LA EXPERIENCIA DE LO OPTIMO - NOTAS ACERCA DE LOS ESTADOS DE FLUJO

8/14/2019 LA EXPERIENCIA DE LO OPTIMO - NOTAS ACERCA DE LOS ESTADOS DE FLUJO

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LA EXPERIENCIA DE LO OPTIMO

NOTAS ACERCA DE LOS ESTADOS DE FLUJO

GONZALO GUTIERREZ

Tunqueln, Julio de 1999


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TABLA DE CONTENIDOS

TABLA DE CONTENIDOS.........................................2INTRODUCCIN................................................3

ESTADOS DE FLUJO............................................4CUERPO, CONCIENCIA Y ESPRITU...............................9DOS PEDAGOGAS PARA LOS ESTADOS DE FLUJOS..................14El Yoga..................................................14La carrera aerbica de distancias largas.................17El estado de flujo como experiencia frecuente............18

FISIOLOGA YOGUI Y ESTADOS DE FLUJO........................22ESTRS, ESTADOS DE FLUJO Y BIORRITMOS......................26TRABAJO INTELECTUAL Y ESTADOS DE FLUJO.....................32Las fuerzas..............................................33La organizacin de la vida...............................34Las herramientas.........................................35Estados de flujo y creacin..............................36

ESTADOS DE FLUJO Y MUNDO NUEVO.............................38EXCURSOS...................................................44Conciencia...............................................44Inteligencia.............................................45Mente....................................................47

EPLOGO: DOS MAESTROS, DOS TEXTOS..........................51Platn...................................................51Toms de Aquino..........................................52

BIBLIOGRAFA...............................................53


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INTRODUCCIN

Con su libro sobre la inteligencia emocional, Daniel

Goleman puso en el centro de las preocupaciones pedaggicasuna manera diferente de habernos ante los aprendizajes1. Lainfluencia de su investigacin se deja apreciar por lacantidad de reportajes y artculos de prensa que continumotivando en todo el mundo. Adems, su aporte sirvi parapopularizar las investigaciones de Howard Gardner sobre laplurisemia del concepto de inteligencia2.

Ambas publicaciones han destacado los llamados estadosde flujo, estudiados durante dos dcadas por el siclogo dela Universidad de Chicago Mihaly Csikszentmihalyi3.

En este escrito me refiero precisamente a esos estadosde flujo. A la luz de lo que dicen quienes se han ocupado deexaminarlos, de mi propia experiencia y de testimonios que herecogido, describo tales estados y sus causas, proyecto esasdescripciones en el trabajo personal y en el de la educacin,y sostengo que los estados de flujo son accesibles a travsde algunos mtodos que propongo a modo de ejemplo.

La tesis central de este trabajo es doble:1. Una vez logrados, los estados de flujo sontransferibles desde unas experiencias a otras.

2. Los estados de flujo son no solo una manifestacin deun comportamiento de excelencia, sino que tambin base deun aprendizaje cabal.

Tunqueln, julio de 1999

1 Daniel Goleman. La inteligencia emocional. Buenos Aires, Javier Vergara,1996, 397 p.2 Howard Gardner. Las inteligencias mltiples. Barcelona, Paids, 1995,313 p.3 Mihalyi Csikszentmihalyi. Flow: the psychology of optimal experience.New York, Harper Perennial, 1991. En lo que digo en este escrito empleoampliamente esta publicacin. Hago esta advertencia para no recargar eltexto con referencias a ella.


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ESTADOS DE FLUJO

Cuando cumpl los 60 aos, celebr corriendo desde mi

casa, en El Arrayn, hasta las canchas de esqu deFarellones, ida y vuelta. Un total de 70 kilmetros con undesnivel que va de los 800 a los 2.500 metros de altitud.Sal de mi casa a las 5 de la maana; me encontr con el solen la Loma del Viento; a medioda estaba de regreso,almorzando, perfectamente descansado. Al da siguiente corr30 kilmetros.

El recuerdo que tengo de esa carrera es de olvido de mmismo: entregado a una experiencia de facilidad y goce. Es loque los corredores de distancias largas conocemos comoentrar en la zona: un estado de absoluta armona, sinesfuerzo, en el que simplemente vas.

Los testimonios abundan sobre estos estados de flujo,trmino que se ha popularizado a partir de lasinvestigaciones de Csikszentmihalyi. Catherine Destivelle esalpinista. Nos dice que escucha, lee la montaa:amaestro la roca, me la apropio. Voy a ella solo cuando mesiento preparada. Y encuentro siempre lo que habaimaginado... todos mis sentidos estn en accin; no pienso enninguna otra cosa; me vuelco hacia el interior de m misma,en otro mundo, invulnerable, en completa armona con la

montaa4. Anne Gastinel tiene 25 aos y toca el violoncelo;no uno cualquiera: es un Gofriller del siglo XVIII queperteneci a Pablo Casals durante 65 aos, hasta su muerte en1973. Bajo sus manos, el aire cambia su calidad, el espaciose congela, se pliega, se enrolla como un cielo domesticadoalrededor del cuerpo solitario del instrumento. Una maravillade escucha, de inteligencia y de armona... Anne toca comorespira. Con la misma tranquila evidencia que otros ponen envivir, en rer o en amar. Y esto no tiene nada deprodigioso... en medio de todo ese trfico de sentimientos semantiene erguida, neta. Plantada en la escena como una llama

en el silencio5. Shinichi Suzuki tiene casi cuatro veces laedad de Anne, pero se le acerca: dice tener edad cero.Porque para l, el aprendizaje no tiene edad. Ha creado elmtodo Suzuki que parte de la afirmacin de que todo

4 Entrevistada por Dominique Simonnet, Lquilibre des sens, En:LExpress, N 2402, 17/7/97, p. 35.5 Entrevistada por Cline Lis, Anne Gastinel, la jeune fille au vieuxvioloncelle, En: LExpress, N 2424, 18/12/97, p. 90.


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aprendizaje se produce con la espontaneidad con que seaprende la lengua materna. Dirige una escuela de talenos enTokio cuyo principio bsico es que a cualquier edad se puedeaprender cualquier cosa y que todo aprendiz en condiciones deaprendizaje de corazn a corazn puede lograr maestra enlo que aprende. Suzuki es maestro Zen6. A. D. Sertillangesfue un dominicano francs, miembro de la Academia de CienciasMorales y Polticas de Pars, de influencia determinante enun amplio grupo de intelectuales de mi generacin. Habla asde la lectura: Lo que dice un escritor no es lo queprincipalmente importa: lo que nos interesa es lo que es, ynuestro espritu se propone no repetir sino comprender, valedecir, tomar para s, o con otras palabras, absorbervitalmente...; y del escribir: Uno escribe ante todo paras, para ver claro en su caso propio, para determinar mejorsus pensamientos, para sostener y avivar la atencin quepronto decae si la accin no la obliga, para dar un atractivo

a las investigaciones cuya necesidad se evidencia en laproduccin, para estimular el esfuerzo que se cansara sinunca comprobara un efecto visible, finalmente para formar suestilo y adquirir ese valor que perfecciona todos los dems:el arte del escritor7.

Todos los testimonios apuntan a lo mismo: la excelenciano se muestra en esfuerzo sino que en facilidad, naturalidad,goce de la maestra: como un pjaro en vuelo. En lugar desentirnos manejados por fuerzas annimas, nos experimentamosa nosotros mismos controlando nuestras acciones, manejando

nuestros destinos. Tenemos un sentimiento de felicidad. Sonestados de experiencia ptima. Contrariamente a lo que podracreerse, esos momentos no son pasivos, receptivos, relajados:son el resultado gozoso de un trabajo duro.

Los estados de experiencia ptima ocurren cuando lamente y el cuerpo se han llevado a s mismos hasta suspropios lmites, y ms all. Los corredores de distanciaslargas hablamos de traspasar la muralla. Los estados deflujo son algo que nosotros hacemos que suceda. En su momentode quiebre, esas experiencias no son necesariamente

placenteras; correr 70 kilmetros de montaa exige un notableesfuerzo muscular, cardaco, respiratorio y mental. Perollega el momento en que la dificultad se rompe y esreemplazada por un simple ir.

6 Entrevistado por Susan Grilli en: International review of education.Hamburg, UIE, 1992, Vol. 38, N 5, pp. 467 a 575 (RAE 06.748-00).7 A. D. Sertillanges, La vida intelectual. Buenos Aires, Santa Catalina,1942, pp. 188 y 217.


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La primera caracterstica del logro de estos estados esla de un orden en la conciencia. Esto sucede cuando laenerga squica, la atencin, se encuentra invertida enlogros desafiantes pero realistas en trminos de lashabilidades y la preparacin que se tienen. La bsqueda de unobjetivo de este tipo pone orden en la conciencia ya que lapersona debe concentrar su atencin en la tarea que tieneentre manos y dejar de lado todo lo dems. As, los estadosde flujo dependen de dos situaciones: la bsqueda del logrode un objetivo que nos lleva ms all de nuestros lmites, yla adquisicin de las necesarias capacidades para lograrlos.Se genera, as, un proceso que no acaba, definido por un ircontinuamente traspasando los propios lmites y lograndonuevas capacidades. El resultado de este proceso es unapersona proyectada hacia horizontes siempre nuevos.

La figura que sigue ilustra la relacin entre desafo y

capacidad en el logro de estados de flujo:

En una situacin dada, los estados de flujo se producencuando existe un relativo equilibrio entre desafo ycapacidad (A1 y A4). Si el desafo supera la capacidad (A3)se produce ansiedad; lo que la persona debe hacer, en estecaso, es aumentar su capacidad por medio del entrenamiento.


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Al contrario, si existe una capacidad mayor que el desafo,sobreviene el aburrimiento (A2); para que esto no suceda ylograr un estado de flujo, la persona habr de aumentar sudesafo.

Sin embargo, las situaciones A1 y A4 no son estables. Sila persona contina ejercitndose, su capacidad aumentar, ydeber plantearse nuevos desafos para lograr superioresestados de flujo. Es sta, entonces, una situacin dinmica.Uno no puede gozar la misma situacin por perodos largos.Sin embargo, sera una falacia creer que es sta unasituacin mecnica. Lo que cuenta no son los desafos y lascapacidades en s, sino que la percepcin que la personatiene de los mismos. Alguien puede estar consciente de susdesafos y capacidades en un rea especfica, por ejemplo, entocar un instrumento, pero no en otras, como podran ser susposibilidades como escritor. Cmo nos sentimos en cada

momento de una experiencia de flujo est muy influido pornuestro mecanismo cognoscitivo, por las descripciones que noshacemos de nosotros mismos.

