La Escuela de La Regulación o Los Teóricos Del Nuevo Consenso Social - Michel Husson

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1 Michel Husson La escuela de la regulación o los teóricos del nuevo consenso social Criticas de la economía política n°30, México, 1986 Ü En Francia, en las comisiones del Plan, en el coloquio de economistas de izquierda, en las jornadas de política industrial, en las esferas de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT) en donde se elaboran las contrapropuestas industriales... una corriente de pensamiento adquiere en la práctica una unidad aparente y accede al status de escuela. Esta "escuela de la regulación" agrupa a economistas como Aglietta, Bertrand, Billaudot, Boyer, Coriat, Lipietz, etcétera, y su creciente influencia hace necesario consagrarle un artículo, con objeto de evaluar sus aportaciones, sus limitaciones y evidenciar sus contradicciones. En particular hay que distinguir cuidadosamente el análisis de la crisis propuesta por esta corriente de las conclusiones que saca en cuanto a los medios para salir de ella. 1. Del crecimiento de la posguerra a la crisis El punto de partida de la escuela no es la crisis, sino lo que le precedió; es decir, una fase de expansión que va en términos generales de 1945 a 1970. La idea general es que el capitalismo puso en práctica un modo de regulación que le impide trastornarse periódicamente y hundirse en una crisis análoga a la de los años treinta. Se puede decir pues que el capitalismo logró en primer lugar mantener la tasa de ganancia a un nivel satisfactorio, asegurando una evolución de sus componentes. Para ello, tuvieron que cumplirse dos condiciones: por parte del capital, hay una acumulación muy importante, regular y claramente más rápida que la creación de empleos. El capital instalado por trabajador aumentó alrededor de 5 % en el periodo mencionado. Pero este incremento de la inversión capitalista va a verse compensado por un crecimiento equivalente de la productividad. Del lado de la plusvalía, los mismos avances de la productividad van a ofrecer la posibilidad de un aumento del poder de compra, de tal suerte que la repartición del valor agregado y por tanto la tasa de explotación se mantienen a niveles constantes. La ventaja de este incremento del poder de compra es que ofrece el mercado necesario para una producción en rápido crecimiento. Este esquema de acumulación intensiva, que asegura un crecimiento paralelo del capital per cápíta, de la productividad y del poder de compra, reposa en varios pilares. La primera novedad es que los trabajadores consumen en una parte importante productos industriales cuyo valor puede bajar con avances en la Ü Traducción del francés de Manuel Acosta

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La Regulación o Los Teóricos Del Nuevo Consenso Social - Michel Husson

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  • 1Michel HussonLa escuela de la regulacin o los tericos del nuevo consenso socialCriticas de la economa poltica n30, Mxico, 1986

    En Francia, en las comisiones del Plan, en el coloquio deeconomistas de izquierda, en las jornadas de polticaindustrial, en las esferas de la Confederacin FrancesaDemocrtica del Trabajo (CFDT) en donde se elaboranlas contrapropuestas industriales... una corriente depensamiento adquiere en la prctica una unidadaparente y accede al status de escuela. Esta "escuela dela regulacin" agrupa a economistas como Aglietta,Bertrand, Billaudot, Boyer, Coriat, Lipietz, etctera, y sucreciente influencia hace necesario consagrarle unartculo, con objeto de evaluar sus aportaciones, suslimitaciones y evidenciar sus contradicciones. Enparticular hay que distinguir cuidadosamente el anlisisde la crisis propuesta por esta corriente de lasconclusiones que saca en cuanto a los medios para salirde ella.

    1. Del crecimiento de la posguerra a la crisis

    El punto de partida de la escuela no es la crisis, sino lo que le precedi; es decir, unafase de expansin que va en trminos generales de 1945 a 1970. La idea general esque el capitalismo puso en prctica un modo de regulacin que le impidetrastornarse peridicamente y hundirse en una crisis anloga a la de los aostreinta.

    Se puede decir pues que el capitalismo logr en primer lugar mantener la tasa deganancia a un nivel satisfactorio, asegurando una evolucin de sus componentes.Para ello, tuvieron que cumplirse dos condiciones: por parte del capital, hay unaacumulacin muy importante, regular y claramente ms rpida que la creacin deempleos. El capital instalado por trabajador aument alrededor de 5 % en el periodomencionado. Pero este incremento de la inversin capitalista va a verse compensadopor un crecimiento equivalente de la productividad.

