La Ley de Hierro de Las Oligarquias Dalmacio Negro

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  • LA LEY DE HIERRO DE LA OLIGARQUA

    Por Dalmacio Negro, catedrtico espaol y miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Polticas

    1.- El motivo del trabajo es el pesimismo del pensamiento poltico, que diferencia el pensamiento poltico realista1 de otros modos de pensamiento y, en particular, del pensamiento poltico humanitarista, el ideolgico y el imaginativo. El realismo poltico, escribe Jernimo Molina, es la imaginacin del desastre.2 Carlo Gambescia dice triste refirindose al liberalismo en un libro reciente, ...3

    Una causa principal, sino la determinante del pesimismo connatural a ese modo de pensamiento, es la ley de hierro de la oligarqua. Al ser una ley de la naturaleza humana, es inmanente a todas las formas del gobierno, de lo que resulta que los gobiernos son siempre oligrquicos con independencia de las circunstancias, el talante y las intenciones de los escritores polticos y de los polticos.

    La verdad fundamental in politicis es la libertad poltica o colectiva, que depende de la opinin. Y la opinin motivada por las necesidades, las pasiones y los sentimientos, los deseos mimticos y los intereses que introducen la incertidumbre en la vida poltica bajo la forma de la ley de hierro de la oligarqua, es inevitablemente plural. Esta ley distorsiona as el pensamiento racional mejor concebido haciendo inciertos los resultados de los clculos polticos ms prudentes. La ley de hierro tiene, por una parte, la ventaja de que desenmascara los mitologemas4 mediante la desilusin y descalifica o ridiculiza las pretensiones del pensamiento poltico que no se atiene a lo concreto y agible en el momento presente. Por otra, tiene el inconveniente de hacer imposible una teora poltica universal, pues la intensidad con que opera la ley transcendental de la oligarqua, depende del azar o el conjunto indefinible de causas, concausas y circunstancias de todo orden. Por eso es la prudencia la virtud principal del poltico.

    Jacobo Burckhardt crea que el poder es malo (die Macht ist bse), idea inherente al pensamiento protestante popularizada por el dictum de su discpulo Lord Acton el poder corrompe y el poder poltico corrompe absolutamente. Pensar polticamente es ponerse siempre en lo peor, deca Julien Freund. El economista James Buchanan reconoca que ningn sistema de organizacin social en el que los hombres puedan actuar libremente, es capaz de impedir la explotacin del hombre por el hombre o de un grupo por otro grupo.5 El chino Han Fei-tzu deca hace muchos aos: El ms sabio de los ministros nunca ser escuchado por un rey estpido. Carl Schmitt remataba en cierto modo la cuestin al afirmar que, polticamente, quien escribe se proscribe. Etc.

    1 Igual que en discurso filosfico realidad (palabra que proviene de la realitas de Scoto) indica segn el Diccionario de Abbagnano el modo de ser de las cosas en tanto existen fuera de la mente humana o independientemente de ella en contraposicin a la idealidad que designa el modo de ser de aquello que est en la mente y no puede ser o no est incorporado o actuado todava en las cosas, del mismo modo, dice P. P. Portinaro, en el lxico poltico se llama as al modo de ser de las relaciones de poder consideradas independientemente de los deseos y las preferencias de los actores o de las teoras ms o menos normativas, de los espectadores. Portinaro distingue un realismo complaciente, un realismo melanclico y un realismo que vibra de indignacin moral . Il realismo poltico. Roma, Laterza 1999. P. 13.2 Liberalismo triste. Un percorso: da Burke a Berlin. Piombino, Edizione Il Foglio 2012.3 Realismo poltico y crtica de las religiones seculares en Raymond Aron En M. Herrero (Ed.), Religion and the political. Hildesheim, Georg Olms Verlag 2012. 4 No es la des-velacin, sino la des-ilusin, lo que quebranta los mitos y promueve el abandono de las actitudes mticas. M. Garca-Pelayo, Los mitos polticos. Madrid, Alianza 1981. Mito y actitud mtica en el campo poltico. 4.1, p. 29.5 OJO Clculo del consenso

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  • Ingenium mala saepe movent (las cosas malas saben mover el ingenio), deca Ovidio. De hecho, el gran pensamiento poltico suele aparecer cuando van mal las cosas. As ocurri en Grecia, la cuna de ese modo de pensamiento, donde la crisis y decadencia de la Polis suscitaron la necesidad de la filosofa poltica.

    2.- Antes de abordar el tema, es preciso tener en cuenta el cambio sustancial experimentado por la vida poltica por la irrupcin de amplias clases medias, instaladas en la sociedad y en la cultura como clases independientes. El fundamento de estas clases es el trabajo, por medio del cual se hacen poseedoras y propietarias. Hannah Arendt explica que la aparicin del trabajo como un factor poltico, introdujo un nuevo paradigma en la vida y el pensamiento polticos, atribuyndole a Marx el mrito indiscutible de haber sido el primero en hacer hincapi vigorosamente en ello y con conocimiento de causa.6 Tocqueville pidi casi al mismo tiempo una nueva ciencia poltica para un mundo enteramente nuevo al captar en Norteamrica lo esencial de la cuestin.

    La gestacin de este gran hecho comenz, como seal precisamente Tocqueville, en el fondo de la Edad Media. La causa material consisti en la adicin a las posesiones y propiedades inmobiliarias de un gran incremento de la posesin y propiedad de bienes mobiliarios que modific la economa circular (kreislauf deca Schumpeter). Este hecho influy sin duda en el descubrimiento formal de la ley de hierro de la oligarqua por Robert Michels. Ferdinand Lassalle, el fundador de la socialdemocracia legalista destinada a rivalizar con la socialdemocracia revolucionaria de Marx, haba rebautizado la ley de bronce de los salarios de David Ricardo como ley de hierro para darle ms nfasis, y es muy probable que Michels le imitase aplicando la idea a la poltica. Desde la publicacin en 1911 de su famoso libro Los partidos polticos. Un estudio sociolgico de las tendencias oligrquicas de la democracia moderna,7 las alusiones a la oligarqua suelen relacionarse con la forma del gobierno y los partidos polticos, aspectos sobre los que existe bastante bibliografa, que, por lo general, sigue a Michels o parte de l. 8

    Sin embargo, aunque Michels afirm en el prlogo a la edicin inglesa de 1915, que la democracia conduce a la oligarqua y contiene necesariamente un ncleo oligrquico, se limita decir de la ley de hierro, que es una ley sociolgica ms all del bien y del mal.

    La atencin preferente a los partidos polticos est ms que justificada, pues parecen ser los instrumentos indispensables para que pueda funcionar la democracia de masas. Ahora bien, la funcin de la ley de hierro en los gobiernos oligrquicos y en los partidos polticos es relativamente secundaria.

    6 Karl Marx y la tradicin del pensamiento poltico occidental. Madrid, Encuentro 2007.7 Buenos Aires, Amorrortu 1969. Esta edicin, traduccin de la versin inglesa, incluye el conocido prlogo de Seymour M. Lipset.8 Por ejemplo, Carl. J. Friedrich slo menciona de pasada la ley de hierro en relacin con los partidos en su importante tratado Gobierno constitucional y democracia. (2 Vols. Madrid, Instituto de Estudios Poltico 1975) y Karl Loewenstein, que no la menciona, se limita a decir que la nueva sociologa histrica de Mosca, Pareto, Michels y Max Weber -por no citar a Giovanni Battista Vico- ha mostrado de manera convincente que no existe en absoluto una relacin causal entre la estructura del mecanismo gubernamental y la localizacin fctica del poder. Teora de la Constitucin. Madrid, Ariel 1964. II, p. 47. La oposicin al socialismo, especialmente al marxista, y al fascismo puede ser una causa de la falta de atencin a la ley de hierro y sus implicaciones. A.C. Pereira Menaut no menciona tampoco la ley de hierro en sus Lecciones de Teora Constitucional. Madrid, Colex 2006. Una causa puede ser la desapariciaon disciplinart del Derecho Poltico sustituido al estilo positivista por el Derecho Constitiucional.

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  • Montesquieu, bajo la influencia de la tradicin de la Polis griega y ejemplos parecidos, no conceba que fuera posible un gobierno democrtico salvo en pequeas ciudades o grupos de hombres. Por eso los partidos o como se les quiera llamar son indispensables en los gobiernos democrticos de mayores dimensiones. Sin embargo, el problema principal no es su particular organizacin oligrquica, que responde al hecho de que en toda agrupacin humana existe una jerarquizacin, por muy informal que sea.9 El problema radica en como impedir que ellos mismos se conviertan en oligrquicos respecto al resto de la sociedad y/o en correas de transmisin de las oligarquas sociales. Es ms importante su funcin como un denominador comn de todas las formas del gobierno, incluida la oligrquica. La funcin de la ley de hierro de la oligarqua, es ms importante como denominador comn de todas las formas del gobierno, incluida la oligrquica. Deca Michel Foucault, que el poder est en todas partes y lo decisivo es que la ley de hierro opera dentro de los regmenes polticos condicionando al gobierno cualquiera que sea su forma.

    Sorprende sin embargo la escasez de estudios monogrficos concretos sobre esa ley desde este punto de vista, pese a que la historia de Occidente podra escribirse como una interpretacin oligrquica de la historia bastante menos reduccionista que la interpretacin econmica: como una lucha por la libertad poltica mediada por la dictadura en situaciones lmite o excepcionales para conservar el equilibrio del orden poltico, y a veces a favor de las oligarquas o de la democracia.

