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La defensa de las Islas Baleares… (Págs 143-164) Rafael Rodrigo Fernández
RUHM 5/ Vol 3/ 2014© ISSN: 2254-6111 143
LA DEFENSA DE LAS ISLAS BALEARES DURANTE LA
PRIMERA FASE DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
(1939-1940)1
THE BALEARICS ISLANDS DEFENCE DURING FIRST STAGE
OF THE WORLD WAR II (1939-1940)
Rafael Rodrigo Fernández, Kensington School, España.
E-mail: [email protected]
Resumen: La situación geoestratégica de las islas Baleares en el
Mediterráneo Occidental las convirtió en una pieza importante durante los
primeros meses de la Segunda Guerra Mundial. Conscientes de ello, las
autoridades militares españolas mejoraron sus defensas en previsión de que
alguna potencia extranjera quisiese hacerse con su control mediante un
desembarco aeronaval. Durante ese periodo el Comandante General de las
islas, el general Kindelán, fue informando al ministro del Ejército, general
Varela, de la realidad de la guarnición y de las defensas de costa.
Analizando esa correspondencia y los documentos reservados del Estado
Mayor se puede reconstruir ese periodo.
Palabras clave: Segunda Guerra Mundial, Ejército Español, general Varela,
general Kindelán, Islas Baleares.
Abstract: The geostrategic position of the Balearic Islands in the western
Mediterranean became important during the first months of World War II.
Aware of this, the Spanish military authorities improved defenses in
anticipation of landings by any foreign power in order to take control of the
islands. During that period the Minister of Defence, General Varela was
informed by the Commander of the Islands, General Kindelán, about the
1 Recibido: 01/04/2014 Aceptado: 06/06/2014 Publicado: 15/06/2014
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state of the garrison and coastal defenses. Through analysis of
correspondence and classified High Command documents one can make a
reconstruction of that period.
Keywords: World War II, Spanish Army, General Varela, General
Kindelán, Balearic Islands.
1. LA IMPORTANCIA DE LAS BALEARES
n el verano de 1939, la situación en Europa apuntaba al estallido de una guerra
y desde el Alto Estado Mayor se comenzaron a trazar planes para la defensa
nacional en los que el Protectorado de Marruecos, el Estrecho de Gibraltar y la
frontera de los Pirineos serían posibles escenarios. Junto a ellos cobró especial
relevancia el archipiélago balear, ya que por su situación geoestratégica en el
Mediterráneo hubiera sido una plataforma de importantísimo nivel en caso de que
España entrase en guerra, pudiéndose establecer tanto una base naval como una base
aérea en las islas. Por otra parte, hubiese podido ser ocupado por alguna potencia como
Francia, Reino Unido o Italia, asegurándose éstas la supremacía aeronaval en el
Mediterráneo occidental 2
.
El desarrollo del arma aérea y la importancia de los aeródromos situados en Baleares
se pusieron de manifiesto durante la Guerra Civil española. Desde esas bases, las
escuadrillas franquistas pudieron atacar el tráfico mercante republicano en todo
Levante, además de bombardear los principales puertos pese a estar dotados de baterías
antiaéreas y escuadrillas de caza, alcanzando a las unidades navales allí fondeadas y
dañando gravemente la maquinaria de carga, los muelles y los almacenes, entre otras
instalaciones, tal y como sucedió en Barcelona, Valencia o Cartagena3.
Entre 1939 y 1940, una fuerza aérea era casi capaz de suprimir el tráfico naval
enemigo en un radio de unos 600 kilómetros de sus bases, aunque eso no supusiese la
protección del tráfico naval propio. Las Baleares hubieran podido cumplir ese cometido,
ya que se encuentran a 210 kilómetros de distancia de Valencia y Barcelona, a 360 de
2 (1939) Axis plans in the Mediterranean. Londres: General Press. En el prefacio del entonces capitán
Liddell Hart advertía de la importancia de las Baleares como base aeronaval. Página 4. 3 Sobre las operaciones aéreas consultar INFIESTA PÉREZ, J.L. y COLL PUJOL, J. (2000) Bombardeos
del litoral mediterráneo durante la Guerra Civil. Valladolid: Quirón.
E
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Argel, a 470 de Marsella-Tolón y a 480 de Córcega y Cerdeña. España, en caso de
haber entrado en guerra, hubiese podido usar esta base como defensa marítima y aérea
avanzada de las costas de Levante, y en caso de ofensiva hubiera servido de centro de
operaciones aeronavales contra las costas del Mediterráneo occidental y las escuadras
enemigas que operasen en esa zona. Evidentemente, para ello se hubiese debido
convertir el archipiélago en una base militar de importancia dotándola de artillería de
costa, fortificaciones, instalaciones y unidades suficientes que asegurasen su defensa.
Lo que hubiera permitido que el triángulo formado por Mahón, Cabo de San Antonio y
cabo de Creus se convirtiese en un mar español4.
En manos francesas las Baleares hubieran servido como un escalón de seguridad que
protegería las comunicaciones entre Argelia y la metrópoli, asegurando su superioridad
aeronaval en la zona. En caso de haber sido ocupadas por los británicos, las islas
hubiesen reafirmado su control del Mediterráneo con las bases de Gibraltar, Malta - isla
que jugaría un papel destacadísimo durante la guerra en el escenario del Norte de África
- y la base naval de Alejandría. En definitiva, en manos de cualquiera de ellos
confirmaría la supremacía aeronaval aliada en la zona, atando prácticamente de pies y
manos a Italia, en caso de que entrara en guerra en favor de Alemania. Si hubieran sido
los italianos los ocupantes del archipiélago esto hubiese significado un aumento
extraordinario de su presencia en el Mediterráneo occidental, pudiendo lanzar ataques
contra cualquier potencia que actuase en la zona, constituyendo una base de primer
orden en la defensa de posibles operaciones aeronavales contra sus islas y costas,
además de permitir cortar la comunicación marítima entre Francia y sus colonias del
Norte de África, ruta que fue vital durante la Primera Guerra Mundial5.
Si Francia o Inglaterra hubiesen tenido que evacuar sus unidades navales del
Mediterráneo su tráfico marítimo se hubiese visto perjudicado pero no impedido. El
Reino Unido podría mantener su contacto con la India a través del Cabo de Buena
Esperanza, mientras que los franceses seguirían comunicados con el Norte de África
aunque por una línea más lenta y costosa, a través del Atlántico y, más tarde, mediante
vías de comunicación terrestres que atravesaban África, como unos años después haría
el general Leclerc6. Sin embargo, Italia recibía el grueso principal de sus
4 KINDELÁN, A. (1940) ”El Mediterráneo en la guerra futura”. Ejército, número 1, página 51.
5 Entre 1914 y 1918 cruzaron el Mediterráneo 2.365.000 soldados franceses o de sus colonias.
6 El 25 de enero de 1941 partiendo desde Chad atacaría el fuerte italiano de Koufra, en Libia, tras recorrer
más de 650 kilómetros por el desierto con su columna. El 8 de mayo de 1943 desfilaban triunfalmente en
Túnez.
