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La Editora

nuestro credo

«La formación de la nacionalidad cubana es inseparable de la formación de la identidad nacional (…)» Así, de lo inseparable de los conceptos de formación de identidad y cultura en un pueblo nos habla el Dr. Pedro Pablo Rodrí-guez, entrevistado para Alma Mater en las primeras pági-nas de nuestro número de octubre, mes de la celebración del Día de la cultura cubana.

Con esa voz autorizada abre sus páginas la revista para llevarles a ustedes un abanico de comentarios y artículos publicados por las plumas de más valía de la prensa de todos los tiempos y más…

Alejo Carpentier nos comenta la apertura, en el edificio que ocupa desde 1957, del Palacio de Bellas Artes, insti-tución de la que celebramos el año de su centenario. Con ello nos deja conocer cómo La Habana transformó un pestilente mercado ubicado al centro de la ciudad en un sitio donde hoy atesoramos cultura.

Y, sin poder llevarles las voces de todos los que fun-daron, los que dieron brillo a nuestro crisol de saberes, no podemos dejar de hacer referencia a Nicolás Guillén, nuestro Poeta Nacional, no solo en las páginas de poesía y narrativa, también sobre su vida y obra.

Ponemos a disposición de ustedes la reseña del texto La isla en negro, de la editorial Abril compilado con gusto maestro y acuciosa selectividad. El libro trae a nosotros señales contemporáneas en el quehacer literario, esas que han incursionado en el género policial, tan del gusto de los jóvenes.

Y por supuesto el origen de la celebración del 20 de oc-tubre y el nacimiento de nuestro Himno no podían faltar en la revista, así que aquí esta para ti. Tener el placer de poner en tus manos lo que esperas es nuestro objetivo, ¡qué la disfrutes!

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Cuba: entre la Cubanidad y el Cubaneo p.4Por Jorge Sariol Perea

de todo un poco p.8¿quién le pone el cascabel al látigo? p.9poesía p.10lecturas p.11voces p.12

ciencia, tecnología y sociedad p.28deporte p.30sudar la tinta p.32

yoruba es, y es lucumí... p.14Por Dainerys Mesa Padrón

Premios nacionales p.17«un nuevo museo americano» p.20Por Alejo Carpentier

isla en negro: renovando enigmas p.22Por Oday Enríquez Cabrera

los Momentos de danger p.24Por Ingrid González

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na de las más complejas alternativas de la Cuba del si-glo XXI hace equilibrio entre

lo que quisimos ser, lo que quere-mos ser y lo que vamos siendo. Por muchas razones la cultura es la malla de protección, pero reconocerlo no significa saber por qué y para qué. La subjetividad en torno a los con-ceptos de cubanidad o cubaneo, la necesidad de saber lo que está bien o mal hace más difícil enrumbar el destino.

Para el Dr.C. Pedro Pablo Rodríguez, historiador e investigador del Centro de Estudios Martianos,1 los procesos de formación de la identidad, nacio-nalidad y cubanía están sometidos a circunstancias históricas y sociales y eso los hace cambiantes, incluso en la disyuntiva de desaparecer, «y con ellos también desaparecen elemen-tos identitarios —nunca homogé-neos, además—, útiles para entender determinadas esencias».

Unas consideraciones prelimina-res bastan para que el académico analice contextos, relacione gestas y exponga juicios, sin temor a la polé-mica que pudieran despertar.

Siempre habrá unos procesos más

significativos que otros ¿Cómo han intervenido los más determinantes para la formación de ideas opuestas como cubanidad o cubaneo?

«La formación de la nacionalidad cubana es inseparable de la forma-ción de la identidad nacional y para ello es necesario que aparezca antes una identidad cultural, en el plano genérico, no solo en el plano de las artes, en rasgos de comportamien-tos, de conducta e incluso en actos que acercan a las personas. Eso ha

Cuba: entre la cubanidad y el cubaneo

Por Jorge Sariol Foto: Elio Mirand

ocurrido en todas las sociedades. Y sobre todo en las modernas, a partir de la Revolución Francesa, con el concepto de nación identificado con el de estado.

«En primer lugar Cuba enfrentó dos circunstancias muy adversas: el colo-nialismo y la esclavitud.

«En los tres primeros siglos después de la conquista, los procesos fueron muy lentos, no solo en lo económico sino también en lo concerniente al poblamiento. En general estuvieron bastante aislados de los grandes cen-tros de poder o con relaciones muy esporádicas.

«A mi juicio la esclavitud significó un cambio de rumbo en la formación de la nacionalidad, porque a pesar del

colonialismo, la sociedad cubana fue hasta entonces más coherente, menos polarizada, hacia finales del siglo XVIII, cuando la esclavitud se convirtió en la base de la economía y la vida en Cuba. Todo ello distorsionó los procesos históricos anteriores.

«En primer lugar trazó una diferen-cia que pesa hasta hoy. Si los esclavos hubieran sido gentes de todos los co-lores, la discriminación subsiguiente hubiera sido diferente. Sin embargo, venían del África negra. Esto hizo posible una identidad, que diluía cier-tos elementos culturales africanos, porque no era lo mismo un esclavo de Nigeria, que uno llegado del Congo, territorio sin grandes mecanismos

de jerarquía social y con pocos cono-cimientos de agricultura. A todo esto sumemos las muchas regiones que aportaron cautivos con lenguas, cos-tumbres, ritos y religiones distintas.

«En Cuba un aspecto los homologó: eran esclavos y lo que los identificaba visualmente ante el resto de la sociedad era su color. Alrededor de 1840 hubo 400 mil esclavos, aproximadamente; cifra no estática, porque eran muchos más los que llegaban y morían, incapa-ces de aguantar el trato bestial que les daban, así que un cálculo rápido daría como resultado el paso de dos millo-nes de africanos por Cuba.

«Eso explica en parte por qué no existió una revolución antes del 68, por el miedo al esclavo, ante lo que pu-diera ocurrir al estallar una rebelión a gran escala, por mucho que molestara a España. Era tanta la riqueza, que daba para pagar los enormes impuestos que obligaba la corona.

«Recordemos también que los primeros negros que llegaron a Cuba no eran africanos. Venían de España, de Andalucía, los famosos llamados negros “curros”, que impusieron ras-gos y patrones de conducta: la forma de hablar alto, el salero en el uso del lenguaje, la forma de vestir, con colores brillantes y fuertemente contrastados y la forma de conducirse familiar o la que hoy diríamos como bravucona.

«En ese plano los cubanos somos muy andaluces.

«Así, en otra etapa de la historia de Cuba se consolidaron los valores bur-gueses, con características particulares propias de la realidad cubana. Se pro-dujo un proceso doble, porque el sec-tor dominante transmite y convierte en modelo sus valores, sus maneras de ser y el sector dominado las rechaza y a su vez busca como imitarlas, porque son las que dan valor y reconocimientos en el estatus social.

«Es decir, es un proceso de atracción-evitación por ambas partes, porque también las culturas domina-doras buscan los ciertos encantos de la cultura dominada. Todo eso da origen a los estereotipos, como que la mujer cubana más perfecta es la mulata y que las gentes del pueblo son más diverti-das y sencillas.

«De alguna manera se cumple la fa-mosa tesis de Lenin de las dos culturas —que en realidad eran más de dos—, presentes en toda sociedad: así como hay diversidad de rasgos comunes hay multiplicidad de rasgos que diferen-cian.

«Estoy intentando exponer de modo práctico, sin teorizar en demasía, el por qué y el cómo de complejizar los procesos identitarios.

«Luego llega la Revolución Cubana, muy confrontada por los Estados Uni-dos y obligada a desplegar una enorme energía para resistir.

«Aun cuando los procesos revo-lucionarios aceleran los procesos históricos, en el caso Cuba significó un ascenso muy rápido de los sectores, no solo explotados, sino también más desposeídos, que generó un conjunto de cambios a una velocidad pocas ve-ces vista en la historia.

«La Revolución provocó, en un primer y largo período, que la gente tuviera conquistas, como resultado de ese afán reivindicador, dado en el plano real: reforma agraria, reforma urbana, campaña de alfabetización, educación y salud gratuitas… todo eso provocó gran entusiasmo, una cierta homologación, una atenuación de las diferencias e incluso la desaparición de la burguesía como clase social do-minante.

«Pero existe la tendencia a que cier-tos elementos de la identidad en un momento dado queden relegados a un segundo plano por eso mismos proce-

sos. Y puede ser que en otro recupe-ren una cierta presencia, una cierta estabilidad, porque quizá obedecen a rasgos profundamente marcados en la psicología de los pueblos. Por períodos, las gentes los arrinconan, obligados por las circunstancias y después tienden a ocupar el lugar que tuvieron de un modo natural, no estoy hablando de nada forzado, aunque puede haberlo.

«Hoy día seguimos diciendo que en Cuba la comida típica es el arroz blanco, los frijoles, la carne de puer-co y la yuca con mojo, y si nos po-nemos a ver la comida típica cubana es la pizza, las pastas en general, que hace mucho rato comemos más, como en un tiempo determinado fueron los chícharos. Y eso tiene la identidad, que puede ir de lo subli-me a lo ridículo, desde los elemen-tos emotivos, más poderosos y que unen con más fuerza las personas, hasta elementos de vida cotidiana, a los que habitualmente la gente no da mucho peso. Y puede que incluso no lo reconozca.

«Por otro lado creo que el socialis-mo pecó en todas partes, y también en Cuba naturalmente, de no saber moverse con la diversidad, el pensar en el individuo perfecto, idea que se potenció muchísimo en los años 80. El hecho de vernos todos “cortados por la misma tijera”, más que igua-litarismo, fue “similaridad”, cuestión que ninguna sociedad podría lograr, porque somos individuos y cada uno es irrepetible. A mi juicio eso está aún presente entre nosotros.

