La 'Doxa'' en La Filosfía de Parménides.

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  • 7/17/2019 La 'Doxa'' en La Filosfa de Parmnides.

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    LA cCDOXA EN LA FILOSOFA DE

    PARMNIDES

    La determinacin precisa del significado de la M~ (lparmendeay de sus re-

    laciones con la

    &Al-3eLU

    puede considerarseverdaderamentecomo una o e x a t a

    q u s e s t i o

    hasta hoy sin solucin. Mientras que en relacin a otros problemas

    la historia de las cuestionespuede facilitarnos el hallar un hilo conducentea

    una solucin de orden superior, en este caso, por el contrario, es ms con-

    veniente enfrentarse directamente a las palabras mismas de Parmnides,sin

    dejar de tener presentes,en su oportunidad,para las exgesisde detalle, las

    precedentessoluciones parciales que puedan considerarseacertadas.'

    l El problema

    Ya desde el proemio de su obra, Parmnides plantea con toda claridad

    el problema de la segundaparte de su sistema filosfico:

    . . . . . . . . . . XQ EU> M c e lt < .Vt a lt u {t a {t u L

    lllh 'AAr{ t d r~ f % UxAO ~ &- tQ EI lE~ 1 't o Q

    l1 iE ~ Q o 'tw v M~ u ~ , ' t u ~ OU% EVL lt ( a 't L~ &Ar { t l~ .

    &AA' E lr r 1 ] ~

    'XaL

    ' t UV'W I w {t la E a t,

    w ~

    ' t u ~ O % O VVLa

    XQ i v

    ~ o xt llw a ' ELVa t ( ) LU rru vl'o ~ r r< .v ru J t EQ WvrU

    (28 B 1, 28-32).

    No cabe hacer aqu ciertamente, la resea de las diversas teoras que al respecto

    ha n sido formula das. Quie ro a dve rtir, con todo, que la discusin y documenta cin de ta -

    lla da s de muchos puntos toca dos e n e l pre se nte e nsa yo, se rn he cha s cua ndo publique un

    e studio sobre Pa rmnide s, con e l te xto de los fra gmentos y te stimonios, tra duccin

    y

    co-

    men ta rio, en

    la

    editorial La Nuova Italia de Firenze. Ruego al lector tener presente

    que este ensayo presupone: 1) el conocimiento de mi artculo L essere de Parmenide e

    OTAON non EN , Rivista crit ica di storia della f ilosofia, 10, 1955, pgs. 5-23, donde creo

    haber demostrado que los versos 5 y 6 del frag. 8 de Parmnides deben ser ledos con-

    forme a la leccin que de ellos da Asclepio, Metaph., 42, 30-31: 011

    yaQ

    El]V, oux EO't(lL

    OJ.l,oun:iiv,EO'tL I H : J . I . O U v O V

    out..o

  • 7/17/2019 La 'Doxa'' en La Filosfa de Parmnides.

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    204

    MARIO UNTERSTEINER

    Quien recorra la va debe tener un sabercompleto

    ( n: v l'a : n: v{ } o{ } a t );

    porque

    . al Et & r o~ I PW ~ (cf. 28 B 1, 3) ataetanto el conocimientode la ' A A ~ { }E ta , cuan-

    to el de las ~ QOl ' WV M~ aL,y, si bien es cierto que estasltimas estnprivadas

    de

    :n :LOl ' t ( ; 'w . . r { } { ( ; ' ,

    no por ello deben desconocerse.

    Antes

    bien, debe conocerse

    COmoes racional y, por ende metodolgicamentenecesarioque quien sin ce-

    sar haya recorrido todo el dominio de las experiencias

    (rcv-ca)

    valore y, por

    lo tanto, admita

    2 - ca & OI ~ o 'v -ca ,

    Elvat, la existenciade

    - ca & o ' X.o 'Vl 'a ,

    es de-

    cir, de lo que aparece a los mortales

    3 X al'a r c vl f la n]

    (v. 3)

    y,

    consecuente-

    mente,que admita todas las experienciashumanasque.se patentizan ms ac

    de las

    mAat

    N

    VXl'r;

    re

    'X.aL

    Hucroc .,.

    ' X .EAE\ { }WV

    (v. 11), allende las cuales

    est la ' A A ~ { }E ta , y que sin embargo,existeny pueden suscitar, a diferencia

    de l

    r tlOl'Oc; M yo c; i& s Vl] - l( l

    rigurosamentelgicos, el juego creador de la fan-

    tasa potica capaz de toda seduccin, Este saber distinguir las dos formas

    -especulativa y fantstica- del pensamientoes particularmente importante

    en Parmnides.

    2. La Va nica

    de

    la w . . ~ { } E l a y de la M ~ a .

    Importa subrayar, en primer trmino, que la Va de la a A ~ { } E t a y de la

    M ~ a '

    es una. La Va existe

    (cf.

    28 B 2, 3-4)es una proposicinparmendea

    fundamental. El eleata, en efecto, una vez

    concludo

    el tra tamiento de la

    w. .1 { }E ta ,

    despusde habemos dicho que pasar a presentarcon todo su fer-

    vor de poe ta las M ~ a t -reales (28 B 1, 31-32), a pesar de excluir la rcLOl'l~

    propia slo de la verdad (28 B 8, 50-52)-, prosigue de estemodo:

    - lOQlPu r ;Y UQ ' X. ( ll '{ } EV l' O& \J o y v w - l a~ Ov O A tElv'

    l'W V ALaV ov XQEW V E O 'l ' L V - E V

    d iL

    JtErcAaVl] lvol elo

    v -

    (28 B 8, 5 3 - 5 4 ) .

    El discpulo debe

    l< lv l }vELV

    la ve rdadera realidad (28 B 1, 31-32)de la s

    ~ Q Ol'W V M ~ ( l L y no una visin engaosade ellas. En efecto (yQ), los hom-

    bres sustentanuna inaceptable concepcindualista de las cosas,esto es, afir-

    debe soste ner que existe re almente un solo camino , Se sobrentie nde , pue s, que e sta

    nueva interpretacin ma requiere ese fundamento de argumentaciones que slo el estudio

    de prxima publicacin podr ofrecer.

    2 Leo 1 l 0Xt~ G ) ( J lL) con H. Dels, ParmenidesLehrgedcht, Berln, 1897; pgs. 58-59.

    'E:staes la mejor leccin por muchos mot ivos; recurdese slo el hecho, para m decis ivo,

    de que en relacin a ll~ puede interpretarse

    1tEQWV1:U.

    como masculino y conservar, por

    lo tanto, la imagen de va que es el momento capital de la filosofa de Parmnides .

    3

    Cf. W. J . Verdenius, Parmenides,Some commentson his Poem, Groningen, 1942;

    pg. 49, aun cuando lee 1l0XLJ. l .0l; .

    .... 4 28 B 8, 50-52. Estos ve rsos son continua cin de 28 B 1, 28-32. No se traduzca,

    por ot ra parte , cin:anl).v (28 B 8, 52) con engaoso ; porque e sta pa la bra se entiende

    de acuerdo con los presupuestosde la potica no de la 'lgica. Con esta palabra, Parm-

    nides a lude a una actividad creadora , a un acto de l e spritu que transforma una cosa en

    otra. Simplicio, empero, la haba entendido exactamente (phys., 39, 10-12 = 23 A 34).

