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LA IMAGEN PULSIN - Gilles Deleuze

La imagen pulsin est a medio camino entre la imagen-afeccin y la imagen-accin.Si la imagen-afeccin se desarrolla en el par Espacios cualesquiera-Afectos y la imagen accin se desplegar en el par Medios determinados-Comportamientos, la imagen pulsin se desenvolver en el par Mundos originarios-Pulsiones. Si la primera expresa la cualidad o potencia de un rostro, esta le arranca un fragmento para hacer de l su objeto de satisfaccin. Una pulsin no es un afecto, ya que es una impresin y no una expresin; ni tampoco es un sentimiento que se desarrolla en un comportamiento. Las pulsiones son extradas, arrancadas, de los comportamientos reales que circulan en un medio determinado; es decir, las pulsiones son la energa que se apodera de pedazos en el mundo originario. Es algo as como un afecto degenerado o una accin embrionaria.Hay que empezar por oponer, entonces, los comportamientos a las pulsiones y el mundo originario al mundo derivado. Por un lado las acciones, que son los comportamientos determinados en un mundo derivado y por el otro las pulsiones que se desenvuelven en el mundo originario y acercan al hombre con el animal. Sin embrago, no hay que confundir pulsiones con instintos (pertenecientes al mundo de la afeccin, al mundo ideal), puesto que estos ltimos son modos de afirmaciones dentro de una e specie, mientras que las pulsiones crean tanto como destruyen, oscilan entre la conciencia y la inconciencia y de las cuales slo tenemos conocimiento por sus efectos. La Imagen afeccin se puede asociar al idealismo, pues est vinculada al mbito ideal de los acontecimientos que no se confunden con los estados de cosas particulares; la imagen accin, por su parte, se vincula al realismo, porque en ella nos enfrentamos a acciones particulares desplegadas en espacios concretos (una accin refiere siempre a un estado de cosas); finalmente, la imgen pulsin es calificada por Deleuze como naturalista, en tanto busca representar un mundo originario -Paraso- que no es ni lo divino (ideal) ni lo histrico (real). Las pulsiones estn en la base de los comportamientos, pero fuera de la conciencia que los lleva a obrar de tal o cual modo. Asimismo, las pulsiones se diferencian de las pasiones (pertenecientes al mundo de las acciones, al mundo material), ya que stas constituyen una pura exterioridad de un comportamiento en un medio derivado. Las pulsiones son una impresin. Las pulsiones desgarran y destruyen el mundo en el que se desarrollan. Las pulsiones son fuerzas destructivas que no reconocen leyes ni comportamientos. Una vez que las pulsiones se inscriben en el mundo derivado, no hay forma de negarlos; el negarlas las inscribe con ms fuerza. En el mundo de laspulsiones ya no hay metfora, las pulsiones perforan el orden del lenguaje y la ley, que es justamente la encargada de distinguir lo que las pulsiones juntan. Las pulsiones arrastran a los cuerpos hasta su exterminacin, por eso son pulsiones de muerte, ya no hay vuelta atrs.Las pulsiones se dirigen a un pedazo del mundo originario, pero que debe ser arrancado a la organizacin del medio derivado, por ello es que son llamados objetos parciales.Esta relacin entre la pulsin y el objeto parcial, cobra tal importancia en la imagen pulsin, que llega a convertirse en primer plano:() la imagen-pulsin es sin duda el nico caso en que el primer plano se convierte efectivamente en el objeto parcial; pero en modo alguno porque el primer plano sea objeto parcial, sino porque el objeto parcial, que es el de la pulsin, deviene ah excepcionalmente primer plano. La pulsin es un acto que arranca, desgarra, desarticula. Por consiguiente, la perversin no es su desviacin, sino su derivacin, es decir, su expresin normal en el medio derivado (186)

2Tanto Stroheim como Buuel lograron introducir el tiempo en la imagen cinematogrfica. Ambos han logrado describir el medio con tanta violencia y crueldad, con su doble reparticin social ricos-pobres, gente de bien-gente de mal. Lo logran refiriendo los rasgos del mundo determinado al mundo originario, arrancando esos

rasgos que rugen en el fondo del medio. Las dos diferencias mayores entre ambos se encuentran en que Buuel no concibe la degradacin como entropa acelerada, sino como eterno retorno y su tratamiento de la relacin rico-pobre. Si Stroheim desarrolla el ir y venir del rico dentro de su propio medio by su descenso a los bajos fondos, Buuel considera el fenmeno inverso: la invasin del pobre, su ocupacin y agotamiento del medio. En el universo de Buuel todo el mundo es animal de presa y parsito a la vez. Ambos, para oponer y mezclar los dos mundos (el mundo derivado con el mundo originario) se sirven de fetichismos: fetiches sagrados, del crimen, del Bien, de la sexualidad.Cabe destacar, por otro lado, el rol fundamental que cumple la violencia. Se trata de una violencia originaria, interior, innata y esttica, que invadir el medio derivado y al que agotar literalmente siguiendo un proceso de degradacin. La pulsin hurga y se apodera de aquello que no le pertenece.

3Luego de Stroheim y Buuel, Losey es el gran naturalista. la gran violencia que albergan sus personajes, violencia que no entra en accin sino que est en acto. Esto significa que no llega a entrar en accin sino que el personaje la posee, es interior o hasta innata. En este sentido no llega a ser dinmica, permanece esttica. Adems, esta violencia de la pulsin invade un medio derivado,

agotndolo paulatinamente hasta llevarlo a su completa degradacin (como el servilismo, en acto en el sirviente pero latente en el amo, en los amantes, en el nio).En Losey, la degradacin del mundo derivado no pasa ni por la entropa ni por el ciclo, sino, en otra direccin, por la vuelta contra s mismo (de la pulsin). La violencia de la pulsin es demasiado grande, imponente para la accin, por ello el individuo no da el paso de la pulsin a la accin, retiene la pulsin hacindola retornar contra s mismo. Vctima de s mismo.En la base est la pulsin, y esta, por naturaleza, es demasiado fuerte para el personaje, sea cual fuere su carcter. Lejos de ser una mera apariencia, esta violencia se alberga en su interior, pero no puede despertarse, es decir, surgir en el medio derivado, sin quebrar de un golpe al personaje o embarcarlo en un devenir que es el de su propia degradacin y el de su propia muerte.La salvacin, en el caso de Losey, puede hallarse en las mujeres. Son los hombres los que caen en el juego de las pulsiones, mientras que las mujeres permanecen inmunes.La imagen pulsin tiene en efecto dos signos: los sntomas y los dolos o fetiches. Los sntomas son la presencia de las pulsiones en el mundo derivado, y los dolos o fetiches, la representacin de los pedazos. Un sntoma es la presencia de las pulsiones en el medio derivado o real.

