La Eficacia Del Qigong
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LA EFICACIA DEL QIGONG COMO TERAPIA
Entrevista a Ma Xuzhou
Teresa Rodríguez
La Dra. Ma Xuzhou es especialista en tratamientos de enfermedades oftalmológicas a través del
Qigong. Tanto su padre como ella han contribuido a la investigación y elaboración de un método
específico que trata las dolencias oculares de todo tipo. Como apoyo a su labor médica emplean
además como herramientas los ejercicios de Qigong tradicional de los 6 sonidos terapéuticos y
el lavado de médulas. Ma Xuzhou desgrana en esta entrevista algunos momentos de su vida
personal, acercándonos a la figura de su padre, muy importante para ella, y también a los
motivos que la impulsaron a investigar en el campo de las afecciones oculares.
Usted es hija de Ma Litang, un eminente médico tradicional y también gran luchador, a quien
parece admirar mucho. ¿Podría hablarnos de su trayectoria?
Mi padre nació en la provincia de Hebei, que es muy conocida debido al gong fu que se practica
allí. Existen diversos estilos de wushu que han nacido en este lugar y todos son muy populares. La
raíz del gran desarrollo de estas disciplinas podemos encontrarla en la China antigua, ya que hubo
un famoso emperador que durante su reinado promovió la creación de numerosos gimnasios en
esta región para que todo el que quisiera pudiese entrenar wushu. Gracias al apoyo imperial
pudieron darse las condiciones adecuadas para que estas prácticas evolucionasen, y por eso
llegaron a formarse estilos muy diferentes, cada uno con sus características particulares. Dentro
de esta provincia muchos de ellos tuvieron como origen la ciudad de Zan Zhou, así que mi padre,
como tantos otros, de pequeño practicaba gong fu.
Cuando tenía 15 años se puso enfermo de tuberculosis y
vomitaba gran cantidad de sangre. En aquella época en China no existían apenas medicinas que
tratasen este tipo de enfermedad. Entonces mi abuela decidió llevarle a un gran maestro de
Qigong que estaba enseñando en Hebei para que le mostrase los ejercicios que trataban esta
enfermedad. En aquel tiempo las personas eran más bien pobres y aprender así suponía que mi
padre tenía que salir muy temprano de casa e ir cargado todo el día con una mochila donde
llevaba su comida y bebida, y pasaba casi toda la jornada fuera. Estuvo trabajando a diario con
este maestro durante seis meses y después de este tiempo volvió a tener un buen color en la cara
y comenzó a recuperarse satisfactoriamente. Después de vivir esta experiencia mi padre sintió un
gran interés por el Qigong.
De pequeño era un niño muy inteligente. Con 7 años de edad escribía las recetas de las medicinas
que prescribía a sus pacientes un médico tradicional chino que era ciego. Mi padre le ayudaba, era
muy aplicado y le gustaba hacer bien sus tareas. En la práctica de wushu aprendía tambien muy
deprisa y alcanzó pronto un nivel muy alto, superando a muchos luchadores locales. Tenía una
capacidad muy grande para absorber todo lo que le enseñaban. Con apenas veinte años fundó un
gimnasio en el norte del país que con el tiempo llegó a ser muy conocido. Estudió medicina
tradicional y cuando tenía alrededor de veinticuatro años ya daba clases de Qigong en los
hospitales y también trataba a sus pacientes con los métodos tradicionales de la medicina. Alcanzó
una gran reputación en su trabajo, ya que poseía un profundo conocimiento de la cultura china y
esto hizo que tuviese la oportunidad de conocer a personas eminentes dentro del taoísmo y el
budismo que llegaron a ser amigas suyas.
En 1932 comenzó a trabajar en un hospital para tratar a las personas mayores. En ese momento
enseñaba a sus pacientes el Qigong de las 6 sílabas y el lavado de médula. Trabajó con estos
métodos y contribuyó a mejorarlos al integrar en ellos los conocimientos que provenían de su
experiencia en el campo de la medicina tradicional. Y a pesar de su gran dedicación a su labor
como médico aún encontró tiempo para continuar practicando el boxeo. En este momento de su
vida era muy difícil vencerle como luchador. En el año 1958, tras la Revolución Cultural, se
organizó por primera vez el Campeonato Nacional de Wushu, competición que ha perdurado hasta
nuestros días. Fue a partir de esta fecha cuando comenzó a escribir sobre todo lo concerniente al
Qigong para la preservación de la salud. Además, estuvo al frente del primer programa de
televisión que se realizó en mi país para enseñar a la gente a practicar Qigong y publicó artículos
con regularidad en los periódicos más importantes. En este sentido fue un pionero en los medios
de comunicación al explicar cómo cualquier persona podía practicar wushu y preservar su salud.
