Hª Tomás de Aquino, 1Curso 2013-2014

LA FILOSOFÍA DE TOMÁS DE AQUINO(1225-1274)

0. Introducción

1. Biografía y Obras

2. La metafísica y el conocimiento

2.1. La metafísica

2.2. El conocimiento

a. Razón y fe, Filosofía y Teología

b. El proceso de conocimiento

3. Dios

4. El ser humano

5. La ética

a. La ley eterna y la ley natural

b. La felicidad

6. La política

0. INTRODUCCIÓN: Aproximación al autor

Tomás de Aquino en “El mundo de Sofía”

Como acercamiento a la filosofía de Tomás de Aquino se pueden leer las páginas

222-228 de “El mundo de Sofía”: “La verdad y el mundo en Tomás de Aquino”

El pensamiento de Aristóteles durante la Edad Media

Mientras en Europa se consolida el platonismo cristiano bajo la influencia de

Agustín de Hipona, la obra de Aristóteles, con la que el Occidente cristiano había

perdido contacto casi por completo, es estudiada y comentada por árabes y judíos.

Los árabes conocen el pensamiento de Aristóteles y surge entre ellos una filosofía

basada en las enseñanzas del estagirita y en los comentaristas del filósofo, estos

últimos habían teñido la filosofía aristotélica de elementos neoplatónicos. Dos de

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nuestros grandes filósofos medievales contribuyeron a la difusión del aristotelismo:

uno islámico, Averroes, y otro judío, Maimónides, ambos de origen cordobés.

La penetración de la filosofía aristotélica en Occidente coincide con la constitución

de la Universidad de París que depende del papado. En sus estatutos se prohíbe la

enseñanza de la obra de Aristóteles por considerarla peligrosa para la fe -desde ella

se defiende, entre otras ideas, que el mundo es eterno y que el alma personal no es

inmortal-. En 1231 Gregorio IX prohíbe la enseñanza de la Metafísica y de la

Física de Aristóteles, pero a la vez autorizaba a los teólogos su estudio para

conocerla y así poder combatirla. Estaba prohibido enseñar el error, pero no

combatirlo.

En este contexto se sitúan las filosofías del Tomás de Aquino y de su maestro

Alberto Magno; estos llevarán a cabo una integración del pensamiento aristotélico

en la universidad de París adaptándola al cristianismo, para ello tendrán que

enfrentarse con los averroístas y con los franciscanos. Con estos últimos para

defender el aristotelismo y con los primeros para combatir aquellas tesis que van en

contra del cristianismo.

1. BIOGRAFIA Y OBRAS

Tomás de Aquino nace en el año 1225 en el seno de una familia noble napolitana, en el

castillo de Rocasseca, cerca de Aquino, ciudad italiana próxima a Nápoles. Estudia unos

años en la Universidad de Nápoles y, en contra de su familia, a los 19 años ingresa en la

Orden de los dominicos; más adelante continuará sus estudios en las Universidades de

París y Colonia, encontrándose Alberto Magno entre sus profesores. Posteriormente,

llevará a cabo su labor docente las Universidades de París, Nápoles y Roma. En la

primera desarrollará una intensa actividad intelectual polemizando con los averroístas y

con los franciscanos; el pensamiento de estos últimos estaba en la línea de Agustín de

Hipona. Muere en 1274, a los 49 años cuando iba camino de Lyon para participar en un

Concilio papal. Fue canonizado por el Papa Juan XXII en 1323 y proclamado doctor de

la Iglesia por Pío V en 1567.

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En su extensa obra destacan la Suma Teológica, la Suma contra gentiles y los

Comentarios a Aristóteles. En la Suma Teológica, Tomás de Aquino resume sus ideas

filosóficas y teológicas, realizando una síntesis del cristianismo y aristotelismo. Por su

parte, la Suma contra gentiles contiene la misma doctrina que aparece en la Suma

Teológica, pero pretende fundamentarla, lo más posible, en la demostración racional.

La filosofía tomista representa el momento cumbre de la filosofía cristiana

medieval.

Análisis del texto de Tomás de Aquino que es seleccionado para la PAU: Suma teológica, I, cuestión 2: Sobre la existencia de Dios

La cuestión 2 corresponde a la teología natural, y en ella Tomás de Aquino se ocupa de demostrar la existencia de Dios.

Estructura argumentativa de cada artículoLa cuestión 2 está dividida en tres artículos y a su vez, cada uno de los artículos está estructurado de la siguiente manera:

Objeciones. En esta parte presenta las objeciones a la postura que defenderá el autor.

Argumentos a favor de la postura del autor. Van precedidos por la expresión “En cambio”.

Solución. En esta parte, expone su propuesta y la argumenta. Respuestas a las objeciones. Aporta una respuesta a las objeciones iniciales.

Artículos y tesis que defiende en cada uno de ellos Artículo primero: “Dios ¿es o no evidente por sí mismo?”