Durante nuestra evolucin, los seres humanos hemosvenido desarrollando reas en las que los estados de flujoson particularmente presentes. Por ejemplo, en las artes; oen la mstica. Tenemos de esto abundantes testimonios entodas las culturas. Puede que en la actualidad lasexperiencias de los estados de flujo tiendan a darse de unmodo secularizado, sin resonancia religiosa o sobrenatural.

Sin embargo, debemos reconocer una constante: que el deseo deobtener experiencias de este tipo es uno de los objetivos denuestra conducta diaria, con frecuencia asocindolos anuestra bsqueda de calidad de vida y felicidad. Talvez seanpocas las personas, hoy por hoy, que experimenten estados deflujo en relacin con un trabajo dependiente, cuyas reglas nofijan ellas mismas. Pero es frecuente que esas mismaspersonas busquen y se construyan espacios en los que les esposible experimentarlos. Podemos encontrar all una de lascausas de la amplia difusin que tienen hoy prcticas comolas distintas formas de meditacin; o el empuje de nuevas

formas de deporte.

Sea como sea, lo que aparece en las investigaciones quese han venido realizando acerca de los estados de flujoindica que stos son posibles en la vida diaria; que de hechose dan en relacin con diversas de nuestras actividades; quetienen su propia mecnica que es posible reproducir: no setrata de estados de gracia o dones sobrenaturales. Una


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mirada a las relaciones entre cuerpo, conciencia y espritupuede ayudar a comprender mejor esa dinmica.


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CUERPO, CONCIENCIA Y ESPRITU

El filsofo de las ciencias Morris Berman describe unahistoria oculta de Occidente trazada por la prdida de

unidad de las descripciones sobre el hombre y por losintentos por rescatarla; que de hecho, la mayora de losmovimientos herticos del Occidente cristiano apuntan haciala reconstruccin de la unidad entre cuerpo y espritu8.

Una de las races del proceso de divisin en lacomprensin del ser humano hay que buscarla en la gnosisneoplatnica que influy enormemente en los primerospensadores cristianos, que solan distinguir entre anima(la parte corporal), animus (la parte conciente) yspiritus (la parte tendencial); o, empleando trminosgriegos, entre un hombre psquico, gnstico ypneumtico9.

Es sta una terminologa que ya ha sido superada, peroen las descripciones de nuestros lenguajes corrientes (queson las que crean nuestras realidades... y nuestrasenfermedades) seguimos con un esquema parecido. Nuestrocuerpo y nuestra alma van por espacios separados. Porsuerte, en el umbral de este Mundo Nuevo que se anuncia portodos lados, han aparecido serios intentos de rescate de launidad perdida. Vamos a darles una revisin de la mano de unendocrinlogo10.

El punto de partida para una descripcin de lo queentendemos por conciencia est en la no existencia de unmundo real como independiente del observador. El mundo esun reflejo del aparato sensorial que lo registra. El sistemanervioso humano solo capta una fraccin de la energa totalque vibra en el medio: menos de una parte en mil millones. Elmurcilago se hace un mundo de ultrasonido; la serpiente,otro de luz infrarroja. Ambos mundos son ocultos paranosotros.

8 Morris Berman. Cuerpo y espritu. La historia oculta de Occidente.Santiago, Cuatro Vientos, 1992.9 Ver: Guillaume de Saint-Thierry. Lettre aux frres du Mont-Dieu. Paris,Descle de Brouwer, 1956, pp. 50-52.10 Ver: Deepak Chopra. Cmo crear salud. Barcelona, Grijalbo, 1990.

. La curacin cuntica. Barcelona, Grijalbo, 1991.

. Vida sin condiciones. Buenos Aires, Vergara, 1992.

. Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo. Buenos Aires, Vergara, 1994.


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Lo que hay afuera son solo datos en bruto, esperandoser descritos como realidad por el conocedor. Nos tomamosuna sopa cuntica en flujo, radicalmente ambigua, y connuestros sentidos la congelamos en un mundo tridimensional.

Nuestro cuerpo parece estar compuesto por materiaslida: molculas y tomos; pero la fsica cuntica nos diceque cada tomo es espacio vaco en ms del 99,9999%; laspartculas subatmicas que se mueven en ese espacio sonmanojos de energa. Pero estas vibraciones no se producen alazar: llevan informacin. Un grupo de vibraciones escodificado como un tomo de hidrgeno; otro, como de exgeno.Cada elemento es su propio cdigo nico.

Los cdigos son abstractos, pero tambin lo es nuestrocosmos. La materia del universo, incluido nuestro cuerpo, esno-materia pensante. El vaco dentro de cada clula palpita

de inteligencia invisible. Esta inteligencia se ubicaprincipalmente en el ADN. La vida se despliega a medida queel ADN imparte inteligencia codificada a su gemelo activo, elcido ribonucleico, que a su vez entra en la clula e imparteinteligencia a miles de enzimas, las que luego la usan parahacer protenas. En todos los puntos de esta secuencia hayproduccin de informacin.

El cuerpo humano obtiene su energa quemando azcar quees llevada a las clulas en forma de glucosa o glucemia. Peroel metabolismo es ms que un proceso de combustin: es un

acto inteligente; el mismo azcar que permanece inerte en unfrasco mantiene la vida con su energa porque las clulas leinfunden informacin nueva.

Se trata de una sola inteligencia compartida por todo elcuerpo. Es el flujo de esa inteligencia que lo mantiene vivo;cuando deja de fluir, en el momento de la muerte, todo elconocimiento depositado en el ADN queda inutilizado. Pero lainteligencia es mucho ms flexible que la mscara de materiaque la oculta. Puede expresarse por igual como pensamientoque como molcula. Una emocin bsica como el miedo puede ser

descrita como una sensacin o como molcula de la hormonaadrenalina. Sin la sensacin no hay hormona; sin la hormonano hay sensacin. Cuerpo y mente son inseparablemente uno.

La intencin es parte activa de la atencin; es lamanera de convertir los procesos automticos en conscientes.La bioqumica del cuerpo es un producto de la conciencia. Noestamos varados en el ciclo de la vida; al tener conciencia


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participamos en todas las reacciones que se producen dentrode nosotros. Los problemas surgen cuando no nos reconocemosresponsables de lo que hacemos. Lo que llamamos nuestrocuerpo es un hecho especfico del espacio-tiempo; a medidaque cobramos conciencia de la conciencia nos vamossorprendiendo a nosotros mismos en actos de creacin.

No existen dos personas que compartan la mismapercepcin de nada. Las respuestas personales son aprendidasy el aprendizaje es un uso muy activo de la mente que lleva acambios muy activos en el cuerpo. Nuestras clulas procesanconstantemente la experiencia y la metabolizan de acuerdo connuestros criterios personales; no nos limitamos a absorberdatos crudos: nos convertimos en la interpretacin alinteriorizarla.

Este punto refuerza la necesidad de utilizar nuestra

conciencia para crear los cuerpos que deseamos. Crear elcuerpo en formas nuevas es necesario para satisfacer lascambiantes exigencias de nuestros desafos. Mientras nuestrosistema nervioso siga produciendo percepciones nuevas,nuestro cuerpo podr responder de nuevas maneras. Nosotros ynuestro ambiente somos una sola cosa. En trminos cunticos,la distincin entre slido y vaco insignificante. Cadacentmetro cbico de espacio cuntico est lleno de unacantidad casi infinita de energa, y la ms pequea vibracines parte de vastos campos vibratorios que abarcan galaxias.Nuestro ambiente es nuestro cuerpo prolongado. Podemos

experimentarnos en estado de unidad con todo.

Aunque nuestro cuerpo y todo el mundo fsico son undespliegue de cambio constante, la realidad es ms que eseproceso. El universo naci y se desarrolla. Consideramos queexistimos en el tiempo porque experimentamos el cambio, ytodo cambio muestra flujo y secuencia, un antes y un despus.Pero ese concepto de tiempo disparado como flecha haciadelante ha quedado deshecho en las geometras del espaciocuntico, donde hebras y curvas multidimensionales llevan eltiempo hacia todos lados y hasta lo detienen.

El nico absoluto es lo atemporal: nuestro universo esun incidente que brota de una realidad mayor. Podemosidentificarnos con una realidad que no est limitada por eltiempo. Existen investigaciones de las experiencias demeditacin, silencio, plenitud y eternidad. Se observa que elestado fisiolgico de los meditadores sufre cambiosdefinitivos hacia un funcionamiento ms eficiente: ritmos


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respiratorios ms lentos, reducciones en el consumo deoxgeno, ritmo metablico disminuido. La meditacin altera elmarco de referencia que le brinda a la persona su experienciadel tiempo. En un plano cuntico, los hechos fsicos delespacio-tiempo, tales como el ritmo cardaco y los niveleshormonales, se pueden afectar simplemente llevando la mente auna realidad donde el tiempo no ejerce un mando poderoso. Eltiempo tiene muchos planos y todos estn a nuestradisposicin en nuestra propia conciencia.

El hecho de que el tiempo est ligado a la concienciaimplica que podemos sostener un estilo de funcionamiento muydiferente: el de la fisiologa de la inmortalidad, quecorresponde a la experiencia del no-cambio. El no-cambio nopuede ser creado como un producto del cambio: requiere salirde la conciencia ligada al tiempo para pasar a la concienciaatemporal.

Es de gran importancia comprender que se puede lograr unestado en el que es posible realinear los procesos ligadoscon el tiempo. La vida, en su fuente, es creacin. Cuando nosponemos en contacto con nuestra inteligencia interior, nosponemos en contacto con el ncleo creativo de la vida. Elcontrol de la vida le pertenece a la conciencia. Los millonesy millones de cambios que se producen en nuestras clulas sonsolo el pasajero panorama de la vida: detrs de la mscaraest el que ve. Todo lo que podamos experimentar comienza ytermina en la conciencia. Como no mantenemos su continuidad,

solemos caer en vacos de uno u otro tipo. Vastas zonas denuestra existencia corporal escapan al control, llevando a laenfermedad, la vejez y la muerte. Pero eso sucede cuando laconciencia se ha fragmentado. Son los vacos en elconocimiento de nosotros mismos los que nos hacen vctimas dela enfermedad, el envejecimiento y la muerte. Perder laconciencia es perder inteligencia ; perder inteligencia esperder el dominio sobre el producto final de la inteligencia:nuestro cuerpo. La verdad sobre cada uno de nosotros es quenuestra vida se extiende en campos de experiencia ms y msgrandes. No hay lmites para la energa, la informacin y la

inteligencia concentradas en la existencia de una persona.

En forma fsica, esta infinita creatividad ha sidoencarnada en nuestras clulas; de un modo no manifiesto seexpresa en el silencio de la mente, en el vaco que es unamultitud de ignotos significados posibles, posibles verdades,posibles creaciones.


