la crítica del lenguaje y su economía

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autor Jean Pierre Faye, estudio de sociolingüística sobre el uso de la lengua en la construcción del poder

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JEAN PIEFIRE F{YE

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mfa pol f t ic&*I,a crftiea del lenguaje eo-mo eeonomla pol f t iea. l

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Advertencia al margen:

E&C* Éexb.s dsesolla--.a k de.crretiru¡a-s uusl'tas sobre su problema constitutivo; como por recu-rrencia: siguiendo y describiendo la fiebre recurrentede la história.

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3liiiíl

.ffii,i¡l

;

"La palabra recibe de Ia articulación (die Articula-tion) la facultad de representar a través de su formauna parte de un todo infinito, cle una lengua. Debe-mos a la articulación la posibilidad, existente hastaen las palabras aisladas, de formar a partir {e suselmenÉere-y segúrr+rm serie de determirraciones irn-plícitas y explícitas, nna cantidad indefinida de pala-bras y, de ese modo, establecer una afinidad entre to-das las palabras que es la réplica de la afinidad de losconceptos.))

Humboldt, Weber die Verschiedenheit des mensch- , iIichen Sprachbaues, t836, p. 7L.

<,Por su parte, la p_roducción e intercambio de losrnedios de subsistencia condicionan Ia distribución, Iaarticulación (die Gliederuns) de las distintas clases so-ciales. r'

Marx, Deutsche ldeologie, I.

..Cuando Humboldt dice que una palabra está <<ar-ticulada" dentro de una lengua significa que remiteal siste,ma de elementos subyacentes sobre el qüe estáconstnrida, elernentos pffi forrrmr, hreta el irrfinito,otras innumerables palabras, en función de intuicionesy reglas muy precisas.r,

Chomsky, Cartesian Lingüistics.

"En el poder gubernamentat siempre nos encontra-mos con dos elernentos, Ia acción real y la razón deEstado de dicha acción: como otra conciencia real que,en una articulación total (in einer totalen Gliederung),es la Burocracia."

Marx, Crítica de la filosofía det Estado de Hegel.

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I

Hace cinco años vivíamos la cronología de ciertasfechas: 1968.

H*ge exactfiE€Et€ einco aÉc'$ ___GE [e me*ide mgue hay exactitud en esa práctica semi-empírica semi.científica que es la cronolgía-, hace cinco años exac-

tamente, el24 de febrero de 19ó8, Louis Althusser noshablaba de Lenin y la filosofía. Decía: ..lo que la filo-sofía no puede tolerar es la idea de una teoría'de lafilosofía capaz ,rde modificar su prdcticarl, pues la fi-losofía existe y sobreviüe gracias a la negación de talteoría. Por eso, precisaba Lenin, es insostenible en lafilosofía universitaría y... en Ia gran mayoría de losfilósofos". Es .<insostenible porque en el fondo, y apesar de todo lo que puedan aducir sobre el carácterprecrítico de su filosofía, sobre el aspecto superficialde algunas de sus categorías, los filósofos notan y sa-ben muy bien que no es ésa Ia verdadera cuestión". Demodo que Io que los filósofos puedan aducir sobre lafiloscFÍa de Lenin no es la ¡rerdedere suestiórl.

Curiosamente, esta observación althusseriana pa-rece repetir algo que se dijo en una época preleninlsti-ca o preleniniana: por Hegel, en un texto hegelianocalcado y vuelto a redactar por Lenin en sus Cuader.nos filo'sóficos. Este texto de la Wissenschaft der Lo-gík subraya, efectivamente, ese algo: "La filosofía nodebe contentarse con describir Io que es, debe preten-

der conocer Ia verdad de lo que ocurre; a la luz deesa verdad debe intentar comprender lo gue, en la des'

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cripción, sólo era simple acontecimiento> (t). Estetexto, que reproduzco en Ia r¡ersión de Jankélévitch,Io encontramos traducido por I enin der aremán al ruso-en traducción-rebote o, mejor:, en traclucción_desvío_en la traducción francesa de Lida Vernant: ..La filo_sofía'o debe ser la descripción de Io que ocurre; debetratar de conocer lo que hay de verdad en ello.,, peroentre la descripción y Ia t,irdacl, aparte d" ;; oposi.giÉn.,. se_ traslu:e. una .cieqta -relacián a. .o*plicidadcon la observación que'precede inmediatamente t ;;texto citado o vuelto a redactar en los cuadernos: <<Laverdad"no está en los comiehzos, sino en el final; másexaCtainente, er¡ Ia continuaeión:; Entre, Ia descr;p;l;;y la'verdad, erttre la rasskaz y la istinno,Irry-"r^ .,r_riosa'relación que se señala

"o*o la <rcontinúación>r:

Io que es más que los simples oco*i.rrá;;l; decir,Iá historia:

t '

a._t-1 "Oservación.de Ia_Gran Lógica recogida por Le;run, parece contraponer Ia .,verdado a Ia odegcripcióno

ql", qor de'óirlo asÍ,'Ia contiene. Fero, al contrario,otro téxto las conecfa por una relación de o.ig.nilgu_el en el que Spinory, ;\ el Apéndice a los nrincipiosdg la Filosofíá .iincruyenclo loi p".,ru*ia-rr-tór'-"t"ri-Sicos>, se remite a las palabras .,Verdadero, y ..Fal,so>>, anunciando paradójicamente Eu desenveliinrien-to: "Empezaremos por:el significado de las pal"b..so.ParadóJico, efectivamente, para los qué, .oriro éI, <Seocup'án'de Ias cosas y "no de las palabiaso. Ahora bien,quieli primero <enc_uentra>> las,palabras, antes de queIas <einpleen los filósofos;, es i el.vulgorr. y tenemos

^(1) . <Aber die phitgsophie sgllkeine. Erzáhlung desgen s.ein,)v^{_sgs¡!ien¡, sondern'^ein. -Eitérrn.nrs

cressen; was utahrctann rstr und aus,den {qhqen soll sie gern-er dás bélreifen,was in der Erzáhlung.-alJ-é11- u*i*r..r_ Geschehen ersóheinto.(ru is s ens chaf t der zó&¡t¿l- 1t, r"ir, =i" ar;ñ-iü--i:, rTpiLl.l14

entre paréntesis añade curiosamente: <sobre.,tods,:s¡,

Lrr eJernplo, formo la ticción de.qúe pedró; a qüieni. . " , . . : . ' .

" -" : : ' . . . . ' '

(,Q P-rima iglVf .;yefi.. ;9\ .fatsi significatio, órrurn: virter,rr

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conozco, va a su casa, o me viene a ver a mí y cosasparecidas" (4). La ficción segunda se refiere "sólo a la

egencia>, de modo que puede concebirse una ..ficción

falsa,', una falsa fictio; por ejemplo, la ficción de unamosca infinita o de un alma cuadrada. Y como se pue-

de considerar la ficción de una cosa falsa a través de

su naturaleza, se puede concebir la ficción que tienepor objeto una.cosa verdadera; si res ficta... sit l)era.La diferencia -la única- entre la idea falsa y la fic-

ción es que la idea falsa implica el asentimiento. Mien-

tras que aquel que forma una ficción, el "fingens>, pue-

de deducir que las representacionés que se Ie manifies-tan en el espíritu no provienen de cosas exterioresa él (5). Por eso, inversamente; no hay que ter4er alpeligro que habría en considerar la ficción ',.inezcladacon lás ideas verdaderas>. Es sabido que la única cau-

sa de la falsedad reside en el conocimiento del pfimergénero, por opinión o imaginación, mientras que el co-nocimiento del segundo género es ese nivel del pensa-

miento que (nos enseña a distinguir lo verdadero delo falso" (ó). La ficción es esa forma del pensamientoque oscila entr:e los dos niveles. T a primera significa-ción (y la primera distinción) de Verdadero y Falso<extrae su origen" de la práctica de la narración, en

su relación con la "ficción primerar'. Ahora bien,

<quien sabe distinguir entre verdadero y falso debe te-ner una idea adecuada de lo verdadero y lo falso)); esdecir, esa facultad de (conecer lo verdadero y lo fal-

so> por el segrrndo tipo de conocimiento. Lo que equi-

vale a decir que el que hace la narración lleva consigo,

ior definición, esa ..idea", adecuada o no. Pero, ¿quées una "idea>? Con -el Spinoza del Apéndice a los Prin'cipiog hay que admitir que .,las ideas no son sino na-rraciones o historias de la naturaleza en el espíritu:

Tractatus de intellecttts emendatione, 52.Tractatus..., 62.Etica, Proposiciót 42..-

(4){s)(ó)

16 t7

Ideae nihil aliud sunt, quam narrationes sive historiaenaturae mentalesr, (Appendix I, VI).

Así, en el nivel mismo de Ia "fícción segundar', re-ferida a esencias o ideas, encontramos ese grado abs-tracto de la ,.narraciónu: ..narración de la naturalezaen el pensamiento>> o, más literalmente, ,rnarracionestnentales de la naturaleza>>.

Srrbre estos conceptos ambiguos, ..ficción>, elt Deemendatione, <narración" en el Apéndice a los Prin-cipios, gravita la cuestión más característica del spino-zismo: la cuestión unde, la pregunta "¿de dónde?"Cuestión que sfurnpre se'repite y reproduce: "¿de dón-de extrae?x sLL origen las nociones secundarias y losaxiomas?" (Et. II, Scolie I). <¿Por qué tienen los hom-bres ideas falsas?" Uno se siente inclinado a llegar has-ta una cuestión muy próxirna a no.sotros en el tiempoy en el contenido: ,,¿tle dónde provienen las ídeas ius-tas?,> Esta cuestión, que data de mayo de 1'963, se con-cluye sobre .,e1 medio de probar.la verdad".

,r¿De dónde provienen las ideas iustas?r, ¿Por quétienen los hombres ideas falsas? La respuesta, oPor-tunamente brillante e irónica, nos Ia da estoi ..Parahacernos una idea justa de ambas cosas, lo Verdaderoy Io Falso, empezaremos por la significación de las pa-labras"; o esto: .,la primera significación de Verdade-ro y Falso'parece extraer su origen de las narraciones",a narratio nibus.

En el Largo carnino de la filosefÍa cccidental, estospocos fragmentos spinozistas son quizá los únicos enlos que se presiente u¡ra relación problemática; por laque se conecta teoría del conocimiento y narración. Sinembargo, esa relación está escrita de manera muy le-gible en las palabras, en esas palabras que "el vulgo',-como decía la sabiduría de la época clásica- ha

"hallado". En el ejercicio de la escritura de los fun-dadores de la hidtoria en lengua latin¿ encontramos,efectivamente, singulares palabras, extrañamente con-formadas, como Ia gnaritas "el conocimiento de

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algo>, en las His,toriarurn de g¿lu5¿is-. o el gnarus.En Tito Livio, el que sabe que el rey estaba en Tesaliaes el ,<gnarus in Thessalia regeln esse> (7).

Si la teoría del conocimiento hubiese percibido depasada Ia irónica y furtiva respuesta spinozista a Idcuestión fundamental, habría ido a buscarla donde ..elvulgo,, la había inscrito, en las palabras que había ha-llado, volviendo su aparato óptico sobre eI lugar mis-mo de su obcecado defecto: la gnarítas,la narratio-

Así, Ia respuesta a Ia cuestión -la cuestión ..chinarr,si se quiere, de ese perpetuo proscrito que fue Spino-za, ese hijo de desterrados de España, ese tralra,iadoremigrante sornetido a todas las vigilancias de la ideo-logia-, Ia respuesta a Ia cuestión que siempr:e estáimplícita en éI, ¿de dónde provienen las ideas justas?,pasa implícitamente por una crítica de Ia ,rnaturalezadel lenguaje" y de la ficción; o, más precisamente, poruna crítica de la fmción narratíva, de la función delrelato-

Pero, de modo bastante curioso, esa respuesta, esacrítica, no se desarrolla en ninguna parte, ni siquierase ha formulado nunca expresarrrente, en ningún mo-mento de la filosoiía occidental. Más extrañamente to-ctravía,Ia filosofía parece ignorar que ha relatado..., rosolamente a propósito de Lenin sino, anteriormente, apropósito de muchos otros temas, empezando por Só-crates. O, en Montaigne y Descartes, justamente en laaurora del pensamiento crítico, a propósito de sí. Tam-bién, 5r sobre todo, esa'auto-narración de Iá filosofíaha escapado a su crítica, como un punto ciego que almismo tiempo fuera un punto neuráIgico.

2

¿Significa esto que Ia función narrativa o recitati-va -es decir, la función referencial; en el sentido de

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(7) Libro 33.

t9

Roman Jakobson-, como función primitiva del len-guaje, está completamente ausente de los temas deldiscurso filosófico? Parece que no; se presenta espo-rádicarnente, como en did.spora, agrupándose en dosoarchipiélagos" de ese discurso. El primer archipié-lago: el de los poetas; archipiélago platónico y aristo-télico, sepultado y renovado con el gru-po ruso de Iarevista Poétika, en el Petrogrado revolucionario, futu-rista y forma.lista, en los años IglT-25. El segundo ar-chipiéIago: el de las epistemologías de la historia; ar-chipiéIago hegeliano y leninista, en cuyo seno Marx pro-porciorra +rna-irónica-y brillar+te re}asión-

El primer archipiélago remite la narración al len-guaje. El segundo la- refierc a la verdad.

Pero una tercera relación discurre, por añadidura,a través de la ccnexión que liga el lenguaje a Ia ver-dad. Sólo se trasluce por rrredio de un <<pensamientosalvaje" de la filosofía y <ie la revolución.

Sin decirse por él misrno, ese pensa.miento salvajerecorre, atraviesa en diagonal tres pensamientos revo-Iucionarios directamente enfrentados con sus objetos:Mably, Liebknecht, Lenin -no el de la discusión filo-sófica, por lo: den:ás, sino el de la lucha política y desi-rs primeras posturas, en la época del ¿Qué hacer? yde Iskra-.

Precisemos d-esde ahora gue este ..salrrajismo>> noes de esos a Ios que se reprocha el volver la espaldaa ia historia, sino de los que prgducenla.5i-g¡,nria.-

- [ prirnet pensamíenta sobre Ia narra-ción no dis-tingue a ésta en Ia relación con la historia, sino en larelación con el lengu-aje. Sin embargo, este pensamientose sitúa en eI movimiento de un desarrollo político,incluso en el libro por excelencia a partir del ctsal Iapalabra, ,rpclíticarr, 7a Foliteia, se intr.oduce en Ia len-gua unirrersal: la Repú-blica. Las secuencias del Li-bro III desarrollan curiosarnente una .,Poética' dentrode una "Folíticarr, bajo la irónica forrna de Ia pregun-ta: .<¿No es acaso todo lo que dicen los narradores de

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iiiI

fábulas y los poetas, el relato de acontecimientos pasa-dos, presentes o futuros?" (8)..La cuestión se repite:

¿..Acaso no hay narración cuanclo lHomero] refieretanto los distintos discursos pronunciados como losacontecimientos intercalados entre los discursos?" (9).

iQué es esa Dti¡14orq , esa narración, ese <yo cuen-to>, ese 0r.41éopar , tan próximo del "yo condLtzcorr,<<guío)>, "voy delante>>: f¡éoyat ? Articulando la ac-ción misma del z¡1üpcbv , o de la i¡1€o,rovía : esa pa-labra griega que anuncia, en el momento de la hege-rnonía ateniense, lo que será el imperio latino. Obser-vemos que no se'trata de buscar Ia ,rraiz, de las pala-bras, "la etimología,,, ese espejismo etimológico don-de se pierde la regresión heideggeriana, sino simple-mente de ver dibujarse el prirner gesto del <vulgo>,dibujado en 1o vivo de la "significación primera,'. Y, deimproviso, la diégesis, se transforma en otra cosa.Mientras que una de sus formas, Ia de la narración trá-gica o dramática, es "la imitación" de las palabraspronunciadas, aparece "la propia narración del poe-

ta>>: la ara11el,ia (10). En este caso, el gesto se in-vierte: se trata de la respuesta referida, de la relacióndel enviado o del mensajero, antes de ser la forma pla-tónica o aristotélica de la narración, o, en Tucídi-des (11), la forma historiadora de Ia narración. Elaral'1á?,.),.et'r es el gestO de regresar pAr3- informar deuna respuesta (12) o de ir a anunciar: así es en Hero-doto (13). Es el gesto que define la epopeya como <(me'

t ro y narraciónr>, Pétpov xal dta11e\. to ' (14). El re lato

es el mensaje de vuelta, es el mismo gesto que Mablydescribe al comienzo de sus Obseruations sur l'Histoi-re: el de los ,rcazadores impacientes por contar... las

392 d.393 b.394 c.394, 67.Odisea, 9,95.Historia, 3, 25.Poética, (nepr:ro4trr-r¡c) 1449 b -

(8)(e)( 10)( 11)(12)(13)(1+l

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(15) Tractatus de intellectüs emendatione. 30.(16) Obras Completas, Moscú, t. IV.

2l

maravillas que habían visto> y que ..volvían a su mo-rada"; de tal modo que "los relatos con los que pica-ban Ia curiosidad de sus compatriotas debían cambiarla faz de las nacionesrr.

En este breve párrafo de Ma6ly, sobre el que no esnecesario detenerse, hay algo comparable a Ia maneraen qtre Spinoza describe los comienzos del conocimien-to, comparándolos a la fabricación de "instrumentosmateriales>>, instrLtmenta corporea: ..Pues para forjarel hierro se necesita un martillo, y para tener un mar-tillo es preciso hacerloo (15). Ya no estamos en lanoción gnóstica del "origen', -ef origen como ..caída>o ..degradación,', como Verfall heideggeriana o comodecadencia cle la archiescritura.._,-, sino en el con-cepto de comienzo, el comienzo como "un inicio realrr.En este sentido, Etienne Balibar ha subrayado la di-ferencia entre origen y principio; ve en las observacio-nes spinozistas los verdaderos términos de una teoríade Ia historia real. El párrafo de Mably tiene esta vir-tud: procede a partir de las <<circunstancias> reales-¡11¿s provincias empobrecidas y casi desiertas'r, ..lasfinanzas ...agotadas>- e introduce "el hecho" de los..relatoso: la aparición de la narrativa. discontinua.

Mablyrrelaciona los urelatoso de los cazadores llu-nos con la .,revolución" franca: el paso del Rin. Perootros relatos se enlazan con una revolución distinta..El primer texto publicado por Lenin a principios desiglo, en'forma de folleto editado por Iskra, es un pre-facio ,ra los rel.a.tos de obreros)) referentes a ..la memo-rable jornada del 1 de mayo de 1900 en Jarkov. Setrata de conseguir que, al volver sobre sus relatos, la<<tempestad" de esas .<f,ornadas de mayoo -Mais kiédni v Karkotié (16)- no sea una tormenta espontánea,sino un movimiento consciente del proletariado in-surgente a la cabeza de todo el pueblo'i.

La situación o, en términos spinozistas, el hecho

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relatado¡ se desarrolla, en este caso, en los siguientestérrrrinos:

..La mayoúa de los obreros ya se han puesto en mar-cha, dispuestos a seguir a los jefes sociaiistas,,,

<(pero "el estado mayor general" aún no ha sabidoconstítuir un núcleo sólido.>

La narración sobre los relatos obreros, en el Lenindel Islera, se amplía a narración histórica:

"La historia del movimiento obrero de Rusiá llegajustamente a uno de esos períodos de efervescencia yestallidos, produciúbs por las más cliversas causas, y sino queremos quedarnos <ra remolquerr, debemos orien-tar todos nuestros esfuerzos a end.erezar una organiza-ción para toda Rusia, capaz de dirigir todos los esta-llidos aislados",

De este modo, mouimienlo obrero y relatos obre-rOS, ya Se .,han puestO en marcha>): esto ya.eS: ohisto-ria''. Nosotros, dice Lenin, <(el estado mayor>=general,si no queremos quedarnos a remolque tras..la mayo-ría de los obreros>), que está dispuesta a seguirnos, de-bemos constituir un ..núcleo sólido>,. pero, ¿qué ha-cer, para eso? ¿Por dónde empelar? fncluso antes deescribir el texto del artículo que tomará por títuloprecisamente: <¿Por dónde empezar?>, €D el Islcra, nt3-mero 4, y antes del folleto que anlrnciará el Iskra,número 18, bajo el título <¿Qtté haer?>;f_.etnn-publicasu relato de los relatos obreros: signo premonitorioque anunciaba que <,dentro de seis meses los obrerosrusos celebrarán el I de mayo del primer año del nue-vo siglo".

El primer trabajo del más grande .revolucionariodel nuevo siglo, en el primer año de ese siglo, es abso-Iutamente el relato de Ios ..relatos de los propios obre-ros)>. Se le puede comparar a lo que dirá Rossana Ros-sanda sobre Ia importancia del método de formación

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política que es "el informe de amarguras): <<e.1. partidosé forma enseñando o los pobres a expresarser, (17).

Se está muy lejos de las antítesis escolares a lasque obstinadamente vuelve el discurso vulgar, prefe-rentemente en eI lenguaje periodístico. Como si hubie-ra elebción entre un análisis poi clases sociales y lu-cha de clases, por un lado, y un análisis por lenguajesy relatos, por otra. El conservador sentido común res-ponde incansablemente: los lenguajes quizá sean im-.portantes, pero también hay otras causas: la guerra,la crisis económica, las luchas de clase... Tranquiliza-&em.eitermeiva, q#se sifÉa errtre otrai errtesta úIti-ma <(causa>; algunos porfiadores de la ideología se en-cargan entonces de Ia repetición ritual, a la que hacetiempo se ha acostumbrado el discurso vulgar y en laque se acomoda perfectamente.

Fero al propio Marx no le alcartza esta ceguerabienaventurada que hace al discurso vulgar incons-ciente de su propia diséurso y de sus fuentes. Marxsabe, y lo dice, que el concepto de lucha de clases seenunció en un momento muy concreto, y precisa'la sedede esa enunciación: los historiadores que escribierondurante la época burguesa por excelencia, Ia Restaura-ción y la monarquía de julio, Guizot y, con é1, el prime-ro de los sucesivos secretarios de Saint-Simon, Augtis-tín Thierry. Uno de los primeros enunciados de Thie-rry so-bre el tema -sobre este proceso- se formulaer sus €arcsiéeresiomes sobre Ia hiEroria de Francia, euel curso de un planteamiento metodológico singular.mente oportuno que se esfuerza en determinar las re-laciones entre lo que llama historia narrativa e histo-ria crítica. Analizando las distintas versiones de la his-toria de Fráncia -más concretamente los diferentessistemas de narración, cada uno realizad.o por una cla-se social, el sistema Boulainvilliers p Montlosier porla nobleza, el sistema Du Bos por la burguesía---, llega

(17) Les Temps Modernes, I, 1971.

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a describir, bajo estos sistemas narrativos, lo que losdiiige: "la lucln de las clases enemigas y rivalesrr. Elsistema narativo de Montlosier refería a Ia RevoluciónFrancesa Ia guerra étnica que opondiia a las ..¡¿2¿gconquistadoraso (Francos, Romanos, Galos, unidos enun frente único), por una parte, y, por otra, a <todosIos antiguos esclavos)>r los "miserableso. "El empleode Ia fraseología, de Montlosiei:, como la llama A. Thie-rry, <(sustituye a la idea de clases la de pueblos dife-rentes, que aplica a la lucha de clases enernigas o ri-vales el vocabularío... de la historia de las invasionesy dé Ias conquistas" (1&I La refación qLLe discurre en-tre la teoría de los distintos sistemas narratiyos y Iateoría de la tucha de clases, en ningún sitio aparece tanclaramente -y tan peligrosarnente- como en el te-rreno en que el concepto misrno de lucha de clases seproduce y enuncia por primera vez, en una de sus pri-meras "utilizaciones>. Pues la sustitución de Montlo-sier es la misma operación que proseguirá sus trans-formaciones en Gobineau, H. S. Chamberlain, Paul deLagarde y Dietrich Eckart, mentor de Adolf Hitler yde Rosenberg, hasta el "Mito del siglo xx,, y los co-mentarios sobre los pseudo <<Proiocolos de los Sabiosde Siónu: en los racistas franceses v los VóIkische ale-manes.

3

Lo que se despliega en tal proceso -a la vez socialy narrativo- puede compararse a lo que se verifica enel análisis del Copital, y que determina su objeto.

El Prefacio a la primera edición alemana traza :urtparalelo entre su procesq y el de Ia experimentaciónfísica:

..Para darse cuenta de los procedimientos de la na-turalezar, -de los procesos naturalesz Naturprozes-

(18) Considérations sur I'Histoire de France, c?p. IV, pá-gina 158.

se-, "el físico estudia los fenómenos cuando se pre-

sentan en su forma más acusada y rrrenos os*uecidapor influencias perturbadoras, o bien, experimenta encondiciones que aseguran en todo lo posible Ia regula-ción de su desenvolvimiento>> -o .,el modelo puro delproceso>: dem reinen Vorgang des Prozesses-. p"ro,continúa Marx, <<en estt obra, estudio el ntodo de pro-dttcción capitalíst4 y sus correspondientes relacionesde producción y de üúercantbio. Inglaterra es el clási-co terreno de esta producción. Por eso es por lo quetomo de es_e país los hechos y los ejemplos principa-les que sirven de ilustración al desarrollo de mis tLo-rías,'; observemos que donde Ia traducción Roy dice,*rnis teorías>>, Marx escribía más sobriamente, con lareserva quc siempre guarda hacia el sustantivo en cues-tión: ..mi desarrollo teórico>, meiner theore'tischenEntwickltmg. Y ahora, añade Marx, ..si el lector ale-mán se permitiera un farisaico movimiento de hom_bres a propósito de la situación de los otreros ingle-ses, industriales y agrícolas, o se hiciera ilusiones conla idea de que las cosas no van tan mal en Alemania,rne vería obligado a espe,tarle: De te fabula narratur!(Ueber dich wird hier berichtet!)>.

<<De ti se habla aquírr.

"La fábula cuenta de tirr.

Pero, como se ha señalado justamente, en El capi-tet' ar¡o ha¡r narración... ni córrcreta ni abstraitaí.O mejor: "No hay narración "concreta", Sólo hay loque Marx llama "ilustraciones", es decir, fragmentosnarrativos que tienen Ia importante particularidad derro tener ni anttes ri después,- su aparición viene exigi_da por el posterior descubrimiento de Ios efectos dela estructura capitalista de producción según und 4r:ticulación, que no es histórica en absoluto, en el usualsentido del términor, (19). ¿Qué son, pues, esas .<ilus-

.(19) Eti.{roq Balibar, ol-a science du ,,Capital',,. Cente_

naire du Capítal, Mouton, 1969, p.75. (Coloquio dé Ceriíy ,-tgéi .)

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l ltraciones)>, esos ,rfragmentos de nar¡'ación"? El propioMarx lo señala en el Prefacio d,e 1867, o más bien se-ñala su configuración primitiva: son las que le hanproporcionado, o ..referidor, (berichtet) los .B erichters-'tatier, los "Reporter ort Public Health", ..hombres tanexpertos, tan imparciales (o no comprometidos, ..sinpartido'r: <unparteiischer'), tan rectos y desinteresa-dos, .,armados de plenos poderes para la indagaciónde la verdad" (20).