Una proposición es evidente por sí misma cuando el predicado está incluido en el concepto del sujeto. Ahora bien, una proposición evidente por sí misma puede no ser evidente para nosotros si desconocemos el significado de sus términos, pues entonces no podemos ver claramente si el predicado está o no está incluido en el concepto del sujeto. Esto no ocurre con los primeros principios de la demostración, que son evidentes por sí mismos y para nosotros, pues nadie ignora el significado de las palabras utilizadas: «el todo es mayor que la parte» o «dos cosas iguales a una tercera son iguales entre sí». Pero ocurre con la proposición «Dios existe». En sí misma es evidente, pero no lo es para nosotros, pues «no sabemos en qué consiste Dios» y «no vemos», de manera clara e inmediata, que el predicado pertenezca necesariamente al sujeto. Para llegar a verlo tenemos que demostrarlo, y la

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demostración tiene que partir de aquello que nosotros sí vemos claramente: los efectos observables en el mundo.

Artículo segundo: “La existencia de Dios, ¿es o no es demostrable?”La existencia de Dios puede ser objeto de simple creencia, pero también puede y debe ser racionalmente demostrada partiendo de sus efectos. todo efecto depende de una causa, y en el mundo nos encontramos con efectos cuya causa solo puede ser Dios. lo cual no implica que, demostrada su existencia, ya sepamos cómo es Él en sí mismo

Artículo tercero: “¿Existe o no existe Dios?La existencia de Dios puede ser demostrada de cinco maneras: A través de la prueba que parte de la existencia del movimiento y del cambio en

el mundo, se demuestra que Dios existe y es inmutable. De la constatación de que hay una cadena de causas eficientes se sigue la

necesidad de una primera causa (incausada), Dios existe y es el creador. A través de la prueba que parte de la existencia de seres contingentes se

demuestra que Dios es necesario. A través de la prueba que parte de la existencia de seres con distinto grado de

perfección se demuestra que Dios es el ser más perfecto. A través de la prueba que parte de la existencia de un orden en el universo que

conduce a ciertos fines a los seres, se demuestra que tiene que haber un ser inteligente que las dirija, por lo que Dios es la Inteligencia suprema.

2. LA METAFÍSICA Y EL CONOCIMIENTO

2.1. LA METAFÍSICA

La esencia y la existencia

Al igual que para Aristóteles, para Tomás de Aquino la metafísica es la ciencia de las

primeras causas y principios del ser. De él aceptará la teoría de las cuatro causas, la

teoría hilemórfica y la teoría del acto y la potencia. Pero la necesidad de conciliar el

aristotelismo con el cristianismo le llevará a introducir una nueva estructura

metafísica que proviene de la filosofía árabe medieval, la de la distinción entre

esencia y existencia. Además, recurrirá a las teorías de origen platónico de la

participación, de la causalidad ejemplar y de los grados del ser. A partir de estas

fuentes Tomás de Aquino elaborará una metafísica genuina que vincula a las

criaturas con su creador, Dios.

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En su explicación de la realidad, Tomás de Aquino diferenciará la esencia de la

existencia. La esencia es la naturaleza de una cosa, aquello que caracteriza y

determina una cosa, lo que se expresa en la definición. En este sentido, constituye la

respuesta a la pregunta ¿qué es...? por ejemplo, cuando preguntamos ¿qué es el ser

humano?, responderíamos que el ser humano es un animal racional, dando cuenta de

su esencia. Y ante la pregunta ¿qué es el centauro?, la respuesta sería que el centauro

es un ser con cuerpo de caballo y cabeza de hombre; esta última constituye la

esencia del centauro. Pero lo que una cosa es, su esencia, puede ser comprendido

independientemente de que esa cosa exista o no. Por otra parte, Tomás de Aquino

define la existencia como el acto de la esencia; se trataría de la realización o

actualización de la esencia. Tal como ha definido estos dos términos, la esencia de

una cosa determina el modo de existir de esa cosa, con lo cual, existir es distinto

de estar ahí.

"Todo aquello que no está incluido en el "concepto" de una esencia debe llegarle del exterior y adaptarse a ella, ya que una esencia no puede ser concebida sin sus partes esenciales. Por tanto, toda esencia puede ser captada por la razón sin que la existencia lo sea igualmente. Yo puedo comprender lo que es un hombre o un fénix e ignorar si uno u otro existen en la naturaleza. Está claro que la existencia es algo muy distinto de la esencia. [...] Es necesario que toda realidad, en la que la existencia es distinta de la esencia, haya recibido de otro esta existencia."

("De ente et essentia", c.5)

La concepción tomista de la esencia se modifica con respecto a la concepción

aristotélica: para Aristóteles la esencia venía representada exclusivamente por la

forma; para Tomás de Aquino la esencia de los seres, a excepción de Dios y los

ángeles que son seres inmateriales, comprende también la materia. Por lo demás, en

la medida en que la existencia representa el acto de la esencia, se establece una

primacía de ésta sobre la esencia.