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abastecimientos por el Mediterráneo. En su caso no hubiese bastado con expulsar a las
escuadras navales anglo-francesas, ya que además hubiera necesitado hacerse con el
control de una de las dos puertas de entrada o salida del mar, bien el canal de Suez o,
mucho mejor, Gibraltar. Por lo que era a esta potencia a la que más le interesaba la
entrada en guerra de España en el bando del Eje7.
2. UNIDADES
Terminada la Guerra Civil española se acometió una reforma de las Fuerzas Armadas
que afectó a su administración central, división territorial y cuerpos armados8. El 4 de
julio de 1939 se reorganizaron las Regiones militares, quedando integradas por ocho
Capitanías Generales, al tiempo que se creaban dos comandancias para Baleares y
Canarias, mientras que las tropas del Protectorado quedaron formadas por dos Cuerpos
de Ejército9. Por otro lado, la ley de 8 de agosto reorganizó la administración central del
nuevo Estado10
y se designó a los componentes del Gobierno, donde las Fuerzas
Armadas quedaron divididas en tres ministerios. El ministerio del Ejército le fue
encomendado al general de división José Varela11
, el ministerio de Marina recaía sobre
el almirante Salvador Moreno y el ministerio del Aire en el general de división Juan
Yagüe. A lo largo del mes de agosto el ministro del Ejército fue eligiendo a los
capitanes generales y jefes de las Comandancias, recayendo el mando de la de Baleares
en el general de división Alfredo Kindelán, que tomaría posesión del cargo a finales del
mes de agosto12
.
2.1. Administración central
Durante el verano de 1939 se confeccionaron las plantillas para todas las unidades y
cuerpos que habrían de constituir el Ejército, siendo las primeras las de los Cuarteles
7 (1939) Ob. Cit. Página 22.
8 Para profundizar en las reformas convine consultar MUÑOZ BOLAÑOS, R. (2010) La institución
militar en la posguerra (1939-1940), en PUELL DE LA VILLA, F. y ALDA MEJÍAS, S. (Eds.). Los
Ejércitos del Franquismo (1939-1975). Instituto Universitario Gutiérrez Mellado: Madrid. Vol. I: Págs.
15 a 54. 9 Decreto disponiendo la reorganización del Ejército. Boletín Oficial del Estado (BOE) núm. 206, de 25
de julio de 1939. Páginas 4020 a 4021. 10
Ley modificando la organización de la Administración Central del Estado establecida por las de 30 de
enero y 29 de diciembre de 1938. BOE núm. 221, de 9 de agosto de 1939, páginas 4326 a 4327 11
Sobre las semblanzas militares de los distintos generales como Varela, Kindelán o Martínez Campos
consultar ALONSO BAQUER, M. (2005) Franco y sus generales. Madrid: Taurus. 12
Decreto nombrando Comandante General de Baleares al General de División D. Alfredo Kindelán
Duany. BOE número 231, de 16 de agosto de 1939, página 16.
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Generales, las Comandancias de Baleares y Canarias, las de las Regiones y los
Gobiernos Militares13
. El de Baleares se fijó en Palma de Mallorca, y estaría comandado
por un general de brigada. Contaba con una sección de movilización, una sección de
contabilidad y asuntos generales, el Gobierno militar y la mayoría de plaza, el archivo y
la sección de destinos. En total 15 jefes y oficiales, un sargento, seis miembros del
Cuerpo Auxiliar Subalterno del Ejército (CASE), así como 30 cabos y soldados de 2ª.
Como dotación móvil contaría con dos coches, uno para el general y otro de servicio,
así como dos motos y dos bicicletas. También se creó una Auditoría, la cual contaba con
una sección de fiscalía, y un juzgado permanente de causas, ambos con sede en Palma
de Mallorca.
El 1 de septiembre de 1939 se aprobaron las plantillas para todo el Ejército y además
el jefe del Estado Mayor del Ejército (EME), el general Carlos Martínez Campos, cursó
la instrucción reservada A-1 “Sobre reorganización del Ejército y acoplamiento de las
nuevas unidades”14
. Previamente ya se habían dado órdenes verbales y por escrito al
respecto, pero convenía complementar éstas, toda vez que se trataba de una profunda
reorganización de tropas que deberían dar forma a los nuevos Cuerpos de Ejército, a las
fuerzas militares de Marruecos y a las comandancias de Baleares y Canarias15
.
2.2 Infantería
Se desplegaron cuatro regimientos de infantería en Baleares. Éstos tenían una
organización diferente a los de infantería de línea peninsulares: se aumentó su plantilla a
tres secciones, elevando a cuatro el número de morteros del batallón de infantería
suprimiendo la sección del batallón de máquinas de acompañamiento y quedando estas
compañías compuestas por una sección de ametralladoras antiaéreas y otra de cañones
antitanque, así como, reduciendo a dos el número de armas de las sección de cañones al
considerar que su empleo en las islas en caso de combate sería limitado. Por su parte el
Regimiento de Menorca número 37 contaría con dos batallones de infantería de línea, ya
13
Ministerio del Ejército, Plantillas provisionales para los Cuerpos y Unidades del Ejército. Orden
circular reservada de septiembre de 1939. Archivo General Militar de Ávila (AGMAv): Caja 23.009. 14
Archivo Municipal de Cádiz. Fondo Varela (AMC-FV): Caja 111-138. Documentos 244-248. 15
Para profundizar en la composición y situación de las unidades conviene consultar RODRIGO
FERNANDEZ, R. (2010) El Ejército español en 1940, en PUELL DE LA VILLA, F. y ALDA MEJÍAS,
S. (Eds.). Los Ejércitos del Franquismo (1939-1975). Instituto Universitario Gutiérrez Mellado: Madrid.
Vol. II: Págs. 51 a 76.
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que dicha isla carecía de recursos humanos para aumentar las plantillas en caso de
movilización. Además, su posición la hacía muy vulnerable a ser ocupada.
Los regimientos para Baleares se mantuvieron en organización y número con
respecto al proyecto inicial de reforma, es decir, tres regimientos, dos en Mallorca, los
números 36 y 60, y uno en Ibiza, el número 61; la innovación consistió en organizar un
cuarto regimiento, igual en composición a los dos mencionados anteriormente, para la
isla de Menorca. Lo que supuso reducir en dos batallones el Batallón especial para
Menorca que figuraba en las plantillas de 1939; para compensar esta disminución de
efectivos, de 2.452 a 1.076 soldados, se aumentó la dotación total de infantería en
Baleares en 1.300 hombres.
Los regimientos de Infantería para Baleares, al mando de un coronel, estaban
formados por una Plana Mayor administrativa con Caja de Movilización y
Reclutamiento (CMR), juzgado y compañía de destinos, y otra de Mando compuesta
por el propio Mando, el equipo de trasmisiones, así como el equipo de observación,
información y enlace. Un tren regimental, compuesto principalmente por ganado de
carga y tiro más que por medios motorizados16
. Contaban con un batallón de fusiles
compuesto de Plana Mayor de batallón, dos compañías de fusiles, una compañía
ciclista, una compañía de ametralladoras y morteros, así como un pelotón de
trasmisiones. Igualmente, un batallón de ametralladoras integrado por dos compañías de
ametralladoras y morteros, una compañía de fusiles, un pelotón de trasmisiones y una
Plana Mayor. Además, el regimiento contaba con una compañía mixta. En total
sumaban unos efectivos de 52 jefes y oficiales, 57 suboficiales, 27 CASE y una tropa de
1.073 hombres.