«Después de la debacle del socialismo empezamos a razonar sobre eso. Ahora es muy fácil decir que el país demoró mucho en plan-tearse el análisis, es muy atractivo decirlo ahora, pero es tan complejo que muchos países del Este no pu-

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38 dieron encontrar respuestas y hoy son naciones consideradas las más atrasadas de Europa.

«En Cuba el derrumbe del socialis-mo europeo nos puso en primer lugar en el dilema de subsistir, que en unas cuantas personas significó no pensar más que en sí mismos, actitud que cuando se exacerba significa además aplastar a los demás, si es preciso. Esto se acompaña de una pérdida de patrones morales, de fe, de confianza en el futuro —o en el presente— y derivan hacia conductas y formas de vida que no se habían practicado antes.

«Esto ha ido generando fenóme-nos que se articulan en la psicología social y que comienza manifestándo-se como simple y cotidiana chabaca-nería y terminan asentándose en las más complejas formas de corrupción, que a mi juicio, son expresión de pro-testas sociales, encauzadas no abier-tamente contra el sistema y quizás un poco inconscientes, pero que van contra los patrones y los valores pre-valecientes durante mucho tiempo, como una forma de cuestionarlos.

«Un estudio realizado durante lar-go tiempo por la psicóloga Carolina de la Torre ha investigado cómo los cubanos nos hemos visto a nosotros mismos en diferentes etapas. Y en los años 80 nos veíamos como los mejo-res en el deporte, en la cultura, en las ciencias o en el tema militar, al nivel de las grandes potencias mundiales. En algún momento se llegó a decir por algunos en América Latina que los cubanos éramos los argentinos del Caribe. Era un mal chiste, pero daba también una percepción de cómo nos veían desde afuera.

«Esa alta autoestima ha ido bajan-do y hay una frase actual que dice… Esto no habrá quien lo arregle… Sin embargo, en mi opinión, es más grave

que un ministro robe a que una mujer se prostituya, porque devasta más los basamentos de la sociedad.

«Eso genera expresiones culturales, porque es común oír “¿Y fulano de qué vive? ¿Ese? ¡Del invento! ”

«Es decir el choteo, el oportunis-mo, la doble moral, el cubaneo, cosas que objetaron algunos intelectuales y políticos de la época republicana, se hacen presentes ahora adaptados a las circunstancias actuales».

Que se hayan convertido en paradigmas en algunos sectores, da un viraje negativo, que algunos consideran ya insalvable.

«No es tan simple.«Los tatuajes eran considerados

cosas de delincuentes y hoy se teo-riza en torno a su integración en la estética de los cuerpos. Por otra parte, cuando he visto a dos “aseres” de mi barrio, representes del machismo y de la imposición por la fuerza física, con aretes y saludándose con besitos en la mejilla, me dije… ¡Ah no, espera, la so-ciedad cubana ha cambiado mucho!… y es evidencia de un fenómeno cultural que se interrelaciona, porque siguen siendo los guapos del barrio, que no les importa si tienen que ir “pal tanque”, pero asumen estéticas que siempre fueron femeninas. Eso es un cambio que no tiene por qué ser negativo. Por el contrario, son alarmantes las cifras que aseguran que cada vez son más las mujeres que fuman y beben. ¿Será esto último un resultado negativo de la lucha por la igualdad de géneros?»

¿De qué o de quién será la res-

ponsabilidad de revertir estos malos paradigmas?

«Durante mucho tiempo se pensó que el estado o las instituciones podían

hacerlo. A mi modo de verlo pueden influir, pero son tantos los factores que juegan en el proceso, que no puede modelarlos. Lo cual no significa que se desentiendan.

«Te imaginas cuando acabe blo-queo y a Cuba lleguen 300 mil turistas norteamericanos, muchísimos segura-mente personas decentes, que vienen deseosos de descubrir lo que les han contado mejor o peor, pero también unos cuantos canallas insaciables a convertir el país en escenario de juego y prostitución. La influencia cultural para bien y para mal, llegada de Esta-dos Unidos será muy grande. Sin con-tar la enorme influencia que ya tiene la comunidad cubana que vive allá y constantemente tienen comunicación con su familia aquí».

¿Será entonces trágicamente de-terminista la frase que le atribuyen a Máximo Gómez de que los cubanos o no llegamos o nos pasamos?

«Pero no es la idea más dura. Hay estudios que tratan de demostrar que desde la guerra de independencia hubo rasgos negativos de la identidad cubana naciente, dentro de la propia fila de los libertadores, que ponían en riesgo la revolución, desde el in-tegrismo político al clientelismo —el hacendado, al levantarse en armas era seguido porque de amo o patrón pasaba a caudillo—. En cierta ocasión llegaron noticias a Céspedes de que los mambises habían atacado un pue-blo y habían arrasado con las tiendas de víveres y de ropa, calificándose el acto como vandalismo, pero las tien-das eran de los españoles, integristas y los mambises andaban hambrientos y casi desnudos y aquellas posesiones eran del enemigo, ¿qué podía espe-rarse?

«Cuando la Revolución expropió las compañías trasnacionales y luego las grandes y medianas empresas de las familias burguesas, propiciaba un irrespeto al sentido de la propiedad. Y

así hoy, para muchos, si no tengo ven-tilador y me puedo llevar el del trabajo para mi casa, me lo llevo, porque ese es mi derecho, sin verlo como un delito, aunque este penado por la ley. Por ese camino se llega al increíble término del “faltante”».

Siempre el origen en la base eco-nómica…

«Sí, todos tienen en su origen una base económica».

Y la solución ¿Llegará en brazos de lo económico?

«No tendrá solución solo en lo económico, porque no todo el mundo actúa de esos modos. Lo asombroso para mí fue que en pleno periodo espe-cial hubo muchísima gente que siguió trabajando, diría que «pasando mucho trabajo para trabajar», claro indicio de que hubo y hay un fuerte componente moral que no se dejó llevar por los acontecimientos».

¿Predomina aún hoy ese estado de decencia por sobre los indecentes?

«Creo que sí, predominan por sobre el choteo, el cubaneo y la doble moral, por encima incluso de los más peligro-sos, aquellos que como ha sucedido en los países ex socialistas, desde el poder quieren ser los futuros burgueses pro-norteamericanos y convertir a Cuba en otra cosa.

«Por eso yo creo que los sentimien-tos son decisivos, porque todo pasa a partir de que la gente establezca su conducta a partir de los sentimientos, no solamente desde la racionalidad.

«Definitivamente, son tiempos de sumar, aunque haya quienes merecen que los resten, los corruptos sobre todo».

1. Pedro Pablo Rodríguez López, Desde 1996 es doctor en Ciencias Históricas. Es Premio Nacional de Historia 2010, investigador del Centro de Estudios Martianos. Di-rige actualmente la edición crítica de las Obras Completas del Após-tol, y es autor, entre otros títulos, de Antología del pensamiento revolucionario cubano (1970); La primera invasión (1987), Premio de Ensayo UNEAC 1995; De las dos Américas (2002), Premio de la Crítica en 2003 y El periodismo como misión (compilación de estudios acerca del periodismo de José Martí, 2003). Universidad en el Departamento de Filosofía, donde impartió clases de Pensa-miento Marxista y de Pensamiento Revolucionario Cubano. También impartió Historia de Cuba en las Escuelas de Historia y de Periodis-mo de la misma Universidad. Fue jefe de la sección de Historia de la revista Bohemia y divulgador de la Dirección Provincial de Cultura de La Habana. Posteriormente trabajó en CMBF, Radio Musical Nacional, primero como jefe de información y luego como director.

Ilustración: Zardoyas

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Por Miriam Ancízar Alpízar Foto: Archivo

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DESDE EL HIMNO DE BAYAMO, ESA CULTURA NUESTRA

Una noche de agosto de 1867 se reunieron tres cubanos para elaborar los planes que dieran comienzo a la lucha por la independencia. Uno de ellos era el abogado Pedro Figuere-do (Perucho), a quien sus amigos le pidieron, por sus conocimientos de piano, que creara un himno, sería según dijeron «nuestra Marsellesa». Tres días más tarde estuvo lista la pie-za musical que es hoy nuestro Himno.

En aquel momento se le llamó «La Bayamesa», como expresión de su carácter revolucionario y del lugar en que nacía: Bayamo. Meses después, el músico Manuel Muñoz Cedeño hizo la instrumentación de la obra y la dio a conocer en una ceremonia religiosa el 11 de junio de 1868, en la Iglesia Parroquial Mayor.

El 10 de octubre de aquel 1868, Céspedes inició en La Demajagua la primera guerra por la independencia de Cuba, y tras la derrota en Yara emprendió marcha hacia Bayamo con el fin de tomarla. «Yo iré con Car-los Manuel a la gloria o al cadalso», manifestó Figueredo al enterarse de lo que se planeaba.

Perucho Figueredo fue apresado por delación el 10 de agosto de 1870 y confinado cinco días después en la Real Cárcel de Santiago de Cuba. El

16 se realizó el juicio, fue condenado a pena de muerte. Según los historia-dores la noche anterior permaneció en la capilla de la cárcel, donde solicitó el servicio de confesión y de un abo-gado para realizar su testamento.

Así comienza la historia de asumir este como el Día de la Cultura Nacio-nal, conmemorando el 20 de octubre de 1868, fecha en que las tropas mambisas al mando de Carlos Ma-nuel de Céspedes liberaron la ciudad de Bayamo y el pueblo entonó por vez primera nuestro Himno.