    3.- Con independencia de la cuestin social suscitada por el reconocimiento, por decirlo as, de la mayora de edad del mundo del trabajo, el hecho de que la ley de hierro de la oligarqua haya pasado prcticamente inadvertida hasta tiempos relativamente recientes, sugiere la salida a la luz pblica de una idea emparentada con el tipo de ideas filosficas de elevada generalidad necesario, deca Alfred North Whitehead, para guiar a la aventura hacia lo nuevo y asegurar la realizacin inmediata de lo til de este fin ideal.10 En tal caso, desde el punto de vista poltico, la ley de hierro de la oligarqua pertenecera al mbito de la metapoltica, que, como su nombre lo indica, en griego th meth politik, va ms all de la poltica, a la que trasciende en el sentido de que busca su ltima razn de ser, el fundamento no-poltico de la poltica.11 La metapoltica es una disciplina, prosigue Alberto Buela, cuyo objeto es doble. Es filosfico (se ocupa de los fundamentos ltimos de la poltica) y poltico (se ocupa de la proyeccin poltico-social de dichos fundamentos).12 Lo cierto es que la ley de hierro funciona desde el comienzo del pensamiento poltico como un presupuesto metapoltico, pudindose citar multitud de escritos de pensamiento poltico cuya ultima ratio o justificacin consiste en que la presuponen sin mencionarla.13 El pensamiento poltico de Platn, el fundador de

    9 Tras la Segunda Guerra Mundial, la jerarquizacin ha llegado al punto que los partidos son en gran medida partidos de funcionarios, al haberse convertido el Estado en Estado de Partidos. Leibholz, terico de esta forma del Estado, reconoce que la democracia es hoy plebiscitaria. Pero esto pertenece al tema de la representacin, que cae fuera del presente trabajo. Sobre el Estado de partidos, entre otros, M. Garca-Pelayo, El Estado de partidos. Madrid, Alianza 1986. A. Garca-Trevijano, Teora Pura de la Repblica. Madrid, El buey mudo 2010.10 En el breve prlogo a Aventuras de las ideas. Barcelona, Plaza & Jans 1942. 11 Qu es metapoltica?. Ensayos de disenso (Sobre Metapoltica). Barcelona, Nueva Repblica Eds. 1999. P. 97.12 Ibidem. Id P. 98.13 Manfred Riedel plante el problema de la metapoltica en Metafsica y metapoltica. Buenos Aires, Alfa 1977. Segn C. Gambescia, en primer lugar, la metapoltica estudia la realidad poltica en los trminos en que es y no en los que debiera ser. En segundo lugar , la metapoltica se ocupa de las cuestiones ligadas a la legitimidad del poder (raz y forma) tal

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  • la filosofa poltica, o la ciencia (en el sentido griego) poltica de Aristteles seran ininteligibles sin esa ley.

    Para remediar las consecuencias de la ley de hierro implcita en la vida colectiva, el pesimista Hobbes, para quien la nueva ciencia natural recin constituida era un pequeo poder, imagin una nueva ciencia poltica algo ms optimista en tanto objetiva, introduciendo el nuevo paradigma que alter el curso natural de la poltica de origen griego. A este fin, describi las pasiones o causas antropolgicas del pesimismo poltico y las leyes de la naturaleza humana que justificaban su teora del Estado. Construido como un orden o rgimen poltico, crea que, al ser un artificio cuya potencia es impersonal, sera capaz de neutralizar la ley de hierro de la oligarqua, que es en el fondo una sntesis de las leyes de la naturaleza de Toms Hobbes, equilibrando las necesidades y los egosmos. La naturaleza de ese ente artificial -superentidad misteriosa deca el constitucionaista C. J. Friedrich- es por eso la neutralidad.

    Irnicamente, observaron Cassirer14 e incluso su discpulo ex lectione Carl Schmitt,15 Hobbes invent un nuevo mito, que, en tanto mquina de poder hace inevitable que el rgimen en el que se apoya el maquinista, como se llam metafricamente al gobierno, sea oligrquica. Pues, como dira Burckhardt el poder poltico se opone a todos los egosmos desmedidos menos al suyo. As, en Francia, la Monarqua Absoluta financi a la aristocracia transformndola en una oligarqua: la sociedad cortesana descrita por Norbert Elias,16 una forma de la sociedad poltica que media, junto con la burocracia,17 entre el gobierno y la llamada a partir de Hegel sociedad civil, entendida como la vida econmica del pueblo en su conjunto. De ah partieron, Lorenz von Stein, quien sustituy definitivamente el pueblo por la sociedad y, siguindole, Carlos Marx.18

    Tal vez por todo eso, no se habla hoy mucho de la oligarqua salvo como forma concreta del gobierno; quiz tambin porque el Zeitgeist es democrtico y, como deca Tocqueville, la democracia immatrialise le despotisme.

    4.- Ahora bien, puesto que la poltica es tan griega como la filosofa de la que naci, para abordar la cuestin de la oligarqua resulta inevitable referirse a los griegos, de quines deriva el pensamiento poltico europeo. Con ellos apareci en la historia una forma poltica, la Polis,no como un lugar construido como ciudad, sino, deca Joachim Ritter, la ciudad comn y comunidad de ciudadanos...en que el hombre en tanto hombre era capaz de realizar la actividad vital de su ser humano y sus posibilidades con su propio poder y obrar.19 Al caer en la cuenta o descubrir que la libertad colectiva es la nica verdad de la poltica, concibieron por vez

    como se presentan, sin apelar a alguna causa primera ultraterrena. En tercer lugar, tiene un valor metodolgico en el sentido que individua y relativiza los juicios de valor. Metapolitica. L'altro sguardo sul potere. Piombino, Il Foglio 2009. 5, pp. 31-32. 14 El mito del Estado. Mxico, Fondo de Cultura (varias edcs.)15 El Leviatn en la doctrina del Estado de Toms Hobbes. Mxico, Fontamara 2008. Y el mito de la Sociedad como contrapunto al del Estado.16 Vid. la obra clsica de N. Elias La sociedad cortesana. Mxico, Fondo de Cultura 1982.17 Vid. el cap. II El elemento sustancial del gobierno moderno: la burocracia de C. J. Friedrich, Op. cit.18 Stein redujo la trada hegeliana Familia-Sociedad-Estado al dualismo Sociedad (en la que introdujo la familia) y Estado. Marx, introdujo el Estado (como superestructura) en la Sociedad hegeliana, es decir, como Sociedad econmica (Brgergesellschaft). En Francia, Saint-Simon y Comte consideraron solamente la Sociedad.19 Metaphysik und Politik. Studien zu Aristoteles und Hegel. Frankfurt a. M. 1969. Das brgerliche Leben. Zur aristotelischen Theorie des Glcks. II, p. 71 y I, p. 59.

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  • primera la posibilidad de un orden poltico constituido sobre sus propios supuestos.20 La Polis era un modo de vida.

    Desde entonces, la lucha por la libertad poltica o colectiva ha sido con altibajos una constante de la historia poltica europea y uno de los motores que contribuye a entender que esa historia y por derivacin la de Occidente, haya sido sin comparacin posible mucho ms intensamente histrica que la de las dems culturas y civilizaciones.

    La oligarqua es ms que una forma del gobierno. Pero la causa de la falta de claridad sobre su significacin universal radica en que los griegos, atenidos al criterio de las formas puras o buenas del gobierno como formas sanas de la Polis, es decir, como formas polticas21 o de lo Poltico en las que reside su poder visible, no las distinguan prcticamente de las formas de rgimen, en las que reside la influencia, el poder o los poderes informales invisibles como tales poderes, VID FERRERO que condicionan el ejercicio del poder formal. Contribuye tambin al embrollo el tpico de que est obsoleta la clasificacin tripartita griega Monarqua, Aristocracia y Democracia (y sus contrarias).22 Slo es verdad en cierto modo y hasta cierto punto.

    Maquiavelo, influido por la historia y el pensamiento romano, haba empezado a sustituir sin mucha conviccin esa clasificacin por la distincin entre Monarqua y Repblica, que Georg Jellinek, el gran terico del Estado de Derecho, consideraba la fundamental. Este criterio se ajusta bastante bien a la historia occidental, pero es inferior al griego en el plano de la historia universal en la que resulta ms til la reorganizacin por Montesquieu de la clasificacin tradicional.23 Al final, en el estado democrtico de la sociedad en el sentido de Tocqueville, como dice Michael Stolleis, de las formas del Estado de Aristteles slo han quedado dos, la democracia y la dictadura. Incluso la dictadura se llama hoy a s misma democracia, pero tiene buenos motivos para no tolerar debates tericos, sino reprimirlos. De modo que slo queda la democracia por ms que en la vieja Europa tenga an algunas jefaturas monrquicas.24 Dando la razn provisionalmente a este historiador del derecho, queda tambin la oligarqua, sino como forma del gobierno como la forma del rgimen.

    En cuanto a la democracia es muy importante tener en cuenta que la contempornea es completamente distinta de la griega en la que pensaban Montesquieu, Rousseau, etc., e inspir las ideas contemporneas sobre esta forma

    20 Escriba Manuel Garca-Pelayo: La aparicin del orden poltico en la historia tuvo lugar entre los milenios IV y III, como un fenmeno necesariamente vinculado a las altas culturas...Sin embargo, la conciencia de que existe un orden poltico constituido sobre sus propios supuestos, la formacin de una teora poltica destinada a su entendimiento y, en general, una racionalizacin de la cultura poltica en el sentido que la politologa actual suele dar a este concepto, slo aparecieron por primera vez en la Grecia del siglo IV a. C. Mito y razn son dos formas de estar y de orientarse en el mundo, que, por tanto, dan origen a dos esquemas interpretativos. Op. loc. cit. 1, 1.1, pp. 11-12.21 Sobre la expresin forma poltica, Nicols Prez Serrano reconoca que, siendo siempre vaga e inconcreta, podr utilizarse, aunque no lo haremos sino con parquedad y cautela, para aludir al concepto genrico en que entran por igual la forma de Estado y la forma de Gobierno, para diferenciar, por ejemplo, problemas de forma poltica y problemas de actividad poltica. Tratado de derecho poltico. Madrid, Civitas 1976. 210, p. 268. Vid. la discusin sobre el tema en los pargrafos siguientes.22 Indiferentes al contenido ideolgico incorporado a las instituciones gubernamentales, las clasificaciones tradicionales se fijan tan slo en la estructura externa del gobierno y dejan de lado la propia dinmica del proceso del poder. K. Loewenstein, Op. cit. II, p. 45.23 Cf. K. Loewenstein, Op. loc. cit. Pp.45-46.24 La t3extura histrica de ls formas polticas. Madrid, Marcial Pons 2011. 4, 3, p. 72-73.