El hecho de que la significa-ción rnás inmediata dela palabra "Berichr)> e-n los diccionarios del siglo xrx oprincipios del xx, óscit-e#re dos sinórieios -Erzt#*"lung der Tatsachett (21) y Referat (22)-, da la medidade la solidez del desar:rollo teórico de Marx en lo qt'-e

bien podría llamarse función referencial del lenguaje.Función enteramente primaria en la obra sobre el pro-

ceso del enunciado o, lo que para Roman Jakobson essinónimo, el naruated event (23). La relación entre lafunción del Bericht y el theoretische Entwicklung, enMarx, exigiría por sí sola un minucioso examen epis-temológico, que no se reduciría a las intuiciones quedeja traslucir el Prefacio de 1867, sino que, bajo esteángulo, daría cuenta. enteramente del proceso del Ca'pital o, más exactarnente (ya que tal es srl título des-arrollado) de la Crítica de la econontía política. Podríademostrarse córno la metodología de las ..referenciasohace justamente visible la ruptura entre el joven Marxde la Ideología y el M*pr de }a Crítice'J-e¡rE?rFE€ & €lrque se citan (y refieren) los textos de la economía po-lítica inglesa y francesa es el descubrimiento del cam-po de los fragrnentos narrativos que circulan en el uni-verso de la ideología burguesa, de esa economía polí'tica cuya Crítica se propone Marx, es decir, la ..econo-

mía>, en segundo grado. El Postfacio de L873 (24) LelNachworf de la segunda edición alemana, del que, bienmirado, podemos celebrar hoy su centenario-, descu=bre los lazos entre esos fragmentos narrativos. Lazosentre Ricardo, es decir', la teoría de Ia economía polí-tica en su período clásico -y Sisrnondi, o sea, ya bajouna forma elaborada peio parcial- y, paÍa abreviarItal como lo precisa únicamente en la traducción fran-cesa (25) de este postfacio (26)1, ..algunos escritores .no agrupados" (27) que convierten a la teoría ricar-diana en <<arrrla ofensiva contra el capitalismo". EnAlerF¡€ia, co*tirni*fu,.*'el pr@c¡rroree4e Ia so-ciedad alemana excluía todo proceso original de la eco-nomía burguesa, pero no de su crítica: aber nicht de-ren-Kritikr>.

Y añade: '<<En tanto que semejante crítica repre-senta a una clase en generalr¡ -sslvsit eine solche Kri-tik überhaupt eíne Klas se yertritt- ..sólo puede re-presentar a la que tiene por misión histórica revolu-cionar el modo de producción capitalista y, finalmen-te, abolir las clases: el proletáriadorr.

Lo que Marx señalaba de modo irónico en el Post-facio de 1867 -pero atención: en é1, la ironía es elmodo mismo de lo oportuno y la forma misma de sub-rayar o acentuar-, lo que señalaba como el rtarratur,el .,se cuenta>>, el berichtet que repiten los Berichters-tatter, el relato de relatos, es lo que, en el PostfaciodLa&73, -qe manifiesta cem+la eritbe.-

Pero no se trata en absoluto de lo que Hegel decía,para, por otra parte, echarse atrás, en las Leccionessobre la filasofía de lo historia: ,,la historia crítica",donde <<no se da la historia misma, sino una historiade la historia, una apreciación de las narraciones his-

(24\ Fechado el 24 de enero de 1873.(25) Fechado el 28 de abril de 1875.(26) El texto alem¡án dice solamente: (La

do sirve excBpcional¡nente de arma...>.(27', Se tratá de Th. Hodgskin, de \tr.

T. R. Edmons.

teoría de Ricar-

Thompson, cle

(20) ..mit... Machtvollkommenheit-.. zur Erforschung derWahrheit ausfrüstet>.

(21) Sachs-Villatte, p. 159.(22) Id., p. 790.(23) Ensayos de língüísttca generat, ed. Losada.

26 27

Page 12: la crítica del lenguaje y su economía

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tóricas y una indagación sobre su autenticidad y su cre-dibilidad". Esa historia crítíca es justamente la deAugustirr Thierry en sus Consideraciones: es Ia refle-xión metodológica del historiador.

En la Kritik se trata de algo distinto: del campo o-más literalmente en Marx, del proceso que consideralos "fragmentos narrativoso y los desarticula, volviéndolos a articular en otro nivel.

Ahí tenernos dos breves relatos, dos "historietas>>que al mismo tiempo son, en sentido spinozista, fro-rracíones rnentales:

<<Durante una semaná, un hombre está ocupado enproducir un objeto necesario para la vida... y el queIe da otro a cambio sólo puede considerar justamentelo que le es equivalente, calculando Io que le ha cos-tado exactarnerrte el mismo trabajo y el mismo tiem-po" (28).

(Libro I, capítulo I)

"El dinero se ha convertido en el destructor de to'das las cosas" (29).

(Libro I, capítulo II I)

Lo que discurre entre estos dos "fragrnentos narra-tivos> es una cierta transformación de las relaciones,un determinado (proceso estmctural'r, un catnbio es-tructural o, en térrninos ebónómicos, en los enunciadosde Marx, urt Formwechsel, utl. cambio de forma querealiza la transición del capítulo I al capítulo III delLibro Primero. No es una historia crítica, sino unacrítica de ,rla economía, lo que relaciona estos fro*mentos narrativos, desprendiéndolos de su contexto.PodrÍarnos dedicarnos a construir el proceso del quese ocupa El capital, poniendo al descubierto la trama

(28) Es el autor anónimo de. Somé Thowhts onr.est of Tnoney, predecesor de ádam Srníth.

(22) Boisguillebert, Dissertation sur la nature des

28

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richesses,

que relaciona sus ..referencias>: éstas no son adornosretóricos o eruditos, sino los fragrcentes referencíalesque dan testimonio de que el proceso a la vez está ar_ticulado y enmascarado de ese modo.

4

Así pues, algo recorre la evoiución del pensamientofilosófico,occidental, de platón a Lenin, como sn im-pensado enigmático y central a la vez, que señalan Iae'_*?-te}f a o Iá Ari!7¡oc; , Ia n^crratio spinozistzi y IaErziilútmg hegeliana, el narratur o el berichtet de Marxy el rasskaz de los Cuadernos leninistas. pero ese algonD es del mismo orden que el objeto de las reflexionesa las que se dedica la filosofía analítica anglqsajonadesde hace varios años. Desde hace cerca de ocho añoshay una .¿Filosofía analítica de la historiao, editada enlas Carnbridge University Press; este Iugar cambrid-giano tiene su significación, que conecta este plantea_miento con la tradición de Wittgenstein. Su capítulocentral versa sobre las .,frases narrativas>r: Narrativesentenc.es

Queda, que el probiema qlre se aborda conveniente-mente es el de una epistemología del método histórico,incluyendo la .,indagación narrativar', Ia .,narrative in-quiry> (30). Parte y se construye sobre el terreno des-cubierfo por tas C*nstderaeíaee.s elé Aggrrstirr Thierr5r,al igual que la propia epistemología sobre la simplemetodología.

Pero la cuestiórr, completamente distinta, siguesiendo enteramente la de una crítica de la prod.ucciónde la historia orealrr, a través de la función narratíuantísma. Lo que determina una, postura diferente.

Es la cuestión que se nos plantea sin rodeos, comoaparte de Ia <cuestión filosófica>>, a trarvés de ese clis_

- . (30) V. H. DL4y, "Ott the nature and role of narrative in

Irrstorrography>, History and Theory, 2, 197f, p. 170,

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curso excéntrico y salvaje, por decirlo así, que recorrelas Observaciones de Mably,las fornadas de Mayo enJarkov de Lenin y ese ensayo singular y eminenternen-te político -tan poco "especulaliysp.- que es elopúsculo de Lieb.knecht titulado Die Entse Depesclze,oder wie Kriegc gemacht tuerden, doncle se analiza el<<texto de la narración¡¡ -fi¿y Text der ErZiihlung_ oel ..irrforme oficialo (offiaielte Bericht) del famoso des-pacho.

..que contaba (erzdhlte) la ofensa hecha a Be-nedetti por el rey de Prusia";<y que originó- (herbeiführte) la g$erra frase+.alcmanao.

Donde se afirma que

"lo que narra> (un paseo)va a ser

.,lo que origina" (una guerra),Además, algo <<actúa" (wirkt) en esta Erziihlung o en

este Bericht, que está vinculado a una operación queel propio Eismarck, en sus entrevistas con MoritzEusch, describe conlo una <(condensacióno: el relatoIra sido erdichtet. Esta, Erdichtung narrativa del deseocle guerra funciona corno una Verdichtung freudianadel deseo, en el sueño narrado y manifestad-o por lahistoria rea.l.

Pero abandonemos el terueno que Ie costó a Liebk-necht -Liebknecht padre, Wilhelrn- ir a la cárcel.,Abandonemos este terreno que le-e@-el hijo esta vez, Karl, Karl Liebknecht- ser lincha-do por oficiales de Ia guardia de corps prenazis, juntoa Rosa Luxemburgo. Ese terreno es el que, más cla-ramente que nunca, más francamente aún que en lostiempos analizados por Agustín Thierry, ..cada clasesocial manifestaba su sistema narrativor, (31).

Hay que precisar los objetivos y deshacer ciertosdisparates risibles, que muestran Ia lamentable inepti-

(31) Théórie dot récít., p. 1ó.

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tud de sus autores para percibir eI objeto y el procesoanalizados. No se trata en absoluto de ..e*piica, eIfascismo por medio de las palabr?s)rr o de ,,¡iresentaruna historia del fascisi-no a partir de las paú.bras, d.e"ilustrar Ia tesis según ra cual las palabras son rasque hacen la historia,r. Los ideólogos que repiten tanmachaconamente este tipo de formulacioneJ, tar'vezhan leído demasiado, o demasiado mar reíd,o; un cé-lebre libro que se ilama Les mots (Los palabras). Encualquier caso, no han enteadido nada_ de la cuestiónque se plantea a partir de é1.

_ , En. ¡e+lid+rl, m se Érata err absetrrrto dalm ..pala_bras", sino de los ..lenguajes>, de los lenguajes querefieren sus pbjetos (o sus acciones); .s deiir,"de len_guajes o evtunciados narrativos, de narracíones en eIsentido simple y muy concreto que Spin oza ya daba aeste térrnino. fncluyendo en ellas las ..narr.lior", ,ru^_turae mentales", las ,rnarraciones ntenta[es de la na_turalelz>>, o las .,ficciones de la naturaleza en el pen-samiento'r, más corrientemente designadas corr el tér_mino de ..ideasrr: las ..ideaso entendidas como narra_ciones abreviadas o secundarias.

ASí es como hay que tornar eI material que !a pe_sadilla de Ia historia nos ha dejado: pc,

"jJ*plo, en

las entreguerra_s alemana e italianaSecuencias narrativas alternándose rlnas en rela_

ción a ,otras y constitu5rendo contextos, o <<fuera_de_textos> entre sí- y desde luega-e+qffido todo'fo"vividoo indecible e incognoscible (sea Io que sea Ioque piensen los ideólogos en sentido contrari-o, que aúninterpretan todo en los términos de la vieja fenome-nología).

En esas secuencias nar:rativas., tomadas literalmentey, por decirlo así, materialmente -en su ma.teriarid.ad.literal, en su ..corporeicladrr, que dirían los estoicos_se trata de ver dibujarse y construirse Ia economía,es decir, los modos de producción y distribu.iOn_ nr*..economía)> es Ia que hará ..Ias fofmas mucho más

31

Page 14: la crítica del lenguaje y su economía

complejas y más ricas de contenido" (32), para decirlocon palabras del Prefacio de 1867.

De ese modo, lo que podemos llamar ,rel enuncia-do totalítario primítivorr, el primer enunciado políticoque contiene el adjetivo totalitario en lengua italia-na, r1o es sino, en el discurso pronunciado por Mus-solini en el teatro del Augusteo en la noche del 22 dejunio de 7925, un fragmento narrativo destinado aENCUBRIR UN CRIMEN DE LA POLICIA, de la policía paralela de los camisas negras: ese crimen es elasesinato de Matteotti, el 1O de junio de 1924. Entreei E de enero y el 22 de junio, los fragmentos narra-tivos se siguen de este modo:

"Si el fascismo es una asociación de malhe-chores, yo soy el jefe de esa asociación de mal-hechores"

Discurso del 3 d.e enero,

Todo lo que sucedió entre el 3 d.e enero y el22 de ju-nio está en ese enunciado y en éste, f €rr Ia recíprocarelación entre ellos:

"Aún más: lo que se ha llamado nuestra feroz vo-Iuntad totalitaria, prosegüirá su acción con rnucha ma-yor fuerzao"

Discurso en el Augusteo.

I-o que nos interesa de estos enunciados no €s,desde luego, lo "vivido" de Benito Mussolini, del quepodernos desinteresarnos sirr mayor ¡Érdi*a, sine, Iamanera en que la producción de este sintagma heroi-cómico-va a inaugurar un proceso de distribución de laque una de sus etapas será, con la entfada en escenadel filósofo neohegeliano- Ge,ntile, la producción co-rrelativa de un sintagma más activo: el Stato totalita-rio. En el que acttra, desde lejos e indirectarnente, la

resonancia de' ún boncepto hegeliano perfectamenteexplícito: la Totalidad del Estado, die Totalit¿it desStaates. Efectivamenfe, lVlussolini Ie dectarará a-CarlSchmitt, el doctrinarió alemán del <Estado total>:Ich bin Hegelianer,,.

De manera análoga, el sintagma del <<Tercer Reich"-Das Drit te Reich-, en Moeller van der Bruck, re-coge en'una breve <narración mental)> ttna serie deproposiciones narrativas > :

"La revolución alemana no ha (llegado) a su fino.(ist nich zu Ende)

I acabar I..Debemos | | la

t lI ganar I

Revolución alemana'r. :

-y además-:.<Las experiencias revolucionarias son un rodeon..<Se trata de domeñar de manera conservadora elmovimiento de la Revolución,,.Pues para eI fundador del movimiento Joven-Con-servador,

"La Revolución nace de la traiciónr',mientras que:

<El Estado es la Conservación>.Se presiente lo que será <el Estado" de esta <<Revo-

lución alemana', para Ia cual, Lo que es revolucionario hoy será conservador ma-ñana>.

Pues

"el Conservador... sabe simplemente que el mundoserá siempre tal como es>>.Del mismo modo, es posible abordar el análisis de

lo que el Joven-Conservador Ernst Fortshoff señalaráen 1933 como Estado total, Der totale'Staat, esa tra-ducción alemana del Stato totalítario mussoliniano'ygentiliano, realizada ya' en 1931 por su amo Carl Sch-mjtt. Lo que se refiere a la fórmula o .,idea', de Estadototal, Io recoge Forsthoff en una breve y temible na-

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.rr"iOrr Es gibt wiede'r Parias itt Eut opa (..Vuelve ahaber parias en Europa>).

Durante los mismos años, en el polo opuesto del<Movimiento nacional)>, que englobaba a toda la ex-trema, derecha alemana, en su polo nacional-bolchevi-que, Ernst Jünger encierra todo Io que sucedió entreel estallido de la guerra mundial y los primeros añostreinta en la narración de la Movilización total, de latotale Mobilmachung.

EI discurso hitleriano, la <<nueva leng.rao, cuyo in-ventor se cree Goebbels, no es sino lo que se tramaen el espacio que se extiende de urupolo a-oke&e*Éecampo, nos hace entrar de manera concreta en lacuestión fundamental: la de la aceptaciórr, die' Annah-nte, decía Rauchning, aquel otro Joven-Conservador,Más precisamente: en la cuestión de la aceptabilidad.

No voy a entretenerme sobre una interrogaciónque, a mi juicio, es menor: la de saber si hay o no <(tlnadiferencia real', entre el discurso de la democracia li-beral -a partir de Spinoza, Locke y Rousr"ur- y eldel Stato totalitario o del totale' Staat de Gentile y CarlSchmitt, de Mussolini y Ffitler, y sobre si hay <<tlnadiferencia real' en el ..funcionamiento> de unos yotros... En nuestros días, únicamente los ideólogos másdeformados por Ia práctica de la ilusión especulativapueden infravalorar este ordén de diferencia. Su des-dichado desconocimiento, introducido en su época enel K. P. D. y eJ rnovirrrientcr-úrero por t* H'aa,€le-I iENeumann (sin duda, directamente dictada por Stalin),la procurada confusión entre el Estado social-demó-crata de Weimar, señalado como "social-fascista>> yel futuro Estado total hitleriano; tal desconocimien-to y confusión. han tenido consecuencias demasiadopatentes y temibles para que no sea necesario volversobre ellas. Toda vez que dichos ideólogos no tienerrla excusa de contar/o desde el fondo de Ia pesadilla deIa historia, ahora. Desde entonces, han debido apren-

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der y medir Ia diferencia entre Ios cafés de Weimar ylos campos hitlerianos.

Por eI contrario, la cuestión de la aceptabilídad'nascoloca en la operación misma que dará el poder y laviolencia de Estado, Ia Staatsgewalt, a Adolf Hitler,desafiando todas las previsiones que se podían cons-truir desde 1847-1848 a partir de la relación observa-da pbr Marx entre el ciclo industrial y las crisis eco-nómicas, por una parte, y el incremento de la luchade clases y del movimiento proletario, por otra. ¿Quées lo que desbarata esta precisión racional y cientÍficade Marx, primer teórico de los ciclos sconfrnicos?-Teda una operación en el terreno de los lenguajes, en iacombinatoria de los .,informes ideológicosr', en su to-pografía y sus oreglas cartográficasr>, contribuirá ahacer aceptables el discurso y la práctica de los hit-lerianos, y a entregar a las masas alemanas a Ia ser-vidumbre de un Estado total, cuyos méritos pondera-ba Carl Schmitt, desde noviembre de 1932, a los Se-ñores de la <Unión a Io largo": "la Unión para laConservación de los Intereses económicos en Renaniay Westfalia". ¿ través de este proceso en la .puesta enaceptabilidad de los informes hitlerianos, la lucha declases "¡e invertir sus efectos bruscamente, en el mo-rnento rnás favorable para la realización de las previ-siones marxistas.

Pero en lo sucesivo, el proceso de aceptabilidad setraslada a otro terreno, al de la experiencia económi-ca. En Ios prÍmer-os años treirrta, Ios informes de ex-pertos, los Berichte, que se emiten y distribuyen, soninnumerables. Lo paradójico de la situación final ra-dica en esté: el hombre que en 1932 enuncia "Prin-cipios', en violenta oposición con toda política de gran-des obras púb.licas, el doctor Schatf ese mismo ..<ex-perto>>, Ias realiza a partir de 1934 (en principio). Peroa través de una serie de turnos en la enunciación yen la práctica:

(l) EI entrneiado rrrisrr¡o de los eprincipios" del

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Usuario
Nota adhesiva
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aflo 1932 le permiie cornbatir y hacer detener al quesostenía en el mismo momento esta política: Gereke,el hombre contra el qtre estaban coaligados precisa-mente los grandes intereses del. Ruhr y los grupos depresión del Gran Capital en el círculo del Fresidentedel Reich, Hindenburg.

(2) AI programa de .,creación de trabajo,, enlazadocon la realización de grandes trabajos de mejora eco-nómica, exigido primeramente por los sindicatos, lesustituye discretamente, desde comienzos de mayo delaño 1933, un programa de rearme clandqstino, quetendrá por osede úe aet1>taeiólr> -fgtlalmerrte éIan.destina- a una empiesa fantasma, testaferro de los

*cuatro grandes de la gran industria privada: la Metall--forschung Gesellschaft", lugar de emisión y de acep-tación de los bonos Mefo.

(3) El carácter <<secretoo del rearme, impuésto porIas cláusulas del tratado de versalles, permite igual-mente mantener en secreto esa sustitución de lo mili-tar a.Io social, con miras a la Movilización total, yevitar a la vez las consecuencias inflacionistas deaquella hiperproducción sin el correspondiente refuer-zo d.e la ..demanda realr, (Keynes) o del <(consumo quepaga>> (Marx).

Esa condensación del .,secreto> o del mensaje enlos sucesivos enunciados de Schach.t, no hace sino des-plegar en el tiempo la Erdichtung del informe bis-marckiano, como tramlxl lingttrstiba par* I.a histeriareaI.

Pocos campos de anáIisis dejan aparecer mejoren sus mecanismos y repliegues, los ..movimientos con-tradictoriosr> por los que los enunciados económicosson atraídos y arrastrados a una economía de losenunciados- Pero con ellos se pone en movimiento todoel campo de los enunciados o de los informes ideoló-gicos, pues los niveles de éstos entran en correspon-dencia múltiple con los nivel,es &. aqtélles-

, La cuestión, pues, no r'eside simplemente en saber

si los enunciados de Schacht, el hombre de Hitler, so.nmás "falsos> €lue ],os de Gereke, eI hombre cte SehFei.cher, o los del socialdemócrata Woytinski, o de Foga-rasi, portavoz ecortómico del Komitern y del K. p. D.Efectivamente, en este caso la crítica de la ,rÍazórrnarrativa>> se transforma en crítica de una econorttíade las <<narrocioltes>>.

La lucha de clases está completamente entretejidaen y por lenguajes, incluidos los lenguajes duros de IaWarenspráche, de la olengua de las mLrcancías>; so-bre esÉe -terr-eee pttede dejar al, rlesffibierÉe¡ s$s¡-cFe-raciones con riguroso detalle. En la relación internapor medio de la cual se articulan la base real y etproceso de aceptacíón.

Pues, como hemos visto, para Spinaza rtna <<narra-ción', puede califícarse cle verdadera o falsa, y tam-bien, como si existiera un tercer ..valor lógicorr, fictí-cía, a! igtral que existe la idea vera., la idea falsa y laidea ficta, plresto que las ideas <(no son sino narracio-nes mentales d-e una naturaleza>> (Ideae enim nihilaliud sunt, q¿tarar narraticnes naturae rnentales).

Y como lo ..verdadero> y lo "falso)> son esos ..Prin-cipios d.e filosofía' por excelencia, eü€ dan su propiotít¡Co al libro (al único libro) que Spincza publicóen vida, se puede habJar cle una ,.razórt narrativa>>, sia la palabra "razón> se le da el sentido definido porla Crítica kantiana: "facultad que nos proporcionalos principios del conocimiento>, que nos los ,,cla enla mano', (33). El concepto de ra<óm narrativa señalaperfectamente que se trata de un proceso de conoci-miento.

Pero este conceptc de urazón narrativa", definido

. 133> - <Nt¡rr-fst,Verriunft das Verrrxigerr; welehes die prin-zip.ien der Erkenntlis a priori an die Han¿ gibt>> (Kritik derreinen Vernunft, Einleitung, VII).

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como <sistema de operaciones Iímite en las reglas delpensamiento, vinculad,o con la producción misma deIa sinrazón, en la narración de la histor:iar, (34), sóloes un concepto irónico; no es sino una transición ouna primera aproximación en eI descubrimiento deun proceso de conocimiento indicado por los términosde ,rrazón narrativa>> y sometido a condiciones de.pro_ducción (y d. intercambio). se trata de un conocim.ien-to producido -y ahí está la ironía de Ia historia_,producido a pesar suyo o a sus espald,as, por ello, elconcepto de razón narrativa no es sino una aproxima_ción hacia el camino que crrn4gee *-g+g eÉf¿crÍ é:e.I+¡economía narrativa.. una crítica del proceso d.e pro_ducción de un conocimiento, narrativ'o o histórico.

El hecho de que a primera vista deba practicarseen una experiencia histórica muy concreta, ésa en laque la lengua crítica de Kant, Hegel y Marx se halisto puesta a prueba, provisionalmente volatizada ydestruida en la experiencia <<total> y absorutamentenegativa de la lengua nazi, pertenece a las más pro_fundas artimañas de la ironia de Ia historia.

Esa crítica de Ia """r:*;

lrr.urrrru encierra nece-sariamente, como disciplinas que han de constituirse,una sociología de los lenguaies y una semá.ntíca de lahistoria. La primera, como ciencia ernpírica, debe en-lazar eI campo y Ia enrisiún de Ios lerrgira3jes con eIcampo de los grupos sr¡ciales y, más fundamentalmen_te, de las clases sociales en rucha o en guerra decra-rada.: lenguajes del poder, de la violencia; esos cuvavirulencia del objeto afecta a Io que Bataille asignaúaal colegio de sociologÍa. La segunda, como disciptinateórica o, cuando menos, como rigurosa problemá_tica teórica, debe determinar las relaciones entre losniveles que conectan la producción del sentido con Ia

38

(34) L. T., p. 4.

39

.,sintaxisideológica,, (con Ia prosodia política) de losdiscursqs, y con la articulación de los gnrpos y delas clases; con su Gtie'úerung, en el sentido que le daMarx en la Ideología alemana, en el sentido en queIa entiende Humboldt en su concepción prechomskya_na de Ia gramática filosófica y de la ocréatividado dellenguaje.

Pero no se confunde con la constitución, colecti_va y progresiva, de tales disciplinas como ..cienciasrigurosas,o. Y volvemos a la preguntá: ¿eué es una

telectual en que nos encontramos, un efecto, por de_cirlo así, acumulativo?

La primera Crítica -"Kritik' der reinem Ver-nunft'r- se conecta históricamente con el grandiosoacontecimiento de la revolución científica occidental

la Introducción a la primera edición de 'esta crítica(cuya segunda edición atenuará su virulencia teóricaen vísperas'de la Revolución Francesa).

L+s$rnda Crítíe -uK-i#* der potíttschen tjkono-n'7i¿rs- enlaza con el hecho aún más brutal de Ia revo_Iución industrial inglesa, primero occidental y en se_guida mundial, a través de las peripecias espasmódicasdel ciclo económico y del imperialismo, percibidas de

proces+ histórieo como- nircdustrtele Revotutierr>. Lasprimera,s palabras de esta Crítica en su forma plena,

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en EI capital, Ie señalan corno objeto el mundo d.eproducción, Ia Produktiotxsweise de la sociedad capi-talista. Evidentemenúe, esta segunda Crítica, la deMarx, no puede considerarse como una ..vuelta a Kant>por encima de la dialéctica hegeliana (a Ia manera de

Lo que ocurre bajo nuestros ojos, eI proceso quenos envuelve y del que tenemos qrre dar-no, ..r-rrá,es el efecto acumulativo de estas dos revoluciones. Larevolución industrial del siglo xvrlr es un hecho eco-nómicamente masivo, pero aún no se'relaciona sinode manera secundaria con las técnicas ya virtualmen-te ingcritas en la revolución científica de su tiempo.El proceso que nos arrastra., cuyos efectos experimen_tarnos a cada instante, hace de los dos camp os unosolo; la consecuencia más inmediata es Ia unfoicación

quien crea la historia universal>r. pero el campo mun-dial de las versiones se constituye pcr la fusióo de Iare-¿olución científica y de Ia revolución industrial.

Este campo ha propagado en todas direcciones los"movimientos contradictorios> de la ideología y desus narracionei. La primera consecuencia de esta ace-leración ideológica y de sus conexiones ha. sido elmonstruo del nazismo como Revolución conservadora.

40

día romper (35), y que enlazaba solidariamente el mo-vimiento misme de, Ia CrÍtica¡ en el mismo rnomento,se envolvÍa sobre ella misma o se anudaba singular-mente en la concentración de todos los poderes en lasmanos de uno solo, denunciada por el testamento deLenin y que conducía a un proceso de tipo ,rculturalr:digno de una sociología sagrada a Io Bataille. Lanarración que se escribía en la .Historia del partidobolchevique, del partido de Ia Revolución, se sometíaa una indefinida senie de reescrituras y refundicionesde las versiones earrativas* direetamente ligaéae-a*ritmo de las ejecuciones que castigaban a los pionerosde Ia Revolución de Octubre.

En el campo mundial de la revolución científica ytecnológica,. en el campo de lo que Karel Teige enFraga y Wilhelm Reich en Viena y Berlín llamaban almismo tiernpo Ia REVOLUCION CULTUR.AL, en esecampo, que también es el que han poclido invadir loque Marx llamaba las .rrevoluciones retrógrad¿srr, lasrevoluciones del poder ejectttivo, de la violencia eje-cutiva, de la Regierungsgewalt, pienso que Ia CrÍticade la. razórt narrativa y de Ia economía narrativa pasanahora por una crítica de la razón narrativa y de laeconomía narrativa. fguabnente pienso que esta con-sideración explícita de la narración no es simplementeun efecto de ironía spinozista.

A esa economía rrarrativa le corresponde igualgen"te Ia economía (y .I desatino) de la ficción: en el.intervalo oscilan entre la idea falsa y la idea verdad_era.