Leibniz

2. Contra el mecanicismo: las mnadas

La introduccin de la fuerza como principio metafsico, significa la desaparicin de la concepcin mecanicista de la naturaleza, y el descubrimiento de que en los cuerpos hay unaautomovilidadque va a ser lo que caracterice a la materia.El mundo leibniziano es un mundo pensado a la manera de un gran organismo. Los animales no son mquinas cuyo funcionamiento pueda explicarse mecnicamente.La extensin no puede otorgar una unidad verdadera a los cuerpos materiales. La extensin remite slo a una mera coleccin de partes hasta el infinito. La esencia de la materia debe ser pensada como algo unitario. Es lavis, la fuerza, la encargada de dotar de unidad real a los entes:"Tuve, pues, que llamar de nuevo, y, por decirlo as, rehabilitar las formas substanciales, tan mal tratadas hoy, pero de una manera que las hiciese inteligibles, y separando el uso que debe hacerse de ellas del abuso que se ha hecho." (Op. Cit., 3, pag. 42)En la poca de Leibniz, la filosofa aristotlico-tomista estaba bastante desprestigiada, debido a la labor de los racionalistas. Sin embargo, l intenta extraer de los filsofos antiguos, y en especial, de Aristteles, aquello que va a ser el pilar de su sistema; esto es , las formas substanciales o lostomos formales. Son stos los que van a constituir la verdadera composicin de lo real, y lafuerzaser lo que los caracterice.La naturaleza se mueve, y se desenvuelve por s misma, y desde dentro de s misma gracias a este ncleo energtico.Las formas van a ser elaboradas a imagen de las almas, como principios que ceden actividad, que mueven y que propician el desarrollo de aquello en lo que ellas estn insitas, de aquello que ellas ocupan.No obstante, esas formas substanciales no pueden dar razn de las particularidades concretas de la naturaleza (explicables por las leyes mecnicas), sino que las substancias, oMnadascomo luego se las llamar, solo pueden dar cuenta de los principios primeros y ms generales de la naturaleza.En relacin con la substancia, Leibniz cree que sta se puede inferir tambin a travs del lenguaje, del discurso predicativo:"Es cierto que, cuando muchos predicados se atribuyen a un sujeto, y este sujeto no se atribuye a ningn otro, se le llama substancia individual; pero esto no es bastante y semejante explicacin es, tan slo, nominal. La naturaleza de un ser perfecto consiste en tener una nocin tan acabada de l, que bastase para comprender y para deducir de ella todos los predicados del sujeto a quien se atribuye esta nocin" (Op. Cit. Discurso de metafsica, 8, pgs. 11-12)

3. El principio de contradiccin y el de razn suficiente

Toda la filosofa occidental est atravesada por la conviccin de que el ser, la verdad y la estructura de la proposicin "S es P" estn en ntima conexin. Hay verdad cuando nuestro pensamiento se ajusta al ente; ahora bien, el asiento y lugar propios de la verdad es la proposicin.En la proposicin predicativa "S es P", la verdad o conformidad con lo que el ente es, consiste en que el predicado convenga al sujeto y que sea propuesto y afirmado en la proposicin como conviniendo al sujeto. Por lo tanto, la proposicin verdadera acerca el ente exige que todos los predicados estn en el sujeto como sustentador de ellos. Pero el predicado puede pertenecer al sujeto esencial o accidentalmente.Para Spinoza, Dios era el sustentador de los entes, y stos eran sus predicados. Sin embargo, con Leibniz nos hallamos con una multiplicidad infinita de substancias individuales que estn constantemente desplegando sus predicados. Pero esos predicados no son sino la explicitacin de Dios, en la que Dios est de algn modo determinado. Los predicados individuales no expresan totalmente a Dios, sino que lo hacen slo parcial y unilateralmente; cada uno de ellos es, no obstante, una unidad relativa en la que todo existe de una manera individual, parcial. Leibniz tendr qu mostrar qu es la substancia y cmo se relaciona con Dios, sin perder por ello esa independencia relativa.La teora de la verdad va a estar en conexin con otros dos principios fundamentales: elprincipio de contradicciny elprincipio de razn suficiente:"Nuestros razonamientos de fundan en dos grandes principios: el de contradiccin, en virtud del cual juzgamos falso lo que encierra contradiccin, y verdadero, lo opuesto o contradictorio a lo falso. Y el de razn suficiente, en virtud de el cual consideramos que ningn hecho puede ser verdadero o existente y ninguna enunciacin verdadera sin que de ello haya una razn bastante para que se as. Aunque las ms veces esas razones no puede ser conocidas por nosotros" (Op. Cit. Monadologa, 31-32, pag. 392)Una vez que acontece un hecho determinado, hay siempre una razn que lo hace comprensible, es decir, una razn que hace y explica que esto sea as y no de otra manera. Por lo tanto, hay cosas en este mundo que no pueden ser de otro modo a como son; son cosas inmutables y eternas, cuya razn es su misma necesidad o existencia (ipsa necessitas seu essenta). Una ecuacin matemtica cumplira este requerimiento, pero en el mundo real las cosas que acontecen quizs pudieran ser de otro modo. Y aun as, los entes reales no carecen de una razn suficiente para ser como son. En el caso de los seres que observamos en el mundo, como la totalidad de sus predicados no se dan "de golpe", sino que se van presentando en el tiempo formando una serie ilimitada de repliegues, hay que buscar una causa externa a ese ser, que sea a la vez, su principio y su fin: Dios."Y as la razn ltima de las cosas debe hallarse en una substancia necesaria, en la cual el detalle de los cambios est solo eminentemente, como en su originen; y esto es lo que llamamos Dios" (Op. Cit. Monadologa, 38, pag. 939)Dios es, entonces, "una consecuencia simple del ser posible", porque slo un ser perfecto e infinito "debe ser incapaz de admitir lmites y ha de contener tanta realidad cuanta sea posible" (Monadologa, 40, pag. 393). Y as las cosas Qu caracteriza a esas substancias? Qu relacin mantienen con su causa?La fuerza (vis) es lo que caracteriza esencialmente a la substancia, lo que le da movilidad y lo que, en ultima instancia, conserva a sta en una coherente unidad. Pero estas fuerzas primitivas, ncleos motrices, no han podido ser generadas ms que por una causa infinita y eterna, es decir, necesariamente han debido ser generadas e impresas en la substancia desde el principio. El que una substancia sea tal, corre paralelo al primitivo origen del principio energtico y formal que la anima; pero es m: al ser ellas partes constituyentes de todos los entes, no slo ellas han de existirab initio, sino tambin el mundo:"As pues, exceptuando las almas que Dios quiera crear expresamente, vaame precisado a reconocer que las formas constitutivas de las substancias tienen que haber sido creadas con el mundo, y que subsisten siempre" (Nuevo Sistema de la Naturaleza, 4, pag. 42)Dios, por tanto, ha creado las substancias; pero este hecho no es arbitrario. Aqu se nos presenta un Dios que obra racionalmente. El principio de razn suficiente tiene un significadoteleolgico; es decir, l expresa que todo lo real se ha de ajustar, pada poder serlo, al logro del mayor sentido y coherencia en el ente finito. Dios, por tanto, no obra libremente, sino que l mismo, por el contrario, est tambin determinado por el principio de razn suficiente.Aunque esencialmente y en relacin a un principio casual todas las substancias son iguales , cosa que para Leibniz es imposible, pues se contradice con el principio de los indiscernibles, las substancias mantienen entre s cierto orden dentro del mundo. Las substancias estn jerarquizadas no slo a causa de su estructura interna, sino de las relaciones que mantienen otras estructuras con ellas y de los lazos que mantiene el conjunto, el todo, con su particularidad de ser."Si las mnadas careciesen de cualidades, seran indistinguibles unas de otras, ya que, en cantidad, no difieren; y por consiguiente, supuesto lo lleno, un lugar cualquiera no recibira nunca, en el movimiento, sino lo equivalente de lo que haba tenido, y un estado de cosas sera indiscernible de otro" (Op. Cit. Monadologa, 8, pag. 390)Tiene que haber un "detalle de lo que cambia", para que surja laindividuacinque haga posible que cada mnada se disperse en una multiplicidad de cualidades y determinaciones que la haga ser otra.Hay almas racionales o formas espirituales, y hay formas ordinarias o insertas en la materia. Las primeras son de orden superior y tienen una mayor perfeccin. Son como pequeos dioseshechos a imagen de Dios y portadores de algn resplandor de las luces de la divinidad.Esta prioridad del alma respecto de las formas ordinarias supone que todo est fundamentalmente hecho y producido para ellas.Pero, para hacer distinciones entre mnadas o sunbstancias es necesario volver atrs en el tiempo.4. Inmortalidad: animalculismo y preformacin.