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  • del gobierno .25 La democracia griega estaba reservada para los iguales, los relativamente pocos hombres libres que disponan de ocio para dedicarse a la discusin de los asuntos comunes. Precisamente por ser muy el limitado el nmero de los libres en relacin con la poblacin total de la Polis, no podan existir ni la sociedad civil ni la representacin (sustituida por la participacin) que da lugar a la sociedad poltica. La democracia se reduca a quines estaban liberados de la necesidad de trabajar y podan participar en las discusiones del gora para formar la razn y la voluntad comn de la Ciudad.

    Es un hecho conocido, que el mundo antiguo descansaba en la institucin de la esclavitud, en violento contraste con elde que el trabajo haya dejado de pertenecer en los tiempos modernos a la esfera estrictamente privada convirtindose, en palabras de Arendt, en un hecho pblico-poltico de primer orden, que ha alterado el significado de la poltica al perder sentido la philopsychia, el amor a la propia vida, que distingua la vida del esclavo de la del hombre libre.26 En consecuencia, aceptada la trascendencia poltica del trabajo, la democracia moderna se reduce a las reglas de juego preliminares a las que deben atenerse los representantes elegidos por la mayora en virtud del principio de la igualdad formal o jurdica de todos.27

    Pero la representacin no es la cuestin concreta que se aborda aqu, aunque sean necesarios estos y otros preliminares a fin de establecer con claridad la diferencia entre las formas de gobierno y las formas de rgimen, que es la clave para entender el carcter universal de la ley de hierro.

    5.- A la verdad, lo obsoleto de la divisin tripartita de las formas del gobierno era la visin que tenan los griegos de la realidad, correspondiente a la fase de la estructura mtica de la conciencia.28 La Polis era para ellos un fenmeno de la Naturaleza del que resultaba una comunidad o koinona de hombres y dioses. Incluso arquitectnicamente era una Ciudad-templo en la que moraba lo divino, fundamento, causa y principio de la realidad. Los hombre libres insertos en la Naturaleza, ascendan de ella en la Polis, para disponer de su vida bajo el nomos, y como adolecan de conciencia histrica crean en la anaciclosis, la eterna degeneracin y retorno natural de todas las cosas. Platn habl en Timeo del cosmos como un animal eterno del que procedan todos los seres vivos y

    25 Es cuestin muy interesante que, si como mostr Tocqueville, Europa comenz a pasar desde el fondo de la Edad Media del estado aristocrtico de la sociedad al estado social democrtico, hasta que punto la vigencia de la concepcin griega de la democracia no retras su aceptacin como forma del gobierno en Europa? Aparte de los recelos que despertaba la democracia como forma de gobierno, una explicacin bastante convincente podra ser que, si bien la tradicin poltica europea originaria es la romana republicana, sin embargo, al interferirse la recepcin del ideal de la Polis, que unida a otros factores como la forma poltica del Papado, coherente con la naturaleza comunitaria de la Iglesia (como communitas, comunidad espiritual, no como koinonia, comunidad natural de sangre), alent la idea del Estado, desvi esa tradicin, que, en cierta manera slo se conserv en Norteamrica por la coincidencia de un conjunto de circunstancias afortunadas. Algo al respecto en D. Negro, Historia de las formas del Estado. Una introduccin. Madrid, El buey mudo 201026 P. H. Arendt, Op. cit. P. 26. Arendt distingue la labor, que corresponde al proceso biolgico del cuerpo humano, del trabajo, que proporciona una mundo artificial de cosas. Vid., La condicin humana. Barcelona, Paids 1993.27 La democracia en tanto contrapuesta a todas las formas de gobierno autocrticas, se caracteriza por un conjunto de reglas (primarias o fundamentales), que establecen quien est autorizado para tomar las decisiones colectivas y bajo qu procedimientos. N. Bobbio, El futuro de la democracia. Mxico, Fondo de Cultura 1984. I, 2, p. 14.28 Vid. J. Gebser, Origen y presente. Gerona, Atalanta 2011. I, III.

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  • conceptu la Polis como un macroanthropos, una suerte de hombre grande cuyos rganos principales eran los ciudadanos, que, por ende, le pertenecan.29

    La Polis era para ellos el modo de vida ms alto que podan concebir y la degeneracin o corrupcin de la Monarqua, la Aristocracia y la Democracia en Tirana, Oligarqua y Demagogia u otras variantes, que coartasen la libertad poltica, eran enfermedades del alma de la Polis. Estaban tan orgullos de su libertad poltica dentro de su visin naturalista de la ciudad, que ni siquiera podan concebir que existiese autntica vida humana fuera de sus pequeas Pleis en las que los hombres libres alcanzaban su perfeccin como miembros de la especie anthropos en la figura del ciudadano. De ah, su sentimiento de superioridad respecto a los dems pueblos, considerados brbaros porque al desconocer la libertad poltica -la posibilidad de participar en la organizacin racional de la vida colectiva- no podan ser ciudadanos. La palabra politikn en la clebre definicin aristotlica del anthropos como zoon politikn, aluda a un modo de vida nico que diferenciaba al hombre de los dems animales. Por todo eso, los griegos no slo tenan horror al cambio sino que no eran capaces de ver que la degeneracin del espritu de la Polis, a causa del auge de la tendencia oligrquica, fuese otra cosa que la corrupcin natural de los seres vivos, y no podan aceptar que pudiera ser la dictadura un remedio adecuado, puesto que esta forma excepcional del gobierno suspende o suprime la libertad poltica y con ella la ciudadana, que eran la sustancia de las Poleis, la cultura y la civilizacin griegas.

    El hallazgo de la libertad poltica y de su correlativa, la ciudadana, como la perfeccin del hombre libre, es la causa de que identificasen forma de gobierno y forma poltica, pues la forma de gobierno era la psych o principio vital de la Ciudad, su constitucin, el alma que in-formaba, daba su forma a la vida colectiva. Su ideal era la politeia, traducible aproximadamente como Ciudad constitucional; pues la Constitucin era lo que le daba la forma a la materia de la Polis, en la que los libres vivan bajo el imperio de ley. Como dira mucho ms tarde Maquiavelo, una repblica a la que manca la forma no es una verdadera repblica.

    La Polis viva en un eterno presente, era la nica forma poltica que conocan, en la que exista la facultad de moverse a voluntad, que era como defina Aristteles la libertad, la posibilidad de politeuein, de tener y llevar una existencia poltica participando activamente en la vida de la Polis, en la ordenacin de la vida colectiva. De ah que las formas de gobierno y las formas de rgimen tenan que ser idnticas a la forma poltica, sin perjuicio de reconocer la posibilidad terica de que una Polis sana en la que imperase la virtud, pudiera ser monrquica, aristocrtica o democrtica como tres tipos de almas.

    6.- Los griegos descubrieron la libertad poltica y la ciudadana como consustanciales a la Polis, una Ciudad Poltica, al pasar del mito al pasar del mito al logos. Pero la cultura naturalista griega era arcaizante y cuando el cristianismo descubri la conciencia y con ella la posibilidad de la conciencia histrica,30 bajo esta esta nueva perspectiva las formas polticas son histricas, o sea, histrico-polticas y las formas de gobierno y de rgimen son tipos en el sentido weberiano. Ahora bien, las formas histrico-polticas han sido, son y sern incontables aunque no existan la libertad poltica y su correlativa la ciudadana, siendo la Polis una forma histrico-poltica ms.

    En este sentido, las formas del gobierno son internas a cada forma poltica o histrico-poltica, pudiendo ser monrquicas, aristocrticas, democrticas o sus respectivas degeneraciones. Indican el nmero de los responsables del mando, y

    29 Para todo esto, E. Rudolph (Ed.), Polis und Kosmos. Naturphilosophie und politische Philosophie bei Platon. Darmstadt, Wissenschafliche Buchgesellschaft 1996.30 Vid. Lord Acton, Ensayos sobre la libertad y el poder. Madrid, Unin Editorial 1999. II y III

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  • aunque no determinen necesariamente el proceso de la toma de decisiones, determinan sin duda la ordenacin u organizacin del poder. En cambio, el rgimen, el funcionamiento efectivo del orden poltico, la dinmica de la ordenacin u organizacin poltica, es oligrquico en virtud de la ley de hierro, sin perjuicio de que los regmenes puedan tambin clasificarse como monrquicos, aristocrticos y democrticos segn el nmero de los influyentes y el grado de influencia del thos y las virtudes morales en la intensidad de la oligarquizacin del rgimen. Esto era impensable para los griegos.El problema puede reconducirse a que las formas de gobierno determinan el grado o nivel de la libertad poltica, la dimensin colectiva de la libertad que garantiza las dems libertades, sintetizables en libertades personales o individuales y libertades civiles o sociales.

    7.- Al margen de la arcaizante particularidad griega, es perfectamente defendible el valor descriptivo, prctico, pedaggico e incluso definitorio, al menos formalmente, de la clasificacin clsica de las formas del gobierno, que representen sistema de poder establecido. Lo importante es no confundirlas con las formas del rgimen ni estas dos con la forma poltica y reconocer que los regmenes son materialmente oligrquicos aunque no lo sean formalmente las formas del gobierno. Que las decisiones polticas las tomen uno, varios o el pueblo (directamente o por medio de representantes), no modifica ese hecho, inherente a la naturaleza humana; por lo dems, una cosa es el poder y otra la influencia.

    El reconocimiento de la sustancia oligrquica de los regmenes es una de las regularidades de la poltica de las que hablaba Gianfranco Miglio recogiendo la idea de Mosca y Pareto de la regularidad de la clase poltica. De ello se han hecho cargo empero la sociologa poltica y el derecho constitucional, invadido por aquella, descuidando la poltica y por ende la clasificacin clsica de las formas polticas. Leo Strauss dira seguramente, como sugiera Leonardo Rodrguez Dupla,31 que por la incapacidad de comprender el pensamiento antiguo. Las ciencias sociales, escriba Strauss en la introduccin a La ciudad y el hombre,32 no harn honor a su pretensin si no alcanzan una comprensin genuina de la filosofa poltica propiamente dicha y, por ende, ante todo, de la filosofa poltica clsica.