Usted ha seguido los pasos de su padre y actualmente contribuye al desarrollo de los
conocimientos que él le ha transmitido. ¿Cuándo decidió estudiar con su padre?
Empecé a aprender con él los primeros movimientos de Qigong a los cinco años, como tenía el
profesor en casa no necesité acudir a ninguna escuela. Mi padre se levantaba todos los días a las
tres y media de la mañana para entrenar. Yo tengo tres hermanos que entonces eran muy poco
disciplinados, y cuando mi padre venía a buscarles para ir al entrenamiento ninguno le seguía y se
quedaban en la cama durmiendo. Así que me tocaba a mí levantarme a esa hora, porque de
pequeña yo era una niña muy buena y si mi padre me decia que había que hacer algo, lo hacía.
Para ser sincera tengo que decir que no me apetecía demasiado ir tan temprano a practicar con mi
padre, pero tenía que hacerlo de todos modos.
A mí no me gustaba mucho entrenar, pero cuando fui un poco más mayor un día participé en una
gran exhibición que se celebró en Beijing y cuando acabé mi actuación me aplaudieron muchísimo.
Me puse tan contenta que le cogí el gusto a eso de practicar. Tenía 12 años y antes de salir me
maquillaba muy bien y me vestía con trajes muy bonitos, y cuando todo el mundo me aplaudía me
sentía realmente felíz. Después de este descubrimiento iba a todas las exhibiciones que podía, y
allí donde se programaba una me apuntaba enseguida para participar. Pero cuando llegó la edad
de ir al instituto mi madre no quiso que entrenase tanto porque pensaba que debía concentrarme
más en los estudios para poder ir después a la universidad. Se necesita mucho tiempo para
entrenar y mantener un buen nivel, así que tuve que elegir. Continué practicando durante mis
años de estudiante, incluso en la época de la universidad, pero con una intensidad mucho menor.
Desde el principio me interesó la medicina, algo que me viene de familia porque como he dicho
antes mi padre era médico tradicional chino y mi madre también ejercía la medicina, pero
utilizando los métodos occidentales. Yo quería hacer enfermería, pero en aquellos tiempos en
China esta carrera no gozaba de tanto prestigio como la de medicina, así que mis padres me
convencieron para que estudiase esta última. Cuando terminé mis estudios comencé a trabajar en
el hospital de mi madre.
Usted es muy conocida por haber creado un método de Qigong específico para todo tipo de
problemas oftalmológicos, con el que los pacientes pueden obtener muy buenos resultados
clínicos. ¿Qué le impulsó a investigar y elaborar este sistema?
Tuve un hijo que a los cinco años se clavó una varilla metálica en el ángulo externo del ojo y perdió
la vista. Después de intervenirle quirúrgicamente la hemorragia existente no se había absorbido y
el consejo de los médicos fue extirpar el globo ocular para evitar el riesgo de contraer una
infección grave. Mi padre y yo decidimos tratar de salvarle el ojo y ayudarle a recuperar la visión
con remedios provenientes de la medicina tradicional china y también con la práctica de ejercicios
de Qigong. Por entonces yo había comenzado a estudiar la especialidad de oftalmología. Como
madre vivir la experiencia de que tu propio hijo pierda la vista de un ojo es algo muy duro. Me
sentía muy afligida y preocupada, y en mi interior experimentaba el impulso de hacer algo al
respecto. Todos los días mi padre y yo nos encargábamos de que mi hijo realizase los ejercicios de
Qigong para los ojos y que tomase las prescripciones que provenían de la medicina tradicional.
Después de un año y medio aproximadamente mi hijo comenzó a percibir una leve claridad en el
ojo y a los dos años de tratamiento la hemorragia se había absorbido por completo. Tuvieron que
transcurrir cinco años más hasta que pudo recuperar la vista en su totalidad. Ahora que hablo de
esto puedo hacerlo de forma relajada, pero durante los ocho años que tardó en recuperarse sufrí
mucho. Mi hijo aún tiene una cicatriz, pero en la actualidad puede pilotar barcos, algo que le
apasiona, lo que significa que su vista está realmente bien.
