidos por los aportes del trasvase Tajo-Segura permitieron la regeneración parcial de la vege- tación sumergida y los carófitos cubrieron amplias superficies del parque. En 1997, ante la incredulidad de muchos, que pensaban que Las Tablas de Daimiel nunca volverían a lle- narse, se produjeron varios acontecimientos excepcionales: Las Tablas se llenaron, el agua rebosó abundantemente por pre- sas y cañadas y el río Guadiana volvió a correr..., pero al revés, aguas arriba. No hace ni treinta años que el Guadiana, el verdadero padre de Las Tablas, surgía en los Ojos del Guadiana y por su cauce sinuoso llegaba a ellas alimentándolas con sus aguas cristalinas. Este año, ante el asombro de lugareños y visi- tantes, el mismo río Guadiana surgía ahora de Las Tablas y desaparecía en los que antes eran sus Ojos. ¡Extraño lugar éste en el que un río se destruye en apenas tres décadas y luego fluye al revés! La abundancia de agua hizo pensar a muchos que la recupe- ración biológica del parque nacional podría iniciarse, o al menos que comenzaba un cierto periodo de bonanza para las maltratadas Tablas. No podía ser tan bonito. El vertido de1989 Los que hemos visitado y tra- bajado en Las Tablas desde hace tiempo recordamos que en 1989 las condiciones hidro- lógicas del parque eran muy buenas y en cierto modo pare- cidas a las actuales. La superfi-

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La contaminación del agua impide larecuperación de Las Tablas de DaimielLa reciente mortandad de al menos 35.000 carpas en las Tablas de Daimielpor vertidos contaminantes pone de manifiesto que este parque nacional nosólo necesita agua. También es preciso que la que llega tenga una calidadmínima que permita la recuperación de este ecosistema singular.

por Santos Cirujano y Miguel Álvarez Cábelas

El volumen de agua embalsadoen el Parque Nacional de LasTablas de Daimiel (CiudadReal) en 1997, aunque ha al-canzado máximos históricos, noes el único factor que debe te-nerse en cuenta cuando se tratade la recuperación biológica deesta zona húmeda continental.Es igualmente importante queestas aguas tengan suficientecalidad para permitir la regene-ración de las biocenosis acuáti-cas, especialmente la de los pro-ductores primarios representa-dos por las ovas.

La existencia de estos céspe-des subacuáticos de carófitoses indispensable para el mante-nimiento integral del ecosiste-

cas actuales de Las Tablashacen que los principales apor-tes de agua lleguen por elcauce del Gigüela. Este río es elprincipal vector para el aguapero también lo es para la con-taminación que, con demasiadafrecuencia, afecta al parque.Hay que tener en cuenta quelos vertidos realizados en lacuenca hidrográfica del Gigüelaacaban, desgraciadamente, pordesembocar en Las Tablas y susconsecuencias sobre las bioce-nosis acuáticas han sido y sondramáticas.

Otros focos de contaminaciónse localizan en la cañada Lobo-sa, por donde en ocasiones lle-gan al parque vertidos urbanos

Carpas muertas flo-tan en aguas delParque Nacional

de Las Tablas deDaimiel afectadas

por el reciente verti-do contaminante.

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ma acuático, ya que las ovasproducen oxígeno que se difun-de en el agua, son fuente dealimento para las aves silves-tres y otros animales palustresy mantienen las aguas limpiasy transparentes.

Las características hidrológi-

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y alpechines -líquido fétido quesale de las aceitunas cuandoestán apiladas antes de lamolienda- procedentes del pue-blo de Fuente el Fresno, asícomo en la presilla del filtroverde de Villarrubia de los Ojos,desde donde a veces se escapan

vertidos urbanos que van direc-tamente al cauce del Gigüela.

En 1996, unos niveles deagua aceptables mantenidos porlos aportes del trasvaseTajo-Segura permitieron laregeneración parcial de la vege-tación sumergida y los carófitoscubrieron amplias superficiesdel parque. En 1997, ante laincredulidad de muchos, quepensaban que Las Tablas deDaimiel nunca volverían a lle-narse, se produjeron variosacontecimientos excepcionales:Las Tablas se llenaron, el aguarebosó abundantemente por pre-sas y cañadas y el río Guadianavolvió a correr..., pero al revés,aguas arriba.