De modo muy extraño, el 24 de febrero de 1968, alfinal de un planteamiento admirable claramente to-maba partido por Lenin en contra del empiriocriti-cismo de Bogdanov, Louis Althusser. afirmab a que ulanoción de verdad... es salamente una noción ideo-lógiea".

Este enunciado se remitía, casi palabra por pala-

(35) "Die internationale Solidaritát des proletariats haben

lvir zerbrcchgn>, Hitler, 13 cle septiembre de 1933.

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j ' , ¡'!: fir i bra, aI que Lenin reprochaba precisamente a Bogda-

nov: la verdad es uttt fornta ideológica (istina estideolo gis t cheskaia f orma,, (36).

Pero, replicaba Lenin, "si la verdad es sól.o :urraforma ideológica, no puede haber verdad independien-te'del sujeto y de Ia humanidad, pues, al igual queBogdanov, no conocemos otra ideología que la ideolo-gía hurnana... Ya no puede haber verdad indepen-diente de la humanidad, tanto como no puede haberverdad objetiva".

Sobre esta contradicción es sobre la que pre-guntarnos a Althusser.

Pues la Crítica --o si se prefiere este término: Iafilosofía- no puede contentarse con ser el relato delos procesos productivos y de la producción d.e re-latos. Tiene qlle constituir esa puesto e.rL relación delos fragrnentos narrativos, dentro del campo misino deesas relaciones y de esos movimientos, del que no pue-de despegarse para remontarlos; tiene igualmente queconocer y narrar "lo que hay de verdad en ellor.

Sociedad francesa de filosofía.

24 d" febrero de 1973.

i r i I

i+

42

(36) Materialism i empiriocrititsism, Moskva, 1967, p. 107.

43

II. LA ACEPTABILIDAD

"La relación social y... gobernar es una ficción" (Ma.

. llarmé, SauueSalde, mayo d. lg?5:)

_ . .: ,

"EI lenguaje se le revela como el instrume'to de laficción" (Mallarmé, Notas de lg69).

I

La historia, esa palabra de Herodoto, y lo que Iecorresponde, quizá se asemeje a un mecanismo com_parable -si se guiere- a una sala donde uno se di-rigiera a Ios auditores de frente y de espaldas a Iavez. Al mismo tiempo, nos dirige sus mensajes de fren-te, sin apartar la vista de nuestros ojos, por decirloasí, y emite mensajes y signos en el momento en queparecía haberse dado ra vuerta. si se ra considera-con-forme.a esta puesta en escena, a esta Darstellung de

del espíritu -ese término de ..|¿¡5tellung>, que in-teresa particularmente á Louis Althusser_, ,i s" quie_

laq€ @ }Iegd elrrel p¡cefrci,o a

re describir gsa puesta en escena de la historia, hayque entrar primero en la paradoja de sus mensajes ytransmisiones.

Page 20: la crítica del lenguaje y su economía

renta años en el pasado: así, Ia historia se habríaparado en 1932; ¿seguiría siendo el año 33 durante al-gunos meses todavía nuestra ,rhistoria>. Entonces, latarea de la ciencia histórica consistiría en franquearel muro que separa al año 32 del 33. por casualidad,resulta que ése también es exactamente mi proyecto.

2

Desde hace algunos años, mi. proyecto era abordarprecisamente aquéI por un aspecto muy sencillo, eIde una teoría del Estado. creía saber que ,entre lasdoctrinas del Estado llamado <totalitario,r, por unaparte, ¡r la ..f61alidad del Estado>>, coflsiCerado en elsentido de la Filosofía del Derecho de Hegel, por otra,había al menos cierta homología. Sobre el telón. defonCo de ias dos crisis económicas: la de Ios años 3Oy la de 1,817, a-nalizada por Sismondi y evocada porFdegel en los 245-246 de su philosophie d.es Rechts.--Frres corrientemente se admite, y con Íazón, que laconquista. del Estado por los nazis está ligada a IaGran Depresión. Evidencia patente, pero o,ue no d.is_pensa de ahondar más en su mecanismo.

Ahora bien, la entrada misma en eI dominio recrt_bierto por esas palabras -oEstado totalitario>_ meha hecho darme cuenta de un cierto número de contra-dicionesyparadojas: ' :)

- Prirrrera paradoja: el "Estado totalitariorr, esafórmula hecha de una aliarrza de palabras, es, en len-gua francesa, :una, traducción; no una traducción delalemiin, como podría esperarse, sino de la Iengua deIa que los iranceses no esperan la proveniencia de latragedia política, de Ia lengua italiana. La cle Musso_Iini y de Gentile, y de su S/¿fo totalitario.

Segzrnda paradoja: en lengua alernana;, las pa_labras totatitiire staat también son una tradu-cción de

44'

Ia lengua política del fasson rechazadas por losnazi. por ejemplo, por Wpolicía que redactó las leremberg.

--Tercera paradoja: Ia versión alemana propiamente

dicha, o <<autóctona>, de la ideología totalitaria se cen-tra alrededor de la fórmula del t-otare staat,-7er .,85-tado total". pero esa fórrnula se prod.uce, se forja o sesella, cGmo se ha.dich_o, no por los propios nazis, sinopo=r qrensajeros situados en su -p.rl¡rrL, p*r* dr*rto.como Goebbel3. En primer lugar, por CarI Schmitt,:: discípulos y amigos: Ernst Forthoff, Ernst Ru-dolf Huber, Gerhard étinther, Ernst Krieck (cuya pa_radójica influencia sobre Martin Heidegger p,rla" a"=]gstrarse). Todos se refieren a la fOrmula ae ta totalelVlobilmachung, desarrollada por E.¡lSt Jünge, en 1930y 1932.

cuarra paradoja: mienirás eué éi siato Toraíiíario_es Ia consigna oficial de Mussolini y de su prtu¿o, eitotale staat se acepta una sola vez _-el3 de octubrede 1933- por eI propio Hitler, y luego los ideOlogosoficiales lo rechazan directamente: Rosenberg (eI gde enero de l934),_Freisler (eI 12 de enero), eI futuroPreside'te del <.Tribunal del pueblo,, q,r" .árL nara a

io de 1944. i:ía esperarse eneontEtF r.ulAtidad política, se asiste más

ticosqueinrroducenr,ro.rril:::::":T;:;'3:ít;r#::estados de la lengua politi.u.

3

Una especie de giro (que no calificaré de coperni-canolse apodera'entonces de todos los datos.-eíoro-blema ya no estriba en recomponer el ..cuaclro' doc_

'E

Page 21: la crítica del lenguaje y su economía

j ri ¡ ; l

(1)' Cf. "Proleso_mena to an ApologyT h e M_o ni sr, . -t 90ó. - y_ é; - p ió c.- Árá'.' í" o ¿.ton; Vff, 1868, p. 295.

46

!r

f_or Pragmáticismo,Arts and Scf., Bos-

de hombros (...) o se hiciera ilusionesoptimista de que las cosas están lejos

con la ideade ir tan

te fabufa"de ti se

mal (...), me vería obligado a espetarle:. d.enarratur!, Ueber diclz wird hier berichtet!,habla aquí - aquí se cuenta de ti>.

4

Pero el proceso de estas <(narraciones ideológicas,no es simplemente lo q.ue enuncía la acción referida:también es Io que produce la acción que se está for-masdo- G-'=rc Emitmrrxe+. respeetu a Ib qtre Ik;á;el efecto de narración, a ,".ordu. tres eiploru.iorr",que, brevemente y como a sus espaldas,

"l .orr..aurr.

La de Michelet, eue parece anticiparse en ciertosdesarrollos a Ia filosofía analítica de Oxford: ..La pa_labra y el acto forman un todo. La afirm".iOn poa.-rosa y enérgica (...) es una creación de actos; ló quedice, Io produce> (Historia de la R.evolu.iorr'prur..-sa, libro VIII, 3).

- La de Mably, sobre la que pasaré rápidamente,

destacando que Ia situación que áescribe ai .omi".rzode sus ,,observaciones sobre ra Historia de F'rancia>es exacta.mente la misma que designa en lengua.grie_ga el verbo ..ir a informaro, con el que la" poéticade Aristóteles 'designa

er acto de ra -nr.rr"iJ.r,

d.elar.a11ál'Lav - F,s ia situación del cazador lluno que

ve a @irn"tF..nf,a-- ** Qg5Ée, de trasmarismas Meótiáas, V áñ, ..rrrrrr"ior"f debíancambiar la faz de las nacionesir.

(2) Erdichtete.

47

Page 22: la crítica del lenguaje y su economía

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tf,.' \r

frl

rnane por Bismarck, por el canciller de hierro Y Sangre, producirá un efecto determinado de La forma: unaErgexbnís der Form, dirá eI propio Bisr*ark, a propósito de su despacho falsificado, del Despacho de Ems,creador de una guerra y de un Imperio, en su .<cali-dad de documentor'.

Estos tres ejernplos tienen por simple objetivo sen-sibilizar la atención a la tentativa que vamos a em-prender ahora: construir, con el material de los len-guajes políticos alemanes durante la República deWeimar hasta el advenimiento hitleriano, un modelodel ef ecto de rcarcación w la historia

5

. Pero la sorpresa que guardaba la reconstitucióndg ggtas .,narraciones totalitarias> es que dibujan unaeonfiguración muy determinada: el conjunto de len-gu-ajes que sus mensajeros o sus narradores llamanpl

"Movimiento nacionalo, el nationale Bewegung, o

|a $gosición nacional (la nationale Oppositicn). Con-juntg gue inscribe de antemano en el terreno histó-i-ico, nayrándole cqn anticipación, la ..Revolución na-pion4|3 en la versión exotérica,.o en versión esotérica,

Lg .:&gy€lución conservadora>: die Konservatiye Revo-lution. Las regiones mismas de este conjunto definenlos lugares en que se prodncen- las primeras- <propcsiciones narrativas>, para decirlo corno Shaurnjan, que'a

la vez incluyen el totale Staat y la konseruatit¡e Re-volution..

En ese sistema de lenguajes' --como

enunciados

,del "Movimiento nacional en su conjunto", del gesa?n-le nationale Bewegung- los términos se enlazan porrelaciones de oposición, ([ü€ operan como le-yes decomposición en una estructura algebraica.

. Así: lenguajes Joven-Conservadores frente a len-guajes Nacionpl-Revolucionarios, lenguajes Bünúísche

48

deldeal

Movimiento de las Juvent-udes frente a lenguajes

Los VóIkische tacistas y antisemitas; esto en crranto

los polos ideológicos fuúdamentales.

De ese modo, en la Alemania del Noroeste, Campo

contra Ciudad. (Landvolkbewebung de tipo poujadis-

ta, frente al grupo ..hanseático" del D' H' V', de la

poderosa Asociacióq de Empleados de comercio na-

cional-alemanes). O- lenguajes vinculados a los gru-

pos de los ..jóvenes oficiales> de la Reichswehr, frente

u to, Antiguos combatientes (Tat-Kreis contra sta'hl'

helrn); esto en clranto a los lenguajes ideológic-os más

representativos de las clases medias, alrededor de 195O.

Digamos a continuación, sin poderlo ahora mos-

trar dltalladamente, que cada uno de esos movimien-

ros portadores de ideología fue, en su momento y en

su plpel, más fuerte, más importante estratégicamen-

t", Lá, <<ármado>>, o más numerosos, 9u9 el movimien-

to hitleriano.Los elementos de estos lenguajes funcionan como

inuersos, o ..cuasi-inversoso, en llrl todo que se com-

pone a sí mismo, como puede hacerlo un grupo al-

gebraico.

49

Page 23: la crítica del lenguaje y su economía

sorbente. Lo que supone una transformación de Iaestructlrra, rln ..cambio estructural>_De ese modo, se pue

hace pasar aI elemenio I.se encuentra en los añoibruscamente a comienzosvólkischtao (3), escribe Run movimiento revolucionano extremista con motiva_ciones nacionales>; <(er \M:te zu einer radikal_r:evolutionaien Motiven geworde

Rauschning mismo, colde acento ..joven_conservÍa la ruz de Ia lógica el terón de fondo de Ia ideologíanacional-socialistao (tr- fr., p. 6Z). y rnuestra, en elintervalo que separa los

"it.",-o, ..diametralmente

opuestos del Movimiento nacionalrr,.córno Flitler, ele_rnento fundamentar vóIkischta, es decir, racista anti-semita, se introducirá como elernento -A"

¿^.didaoentre los elementos- <.nacionalesr, (o .orr"...r^dores)y los elementos <.revolu.io.r..ior' de Ia Derecha ale_mana.

EI mismo intuye, por momentos, Ia función de loslenguajes- Tratanáo á. a...riUi, l" que llama <(pro_ceso de transformación en eI aparato del partido,,, Ioen aceptación del nuevoAnnahtne der neLte,n uóI_

in af,_, V- 9É.Í- Ese'pr-ocesotnLe, es nuestro problema

rno_para ..er puebro de r^ ril:r";¿',:."Ji?fJr,:t"1]1H;I a respuesta a esa cues

por eI descubrimiento de unde un proceso de transfornvoluntad política se camuf

,."t:)*-"Fl:f f R:9"il3,'j;'H;f,yfi ,H33,":á:a,H=.iál-'iü?i:50

51

Pero <{es subyacente a una transformabión sustancial"(unter liegt einer subtantiellen Aenderung; ibid., pá-gina 96), que actúa por debaio de Ia nueva doctrina,'y de sus enunciados. Ese proyecto subyacente lo des-cribe él mismo en términos de ..círculos de motiva-ciones diametralmente opuestos>>: diarnetra'l entge'gengesetzter Motivkreise. Entre ellos, dice Rauschning,Hitler se presenta corno el único salvador posible, y<sus argumentos se reneitían siempre a repetir que élera el único elernento cle moderación'r, el elemento de<moderación,,, Faktor der Miissigung. Tal es la puestáeñ escera, -A dtrsreff;; t+) t*tfariaro; fa to:pogrffiade sus <<a!:gumentos)>, a nuestro parecer comparablea ese paisaje lunar descrito por Jünger en 1930, cuan-do declaraba necesitar lrrra <(ntteva Topografíarr.

7,

Vernos, pues, dibujarse, col11o un proceso ..subya-

cente>>, la configuración o Ia topogtafia del Movimien-to nacional, o rnejor, pues se despliega en un espaciono mensurable, su topología. Pero se queda incomple:ta si no se la vuelve a situar en el conjunto de enun-ciados de la ideología alernana en 'Weimar. De mane-ra irnplíci1¿ -2 veces rnuy explícita- ese conjunto sedescribe, por los propios locutores, bajo Ia singular€cma-q¡¡e es Fe+u¡¡+- fe+*ra ee f'eeal; sirro dobFádaen herra-dura. Fornto de herraduÉ, Ilufeisenge'stalt.Esa curvatura fonnal del espacio político, cuyos po-los opuestos constitu5zg¡ el N. S. D. A. P. hitleriano yel K. P. D., y el Zentrurn católico precisamente el cen-tro, dibuja el circuito de un oscilador de Hertz. Efec-tivamente, las narraciones ideológicas mismas descri-ben la oscilación, el Schwanken -y la Schwenkung-

(4) ..Seine Arsumente gingen irnmer wieder dahill, Clchal s'dén einzigerr Fáktor des-Mássigurrg dar:zustellen> ( reed.' al.,p, 209).

Page 24: la crítica del lenguaje y su economía

Hegel describe ese rnovimiento que se engendra así mismo, ese movimiento autogenerativo, com.o <(se-mej-ante a lo que ocurre en el ritrno--"rrtre Ia rned.ida-g eI acento>>, cuando ..el ritmo se deriva del centrooscilante>>- Esa prosodia oscilante está realmente errel proceso de los lenguajes ideológicos que constitu_yen nuestro tema.

"Prosodia>> gue act:uatá corrro una trarnpa clel de_:ieo: ¡<conceptos reaccionarios se añaden a una etrro-.:ión revolucionari*;r, dirá WiIheIm Reióh, testigo fun_r"lamental de aquel tiempo.

,8

Tal configuración y proceso subyacentes a la ..su_perficie" de los enunciados ideológicos, los d.etermi-

" (5) peb-gr Qiq.Vgyschiedenheit d.es merc.schti.chert Sprctch_í.ir'rltes, Berlín, 183ó, 10.

:i:l

rrarl a través de ciertas transformaciones. IIay que su-

poner que esas operaciones pueden esclarecerse por

ieferencia a los rnodelos de la lingüística contempo-

rártea, y más particularmente a las gramáticas gene-

rativas de Chomsky, cuyas <<estrttctttras profundas"

constituyen un underlying pfocess, que determina la

estructura superficial de los enunciados efectivos, Por

medio de las reglas de transformación. Al firenos es

la hipótesis que formulamos ahora y que damos

como tal.

Por esta hipótesis entendemos: no se trata en ab-

soluto de apligar -rnecánicannente a los -gtos de la

ideología alemana los métodos de las grarnáticas

chornskyanas, col]ro, por ejemplo, "¿¡aducirt' la colec-

ción entera de los enunciad,rs del Nationale Bewegungg¡ ..árboles> e indicadores sintagmáticos. Ese trata-

rniento ..exhaustivo> sería, por otra parte, completa-

rnente contrario a los rnodelos mismos de la lingüís-

tica chornskyana. Pues para ésta no es un inventario

d.e un corprls finito lo que es esclarecedor, sino la cap-

tación adecuada de su rná.quilta de producír, de su

odevice for producing,,- Dicho de otra 1¡ranera: de la

conrpetencia que confiere al locutor, haciéndole capaz

de producir, con un núrnero finito de elementos, tIrI

número infinito de enunciados.

En este caso, de la rnisrna rlanera, el conjunto de

los enunciados totalitarios no se nos aparece lirnita-

do, sinei¡finito- (Atgmas cadenas auerza'q enlaz'aflas

a las precedentes de manera-bastante bien deterrñi-

nada, se errunciaron el año pasado en Bolivia en cier-

to pronunciamiento.) Pero, sobre todo, lo que cuenta

"" i. (<cornpetencia' que se otorga al portador, que es

independiente de sus cualidades int-electuales, ya se

ilarnl Adolf Hitler o Martin. Heidegger (6). Añadiré

que este modelo tiene la venta.ja de ahorrarnos las

consideraciones sobre ..la inteligenciatt o el ttgenio"

(6) El lrombre- de Ia <,Iengua de Messkirch>'

53

Page 25: la crítica del lenguaje y su economía

de Hitler V {" sef compatible con mi corrvicción, en-ffffi:::

subjetiva p.á-ui"', tu;;;;,;; ",, norabre

,Precisemos solamente un último aspecto. Ahora nose trata necesar"iamente de revela, .rrrl- *slntaxis)) es-pecial y como- sobredete.ñio-d. ... ,.i..'i"o' a Ia sin_taxis narural de Ia l".re"á;I,

* ; ff ;* " q,,or,,,,á,,, -;.T,llÍ;,?i'j"il; Ti: T:::

Ia proso d¡uri?^o:-3:.']:. v Kevser en Ia IingüÍsrica derrnverso",,J:,"fi '::':::,Í::"tHdA,J#::::l',".Jcia) limitad.a a" rrlrigt;;;,,.o fo qtre eada,sueesiónpuede tener uno

-de r"u'-á]"ri.r.o" *ruro;; posibres.La estructura. profu'da ." ;.u.iona con Ia estructurade superficie por medio de tnapping rules, reglas det ran sform ación o, I i t..rl .;;";;*:: ::l -, 7!Íi : ̂cua'do n""r.31r-* "'.'iü:"

";"r- ru*:r;:*aIenguaje de Hiiler"".i;;;;"t"" ,.*iten a reperir su

i;j"'",t*Tlii,)2z;":;1{ *mento a. .'o¿"I;;;observemos eue nos vernos ::"ilJ:fiJ.l;?tfr".a Ia anaÍogía, de lfegel, qr.

"r-r.s enuncia*ár, y sub_brayo la palabra analogir. D.I mismo modo, aclare_mos que el empleo de L anarogt" *.¿"'r;r.r.irr" .simples metáforas,

"rilir"J.Ligrralmenr"p.r"a"rt"rr".-".^ü:_tu"I;*J;:::";rJ;rTsrs: pocas demosrraciones científica; ;;;;áticas,operan sin referirse a ..construexpresarlo como chomsky ;' ;:ffiffii#::-4: p&FrL.

')

Y así tenemos el ce,ntro

;4

Goebbels; cómo se hizo <<aceptable, para la naciónalemana -y además, é1, que se caracterizaba por unatotal indiférencía en rnateria económica (Bullock),córno hizo ,raceptable> una cierta ..solución" de la cri-sis económica ¿lsm¿na- y, por último, lo que haceque Ia cuestión se haga inmensa y monstmosa, cómose hizo ,raceptabler, la "solución finalr', entendiendopor estas palabras el exterminio de millones de hom-bres, rnujeres y ¡iños desamparados?

I-a cue,stién de la aceptación, de la Annahrne apor-ta su postura y su importancia a la investigación teó-rica que intentamos.

El concepto de aceptabilidad está explícito en lateoría lingiiística de Chomsky. En pocas palabras, di-gamos qrle, en último análisis, radica en esa co?npe-tencia por decirlo así subyacente, que deterrnina ocontribuye a deterrninar los distintos resultados delos locutores; es decir, que se apoya en último lugaren la <<grarnaticalidado. En los registros que nos con-ciernen, se trata de construir conceptos; en su regis-tro propio, que se entroncan con los de la acceptabi-lity y de la grantmaticatness en la teoría lingüísticacontemporánea,

Por otra parte; y esto es lo que Ie hace interesante,este concepto está irnplícito en la ,,Teoría general deluso, del interés y del dinero" de Keynes. Digo implí-eiter.pues no figtrra coirrro tal en el fndice de la edi.ción inglesa. Pero, desde luego, actúa en el análisisy en los propios térrninos de Keynes. Veárnoslo: ..Escurioso que el sentido común popular (It is curioushow common sense), en su esfuerzo para escapar aconclusiones absurdas, pueda llegar a preferir los gas-tos sobre fondos de empréstito totaknente inútiles(wholly ..wasteful', fs.-r of loan expenditures) a losgastos parcialrnente inútiles que, al no estar cornple-tamente desprovistos de utilidad, corren el riesgo deser considerados por principios estrictamente comer-

55

Page 26: la crítica del lenguaje y su economía

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qrre no sólo no puede aportar nada a la riqueza real,sino que además origina trabajo inútil"-

Este texto del capítulo X, 5, sobre la propensió¡marginal a consumir, nos da la clave de Ia famosaexperiencia Schacht, gl4e el "sentido cornún) corrfu*..dió tan obstinadamente con Ia experiencia preconi-zada por el propio Keynes.

Efectivamente, en Alemania, Ia producción d.e In_formes de economistas y expertos al comienzo de losaños 3o duplica (y calca) la de las versiones ideoló-gicas. La ntisrna topografía se trasluce en su difusión.En eIIa se pueden ver los enunciados de un hombre

Lautenbach, que el historiador Bracher y er economis-ta Rópke están de acuerdo en señalar como el <Key_nes alemán'r. Planes semejantes a los de los sindica_tos socialistas del A. D. G. B. En las mismas fechas,en sus "Principios de economía alemanarr, Schacht_anuncia su rechazó de-lás'grandes obras púülicas, que(cuestan demasiado caro>) al Estado... una vez en elpoder, hace detener a Gereke y apartar a Lautenbach.Bajo Ia cobertura del ..plan Reinhardt>>, que aparen_temente prosigue el plan Lautenbach pero desde unaperspectiva de estrategia militar, hará algo cornple-tamente distinto: a partir de mayo de 1933 emite se-cretamente las letras de cambio mefo, libradas en unlugar de aceptación, :una AkzeptsteLle muy discreta;

56

Ietras que aseguran la financiación del rearme "."."rode Alemania. A los planes de ..r¡gjoras económicas,,

les sustituye el "Bericht... für eine rvirtschaftlicheMobilmachungr'... y sus gastos <<totalntenfe inútiles,',como diría Keynes.

El adecuado comentario a esta operación revelaefectivamente la aceptabilidad keynesiana: ..la cons-trucción de las pirámides, Ios terremotos y hasta IagL¿err(t (even wars) pueden contribuir a incrementarIa riqueza, si la educación de los hombres de Estadoen los principios de Ia economía clásica se opone auna mejor soluciónr' -(X, 5). Efectivamente" tal es {a ._<grarnatieafidad"' fe fá Economía cñsica, o del Ca- -

pital. Fse even wars es Ia solución secretamente in-dicada por los bonos mefo, de lo que, dicho sea depasada, no hace la menor mención ninguna de las cua-tro obras clásicas aparecidas en Francia_gobre Ia eco-nomía nazi (porque se escribierort antes de los pro-cesos de Nuremberg).

Contemplar la estrategia de los fnformes de loseconomistas en la estrategia de Ia ideología, es vercómo se articulan los enunciados económicos v laeconomía de los enunciados.

10

Los "Principios" de Schacht, declarados en el ve-ranlr de=199 péra +pryar l¿- caq+paña electeral &!partido ttazi, nos (cuentan>, a su manera, lo que ocu-rrió. En este momento, también nosotros nos volve-rnos a relatar los años de Weimar y del tercer Reich.

¿Cuál de estas narraciones es verdadera? ¿Qué es unanarración "¡¡ er dadera?

Quizá el único de los grandes filósofos occidenta-Ies que percibió que la cuestión de la narración estáen eI centro mismo del problema del conocimiento,Spinoza, escribió en eI Apéndice a los Príncipios de

57

Page 27: la crítica del lenguaje y su economía

la filosofía de Descartes (cap. VI): ol-a primera signi-ficación de Verdadero y Falso parece extraer su ori-gen de las narraciones¡r. En efecto,',,se llama verda-dera a una narración cuando el hecho refer.ido ha ocu-rrido realmenterr. Por otra parte, añade, ..las ideas noson... sino narraciones o hístorias de la natttralezaen el pensamiento>. En ese carácter inicial de Ia opera-ción narrativa o, digamos, de la razótt narrativa, es alo que debe remontarse el análisis.

El problema metodológico de la narración histó-rica ya fue rigurosamente planteado por AugusüinThierry. Los problenras 'episteflroldgieos que suseit-ahan sido enunciados y discutidos recientemente poraquellos a quienes, desde hace algunos años, se llama.<narrativistas>>, en la perspectiva de la Filosofía ana-lítica inglesa. Pero la cuestión que nos planteamosahora es de distinto orden. Precisamente una de lasprincipales fuentes -donde Chomsky ha encontradoIa distinción entre gramática profunda y gramáticade superficie- de la filosofía analÍtica, Wittgenstein,nos afirma: ..A través dei lenguaje es como habéisaprendido el concepto "dolor"r, (7). Podríamos aña-dir: a través .del lengtnje es co?nto habéis aprendidoel concepto <<historiarr, y como hacéis la historia.

Entonces, la cuestión que se nos plantea es la si-guiente: ¿cómo hacer Ia narración histórica de unaHistoria que contribuyen a hacer las narraciones di-rectas de sus protagéñistas? - :'

CueStión eu€, aparentemente, parece encerrar ala ciencia de la historia en una de esas paradojas cru-ciales que franquearon la crisis de los fundamentosde las matemáticas, a principios de siglo. pero, aligual que esta crisis, por el cont¡:ario, esclareció yafirmó tales fundamentos, pensaría de buena gana qlrenuestra paradoja da una nueva y muy concreta soli-

58

(7) fnvestigaciones filosóFicas, 384.

59

dificación a la ciencia de la historia, y puede contri-buir a,esa constitución en ((ciencia rigurosa" a la quesiempre ha aspirado desde las oportunas (e insufi-cientes) discusiones del historicisrno alemán.