Esa cultura, que desde entonces defendemos, es adentrarnos en no-sotros mismos, porque no podemos hablar de cultura sin hablar de socie-dad. Cultura es lo que somos, nues-tras diferentes formas de creatividad artística e intelectual, pero también esa manera de hacer por la que se nos distingue. Hagámosle honor a nuestra condición de cubanos, no olvidemos que cada acto cotidiano nos retrata. Hablemos de cubanía con propiedad y amor.

Rindámosle honor con nuestra cotidianidad a quienes han llevado nuestro acervo cultural al epicentro de las culturas de la América hispana: Varela, Martí, Ortiz, Vitier, Lezama, Carpentier… entre tantos otros que aportaron y aún aportan a esta ajia-cosa, variopinta, mestiza y barroca cultura nuestra.

ace días que estoy por es-cribir acerca de Facebook y lo mucho que ha cambiado

mi vida. Seguramente mis mejores amigos de la Universidad recuerden mi negación, pese a ser estudiante de Periodismo y entender el impac-to positivo de las redes sociales en el mundo de la información y de la comunicación, a ser parte activa del genuino invento de Mark Zuckerberg.

Una vez que me gradué y empecé a pasar más tiempo en Internet decidí abrirme mi cuenta en junio de 2011. Dos amigos me ayudaron, primero a estar en Twitter, luego en FB y por último, a abrirme un blog. Después de eso he sido un sistemático usuario. Debo admitir, para mi satisfacción, que por suerte no soy de los que están pendientes al chat, o que se mueren cuando pasan un día sin conectarse. Yo, de hecho, disfruto irme 15 días y durante todo ese tiempo no saber nada del mundo exterior, o sea, de FB. Por eso mis mejores amigos se quejan de que nunca chateo con ellos. Pero la verdad, ese espacio de interacción me queda chiquito.

Sin embargo, pese a que he sabido lidiar con este fenómeno tecnológico, debo reconocer que FB ha cambiado los hábitos de las personas, al menos de la gente que me rodea. Es normal, me digo. Estando allí puedes informar-te, distraerte, aprender cosas nuevas y conocer amigos. Y ustedes dirán, bueno, y este por qué escribe ahora eso si ya todos los sabíamos. Lo que ocurre es que quiero escribir sobre las relaciones de pareja y las cosas que suceden a lo largo de una de ellas.

VAYAMOS POR PASOSConoces a una chica o chico:

Solamente con su nombre, buscas su perfil en FB, ves sus datos, dónde estudió, sus fotos, «vacilas» su físico,

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¿quiénle poneel cascabelal látigo?Por NemoIlustración: Yaimel Al

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. 538las relaciones de amor

y nuestro querido Facebook

evalúas parejas anteriores e incluso sa-bes si está soltero/a o comprometido/a (en este último caso puedes visitar el perfil de su pareja y ver si es competen-cia para ti). Hay quienes, sobre todo los que estudian Psicología, que se atreven a, con solo mirar las imágenes, decir si la persona es feliz o no, para actuar en base a eso.

Empieza la relación: Le gritas al mundo que tienes pareja. En realidad no lo gritas. Cambias tu «situación sentimental» y automáticamente el mundo se entera que tienes una rela-ción. Después subes fotos románticas para mostrarles a todos lo feliz que eres. Pero con el tiempo empiezan los problemas: la mayoría de estos, cuan-do no son de incomprensión o falta de

comunicación, están relacionados con los celos; tenerlos en Internet puede ser en extremo peligroso: celos de tus amigos/as (incluso de una asiática/o con nombre raro que no sabes cómo llegó a su perfil), celos de las personas con las que chatea, del tiempo que pasa en el chat y no aprovecha contigo, de las fotos que marca «Me gusta», de las cosas que comparten sus parejas anteriores… en fin, la lista es intermi-nable.

Relación en picada: Discuten en la casa, discuten en la guagua y, por su-puesto, discuten por FB. Sí, por el chat de FB. Terminan en el ciberespacio lo que empezaron en la calle. A veces, incluso, las discusiones son a modo de comentarios y entonces es peor

porque todos, incluyendo a la CIA, se enteran de los trapos sucios.

Fin de la relación: Esta es la parte más trágica. Se publican muchos comentarios subliminares y fotos festivas que quieren decir: «Hola, qué bien me siento, mira cómo dis-fruto» (puras mentiras). Después se bloquean o se eliminan de lo que FB ha llamado el listado de «Amigos». Hay algunos que llegan incluso a crearse nuevas cuentas, para empezar desde cero y en las que a veces para, según ellos terminar definitivamente, utilizan nombres falsos como «John House» o cosas por el estilo.

Nada amigas y amigos que Face-book, o mejor dicho, FB ha venido a cambiar nuestras dinámicas. Tal es así que estuve a punto de no enviar este trabajo a la revista. Tan solo con ponerlo en mi Muro o pinchar en Compartir, hubiese bastado. In-cluso, de esa forma, quizás ustedes me leyeran de forma más rápida. Por supuesto, el texto no acaba aquí. Falta que busquen el botón de abajo y marquen: ME GUSTA.

poesíaIlustración: Hanna Chomenko

NICOLÁS GUILLéN BATISTA (Camagüey, 10 de julio de 1902 - La Habana, 16 de julio de 1989). Periodista, poeta y político cubano, considerado por su obra como Poeta Nacional de Cuba. Fundador de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, fue su primer presidente. Fue merecedor de la Orden José Martí en 1981, el Premio Viareggio y el Premio Nacional de Literatura en 1983. Entre sus títulos más destacados están: Motivos de son, Elegía a Jesús Menéndez, Sóngoro Cosongo y El son entero.

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BALADA DE LOS DOS ABUELOS

Sombras que solo yo veo,me escoltan mis dos abuelos.

Lanza con punta de hueso,tambor de cuero y madera:mi abuelo negro.Gorguera en el cuello ancho,gris armadura guerrera:mi abuelo blanco.

¡Pie desnudo, torso pétreolos de mi negro;pupilas de vidrio antárticolas de mi blanco!

África de selvas húmedasy de gordos gongos sordos...—¡Me muero!(Dice mi abuelo negro.)Aguaprieta de caimanes,verdes mañanas de cocos...—¡Me canso!(Dice mi abuelo blanco.)Oh velas de amargo viento,galeón ardiendo en oro...—¡Me muero!(Dice mi abuelo negro.)

¡Oh costas de cuello virgenengañadas de abalorios...!—¡Me canso!(Dice mi abuelo blanco.)¡Oh puro sol repujado,preso en el aro del trópico;oh luna redonda y limpia,sobre el sueño de los monos!

¡Qué de barcos, qué de barcos!¡Qué de negros, qué de negros!¡Qué largo fulgor de cañas!¡Qué látigo el del negrero!Piedra de llanto y de sangre,venas y ojos entreabiertos,y madrugadas vacías,y atardeceres de ingenios,y una gran voz, fuerte voz,despedazando el silencio.¡Qué de barcos, qué de barcos,qué de negros!

Sombras que solo yo veo, me escoltan mis dos abuelos.

Don Federico me gritay Taita Facundo calla,los dos en la noche sueñany andan, andan.Yo los junto.

—¡Federico!¡Facundo! Los dos se abrazan.Los dos suspiran. Los doslas fuertes cabezas alzan;los dos del mismo tamaño,bajo las estrellas altas;los dos del mismo tamaño,ansia negra y ansia blanca,los dos del mismo tamaño,gritan, sueñan, lloran, cantan.Sueñan, lloran, cantan.Lloran, cantan.¡Cantan!

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VIRGILIO PIñERA LLERA (Cárdenas, Matanzas, 4 de agosto de 1912- La Habana, 18 de octubre de 1979). Poeta, narrador y dramaturgo cubano. Fundó y dirigió la revista Poeta. Fue colaborador de Orígenes. Colaboró con varias publicaciones luego del triunfo de la Revolución. En 1968 recibió el Premio Casa de las Américas. De su producción destacan: Las furias, La isla en peso, Cuetos fríos, Un fogonazo, La carne de René, Pequeñas maniobras, Electra Garrigó, Aire frío, entre otras.

GraFoManíaTodos los escritores —los grandes y los chupatin-

tas— han sido citados a juicio en el desierto de Sahara. Por cientos de miles este ejército poderoso pisa las can-dentes arenas, tiende la oreja —la aguzada oreja— para escuchar la acusación. De pronto sale de una tienda un loro. Bien parado sobre sus patas infla las plumas del cuello y con voz cascada —es un loro bien viejo— dice:

—Estáis acusados del delito de grafomanía.Y acto seguido vuelve a entrar en la tienda.Un soplo helado corre entre los escritores. Todas las

cabezas se unen; hay una breve deliberación. El más destacado de entre ellos sale de las filas.

—Por favor… —dice junto a la puerta de la tienda.Al momento aparece el loro.

—Excelencia —dice el delegado—. Excelencia, en nombre de mis compañeros os pregunto: ¿Podremos seguir escribiendo?

—Pues claro— casi grita el loro—. Se entiende que seguirán escribiendo cuanto se les antoje.

Indescriptible júbilo. Labios resecos besan las arenas, abrazos fraternales, algunos hasta sacan lápiz y papel.