    Las formas de gobierno son una parte esencial de la filosofa poltica clsica, al menos como el aspecto formal de los regmenes, que son el aspecto material de la Ciudad. No obstante, es cierto que, sin perjuicio de la preferencia por el sistema monrquico, el aristocrtico o el democrtico, las disputas polticas giran en torno al grado de oligarquizacin de los regmenes, pues, como deca tambin Han Fei-tzu se debe gobernar conforme a las tendencias de los hombres. La oligarqua como forma del gobierno, es aquella en la que coinciden la forma de gobierno y el rgimen cuando la oligarquizacin, moderada por las virtudes del thos,33 no ha alcanzado una intensidad que de lugar a un grave conflicto poltico. Esto sucede

    31 En la Presentacin de su traduccin de Sobre la tirana de Strauss. Madrid, Encuentro 2008. Por cierto, Strauss pensaba que el totalitarismo mes una variante de la tirana clsica. Es ms que una variante si se tiene en cuenta que su medio natural es la democracia en el sentido moderno de la igualdad de todos los hombres.32 Buenos Aires, Katz 2006. P. 2133 Para el mismo Maquiavelo, para Montesquieu, Tocqueville, etc., es la religin lo que frena los apetitos y sostiene las virtudes. Hobbes propuso una religin civil comn, relegando las confesiones religiosas a la esfera privada. El hecho es que la religin y las virtudes moderan la oligarqua. Quiz pensaba en eso Montesquieu cuando deca que la virtud correspondiente a un rgimen aristocrtico es la moderacin. Aunque el utilitarismo al estilo de Bentham sea el criterio de la poltica, el utilitarismo moderado por la religin y las virtudes no utilitarias es compatible con que los gobiernos oligrquicos se interesen por el bien comn (un criterio tico) o, por lo menos, por el inters general (un criterio poltico).

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  • normalmente, cuando los oligarcas se someten al derecho establecido, no abusan del poder y procuran mantener un equilibrio aceptable actuando como un autntico gubernetiks o gobierno. Pues la funcin del gobierno, sea monrquico, aristocrtico o democrtico, e incluido el oligrquico y otras variantes, consiste en mantener el equilibrio como peda Maquiavelo,34 para impedir que la influencia y el poder de la oligarqua sean tan intensos que corrompan la forma poltica de un modo en el que no bastan las normas de la Cortesa, las costumbres y el Derecho para contener la corrupcin dentro de lmites aceptables. De ah que sea la prudencia la virtud principal del poltico.

    8.- Si no se habla hoy mucho de la oligarqua, salvo en los relatos histricos, retricamente, u ocasionalmente para criticar a algn sistema de poder enemigo o poco simptico, se habla en cambio continuamente de la democracia y de la dictadura como si fuese la nica alternativa posible. Difundida esta creencia por el modo de pensamiento totalitario, con su idea completamente nueva de la forma del gobierno, prescindiendo ahora de esta conocida tesis de H. Arendt, conviene hacer ciertas precisiones.35

    Primero sobre la democracia. Baste recordar, que Ortega previno en 1949 a los estudiantes berlineses en su famosa conferencia De Europa meditatio quaedam36, que esa palabra se ha vuelto ramera porque cohabita con mltiples significaciones; hace ms de veinticinco aos, un escritor norteamericano encontr unas seiscientas cincuenta definiciones de la democracia, palabra que Hayek propuso sin xito sustituir por demarchia para librar su contenido del envilecimiento.37

    Como deca tambin Ortega, democracia es hoy una palabra estpida y fraudulenta, cuyo intensivo uso cotidiano suena muchas veces a una religin civil; en realidad as la entenda John Dewey educador de varias generaciones en lo que ha degenerado en el fanatismo democrtico. La palabra empieza quiz a sonar a mera supersticin, lo que anunciara el declive de su contenido. Algo gravsimo, pues, con todo, la democracia segn el principio de la libertad poltica, es la nica garanta de las libertades en un tiempo en el que no existen autoridades reconocidas.

    Una de las causas de su inoperancia o su descrdito es justamente la visin de la misma como el reino de la oligarqua aunque no se miente esta palabra, pues, es precisamente en la democracia donde el rgimen poltico, dice por ejemplo Zagrebelsky, se presta mejor a generar y mimetizar oligarquas. La clebre frase

    34 Cf. J. G. A. Pocock, El momento maquiavlico. El pensamiento poltico florentino y la tradicin republicana atlntica. Madrid, Tecnos, 2002.35 Propongo aceptar el surgimiento y ascenso del totalitarismo como una forma de gobierno demostrablemente nueva, escriba Arendt.. Op. cit. P. 22. Para las ideologas totalitarias, como su forma de gobierno no slo es innovadora sino la definitiva, cualquier otra forma es una dictadura.36Madrid, Revista de Occidente 1960.37 Un buen ejemplo del estado de cosas y del imperio del positivismo sociologista (polticamente estatismo) es precisamente el del influyente constitucionalista Loewenstein, quien reduca en 1957, la separacin de poderes, que es la clave de la democracia poltica, a la separacin de funciones, por considerarla anticuada, II, pp. 54ss. A la verdad, la divisin de poderes se ha reducido a una formalidad en casi todas partes dado el control del judicial y el legislativo por el ejecutivo. La divisin formal y material de los poderes es liberal; pero la democracia ha absorbido al liberalismo conservando aspectos formales. Deca Norberto Bobbio, que el Estado liberal y el Estado democrtico, cuando caen caen juntos. Op. cit. I, 1, p. 18. La mayora de los regmenes son inequvocamente oligrquicos, tendiendo a identificar el rgimen con el gobierno.

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  • de Churchill la democracia es el peor de todos los regmenes exceptuando todos los dems, podra interpretarse como una manera cnica de decir que la democracia extiende la oligarqua al favorecer las ocasiones y proporcionar los medios para que todos puedan aspirar a ser oligarcas sin merma del sortilegio de la palabra.38

    La forma del gobierno vertebra el Estado, o el Gobierno cuando no existe el Estado, por lo que no es incorrecta la posicin de Loewenstein de que no existe en absoluto una relacin causal entre la estructura del mecanismo gubernamental y la localizacin fctica del poder. La direccin de cualquier sociedad estatal, independiente de la institucionalizacin de su forma de gobierno, yace en las manos de una minora manipuladora constituida por los que ostentan el poder, bien los oficiales y legtimos, o lo no oficiales e invisibles. Es esta minora la que, como en toda organizacin colectiva, maneja los hilos de la maquinaria estatal. Descubriendo esa oligarqua dominante y dirigente se penetra en el ncleo del proceso del poder. Esta situacin extraordinariamente complicada ser simplificada, con su manera de pensar unilateral, por los marxistas, al presentar un esquema blanco-negro de la clase capitalista dominante y el explotado proletariado. Por otra parte, prosigue Loewenstein, la teora neopluralista de la dinmica socioeconmica y poltica, tiende a insistir en el supuesto equilibrio de las fuerzas sociales concurrentes y a ignorar totalmente la existencia de una clase dominante.39

    Schumpeter hablaba de la democracia como algo residual y mucho ms recientemente, Panebianco reconoce con Stephen Krasner que lo que suele llamrase democracia liberal es hipocresa organizada. 40

    La clebre frase de Lincoln la democracia es el gobierno del pueblo para el pueblo y por el pueblo, es un peligroso sofisma, pues omite los efectos de la ley de hierro.

    HYER

    9.- Segn la concepcin clsica, lo opuesto a la democracia en abstracto no es la oligarqua, sino lo que llamaban los griegos la demagogia o democracia radical en contraposicin a la democracia moderada. La demagogia sobreviene cuando el rgimen se ha impuesto al gobierno, por decirlo as, sin guardar las formas. Puede ser una forma de gobierno muy persistente y cohabitar apariencialmente con las formas clsicas del gobierno. Comienza normalmente cuando al derivar la oligarqua en plutocracia, su degeneracin es tan intensa que el poder del dinero corrompe todas las instituciones incluidas las ms ajenas a la poltica como pueden ser las iglesias, ponindolas en manos de los ricos, o bien adoptando la forma de oclocracia (generalmente bajo la frmula de populismo) cuando la degeneracin de los que mandan, gentes mediocres y corrompidas extradas de la masa, corrompe todo sistemticamente utilizando el poder poltico. La plutocracia y la oclocracia (el stato licenzioso de Maquiavelo) suelen acabar mezclndose, llegndose a un punto en el proceso de generalizacin de la oligarqua o de la democratizacin, en que, deca Aristteles, todas las causas que hemos citado de la oligarqua pura y extrema y de la democracia radical, hay que referirlas tambin a la tirana, pues stas vienen a ser tiranas repartidas la democracia radical.41 38 Jos Luis Lpez Aranguren deca que lo que importa a la ciencia poltica es lo que hay detrs del aparato del Gobierno: las fuerzas polticas reales. En efecto, los gobernantes son con frecuencia personas interpuestas, las instituciones jurdico-polticas una superestructura, como suele decirse, y los poderes llamados legislativo y ejecutivo simples delegaciones de poder (21)39 Op. loc. cit. P. 47. Una dificultad es que el carcter confuso de la clase dominante, cuando la forma de gobierno no es claramente oligrquica (obviamente, procura ocultarlo).40 El poder, el Estado, la libertad. La frgil constitucin de la sociedad libre. Madrid, Unin Editorial 2009. Conclusin, p. 332. Salvo error, a pesar del objeto del libro, la palabra oligarqua no aparece ni una sola vez. 41 Poltica. (ed. de S. Rus Rufino). Madrid, Tecnos 2011. V, 1312 b), p. 385.

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  • La tirana democrtica -la tirana de la mayora dirigida por los oligarcas- adviene cuando el Derecho, devenido mero transmisor de los deseos o caprichos del gobernante o los gobernantes, no da ya ninguna seguridad y se limita a exigir la obediencia pasiva. Todo, por supuesto en nombre del pueblo.

    Interesa distinguir la dictadura de la oligarqua, a fin de aclarar que la democracia y la dictadura no son necesariamente opuestas como pretende el modo de pensamiento totalitario.