Pero tal solidificación sólo se alcanzará al preciode una segunda. inversiótt }Iace poco renunciábamosprovisionalmente aI "objeto,, histórico -el Estado-en favor de sus lenguajes- correspondientes. Pero aho-ra-. en lugar de hacer de Ia historia la ociencia corn-plementaria" de la lingüística -lo que constituye elmovimiento propio y legítirno de la osocio-lingüísti--ea* (8.f pe-dfr,nos, a tra úniba dé fhs ciencias httmanas -

que ha alcanzado, desde los trabajos de Chomskl' ySchützenberger, el estatuto de ciencia rigurosa, quese deje requerir por la ciencia de la historia. En laperspectiva de esta crítica ttarraLiva, que debe hacer-se a sí rrrisrna de parte a parte.. es corno la sociologíade los lenguajes, en cllanto disciplina empírica, ten-derá a transformarse en una semántica de la historia,en tanto que disciplina teórica que relacione historiay lenguaje.

A decir verdad,.esta posición vále la pena. Las pro-posiciones enigmáticamente tachadas por Marx en elmanuscrito de la ldeología alemana sorr r-nás imperio-sas que nllnca: la historia puede "dividirse en histo-ria de la naturaleza e historia de los hombreso, pero,afirrnaba la frase tachada, (<no conocemos sino unasola ciencia: la eieneia- de }a historia,o. ,

Esa ciencia límite que está por construir, esa cien-cia <tbtal> que no existe, es, sin emb.argo, nuestro úl-timo recurso contra oel Estado total> que existe rrruyclaramente, y cada vez más ante nuestros oios.

26 de junio de 1,972.

(8) Ct. Langages,bre 1971, "Le diécotrrs

Di{iet-I-arorrsse_.- número 23, septiern-polit ique",'p- 2O.

Page 28: la crítica del lenguaje y su economía

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III. LENGUAJE TOTALITARIOY "TOTALITARISMO,

Si hay r-in libro del que no me gustaría hablar esel de Hannah Arendt; al menos, del que ilamo su<cglarl libr-o> (1)- No,ebséantee, es d és:Ee; y déetrc ée-.su importante obra casi exclusivamente de él del queme es preciso hablar, por imperiosas razones.

Efectivamente, respecto a é1, se ha recordado últi-

mamente su ..rigor sobre las nociones fundamenta-les'r, que le caracteriza. Por el contrario; pienso quela larnentable ausencia cle rigor .sobre las nocionesmás decisivas y las posturas rnás importantes es evi-

dente en ese libro. Sin ernbargo, es al mismo tiempotan significativo, que su influéncia se deja notar entodo lo que ha aparecido posteriormente sobre lacuestión que trata. Incluyendo ciertos opúsculos re-cientes, cuya intención pretendidamente <<rnarxista>>

rio hace sino encubrir los mismos contrasentidos te-mib.les.

La razón c{e más peso por la que no deseo hablarde él es,- sin embtqgo,.- ésta' Ef annab Arerrdt es urra-emigradá át.mana qú.

" los diécinueve años escapó

al exterminio. Sólo esto, aparte de la amplitud de suobra, me merece respeto. Pues, nunca perdamos laocasión de repetirlo, todos sonxos judíos atetnanes.

(1) Hannah Arendt, Le systenre totalitaire, 1972, Seuil,co. Politique, 314, p.; The orígins of totalitarianistt, 1958,Meridiarr Bwks Edifi-an, ff'¡>. (195f, Flreourt and I}race).

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Nota adhesiva
Page 29: la crítica del lenguaje y su economía

El libro es de '1957 y, reconozcámoslo, es cle época.De la posguerra, del clescubrirniento de las carnice*rías hitlerianas, y de la guerra fría, marcada por losgrandes procesos estalinianos en los que, en las de-mocracias populares, se repetía el estilo de los pro-

.cesos que dieron rrruerte a los compañeros de Lenin,durante lo que en Occidente se llama la Gran Furgay en la Unión Soviética la Iejovchtina. La pasión queanirna a ese libro es explicable, pero no justifica enabsoluto el error fundamental clel punto de dondeparte su construc,ción; como ufr eguívoco utilizado enLrn proceso.

En primer lugar, nunca se esclarece el origen desu piedra angular, presente en su títuio. pero cuida-do: debemos volver a Ia obra original en inglés. Nose titula Sistenta totalítario (er el título escogidopor los traductores ffanceses), sino The Origins ofTota[itarianisrn. Los oorígenes del totalitarisrno>;

¿por qué no? Pero, al menos, podría esperarse queel autor declarase de dónde Ie llega ese concepto o,por lo menos, esa palabra. Desde hace mucho se al-berga la esperanza de ver explicada la elección de esevocablo: ¿La ha hecho el autor? ¿La ha tomado deaquellos cuyas acciones analiza? ¿Sería éste el apodocon eI que estos últimos han siclo designados por sr-rsadversarios? Al leer este libro, cuatro años despuésde su aparición, a comienzos de 1955, me planteabatodas estas cuestiones. Y justamente en razón del si-lencio de este libro sobre la cuestión qug está necesa-riamente implícita, es por lo que a mi vez rne he vistollevado a intentar ia exploración (callando el nom-bre de Arendt). Pero el aspecto biográfico importapoco. Resulta que este libro nu-nca se pregunta de<<qué>> habla y cuál es ese nombre extraño que cuelgaa esa cosa monstruosa.. Como tantos otros, .desde CarlFriedrich a Nicos Poulantzas, se desvía radicalmentede este hecho por el nombre y Ia cosa.

62

Las consecuencias de este ..despiste" oficial se en-cuentranr .errr las dos afirmaciene+ siguientes, parale-

las y semejantes, a propósito del fascismo italiano:

,rLa que denzuestrr¿ que

la dictadura fascista no estotalitaria es que sus con-denas poiíticas fi-reron po-c() numerosas.>

(H- Arendt, El sistetmettotalitario-)

..Sin embargo, dejo aun lado el problema delEstado fascist¿r, fenómenomuy compiejo que, cree-rnos, no puede cliiuirse enla nomenclatura generaldel totali¡ar-ismo."'

(I.i. Poulantzas, EI lla-rctado -t'enórneno totali-tar io.)

Hay que sorprenderse, pues, de olo que demues-tra> G del . .creemos>.. . Porque, de hecho, el pr imer

¡r único Estado que se denorninó a sí mismo persis-tentemente corno <Estado totalitario> fue precisa-mente el Estado fascista mussoliniano- A partir delDiscurso en eI Teatro Augusteo, que pronunció Mus-solini con eI fin de encubrir trn crimen de su policíaparalela: el aseiinato del diputado socialista Matteotti.

En vísperas de la Segunda Guerra Mundial, un ju-rista vendido a Mussolini escribió, sin rodeos: .,.Es unaIrrazaña, del fascisnro el haber--- defiaido por primeravez eI concepto totalitario del Estado" (2). El propioCostamagna anrlnciaba en el Congreso ítalo-alemán deViena, sobre los temas oRaza y Derecho>, que el Es-tado totalitario es el Estado por excelencia, el Esta-do verdadero',: Lo Stato totalitario é lo Stato pereccelenza, il "vero Stato.rr.

Pero la tradición de la "political science,, ameri-cana o de la politología alemana no se preocupa de

(2>_ Cf- en Théerie du réeit, Flerrn&rr, pp.:9546, et textocompleto.

Page 30: la crítica del lenguaje y su economía

estos datos, llenos, sin embargo, de importantes im-plicaciones. Sin tener en cuenta la pertenencia histó-

rica del término ..totalitarion y la función que real-mente ha cumplido en el discurso fascista cuando

éste trataba de ganar su credibilidad, estos datos re'cogen el término en la basura de las ideas recibidasy lo utilizan arbitrariamente para indicar lo que lesparece y juzgar qué es lo que <merece)) ese califica-tivo singular. A su vez, con igual ingenuidad, apare-cerá el <<marxistarr- Poulantzas, qlre tomará esa elabci-ración por dinero constante, afiadiendo simplementesus escalas propia5 a Iás de estas pretre*didas--<cteo-rías del totalitarismo)>. Cada uno parte de sus peqlre-ñas apreciaciones; pero, a decir verdad y hablandoclaramente, no nos enseñarr en absoluto la maneraen que se produce la historia real a través de la ar-tictrlación de las clases y grupos que discttrre etntreesta guerra de entLnciados y formulaciones.

Lo que interesa es sólo esto: no ya saber lo queH. Arendt, C. Friedrich o N. Poulantzas l":ran decidídollarnar o no "totalitarisrrro>>¡ sino la función del dis-cLlrso que incluye ese término y sus derivaciones lin-güísticas, el modo en que esos enunciados se articu-lan con la lucha de clases, cuy(t trama lzan urdido-Pero nuestros autores ni siquiera sosPechan esa tra-ma, a la vez evidente y oculta. flannah señala ingenua-rnente que a Musso$ni le ..gustal.a muchs la e>rpre-sión de E,stado totalitario"... Olvida decir que fue óiquien la forjó... Y se atreve a escribir que el "siste-rna totalitario> ¡realiza, tanto en Hitler como en Sta-lin, la .,sociedad sin clasesrr! Para una sociedad domi-nada por Thyssen y por l(rupp, este comentario re-sulta curioso. En cuanto a Poulantzas, a quien el cul-to de la palabra olucha-de-clases" lleva hasta el punto

de rnedir por su frecuencia en la página el nivel deobservancia de la verdadera-fe (y quien no duda. en

64

su pasión, en inventar.,citas falsas, si le es preciso),ya no se le presenta la idea de indagar qué papel cen-tral jugaron los enuneiados de Mussolini y Gentile so-bre el "Stato totalitario" dentro de la guerra de cla-ses que dirigieron para aplastar el rnovimiento obre-ro italiano. Y sobre todo: de qué manera contribu-yeron a preparar la. aceptabilidad del discurso y laacción hitlerianos.

Esta es la posición fundamental;-que el libro deArendt confribuye lamentablernerrte a enmascarar.Afirmar con ella que el fascismo <(no es totalitario>,porque sus tribunales especiales sólo dictaron sieterrruertes, es infantilismo. Sería 1o mismo que -decirque Atenas no fue una democracia porque Sócratesbebió cicuta; la palabra, el

"orro"pio y la practica'

(imperfecta) de la <<democratia,r, tampoco tuvieronallí su Iugar de origen] y, a pesar de ella, la Apologíade Sócrates pertenece a su establecimiento. Por eIcorrtrario , útrtt sola ntuerte,la de Matteotti, dicha y jus-tificada por la apología del "Estado totalitario, pre.para y hace posible los dos millones de muertos deAuscwitz, los seis millones de judíos asesinados. ¿Haymás muertos en las carreteras un domingo de Pascuaque por la acción de los verdugos fascistas? Pero losgestos de estos últimos pertenecen a un discurso quesa a -teler I+ actividd del seggdo cuarto d* d'.glo xx. Una de las pocas proposiciones <.teó¡isas>' deJosé Stalin (3), que merece la pena aprenderse de me-moria es la siguiente: el lenguaje, contrariamente a loque han podido hacer creer las concepciones meca-nicistas afirmadas en el nombre de ..marxisrnon, noes una superestructura, sino que está directamenteligado a la actividad productiva del hombre.

(3) Es sabido que estos textos se han vuelto a publicgr enlos Cahiers Mqrri#s-Lénini-stes--úm- 12, l9{É.

65

Page 31: la crítica del lenguaje y su economía

Y así nos vemos conducidos a un punto neurálgi-co: Stalin y el .,totalitarismo".

De entrada, digamos que al lado de las inmensasmasacres ordenadas por Stalin en las masas campesi-nas y obreras, en el seno del partido comunista y delEjército Rojo, oficialmente reveladas por los docu-mentos oficiales de su propia administración, la re-presión del fascismo italiano puede parecer irrisoria:siete condenados a muerte, 257 condenados a diezo más años de prisión. Pero la verdadera cuestión noes la suma bruta de muertes, pues a esÉe r-espectolas ántiguas hambres de China o las inundaciones delrío Amarillo serían rnás <<totalitarias" que el stalinis-mo. Lo que importa es la trama y la cadena que con-ducen a los masivos asesinatos de Hitler, y lo que,por otra parte, lleva a los rnaremotos asesinos de laGran Purga. Ahora bien, el fascismo italiano perte-rrece a los engranajes que hicieron posible la rnons-truosidad nazi- Mientras que Ia pesadilla descrita porEt primer círculo o IJn día erc la vida de luán Denis-sovitch, o simplemente por los procesos verbales ofi-ciales del proceso de Bujarin, descubre otro engrana-je completamente distinto; amalgamándolo con el na-zismo, no se explicará cómo su aparato represivo hapodido nacer de su contrario: el rnovimiento libera-dor de Ia Revolución de Octubre. Explícitamente, setoma al nazisrno y al fascisrno por movimientos con-trarios que niegan y borran las' Euellas de Ia Revo-Iución Francesa; sus objetivos manifiestos son el re.fuerzo de la desigualdad, de la jerarquía, de la opre-sión. Por el contrario, la Revolución Rusa reivindicaIa larga'rnarcha de las revoluciones liberadoras, y seinserta expresamente en su serie.

Pero lo que se cuestiona no es la severidad deArendt haciá'él' stalinismo: son sus contrasentidos.La sola idea de rehabilitar a Stalin es indefendible,cualquiera que sea Ia moda actual que reivindique tal

66

rehabilitación, en diversas partes. Fara }lannah Arendt

la comparación Hitler-Stalin se extiend-e por contagio

a un perpetuo paralelo nazismo-bolchevismo' Desde

la tercera página de su libro, en la edición francesa,

nos topamos con forrnulaciones como ésta: "Es com-prensible que Ltn nazí o un bolchevique..." Esa retó-

ii.. p.otigue sin descanso. Su consecuencia lógica esdejar entender por repetición que los hombres deGntes cle lH:itler eran semejantes a los hombres de an-tes de Stalin....¿Por qué no un paralelo entre Hinder-

burg y l-enin, entre Róhm y Trotsky? Pero, preeisa-

mente, se llega a eIFo, EF eaPit'ulo sobre aE}.:Totalíta-'

risrno en eL podero se a-bre con la serie de los siguien-

tes equívocos: .<Encontramos en el slogan de Trots-

ky: revolución permanente, la caracfetización más ade-

ci.ada,,... ¿De qué? .,De la forrna de gobierno que en-

gendraron los dos movimientos>>; o sea, bolchevismo

y nazismo, desde luego- Y se desemboca en esta enor-

midacl: oEn lugar del concepto bolchevique de revo-

iución permanente, encontramos la noción de selec-

ción racial, que nllnca conocerá tregua> (!)' Nuestra

conclusión es: la perspectiva de los dos grandes del

octtrbre ruso la lucha cie los oprimidos contra las je-

rarquías, las clases privilegiadas, la burocracia, el Es-

taclo monstruo- se asimila a lo que Trotsky llamó

justarnente, en un texto publicado entonces en la

¡¡. n. F., el <.materialisrno zoológicoo: la consolidación

dt= todas Iás opresieees sociates pcr el- arrlsestramien=

to animal, eI exterminio de los débiles por los supues-

tarnente ..fuertestt

Lo esencial es esto: el disparate no lo ha inven-

tado Arendt. A su vez, le llega de Rauschning' El ex

president e nazi del Senado de Dantzig cubrió realmen-

te con el término de ..Revolución nihilista> una per-

manente asirnilación de la ..revolución permanente al

terror S. S.". ¿Pero quién es Rauschning? Un miem-

bro del Cltrb" det IóÉ: Señcn-es y del *Cltrb Jev'e¡rCo::r'

67

Page 32: la crítica del lenguaje y su economía

servador)) de Berlín, lugares geométricos de Jas cla_

tada a los historiadores ingenuos de Occidente.La conclusión que se imp_one es que hay que . de-

jar al Dicciorcario -dd id.at i¿"ibid.^s lá nociár, á" ..to-

curso permanente de Mussolini, de sus filósofos y ju-ristas, en términos de ,rferoz voluntad totalitariarr, de<Estado totalitariou, de opartido que gobierna totali-tariantent€,, y, por último, de totalitarietd-. (...) Len-guaje que aspiraba a legitimar la violencia arbitrariay opresiva del Estado, y que tuvo por consecuenciael facilitar Ia toma del poder de. otros usuarios -mástemiblemente eficalencia.

En las Reflexiones sobre los docurnentos del pen-ttigono (4), Hannáh.Arefidt aeonFsfe-rrrclro irrás eon-venientemente Ia nueva lengua política del fmperioamericanoi Los documentos que publica Change (5\con Noam Chomsky intentan mostrar que el lenguajede Ia guerrq total, justificación alemana del discursosobre el ..Estado total>>, en los primeros años 30, entródesde entonces en este universo. La crítica de la eco-

ensayos reunidos en Du mensonge a lacol- "Liberté de l'Esprit".Police fietioa*. ,

nomía imperialista y de Ia dorninación de clase debepasar de ahora en adelante por luna crítica de la eco'

nomía de los le'nguaies, que incluye los métodos de

la nueva lingüística, y no las imposturas de lo que

Jacques Lacan ha llamado irónicamente "la supuestasemiologíar'.

69

Page 33: la crítica del lenguaje y su economía

-3{II

i)

IV. EL JEROGLIFICO SOCIAL

Sociología de los lenguaies y sentántica de la historia:problemtts vÍe tnétodo

1

La cuestión inicial llerra a Lrn objeto mu5¡ simple,al de la experiencia social más trivial: el empleo delas palabras.

Es cierto clue la palabra cuyo uso social interesa-ría cornprend.er y analizar no es una palabra colTrÚ[1;Por el contrario, parece que se trate de lo que quería

ocuparse, para constituirlo en objeto de análisis, ladeclar'aciót:. ,rsobre la fundación de un Colegio de So'ciología,,, firmada por Bataille y Klossowski y publi-

cada en Acéphale en julio de 1937: de esos "puntos de

coincidencia entre las tendencias obsesivas fundamen-tales> de la psique, "y las estructuras rectoras que

presiden la organización social y dominan sus revo-

fúcÍonesrr; en €üanto a Fa soeiedád.

Esa palabra cuyo uso social (y las "tendencia$ ob-

sesivas' que le corresponden) se considera, es <<tottt'

litaire, en lengua francesa, y sus diversas traduccio-

nes; tal vez a la inversa, lo que igualmente serÍa tra-

ducción: totalitario en lengua italiana, española y por-

tuggesa; totali:tilr en lengua alemana. Y asimismo tp-

taiitarian en lengua inglesa. Totalitarny, en Iengua

rusa.En sentido arrFPlio, et obi*e retr'ae eryloba' t+

71.

Page 34: la crítica del lenguaje y su economía

das las formulaciones o sintagmas que incLuyan a eseepíteto o atributo, y los discursos o narraciones aque pertenecen.

Aún es de uso contemporáneo; veamos dos ejem-plos:

<<Existe una oposición totalitaria, de fría dernago_gia, que cultiva Ios descontentos con pensamientostanto más simples cuanto más falsos, y tanto más fal-sos cuanto más simpfe.q Barecen.> J. Chahan-Dqlpras:Discurso de Dijon, 27 d9 junio de l97t (Le Fígaro, 2gde junio de l97l).

..IJn presidente omnipotente, un parlamento sinpoder sofocado por la masa totalitaria del U. D. R. yde los considerables rnedios de expresión a su servi-cio, una ley electoral amañada, una fuerte censura:todo esto aún le es insuf,iciente a la gran burguesíaqub teme el ascenso del movimiento dernocrático.r,G. Marchais, Discurso de Waziers, 27 de junio de 1971,(L'Humanité,28 de junio de t97l).

Lo rnenos que puede decirse de estos dos usoses que son exactamenté contemporáneos, simétricos;y opuestos. Sin que para nosotros se trate de esta-blecer un paralelismo <(neLltro>, no comprornetido.

Pero, ¿por qué la misma palabra en los dos casoscontrapuestos? ¿Cuál es su sentido? O más precisa-rnenté -ya que desde Breaf y su <semántica" ias doscuestiones están relacionadas- ¿cuál es su provenien-cia? ¿Su lugar de producción y su esfera de distribu.ción?

Problemática que entronca con la de una <<econo-tztíarr: de una ciencia de Ia producción y del inter-cambio.

Queda por determinar más claramente ese <.objeto>que es susceptible de producción y distribución, y de-

72

finir las primeras implicaciones teóricas de Ia cues-tión que se nos plantea.

En primer lugar, parece que el ohjeto ampliadoque contiene el término o el sintagma <totalitario", noes una simple serie de palabras, un léxico, un diccio-nario inerte. Es un discurso que refiere ,robjetos>> o<actos>, a la muerte del infornze de un mensajero, ode un especialista.

Digamos, por convención -convención que anteshemos tratado de justificar- qué es un ..inforrne>:un Berichl o, lo qtle es sinónirno, rrlla Erztihlung derTatsachen (1), una snarración de los hechosr. F.s-. t¡+ ..-_narratur, u,n berichtet (un ose diceo), para repetir losenunciados de Marx en el Prefacio de la primera edi-ción del Capital.

Es evidente que, desde ios análisis del <(carácterfetichista" de Ia rnercancía en el primer capítulo delLibro Prirnero, esta problemática corresponde a unaeconornía ntás general de \os productos sociales:

"El valor no lleva escrito en la frente lo que es(was er ist). 1\{ás bien convierte en un jeroglífico acada producto del trabajo. Sólo con el paso del tiem-po es como el hombre intenta descifrar el sentido deljeroglífico, penetrar los secretos de la obra social ala que contribuye; la transformación de los objetosútiles en valores es un producto de la sociedad tantocomo el lenguaje" (2).

"... die Bgstimmung der Gebrauchsgegenstándg- -a[s Wer te ist ihr geseflschaftfiches Piodukt so gut wiedie Sprache" (3).

Así, el valor ,,transforma cada producto en un je-

roglífico social', (verwandelt... jedes Arbeitsprodukt ineine gesellschaftliche Hieroglyphe); y tal transforma-ción se produce "al igual que el lenguaje".

(1) Definición que W. Liebknecht, corno hemos visto, dadel despacho de Ems.

(2) -El Capital, f, trad. cast. de W. Roces (F. C. E.).(3) Das Kapital, I (Dietz Verlag Berlin, f, Bd, p. &0)-

73

Page 35: la crítica del lenguaje y su economía

--.1i

El concepto saussuriano de "valor" halia su prove-niencia epistemológica rondanclo la sociología durkhe-imiana -¿ 1¡¿y(!s de Ia cadena Saussure-Meillet-Dui'-kheim- y el concepto de un sistema de valores socia-les; el otro origen es, sin duda, el análisis económicode la Escuela de Lausanne (4), en la que la problemáti-ca Walras-Pareto se inscribe frente a la de Ricardo-.Marx, por referencia a este último, y ya clesemboca enlas páginas centrales del Curso de Lingüística general,donde Saussure afirrna: <<En esto, como en economíapolítica, nos enfrentamos con la noción del valor" (5).

Nuestro bjeto, en general, es ese jeragtífico socialdel valor, o más exactamente, la producción social detal jeroglífico. De manera más estricta, para tomarun punto de partida más determinado, es la prodtic-ción social del jeroglífico "totalitario' en la esfera delos discursos qne refieren"-a narra??.- objetos o ac:ciones sociales: Esa esfera de los discursos que refie-ren el objeto y la acción en la sociedad, si es precisodarle un nombre, es la historia misrna.

Este es, pues, el objeto de una sociología de loslenguajes, rrluy distinto del que casi lleva el mismonombre en Marcel Cohen o Joshua Fishman; o de loque paralelamente se designa corno socio-lingüística,en la que la historia .,sólo podría aparecer, en ese do-rninio lingüístico, corno ciencia complementaria y nocorno término último" (ó).

Por el contrario, en nuéstro caso se frata de inver-tir ladicalrnente el planteamiento.

Ahora bien,, en un lenguaje,el valor de u4 signo, de una palabra, para Saussure,

Io da Ia constelación o el sistema "de ias palabras

(4't Cf. Jean Molino, <tinguistique etSur un modele éoistémolosioue du cou¡sde la icience, Dtinod, lO, i969.

(5) C. L, G., p. ,115: . : ! ! .(6) L. Guespin, Langages, núnr. 23, septiembie t9?1.

économie politique.de SaUSSUrerr, L,Age

7475

que le son oponibles"; "1o que le rodea,' es lo que ledeter:rrina.

Dicho de otra ralanera: tro que le deterrnina sonrelaciones de aproxintaciótt y oposición en el seno deesas <<aproximaciones>> o .,ámbitos".

Pero las relaciones de aproximación y ámbito sonlas relaciones corrstitutivas de la topología.

Las relaciones de oposición son relaciones muyconcretas de la lógica.

De ese modo,, nuestro problema fundarnental -laproducción de ese doble jeroglífico sociaÍ. que es elova,loro-: valsr- econdrrrico y valor sernántieo- inscri-be el análisis en relaciones topológicas y lógicas a lavez. Pero dentro de la problemática del lenguaje, delSprache.

El propio Saussure,fecto de su pensamientomática está enterarnentelogía.

por medio de un testigo di-(7), afirma que esta proble-envuelta por la de la socio-

2

Volvamos a ese caso particular de jeroglífico so-cial: el valor del signo <totalitario', o del sintagmausual de "Estado totalitario". ¿Cuál es el valor de uso-cuál es el uso social- de esos signos políticos enlas-sociedades rnodernas? ¿Cuál es la gconomía -y latopóIogía- que apoyan ese valor social?

Ya que se trata de uso, en este caso, como puedeesperarse, hay rln <(rrso primarior', y es posible loca-

(7) "La semilogía es una parte esencial cle Ia sociología...

la ciencia'serriológica más avanzada es la lingüística... Entrelas innumerables ciencias sociológicas deseables sólo una,aparte- de la lingüística, parece acércarse a una constitución

Page 36: la crítica del lenguaje y su economía

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lizarlo.-Se ha encontrado a ese enunciado totalitaríoprimitívo, por sorprendente que pueda ser su consta-tación, donde las ideas recibidas no lo esperan: en elIenguaje político del fascismo italiano. Más concre-tamente, en el lenguaje de Mussolini; su primera uti-lización parece datar del "Discurso del Augusto>, pro-nunciado en la noche del 22 de junio de '1.925, en unteatro romano construido en el presunto lugar de latumba del fundador de Imperio por excelencia, lugarque posteriormente el Duce haría aparecer de nuevoen su sepulcral desnudez. El campo de la sociologÍade los lenguajes nunca ha abordado de rrranera_ ta*manifiesta el dominio de Io que Bataille, al construirel Colegio de Sociología llamaba la ..sociología sa-gradan.

"Mucho más: lo que se ha llarnado nuestra ferozvoluntad total i tar ia>.. .

... .,la nostra feroce volontá totalitaria>...Es preciso que nos detengamos un instante sobre

Io que es necesario llamar el sofisma de la <.cienciapolítica" (o de la ..sociología política',. Sofisma ca-racterístico de Io que Marx define como la ideología:pone las cosas al revés, de cabeza.

Tomemos dos ejemplos:I. El primero: en The origins of totalitarianism,

Ifar,nah Arendt llama "totalitario,' 4 lo que le parece,sin preguntarse nunca de dónde le viene tal designa-ción, y, sobre todo, si esa designaciórt, er:- el momentode su uso primarÍo,.prodtrie wfr. efeeto: De ahi-la-eqei-vocación siguiente:

..Mussolini, who was so fond of the te'rm "totali-tarian state>>, did not atternpt to establish a full-fled-ged totalitarian regirne and contented himself withdictatorschip and one-party ruler, (Part, III, ch. X, pá-gina 308, de la edición de 1958).

