La Itinerario de Vida Espiritual

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SEMINARIO MAYOR SANTIAGO APOSTOLTEOLOGA

ITINERARIO DE VIDA ESPIRITUAL

Asignatura: Teologa Espiritual

Alumno: Salomn Canales David

Docente: Pbro. Jos Mara Gallegos.

Ciclo: II

California, Usulutn, 16 de Octubre de 2014

EL ITINERARIO DE VIDA ESPIRITUALLa vida del hombre necesita un camino para llegar a ser un ser espiritual en unin con Cristo y crecer en la fe, por eso necesitamos trazarnos metas y actividades pero un itinerario de vida interior, nico y verdadero de cada uno de ah que nos podemos preguntar Cmo se despierta el deseo del itinerario espiritual? o bien Cmo se realiza el camino y se hace experiencia de las fuentes de la vida? Primero trataremos de responder a estas cuestiones.

Un camino personalizador de la propia vida, quiero citar a Santa Teresa de Jess: No es pequea lstima y confusin que, por nuestra culpa, no entendamos a nosotros mismos ni sepamos quin somos. No sera gran ignorancia, hijas mas, que preguntasen a uno quin es, y no se conociese ni supiese quin fue su padre ni su madre ni de qu tierra? Pues si esto sera gran bestialidad, sin comparacin es mayor la que hay en nosotras cuando no procuramos saber qu cosa somos, sino que nos detenemos en estos cuerpos, y as a bulto, porque lo hemos odo y porque nos lo dice la fe, sabemos que tenemos almas. Mas qu bienes puede haber en esta alma o quin est dentro en esta alma o el gran valor de ella, pocas veces lo consideramos; y as se tiene en tan poco procurar con todo cuidado conservar su hermosura: todo se nos va en la grosera del engaste o cerca de este castillo, que son estos cuerpos[footnoteRef:1] creemos que lo primero que necesitamos es darnos cuenta de que somos personas, creada por Dios dotadas de un alma que habita en nuestro cuerpo, de ah que hablemos de vida espiritual. [1: Las moradas, Santa Teresa de Jess. Primer morada. http://www.Clerus.org para la, Biblioteca Catlica Digital.]

El punto de partida es ste, el del despertar la autoconciencia de ser persona nica y distinta. Para ello nos puede ayudar la lectura de alguna autobiografa o de algn itinerario espiritual que nos han legado nuestros antepasados.Ya hemos comenzado nuestro itinerario de vida espiritual, cuando ya tenemos conciencia de quienes somos y lo que nos constituye entonces pasaremos a la conciencia misma del mal o del pecado principalmente el pecado mortal ya que como dice santa Teresa el castillo que es nuestro cuerpo se ve arruinado por el mal provocado por el pecado pero miremos a ver que nos dice ella: Antes que pase adelante, os quiero decir que consideris qu ser ver este castillo tan resplandeciente y hermoso, esta perla oriental, este rbol de vida que est plantado en las mismas aguas vivas de la vida, que es Dios, cuando cae en un pecado mortal: no hay tinieblas ms tenebrosas, ni cosa tan oscura y negra, que no lo est mucho ms[footnoteRef:2] [2: Ibdem, Santa Teresa de Jess, Las Moradas. ]

