8/9/2019 La Gesticulación Del Director

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La gesticulación del directorde orquesta

 

Resulta hasta cierto punto paradójico que una transmisión pura y

esencialmente musical (Director-Orquesta) haya de ser efectuada mediante

silenciosos y mímicos gestos. Es lo que algunos definen como el lenguaje

silencioso de la m!sica"# una acción que puede ser e$perimentada por todos y

cada uno de nosotros. Os propongo# precisamente# un simple ejercicio% &uscad

alg!n 'ídeo en donde apareca un plano continuado y frontal de un director de

orquesta en plena ejecución y desconectad el sonido. O# directamente# mo'ed'uestras manos imaginando mentalmente una melodía conocida# pero sin

declamarla. O'iamente# no se escucha m!sica alguna* +ero sí que suyace

en nuestra mente# ya sea a tra',s del 'ídeo o en nuestra impro'isada

dirección"# +ues eso es# e$actamente# el lenguaje silencioso de la m!sica".

  undamentalmente# el director es un int,rprete# un intermediario entre el

compositor (ue ha anotado lo que ideó en una partitura) y el p!lico que

escucha mediante la orquesta (/on o sin coro# con o sin solistas# etc.).

0enemos entonces una cadena% /ompositor-partitura-director-orquesta-p!lico.

1a gesticulación de un director se sit!a entre el tercer y cuarto eslaón de esa

cadena y es# simple y llanamente# el medio que utilia el director para

comunicarse con sus m!sicos. Desde un punto de 'ista# digamos# e$terno" 2

el del p!lico 2 e$isten muchas clasificaciones posiles del gesto de un

director% 3mplio# mesurado# sua'e# rusco# sim,trico# asim,trico# independiente

de raos# e$agerado# insuficiente# e$presi'o# frío* 4 un largo etc,tera queadmite cualquier adjeti'o calificati'o. En realidad# hay algo muy personal en el

tipo de gesto de cada director y ello depende de muchos factores# como el

temperamento# la constitución física o la escuela a la que pertenece. 3 ello

deemos a5adir las sujeti'as apreciaciones de quien oser'a como p!lico

que# como es lógico# son tami,n del todo personales. Ello determina que en

esta cuestión sea difícil generaliar un tipo concreto y específico de director.

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  Otra hipot,tica clasificación podría estar asada entre una distinción de

gestos e$presi'os generales y los propiamente m,tricos# aquellos que sir'en

para marcar el comp6s y tami,n la 'elocidad con que se ejecuta la ora. En

este !ltimo aspecto creo con'eniente hacer un peque5o inciso aclaratorio para

quienes carecen de formación musical% En la escritura musical# antes de la

aparición del metrónomo (3rtilugio que marca la pauta e$acta de cada tiempo y

que ya fue empleado en ,poca de &eetho'en) los tempi se determinan por 

indicaciones que 'an desde un tiempo e$tremadamente lento (7ra'e) hasta

uno decididamente r6pido (+restissimo). Estas indicaciones son tami,n un

tanto sujeti'as y para lo que un director puede significar tempo de 3llegro#

para otro puede ser un simple 3llegretto. 8ncluso con anotación metronómica en

la partitura# determinados directores hacen caso omiso de la misma y ejecutan

la ora a una 'elocidad superior a la indicada o a una m6s lenta.

  E$isten oser'aciones generales que parecen independientes de la

cualidad personal y que por tanto son aplicales a cualquier gesticulación del

director. Es o'io que tanto los raos como los ojos son los elementos

principales de los que se 'ale el director para poder comunicar sus intenciones

a la orquesta. De esta manera# el director har6 de procurar disponer de unaperfecta y recíproca 'isiilidad# y así suele alarse sore un podio#

generalmente protegido por una arra de seguridad a sus espaldas (3lguno

que otro acaó cay,ndose a la fila de utacas). En este aspecto# el director 

puede 'alerse de la partitura general de la ora a ejecutar (1o que# en cierto

modo# resta comunicación con la orquesta) o puede dirigir de memoria" (9ore

esto halaremos en concreto en una futura entrada). 3sí# huo y hay directores

que siempre dirigen con partitura (9ir 7eorg 9olti# aunque la piea fuese una

simple oertura de tres minutos) y otros que prescinden de ella y confían en su

portentosa memoria (9e cuenta que :iguel ;ngel 7óme :artíne# antiguo

titular de la Orquesta de R0<E y actual de la Orquesta de <alencia# dirigió a

pelo" la 0etralogía de =agner# algo así como 'einte horas de m!sica). >o

ostante# huo casos de un ataque de amnesia en pleno concierto# siendo el

m6s conocido el que sufrió 3rturo 0oscanini durante su !ltimo concierto

(Decidió retirarse despu,s).