    10.- Deca Ortega: mandar no es simplemente convencer ni simplemente obligar sino una exquisita mixtura de ambas cosas. El mando dictatorial se limita a obligar y para entender la oposicin de los griegos a la dictadura hay que tener en cuenta que entendan la poltica como un arte medicinal para curar los males de la vida colectiva, idntica para ellos a la vida de la Ciudad. El dictador sera como el cirujano de hierro de Joaqun Costa. Pero como la dictadura suprime por definicin la libertad poltica, la libertad de la Polis como un todo, la supresin de la ciudadana era para los griegos del siglo IV una forma brbara de gobernar: una tirana, palabra, que designaba una forma monrquica, a veces como un cumplido, antes que Platn y Jenofonte le dieran una connotacin peyorativa.42

    No as los romanos. Mientras los politai o ciudadanos pertenecan a la Polis, para ellos la Urbs o Ciudad perteneca a los cives, los ciudadanos,43 pudiendo ser la dictadura una pcima necesaria para salvaguardar la salud de la Ciudad y con ella la libertad en situaciones excepcionales, es decir, aquellas situaciones intensamente polticas en las que el Derecho no puede cumplir su funcin. Mencionar tres ejemplos clsicos: uno, paradjicamente, la misma Atenas de Pericls, de la que se ha heredado la idea de la democracia como la forma ms libre y en este sentido la forma perfecta del gobierno y del orden o rgimen poltico. Con la reserva de que la divisin de poderes tiene una importancia decisiva en la democracia como observaron los autores norteamericanos de El federalista.44 Mas para los griegos, aunque Aristteles distingui las ramas legislativa, ejecutiva y judicial, era tan impensable la divisin de poderes45 como la representacin mediante una ley electoral que garantice radicalmente esa separacin.46 La democracia de Pericles, el autor de la clebre Oracin fnebre por los muertos en la guerra del Peloponeso transmitida por Tucdides, fue posible gracias a que la sostena en la trastienda el prestigio de ese general, una especie de dictador en la sombra o protector de la repblica ateniense parecido a Cromwell, quien, por cuestin de principios no quera ser dictador y se presentaba como protector de la Repblica. Es conocido que Scrates -o Platn por su boca-, ironizaba diciendo que quien mandaba en Atenas era en realidad la hijastra de Pericles, pues su mujer mandaba en el general y en ella mandaba su hija. Como observ Aristteles, a diferencia de la oligarqua,

    42 Vid. A. Andrewes, The Greek Tyrants. Londres, Hutchinson University 1969.43 Vid. . d'Ors, El no-estatismo de Roma. Ensayos de teora poltica. Pamplona, Eunsa 1979.44 A. Panebianco dedica el cap.V del libro citado a esta cuestin. Omite, como es habitual, que, a la verdad la primera y ms radical divisin de poderes es entre el poder espiritual y el poder temporal. 45 Esta distincin no equivale a la moderna divisin de poderes. El equivalente entre los griegos fue la forma mixta de gobierno. La idea de dividir el poder surgi confusamente en el curso dela guerra civil inglesa (1640-1649); el segundo paso fue la teora de la Constitucin equlibrada. Vid. M. J- C- Vile, Constitutionalism and the Separation of Powers. Indianapolis, Liberty Fund 1998. Sobre estos precedentes, II y III.46 En Grecia, la Naturaleza entendida como physis era el equivalente a la autoridad o poder espiritual. De ah la importancia por ejemplo de los orculos en el mundo antiguo y en general en las culturas no bblicas. BUSCAR DONDE LO DICE d'ORS

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  • la democracia incluye a los ms pobres y dbiles, de modo que la dictadura en la sombra de Pericles sirvi para que pudieran participar la vida poltica.47

    El segundo ejemplo es el romano. Los griegos descubrieron la poltica como el arte de sanar la Polis. Pero los romanos, un pueblo de juristas, tenan un sentido menos arcaizante y naturalista de la poltica a la vez que ms amplio, ms concreto y ms jurdico, regido por el principio salus populi suprema lex esto. En Roma, la dictadura era un recurso para afrontar las situaciones excepcionales, que tena originariamente un estatuto jurdico especial. Consista sustancialmente en extender a la vida civil la potestad de origen sagrado del imperator, el jefe militar que dispona del ius vitae ac necis absoluto en el campo de batalla. A diferencia del juez, cuyo modo de sentenciar o decir el derecho viene de dicare, ius dicare, algo as como indicar el ius,48 la palabra dictadura deriva del verbo dicere: el dictador dice qu hay que hacer sin contradiccin posible. Tambin aqu hubo dictadores como Mario o su heredero Csar favorables a lo ms dbiles y Sila favorable a los oligarcas.

    El tercer ejemplo es el de Inglaterra. Como observ Donoso Corts, la dictadura se establece all en situaciones excepcionales suspendiendo sin ms trmite el principio constitucional England abhorr coalitions, al parecer ahora en decadencia, mediante la unin o alianza entre el gobierno y la oposicin, sin distinguir entre los poderosos y los dbiles.

    11.- Se suele olvidar demasiado la dictadura democrtica, favorable retricamente a los desfavorecidos y oligrquica en la prctica.49 Tocqueville y Stuart Mill previnieron contra ella utilizando una expresin ms dura pero ms exacta: la tirana de la opinin pblica igualitaria, a causa del predominio de las pasiones igualitarias, ms propias de los tiempos democrticos que de la democracia como forma de gobierno. Es importante advertir, que si ya Maquiavelo (inspirado tal vez por la lectura del Hiern de Jenofonte) haba negado la distincin entre rey y tirano, sustituyndola por la ms neutral del Prncipe,50 el uso ha confundido bajo la influencia de la ideologa la tirana en su acepcin peyorativa y la dictadura, de manera parecida a como Montesquieu populariz la confusin entre despotismo y tirana al servirse de la forma de gobierno persa para comparar y criticar subliminalmente la Monarqua Absoluta. El gobierno persa era en realidad desptico, lo que para los europeos de entonces, representados por los franceses, equivala a tirnico.

    En este orden de cosas, hay que sumar, el predominio de la sociologa sobre la poltica con la idea no menos neutralizadora de Max Weber de la ciencia social libre de valores (Wertfrei), es decir libre de consideraciones morales y ticas. El neutralismo inherente al modo de pensamiento poltico estatal ha desviado as la atencin de conceptos como tirana, despotismo y oligarqua, o la dictadura, debido a sus connotaciones emocionales.51

    47 Es muy interesante esta observacin de Strauss: Tucdides, el historiador, estaba obligado a dejar que el Pericles de su obra elogiar a Atenas. Pero hizo todo o que pudo para impedir que se confundiera la Oracin fnebre de Pericles con un elogio propio de Atenas. La ciudad y los hombres. III,1, p. 205.48 Vid. R. Domingo, Teora de la auctoritas. Pamplona, Eunsa 1987. I, 3, a), pp. 86ss.49 Vid. por ejemplo, G. Hermet, El pueblo contra la democracia. Madrid, Institto de Estudios Econmicos 1989.50 Vid. L. Strauss, Meditacin sobre Maquiavelo. Madrid, Instituto de Estudios Polticos, 1964.51 Loewenstein ofrece por ejemplo luna clasificacin sociolgica, no poltica, de los tipos de regmenes, distinguiendo entre tipos de gobierno autocrticos y democrtico constitucionales. Los autocrticos los divide en autoritarios y totalitarios. Op. cit., III y IV.

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  • Otra causa de que se hable menos de la oligarqua que de la dictadura, es sin duda, que la mayora de los regmenes que se presentan como democrticos, en realidad son oligrquicos (se habla de democracia deficiente o de dfcit democrtico, etc.). Julien Freund, que en 1987 consideraba ya impolticos a la mayora,52 seguramente dira hoy que son antipolticos. Hans Magnus Enzensberger53 y Herv Kempf54 por ejemplo, se apartan de la correccin poltica, sosteniendo sin reservas que la Unin Europea es un tinglado oligrquico.

    La consideracin de la ley de hierro de la oligarqua desde el punto de vista poltico de los regmenes, es con todo, lo que le da el alcance que sugiere que es el leit Motiv del pensamiento poltico o, por lo menos, uno de sus leiten Motive.

    12.- En la clasificacin griega de las formas de gobierno, monarqua y oligarqua son las nicas que aluden a la autoridad; las dems aluden al mando. Desde el punto de vista del mando debiera decirse monocracia y oligocracia. En efecto, la palabra oligarqua se compone como es notorio de las dos palabras griegas oligos, que significa pocos, y arkhos, de arkh, principio, principal. Es el mando de varios, lo que se significa ms exactamente con la palabra oligocracia, pues cracia, de kratos es mando, del verbo mandar, krattein. No obstante, se utiliza menos que oligarqua en la que arkhos encierra la referencia a la auctoritas en tanto alude al principio u origen y por tanto al saber, en contraste con oligocracia palabra neutra que se limita a indicar el nmero de los que mandan. Oligocracia es quiz ms moderna que oligarqua, casi ms un trmino que una palabra.

    Gonzalo Fernndez de la Mora es uno de los raros escritores polticos que han prestado una atencin especial a la oligarqua en tiempos recientes. No distingue entre rgimen, la influencia, y gobierno, el poder, pero la define como la forma trascendental de gobierno; abarca, dice lapidariamente, todas las formas del gobierno.55 Es decir, todo gobierno es inevitablemente oligrquico, tanto por su naturaleza como por su dependencia del rgimen. En este sentido, tena bastante razn Gramsci al sostener que, de hecho, todo gobierno es dictadura ms hegemona cultural: el rgimen -que Gramsci transform en la sociedad poltica- enlaza el poder poltico con el mbito de lo prepoltico (la sociedad civil en el sentido gramsciano, ms amplio que el marxista), y la cultura hace que la opinin pblica lo reconozca (o no) como poder pblico.

    Sin embargo, sin faltarle razn en casos concretos a ya largo plazo, Gramsci se equivocaba al afirmar dogmticamente que la conquista del poder cultural es previa a la del poder poltico, debido a que identificaba prcticamente la ideologa, en tanto religin secular (en el sentido de Raymond Aron), con la cultura. Los hechos prueban que la posesin del poder poltico facilita la conquista del poder cultural para aumentarlo y transformarlo en dictadura. Su admirado Maquiavelo saba muy bien que conquistar el poder, conservarlo y aumentarlo son cosas distintas. La conservacin es asunto de la prudencia poltica; y aumentar el poder (hacia el interior) suele ser la tentacin de las oligarquas cuando cristalizan.