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El vaco que hay en el centro de cada tomo es elvientre del universo; en el destello de un pensamiento,cuando interactan dos neuronas, hay una oportunidad para quenazca un Mundo Nuevo.

Los estados de flujo son su confirmacin y su garanta.


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DOS PEDAGOGAS PARA LOS ESTADOS DE FLUJOS

Si es cierto que los estados de flujo son fcilejercicio de una maestra, tambin lo es que se encuentran al

trmino de un camino de aprendizaje que puede ser largo. Noes posible correr 70 kilmetros de montaa en forma eficientey descansada si no ha habido una preparacin adecuada, eldominio de una serie de tcnicas y la adaptacin de diversascondiciones corporales. Ni el escribir comunicativamente seda de la noche a la maana, sin muchas horas ante el teclado.Los estados de flujo requieren una pedagoga.

Por supuesto que tales pedagogas son disciplinarias:aprender a tocar el violoncelo no es lo mismo que dominar laescalada en roca. Pero no son exclusivamente disciplinarias.Hay disposiciones de orden general que pueden ser logradas atravs de prcticas ascticas11 vlidas como disposiciones debase. Si deseas lograr maestra en la pintura tendrs queacercarte a un maestro pintor; pero logrars mejor el estadode flujo de la creatividad plstica si, adems, te ejercitasen algunas de las disciplinas de las que te voy a hablar acontinuacin. Ellas se orientan a ensearte experiencialmentelo que son los estados de flujo, a vivir su aprendizaje enforma independiente de tu disciplina.

Hablar, pues, de dos pedagogas de los estados deflujo: formas de producirlos en tu vida diaria. Supongo que

hay muchas ms de las que te voy a relatar aqu. Pero stasson las que yo conozco, aqullas en que podr remitirme a mipropia experiencia, nico origen de toda maestra. Lo que ses que se trata de tcnicas eficientes y simples para lograrestados de flujo que pueden ser un componente normal de tuvida de todos los das, no situaciones excepcionales sino queincorporadas a tu prctica, a tu manera de vivir; y quepodrs extrapolarlas a tu trabajo intelectual: por ejemplo,de investigar, leer y escribir.

El Yoga.

Cuidado. Debo comenzar con una muy seria advertencia:desde hace aos, y como resultado de la intensa bsquedaespiritual que caracteriza este umbral de un Mundo Nuevo enque nos encontramos, eso del Yoga se ha vulgarizado.

11 Empleo el trmino asctica en su sentido etimolgico de , elejercicio que un atleta realiza en el estadio para entrenarse.


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Estamos llenos de ofertas de cursos, de maestros, de libros,de consejos. Algunos de ellos son serios; otros, no tanto;los ms, solo moda. Te prevengo: no entres en cualquier cosa,porque puedes jugar con fuego. Los efectos prometidos por elYoga se dan efectivamente y pueden resultar nefastos en unaprctica superficial y no sabiamente ordenada.

Otra advertencia complementaria a la anterior: formas deYoga hay muchas; y he aprendido que nadie puede decir que laque uno practica es una forma vlida, y que la de otro no loes. En lo que voy a proponerte parto de mi propia experienciade ms de 40 aos en la prctica del Hatha Yoga; peroresaltar elementos comunes a toda esa tradicin que seinaugura en la India, sube hacia el Tbet, pasa a China y queen Japn toma el nombre de Zen. Un largo y riqusimo caminode prcticas diferenciadas pero races comunes. Endefinitiva, por Yoga significar toda prctica inscrita en

esas tradiciones, que, a travs de un trabajo corporal quepuede tomar mltiples formas, pretende lograr un estadofinal: la iluminacin, el samaddhi, el satori, o como lollamen cualesquiera de las tradiciones que lo buscan. Loscaminos son mltiples pero el punto de llegada es el mismo.Para los propsitos de lo que venimos diciendo: un estado deflujo12.

Por supuesto que enfrentamos aqu la dificultad dehablar de una prctica: ningn escrito puede reemplazar laaccin indispensable. Pero es legtimo intentar proponer,

sealar un punto de partida, sugerir una plataforma de base yaconsejar una prctica inicial.

Un punto es importante en todo lo que se relaciona conlas distintas formas de Yoga: el convencimiento prctico dela unidad entre cuerpo y espritu; o entre cuerpo y mente.Toda prctica del Yoga est ms all de esa divisin, nacidaen Platn y la gnosis, entre elementos somticos, anmicos yespirituales en el hecho humano. La prctica y la experienciadel Yoga parten de y apuntan hacia la unidad cuerpo-alma-espritu13. El medio ms inmediato y directo de que disponemos

para trabajar lo anmico y lo espiritual es el cuerpo. Como12 Ver: Gonzalo Gutirrez. Testimonio. Notas acerca de la prctica de lacontemplacin como experiencia corporal del Espritu. El Arrayn, 1986.

. Yoga y vida contemplativa. El Arrayn, 1988.

. Sobre silencios y palabras. Notas acerca de algunos itinerarios de laexperiencia mstica. El Arrayn, 1990.13 Me he referido a este tema en: Gonzalo Gutirrez. En el umbral de unMundo Nuevo. Lenguajes emergentes en torno al conocimiento. Santiago,CIDE, 1999.


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dice el adagio Zen: la iluminacin es la postura. As, ellogro de esos estados de flujo que en este caso nos ocupan,es tarea corporal. Es ste y no otro el gran aporte que lasdisciplinas del Yoga pueden dar a esa situacin tanhumanamente rica que es la excelencia. Excelencia en loacadmico que no es otra cosa que excelencia en la vida, enel modo de ser. Los estados de flujo que el Yoga induce sonuna muestra de lo que est al alcance de nuestro esfuerzocorporal. Nada de precondiciones indispensables, de regalosque no todos tienen. Y podramos completar el dicho Zen: lailuminacin es la postura, y es para todos; para todos losque se ponen en su bsqueda a travs del mtodo adecuado.

Quiero sugerirte ahora un ejercicio simple que terecomiendo practicar todos los das, incorporndolo a tu vidadiaria. No te preguntes por cunto tiempo ni si puedes dartevacaciones: que llegue a serte tan indispensable como

respirar.

1. Ten un lugar propio, independiente, ventilado, alejado deltrfago diario. A veces es difcil lograrlo, pero te darmuchas satisfacciones si lo obtienes. Que sea como tusantuario.

2. Levntate temprano, antes que comience el movimiento de lacasa. Una o dos horas antes. Si todava est oscuro,mejor: las ltimas horas de la noche son el momento cumbrepara el Yoga.

3. Entra en tu lugar y desndate. No te dejes ninguna ropa.

Necesitars algo de calefaccin, pero no elimines laventilacin. Con tu ropa dejars de lado todos tus roles.Sers lo que en definitiva eres, ms all de todas lasdescripciones que tengas de ti.

4. Coloca en el piso algo blando, pero no excesivamente. Porejemplo, un poncho doblado; los de Arauco son excelentes.

5. Colcate de pie al borde del poncho, con las piernas algoseparadas.

6. Bota todo el aire de tus pulmones, y permite que sevuelvan a llenar espontneamente; repite varias veces esteejercicio.

7. Levanta muy lentamente los brazos por los lados del cuerpohasta juntar las palmas sobre tu cabeza. Luego, baja tusmanos con las palmas juntas hasta tu pecho e inclina muylentamente el cuerpo hacia delante, en una profundareverencia. Yrguete luego muy despacio y vuelve arespirar.

8. Arrodllate muy lentamente sobre el pocho; tus pies debenquedar con los pulgares tocndose; abre los talones, y


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sintate entre ellos; si eres varn, deja reposar tusgenitales sobre el poncho. Coloca las manos sobre tusmuslos. La espina dorsal debe estar recta. Respiranormalmente y concntrate en tu respiracin. No cierreslos ojos: fija tu mirada en un punto imaginario en elpiso, frente a ti. Qudate en esa postura hasta que lasientas cmoda. Esta postura se conoce en el Hatha Yogacomo Vajrasana o Postura del diamante.

9. Una vez que sientas cmoda la postura, deja caer tusbrazos por los lados y anda inclinando muy lentamente eltronco hacia adelante hasta que tu frente y tu nariztoquen el suelo, y tu pecho repose sobre tus muslos.Qudate en esta postura hasta que la sientas cmoda. Estaes la postura conocida como Yoga Mudra o Smbolo delYoga.

10.Levanta muy lentamente el tronco hasta volver a la posturade Vajrasana. Qudate en ella todo el rato que desees.

Anda ampliando el tiempo, poco a poco.11.Cuando sientas que la postura ya est madura, incorprate

lentamente y repite el ejercicio inicial de levantar losbrazos y la hacer la profunda reverencia. Tu ejerciciohabr terminado. Puede que hayas empleado algo ms de unahora en l.

La pregunta que me hars es cunto demorars en lograr unestado de flujo. La respuesta es que ya lo sabrs. Hay unproverbio zen que dice: un burro y un buey discutan acercade cul de los dos haba logrado la iluminacin. Lo nico

que te corresponde hacer es practicar da a da. Lo demsviene solo. Una cosa te puedo asegurar: si te atienes a esteejercicio tu vida entera cambiar. Hablamos en 30 aos ms?

La carrera aerbica de distancias largas.

Es ste otro ejercicio fsico que te proporcionarenormes satisfacciones. Aparte del anterior o mejor todava combinado con l. De alguna manera, es tambin una forma de

Yoga: un amigo espaol habla del Zen del correr.

Te preciso que estoy hablando de:1. Carrera: no caminata ni trote suave. Digamos, que cubras

un kilmetro en cinco minutos.2. Aerbica: que no quedes con demanda de oxgeno. Esto

significa que no sientas la respiracin entrecortada; que


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puedas mantener una conversacin con otra persona mientrascorres.

3. De distancias largas: lo de largo lo vers en laprctica. Para comenzar, te propongo unos 10 kilmetros(esto es, alrededor de una hora).

Las recomendaciones que te puedo dar son las siguientes:1. Elige un buen momento del da; temprano en la maana es

una buena hora; tambin al medioda, cuando tu ritmocardaco logra su punto ms alto. Elige tambin un buenlugar, ojal con rboles; una calle llena de vehculos esun desastre.

2. No uses mucha ropa: los buzos sobran y siempre es mayor elriesgo de deshidratacin que el de enfriamiento. Lo nicoque realmente necesitas es un buen par de zapatillas, a noser que corras por pasto o playa. Que sean livianas,flexibles, con buena superficie de aterrizaje.