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  El director ha de e'itar en todo momento acercar los raos demasiado

al cuerpo 2 sal'o para indicar un mati 2 o ajarlos mucho. En las c6tedras

de dirección orquestal y en los cursos organiados a tal fin# es conocida la

recomendación que se conoce como agarrar los cuernos del toro"# esto es#

e$tender los raos horiontalmente y a la altura de los homros para empear 

a dirigir y se5alar el arranque de la piea. E$iste tami,n un altísimo porcentaje

de directores que se sir'en de una atuta para prolongar 'isualmente la mano

derecha# la que marca el comp6s. Otros prescinden de ella y hay quien# al ser 

urdo# la empu5a con la mano iquierda (En este caso# los raos tami,n

camian sus funciones principales y es la mano iquierda la que marca el

comp6s). 9ore el uso de la atuta tami,n nos e$tenderemos en una futura

entrada. ?ay que precisar tami,n que el director puede marcar el comp6s

directamente o ien marcar sólo el primer tiempo del mismo# sore todo en

pasajes r6pidos y 'eloces.

  @no de los aspectos m6s difíciles y complicados de un director a la hora

de traducir en gesto es la llamada din6mica sonora# la correcta dosificación de

los fragmentos en forte o en piano. Dentro de esos gestos que calificamos

anteriormente como uni'ersales 2 que tami,n pueden emplearse en un6mito distinto de la dirección orquestal 2 parece e'idente que el forte

corresponde a una mayor amplitud y rusquedad# mientras que el piano se

relaciona con una gesticulación menos 'iolenta y mucho m6s sua'e. El director 

ha de ser muy mesurado en sus indicaciones# ya que si# por ejemplo# marca de

manera asolutamente tenue un piano# no le quedar6 otro remedio que

agacharse o tumarse para matiar un pianísimo. /uentan que 9ir 0homas

&eecham# director cínico y sarc6stico como ning!n otro# durante un ensayo

marcó a la 'o de forte un pasaje para trompa solista. 3l atacar el trompista

esas notas# la 'o de &eecham retumó% A"BorteC"A El trompista 'ol'ió al

primer comp6s de su pasaje y lo tocó a!n m6s fuerte". &eecham no tardó de

nue'o en gritar% A"BorteC"A @n ya ner'ioso solista de trompa# reinició el pasaje

tocando la trompa con la m6$ima intensidad sonora. +ero ahí estaa el guasón

&eecham% A"Borte# forteC"A El trompista# colorado por el esfuero e$clamó%

 A"+erdone# 9ir# pero me es imposile tocarlo a!n m6s fuerte. >o me queda aire

en los pulmones*"A 3 lo que el genial &eecham contestó% A"Es que yo# desde

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el primer momento# le estoy solicitando un forte y usted est6 empe5ado en

tocar en fortísimo*"A Resulta esencial que el director no haga el gesto tan

corto ni tan sua'e que llegue a ser imperceptile# sore todo con la mano que

marca el comp6s# ya que corre el peligro de querar la cohesión del conjunto.

0ami,n es importante que un progresi'o crecimiento de sonido no puede

hacerse demasiado amplio antes de tiempo# pues el límite de crecimiento de

esa amplitud 'iene fijado por las posiilidades físicas del mismo director y# si

,stas se consumen antes de llegar al m6$imo en din6mica sonora# no le

quedar6n recursos para indicar un !ltimo crecimiento (1legado el caso# alg!n

director llega a gritar incluso en el concierto. De eso saen mucho en

&arcelona# cuando ran-+aul Decer estu'o como titular de la Orquestra

9infónica de &arcelona i >acional de /atalunya*). @n ejemplo de esto !ltimo#

lle'ado hasta sus !ltimas consecuencias# es la ejecución del &olero de Ra'el#

en donde se parte de un mínimo de sonoridad hasta llegar a un paro$ismo

mediante un continuado crescendo que dura m6s de un cuarto de hora.

 3lgunas malas interpretaciones de esta ora 2 que no citar, 2 se deen a

que la sonoridad alcanada pasado el ecuador de la ora es tan alta que es

casi imposile que su intensidad creca.

  1os gestos de un director han de ser todos !tiles y encaminados a sus

fines de coordinación entre sus fines y los resultados otenidos. 0odo gesto

superfluo (3quellos que 'an m6s dirigidos al p!lico y los que intentan traar la

línea melódica de un pasaje) han de ser suprimidos% 1os profesores de la

orquesta saen las notas que tienen que ejecutar merced a sus partituras y el

p!lico las escuchar6 de igual manera. 9e deen tami,n e'itar en lo posile

los mo'imientos sim,tricos de raos y# al mismo tiempo# tener un campo

óptico despejado para atender cualquier posile complicación que pueda surgir.

1a ortodo$ia dicta que la mano derecha marcar6 el comp6s# mientras que la

iquierda se dedicar6 a matiar# detener# impulsar# llamar la atención*

 3simismo# el director tratar6 de conser'ar una reser'a necesaria de gestos

para atender alguna específica e'entualidad. 0odo ello dentro de una 'ariedad

goernada por las características personales de cada maestro. +ero no

ol'idemos que en la dirección de orquesta# el resultado es lo realmente

importante# no así los medios empleados para tal fin.

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