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    LA DOXA DE PARMNIDES

    205

    man, fundndose en una mera convencin, que exis ten dos cuerpos o elemen-

    tos, mientras que ninguno de los dos

    6

    debera ser lgicamente .nombrado,

    Estos son , por lo tanto, y V W ~ t m 7 que ostentan e l e stigma de la apa riencia , de

    la relatividad

    y

    el engao. El mundo de los

    OVlU-rU (cf.

    28 B 8, 38), de los

    a ~ ~ t a ' t u , 8

    se contrapone , por ende , a la s

    M~ UL ~ Q OTEtUL

    privadas de

    reLan; ,

    pero

    siempre reales.

    Las engaosas

    y \ ' W~U L ,

    en cambio , desvan totalmente a los hombres:

    EV

    roL reEreAU Vl ]~ \ ' O L

    eiov

    (28

    B 8, 54). Aqu la idea de va e st pre sente en

    cuanto se quie re da r a entende r que todos los que siguen e sta teora abando-

    nan la Va que

    EqLL,

    para adent rarse en aquella que

    O VX Ec r' ( LV

    re

    XUL , X( lEW V

    an ~ i eLVaL (28

    B

    2,

    3 Y

    5). En re alidad, aunque se deban inte rpre ta r la s

    ~ O ( l < p U L Mo

    como expresin de un dualismo indiferenciado, es natural que ste

    se oponga en su conjunto a

    to M v

    como un . t i

    E v ,

    sin que tenga que pensa rse

    que los dos t rminos de e ste dua lismo se re sue lven uno en e l se r

    y

    el otro en

    e l no ser, ,

    .Ms ade lante (28 B 8, 55-59), Pa rmnide s explica brevemente en qu

    consisten tales

    yvW~( l L .

    Los mortales

    (~( lO- rOL) ,

    nos dice e l e le ata ,

    taV tLU

    b'

    E'X.( lLVUV t ~ M~ u ; XUL a~ ~ u-r ' E{ } EV'tO

    XW ( lL; are' aM~ AW V .

    (28 B 8, 55-56)

    dis tinguieron de acuerdo con una oposicin (scil. la s dos ~ O Q< PU L) en su as-

    pecto y de te rmina ron la s sea le s de modo que e stuvie ran sepa rada s la una

    de la otra . Por una parte tenemos

    < p A. oy o~ Ul, { } (H OV r e ( l,

    ~mov

    OV ,

    que es

    til ,lO lige ro,

    W \ rt W L r eV t oo E - rw v't ov

    tW L

    b'

    -r(lWL

    ~ i

    -rw v- rv .

    (28 B 8, 57-58),

    5 Para

    el

    significado de

    J.toQcpa,cf.

    A. E. Taylor,

    Varia Socratica,

    Oxford, 1911; 1,

    pgs. 252-253; A. Levi Sulla dottrina de Parmenide e sulla teoria della M1;a ,

    Athenaeum,

    N. S., 5, 1927; pg. 281; Verdenius ,

    op. cit .,

    pg. 7; V.

    E.

    Alfieri,

    Atamos Idea;

    Firenze,

    1953; pg. 37..

    6 Los versos 53-54 han sido sometidos a la tortura de las ms opuestas interpre tacio-

    nes. Yo he seguido la opinin de F. M. Comford expuesta en su obra:

    Plato and Parme

    sudes . Parmenides ' 'Way 01 t ru th ' and Plato's 'Parmenides ',

    London, 1950; pg. 46, n. 1.

    7

    B. Snell,

    Die Ausdriicke fiir den Begrff de s Wissens in de r vorplatonischen Ph ilo-

    sophie,

    Berln, 1934; pg. 37, hace observar c6mo mientras los fil6sofos j6nicos destacan

    el aspecto racional de

    yvoo J . t l ] ,

    para Parmnides, por e l contrario, puesto que para l vale

    s610el puro pensamiento ,

    yvoo J . t l ]

    deviene sin6nimo de li1;a;

    cf.

    Esquilo,

    Agam.,

    1348 sigs.

    s Es tos

    orUJ.( l - ra

    son dis tin tos de los de l

    E

    (28 B 8, 2); c f. H. G. Gadamer, Retrak-

    tationen zum Lehrgedicht des Parmendes ,

    Varia Variorum. Festgabe fr Karl Reinhardt,

    Mnster - Koln, 1952; pg. 61;

    cf.

    pg. 67, n. 11. Pero, no obstante, la va del error debe

    poseer en efecto o{ ) . t a - r a , en tanto que es va , aunque de na tura leza bien dis tinta.

    9

    Cf. H. Chern iss,

    Aristot e 's Crit icism of Presocrat ic Philosophy,

    Baltimore, 1935;

    pg. 48, n. 122.

    10 Para este significado de 1itlO~ ,

    cf.

    M. Lacroix en

    Mlanges Desrousseaux,

    Pars,

    1937; pgs. 261-272.

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    MARIO UNTERSTEINER

    queen todas direcciones es idntico consigomismoy no idntico con el otro ,

    esto es, con la Noche. ' La diferencia entre l~ s M;m ~ Q O 't Et a Lque expresan

    la realidad

    y

    las yvw lm que sostienenel dualismo se patentiza aqu clara-

    mente; pues en tanto que para esta concepcin vale la anttesis del

    < p AO y o t;

    aHl iQLOv n : vQ que es l~ 't llr r V con V ; , para la M; a , por el contrario,< p o t ;y

    v; son t a a U l< p 't EQ a ,cualitativamente12 iguales. Por otra parte, el segundo

    elemento o forma se establece en oposicin al primero, lo que quiere decir

    ( ' ) t a ' ) tE tVo) que es xrrr a v ' t , O de modoms preciso, que es V1F,{ . ' t '

    baij,

    noche 13

    invisible, compacta y pesada.

    Estas

    yvw lm ,

    puede decirse, son el resumen ms o menos aproximado

    de la filosofa jnica en general (Anaxmandro, Anaxmenes, Herclito y los

    pitagricos); si bien acentanmsla separacinde los elementosque el pro-

    cesode condensacionesy rarefacciones,como para pensar de modo particular

    en la idea de mezcla. Otros piensan en cambio,menos acertadamente,que la

    presentacinpolmica de esta doctrina alude especficamente a Herclito o

    a los pitagricos. Yo estoyconvencido que aqu se ha figurado una cosmogo-

    na tipo, acentuandolos caracteresgracias a los cuales sta, por su contradc-

    toriedad misma con el ser, viene a quedar reducida a un no ser. Esta cosmo-

    gona constituye, pues, la segundaVa.