La inversión ideológica Íara vez ha sido tan inge-nuamente representada. Lo que H. Arendt decide lla-rnar "Estado totalitario>, a partir del ejemplq hitleria:

76

no y del ejemplo estaliniano, no lo encuentra en elejemplo del Estado mussoliniano: excluye a este úl-timo Estado de sz títttlo. Pero lo que ingenuamenteolvida es que Mussolini es el i<inventor' mismo del<Estado totalitario>) en la historia, en el doble sentidode la palabra historia: en el lenguaje y en la realidadde los hechos. Sin el ,,Stato totalitarío mussoliniano,H. Arendt no habría hecho uso en ninguna parte dela palabra totalitario y- lo que es mucho más impor-tante- la forma alemana de Estado totalitario no ha-bría tenido lugar: no se hal¡ría hecho aceptable comoconsecuencia de e-ste p4imer grado italiano-. _

2. Segunda variante de la inversión ideológica,de segundo grado, por decirlo así: en N. Poulantzas.Este último eleva la ingenuidad teórica a una potenciasuperior: admite como por descontado que .,el Estadototalitario -el fascisrno, por ejemplo- <(... es unasimple invención de los <<aLttores>> de la ciencia polí-tica arnericana, a quienes llama curiosamente <<ideó-logos del totalitarismo,> (8); o sea, la propia H. Arendto sus discípuloS, W. Kornhauser, Carl Friedrich. La in-genuidad de Arendt inscribe el signo totalitario en Iá(<naturaleza> política, la'de Poulantzas lo encierra enla botella de la bibliografia... Atribuir el signo deci-sivo de la estrategia fascisfq -sr: la guerra que con-dujo contra el rnovimiento obrero y contra Ia demo-s¡¿si¿- a los comentarios retrospectivos de una exi-lada, es el colrno de la ilusión especrrlativa e ideoló-,gica. El error de Arendt tiene la excusa del sufrimien-to político, el de Poulantzas se beneficia de la sufi-ciencia académica o doctrinaria. Fero dejemos eso.

Estos diversos grados de la ilusión ideológica tie-nen al menos el interés de hacernos experimentar, porsus variaciones aberrantes, la articulación entre his-toria y lenguaje.

(8) Fascisme et dictature, pp. 343-344. Cf. también Pouvoirpatit'rque et clssces soei#es; ff, p. 111,:

77

Page 37: la crítica del lenguaje y su economía

a

I

T

i13

Estblezcamos rápidamente los jalones fundamen-tales de la narraciótt tota'litaria: sus pasos y sus ..ope-radores de paso":

l. El Discurso de Augusteo del22 de junio de 1925como relato etú?zascarc¿do del asesinato de Matteotti, apartir de dos narraciones anteriores y conclicionales:

Discurso deí 12 de junio de 1924, 19,30 horas:

...... La Cámara de diputarfbs está ar¡siosa'por te-ner noticias sobre la suerte del diputado Nlatteotti,desaparecido súrbitamente en el mediodía del martesúltimo en circr-rnstancias de tiernpo y de lugar, queaún no han sido bien concretadas, pero que son sus-ceptibles de sostener Ia hipótesis de un delito que,si se confirrna, sólo podría suscitar la inclignaciónemocionerda clel gobierno y del parlamento>r.

Discurso del 3 de enero de 1925:

"Si el fascisrno ha sido urla organización de mal-hechores, yo soy el jefe de esa organización de mal-hechoresrr.

La narración totalitaria del 22 de junio de L925constituirá el paso al enunéiado sitt condición.

2. Paso de Ia <<volontd tatalitavi-a, al oSf¿ta ta,ta-litariorr, pasando por el <<ctrattere totalitario del fas-cismorr, de Gentile, que en la traducción alemana delañ.o '1.936 se transformará en el "Totalitárer Charakterdes Faschismusrr. Junto con los desarrollos de Roc-co y de su discípulo Costamagna, en Ia revista ,LoStato.

3. El paso de los Alpes. La aparición en Alemaniade lo que allí designa la ofórmula,r: totale Staat, pre-sentada corno Ia traducción alemana de Stato tota-Iitarío.

, :

A través de los eslabones:

CarI Schmitt: Der"EÉítér eÍes Verfessung: oDieWendtmg zunt totctlen Staatrr, 1,931.

Flitler: Discurso de Leipzig, 3 octubre de 1933:..Der totale Staat rvird keine Unterschied duldenzr.r'ischen Recht und Mcral'r.

Ernst Fo¡:sthofftotale Staht; L933de Leipzig". .

A la inversa:

(Jungkonservative Klub-: Der(incluye referencia

Alfrecl Rosenberg, 9 de enero defórmula del " totale Staat>>.

Wilhelm Stuckart, 1943: coittra la expresión c{e

tiilitiire Staat>,.4. La topología subyacente en el discurso del to'

tale Staal y sus derivaciones: totale Mobilmachung(Jünger), totaler Krieg (LudendorÍf), totaleVolk (E.R.Huber), Vollstaat (E. Krieck). Se descubren emisoresde signo JK, NR, VO, TK, SH, HV...

Topología -sh¿sisndo abstracción de toda idea dernedida y estudiando solamente s¿¿s relaciones de po-sícíón y de inclusión (Riernann) (9)-, que no pertene-eeria a la teoría de }as rnagnitLrdes eonLieuas,. sino auna teoría de los campos narrativos.

5. El campo del oscilador de lenguaies, sobre''elcual se ramifican las narraciones ideológicaq de laAlernania weimariana: lo que los propios narradoresactivistas llarnaron entonces la forma de herradura,la. Hufeisengestalt. Donde la polaridad del ..nacional

bolchevismo> señala la operación de una especie dedescargador de lenguajes, en relación determiñada con

(9'¡ .Théorie ées,:fereliercs abÉ&iemnes. G- N- Bourbaki' II'I, trII, cap. I (Hermann).

1934:

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Page 38: la crítica del lenguaje y su economía

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eI polo JK (Jungkonservative), diametralmenteto en el seno del gran círculo del olVlovimientonal ' (10).

momento de enurrciar y anunciar ..lo que se ha de_finido como mi feroz voluntad totalita;a,, (11).

4

Vamos a enunciar algunas proposiciones, respectoa estos jalones fundamentales y a las configuracio'esque dejan entrever.

1- Las relaciones formales observables en la su_perficie de los discursos -corno la Gestah del oscila-dor ideológico, de la ..Flufeisenrr- descubren las con-figuraciones profundas o los procesos subyacentesque la sostienen. Se trata de determinar las relacio_nes de las transforrnasiones que lagvinc+laq;r[¿5;-es,,trticturas de superficie: a los textos hablados o es-

opues-nacio_

f

I

critos.2. Entre el oscilador lingüístico de Ia ideología y

el oscilador econórnico (12) (Erik Lundberg, paul Sa-

80

I:d

3u,l muelson), existen complejas relaciones de resonancia,,j que son deterrninables <ie una manera cada vez másj aproximada, y qrfizá. formalizab[e.. 3. Esta topologia, más concretamente, estos gt'tt-

i pot topológicos -<gmpos discontinuos, que operan:l constantemente en un espacio topológic6¡¡- dsfsrrni-- i -

'j nan la estrategía de Ia lucha de clases, en el períodoy campo considerados. La topología de las relacionesde proximidad, de alejamiento, de "oposición diame-tralo, es el papel de Ia relación anúgof enentigo, sóbrelo que Carl Schrnitt fundamenta crudamente la polí--tiea: es el cÉrmpo És'ta gercrre: ée los graps,: de tasmasas, de las clases.

4. Las relaciones entre estas configuraciones pro-fundas y estas estructuras cle slrperficie se introducerren las condiciones mismas de la puesta en aceptabili-dad del discurso -y de la acción- hitleriana por losque serán sus receptores y, en seguida, participantes:constituyendo una <<grarnaticalidado nueva, rlna nue-Va {<corfeCCiónn.

5. Nos queda un problema teórico por discutir:el de saber si ese proceso subyacente o esas configura-ciones profundas pertenecen a lun:a sintaxis {a una qua-si-sintaxis) o, rnás bien, a Lrna prosodia (a una quasi-prosodia) (13).

Prosodia qLre se definiría corno ur'a prosodia os'cilante, comparable a Ia que describe Hegel en el Pre-

{ugi" .a La. Fenontenolo&ía del espíritu:

"El conflicto de la forma de una proposición... y dela unidad destructora del'concepto es análogo a loque octlrre en el ritmo entre el metro y el acento.El ritmo resulta Cel centro (o medio) oscilante>> -{tutsder schwebenden Mitte-.

Ese .,schwebende N{itte" define Ia zona del des-cargador de lenguajes, dentro del oscilador prosódico.

(13) Donde <Ia estructura profunda... sestrcesió¿ discontintra de posícionesD (Jacquesge 6, p. 16l.

realiza por unaRoubaud" Chan-

81

Page 39: la crítica del lenguaje y su economía

ó. No se trata, pues,. de caer en la trampa de ..loque dicen los hombres>:

"Es wird nicht ausgegangen von dem, rvas die Mens.chen sagem, sich einbilden, sich vorstellen...o.

- a¡\f6 se parte de lo que dicen los hombres, delo que se imaginan, de Io que se representan, ni dehombres dichos, pensados, imaginados, representados,para, partiendo de ello, llegar a los hornbres realeso...

- ..auch nicht von den gesagten, gedachten, ein-gebildeten, vorgestellten Menschen...

- <(se parte de los horr-rbres realsrenle_ aqtivo+ y apartir de su proceso vital real, es como se representaigualmente el desarrollo de los reflejos id-elógicos yde los ecos idológicos de ese proceso vital>.

- (<es wird von den wirklich tátigen Mensche,nausgegangen und aus ihrem r,r'irklichen Lebensprozes-ses... (Deutsche ldeologie, f , 1).

Pues ..la conciencia es... ya un producto social>',..ein gesellschaftliche Produkt"...

Ahora bien, el lenguaje es la conciencia práctica,que iguaknente existe para los otros hornbres, y portanto también para mí mismo, de modo realr'...:

-"die Sprache ist das praktische, auch für andereMenschen existierende, also auch für rnich selbst exis-tierende, wirkliehe Bewusstssi¡¡¡-

No se trata en modo alguno de volver a construirIa historia a partir.de las representaeiones o intsreio-nes de sus actores, de su .,vivido hablado" (Poulant-zas). Para nosotros, poco importa lo "vivido' de Mus-solini cuando pronunció su primer enunciado totali-tario la noche del 22 de junio de 1925. Se trata devolver a establecer la producción de ese producto so-cial qlue es el enunciado activo e informante (informa-dor), o de entencler lo que hacen los hombres al pro-nunciarlo.

Este procedimiento no es otro que el de un pro-ceso de producción y distribución: la repetición de

82

1II

{1

Ios dos primeros libros del Capital (14), pero dentrode esa economíag@eÉ€liza& que incluye la econo-

mía de los enunciados narrativos o informante.7 - Al igual que Ia economía del Capital y de sus

procesos se constituyó para Marx en Crítica de Iaeconorrría política, ante nosotros necesariamente seconstituye una Crítica de la econontía narratíva. Con-sidera la intrtrsión de la ciencia del lenguaje en el te-rreno cie la ciencia y de Ia historia, del mismo modoque Ia crítica kantiana señalaba la constitución de unaciencia exp_erimental de. la naturaleV1 y al igqal queIa crítica marxista se hacía cargo de fa constítución deuna ciencia econórnica.

Esta crítica es Ia que poclría someter a su airálisislas üwersiones cle los efectos de lcnguaje, caracter-ís-ticos de nuestra época.

De ese rrrodo, el lenguaje de los "nacional-revolu-cionarios>> proporciona una gran parte de su credibi-

lidad al discurso y a la acción de los nazis para aplas-

tar al movimiento obrero alemán. ¿Pero no le ha ocu-

rrido al contexto argentino, y sudamericano en gene-

ral, contribuir a Ia aparición ("alienada") de lin mo-

vimiento obrero, apenas desarrollado hasta entonces?

E. P. H. E. Seminario del Centro de Estudio delos movimientos sociales, rnarzo de 1973.

(i4) Der Proárr,ktio*qeaeis-:dác.tionsprozess des Kapítals.

Der Zirkala-Kapitets.

83

Page 40: la crítica del lenguaje y su economía

lv. NARRACTON Y ECONOMTA MATERTAL

,:, Respuestas G André Miguel

. L-E k¿sr GEE&- É tanrta rcsrrae iei rc' eú?ffi ü. ec@Ea?vr ía frEe-: terial. ¿Cómo enfoca usted las relaciones de esos', elententos fundamentales del devenír histórico?

, -La historia es el acto por el que los hombresproducen sus medios de existencia, pero solamente apartir del momento en que ese acto es sabido: cuandose le relata y narra. No existe una historia de las hor-

' rnigas o de las abejas,' Ifay que intentar comprenderla por medio de esasi dos estructuras a la vez, recíprocamente inversas. Es-,i tructura deÍ. ,rlenguaje de las mercancías,> (Marfl y. estructura de los lemguajes; tomar la historia por es-,, tos dos aspectos es también delimitarla por dos nive-i les de narración. ,rNarracíón penosar' (r.de te fabulai narraturrr, dice Marx a propósito de la historia eco-

;'-Éqi@ !ryl+a) y relata vivq, ese+iteq-&ab!@

i tl hecho fundamental es que el relato no es una

I simple copia o reflejo; sobre la acción que relata,

! ejerce un efecto de narracíón, que es efecto de rebote,'j acción de cantbio, Wechselwirkung, decía Engels, pero

dejando a un lado la exploración de las paradojas detal efecto. ¿Dirán los ingenuos que esto es ..idealis-trno>>? Pero cuando Liebknecht, padre del prirner par-tido marxista clel mundo y padre del admirable KarlLiebknecht, eI amigo de Rosa Luxemburgo, describe

85

Page 41: la crítica del lenguaje y su economía

el despacho de Ems como un <<texto narrativo" y laacción que ha producido como un "efecto de la for-rna>, no se deja llevar por un juego idealista, sino queopera la inversión de la historia mistificada. No hayhistoria sin efectos de narración. Pero obsérvese elcírculo vicioso, como diría Klossowski, en que nosencontrarnos inrnersos: ¿sería entonces la historia lanarración de los efectos de narración?

2. En su primey libro, Teoría del rel'ato, explica u.stedsu ntétodo tie natración de la narcGeión que esta-b"lece en su segundo libro, Lenguajes totalitarios.Ese irnportante polunten constituye un tninuciosoancíIisis de la forrnación del lenguaie totalitario,que, poco a poco se desarrolla con la aparición deciertas palabras, de ciertas expresiones enz diversosgrupos de escritores políticos e?x ltalia y Alemanía.Se habla de Ia objetividad histórica? ¿Qué piensausted de esto? ¿Cómo puede definirse eI informecrítico que usted hace de los acontecimientos y delas narraciones? ¿Ha dicho ya que. no es ,rneutralrr?

-¿Es este procedimiento, que puede parecer ..for-mal,,, el único que puede construir la objetividad his-tórica? ¿Qué le sucede al pueblo alemán? Por un lado,una depresión económica,la catorceava crisis del cicloindustrial y la más rnonstruosa. Por otro, un ex vaga-bundo, Hitler, que se cugnta a sí mismo su vida y ia.<vida del mundo' vista a su manera, con una ignoran-cia absoluta de lo que sucede en el ámbito de la eco-nomía. Como é1, innumerables narradores emiten in-numerables difusiones de mensajes, donde se refractanIos conflictos y las luchas. A través de ese grupo denarraciones, se dibuja una -situación que, finalmente,en lugar de dar el poder a la ievolución proletaria, talcorno lo anunciaba Marx desde 1847,lo entregará a lacontrarrevolución más retrógrada y opresiva. 'Si la

!g

¡áil narración no toma en cuenta esta obietividad del efec-tt: to de narración, entonces el materialisrno histórico se

,equivcca er} SLIS previsieres, Fuestq:ql¡e Ia erisis eco-I námi.^ debía tener por consecuencia el advenirniento

: del socialisrno, y no ese fraudulento contrario: el .,na-

, cional-socialismo,,. ¿Este últirno? Una especie de pa-

I labra-cajón de sastre producida por la ironía de lai historia, como Ia cle ..famillonario" de Heine, que cita

r Jean Paris: el nazi-socl Goebbels, en la que se contrae

I toda una cornbinatoria, cloncle se condensa y corroln-

I pe un deseo. t

'r Desde luego, rro se trata de ser "neutral" ante es-as

palabras, corrlo tampoco d-e estar festivo o "al.égre", a'

lu -urt"ra

de los que pretenden hacer ahora <'alegre-

, mente la revolución rnundialtt, como por juego con el

sonido de las palabras. La risa de la historia lro es

, broma.

i

1

3. ¿Considet'a su tnétodo crítico-narrativo como Lftz

ntétodo rmevo, revolucionario?

-Se le ha criticado preferentemente en las publi-

caciones más conservadoras: desde luego, entre los

motivos históricos está el hacer sitio "al discurso>rpero hay otros, corno Ia crisis económica o la lucha

de clases... No es comprender el desplazamienio de

método. Pues la lucha de clases ("la articulación de

claseso, como a'veL-c-^s dice Marx) tarnbién se articula,

e incluso principalmente, en el discurso, en el len-

guaje, en la ..narración idológicarr. En \Meimar, la lu-

cha fundarnental opone el relato racista (narrar el<(combate de las razas'r) a una izquierda que desarro-

lla el narratur marxista (relatar la historia, es decir,

el desarrollo de las fuerzas productivas)- Esta lucha

de narraciones articula la lucha de clases Y, de mane-ra más compleja, los propios movimientos económicos.

Lo que es revolucionario en el rnétodo; tarnbién lo

87

Page 42: la crítica del lenguaje y su economía

es en el juego político. Liberar el tabú que pesa sobreel Ienguaje es ensanchar la visibilidad y también laprecisión de las medidas. 'Cuando se considera el he-cho de las señales luminosas en Ia medida del movi-miento físico, no , se introduce simplemente un acce-sorio o un adorno: la luz se revela como un hechode energía, y al hacerla entrar en el análisis, hace es-tallar su propia materia. Descubrir el hecho activo dellenguaje es prepararse a liberar prodigiosos ocultado-res de energía.

SEGUNDA PARTE .;.

88

Page 43: la crítica del lenguaje y su economía

I5

para utx colegio"'de

Socio[ogíadel pof,¿y.

de las lenguas

QUIEBRAS: FRAGMENTOS

El mu.y oscuro núcleo

La rrlptura en un grupo indica comedia u óperalrufa desde hace tanto tiempo, que no se utiliza lo queBataille designó con los términos de <activiclad de ¡¡-cleorr. Digamos que la característica de las escisio¡sgo fisiones que se dan en la órbita de Bretón, entrs ls*años 2ó y 38, es que venían acompañadas o eran pro-ducidas por un pensamiento que llevaba sobre la pro-pia función prodtLctiva de gruPo-

t. EI crirnen f ért i l

En una conferencia del ciclo que denominó CoIe-gio cle ,Sociología, Bataill': reveló estas claves: *,Sinhablar de:Ehalzac ni de E}atrdelaire (---) sirrkb#a¡. ¿*-Nietzsche (...), creo que desde el fin del período datael proyecto de Lrna sociedad secreta encargad¿ deconferir una especie de realidad actuante a las aspira-ciones que se definen en parte b:aio eL nombre d.e su-rcealismo (1), siempre ha sido un objeto de preoq¡pa-

ción, al menos en segundo plano,'. ¿Qué entiende porsociedad secreta? Ese- tipo de comunidad electiva o deorgurtir^.ión secundaria, o, mejor, como éI la llama,

(f) 'Et stÉrayadc es ftie*rt*- ;:

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Page 44: la crítica del lenguaje y su economía

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de comunidad segunda, vinculada <(a un modo de trans_formación>> tan necesaria pa'a Ia sociedad como cier-tas actividades funcionales Io son para el organisr¡6vivo.

La ruptura con Breton de Bataille y sus amigos-Leiris y algunos de Ios varios firrnantes de un cada-'vre- no fue sino el preludio de una serie de activida_des (de (<grupo>), que tenían por objetivo cada vezmás explícito Ia exploración misma del hecho de gru-po en su funcionamiento social y psíquico. La posi.ción que se perfila es Ia de ..una construcción teóri_ca, que confiere a la ..sociedad secreta> el valor de gnafunción bastante''constante. Función de rejuveneci-miento de la sociedad envejecida, que está vinculadaa algo sagrado que gasta y se gasta, consistente en Ia..r'iolación borboteante de las normas de rridan.

Lo que interesa es Ia investigación a la vez conse-cuente y espasmédica de Io que en cada grupo socialpuede revelarse como <(centro del movimientá de con-junto>, <<centro sagrado', o núcleo: .,,núcleo central>, o"núcleo sagrado", <a-ctividad del núcleo central>>, <<nú_cleo de atracción y de repulsión>>, comprlesto de un"conjunto de lugares, de objetos, de personas, de creen_cias y de prácticas sagradas>. Entonces, Io que se mani_fiesta como presente y actuante, <<en el céntro de laagitación humana, es el crimen que engendra las co_sas sagradas, siniestras e intocablesr. por debajo delorden estructural: pues ..la estructura social es el re-sultado del movimiento rccial,.de la com¡ulsión'sociaF,:

Entrar en ese nivel subyacente de operación gene-rativa y transformacional significaba introducirse enIa "producción de lo sagradorr, la .,producción originalde las cosas sagradasrr, qlte al mismo tiempo es, y ahíreside el meollo decisivo de la construcción teórica,gtroducción de poder. pues esta es la paradoja delpolítico: el poder es el que crea la ftrcria -luÍ..',rr'de la policía-, ..y no Ia policía la que,crea el poderr.

92

'Ahor. bien, las proposiciones fundarnentales del po-

,der y de lo sagrado están ligadas a esa actividad de'núcleo, cuya forrrra más visible sería "eI núcleo central'de una aglomeración... lugar donde lo sagrado prohi-

bido se transforma en sagrado derecho, el objeto derrepulsión en objeto de atracción y la depresión en ex-

citación>. En el centro de una ciudad occidental estápresente efectivamente ese lugar, que tiene ..la facul-

tad de atraer cadáveres>>. Las proposiciones fundarnen-tales de todo "imperio> en eI universo mediterráneo

'y occidental o eslavo, enlazan con una transmutación..e-la qte la'Fersana @!¡rir+e *,-tra eranacién dsrrncuerpo torturado, estigmatizado por la infamia,,. (Más

físicamente sacrificiales. las que ha intentado susti-iuirle Heliogábalo.) La actividad del núcleo está re-lacionada con esas heridas o desgarramientos, ..(lü8

liberan tantos brotes de fuerzas acumuladas,'- De he-cho, ..s] desgarrarniento del sacrificio que abre la fies-ta es un desgarramiento liberador. EI individuo que

participa hasta el desfallecimiento tiene la oscura cons-, ciencia de clue ese desfallecimiento mortal engendra

,la comunidad que le sostiener'- Ya hemos visto que laestructura social es el (resultado> de esta operación

, generativa y de su .,núcleo de violento silencio".

2. Dicción, entredicción

' tErt" núcleo es eI de Io prohibido. En eI centro

i está 1o intocable o lo innombrable. Una nota de Cai-j llois, leída por Bataille el 19 de Ír'a;rzo del año 38 en el

! Colegio de Sociología, precisa a propósito de la socie-j aaa secreta o de la hermandad: ..extrae su fuerza viva

de un elernento misterioso irrevelable--. Vinculacióncon un centro espacíal misterioso (un claro del t¡os-que; lugar de cerernonias)rr. En las proximidades delnúcleo reina esa oscilación entre la prohibieión y elderr6;che e5pectae6tar: así g.9 errfra ee la }g6}ad

Page 45: la crítica del lenguaje y su economía

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secreta, (<a menudo por potlatch> (*); es clecir, por laexhibición del derroche. Pero lo caracterÍstico det mF:cleo es ser <<exterior en los seres que forman el gr-upodel hecho gue, por su parte, es objeto de una repulsiónfundamental. Efectivamente, el núcleo social es tabú, chizo del ..centro espacial rnisterioso". Por 1o demás,

es decir, intocable e innornbrable; desde el principio :,no estamos muy lejos con esto de los puntos de vista

comparte la naturaléza de los cadáveres, de Ia sangre ,1,1" B.trill", ..la comunicación íntima no emplea las

menstrual o de los parias. Respecto a tal realidacl, ias forrnas externas clel lenguaje, sino solapados resplan-diferentes inmundicias sólo representan una fuerzadegradada de repulsión: no sorl completamente iirtc-cables, no son enteramente i¡rnombrables".

Pará Bátaille, io que tanto asombia a Breton -elSecond Manífeste condena su gusto ,,por Ia inmundi-cia>'-, puede leerse corno una experimentación de loinnornbrable, de otro modo llarnado <muy osEuro nú-cleo repulsivo" y, finalmente, del poder. Lo que eqtli-vale a decir: experimentación sobre el poder de (no)nombrar. ,lenguaje _6 sl reino de lo irreal- a la rea-lidad que

Y sin ernbargo, hay en Bataille una especie de , evocao (3).omisión casi perrnanente del acto del lenguaje, que Indudablemente,. afirmaba esencialmente Bataille,viene a suplir el trabajo de su doble teórico; Leiris.Con Leiris, en la muy singular conferencia que dio enel Colegio de Sociologí¿ -5s!¡g ..lo sagrado en Iavida cotidianar-, asistirnos a una especie de vueltaa los_ orígenes, desde la sintaxis primitiva y sus pri- ,, interrumpe.rneras proposiciones declarativas hasta las primerascadenas de montaje fonológico. La conferencia sobre..Io sagrado" no es solamente el núelee ger¡eradm de-13. Ee viéen¿ieyla Regla del juego: revela una operación de genera- Ición del lengua-je entero, y de la existencia social que ,monta (infantiknente), a partir Ce esas proposiciones Inucleares.

Pero que lo prohibido corresponde a lo dicho, a ladicción -interdicción, entrediction del francés anti-guo, del provenzal entredirer-, está muy claro en la

Este es su ellLlnciado fundamental: el objeto cen-

tral de la prohibición es la violencia. Ya sea unión

erótica o muerte.La inscripción del lenguaje, su repentina transfor-

mación en escritura, parece incorporarse a lo prohi-

bido, que conduce a la violencia.

(") Palabra de una lenqua de lossagrado de destmcción qrie provocaequivaleute

94

indios arnericanos.en el donanté trrr

Dondon

(2,(3)(4)

Le Coupable, p. 197.Le Coupabte' l- lt}.L'Erotí3me, p.-3M.