3. Corre a un ritmo en el cual tus pulsaciones suban hasta el75% de tu mximo. El mximo de cada cual est dado por 220pulsaciones menos la edad. As, si tienes 30 aos, corre auna velocidad en que tu ritmo cardaco suba hasta 220-30 =190X75% = 142,5 pulsaciones; digamos, 140. Acostmbrate atomar tus pulsaciones con los dedos ndice y medio sobrela cartida, al costado del cuello, parndote; cuenta laspulsaciones en 6 segundos y multiplica por 10; en elejemplo anterior tendrn que ser 14 pulsaciones en 6segundos. Con el tiempo no necesitars medir14.

4. Hay un mnimo para que se produzca el efecto de

entrenamiento: 40 minutos, 3 veces por semana. Menosveces o un ritmo menor al indicado ms arriba impiden quetu cuerpo vaya acumulando entrenamiento: sera comoempezar de nuevo cada vez.

Llegar el momento, luego de una prctica larga, en quetendrs la sensacin de haber traspasado una barrera y queests corriendo de un modo fcil, alegre, lejos de todoesfuerzo. Habrs traspasado la muralla y entrado en lazona: el estado de flujo.

El estado de flujo como experiencia frecuente.

Lo que me dice mi experiencia es que estos dosejercicios son capaces de hacerte experimentar estados de

14 En la Internet encontrars programas que te pueden ayudar en estosclculos y hacer un programa de entrenamiento. Por ejemplo, enwww.webrunner.com
http://www.webrunner.com/http://www.webrunner.com/


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flujo y que tales estados pueden ser incorporados a tu vidadiaria. Que si los experimentas a travs del Yoga o de lacarrera aerbica de distancias largas podrs transferir esaexperiencia a otras situaciones de tu vida diaria. Porejemplo, a tu trabajo intelectual de leer, investigar yescribir; o a tu labor de docente: en tus clases buscars quelos nios aprendan en estado de flujo, gozando con lo quehacen. Los estados de flujo no sern nada de otro mundo sinoque gratificantes experiencias del diario vivir.

En el caso de las dos disciplinas de las que he habladoabundan los estudios acerca de las condiciones en queproducen sus respectivos estados de flujo.

Por ejemplo, son conocidas investigaciones demeditadores Zen mediante aparatos que registran sus ondascerebrales. Las cuatro principales ondas cerebrales que

emitimos son las siguientes:1. Onda beta, la de nuestros estados de vigilia, de unos 13

ciclos por segundo; est asociada con la atencinconcentrada y manifiesta el grado ms alto de laexcitabilidad cortical.

2. Onda alfa, ms reposada, de 8 a 12 ciclos por segundo; esla de la conciencia relajada con un movimiento haciaestados de atencin interna.

3. Onda zeta, de 4 a 7 ciclos por segundo; es el ritmo queaparece cuando uno se desliza hacia la inconsciencia o elsueo.

4. Onda delta, de 0 a 4 ciclos por segundo; se producedurante el sueo profundo REM (Rapid Eye Mouvement).

El Dr. Joseph Kamiya, del Langley Porter Institute de SanFrancisco llega a la conclusin de que la gente queexperimenta el estado de flujo en la meditacin fcilmenteentra en estados de ondas alfa. Quienes meditan se muevendentro de una gran amplitud de estas ondas15.

El caso de la entrada en la zona en la carrera aerbicade distancias largas tambin est ampliamente documentado.

Tanto, que el mdico y entrenador alemn Ernst van Aakenhabla de esta manera de correr como LSD (Long SlowDistance), asocindola a la conocida droga. Sabemos, porejemplo, que los seres humanos experimentamos nuestra mximaintegridad sicosomtica, asociada con la produccin deestados de flujo, cuando nos ejercitamos hasta un punto de

15 Citado en: William Johnston, La msica callada. La ciencia de lameditacin. Madrid, Paulinas, 1974, p. 51.


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quiebre de nuestras facultades corrientes (la muralla). Ysabemos que la capacidad de producir normalmente efectosasombrosos va en aumento. Basta ver por ejemplo - cmo hanevolucionado los tiempos puestos en correr una maratn: elbrasilero Anton Da Costa puso 2:06:05 en Berln en 1998; acomienzos de siglo (1900) el francs Michel Teato demor2:59:45 en la maratn de los Juegos Olmpicos de Pars, con 2kilmetros menos16.

Si bien los estados de flujo que se logran en las dosdisciplinas de que hemos venido hablando se definen por lafacilidad, el camino que se debe recorrer hasta llegar a esepunto requiere una prctica asidua y exigente. En trminosgenerales, tanto en el caso de las prcticas de Yoga como dela carrera aerbica de distancias largas, el camino pasa porlas siguientes condiciones.

1. Se debe practicar todos los das, sin faltar ni uno

solo: con absoluta dedicacin. Esto, durante un largotiempo, hasta que la voluntad no sea problema.Podramos hablar de uno o dos aos.

2. Durante este tiempo, y luego de un primer mes deacostumbramiento, se pasa por tres etapas de duracinvariable: la primera, de fcil progreso; la segunda, deaburrimiento y progreso difcil; la tercera, deprogreso lento pero perceptible. Cuando hayas llegado aesta etapa, estars en el camino correcto y podrspersonalizar tus posturas o tu forma de correr.

3. Cuando la voluntad deje de ser un problema, podrs

darte ciertas concesiones: no demasiadas.4. Llegar el momento en que tu prctica se incorporar a

tu vida. Esa es la situacin que pretendas. Y teacostumbrars a lograr estados de flujo que podrstransferir a otros campos de tu vida: tu trabajo, porejemplo.

Porque esta es la idea: una vez que logramos estados deflujo en alguna actividad, podemos lograrlos en otras. Losestados de flujo no se relacionan exclusivamente con laactividad dentro de la cual se han producido: llegan a

formar parte de uno mismo, de nuestro modo de ser y hacer.

16 Ver: James J. Fixx, The complete book of running. New York, RandomHouse, 1977.

, Jim Fixxs second book of running. New York, Random House, 1978.Joe Henderson (Ed.), The complete marathoner. New York, Anderson, 1978.


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FISIOLOGA YOGUI Y ESTADOS DE FLUJO

La prctica del Yoga tiene su propia fisiologa. Hay

quienes intentan una equivalencia entre estas descripciones ylas que conocemos desde la escuela, y puede que no estnerrados: las semejanzas existen. Pero no voy a entrar endetalles que no hacen al caso. Tampoco me detendr en las milsutilezas de la fisiologa yogui. Existe abundante literaturaal respecto17. La que intentar aqu es una presentacin cortay simplificada de lo que los maestros yoguis suelen llamarel despertar de Kundalini o la subida de Kundalini.Evitar al mximo la terminologa propia del yoga, peroalgunos de estos trminos son inevitables ya que se trata deuna fisiologa metafrica.

En las distintas formas de Yoga se habla de una energasutil que reside seminalmente al fin de la columna vertebral,en la zona coxgea. Se dice que es la serpiente Kundalini quese encuentra dormida y enroscada. La finalidad de la prcticadel Yoga es despertarla, de modo que se estire y suba haciaarriba por canales que enhebran en torno a la columnavertebral. En su subida, la Kundalini va rompiendo oestimulando distintos centros energticos denominadoschackras (ruedas: se los representa como flores de loto omandalas: dibujos circulares). Los principales chackrasque la Kundalini enciende en su subida son siete:

1. Muladhara, sede de residencia de la Kundalini dormida,en el coccix; se lo representa como un loto de cuatroptalos. Polo energtico negativo.

2. Svadhishthana, sobre los rganos sexuales, en la reginpbica; su representacin es un loto de seis ptalos.

3. Manipura, en la regin umbilical; representado por unloto de diez ptalos.

4. Anahata, en la regin del corazn; loto de doce ptalos.5. Vishuddha, en la zona de la garganta; loto de diecisis

ptalos.6. Ajna, en el entrecejo; loto de dos ptalos.

7. Sahasrara, en la cima del crneo; loto de mil ptalosque representa a Vishn. Polo energtico positivo.

Los centros son concebidos como zonas de corte delcuerpo a la altura sealada: se dice que son lotos cuyas

17 Ver, por ejemplo: Mircea Eliade. Yoga, inmortalidad y libertad. BuenosAires, La Plyade, 1977.


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races se encuentran en la zona dorsal y cuyas flores emergenpor delante.

Los maestros ensean, y la prctica lo comprueba, que laapertura o estimulacin de cada uno de estos chackras ocentros energticos significa un diferente y progresivoestado de conciencia; por lo que hace a lo que hemos venidodiciendo, nuevas manifestaciones o formas de estados deflujo.

El camino es largo y no sin dificultades y problemas. Enmi propia experiencia comenc a sentir las primerasmanifestaciones de este proceso luego de unos diez aos deprctica del Yoga y he venido comprobando su progreso durantelos treinta aos siguientes. En la actualidad tengo laimpresin de que el proceso est llegando a una feliz yenriquecida estabilizacin. Durante todo este tiempo, los

estados de flujo experimentados tanto en la prctica del Yogacomo en la carrera aerbica larga o en situaciones de la vidadiaria han venido lentamente modificando su forma demanifestacin, ampliando su riqueza, simplificndose yfacilitndose su aparicin. La apertura de un centro no dejaatrs definitivamente las manifestaciones de la estimulacindel anterior: por un tiempo ms o menos largo, unos sntomasse sobreponen a otros. A grandes rasgos, la evolucin delproceso la puedo describir como sigue; hago notar que estasdescripciones son fundamentalmente coincidentes con otrostestimonios que he ledo; no son muchos los que los han

descrito18.

En un primer momento, el despertar de Kundalini no se hacenotar; la energizacin de los dos primeros centros (Muladharay Svadhishthana) en las regiones coccgea y pbica, noproduce manifestaciones fisiolgicas distinguibles. O no selas recuerda, talvez por inexperiencia o por ser de unaexpresin muy sutil. O porque su apertura y estimulacin seproduce en forma muy cercana a la del centro de la reginumbilical (Manipura).

La apertura de este centro s que no puede pasardesapercibida: se experimenta una temporada, a veces larga,de intensos calores, con copiosa transpiracin nocturna,durante las horas de reposo. Se presentan tambin problemas

18 Ver: Gopi Krishna. Kundalini, el Yoga de la energa. Barcelona, Kairs,1988Ajit Mookerjee. Kundalini: el despertar de la energa csmica interior.En: Stanislav Grof (Ed.). Sabidura antigua y ciencia moderna. Santiago,Cuatro Vientos, 1991, pp. 113 a 129.


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derivados de una subida del Ph en los procesos digestivos;hay que tener cuidado en el comer. Es el momento en que seaprende a ayunar, uno de los grandes aprendizajes del Yoga.

Luego viene la estimulacin del chackra Anahata, el centrodel corazn. Un gran momento. La experiencia ms notable esla de un estallido en el centro del pecho, algo as como elde un gran fuego de artificio, cuyas luces se reparten desdeel corazn al cuerpo entero, hasta los dedos de manos y pies.Tal experiencia puede venir acompaada de alzas de la presinsangunea y la sensacin de estar a punto de perderconciencia.