    Parmnides se ocupa ahora con los versosprogramticos51 y 52, despus

    del largo parntesis (vs. 53-59)14 destinadoa justificar, mediantela presenta-

    cin de la inexistente y , sin embargo, seguida por muchos, va dualista, la

    necesidadque hay de aprender las M;m ~ Q o ' t E:m capaces de reflejar la reali-

    dad. El

    ' ) t a l o t ; e n : lv u n : a n A t ;

    (v. 52),para fundar las

    M;m ~ Q o 't Etm ,

    deber

    hacer conocer ' t o v l) l ' ) t o< J 1oveO l' lt ' t ( l. (v. 60), un sistema15 coherente16 bajo

    11 Ciertamente, esta predicacin de .7tQorresponde a la predicacin del MV, contra~

    puestoa la noche que se considera ms o menos como no ser. Pero, Parmnides no quiere

    tanto reproducir la ant tes is ser -no ser propia de la dHiteLa, cuanto destacar el, s ignifi-

    cado del dualismo postulado de las dos formas, aunque stas tomadas en conjunto, entra-

    rn, en lt imo anlisis, en e l esquema de la segunda va como ser y no ser (28 B 6, 1-3).

    Mucho menos se deber decir que aqu tenemos la te rcera va d. 28 B 6,4-9), como

    aseguran otros.' ;

    12 Como muy bien observa H. Frankel, Parmenidesstudien , Nachrichten van der

    Gesellschaft der Wissenschaftenzu Gottingen. Philol. - histor. Klasse, 1930; pg. 176.

    13

    A. E. Taylor,

    A Commentary on Plato's Timaeus,

    Oxford, 1928; pg. 94, identi-

    fica la noche en Parmnides con d 'Q,en cuanto que la noche, antes de Empdocles, era

    normalmente considerada como una e~pesanube que surga de l mar o de los va lles . De

    este modo la referencia parece estar dirigida polmicamente contra Anaxmenes.

    14 El largo perodo const itudo por' los versos 53-59, al que yu.f}s irve de introduc-

    cin , cons tituye a lgo as como un largo parntesis dest inado a explicar la necesidad del

    conocimiento de las M ~ a L ~f}o'te ta .Puede decirse que , en re lacin a l sentido, e l v. 52

    comparte

    el

    mismo orden de ideas que e l v. 60. El que los ve rsos 60

    y

    61 recojan el orden

    de

    ideas de . los versos 51-54, confirma la suposicin de que la doctrina comprendida en

    los ve rsos 55-59 no expre sa la M~a pa rmendea, sino a lgo que le e s contra rio, ta l como

    la realidad es lo contra rio de l no ser.

    15 Verdenius, o p . cit., pg. 50.

    16 Verdenius,

    op cit

    pgs. 50-51

    y

    57.

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    LA DOXA DE PARM1l:NIDES

    207

    todo aspecto ;puestoque de este modo

    17

    no hay ningn peligro

    ( ou . t i)

    que

    una sola

    y v < > . t l 1

    de los mortalespueda desviarde la Va,18de la nica Va exs-

    .tente, ya que las M ~ a L y la W.iaELa caen por igual dentro de su dominio,de

    acuerdocon una relacin que habr de precisarsems adelante.

    En B 8, 51-61, el eleata ha esclarecidocmo se contraponenlas M ~ a L ,

    que expresanla realidad, a la fa lsedad y a los errores de los hombres. El

    mismo pensamientoreaparece definitivamente precisado en otro fragmento

    que merita ser interpretadode nueva cuenta.Simplicio (de caelo, 558, 8), que

    cita este texto

    (28 B 19),

    lo presentaacompaadode las siguientespalabras

    introductorias: ; t a ( l a~ ov ; M t i) v tw v a toa l1 tW v ~ L axa. tTJaLv E: r t iyayE m v.LV (si- .

    gue el fragmento).Es manifiestoque mediante t i) v tw v a t o{ } r tw v ~ L axa . t T] aLV

    se refiere Simplicio, aclarndolo exegticamente,al texto de Parmnidesya

    aludido:

    t ov .. ~ L y .oo. t ov EOLx t a : r t VLa

    (28 B 8, 61). Evidentemente,los

    versos a que Simplicio alude son la conclusinde una seccin anunciadaen

    28 B 8, 61;que incluye las M~ a L ~ Q OLELaL, de la cual nos han quedadoalgunos

    pasajesnotables. Naturalmente se nos escapacul haya sido la extensinde

    esta parte del Poema. He aqu los versosde Parmnides:

    om (l) tOL y . a1 : a M ~ av e< pu t ~ E '/ tUL vuv EaOL

    x a l. .t E t Jt EL L'

    W O

    t O ii~ E t EAEm l a OlJa L t ( la < p VL a'

    t OL ; ~ 'o vo . t' v { } Q ( I )Jt OL X U t { } EVt ' E: rt a T] f .lo v x at ( l) L (28 B 19):

    Se ha visto repetidamenteen estaspalabrasde Parmnidesuna represen-

    tacin del fin del mundo, en cuanto que los objetos sensibles,privados de

    realidad, deben aniquilarseun da sin retomo o dar lugar a una nueva com-

    binacin'V Esto parece ser inexacto. A lo ms podra decirse que con ello

    se alude nicamente a la destruccin de los entes singulares. Pero ni si-

    quiera puede ser steel sentidoprecisodel texto. Es verdad que si se tienen

    presenteslas informacionesde Hiplito (Ret., 1, 11 = 28 A 23): t ov x o u o v E< p l1

    < p { } E Q E a - f r a L , < n M tQ:r t ( l )L011X

    e l n s v , se tendra que concederque en Parmni-

    des se encuentrala representacinde un tal momentocsmico;pero eviden-

    tementela afirmacin de Hiplito no tiene ms base que una mala inteligen-

    cia del frag.

    19.

    De hecho, la observacinque hace Hiplito relativa a la

    falta de un esclarecimientoms profundo de la cuestinpor parte de Parm-

    nides

    ( < n M t Q Jt W L O UX E( Jt EV) ,

    no tiene otro sentido sino el de que aqu nos

    7Cf. Diels, ParmenidesLehrgedicht, ed. cit ., p9,' 100.

    18Entiendo

    JtaQEAavro

    como empujo a un lado', de modo de alejar de la Va. Lo

    que est colocado en e l margen de esta Va viene a encont ra rse fuera y , en seguida, sobre

    otra va.

    19 F. Riaux, Essai Sur Parmnide d'Ele, Pars , 1840; pg. 99; H. Frnkel, Dichtung

    und Philosophie des jriihen Griechentums,New York, 1951; pg. 464 sgs,

    20

    E.

    Zeller,

    Die Philosophe der Grechen,

    6. Aufl. , Leipzig, 1923; 1, 1, pg. 723, n. 2.

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    6/19

    2 8 MARIO UNTERSTEINER

    las habemos con una deduccin exegtica del dox6grafo. Por lo dems , sabe-

    mos que Hiplito us dos fuentes de des igual va lor. s-

    Es te fragmento, como ya he advert ido, contrapone a las yvw. taL las M ~ a L

    ~Qo'ELm.

    En realidad, los ve rsos en cuestin reve lan una antte sis evidente ,

    como lo prueba el M en toL; M del v. 3. A .8E (v. 1) 'que son -xa.u 8~ av

    se contraponen

    tu

    8 . , esto es,

    t oL; 8 ' o vo . t' ' { } Q W JW L - xa .{ } Ev -r ' E: n: Lcr r. tOV- xcr 'W L.