    Lo nico cierto es que, como deca James Bryce, el mundo no ha conocido ms forma de gobierno que el de unos pocos y que todo gobierno necesita el apoyo de la opinin, En el siglo XVIII, escribi David Hume en su brevsimo y suculento ensayo Sobre los primeros principios del gobierno: La opinin es el nico fundamento del gobierno, y esta misma alcanza igual a los gobernantes ms despticos y militares que a los ms populares y libres. Lo ejemplificaba as: El sultn de Egipto o el emperador de Roma pueden manejar a sus inermes sbditos 52 Politique et impolitique. Pars, Fayard 1987.53 El gentil monstruo de Bruselas o Europa bajo tutela. Barcelona, Anagrama 2011.54L'oligarchie a suffit, vive la dmocratie. Pars, ditions du Seuil 2011.55 La partitocracia. Madrid, Instituto de Estudios Polticos 1977. I, 5, p. 83 y I, 4, B), p 83.

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  • como simples brutos, a contrapelo de sus sentimientos e inclinaciones; pero tendrn que contar al menos con la adhesin de sus mamelucos o de sus cohortes pretorianas.56

    13.- El primer filsofo poltico fue Platn, aunque es posible que, como piensa Buela, el primer texto que habla de la distincin propiamente poltica sea un fragmento del presocrtico de mediados del siglo V (a. d. C.) Alcmen de Crotona. Al parecer, Tucdides fue tambin el primero en mencionar la oligarqua: El pueblo, deca, es la totalidad y la oligarqua slo una parte, la relacionada con los pudientes. Pero Platn fund la filosofa poltica en Repblica,57 obra de mala fama en tiempos no lejanos por no entender, entre otras cosas,58 que la figura del filsofo rey, que combina la autoridad y el poder,59 es precisamente el contrapunto a la oligarqua e incluso, segn la interpretacin de Arendt, de la misma poltica, limitada por abajo por la labor de la esclavitud y por arriba por la sabidura de los filsofos.60 Como las Pleis estaban muy enfermas, concibi Platn la poltica como un arte medicinal basado en la experiencia, para sanar los males que corroan el alma colectiva de la Polis igual que las pasiones las almas individuales. La causa de la enfermedad de la Polis era la divisin entre ricos y pobres, entre oligarcas y el resto de los ciudadanos, manejados empero por la demagogia de oligarcas como los treinta tiranos de Atenas que sucedieron a Pericls y condenaron a muerte a Scrates por criticar la falsa democracia existente. Por eso suprime la propiedad en perjuicio de los ricos y pone un mdico al frente de la Ciudad ideal. Un rey que como filsofo, palabra que, como es sabido, significaba muy estrictamente en aquellos tiempos amigo de la sabidura, es decir, imitador del saber propio de los dioses, que conocen intuitivamente la verdad de la realidad, es inmune a las emociones, los sentimientos, los afectos y los intereses, y busca el bien de la Ciudad, el koinn gathn o bien comn de todos los ciudadanos.

    Partiendo de estas premisas, tras indagar en El poltico, las posibles formas puras del gobierno de la Polis (como formas polticas), reconoce: es difcil encontrar el rey ideal, el poder del monarca debe sustituirse por la dictadura de la ley (302 a ss). En Leyes resolvi el problema de la oligarqua...eludindolo al abordar cmo podra ser una Ciudad terrena buena. Para ello introduce el Derecho reconocindole autoridad, a fin de que los hombres se atengan al hilo de oro de la ley, que al orientar su conducta mantiene el equilibrio en la vida colectiva e inventa la forma mixta de gobierno combinado la sabidura o auctoritas suprema del filsofo-rey (antecedente de los Espejos de prncipes corrientes en el siglo XV), que al ser uno slo garantiza tambin la unidad de la Polis, con la libertad poltica o potestas de la democracia de propietarios.

    56 Incluido en Escritos polticos. Madrid, Unin Editorial 1975. 3.57 Sobre las importancia de Repblica, deca Whitehead, todo el pensamiento occidental es una serie de notas a pi de pgina de la de Platn. Sobre quien fue el primer filsofo poltico hay quines, siguiendo a Cicern, opinan que fue Scrates; Aristteles deca que el planificador Hippodamo de Mileto y Strauss cree que fue Aristteles, el descubridor de la virtud moral. Vid. La ciudad y los hombres. I58 Vid. D. Frede, Platon, Popper und der Historizismus. En E. Rudolph (Ed.) Polis un Kosmos.59 La auctoritas se refiere al saber y para los griegos la physis, la Naturaleza, cuya esencia es lo divino era la autoridad. De ah la figura platnica del filsofo rey. En las culturas monotestas (judasmo, cristianismo, islam), Dios es la auctoritas suprema, que en l se identifica con el poder. En el cristianismo, la auctoritas corresponde a la Iglesia, siendo el papa, vicarium dei, la auctoritas suprema terrenal en la catlica. En el cristianismo protestante la auctoritas est unida a la potestas.60 Op. cit. Pp. 61-62.

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  • 14.- En todo caso, las Pleis eran muy pequeas y los politai o ciudadanos una fraccin de la poblacin total, por lo que la democracia, limitada a unos pocos, era de hecho frente al resto una oligarqua. Algo as como lo que planteaba Hume en el lugar citado, poniendo como ejemplo la Cmara de los Comunes inglesa, donde el peso del poder coincida con el peso de la propiedad. O sea, la oligarqua poltica coincida con la econmica. Este es el rasgo caracterstico de la oligarqua como forma de gobierno: la unin del poder poltico y el econmico; el gobierno de los adinerados, haba dejado escrito Aristteles en su Poltica (1291b, 7-13). Hoy, hay que aadir el poder de los medios de comunicacin, que permite hablar de la reduccin de la democracia a la democracia meditica. 61

    Cuando Tocqueville y Stuart Mill alertaban contra la tirana de la opinin pblica, slo exista la prensa escrita y en Europa gran parte de la poblacin era analfabeta. Por otra parte, salvo en Estados Unidos (descontando la existencia de la esclavitud), la democracia se circunscriba a una parte de la poblacin igual que en las Pleis griegas. Sin perjuicio de las diferencias obvias, Europa coincida en los mejores casos con los griegos, en la restriccin de la ciudadana plena, es decir, de la libertad colectiva, a unas minoras mediante sistemas electorales censitarios.

    15.- No obstante, se criticaba entonces ms duramente que hoy el carcter oligrquico de los gobiernos. Montesquieu, haba propuesto ya como remedio, siguiendo a Locke, la divisin de poderes sin tocar el fondo del asunto, que, como explica agudamente Odo Marquard, es un caso especial de la divisin general divisin de poderes de la realidad,62 constituyendo una consecuencia natural de la diversidad de los modos (Whitehead) o formas (Leisegang) de pensamiento. Citando a Montesquieu, escribe Marquard: Slo hay libertad individual all donde el individuo no est sometido a la intervencin exclusiva de un nico poder exclusivo, sino que existe varios poderes (independientes entre s) que, al agolparse para intervenir sobre el individuo , se entorpecen y limitan entre s: solo porque cada uno de estos poderes restringe y debilita la intervencin de todos los dems, cobran los hombres su libertad individual frente a la intervencin exclusiva de cada uno de ellos.63 Tocqueville observ ms tarde que la aplicacin a la vez formal y material de este principio cautelar en los Estados Unidos y, coherentemente, el rechazo del parlamentarismo, institua un republicanismo que, combinando formalmente la monocracia (presidencialismo), la aristocracia (en realidad oligarqua) y la democracia, diferenciaba la democracia norteamericana de la europea. En lo que concierne Inglaterra, la nacin que disfrutaba entonces de ms libertad poltica, Hobbes haba ya denunciado en Behemoth, el libro sobre la guerra civil, el carcter oligrquico del Parlamento postulando frente a l la Monarqua Absoluta.

    61 Lo cierto es, deca Francisco Javier Conde en 1952, que uno de los instrumentos ms manejables es el hombre mismo. La prensa, la radio, la televisin, la maquinaria de los partidos las drogas, el ejrcito, la fbrica, el cine (no existan todava la televisin ni internet), son instrumentos con los que el hombre ejerce poder sobre los dems. Es una nueva manera de apoderamiento, conclua pesimista, que alcanza a zonas ms profundas del hombre, casi se dira que toca al hondn mismo de la persona. No es slo, explicaba, que los nuevos saberes y tcnicas hayanacrecido el poder de dominacin, lo han cambiado cualitativamente. A ese cambio cualitativo responde el modo totalmente nuevo como el hombre actual siente en s mismo el apoderamiento. Un poco ms adelante aclara que se trata de un nuevo tipo de obediencia: la obediencia como sumisin. Escritos y fragmentos polticos II. Madrid, Instituto de Estudios Polticos 1974. Las elites polticas en la sociedad contempornea. Pp. 153 y 155..62 Quien quiere bien al individuo, debe impedir las instancias todopoderosas, debe por tanto cultivar su divisin: la divisin de poderes. Individuo y divisin de poderes. Estudios filosficos. Madrid, Trotta 2012. P. 62. 63 Ibidem. Id. P. 62. Marquard se apoya en el libro de H. Leisegang Denkformen (1928). 2 ed. Berln, Reclam 1951.

