Universidad Centroamericana Jos Simen Caas (UCA)Maestra en Teologa LatinoamericanaAsignatura: Eclesiologa LatinoamericanaEstudiante: Miguel ngel Rivas Renderos

ALINEACIN O LIBERACIN Dialogo con el libro La iglesia electrnica y su impacto en Americana Latina de Hugo Assmann

La iglesia electrnica: Exposicin de las tesis fundamentales y argumentos del autor.

Descripcin y caractersticas de la Iglesia Electrnica

Hugo Assmann en su libro La iglesia electrnica y su impacto en Amrica Latina plantea que para comprender el fenmeno de la iglesia electrnica debemos ver su funcin socio-poltica e ideolgica. Afirma, que es necesario verla en su globalidad como parte del avance de las sectas evanglicas fundamentalistas y como parte de los diversos fetichismos que se utilizan para legitimar el sistema capitalista norteamericano. Tambin, hay que verla como parte de la influencia religiosa e ideolgica que ejerce los Estados Unidos en Amrica Latina.Segn Assmann, la iglesia electrnica como parte del movimiento pentecostal, surge en los Estados Unidos en los aos 50, en el contexto de la crisis del capitalismo, haciendo surgir el fermento religioso como legitimacin casi indiferenciada del sistema imperante, para ocultar las profundas necesidades de reajuste que afectaban al capitalismo y los ideales polticos norteamericanos. Los instrumento de dicha legitimacin, son los llamados tele-evangelistas. Predicadores famosos que legitiman el capitalismo en su fase definitiva de transnacionalizacin. Frente a las crisis del sistema, stos ocultan el mecanismo de explotacin, presentando smbolos para simular certidumbres en medio de las incertidumbres, y llevar a la poblacin a un adormecimiento alejndolos de la autntica realidad. As se refuerza la legitimidad del sistema con una buena dosis de pensamiento religioso apocalptico y nace de una manera ms explcita un evangelio poltico al servicio del sistema capitalista y en detrimento de los pobres. Tanto en los Estados Unidos como en Amrica Latina. La iglesia electrnica por lo tanto, es un fenmeno peculiar y caracterstico de la realidad norteamericana y de algunos pases latinoamericanos. Dicha iglesia, Assman la se define por el intenso y creciente uso de los medios electrnicos, especialmente de la TV, por dirigentes religiosos, fuertemente personalizados y relativamente autnomos, en relacin a las denominaciones cristianas tradicionales. Son justamente los superastros de la TV. Por el tipo de mensaje, con nfasis en la salvacin individual, son tambin llamados "supersalvadores". Es cierto que ellos tambin utilizan mucho la radio, pero lo que ms los define es su imagen de tele-evangelistas.Lo que caracteriza a la iglesia electrnica es la "lucha por las almas", la manipulacin religiosa de la miseria, la promesa de milagros, curaciones, empleo, etc. Se juega constantemente con la inseguridad diaria, el emocionalismo religioso, los testimonios de la experiencia como la certeza de salvacin. Continuamente se habla de conversin, de curaciones y de milagros, solicitando dinero de los fieles a lo largo de sus programas para que a travs de sus donaciones los milagros se efecten y tengan la bendicin de Dios. Las tesis fundamentales y los argumentos que se destacan en el libro son: La ambigedad del trmino Iglesia Electrnica El autor en primer lugar, plantea que la nomenclatura de Iglesia Electrnica es la ms usada en EUA. Y define a la Iglesia Electrnica con varias caractersticas: El intenso uso de los medios de comunicacin y la espectacularidad televisiva Dirigentes fuertemente personalizados y relativamente autnomos Con nfasis en la salvacin individual, llamados sper salvadores Con un mensaje ideolgicoAsimismo, habla de cmo este trmino comenz a circular cada vez ms en Amrica Latina, con su potencial fetichizador, y del sentido denunciatorio ms evidente que tiene para nosotros que en EUA. Seguidamente plantea la ambigedad del trmino Iglesia Electrnica para ello hace uso de la crtica de algunos autores y movimientos que se resisten a dicho termino, con propuestas alternativas a ste. Entre ellos se tiene: Religin comercial. Es una reaccin al no reconocer que los tele-evangelistas representen autnticamente a la iglesia. Por el sesgo comercializador. Marketing de la fe. Segn el autor, este