—Que esto quede grabado en letras de oro— dicen.Pero el loro, volviendo a salir de la tienda, pronuncia

la sentencia:—Escribid cuanto queráis— y tose ligeramente—,

pero no por ello dejaréis de estar acusados del delito de grafomanía.

lecturas

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vocesPor Neida Lis Falcón Costa

Ilustración: Yaimel

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llí, sobre el escenario, la trovadora derrochaba maes-tría musical. De pronto,

unos gritos desde áreas cercanas interrumpieron su actuación ante la mirada atónita de los presentes. ¿Es conmigo? ¿Me hablan a mí? pregun-tó la cantante, entre la confusión y el asombro.

Nadie respondió, pero los que estábamos al fondo del auditorio, sabíamos de dónde provenían aque-llas voces. Dos empleados prego-naban a los cuatros vientos, la hora de la merienda. Luego del momento desagradable la cantante prosiguió su actuación… No ocurrió este hecho en un lugar cualquiera; se trataba de un emblemático centro cultural de la capital cubana.

Y es que muchas veces la indolen-cia y la falta de educación de unos pocos hacen mella en el esfuerzo de quienes intentan ofrecer al público una propuesta de calidad. Cuando estas fallas aparecen en los espacios culturales dejan el sabor del des-concierto. Asistir a una presentación musical, apreciar una obra de tea-tro, una puesta de ballet, visitar una galería, un museo o una biblioteca, presupone el disfrute de un produc-to artístico cuya factura destierra lo soez y lo banal.

A estos sitios llegamos en busca de lo bello. Vamos por conocimien-

tos y emociones que nos ensanchen el intelecto y el alma. ¿Cómo entender entonces la falta de cultura en las per-sonas que allí laboran? ¿Cuántas veces nuestras más sencillas preguntas sobre el artista y su obra quedan sin respues-ta? ¿Acaso la recepcionista, el guía o la veladora de la sala, no nos pueden ofrecer siquiera una vaga información?

Una salida fácil sería: «Ellos no son los especialistas, no tienen por qué sa-ber». Y es cierto que cada institución

cultural cuenta con personal califica-do para atender estos temas. Mas, la invaluable labor de los expertos es-taría mejor acompañada si cada uno de los trabajadores del colectivo se identifica y posee al menos informa-ciones elementales sobre el producto artístico que se ofrece. El público lo agradecería.

No se trata de hacer de todos curadores, musicólogos o críticos de arte, tampoco de ignorar la res-

del ConCierto al desConCierto

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ponsabilidad de los especialistas. El estudio y la entrega constantes les han convertido en lo que son. Es sabido cuánto hacen los centros de superación para la cultura en todo el país por contribuir a la formación de este personal. Cada año se imparten cursos de capacitación, en las más diversas modalidades para elevar sus estándares cualitativos. De las universidades cubanas egresan regu-larmente licenciados en Historia del

Arte, Filología y otras carreras como las de enseñanza artística, que nutren con su frescura y talento los espacios culturales. Prolongar esos saberes, incorporar al personal de apoyo de las instalaciones a talleres y encuentros que le permita aumentar su prepara-ción, puede ser el próximo paso.

La cultura es por naturaleza inclusiva. En Cuba los centros encargados de su promoción y extensión social también lo son. Sus trabajadores, independien-

temente de la función que realicen, deben involucrarse en el fenómeno de propiciar lo culto, que es decir lo noble. Tanto los que llevan el peso de la dirección, la divulgación o la crea-ción artística, como los encargados de las tareas de servicio pueden superar-se. Todos son susceptibles de crecer y expresar a plenitud su espiritualidad. Solo así, desde el autentico goce, entenderán que una canción puede convertirse en el mejor alimento.

Nicolás Guillén nació en Camagüey el 10 de julio de 1902 y falleció en La Habana, el 16 de julio de 1989. Además de poeta, fue un periodista prolífico que escribió para muchas de las publicaciones periódicas cubanas, y colaboró con diversos medios extranjeros.

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icolás Guillén, el Poeta Na-cional. Así lo sabemos desde que empezamos a leer y a

escribir. Nos acostumbramos a re-citarlo, como la mariposa es la flor, el tocororo el ave, nuestro Himno el himno, la bandera la de la estrella solitaria...

Sin levantar un metro del suelo ya sabemos los símbolos y atributos que nos identifican y definen como cubanos. Pero hasta qué punto se ocupan y nos ocupamos de enten-derlos. Hasta dónde llega la bús-queda de esa historia real escondida tras los sustantivos que vemos ¡tan mayúsculos!

Pregúntese usted, joven, por qué Nicolás Guillén es el Poeta Nacional de Cuba.

¿Lo sabe?

ELOGIOSCantor de su pueblo y de su gente,

Nicolás Guillén no se encerró en un nacionalismo estrecho con tal de com-placer su vocación de cubanía. Ilustró, con prosa y verso, todos los aspectos que conforman nuestra nacionalidad.

«...hablemos de la persona, ya que so-bre la obra tanto y tan autorizadamente se ha escrito, y lo único que podemos aportar sobre ella, es nuestro "pathos" de mulato sudamericano. Canas circulan, aún temerosas, pero ya algo desenfa-dadamente sobre su cabeza, en donde,

como diría Lorca, "brota una brisa de sal y de inteligencia". Mediano de tamaño, al caminar le imprime a su cuerpo un armonioso vaivén, y cuando habla, ladea la cabeza, como escuchando un son lejano. Pero Guillén, habla primero con las manos y luego con la voz, gi-rando los dedos sobre la muñeca, con un gesto total similar al "bailaor"... Pero el "vero canto" de Guillén es interno, jadeante, incesante, como lo es el son, la guitarra que lo acompaña y el dolor de siempre de los mulatos isleños y su secular alegría.» (...) Esta imagen de Guillén llegó a través de la percepción del escritor Julio Gastiaburu P. en su ar-tículo «Sobre Nicolás Guillén», publi-cado en el periódico Jornada, en 1946.

lucumí...Yoruba es, y es Por Dainerys Mesa Padrón Foto: archivoCaricatura: Juan DavidIlustración: Carralero

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1. Citado en Nicolás Guillén. Notas para un estudio biográfico crítico. Tomo II, Ángel Augier 2. Palabras expresadas en el II Congreso de la UNEAC, por el ochenta cumpleaños del poeta, citadas en Estudio crítico biográfico, Angel Augier3. Https://www.fguillen.cult.cu

No obstante la aclaración, Gastiabu-ru no resistió los efectos de esta poesía antillana, y disertó sobre su carácter revolucionario: «Una poesía es revo-lucionaria no por su violencia ni por la dinamita que lleven sus palabras. Es revolucionaria porque sus raíces están soterradas en el alma popular, en sus necesidades, angustias y anhelos de re-dención. El árbol poético no hace sino seguir los tropismos determinados por la calidad de su substratum, esto es, en el caso de la poesía revolucionaria francamente popular».

La fuerza en la combinación de las palabras y hace únicas las creaciones de Guillén. La belleza formal le ganó innumerables méritos al poeta. Y vale significar que este dueto de cáscara y esencia ha logrado describir sucesos, identificar personajes y resumir una sociedad. «El aporte de Nicolás Guillén al patrimonio espiritual e ideológico de Cuba es incalculable. No solo inició una era renovadora de la poesía nacional, tanto en la forma como en el contenido,con el hallazgo de las ricas posibilidades de expresión poética de los elementosrítmicos y los factores populares de un género musical forjado con el crisol de la transculturación en nuestro país. Con ello también contribuyó a plantear certeramente uno de los problemas básicos de la sociedad cubana, como era el de la convivencia histórica de di-versos sectores de nuestra población. Su verso y su acción reforzaron la tesis del mestizaje intrínseco del hombre en Cuba, por la concurrencia afroespañola en su composición étnica, psicológica y cultural: verso y acción fueron armas poderosas en la lucha contra la injus-ticia de la discriminación racial en el período de la falsa república».

HAZAñASUnos días antes de los sucesos

de Playa Girón, en 1961, Guillén fue seleccionado, por escritores y artis-tas reunidos en una asamblea, como encargado de la mesa ejecutiva del comité preparatorio del Primer Congreso Nacional de Escritores y Artistas. Surgió entonces la UNEAC. Desde ese momento, hasta su muerte, fungió como presidente de esta asociación. En 1982, en el tercer congreso de la UNEAC se pronunció:«Nicolás Guillén significa el más alto ejemplo actual de vida y obra creadoras, que por su fidelidad in-quebrantable a la tradición patriótica y revolucionaria de la cultura cubana, ha sido capaz de expresar, con vigo-roso genio artístico, la sensibilidad, el carácter, el proceso histórico y el espíritu combativo de un pueblo, de un ámbito geográfico y de una época.

«Nos enorgullece —agrega la de-claración— que esas características excepcionales de su existencia y de su poesía —que le hicieran mere-cedor a que nuestro pueblo le desig-nara Poeta Nacional—, hayan sido determinantes en la vasta difusión de su obra por todo el mundo. Esta vibrante y ardiente poesía... ha sido vertida a los más diversos idiomas y es leída, declamada y cantada por millones de seres en el planeta, por-que ha sabido interpretar a plenitud el espíritu de lucha de los hombres de nuestra época, y su esperanza de conquistar una sociedad mejor, basa-da en la justicia, la libertad y la paz».

Unos años más tarde, el narrador y editor Abel E. Prieto, en el V Congre-so de la UNEAC, al ser elegido como presidente, expresó:

«Nicolás Guillén siempre será un modelo, un símbolo: él demostró cómo la orientación política y la militancia no tienen por qué afectar el altísimo nivel estético de la obra literaria. Creo que por ello, Nicolás fue el líder natural en el proceso de integración de la intelectualidad cubana a las transformaciones re-volucionarias operadas en nuestra sociedad a partir de 1959. A Nicolás no es posible sustituirlo al frente de la UNEAC, se trata más bien de continuar la senda por él trazada que apuntó siempre a la inserción de la intelectualidad, mediante mecanis-mos institucionales a la vida social del país».