2.3. Artillería
El archipiélago contaba con tres regimientos, uno con la organización para división
de infantería de línea con dos grupos motorizados, otro de costa, uno mixto y un grupo
antiaéreo17
. El Regimiento de Artillería de Campaña número 35 (Palma de Mallorca)
estaba compuesto por dos Planas Mayores, una de Mando y la otra Administrativa, una
batería de destinos, CMR y juzgado. Dos grupos de artillería de campaña motorizados y
un grupo de montaña a lomo todos dotados de cañones de 65 mm. Su plantilla constaba
16
La dotación de ganado de un regimiento era de 23 caballos de oficiales y tropa, 39 animales de carga y
34 de tiro. Mientras que los vehículos eran de un coche para el coronel, una moto con sidecar, cuatro
camiones, tres volquetes y 147 bicicletas. 17
RODRIGO FERNANDEZ, R. (2010) Ob. Cít. Página 56.
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de 61 jefes y oficiales, 58 suboficiales, 20 CASE y 900 de tropa. Para el transporte del
material incluía 124 animales de carga, 41 camiones y 8 tractores.
El Regimiento de Costa número 5 (Palma de Mallorca) contaba con Mando y Planas
Mayores, una Plana Mayor de sector, tres baterías, una Plana Mayor de sector de
plantilla reducida y tres baterías con plantilla reducida. Un grupo antiaéreo en Palma
con Plana Mayor, tres baterías, una batería de 76,4 mm y cuatro baterías a mitad de
servicio. Otro grupo antiaéreo destacado en Ibiza con Plana Mayor, tres baterías Vickers
y una batería de 76,4 mm. En total 85 jefes y oficiales, 82 suboficiales, 30 CASE y 983
de tropa. Para el transporte se contaba con 10 camiones.
El Regimiento Mixto de Costa y Campaña número 6 (Mahón) constaba de Mando y
Planas Mayores regimentales, dos Planas Mayores de sector, tres baterías de 381 mm y
cuatro baterías de 152,4 mm, y un grupo antiaéreo con Plana Mayor, tres baterías y un
grupo de campaña mecanizado de dos baterías. En total 75 jefes y oficiales, 81
suboficiales, 34 CASE y 684 de tropa. Para el transporte contaba con 21 camiones y tres
tractores.
2.4. Ingenieros
Se contaba con dos grupos mixtos - el número 1 en Palma y el número 2 en Mahón -
compuestos cada uno de ellos de Plana Mayor una compañía de zapadores y una de
trasmisiones, además de parque y talleres. En total 17 jefes y oficiales, 22 suboficiales,
tres CASE y 345 de tropa. Para el transporte se contaba con 25 animales de carga y tiro,
así como 17 vehículos de todo tipo.
Los grupos mixtos para Baleares sufrieron un aumento en sus plantillas con respecto
a los proyectos provisionales de 1939, siguiendo las necesidades que fue indicando el
Comandante General. Estos se constituyeron con una compañía de zapadores
motorizada, debido a las dificultades para encontrar ganado de tiro en las islas.
3. REALIDAD Y PLANES DE DEFENSA
Hemos visto cuales eran, según las plantillas, las unidades, el personal y el material
desplegado en el archipiélago para su defensa. Sin embargo, una cosa es lo que dice el
papel y la teoría y otra muy distinta la realidad. El nuevo jefe de la Comandancia de
Baleares se incorporó a su destino a finales del mes de agosto, encontrándose con una
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situación diferente a lo que las plantillas oficiales indicaban. Así que lo que hizo nada
más llegar fue una rápida visita de inspección para poder valorar de primera mano la
situación con la que tendría que lidiar. Como resultado de ello remitió un breve informe
al EME el 31 de agosto de 193918
. En él se constataba la falta de material de artillería de
costa en Menorca, solicitando se quedasen en la isla cuatro cañones de 152,4 mm, con el
objetivo de proteger Ciudadela, el punto más vulnerable de la isla. Estos habían sido
desmontados por orden del Generalísimo y debían ser trasladados a Barcelona. En el
documento, el jefe del EME, Martínez Campos, anotaba personalmente su conformidad
con la petición.
Por otra parte, Kindelán constató que la artillería antiaérea de la isla de Menorca
estaba concentrada toda en Mahón, seis baterías, proponiendo el traslado de una de ellas
a la desguarnecida Ciudadela. Asimismo, no se habían completado las obras de
fortificación y no había enmascaramiento alguno de las piezas, considerando necesario
hacer un estudio pormenorizado de las necesidades en lo referente a instalaciones. La
situación en Ibiza era peor si cabe, estando defendida únicamente por tres baterías, las
cuales habían sido instaladas durante la guerra sin seguir, aparentemente, ningún plan
claro de artillado. Finalmente, se solicitaba la creación de una comisión que estudiase en
profundidad las defensas de costa, al considerar que de todas las baterías instaladas
apenas se podía disponer de dos de ellas para la defensa de las Baleares, las que
realmente eran efectivas contra los navíos de la época19
.
Esa misma noche Kindelán se comunicaba telefónicamente con el Ministro.
Desgraciadamente de estas conversaciones que debieron ser bastante frecuentes y
fluidas no se ha encontrado constancia documental. Al día siguiente, coincidiendo con
el inicio de la Segunda Guerra Mundial en Europa el 1 de septiembre de 1939, Kindelán
envió una carta manuscrita al Ministro con su valoración de las defensas de las islas y
las medidas a tomar. A priori, el comandante de Baleares no abrigaba temor a un
desembarco enemigo de manera inminente, sin embargo, en caso de que éste se
produjera las baterías de costa servirían más de apoyo a la defensa de infantería que
contra una escuadra enemiga. Consideraba que la defensa activa debería ser realizada
18
AMC-FV: Baleares. Caja: 117-178 19
La Marina también elaboró un proyecto de mejora de las instalaciones que ha sido analizado en
ALVAREZ LAITA, F.J. y MEDINA ARNAIZ, M.L. (2010) Un proyecto de ampliación de bases navales
en el archipiélago balear y su defensa artillera (1940). Revista de Historia Naval, número 109, páginas 37
a 66. El artículo también describe las baterías existentes y las características de las piezas de artillería.
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por elementos aeronavales y para ello sugirió el envío de dos submarinos más a la base
naval de Soller, así como unas 1.000 minas submarinas para ser fondeadas. Respecto a
la Fuerza Aérea indicaba la necesidad de completar las plantillas de las escuadrillas
desplegadas y el envío de una escuadrilla de bombardeo y una patrulla de bombardeo en
picado. Para mejorar la defensa aérea solicitó un grupo de baterías antiaéreas de 88 mm,
además propuso una redistribución de la artillería de costa, no faltándole razón, pues
mientras Menorca estaba sobredotada de piezas se apreciaba una clara falta de material
en Mallorca e Ibiza, sugiriendo el envío de ocho piezas de 152,4 mm de Mahón a
Mallorca.
