La mejora de la convivencia en las aulas

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La mejora de la convivencia en las aulas ZURIÑE GONZÁLEZ DIÉGUEZ 2010

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La convivencia en las aulas es un tema que debe preocuparnos a todos. Aquí expongo algunas opiniones.

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La mejora de la convivencia en las aulas ZURIÑE GONZÁLEZ DIÉGUEZ 2010

La mejora de la convivencia en las aulas

Educación Especial

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INTRODUCCIÓN

El objetivo de la educación, más allá de la mera instrucción y transmisión de

conocimientos, debe ser formar personas capaces de desenvolverse en la vida y que

participen de forma activa en la sociedad. Para lograrlo, es necesario establecer un clima

de respeto hacia los demás y de participación. Sin embargo, hoy en día, la realidad no es

así. Es habitual escuchar en los medios de comunicación que han ocurrido conflictos en

centros educativos que en otros tiempos hubieran sido impensables. El profesorado,

especialmente de enseñanza secundaria, se siente impotente cuando no puede realizar su

trabajo normalmente al sufrir continuas interrupciones y alteraciones en el aula. El

problema existe y tiene graves consecuencias. Los principales afectados son los propios

alumnos que son, en muchos casos, también los causantes.

Como docente, considero que es muy importante que se profundice en este tema para

intentar buscar soluciones o, al menos, minimizar su efecto negativo. Desarrollo mi

trabajo en una pequeña localidad de la provincia de Almería. Es un centro pequeño,

donde se imparten enseñanzas de Educación Infantil, Primaria y primer ciclo de

Educación Secundaria Obligatoria. Realmente, en este centro no se producen casos

graves de indisciplina. Sin embargo, sí se producen algunos conflictos a pequeña escala,

discusiones entre iguales y pequeñas interrupciones en el transcurso de las clases. Por lo

general, se solucionan de forma rápida mediante el diálogo.

Con la realización de este trabajo práctico pretendo conocer las causas que

desencadenan esta problemática, las técnicas de intervención, la legislación y la opinión

tanto del profesorado como de otras personas implicadas en la vida de los centros

educativos.

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DESCRIPCIÓN DE LOS PROBLEMAS DE DISCIPLINA Y FALTA DE CONVIVENCIA MÁS FRECUENTES EN EL AULA

La convivencia es un tema que preocupa de manera creciente a nuestra sociedad. Las

tensiones sociales y la inseguridad parecen aumentar cada día, especialmente en el

medio urbano, siendo niños y adolescentes los más perjudicados. Ante esta realidad, la

educación debe asumir el reto de contribuir a la mejora de la convivencia mediante una

acción educativa responsable que respete y aprecie la diversidad.

S. Gento en su obra “Problemas de disciplina y aprendizaje en el sistema educativo”

describe múltiples factores responsables de esta problemática. La realidad es compleja,

ya que no podemos achacar las dificultades a una mala legislación, a la familia o a una

determinada institución. Es un conjunto heterogéneo de circunstancias que, finalmente,

pueden provocar la inadaptación social.

El autor analiza las diferentes causas que originan los problemas de disciplina en las

aulas.

La estructura del sistema educativo

La responsabilidad de la escuela ha evolucionado profundamente hasta asumir la

formación integral de su alumnado. Para ello, es necesario, a la par que el deseo de

todos, lograr un clima de trabajo en el que se reconozcan los derechos y se respete lo

diverso. Sin embargo, la realidad dista mucho de responder a este ideal. La rígida

estructura de nuestro sistema educativo no facilita la puesta en práctica de modelos de

convivencia adecuados.

En general, la mayoría de las críticas se centran en la enseñanza secundaria, donde la

realidad educativa no responde a las demandas de los adolescentes. Es precisamente en

esta etapa educativa donde se determina en buena medida el futuro académico y

profesional, e incluso personal. Por tanto, parece necesaria la modificación profunda,

curricular, organizativa y formativa, acompañada de actuaciones sociales y culturales

que compensen las desigualdades y fomenten el respeto.

