La Evaluación de La Relación Educativa en La Universidad

REDIE. Revista Electrnica de InvestigacinEducativaE-ISSN: [email protected] Autnoma de Baja CaliforniaMxico

Rueda Beltrn, MarioLa evaluacin de la relacin educativa en la universidad

REDIE. Revista Electrnica de Investigacin Educativa, vol. 6, nm. 2, 2004, p. 0Universidad Autnoma de Baja California

Ensenada, Mxico

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=15506206

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Revista Electrnica de Investigacin Educativa

Vol. 6, No. 2, 2004

La evaluacin de la relacin educativa en la universidad

Evaluation of Universities Educational Relationships

Mario Rueda Beltrn [email protected]

Centro de Estudios Sobre la Universidad Universidad Nacional Autnoma de Mxico

Edificio de la Unidad Bibliogrfica, 3er. piso

Centro Cultural Universitario Delegacin Coyoacn, 04510

Mxico, D. F., Mxico Resumen Los procesos de evaluacin educativa surgieron en Mxico al final de los aos ochenta, asociados al financiamiento y a la acreditacin para asegurar la calidad de los servicios educativos, segn el discurso oficial. En este artculo se presenta una caracterizacin de los procesos de evaluacin de la docencia en universidades pblicas y de los cuestionarios de opinin dirigidos a los estudiantes. Se destaca el empleo de este instrumento en la decisin del acceso de los acadmicos a programas de compensacin salarial, y el descuido tcnico en su elaboracin. Se seala la poca vinculacin de la evaluacin con otras actividades como la formacin permanente, la planeacin y la revisin continua de las condiciones institucionales. Se sugiere desarrollar una actitud crtica frente a las prcticas actuales para poder resolver los problemas detectados y alentar los aspectos positivos tambin presentes. La evaluacin de la docencia constituye

Rueda Beltrn: La evaluacin de la relacin educativa

una actividad social impregnada de juicios de valor, en la cual los actores no participan con la equidad deseada. Palabras clave: Evaluacin de la docencia, evaluacin de profesores, polticas de evaluacin. Abstract Educational evaluation in Mexico started in the late eighties in relation to financing and promotion in order to ensure, according to the official discourse, the quality of education. This paper presents a characterization of the processes involved in the evaluation of teaching in public universities, as well as of student-directed questionnaires. It highlights the use of those instruments to determine academics access to salary compensation programs and their technical deficiencies due to a careless design. It also points out the scarce links between evaluation and other educational activities, such as permanent training, planning and the constant verification of institutional conditions. The development of a critical attitude towards current practices is suggested to solve problems and to foster the positive aspects which have been detected. The evaluation of teaching is a social activity where value judgement prevails, and where participants lack the opportunity to be equally treated. Key words: Evaluation of teaching, teacher evaluation, evaluation policies. Introduccin Los procesos de evaluacin educativa en nuestro pas al igual que en muchas naciones del mundo, han acrecentado su importancia en las ltimas dcadas. La evaluacin regularmente ha sido parte fundamental de la planeacin educativa; sin embargo, no es sino al final de los aos ochenta en Mxico, cuando adquiere dimensiones de relevancia especial, ya que surge como instrumento para mejorar la calidad del sistema escolar, como medio para tener acceso a distintos programas de compensacin salarial para el personal acadmico y como condicin para obtener recursos econmicos adicionales a nivel institucional. A partir de 1989 se han incrementado los organismos encargados de los planes, los programas y los individuos dedicados a la aplicacin de sistemas de evaluacin institucional. Entre ellos se pueden enumerar: la Comisin Nacional de Evaluacin de la Educacin (CONAEVA),1 los Comits Interinstitucionales de Evaluacin de la Educacin Superior (CIEES),2 el Sistema Nacional de Investigadores (SNI),3 el Programa de Becas al Desempeo del Personal Acadmico,4 el Programa de Carrera Docente,5 el Centro Nacional para la Evaluacin de la Educacin Superior (CENEVAL),6 el Consejo para la Acreditacin de la Educacin Superior (COPAES)7 y el Instituto Nacional para la Evaluacin de la Educacin (INEE).8