Porque su poesía es la nación cubana, desde los barracones de los esclavos hasta los días que vivimos, aun sin su presencia. «Todas las savias más profundas del duro y aza-roso camino recorrido en su historia por nuestro pueblo, parecieron fun-dirse y alimentar desde su raíz la obra originalísima de Nicolás Guillén».

Figura universal considerada entre las más importantes de la lengua es-pañola, Nicolás cantó a los problemas sociales y situaciones políticas. Fue además, como dijera Miguel Barnet recientemente, en el 25 aniversario de su muerte, un poeta amoroso.

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que todos entendamos su mensaje, y que todos los pueblos le alcancen, como nosotros, su simpatía y su solidaridad... »7

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No solo por sus odas a los seres humanos, sino porque en «muchos de sus libros hay poemas que pu-dieran gustar o interesar específica-mente a niños y jóvenes, tanto por el tema como por la forma. (...) Salvo Martí, nuestros poetas mayores no habían sido capaces de escribir para los niños. Guillén logra coronar esa difícil tarea sin mengua de la exce-lencia artística que le es habitual, y dentro de su propia atmósfera poé-tica de gracia y frescura singulares y de entrañable cubanía».

De ahí que Por el mar de las Antillas anda un barco de papel, sea considerado como el texto más bello de los escritos y editados para niños en Latinoamérica.

Ese hilo coherente entre lo culto y lo popular, que se hace entender por todos, le ganó a Guillén la acepta-ción, el reconocimiento y la identifi-cación con los sectores más aislados de la intelectualidad. Asimismo, se corresponde con conceptos como el del nuevo humanismo, resumido por Gudiño Kramer alrededor de la obra del cubano.

«Guillén representa cabalmente este ideal de artista del nuevo hu-manismo. En él se funden armonio-samente los acentos folklóricos de su pueblo, con las expresiones más puras de la cultura universal, y ha convertido en canto esperanzado el dolor de los esclavos de su raza o los desengaños de los visionarios que se lanzaron a la conquista de estas tierras porque en sus patrias ya no se podía vivir decentemente. Este profundo acento humano que traspasa las fronteras políticas y las geografías convencionales, hace

Entre las distinciones más significativas recibidas por Guillén están: la Orden José Martí, más alta condecoración del Estado cubano, impuesta por el propio Comandante en Jefe y la medalla de oro del Premio Mundial de Poesía, otor-gada por la Asan Memorial Association, creada en la India.

De sus libros más conocidos destacan: Motivos de son, Sóngoro cosongo, El son entero y La paloma de vuelo popular.

4. Estudio crítico biográfico, Angel Augier5. Palabras del entonces director del periódico Granma, Jorge Enrique Mendoza, citadas en Estudio crítico biográfico, Angel Augier6. Estudio crítico biográfico, Angel Augier7. Publicado en Hoy, en noviembre de 1947, citado por Angel Augier en Notas para un estudio biográfico crítico. Tomo II

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fotorreportajeFotos: Raudel Del Llano

Texto: Yamilé Luguera

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38 la espeleología desde el lente de raudel del llanoLa fotografía de naturaleza cuenta con varios entornos, las cuevas, oscuras maravillas milenarias, muestran su belleza a quienes se atreven a explorarlas. Exposiciones, concursos, eventos y el club Naturarte han sido escenarios del lente y los flashes de Raudel del Llano, que ha sabido sacarle luces, formas y colores al mundo de las tinieblas. Es espeleólogo y Miembro Ordinario de la Sociedad Espeleológica de Cuba.

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n los días de mi infancia, existía en La Habana un pintoresco mercado que no por pinto-

resco dejaba de constituir una lacra, perennemente abierta en el corazón de la ciudad. No era feo su edificio colonial, construido con buena piedra de cantería; airosas eran sus arcadas, pobladas de comercios típi-cos. Pero situado, como lo estaba, en barrio de hoteles, palacios y edificios públicos, su presencia resultaba un absurdo permanente —sin olvidarse que, en ciertas noches de verano, sus puestos de volatería y mariscos despedían un hedor intolerable. Era el viejo Mercado del Polvorín, her-mano de la vetusta Plaza del Vapor, anacrónica y mal ubicada, aunque

los viejos habaneros —aquellos que todavía saborean sus «mojitos» en el Café Ambos Mundos— lo consideraran inseparable de la iconografía de la urbe.

He tenido la grata sorpresa, en mi reciente paso por La Habana, de hallar un hermoso edificio moderno, donde se alzara, antaño, el pintoresco y ma-loliente Mercado del Polvorín; allí se encuentra, ahora, el Palacio de Bellas Artes de La Habana, cuyas actividades, impulsadas por el doctor Guillermo de Zéndegui, están dando óptimos frutos, en conferencias, manifestaciones tea-trales, y en la edición de revistas, libros, monografías, etc. Pero esto último me-recería un capítulo aparte. Solo quiero referirme hoy al admirable Museo que ahora puede visitarse en el palacio de

Bellas Artes de La Habana: un Museo auténtico y verdadero que podría ser el orgullo de cualquier gran ciudad por la vastedad de sus locales y las técnicas de su organización, donde puede hallar el visitante una historia completa del arte en Cuba, sin excluir sus manifesta-ciones primitivas y populares.

«un nuevo Museo aMeriCano» Por Alejo Carpentier

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Partiéndose de las culturas taínas, con sus enseres líticos, sus ídolos y alfarerías, se pasa a una serie de salas consagradas a la vida colonial —alta-res, figuras religiosas, muebles, carrua-jes, joyas, objetos domésticos—, sin desdeñarse el sector, hasta ahora des-deñado por no decir «voluntariamente ignorado», del folklore afrocubano. No faltan ahí los trajes de «diablitos» ñáñigos, un «Cuarto Fambá» minu-ciosamente reconstruido, vitrinas que presentan instrumentos rituales, hierros de Ogún, hachas de Changó, instrumentos y accesorios ceremonia-les de toda índole… En el mismo piso hallará el visitante una sala consagrada a la vida cubana en la segunda mitad del siglo XIX, donde se ofrece una ex-posición permanente de manuscritos y documentos relativos a los músicos ilustres nacidos en la isla: Ignacio Cer-vantes, Brindis de Salas, White, Lico Jiménez, Sánchez de Fuentes, Ancker-mann, y otros de menor importancia.

En las salas consagradas a la plásti-ca, puede contemplarse un panorama completo de la pintura cubana con-temporánea y de su escultura, sin olvi-darse la producción de los precursores. Nadie ha sido omitido, concediéndose la misma atención a las tendencias más diversas… Otras salas se dedican a la presentación de obras atesoradas por colecciones particulares, donde se exponen lienzos de Zurbarán, de Ma-

drazo, de distintos maestros españo-les, sin olvidar un conjunto de cuadros de Lucas, el más completo y rico que existe en la actualidad. En dos vastos locales se encuentran piezas egipcias, helénicas y romanas —incluyendo mosaicos, papiros, alfarería, retra-tos funerales de Fayún— dignos de cualquier museo de Europa, donadas por un coleccionista que podríamos calificar de prodigioso por el acierto de cada una de sus adquisiciones… Hay que hacer hincapié, finalmente, en la sala dedicada a la pintura colonial cubana, donde se reúnen las obras del viejo maestro Escalera, retratos realizados por distintos autores, y al-gunas adorables escena populares de Landaluze, artista que puede ser con-siderado como un clásico de la pintura

de expresión americana. Numerosos grabados antiguos —incluyéndose algunos del romántico Miahle— completan este conjunto, único en su género, que bastaría, por sí solo, para asegurar el prestigio de un museo.

¡No echen de menos, los viejos habaneros, la presencia del vetusto Mercado del Polvorín!... A cambio de él, posee ahora la ciudad uno de los mejores museos del continente.

Tomado de Letra y solfa tomo lll 26 de mayo de 1957.

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relato dentro del relato se mezclan tres historias cuya concreción final consigue dejar al lector un tanto desconcertado.

Por otro lado hay un balance en la creación de ambientes. La mayoría de los cuentos son desarrollados en espacios urbanos, en medio de las calles; también se utilizan los interiores, preferentemente apartamentos citadinos. En «Su nombre en un cartel» de Lorenzo Lunar se ubica la ambientación de la escena del crimen desde el primer momento: Fue un pun-tazo frío. Con música de fondo. En un callejón oscuro de la ciudad. Los fuegos artificiales a lo lejos, como el ritmo de la orquesta…3 El hecho que desencadena la investigación se ubica en lo oscuro de un callejón en una ciudad de fiesta. No así en la historia «Cortes y puntadas» de Ahmel Echevarría, donde la acción se desenvuelve en dos espacios fundamen-talmente: el interior de una casa, la sala con un televisor encendido y en un auto en movimiento, con música de fondo. Tiene la particularidad de su estructura cíclica, pues en más de una ocasión se vuelve al diálogo inicial, de hecho, resulta una suerte de serpiente que muerde su cola al comenzar y terminar en el mismo punto.