es un concepto claramente denunciatorio, que pretende demostrar que la mayora de los programas religiosos se guan por el modelo publicitario. Mesianismo electrnico. A pesar que se denuncia el trmino Iglesia Electrnica, se hace un uso indebido del concepto mesianismo reducindolo a los milagros espectaculares. Asamblea electrnica. Segn el autor, con este concepto se busca la posibilidad de establecer, mediante el uso de modernos medios electrnicos, las condiciones necesarias para crear aquel tipo de relaciones comunitarias que sirvan como base indispensable y suficiente para una verdadera celebracin aun y cuando no sea plenamente eucarstica. Lo que se pretende es trasmitir celebraciones litrgicas, especialmente la misa. A pesar de lo anterior, la ambigedad del trmino se mantiene. Para el autor, la Iglesia Electrnica es un movimiento idoltrico, una tremenda fuente de idolatra, es un fenmeno que guarda relacin orgnica y profunda con las necesidades peculiares del sistema de opresin en el momento actual de la historia, ella es un subproducto y un derivado normal en un mundo opresor que necesita de legitimaciones religiosas. Al final del libro afirma, que aun y cuando fuere conservada la expresin Iglesia Electrnica ella debe pasar a significar en Amrica Latina algo muy diferente que significa en los EUA. La Iglesia Electrnica al servicio de la legitimacin de la ideologa capitalista En todo el desarrollo del libro se denuncia este fenmeno de legitimacin del sistema capitalista por la Iglesia Electrotcnica, tanto en EUA como en Amrica Latina. Aqu retomamos algunos puntos. Segn el autor, no es posible analizar correctamente las formas de manifestacin del fenmeno religioso sin inscribirlos en la crisis de legitimidad del capitalismo. Ya que, ste por sus caractersticas se define como la omnipresencia de las relaciones mercantiles y se nutre de la construccin social de las apariencias que ocultan lo real, por lo tanto, es intrnsecamente fetichista y generador de idolatra. Adems afirma, que al ritmo de la crisis del capitalismo, norteamericano como su mximo representante, oscilan las necesidades de velar y ocultar los mecanismos de explotacin, y este proceso de fetichizacin se alimenta intensamente de smbolos religiosos para simular certezas en la incertidumbre, seguridad en la inseguridad, en fin, para ofrecer a los hombres una "trascendencia perversa". Para fundamentar lo anterior, el autor recurre a presentar el contexto histrico en que se consolida el capitalismo norteamericano, para plantear la crisis del mismo y como este hace uso de la religin para legitimarse y ocultar las dificultades. Y como este fenmeno llega Amrica Latina con el mismo fetichismo. En el Informe Econmico Mundial de 1985, el Banco Mundial afirma, con todas las letras y nmeros, que la economa norteamericana est fuertemente subsidiada por la "importacin" de capital, va reciclaje de los flujos del dlar, del resto del mundo, y que todos los pases ms endeudados del Tercer Mundo pasaran a ser en trminos reales, exportadores de capital lquido. Mucho fetichismo se requiere para encubrir tantos y tan grandes artificios del capital, que vive del encanto de la creacin a partir de la nada, como valor que se auto-valoriza. Ya no es una generacin de dolos menores. Es Moloc, el dios sediento de vidas humanas, que exige sacrificios sin fin. Cabe preguntar: cul es el tipo de teologa de la redencin (soteriologa) y por correlacin, cul la nocin de salvacin que resulta plenamente funcional a la implementacin del fetichismo en una situacin as? Creemos que basta escuchar y ver los tele-evangelistas de turno para obtener la respuesta.Como se puede observar en el prrafo anterior, se muestra en primer lugar la crisis del sistema y la opresin que genera el capitalista norteamericano a los pases del tercer mundo. Y en segundo lugar, la necesidad de crear fetiches e idolatra para encubrir dicha opresin. En tercer lugar, la necesidad de la religin que lo legitima, en este caso los tele-evangelistas y por ende la Iglesia Electrnica. Asimismo, presenta y describe a varios de los famosos tele-evangelistas norteamericanos, y como estos con su proceder y sus predicaciones defienden y legitiman desde la religin electrnica el sistema capitalista imperante, de tal