Leibniz conoca las teoras de algunos bilogos del siglo XVII, como Swammerdan y Leeuwenhoek (el autor los menciona en el punto 6 de su obraNuevo sistema de la naturaleza). Si las substancias ni nacen ni perecen, tampoco los animales y las substancias organizadas estarn sujetos a generacin y corrupcin. Los cuerpos animales han de haber existido desde un principio, cuando fueron generados con el mundo.Hay un asombroso parecido entre la teora de los grmenes preexistentes del naturalista y anatmico holands Swammerdan y la teora leibniziana de la substancia.El naturalista sostena que Dios haba creado en un slo instante todos los seres vivientes, y que haban sido creados bajo la forma de grmenes extremadamente pequeos, slo visibles mediante un microscopio.Para Leibniz las substancias, las formas primitivas, han nacido con el mundo. Los animales no han podido generarse a partir de la materia meramente extensa. Todas las formas animales existen desde un principio:"...los cuerpos orgnicos de la naturaleza no son nunca productos de un caos o de una putrefaccin, sino siempre de simientes, en las cuales haba, sin duda, cierta preformacin"(Monadologa, 73, pg. 397, Op. Cit. )Del bilogo Loewenhoek aprovech la 'Teora de los Animlculos Espermticos', para anular la validez del concepto de metempscosis o transmigracin de las almas:"As el alma cambia de cuerpo poco a poco y por grados, de suerte que no se ve despoblada nunca de golpe de todos sus rganos; hay a menudo metamorfosis en los animales, pero nunca metempscosis ni transmigracin de las almas. Y lo que llamamos generaciones son desenvolvimientos y acrecentamientos. Ni tampoco hay almas totalmente separadas, ni genios sin cuerpo. Slo Dios est enteramente desprovisto de l"(Monadologa, Op. Cit. 72, pg. 397)El animalculismo era un sistema que afirmaba que slamente los animalillos espermticos eran capaces de producir un embrin animal. Los cuerpos no proceden de la pura extensin, sin de un principio de movimiento (alma) desde la creacin.Leibniz va a incorporar estas doctrinas, insertndolas en su teora metafsica de la substancia:" Y puesto que no hay en el animal nacimiento ni generacin enteramente nueva, sguese que no habr extincin final ni muerte completa, en el rigor metafsico de la palabra; y que, por consiguiente, en lugar de la transmigracin de las almas, lo que hay es transformacin de un mismo animal, segn que los rganos estn dispuestos de un modo u otro o ms o menos desarrollados". (Nuevo sistema de la naturaleza. Op. Cit. 8, pg. 43)Transformacin, envolvimiento, metamorfosis...todas estas palabras pretenecen al campo semntico de lo mvil, de lo indeterminado, de lo no acabado o lo que no ha llegado a su fin, qizs porque ste no es sino su continuo ir hacindose, ir transformndose a travs de los mltiples repliegues que adquiere en su desenvolmimiento. Lo que es, lo que hay ya est dado de antemano. El mundo es siempre el mismo mundo, un mundo viejo que slo puede mostrar su identidad a partir de la diferencia, generarse a s mismo a travs de la pluralidad de cualidades y aspectos que van surgiendo desde dentro de l mismo.La metamorfosis se oculta tras la mscara, el aspecto, igual que la crislida se esconde en su capullo y no nos revela la hermosura de su nueva apariencia hasta que sta toma una forma temporal. El acabamiento, la cosificacin de "lo natural" es una gran mentira: un disfraz que oculta nuevas y secretas transformaciones.El mundo es, por lo tanto, un ir desplegndose y replegndose lo mismo en lo mismo bajo apariencias diversas que, por un lado,individualizan a cada parte (aparicin) del conjunto y, por otra, conectan a cada individuo con el todo, formando una unidad compacta.De esta manera no es de extraar que Leibniz haga uso del campo semntico de las trasnformaciones y metamorfosis para explicar su teora de la inmortalidad:"Se ha juzgado que no slo el cuerpo orgnico estaba en ellas ('preformado en los animales espermticos') antes de la concepcin, sino tambin que haba un alma en ese cuerpo y, en una palabra, estaba el animal mismo, y que por medio de la concepcin, el animal qued dispuesto para una gran transformacin y llegar a ser animal de otra especie. Algo semejante a sto se ve, aparte de la generacin, cuando los gusanos se tornan mariposas y moscas."(Monadologa. Op. Cit. 74. Pg. 397-398)"No hay nadie, pues, capaz de sealar bien el verdader momento de la muerte, la cual puede por mucho tiempo considerarse como una mera suspensin de las acciones notables y, en el fondo, nunca es otra cosa en los simples animales; atestguanlo las resurrecciones de las moscas ahogadas y luego enterradas en creta pulverizada y otros varios ejemplos semejantes."(Monadologa. Op. Cit. 74. Pg. 397-398)