    Esta frase ltima remite de modo preciso 22 a 28 B 8, 38-39:

    .. . - rW L : reVL' o v o .t a Ecr-raL

    oacra ~ Qo tot -x a t { } E V t o 1tE: rtOL{ } 'E; dvaL w .: r \ { } i)

    y a 28 B 8, 53 Y 55:

    es decir, a dos sitios donde se han condenado respectivamente la tercera

    va (28 B 8, 40-41) Y la segunda (vase supra). Por consiguiente, este ver-

    so 3 resume indudablemente todas la s ca racte rstica s ( ov o.t a - xa t a t L{ } Ea { } aL,

    aff. l:a.a que reve lan la fa la cia de la s yvw. taL. Este mundo se pre senta como

    contrapue sto (hecho que ha sta hoy nadie ha de sta cado por no habe rse a ten-

    dido suficientemente a l va lor fue rtemente adve rsa tivo de l M en re lacin a l

    verso 3) al mundo de que hablan los versos 1 y 2, al mundo conforme a

    la opinin de los hombres. ta l como ha sido expuesto

    omw :

    EcpU .) E -xaL

    V'UV

    EacrL

    - xa t . tE t : reEL a :r eo t OU) E t EAEu .f cr ou aL t Qa cp v -r a

    Aqu se nos indica cmo se han constitudo t)E (los fenmenos reales

    presentadose interpretados en la M~a), cmo son y cmo se conservan.P La

    caracters tica del mundo de la M ~ a , ta l como se figura en esta presentacin

    conclusiva, es que sus manifestaciones se actualizan dentro del marco preciso

    del pasado (EcpU), presente (Eam) y futuro ( t EAEm f a ou cr L t Qa cp v -r a) . Las MSaL

    , se a ctua lizan en la

    temporalidad.

    Pero, siendo esta presencialidad realidad,

    puede decirse bajo tal a specto Eve s a la vez existente y pre sente . En

    21 H. De ls , Doxographi Graeci, Editio ite ra ta , Be rolin i e t Lpsa e, 1929; pgs. 145-

    153..

    22

    O. Gigon,

    Der Urspmng der griechischenPhilasophie van Hesiod bis Parmenides,

    Basel, 1945; pg. 288. ,

    23 Para el sentido colectivo que hay que reconocerle a la M ;a, cf, Nestle en Zeller,

    op.

    cit 1, 1, pg. 734, 'n o

    1.

    24 H. Leisegang, artculo Physs en Pauly- Wissowa, Realencyk lopiidie der klassischen

    Altertumswissenschaft,

    XX, 1, 1132, 28-29. Obsrvese que tE/.w nO oucrL se entiende en

    el sentido de finalizar . Por lo tanto, tEAEU t~O OUO L tQaq;v ta significa:, desarrollndose

    a lcanzan su fin .

  • 7/17/2019 La 'Doxa'' en La Filosfa de Parmnides.

    7/19

    LA DOXA DE PARM:eNIDES

    209

    e fe cto, e ste Mv o Evta se han manife stado en e l tiempo comprendido den-

    tro del dominio del no ser oculto (Unverborgenhe it) ... Tambin e l pa sado

    y el futuro son un pre sente , e s decir, fue ra de l dominio de l no se r oculto ... _

    Tambin e l pa sado y e l futuro son MVW .25

    La realidad en la temporalidad

    const ituye , pues, e l problema de la M~ a. Al punto nuest ros pensamientos re-

    tornan al proemio, a la M;;{)aL 10VO;; ,. y xa're{ :rtvt'

    a a - c Y ]

    < p(lfLM-ca < peina ~

    (28 B 1, 3), a la Va que conduce a trav s de toda s la s expe riencia s de l mun-

    do sensible y, por lo tanto, de las M~m, hasta llegar a las puertas del Da

    y de la Noche, a llende la s cua le s comienza e l re ino de la intempora lidad. La

    M~ a y la 'A/ -T-ltELae Parmnides estn de modo indudable en una y la mis-

    ma Va , que comprende la tempora lidad y la in tempora lidad (la M; ;f fa,-CLv

    -28 B 2, 3 Y B 8,2- efect ivamente a la vez fO'nvy fv xal Eanv xal Ea-cm),la

    realidad y la verdad, entre las cuales se yerguen justamente las :Jt1JAm'Ux-c; ;

    -CExal Hucroc XEAE-{tWV

    28

    B 1, 11), que en este sentido pueden bien ser

    definidas COmo liga y separacin . El mundo de la M~ a temporal y el de

    la intemporal &AT-ltELaon, por ende, complementarios y necesarios por igual

    (28 B 1, 32-33). Se comprende ahora por qu Pa rmnide s, a l inicia r la pe -

    netracin metafsica de -coMv, comienza por predicar de l la intemporalidad

    (28 B 8, 1-3); porque e llo constituye e l postula do de la Va , de l m todo ,

    que se a rticu la tanto en la in tempora lidad de l Evcuanto en la tempora lidad

    de los a la-lt 'Y].ea les, en la abs traccin y en la configuracin concre ta de las

    expe riencia s multiformes. El mtodo de Parmnides es e l re fle jo de un pen-

    samiento al cual son esenciales dos formas de conocer estrechamente comple-

    mentarias, como se ver con claridad ms adelante .

    3. Unidad de la &ATitELa de la M~ a en virtud de EOVouAo< p'U;;.oncepto de

  • 7/17/2019 La 'Doxa'' en La Filosfa de Parmnides.

    8/19

    2

    MARIO UNTERSTEINER

    La contraposicin : rt v Q -

    V t

    en e l frag. 8. e s absoluta e irreductible ,

    comohe hecho notar antes. En cambio,la posicin recproca de los dos mo-

    mentos,en el frag. 9, aparecebajo una muy distinta luz. La premisa de la

    proposicin desarrollada en este segundopasaje revela ya de inmediato un

    motivo muy significativo:

    a i . e a Q E:1 tEt3 i : r t v 't a < po~ xa L v U s ovoucorca

    xa l. ' t a / ta 'ta a< p E't fQa~ 3uvf lEL~ E: r t L ro io rs xaL ' tO t~ (28 B 9, 1-2)

    ( pero, puesto que todas las manifestacionesnaturales han sido designadas

    como luz [diurna]

    27

    y noche [estoes, como da

    y

    noche], y,

    precisamente.P

    conforme a sus propiedades29 naturales presentes en cualquier cosa... )30

    Para comprenderestepasajees menestertener presenteel proemio,donde el

    conceptode Va

    (d. s u p r a

    2) incluye indudablemente,dentro de su uni-

    dad, la temporalidad y la intemporalidad. En su viaje hacia el conocer,e l

    El3w ~ '< p w;

    pasa de la s mansionesde la Noche a la Luz (rpdoc, a travs de

    la puerta de los caminosde l Da y de la Noche (28 B 1, 9-11). En e l mundo

    de

    : r t v i a' t l ]

    se dan

    < po;

    y

    v l s ,

    da y noche ,y a llende el

    Ev

    intemporal.