Comparación del concepto esencia en Aristóteles y en Tomás de Aquino:

En Aristóteles:

Materia..................................................la potencia................. lo posible

Forma (esencia)……………….……...el acto………… la realidad, el ser

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En Tomás de Aquino:

Esencia * (materia + forma) …………la potencia.......................... lo posible

Existencia............................ el acto de la esencia…………..el ser, la realidad

*En todos los seres, excepto en Dios y en los ángeles

Seres contingentes y seres necesarios

Esta definición de esencia y existencia dará lugar a una diferenciación en el conjunto

de los seres. Un ser es contingente si la existencia no pertenece a su esencia; si

existe, pero podría no existir. En oposición a esta idea, se afirmará que un ser es

necesario cuando la existencia pertenece a su esencia, por lo tanto, no puede no

existir.

Tenemos, por tanto, dos tipos de seres en la realidad: seres contingentes y seres

necesarios. Los seres contingentes, que son las criaturas, podemos decir que son

seres compuestos de esencia y existencia; mientras que Dios es un ser simple porque

su esencia se identifica con su existencia.

La distinción entre seres contingentes y necesarios establece una diferencia radical

entre Dios y las criaturas: Dios es existencia y las criaturas poseen existencia.

Ahora bien, si la existencia de las criaturas no es necesaria, ¿por qué existen? ¿de

dónde proviene su existencia si no es de su esencia? Tomás de Aquino responderá

afirmando que existen porque Dios los ha creado y su existencia proviene de su

participación en la existencia divina; esto es, su existencia proviene del ser de

Dios. De todo ello se sigue que Dios es necesario y el resto de las realidades son

contingentes (esencia + existencia) y dependen de Dios para existir.

Grados de ser o niveles de perfección

Si la existencia es el acto de la esencia, entonces la esencia delimita y determina el

modo de existencia. A cada esencia le corresponde un tipo de existencia. Así, existir

para un animal es sentir; para el hombre es sentir, pero también es comprender.

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Tenemos, por una parte, que los seres existen porque participan de la existencia

divina, y, por otra, que la esencia determina el modo de existir. De ambas ideas se

deduce que los distintos modos de existir de los seres vienen determinados por

los distintos modos de participar del ser de Dios según la capacidad de ser de sus

respectivas esencias. Los grados de ser o modos de existir vienen determinados por

su mayor o menor participación en la perfección de Dios.

El siguiente esquema refleja los distintos grados de ser y la consiguiente jerarquía

que establece entre los seres; jerarquía que va de la materia primera a Dios, pasando

por los seres inanimados, los vegetativos, los sensitivos, los racionales, y los ángeles:

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2.2. EL CONOCIMIENTO

a. RAZÓN Y FE, FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA

En principio, para Tomás de Aquino la filosofía y la teología son ciencias que

poseen métodos y criterios diferentes, y cada una de ellas en su campo es

autónoma y autosuficiente. La filosofía utiliza como instrumento la razón,

mientras que la teología se ocupa de lo sobrenatural y se basa en la creencia en

las verdades reveladas. Consecuentemente, la filosofía puede, por sí sola,

encontrar la verdad en aquellos problemas que son de su competencia.

A diferencia de la teoría de la doble verdad que mantenía el averroísmo (lo

verdadero en teología puede no serlo en filosofía y viceversa), Tomás de Aquino

mantiene que la verdad es única, aunque podemos diferenciar tres ámbitos

en ella: a uno se accede exclusivamente desde la fe (Dios es uno y trino,

Jesucristo posee una doble naturaleza, la humana y la divina), a otro se accede

exclusivamente desde la filosofía y al tercero se puede acceder desde la filosofía

y desde la teología (la afirmación de que Dios existe, que el mundo es creado y

que el alma es inmortal).

En los casos en que la filosofía y la teología se ocupan de un mismo tema,

necesariamente tienen que decir lo mismo -ya que Dios es el autor de la razón y

de la revelación-. Además, Tomás de Aquino mantiene, en primer lugar, que la

fe es norma negativa de la filosofía, pero no positiva. Esto quiere decir que

cuando hay desacuerdo entre las afirmaciones de una y otra, la verdad se sitúa en

el campo de la fe y de la teología, y la afirmación filosófico-racional es falsa.

Pero el hecho de que coincidan no garantiza la validez del razonamiento

filosófico, pues se puede llegar a esa conclusión a través de procedimientos

incorrectos. En segundo lugar afirma que la fe no es innecesaria en estos casos,

ya que no todas las personas poseen la capacidad o pueden dedicar el tiempo que

exige compresión de este tipo de verdades. Y, por último, afirma, también, que la

teología puede servirse de la filosofía para comprender mejor la revelación, de

ahí que se diga que la filosofía es la sierva de la teología.