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Desde el momento en que se hizo explcito que los procesos de evaluacin tendran la finalidad de diferenciar y reconocer el trabajo realizado por las instituciones y los acadmicos, la relacin entre evaluacin y resultados tom una nueva dimensin. Las estrategias de negociacin financiera que haban sostenido las universidades pblicas y el gobierno cambiaron, al menos discursivamente. A partir de entonces las instituciones y los individuos tuvieron acceso a ingresos complementarios, en funcin de los resultados de los procesos evaluativos. Adicionalmente a la tendencia evaluacin-financiamiento se agreg la acreditacin como estrategia para asegurar la calidad de los servicios educativos, de acuerdo con los discursos de los documentos oficiales. Por esta razn, entre otras, la evaluacin se ha constituido en poco tiempo, relativamente, en una parte esencial de las actividades cotidianas de las universidades. Otro elemento, sealado por algunos autores, para la rpida expansin de los procesos de evaluacin en las instituciones de educacin superior asociados con la discusin sobre la calidad y el financiamiento, es la influencia de organismos internacionales tales como la Organizacin para la Cooperacin y el Desarrollo Econmicos (OCDE), el Banco Mundial, la Organizacin de las Naciones Unidas para la Educacin, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en ingls), Centro Regional para la Educacin Superior en Amrica Latina y el Caribe (CRESALC) y la Comisin Econmica para Amrica Latina y el Caribe (CEPAL), entre otros. Esta situacin se manifiesta en distintos pases como Estados Unidos, Gran Bretaa, Canad y Francia; inclusive, en pases latinoamericanos como Brasil, Argentina, Colombia y Chile (Castillo, 2004 y Villaseor, 2003). Contextos y prcticas La evaluacin educativa se considera un pilar de las polticas actuales de la educacin superior, ya que forma parte de los procesos de planeacin impulsados por los programas de los organismos del gobierno federal vinculados al sector educativo, con el sesgo mencionado anteriormente derivado de su asociacin con aspectos financieros. En el caso de las universidades pblicas la evaluacin se implementa de forma generalizada desde la dcada de los noventa hasta nuestros das, a partir de las polticas promovidas por organismos oficiales como la Secretara de Educacin Pblica y la Asociacin Nacional de Universidades e Instituciones de Educacin Superior (Rueda, Elizalde y Torquemada, 2003). En los ltimos aos las polticas del sector educativo han tendido a propiciar una acreditacin de los programas de formacin profesional, derivada del escrutinio minucioso de pares acadmicos que cuentan con el reconocimiento del organismo oficial encargado de cumplir con esta funcin, el COPAES; de tal manera que, a las acciones de evaluacin institucional de planes y programas y las dirigidas a los acadmicos se suma este nuevo esfuerzo por lograr elevar la calidad del sector. El contexto descrito anteriormente forma parte del entorno de la evaluacin de la docencia en Mxico, particularmente referida a la interaccin de los profesores con sus estudiantes en los salones de clase, en el marco de un programa de formacin



profesional ofertado por una institucin. Esta actividad es objeto de evaluacin con un tratamiento diferencial respecto a otras funciones desempeadas por los acadmicos como la investigacin, la extensin o la difusin de la cultura. A partir del anlisis realizado en un trabajo previo, acerca de los procesos de evaluacin de la docencia en seis universidades pblicas mexicanas (Rueda et al., 2003), se presenta aqu una caracterizacin general del estado en que se encuentra dicha actividad en Mxico; sin embargo, se reconoce la conveniencia de que se realicen estudios sistemticos sobre el total o una muestra intencional de las universidades pblicas para llegar a conclusiones ms sustentadas. La primera constatacin es la presencia generalizada de prcticas de evaluacin docente distintas en su concepcin, antigedad, tipo y usos; no solamente entre universidades, sino tambin entre los procesos seguidos en cada programa de formacin profesional dentro de una misma institucin. Por ejemplo, en una universidad puede existir programa de licenciatura que ha aplicado por tres dcadas un sistema de evaluacin de la docencia, otra donde el sistema ha sido suspendido y alguna ms que an no cuenta con una propuesta institucional para llevarla a cabo. Sin embargo, puede afirmarse que en el conjunto de las universidades pblicas el impacto de las polticas de evaluacin de la docencia, en el sentido de su aplicacin generalizada, es exitoso. Por lo general, los agentes que promueven el inicio de los procesos de evaluacin de la docencia son directivos o personas cercanas a la administracin en turno, quienes reciben la encomienda de disear y conducir dichos procesos, con la justificacin de que estas actividades forman parte de los planes institucionales o de que la administracin central as lo determin; inclusive, se dice que son exigidos por organismos reguladores externos. En el perfil de los encargados de la evaluacin docente predomina una formacin disciplinaria con sentido de pertenencia a la carrera profesional de que se trate y cuentan con limitada experiencia laboral vinculada a la evaluacin. En la totalidad de los casos, las evaluaciones de los profesores se asocian a programas de compensacin salarial de las universidades puestos en prctica en momentos de una baja salarial generalizada del personal acadmico de las instituciones de educacin superior. En el acercamiento a las experiencias de evaluacin se constat que la instauracin de procedimientos para evaluar resulta difcil, inclusive, se llegan a frenar iniciativas en casos extremos por considerarlas de carcter punitivo hacia el profesorado. En algunas instalaciones el rechazo inicial de los profesores termina por diluirse, ya que su participacin les permite el acceso a los programas de compensacin salarial, por lo general aceptados por los acadmicos, aunque con el sealamiento de muchos problemas en su aplicacin cotidiana. Los cuestionarios de opinin dirigidos a los estudiantes son la nica manera para las universidades de dar respuesta a las polticas de evaluacin de la docencia, si bien se pueden detectar intentos aislados de diversificar o complementar esta forma de evaluar con otras fuentes. El uso de los cuestionarios, al igual que se