5. Comunicacin entre substancias. Larepraesentatio mundi.

Pero, avanzando un poco ms De qu manera estn unidas entre s las substancias?Descartesno pudo explicar la comunicacin de las substancias, al haber introducido en el mundo una escisin radical entre dos rdenes que eran, de suyo, incompatibles entre s: lares cogitansy lares extensa.Los ocasionalistas tampoco explicaron esta relacin, vindose obligados a recurrir al milagro para que la accin de unas substancias sobre otras se mantuviera:"Descartes al llegar a este punto, abandon la partida, a lo menos, as se infiere de sus escritos; pero sus discpulos, viendo que la opinin comn es inconcebible, juzgaron que sentimos las cualidades de los cuerpos, porque Dios hace que en el alma nazcan pensamientos con ocasin de los movimientos de la materia y cuando, a su vez, el alma quiere mover el cuerpo, juzgaron que Dios es quien lo mueve por ella. Y como la comunicacin de los movimientos les pareca inconcebible, creyeron que Dios da un movimiento a un cuerpo con ocasin de los movimientos de otros cuerpos." (Nuevo sistema de la naturaleza. Op. Cit. pg. 45)La hiptesis del Deus ex machina no basta para dar razn de la relacin de las substancias entre s y con el mundo.Leibniz niega que una mnada pueda obrar sobre otra. El principio de todo lo que hace o le acontece a la mnada es exclusivamente interno a ella; nada puede recibir de otra mnada. La razn de todo lo que abarca la mnada no puede estar ms que en la mnada misma, en tanto que es una parte necesaria en correspondencia necesaria con las dems partes que componen el universo.En ltima instancia es Dios el responsable de la produccin continua de las cosas, ya que l ha garantizado la perfecta conexin del mundo como un todo desde el momento de la creacin. No obstante Dios ha imprimido en las substancias, desde su origen, las leyes de su propio desarrollo y desenvolvimiento y, por lo tanto, no tiene que estar continuamente "produciendo milagros", es decir, actuando sobre el mundo, porque para eso dot a las substancias de un principio interno de accin."Pero en las substancias simples, esa es influencia ideal de una mnada sobre otra, lo cual no puede tener efecto a no ser por intervencin de Dios, en cuanto que, en las ideas de Dios, una mnada solicita, con razn, que Dios, al regular las dems, desde el comienzo de las cosas, la tenga en cuenta." (Monadologa. Op. Cit. 51, pg. 395)"Y por esto, entre las criaturas, las acciones y pasiones son mutuas. Pues Dios, comparando las substancias simples, halla en cada una de ellas razones que le obligan a acomodar la otra a la primera; y por consiguiente, lo que en ciertos respectos es pasivo, es activo visto desde otro punto de vista" (Monadologa. Op. Cit.52, pg. 395)Las relaciones entre mnadas son descritas en trminos de accin y pasin. La accin es el cambio interior de una mnada que aumenta la riqueza de su expresin; las pasiones son los cambios interiores de una mnada que, en correspondencia con la accin de otra mnada, disminiye la riqueza de su pluralidad de expresin. Sin embargo, esa accin no pasa de una mnada a otra.La nica relacin entre mnadas es que las representaciones de ellas concuerden entre s en todos los momentos.Es imposible un contacto directo entre las substancias. Si el mundo no es una serie de episodios dispersos sin ningn orden se debe a que existe una estrecha concordancia y relacin entre las representaciones en cada substancia y entre las substancias. A esto lo denomin Leibnizcomunicacin de las substancias."YSin embargo, es muy cierto que las percepciones o expresiones de todas las substancias se corresponden mutuamente, de suerte que cada cual, siguiendo con cuidado ciertas rezones o leyes que ha observado, se encuentra con otro que ha hecho otro tanto, al modo que cuando convienen muchos en reunirse en un paraje dado y en da fijo, lo pueden hacer efectivamente si quieren. Mas aunque todas expresan los mismos fenmenos, no por eso hay precisin de que sus expresiones sean perfectamente semejantes, sino que basta que sean proporcionales." (Discurso de metafsica. Op. Cit.14, pg. 17)El mundo es una totalidad cooperante. Cada substancia representa el universo entero a su manera y segnsu punto de vista. Cada substancia es unespejo del universo, unarepraesentatio mundi.El mundo es un complejo compuesto por una pluralidad infinita de substancias singulares que estn en mutua conexin y dependencia. Las representaciones del mundo en cada substancia y segn su punto de vista, otorgan, as mismo, el caracter individual y particular de cada mnada: no hay dos substancias iguales porque todas representan el universo desde puntos de vista diversos; porque todas son repraesentationes mundi desde perspectivas esenciales distintas. Y, sin embargo, aunque todas las representaciones son desiguales, no por ello dejan de concordar unas con otras. Esas visiones del mundo mantienen entre s una extraordinaria proporcionalidad debida, quizs, a su origen comn: Dios. Un origen que se rega por una racionalidad absoluta. Hay una total unin y trabazn de todo con todo. El mundo, en su totalidad, est en el alma, en las substancias pero tambin las substancias estn en el mundo.La relacin macrocosmos-microcosmos se halla contrada de una manera nica y total en cada una de ellas:"Este enlace, pues, o acomodo de todas las cosas con una y de una con