La trama es regular en las diferentes historias. Sin bien cada autor cuenta

la multitud de relatos que en los años sesenta intentaban nuevas búsquedas temáticas y estéticas en medio de la avalancha de crónicas de la epopeya revolucionaria, luego —bajo la sombra protectora del quinquenio gris— se alzó con bríos de adolescente impelido por la misión de «ser un arma para la lucha de clases en manos de los escritores revolucionarios». El cuento policial cu-bano, pasada aquella fiebre, se adecuó a nuevas y novísimas maneras al surgir nuevos y novísimos narradores, y hoy se aventura por los nuevos rumbos que tra-za la narrativa cubana del nuevo siglo.2

En un intento por comparar y hacer notar las incursiones y aportes del nue-vo policial con respecto al tradicional, observamos en las nuevas tendencias una estructura retrospectiva, es decir, el relato comienza con la presentación del enigma y el desarrollo será la resolución del mismo. En este sentido un ejemplo notable es el cuento que abre la colec-ción «Mister not guilty», de Rodolfo Pérez Valero. Aquí el conflicto se centra en la «injusta» encarcelación que sufre el protagonista, y deberemos esperar al final de la historia para apreciar su inesperado giro. Sin embargo no sucede lo mismo con «Sexo, best seller y falsas entrevistas» de Luis Alfredo Vaillant Rebollar donde se conoce desde el inicio al asesinado y su asesina, pero no es todo. En una suerte de «caja china» o

ajo el título Isla en negro. His-torias de crimen y enigma (Edi-ciones Abril, 2014) se presenta

la más reciente entrega de relatos policiales cubanos. Con la selección y prólogo a cargo de Leopoldo Luis y Rafael Grillo, se reúnen 25 historias, diferentes en sus estilos, tendencias y proyecciones, pero en cuya esencia vemos un mismo fin: narrar y renovar el cuento policial.

Este tipo de relatos, que vio la luz desde mediados del siglo XIX y cuyo exponente primero fue Edgar Allan Poe, desarrolló inicialmente dos rasgos que contribuían a la resolución del conflicto: la aplicación de las nuevas teorías científicas y la observación minuciosa por parte del detective. Hoy, a la luz de los nuevos escritores cubanos hay un renovado tratamiento del género a partir de la desacralización del héroe, el empleo de elementos lúdicos o paródicos y la libertad creativa.1

Según afirma Lorenzo Lunar en «Se buscan: 50 años del cuento poli-cial cubano (una posible antología)»: El cuento policial posterior a la revolu-ción cubana nació, tímidamente, entre

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isla en neGro:

renovando eniGMas

Por Oday Enríquez CabreraIlustraciones: Mola

con su estilo, su manera de narrar, las acciones casi siempre van a mostrarse en un crescendo del suspenso, se dan pequeñas pistas, pero el conflicto no se resuelve hasta el final. Algo interesante en los escritores cubanos es la inclusión de elementos lúdicos en las tramas. Un ejemplo singular es «Un caso de Ro-dríguez» de Eduardo del Llano. Aquí la ambientación, los diálogos y los perso-najes responden a los típicos caracteres de la sociedad cubana actual: los CDR, la PNR, pero todo con una dosis de humor

rompió. Al final, sin avanzar mucho en el convencimiento al detenido (una persona seria y tranquila, por demás), se presenta una situación «personal» al mayor Rodríguez y la única solución se encuentra en el auto de Nicanor… final «abierto».

En esta historia, como en otras de la antología, se observa ese rasgo feliz que resulta la desacralización del hé-roe. Observamos no ya la concepción maniquea del bueno y el malo, sino las variadas gamas de un mismo per-sonaje: el policía que no es perfecto, un ser humano con iguales condicio-nes y sentimientos que el resto, un asesino con dudas, cuestionamientos filosóficos y existencialistas, una per-sona simple, una mujer sola, sin amor, hostigada por la vida que le ha tocado («Mala sangre», de Rebeca Murga). Todos al fin y al cabo, son seres co-munes, con altas y bajas pasiones, capaces de todo o nada.

Como bien se ha visto en este re-nacer del relato policial cubano, son nuevos los escenarios, las tramas, los conflictos, los personajes. Todo se centra en crear una manera otra, única, más cubana, más cercana al sujeto de la Isla, incluso cuando la trama se desarrolla fuera de Cuba, o los protagonistas son mexicanos. La nota que apunte al cubano y sus maneras, estarán presentes, esa es la intención.

1. Fernando Rodríguez Sosa: «Cuentos policiales cubanos» (artículo en versión digital), Internet, 2012.

2. Lorenzo Lunar:«Se buscan: 50 años del cuento policial cubano (una posible antología)»,Tomado de: http://dieznegritos.latinoir.com/principal.htm

3. «Su nombre en un cartel», en Isla en negro, Ed. Abril, La Habana, 2014.

que hacen de la historia, absurda en la concepción del robo, un caso especial. A Nicanor O´Donnell lo detienen por hurtar parte del patrimonio histórico de la Revolución Cubana, una pieza del camión utilizado en 1957, en el asalto al Palacio Presidencial. La explicación del hecho es sencilla: es la única pieza que coincide con su auto, un Ford del 54. El porqué también es sencillo, y más que eso, cotidiano: Nicanor debe llevar a su madre todos los días al médico y el carro es su vía más segura, pero se

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otros también le han impregnado ese «algo» que completa su música.

«Cuando voy a escoger un artista para colaborar lo primero es sentir-me identificado la persona, su músi-ca. Unir todas esas maneras no fue algo premeditado, sino que sus artes pueden aportarle muchos valores a mi trabajo. Entre ellos están la banda Déjá-Vú, el rapero Bárbaro “El Urba-no” Vargas, Haila María Mompié… y Danay Suárez, cuyo tema finalmente no se incluyó por cuestiones con su discográfica, pero me satisfizo mu-cho trabajar con ella, es una artista espectacular.

«Cuando no tienes una carrera sólida siempre es difícil llegar a los artistas más consagrados, por una

paña, esta vez del centro de Prevención contra en ITS/VIH Sida, celebrado en el teatro del Museo Nacional de Bellas Artes en La Habana. Con otras influen-cias, el songwriter ya se abre dentro del movimiento de hip hop en la Isla con maneras de decir interesantes.

Con el fonograma Momentos, aún sin estrenarse totalmente pero sí con varios adelantos en los medios masi-vos de comunicación, el joven rapero Danger ha pensado el más reciente CD con una mirada renovadora, caleidos-cópica. La influencia de otros géneros musicales le han aportado al hip hop otro sazón para el enriquecimiento del ambiente sonoro, desde el R&B, el rap y el pop. Por supuesto, colaboraciones con Gretell Barreiro, Danay Suárez y

Los MoMentos de Danger

Por: Ingrid GonzálezFotos: Cortesía del artista

segura que le place «es-cribir temas que la gente entienda, que se identifique con las personas como son

los problemas sociales, el amor, el desamor, mis puntos morales, mi ética y cómo veo eso en otras perso-nas, rebatir lo que no está bien». Por ello, ya descubre su tiempo frente a nuevas sonoridades y partituras.

Su primer sencillo, Madre, acogido por la UNICEF y la campaña en favor a la Maternidad Segura, resultó un canto al amor, la transparencia en las relaciones, la constancia de su traba-jo volcado hacia las experiencias de vida. Así, fue invitado al concierto del DJ/Productor Alejandro Nuñez, en julio de 2013 en apoyo a otra cam-

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cuestión de tiempo libre. La rutina de trabajo funcionó de manera tal que yo iba puliendo la sonoridad de los temas y después pensaba en el intérprete ideal, ese sería el que grabaría conmigo.

«La relación con los artistas fue genial y aunque eran renombrados nunca estuvieron en ese plan de figu-ras, siempre se mantuvieron abiertos a cualquier propuesta, tanto en la músi-ca como en las letras. Porque cuando se hace una colaboración siempre defiendes tu arte, pero también debes escuchar a estas personas, pues si es-tás llegando a ellos es porque pueden aportar a tu carrera».

Danger busca otros públicos a los que llevar su música. «Para irrumpir en el medio de las imágenes, necesitaba un tema que fuera el primer momento

de la vida de todos y ese es el de la madre, quien te da la vida, la primera persona por la que sientes amor.

«Seleccionar Madre para realizar mi primer videoclip fue toda una bendición. Aunque el fonograma al que pertenece el tema todavía está en producción, ya teníamos la sono-ridad del CD y a partir de ahí trabaja-mos con los directores Yaima Pardo y Ermitis Blanco, quienes lograron un producto para todas las edades. Madre es un video tranquilo, sin muchos colores, muy quieto.

«Me gusta que los audiovisuales cuenten algo, que no sean solo una imagen promocional del artista en pantalla. Me gusta que la persona se sienta identificada con la música y la historia que le muestro».

En estos momentos, el joven miembro de la Agencia Cubana de Hip Hop prepara su segundo au-diovisual del tema Soy tú, junto al director de la agrupación Déjá-Vú, una colaboración que sin dudas, pretende abrir nuevos horizontes en su percepción de la música como un todo.

Danger y Jhamyl (Déjá-Vu)

Concierto en Bellas Artes, año 2013

Concierto en el teatro Mella, año 2012

Fotograma del videoclip Madre

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eis años atrás, con la carrera de Periodismo en la mano y la incer-

tidumbre de qué hacer con una profesión que nunca me había pasado por la cabeza ejercer, comencé a soñar mi vida universitaria en la Marta Abreu de Santa Clara. Mi entonces profesor de Historia de la vocacional y mi hermana me despertaron, deja la bobería, ¿qué carajo vas a hacer en esta provincia cuando te gradúes, cuando tengas que hacer prácticas, cuando quieras vivir?… Recuerdo la tristeza llenándome los ojos de agua salada y la decisión apresurada de cambiar la dirección para Guanajay y garantizarme una beca frente al mar por cinco años. El resto es mucho más breve ahora: el piso once, los amigos, el teatro, la tesis, la boda, la danza contemporánea, otro cambio de dirección, el Aula Magna, el Yate y la nostalgia.