hace en la mayor parte de las universidades de otros pases, ha tenido un fuerte impulso reciente en Mxico. Aunque se reconoce que empezaron a emplearse desde finales de la dcada de los aos sesenta en una universidad privada y en los setenta en algunas facultades de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico (UNAM) y otra institucin particular. No fue sino hasta finales de los aos ochenta que se difunde su uso en ms universidades pblicas (Garca Garduo, 2001). La evaluacin de la docencia a travs de los cuestionarios de opinin de los estudiantes se reconoce como la estrategia ms utilizada y polmica en el mbito universitario. En gran medida este recurso lo emplean quienes han acumulado experiencia en su adopcin como instrumento privilegiado de evaluacin docente y han dedicado parte de sus esfuerzos a la investigacin de los aspectos metodolgicos y de medicin de los cuestionarios, as como a la validez y confiabilidad de los instrumentos. Recientemente, en la polmica sobre el tema se empiezan a reconocer los efectos de los factores polticos y administrativos inherentes a la aplicacin de los instrumentos y al uso de los resultados (Luna, Valle y Tinajero, 2004). Pero hay todava una veta a descubrir en la perspectiva de conocer los sesgos que una multitud de factores pueden tener en la obtencin de los resultados, como el momento de la aplicacin, el tamao del grupo, la naturaleza de la asignatura impartida, el nmero de opciones de respuesta empleadas, por mencionar algunas de las ya documentadas en otros contextos pero no exploradas en la mayor parte de las experiencias de evaluacin tomadas como referencia. Aunque la tradicin del uso de los cuestionarios es relativamente accesible, hay aspectos que no se pueden dejar pasar de largo en la definicin de un sistema de evaluacin docente, como la reflexin sobre la finalidad de la misma, la congruencia entre las categoras e indicadores, los criterios de interpretacin de los resultados, as como la claridad del manejo y uso de los resultados (Loredo y Rigo, 2001). Esta situacin, generalmente, tampoco se ha reportado en las experiencias revisadas. De igual manera, en las prcticas cotidianas de evaluacin docente en las universidades estn ausentes las recomendaciones hechas por diversos autores sobre la utilidad de los puntajes obtenidos en los cuestionarios, en el diagnstico y la retroalimentacin de los profesores para mejorar sus clases, en los administradores para conocer la efectividad de la enseanza derivada de decisiones administrativas o en la posibilidad de ofrecer informacin a los estudiantes para la seleccin de cursos (Luna et al., 2004). Si bien se ha demostrado el impacto de la retroalimentacin proporcionada por los cuestionarios en la enseanza, tambin se ha sealado que una comunicacin por escrito de los resultados no es suficiente, sobre todo, si se le compara con los efectos de una asesora personalizada (Luna et al., 2004). En los cuestionarios prevalecen las dimensiones relativas a la planeacin, el desarrollo y la cobertura del programa, as como a las formas de evaluacin de los aprendizajes. En menor medida se consideran dimensiones sobre el dominio de la asignatura, el manejo de tcnicas didcticas, el estilo de interaccin profesor-