Ahora bien, la espiritualidad comienza a ser personalizada cuando sabemos nombrar, identificar y reconocer la presencia del misterio y del amor en nuestra vida pasada; o sea, cuando sabemos reconocer el paso oscuro de Dios por nuestra vida. As lo expresa San Juan de la Cruz en el prlogo a la Subida del Monte Carmelo: Es lstima ver muchas almas a quienes Dios da talento y favor para pasar adelante, que, si ellas quisiesen animarse, llegaran a este alto estado.Como vemos nuestro itinerario nos llevara al reconocimiento de conflictos, desbloquear situaciones, detectar nuestras debilidades, sanar heridas y vivir cada da responsablemente. Aqu tocaramos el punto psicolgico ya que no lo podemos dejar de lado este punto ya que es necesario en nuestro tratado. El hombre es un ser que sufre porque es sentimental, los sentimientos del hombre se ven heridos por muchas situaciones que le llevan a despertar incluso injurias contra Dios, pero recordemos que Dios nos ha amado con amor eterno y no quiere que ninguno se pierda por eso nos da la oportunidad de reconciliarnos con l y con los hermanos. De ah que hablemos de la conversin y la gracia de Dios en nuestras vidas.Podemos dar una definicin de pecado que sabemos que es amartia o sea equivocacin muchas veces nos equivocamos no porque queremos sino porque tenemos la docta ignorancia como dir San Agustn en la segunda lectura del oficio divino de da jueves 16 de octubre. Otros pecamos con plena conciencia que es pecado lo que hacemos pero nos sentimos redimidos cuando acudimos a la confesin pero he aqu un conflicto, la confesin exige arrepentimiento pero como deca el Cura de Ars antes que te confieses el Seor ya sabe tu pecado y sabe que le vas a volver a fallar, en la vida espiritual hay cosas que no se comprenden con la sola razn, pero es necesario permanecer en la gracia de Dios para ir creciendo o recorriendo este camino de vida espiritual.Al hablar de pecado mortal es necesario recurrir al ejemplo de nuestra Santa que estamos siguiendo: Es de considerar aqu que la fuente y aquel sol resplandeciente que est en el centro del alma no pierde su resplandor y hermosura que siempre est dentro de ella, y cosa no puede quitar su hermosura. Ms si sobre un cristal que est al sol se pusiese un pao muy negro, claro est que, aunque el sol d en l, no har su claridad operacin en el cristal. As es nuestra vida interior, aparentemente no tenemos males pero Dios los conoce y penetra nuestro interior por eso el hombre tiene una labor muy importante y es la de reconocerse pecador, dbil y necesitado de la gracia de Dios. Porque por sus muchas fuerzas no podr salir del pecado y su alma seguir siendo oscura como el ejemplo de la santa. Pero con la confesin se puede recuperar esa gracia de Dios que se ha perdido, se puede quitar ese pao negro que no deja entrar la luz o el resplandor que ilumina todo nuestro ser.Por eso creemos que Tendrs que remitirte a tu propia fortaleza y construir tu soledad sin miedos a los vacos que puedas experimentar. Posiblemente se har necesario un apoyo humano, una cercana de un acompaante que pueda acoger, orientar y contrastar, pero no un acompaante cualquiera sino uno de buena experiencia en la vida que no te conduzca por caminos equivocados recuerda que estamos haciendo un camino de vida espiritual.

Con todo esto necesitamos dedicarnos a darle tiempo y dedicacin a todas estas cosas que algo bueno nos traern, no obstante nos enfrentamos a obstculos que incomodan el cambio de una vida mundana por una vida en el Espritu. Por eso muchas veces experimentamos las crisis y este de las crisis es un tema muy importante en nuestra vida ya que ello nos ayuda a crecer ms espiritualmente. Pero Santa teresa nos ayuda a comprender esto con el texto: No digo que son estas voces y llamamientos como otras que dir despus sino con palabras que oyen a gente buena o sermones o con lo que leen en buenos libros y cosas muchas que habis odo, por donde llama Dios, o enfermedades, trabajos, y tambin con una verdad que ensea en aquellos ratos que estamos en la oracin; sea cuan flojamente quisiereis, tinelos Dios en mucho. Y vosotras, hermanas, no tengis en poco esta primera merced ni os desconsolis aunque no respondis luego al Seor, que bien sabe Su Majestad aguardar muchos das y aos, en especial cuando ve perseverancia y buenos deseos. Esta es lo ms necesario aqu, porque con ella jams se deja de ganar mucho. Mas es terrible la batera que aqu dan los demonios de mil maneras y con ms pena del alma que aun en la pasada; porque acull estaba muda y sorda, al menos oa muy poco y resista menos, como quien tiene en parte perdida la esperanza de vencer; aqu est el entendimiento ms vivo y las potencias ms hbiles: andan los golpes y la artillera de manera que no lo puede el alma dejar de or. Porque aqu es el representar los demonios estas culebras de las cosas del mundo y el hacer los contentos de l casi eternos, la estima en que est tenido en l, los amigos y parientes, la salud en las cosas de penitencia (que siempre comienza el alma que entra en esta morada a desear hacer alguna), y otras mil maneras de impedimentos[footnoteRef:3]. [3: Las Moradas, Santa Teresa de Jess, las segundas moradas, http://www.Clerus.org para la, Biblioteca Catlica Digital.]