La apertura de Vishuddha, el chackra de la garganta, es elmomento de mayor seriedad de este proceso, por los sntomasque la rodean. Arritmia cardaca, zumbido de odos (tinitus);el electro cardiograma muestra claras irregularidades; hay

insomnio. Sin embargo se percibe de que algo est porsuceder, que algo importante viene; son aos de una granexpectacin.

El paso hacia la apertura de Ajna, el chackra delentrecejo, marca lentamente el fin de estas molestias: eltinitus va desapareciendo, se recupera la capacidad dedormir. En un momento se produce un efecto semejante a que serasgara o abriera un teln de escenario, cuyo resultado esuna capacidad de algo as como enviar conciencia adistintas partes del cuerpo y estimular y manejar procesos;

se tiene perfecta conciencia del punto en el cual se generantales rdenes, al interior de la zona cervical.

Como se ha dicho, es un proceso largo del que no se tieneexperiencia (y no se la puede tener). Esta inexperienciapuede llevar a la consulta del mdico e incluso a serviciosde urgencia. Pero es un error: el mdico pide exmenesclnicos que no dicen nada y los diagnsticos solo muestranque el mdico no sabe qu decir.

Durante todo este proceso se producen estados de flujo que

siempre resultan de gran plenitud y gratificantes, pero denaturaleza y riqueza progresivas: mirados los anteriores a laluz de los actuales, se los ve como menores en calidad yrestringidos en su amplitud. Pero esto es solamente asunto deperspectiva: cada cual en su momento significa unaexperiencia de plenitud; no importa que el vaso sea ms chicoo ms grande, lo que vale es que est lleno hasta los bordes.


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No puedo decir si esta experiencia del despertar deKundalini obedece solo a la prctica del Yoga o ha sidoinfluida por la de la carrera aerbica larga. Tiendo a pensarque ambas experiencias se refuerzan a travs de lossiguientes elementos comunes:1. La repeticin, una y otra vez, de una prctica diaria

durante aos.2. Ambas experiencias tienen un carcter rtmico y acentan

los ritmos corporales: el yoga presta constante atencinal ritmo respiratorio; la carrera aerbica marca el ritmodel paso y la respiracin.

3. En ambos casos se produce abundante ventilacin,oxigenacin.

4. Las dos prcticas se basan en el logro de determinadas yespecficas maestras corporales. Las posturas del yoga(asanas: posturas sin movimiento) tienen solo unamanera de hacerse bien; toda la prctica tiende a lograr

esa manera, sin la cual la sesin de Yoga es ineficiente yhasta dolorosa. La carrera aerbica de distancias largastiene sus reglas precisas de entrenamiento, ritmos,horarios, modos; cualquier falla en estas reglas puedesignificar una lesin.

Como hemos visto ms arriba, esta repetitiva maestra decadencias y ritmos es una condicin bsica en los estados deflujo. Por ese motivo he dado al Yoga y a la carrera aerbicade distancias largas la denominacin de pedagogas de losestados de flujo: porque son una propedutica del ritmo.

Podra tambin haber nombrado la danza o el canto gregoriano,artes de las que soy un extasiado admirador, pero que no sonlas mas.


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ESTRS, ESTADOS DE FLUJO Y BIORRITMOS

La cronobiologa, iniciada por Franz Halberg en laUniversidad de Minnesota, asegura que el cuerpo tiene una

msica interna que podemos (y deberamos) sintonizar. Nacende aqu algunas reglas bsicas:1. La inteligencia est hecha para fluir.2. Todo impulso de inteligencia tiene una correlacin fsica.3. El cuerpo se mantiene en equilibrio mediante ritmos y

ciclos complejos; esos biorritmos son nuestra vinculacincon los ritmos mayores de la naturaleza.

4. Cuando el cuerpo est en equilibrio emite seales decomodidad. Esto indica que la persona est en relacinarmoniosa con su medio; la incomodidad apunta a algunadisonancia.

5. Vivir en armona con los ritmos del cuerpo derrota a laentropa permitiendo un flujo sin fricciones de los datosbiolgicos. Vivir en oposicin a los ritmos del cuerpoproduce un aumento de la entropa que lleva al desorden.

Si mi intencin es vivir en armona con mi ambiente, lamejor indicacin de xito es la sensacin de comodidad de micuerpo. Escucha tu cuerpo es la mejor indicacin que puededarse a quienquiera que se someta a algn tipo deentrenamiento o asctica. Pero hay que saber escuchar sumsica y no la cacofona reflejada por nuestros aprendizajessociales.

Los cronobilogos han elaborado ciertos horarios para laexperiencia ptima:

Maana:La atencin aumenta notablemente.La memoria de corto plazo est en su punto mximo.Las hormonas sexuales llegan al mximo.

Medioda:Mximo de temperatura corporal.La atencin se mantiene alta.El humor est en su mejor momento.

La vista es ms aguda.Metabolismo alto.Buen momento para el ejercicio fsico.Tiempo de insumo alimenticio.Tarde:Punto mximo de la destreza manual.Mximo de flexibilidad.Mejor momento para la memoria de largo plazo.


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ltimas horas de la tarde:Mejor momento para tareas fciles y repetitivas.

Anochecer:Mayor agudeza en gusto y olfato.Desde el anochecer hasta la medianoche:Metabolismo en su punto ms bajo.Desde medianoche hasta el amanecer:Baja de la atencinFase digestiva de eliminacin.

Nos vemos llevados y trados por una marea deequilibrios y desequilibrios que va y viene. A cada segundose perturban decenas de funciones corporales, lo quesignifica que cualquier definicin fija de salud pierde susentido: sera como tratar de definir una sinfona deteniendoa la orquesta en un acorde. El alimento, el agua y el airefluyen a travs de nosotros en patrones rtmicos determinados

por una serie de variantes y los residuos de las experienciasse acumulan como movedizas dunas de arena. La estructura y elmovimiento, lo fijo y lo cambiante cuentan por igual. En unmomento puedes tener un pulso de 80, una presin sangunea de120/70 y una temperatura de 37C, todo lo cual se consideranormal. Pero si decides correr una maratn vas a necesitar unritmo cardaco acelerado, mayor temperatura corporal y unapresin sangunea elevada: taquicardia, fiebre ehipertensin.

Los biorritmos han sido estudiados desde distintos

puntos de vista19. Se suelen distinguir cuatro ciclosprincipales, de los que los tres primeros son los msempleados:1. Ciclo fsico, de 23 das de duracin.2. Ciclo emocional, de 28 das de duracin.3. Ciclo intelectual, de 33 das de duracin.4. Ciclo intuitivo, de 38 das.

Los distintos ciclos se desarrollan en sinusoidal a partirdel da del nacimiento, pasando por fases activas y dereposo; en los cambios de fase se producen los das que

suelen ser llamados crticos. Un cuadro de la evolucin delas cuatro sinusoidales entrega una imagen de la situacin dela msica corporal de una persona en determinados perodoso momentos; por ejemplo: en un da. Existen programas decomputacin que hacen estos clculos a partir de la fecha de

19 Ver: Vera Muradova. Biorritmos. La Habana, Editorial Cientfico-Tcnica, 1985.


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nacimiento del que consulta20. Si adquirimos la costumbre dedarles una mirada a nuestros biorritmos podremos comprobarque nuestras experiencias de estados de flujo coinciden conmomentos en que nuestros ciclos fsico, emocional,intelectual e intuitivo estn en sus fases activas. Cuando seencuentran en su fases pasivas, todos o algunos de ellos, loaconsejable es no acometer tareas de particular importancia.Una sana rutina es lo que en estos casos nos est aconsejandonuestro cuerpo.

La situacin que llamamos estrs es una reaccin normaldel cuerpo ante situaciones exigentes. Por ejemplo, ante algoque se nos presenta como peligroso. Sin embargo, estasreacciones pueden llegar a transformarse en nuestra manerahabitual de enfrentar las situaciones, aun las ms simples.En esos casos, la reaccin de estrs se hace patolgica, y esfrecuente que esto suceda dadas las condiciones de vida que

suelen presentrsenos y que no corregimos. Podemos llegar avivir en estado de desequilibrio crnico; nuestra msicacorporal se hace cacofnica. El recuerdo del estrs es tanreal como el estrs mismo.

Hay investigaciones que han descubierto una relacinpositiva entre las hormonas del estrs y el aumento de edad.Y tambin entre la prctica de la meditacin y el control detales hormonas. A fines de la dcada de los 60 el fisilogode la Universidad de California Keith Wallace se puso aestudiar los efectos corporales de la meditacin. Sus

hallazgos mostraron que la entrada en los estados de flujopropios de la meditacin induce al sistema nervioso a entraren un estado de alerta en reposo que denomin vigiliahipometablica. Esto despert inters por cuanto el sueo esun estado hipometablico en el que decrece el consumo deoxgeno, el corazn late ms lentamente y la conciencia seretira. Por el contrarilo, el estado de vigilia secaracteriza por un mayor consumo de oxgeno, un ritmocardaco ms rpido y una mente alerta. Lo paradojal de losdescubrimientos de Wallace estuvo en que en el estado deflujo meditativo, estos contrarios se unan: los sujetos

permanecan alertas pero entraban en estados de reposo dosveces ms profundos que el sueo. Ms an: lograban esteestado con mucha celeridad, antes de diez minutos demeditacin, en contraste con las cuatro a seis horas quetardamos en lograr la relajacin profunda cuando dormimos.

20 Prueba la siguiente direccin: www.biorhythm.com
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Los estados de flujo llevan en s un camino de regresopara escuchar la msica del cuerpo cuando sta la hemosperdido a causa del estrs.

Una de las mayores fuerzas que afectan adversamente laconciencia es el desorden squico: datos que conflictan connuestras intenciones y nos apartan de llevarlas adelante.Esta condicin puede tener muchos nombres, dependiendo decmo la experimentemos: dolor, miedo, rabia, ansiedad,envidia. Todas las variedades de desorden fuerzan a laatencin a ocuparse de objetos divergentes, quitndonos lalibertad de usarla para lo que deseamos. La energa squicase hace pesada e inefectiva. Cada vez que los datos rompencon la conciencia amenazando sus objetivos nos encontramos enuna condicin de desorden interno, de entropa squica: undesorden del s-mismo que desregula su efectividad. Si lasexperiencias de este tipo se hacen prolongadas pueden

debilitar el s-mismo hasta el punto de no estar ya encondiciones de poner atencin en algo y lograr objetivos.