95

Page 46: la crítica del lenguaje y su economía

Por otra parte, si la prohibición de matar se ex-tiende aI animal, objeto de caza, no significa la abs-tención de la caza, aI igual qúe Ia prohibición de Iasexualidad, qlre es universal, no equivale a la abs-tención sexual. Pero implica 1o que es norma en lospueblos, cuyo nivel es sernejante al del paleolítico su-perior y de las pinturas rupestres; es decir, los ritosde expiación subsiguientes a la muerte del animal: laexperiencia de dar muerte como de una transgresión.La lzipótesis de Bataille es que la operación mismade la pintura rupestre no te'nía, como se admite co-rrientemente, un sendo mifuieo -p}as+eer- Ia ima-gen del deseo, para realizar el deseo de antemano-,sino un carácter de transgresión religiosa. <Las imá-genes de las cavernas tenclríen por fin figurar el mo-mento en que, al apardcer el animal, la muerte, tantonecesaria como condenable, revelaba la ambigüedadreligiosa de la vida". De ese rnodo: "al juego de iatransgresión respondería el juego de la figuración" (5).La clarre (o la trarnpa) de Lascalrx es ese primer es-quema gráfico ese pictogralna inicial del que Bataille,curiosarnente, apenas habla al enunciar su hipótesis,pero que ante nosotros relaciona la aparición de laescritura con la prohibición de Ia violencia, con latransgresión y su explicación, dibujada en el secretode la clreva y de su ..Sancta Sanctorllrn)>, con el en-frentamiento del bisonte reventado y del cazador de-rribado con cabeza de pájaro. j

La implícita teoría de la escritura que se traslucea través de la trayectoria de Bataille, desde el Colegiode Sociología hasta el Erotiswto, se inscribe injusta-mente contra toda ideología de tipo <(escrituralista",contra toda apologética del escribir. Si la palabra mis-rrra de escritura está prácticarnente ausente del léxicode Bataille, no es en absoluto por simple olvido o ca-sualidad; es porque designa solamente una puntuación

f;

nraterialismo baio, lo importarate son esos movimien-

tos ode abajoo (7) ' Conver[ i r la escr i tura misma en

el equivalenie de un argumento cle autoridad o de 'na

,refeiencia última (ola escritura tertual... colno histo-

ria realo), es exactamente 1o qure, por. sll parte, Batai-

: <cima> de escritura, donde se yerglle eI que' al des-

96

(5) L'Erotisme, cap. VI, p. 82-97

Page 47: la crítica del lenguaje y su economía

4.

do, es el poder de cambiar de versiones y seguir losregistros y movimientos distintos -de ua análcgo ¿otro- de la oescriturao generalizada (8). Pero éstasólo se produce en la palpitación neurálgica'o la con-surnación por la violencia que Ia asienta o que laexcede:

<tu paieras ta pari de hainel'horrible soleil tu mordrasqui est rnauclit mord le ciel" *

El fa-scisnto: ,rlornta cerrada,,

"el fascismo es la forma más cerradade organizaciótt,,

Los sucesivos grupos que anima fi-rsiona o f.rrrdaBataiile tras su ruptura con éI grupo, jalonan casi en-terarnente la década de los años treinta. Grupo de lossurrealistas disidentes de (Jn cadavre, co:n Dócuments.Círcttlo cornunista democrático, con Ia Critique social..Uníon de lucha de los intelectuales revolucionarios,con el único número de los Cahie,rs de Contre-Attaque.Colegio de Sociología, en Acéphale. Muy pronto, eI po-der de disu-asión de estas agrupaciones se dirige contra

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,iel hecho fundamental y creciente de, faseisrrm-

<Escribió en Ig34 el libro sobre el Fascistno en Fran-

cia con el convencimiento ce que el mttndo liberal en

que aún vivimos aquí, es un mundo de ancianos a los

{t" ," les caen los dientes". Ese libro no llegó a escri-

bir.". Pero los esbozos y huellas de su proyecto' entre

el artículo de la Cyitique socinle sobre <.La estructura

psicológica del fascismoo y las oP¡oposiciones sobre

el fascismo)) en Acéphale, señalan los jalones de una

construcción leórica y de un proyecto político' Teo-

ría: ..un sistema de conocirhiento que condrrzca a fos

movimientos sociales de atracción y repulsióno. Pero

política: <se presenta de la manera rnás desnuda, como

un arma>.El proyecto políticd'emplea parte de la constata-

ción dL un desengaño: .<el movimiento antifascista,

si se compara con Nurnancia, aparece como una vacía

bataholar, (Acéphale 3-4)- Se trat¿r de contraponer a la

unidad cesariana del fascismo, la comunidad sin jefe

ovinculada por Ia imagen obsesionante de una trage-

diar: po, ..iut aguas de la negra laguna" numantina'

oSe tráta de verdades que desgarran>' precisa Batai-

lle. La postura sería dar al antifascismo eI arma de la

or"g.oito y del ..desgarramiento", que hasta el mo-

mento actuaron a favor de los nuevos césares' Se trata

de alcanzar el nivel del "muy 'oscuro núcleo" y de las

<convulsüres> qFre engendrarr. IAs estss¡ctrrras- L¿L so-

munidad ..sin cabeza,, -sitt culto a la personalidad y

al jefe, a ojefes-dioses"- clespojaría al fascismo de

,u -pod".

de atracción. "Hay que saber aprovecharse

de las armas inventadas por los adversarios>''

Puesto que <(una verdad qrae va a cambiar el aspec-

to de las coias humanas comienza en esto: el elemento

emocional que confiere un valor obsesionante a la

existencia común es la muerte>>' Y esto puede servir

orgtrHosamente-de -epitafio''a la muerte- def oCtre'"

toda la década, el

99

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Page 48: la crítica del lenguaje y su economía

-tras un desarrollo sobre la fuerza armada-: ..elhornbre que lleva consigo la tragedia es el único quetiene la fuerza de convencerla -a la <<fuerza))_ de sucarácter servilrr.

Documentos como l¿rs ..fnstrucciones para la reu_nión en eI bosque)> -o incluso la iniciación de <rlatFre> (9)- nos revelan algunos rasgos de lo que pre-tendían ser tentativas conscientes e irónicas de expe-rirrtentación sobre eI nú.cleo- En el seno de la ..ssmu-nidad moral' '

"de libre acceso)) del Colegio de sociolo-gía, se trataba de funclar y experirrrentar Ia .,coniurasagrada" de Acéphale, ,rqtte sólo podrá comunicarsea los que acepten conformarse a las préscripcioneso,limitándose al ,rárea reservada en eI bosqueo.

.5. Lingüística: ntagia

Aún está por encontrar las gramáticas de estenuevo lenguaje. ARTAUD.

El lenguaje, afirma Le,iris, siempre represent 4 ,,laparte propiamente sagrada de nosotros Ios bípedos".

Lo que muere convulsivamente a través del rrruyoscuro núcleo es lengua. Pero no en eI sentido insigni_ficanter¡ente literario de la escritura de un texto,sino como juego regulado de un cuerpo: de un cuerpoque respira, da y articula.

Al frente del ensayo sobre el don, tan fijamente im_i)reso en eI pensamiento <Ie Bataille, Mauss iqscribeLln singular poema del Edda, que entronca* con clArchangelique:

..rendre cadeau pour cadeau:on doit avoirrire pour rireet dol pour mensongeo *.

pero dentro de la gran difusión melanesia del ..ku-

Ei tejido del lenguaje resicle en las analogías econó-

micas y sexuales, el1 su pulsación convulsiva o su la-

tido erótico. <<En magia, al igual que en religión y en

lingüística, lo que acttta- son la-s ideas inconscientes>>-

sualid.ad que la Escuela freudiana se haya afirmado en

la intersección entre el método del Círculo y ciertas

temáticas del Colegio (10)l' Ciencia capaiz de intentar

recoger en sus redes 1o que el proyecto de Bataille pre-

tendia sacar a la l:uz la génesis del fascismo'

Considerar en la palabra, en sus propias cadenas

i: única autoridad ctugusta, Ia del cannbto cttQstrofrco>>'

l9l Ver Le Corbeau y Fragment sur Acéphale.(") *devolver rygalo por"régáio7i.¿ibií7;i;. po. risa/y falsedad por mentrra)>.

(10) Bataille señala Ia aparición de un artículo de Jacques

I-aün, que oapOrta un eterñento nue-vo, ett MittotLure prece'

diendo a los texro"*éi"ágiáiilot y lingüísticos de Griaule v

Leiris-

r00 101

Page 49: la crítica del lenguaje y su economía

6. Núcleo: violercto silencio

Algunos acaban de permitirse eI lujo de una anti_nomia ridícula: la que enfrentaría al ohegeliano, Bre-tón con un Bataille extrañamente metamorfoseado en.,estaliniano'r. Pero, desde <la Critique social' hasta<Critique", Bataille nunca dejó de someter el papelde Stal in a un análisis sin contemplaciones (11). y siel pensarniento y la obra de Lenin pertenecen al movi-miento de su crítica, es corno una experimentación fun-damental y no como argumento de autoridad. Antetodo, Fretón nunca concedió a la diaHctica hege.li**c*Ia aguáa y amplia atención que'le prestó gata]lle dcmanera ininterrumpida, en estrecha relación con eltrabajo de Kojéve. Por otra parte, sólo el Hegel de laFenontenología, donde Ia dialéctica premarxista delSeñor y del Siervo conduce a las secuencias incornpa-'rables sobre Eleusis y los.Dionisios, sobre Baco y Ce-res; sólo Hegel puede ensamblar y hacer sucesivamen-te pensables el marxismo de la Critique sociale o deContre-Attaque y lo nietzscheano o el dionisismo deAcéphale, en un pensamiento que a Io largo de su des-arrollo es consecuente consigo mismo.

En la acción trágica, "el espiritu cierto de sí rnis.mo entra en lucha con lo inconscienfs¡¡ -¡11it dern Be-tvttsstlosen (Hegel, Phiinotneno logie des Geistes, ed',Masson, pág. 339). Pues <.el espíritu manifis5fe¡ -slque se manifiesta en la vida de un pue-blo retrpido enasamblea en las gradas del "Thedtronrr-, el espíritumanifiesto <extrae la raiz de su f:uerza del rnund.o deabajo. La cerfeza de sí experimentada por un pue-blo... sólo posee la verdad de su juramento, reuniendotodos en rlno, en la sustancia de todos inconsciente vmudar, -in der bewusstlosen Substanz Aller-.

gataitte: oEl coniunto, literalmente prodigioso, de

las concepciones hegelianzrs sobre el futuro cle la hu-

maniclad -¿¿ las qu-e Marx dijo qtle eran -ciertab-de

un extremo a otro, incluso si se rechazaba el princi-

pio- está vinculada de la manera más fecunda a Ia

clestrucción creadora de las rerrol'-rciones sociales y

morales,, (Anuncio de los cahiers ¿Ie contre-Attaque).

oEl único precedente que puedo aducir es el de Hegel"

(Critique, ZZ, tgSl} oEfectivamentc, 1o que Hegel des-

cribe no puede ser sino el homb::e proyectado a tra-

vés de la región cohsciente del espíritu por una reali-

ctad qüq ert c**nto irccensciente, él deseonoce' o'' ssEre'

ce de manera muy oscura" (Conferencia en el Colegio

de Sociologia,5 de febrero de 1938)'

,.Si las relaciones humanas dejan de pasar por ese

término meclio, por ese núcleo cle violento silencio' se

vacían de su carácter humano,, (ibid.).

7. Escisiótt, iuego

Demanerairremp|azablenosfal ta la largacartasobre la locur,a, que Artaud envió a Bataille desde Ro-

dez en plena grr".t. mundial, y cuya desgarradora

lucidez ,. .ro, ha atestiguado (12)' Con ella acabarían

de tejerse las redes que unen en todos los sentidos los

nombres fundamentales de la ruptura'

Esta, más que nunca, act:ua ante nosotros' Lo que

qtentá, Ib que Para rrosotros es'efíea;z,'no cs tat'e er¡al

grupo, es lá dispersión o la Diáspora que produce sus

fragmentos.

Ilemos recibido, del grupo <'Surréa-

l isme A. S. D- L. R.", Ia siguiente nota:..Los afiliados surrealistas del grupo

"Contre-Attaque" acusan con satisfac-

ción la disolución de dicho gnrpo"')'}

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riiilir , i i l lr , i l l l" l i l l

'Iil i r i

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' r l; i l i

, ' i i r r, . t l i. , , , i i l i

, , r r i tI i t .

" , t l l i i. , i l !

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i r l, i i

L(I2) Por Diane Bataille.

103

Page 50: la crítica del lenguaje y su economía

En cuanto a nosotlos, Ia s;r[isfacción no cs lrrel1or.Pues justamente en cacla "disolución" de este t ipo,en este campo, se puec-le ver alguna emisión cle nuevaenergía lingüística. Y si la emisión de lenguaie resideen los cambios y rupturas de grupo -<en la órbitadel núcieo centralr-, al igual que Ia emisión de luzradica en los cambios de nivel y en las rupturas cleórbita de las partículas nrateriales -includablemente,esto no es una simple rnetáfora, sino honología iur-badora y fundams¡l¿l-, entonces, ¿cuáles seián losefectos de tales emisiones?

Batai l le: oEl juego de la t t tater iayiva en general, captada en el movi_rniento de la l:uz, de la que es conse-cuencia>t.

Al hacerse pireglrntas justo en medio de la SegundaGuerra Mundial, Bretón trataba de responder ..a losque periódicamente preguntán por qué se producentales escisiones en el seno del movimiento surre,alis-ta, por qué se pronuncian tales brusquedades exclu-sivasr', slr respuesta era ..que se ha eliminado, de paso,a los que, en algúrn aspecto más o menos manifiesto,han desmerecido de la liber?ad". Explicación que qui-zá vale para los ejemplos que daba a continuación:Chirico o "Avida Dollarsrr, el cual, por otra parte,comenzó <,traicionando> a Bataille por Breton... peroes inadecúada en Io qüe respech a los solitariós, crea-dores de grupos irónicos, Artaud, Bataille, Leiris. En-tre los que inicialmente fueron los más próximos-Bretón, Aragón-, la ruptura más grave acaba deser superada por Ia historia: de cara a praga, Bretónescribe a Eluard sobre eI proceso Kalanclra (13), y enotoño de 1968 Aragón escribe sobre Milan Kundera;¿se reconciliaron?

(13) Vinculado al

IO4

?:i 8. Error

La dispersión ardiente, que llega hasta nosotros,es como el reverso de lo que tiene su centro coheren-

,te en el Círculo de Praga. Ahí es donde se nos mani-fiesta una relación que es necesario considerar de

+ rTr4ll€rá justa,

Muy recientemente se ha malinterpretado de la

manera más clesafor:tunada un pensamiento que he-mos seguido con simpatía, al escribirse, a propósito

de un libro qug noq cuidaremos mucho ele calificar,esta exti'afi.a proposicTón:- far preserttaciorres <'rráte-

máticas> de las que se jacta la obra, deben simple-: rnente considerarse como análogas "al trabajo del

sueño>.. .Esto es incluso oscurantismo; es equivocarse do-

blemente.

Pues eI rigor matemático no sufre por ser imita-do, aunque fuera por el ..del sueño". Por el contrario,el trabajo del sueño no gana nada con compa'rarse aejercicios de mimetismo escolar, in-significantes-

Semejante error, viniendo de quien con su trabajoha jalonado el tejido de los últimos quince años, in-

dica que, en cuanto a nosotros, se opera una nuevaruptura que viene a incidir en tales enunciados. Arro-jando ese te'jido leios de sí. Ahora parece clararnentequ.e el <.estructuralisn'ro> -esa palabra cuyo apropia-do y geniáI empleo fundaméntó lfom-an FátÓbson en

el nacimiento del Círculo de Praga, en L928- 5s fr¿

convertido en la órbita paiisina de los años 67 e'n el

pretexto de una inflación enteramente ideológica de

la ..teoría> qtle ha servido de tapadera a tales confu-

siones.

A este respecto, el año que viene se saludará como

la ruptura que se anuncia desde este montento, y que

hoy invocamos.Círculo de Praga-

105

Page 51: la crítica del lenguaje y su economía

9. Incursión: conntoción

Esta ruptura ya está estallando hoy en un dobleterueno.

- Se está perfilando en la trascendencia y rigorcon que Jacques Roubaud traza la constitución d.euna poética, por la incursión del instrumento másexacto: tomando el planteamiento matemático paraaplicarlo a ese "trabajo del sueño)>, ¡z no a la inversa,el absurdo inver-so.

- Pero lo conmoción, en yías de pr:opagación-, en-can:za y antecede a Ia ciencia que se constituirá, y yapenetra de parte a parte a los que le dedicarán suatención con autoridad moral, a los que rechazan esatara que Marx señalaba con la mayor repugnancia:el servilismo. Para que empalme con sus presentirnien-tos y previsión. (En 1942, Breton leía a los estudian-tes de Yale su <Carta a las videntes> de 1925: ..lfaygente -que pretende que Ia guerra les ha enseñadoalgo; están incluso menos adelantados que yo, que séIo que me reserva el año 1939,,. IJn movimiento quenace a partir de tales contornos no se resume en elinventario de sus querellas literarias. Sobrepasa y su-pera sus debilidades dogmáticas, y halla su verdaden sus fragmentos, desprendidos de él por el efectode su propia violencia, en las Iíneas de demarcacióntrazad.as por sus rigores.)

A este respecto, a consecuencia de Ia gran Disper-sión, es ejemplar la problemáticá desarrollada en su-cesivas ocasiones por Bataille sobre el fenómeno fas-cista y las "sociedades secretas> que, según é1, seríansu opuesto o inverso. F-nigma: la sociedad secreta quedescribe se asernej a a la microscopia de la organiza-ción fascista, <<la forma rnás cerradarr;

<En eI interior de un grupo se desarrolla y mani-fiesta una agrupación de tipo distinto. E,s

- más restringida,

10ó

- más cerrada: misteriosa,

- más activista->

A lo que responden las repetidas citas' en los do-

cumentos póstumos, de la "frase de Nietzsche: Y ante

todo nada de sociedades secretas; es preciso que'las

consecuencias de nuestro pensamiento actúen terri-

blemente,,. La negativa presentada por Leiris a Batai-

lle de entrar en la oconjura" de Acéphate, el deseo

expresado por él ,de mantenerse en la orilla externa

-] científlla _ que era el Colegiio de Sociotogía, cor.^-

cuerdan con estás cuestiorres. Las notas db Éataille

precisan que toda esta interrogación puede ..condu-

cir a una concepción política, probablemente doble

(¿Quizáaunapéndice?¿ConKlossowski?) ' 'Devez

"ir. ..r.,'do, fragmentarias indicaciones sobrepasan

ampliamerrie "l plan del grllpo ceiiado' para señalar

el hecho oPuesto a la irruPción:

olrrupción de máscaras en bandadas (cf' Carna'

ua|) dttrante un período de tolerancia: perturbación

de los elementos fuertes de la sociedad (arnos, gober-

nantes, ancianos, sacerdotes) por los elernentos dé-

biles (jóvenes, esclavos, etc').

Elemento s de terrificación'"

¿Qué se desprende de esto? ..La sociedad ..adrni-

nistrativa >> se (rtasca: la turbulencia de la herrnandad

le devuelve Ia itrventtrd y. la. vida" (coleglo de socio-

logía, 19 de marzo de 1938)'

IVIás aún, y en otro plano repentinamente dilatado,

..la lucha de clases se convierte... en la forrna rnás

grandiosa de desgaste social cuando se rentleva y des-

árrolla, esta vez por cuenta de los obreros' con llna

amplitud que atfrrer:Iaza Ia existencia misrna de los

amOS)>.

Textos y percepciones que arrojan luz sobre el pro-

eeso actual.

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Page 52: la crítica del lenguaje y su economía

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10. Fragn'tentos

oSolamente en la medicla en que el rnuy oscuronúcleo repulsivo alrecledor del que gr:avita toda la agi-tación, ha convertido a Ia categoría muerte en el prin_cipio cle la vidao. Colegio de Sociología.

Lo que estalla hace rrolar en pedazos nuestras pro-pias previsiones.

Queda por saber qlre la escritura no es simple-mente el texto salido de un escritorio. Sino una tramapor la que se mantienen en pie muros de fábrica, ca-rreteras o comunicaciones, montaje cle todo mecanis-mo social; discurÉe por todo eI espacio .en to*asr di-recciones: produciendo la producción y refiriendo(contando) los gastos. Con el lenguaje entero, ligadocon este gasto primario, con csta pérclida cosmológi-ca que es la emisión de luz solar a costa de las masasmateriales. fnscrita en todas partes en esa palabraque desde los Griegos indica por anticipado todo eltejido occidental: grantntateia, esa palabra que final-rnente, a la vez, significa cornunidad de <(escritores)>y secretariaCo... Es la cuenta que se introduce hastaen la prodigalidad cle Io superfluo por excelencia: laescritura

Sobre este movimiento, doble de sí mismo a cadamomento, se apoya Io que doblernente va a ponerlo aldesnudo: la revolución. ¿Acto de pedir cuentas al pre-sente y prodigarlo?' ¿Máquina contable y al mismotiempo teatro, en el _sentid,o err-que<<la vi&.d,e Hel,io-gábalo es teatral"? Allí donde, para Artaud,

..Donde la imagen escénica, el. gesto,.* el movimiento, superan el, texto es-

crito.r,<<No es que se menosprecie la pala-

bra, sino que se toma en su estadoconcreto, por- su valor vibratorio, so_noro. Provoca el gesto y el gesto Iaprovoca.>

108

Texto escrito, o escritura del texto, ¿qué significaesto?, allí'donde se consurna et proceso revolucíona-rio presercfq, donde se eorrstlrna Ia necesictad de hacerque la marcha y el proceso de la revolución no con-sigan evitar

<todo lo que se asemeja en el rostrohumano y en sus expresiones de ávidodeseo o de dichoso desafío ante lamuerte)>'

- donde c.onvulsivamente se consuma el errcuerr-tro de rosfFes y ctreÉElos *fe trtr fcrrréc de universo-que carecería de existencia,

<<si cste lnundo no estuviera atrave-saclo siu cesal- por los movirnierrtosconvulsivos de los seres que se buscanLl.no a otro, si no estuviera transfigu-raclo por el rostro "cuya ausencia esclolorosa"rr,

_ pLles

, jJ'1"':"""'JT3*X*HTLi:"::",11_tornado del sueño; pero la posesiónarroja a Ia figura del sueño, desnüday ahogada de placeres, al mundo estre-chairrente real de una habitación".

sino ese paso eonvulsivo y consumido entre el rnovi-:miento del gesto y el valor vibratorio, el estado con-creto de la palabra, y también

.'.- pLles

"lo sobrante es Ia causa de la agita-ción, de los cambios de estruct¡.rra v

. de toda la hístoriarn;

,, i ,; i . I I ,

r , l i , r ¡ ¡ ¡ r

109

Page 53: la crítica del lenguaje y su economía

-E.R i '

: ' lI

ai Nerval, y los poemas de los atorrnentados del lengua-

: ¡ie que destalleen erE:sr¡s,reeriÉos, y ne de los que se:fingen perdidos para mejor acomodar su concienciay su ciencia y la perdición y lo escrito.

... Es que desde hace muchos años tengo una ideade la consunción, "de la consumación interna de laIengr-ra...

Carta del 22 de septientbre de 1945 a Henri Pa-"la nuit est ma nuditéles étoiles sont mes dents

risot (G. L. M.).-X sourdrnaillet géantbrisant ma téte de nuito (*).

- por qué pausa (qué inter_dicciones), qué cesu-ras- se rompe, y que es la pausa que da, y la prosodia(o la poética) la que hace, y que en el pio.".o del re_lato activo, del relato que funciona o de ra narraciónque engendra la acción: lo que actúa es /o no reci_tativo.

Antonin Artau.d: carte de Rodez

... Uno puede inventar su propia lengua y hacerhablar a la lengua pura con un sentido ,ro g.urrr. tieal,pero es preciso que ese sentido sea válido en sí; esdecir, que venga de ansias; ansia está vieja sierva depesar, de sexo de argolla oculta que saca sus versosde su enfermedad: el ser; y no soporta que se leolvide.

...Me gustan los poemas de los hambrientos, deIos enferrnos, de los parias, de los envenenados: Fran_gois Villon, Charles Baudelaire, Edgar poe, Gérard. de

lliij

(14) Madarne Edwarda.(..) <.la noche es r_n! desnudez/las estrellas son mis dien_tes / .. ....... / X insensible /un rnaz'o de^;i; ¡"dásiá

-rñi ca¡e_za nocturna.

i i :

' r i ;i r l i

, i , ' l i i ,

1r0 11r

Page 54: la crítica del lenguaje y su economía

DESTRUCCION,REVOLUCION, LE,NGUAJE (-)

Robespierre:consagradotrucción cle-##-

L'Lnte.

supone en los hombres,en primer lugar, unacuerdo fundamental

, eas-E¿ 'desE¡iffir¡:

Bataille

monstruoa la des-

la socie-

De Staél

La historia de la especie humana comienza comouna colección de guijarros. Se amontonan piedras,cráneos, esqueletos. Ilasta el rnomento en que se di-buja algo en las paredes: en los rnuros de Lascauxse cuenta algo, incluso por escrito. El hombre de ca-beza de pájaro es ya un jeroglífico, y junto a él la..clave' dibujaila es ese primer idiograma cuya narya-ción está ya cifrada.

Pero ese hor-nbre que araña las paredes con el di-bujo posee un nuevo grado de articulación: produce,ya, instrumentos para hacer herramientas-

En nuestra órbita, la revolución que se ha apode-rado de todo el siglo también tiene su manera dediluia: ]a-Lqrraciót.

1.

Narración, acción

¿Es aún posible volver a tomar, seriamente, el iró-nico modelo de MabtY?

El Occidente mismo, como historia, se produce por(") Change, L

113

Page 55: la crítica del lenguaje y su economía

una narración: esto es lo que Mabiy nos enseña con

una curiosa ingenuidad, en una Histoire des gauver-

nements de I'anciertne France, vuelta a editar en 1788,

en vísperas de la gran Revoiución. Y no es inútil re-

corclar más a Mably y su plantel de parentescos: pa-

dre de la idea comunista, si se cree a E,ngels, y her-

mano de Condillac, el padre de la "Ideología)); com-

padres iniciadores de cierto presentimiento -perci-

bido a través del prisma de la sociedad burguesa-de las relaciones entre Ia gramática y la economía.Saint-Just leÍa a Mably: éste estaba presente. en subiblioteca el L0 de termidor.

Ahora bien, decía Mably, si Occidente errrpieza corlla caída del Imperio romano y éste con la invasión delos Hunos, esta írltima se desencadena por una na-

rración. El joven cazador huno, lanzado a la persecu-

ción de una cierva, atraviesa por casualidad los pan-

tanos Meocios o el mar de Azov; maravillado por Iavisión de un <.mundo nllevo)>, volvía a su casa presa

"de la irnpaciencia de contar>> y, de ese rnodo, trans-forrnaba la casualidad en historia. Pues oesos rela-tos>, prosigue Mably con toda ingenuidad, "iban acambiar la faz de las naciones'r.

Tal es la narración activa por la que se }":rabría pro-ducido la historia, en cuanto a sus comienzos occi-dentales. ¿Quiere esto decir que la historia corno na-rración precede a la historia como aciión? Precisan-do más, toda acción humana lleva consigo esa posi-bilidad fundamental de ser enunciada, o anunciada,es decir, de transformarse directamente en su propianarración: en el centro de ella, la posibilidad de pro-ducir ese relato coincide con la posibilidad misrna dela producción de la acción. Lo que distingue al animalh-umano y al lobo es que el primero puede enunciarlo nunca visto aún, y al producir ese enunciado, pro-duce al mismo tiempo la historia de Occidente,

1,14

Palabra, escrituta

Puede prestarse más atención a 1o que ocurrió en-

tre el huno que contaba y el que le escuchaba' El horn-

bre que re'fiere cuando-habla, emite sonidos signifi-

cantÁ, y el hombre que escucha debe al rnismo tiem-

po dlbu¡ar, sobre un fondo de ausencia' lo que se

i1... La-palabra se catnbia en seguida en rasgo-o pin-

tura. Ese osignificadoo que no es el objeto -el obje-

to nunca visto .ni tocaáo-, se inscribe en seguida,

está escrito ya por el pensamiento' Esa primera es-

".it.r.. -t" Lr..¡to* d" Ia cierva, de¡ bisor¡te' de1

táto q.re se dibuja en la oscuridad de la cueva de

Lascarix- es la que arrastra a la acción al huno que

escucha. Es la qie dibuja a grandes rasgos la clave

de la acción gracias a la cual la marcha húnica rompe

los cristales de Oc'cidente . Grabo-do o grafio' gesto pri-

merizo del kratzen o arañagüística sostiene a todas es

la historia con él; Ya es I

llamaba una <(revolución":francos. La PalabÍa se ca

pensamiento. Con ese cannbio de forntas -ese cam-'U¡o

du formas, decía Marx, Formwechsel, corno se ha-

bla de cambio de monedas, o, más sutilmente con él'

del carnbio mercancía-moneda--, con ese cambio pa-

labra-escrita se libera la energía propia para producir

la acciórr, la historia, la revolución-

Gramdtica, rnedio de Producción

Esta producción lingüística se hace por medio de

cierto piocedimiento: -device

fo' producing' así Io

llama Ño.* Chomsky; su otro nombre es: grarrrátíca'

Procedimiento par4- producir las cadenas del gramm*'

oculto a un nivel más profundo que la distinción en-

tre escritura y galebra- I\Aégedo de pr'oduceión' ca-paz

r i r ¡ l

,ü, ,11

r iljl l

, r ' ¡' t i f, i ' i

i i l t

115

Page 56: la crítica del lenguaje y su economía

de un núrnero infinito de cadenas, que manipula unnúmero finito de elementos: los sonidos escogidosconvenientemente por una lengua- Procedirniento ornedio de producción por el que se anuncia esa ca-racterística del lenguaje.(señalada por Flumboldt) deno ser simplerrente trn ergon, sino r-rna energeia: esopor lo que el trabajo humarro se prodr-rce y se hacecapaz de producción.