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“Existiendo, pues, dos clases de verdades divinas, una de las cuales puede alcanzar con su esfuerzo la razón y otra que sobrepasa toda su capacidad, ambas se proponen convenientemente al hombre para ser creídas por inspiración divina. Nos ocuparemos en primer lugar de las verdades que son accesibles a la razón, no sea que alguien crea inútil el proponer para creer por inspiración sobrenatural lo que la razón puede alcanzar.

Si se abandonase al esfuerzo de la sola razón el descubrimiento de estas verdades, se seguirían tres inconvenientes. E1 primero, que muy pocos hombre conocerán a Dios. Hay muchos imposibilitados para hallar la verdad, que es fruto de una diligente investigación, por tres causas: algunos por la mala complexión fisiológica, (….) Otros se hallan impedidos por el cuidado de los bienes familiares. (…). La pereza es también un impedimento para otros …. Así, pues, no se puede llegar al conocimiento de dicha verdad sino a fuerza de intensa labor investigadora, y ciertamente son muy pocos los que quieren sufrir este trabajo por amor de la ciencia, a pesar de que Dios ha insertado en el alma de los hombre el deseo de esta verdad. El tercer inconveniente es que, por la misma debilidad de nuestro entendimiento para discernir …, por tanto, para muchos serian dudosas verdades que realmente están demostradas, ya qué ignoran la fuerza de la demostración, …. Por esto fue conveniente presentar a los hombres, por vía de fe, una certeza fija y una verdad pura de las cosas divinas.

La divina clemencia proveyó, pues, saludablemente al mandar aceptar como de fe verdades que la razón puede descubrir, para que así todos puedan participar fácilmente del conocimiento de lo divino sin ninguna duda y error."

(Tomás de Aquino, Suma contra gentiles)

b. EL PROCESO DE CONOCIMIENTO

Tomás de Aquino seguirá la explicación del conocimiento ofrecida por

Aristóteles: el hombre conoce, en primer lugar, el concepto universal y en

segundo lugar conoce lo particular, pero el conocimiento humano tiene como

punto de partida el conocimiento sensible, la experiencia.

En este proceso, hay que distinguir el conocimiento sensible, que proviene de

las sensaciones corporales y es un conocimiento particular de las cualidades

sensibles de las cosas, del conocimiento intelectual, obra del entendimiento y

que se constituye como un conocimiento universal o por conceptos.

El conocimiento sensible. En un primer momento, los sentidos, en colaboración

con la imaginación y la memoria, producen una imagen sensible de la sustancia

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(la especie sensible, el fantasma), que es una imagen concreta y particular del

objeto del que proviene.

El conocimiento intelectual. El entendimiento agente despoja a la imagen de

las particularidades que contiene construyendo el concepto universal (extrae la

forma de la forma particular). Este procedimiento recibe el nombre de

abstracción. Después de realizar esta operación, el entendimiento agente pasa

esas formas al entendimiento paciente o pasivo que las recibe, conociendo

entonces el universal (la especie inteligible). Una vez conocido el concepto

universal, el entendimiento paciente "vuelve su mirada" a la imagen

reconociendo en ella al individuo al que puede aplicar el concepto universal.

Son los conceptos los que permiten formar juicios y razonar, haciendo posible la

ciencia.

Aunque el punto de partida del conocimiento sea lo sensible, lo corpóreo, su

objeto propio es la forma, lo inmaterial. ¿Qué ocurre entonces con aquellas

sustancias no materiales? Tomás de Aquino afirmará que no es posible tener en

esta vida un conocimiento directo de ellas (los ángeles y Dios). El conocimiento

de estas sustancias sólo se puede obtener por analogía.

En el siguiente esquema se representan los distintos elementos que forman parte del

proceso de conocimiento y la función de cada uno de ellos:

Objeto de la realidad, una sustancia (Materia + forma)

SENTIDOS EXTERNOS

Datos sensibles Prescinden de lamateria.

IMAGINACIÓN Y MEMORIA

Imagen o especie sensible. Mantiene rasgos individuales.

Construyen

Extraen

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ENTENDIMIENTO ABSTRACTIVO O AGENTE

El concepto o especie inteligibleUniversaliza elcontenido de la imagen despojándola de los elementos individuales

ENTENDIMIENTO COGNOSCITIVO O PACIENTE

Conoce el conceptouniversal y lo reconoce en el particular

3. DIOS

Tomás de Aquino mantiene que existen verdades que son evidentes para todos nosotros

y, por tanto, nadie las pone en duda: el todo es mayor que cualquiera de sus partes o

todo ser es idéntico a sí mismo. Pero hay otro tipo de verdades que no son evidentes

para nosotros y de ahí que se pongan en duda y sea necesario demostrar. A este último

tipo de verdades pertenece la afirmación "Dios existe".