No hace ni treinta años que elGuadiana, el verdadero padrede Las Tablas, surgía en losOjos del Guadiana y por sucauce sinuoso llegaba a ellasalimentándolas con sus aguascristalinas. Este año, ante elasombro de lugareños y visi-tantes, el mismo río Guadianasurgía ahora de Las Tablas ydesaparecía en los que anteseran sus Ojos. ¡Extraño lugaréste en el que un río se destruyeen apenas tres décadas y luegofluye al revés!

La abundancia de agua hizopensar a muchos que la recupe-ración biológica del parquenacional podría iniciarse, o almenos que comenzaba un ciertoperiodo de bonanza para lasmaltratadas Tablas. No podíaser tan bonito.

El vertido de 1989Los que hemos visitado y tra-bajado en Las Tablas desdehace tiempo recordamos queen 1989 las condiciones hidro-lógicas del parque eran muybuenas y en cierto modo pare-cidas a las actuales. La superfi-

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cié inundada fue máxima. Enjunio de ese año, las praderasde carófitos cubrían por com-pleto los suelos subacuáticos,las aguas estaban limpias y elhumedal manchego ofrecía unmagnífico aspecto. Pero a fina-les de ese mes se produjo laentrada de aguas muy conta-minadas por vertidos industria-les, que procedían de la locali-dad de Alcázar de San Juan yque llegaron a Las Tablas por elcauce del Gigüela. La destruc-ción de la vegetación acuáticafue casi total e inmediata enlas zonas alcanzadas por la con-taminación.

Posteriormente se produje-ron mortandades de carpas,somormujos y zampullines.Así pues, en 1989, la recupe-ración biológica de Las Tablasquedó detenida por aquellosque impunemente y sin escrú-pulos arruinan nuestro entornoy, en este caso, nuestro par-que nacional.

El decaimiento o la extinciónde la vegetación sumergida, quepuede interpretarse como unode los primeros síntomas bioló-gicos de la entrada de vertidoscontaminantes, se produce esen-cialmente por tres motivos: enprimer lugar, por la falta detransparencia del agua debidaa la gran turbidez originada porla enorme cantidad de materiaorgánica que llevan los verti-dos; en segundo lugar, por ladesaparición del oxígeno delagua, pues las bacterias lo pre-cisan en grandes dosis para des-componer la materia orgánica;por último, por el desarrolloexcesivo de las algas filamento-sas (esencialmente Cladopho-ra glomeratá).

La materia orgánica, los detri-tus y otras sustancias de lasaguas contaminadas se deposi-tan en las finas ramificacionesde las ovas, que finalmente que-dan destruidas. Las aguas con-taminadas cargadas de materiaorgánica tienen unos nivelesmuy bajos de oxígeno. En algu-nos casos, como ocurrió en elvertido de 1989, las aguas erananóxicas (sin oxígeno), y lasplantas acuáticas necesitan oxí-geno para respirar.

Los aportes de nutrientes

En la fotografía de la izquierda, zona de Las Tablas de Daimiel a las que no han llegado los vertidos contami-nantes. Las aguas están limpias y transparentes y en ellas se difunde el oxígeno producido por las ovas. En lafotografía de la derecha, zona afectada por los vertidos, como denotan las algas filamentosas que flotan en lasuperficie del agua ¡fotos: Santos Cirujano!.

favorecen la proliferación delas algas filamentosas que ini-cialmente se fijan en el fondode los suelos inundados o enlos ejes y ramificaciones de loscarófitos. En poco tiempo,estas masas de algas filamen-tosas, que cubren los suelos eimpiden el desarrollo de loscarófitos, ascienden hasta lasuperficie y forman un capavegetal que impide el paso dela luz hacia el fondo, con locual la vegetación sumergidano puede realizar la funciónclorofílica y muere. El resulta-do final es que las aguas que-dan cubiertas por un dosel dealgas filamentosas debajo delcual no queda ni rastro de laspraderas de ovas.