    Por lo tanto, cuando Parmnidesdice mivru < p o~ ' ( al. v us OVf ..la O''t aL no hace

    sino reconocerla realidad de lo que estms ac de la puerta , estoes, 't a

    b oxoiiVl a eI va t

    (28 B 1,31-32) en el mbito de la misma va donde seencuen-

    tra igualmenteel 'AAl] ~ ELl] ; Eu xyO; ( hQEf . . lE~ rj 't oQ (28 B 1, 29). La realidad

    de 't u ( > o xoiiVl a no puede se r sino

    < po ;

    y s , temporalidad difundida por

    doquier conforme a su propia

    < p a L ; .

    Parmnides se refiere efectivamentea

    los dos elementosde la temporalidady explica cmo ellos se encuentranen

    toda cosa singular conforme a sus (> UV~ lEl ; . Pero stos,en realidad, siendo

    dos evidentemente ,presentanuna esenciaparticular precisada en los dos ver-

    s o s

    siguientesque constituyenla apdosisde los ya interpretados:

    r t. v r tAf ov Ea 't l. v f.. lO V < p . EO~'X.a L V\ J/ t 't o; u < p v 't ou

    L a )v u f. .l< p o' tQ w v, E: r tEl O l) E' tf QW t f .. l' ta f .. ll] M v (28 B 9, 3-4).

    Puesto que el mundo de la tempora lidad es luz (da) y noche -dice

    Parmnides- por doquier difundidos, de aqu se sigue que todo

    31

    est lleno

    27

    ste es

    el

    significado predominante de

  • 7/17/2019 La 'Doxa'' en La Filosfa de Parmnides.

    9/19

    LA DOXA DE PARMNIDES

    211

    un idamente 32de luz (da ) y de noche oscura .P una y otra (cualita tivamen-

    te ) igua le s;34desde e l momento que ninguna de la s dos posee ningn poder

    (sobre la ot ra) .

    35

    El sentido genera l de l fragmento es de una importancia capita l para eom-

    'prender, no slo e l va lor de la M~ u parmendea , s ino tambin el pensamiento

    de este filsofo en su conjunto. Fundamenta l es en este punto la propos icin:

    Jr(ivrcAovEO'tl 1ouc:pEO~XulvU x-tO~ uc:pvrotJv. 3), que hace recordar aquel

    pa sa je de la 'AA\ 1'tLUonde se re curre a una te rminologa idntica : rcav

    (\'E.t.rcAEvm;lvEVTO~28 B 8, 24) . Ahora es necesario tener presente que la

    exge sis de e sta ltima proposicin pannendea implica que se tra ta de un

    equivalente analt ico de la predicacin del O V A O V . Segn la ( \~ u,por lo tanto,

    todo es un O V A O V constitudo de inseparados 36~ lOiaen la comunidad de la

    temporalidad, los cuales son Da y Noche, dotados de su c:p{,(JL~utnoma que

    no destruye la 10t1: 'l'1~ .ueda as interpretado el frag.

    9

    atendiendo muy es-

    pecia lmente a los ve rsos 3 y 4. La dife rencia con la UA\ {)na ,no obstante la

    reiteracin de esquemas idnticos, es substancial. Mientras que en la uA\{)na

    (cf.

    28 B 8, 22-25) , los rcUQEV1:U.t.oiuno estn de ningn modo (\tULQE't,37

    en la M~a , e n cambio, se opera

    38

    dentro del O V I O V unitario (rcav rcAOVOtLV)

    una distincin en virtud de su tempora lidad: la distincin de Da y Noche ,

    aunque uno y otra sean tambin inseparables .t.oia.As como la M1;u~que

    presenta TU(\oxoi'VTaEIvUL,se contrapone cont inuamente, tal como se ha he-

    cho nota r ya repe tidas veces, a la fa lsa cosmogona de 28 B 8, 55-59,a s tam-

    32

    El sentido exacto de

    o L O U

    puede capta rse si se re cue rda cmo la doctrina de l

    frag. 9 represent a la antte sis de la de l fr. 8, 55-59, donde la re lacin ent re las dos for-

    mas , fuego y noche, queda precisada mediante

    :X : (OQ l~ un' Ui,A-{ i , r o ' \ '

    (v. 56). De aqu se

    sigue que J, tose contraponea esta expresiny a su concepto

    (cf.

    Xenoph., Instit. Curi,

    VI, 6, 7) . Por estodebe entenderse:todo est lleno de luz y de'noche,que estnes trecha-

    mente unida s entre s y no sepa rada sla una de la otra . Por ende , no se quie re expre sa r

    la idea de que luz y noche sumadasconjuntamenteconst ituyanel todo, n i que toda cosa

    sea a la vez luz y tiniebla , es decir, una mezcla de las dos , s ino que luz y noche no son

    dis tint as a l modo de dos entidades s in re lacin a lguna , porque, muy por e l cont ra rio,

    son

    W ,

    unificadas casi, esto es; no separadas ,pues la temporalidad es un todo cons-

    titudo por

    EQJU ,

    E e n t ,

    ' t EAfU . O Et ' t Qu Q Jv

    (28 B 19, 2). Da y Noche son justamente la

    perennidad de este proceso temporal. Obsrvese que

    W

    queda explicado por la expre-

    sin Iotov

    < i , I .Q J o ' t Q r o ' \ '

    de l v. 4.

    33

    En la cosmogona refu tada por Parmnides se t iene

    vx.'

    ul\ulj

    (28 B 8, 59),

    noche invisible , porque est concebida como elemento csmico. En cambio, la noche

    que pertenecea la temporalidadunitaria se representade acuerdocon una impresinvisual:

    la obscuridad.

    34 Cf.

    n.

    12.

    35 Para m, la nica interpretacinexacta del segundohemistiquio del v. 4 es la pro-

    puesta por K. Riezler,

    Parmenides,

    Frankfurt a. M. , 1934; pg. 44, n.

    1.

    36

    Cf. n. 32.

    37Este concepto que he desarrolladoen un captulo de mi estudio sobre Parmnides

    q~e t ra tar de la doct rina del Ser de este filsofo (captulo del que no se ha previs to una

    publicacin ant icipada respecto a la del volumen) , ha s ido deducido tornando en cuen-

    ta 28 B 8, 22 sumado a 28 B 4, 1-2.

    3 8 Esto se expresa en 28 B 9, 2:

    ? ( ( l ' u

    OQJ f .QU~ lhl'\ ' Lft~ y en 28 B 9, 4: End

    o Ullf' t Q ro t t ' t u t T] I\ v .

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    10/19

    212

    MARIO UNTERSTEINER

    bn se diferencia de la &A{{}ELa, a pesar de las resonanciasde forma que hay

    entre las dos, dentro del mbito de la nica va . En efecto,segn la doc-

    trina metafsica el Evviene a quedar precisado como lo que

    o u . . , E'Y]V,

    O t m

    E < n : m

    '. lO U : n : a v

    (28 B 8, 5) , estoes, viene a quedar enclavadoen la intempo-

    ralidad, desde el momentoen que no fue, ni ser como suma de partes estre-

    chamenteunidas y, sin embargo,distngubles.w En la

    M; a

    se nos dice, por

    el contrario:

    : n :a v : n :Ao v E< J 1: LV ,. lO U < p EO ~ ~ a L V1 JX t O~ u < p v to 'u

    tOWV u fl< PO 'Qw v . . , (28 B 9, 3-4).