También, se inició la construcción de nidos de ametralladora y puestos fortificados
en las playas y zonas cercanas al litoral para la defensa de la infantería en caso de
desembarco. Por otra parte, ese mismo 1 de septiembre era el Gobierno Militar de
Menorca el que informaba al EME que si bien las baterías estaban en un estado
aceptable la falta de personal era importante, solicitando el envío de 700 artilleros, 50
suboficiales, 30 obreros especialistas, así como 19 jefes y oficiales. La misma falta de
personal era habitual en la mayor parte de las unidades del Ejército en ese mismo
momento, independientemente de la Capitanía a la que perteneciesen20
.
Por tanto, vemos como la ausencia de personal era algo común, los acuartelamientos
eran deficientes y se necesitaba un programa de construcción de depósitos de agua y
víveres, mejorar las obras de fortificación, construir nidos de ametralladoras y reparar la
red de comunicaciones, entre otras cosas. En muchas ocasiones se tuvo que recurrir al
alquiler de edificios civiles hasta la conclusión de las obras. Conviene tener en cuenta
que en esos momentos en Palma, como en muchas ciudades de España, se vivía una
grave carencia de viviendas, como consecuencia de las destrucciones que provocaron
los bombardeos aéreos durante la guerra21
. En lo que respecta al material solía notarse
sobre todo la falta de vehículos, especialmente camiones, armas automáticas y artillería
antiaérea. Como muestra de lo precario de la situación el mismo Kindelán tenía a su
20
De forma casi unánime los informes de las capitanías hacían referencia a los mismos problemas. Por
ejemplo el 3 febrero de 1940 el Capitán General de la IIIª Región Militar señalaba la falta de oficiales,
armamento pesado y medios motorizados, entre otras cosas. AGMAv: Caja 23.011. 21
En Mallorca se pasó de 939 edificios construidos en 1936 a solo 677 en 1941, GIRAN I FERON, D.
(2002) Las condiciones de vida del primer franquismo. El caso de las islas Baleares. Hispania, número
212. Página 1125.
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servicio un coche de más de 12 años de antigüedad, lo cual da buena cuenta del estado
del parque de vehículos de las diferentes unidades22
.
Pero las opiniones o consideraciones de Kindelán no se referían exclusivamente al
capítulo meramente castrense y técnico. Así, el 1 de septiembre de 1939 le planteaba a
Varela su opinión sobre la política de guerra:
“Yo veo la situación con optimismo en todos los casos con tal que demos
a la Guerra Europea que ha comenzado ya prácticamente toda la enorme
importancia que tiene. Mi impresión es que por el momento no entraremos
en la guerra pues nuestra neutralidad interesa a todos los beligerantes. Más
tarde entraremos, no podemos evitarlo y probablemente entrar por
conveniencia nacional, ya bastante avanzada la contienda, con objeto de
llegar a la paz en buena postura y exigir algo que nos es indispensable. Yo
sin embargo, como aconseja la más elemental prudencia, parto del supuesto
de la posibilidad de ataque inmediato y a este fin obedecen mis peticiones.
Para más adelante estudiaré con más calma nuevas medidas” 23
El 5 de septiembre el Ministro escribió una carta de respuesta sobre las solicitudes
realizadas indicando en ella que le parecían medidas adecuadas por lo que trasladaría las
peticiones a los ministerios correspondientes y a la consideración del EME. La
respuesta de éste sobre el material de artillería de costa se remitió al Ministro el 7 de
septiembre. Las cuatro piezas de 152,4 mm que se habían de llevar a Barcelona podían
quedarse. Sin embargo, Martínez Campos no se mostraba favorable al envío de Mahón
a Ciudadela de dos piezas del mismo calibre, y otras dos del mismo lugar a Mallorca.
Ciudadela tenía instaladas dos baterías de cuatro piezas de 150 mm Munaiz, trasladadas
desde Mahón durante la guerra. Respecto al refuerzo de Mallorca no lo consideraba
indispensable, al disponerse de artillería de costa suficiente24
. Lo cierto es que pese a las
preocupaciones expresadas por Kindelán el EME tenía otras prioridades en la defensa
nacional. Así durante los últimos meses de 1939 y el primer trimestre de 1940 se dio
22
Situación que se puede extender a la totalidad de las unidades españolas de ese momento. AMC-FV.
Documento: 115-408 23
Nota manuscrita. AMC-FV: Documentos 117-186 y 187. 24
Cuatro piezas Gómez Rueda de 200 mm, 20 piezas Munaiz Argüelles de 150 mm, 24 piezas Canet de
140 mm y ocho piezas Ordoñez de 150 mm. AMC-FV: Documento 117-188.
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preferencia al Protectorado, donde Francia podría intervenir y al campo de Gibraltar,
donde los británicos supondrían una amenaza directa25
.
Volviendo a la situación en el archipiélago, en septiembre de 1939 la 3ª sección del
Estado Mayor del Gobierno Militar de Menorca elevaba un informe reservado sobre el
estado de las baterías de costa26
. En él se ponía de manifiesto que el material y las
baterías se encontraban en buen funcionamiento, faltando solamente por solventar
problemas técnicos como la instalación de telémetros auxiliares o la conexión eléctrica
de algunas de las piezas. Donde se puso el énfasis fue en la escasez de personal,
oficiales, clases, tropa y, principalmente, obreros especializados. La causa de ello eran
los sucesivos licenciamientos que se habían producido desde el final de la guerra. Por
otra parte, la construcción de acuartelamientos se encontraba paralizada por la
imposibilidad presupuestaria de contratar nueva mano de obra y a la espera de que la
Comandancia de Obras y Fortificaciones estableciese un plan definido. Curiosamente el
licenciamiento provocó un aumento considerable del paro en las islas, problema
acrecentado por la llegada de refugiados desde la península27
. Adjunto a dicho informe
Kindelán presentó 28 puntos concretos de un programa encaminado a cubrir las
necesidades de la isla de Menorca. Entre ellos destacaba la necesidad de terminar el
emplazamiento de las batería antiaéreas, construir nuevos depósitos de agua y víveres,
preparar las líneas de resistencia, acelerar los trabajos del campo de aviación de San
Luis para poder establecer una escuadrilla de reconocimiento, contar con una escuadrilla
de torpederos en la Base Naval, así como planificar la movilización o solucionar el
problema de la escasez de mano de obra28
.
El general Kindelán seguía convencido de la importancia estratégica del archipiélago
y por ello el 14 de septiembre enviaba un informe reservado, más detallado, sobre la
defensa de las islas, movilización, estado de fuerzas, material, armamento y
municionamiento, entre otras cosas.29
Hacia mediados de septiembre las tropas
alemanas ya se encontraban en las afueras de Varsovia. Kindelán seguía convencido que
Baleares hubiese podido asegurar un triángulo entre Palma, la bahía de Rosas y el cabo
25
Ambos escenarios han sido tratados en ROS AGUDO, M. (2008) La gran tentación. Barcelona: Styria.