todas las dems, hace que cada substancia simple tenga relaciones que expresen todas las dems, y sea, por consiguiente, un viviente espejo perpetuo del universo. (...) as, por la multitud infinita de substancias simples, hay como otros tantos universos diferentes, lo cuales no son, sin embargo, sino perspectivas de uno slo, segn los diferentes puntos de vista de cada mnada." (Monadologa. Op. Cit.56-57, pg. 395).Por tanto, todo lo que le sucede a la substancia, est ya contenida en ella misma: presente, pasado y futuro estn formalmente insitos en ella desde el principio. La serie de las representaciones que produce el alma para s misma, responder de manera natural a las series de los cambios producidos en el universo.La fuerza motriz de la substancia, su primitivo punto de vista desplegado en un movimiento sin fin, acoge dentro de l la unidad y la refleja. Nada est aislado; nada hay estril o intil: Dios ha querido que haya ms que menos substancias. El mundo ha sido construido conforme a un plan: su perfecto desenvolvimiento, en el que cada substancia forma como un mundo aparte, cerrado e independiente, a imagen del universo total."Sguese de la suprema perfeccin de Dios que, al producir el universo, ha elegido el mejor plan posible, donde hay la mayor variedad con el mayor orden; donde estn el terreno, el lugar y el tiempo mejor dispuestos; donde el efecto es mayor por los ms simples conductos." (Principios de la naturaleza y de la gracia. Op. Cit.10, pg. 408).Pero volvamos a los campos semnticos. Una de las cosas que ms llama la atencin al leer a Leibniz es la cantidad de palabras sinnimas utilizadas para caracterizar a las substancias: proporcin, aggregatum, apetito, conveniencia,... Todas ellas hacen referencia a la categora de la relacin. Categora que cobra una extremada importancia en el desarrollo del sistema filosfico del autor.Lo que determina a la substancia es la red de sus mltiples relaciones, no slo con lo externo a ella (relacin entre representaciones de las distintas mnadas), sino tambin consigo misma: las mnadas forman compuestos que no son sino enlaces entre distintas unidades; unidades estas que no van a tener el mismo tipo de estatus entre s. Hay mnadas que ostentan una jerarqua mayor que otras. Hay mnadas que forman los cuerpos y mnadas que componen las almas y los espritus. Pero es ms; el principio de individuacin de la substancia ya no es inherente al sujeto, ni siquiera accidentalmente, o por lo menos, no es slo algo inherente al sujeto lo que conforma su individuacin. Hay algo ms; algo que no es la substancia misma pero que se encuentra en ella de una manera fraccionada, en perspectiva.La individuacin ahora slo es posible haciendo relacin a algo; diciendo referencialmente relacin a otros que no soy yo mismo. Es la repraesentatio mundi, entendida como una visin particular del mundo, que est supeditada a otras visiones distintas de la propia, la que va a propiciar que la substancia se constituya como un individuo concreto, discernible de los dems.Si el ser de la mnada es ese irse plegando y desplegando a travs de sus sucesivas representaciones, que conforman su imagen del mundo, y ese ir plegndose tiene que amoldarse a las transformaciones de cada una y todas las mnadas existentes, la particularidad de cada substancia no ser sino el manojo, el haz de todas las posibles relaciones que configuran su propia relacin.Cada substancia tiene que amoldarse a las dems antes de poder delimitar lo que ella es. La individuacin se realiza por medio de un mutuo ajuste. Las partes del todo, para salvar su particularidad, han de subordinarse al todo que, a su vez y para no perder su unidad, tiene que adaptarse a la parte.El universo es la infinita estructura de relaciones entre las partes y el todo; el irse formando enlaces que, por ser ellos mismos inestables, contribuyen a la inalterabilidad del conjunto.La idea de una armona universal slo es pensable cuando se realiza entre trminos que poseen su propio principio de movimiento; es decir: entre elementos auto-mviles, pues donde no hay accin, no hay relacin.Otro requisito necesario para que sea viable una armona universal es que los trminos conctados tienen que ser conmensurables, esto es; tiene que darse una proporcionabilidad entre ellos que de razn de la necesidad de su unin. Ya que, si el enlace entre los elementos fuese meramente contingente, la racionalidad del mundo se vendra abajo y el universo quedara sumido en la indeterminacin de sus propias idas y venidas arbitrarias.Para excluir la posibilidad de que esto ocurra, y porque de hecho observamos que esto no ocurre, Leibniz busc el lugar de la proporcin en Dios: como principio homogneo de todas las substancias Dios es el horizonte de la complicada red de relaciones y trabazones que establecen los elementos del mundo para conservar su unidad. Y, por eso, l mismo no deja de ser un trmino, aunque el ms importante, de la relacin.Siendo as las cosas, lo nico que podra liberar a las substancias del yugo de su pertenencia a la estructura del mundo sera la muerte. Slo dejendo de ser algo activo, unicamente muriendo podemos dejar de establecer relaciones. Y esto no le ha sido reservado a las substancias, que son eternas.La mnada debe resignarse a ser en continuo devenir; a permanecer en la medida en que ese permanecer sea un estar siempre deviniendo.