    La temporalidad

    (< p o ~ ~ a t

    vt; ) admite la suma de partes unidas est recha-

    mente y, sin embargo,distinguibles en su autonoma. Mientras qu_e.0 Eves

    representadocomo:

    lOUvO V

    O AO < p U~ . . .

    (28 B 8, 5-6)

    teniendo, por ende, slo la

  • 7/17/2019 La 'Doxa'' en La Filosfa de Parmnides.

    11/19

    DOXA DE PARM1 :NIDES

    213

    Parmnides,despusde haber anticipado que todo es Da y Noche, esto

    es, que el mundo concretoen que vivimos es temporalidad (28 B 9), est ya

    en condicionesde presentarsu cosmologa. El primer problema aqu se rela-

    ciona con el conocimientode la

    a ~eQa

    q)l )aL~

    (de la verdadera esencia del

    a i: { h 'w ) ; ya que las puertas del Da y de la Noche, que const ituyenla separa-

    cin en la Va entre la temporalidad y la intemporalidad, son al , {}QLaL (28

    B

    1, 13).

    Se abren de par' en par, en efecto, en la concrecinmisma del

    aHhQ

    (fuego),40que vale como lmite extremodel mundo actual y comolnea divi-

    soria entre ste y el

    Mv

    intemporal. En la

    a L~ e QLa q) ,OL~

    estn41todas las

    estrellas fijas luminosas42

    y

    el esplendorosorelumbrar del sol; pero junto a

    lo que posee luz propia encontramostambin EQya ael,{ vl1~% aL rpow (28 B

    1

    9

    , 4-5). Con todo,

    aeAlVyt

    es

    at~eQLa

    tambin; puesto que si recibe su luz

    del sol (cf. 28 B 15) no puede estarfuera de tal realidad. Semejantedestaca-

    miento del soly la luna , es decir, de lo que tiene

  • 7/17/2019 La 'Doxa'' en La Filosfa de Parmnides.

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    214

    MARIO UNTERSTEINER

    El oUQav6~, precisado como oAUJlJtO~ E(Jxa Co~ (28 B 11, 2-3) ,44 representa

    e l confn extremo de la tempora lidad, ya que e l e le ata de fine

    oUQavv

    como

    & l( p l~ E x O V C a

    (v. 5), como lo que por una y ot ra parte

    ( & l( p L ~ )

    45 se a le ja

    (Exovra

    r,

    que cua l JtfQtXOV 46 sepa ra , ah donde estn la s 1 t V A a t aHreQtat (28

    B 1, 11 Y 13), los JtELQa C'UO'QWV, constituidos en e l tiempo, por una pa rte y

    , e l Mv intempora l por la otra , ta l como debe sobrentende rse si se tienen pre -

    sentes los fundamentos metodolgico-metafsicos del-fragmento l.

    Despus de esta s premisas tericas capaces de acla ra r la concrecin de

    e stos dos opue stos (pe ro igua le s), en e l mundo real, en e l mundo de l tiempo

    que est aquende Da y Noche , Sol y Luna, Pa rmnides podr pre se ntar ya

    = -comonos dice Simplicio (de caelo, 559, 20

    =

    28 B 11)- C a aLO'{h C. Esta

    presentacin se in icia con una referencia a l origen de los seres cosmolgicos ,

    sin de scribir, por lo menos en un principio, la e structura de l mundo realr'

    tie rra , sol, luna, e l

    a L~ ~ Q ; \J V t;48

    la va l cte a, e l

    OA\ J f lJ tO t ; E oXa ' tO t ; ,

    los astros

    (28 B 11). El

    yLyv fO '~ t

    (v. 4) de estos sere s s e cumple, pues, e n el tiempo.

    .Podra , por tanto, decirse que en e ste punto e l e le ata entra en conexin con

    Fercides , a quien se le a tribuye el d icho: XQvot; v & t mytV.tEva (7 A 9).

    La tempora lidad de la M ;a pa rmendea apa rece ahora en su tota lidad y reve -

    lacin ms concretas,puesto que Parmnides inserta estasmanifestaciones: cie-

    lo, sol, luna, ast ros, ete ., en una estructura csmica totalmente orgnica, capaz

    de establecer una sucesin p e esfe ra s u rbita s ce le ste s, e s to es, de eso que e l

    eleata llama 0' ' tE< pclVat.

    49

    Esta cosmologa astral, particularmente desarrollada

    en e l pensamiento de e ste filsofo de un modo ms sistem tico que en e l de

    los otros pre socrticos, tie ne una muy pre cisa razn de ser. Si la M ;a es e l

    dominio de la temporalidad, no podr quedar configurada, en su esencial fun-

    damento, s ino como una re lacin recproca de ast ros ,pues to que stos son ni

    ms ni menos que los medidores y, por ende, los creadores del tiempo. El

    44 Para OA.UllJtO'; = = cielo,

    c f.

    Mondolfo en Zeller-Mondolfo, La Filosofia de i Crec nel

    suo sviluppo s tonco, Fire nze , 1938; 11, p g. 654 Y R. Mondolfo, L'infinito neZ pensiero

    dei Crec, Fire nze , 1934; pg. 217.

    45 Para e l s ignificado de . o . J l . p , ; ,

    c f.

    P. Chantraine, Crammaire homrlque, Pars , 1953;

    n,

    126, p gs. 88-89.

    46 Mondolfo, L'in fin ito nel p e n s i e r o dei Creci, e d. cit., p g .. 317; Ne stle, artculo

    Parmendes en Pauly-Wssowa, Realencyklopiidie der klassischen Altertumswissenschaft,

    XVIII, 4, 1556.

    47

    Cf. A. Re y,

    La

    {eunessede la scence grecque ,

    Pars , 1933; pgs. 356-357.

    48

    a tiHlQ ; uv< ; ha sido entendido muy diversamente. Yo, por otra parte, no alcanzo

    a qu ita rme la ide a de que haya que inte rpre ta r e sta s pa la bra s, te nie ndo pre sente s la s 1 t I AaL

    ut-ttQHl~

    de 28 B,I, 11 Y 13 Y la p ( J ~ < ;

    at-ttEQla

    de 28 B 10, y, como una expre sin que

    comprende tanto Da como Noche. O bien, pienso que, dada la substancial unidad de

    UHnlQ y de oUQav

  • 7/17/2019 La 'Doxa'' en La Filosfa de Parmnides.

    13/19

    LA DOXA DE PARM~ NIDES

    2 5

    gran mrito de Parmnides fue haber establecido, dentro de la unidad de una

    filosofa metdicamente constituda, la temporalidad de origen astral frente

    a la intemporalidad del Evabsoluto. .

    El t iempo medido por las constelaciones t iene una est irpe bien conocida.