manera que uno de ellos, especficamente Pat Robertson intent postularse para candidato a presidente de los EUA por el partido republicano. Tambin, describe algunos tele-evangelistas Latinoamericanos que estn estrechamente ligados por el poder opresor legitimando a ste desde la religin. Adems el autor afirma, la fetichizacin que acompaa y legitima este proceso, es una religin concreta hecha de perversas infinitudes, ligadas a objetos. La Iglesia Electrnica, se nutre de las muchas distorsiones del cristianismo, que tienen una larga tradicin. Ella misma, o los fenmenos congneres, son cmplices de buena parte del cristianismo occidental con la lgica de los poderes opresores.La iglesia electrnica y su opcin por los pobres sin transformacin social En este tema el autor afirma que, la realidad latinoamericana est marcada por la situacin de miseria de las mayoras populares. Los documentos de Medelln, Puebla, Oaxtepec y tantos otros son explcitos en este punto. Era de esperar que la peculiaridad de esa situacin se revelase definitiva en cuanto a la eleccin de los destinatarios principales de los programas religiosos va radio y TV. Seguidamente comenta que, el fundamentalismo proselitista ha hecho, a su manera su opcin por los pobres: los transform en destinatarios principales de su bombardeo de mensajes radiofnicos y televisivos. La "Iglesia Electrnica" de los Estados Unidos coincide con esos evangelistas que actan en la Amrica Latina en la medida en que, tambin ella, articula los cdigos de sus mensajes alrededor de las inseguridades, miedos, soledad, e incertidumbre propias del enloquecido capitalismo dominante en aquel pas. Pero en Amrica Latina, los "milagros", la "sanidad divina" y las promesas de "salvacin", aunque se valgan igualmente de supuestas intervenciones divinas y recursos psicologistas triviales, se abastecen, sobre todo, de un referencial bsico; la miseria extrema. Lamentable, esta opcin por los pobres es sin ninguna transformacin social, al contrario, esto legtima ms el sistema opresor. Sin embargo, el autor no desvaloriza los milagros como medio de sobre vivencia de los pobres ante tanto dolor, l se pregunta, qu sera de los pobres sin los milagros que acontecen de hecho, y que alivian un poco sus dolores? A falta de soluciones aparecen, inevitablemente, los milagros, y las religiones se han encargado de industrializarlos desde siempre. Lo nuevo en la "Iglesia Electrnica", es que esa industrializacin religiosa de los milagros se da descaradamente para que el sistema opresor tenga menos problemas y siga igual.Redimir los medios electrnicos a la causa de los pobres El autor afirma, La preocupacin por los medios de comunicacin es un correlato necesario de la preocupacin por la comunicacin entre los pobres y la comunicacin de los pobres con la sociedad. Esa atencin a los medios de comunicacin tiene dos aspectos bsicos: la preocupacin por los daos que el mal uso de los medios acarrea a la causa de los pobres y el esfuerzo para poner esos medios al servicio de su causa.La causa de los pobres es la causa general de la sociedad. Slo las clases oprimidas son portadoras de una vocacin universal, o sea, en favor de todos.Por lo tanto comenta el autor, nuestro objetivo, refirindose a la Iglesia Electrnica, en Amrica Latina, debe ser definido desde la opcin por los pobres, o sea, desde la situacin de los oprimidos y en funcin de sus intereses. Tambin cita a: D. Mauro Morelli, Obispo de Duque de Caxias, en la Baixada Fluminense . . . no manifiesta entusiasmo por la posesin de los canales de comunicacin por parte de la Iglesia. Tenemos la Pastoral de las Comunicaciones, dice l, que ms que nunca, es un asunto de nuestro tiempo. Por medio de ella, la Iglesia necesita buscar medios para despertar a los lderes de la comunicacin existente para las causas cristianas. Para la verdad, la justicia y la solidaridad. A travs de los medios de comunicacin, la iglesia necesita desarrollar en la poblacin la capacidad de evaluar, discernir y escoger. Necesita transformar el pueblo de objeto en sujeto. Necesita, finalmente, despertar una conciencia crtica en las personas que oyen la radio y ven la televisin. Yo veo de esa forma la participacin de la Iglesia en los medios de comunicacin. Y para hacer eso, no es