Así como en el artículo de ALBERT SALUEÑA, J. (2012) Protectorado español de Marruecos. Factor
estratégico durante la II Guerra Mundial. Revista de Historia Militar, número extraordinario II, páginas
273-314. 26
Estado y deficiencias de las baterías de costa. AMC-FV: Documentos 117-193 y 194. 27
GIRAN I FERON, D. (2002) Ob. Cit. Páginas 1102-1104. 28
Programa de Necesidades de la isla de Menorca. Septiembre de 1939. AMC-FV: Documentos 117-195
y 196. 29
Nota reservada sobre la defensa de Baleares. AMC-FV: Documentos 117-197 a 205
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de San Antonio, gracias al establecimiento de una importante base aérea en Mallorca - a
la que consideraba un auténtico portaaviones insumergible - y de elementos navales,
destacados también en Palma, cuyo puerto parecía el más conveniente. Menorca e Ibiza
servirían como apoyo a esta base si contaban con escuadrillas de reconocimiento y
unidades navales ligeras, como torpederos o submarinos. En su informe consideraba que
Mallorca podría resistir un bloqueo prolongado, siempre y cuando se realizase el
conveniente acopio de alimentos, especialmente trigo o azúcar, ya que la producción
agrícola en las islas había disminuido de forma considerable desde 193630
. Sería
necesaria la construcción de almacenes subterráneos, como los ya existentes en Bellver,
para los depósitos de combustible y la reserva de carbón. La defensa de artillería de
costa tendría que ser mejorada con la instalación de nuevas baterías, direcciones de tiro
y proyectores. Por su parte, Menorca tendría que ser aprovisionada para al menos tres
meses, debían mejorar sus defensas - construyendo abrigos blindados en sus playas -
ampliando el aeródromo de San Luis y enviando un batallón de prisioneros para
solucionar el problema de la falta de mano de obra. Finalmente, por sus características
Ibiza también podría resistir un largo bloqueo necesitando tan solo la instalación de dos
baterías de costa y la construcción de abrigos blindados en los posibles puntos de
desembarco.
Otro informe de septiembre de 1939 explicaba la organización defensiva de las islas
y las necesidades de armamento y material31
. En caso de movilización ésta se
organizaría en dos etapas. En una primera, se llamarían a filas a los reemplazos de 1930
a 1936, unos 3.000 hombres, pudiendo completarse la movilización en 24 horas para los
reemplazos de 1933 a 1936, mientras que los de 1930 a 1932 necesitarían 72 horas para
incorporarse. Con esos refuerzos se organizarían ocho batallones de fusiles, dos
batallones de ametralladoras, dos grupos de artillería de 75 mm, un grupo de artillería de
105/22, una batería de 155 mm y 14 baterías de costa. Dos batallones de fusiles serían
enviados a Ibiza y se podría completar el regimiento de artillería de Menorca, pudiendo
poner en pie de guerra las unidades de Menora e Ibiza con sus plantillas completas. Al
mismo tiempo, con el armamento que se disponía se podrían dotar los 10 batallones, los
de ametralladoras - compuestos por cuatro compañías, tres de máquinas y una de fusiles
- y los de fusiles, con cinco compañías - cuatro de fusiles y una de ametralladoras -.
30
Por ejemplo, la producción de trigo se había reducido al 42,7% con respecto a un valor 100 del periodo
1931-1935. GIRAN I FERON, D. (2002) Ob. Cit. Página 1105. 31
Notas sobre organización defensiva de Baleares, adaptada a la situación y disponibilidades actuales.
AMC-FV: Documentos 117-206 a 208.
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Faltaban algunos fusiles ametralladores para completar las secciones y los batallones
solamente podrían contar con un mortero de 81 mm. Por ello, se solicitó al Ministerio el
envío del armamento y munición que faltaban en las unidades.
A finales de septiembre terminaba la campaña en Polonia y daba la sensación que los
vientos de guerra se alejaban de Europa, ya que las tropas franco-británicas estacionadas
en Francia desarrollaban una drolê de guerre. Mientras parecía que Alemania buscaba
aproximar posturas para presentar la ocupación de Polonia como un hecho consumado y
firmar la paz32
. Por otra parte, la URSS, tras invadir la parte de Polonia que le
correspondía en virtud de las cláusulas secretas del pacto germano-soviético, atacaba
Finlandia en noviembre de 1939, dando lugar a una guerra que se extendería hasta el
mes de marzo de 1940. En ese marco el EME decidió dar prioridad al Protectorado y al
Estrecho, por lo que las peticiones formuladas desde Baleares cayeron en el olvido. El
mismo Kindelán rebajaba el tono apremiante en los informes que fue remitiendo y en el
de diciembre de 1939 los problemas seguían siendo los mismos: carencia de
suministros, alimentos y falta de oficiales, especialmente en el Regimiento de Artillería
de Menorca33
.
A finales de mes solicitó al EME que considerase la posibilidad de formar una
compañía de carros o de enviar un número suficiente de carros-cañón para emplearlos
contra las lanchas de desembarco, caso de que este se produjese34
. Ya en enero de 1940
el informe mensual se centraba más en su propia situación personal que en el
archipiélago, calificando el ambiente de “sin novedad” y escribiendo la siguiente
reflexión:
“Mientras me sea posible, seguiré colaborando con el mayor entusiasmo,
dentro de los modestos papeles, que se me designan, al resurgimiento
español, sin olvidar agravios recibidos, pero sin que ellos deban repercutir
en mi labor oficial, con lealtad y disciplina.”35
Parece que no olvidaba la desilusión por no haber sido nombrado ministro del Aire
cuando él había sido el creador y fundador del arma aérea en 1911 y, sobre todo, tras
32
Discurso de Hitler frente al Reichstag de 6 de octubre de 1939. 33
Carta de 1 de diciembre de 1939. AMC-FV: Documentos 97-61 a 64. 34
Carta de 15 de diciembre de 1939. AMC-FV: Documentos 97-239 a 243. 35
Carta de 1 de enero de 1940. AMC-FV: Documentos 97-491 a 492.
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haber desempeñado el cargo más alto en la Jefatura del Aire en la Junta de Defensa
Nacional durante la Guerra Civil española.
En febrero de 1940 el ambiente europeo volvió a enturbiarse cuando los británicos
capturaron al buque alemán Altmark violando la neutralidad noruega. Tanto británicos
como alemanes pusieron a trabajar a sus respectivos estados mayores en la planificación
de una invasión del país nórdico. Finalmente, el 9 de abril Alemania iniciaba la
operación Weserübung invadiendo las neutrales Dinamarca y Noruega, adelantándose a
sus rivales en apenas una semana, ya que también los británicos tenían sus propios
planes al respecto.
En marzo de 1940 Kindelán realizó una visita a Italia por motivos personales
teniendo la ocasión de entrevistarse con Mussolini. El Duce opinaba que España e Italia
podrían mantener su neutralidad durante ese año, pero que se verían obligadas a
participar en el conflicto a partir de 1941, por lo que habría que prepararse para el
momento. Además, el general pudo recabar datos que le permitieron conocer que el
Estado Mayor francés tenía diseñado un plan de campaña para hacerse con el control de,
al menos, una de las islas mediante el empleo de unas cinco divisiones. Frente a ese
despliegue él contaba con unos efectivos de 7.000 hombres, los cuales podrían llegar a
30.000 después de decretar la movilización. La realidad era que la artillería de costa
seguía siendo defectuosa, ya que no se habían terminado las obras de la defensa
primaria y las plantillas de las unidades estaban incompletas36
.