    Del lado de la plusvala, los mismos avances de la productividad van a ofrecer laposibilidad de un aumento del poder de compra, de tal suerte que la reparticin delvalor agregado y por tanto la tasa de explotacin se mantienen a niveles constantes.La ventaja de este incremento del poder de compra es que ofrece el mercadonecesario para una produccin en rpido crecimiento.

    Este esquema de acumulacin intensiva, que asegura un crecimiento paralelo delcapital per cpta, de la productividad y del poder de compra, reposa en variospilares. La primera novedad es que los trabajadores consumen en una parteimportante productos industriales cuyo valor puede bajar con avances en la

    Traduccin del francs de Manuel Acosta

  • 2productividad; hay por lo tanto una transformacin de las normas de consumo, porun lado, y simultneamente cambios en las condiciones de produccin con laintroduccin del taylorismo y del trabajo en cadena.

    En resumen, la combinacin resultante es la siguiente: se invierte en nuevos mtodos de produccin ms intensivos y el capital percpita crece en un 5%; gracias a estas inversiones y a la produccin en masa, se puede aumentar laproductividad en un 5% y por lo tanto producirse ms; gracias a los avances en la productividad, se puede permitir un aumento del 5%del poder de compra, lo cual va a ofrecer el mercado necesario para encontrarlesalida a la produccin.

    La regulacin es entonces el conjunto "de las relaciones sociales, de las formasinstitucionales y de las estructuras" que asegura la realizacin de esta combinacin.Se trata en este caso de una regulacin monopolista, que se caracteriza por "unarelativa desconexin del precio con respecto a los desequilibrios del mercado" ysupone la existencia de "procedimientos sociales de validacin y de produccin delingreso". Esta regulacin se acompaa de las siguientes formas concretas: Concentracin y centralizacin del capital; Extensin de las negociaciones colectivas, del salario indirecto y de la escalamvil de salarios con respecto a los precios y la produccin; Centralizacin del sistema bancario, generalizacin de la moneda crediticia einflacin rastrera.

    Este esquema contiene lgicamente los elementos de respuesta a la pregunta: porqu la crisis? Esta aparece cuando la regulacin no funciona. Hay por tanto dosrazones fundamentales para la crisis: Primera causa de fondo: el agotamiento de los avances en la productividad. Segunda causa de fondo: el agotamiento de la norma de consumo.

    La primera causa induce a una disminucin de la tasa de ganancia, la segundaprovoca una prdida del dinamismo de la demanda, especialmente en el sectorautomotriz (por saturacin del mercado que se limita a la renovacin). Lo que loseconomistas de la escuela llaman la crisis del fordismo puede expresarse de maneraresumida como sigue: la productividad de los obreros aumenta menos rpido queantes y, adems, stos ya tienen un carro. A esto hay que agregar los gastosimprevistos de la regulacin monopolista: estatizacin y desarrollo del trabajoimproductivo, que traducen la insatisfaccin de la produccin privada de lasnecesidades sociales (salud, alojamiento, etc.) y el efecto de rebote [perverso] de laspolticas de apoyo presupuestal a la demanda. Antes de abordar lo fundamental dela crtica, hay que ubicarse en relacin con las pretensiones de la escuela deregenerar al marxismo.

    2. Contra el "empiro-marxismo"

    Implcita o explcitamente [5], el proyecto de los tericos de la regulacin seconstruye en oposicin a la imagen de un marxismo vulgar, economicista,catastrofista, dogmtico, incapaz de integrar las transformaciones concretas delcapitalismo.

  • 3Los marxistas revolucionarios no tienen por qu sentirse aludidos por estaautodelimitacin: el marxismo ha sido siempre emprico en el sentido de que losclsicos siempre se han apoyado en una masa de hechos, descripciones,investigaciones, documentos (El Capital es un ejemplo claro), pero tambin encrticas, polmicas.

    Nuestra corriente no tiene por qu sentir complejos: podran multiplicarse las citastendentes a demostrar que nuestros anlisis econmicos, especialmente los deErnest Mandel, siempre han sabido: a) integrar el estudio de las nuevas formas queadopta el modo de produccin capitalista; b) insistir en la imposibilidad de evadirsus contradicciones. Un ejemplo: "el ciclo de largo alcance que comenz con laSegunda Guerra Mundial, y en el cual an nos encontramos digamos el ciclo1940-1965 1940-1970 contrariamente se ha caracterizado por la expansin ypor ende, el margen de negociacin, de discusin, entre la burguesa y la claseobrera se ha ampliado" (E. Mandel, Introduccin a la teora econmica marxista,Mxico, Editorial ERA, 1973).