alumno, la asistencia y la puntualidad. Por lo general, no est presente en los procesos de evaluacin docente una preocupacin por identificar las dimensiones asociadas con un aprendizaje efectivo ni un anlisis cuidadoso derivado de la orientacin de las teoras del aprendizaje o la consideracin de los resultados de la investigacin en la prctica docente universitaria, como teln de fondo que obligue al reconocimiento de la complejidad de la actividad evaluada. Esto puede significar un riesgo respecto a otorgar una importancia exagerada al cuestionario o a pretender desconocer los lmites que toda forma de evaluacin encierra. En algunas universidades adems del cuestionario de opinin de los estudiantes se emplean cuestionarios de autoevaluacin para profesores, la evaluacin a travs de pares acadmicos y los directivos (Rueda et al., 2003). nicamente en dos instituciones de las analizadas se cuenta con cuestionarios distintos en funcin del nivel educativo, ya sea licenciatura o posgrado (Luna et al., 2003); por lo general, prevalece un cuestionario nico para todas las reas disciplinarias y niveles escolares. Cabe recordar que la existencia de un solo cuestionario de evaluacin, lleva a asumir implcitamente la postura de que existen habilidades pedaggicas genricas. Sin embargo, est lejos de cerrarse la discusin sobre la posibilidad de determinar aspectos didcticos generales efectivos para la enseanza de todo tipo de materias; asimismo, es contundente que cada da son ms las evidencias de las necesidades especficas para el aprendizaje de las distintas disciplinas. A esto tambin habra qu agregar el elemento de la distincin entre la naturaleza de la disciplina y su enseanza en un contexto de formacin profesional. En la mayor parte de las universidades no se reporta alguna participacin de los docentes y estudiantes en la elaboracin y puesta en marcha de los instrumentos de evaluacin. Solamente en dos de ellas se retom la experiencia de algunos docentes para integrar la versin final del cuestionario y en una de ellas adems se consider el punto de vista estudiantil (Rueda et al., 2003). La revisin de la literatura deja en claro la necesidad, no solamente estratgica, de la participacin de los profesores, estudiantes y cuerpos colegiados involucrados en los procesos de evaluacin para mejorar la actividad (Garca Garduo, 2001), sino de la conveniencia de conocer el punto de vista de los actores, sobre todo porque pueden diferir entre ellos o pueden cambiar sus perspectivas a lo largo del tiempo. En algunas universidades, las instancias encargadas de la operacin del proceso de evaluacin dan a conocer los resultados a directivos y docentes, mientras que en otras los resultados se ponen a disposicin de toda la comunidad escolar. Se presenta la convivencia de estrategias diversas al interior y entre universidades, en algunas carreras se evala a todos los profesores y en otras solamente a una seleccin de ellos. Esta situacin permite reflexionar sobre la intencin de quienes promueven los procesos de evaluacin, ya que si se trata de afectar la calidad de la docencia, no es justificable que se evalen muestras o no se den a conocer los resultados a los mismos evaluados. La perspectiva de poner a la disposicin de toda la comunidad los resultados obtenidos en las evaluaciones de los docentes slo puede aceptarse cuando se tenga la garanta de que el diseo del proceso de



evaluacin, la aplicacin de los instrumentos y la interpretacin de los resultados han cubierto los estndares profesionales aceptados universalmente. Las caractersticas ms relevantes encontradas en casi la totalidad de los casos son: el empleo de la evaluacin para el acceso a programas de compensacin salarial y el descuido tcnico en la elaboracin y puesta en marcha de los instrumentos de evaluacin docente para su mejoramiento; en ese sentido, se observa poca vinculacin del ejercicio de la evaluacin a otras actividades de la institucin con las que debera estar naturalmente unido, como la formacin permanente, la planeacin y la revisin continua de las condiciones institucionales en las que se desarrolla la docencia. La ubicacin dentro de las universidades de las instancias y de los acadmicos encargados de disear y poner en marcha los procesos de evaluacin de la docencia, revela el origen de la iniciativa y el sentido de la actividad de evaluacin. Es decir, queda al descubierto una clara preocupacin de control administrativo y un uso preferencial de la evaluacin como requisito de acceso a programas de compensacin salarial. En este sentido, sera conveniente clarificar el propsito de la evaluacin, sobre todo, para reorientarla hacia su realizacin como instrumento para el perfeccionamiento de la actividad. Es posible el empleo de la evaluacin para premiar, pero tanto evaluadores como evaluados tienen que estar advertidos de ello. La misma aclaracin tendra que hacerse cuando se emplea la evaluacin con carcter sumativo, tal es el caso, por ejemplo, cuando al profesor se le asciende o no se le contrata en funcin de los resultados que obtuvo. La argumentacin sobre la necesaria calidad de la evaluacin sigue siendo vlida para este caso, pero adems habra que agregar que una sola medicin sera por lo dems injusta y habra que preferir las series que proporcionan un mejor panorama de la actividad evaluada, sobre todo, para formular un juicio que tendr consecuencias delicadas para quien ha sido objeto de la evaluacin. Conclusiones Un primer comentario est dirigido a reconocer que la evaluacin de la docencia est integrada a las acciones cotidianas de las universidades, lo que representa un hecho positivo en la perspectiva de construir una cultura en evaluacin en el conjunto de actores sociales del sector educativo. Sin embargo, habr que desarrollar una actitud crtica frente a las prcticas actuales para poder resolver los problemas detectados y alentar los aspectos positivos tambin presentes. Por todo lo expuesto, se puede interpretar que estamos frente a una evidencia ms del impacto de las polticas generales de evaluacin del desempeo individual de los acadmicos en las universidades, asociado a programas compensatorios del salario que ser necesario estudiar con mayor detalle para valorar los efectos previstos formalmente, as como aquellos inesperados que han tenido lugar en cada una de las instituciones. Est an por demostrarse el