Tal es el encadenamiento ilimitado producido porese medio de proclucción de una lengLla, a partir dealgunas proposiciones .,de núcleo,' o (para decirlocomo Chomsky o Saurpjarr) -deeiestas rysie[ioresactivas de narración". Cadenas que no se rnueven sim-plemente en línea. La rnisma relación pensada puedeexpresarse en francés por el orden de las palabras,y en latín o ruso por la flexión de los casos. Todo pen-samiento efectivo pasa por ese cuadro o matriz gene-ral de la traducción. La narración, palabra al rnismotiempo que escritura, se produce por esa facultad deproducir, y gracias a ella es portadora de una capa-cidad de producir, es decir, de transformar. En losmismos términos, Ios sorprendentes términos cie losCuadernos filosóficos leninistas: ..la actividad delhombre que se hace una imagen del mundo camlria( i sméniaet ) la realidad".

EI montaie

Sin esa irnagen no hay trabajo: es la que trans-forma en trabajo el gesto del animal humano. Estosson términos del éQué hacer?: "Decidme: cuando losalbañiles colocan en diferentes puntos las piedras deuir eciificio inmenso, de formas absolutarnente inédi-tas, tíran un hilo que les ayuda a encontrar el sitioexacto.> Ese hilo, dice el hornbre del ¿Qué hacer?, esehilo condt¿ctor, no es otra cosa que un periódico, el

1,16

Islcra. Se trata de ..montar" (1) (poner erl escena) a

este úrltimo en todas las provincias de toclas las Ru-

sias. Se trata de convertirle en "el organizador colec-

tir¡o> cle toda acción futura: por medio de éI se per-

filará la tentativa de "tirar un cordel" a tra./és del

campo, de trazar el plan" de una organización a fin

de poder <<empe:zan- a construirla simultánea-mente

por ^todu,

partes>>. También es, sobre todo' "el anda'

iníaje l..ranttdo,, alrededor cle un edificio en' cons-

trucción, que dibuja sus' contornos' hace posible la

comunicación y permite "abarcar el conjunto>' de re-

- st++ÉdcÉ. Me*t#. el andpmiliq pos el4ue pue@1i'

rarse el cordel y ttazarse el plan, dibujarse y abar-

carse el conjunto, es precisamente hacerse ese cuaclro

clel mundo y cambiar la realidad' "Quiero al mundo,

y lo quiero tal como €S>¡ afirmaba el Zaratustra

,ri.trrÁ"ano. (Thomas Mann describió genialrnente a

Nietzsche como lrna <<revolución conservadora"') A la

afirmación nietzscheana y <conservadora" responde la

aseveración leninista y revolucionaria: '<eI mundo no

satisface al hombre, y el hombre decide cambiarlo por

ntedio de su acción".

La lengua dura

A cada instante registro el "valor" de las cosas.

preferir la biblia a la tela, o el kilo de hierro al cuar-

terón de trigó, sttpone ese' penszrrrierrt-o capaz-de teier

el camino de uno a otro, fijar al mismo tiempo 1oque les enfrenta, término a término, y,lo que les re-

laciona. Pensamiento que es capaz de fijar eI tiernpo

de trabajo incorporado en el objeto, o mejor como tra-

zado..escritor> en su dorso: escrito así en el trazado

o el jeroglífico del valor, "la misma tela Io dicerr, err

el momento de entrar en sociedad con otra mercan-

i i i

(L) Postrctevld|

I t7

Page 57: la crítica del lenguaje y su economía

)

cía, biblia o vestido, hierro o trigo. Lo dice en <<el len_

tn.ero, se cita este fragmento del Tirnón de Atenasshakespeariano.) El mundo económico es esa lenguadura, valor y oro, escrito por u_n lado y hablado porotro.

Et ieroglífico y el fuego

Marx, consiste en el paso del cuerpo de Ia mercancíaal del oro. De Ia misma rnanera, en los térrninos he-raclitiano! citados por eI Libro primero, oel fuego setransforrna en todas las cosas y todas cosas se trans-forman en fuego, cor.no las mercancÍas en oro y el oroen mercancías,r. Tal es eI Forrnweehsel, eI cambio deforma,'la sména form de la traducción rusa. Transfor-

veces con el valor de la mercancía. pero, según Marx,

el valor es ese "jeroglífico social" escrito a través de

las'mercancÍ4s'r*ientras que, según Heráclito' el fue-

; dei oto .i 'Iógos.

Hay que prestar cierta atención

á esta doble metáfora: nos conduce al interior mismo

de la relación entre el tejido social y el lengu_aje' Je-

roglífico y fuego. Valor y oro' escritura y palabra' Es

poribl" intentai d'escifrar esta proporción o este jue-

go de cuatro términos,.esta analogía en el sentido geo-

métrico de la Palabra.

Dí s t cn ei ami erc te,'tt tb r aeiorc

Pero atendamos de nuevo al hr-rno del modelo de

Mably. A su regreso, dibujando rnentalmente el <<n11e-

vo mundoo, tendrá que preferir decir: selva' y no:

bosque. Llanura, y no: pantano' Tener miedo' y rro:

temer (para ."p"iit el elemplo de Saussure)' Hablar

pt..rrpoite ta rld o el ttazado de estas oposiciones:

ir" tipo de pintura distanciada en el -pe-nsamiento'

Pero, !n fin, yo, eI huno, hablo' Digo: la llanura: la

selva. Y la vibración de la palabra, su resonancia' su

odesaparición vibratoria>', áecía Mallarmé',es lo que

repentinamente transmite la energía' Con .la

palabra

.üi"rtr. el lenguaje, incluso si existe antes' distan-

ciado, esPaciado Y registrado'

'Revotución: escrita Y hobtada

Comprender enteramente una revolución sería en-

contrar todas sus articulares: 1o que se ha dicho' por

los labios y la boca, lo que se ha escrito' El Octubre

ruso se puso en escena pot "tt

hombre que ya no ha-

bla, pero que .no deja de escribir: Lenin' ausente y

oculto. EI, que yt p-rrro todo en movimiento' a dis-

tancia, por sus Caitas de leios' Que a continuación'

desde Finlanfia o eI barrio de Viborg' ewía a tcdas

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partes cartas y rnensajes. Es esa trama Ia que colocacada gesto, cada desplazamiento de piernas o de bra-zos ¡.ara millones de hombres en un espacio de na-rración localizado y pensado. Pero los destinatarioscle esas cartas, y rnuy particularmente los hombresdel Comité central, no dejan de transformarlas enmensajes hablados: Ia vibración de esas palabras enla corte de Pedro-y-Pablo, en el puente de los cruce-r-os, o en la sala de fiestas de Smolny es el nunca-ja-rrrás sin eI que nunca hubiera existido Octubre.

Se puede soñar con una historia enter(t que repro-dujera Ia difusión de todos esos-me+sajes--iecLuyen=do los de los distintós adversarios o aliaclos- y lasarticulaciones que se producen entre lo escrito y Iohablado. Una historia que articulara además las len-guas vivas de Ia escritura y de la palabra individualesen las lenguas duras de los objetos mercantiles y en:us distribuciones. Tal historia siempre será fragmen-taria, no sólo porque carecería de todos los documen-tos de papel o de los registros de voz, sino, sobretodo, porque no podría reconstruir los .,saltos mor-tales', de todos los cambios de forma y de registro.Así, para el paso del despacho de Ems, en cuanto tex-to escritc, a Io que se dijo al mismo tiempo. y io quese escribió a continuación, en todas Ias versiones.

Lenguaies de Ia contrarrevolución

Se puede -más cómodamente, quiz:á- intentar ]aexperiencia en ese caso límite de la contrarrevoluciónque fue el advenimiento del Tercer Reich, la conquis-ta del E,stado alernán por los nazis. Porque puede com-prenderse Ia operación en un período bastante amplio:Ios catorce años de la república de Weimar; porqueen todas las versiones pueden percibirse segmentossuficientemente completos. Comprender la ascensiónnazi al poder ep, ante todo, hallar el modo con que

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sc despliega cierto espacio de ..credibilidacl' alrede-d-or de lo que, a-l decir de un testigo -R.susghning-,no era al principio rnás +ue una insignificante sectaracista o vólkisclt Credibilidad que no se difuridió porc.ualquier parte, sino que se centraba en ciertas lcca-lizaciones decisivas, en tln campo de sentids -e dsinsensatez-- rnrry concreto.

Ahora bien, ante nosotros, ese campo se despliegapor Ia difusión de las narraciones ideológzcas.' las queemitieron los propios actores de la historia. Cada grr--po político (o literario), cada organización o partidoIruee errtcrces las, funeiones d€ ¡rn,rrl:adéF-o recitador,ocupado en contar la acción que se produce -en con-tarla de a.ntemano, inmediatamente después o a lavez- y a clesplazarla aI mismo tiempo, en relacióncon la gran narración de la Flistoria ya hecha. Ya setrate del relato anticipado -por previsión- o delrelato de lo que acaba de suceder, en arnbos casos Ianarración curnple (en este caso, al revés) Ia función,,húnica,, que le asigna el modelo de Mably- La lucharecíproca de los partidos de Weimar consiste, esen-cialmente, en srrs maneras contrapuestás de contar,incansablemente, los grandes acontecimientos: Versa-lles, Weimar justarnente, Ginebra. Esos tres nombressirven de título al jurista del "estado total,> CarlSchmitt para el libro que precisamente mide las eta-pas de su adhesión al nazisrno. Igualmente, relatos deRap,alte y-& Loearno; de b abscrrda ecupeiórr fran-cesa en el Ruhr, o de las consecuencias de la Gran De-presión. La narración de los fenómenos propios de lavida económica -Ia que presenta, por ejemplo,Schacht, dcictor y mago, en el ano 32- cobra por símisma una función económica, y actúa sobre Ja ca-dena real. Schacht describe la política de las grandesobras públicas como una acción demasiado <<costosa>>,rnientras que los expertos económicos de los sindi-ca':os tratan de hacer ver de qué manera tendría un

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Page 59: la crítica del lenguaje y su economía

balance positivo sin <costar> nada. El confilcto entre

las relaciones es esta lucha de narracior¡es: "Principiesde economía>, de Schacht, contra kPlan Woytinski"'

El más' simple informe bancario comienza entonces

de rnodo narrativo. Cuando Schacht repite por su

cuenta la narración Woytinski, el simple recuerdo o

trazado de su posición anterior también entra en jue-

go. (Elaciendo entender al Gran Capital que las gran-

des obras al estilo nazi no serían efectivamente <<cos-

tosas> para é1.) (Trasladando al terreno alemán los

esquernas de la ve4sión slreca, ya perfeetameaEe''expli

cita en todas partes, sobre todo en el terreno ameri-

cano, interceptada y anulada.) ¿A quién se dirige tal

narración icleológica? Siempre está presente la pre-

gunta. Tal como lo vislumbraba la vieja retórica ro-

mana, la narración ya lleva la prueba o, mejor, la na-

rratio es ya la proba,tio.

Literatura e ideología.

Por un lado, las narr"aciones ideológicas incidenen los lenguajes duros de la economía. Por otro, sedescubren en la narración literal o "literaria".

En la periferia de las versiones propiamente naz-is,las grandes variantes del "Movimiento nacional" que

proporcionaron las localizaciorees lírnite de su credlbilidad están marcadas por obras de "literatura)), en

el sentido más amplio: contrarias una de otra en su

función, las obras de Spengler y de Jünger, de Wag-

ner y de George, señalan polos opuestos, Jóvenes con-servadores y Nacional-Revolucionarios, racistas de len-guaje vólkisch y ligas de juventud bündisch. Las ca-pas ideológicas del texto literario se ponen al descu-

bierto en ellos. Puede vérselas actuando en un espa-cio político al que contribuyen, relacionándose unascon otras, refiriéndose a los lenguajes del Zentrurn o

122

de Ia izquierda marxista, constituyendo Io que el pro_pie fiinger llauró una topografía.

La Historia como agrupación de narraciones

La Historia misma no es una narración calcada,superpuesta ..al curso de los acontecimientos>>. pueseI acontecimiento mismo es el recitativo en acto, omás bien la ,interrupción de las narraciones activas,

.en movirnieato reeíproco y refiriéndese. entre sL Eaaparición política de papen, a mediados de diciembredel 32' se manifiesta primero por el discurso-reratoque publica la revista de Jóvenes-consérvadores y delClub de los Señores. Después viene esa entrevista conHitler en casa de Von Shióder, el banquero, de la queno existen informes; pero puede ,t'rporr*rr. que, a la ,manera de los personajes de Tucídides o delos ohé-roes> shakespearianos, cada uno debió contar -esen- rlrr rcialmente de la s¡f¡syis¡a- su propia versión. por úl-timo, desde el día siguiente, es la huidarr, el rurnorque permite a toda la prensa alemana de contar, y porlo mismo, de poner al canciller Schleicher: fuera dejuego. La ..combinación de enero del 33rr, como se hallamado, es un abuso de autoridad sin disparos, unagenciarse textos escritos u orales, encadenados en elespacio a través de toda la existencia de Ia repúblicaalernana; te,xÉos que se. cam.bian, unos por otros, ericontextos o referencias, lo mismo que los movimien_tos físicos ven desplazarse con ellos a sus puntás dereferencia. Y al igual que en el mundo físico no havmovimiento absoluto, sino simplemente esa marañáque las señales luminosau p".*it.n localizar, de ma_nera parcialmente semejante, no Io hay para la his_toria del relato absoluto. Tenemos ese gran conjuntode gestos que, en este caso, sorr corro producid.os porsus propias señales, por el lenguaje, es* ltrz credo-t" y, aI igual que ella, carente de masa o de peso.

123

Page 60: la crítica del lenguaje y su economía

Y nunca hay narración "última)i; existe la facultad de

relatar o -lo que es sinónimo- de relacionar entre

sí las clistancias entre los relatos y las señales deja-

ctas, esos relatos más pesadamente escritos que pro-

porcionan la piedra, las herramientas, los basamen-

tos, las contabilidades. No hay narración última garan-

tizada como overdadera>, pero existe el poder ince-

sante y peligroso del relato que veri-fica y destruye

las otras narraciones.En cuanto al relato ideológico del nazisrno, la ve-

rificación y el texto último, es ese enmarañamiento

masivo de osameÉtas, oibjetes y esguebetos ar'tr* viv-os'

que ha dejado a guisa de huellas para una terrible ar-

queología.

3.

Experiencia sobre el rrint'ormarr¡

Pero ahí tenemos la paradoja de la escritura: ex-plorar verdaderamente el pocler de la narración -eIpoder que puede poner en el poder a los n42i5- 51¡-pone una experimentación que no es susceptible de ve-

rificación. Tal experiencia es una ficción. Explorarla literalidad del relato es inventarlo; incluso para

captar su letra, en eI momento en que se proyecta ¡rse registra, es preciso poder situarse en la fuente de

su proyeccióh, hay que irrtroducirss sirr p"trebas árla génesis narrativa. Así, introducirse conscientemen-te en la "impaciencia cle contar>;, €S la práctica que

se transmite, desde la antigua lengua romana hastalos Urales, bajo el nombre de novela.

La novela: experiencia permanente sobre el len-

.guaje en sll facultad de referir. Y hay que detenerseun poco sobre esta palabra, que irnplica la palabra..informer,: justamente la palabra por la que el pen-samiento se hace ciencia y operación' Porqtre rlarro'

124

puedo contar: la rirna de las dos palabras en lenguafrancesa, su identidad en italiano, su radical comúnen español o en alemán, 1o muestran elararr¡er¡te. Por-que tengo esa facultad de i,referirr' 7o trazado en elpensamienlo, es por lo que puedo ..relacionar)> entresí dos magnitudes o dos conjuntos de elementos yverificar esa medida sin fin. Lo que hace posible laverificación es Ia facultad de narrar. (Spinoza: la sig-nificación primera de Verdadero y Falso extrae suorigen de las narraciones.) .Pero, justarrrente, esa fa-cultad aún no es ni verdadero ni falso; es la posibili-dad ilimitada de cualquier casa-

Experi-mentación que sé remonta, pues, a la inver-sa; a la inversa del movimiento del pensamiento quecoloca los dispositivos de toda verificación y la .,sig-nificación de lo Verdadero". Aventurarse conscienre-rnente en la divagación era el sentido mallarme?rro-de la práctica narrativa, es esa ciencia inversa que notiene pruebas y desbarata o deshace toda ciencia.

Lo narrablg y el deseo

La cuestión es ésta: ¿Por qué narro de esta for-ma? ¿Por qué taI intervalo entre los elementos queestoy <impaciente de qontar>? ¿Por qué, en el Lance-lot en prosa, primera novela de caballer'ía, primeraprosa narrativa del mundo en llamarse noyele, la na-ffieifu va de sie-en rrrisa, á Ia par quede picaffilen libertinaje, en el autor de la primera novela rea-lista en lengua francesa, Charles Sorel, autor de laAnti-Novela? Ese intervalo o espacio entre los elemen-tos observables es la primera elección del relato, se.rnejante a la que, en música, toma una escala de so.nidos fuera del caos sonoro inarticulado. Cornparabletambién a esas distancias que e,l deseo establece en-tre los objetos deseables a partir del rostro .-delcuerpo- de'Ia madre corrro objeto primario de per-

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Page 61: la crítica del lenguaje y su economía

cepción. Si el dedo de la madre acaricia en Ia barbi-Ea el hoyuelo del niño, que reqponde corr una socrisa

- iluminada, ya tenemos determinada una distancia im-Éorrable en la superficie corporal, fijada como pla-Ger: en el cuerpo del niño acaba de imprimirse unam.arca, acaba de registrarse Llna letra y perfilarse unadave emotiva. ¿Registra algo, del mismo modo, en elcrrerpo narrativo, la clave de los rasgos nar¡:ables?Ese algo es la gran escritura colectiva y pesada, lañgura histórica y social por la que se conduce el na-rador; es, al mismo _tiempo, la gran escritura negrade la emoción y del deseo en el cuerpo de Ia experien-@ia, ese cuerpo impersonal que es también rni pose-sión más singular. Ese algo tarnbién es el rasgo mis-Ero que escribo y por lo que inmediatamente rne ara-ño y muerdo en la realidad.

Pueden seguirse los desplazamientos en la escalade lo narrable a través de sus cadenas sucesivas: no-vela de caballería, desde el Lancelol hasta el Arnadkde Gaula,' novela realista óomo ,<Anti-RomAn> o .rRo-wtan Bourgeois, de Charles Sorel o Furetiére hastaÉIarivaux y Balzac, a la narración stendhaliana o tols-biana; Nouveau Roman o nueva <anti;novela", comodice Sartre a propósito de Sarraute, desplazarnientopyciano o kafkiano. Efectivamente, es seguir a la vezhs exploraciones realizadas en el cuerpo móvil de estetipo de escritura generalizada, cuyos 'rasgos son, los@nos en r,elación a los ots+ ebieto de r"eeiproesdesplazamientos. El Faubourg St. Germain es el con-Éexto o la referencia común de Balzac y Proust, entreh. Duchesse de Langeais y Du c6té de Guerttantes.Pero ese sistema de referencia se ha movido: de unanarración a otra, ya no es el cuerpo mismo de la Res-üauración, sino el desrnoronado punto de apoyo dek burguesía antisemita y del mundo anti-Dreyfus. En& residencia del hotel de los Guermantes se aloja

- -además del propio narrador- el camisero Jupien.Ea tienda de este último es, al mismo tiempo, eI sitio

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muy particular donde, a ojos del narrador, se proyec_tan las .singularida4es de la effi@iÉr: Ep.}a resid+cia, los Guermantes interfieren. la gran narraciónbalzaquiana de la sociedad, tejidar.o,,," una filigrana,y el relato entrecortado, vacilante y oscuro de deseos,que Charlus revela por medio de algunas ,.palabrasrr.

Relato generalizado

- Esto es lp que persigue la moderna exploración

del rela_to .por,el relato: el efecto activo del poder dearticulación. Y de sus interferencias en toclo momen-to. Pues tal poder es oscilante: a cada instante habloy me hablan, escribo y rne inscriben; soy palabra enprimera persona cuya vibración se pierde, y (en ter-cera persona) estela mudamente grabada. Esa "i<inter-ferencia' es la del deseo: que se quiere fuera de ély reanudarse en sí mismo, que quiere hablar y seraquel -aquella- que rne habla- eue quiere inscribiren el cuerpo del otro e inscribirse en éI. ¿El temblorde la articulación? Lo lleva el deseo: quisiera anular-lo' Por el hilo tirado de todas las narraciones trans-mitidas en todas direcciones, se proyectan Ias oscu-ras señales de'l deseo. El relato generalizado que des-pliega el campo de todos sus desplazamiento, d" .ru._rración es también la amplitud donde. el deseo_ dejasu garra, y a la vez enfrenta el del otro y lo proñbido.ver escribirse la earración eratera es trazar,esc Ésdoslos rasgos al mismo tiempo el cuerpo absolutamentefemenino de Ia articulación, por el que se activa lovisible. El deseo es lo que me hace hablar. pero sola-mente si hablo (inscribiendo lo que digo) puedo ha_cer cambiar, según mi deseo, el mundo visible, de talmanera que el trabajo de ese cambio según el deseoprohÍba éste interminablemente. La narración queaparece en todo esto puede procurar a la vez que pue_da pensarse un mundo donde el trabajo p,r.d articu-Iarse lo más directamente posible con el deseo.

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Así, Ia práctica narrativa es Ia propia <ciencia> desí nnisrna: ..físican del relato y cle sus transmisiones,al mismo tiempo que "biología', del deseo, código ge-nético y dibujo de las nuevas articulaciones. Cienciasin verificación, pero incesantemente referida al po-der de verificar, midiéndolo.

,<La operación o poesía>,

Todo este modo de enunciar capaz de invertir so-bre ella misma Ja-Hnm recfa de' ra pres y de reple-gar en ella Ia irnpaciencia de decir, para cubrir lapágina entera de lo que deseo y veo, esa manera queh*ce lo que dice y para la que .<enunciar significa pro-ducir,' (Mallarmé), es la operación fundamental, ..laOperación o poesíao. Es la que en todas partes tramala actividad misma de toclas las cadenas de narración.Está ..hecha por todos y no por uno>>: por los movi-rnientos que se entrecruzan entre sí; los fija una su-perficie, una tela, un entramado lingüístico igualmen-te móvil. El resultado, o la prosodia, que marca consus tiempos débiles y fuertes el despliegue completode toda la amplitud activa en el lenguaje, es esto:poesía o prosodia; de cualquier nombre con que sela llarne, no es ni decorado ni ocio; por medio de ellase ;.-evela lo que es el arrnazón, la infi:aestructura delpoder de narrar. AI inieio-de-Ia ft;stmia-'sierrpre hayun relato , y, v través de é1, la prosodia activa- La uni-dad del helenismo no es geográfica, sino homérica. Ladel judaísrrro es salmodiada y tíjada por Ia ltragadah:por la narr-ación.

El encadenamie'nto de las prosodias nos da el hilopor el que se opera la destrucción de las formas. Rim-baud percibe la sacudida que se apodera de la articu-lación a través de la Comuna de París.

128

Trabajo, festín

La articulación oriigina et trabajo hrrmano, trans_forma los simples gestos musculares en poder de pro-ducción y de intercambio. Teje y encadena todas lasrelaciones económicas: la escritura económica delmundo nos estrecha cada día más. cada transferenciade un sector a otro de Ia producción -de te fabulanarratur (2>- es esa narración silenciosa, grabada demodo abstracto. Seguir esa relación y hacerla desCi-frable devolviéndola a todos: ésa es Ia revolucíórr., Porqug [a rere]+nciáe. ta+rrbEiÉE traq* p,eE: ta exp]eración de la más desnuda narración: Ia que toma Ii-teralmente todo lo que tengo ante mi vista, incluyen-do lo que veo con los ojos cerrados. O por la noihe,cuando, al abrir los ojos en Ia oscuridad, veo. El fes_

guaje poético es más desnudo que cualquier otro, másinicial: más próximo a ese movimiento que conforma

pensamiento. O más exactamente: Ia prosodia es elterreno lingüístico donde el .,furor det iuqga_fónico',(Hobson) se-transforma en escritura peniada, y vi.ceversa. Es el lugar dibujado para ese intercambioentre escritura y palabra.

No es casualidad que <el estudio del lenguaje poático>> en el Opoiaz y en el Círculo Lingüístico de Mos_cú, y las investigaciones de Roman Jakobson sobre elverso checo comparado con el verso ruso, hayan des_embocado en la fonología estructural, piedra áe toque

(2) Prefucio a la primera efridn afernana E EE Capítú.

129

Page 63: la crítica del lenguaje y su economía

de Ia lingüística cemo ciencia; en la prolongación deestos trabajos, ésta reúne la matemática y la teoría

'lógica de las máquinas. Una larga línea marca el ca-mino que va de la "Sociedad para el estudio de IaLengua Poética" a la <<Estructura lógica de la teoríalingüísticarr. El lenguaje poético, ciencia a Ia inve;sa,práctica de lo inverificable, Ileva consigo esa relaciónmarginal con una verificación.

N3rración y prosodia

' Se podría intentar veriflrcar paradóficamerrte- Iasdiferencias entre los diversos tipos del efecto de na-rración. La narración homérica y Ia acción de Alejan-dro: la helenización del Oriente. El Discurso sobre Iadesigualdad r,ousseauniana y la Revolución Francesa-La narración del Manifiesto marxista y del ¿eué ha-cer? leninista y el Octubre ruso.

Se puede prestar atención a una diferencia. porun lado, Ia prosodia retiene en su red a Ia narraciónhomérica, para hacerla ampliación del helenismo ymedio de su difusión en Oriente (Alejandro es la trans-misión cultural de la revolución democrática atenien-se; al igual que Napoleén es la difusión jurídica dela Revolución Francesa y de Ia emancipación de losjudíos). En sentido inverso, es la onda del impactocultural que sigue a la Revolución Rusa, a través delCírculo de Moscú y el Opoiaz hasta el Círeulo de pra=ga, que produce las investigaciones de Jakobson y susamigos sobre la prosodia, y, por medio de ellas, Iafonología, .<verdadera revoluciónrr, dice Sebastián K.Saumjan, revolución científica en el lenguaje, y de ahí,en seguida, la primera unión entre ciencia exacta dellenguaje y ciencia de Ia naturaleza: unión destinada aactuar profundamente en la transmisión futura de lassociedades.

Las propagaciones del terreno lingüístico entranen Ia historia y salen de la hisroiiá,: un poco como

130

los carnpos luminosos o electromagnéticos son emi-tidos por,los campos máteriales y al mismo tiempoactúan sobre ellos. El cambio lenguaje/acción no seefectúa únicamente por los registros del lenguaje po-Iítico, sino, más profundamente y a más largo plazo,por las transformaciones del lenguaje. poético.

Comprometerse en la exploración de la prácticanarrativa y del lenguaje poético no es algo sobrantede lo que se puede o no abstenerse, es explorar el podermás sorprendente, el poder más inmediato del pen-samiento: al cual y por el cual están vinculados to-dss lus den*ás, Es aceptar eI, riesep d+ interncrse enlas matrices de toda transformación.

..Ante todo, no hagáis hacer a loscuatro arnigos nada que no se hayacorttado.r,Sade, "Las 120 jornadas de Sodoma,r.