    La voluntad de los economistas de la regulacin de deslindarse de una ciertatradicin marxista conduce a la gnesis intelectual de esta corriente. Durante losaos sesenta, la combinacin de la prosperidad aparente del capitalismo y elpredominio de una versin estalinista del marxismo impulsaban por razonesdiferentes a buscar nuevos marcos de referencia aplicables al "neocapitalismo".Haba que hacer a un lado la repeticin de esquemas simplistas, conservando almismo tiempo un enfoque crtico de una realidad que escapaba a la comprensin. Eldebate de los aos cincuenta sobre la pauperizacin es un buen indicador de estaconfiguracin ideolgica. Esta ltima se resolvi en torno a dos polos que podranidentificarse, respectivamente, uno en Gorz desplazamiento de la crtica a nivelde la alienacin y el otro en Althusser desplazamiento de la crtica a nivel delconcepto , que orientaron la crtica del capitalismo.

    Pero la realidad de la crisis restablece el juego de las contradicciones capitalistas ensus determinaciones ms clsicas y suscita un retorno a Marx y una convergenciahacia un enfoque marxista de la crisis. Para la escuela de la regulacin (Aglietta,Bertrand, Billaudot, Boyer, etc.) este paso se acompaa de una voluntad insistentepor deslindarse de un marxismo asimilado a la incapacidad si no es que alrechazo para comprender [aprehender] las nuevas formas del capitalismo.

    Finalmente hay que tener en cuenta la insercin administrativa de la corrientemencionada en el aparato de Estado: constantemente tiene que justificar su propiaexistencia dando pruebas de su capacidad para producir resultados concretos, dedonde proviene su particular insistencia en la utilizacin de las estadsticas.

    Esto da lugar a planteamientos metodolgicos de los cuales lo menos que se puededecir es que no representan un progreso notable en relacin con los textos de Marxal respecto. Por ejemplo: "Este retorno a la medicin, aunque sea difcil y siempreinsuficiente en virtud del origen preciso de las estadsticas utilizadas, tiene porefecto introducir la posibilidad de desacreditar al marco terico inicial, aunque stesea correcto desde un punto de vista estrictamente lgico" [5]. Este gran abismoentre las publicaciones del INSEE y el mundo de la lgica terica es una maniobramuy pobre en relacin con la "dialctica del pensamiento". Veamos por ejemplo unprimer problema de "medicin" mal manejado por la escuela.

    INSEE es el Instituto Nacional de Estadsticas y Estudios Econmicos de Francia

  • 43. Cundo se descompuso todo ?

    A esta pregunta legtima, la escuela no ofrece una respuesta clara: "Segn lasdimensiones consideradas, la atenuacin de los mecanismos de la competencia sehabra presentado en 1958 alrededor de 1967" [4]. Boyer propone la siguienteperiodizacin para la acumulacin:

    1937-1949: extensiva;1949-1959: intensiva;1959-1973: intensiva centrada en el consumo masivo;1973-1981: crisis.

    Granou, Baron, Billaudot [11] establecen en 1965-1966 el paso de una fase"progresiva" a una fase "regresiva". Lorenzi, Pastr, Toledano [12], sealan que apartir de 1962 "la acumulacin fue progresivamente menos y menos eficaz" y que latasa de plusvala baja a partir de 1970.

    No es un problema superfluo. Si el cambio se ubica al final del ciclo de expansinnorteamericana, es decir en 1967, como lo afirman Aglietta [1] ("el ao 1966 anunciael bloqueo de este modo de acumulacin") o Mandel, entonces resulta que la "edadde oro" propiamente dicha dur quince aos (1950-1965). Pero, en estascondiciones, la escuela razona en un periodo relativamente corto, que est muchoantes de nosotros: sus miembros no seran tericos de la posguerra?

    4. Crisis tcnica o crisis social?

    Si el origen de la crisis est en el agotamiento de los avances en la productividadcombinado con el agotamiento de las normas de consumo, cul es el origen de estaprdida de productividad? Se podra plantear que la escuela se hizo esta preguntaclave: cmo un mecanismo as, tan bien aceitado, se pudo descomponer? Losautores de esta corriente no dejan de denunciar el carcter mecanicista o tecnicistade las tesis de Mandel sobre las ondas largas. Pero son menos claros en cuanto a supropia interpretacin.