"Por consiguiente, digo: La proposición Dios existe, en cuanto tal, es evidente por sí misma, ya que en Dios sujeto y predicado son lo mismo, pues Dios es su mismo ser, como veremos. Pero, puesto que no sabemos en qué consiste Dios, para nosotros no es evidente, sino que necesitamos demostrarlo a través de aquello que es más evidente para nosotros y menos por su naturaleza, esto es, por los efectos."

(Tomás de Aquino, Suma Teológica)

En su filosofía encontramos varias demostraciones de la existencia de Dios; pero

previamente analizaremos la que nos ofrece un autor anterior a él y que será rechazada

por Tomás de Aquino.

Construye

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El argumento ontológico

En el siglo XI Anselmo de Canterbury formula una demostración "a priori" (no se

apoya en la experiencia) de la existencia de Dios que se fundamenta en la idea de Dios,

y a partir de ahí deduce su existencia. Dicha demostración se conoce con el nombre de

argumento ontológico. Veamos las líneas fundamentales de tal demostración:

1. La idea de Dios entraña la siguiente afirmación: Dios es el ser más perfecto que

pueda pensarse. Supongamos que Dios no existe.

2. Si Dios no existe, podemos pensar un ser que es como Dios y a además le añadimos

una nota, la existencia. Este ser así pensado es más perfecto que Dios, ya que

posee una cualidad positiva más, la existencia.

3. Del contenido de las dos cuestiones anteriores llegamos a un absurdo: Dios es el ser

más perfecto que pueda pensarse y este ser así pensado es más perfecto que

Dios. Por tanto, el supuesto de partida es falso, con lo cual hemos de afirmar que

Dios existe.

Tomás de Aquino rechaza esta prueba porque considera que hay un salto injustificado de

la lógica, del pensamiento, a la realidad que no garantiza la validez de la demostración.

Las cinco vías

Son pruebas a posteriori. Tomás de Aquino formulará unas pruebas para demostrar la

existencia de Dios teniendo como punto de partida un hecho de la experiencia, es decir,

una evidencia sensible; de ahí que este tipo de pruebas , en oposición a la anterior, se

llamen "a posteriori".

Estructura de las pruebas. Propone cinco pruebas, que se conocen con el nombre de "las

cinco vías”; para demostrar la existencia de Dios. Las cinco poseen la siguiente

estructura:

Se parte de un hecho de experiencia sensible (H), es decir, de algo que todos

podemos percibir a través de los sentidos y que requiere una explicación.

Para explicar ese hecho se utiliza el principio de causalidad ¿cuál es la causa que

explica ese hecho? (Cn → H)

Hª Tomás de Aquino, 13Curso 2013-2014

Se construye una cadena causal que responda a la siguiente cuestión ¿cuál es la

causa que explica la causa que explica el hecho?

........... Cn-2 → Cn-1 → Cn → H

Tal cadena causal no puede ser infinita, pues si fuera infinita no habría un primer

elemento. Y si no hay un primero, tampoco habría un segundo y así llegaríamos a que

no existe H. Pero H existe, por lo tanto ha de haber una causa primera.

C1 →..................... → Cn-2 → Cn-1 → Cn → H

Se identifica tal causa con Dios

Existencia y esencia divina. Con estas pruebas se demuestra no sólo la existencia de

Dios, sino, también, algunos de los atributos de la esencia divina:

A través de la prueba que parte de la existencia del movimiento y del cambio en el

mundo, se demuestra que Dios es inmutable y, por tanto, acto puro.

A través de la prueba que parte de que hay un orden de las causas eficientes, se

demuestra que Dios es el creador (primera causa eficiente) y a su vez él es

increado.

A través de la prueba que parte de la existencia de seres contingentes, se demuestra

que Dios es necesario.

A través de la prueba que parte de la existencia de seres con distinto grado de

perfección, se demuestra que Dios es el ser más perfecto.

A través de la prueba que parte de la existencia de un orden en el universo que

conduce a ciertos fines a los seres, se demuestra que Dios es la Inteligencia

ordenadora.

Desarrollo de las pruebas

Primera vía: Es evidente para nosotros que en este mundo hay movimiento. Pero

todo lo que se mueve es movido por otro (por un motor diferente a sí mismo). Ahora

bien, ese motor será́ inmóvil o móvil. Si es lo primero, ya tenemos un motor inmóvil.

Si es lo segundo, ya que se mueve, tendrá́ que ser movido por un motor, para el cual

se plantea de nuevo la misma alternativa: es móvil o inmóvil. Como el proceso de

móvil a motor no puede continuar hasta el infinito, tenemos que concluir que hay un

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motor inmóvil. Al ser «esencialmente» inmóvil, no puede ser un compuesto de acto y

potencia, sino que constituye un acto puro.