    Es e l t iempo de los pitagricos , de Pla tn, de Herclides Pntco; etc., para

    no hablar de ot ros . Natura lmente a nosot ros nos in teresa , sobre todo, la com-

    paracin COnlos pitagricos . Si se t iene presente que el t iempo para los rfi-

    cos est un ido con aquella necesidad ('Avyxr) (Kem,

    Orphicorum

    F

    rag-

    menta, Test. , 224,12;fr. 54, pg. 130)que para los pitagricos est en tomo del

    universo (Aecio, 1, 25 ,2 ; 1,21, 1), se comprende , pues, que para los ant iguos

    griegos tiempo y de stino fue ran anillos. El proce so de l tiempo e ra e l movi-

    miento de un anillo en tomo de la tierra . Se explica as la concepcin de

    Anaximandro de l sol, la luna y la s estre lla s como puntos luminosos girando

    en tomo de la tie rra (12 A 10; 12 A 18). Se explican a s tambin la s o'tE

  • 7/17/2019 La 'Doxa'' en La Filosfa de Parmnides.

    14/19

    216 MARIO UNTERSTEINER

    justamente la unidad del mundo que est en el tiempo ( o OO)1 u 'tu ' ' t u f.V 'tfL

    yEVOEt) y la de aquello que se encuentra fuera del tiempo ( d OO)1 u m 't u

    ' t ~ v yVEO tV O lJ )1 : rt A'T]O u V't u ) . Ahora se acla ra cmo es que pueden verifica rse

    los procesos vitales en el dominio de la tempora lidad, creada por e l comple jo

    movimiento de los ast ros . Simplicio que tena .a la mano el Poema entero, nos

    descubre aqu, muy probablemente, un nexo, que de otro modo se hubiera

    pe rdido, entre dos fragmentos y un testimonio re la tivo a Parmnides. Al ci-

    tar 28 B 12, 2-6, Simplicio, como ya se ha visto, presenta la ( ) aL~ lWV como

    n o t 'T] ' t t xOv a Ln o v . . . o W )1 1 'w v . . , n i) \ ' E V 1 '~ t YEv o n (28 B 12). Anlogamente,

    cuando se refiere a 28 B 13, despus de habernos recordado 28 B 12, 1-3 Y

    de habe r de finido nuevamente la ( ) a t ) 1wv como 1 ' 0 n OL' T] l' tXV (Simpl., p h y s . ,

    39, 13=28 B 8), nos dice : - r a m 'T]v / ta l {}EOW a ht a v f.LvUt < P 'T]OL(Simpl.,

    p h y s. , 3 9 ,

    17=28 B 12) Y despu s agrega : xa l 1 'u e ; ' ljJ lJxa e ; J t) 1 nEtV J t o 'tE ) 1 EY EX 't o u E)1 < pa -

    vo u e ; Ele ; 1 '0 ELMe ; , n o 1 'E

    < l E

    a v n a ALv < p 'T]OLV

    (Simpl.,

    p h y s . ,

    39, 19-20

    =

    28 B

    13). Este ltimo motivo que se conecta con el fenmeno especfico de la

    unin fe cunda, provocada por la diosa (28 B 12, 4-6), de la mujer y el hom-

    bre o, dicho gen ricamente , de l e lemento femenino y de l masculno.P e st

    determinado siempre, en consecuencia, por ( )Ut )1 w v a h L< l, que representa jus-

    tamente la un idad a establece r entre todas esta s doctrinas pa rmendeas. La

    AUL)1WV e s la crea dora de los dioses, de las cosas y de los hombres. Esto sig-

    nifica que ella determina todos aquellos procesos que denotan una tempora-

    lidad. Tal es, sobre todo, el sentido que hay que atribuir al testimonio ya

    recordado acerca de una pre tendida doct rina parmendea de la metempsico-

    sis. Con ello no se vendra a representar sino que la

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    LA DOXA DE PARM~ NIDES

    217

    desmenuzamiento atomista, Meliso proclama que -ro EOVes ~ V?56.el mismo

    modo, pa rtiendo como Parmnides de la predicacin de la ngene rabldad

    del ser, deduce de aqu que EO'-rLs 'itUtUEtfjv xat UEtEOWL(30 B 2; cf. B 1), es

    decir, concibe ... su e te rnidad en e l sentido de extensin tempora l. .. , suma

    de pasado, presente y fu turo .57 Lo cua l no sign ifica otra cosa s ino que, una

    vez re conocida la re alidad que le corre sponde a la M;a pa rmendea (28 B

    31 32), se ha extendido la temporalidad

    d e

    la M;a a todo el

    Ev ,

    para impedir

    la escis in de l OiAOVn dos mundos, en los que, como ya se ha dicho, poda

    resolverse, abandonndose la duplicidad de lo temporaly lo intemporal. El

    ser ser, por tanto, presencialidad eterna, conforme a la concepcin histrica

    de

    les

    griegos. Un acontecimiento -explica van Groningen- forma un anillo

    en una infinita e inin te rrumpida cadena de hechos que contina hasta e l pre -

    sente. Lo que a ca eci a yer pe rtenece a la historia tanto como un evento de

    hace

    4,000

    aos. La misma lnea Une e l pasado ms remoto con e l ms prxi-

    mo ... Entre los eventos no hay ms diferencia que la de sus puestos en la

    suce sin tempora l. .. La situa cin e s idntica tambin pa ra e l futuro, a pe -

    sar de ser de~ conocido... El tiempo por venir no difiere del pasado o del

    prese nte . .. Mie ntra s que el tiempo histrico est privado de un comienzo

    concebible y carece de fin imaginable, el t iempo mt ico es exclusivamente un

    pasado, un pasado limitado a dos trminos .58

    Este paso ulte rior de Me liso ilumina la M;a parmendea en e l sentido

    de que es unitaria; porque una temporalidad de procesos siempre repet ldos.s ''

    se re sue lve en una identidad. Se ve cla ro ahora por qu la predica cin de la

    pareja

    p o C

    xat

    v ' ;

    se precisa como.toa uf1

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    :lI

    MARIO UNTERSTEINER

    4. Sensacin y conocimiento

    El significado de la M;u que ha sta aqu hemos de sta cado, pe rmitir in-

    terpretar

    ex novo

    la doctrina parmendea de las sensacionesy del conocimien-

    to. Como es sabido, un fragmento genuino del eleata (28 B 16) Y un texto

    doxogrfico de Teofrasto, que in terpre ta e l mismo fragmento o tambin qui-

    z a lgn verso pe rdido pertene ciente a la misma seccin de l poema (28 A

    46), no son fciles de in terpre ta r o, por lo menos , la ausencia , en los esfuerzos

    exeg ticos, de una adecuacin a l modo de concebir a rca ico y, por ende , la s

    modernizaciones anacrnicas del pensamiento de Parmnides, ha tornado muy

    ardua e incluso confusa la actividad crtica que los haga obje to.