    Este planteamiento semeja adems al del consenso social: habra habido una especiede contrato social tcito que asegurara el buen funcionamiento del fordismo; lossindicatos habran intercambiado todo derecho de supervisin de las condiciones detrabajo por el poder de compra. Boyer en particular sostiene esta versin [8]. Entorno a esta doble cuestin, la escuela de la regulacin est polarizada alrededor dedos tendencias contradictorias:

    Hay una versin "tecnicista", en la que las cadas de la productividad y elagotamiento del progreso tecnolgico conducen a la intervencin de una instanciatcnica externa al sistema econmico. Esta es fundamentalmente la tesis de Aglietta[1]: las condiciones materiales y tcnicas de un neofordismo (mercantilizacin de losservicios) estaran retrasadas con respecto a la demanda social. La salida de la crisissera por tanto tambin tcnica y se ubicara en la generalizacin de la electrnica.

    Hay una versin "obrerista": la prdida de la productividad sera producto de unacrisis del trabajo, de la resistencia obrera. Coriat, por ejemplo, menciona: "Sipropongo partir de los comportamientos de lucha y de resistencia (y no delmovimiento del capital) es porque, durante el periodo contemplado (1966-1974),

  • 5sostengo que la iniciativa estuvo en el campo obrero (...) El sistema de la produccinmasivo es atacado incluso a nivel del proceso de trabajo que le serva de soportefundamental" [10, p. 203-204].

    En suma, la escuela de la regulacin fracasa ah donde daba esperanzas: "con losdatos que disponemos actualmente no es posible concluir definitivamente sobre unpapel particular de las distintas determinantes de la evolucin de la productividaden Francia, s bien es cierto que, en Estados Unidos por el contrario, s se puedehacer... Como quiera que sea, hay un hecho que queda claramente establecido: elagotamiento en los avances en la productividad se produjo en este pas a partir delprincipio de los aos setenta" [12, p. 233-234].

    Lo que falta, entonces, es la comprensin global de las contradiccionesfundamentales del modo de produccin capitalista. La escuela de la regulacin hainsistido tanto en la forma como el capitalismo ha podido poner en prcticainstrumentos de regulacin, que ha olvidado que se mantienen sus contradicciones.Ha dialogado con un marxismo degenerado y simplista tratando de leermecnicamente la ineluctabilidad de la crisis. Mostrando que los esquemas de Marxpueden seguir siendo reequilibrados, ha encontrado el hilo negro, creyendo haberhecho nuevos descubrimientos. Creyendo reinventar a Marx, sobre todo ha vuelto acopiar La Acumulacin de Capital de Joan Robinson [13], que ya contiene lasecuaciones de la edad de oro. Las contradicciones que se presentan en el modo deproduccin capitalista no se suprimen por la regulacin monopolista.

    5. A dnde se fueron las contradicciones del capitalismo?

    Recordemos la ms esencial de estas contradicciones: por un lado, el capitalismo"debe bajar el valor de las unidades mercantiles a causa de la extensin permanentede la produccin mercantil y de su mecanizacin progresiva, y, por esto mismo,ampliar continuamente la produccin y la venta masiva de estas mercancas parapoder realizarse. De ah es de donde proviene la estimulacin de nuevasnecesidades, incluso entre la masa de los trabajadores (...) Por otro lado, laproduccin de plusvala, la realizacin de la ganancia y la acumulacin de capitalsiguen siendo el objetivo final de la produccin realizada segn el modo deproduccin capitalista; de ah la presin por limitar el salario y la tendencia de estesalario a mantenerse siempre insuficiente para satisfacer las nuevas necesidades deconsumo creadas por la masiva produccin capitalista." (Ernest Mandel, Elcapitalismo tardo, Mxico, Ed. Era. p. 383).

    Esta contradiccin, que se expresa especialmente en la competencia, es inherente almodo de produccin capitalista; esto no significa que la crisis sea permanente, sinoque, incluso durante las fases de expansin, estas contradicciones siguen teniendo yacumulando sus efectos. Por lo tanto no hay regulacin, lo cual implicara la idea dela eliminacin de las contradicciones, sino canalizacin y contencin. Los tericosde la regulacin han mostrado adems que los medios puestos en prctica paraalcanzar este resultado como por ejemplo la inflacin del crdito o del salarioindirecto se transforman en el momento de la crisis en cerrojos que hacen msdifcil el saneamiento necesario (necesario desde el punto de vista capitalista).