SCHRADER, Paul (1999). El estilo trascendental en el cine.Paul Watzlawick (1921-2007)

TEORA DE HIPNOSISSteven Jay Lynn, Ph. D.* y Irving Kirsch, Ph. D.**Universidad de Binghamton (EE.UU.), **(Universidad de Plymouth, Reino Unido)Durante aproximadamente los ltimos 50 aos, el estudio y la prctica de la hipnosis se han enmarcado dentro del campo de la Psicologa. Este artculo revisa las conclusiones que constituyen un acuerdo emergente entre los cientficos sobre los fenmenos fundamentales de la hipnosis, y describe la influencia de las teoras de hipnosis que han tenido una repercusin determinante en el campo, y que no descansan en la idea de que la hipnosis se puede explicar por un "estado de trance" especfico de la hipnosis. Estas teoras incluyen la teora socio-psicolgica del rol (ejemplo: Sarbin, Coe), la teora cognitivo-comportamental (ejemplo: Barber), la teora neodisociativa (ejemplo: Hilgard), la teora socio-psicolgica de Spanos, la teora de la expectativa de respuesta (ejemplo: Kirsch), el modelo integrador de Lynn, y la teora del set de respuesta (ejemplo: Kirsch, Lynn).Correspondencia: Steven Jay Lynn, Ph.D., Psychology Department, State University of New York-Binghamton, Binghamton, New York 13902-6000. E-mail: [email protected]: Dra. Sonia Cabaas...........Revisin tcnica: Dr. Antonio CapafonsLa hipnosis es un procedimiento en el que una persona denominada "hipnotizador" sugiere cambios en las sensaciones, percepciones, sentimientos, pensamientos y/o acciones en una persona denominada "sujeto" o "participante" (Kilshtrom, 1985; Kirsch, 1994). Las sugestiones que caracterizan el campo de la hipnosis son de tres tipos. Las sugestiones idemotoras son sugestiones en las que una accin determinada, como que un brazo se eleve en el aire (levitacin del brazo), ocurrir automticamente, sin conciencia de esfuerzo voluntario. Las sugestiones de reto son sugestiones en las que la persona no puede ejecutar una accin que normalmente est bajo su control voluntario, como doblar el brazo (rigidez del brazo). Las sugestiones cognitivas son sugestiones para distintas distorsiones cognitivas o perceptivas, como la amnesia selectiva, la reduccin del dolor, o las alucinaciones. Hay que subrayar que algunas sugestiones cognitivas contienen retos. Las sugestiones de amnesia, por ejemplo, requieren que la persona no recuerde una informacin determinada. Las sugestiones de este tipo difieren de las sugestiones de reto slo en que lo que es inhibido es una cognicin ms que una accin. As, la divisin entre los tres tipos de sugestiones es algo confusa.El inters por la hipnosis se ha incrementado dramticamente en las ltimas dcadas, trasladndose al campo de la psicologa. Un nmero importante de profesionales de la salud mental emplea la hipnosis regularmente (Kraft & Rodolfa, 1982; Rhue, Lynn, & Kirsch, 1993), y los investigadores le han dedicado una considerable atencin a este tema (Lynn & Rhue, 1991). La investigacin clnica indica que la hipnosis es ms que una adicin pasajera al bagaje clnico de las herramientas psicoteraputicas. Los meta-anlisis han demostrado que adjuntar la hipnosis a los tratamientos cognitivo-comportamentales y psicodinmicos mejoran, sustancialmente, su eficacia (Kirsch, Montgomery, & Sapirstein, 1995; Smith, Glass, & Miller, 1980). Adems, se ha encontrado que la hipnosis es una tcnica clnica valiosa para el control del dolor (Patterson & Jensen, 2003).La aceptacin, cada vez mayor, de la hipnosis como adjunto a los tratamientos hace que la comprensin de los fenmenos fundamentales de la hipnosis sea an ms importante. Aunque entre la poblacin lega todava se mantienen ciertas concepciones errneas acerca de la hipnosis, la investigacin cientfica y la cuidadosa observacin clnica en las pasadas dcadas han dado lugar a un entendimiento preciso y a un consenso creciente entre los cientficos sobre los fenmenos fundamentales de la hipnosis. Se sabe que: (a) la habilidad para experimentar los fenmenos hipnticos no indica credulidad o debilidad; (b) la hipnosis no est relacionada con el sueo; (c) la sugestionabilidad hipntica depende ms del esfuerzo y de la habilidad del sujeto que de las habilidades del hipnotizador; (d) las personas retienen la capacidad de controlar sus conductas durante la hipnosis, son conscientes de su alrededor y pueden observar los sucesos que ocurren fueran del marco de las sugestiones durante la hipnosis; (e) la amnesia espontnea posthipntica es relativamente poco frecuente; (f) se puede responder a las sugestiones con y sin hipnosis, y la funcin de una induccin hipntica es meramente la de incrementar la sugestionabilidad, aunque muy sucintamente; (g) la hipnosis no es un procedimiento peligroso cuando la practican clnicos e investigadores cualificados; (h) la mayora de los sujetos hipnotizados no estn simulando ni simplemente acatando (complying) las sugestiones; (i) la hipnosis no incrementa la precisin de la memoria, sino que por el contrario provoca falsos recuerdos; y, (j) la hipnosis no fomenta que se re-experimenten, de forma literal, los sucesos de la infancia (Hilgard, 1965; Kirsch, Silva, Carone, Johnston, & Simon, 1989; Nash, 1987; Rhue et al., 1993).Tradicionalmente, los cambios en la experiencia y la conducta que ocurren en la hipnosis se atribuyeron a un estado de trance. Durante aos, se daban por sentadas la existencia y la naturaleza causal de este estado hipntico alterado de conciencia. De qu otro modo las personas hipnotizadas podan experimentar esas experiencias? En los aos 50 y 60, los tericos del "no-estado" desafiaron esta concepcin, formulando la hiptesis de que el estado de trance no era necesario para explicar los fenmenos caractersticos de la hipnosis (Barber, 1969; Sarbin, 1950). Los datos que determinaban el rechazo de la hiptesis del estado alterado de conciencia fueron los siguientes: (a) no hay marcadores fisiolgicos del hipottico estado de trance; (b) todas las experiencias alteradas provocadas por las sugestiones hipnticas pueden ser tambin provocadas por sugestiones sin induccin de hipnosis; (c) aunque inducir la hipnosis incrementa la sensibilidad a las sugestiones, slo lo hace sucintamente; y, (d) se pueden producir similares incrementos en sensibilidad a las sugestiones a travs de una variedad de tcnicas dirigidas a incrementar la motivacin y las expectativas para responder hipnticamente (Kirsch & Lynn, 1995). Entonces, si las respuestas a las sugestiones hipnticas no estn provocadas por la induccin de un estado de trance, cmo se producen? A lo largo de este artculo, vamos a revisar varias explicaciones "no-estado" de las respuestas hipnticas.TEORA SOCIO-PSICOLGICA DEL ROLEl concepto tradicional de la hipnosis como un estado fue desafiado en primer lugar por Theodore Sarbin en 1950. Sarbin afirm que la hipnosis poda ser conceptualizada como "creer en las imaginaciones" (believed in imagining,) y desarroll una "teora del rol" de la hipnosis fuertemente basada en la metfora del rol para establecer un paralelismo entre la interaccin hipntica y un drama en miniatura en el que ambos, el hipnotizador y el sujeto, representan roles recprocos para seguir un guin no explcito (unvoiced) (Sarbin, 1997). Sarbin y su colega, W.C. Coe, desarrollaron la teora del rol (Sarbin & Coe, 1972; Coe & Sarbin, 1991), y realizaron investigacin que subrayaba la importancia de: (a) el conocimiento de los participantes sobre lo que se requiere en la situacin hipntica; (b) las auto-percepciones y las percepciones relacionadas con el rol, las expectativas, las habilidades imaginativas; y, (c) las caractersticas y demandas situacionales que guan el modo en que se representa el rol.La Teora del Rol de Sarbin (1950), con frecuencia se malinterpreta y se describe incorrectamente en trminos de "desempeo de roles", lo que implica que el sujeto