La historia se repiteY comenzó 1997 con la espe-ranza de que las abundantesaguas que llegaban a Las Tablassirvieran para regenerar las bio-cenosis acuáticas y para devol-ver al parque parte de su perdi-do esplendor. ¡Sería imperdo-nable que se produjera otro ver-tido similar al del año 1989!

A mediados y a finales delpasado mes de abril surgen lasprimeras alarmas al detectarsela entrada de aguas de malacalidad. Quince días más tarde,del 19 al 22 de mayo, se produ-ce un episodio muy preocupan-te de contaminación al entrarlas aguas del río Gigüela muycontaminadas por vertidosindustriales procedentes ¡comono! de Alcázar de San Juan. Serepite la historia: aguas con

poco oxígeno cargadas de resi-duos, desaparición de la vege-tación sumergida, proliferaciónde algas filamentosas y muertede peces, de cangrejos y devegetación sumergida.

Para terminar de complicarel panorama, durante los días14, 15 y 16 de junio se detectaen la estación SAIGA (deseguimiento de la calidad delagua) de Villarrubia de losOjos -situada en el cauce delrío Gigüela, a unos 4 kilóme-

tros de Las Tablas- la existen-cia de otro vertido que tiene suorigen en una finca de Alcázarde San Juan. El propietario dela finca ordenó romper conuna retroexcavadora la presaque retenía las aguas residua-les procedentes de Alcázar, alparecer para evitar que anega-ran sus tierras. La GuardiaCivil detuvo el 18 de junio alpropietario, como presuntoautor de un delito ecológico, yel Ayuntamiento de Daimiel

Vertidos contaminantes de junio de 1997 enel Parque Nacional Tablas de Daimiel

Carpasmuertas

La mancha violeta refleja la distribución aproximada, a finales delpasado junio, de las aguas contaminadas por vertidos que llegaron alparque nacional por el^auce del río Gigüela. La flecha señala elpunto por donde entraron las aguas. La mancha negra indica la zonadonde se detectó la muerte masiva de carpas.

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ha anunciado que se presentarácomo acusación particular enel juicio.

La llegada de estas aguascontaminadas ha tenido funestasconsecuencias (ver figura). El16 de junio se detectan las pri-meras carpas muertas a la entra-da del parque, el día 19 son ya15.000 las carpas que se hanretirado, el día 20 son 33.000 yel 1 de julio la mortandadasciende a 35.000 carpas, pro-ducida fundamentalmente porla falta de oxígeno.

De toda esta sinrazón puedededucirse fácilmente que en lasépocas en que la pluviosidades abundante y el agua fluyepor los cauces de los ríos man-chegos, se aprovecha para eli-minar los vertidos urbanos eindustriales retenidos en balsasy cauces abandonados. El des-tino de estas aguas apestosases siempre el mismo: el caucedel Gigüela y finalmente el Par-que Nacional de Las Tablas deDaimiel. También hay que con-cluir que pese a la experienciaacumulada durante los últimosaños y los datos disponibles,Las Tablas están indefensasante la entrada de las aguaspolucionadas.

Hasta ahora han sido cuatrolos episodios de contaminacióndetectados en 1997 y que vuel-ven a poner en peligro la res-tauración de este ecosistema-que sigue teniendo unas carac-terísticas únicas en el contextode la Mancha Húmeda-, en unaño especialmente adecuadopara ello. Parece como si a muypocos le importara lo que leocurre a este parque nacional.Mientras tanto Las Tablas, ine-xorablemente, van languide-ciendo abandonadas a su suer-te... ¡que pena!Autores: Santos Cirujano es ¡efe deldepartamento de Biodiversidad yConservación del Real Jardín Botáni-co de Madrid. Miguel Alvarez Cobe-las es vicedirector del Centro deCiencias Medioambientales. Ambos,biólogos, coordinan un estudio limno-lógico y botánico del Parque Nacio-nal de las Tablas de Daimiel, con elfin de evaluar la evolución de suestado de conservación.