La destrucción primitiua y la grafía

Lo que corniettza de ese modo en el pensamiento,a la vez ya se ha comenzado en todas partes por elotro extremo. Cazar la cierva, capturar y destruir concoherencia. eI cuerpo arrimal, pr-oducir los medios de-

irroducir armas y heiramientas interrumpe toda Iacadena con la destrucción de las formas vivas y elsaqueo de los materiales. Pero todo comienza en elmomento en que se vuelve Ia espalda a esa destruc-ción, para narrar su posibilidad. Pero como tal rela-to sigue vinculado, como de espaldas, a la destrucciónprimitiva, la dirige violentamente a un grado superiorde ella misma y a un nuevo inicio: aI picar la curio-sidad de los hunos, üce Mably, va a cambiar la f.azdé las naeiones. Afirrna que rnfiIc€r pueb*ó afueno ftie'

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más violento que los hunos. Ese terror, que perseguía

al animal, se vuelve y dirige contra las "naciones"' Si

se apodera de la histori a-y la empuja delante de é1

es para citarla e incitarla anticipadamente: puesta en

movimiento.Así se, cita la narración destructiva: empuja hacia

adelante a lo narrable y deseable, reservando de an

temano el inenarrable deseo, el que supone <<tln actler-

do fundamental con la destrucción"'Esta es la grafia narradora, grabado de cosas atr-

sentes de los ojos del creador del relato, vinculada

por todas partes a lo que anuda y.destruye;*opera-

ción de conexión y acción de combustión: dupficidad-

F:nlazad,a con todos los lazos y con el medio de su

producción y al misrno tiempo pocler de producir el

á"r.o, .,de coisumir y de arruinar, de hacer perder

nuestros recursos>, de producir la satisfacción t<que

nos procuran la consumación, la pérdida y la ruina,

califLados de divinos y sagradoso (Bataille, Prólogo

d,e Justine). Es a la vez el graphein del héroe homé-

rico, que despelleja y agujerea el hombro hasta el

huescr, y la gramrnateia, que es función del escriba y

ciencia o, en plural, colectividad de escritores; Y en

griego moderno: secretaría'

La banda negra

Duplicidad que hace percibir el análisis klossows-

kiano de las relaciones entr,e -Sade y Ia Re¡grt'trciórt-

Cuando ésta estalla, es a favor de una repentina y arn-plia cornbinación que se opera entre dos categoríasde reivindicaciones contradictorias. Digamos: catego-

rias a y b. Llarnemos fenómeno a al ,,petíodo de in-

cubación colectiva>), como lo llama Klossowski, du-

rante el cual <rlas primeras transgresiones a las que

se entregan las masas hacen creer que el pueblo se ha

hecho susceptible de toda clase de aventuras>. Lo que

hacen creer es gl mensaiB que, al nivel de la catego-

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ria b,lo regiben aquellos a quienes se designa con los

términos de <<espÍritus soñadores o sistemáticos, li-

bertinos mentales o prácticos',, vistos' según- la f¡ese.

como .,desechos del proceso colectivo", o como indi-

cios premonitorios. Son ellos los que introducen-las..elaboraciones más osadasD del pensamiento indivi-

dual en la singular máquina de traducir que dispone

la incubación colectiva anteriormente descrita' Ma-

quinaria por medio de la cual los fantasmas o ries-

gos de la escritura y la inscripción económica de las

necesidades masivas se ponen en relación de traduc-

grosas Relaciones. Pero, inversamente, por esa grafía

que discurre incesantemente, se encrrentra un lugar

áonde Io que se ha llamado "el impulso secreto de las

masas revolucionarias se revelaría de la manera más

curiosa. El terror..mataba, ahogaba, ahorcaba, saQü€?:

ba, incendiaba, violabao, pero en nombre de la virtudy de la ley. Aquel que Michelet llama De Sade y que

presenta como el Barba-Azul de la rnonarquía extin-guente, nos propone lo que denomina su reflexión

más singular, precisando que se trata dé una refle-

sión t¡erdadera: la imposibilidad de una nación ya co-

rrompida por el yugo monárquico de pasar del crimena Ia virtud. De ello deduce la necesidad, después deque csrrsigussae=diree é ytlge; dé un incrernerrt+ def 'crimen. La gran torre y la fosa de las masacres deAviñón, en la descripción de Michelet, no carece de

relaciones concretas, en stl funcionamiento, éon lo que

la escritura sadiana descubre a Justine en el sótanode Roland.

La relación invertida: de lo que hace surgir la in-cubación colectiva y las transgresiones de masas y susecreta conuivencia cqrr la escritura secreta; a su vez,Ia eseritura se apodera cle est+ para irveJrtfu srl -sBB-

133

Page 65: la crítica del lenguaje y su economía

tido. Pero ésta es una escritura diferente. Micheletafirma que incluso en el año 93 la burguesía es la qued_omina, y precisa: <por burguesía entiendo ,q,l.11,clase, poco numerosa entonces, que sabía leer, Lscri_bir, contar)>, o también .,el burócrata, el funcionario(...), el ex clérigo, el verdadero rey moderrto, eI es=cribiente (3). Minima minoría <<que es Ia única quesabe contar, garabatear>; que domina y detiene a losotros -los <<iletrados>- ante todo Io que no estádentro de sus designios. y que los detierie <<por tex_tos>. Minoría de los que llama termitas: son, en elléxico común y en:Ia cr*mbré; ros termidori"rrósj .r,el Ienguaje extendido en los alos g4-gi <su nombreera Banda ?zegra>>.

La banda negra encuentra su poder más fuerte enel poder de leer, esc,ibir, conta.r, en la acción d.e con_tar, garabatear; tal es el intruso que arrebata a la in_cubación colectiva y a la ..refrexión verdadera> sllfuerza de transgresión y le da el contorno de otra fi-

para cornprar a puerta cerradarr. por la escritura cri_

gar:é abre anticipadamente, según los términos de Mi-ehelet, una turnba para eiece Iaillorc de hmfues¡ =

Crinten, rrreflexíón v erdaderau

¿significa esto decir que la Revolución no carnbianada? ¿o que transforma las cosas de modo diferenteal que dice? Al originar a través de su movimiento eIcódigo que secretamente la ha producido (*al igualque antes," en 1793, la burguesía domina con mediosmás encublertos"l tiendé'a confundirre ee,, srt trra?:ra;:--ción última, de tal manera que excluye Ia posibilidadde un <(mundo verdadero' d,e la Revolu.iórr, ocultobajo el triunfo termidoriano, bajo la escritura de Iabanda negra y sú garrapatear.

El pensamiento que más manifiestamente se vuel_ve contra Ias irnplicaciones y enunciados de Ia Revo-Iución la convierte justamente en el término riltimodel error más amplio, ese error por eI que se distin_guen ..mundo verdadero>> y <mrtndo aparente>. pero,al anular el primero, el crepúscuro'nieJzscheano anu-la a 7a vez el segundo; ..eI mundo se hace fábula, elmundo tal como es no es sino fábula,, (a). Fábula sig-nificante, prosigue Klossowski, ..algo que se cuentay que sólo existe en el cuento>>. La explicación de lasapariencias desaparece <<con Ia preocupación por laverdad"- Lo que significa, y Klossowski desarnoil..r**_consecuencias .o1 una sorprendénte 'claridad,

queonada ha cambiado; conviene dejar creer a los queactúan que cambian algorr.

El paso del crimen a al virtud, transformado porla reflexión verdadera et., paso der crimen al crirnenincrementado, se intercepta en Io sucesivo por otraposición, operando esta vez sobre el pensaÁiento yque, al suprimir el mundo verdadero, ,"d,r.. eI mun-

(4) Nietzsche. Ie potythéísnte et Ia parodie t95Z (recogi:do en Un si funéste i l¿sírj.--"-(3) El que escribe el

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jeroglífico del valór, dice Marx.

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do al mundg tal como es, indistinto de su propio re-.ilato. Mundo al que en lo sucesivo se le prohíbe elcambio. Nietzsche, recordemos las palabras de Manncargadas de consecuencias a largo plazo y, por otrajparte, apologética en su fecha de 1922, .rno es sino una,rEvolución conservadora": nichts anders als Konser-

ratip¿ Revolution.Como la ,rvoz misma> de la Revolución, en el sen-

tido en que Io entiende Michelet, como las palabrasde. Danton en agosto o de Robespierre el 25 de sep-tlembre -por el discurso decisivo qJre dispone todaslas posturas y su cousifuaeiúrr soÉ-re'd FE#r y laaqción-, como los propios escenarios de Varlet o .fac-ques Roux se cambian en la escritura, en el garrapa-teado, en los pagarés de Ia banda negra: entonces,efectivarrrente, todo ha cambiado y ..nada ha cambia-do,n ("al igual que antes, la burguesía domina en 1793Qon medios más encubiertoso). ¿Ha acabado la astu-cia de garrapatear con la ..voz mismarr? ¿Se toman enóuenta las mitologías oratorias de los tribunos gran-des u oscuros por el leer, el escribir y el contar, porla cuenta (el cuento) escritularia de la banda negra?Indudablemente, no hay nada menos zarastustrianoque Termidor; pero Termidor vuelve a poner en liber-tad a ..De Sade" y da a Ia escritura secreta la revan-cha (sobre la banda negra) de la Nouvelle lustíne.Terrnidor detiene el Terror, y también el ..mundo -¡¿er-dadero" del Terror, la .<virtud" (5). Al parar el crirnen,devuelve la libertal al crimen escritulario de lh'-espe-culación, al crimen arrnado del imperio y de la gue-rra. El proceso productivo que, por el relato de Mablyy algunas otras proposiciones de narración, desenca-dena la acción revolucionaria, por su propia voz y porsu grafía, se vuelve y se invierte en las escrituras de

(5) .<El Terror sin la virtud es ciego, la virtud sin el Terrores impotente' (Robespierre).

"Lá intuicióir sin,él concepto es ciega, el concepto sin laintuición es vacío', (Kant).

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la banda negra, al cabo de un siglo exactamente, enrevolución conservadora u -qf¡¿ palabra maniana-retrógrada: destrcrye vielentame*te'Ia- destrucción y 'hace de manera que se lo prohíba, ante la realidaddel mundo, que ella Ie cambie.

Lo que cuento, escribe Nietzsche en su año final,es la historia de los dos próximos siglos, esa hisforiaque (puede contarse desde ahoratt. Cuento que, aflu-yendo hacia palabras tales como {ecadencia y catás-trofe, absorbe en él todas las versiones heideggerianaso post-heideggerianas de Verfall, de la caída, del "ol-

-Édao e¡ de ola degradaeiórto; todas las r¡arraciones'en:tremezcladas con la ideología última.

Ajedrez y iuego

¿Tiene esta inversión regresiva del proceso de des-trucción alguna salida, aparte de un nuevo grado de..narración en el pensamienls" -6lefinición spinozis-ta de ..la idear,-, c;apaz de percibir las distancias yrupturas entre los planos? La primera precaución con-siste en disolver el disolvente por el cual se halla todomezclado, de otra manera llamado vínaigrette, paraemplear un vocablo ruso tomado del francés, que legusia a Roman Jakobson muy especialmente: la vina-greta de la ideología última.

En ese sentido se invirtió la experimentación- niezsfu y, eoH€F aF cont¡antie de'las operacÉier#

reales, se la hizo entrar en los recovecos del enun-ciado, s¡ ..la pizca de emoción que produce la pa-labra".

La i¡trusión nietzscheana es Ia perforación que ala vez esclafece la fuente de los efectos de sentido,pero que también invierte (y destruye) el poder de las '

operaciones en el pensamiento: progreso o reacción-de la manera con que se llame a sí misma,luz críticae ideología d€: oserrrarrtisreo, ]reideze destructuFa-f :

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destruccir5n retrógrada. <iQué sensación se oculta trasla palabra '¡erdadero?r> Acueiante. cuestión, ¡rues n in-cluso las or'alabras clel lenguaje humano han parecidodurante r¡:i¡cho tiernpo (...) no ser signos, sino verda-des'. Así, !a semióti-ca del cuerpo y a la vez de la ideo-Iogía, exfendida a todo enunciado, ..antlla el mundoverdadero"" Al mismo tiernpo, el intruso nietzscheanose cuela precisamerlte donde no se le esperaba, porrnedio de rodeos positivistas y de paradójicos relevos,de lo que éi misrno llamaba conceptos grises.

La polérnica entre Alexaqdre Alexandrovitch Bog.danov y un tal Vla¿limir Ilitch (Ulianov) está infiltra-da a su vez de esa intrusión, al menos en sus másrecientes a*:titudes, donde repentinamente se encuen_tra reanirnlrda, un Foco a la manera de una compo-sición o figiira del jardín automático de Locus Solus.La verdacl es uná forma ideológica, nos afirma Ale-xandre .4lexandrovitch, istinia iest ideologitcheskaiaforma. Pe¡r: *.si Ia verdad es sólo una forma ideológi-ca>, replice Vladimir flitch, entonces incluso la afir-mación c-1.* la existencia de la tierra fuera de toda ex-perien+=:ia .l.i;¡mana no podría ser verdadero,: <(es Lmaafirmació* ídealista>, concreta Lenin; exactamente sevuelve al rilealismo infantil. (El del niño que debe vol-verse par-i saber si Ia* iiosas, cuando no las rnira, exis-ten realr¡i':nte). La n:.;"ración ilitchniana o leniniana,inclus,t r":i: esa pausa r: Capri teórico que le permite¡-ugar *I ajedrez coft el positivista }Iog&nov, reivin-dica ]"r r,:*saciórr qu* re oculta tras la pálabra <<ver-dader*,'. A fin de estar en posición de afirmar la exis-tencia de ia tierra fu*;;"a de la narración, por decirloasí. Be rnu-dir Ias distancias o de relacionar entre sílos p,-,,ntc* donde se i'ecortan todas las proyeccionesdel relato" Es borrar toda diferencia, dice VladirnirIlitch., taniü como negar el criterio de la istinia. F;n-turbi;;r Ia posibilidar{ misma de jugar al juego de lo..verd,rdercx> es aboli:' el poder de producir las trans-fon¡rnciones.

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Y si la Revolución pasa a través del lenguaje, espor esa"diFe*eeci* qtre rro prede-busase y qrre ;@auna línea -todo un campo de líneas -entre Ia regre-sión y "la idea verdadera>. Que introduee la diferen-cia en Ia destrucción.

La partida de ajedrez entre Bogdanov y Ulianovprosigue a través de toda práctica narrativa, de -fodo

enunciado o núcleo activo de narración.

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Apéndice

SEMANTICAS CONTRA ¿A SEMIOTICA

MITSOU RONAT

.-: Ef+o+ie.¡aq de= lqs. a@ S@s,t+. ryiq--flrryceeqr en--Francia toda clase de tentativas <semiológicas", a ca'u-sa de la publicación de Saussure y Hjelmslev. En elcampo cultural parisino, el fin de los años sesentaestá marcado por la introducción de las gramáticasgenerativas, juntamente con un renovado interés porla ..semántica>. La efervescencia de las publicacionesha turbado un tanto los esp-íritus eruditos o estudio-sos, pues los propios especialistas no han llegado adistinguir las diferencias fundamentales entre las teo-rías: sus escritos mezclan puntos de vista incompa-tibles y hacen pensar, por ejemplo, que semiología ygrarnática generativa son términos sinónimos. El en-tusiasmo con el que las revistas de lingüística hanacogido la idea de una <Semántica Generativa> es sig-nificativo; esta pseudoteoria ya moribunda en Esta-dos Unidos, al menos en su forma primitiva, ttatabaefutiwmi=nte de--'ffir =*@es y sffi-acÉeh,-pero, según palabras de Morris Hallo, sólo consiguedespojar al eoncepto de .<transformaciónr> de su ca-rácter científico.

En Hypothéses (1) señalé los profundos lazos ideo-lógicos que existen entre la "semiótica"

y la supuesta<(semántica generativa>, para contraponerlos a los

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(1) "Notes pour r¡ne théorie de Ia forme d.es langues>_,_.8[y-pothéses sur la linguistique et la poétique, Seghers/Laffont,col- Change, W2-+- 1R5-18é.

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principios de las gramáticas generativo-transforma_cionales. Tales lazos se ilustran en dos artículos deAlain Rey, uno publicado en Langue Frangaise (2) en1969 y el otro recientemente en La euinzaine Littérai_re (3), para dar cuenta de los clos libros de Jean pie-rre Faye, Théorie du récit y Langages totalitaires(Hermann).

En el primer artículo, Alain Rey concluye con unaaprobación de Ia <Semántica Generativá.r>, poreü€!

..Su evidente ventaja es unir Ia lingüística trans-formacional de la semántica <<europea)> y todas las se-mánticas de Ia lógica. Esta évolución parece favora-ble a la constitución de una semántica unifícada, enla que las simplificaciones operativas de la lógica(prueba de precisión y verificabilidad) se pondrían enrelación con la lengua y sus productos (i e. con lasestructuras superficiales) a través de las estructurasprofundas; esta relación ha quedado explicada mejorque nunca en los trabajos de Chomsky.,, (El subraya-do es mío.)

' El que Ia aplicación de la lógica a las lenguas üá-turales sea una prueba de cientificidad es ya funda-mentalmente dudoso y discutible, pero lo que a mí meinteresa en ese párrafo es esa búsqueda de la semán-tica unificada, que sirve de fondo a las críticas queAlain Rey dirige a-Jean Pierre Faye en el segundo ar-tículo.

- En efecto, tras hacer el etregio de, la que, er+ tafuslibros, debe estar presente en todo trabajo serio:

.....Sin duda, el análisis de las condiciones lin-güístÍcas de una formación ideológica nunca se ha rea-lizado con tal amplitud, abundancia de informacio-nes en conjuntos tan densos, seriedad, elocuencia eindignación (la virtud del historiador) tan vivas>...

- (2)_ <Remarques sémantiques>, Langue Fraqgaise,4, diciem-bre 1969.

(9)- .Le discorrrs du racisrre nazj¡, La quinzaine Littérai:re, I58, febrero 1973.

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Alain Rey reprocha a su autor precisamente la ori-ginafida¿ de. su planteamiento, es decir, el reehazo detoda explicación serniológica, en favor de la construc-ción de úna gramdtica de la ideología rtazi. En térmi-nos chomskyanos, la gramdtica es una teoría particu-lar para un objeto determinado. El hecho de que seplantee a los ideólogos como objetos científicos posi-bles constituye una de las grandes novedades de Iatesis. Por el contrario, Ia semiología trata de estable-cer una metodología "unificadar', válida para cual-quier discurso. Para los semiólogos, los discursos lite-ários, cierrtíficos, políticos o fiIosóficos deben con=templarse o bien corno enunciados o como sisternasde signos: el análisis sólo prevé el estudio de las su-perficies, y no permite descubrir lo que las distinguefundamentalrnente. En este sentido, la semiología oserniótica puede considerarse como una versión mo-derna del proyecto <rnetafísico> que apuntaba a laconstrucción de una ciencia de las ciencias. Por esoes por lo que, por otra parte, fuera de las largas dis-cusiones generales, de proyectos cuya realización seaplaza krasta un futuro incierto, de resultados teauto-lógicos o triviales, no ha salido nada particularmenteesclarecedor (5).

Ahora bien, Alain Rey propone simplemente a JeanPierre Faye carnbiar su título:

.<-.. Lot lenguaj.es-.totalitarios no es un título cla-ro... El empleo ambiguo-del ad¡.etivo totatitarío meimpide volver a titularlo, por clarificación vacía y de-

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(5) Cfr. Jacques Roubaud y Pierre Lusson, <Sur la Sémio-logie... des paragrammes de J. K.>.

Action Poüique,4742 y 45, 197O; Jacques Rouba¡d. csurdeux lectures sémiotiques', Action Poétique, 53, 1973.

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cepcionante, tal como desearía, Discurso total del To-talitarismo."

A guisa de clarificación, Alaia Rey reducs el tra-bajo fayeano a las limitadas dimensiones del estructu-ralismo. Personalmente, diré que, por el contrario, laelección de un título como Los lenguaiés totalitarios'suena en los oídos de los lingüistas como el síntomade un planteamiento coherente. La elección de ..len-guaje" en lugar de discurso significa que el estudiono se detiene en la descripción de un corpus de enun-.ciados, sino que trata de establecer las reglas subya-.centes que determina+ su- aceptabilidld

"tl este caso,

Por consiguiente, no hay nada de la clasificación rí-gida de las partes del discurso, a Ia que los etnólogosnos tenían acostumbrados, sino: un sistema que cap-ta las presiones irnpuestas a los <(agentes> de la His-toria, apenas perceptible para estos últimos, pero quepermite predecir ciertos resurgimientos; reciente-mente, en Bolivia (6).,.

La elección de un adjetivo, <<totalitarior', en lugarde un sintagma preposicional, "del Totalitarismor',significa, si he comprendido bien a Jean Pierre Faye,que el totalitarismo no existe como una esencia quese manifestaría en el lenguaje, sino como un efectode lengua, desde luego aterrador, en relación dialéc-tica con la economía. Luego tal elección es muy im-portante y no está exenta de estética. Por último, elplural, <Los lenguajes totalitariosrr, indica que se tra-ta de varios lenguaj-es itfeológicoq tañtos coriro len-guas naturales que les sirven de base, teniendo encuenta sus respectivos recuerdos históricos: en estecaso, los ejemplos alernanes y luego los italianos.

€Qué forma tomará esta gramática de las ideolo-gías? Desde luego no la de una <<semántica del léxi-co>> o de una <semántica del discurso> como sugiereAlain Rey. Tampoco se trata de contar las palabras,

(ó) Cf. Los lenguajes totelitaríos¡ Maddd,.Ta+rrus, 1975.

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de hacer estadísticas €n las que se vuelvan a encon-trar los datos de partid. y ,.udu más. En mi opinión,J_ean Pierre Faye no propone una lingüístic^ ap'licada.Compara su teoría con las coerciones que la Letri"aimpone a los poetas, y que a veces son las mismas endiferentes lenguas, distinguiéndose en sus puntos deaplic.ación: Io que Ia lengua ofrece como entidad tnert_surable. Así, r'eúne las hipótesis más recientes de laescuela chomskiana, la métrica generativa de Hailey Keiser y las reglas de interpretación semántica deJackendoff

_(t), que, distintas de Ia sintaxis, funcio.nee-eoil¡o-fihffi & Ia si'taxis. kro eso és'precisa-mente Io que Alain Rey le reprocha, ya que iru,u .Chomsky de .<mentalismo> y clrtesianismo, Si es pre_ciso decirlo, Chomsky es indudablemente tan carte_siano como Freud. Aparentemente, sólo los

-i.r.r."r.,

no pueden reírse con la idea de considerar a Ia lin-güÍstica <cartesiana> de Choinsky como un arcaÍsmo"prehegeliano,r. Si quisiera proseguir ese tipo de ar_guinentación diría que es injustificado relirochar alo-s trabajos en cuestión un ráchazo d.eliberado d,e lasfilosqfías del sentido, a las que i", .;;;rul"] fr",añadido explícita o implícitamente ras concepcionesplatónicas de la idea, o medievales del ,ig"o ?Á1. foque, cambiando lo que debe cambiarse, dáría:'¡ah!' ¡ah!), es decir, precartesiana... (sobreentendido:¡es decir todo!)."

Fin"alu*eater-me-+¡areep- .rlrre:ReJ¡-isrserra.e eil rrrF "'R-trasentido, por las mismu, i.rorr.s, cuando al comien-zo de su artículo traduce <<teoría der rerato"-poi .rr*perífr:asis: ..(la Historia) llega aI ser a travéi je laspalabrasn. Me parece q.r" .i= concepto tradicional de<... esa semiología platónica (sobreentendido:

_ (7) Semantic Interpretation in Generative Grammar, MITPre-s-s, 1972. ¡¡¡ evr¡v¡4rrvc \tr-arr¡rnar

(8J _Cf. J. J. Katz, The phitosot

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ser se pone violentamente en cuestión en la cartogra-fía política al moverse la red de las posiciones relati-vas, la gramática <topológica>>, que sitúan recíproca-mente a esos agentes y a su nai-ración en la Historia.Las distinciones historia/ser/palab.ras no son pertinen.tes. Sólo la adhesión a los modelos de comunicación,que Alain Rey invoca varias veces, permite decir queun ser puede enunciar la historia (gramáticas de laenunciación) o que la historia llega al ser por el es-quema del emisor y del destinatario. Tampoco en estoes pertinente la distinción. AI igrraÉ qtre eE stljetorha;blante posee a la vez toda Ia gramática de su len-gua y sus producciones particulares, los agentes cle lahistoria son todos, en el mismo momento y a la vez,emisores y destinatarios.

Chomsky ha mostrado que la estructura del len-guaje es independiente de lo que se supone que es sufunción, y separando la cuestión científica, uuál es laley" del -filósofo <(por qué-es-así". Los modelos de co-municación confunden las dos cuestiones. I{acer estadistinción respecto a la Historia equivaldría a definirun sujeto de la ideología que sobrepasaría la oposiciónindividuo/colectivo, corno hace Lacan respecto al psi-coanálisis. Por eso es por lo qLre, en lugar de ahogardirectamente los proyectos y resultados de la Socio7logía de los lenguajes en la moda semiológica, propon-go que se desplace el eampo crítico para considerarla aportación de tales análisis a los trabajos marxistastradicionales. Si fuera filósofo rne gustaría explicar-por qué los teóricos marxistas de todas las tenden-cias que se ocupan del lenguaje han adoptado final-mente, sin muchas discusiones, los modelos de los ló-gicos o los de la cibernética.

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NOTA

Lo que úrltimamente han hecho en París conceptostomados de Saussure y Peirce -semiología, semióti-ca, lo que Jacques Lacan llama irónicamente la .<se-rrlología sllFrestffierete geee.aliza*a* y desde' se -mezclan taxinomia, neopositivismo y rerniniscenciasheideggerianas; todo esto, está muy lejos del trabajode investigación que toma su origen del gran movi-miento de los formalistas futuristas rusos y se anunciaen los escritos del grupo de Tartu en torno a la re-r¡ista Serneioti'l<é-

Es preciso, prles, trazar r-rna rigurosa línea de de-marcación entre este último y los que han robado asu admirable revista hasta su título y hasta los carac-teres griegos de su grafía, desplegando una ignoranciatan total de la lengua griega que incluso añade almismo título una errata personal y persistentementecitará durante años al filósofo cínico <.Antísfeno,'. Ta-les meteduras de pata dan la medida de ciertas impcis-turas pseudo-"teóricas>r, cuyo desglose está sembradoele pieles dignas del director de.l, tr{otel de.- Balbec-

En cuanto al aspecto pseudo-.,.axiomático>> rnez-clado en ello, Jacques Roubaud y Pierre Lusson sehan divertido con él y han censado un impresionantenúmero de perlas. Las afirmaciones concernientes alas relaciones entre .,el famoso metateorema de Laexistencia' y ..el morfema falo" en Maldoror, son es-pecialmente dignas de Ia . risa ducassiana. ..Las no-ciones y símbolos matemáticos parecen haber sidotratados por varias generaciones de copistas perver-t idos.>

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ie trata, pues, de señalar Ias diferencias entre tresrinios muy distintos, entre los continuadores de un'imiento revolucionario en el pensamiento, Ias apli-ones de la taxinomia y los adeptos de la ..ciencia'lécuchet.

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I I I .

IV.

v.

PRIMERA PARTE

Pdginas

L¿- eri*te deü terlgÉ+ie Ir sE

La aceptabilidad

Lenguaje totalitario y <<totalitarismo".

El jeroglífico social

Narración y economía material

SEGUNDA PARTE

Quiebras: fragmentos.1.El crimen fértil.-2. Dicción, entredic-ción.-3. La violencia.-4. El fascismo:forma ss¡¡¿fl¿.-S. Lingüística: magia.6. Núcleo: violento silencio.-7. Esci-sión, juego.-8. Error.l9. Incursión:conrnoción.- 1O: Fragmentos . 9l

Destrucció.n" revolución" lgnguaie --. rr.¡ 113

APENDICE

Semánticas contra /¿ semiótica, MitSou

ecoltotma- -443

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