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  • Tras la Revolucin francesa, cuyo rgimen burgus inequvocamente oligrquico cont en la isla con admiradores como Price, contra quienes escribi Burke sus famosas Reflexiones, volvieron a la carga el liberal Bentham y sus seguidores, entre ellos Stuart Mill, aunque la crtica ms radical fue seguramente la del conservador Coleridge, sucesor poltico de Burke al frente de la escuela de este signo. Ambos denunciaron el gobierno ingls como un gobierno clasista. Las crticas consiguieron que en 1832 comenzara a ampliarse el censo electoral, tardndose empero casi un siglo en llegar al sufragio universal.64

    16.- El problema se plante en Francia durante la Restauracin, agudizndose bajo la Monarqua de Julio, que estableci el primer Estado de Derecho. Una forma estatal que, deca Miglio, aade al monopolio de la fuerza65 la privatizacin progresiva de todos los conflictos internos mediante la imposicin sistemtica a todos los sbditos-ciudadanos del recurso a los tribunales estatales para solucionar todas sus controversias66. Como Estado liberal burgus de Derecho, ntimamente ligado al parlamentarismo, implica un giro radical en el thos estatal, que se carga unilateralmente de contenido econmico67 al tener que afrontar las consecuencias de la Revolucin Industrial y el protagonismo de la Historia introducido por la revolucin francesa en el pensamiento poltico.68 Durante los dieciocho aos que dur el rgimen, estuvo en vigor un sistema censitario, tericamente abierto a todos pero de hecho muy cerrado. La causa era que los liberales en general y en particular los doctrinarios franceses inventores del Estado de Derecho, recelaban de la extensin del derecho al sufragio. En el caso de Francia, no se haba recuperado

    64 Inglaterra ha tenido siempre la ventaja sobre el Continente, de que al ser mayoritario el sistema electoral, los electores controlan mejor a los representantes. En el Continente se impuso en cambio el sistema proporcional que refuerza la tendencia oligrquica. Al respecto A. Garca -Trevijano, La Teora Pura de la Repblica. Madrid, El buey mudo 2010.65La historia del Estado moderno,...es la historia de una larga lucha por obtener lo que llama Weber el monopolio de la fuerza legtima, cuya prerrogativa ms alta consiste en el derecho-deber de establecer quines son los enemigos: aquellos contra los cuales la guerra ser por tanto legtima. G. Miglio, La regolarit della politica, II. Milano, Giuffr 1988. 31: Guerra, pace, diritto, p. 766-76766 Ibidem. Id. 67 El rgimen censitario es inequvocamente oligrquico: El siglo XIX, en Europa y en sus transplantes exticos, escribe J. Baechler, se caracteriza por dos fenmenos extraos, en tanto extraos a la condicin humana conocida hasta entonces: una tendencia ala pacificacin interior y exterior y una transferencia de energa social sobre lo econmico. La tendencia era tan furte que devino popsible esperar el fin prximo de todo conflicto. La transferencia era tan masiva que lo econmico invada las conciencias y pudo operar como el fundamento ltimo de todo. Dmocraties. Remarques liminaires, p. 10. Esto significa un cambio fundamental en el rgimen oligrquico al vincularse unilateralmente a la propiedad -la economa- como consumacin de la transformacin definitiva del antiguo poder poltico jurisdiccional. Escribe Carl Schmitt: el Estado custodio del Derecho (Jurisdiktionstaat) (Fritz Kern) que prevalece en pocas de concepciones jurdicas estables y de propiedad consolidada), en el que la justicia est separada del lo Poltico o Estado en Estado Gubernativo (Regierunstaat) o Administrativo o, incluso segn la especie y la duracin de a transformacin, un Estado Legislativo parlamentario...El Estado legislativo (Gestzgebungstaat) es el vehculo tpico de una era reformista-revisionista-evolucionista, equipada con programas de partido, que trata de realizar el progreso mediante leyes justas, de un modo legal-parlamentario. Tras este Estado, prosegua Schmitt, hallamos menos un thos que un gran pathos. El Estado Administrativo (Verwaltungstaat) puede apelar a la necesidad objetiva, a la situacin real, a la fuerza coercitiva de las relaciones, a las necesidades de la poca y a otras justificaciones no basadas en normas, sino en situaciones fcticas...encontrando su principio existencial en la conveniencia, en la utilidad.... Legalidad y legitimidad. Madrid, Aguilar 1971. Prl. pp. 11-13.68 Vid. H. Arendt, Op. cit. Pp. 18ss.

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  • el nivel econmico anterior a 1789 y la mayora de los veintisis millones de habitantes eran campesinos vinculados a las antiguas dependencias ms o menos feudales, al caciquismo, que aparece en el trnsito de las sociedades campesinas a las industriales. Cierto que el censo, basado en la propiedad -de ah el famoso enrichissiez-vous! de Guizot-, se abri a los talentos y ciertas profesiones pero, con todo, no llegaba a los 500.000 electores en vsperas de la Revolucin de 1848. Los revolucionarios introdujeron el sufragio universal y se cumpli lo que haban previsto los liberales: apoyado por las masas, Luis Napolen, quien si hubiera sido un hombre de genio no hubiera sido jams Presidente de la repblica (Tocqueville), se hizo fcilmente con el poder absoluto en 1852 y acto seguido restaur el Imperio de su to. Una importante consecuencia fue el descrdito del liberalismo por su oposicin al sufragio universal a pesar de haberse confirmado sus recelos.69

    17.- Bajo la Restauracin y sobre todo bajo el rgimen censitario de la Monarqua de Julio, haban prosperado simultneamente las ideologas socialistas, que salieron a la luz en 1848.70 Entre ellas la marxista socialdemcrata destinada a ser la dominante, cuyo heraldo fue el Manifiesto comunista de Carlos Marx. Haciendo suyas las crticas liberales y conservadoras, Marx capt la naturaleza oligrquica del Estado, la utilizacin de sus estructuras por la burguesa como instrumento de dominacin y propuso sustituirlo revolucionariamente por la dictadura del proletariado hasta completar el proceso revolucionario con la desaparicin de las clases y, con ellas, de todo rastro de la oligarqua. Ahora bien, la dictadura del proletariado (concepto que, a decir verdad, Marx no elabor demasiado) tena que ser un gobierno oligrquico, por muy transitorio que fuese. Lenin hara luego del partido el rgano de esa dictadura. En lo que interesa ahora, se introdujo as, unido a la utilizacin de la historia (la interpretacin econmica de la historia) como arma poltica, el nuevo concepto de dictadura que constituye la causa principal de los equvocos en torno a esta forma del gobierno: el de dictadura revolucionaria, doctrinalmente una suerte de dictadura impersonal cualitativamente distinta de la concepcin tradicional de la dictadura como dictadura personal de carcter comisorio para restablecer el orden, es decir, en principio limitada y a trmino, caracterstica esta ltima que no se daba en las Monarquas absolutas al ser hereditarias, que eran tambin dictaduras comisarias.71

    18.- En Alemania, la cuestin en torno al Rechtsstaat, el Estado de Derecho, surgi como una evolucin de las patriarcales Monarquas absolutas luteranas a partir del

    69 Cuando no existe la opinin pblica, sta decae o est manipulada, irrumpen poderes particulares que usurpan el poder pblico, un poder impersonal, el de la gente, deca Ortega y se intensifica la oligarquizacin. La oposicin de los liberales se fundaba en que el poder pblico refleja o representa la opinin pblica, de la que desconfiaban en una Francia mayoritariamente campesina, muy dependiente todava de los viejos poderes. De ah el principio censitario. Su pecado consisti en la limitacin del censo y que, excesivamente dependientes a su vez de la gran burguesa, que subi al poder en la revolucin de julio de 1830, no aumentase en una proporcin mayor a lo largo de los dieciocho aos. Con el sufragio universal, se apoder del poder pblico un poder particular. Vid. L. Dez del Corral, El liberalismo doctrinario. Madrid, Instituto de Estudios Polticos 1956. 70 En este momento, como advirtiera Lorenz von Stein en 1842 (Geschichte der sozialen Bewegung in Frankreich von 1789 bis auf unsere Tage. Darmstadt, Wissenschaftliche Buchgesellsschaft 1972) , dio fe como testigo de esta revolucin Tocqueville en su famoso discurso en la Asamblea nacional contra el derecho al trabajo y motiv el no menos famoso Discurso sobre la dictadura de Donoso Corts, se consolid lo que llam Jacques Donzelot L'invention du social. Essai sur le dclin des passions politiques. 1984.71 Vid. C. Schmitt, La dictadura. Desde los comienzos del pensamiento moderno de la soberana hasta la lucha de clases proletaria. Madrid, Revista de Occidente 1968.

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  • Polizeistaat articulada principalmente por Robert von Mohl y Julius Stahl, a quien se debe por cierto la doctrina de la Monarqua Constitucional. Evolucin sugerida y en cierto modo inspirada en su desarrollo por el tambin conservador Lorenz von Stein, otro de los maestros de Marx, que acabar diferenciando la socialdemocracia en la versin marxista revolucionaria antiestatista y en la legalista reformista que acepta el constitucionalismo y el Rechtsstaat. Muy sucintamente para abreviar: la idea del Estado de Derecho, de la organizacin del poder poltico mediante las leyes, estaba ya en el Leviathan de Toms Hobbes. Para Hobbes la ley es un precepto que extrae su poder obligatorio [como un deber moral], escribe A. de Muralt, no de la bondad de lo que prescribe, sino de la voluntad y la autoridad de quien la instituye.72 En general, tras la revolucin francesa, la teora del Estado como teora del Estado de Derecho result de combinar l'tat liberal bourgeois de Droit francs, asentado en la Nation (Poltica), titular de la soberana en el sentido ascendente, con el Rechtsstaat alemn, asentado en el Volk, cuya soberana en el sentido descendente ostentaron el Monarca, el Parlamento de Weimar, el Fhrer, y desde la Ley Fundamental de Bonn los partidos (Parteienstaat). Dos observaciones tambin muy sucintas: la primera es la diferencia entre el thos del Estado de Derecho francs y el alemn consistente en que el l'tat-Nation es de origen laicista aunque se quede en laico, mientras el origen del Volkstaat es el Estado-Iglesia luterano; la segunda se refiere a que el Parlamento, la cabeza visible de la oligarqua, es consustancial en ambos casos al Estado de Derecho o Rechtsstaat, pero en Alemania, donde Bismarck lo llamaba despreciativamente la casa de las frases, slo desde la Ley de Bonn salvo el breve parntesis de la entreguerra anterior a Hitler.