impacto de la evaluacin de los profesores respecto al aumento de la calidad de la enseanza y del aprendizaje en las instituciones de nivel superior. Es necesario alentar los estudios de caso para conocer el efecto de las polticas despus de ms de dos dcadas de su aplicacin. Con la informacin parcial que se tiene se advierten graves deficiencias en el diseo y la puesta en marcha de los procesos por los que se pretende evaluar la actividad docente en las instituciones de educacin superior. Si bien se pueden identificar algunos casos ejemplares, la sospecha fundada es que son la excepcin ms que la regla. Por el ambiente de mltiples iniciativas de evaluacin al interior de las instituciones de educacin superior es necesario realizar un anlisis de cada una de ellas para constatar su complementariedad o detectar sus contradicciones. Ya en foros internacionales (Ardoino y Berger, 2003) se ha sealado que en los procesos de evaluacin se pueden distinguir por lo menos tres planos: las prcticas, los dispositivos y los sistemas. Se reconoce que estos tres niveles estn inmersos en una cultura especfica que enmarca los principios, los valores y la tica que estn presentes en todo proceso de evaluacin. La evaluacin cuando se analiza en el plano de comparacin entre las experiencias en distintos pases, arroja evidencias del papel de la cultura en la orientacin y puesta en prctica de dichos procesos. Faltan iniciativas institucionales para ofrecer opciones de formacin especializada para profesionalizar la conduccin de quienes tienen a su cargo el diseo y la puesta en marcha de los procesos de evaluacin docente. Sin duda, la experiencia acumulada de estos equipos que se han creado para dar respuesta a la orientacin de las polticas, puede ser fuente de informacin para el intercambio de puntos de vista entre ellos o para ofrecer un acompaamiento profesional a las instituciones que estn en etapas iniciales de desarrollo de procesos de evaluacin docente. El diseo de polticas pblicas para fortalecer la docencia tendr que contemplar la diversidad de escenarios institucionales y situaciones de enseanza de cada rea disciplinaria, para alentar la bsqueda y puesta en operacin de procesos de evaluacin que efectivamente incidan en la mejora de una de las principales funciones de la universidad. Es necesario alentar la discusin de la interpretacin y los usos de los resultados que arrojan los procesos de evaluacin y el anlisis del papel que cada uno de los actores tiene en todo el proceso. Cmo podrn beneficiarse de la evaluacin los estudiantes, los profesores y los directivos de una institucin? Qu condiciones tienen que prevalecer para que la evaluacin se convierta en un dilogo fructfero entre evaluadores y evaluados? Cmo garantizar la revisin permanente del propio sistema de evaluacin para asegurar su perfeccionamiento? Finalmente no debe de perderse de vista que la evaluacin de la docencia constituye una actividad social que, como tal, est llena de juicios de valor, no igualmente presentes en la conciencia de todos los involucrados. Adems, no