Lo que nos ayudara mucho a la conversin o la conciencia de pecado podemos decir que es la frecuencia de los sacramentos, estamos llamados como dijimos al principio a reconocernos limitados, necesitados solo as con mucha humildad es que reconoceremos la debilidad y la inclinacin al pecado, de lo contrario nos ser igual hacer o no uno u otro pecado porque se mata la conciencia y no produce nada dentro de nosotros.Otro sacramento es la participacin activa en la santa eucarista que es el centro y culmen de nuestra fe, nuestro alimento espiritual, que nos anima y nos conforta, que nos une como familia y hermanos. Otro punto es la oracin y este es un tema muy delicado porque la oracin muchas veces no se define en si el significado ms que un contacto con Dios, que existen diferentes maneras de orar s, pero es en la oracin que reconocemos todo lo que hemos venido diciendo del conocimiento personal, del pecado, de la conversin y de los medio de santificacin.Podemos mencionar como el pilar de nuestro crecimiento que es la lectura de la palabra de Dios pero no una lectura de cunado me acuerdo sino todos los das, y no hacer cualquier lectura de la escritura sino usando el mtodo de la Lectio Divina propuesto por el papa Benedicto en la exhortacin apostlica Verbum Domini: Quisiera recordar que la gran tradicin monstica ha tenido siempre como elemento constitutivo de su propia espiritualidad la meditacin de la Sagrada Escritura, particularmente en la modalidad de lalectio divina. Tambin hoy, las formas antiguas y nuevas de especial consagracin estn llamadas a ser verdaderas escuelas de vida espiritual, en las que se leen las Escrituras segn el Espritu Santo en la Iglesia, de manera que todo el Pueblo de Dios pueda beneficiarse. El Snodo, por tanto, recomienda que nunca falte en las comunidades de vida consagrada una formacin slida para la lectura creyente de la Biblia[footnoteRef:4] [4: Exhortacin Apostlica, Verbum Donimi, PP Benedicto XVI, n 83, 2010.]

Y creemos firmemente que si aplicamos este mtodo de la Lectio Divina a nuestra vida seremos los msticos de nuestros tiempo porque el papa Benedicto recalca y recomienda el en el nmero 87 de la Exhortacin que se practique el mtodo de la Lectio como proceso o camino de vida interior y de crecimiento espiritual. En los documentos que han preparado y acompaado el Snodo, se ha hablado de muchos mtodos para acercarse a las Sagradas Escrituras con fruto y en la fe. Sin embargo, se ha prestado una mayor atencin a lalectio divina, que es verdaderamente capaz de abrir al fiel no slo el tesoro de la Palabra de Dios sino tambin de crear el encuentro con Cristo, Palabra divina y viviente. Quisiera recordar aqu brevemente cules son los pasos fundamentales: se comienza con la lectura (lectio) del texto, que suscita la cuestin sobre el conocimiento de su contenido autntico: Qu dice el texto bblico en s mismo? Sin este momento, se corre el riesgo de que el texto se convierta slo en un pretexto para no salir nunca de nuestros pensamientos. Sigue despus la meditacin (meditatio) en la que la cuestin es:Qu nos dice el texto bblico a nosotros?Aqu, cada uno personalmente, pero tambin comunitariamente, debe dejarse interpelar y examinar, pues no se trata ya de considerar palabras pronunciadas en el pasado, sino en el presente. Se llega sucesivamente al momento de la oracin (oratio), que supone la pregunta:Qu decimos nosotros al Seor como respuesta a su Palabra?La oracin como peticin, intercesin, agradecimiento y alabanza, es el primer modo con el que la Palabra nos cambia. Por ltimo, lalectio divina concluye con la contemplacin (contemplatio), durante la cual aceptamos como don de Dios su propia mirada al juzgar la realidad, y nos preguntamos:Qu conversin de la mente, del corazn y de la vida nos pide el Seor?San Pablo, en laCarta a los Romanos, dice: No os ajustis a este mundo, sino transformaos por la renovacin de la mente, para que sepis discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, lo que agrada, lo perfecto (12,2). En efecto, la contemplacin tiende a crear en nosotros una visin sapiencial, segn Dios, de la realidad y a formar en nosotros la mente de Cristo (1 Co2,16). La Palabra de Dios se presenta aqu como criterio de discernimiento, es viva y eficaz, ms tajante que la espada de doble filo, penetrante hasta el punto donde se dividen alma y espritu, coyunturas y tutanos. Juzga los deseos e intenciones del corazn (Hb4,12). Conviene recordar, adems, que la lectio divinano termina su proceso hasta que no se llega a la accin (actio), que mueve la vida del creyente a convertirse en don para los dems por la caridad[footnoteRef:5]. [5: Ibdem, Exhortacin Apostlica Verbum Domini. ]