preciso disponer de los canales exclusivos de comunicacin".La Iglesia Electrnica y la Eclesiologa LatinoamericanaLa influencia de la teologa fundamentalista norteamericana y los tele-evangelistas ha sido fundamental en la configuracin del pensamiento evanglico pentecostal Latinoamericano. Pensamiento que ha definido la misin de la iglesia evanglica pentecostal, con un dualismo bien marcado y con un gran nfasis en la salvacin del alma, sin ninguna preocupacin por la realidad social del continente, y con un compromiso, a sabiendas o no, con los poderes establecidos y legitimacin de los mismos. A lo anterior hay que agregar, que para el pueblo evanglico en Amrica Latina la eclesiologa no es uno de los captulos preferidos de su reflexin teolgica. Como herederos de la tradicin individualista del movimiento misionero norteamericano, se inclina a ver la salvacin fundamentalmente en trminos de la relacin del individuo con Dios. Y a cuenta de poner nfasis en esa relacin, se da muy poca importancia a la dimensin comunitaria de la fe y peor an, a la lectura de la realidad. Por falta de reflexin eclesiolgica, en crculos evanglicos se da por sentado que la iglesia no es otra cosa que la suma de creyentes, es decir, de personas que individualmente han puesto su confianza en Jesucristo. Incluso se llega a pensar que la participacin en una comunidad de fe, aunque puede ser de ayuda, no es indispensable para la vida cristiana. Desde esta perspectiva, lo que realmente importa es la relacin del individuo con Dios, la cual puede darse sin ningn tipo de mediacin de la Iglesia. Esta manera de pensar es terreno frtil para el fenmeno que estamos describiendo y que tiene su mxima expresin en los Estados Unidos: el fenmeno de la Iglesia Electrnica. Consecuentemente, sin una eclesiologa enraizada en la Palabra de Dios, la iglesia evanglica es como una nave sin timn liberada al viento que sopla. Lo ms probable es que haga de su crecimiento numrico el propsito central de su existencia. Desde sta perspectiva, ser necesario que la iglesia d prioridad al marketing de sus ofertas religiosas, de modo tal que puedan competir con ventaja en un mercado donde abundan las ofertas tanto religiosas como seculares. Sin embargo, y a pesar que no se posee una eclesiologa sistemtica ni se reflexiona sobres eso, la influencia Norteamrica es significativa en la misin de la iglesia evanglica pentecostal, que se reduce, como se ha afirmado, simplemente a la salvacin del alma individual y los milagros como medios de sanacin y liberacin de problemas y enfermedades. La teologa pentecostal latinoamericana, como hija de la influencia antes mencionada, parte de una visin maniquea del mundo (Espritu vs. materia, cielo vs. tierra, iglesia vs. mundo, creyente vs gentil, Dios vs. diablo, bien vs. mal y alma vs. cuerpo). Esto lo hace como una radicalizacin debida a una experiencia real de la negatividad y crueldad del mundo. Cuando un pentecostal dice: "este mundo nada ofrece, slo ofrece perdicin" no est haciendo una afirmacin dogmtica sino narrando o tematizando su propia experiencia (miseria, exclusin, desocupacin, enfermedad, alcoholismo, etc.). Tambin parte, de un determinismo y pesimismo antropolgico, que describiran respectivamente la experiencia del "hombre viejo", incapaz de liberarse por s mismo de ciertos vicios, y su sentido de impotencia frente a fuerzas objetivas que no puede dominar (personificadas en Satans y los demonios). Adems, la afirmacin del poder del Espritu Santo, en mltiples manifestaciones, desde las lenguas anglicas hasta la simple alegra, pasando por la danza, las visiones, entre otros. La certeza de la cercana y la presencia viva de un Dios perdonador y acogedor como una forma de reapropiacin social y popular del poder de Dios. Ante lo anterior, surge la pregunta cmo sta forma de pensar y entender la fe, lleva a la iglesia evanglica pentecostal a legitimar el sistema capitalista?Se puede afirmar, que el pensamiento dualista maniquesta con nfasis en la salvacin de las almas y las sanidades divinas, no son una casualidad doctrinal, ya que como es sabido dichas doctrinas y pensamiento nace en una poca de crisis del sistema capitalista, y como contrainsurgencia en el contexto de una fuerte efervescencia revolucionaria en Amrica.