    Dicho de otro modo, la fase de expansin se dio acumulando los efectos perversosdel capitalismo que se concentran para surgir en el momento de la crisis, como unmuro acumula calor para restituirlo posteriormente. Por tanto, la fase de recesin

  • 6ser ms larga y profunda que el periodo en que floreci la fase de expansin;incluso la nocin de regulacin sugiere una interpretacin contraria: antes todoestaba bien y as debera continuar. Posteriormente se descompuso por razonesfundamentalmente ajenas a los mecanismos de la economa capitalista. Es como silos mdicos sostuvieran que el cuerpo de un enfermo estuviera sano durante elperiodo de incubacin de una enfermedad.

    Los tericos de la escuela abstraen su objeto de estudio de la divisin internacionaldel trabajo. En el peor de los casos, no se evoca la formacin de una economamundial; en el mejor, la insercin en esta economa mundial es sealada como unanueva tendencia que coincide con el inicio de la crisis del modo de acumulacincapitalista, es decir, en 1966-1967. La crisis del sistema monetario internacional noes integrada como expresin de la expansin de la inversin. En lo fundamental, laregulacin se considera en un marco nacional y el mercado mundial slo sera layuxtaposicin de economas reguladas nacionalmente. Hay pues una subestimacindel carcter internacional de la crisis y sobrestimacin de las posibilidades deencontrar nuevas regulaciones a nivel de un pas.

    6. Hacia una nueva regulacin?

    En este momento es preciso hacer una advertencia: hasta un trabajo marxistacientfico puede ser utilizado por la burguesa. Por ejemplo, LExpansion citampliamente a Boyer y Lipietz en su nmero especial sobre la industria; Les Echospublic un artculo favorable del informe Aglietta-Boyer [3] y La Vie franaiseproclam en voz alta en una serie de artculos que la crisis era una crisis desobreproduccin.

    Lo que hace al marxismo revolucionario poco digerible por la burguesa es que estorientado hacia un objetivo consciente: el derrocamiento del capitalismo, y que esteobjetivo no vara segn las fases del ciclo industrial. Y este es justamente elproblema con la escuela de la regulacin, la cual, como tambin sucedi con laregulacin que no resisti a la crisis, a pesar de su homogeneidad aparente. Sefraccion en varios polos, entre los cuales el primero se constituy en torno aAglietta y Boyer.

    En su libro, Aglietta escriba en 1979, a propsito de un eventual neofordismobasado en la automatizacin: "Que la automatizacin implique potencialmentecambios a muy largo plazo capaces de hacer desaparecer el trabajo productivo deejecucin, es posible; pero una cosa es segura, que esos cambios potenciales notendrn oportunidad alguna de realizarse sin la abolicin de las relaciones deproduccin capitalista" [1, p. 102].

    Esta perspectiva ha sido actualmente abandonada. Si se considera una entrevistareciente, aquella perspectiva es sustituida por otra, ms prosaica: "En ellos hay unaapuesta estratgica fundamental que no puede ser considerada sin que exista uncompromiso social que sea una invencin de lo que hemos hecho hasta ahora. Esdecir, que los asalariados vean la defensa de la industria como un inters primordialen el futuro prximo" [2]. Ya se ve el cambio ocurrido, de la abolicin delcapitalismo a la defensa de la industria.

  • 7Una de las posibles orientaciones de la escuela de la regulacin se puede formularmuy fcilmente: reconstituyamos las condiciones de una nueva edad de oro. Losingredientes ya se conocen: Consenso social basado en el intercambio de salarios a cambio de leyes Auroux:"Aceptar algunos sacrificios de los asalariados, cierta movilidad de las calificacionesen relacin con situaciones actualmente petrificadas en provecho de un compromisosobre la carrera obrera (...) sobre la calificacin (...), sobre condiciones de trabajoms favorables" [2]. Normas de consumo: "Mantener cierta progresin en el consumo, aunque seacompatible con el relanzamiento de la inversin industrial" [3, p. 329]. Neofordismo automatizado: "La intensificacin de la utilizacin de las mquinasgracias al aumento del nmero de equipos puede apoyar los ahorros de tiempopermitidos por una mejor calidad y mejoramiento en las condiciones de trabajo"[3, p. 34]. Electrnica: como base de una nueva acumulacin intensiva, en la medida en quepermite "simultneamente introducir avances en la productividad y una norma deconsumo renovada, y transformar una parte del trabajo improductivo en trabajoproductivo" [12, p. 365].