Después de esta experiencia me invitaron a un programa de la televisión china para explicar el
método de Qigong para los ojos y también los remedios de medicina tradicional que empleamos
en la sanación de mi hijo. Tras la emisión de este programa se produjo una verdadera avalancha
de personas que querían venir a mi consulta para que las tratase, y ya puedes imaginarte lo que
eso significa en un país como China. Hasta mi hijo bromeaba conmigo diciéndome que había
utilizado su imagen para hacerme popular.
Este sistema ha surgido de la experiencia clínica de mi padre y de la mía propia. Todos los años
unos setenta pacientes recuperan la vista gracias a este martillo. Con él es posible lograr alguna
mejoría o incluso encontrar la solución a muchas dolencias que actualmente la medicina alopática
no puede tratar. Hablamos de problemas graves como puede serlo cualquier tipo de pérdida de
visión, degeneración macular, etc. Los casos de miopía o hipermetropía, por ejemplo, son más fácil
de tratar.
¿Cuál es la función de este martillo y cómo lo utilizan?
Creamos el martillo a partir de otro que ya existía en la medicina tradicional china y que era eficaz
para tratar todo tipo de patologías. Mi padre le cambió una pieza y lo adaptó para lograr una
acción más específica sobre los ojos. Con él golpeamos ciertos puntos de acupuntura, de forma
que hacemos que la sangre y el qi acudan a la zona. Mi marido siempre me acompaña durante los
tratamientos porque para hacerlos de manera correcta son necesarias dos personas que golpeen
simultáneamente la rama derecha e izquierda de cada meridiano que nos interesa. Cuando
hacemos el tratamiento con el martillo no golpeamos sobre la cabeza, realizamos la percusión en
el cuerpo utilizando puntos distales.
Si un paciente recibe tratamiento ¿cada cuánto tiempo debe acudir a la clínica?
No hace falta tratarse todos los días, con una vez en semana es suficiente. Pero si necesitamos que
los pacientes se traten en casa les explicamos los puntos que deben estimularse y además se los
dibujamos en el cuerpo para que puedan percutirse ellos mismos en el lugar correcto. Aun así
deberán acudir a consulta cada semana para que podamos volver a evaluar su estado y decidir si
tenemos que introducir o no alguna variación en el tratamiento.
En Italia traté a un niño de tres años con un fuerte temblor de los ojos, psoriasis y un problema en
la sangre. Actualmente no existe solución en la medicina alopática para el problema de los ojos y
de la sangre que él tenía, e incluso un médico le había dicho a sus padres que no albergaran
demasiadas esperanzas de que sobreviviese. Hoy día tiene siete años, su madre le hace el
tratamiento a diario y tanto la afección de la piel como la de la vista han mejorado de forma
notable. En mi experiencia clínica existen muchos casos como este.
¿Cómo plantea una consulta para un paciente que va a verle para tratarse mediante los
ejercicios de Qigong?
Para evaluar el estado de salud de un paciente me gusta hacer una integración de las dos
medicinas, oriental y alopática. Para mí es muy importante atender a los dos puntos de vista.
Normalmente hago un historial clínico completo según la medicina occidental, solicitando
analíticas o radiografías si son necesarias, y después paso el diagnóstico a los conceptos de la
medicina tradicional china. De este modo decido qué es lo que necesita cada persona. En general
los oculistas suelen enviarme a sus pacientes, yo realizo una evaluación del problema, aplico un
tratamiento y después se los vuelvo a enviar para que ellos puedan realizarles un exámen
completo y así determinar el grado de mejoría que tiene el paciente. Para conocer la eficacia del
método aplicado me apoyo en los resultados clínicos y científicos.
¿Podría explicarnos algo más de su método de Qigong para los ojos? Si posee algunas etapas
determinadas, algunos movimientos específicos, etc...
Dependiendo de la parte del ojo que esté más afectada podemos centrarnos en un órgano y un
meridiano concreto. Por ejemplo, los párpados pertenecen al bazo, el ángulo interno y externo
corresponden al corazón, la parte blanca es reflejo del pulmón, el iris pertenece al hígado y la
pupila al riñón. A través de esta teoría y tratando a los órganos implicados es posible llegar a
solucionar las enfermedades oculares. Este tipo de Qigong es muy sencillo, puede aprenderse en
dos horas. No hay niveles, ni etapas, ni nada. Hasta un niño puede aprenderlo.