Luego de un año de alquileres y yutones desesperadas a media mañana y estancias de menos de veinticuatro horas, uno se plantea el sentido de emigrar a la capital y dejar atrás toda la vida que conocía hasta ese momento, la gente que conocía, los agros donde compraba y las canciones que no le dolían.

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conocida entre tantas cabezas al sol. Y tú le indicas, le das direcciones, telé-fonos, le preguntas por el pueblo, por la gente y por las noches. Al final de la conversación le preguntas su nombre y le das el tuyo, como una constancia, la certeza de que Cuba es un pañuelo muchacha, quién nos iba a decir que nos conoceríamos en La Habana, si en el pueblo ni nos mirábamos apenas…

Esto le sucede, tal vez, al poco más de tres millones de personas que residen actualmente en una provincia diferente a la de su nacimiento. El fe-nómeno de las migraciones internas es complejo, es multicausal y es mil cosas más. Pero sobre todo criticado. Los que residen critican a los que llegan. Los que emigran critican a los que se quedaron. Y los que se quedaron cri-tican a aquellos que se fueron a vivir a un quimbo en las afueras de La Lisa y dejaron una casa de placa en Cacocún.

Pero lo peor no es esto. Lo peor siempre va a ser la nostalgia, que te tritura las sienes cuando se nubla la tarde y te entran unos deseos enor-mes de comer frijoles negros, recién hechos, sazonados con cilantro del patio y no te queda otra que escribir, escribir mucho y calentar las sobras del día anterior. Y levantarte luego, a las cuatro de la mañana, para sacar pasaje y darte una vuelta por el pue-blo, que en esta época del año reúne a mucha gente que desde hace un tiempo anda regada por toda la Isla.

Tomado del blog Desnuda y con sombrilla de Diana Ferreiro

Según el Censo de Población y Vi-viendas del año 2012, como yo, cerca de 68 407 personas emigran cada año de su provincia de nacimiento y las principales causas son económicas y profesionales. De esa cifra, 19 399 emigraron a la capital en el 2012. A pesar del nivel de vida aparentemente elevado de La Habana en comparación con otras provincias, a pesar del precio de los alquileres y de las malangas, a pesar del Decreto Ley 217 (Contraven-ciones del Régimen de Regulaciones Migratorias para La Habana), como yo, miles de personas han encontrado la vía para establecerse en esta ciudad de mar y escombros y atardeceres bellísi-mos que dan una peligrosa sensación de creer que no hay mejor lugar en el mundo.

Y no lo notas. Es decir, no te das cuenta de la cantidad de gente que, como tú, salieron del pueblo a escribir en La Habana —a vivir en un pasillo sucio de Santos Suárez por cuarenta CUC al mes—, hasta que tropiezas en una calle, casi siempre de La Habana Vieja, casi siempre al mediodía, con un conocido del pueblo que anda desde hace un par de meses por aquí, bus-cando trabajo, o alquiler o alguien para compartir el alquiler, y te abraza fran-camente dichoso de encontrar una cara

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Por Jorge Sariol

ciencia,tecnologíay sociedad

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a epilepsia es uno de los tras-tornos neurológicos crónicos más comunes en el mundo.

Aproximadamente 50 millones de personas están aquejadas de esta enfermedad. Caracterizada esen-cialmente como descargas excesi-vas, súbitas e hipersincrónicas de neuronas corticales, es en realidad manifestación de crisis recurrentes, con muy diversos orígenes y conse-cuencias psicosociales.

Tenida —y temida— en la an-tigüedad como un mal diabólico, la epilepsia ha sido estudiada de forma profunda y avanzada barriendo con mitos para hacer posible una vida integrada a quienes la padecen.

La Dr.C. Lilia Morales Chacón, Presidente de la Liga Cubana contra la Epilepsia (sección Epilepsia de la Sociedad de Neurociencias de Cuba) acepta un intercambio con Alma Mater para ayudar a desmontar fá-bulas y difundir contextos en torno al mal.

«La etiología es variable —asegu-ra Morales Chacón—, y las clasifican en Sintomáticas, motivadas por tumores cerebrales, enfermedades metabólicas o malformaciones vasculares. Pueden ser Primarias, generalmente de causa genética y finalmente las citogenéticas, cuy0 origen se presume, pero no puede demostrarse.

EPILEPSIA

Máscaras y enigmas«La epilepsia, a pesar de que lleva la máscara de la tragedia espantosa en su enfoque a cada paciente, se quita la máscara, a veces ante el médico que tiene el ingenio para parar y reflexionar sobre sus enigmas».

Wilder Penfield, The Mystery of the Mind (1975)

«Sin embargo se dan crisis agudas por determinadas causas en momen-tos de la vida sin considerarse epilepsia.

«Genéticamente la pueden tras-mitir tanto el padre como la madre y padecerla personas igual con alto o bajo coeficiente intelectual. Las que no son genéticas aparecen en edades tempranas, a consecuencia de un parto problemático, en el que haya habido daño cerebral perinatal. Y también pudieran emerger en edad adulta, lue-go de un accidente vascular-encefálico, con secuelas de daños cerebrales, o por eventos donde haya traumatismo de cráneo».

MITOS PELIGROSOSEs común la creencia de que en el

momento de una crisis debe colocarse un palito en la boca del aquejado, para

impedir que se muerda la lengua o se haga daño con los dientes.

Sobre esta afirmación y otras del mismo pelaje opina la doctora Morales.

«Es falso y diría que peligroso, por-que procediendo así puede dar paso a una bronco-aspiración o dificultar el proceso de la respiración en mo-mentos en que el paciente necesita de estar ventilado lo mejor posible.

«Otro de los mitos asegura que es más común en determinado sexo. Falso igualmente. Sucede que algu-nas manifestaciones de epilepsias predominan en un sexo, a partir de los mecanismos que la originan y la respuesta a la terapia.

«Un criterio que ha trascendido por generaciones es que se manifies-ta con convulsiones desordenadas y grotescas. Sin lugar a dudas, es la

La Dra. Lilia Morales es una de las principales especialistas a cargo de la evaluación para casos que serán sometidos a cirugía, que presupone, entre otros exámenes, Evaluación clínica y neurológica; Monitoreo Video – EEG; Evaluación neu-ropsicológica; Estudio mediante Espectroscopia por Resonancia Magnética (ERM) y Tomografía Computarizada con Emisión de Fotón Simple (SPECT).

Foto: Elio Mirand

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manifestación más reconocida, pero no es, y esto lo recalco, la más fre-cuente. Pueden tener manifestacio-nes motoras, cognitivas y sensoriales. Alguien aquejado de epilepsia puede estar conversando con otra persona y de repente dejar de hacerlo por unos segundos. Esto puede ser una crisis epiléptica y en ese lapso el paciente deja de interactuar con el medio.

«Es igualmente falso que sea incu-rable. Con un diagnóstico adecuado, se estima que, a nivel mundial, entre el 70 y el 80% de las epilepsias son tratables con medicamentos. De he-cho la cirugía puede ser una solución. El 70% de las personas con epilepsia pueden llevar una vida normal si reci-ben el tratamiento apropiado.

«Desde luego hay condicionantes que un epiléptico debería observar: no ingestión de bebidas alcohólicas, suspensión de medicamentos sin prescripción médica y la no perma-nencia en lugares peligrosos para él o para otras personas».

Un proyecto de resolución insta a los estados miembros de las organi-zaciones Panamericana y Mundial de la salud a que incluyan a la epilepsia como una prioridad dentro de sus políticas nacionales, para abrir, entre otros aspectos, marcos legales que protejan los derechos humanos y la participación social de las personas con epilepsia.

Sobre esto, la especialista cubana advierte: «Es cuestión compleja porque ha habido profesionales en general, incluyendo médicos, con aprensiones incorrectas acerca del padecimiento, incluso con prejui-cios, pero hay profesiones que yo no recomendaría para un epiléptico, como piloto o chofer de ómnibus de pasajeros.

«Todo depende de análisis casuís-ticos, profundos y fundamentados».

HistoriaDescripciones de Epilepsia aparecen en el Papiro de Edwin Smith, 3000 años ane,

referidas a enfermos poseídos por espíritus y a trepanaciones para que el maleficio aban-donara al paciente por esa «ventana».

Imhotep utiliza la palabra «cerebro» y habla de convulsiones. Hipócrates la denomina «Enfermedad Sagrada» y se refiere a su origen cerebral. Galeno fue el primero en verla como un padecimiento y no como un fenómeno divino. Es Avicena quien introduce el término Epilepsia. En 1827, se habla de crisis con lesiones

en la corteza cerebral. En 1888 son descritas las crisis focales, así como la denominada «Marcha Epiléptica» y más tarde, en 1898, las crisis uncinadas. El 25 de Noviembre de 1886 es operado el primer paciente con Epilepsia, realizando una resección del lóbulo temporal en un enfermo portador de un tumor cerebral, que fallece por otras razones. En 1912 aparece el mapeo de la corteza cerebral. En Alemania, después de la I Guerra Mundial se estudia un número de enfermos que padecían convulsiones como secuela de heridas por armas de fuego. En 1935 realizan el primer registro Electrocorticográfico (ECG).

Wilder Penfield, uno de los más grandes epileptólogos, realiza en 1928 la primera lobectomía del lóbulo temporal.