Dirección de contacto: Santos Ciruja-no - Real Jardin Botánico (CSIQ •Plaza de Murillo 2 • 28014 Madrid- E-mail: santos@ma-r¡b.csic.es

La Mancha Húmeda, hipotecada por latubería que trasvasará agua del TajoEsta previsto instalar una tubería de un centenar de kilómetros a través deLa Mancha para trasvasar agua desde la cuenca del Tajo a la del Guadiana.Esta solución ignora la necesidad de gestionar mejor las sobreexplotadasaguas subterráneas de las que dependen los valiosos humedales manchegos,declarados como Reserva de la Biosfera.

por José Manuel Hernández

En julio de 1993, el ya desapa-recido Ministerio de ObrasPúblicas saca a concurso laredacción de un proyecto deentubamiento desde el acue-ducto Tajo-Segura al ParqueNacional de las Tablas de Dai-miel, a través del embalse de LaGarita. La finalidad es aportaragua tanto al parque nacionalcomo a varios pueblos de la lla-nura manchega.

En agosto de 1995, un realdecreto tramitado por el proce-dimiento de urgencia da luzverde al entubamiento, decla-rándolo de interés público yautorizando un trasvase de 50hectómetros cúbicos de agua alaño. Por fin, el pasado 18 demarzo sale a información públi-ca este proyecto.

Aunque sin la espectaculari-dad de otras, ésta será proba-blemente una de las batallaspor la naturaleza más impor-tantes en Castilla-La Mancha ya la que esta vez no se van asumar los ecopolíticos de otrasocasiones. Con este trasvase sepretende sustituir prácticamen-te la red hidrológica del ríoGuadiana mediante el aportede agua superficial desde unacuenca externa, la del Tajo. La

idea es instalar una serie detuberías que, uniendo el acue-ducto Tajo-Segura con las ciu-dades de Ciudad Real y Puerto-llano, sirva además para conec-tar entre sí los diversos embal-ses de los afluentes del Guadia-na -Torre de Abraham, LaCabezuela, Vega del Jabalón- ytodo ello con un coste quesuperará los cien mil millonesde pesetas.

Numerosos grupos ecologis-tas y diversos científicos, comoGregorio Sanz, de la Universi-dad de Castilla-La Mancha, sehan opuesto a este proyecto.También se ha resuelto algúnplanteamiento moderado que,sospechando una pésima cali-dad del agua subterránea -comoconsecuencia de la contamina-ción por fertilizantes agrícolas-veía la urgencia de procurarrecursos externos. Ni la calidadni la cantidad de agua necesariapara abastecimientos puede jus-tificar el proyecto.

Al margen del impactoambiental que generarán lasobras, de la repercusión quetenga el trasvase de fauna entrecuencas y de muchas otras con-sideraciones, la situación mismadel Parque Nacional de las

El agua transportada por la polémi-co tubería desde el trasvaseTajo-Segura será distribuida portoda la cuenca alta del Guadianagracias a una serie de conduccio-nes menores como la que se ve enla fotografía ¡foto: J.M. Hernández!.

Tablas de Daimiel y de toda laMancha Húmeda, marcada porla catastrófica sobreexplotacióndel acuífero 23 para regar tierrasagrícolas, puede verse cerradaen falso con esta solución.

La prevista derivación portuberías, que correrían paralelasal río Gigüela, no solamenteanima a continuar en la mismadinámica de consumo de agua.Lo más grave es que pasa poralto los problemas ambientalesde estas valiosas zonas húme-das, puesto que la gestión delas aguas subterráneas de lasque dependen seguiría siendoconsiderada un asunto pendien-te pero, ahora, también paciente.

El patronato dijo noÚnicamente manteniendo ladependencia del acuífero en eldesarrollo económico de nuestracomarca se puede imponer unmodelo sostenible que propiciela recuperación del patrimonionatural de La Mancha Húmedaen su verdadera esencia.

El argumento inicial paraeste desatino fueron las Tablasde Daimiel, pues inicialmenteéste iba a ser, y no otro, el des-tinatario de la tubería. Pero elproyecto se demostró insoste-nible desde que, en mayo de1996, el propio Patronato delParque Nacional lo cuestionó yacordó que cualquier soluciónpara las Tablas pasara por lacreación de una comisión deexpertos (ver Quercus 125,pág. 41). Por ello, se supliórápidamente el argumento de

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