hipnotizado est meramente simulando. Aunque a primera vista esto pueda parecer una diferencia muy sutil, es algo realmente crucial. Nosotros representamos muchos roles sociales a lo largo de nuestras vidas. Estos incluyen el rol de padre, hijo, estudiante, profesor, amigo, colega, supervisor, supervisado, etc. Esos roles moldean profundamente nuestra conducta. El comportamiento de un profesor en una clase es muy diferente al de un estudiante, y la conducta de un terapeuta es diferente a la del cliente. Decir que estamos representando el rol de padre no implica que estemos simplemente fingiendo ser padre. De igual modo, cuando las personas toman el rol social de persona hipnotizada, no estn simplemente fingiendo estar hipnotizados. Como recalc Sarbin, el sujeto hipntico cree en las imaginaciones que conforman la base de la experiencia hipntica.TEORA COGNITIVO-COMPORTAMENTALTheodore X. Barber (1969) fue influido por las teoras de Sarbin, y critic el concepto de estado por su circularidad lgica (ejemplo: la sensibilidad hipntica puede indicar tanto la existencia de un estado hipntico como ser explicada por l). En una serie amplia de estudios realizados durante los aos 1960 (Barber, 1969; Barber & Calverly, 1964, 1969) e inicios de 1970 (Barber, Spanos, & Chaves, 1974), Barber y sus colaboradores demostraron que las actitudes, expectativas y motivacin eran determinantes que influan en las respuestas hipnticas. Ms an, participantes "altamente motivados" no-hipnotizados y participantes hipnotizados respondan a las sugestiones de forma similar. Dado que las respuestas hipnticas no eran particularmente infrecuentes, no requeran de ningn estado de conciencia fuera de lo normal. Por consiguiente, los clnicos no tienen ninguna necesidad de decir a sus pacientes que estn en un "trance", antes de aplicar las sugestiones teraputicas significativas.TEORA NEODISOCIATIVADespus de un prolongado hiato en el inters por la disociacin, Hilgard (1977) public un influyente libro que revitaliz el concepto al proponer una teora neodisociativa basada en un modelo cognitivo contemporneo de divisin de conciencia. La Teora Neodisociativa de Hilgard (1977, 1986, 1994) se basa en la idea de que existen sistemas cognitivos mltiples, o estructuras cognitivas organizadas jerrquicamente que estn, hasta cierto punto, bajo el control de un "ego-ejecutivo". El ego-ejecutivo o la estructura de "control central" es responsable de planificar y supervisar las funciones de la personalidad. Durante la hipnosis, los subsistemas de control relevantes se disocian temporalmente del control ejecutivo consciente y, de hecho, son activados directamente por las sugestiones del hipnotizador. Esta falta de control consciente depende, en gran parte, de una barrera amnsica o proceso que relega las ideas, imgenes y fantasas al inconsciente. Esta reduccin del control ejecutivo es responsable de la impresin subjetiva de involuntariedad que tpicamente se da en las respuestas hipnticas.La raz emprica de la Teora Neodisociativa se remonta a la introduccin de Hilgard de la metfora del observador oculto, que describe el fenmeno por el que una persona registra y almacena informacin en su memoria, sin ser consciente de que la informacin ha sido procesada. La investigacin inicial de Hilgard y sus colaboradores sobre el fenmeno del observador oculto implic estudios experimentales sobre dolor y audicin. En un tpico estudio de dolor, los sujetos altamente hipnotizables son capaces de recuperar experiencias o recuerdos ocultos de dolor durante las sugestiones hipnticas de analgesia cuando se les dice que tienen una parte oculta que puede experimentar altos niveles de dolor durante la analgesia, y que el hipnotizador puede contactar con esta parte con una clave preestablecida. La investigacin en el laboratorio de Hilgard ha demostrado que los informes del observador oculto pueden darse tambin con ceguera hipntica, sordera hipntica, y alucinaciones positivas (ver Hilgard, 1991).Los estudios del observador oculto y su interpretacin han sido controvertidos. Por ejemplo, Spanos y colaboradores han demostrado que los informes del observador oculto varan en funcin de la naturaleza y de lo explicitas que sean las instrucciones que los sujetos reciban sobre la naturaleza del observador oculto (revisado en Kirsch & Lynn, 1998; Spanos & Hewitt, 1980). De acuerdo con esta perspectiva, el observador oculto es sugerido implcita o explcitamente por el hipnotizador. Por tanto, puede ser concebido como no diferente a cualquier otro fenmeno hipntico sugerido guiado por las expectativas de los sujetos, y las caractersticas y demandas situacionales. Si el observador oculto refleja una divisin de conciencia verdadera o pre-existente a la que se puede acceder directamente a travs de las sugestiones hipnticas, o si es producto de la sugestin, contina originando investigacin y controversia tericas.TEORA SOCIO-PSICOLGICA DE SPANOSNicholas P. Spanos ha ampliado la teora del Rol de Sarbin y la teora Cognitivo-Comportamental de Barber en una de las ms influyentes aproximaciones tericas contemporneas para la comprensin de la conducta hipntica. El extenso programa de investigacin de Spanos (Spanos, 1986; 1991; Spanos & Chaves, 1989) se ha centrado en la importancia de los procesos socio-psicolgicos (ejemplo: expectativas, atribucin e interpretacin de las comunicaciones hipnticas y de la conducta de uno mismo), y de las actividades dirigidas a un objetivo y respuestas estratgicas (imaginacin, fantasa, a qu se presta atencin). De acuerdo con Spanos y sus colegas, las sugestiones contienen, con frecuencia, estrategias que ayudan a la persona a responder apropiadamente (Barber, Spanos, & Chaves, 1974; Spanos & Barber, 1974; Spanos, Cobb, & Gorassini, 1985; vase tambin Wagstaff, 1991; 1998). Pinsese en cmo la forma de verbalizar las sugestiones puede promover la experiencia de que sus respuestas son "hechos" o "sucesos" involuntarios, ms que acciones premeditadas y deliberadas. Para facilitar la respuesta de levitacin de la mano, el terapeuta puede decir: "Tu mano se vuelve ligera y ligera, sube por ella misma". Obsrvese que la sugestin implica que la mano se levantar involuntariamente. Spanos (1971) hipotetiz que el participante experimenta las respuestas a las sugestiones como si fueran involuntarias cuando se queda absorto en un patrn de imaginaciones al que denomin "fantasas dirigidas a un objetivo" (FDO). Las FFDDOO son situaciones imaginadas que, si se dieran, lo esperable es que llevaran a la ocurrencia involuntaria de las respuestas motoras solicitadas en la sugestin (Spanos et al., 1974). Por ejemplo, personas a las que se les aplica una sugestin de levitacin de la mano podran mostrar una FDO si informaran que estn imaginando un baln de helio levantando su mano, o que se est inflando un baln de baloncesto debajo de su mano.De hecho, los informes de FDO estn relacionados con el sentimiento de involuntariedad que acompaa a la respuesta a una sugestin particular. En cualquier caso, la FDO no determina la cantidad de sugestiones que una persona supera (ver Lynn & Sivec, 1992 para una revisin). Por qu es esto as? Algunos clientes estn completamente absortos en su imaginacin, esperando, pasivamente, que el brazo se eleve como respuesta a la sugestin de levitacin de la mano. Este set de respuesta garantiza, prcticamente, el fracaso. Por el contrario, cuando los clientes entienden que es importante elevar su brazo, es ms probable que superen la sugestin. En resumen, cmo interprete una persona la sugestin puede tener una influencia en si supera, o no, dicha sugestin.Una de las contribuciones ms importantes de Spanos ha sido desafiar la aceptadsima opinin de que la sensibilidad hipntica es similar un rasgo, y que slo puede ser modificada dentro de unos