Entre los avances tecnocientíficos contemporáneos más relevantes en el estudio de la enfermedad aparecen la microcirugía, las nuevas técnicas anestésicas, el Videoelec-troencefalograma, el EEG Cualitativo, la Tomografía Axial Computarizada, la Resonancia Magnética Nuclear, el Monitoreo de los anticonvulsivos en sangre, la Tomografía Simple por Emisión de Fotones, la Tomografía por Emisión de Positrones y la Angiografía por Sustracción Digital.(tomado de Tratamiento Quirúrgico de la Epilepsia/http://neuroc99.sld.cu/text/ttoepilepsia.htm/ Dr. Francisco Goyenechea Gutiérrez-Dr. Ramiro García.

estadísticasLa epilepsia representa el 0,5% de la carga mundial de enfermedad, medida en años

de vida ajustados en función de la discapacidad… El 80% de esa carga corresponde a países en desarrollo... La carga de este trastorno a nivel regional representa el 0,7…

La mayor carga correspondiente al 2,8%, se registra en el grupo de edad de 5 a 14 años. Estados Unidos y Canadá tienen una carga inferior correspondiente a 0,4% con respecto a América Latina y el Caribe, que es de 0,9%.

(Estrategia y Plan de Acción sobre la Epilepsia/Organización Panamericana de la Salud/ Organización Mundial de la Salud/ 51. º Consejo Directivo/ 63.ª Sesión del Comité Regio-nal/ Washington, D.C., EUA/ Del 26 al 30 de septiembre del 2011).

La historia recoge el nombre de muchas personalidades que padecieron de Epilepsia, entre ellos:

AgAThA ChRiSTiE

vinCEnT vAn gogh

iSAAC nEWTon

F. DoSToiEvSki

JuAnA DE ARCo

nAPolEón BonAPARTE

AlEJAnDRo mAgno

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deporte

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Qué tienen en común Pau Gasol, Luis Figo Y Anatoly Kar-pov? Los tres son deportistas,

pero hay otra cosa que les une: son embajadores de buena voluntad de UNICEF porque creen que el deporte puede ayudar a que el mundo sea mejor. Y no son los únicos, muchas personas, deportistas famosos y no tan famosos, e incluso gente a la que no se le da demasiado bien el depor-te están convencidos de que a veces el mejor modo de que la humanidad avance puede ser también el modo más divertido.

La diferencia entre hacer deporte y «pasar el rato» está clara. Los juegos y los deportes nos divierten y al mis-mo tiempo nos ayuda a mantenernos sanos. Practicando deporte la gente se conoce entre sí y se favorece la convivencia, las relaciones y el buen humor. El ejercicio hace además que el cuerpo libere sustancias que hacen que nos sintamos mejor y más felices, alejándonos de la depresión, del aislamiento y ayudándonos a tener más energía y más memoria y concentración.

Al participar en un deporte nos acercamos a otras personas, ya sea para jugar en equipo con ellas o para tenerlas como contrincantes. Esto favorece otras formas de participa-

de la importancia del deporte

ción y nos ayuda a integrarnos en la comunidad a la que pertenecemos.

Además nos permite superarnos. A través del entrenamiento podemos ha-cer cosas que tiempo no creíamos ser capaces de lograr. Y además permite ganar y compartir con otros la alegría del triunfo. Pero como no siempre se gana, también nos acostumbra a perder y nos hace ver que en el fondo, no es tan importante salirnos siempre con la nuestra. Incluso las grandes es-trellas del deporte pierden en muchas ocasiones y eso no les hace ser menos grandes.

BENEFICIOS Físicos: fortalece los huesos, los

músculos y las articulaciones; equilibra el peso y reduce la grasa; mejora el funcionamiento del corazón y los pul-

mones; favorece la coordinación de los movimientos.

Psicológicos y sociales: favo-rece la capacidad de expresión, la autoconfianza y la interacción e integración social; reduce la tensión, la ansiedad y la depresión.

… LOS PUEBLOS TAMBIéN GANANDel mismo modo que el deporte

permite a las personas aprender y su-perarse, también ayuda a los pueblos a desarrollarse y superar las dificultades. No hay que olvidar que los países están formados por personas y que progre-sarán en la medida en que las personas progresen.

El deporte une a las personas más allá de las fronteras, como ocurre en los campeonatos internacionales, y sin importar las barreras o los prejuicios,

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Que el deporte no es un simple juego de niños lo saben los millones de aficionados deportivos que hay en el mundo. Pero la importancia del deporte para la gente va más allá de lo que la mayoría de nosotros podría suponer. A través del deporte se pueden lograr algo más que medallas y copas: la paz, el fin de la pobreza o la igualdad de oportu-nidades son algunos de los triunfos menos conocidos del deporte.

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como nos demuestran los Juegos Para-límpicos. El deporte nos iguala al resto de los seres humanos y nos enseña a respetar a nuestros adversarios por su habilidad y su esfuerzo y no por su color, su religión o por lo próspero que sea su país de origen. Al participar en juegos y competiciones aprendemos a darnos cuenta de lo que tenemos en común con los demás y esto es muy importante para la convivencia pacífica entre países y culturas diferentes.

Mientras jugamos no todo es per-fecto, a veces surgen conflictos, pero para ganar es necesario resolverlos con deportividad, sin dañar al opo-nente y sin hacer trampas. Respetar unas reglas durante los encuentros y

unas normas de disciplina durante los entrenamientos es fundamental para que las competiciones deportivas sean posibles, pero el respeto a las normas también es esencial para la convivencia en la escuela, en el trabajo, en la calle o en los ratos de ocio. El deporte nos muestra que no perdemos libertad por ser respetuosos con los demás y que acatar las normas, cuando esas normas son justas y aceptadas por la mayoría, es una muestra de madurez que nos hace más fuertes, no más débiles.

GANAMOS TODOSMillones de personas en el mundo

han aprendido ya cosas muy importan-tes gracias al deporte. En África, Asia o

Pau GasolIntegrante del equipo español de Baloncesto. Oro en el Mundial de Japón (2006)

luis FigoFutbolista portugués.Balón de Oro (2000)FIFA World Player (2001)

anatoly KarpovAjedrecista ruso Campeón Mundial en el período (1975-1985)

América los campeonatos de fútbol han servido para favorecer la vacuna-ción de los niños pequeños, evitando así muchas muertes innecesarias. El deporte congrega a mucha gente como espectadores, lo que facilita que lleguen mensajes de salud o de prevención de enfermedades a personas que viven en lugares apar-tados y a los que es difícil contactar normalmente. De este modo, mu-chos jóvenes están aprendiendo a protegerse de enfermedades como el SIDA, que es un peligro para la supervivencia de países enteros.

UNICEF, Tomado de Internet

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef ), cuenta también con embajadores latinoamericanos como Leonel Messi, Diego Forlán, Julieta Ve-negas y el cantante cubano Raúl Paz.

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Texto y foto: Yuris Nórido

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ARTERepartieron plastilina y le dijeron

a los niños: «Hagan un regalo para mamá». La mayoría de los niños modeló formas absolutamente abs-tractas, o francamente toscas, como se supone que haga la mayoría de los niños de dos años. Pero a Nadia, mi sobrina, le encantan las manua-lidades. Cuando llegó su turno dijo: «Esta es una rosa para mamá». La cuidadora admiró su creación: «Ex-plícamela». Obviamente, Nadia y probablemente la propia cuidadora no saben que el arte no tiene que ser explicado, pero aquello no era una galería ni una bienal de artes visua-les; era un salón de círculo infantil. Nadia explicó: «Estas son las hojas y esta es la rosa». Las hojas eran ver-des, la rosa rosada. Como se supone que deba ser. El modelado, si se fijan, tiene cierta plasticidad. La educa-dora quedó encantada. Dijo: «¡La ganadora de esta competencia ha sido Nadia! ¡Un aplauso para ella!» Los niños aplaudieron, aunque dudo que a los dos años los niños sepan qué cosa es una competencia, lo que no significa que, de alguna manera, no compitan. Nadia, lejos de enor-gullecerse por su triunfo, se apenó

hasta el punto de que se tapó los ojos, por pura vergüenza.

Cuando le hicieron el cuento a mi hermano, puso cara de padre satisfe-cho: «Nadia va a ser artista». Yo, entre nosotros, creo que la plasticidad de la flor tiene que ver más con la casualidad que con habilidades específicas, pero no iba ser el que echara el agua fría. Vamos a decir que la niña tiene una singular visión. Puede que de verdad termine siendo artista de la plástica, o arquitecta, o diseñadora gráfica. O quizás sea técnica veterinaria o bas-quetbolista, la vida da muchas vueltas. Lo que sí me gustaría, y ojalá que sus padres se ocupen de eso, es que tenga una sensibilidad por el arte, un com-promiso con la belleza, asumida en su más amplio espectro.

Y de eso he estado hablando en esta columna: de lo bien que les hacen a nuestros niños las actividades que es-timulen su creatividad, su apreciación de la creatividad ajena. En los primeros años todo marcha bien, pero a medida que el niño va creciendo y va superan-

do grados escolares, tiene menos contacto con el maravilloso mundo de las artes visuales, de las artes to-das. A no ser que el muchacho tenga una fuerte vocación, a no ser que en la casa lo animen a que descubra ese mundo. El hecho de que en ba-chillerato o en la enseñanza técnica no haya asignaturas dedicadas al estudio y la promoción de las artes es una clara deficiencia de nuestro sistema educativo. El arte, no hay ni que discutirlo, es tan importante como la educación física. Bueno, en realidad, es tan importante como las matemáticas, la lengua y la literatu-ra, la historia y la geografía, la física, la química y la biología…

Aspiremos a una educación más integral. Que los niños y adolescen-tes dibujen y canten más, asistan a galerías de arte, aprecien la música, la danza y el teatro. Todo el mundo no puede ser artista, pero todos sí podrían ser amantes del arte. Puede que suene como un sueño, pero qué hermoso sueño…