El estado opuesto al de la entropa squica es laexperiencia de situaciones ptimas. Cuando los datos de losque vamos siendo conscientes son congruentes con nuestrosobjetivos, la energa squica fluye sin esfuerzo. No hayrazones para angustiarnos ni para cuestionar nuestraadecuacin a las tareas que enfrentamos. Cuando pensamos enlo que estamos haciendo, nos damos cuenta de que todo vabien, y esta percepcin refuerza nuestro s-mismo, y se

libera aun ms atencin para habrnoslas con nuestro mediointerno y externo.

Cuando una persona es capaz de organizar su conciencia demodo de experimentar estados de flujo lo ms frecuentementeposible, la calidad de su vida se acenta. La batalla ya noes contra el s-mismo, sino que contra la entropa quedesordena la conciencia. Es una batallaporel s-mismo; unalucha por controlar nuestra atencin. No se tratanecesariamente de una lucha fsica, como en el caso de losejercicios corporales; pero cada quien que haya experimentado

estados de flujo sabe bien que la profunda dicha que entreganrequieren un igual grado de concentracin disciplinada.

A partir de la experiencia de estados de flujo, laorganizacin del s-mismo se hace ms compleja de lo que hasido antes. Precisamente por ese proceso de crecientecomplejidad el s-mismo crece. La complejidad es el resultadode dos amplios procesos sicolgicos: la diferenciacin y la


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integracin.La diferenciacin implica un movimiento hacia launicidad, hacia separarse a uno mismo de los dems. Laintegracin es el vector contrario: la unin con la otragente, con loas ideas y entidades ms all del s-mismo. Uns-mismo complejo es aqul que logra xito en la combinacinde ambas tendencias opuestas.

El s-mismo se hace ms diferenciado como resultado de losestados de flujo porque el sobrepasar un desafo llevainevitablemente a la persona a sentirse ms capaz, mspreparada. Despus de cada episodio de flujo la persona sehace ms individual, nica, impredecible, poseedora dehabilidades no comunes.

A menudo se piensa que la complejidad tiene un sentidonegativo, sinnimo de dificultad y confusin. Esto puede seras si solamente la comparamos con la diferenciacin; pero la

complejidad tambin envuelve una segunda dimensin: laintegracin de partes autnomas. Sin integracin, un sistemadiferenciado no sera ms que una confusa mezcla de partes.

Los estados de flujo ayudan en la integracin del s-mismoporque en su estado de profunda concentracin la concienciaes particularmente ordenada. Pensamientos, intenciones,sentimientos, y todos los sentidos estn concentrados en unmismo objetivo. La experiencia es de armona. Y cuando elestado de flujo pasa, uno se siente ms junto que antes, nosolo internamente, sino que tambin en relacin con otras

personas y con el mundo en general.

Un s-mismo que es solamente diferenciado, no integrado,puede lograr elevados resultados individuales, pero corre elriesgo del egotismo. De la misma manera, una persona cuyo s-mismo se basa exclusivamente en la integracin ser conectaday segura, pero su autonoma individual ser pobre. Solocuando una persona invierte iguales proporciones de energasquica en ambos procesos y se aparta de tanto del yoismo yde la conformidad, obtiene un s-mismo que reflejacomplejidad.

El el trabajo del s-mismo resulta complejo en laperspectiva de los estados de flujo. Paradojalmente, cuandoactuamos con libertad, por la cosa misma ms que por motivosulteriores, aprendemos a ser ms de lo que ramos. Cuandoelegimos un desafo y nos dedicamos a l ms all de loslmites de nuestra concentracin habitual, todo lo quehagamos ser grato. Y una vez que hayamos gustado esta


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gratificacin, redoblaremos nuestros esfuerzos por gustarlanuevamente.


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TRABAJO INTELECTUAL Y ESTADOS DE FLUJO

El intelectual es un consagrado. Todo profesional lo es

por definicin: unaprofesin es una forma de vida que seprofesa. Sin embargo, el trabajador intelectual est en unahermosa tradicin: la del filsofo. Es lo de Justino: : as y por estas cosas soyfilsofo, refirindose a su conversin21. Ntese que lareivindicacin del ttulo de filsofo por un cristiano enla antigedad es un hecho aislado; y significa la adhesin aun sistema de vida austero, hasta en la manera de vestirse.

Se suele entender el trmino filosofa como amor porla sabidura, lo que es un error semntico. Si as fuera,habra que decir sofofilia, es decir: una filia (amor)por la sofa (sabidura). Pero es al revs: una sofa(sabidura) del fils (amor). Entendamos, pues, que lafilosofa es una sabidura sobre el amor; o ms bien, de lorelacional: el trmino griego designa una situacin deafinidad; las otras formas de decir amor son para elamor sexual y para el amor de amistad. El filsofobusca entender la relacin que existe entre los distintoselementos de los universos. En este sentido, la filosofa notiene un campo propio, como no sea el estudio de esasrelaciones; y eso lo hace a travs de distintas logas oconjuntos de descripciones en diferentes mbitos; taleslogas son las que determinan campos disciplinarios. A modode ejemplos:

- Las gnoseologas elaboran descripciones acerca delconocimiento.

- Las teologas construyen descripciones sobre Dios.

- Las cosmologas se ocupan de descripciones sobre el cosmosmediante ciencias tales como la fsica y la astronoma.

- Las ecologas propones descripciones sobre el espacio queel hombre habita, con la ayuda de artes como las economasy las polticas.

- Las sociologas proponen descripciones acerca de lassociedades humanas.

- Las sicologas elaboran descripciones sobre la naturalezainterior del ser humano.

- Las biologas se ocupan de descripciones acerca de lavida.

21 Justino. Dilogo con Trifn, II, 6


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La enumeracin podra ser larga, y no es el propsito deeste escrito establecer un rbol de las distintas disciplinasde las que nos ocupamos. Slo ejemplarizar la afirmacinhecha al comienzo de este captulo: que las profesionesintelectuales se inscriben en una tradicin filosfica.Buscan enhebrar descripciones acerca de las mltiples formasde relacin que nos unen en el universo. En ello van detrsde elaborar verdades, esto es, conjuntos de descripciones quesean coherentes en s mismas y capaces de ilustraradecuadamente un conjunto de fenmenos o apariencias. En subsqueda de estas verdades, las profesiones intelectuales vanconstruyendo realidades de mltiples formas, que nos proponenpara que nuestra vida sea ms armoniosa. Para ello muchas delas profesiones intelectuales se vierten hacia diferentesciencias y artes: la fsica, la medicina, la poltica ymuchas otras.

Las profesiones intelectuales tienen, as, como elementocomn la construccin de conjuntos coherentes (es decir,verdaderos) de descripciones en determinados camposdisciplinarios, ordenadas a mostrar maneras de decir lorelacional; a ilustrar y hacernos ver esa enorme malla derelaciones que son los universos. Podemos, as, decir que elintelectual realiza en su vida una consagracin a la verdad;o mejor aun a las verdades. Su vida y su trabajo apunta air construyendo descripciones que le ayuden a l y a otros aconstruir realidades coherentes en s mismas y que seanespacios humano plenos, aptos para una vida libre y plena en

amor y en realizaciones personales y construcciones sociales.

En su trabajo, el intelectual debe lograr espacios deplena realizacin de sus objetivos y capacidades: condicinque ms arriba hemos identificado como propia de los estadosde flujo. Las indicaciones que siguen tienen la intencin deayudar a lograr tal condicin.

Las fuerzas

La vida es una unidad. Fragmentarla: vida personal, vida

social, trabajo, familia... y tener comportamientos distintosen cada caso no lleva ms que a una distona que har deltrabajo intelectual un mero quehacer, carente de unidad ysentidos.

La unidad de vida en el intelectual se nutrir de su amorpor las verdades, por la coherencia de sus descripciones enpro de lo que considera un bien: la verdad y el bien tienen


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las mismas races. Pensamos con nuestra totalidad: esimposible que separemos pensamiento y vida. No hay trabajointelectual en ambientes de pereza; o de orgullo; o deenvidia; o de irritacin. La claridad del pensamiento exigeclaridad de vida.

Dentro de ese ambiente, la fuerza propia del intelectualser la estudiosidadmoderada por la necesaria temperancia ypor un apartarse a la vez de la negligencia y de la vanacuriosidad; y un apartarse tambin de la ambicin que noshace perder la claridad interior.

El aceptarnos tal como somos es indispensable; y paraello, nada mejor que la asidua prctica de lameditacin,bajo cualquiera de loas mltiples formas que nos ofrecen lasdistintas disciplinas espirituales.

Ser tambin necesaria una disciplina del cuerpo. Un errorfrecuente es olvidarnos de que nuestra mente es corporizada:es la totalidad de nosotros mismos que se compromete en eltrabajo intelectual. Un cuerpo que no est a punto es unlastre que hemos de evitar. Ya hemos insistido sobre estepunto en captulos anteriores.

La organizacin de la vida.

Lo dicho sobre la unidad de vida tiene su manifestacin enla forma cmo la organizamos. Aqu, un primer criterio es el

de la simplicidad. Dejemos de lado los lastres; tengamos lomenos posible: atengmonos solo a lo necesario. El tener dems, el hacer de ms, el ocuparnos de ms solo traedistorsiones y vano multiloquio. El trmino preocuparse dealgo no tiene sentido: se refiere a unpre-ocuparse, ocuparseanticipadamente de algo que an no est presente. Ocupmonosde lo necesario cuando lo tengamos entre manos: no antes nidespus. Vivamos plenamente cada momento: el ahora es lonico que tenemos entre manos; ni el futuro ni el pasado sonagibles. Evitaremos as toda angustia por lo que podra veniry todo resquemor por las fallas del tiempo ido.

La consagracin del intelectual exige intento. Es decir,dedicacin intencionada al trabajo que se tiene en las manos.La dispersin habr de ser evitada. Tambin la ostentacin,la competitividad y el afn de figurar.

Valorar el retiro. Tengamos en nosotros mismos, en nuestropropio espritu, un lugar de retiro. Tambin dmosnos


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espacios fsicos de silencio. Gandhi evitaba hablar los daslunes. Evitemos el multiloquio que hace que nuestra energase vaya como el agua. Nuestro lugar de trabajo habr de sernuestro sitio, esto es, nuestro nutriente energtico:cuidmoslo; hagamos de l un aliado, no un lugar dedispersin y distraccin.

Las fases del da tienen importancia, de acuerdo connuestra propia manera de ser. Personalmente, soy un amante delas ltimas horas de la noche y de las maanas. Otrospreferirn los atardeceres y las noches. Cada cual encontrarlos momentos en que sus ritmos sean los ms apropiados parael trabajo intelectual; y una vez encontrados, atengmonosdisciplinadamente a ellos.