Segunda vía: Vemos que en el mundo sensible hay un orden de causas eficientes.

Pero nada puede ser causa eficiente de sí mismo, pues tendría que ser «anterior» a sí

mismo, sino que es efecto de una causa diferente. Ahora bien, en las causas eficientes

hay orden: si no se da la primera, no se da la intermedia, y sin esta tampoco se daría

la última ni, por lo tanto, el efecto final observado. suponer un proceso infinito

equivaldría a suponer que no hay causa primera, pero entonces, como acabamos de

ver, tampoco habría el efecto que, sin embargo, vemos que hay. Por lo tanto, hay que

concluir la necesidad de una causa eficiente primera, a la que todos llaman Dios.

Tercera vía: es evidente para nosotros que las cosas que existen podrían no existir, es

decir, son contingentes. ahora bien, lo que puede no existir, alguna vez no existió.

luego, si todo fuese contingente, tendríamos que concluir que alguna vez nada fue.

Pero si alguna vez nada fue, entonces nada habría podido llegar a ser (de la nada no

puede surgir nada). Por lo tanto, dado que existen cosas, tenemos que concluir que no

todo es contingente, sino que tiene que haber un ser necesario por sí mismo, al que

todos llaman Dios.

Cuarta vía: es evidente que hay cosas más o menos verdaderas, más o menos

buenas, más o menos nobles. Pero, el «más» y el «menos» implican una

aproximación mayor o menor a un cierto máximo. luego tiene que haber algo que es

«muy veraz», «muy bueno», «muy noble», algo que tiene, en definitiva, el «máximo

ser». Y ese «máximo ser», que tiene todas las perfecciones, es causa última del grado

de perfección mayor o menor que hay en cada cosa: le llamamos Dios.

Quinta vía: Es evidente para nosotros que seres carentes de conocimiento se mueven

hacia un «fin», es decir que sus «movimientos» no son azarosos, sino que «obran

intencionadamente». ahora bien, lo que no tiene conocimiento solo puede actuar con

arreglo a un fin si es dirigido por algo inteligente. Por lo tanto, hay alguien

inteligente por el que todas las cosas son dirigidas al fin.

Tal como se ha señalado anteriormente, a través de las pruebas, Tomás de Aquino

demuestra que Dios existe y ciertos atributos divinos, pero ¿podemos tener un

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mayor conocimiento de Dios utilizando la razón? Si; a partir del conocimiento de

los seres que él ha creado, como efecto que son, nos llevan a él como causa. A través

de lo que Tomás de Aquino llama “vía negativa”, sabemos que Dios no tiene las

limitaciones e imperfecciones que posen las criaturas: Dios es inmutable, acto puro,

etc. Y a través de la llamada “vía de la analogía” descubrimos que todo lo que hay

de positivo en las criaturas, Dios lo posee en grado máximo: Dios es omnisciente,

omnipotente, bondad absoluta, eterno, etc.

4. EL SER HUMANO

Tomás de Aquino asume la teoría hilemórfica de Aristóteles. El ser humano está

formado por materia (el cuerpo) y por forma (alma), y su relación es substancial, es

decir: ambas son necesarias para constituir la sustancia humana. Sin embargo, estos dos

componentes esenciales del ser vivo no son absolutamente separables, como

posteriormente afirmaría Descartes. El alma necesita del cuerpo para poder así, realizar

todas las funciones de la actividad sensitiva, vegetativa e intelectiva.

El alma humana creada por Dios, y en oposición a Aristóteles, Tomás de Aquino

defenderá la inmortalidad del alma, y lo hará apoyándose en su inmaterialidad, (el alma

es inmaterial, luego no es corruptible, luego es inmortal, un argumento similar al que ya

había utilizado Platón en el Fedón), y en el ansia de inmortalidad del "hombre": un

deseo de inmortalidad implantado por Dios que no puede ser vano.

Del mismo modo que Aristóteles había concebido la existencia de una sola alma en el

ser humano, que engloba las funciones vegetativa y sensitiva, Tomás de Aquino afirma

que esa única alma es la que regula todas las funciones del "hombre".

"Será preciso, pues, decir que no hay en el hombre otra forma sustancial, sino sólo el alma intelectiva, la cual como contiene virtualmente el alma sensitiva y la vegetativa, así contiene virtualmente todas las formas inferiores y produce, por sí sola, todo cuanto las formas más imperfectas producen en los demás seres. Lo propio debe decirse del alma sensitiva en los animales y de la nutritiva en las plantas, y, en general, de todas las formas más perfectas respecto de las imperfectas." (T. de Aquino, Suma Teológica, 1, q. 76, a. 4)

"Es evidente, por otra parte, que lo primero por lo que el cuerpo vive es el alma, y como la