Pero no eran las dos únicas potencias que tenían las Baleares en el punto de mira. El
Servicio de Información del Ejército tuvo constancia de una reunión entre el agregado
naval de la embajada inglesa en Madrid, Hillgart, supuesto director de información del
Inteligence Service en España, y Paers, agregado de la embajada como jefe de los
servicios de propaganda. Como resultado de ella se designaba un nuevo vicecónsul en
Palma a un ayudante de Hillgart, manteniendo como cónsul a Lake, del que también se
sospechaba que era miembro del servicio secreto británico37
.
Cada potencia iba estableciendo sus propios proyectos sobre las islas en espera de la
evolución de los acontecimientos en Europa. El propio Kindelán sospechaba que Italia
debía de contar con un plan similar al francés, por lo que urgió al Ministro a completar
la defensa del archipiélago. Desde enero Varela comenzó a compartir su preocupación y
36
Carta de 2 de abril de 1940. AMC-FV: Documentos 99-8 y 9. 37
Informe del teniente coronel del Servicio de Inteligencia de 8 de abril de 1940. AMC-FV: Documentos
99-10 a 12.
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procedió a recopilar información de las Capitanías sobre la situación real de las
unidades. En marzo Kindelán envió un informe donde demostraba de forma concluyente
que España no estaba en absoluto preparada si estallaba la guerra. Varela leyó ese
informe en una reunión del Consejo Superior del Ejército, organismo que aprobó el
documento y acordó que fuese elevado a Franco38
.
En cuanto tuvo conocimiento del inicio de la invasión alemana de Noruega y
Dinamarca y del minado de las aguas de la primera unos días antes por los británicos,
Kindelán envió un telegrama cifrado y un informe reservado, fechados el 9 y 10 de abril
de 1940, respectivamente39
. En ellos explicaba que ambas acciones demostraban
claramente que los beligerantes no estaban dispuestos a respetar los derechos de los
países neutrales si éstos se oponían a sus intereses. Además, ambas operaciones habían
comenzado sin declaración previa y por sorpresa. Así pues, suponía que España se
vería, más pronto que tarde, envuelta en la guerra, por lo que proponía un acercamiento
a Italia. Respecto a la defensa de Baleares mostraba su profundo disgusto, pues de todo
lo solicitado desde el verano de 1939 “nada se me ha concedido”40
. Lo cierto es que el
informe desprende una tremenda preocupación ante la eventualidad de un ataque a muy
corto plazo, no contando con los medios necesarios para la defensa de las islas. Además,
se sucedían una serie de incidentes aéreos con franceses y británicos que incluso
llegaron a derribar un aparato español41
. Por otra parte, conviene recordar operaciones
navales de desembarco como la de los Dardanelos en 1915 o Alhucemas en 1925, lo
que explicaba la preocupación de Kindelán de sufrir otro ataque como el fracasado
intento de invasión durante la Guerra Civil42
.
Varela reunió a la Junta de Defensa Nacional para informar de esta preocupación. En
la que se acordó tomar medidas lo más rápidamente posible para paliar la situación,
decisión que fue comunicada al general. Este respondía con un comunicado reservado el
12 de abril, indicando que:
“Con respecto a la carta confidencial del día 9, nadie mejor que V. que
pulsa el ambiente y conoce de cerca la situación, verá que es lo más propio
38
PRESTON, P. (1994) Franco. Caudillo de España. Barcelona: Grijalbo. Página 436. 39
Informe reservado de 9 de abril de 1940. AMC-FV: Documentos 99-62 a 63. 40
Idíbem. 41
Sobre el tema consultar el artículo de MORCILLO, M. (2013) Violación de la neutralidad de España
durante la Segunda Guerra Mundial. Estudios humanísticos, historia, número 12, páginas 289-307. 42
Operación descrita en MARTINEZ BANDE, J.M. (1970) La invasión de Aragón y el desembarco en
Mallorca. Madrid: Servicio Histórico Militar.
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hacer; mi criterio en estos asuntos es procurar permanecer aislados de las
pugnas existentes para evitar vernos vueltos en ellos.” 43
Lo cierto es que en esta ocasión el Ministerio sí que tomó cartas en el asunto y
comenzó con el envío del armamento que faltaba en Baleares. Así, la Dirección General
de Industria y Material recibía una orden el día 9 de abril para comenzar a enviar todo lo
necesario44
. No obstante, el día 13 de abril Kindelán volvía a escribir a Varela
presentándole hasta 20 medidas concretas y urgentes a tomar para la defensa.
Consideraba que el mayor peligro sería un desembarco por sorpresa, sin preparación
previa ni bloqueo prolongado. Las primeras 48 horas serían las cruciales para rechazar
el ataque, teniendo este lugar sobre Mallorca con mayor probabilidad, ya que Menorca
contaba con una buena defensa primaria e Ibiza solamente sería un primer escalón en el
ataque a Mallorca.
El general mantuvo una reunión con los mandos integrantes de las tres ramas de la
defensa nacional en las islas, Tierra, Marina y Aire, tomando como medidas:
“1ª) Para evitar una sorpresa precisa:
1. tener en funcionamiento sensible la red de escucha;
2. realizar exploración cercana diurna y nocturna por la aviación;
3. realizar exploración lejana por marina;
4. tener bien montado el servicio de información en las bases
posiblemente enemigas. […]
2ª) Aumentar las plantillas de los regimientos insulares en pie de paz
hasta que sus efectivos alcancen como mínimo 2.000 hombres en los
cuerpos de infantería y 1.500 en los de artillería. Elevar igualmente las
unidades de ingenieros para contar con tres compañías de zapadores y una
de trasmisiones en Mallorca, dos de zapadores y una de trasmisiones en
Menorca y una de cada clase en Ibiza. Aumentar 100 hombres a la plantilla
de la Comandancia de Intendencia y otros 100 a la compañía de Sanidad, y
elevar hasta 500 la plantilla del grupo de automovilismo de Baleares. […]
4ª) Organizar igualmente la compañía de carros de combate […]
43
AMC-FV: Documento 99-64. El subrayado es de Varela y añadía de su puño y letra “Neutralidad”. 44
“Relación de armamento remitido a la Capitanía General de Baleares”. AMC-FV: Caja 115-381.
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5ª) Incorporar a las islas un Grupo de aviación de reconocimiento
nocturno y otro de caza.
6ª) Reforzar la provisión de combustible y lubricantes para Aviación.
7ª) Reforzar las fuerzas navales del archipiélago y enviar redes anti-
submarinas, un minador y minas.
8ª) Aprovisionar las islas de carbón remitiendo 15.000 toneladas [...]