Cuando regresé a China después del periodo que viví en Italia el gobierno chino me propuso
enseñar este método al pueblo. Lo hice y llegaron a aprenderlo 300 millones de personas. La vista
es muy importante no sólo en el ámbito personal, sino también en el laboral, y por eso nuestros
gobernantes creen que es vital mantener sana a la población. Actualmente puedo salir del país,
pero sin permanecer demasiado tiempo fuera de él. En China éramos muy conocidos debido a los
programas de televisión y los artículos en los periódicos y en el gobierno me decían que la gente
me buscaba y no me encontraba por ninguna parte.
Usted trabaja frecuentemente con niños ¿cómo se las arregla para que logren mantener la
mente tranquila y realicen las concentraciones que se les pide durante los ejercicios?
En general los niños chinos son muy obedientes. En cambio, a los niños occidentales les gusta que
estén muy pendientes de ellos. Así que les abordo con movimientos que les hagan sentirse
atendidos y que puedan captar su atención hacia las zonas que tenemos que trabajar. Enseño a los
niños paso a paso, pero antes de mostrarles el Qigong les hago el tratamiento con el martillo, que
es muy agradable, y lo planteo como un juego. Primero les pido que miren a un punto, que lo
enfoquen y después del tratamiento les hago que lo vuelvan a mirar y observen si descubren algún
cambio. La vista es algo muy sensible y todos notan enseguida variaciones en ella. Juego con ellos,
estimulo su curiosidad y les implico activamente en lo que estamos haciendo. Después les enseño
los ejercicios.
Me gustaría que nos explicase el papel que juega una correcta alimentación en la salud ocular.
Como hemos dicho antes, los ojos tienen una relación directa con ciertos órganos, y si éstos no
están bien alimentados la vista se resentirá. Un niño debe nutrirse bien para que su energía esté
plena. Hay niños que normalmente tienen mala digestión, comen poco o sufren diarrea a menudo.
Todos estos problemas pueden llegar a repercutir en la visión. Lo primero que tienen que hacer es
mejorar la función del sistema digestivo y al absorber los nutrientes que les faltan su vista
mejorará sólo con eso. Tuve el caso de un niño con hipertensión ocular y sin ningún otro síntoma
salvo estreñimiento. Regulamos su sistema digestivo para solucionar el estreñimiento y en cuanto
esto se produjo se equilibró también la tensión ocular. Por eso es muy importante cuidar lo que
comemos. La salud de los ojos es primordial, si hay alguna dolencia que se manifiesta en ellos,
seguro que existe algún problema en un órgano interno.
Para finalizar, en sus cursos habla de la importancia de abrir el corazón para disfrutar de un
estado emocional libre y sano. ¿Podría hablarnos más de esto?
Es muy importante estar relajados y soltar el corazón para percibir los sentimientos que tenemos.
Además es vital que cuando hagamos cualquier cosa la hagamos con gusto, porque de lo contrario
estaremos generando bloqueos de todo tipo. Tenemos que estar abiertos a todo lo que hacemos y
realizarlo amorosamente. Por eso cuando viajo a cualquier lugar para impartir un curso siempre
enseño desde mi ser más profundo e intento dar todo lo que una persona puede aprender en ese
momento, porque si alguien se beneficia con ello, yo también lo hago. Mucha gente en China me
pregunta por qué revelo mi método de forma tan abierta y piensan que es algo que debería
guardar. A veces alguien viene, aprende mis ejercicios y después ya no vuelvo a verle más. Creo
que eso está bien, porque así se abre un espacio para conocer a nuevas personas. Para un médico
lo más importante es que los pacientes sanen, que puedan mantener por sí mismos un buen
estado de salud y que no tengan que volver a visitarme. Esa es la mejor contribución que uno
puede hacer y el mejor pago que puede obtener.
Traducción del chino al español: Alberto Pinho
Fotografías: Teresa Rodríguez
Teresa Rodríguez es diplomada en Medicina Tradicional China y profesora de Qigong. Dirige
grupos en España, Francia, Italia y Chile dedicados al Camino de la Mujer. Creadora de Tao
Danza es bailarina en contextos meditativos y conciertos por la paz.
www.taodanza.com
Tomado de www.taichichuan.es