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vida se manifiesta por operaciones diversas en los diversos grados de los seres vivientes, aquello por lo que primariamente ejercemos cada una de estas funciones vitales es el alma. Ella es, en efecto, lo primero que nos hace nutrirnos y sentir y movernos localmente, como también entender. Este primer principio de nuestro entendimiento, llámesele entendimiento o alma intelectiva, es, por lo tanto, la forma del cuerpo, y …." (Suma Teológica, I, C. 76, a. 1)

El alma se sigue concibiendo, pues, como principio vital y como principio de

conocimiento, pero se rechaza la interpretación platónica de la relación entre el alma y

el cuerpo, en el sentido de que Platón había atribuido al alma, y no al ser humano, esas

funciones cognoscitivas, mientras que la interpretación hilemórfica de Tomás de Aquino

le llevará a atribuir esas funciones al "hombre": es el ser humano, el individuo, el que

vive y conoce, el que razona y entiende, el que imagina y siente. Todo ello es

imposible sin tener un cuerpo, por lo que éste ha de pertenecer al "hombre" con el

mismo derecho que le pertenece el alma.

No obstante, dada la necesidad de explicar la inmortalidad del alma, afirmará que en

ella existe ciertas facultades que le pertenecen como tal, y que no dependen para nada de

su relación con el cuerpo. Otras pertenecen al compuesto "hombre" y no pueden ser

ejercidas, por lo tanto, sin el cuerpo. Por supuesto, la intelección es una facultad que le

pertenece al alma incluso en su estado de separación del cuerpo, en cuanto tiene como

objeto de conocimiento no los cuerpos, sino el ser.

Tenemos, pues, una clasificación similar a la aristotélica. No se trata de tres tipos de

alma, sino de tres facultades o potencias de la misma alma racional. En sus funciones

vegetativas el alma se ocupa de todo lo relacionado con la reproducción, nutrición y el

crecimiento. En sus funciones sensitivas el alma regula todo lo relacionado con el

funcionamiento de los sentidos externos, así como la imaginación y la memoria;

actividades que se corresponden con las funciones del alma sensitiva de los animales.

Por último, en sus funciones racionales, Tomás de Aquino distingue como facultades

propias del alma el entendimiento (agente y paciente) y la voluntad. A través del

entendimiento el alma puede conocer el ser de la realidad material, y a través de la

voluntad quiere libremente el bien.

Como resumen de la antropología se puede ver la diapositiva 11 de la presentación de Ana Rosa Moya

Hª Tomás de Aquino, 17Curso 2013-2014

5. ÉTICA TOMISTA

5.1. La ley eterna y la ley natural

Dios al crear el universo establece un cierto orden en él. Ese orden impuesto por

Dios en su creación se conoce como ley eterna.

La ley natural es esa misma ley eterna, pero considerada desde el punto de vista de

las criaturas; las criaturas participan de la ley eterna y dicha participación se

manifiesta como tendencias constantes y persistentes hacia determinados fines. Esas

tendencias constituyen la ley natural. Citemos tres ejemplos en los que se pone de

manifiesto la ley natural:

Hay una tendencia en toda sustancia a conservar su ser según su naturaleza

Hay una tendencia en todos los animales a la procreación y al cuidado de los

hijos

Hay una tendencia en el ser humano a vivir en sociedad y a conocer la verdad.

"Siendo la ley como ya hemos dicho, regla y medida, puede encontrarse en un sujeto de dos maneras: como en sujeto activo que regula y mide, o como sujeto pasivo, regulado y medido, porque una cosa participa de un regla y medida en cuanto es regulada y medida por ella. Por eso, como todas las cosas que están sometidas a la divina providencia, sean reguladas y medidas por la ley eterna, como consta por lo dicho, es manifiesto que todas las cosas participan de la ley eterna de alguna manera ; a saber: en cuanto que por la impresión de esa ley tienen tendencia a sus propios actos y fines. La criatura racional entre todas las demás, está sometida a la divina providencia de una manera especial, ya que se hace partícipe de esa providencia, siendo providente sobre sí y para los demás, participa pues de la razón eterna ; esta le inclina naturalmente a la acción debida y al fin . Y semejante participación de la ley eterna en la criatura racional se llama ley natural." T. de Aquino, Suma Teológica, I, II, cuest. 91, art. 2

El comportamiento de todos los seres a excepción del hombre está regulado por esa

ley natural que se manifiesta a través de leyes físicas o fisiológicas de las que no se

pueden substraer. Este último está sujeto a la ley natural en el sentido siguiente:

sometiéndose a la ley natural consigue el fin para el que ha sido creado y así

Hª Tomás de Aquino, 18Curso 2013-2014

perfecciona su naturaleza y será feliz; pero como es libre puede no seguir esa ley

natural.

La ley natural es evidente, pues todo ser humano, por el hecho de ser racional, puede

conocer esa ley y sus preceptos. Es inmutable porque no cambia con el tiempo y es

universal pues afecta a todos los hombres de la misma manera.