Trigo suficiente para tres meses y llenar al máximo los depósitos de la
CAMPSA […]
9ª) Completar las dotaciones de municiones de todas clases […]
12ª) Enviar una compañía antitanque. […]
14ª) Completar urgentemente las plantillas de coches y camiones […]
15ª) Reforzar la defensa de costa […]
17ª) Reforzar la defensa antiaérea remitiendo seis baterías […]
20ª) Remitir […] los proyectores y demás aparatos de escucha [...]”45
El Ministro anotó en el documento su visto bueno: “Pasar al E.M. para su estudio y
cuenta para cumplimiento (aprobación) Varela” Y en respuesta al informe del 13 de
abril, la Dirección General de Industria y Material comenzó el envío de las piezas de
artillería necesarias46
.
A principios de mayo de 1940, la situación en Europa se volvía más tensa, con
intensos combates entre tropas anglo-francesas y alemanas en Narvik, mientras que en
el continente se presagiaba un ataque alemán en el frente de Francia. Pese a todos los
informes remitidos a Madrid, la realidad es que en mayo de 1940 la defensa de las islas
seguía siendo tremendamente vulnerable a un ataque y las opciones de rechazar un
desembarco eran prácticamente nulas. Resultarían insuficientes unos efectivos que en el
mejor de los casos no suponían más que el equivalente a dos divisiones, teniendo en
cuenta que se carecía de las tropas correspondientes de cuerpo de ejército y no se
contaba con carros de combate, con lo que los efectivos disponibles no hubiesen
bastado para frenar una invasión que hubiera podido contar con entre cinco y seis
divisiones, además del correspondiente apoyo aeronaval.
45
Informe reservado de 13 de abril. AMC-FV: Documentos 58 a 61. 46
“Relación de armamento de artillería remitido a la Capitanía General de Baleares”, en cumplimiento a
lo ordenado el 13 de abril de 1940 por la 6ª Sección del E.M.E. AMC-FV: Caja 115-381.
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Kindelán consideraba que la opción del golpe de mano sería más lógica en el caso
francés, mientras que Italia probablemente optaría por una política de hechos
consumados. Lo más natural en el segundo caso hubiese sido recibir una “visita de
cortesía” de una poderosa escuadra a alguno de los puertos del archipiélago y,
posteriormente, mediante una nota diplomática exponer las exigencias de protección de
las islas.
Mientras, en el Ministerio no se estaba de brazos cruzados, y el EME redoblaba sus
esfuerzos en el envío de todo el material necesario para cubrir las graves carencias47
. El
3 de mayo Kindelán remitía un informe reservado. Viendo como evolucionaban los
acontecimientos en Europa proponía una movilización parcial, llamando a los
reemplazos de 1934 a 1938 con el objeto de conocer las necesidades de alojamiento,
vestuario y equipo del contingente y, fundamentalmente, el tiempo necesario para su
incorporación. Contaba con poder movilizar 7.350 hombres en Mallorca, 1.450 en
Menorca y 270 en Ibiza. La petición fue aprobada y Varela anotaba de su puño y letra:
“Hoy 8 a las 8 de la noche hablé por teléfono con el Generalísimo y doy en
conocimiento la orden de movilización del servicio en vista de la situación y actitud de
Francia”48
. Se decretaba el ejercicio de movilización para el día 11 de mayo de 1940 a
las seis de la mañana. Tan solo un día antes, Alemania comenzaba la campaña de
Francia49
con la invasión de Holanda, así que el momento elegido para el ejercicio no
podía ser más adecuado. Con las medidas tomadas y procediendo a la movilización y el
desdoble de las unidades en Baleares se podría contar con un cuerpo de ejército, pero
tan solo una división tendría fusiles ametralladores y únicamente una división estaría
dotada de artillería de campaña.
Las fuerzas navales con las que contaba España en verano de 1940 eran claramente
inferiores a las de Italia, Francia o el Reino Unido. Se pensó en reforzar las islas con el
envío de algún crucero rápido o de destructores, aunque finalmente no se concretó nada.
En Baleares se mantuvo operativa la base de submarinos de Soller, donde quedaron
estacionados los submarinos General Mola y General Sanjurjo. En Soller también
estaba fondeado el destructor Almirante Miranda, en Palma se encontraba el minador
47
“Informe sobre armamento, material de artillería, municionamiento, automovilismo y material de
transmisiones en Marruecos y Baleares”, de 15 de abril de 1940 y “Datos sobre armamento, material y
municiones remitidos a Marruecos, Baleares y Canarias”, del 23 de abril de 1940. AMC-FV: Caja 115-
381. 48
Nota manuscrita del general Varela. AMC-FV: Documento 99-223 49
RODRIGO FERNÁNDEZ, R. (2009) “Francia 1940: El apogeo de la Blitzkrieg” XXI LEGIO. Número
27 Páginas 43-46.
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Júpiter y en el puerto de Mahón el transporte Contramaestre Casado. Respecto a los
efectivos totales de la flota española, de los seis cruceros con que contaba, solamente
dos estaban en servicio y se encontraban en El Ferrol. En cuanto a los ocho destructores
concentrados en ese mismo puerto, sólo seis estaban operativos, mientras que de los seis
radicados en Cartagena tan sólo uno estaba en funcionamiento50
.
Lo mismo se puede decir de la Fuerza Aérea. Con la reorganización de enero de
1940 toda la aviación de Baleares pertenecía a la misma Unidad, el Regimiento Mixto
número 3 que, con base en Son San Juan, estaba compuesto por el grupo de Caza
número 28, el de Bombardeo número 113, ambos estacionados en aquel aeródromo, y el
Grupo Mixto de Hidros en la Base de Pollensa. En mayo de 1940 había en Mallorca un
Grupo de caza Fiat CR-32, escasos de material y con solamente dos pilotos. Como
refuerzo se envió otro Grupo de Fiat CR-32 con 11 pilotos. Por otro lado, en la base de
hidroaviones de Pollensa había dos escuadrillas: la 52, constituida por dos Heinkel 59 y
dos Heinkel 60, a la que estaba adscrita la 51 patrulla con tres Arado 95; y la 53, que
agrupaba a dos Cant Z-501 y dos Cant Z-506B. El resto del material aéreo de que se
disponía se encontraba en muy malas condiciones51
. Se pensó en suplir la falta de
aviones de caza aumentando la defensa aérea pero esta seguía presentando notables
deficiencias en mayo de 194052
.
El 18 de mayo el Ministro felicitaba a Kindelán por el éxito del ejercicio realizado de
movilización parcial. Por otra parte, Varela se había puesto en contacto con el ministro
del Aire, trasladando la petición de reforzar la seguridad de los aeródromos53
. El 8 de
mayo Yagüe le respondió sobre el asunto en los siguientes términos:
“En el último despacho que he tenido con S.E. el Generalísimo, me
indicó que tuviera en Baleares ocupados los aeródromos, en vista de los
caracteres – rapidez y sorpresa – que caracteriza el desarrollo de los
acontecimientos en esta época. En este sentido he escrito al Capitán General
de dichas islas, pero por lo que a ti pueda competir también te lo comunico,
ya que es una orden de S.E”54
50
Estado Mayor de la Armada: Informe del Almirante Indalecio Núñez sobre unidades de la flota. 16 de
agosto de 1940. Fundación Nacional Francisco Franco: Documento 27.094. 51
Sobre la Fuerza aérea en Mallorca consultar HERRERA ALONSO, E. (1995) Una bahía con alas: La
base de hidros de Pollensa. Madrid: Ministerio de Defensa. 52
Informe del EME sobre la defensa de Baleares. AMC-FV: Documentos 117-215 a 216. 53
Nota manuscrita. AMC-FV: Documento 99-227. 54
Carta manuscrita. AMC-FV: Documento 99-226.