La lectura orante de la Palabra de Dios nos llevara a la accin y la accin se concreta en la prctica de las buenas obras aqu podemos mencionar las obras de misericordia que la santa madre iglesia recuerda y divide en corporales y espirtales pero la cosa es que el hombre que se encuentra con el Seor por medio de su Palabra sabe discernir los signos de los tiempos y actuar en el momento indicado ya que es dotado de dones y carismas para ponerlos al servicio de los dems y en esta prctica se intensifican ms y ms hasta que se llega a una vida ms contemplativa del misterio divino.

Sabemos que en esta vida interior de vida espiritual experimentaremos crisis que nos ayudaran a crecer en la fe y el amor a Dios. Como deca san Juan de la Cruz la noche oscura en la subida del monte Carmelo. De donde el espritu y el alma no sienten nada ms que oscuridad y desesperacin.Aqu podemos mencionar el discernimiento, que no es otra cosa que el conocimiento sano de la realidad externa, del yo y de la accin de Dios. Lo importante del itinerario es lo que se suscita por dentro y el reconocimiento de la accin de la gracia en el creyente. Hay frutos que emergen; Dios va tomando cierta iniciativa en el entramado de la libertad humana; El amor del Espritu Santo genera una dinmica especial en la personalidad. Recordemos que la vida espiritual es bien compleja por lo tanto no se comprenden muchas cosas que suceden incluso en la oracin no se siente sabor pero es aqu donde entra el discernimiento y aplicar el principio de San Ignacio de Loyola en tiempo de crisis no hay que hacer mudanzas y es que as es tomar una decisin cuando no se sabe ni siquiera que es lo que nos puede estar pasando sera una equivocacin que nos pueden arcar toda la vida ya que pasaramos a la infelicidad. Todo esto lo podemos resumir en dos cosas: 1. Confiar y aprender a dejarse conducir por el misterio del amor de Dios. Como ha dicho el papa Francisco que nos dejemos amar por Dios, cuando pierde el control de su vida, suele tener miedo y desconfianza. Si ha aprendido a relacionarse consigo mismo y con Dios, iniciar un camino de confianza en lo desconocido. Pero porque Dios ya no es su rival, sino su fiel amigo, sabr tambin entregarle sus riendas, al estilo de Jess. La tolerancia de las frustraciones queda enraizada en la confianza en el amor actuante y reconocido de Dios.

2. Tres actitudes bsicas: la bsqueda sana de la verdad, la autenticidad en todo sabiendo jugar limpio en la vida y, por ltimo, la humildad agradecida ante todo lo que la vida ofrece. Icono bblico del itinerario espiritual: la historia de Abraham (Gn 12-25).

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