La ley natural en lo que afecta al hombre es una norma de conducta del obrar

humano y es, por tanto, la ley moral. Determina lo que conviene al hombre en

función de su naturaleza.

Como la ley natural es evidente, todo hombre dotado de razón conoce la ley moral y

en virtud de su libertad y de su voluntad se somete o se substrae a ella.

5.2. La felicidad

Tal como hemos visto en el apartado anterior el hombre será feliz cuando siga

libremente la ley moral, de esta forma perfecciona su naturaleza y alcanza el fin para

el que ha sido creado, que no es otro que la contemplación de la esencia divina. Este

fin último lo conseguirá en la otra vida, pero ¿qué ha de hacer en esta para lograr

dicho objetivo? La respuesta no puede ser otra que seguir los preceptos de la ley

moral. El primero de estos preceptos es conservar la vida, el segundo es procrear y

cuidar a los hijos y el tercero, vivir en sociedad y conocer la verdad. Estos preceptos

están vinculados a las tendencias que hay en nuestra naturaleza; por esta razón la

ética tomista es una ética teleológica, además como plantea como objetivo último de

la vida humana la felicidad, es, también una ética eudemonista .

La virtud nos ayuda a alcanzar el objetivo último, pues es un hábito bueno que

facilita el obrar conforme a la ley moral. Tomás de Aquino coincide con Aristóteles

al considerar a las virtudes como hábitos, acciones buenas encaminadas a vivir

correctamente. A las virtudes intelectuales (sabiduría y prudencia) y morales

(fortaleza, templanza, etc.) que consideraba el estagirita, añade las virtudes

teologales (fe, esperanza y caridad).

De la ley natural deben emanar las leyes humanas positivas, que han de ser

aceptadas si no contradicen la ley natural y rechazadas o consideradas injustas si la

contradicen. Pese a sus raíces aristotélicas vemos, pues, que Tomás de Aquino ha

Hª Tomás de Aquino, 19Curso 2013-2014

conducido la moral al terreno teológico, al encontrarla un fundamento trascendente,

este fundamento no es otro que la ley eterna.

6. LA POLÍTICA

Para Tomás de Aquino la sociedad, siguiendo a Platón y a Aristóteles, es el estado

natural de la vida del hombre. En cuanto tal, el hombre es por naturaleza un ser social

nacido para vivir en comunidad con otros hombres; pero ya sabemos que asigna al

hombre un fin trascendente, por lo que ha de reconocer un papel importante a la Iglesia

en la organización de la vida del hombre. Del mismo modo que había distinguido entre

la razón y la fe y, aun manteniendo su autonomía, concedía la primacía a la fe sobre la

razón, por lo que respecta a la sociedad, aun aceptando la distinción y la independencia

del Estado y la Iglesia, aquél ha de someterse a ésta, en virtud de ese fin trascendente

del hombre. El Estado ha de procurar el bien común (facilitar el pleno desarrollo de la

persona en todos sus aspectos), para lo cual legislará de acuerdo con la ley natural. Esa

legislación constituye lo que se llama ley positiva. Las leyes contrarias a la ley natural

no obligan en conciencia (por ejemplo, las contrarias al bien común, o las dictadas por

egoísmo). Las leyes contrarias a la ley divina deben rechazarse y no es lícito

obedecerlas, marcándose claramente la dependencia de la legislación civil respecto a la

legislación religiosa.

Respecto a las mejores formas de gobierno, sigue a Aristóteles, distinguiendo tres

formas buenas y tres formas malas de gobierno que son la degeneración de las

anteriores. Aunque la monarquía parece proporcionar un mayor grado de unidad y de

paz, Tomás de Aquino tampoco descarta las otras formas de gobierno válidas, y no

considera que ninguna de ellas sea especialmente deseable por Dios.

Como resumen de la política se puede ver la diapositiva 22 de la presentación de Ana Rosa Moya

Hª Tomás de Aquino, 20Curso 2013-2014

Se puede ver la presentación de Oxford. Diapositivas 2 (Ontología); 3 y 4 (Dios); 6 y 7 (El conocimiento); 8 y 9 (Ética); 10 (Política)Algunas fuentes que se han utilizado:

http://cibernous.com/index.html http://www.webdianoia.com/index.html Presentación de Tomás de Aquino elaborada por Ana Rosa Moya Escobar La aventura del pensamiento (30 minutos): http://www.youtube.com/watch?v=AZnohLP-o9g

Presentaciones de Tomás de Aquino:Presentación de la editorial Oxford: http://isabelblasco.files.wordpress.com/2009/10/filosofia-medieval.pps http://lalechuzadeutrera.blogspot.com.es/2011/11/presentacion-de-tomas-de-aquino.html http://www.slideshare.net/mediolimon/tomas-de-aquino-15277499 http://www.slideshare.net/minervagigia/santo-toms-20#btnNext