mrgenes estrechos. Argument que los procesos socio-psicolgicos podan dar cuenta de la aparente estabilidad de la sugestionabilidad hipntica. Un estudio de Piccione, Hilgard y Zimbardo (1989), con un seguimiento de 25 aos, mostr correlaciones test-retest de .71. En cualquier caso, de acuerdo con Spanos, esta estabilidad slo refleja el hecho de que las actitudes y creencias hacia la hipnosis, y la interpretacin de las sugestiones hipnticas, permanecen estables a lo largo del tiempo.Spanos y sus colegas (ver Gfeller, 1993; Gorassini & Spanos, 1986) han desarrollado un programa de modificacin de la sugestionabilidad hipntica basado en el aprendizaje social y habilidades cognitivas, en el que se proporciona a los participantes con baja sugestionabilidad informacin dirigida a modificar sus actitudes hacia la hipnosis, incrementar su implicacin en las imaginaciones relacionadas con las sugestiones, e interpretar las comunicaciones hipnticas en un modo coherente con el pase de las sugestiones hipnticas (Gorassini & Spanos, 1999). Este programa ha modificado con xito la sugestionabilidad de, aproximadamente, la mitad de los individuos poco susceptibles examinados, de manera que despus del entrenamiento reaccionan como sujetos altamente sugestionables. Esta investigacin ha sido replicada en otros laboratorios (ver Gorassini & Spanos, 1999), generalizndose los efectos del entrenamiento a una variedad de sugestiones de prueba difciles, y de situaciones de prueba.TEORA DE LA EXPECTATIVA DE RESPUESTALa teora de la Expectativa de Respuesta de Kirsch (ver Kirsch, 1985, 1991, 1994) es una extensin de la teora del Aprendizaje Social de Rotter, y est basada en la idea de que las expectativas pueden generar respuestas involuntarias. La expectativa de respuesta es la anticipacin de una reaccin automtica y se cree que es la base del efecto placebo. Kirsch (1985, 1994) sostiene que, como los placebos, la hipnosis provoca efectos al cambiar las expectativas de los clientes, pero, a diferencia del placebo, no requiere del engao para ser eficaz. Kirsch mantiene que las inducciones hipnticas son como placebos, porque no contienen ningn ingrediente especfico. Por ejemplo, las inducciones mesmerianas implicaban "pases" sobre el cuerpo con imanes o directamente con las manos, las inducciones de Charcot consistan en presionar la frente, gongs orientales, y luces, mientras que las inducciones actuales normalmente enfatizan la relajacin. As, el nico componente esencial parece ser el que los sujetos crean en el procedimiento. Las experiencias y conductas de los sujetos hipnotizados parecen estar relacionadas con sus expectativas. Por ejemplo, los sujetos de Mesmer convulsionaban mientras que los de los hipnotizadores posteriores se relajaban. Finalmente, se ha encontrado que la expectativa de respuesta correlaciona fuertemente con las respuestas a las sugestiones (Kirsch, et al., 1995). Kirsch considera que la expectativa de respuesta es parte de la esencia de la hipnosis y no simplemente una consecuencia. l y sus colegas (Wickless & Kirsch, 1989) han demostrado, experimentalmente, que la sensibilidad a la sugestin hipntica puede modificarse manipulando la expectativa del sujeto.MODELO INTEGRADOR DE LYNNSegn Lynn y sus colegas (Lynn & Sivec, 1992), las personas que responden con xito a las sugestiones hipnticas actan como agentes creativos de solucin de problemas que buscan e integran informacin de una serie de fuentes situacionales, personales e interpersonales. La investigacin en el laboratorio de Lynn ha acreditado la importancia de factores afectivos, relacionales y de rapport (Lynn, Weekes, Brentar, Neufeld, Zivney, & Weiss, 1991); del set de respuestas y expectativas (Lynn, Nash, Rhue, Frauman, & Sweney, 1984); de los criterios o estndares de ejecucin con los que los participantes juzgan el xito o el fracaso de sus respuestas a la hipnosis (Lynn, Green, Jacquith, & Gasior, 2003); de cmo se interpretan y se procesan las comunicaciones hipnticas, las sensaciones y las acciones (Lynn, Snodgrass, Rhue, Nash, & Frauman, 1987); de los motivos y fantasas dinmicos y, a veces, inconscientes, que entran en juego durante la hipnosis (Frauman, Lynn, Hardaway, & Molteni, 1984); y de las caractersticas del contexto hipntico que desalientan la consciencia y el anlisis de los factores personales y situacionales que influyen en la conducta hipntica (vase Lynn, Rhue, & Weekes, 1990).TEORA DEL SET DE RESPUESTALa teora del Set de Respuesta (Kirsch & Lynn, 1997, 1998, 1999; Lynn, 1997) se centra en la observacin de que gran parte de la actividad humana parece no estar prevista y ser automtica (ejemplo: la forma de las letras mientras escribimos). Esta teora plantea la propuesta radical de que todas las acciones, rutinarias o nuevas, planificadas o no, hipnticas o de cualquier otro tipo, se inician, cuando se activan, de forma automtica, ms que por una intencin consciente. Las acciones estn preparadas para la activacin automtica por los sets de respuestas que incluyen esquemas (ejemplo: estructuras de conocimiento), o guiones de conductas, planes, intenciones y expectativas. Las expectativas y las intenciones son estados temporales de disposicin a responder de una forma particular a un estmulo particular (ejemplo: sugestiones hipnticas) bajo condiciones particulares. Difieren slo en la atribucin que el participante hace sobre el carcter volitivo del acto anticipado (Kirsch, 1985, 1990). Esto es, nosotros intentamos ejecutar conductas voluntarias (ejemplo: parar ante una seal de stop); esperamos emitir automticamente conductas como llorar en las bodas, o ms relevante para nuestra discusin actual, responder a las sugestiones hipnticas. Para ser ms concretos, las expectativas de respuesta son anticipaciones de respuestas automticas, subjetivas y conductuales, que, ante claves situacionales particulares, activan respuestas automticas en forma de profecas auto-cumplidas. Dado que las conductas intencionales, al igual que las no intencionadas, se inician automticamente, no es la automaticidad experimentada de las respuestas ideo-motoras lo que es una ilusin, sino ms bien, la experiencia de volicin que caracteriza las conductas de la vida cotidiana (Kirsch & Lynn, 1999). La interpretacin de que un acto es voluntario se hace en base a factores tales como las creencias trasmitidas culturalmente sobre la situacin en la que la conducta ocurre y la consistencia de la conducta con las propias motivaciones, objetivos e intenciones (Lynn, et al., 1990).Kirsch y Lynn afirman que, aunque las respuestas hipnticas pueden ser activadas automticamente, la sugestin por s sola no es suficiente para activarlas. De hecho, los movimientos fsicos sugeridos vienen precedidos por experiencias subjetivas alteradas (Lynn, 1998; Silva & Kirsch, 1992). La expectativa de respuesta para la levitacin del brazo, por ejemplo, es que el brazo se elevar por s mismo. An as debe darse una experiencia de ligereza lo bastante convincente para activar movimientos hacia arriba. La experiencia subjetiva, por lo tanto, juega un importante papel en esta teora de la hipnosis.CONCLUSIONESNuestra revisin de las teoras actuales en hipnosis subraya la cuestin de que muchos temas importantes continan sin estar resueltos. En cualquier caso, hay amplias reas de acuerdo entre todos los investigadores y tericos serios de la hipnosis, como los mitos populares sobre la hipnosis, que se han disipado por la observacin clnica y la investigacin. El campo de la hipnosis continuar avanzando a travs de tensiones tericas y acercamientos entre las teoras rivales. Durante el proceso, el estudio de la hipnosis seguir enriqueciendo el extenso campo de la Psicologa, aportando nuevas percepciones en las dimensiones cognitivas, conductuales y relacionales de la experiencia humana.