    Como se puede ver, la corriente de la escuela que se define as, ya escogi su campo:el de la burguesa modernista. Su funcin es avalar los consensos socioeconmicosde una nueva regulacin adaptada a la fase de recesin prolongada.

    Otra muestra: el 15 de noviembre de 1982, en las jornadas de poltica industrial,Aglietta y Boyer presentaron su informe [3] a un grupo de trabajo presidido porBernard Hanon, directivo de la Renault. El 10 de enero de 1983, la direccin deRenault despeda a 11 mil trabajadores. Los crticos del fordismo no estaban de sulado!

    La CFDT saca de esta fuente su inspiracin para mantener a los trabajadores en unimpasse, pues esta situacin es un impasse, por dos razones fundamentales. Laprimera es que no ofrece solucin alguna al problema del empleo y slo puedecontribuir a agravar el desempleo. La segunda es que se trata de un engao: lasocial-competitividad no existe en un periodo de recesin capitalista. Lo que est ala orden del da es un programa patronal clsico de intensificacin del trabajo, deataques contra el salario y de despidos. Desde el punto de vista capitalista, el patrnde Talbot tiene razn: slo "expurgando" los efectivos podr restablecer susganancias, y no aplicando celosamente las leyes Auroux.

    7. Viva la socialdemocracia (En lo que llega el comunismo)!

    Esta es la segunda versin, de la cual Lipietz es bastante representativo [9]. En estecaso observamos las contradicciones sealadas anteriormente en cuanto a lanaturaleza de la crisis del fordismo. La idea fundamental de esta segunda corrientees la siguiente, y es correcta: "Las relaciones de trabajo que corresponderan a estasnuevas tecnologas an no se han inventado (...) La salida de la crisis no puede sertecnolgica, puesto que la crisis no es de carcter tecnolgico. [9]"

    Se refiere a las leyes que el Secretario del Trabajo Jean Auroux, del gobierno socialista de Mitterrand,logr que se aprobaran y con las cuales pretenda que los sindicatos tuvieran una mayor participacinen las decisiones de las empresas.

  • 8Esta corriente insiste en "la inversin de sentido" que subyace en la bsqueda deuna nueva regulacin. Billaudot tiene razn al preguntarse si va a ser necesario"imponer el consumo de nuevos objetos (a base de electrnica) que la industria va apoder producir a gran escala, trabajar para poder comprarlos". Pero esta visincorrecta de las limitaciones capitalistas conduce a una alternativa? Lipietz ycompaa recuerdan las grandes lneas de un programa tipo CERES (mantenimientodel poder de compra, reduccin de la jornada de trabajo, cierta dosis deproteccionismo) para decir que "a lo sumo ofrecera un respiro" [9, p. 138]. Y as es.

    Inmediatamente despus viene el esbozo de un comunismo utpico basado en trespreceptos: "1. Disminuir la parte del trabajo obligatorio, alienado (...) 2. Enriquecer eltrabajo obligatorio, democratizar la gran produccin (sic!) 3. Promover el tiempolibre" [p. 141]. "Programa vasto? Es todo esto utopa? Por supuesto (...) no vale lapena obstinarse en componer lo que ya no funciona. Es peligroso querer acabar contodo, esperando que un nuevo orden surja de los escombros".

    Finalmente, la ltima cita, que vale su peso en oro: " Cuidado! Estos ejes seenfrentan ya a intereses muy poderosos. No slo a las ganancias de las firmasmultinacionales, los grandes villanos por todos conocidos, sino, sobre todo, a lascostumbres autoritarias, los esquemas de pensamiento de la tecnoestructura eincluso a los hbitos de consumo de cada uno de nosotros, y hasta a nuestraquerida pereza que, en poltica se llama 'delegacin de poderes'. Estos ejes detransformacin son ante todo ejes de lucha, contra nosotros mismos, contra elcapital, contra la jerarqua y la tecnoestructura" [p. 151-152].

    Se puede ver pues que esta rama de la escuela de la regulacin propone una especiede resucitacin del socialismo utpico: Ahora la transformacin social no es msque un simple problema de acumulacin de tomas de conciencia individuales.