necesariamente la participacin en estos procesos se hace con la equidad deseada para todos los actores, por lo que deben de garantizarse canales de dilogo que efectivamente conduzcan al mejoramiento de los procesos de evaluacin para lograr prcticas efectivas de enseanza y aprendizaje. Referencias Ardoino J. y Berger, G. (Eds.). (2003). Former les enseignants et les ducateurs, une priorit pour l'enseignement suprieur: Actes du colloque. Paris: Association Francophone Internationale de Recherche Scientifique en Education. Castillo, O. E. (2004). Sociedad del conocimiento y polticas pblicas de evaluacin del trabajo acadmico en educacin superior: Programa de estmulos al desempeo docente en la universidad de Sonora, periodo 1993-2002. Tesis doctoral no publicada, Universidad Nacional Autnoma de Mxico. Cetina, E. (2004). Estmulos al desempeo del personal docente en las universidades pblicas estatales. En M. Rueda (Coord.), Es posible evaluar la docencia en la universidad? Experiencias en Mxico, Canad, Francia, Espaa y Brasil (Memoria), (pp. 77-82, Col. Biblioteca de la Educacin Superior). Mxico: Asociacin Nacional de Universidades e Instituciones de Educacin Superior-Universidad Autnoma Benito Jurez de Oaxaca. Garca Garduo, J. M. (2001). Diez consejos para hacer fracasar la implantacin de un sistema de evaluacin de la docencia. En M. Rueda, A. Daz Barriga y M. Daz, Evaluar para comprender y mejorar la docencia en la educacin superior (pp. 104-111). Mxico: Universidad Autnoma Metropolitana-Universidad Nacional Autnoma de Mxico-Universidad Autnoma Benito Jurez de Oaxaca. Loredo, J. y Rigo, M. A. (2001). La evaluacin docente en un contexto universitario. Una propuesta formativa y humanista. En M. Rueda, A. Daz-Barriga y M. Daz (Eds.), Evaluar para comprender y mejorar la docencia en la educacin superior (pp. 55-68). Mxico: Universidad Autnoma Metropolitana-Universidad Nacional Autnoma de Mxico-Universidad Autnoma de Baja California. Luna, E., Valle, C. y Tinajero, G. (2003). Evaluacin de la docencia: Paradojas de un proceso institucional. Revista de la Educacin Superior, 32 (127), 89-100. Luna, E., Valle, C. y Tinajero, G. (2004). Evaluacin de la docencia. Vicisitudes de un proceso institucional. En M. Rueda (Coord.), Es posible evaluar la docencia en la universidad? Experiencias en Mxico, Canad, Francia, Espaa y Brasil (Memoria), (pp. 169-183, Col. Biblioteca de la Educacin Superior). Mxico: Asociacin Nacional de Universidades e Instituciones de Educacin Superior-Universidad Autnoma Benito Jurez de Oaxaca.



Rueda, M., Elizalde, L. y Torquemada, A. D. (2003). La evaluacin de la docencia en las universidades mexicanas. Revista de la Educacin Superior, 32I (127), 71-77. Villaseor, G. (2003). La evaluacin de la educacin superior: su funcin social. Serie Cuadernos de Reencuentro, Anlisis de Problemas Universitarios, 36, 21-29.

1 En esta comisin, creada en noviembre de 1989, participan representantes de las instituciones de educacin superior, de la Asociacin Nacional de Universidades e Institutos de Educacin Superior (ANUIES) y del Gobierno Federal mexicano. 2 Estos organismos fueron creados a partir del desarrollo de polticas que tienden a construir un sistema nacional de evaluacin independiente de las propias universidades; conformados principalmente por colegas de la misma disciplina correspondiente al programa que ser evaluado. 3 El organismo otorga el nombramiento de investigador nacional a los acadmicos que responden a una convocatoria abierta, despus de haber evaluado la produccin individual de investigacin en alguna de las reas del conocimiento, a travs de comisiones evaluadoras integradas por investigadores de reconocido prestigio. 4 Programa creado por el Gobierno Federal en 1989 con el propsito de estimular la permanencia, la dedicacin y la calidad del desempeo del personal docente de tiempo completo de las instituciones de educacin superior (Cetina, 2004, p. 77). 5 En 1992 se cre para complementar otro programa de Becas al Desempeo, dirigido al personal acadmico con dedicacin prioritaria a la enseanza. 6 Este organismo fue creado en 1994 y entre otras actividades se ha abocado a la elaboracin de exmenes nacionales para el ingreso a la educacin media superior y exmenes generales de egreso de distintas carreras. 7 Fue creado en el ao 2001 con la finalidad de contribuir a la acreditacin de programas, mediante procesos de evaluacin conducidos por agencias acreditadoras externas a las instituciones que ofrecen la formacin profesional. 8 Creado por decreto presidencial el 8 de agosto de 2002, se dedica a elaborar pruebas de carcter nacional para valorar al sistema de educacin bsica, coordinar las evaluaciones de organismos internacionales en el mismo nivel escolar y en general a contribuir al establecimiento de un sistema nacional de evaluacin del sistema educativo del pas.

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