Estas cosas de organizacin de la vida tienen particularimportancia cuando el trabajo intelectual se realiza dentro

de un institucin, bajo contrato. All es fcil que loshorarios sean comunes, que los plazos tengan urgencias, queexista la necesidad de combinarse con un equipo de trabajo.En estos casos, es extremadamente importante que lasinstituciones otorguen la mayor libertad de horario y lugarde trabajo que sea posible, de modo que la organizacin deltiempo y de la produccin intelectual pueda acercarse a losparmetros de cada cual. El criterio de trabajo por productospuede ser el mejor. El caso de los intelectuales queadquieren compromisos polticos o de direccin institucionales frecuente y no deja de presentar conflictos. El compromiso

poltico condiciona desde su base el trabajo de la persona,ubicndolo dentro de los marcos de una superestructura lgicaque preestablece los discursos. La direccin institucionallleva al intelectual a modificar la gestacin misma de sutrabajo en funcin de objetivos y plazos que le son externos.En ambos casos, la libertad intelectual se ve seriamentecomprometida. He visto apagarse muchos grandes valores deltrabajo intelectual en los altares de la poltica y de lasinstituciones. La competitividad y la bsqueda de poder y deldinero son grandes enemigos del filsofo y, por lo general,acaban con l. En sus manos puede perder la condicin

esencial de la libertad: la austeridad.

Las herramientas.

Bsicamente son dos: las mismas que en definitiva sonel nico objetivo vlido de todo el proceso educativo: leer yescribir. Con frecuencia me toca preguntarme si tal o cualpersona, profesional en esta o aquella disciplina, sabe


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efectivamente leer y escribir. Talvez sea uno de losresultados de la prdida de valoracin de las humanidades ylas letras como centro de la formacin de segundo nivel. Unade las ms importantes fallas con que uno se topa antealumnos universitarios es su incapacidad para leercomprensivamente y escribir en forma lgica y comunicativa.La antigua tradicin de formacin humanista entregaba unaestructura mental que hoy echamos de menos en gente que hapasado por la educacin superior.

Con respecto de la lectura los consejos podran ir poreste lado:

- leer poco y en forma selectiva;

- leer para estimularnos en la recreacin de nuestro propiopensamiento;

- leer para ampliar nuestros horizontes;

- estar atentos a todo lo que se diga y asimilar todo lo quenos calce, venga de donde venga;

- leer para enriquecer nuestros escritos: en ellos, dejarhablar a los autores que hemos leido.

En lo de escribir:- escribir algo cada da; nulla die sine linea reza un

adagio clsico: no dejar pasar un da sin escribir unalnea;

- escribir en nuestros buenos momentos (hasta un viaje enavin puede serlo) pero busqumoslos: si no nos ponemos

ante el teclado, esos momentos buenos no vendrn jams;- lo mejor es enemigo de lo bueno reza un sabio proverbio;

apuntar siempre a un cien por ciento de calidad esparalizante; un sabio y tolerante ochenta por siento esmucho ms productivo y nos ayuda a ser humildes;

- escribamos para nosotros mismos, para clarificarnos, paraenfrentarnos a nuestra propia palabra; esa perspectivaser la que mejor nos ayudar a que otros encuentren algotil en nuestros escritos; reflejmosnos en lo queescribimos;

- descontemos los frutos de nuestro trabajo: escribamos en

funcin del escrito mismo, no en vistas a lo que saldr.

Estados de flujo y creacin.

Ante el teclado o ante las pginas de un libro; caminandoo en la meditacin; en una repentina comprensin que se nosabre a la construccin de nueva informacin sobre un punto


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largamente restregado como dice Platn en su Carta VII22; enla conversacin con una persona amiga; en medio de un dolor ouna alegra. Los estados de flujo estn all: son el mediohabitual de la creacin intelectual. sta brota como unachispa que enciende un fuego, para seguir empleando lametfora platnica.

Abramos nuestra conciencia a esos estados de experienciaptima: pueden pasrsenos de lado sin que los hagamosnuestros. Tener conciencia de que nos encontramos en unestado de flujo, de creacin, es una condicin de surepeticin. Veamos como nuestro s-mismo se ha vistofortalecido en su diferenciacin y en su integracin: comohemos dicho antes, en su complejidad. Escuchemos nuestramsica corporal: es nica, es nuestra. Desde all podemosconstruir mundos, realidades verdaderas, coherentes, vlidaspara vivir humanamente.

22 Ver Eplogo.


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ESTADOS DE FLUJO Y MUNDO NUEVO

En 1922 el genetista ruso Alexander Gurwitsch creel concepto de campo morfogentico para explicar el origen

de una regeneracin o regulacin en los organismos vivos. Sise cercena parte de un embrin, la parte restante sigueasociada al campo morfogentico y regenera sus tejidos. Elcampo morfogentico tiene propiedades holsticas: soncontinuos, no podemos quitarles pedazos. Los embrilogos losconciben como semejantes a los campos magnticos: se trata dedisposiciones espaciales y no de estructuras materiales. Elorigen del campo morfogentico que gua el desarrollo de unembrin de gato, por ejemplo, sera la forma de los gatosanteriores. El embrin de gato en crecimiento se sintonizacon las formas de los gatos previos, y estas formasinfluiran en sus campos morfogenticos.

Las formas seran determinadas, guiadas y mantenidas porlos campos morfogenticos, y las formas actuales que lossistemas desarrollen regresaran al campo morfogentico deesa caracterstica de esa especie para influir en ella ymodificarla. Los campos morfogenticos presentes a travs deltiempo seran determinados por lo que ha ocurrido antes enesa especie. La forma influira en la forma, las formas ypatrones de organizacin del pasado se haran presentes ensistemas similares, se modo que una especie se verainfluenciada por y conectada con todos sus miembros

anteriores.

El bilogo Rupert Sheldrake llama a ese procesoresonancia mrfica23. Su hiptesis sugiere que existe un tipode conexin entre cosas similares que las ciencias fsicastradicionales no toman en cuenta. Cosas que habitualmenteconsideramos como pertenecientes a un pasado distante,influyen de hecho directamente en el presente. La totalidaddel pasado se halla presente en todas partes todo el tiempo.En lugar de entenderse como si cien aos estuvieran a cienunidades de distancia, la totalidad del pasado podra estar,

por decirlo as, concertada en el presente.

Este concepto es verificable en forma experimental.Podemos demostrar que si animales y plantas son influidos porotros miembros de la especie, tal influencia depender de la

23 Ver: Rupert Shaldrake. Resonancia mrfica. En: Stanislav Grof (Ed.).Sabidura antigua y ciencia moderna. Santiago, Cuatro Vientos, 1991, pp.147 a 164.


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cantidad de organismos anteriores que estn influyendo enellos. Existe un efecto acumulativo del pasado.

La hiptesis de la resonancia mrfica sugiere el modoen que se repiten y adquieren patrones y formas en lanaturaleza y en la conducta de los seres vivos. Por ejemplo,proporciona una comprensin nueva de la memoria: si laresonancia mrfica permite que el pasado acte directamentesobre el presente, ya no es necesario concebir la memoriacomo un conjunto de huellas almacenadas en el cerebro. Elconcepto de huella en la memoria se hace innecesario. Si elpasado se conecta directamente con el presente, nuestrossistemas nerviosos podran sintonizarse con nuestrosrecuerdos sin que stos estuvieran almacenados en algn lugardel individuo. Ms aun: otras personas podran sintonizarsecon nuestros recuerdos, o nosotros podramos sintonizarnoscon los recuerdos de otra gente. Una puerta abierta hacia la

tantas veces testimoniada experiencia de vidas anteriores.

Esto, mirando hacia atrs. En una mirada prospectiva,abre nuevas posibilidades de comprender los mecanismos atravs de los cuales los individuos de una especie adquierennuevas formas conductuales. Por ejemplo, en lo que dicerelacin con el tema que nos ocupa en este escrito, podemospreguntarnos si el constatado notable aumento en los hbitosde meditacin y de adquisicin de estados de flujo, debsquedas personales de nuevas formas de vida en armona, quehoy vemos en la gente, van a determinar cambios importantes

en la manera de concebirnos a nosotros mismos. Y podemostambin preguntarlos acerca de cules son las condiciones,cul es el punto crtico que debera lograrse para que taleshbitos sean incorporados a la experiencia acumulada de laespecie humana.

Dicindolo a la manera del ttulo de este captulo, enqu medida la frecuente obtencin de estados de flujo pormuchas personas abre un umbral hacia un Mundo Nuevo.

El fsico atmico Fritjof Capra opina precisamente eso:

que nos encontramos en un punto de cambio, un punto dequiebre que se abre a ese Mundo Nuevo24. Por su parte, lasicofisiologa ha abierto nuevos campos de investigacin queconstituyen otras tantas ventanas hacia posibilidades nuevasde nuestra mente corporizada25

24 Fritjof Capra. O ponto de mutao. Sao Paulo, Cultrix, 1989.25 Ver: Alyce M. Green. Sicofisiologa y salud; y Elmer E. Green.Ciencia y sicofisiologa, sicofsica y mitologa. En: Gustav Grof.Sabidura antigua y ciencia moderna. Santiago, Cuatro Vientos, 1991, pp.


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Hacia mediados de este siglo que est terminando, elmundo era un lugar bastante distinto de lo que es hoy. Cosastales como la meditacin, el yoga y la capacidad de lograrestados de control diversas funciones autnomas no eran temasque se pudieran mencionar en crculos cultos ni acadmicos.Tampoco poda mencionarse la posibilidad de que la personapromedio pudiera utilizar su mente para influir o dirigirintencionalmente procesos corporales involuntarios. Desdeentonces, han venido aumentando considerablemente lasinvestigaciones en estos campos inicialmente vedados. Se haavanzado en distintas experiencias que han venido abriendoventanas hacia un uso ampliado de las posibilidades de lamente; por ejemplo:

El entrenamiento autgeno para aumentar el flujo sanguneode las manos, que ha resultado en un buen tratamiento delas migraas.

El estudio de la conciencia a travs de tcnicas de bio-retroalimentacin: control de los ritmos elctricos delcerebro u ondas cerebrales; estos estudios han abiertonuevas fronteras en la comprensin de los estados de flujoen los que se producen ondas zeta y alfa, de bajafrecuencia.

La capacitacin de pacientes en tcnicas de respiracindiafragmtica, comn en el yoga, para reducir tensiones.

Trabajos sobre la relacin entre ejercicios fsicos yactividad mental para el tratamiento de diversos

desrdenes sicosomticos. Formas de autorregulacin aplicadas a tratar la

hipertensin sangunea motivada por el estrs.