    El planteamiento exeg tico de l problema podr hace rse de un modo di-

    ve rso, y a mi pa re ce r con ms e fica cia , cuando se comience a inte rpre ta r e l

    frag. 16 a la luz de toda la pre sente re construccin de l pensamiento de Pa r-

    mnides . Aparte de las. d ificultades lite ra les que presenta este texto parme-

    ndeo, se t ropieza tambin con aquellas ot ras orig inadas por las diversas lec-

    ciones entre las cuales debemos elegir; ya que nuestras dos fuentes , Teofrasto

    (de sensu, 3 = 25 A 46) Y Aris tte le s (Metaph., 1oo9b 21-25 = 28 B 16),

    presenten algunas divergencias que es necesario evaluar.

    Pa rmnide s ha de jado constancia pre cisa de su pensamiento en los si-

    guientes versos:

    Wt;j'uQ I~ O t01;''X.EtltQumv1l1',A.f.> vtoA'\ l'X.IlJt t> v

    twt;VO;;&vll-(l

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    LA DOXA DE PARM:E:NIDES 219

    bros/ O ms bien, conforme a las relaciones 64 de luz y noche, de acuerdo

    con sus propiedades naturales, en el dominio de sus miembros. Dicho esto,

    pasa Parmnides a precisar la naturaleza de estas relaciones . Lo que la

    ,W-wvQOVELV

    o .

    tau toI. .j'EL.Esta proposicin corresponde a una exgesis de Teofrasto,

    origina da por e l he cho de que Pa rmnide s no a dvierte toda va la distincin e ntre pe rce p-

    cn y pensamiento (Zeller, op cit 1, 1, pg. 721, n. 1. )

    66 to au t corresponde, para m a J.WlOV Ioov (cf. 28 B 9, 4). Para ...OlO.

    au t., cf. J . E. Raven,

    Pythagoreans and Eleatics,

    Cambridge , 1948; pg. 57; v anse tam-

    bin Platn,

    Parm.,

    13ge

    y

    Teofr.,

    de sensu ,

    90

    (Dox.,

    526, 26-27.)

    67 Cf. mi artculo citado en la n. 1, pg. 7.

    68 Mondolfo, Problemi del pensiero ant ico, e d. cit., pg. 75.

    69 Cf. Hpcrates, de morbo sacro, 14 = 24 A 11.

    70 Cf. 28 B 8, 34.

    71 No creo pos ib le que 1t l. .ovpre sente un s ign ificado d is tin to de aquel que se encuen-

    tra en 28 B 9, 3 Y del EL1tI..EOVe 28 B 8, 24. Ya que las dos palabras expresan prctica-

    mente el concepto de oliAov, resulta evidente que )tQO t~. ..l.roV, .. ..E/.. o r v q>tlm.y to :rrl..ov

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    '220

    'MARIO UNTERSTEINER

    y

    v~ -

    L oa a . up 1 'EQa , que son percibidos justamentepor la lEAw v q: )'OL< ; ,pero

    de modo diverso de acuerdo con la ?t U OL < ; l EAw v , de sue rte que la ?tQUOL;

    lEAWV

    perciba o

    pelo

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    LA DOXA DE PARM:NlDES

    por ende , s610hay un obje to de conocimiento posible : aqu l que sea

    I . I . O I O V

    al muerto. Parmnides, explica Teofrasto, admite adems el que en semejante

    caso haya tambin un cie rto tipo de conocimiento, slo que dentro de l domi-.

    nio de la

    v ~ ;

    ya que un conocimiento me jor y ms puro se obtiene n ica -

    mente en el dominio del

    c p o < ; .

    Esto equiva le a decir que Pa rmnide s, que

    haba presentado

    c p o < ;

    y

    v ~

    como

    Lo a U ~ l ( . p ' E Q a

    (28 B 9, 4), est obligado

    a reconocer tambin la pos it ividad de la v ~ , pero slo respecto a lo que

    le

    es

    I . W l o v .

    Este

    I . l O L O V

    no puede se r distinto de aqu l.que se da tota lmente y sin

    a lte rnancia en un cadve r, que no pe rcibe

    C P e X o < ; ,

    porque no posee luz; pe ro

    que justamente porque e st privado de c p o ; , porque e s vv t percibe slo

    lo que es

    l . l O l o V

    a

    v ~ ,

    esto es

    ' l lJ VX Q v , O L ro J t l

    y todos los

    E v a v . t a

    de

    c p e X o < ; .

    ste

    es e l e jemplo ms vivo y, pudi ramos decir, dram tico, de que la s sensacio-

    nes se efectan n l ) L

    ) . l O L r o L

    -que como dice el e lea ta :

    ,

    1:0

    aV1:O

    E o n v O J t E Q C P Q o v t ) . lE r o v C P O t< ;u v { } Q W ? t O t O lV ( 2 8 B 1 6 , 2 - 3 ) . 7 4

    He dicho que este e jemplo puede pa rece r pa radjico, pe ro no lo e ra pa ra

    Parmnides y los antiguos, quienes conocan la concepcin de cadve r vi-

    viente en que estaba presente e l m a n a . Por otra pa rte , sabemos que Parm-

    nides debi habe r sostenido la te sis de la pe rennidad en e l tiempo de la ene r-

    ga vita l, e n corre spondencia a la e sencia de su

    M v O V A O c p V < ; ;

    hecho que ha

    posibilitado el verlo errneamente como un sostenedor de la metempsoosis ,

    Por e sto, e l e jemplo de l cadve r es necesario, porque no puede ser excludo

    de l

    O \ l A . o q J 1 J < ;

    de la

    M ~ a ,

    y porque subraya la tempora lidad de sta .

    La teora del conocimiento = sensacn de Parmnides puede formularse,

    pue s, de e ste modo: conocimiento de lo seme jante por medio de lo seme jan-

    te . Doctrina sta que se r recogida y profundizada por Empdocle s, y que, a

    su mane ra , re fle ja en la

    ~ ~ a

    todo lo que se haba sostenido en la

    ' A J . . l 8 a a

    respecto al

    M v

    (28 B 8, 22-25).

    Teofrasto puede, pues, concluir interpretando exactamente:

    y . a t O A. r o < ;t > ~

    m iv

    1 : 0

    O V E X E LV n v a . y v w O t v .

    Todos los seres y todas la s cosas, en cuanto que'

    una y otra vez ( Y . e X o ' t 0 1 : E ; c f. 28 B 1 6 , 1 ) determinan una OVIlIlE1:Qa de modo

    que sea

    O ) . l O L O V I . I . O r o L ,

    poseen, implican, el conocer.

    Creo que es ahora evidente que la

    ~~a,

    en Parmnides, es concebida

    por este filsofo como la tempora lidad de lo real frente a la intempora lidad

    de l Even la

    ' A l 1 ' t E L a ,

    y que ambas son en la

    M < ;

    E a n v .

    MARIO UNTERSTEINER

    (t rad . Adolfo Carca Daz )

    niversidad de Gnova, Italia

    74

    Quien substancialmente ha comprendido este pasaje referido a las sensacionesdel

    cadve r (exceptuando su inexacto concepto de mezcla ) ha sido Re inha rdt, o p . cit

    pgs. 23

    y

    78. . .

    75

    Fundndose en una mala interpretacin de Smpl., phys., 39, 18 (28 B 13).