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El 16 de mayo le volvía a escribir:
“Ya están dadas las órdenes para la ocupación de los aeródromos pero
no tenemos armas automáticas y como verás por la actuación de los
alemanes hay que tener en cuenta cada vez más la actuación de los
parachutistas (sic)”55
En el mensaje Varela anotaba “Al E.M. para conocimiento y advertencia del Gral.
Kindelán”. Así pues, queda claro que los distintos ministros militares tenían una buena
comunicación entre sí y coordinaban esfuerzos, mientras que Franco estaba
convenientemente informado. Respecto a la campaña de Francia, el 14 de mayo
Holanda se rendía y los alemanes avanzaban a una velocidad sorprendente sobre los
puertos del canal. En el EME había causado gran impresión el empleo de unidades de
paracaidistas en Holanda y en la toma del fuerte de Eben-Emael en Bélgica. Conviene
señalar que en 1941 serían empleadas tropas aerotransportadas en la conquista de la isla
de Creta, operación Merkur, con lo que un ataque sobre Mallorca podría haber sido
similar.
Hasta final de mes siguieron las tareas de rearmamento, fortificación, emplazamiento
de artillería, de costa y antiaérea, entre otras cosas. Mientras tanto los británicos
reembarcaban en Dunquerque y la caída de París cada vez parecía más cercana. El 1 de
junio, mediante carta manuscrita, Kindelán presentó su periódico informe mensual sobre
la situación de las islas56
. Durante los últimos días lo más importante había sido tratado
vía telefónica. Según él, la entrada en guerra de Italia parecía cada vez era más
inminente, pensaba que ésta se produciría en el plazo de una o dos semanas. Finalmente
Mussolini declaró la guerra el 10 de junio, cumpliendo las previsiones de Kindelán. Por
aquel entonces, la prensa oficialista del régimen, sobre todo Arriba, comenzaba la
publicación de artículos cada vez más beligerantes contra los Aliados. Parecía que todo
el mundo en España daba por victoriosos a los alemanes en la campaña de Francia, lo
cual era motivo de cierta inquietud por parte de Kindelán. El 5 de junio Varela le
escribía que:
55
Nota manuscrita. AMC-FV: Documento 99-227. 56
Carta manuscrita. AMC-FV: Documentos 428 y 429.
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“En la actualidad, efectivamente, la prensa oficiosa se pronuncia en
contra de los aliados, pero este cambio de orientación en la actitud del
Gobierno, con sus fuentes de información más amplias, es consecuencia de
la marcha de los acontecimientos internacionales, sin que ello deje de
justificar mi actitud anterior”57
El 7 de junio le volvía a responder en carta manuscrita el comandante de Baleares,
tras finalizar un ejercicio táctico planificado58
. El resultado había sido bueno, sin
embargo sacaba como conclusión que en caso de invasión de las islas, debido a la
inferioridad aérea, las reservas no podrían acudir a tiempo para impedir el mismo, por lo
que la defensa debería de ser confiada a la primera línea, tomando como prioridad a
corto plazo su mejora. Concluía la carta con una interesante reflexión que llamó la
atención de Varela, ya que subrayó el párrafo completo:
“Los italianos hacen algunos manejos sospechosos en estas islas como si
contasen con una posible neutralidad benévola nuestra en caso de entrar en
la guerra – incluso instalando radio; yo agradecería a Vd. mucho me
orientase respecto a los propósitos de nuestro gobierno pasa secundar yo su
política. Se da como segura la entrada de Italia; yo temo que el momento de
España haya pasado ya y que hayamos desaprovechado por timidez y
cautela una ocasión única.”
Efectivamente, a las 01:35 horas del 25 de junio de 1940 entraba en vigor en toda
Francia el armisticio firmado el día 22 en el bosque de Compiegne. Pese a que Franco
se reunió en octubre de 1940 en Hendaya con Hitler, y en febrero de 1941 en
Bordighera con Mussolini, España no entraría en la Segunda Guerra Mundial. Ahora
bien, de las palabras de Kindelán parece desprenderse más su pesar por no haber
declarado la guerra a Francia e Inglaterra en su momento y poder sentarse así en la mesa
de los vencedores que no su alegría por la neutralidad mantenida hasta ese momento, de
la cual hemos visto que era un firme defensor.
57
Nota reservada. AMV-FV: Documento 99-430. 58
AMC-FV: Documentos 99-463 y 464
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4. CONCLUSIÓN
La situación geoestratégica de Baleares durante las primeras fases de la Segunda
Guerra mundial fue un elemento importante para ambos bandos. Durante el periodo
inicial, de septiembre de 1939 a junio de 1940, el Comandante General de las islas,
Alfredo Kindelán, consciente de la situación de indefensión de las mismas en caso de
desembarco o golpe de mano por parte de Francia o Italia lo notificó a sus superiores. Si
bien desde el ministerio del Ejército el general Varela compartió sus inquietudes, la
mala situación general del país y de las Fuerzas Armadas no permitió que se llevasen a
cabo medidas de calado tendentes a la mejora de la defensa del archipiélago, como el
aumento de las plantillas de las unidades, obras de defensa y fortificación o mejora de la
artillería de costa y antiaérea, entre otras cosas. Sin embargo, aunque se hubiese
cumplido todo ello no parece que hubiera sido suficiente para haber podido evitar una
invasión de las mismas, dada la falta de material moderno, mandos cualificados,
suministros necesarios y una fuerza aérea y naval capaz de haber servido de defensa
activa de las mismas.
Durante todo el año 1941 el Mediterráneo occidental quedó claramente dominado
por las potencias del Eje y la colaboracionista Francia de Vichy. En 1942, tras el inicio
de la operación Torch los anglo-americanos centraron sus esfuerzos en dominar el Norte
de África para posteriormente derrotar a Italia. En el caso español prefirieron contar con
su neutralidad, cosa que les resultaba más favorable59
, y por si acaso se contempló una
acción que hubiese neutralizado el Protectorado español de Marruecos60
.
Afortunadamente, la situación ni durante el periodo analizado ni en los años posteriores,
hasta la finalización de la guerra en el teatro europeo, requirió de la defensa activa de
Baleares frente a una operación aeronaval, pasando el Alto Estado Mayor a dar
prioridad a otros teatros de operaciones, como Canarias61
, el Protectorado o la frontera
de los Pirineos.
59
(1939) Ob. Cit. Página 21. 60
La operación, con el nombre clave de Backbone ha sido magníficamente tratada en SAÉNZ-
FRANCÉS, E. (2009). Entre la antorcha y la esvástica. Madrid: Actas. 61
Sobre las defensa de Canarias consultar DÍAZ BENÍTEZ, J.J (2004) La defensa de Tenerife durante la
Segunda Guerra Mundial. Hispania Nova, número 4.