En estos y en otros trabajos se ha visto la posibilidad yla conveniencia de que las personas involucradas en losentrenamientos logren traspasar lo aprendido a sussituaciones de vida. En general, los trabajos que seiniciaron en el campo de la sicofsica como ciencia de laintegracin cuerpo-mente-espritu, se han venido volcando aotras reas, incluyendo la educacin; la neuroanatoma; la

neurofisiologa; la osteopata; la medicina aloptica ytradicional; las sicologas jungiana, freudiana, humanista ytranspersonal; la etologa.

En todos estos mbitos hay un elemento en comn: loscentenares de estudios realizados en los ltimos cuarentaaos relativos a la conducta-cerebro-mente. Ellos muestran

217 a 234 y 235 a 248.


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que el sistema nervioso central (SNC) puede ser dividido, agrandes rasgos, en partes sicolgicas conscientes einconscientes y neurolgicas voluntarias e involuntarias. Enun posible diagrama, la corteza cerebral ambas mitades sehalla en la mitad superior, y la mayor parte que resta delSNC, en la mitad inferior.

En ese diagrama, la corteza, el sistema lmbico y elhipotlamo se localizan en las partes superior, media einferior del cerebro. Sin embargo, la respuesta lmbica serepresenta en la parte inferior, por ser inconsciente. Somosparcialmente conscientes de algunas de las emociones queproduce. Por su parte, el hipotlamo acta como un termostato(funcin homeosttica), controlando casi todas las funcionesautomticas del cuerpo: cardacas, circulatorias,gastrointestinales. En la base del cerebro y colgando delhipotlamo, se halla el cuerpo pituitario, semineurolgico y

semihormonal. Es cibernticamente dependiente del hipotlamo,el que es controlado por las seales provenientes del cuerpoy del sistema lmbico. La pituitaria tiene un amo, y elhipotlamo dos. El hecho de que la unidad hipotalmica-pituitaria tenga dos amos es el causante de la mayora denuestros problemas fsicos. Los dos controladores: el cuerpofsico que tira del hipotlamo para que responda, y elsistema lmbico que empuja al hipotlamo a actuar, a menudose contraponen entre s. El cuerpo es el yo fisiolgico, peroel sistema lmbico es el cerebro emocional, y con frecuenciadesea algo que contradice los intereses del cuerpo. Si el

conflicto de intereses se vuelve suficientemente violento,nosotros, los dueos y operadores del sistema, terminamosenfermando.

La entidad hipotlamo-pituitaria-cuerpo se asemeja a uncomputador; y el sistema lmbico, a un conjunto de programas.El computador activa sus funciones corporales BASICasguindose por instrucciones preestablecidas y prefabricadascomo cdigo gentico, y a esto se sobreponen los programasproporcionados por el sistema lmbico. Es all donde podemosmeternos en problemas sicosomticos; la metfora

computacional que estamos empleando habla del GIGO (GarbageIn, Garbage Out): entra y sale basura. La conducta delcomputador ser confusa si el programa que debe ejecutar esabsurdo. Y a diferencia de un computador, el sistemanervioso, que es maleable, puede autodestruirse.

Pero cuando la percepcin interna comienza a desarrollarsepor medio de ejercicios adecuados destinados al logro de


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estados de flujo, la visualizacin (visual, auditiva,kinestsica, verbal u otra) puede producir cambiosfisiolgicos tan fcilmente como la percepcin directa deobjetos externos.

Si podemos integrar mente y cuerpo, medicina y mito,hallando y creando una unidad en nosotros mismos desde lacual proyectemos un tipo superior de conciencia en el que elsistema lmbico sea nuestro aliado y agente, en lugar denuestro nmesis; si podemos transformarnos as, hay esperanzade un Mundo Nuevo. Tal como nosotros, en el nivel personal,quiz el planeta pueda transformarse o ser transformado porla mente voluntaria mixta y no desintegrarse o deslizarsehacia la conciencia limitada en que nosotros (y el planeta)somos tteres de grandes seres arquetpicos, los dioses ydiosas cuyo dominio de propiedad en nosotros, a menos queestablezcamos control sobre ellos, lo ejerce el sistema

lmbico.

Para comprender el papel que nos corresponde en el nuevoparadigma que est surgiendo muchos de nosotros hemos viajadopor muchos senderos que se escriben con nombres de prcticaspersonales y profesiones. Sin embargo, todos hemos aprendidoque en este mundo no existimos como entidades individuales,que no controlamos nuestras vidas con nuestros propios egossino que lo que se halla ms all del ego tiene unaresponsabilidad mucho mayor. Deseamos experimentar pornosotros mismos la unin interior y con el resto del mundo.

La unin de los opuestos internos: nuestra propia androginiaen un yoga que significa unir los niveles superiores einferiores de la conciencia. Lo tenemos todo. Tenemos ennuestro interior el potencial para curarnos a nosotros mismosde nuestras divisiones internas y para sanar esa parte deluniverso que podemos afectar en forma personal. Cada uno denosotros puede ser un agente que disperse a todos losrincones de la tierra las semillas que hemos tomado unos deotros. Y, al mismo tiempo, podemos nutrir esas semillasdentro de nuestro propio cuerpo, mente y espritu, viviendode forma que maduren y crezcan con fuerza. Seamos mujer o

varn llevamos en nuestro interior el potencial de ambostipos de energa. La tarea prctica que tenemos consiste enarmonizarlos en nuestro interior y en la red csmica de laque somos nodos. En la terminologa de Sheldrake, estocurriendo una resonancia mrfica determinada. En todo elmundo se est haciendo manifiesta la sabidura de loandrgino. Estamos aprendiendo a reconocer, diferenciar yunir los opuestos en nuestra naturaleza: masculino y


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femenino, creativo y receptivo, conocimiento y sabidura,competencia y cooperacin, explosin e implosin, logos yeros. Lo importante es llegar a los estados de flujo de unyoga de la androginia que nos haga experimentar esasdiferencias como complementarias26. Acopladas puedenfertilizarse mutuamente para engendrar la fuerza humana en unMundo Nuevo.

26 Ver: June Singer. El yoga de la androginia. En: Gustav Grof.Sabidura antigua y ciencia moderna. Santiago, Cuatro Vientos, 1991, pp.193 a 203.


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EXCURSOS

Conciencia.

Una experiencia frecuente en los comienzos de la

prctica de la meditacin es el darnos cuenta de que cuerpo ymente no se encuentran coordinados. El cuerpo est sentado yreposado, pero la mente baila constantemente en pensamientos,sentimientos, dilogo interno, fantasas: un torrente sin finde eventos mentales desconectados de los que no se tienecompleta conciencia. Por lo general, los mtodos demeditacin aconsejan la concentracin en la respiracin yfijar la vista en un punto imaginario delante de uno; y elmeditante se asombra de lo difcil que es mantenerseconsciente de un proceso aparentemente tan simple. Laprctica de la meditacin, en la medida en que avanza, va

produciendo la experiencia de una conciencia corporizada,esto es, una experiencia de reflexin no como una actividadabstracta, descorporizada, sino que de unin entre cuerpo ymente.

Nuestra tradicin occidental suele proceder de otramanera: nos preguntamos qu es cuerpo? y qu es mente?y luego procedemos a reflexionar tericamente y a investigarempleando mtodos cientficos. Esta prctica da origen a unsinnmero de descripciones y resultados. Pero dejamos de ladola pregunta por el quin y el cmo de esas indagaciones. Sino nos incluimos a nosotros mismos en el proceso reflexivo,la conciencia como un todo se nos escapa. Teorizacin ydespersonalizacin van de la mano y en el camino laconciencia misma queda fuera de examen.

Lo que sucede es que no logramos una percepcin directade la conciencia sino que a travs de un conocimientosilencioso, que deja atrs todas las descripciones y nuestropropio dilogo interno. All, en la inmediatez de laexperiencia, la luz de la conciencia aparece en toda sufuerza, en s misma, no como conciencia de algo o tenerconciencia de. Es el estado de flujo propio de la prctica

de la meditacin.

La actividad descrita como meditar es entendida dedistintas maneras. En el lenguaje corriente solemos hablar deella como el ejercicio de una reflexin acerca de algo; comoun examen anterior a una toma de decisin; como un darlevueltas a algn asunto desde sus diferentes puntos de vista.


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Inteligencia.

Sobre eso que llamamos inteligencia hemos armadomuchas descripciones. En qu consiste; cul es su origen;cmo podemos definirla; dnde se ubica; cmo medirla; si esinnata o adquirida; hay diferencias entre varones y mujeres?

Y hay respuestas de todo tipo. No hace mucho un profesorbritnico afirmaba que los varones estn genticamente mejordotados de inteligencia que las mujeres; y un par deinvestigadores norteamericanos proclamaba la superioridadgentica de los blancos sobre los negros en su capacidadinteligente. Realmente, pareciera que quedan pocas cosasinteligentes que decir sobre la inteligencia.

Hacia los comienzos de siglo, Alfred Binet elabor unaprueba originariamente destinada a ubicar nios retrasados,que luego torci para que proporcionada un coeficienteintelectual; naci el famoso CI. Forma prctica de evaluarla inteligencia de cada cual mediante una cifra. Y comenzaronlas clasificaciones, los juicios de valor. Lo que se olvidaen todo esto es que el CI, no dice ms que una sola cosa: elresultado en una prueba de lgica.

Eso de la inteligencia se escapa y - hoy por hoy tendramos que admitir que no existe; o que debemosexpresarnos con un plural de seguridad: las inteligencias.

Es la conclusin a que llega Howard Gardner en susinvestigaciones en el Proyecto Cero en Harvard27. Distingue

siete tipos o perfiles, aclarando que pueden ser ms:inteligencia lgica, espacial, lingstica, musical,corporal, social o de los dems, de s mismo. En unaentrevista reciente dice que agregara una octava: lainteligencia de la naturaleza28. Lo que pasa, dice, es queposeemos cada uno diversas formas de inteligencia y que lasmobilizamos ms o menos de acuerdo con nuestra historia,nuestra cultura.

Por su parte, Daniel Goleman nos muestra los resultadosde su investigacin sobre la que llama inteligencia

emocional y que puede ser descrita como un centro desde elcual nos manejamos en lo relacional hacia nosotros mismos ynuestro entorno29.

27 Howard Gardner. Inteligencias mltiples. Barcelona, Paids, 1995.28 Ver: entrevista de Dominique Simmonet. Quelle forme dintelligenceavez-vous? En: LExpress. N 2402, Juillet 1997, pp. 28 a 40.29 Daniel Goleman. La inteligencia emocional. Buenos Aires, Vergara, 1996.


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En definitiva, eso que llamamos inteligencia no essino que una manifestacin de nuestra mente y porconsiguiente una estructura holstica de relacin, reacciny capacidad descriptiva. Lo que actu

LA EXPERIENCIA DE LO OPTIMO - NOTAS ACERCA DE LOS ESTADOS DE FLUJO

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