    19.- La primera forma de la idea liberal del Leviatn domado73 es el Estado de Derecho, un pleonasmo ingenuo, pues, adems de que todo Estado es oligrquico, la experiencia ha demostrado que todo Estado es tambin Estado de Derecho con los ejemplos obvios del Estado Sovitico y el Nacionalsocialista. Como deca Hegel en La constitucin de Alemania, lo que ya no puede concebirse ha dejado de existir, pero la expresin sigue emplendose sobre todo con el fin de legitimar el poder poltico y burocrtico.74 la crtica del pleonasmo75 ha derribado el mito, o la superchera, del Estado de Derecho por lo que se habla cada vez ms del Estado Constitucional, como si cambiando el nombre mejorase la cosa. Por otra parte, hay que distinguir desde Hobbes entre el Estado y la Sociedad, correspondindole a la sociedad poltica la mediacin entre ambos. La sociedad poltica est formada en principio por la burocracia y los partidos, descritos por von Stein como la va por la que la sociedad civil, sociedad entera, penetra en el Estado a travs de la representacin. Sin embargo, con el tiempo, la sociedad poltica se ha identificado con el Estado e inversamente a su concepto ha llegado

    72 La estructura de la filosofa poltica moderna. Madrid, Istmo 2002 II, p. 83. Muralt cita a continuacin el prrafo de De cive en el que afirma Hobbes: la ley no es un consejo sino un mandato que se define as: la ley es el mandato de aquella persona (hombre o asamblea) cuyo precepto contiene la razn de la obediencia. De forma que los preceptos de Dios a los hombres, del Estado a los ciudadanos y, en general, de todos los poderosos a los que no pueden ofrecer resistencia, se han de llamar sus leyes....Cumplir lo que se ordena por ley es un deber73 E. Denninger, Der gebndigte Leviathan. Baden-Baden, Nomos 1990.74

    75 Como ha denunciado Hayek,prosigue Angelo Panebianco, prueba de la irreversible perversin del ideal (adems de la prctica) del Estado de Derecho, es el hecho de que a cualquier mandato burocrtico se le revista todava dela pompa y la majestad de la ley, sin que que ello suscite especial oposicin, con tal de que lo emita un Parlamento . Op. loc. cit. Vid. en A. Garca-Trevijano (Op. cit., II, pp. 330ss) la crtica del pleonasmo y sus derivados.

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  • a ser la va por la que el Estado penetra en la sociedad civil en la medida en que los partidos y la burocracia patrimonializan el Estado y colonizan la sociedad civil. Los partidos otros organismos intermediarios como los sindicatos, se han constitucionalizado como rganos estatales, especalmente en el Estado de Partidos. Muchas cosas fundamentales dependen del grado en que la sociedad poltica est separada o no del Estado. Los partidos son oligrquicos internamente (slo relativamente hacia el exterior), hasta que son de hecho o de derecho rganos estatales, pues en modo alguno son inmunes a las oligarquas sociales. Es un tema muy estudiado a partir de Gaetano Mosca en 1884, Robert Michels en 1911 y Wilfredo Pareto en 1917. Los tres pusieron en claro ese rasgo fundamental de los partidos y, sin insistir en ello, la naturaleza trascendental de la oligarqua sealada por Fernndez de la Mora.76 Mosca afirm en sus Elementos de ciencia poltica (1884) (p. 174) que, en todas las formas de gobierno, el poder verdadero y real reside en una minora dirigente. Pareto reiteraba la misma idea en su Tratado de sociologa general (1917): con sufragio universal o sin l, de hecho siempre gobierna una oligarqua. Pareto desarroll adems una teora muy interesante sobre la vida de las lites u oligarquas: stas acaban enrocndose, cristalizndose deca Pareto; devienen lites extractivas, dice ahora Daron Acemoglu. Cristalizadas, separan la sociedad poltica, se confunde con el Estado, separndose de la sociedad civil como dos mundos distintos. La sociedad poltica da lugar entonces a lo que llama Garca-Trevijano una sociedad aparente, como en caso del Estado de Partidos.77En relacin con la democracia, Michels lleg a una conclusin pesimista parecida a la de Rousseau de que la democracia, tomando el trmino en sentido estricto, ni ha existido ni existir jams. Es contra el orden natural que gobierne el gran nmero y que los pocos sean gobernados. Rousseau desmenta as avant la lettre, la imposibilidad de que el pueblo como un todo ejerza la soberana, uno de los grandes mitos modernos. El pueblo como tal, nunca ha sido soberano ni podr serlo ms que imaginativamente: que deba ser el soberano no quiere decir que lo sea. No menos imaginativamente, formul tambin en el Contrato social la paradoja de la libertad, el origen de la correccin poltica que obliga a los hombres libres a emboscarse en el sistema.78 Segn esa clebre paradoja, la perfeccin de la mtica volont gnrale, idea sigerida por la teologa ocasionalista de Malebranche, radica en su uniformidad, para lo que es preciso obligar al discrepante a ser libre. Quiz por ser una tesis imaginativa, Rousseau no dice nada sobre el modo concreto de conseguirlo. Pero las guerras del pueblo de la revolucin francesa, fueron ya posibles gracias a la conscripcin forzosa.

    21.- En conclusin, el gobierno perfecto, el rgimen perfecto, la Constitucin perfecta y la Ciudad ideal, son imposibles. En virtud de la ley de hierro, ni siquiera pueden postularse como futuribles. La obstinacin en conseguirlo pertenece a la que llamaba Michael Oakeshott la poltica de la fe.79 La poltica realista es en cambio la que el mismo pensador llamaba la poltica del escepticismo, o, parodiando al relativista Zagrebelsky, la poltica de la duda.80 Como la ley de hierro

    76 Cf. G. Fernndez de la Mora, op. cit.77 La sociedad aparente se rige por dos principios: el de la sustitucin de la verdad por una ficcin sistemtica al estilo de la filosofa del como s de Vaihinger -como si la representacin fuese autntica, como si hubiese libertad poltica, como si hubiese democracia,...- y la imposicin de la norma social de salvar o guardar las apariencias; por ejemplo, la correccin poltica. A. Garca-Trevijano, Op. cit. II, p. 241.78 Vid E. Jnger, La emboscadura. Barcelona, Tusquets 1983.79 La poltica de la fe y la poltica del escepticismo. Mxico, Fondo de Cultura 1998. 80 Contra la tica de la verdad. Madrid, Trotta 2010. Este autor habla en realidad de la tica de la duda. De acuerdo con Marquard, la poltica del escepticismo sera una consecuencia de la filosofa de la finitud: el hombre es un ser finito. Aceptando la realidad, el escepticismo troca el pesimismo en un moderado optimismo. (Op. cit. Pp. 17 ss. y 62). Optimismo que encajara

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  • de la oligarqua es una ley trascendente e inexorable al ser una ley de la naturaleza humana, los problemas polticos no tienen solucin.81 Las soluciones de problemas polticos son impolticas o antipolticas, pues, en el mejor caso, el de las dictaduras comisarias, no son propiamente polticas, dado que cualquier forma de dictadura presupone la puesta entre parntesis de la libertad poltica. El nico remedio, tal vez ms bien un paliativo, es la poltica del justo medio (el mesots de Aristteles), que permite algo de optimismo dentro del pesimismo: que la libertad poltica de la democracia limite el poder de las oligarquas mediante el peso -la influencia- de los nmeros mediante el control de los representantes y la sociedad poltica y la promocin electoral de la movilidad poltica y social que impida la cristalizacin de la sociedad poltica y de las lites en castas. Montesquieu, otro tpico representante de la tradicin del juste milieu,82 aadi dos requisitos: la divisin del poder mediante la tajante separacin de sus tres potestades supremas de modo que le pouvoir arrte le pouvoir;83 y como complemento, la existencia de poderes sociales en la sociedad civil libres e independientes, institucionalizados como formas de autogobierno intermediarias entre ella y el poder poltico.84

    seguramente en el realismo weberiano de la Weltanpassung, que se adapta al mundo y se inclina al compromiso. Cf. Portinaro, Op. cit. P. 17.81 Vid. B.de Jouvenel, La teora pura de la poltica. Madrid, Revista de Occidente 1972. Cf. no obstante, la crtica de A. Garca-Trevijano a la tesis Jouvenel en La teora pura de la Repblica. 82 De acuerdo con Marquard, la poltica del escepticismo sera una consecuencia de la filosofa de la finitud: el hombre es un ser finito. Aceptando la realidad, el escepticismo troca el pesimismo en un moderado optimismo. (Op. cit. Pp. 17 ss. y 62). Encajara en el realismo de la Weltanpassung, la adaptacin al mundo, inclinado al compromiso, de Max Weber, cit. por Portinaro (Op. cit. P. 17)83 Como es sabido, Montesquieu separ el legislativo, el ejecutivo y el judicial, aunque consideraba que, en puridad, no era verdadero poder (en realidad es autoridad); Hobbes, quien distingua el tributario, el legislativo y el ejecutivo, crea que se destruan entre s; Locke distingua el legislativo, el ejecutivo y el federativo; Bejamn Constant aadi si xito el poder neutro. Vid. A.C. Pereira Menaut, Op. cit. 4, pp. 147-164. La no mencin del judicial por los autores ingleses se debe al especial situacin de los jueces en relacin con el Common-law, que, continuando la tradicin medieval de la omnipotentia iuris, prevalece -o prevaleca- sobre la poltica. Es de significativo, que el concepto Estado de Derecho no existe verdaderamente ni en el Reino Unido ni en los Estados Unidos: la expresin rule of law, que es all la equivalente, refleja de hecho un pensamiento diferente. La rule of law es el reino del derecho, que es primero y unificado, y al que est sometido el Estado igual que todo sujeto de derecho. L. Cohen-Tanugi, La mtamorfose de la dmocratie. Pars, Odile Jacob 1989. IV, p. 120.84 Las formas principales de autogobierno son la familia, las asociaciones de la sociedad civil y el municipio (Johannes Althusio estudi bastante bien el autogobierno en La Poltica metdicamente concebida e ilustrada con ejemplos sagrados y profanos. Madrid, Centro de Estudios Constitucionales 1990). La Monarqua Absoluta socav las libertades comunales y la revolucin francesa la consum; el Estado de Derecho regula las asociaciones libres y, en el siglo XX, comenz el aniquilamiento de las libertades de la familia, intensificado por los sistemas fiscales socialdemcratas y recientemente por la recepcin en la esfera poltica del feminismo radical y sus variantes. El nico contrapoder institucional que subsiste en Occidente es la Iglesia, muy mermada tambin por la accin del poder poltico y el modo de pensamiento ideolgico.

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