    8. Reformismo o revolucin?

    En el campo de la teora econmica, los aportes de la escuela de la regulacin nopueden ser negados. El tono crtico de este artculo no debe conducir a tirar el bebjunto con el agua sucia. La escuela de la regulacin aporta informaciones, esquemasconceptuales y perspectivas de un inters evidente. Ms particularmente, la formacomo vincula los determinismos globales de la economa y los procesos concretosde trabajo ofrece una perspectiva que sin duda nuestra corriente ha tendido asubestimar.

    Pero tambin es necesario insistir en las contradicciones internas de la escuela, quehan llevado en la prctica a su divisin en una rama rocardiana que planteaabiertamente la colaboracin de clases y una rama que conserva un proyecto msradical. A partir de la constatacin de que el capitalismo se encuentra actualmenteen crisis despus de haber conocido una larga fase de expansin, pueden haber enefecto diversos planteamientos:

    CERES: Centro de Estudios e Investigaciones Econmicas y Sociales, nombre de la corriente deizquierda del PSF que encabeza Jean Pierre Chevnement (fue Secretario de Fomento Industrial ySecretario de Educacin Nacional en el Gobierno de Mitterrand); esa corriente era favorable a la unidadcon el PCF y manejaba una lnea nacionalista en materia econmica. Se refiere a la tendencia derechista del PS dirigida por Michel Rocard.

  • 9 Reconstituyamos un ambiente social e institucional que permita al capitalismovolver a funcionar bien, como demostr que saba hacerlo. Esto es lo fundamentalde los anlisis de la CFDT e incluso en cierta forma del Partido Comunista Francs(PCF) con sus "nuevos criterios de gestin". No nos obstinemos en arreglar lo que ya no funciona. Cuidmonos de quereracabar con todo. Marchemos suavemente hacia el comunismo. Este es el anlisis dealgunas corrientes centristas que tratan de deslindarse del Partido Socialista (PS) ydel PCF. Dejemos de hacer creer que el capitalismo puede conciliar sus exigencias derentabilidad y de competitividad con el mejoramiento de las condiciones deexistencia de los trabajadores. Dejemos de imaginar que podremos diluir alcapitalismo en la experimentacin social, como el azcar se diluye en el agua, y quepodremos evitar el enfrenta-miento con el Estado burgus. Este es el punto de vistamarxista revolucionario!

    Bibliografa

    [1] Aglietta, Regulacin y crisis del capitalismo. Mxico, Siglo Veintiuno Eds, 1982.

    [2] Aglietta, "Il est possible de lever les contraintes", entrevista en LEconomie enquestion, n24, 1983.

    [3] Aglietta, Boyer, "Une industrie comptitive en France et dans le monde". Jornadasde poltica industrial. La Documentation franaise, 1982.

    [4] Bnassy, Boyer, Lipetz, Approches de l'inflation: lexemple franais, Recherchesconomiques et sociales, n12, octobre 1978, La Documentation franaise.

    [5] Bertrand, Boyer, Guibert, Thret, Marx et la crise ? Pour un dbat entre marxistesempiriques, Junio 1980.

    [6] Boyer, "Les salaires en longue priode", Economie et statistique n103, 1978.

    [7] Boyer, "Les transformations du rapport salarial dans la crise", Critiques delconomie politique n15-16, Abril 1981.

    [8] Boyer, "La politique de la gauche face aux transformations du rapport salarial",Comunicacin del coloquio sobre la poltica econmica de izquierda, 1983.

    [9] Clerc, Lipietz, Satre-Buisson, La crise, Syros, 1982.

    [10] Coriat, "Travail et capital dans la crise. France 1966-1982: ou en est-on ?", Lestemps modernes, n441 bis, 1983.

    [11] Granou, Baron, Billaudot Croissance et crise, Maspero, 1979.

    [12] Lorenzi, Pastr, Toledano, La crise du XX sicle, Economica, 1980.

    [13] Robinson, Joan, es una economista britnica que puede considerarse de filiacinkeynesiana de izquierda. Contribuy a la crtica de la teora econmica neoclsica.

    [14] En espaol se han publicado algunos trabajos de los regulacionistas en: RalConde [compilador], La crisis actual y los modos de la regulacin del capitalismo,Mxico, UAM-I, 1984. Cuadernos Universitarios n8. Las revistas que han difundidosus trabajos son: Investigacin Econmica, Cuadernos Polticos y Teora y Poltica.