Por otro lado, es necesario que el currículo de todas las etapas educativas tenga presente

la educación en valores como algo fundamental. Cierto es que las últimas leyes

educativas se hacen eco de esta necesidad por su contribución a un ambiente propicio

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para la convivencia. Sin embargo, considero que merece aún más atención. Pero, ¿qué

valores debe de promover la educación? La siguiente tabla propuesta por S. Gento

(1996) parece bastante ilustrativa.

DIMENSIÓN

HUMANA

ÁMBITO

EDUCATIVO VALORES A DESARROLLAR

Física Físico-emocional Promoción de la integridad, supervivencia y

funcionalidad físico-emocional.

Espiritual

Intelectuales

Desarrollo del conocimiento y la

consciencia, actitudes y estrategias

intelectuales.

Morales Promoción de la actuación libremente

responsable.

Estéticos Percepción, disfrute y promoción de

manifestaciones de la belleza.

Socio-relacional

Cívico-Ecológicos

Acomodación a la configuración y

funcionamiento de colectivos humanos en su

entorno.

Prácticos Desarrollo de la capacidad de supervivencia

e integración en diferentes contextos.

Trascendente Religiosos

Opción sublimadora, libre y responsable de

los límites personales, sociales y de

dimensión cósmica.

Considero que una adecuada incardinación de los valores en el currículo escolar puede

servir a la creación de un clima conciliador y respetuoso que favorezca la convivencia.

Problemática del alumno

Otra fuente de problemas de convivencia y disciplina proviene de la propia

problemática de los alumnos. Es importante conocer las características del alumnado. Si

bien es cierto que todos somos únicos, también lo es que en determinadas etapas

evolutivas se distinguen una serie de características comunes que pueden servir de guía

para conocer los intereses y las motivaciones y fomentar en cada momento los valores

más acordes con la edad de los alumnos y alumnas. Por otro lado, la presencia de

determinados trastornos que afectan a la vida académica, puede ser también origen de

dificultades en la convivencia.

A continuación, expondré brevemente las principales características evolutivas de los

jóvenes en las etapas de escolaridad obligatoria.

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Educación Primaria: Los niños y niñas de esta etapa educativa tienen entre 6 y 12 años

de edad, aunque es posible que algunos comiencen esta etapa sin tener propiamente

dicho los seis años puesto que nacieron lo hacen durante los últimos meses del año

natural. A lo largo de esta etapa el desarrollo cognitivo y el lenguaje experimentan

grandes avances y se va determinando la personalidad del niño. Se adquieren estructuras

mentales en función de la maduración del cerebro establecida por los genes. Los niños

van formando su propia identidad utilizando un importante mecanismo de aprendizaje,

la imitación.

Educación Secundaria Obligatoria: Los jóvenes que cursan esta etapa educativa tienen

entre 12 y 16 años de edad. La adolescencia es un periodo difícil lleno de oposición,

necesidad de independencia, libertad y responsabilidad. Se logra el pensamiento

abstracto y se lucha por conseguir una identidad propia. También es una etapa en que la

sexualidad está muy presente. Parece existir consenso en la opinión de que es una de las

etapas más difíciles para el docente y en la que tienen lugar más conflictos relacionados

con la falta de convivencia y los problemas de disciplina.

Además de las características evolutivas de los alumnos, la presencia de determinadas

necesidades educativas especiales a causa diversas patologías también pueden originar

dificultades en la convivencia y en la disciplina. Entre los trastornos más comunes

durante la edad escolar se encuentran: el retraso mental, las dificultades de aprendizaje,

los trastornos generalizados del desarrollo, el trastorno por déficit de atención con

hiperactividad, los trastornos del comportamiento perturbados, los trastornos de la

alimentación, de la personalidad, del estado de ánimo, la esquizofrenia, el abuso de

sustancias y la ansiedad.

En muchos casos, los jóvenes que presentan este tipo de patologías son rechazados por

sus compañeros, lo que no les beneficia en absoluto. Sin embargo, cuando ocurre el

fenómeno contrario, el ser aceptados, no son los únicos beneficiados, también lo son el

resto del alumnado en la medida en que se fomenta su respeto por la diferencia y valores

solidarios.

Fijémonos con un poco más de detenimiento en cada uno de estos trastornos y las

dificultades que entrañan en relación con la disciplina y la convivencia.

El retraso mental: La etiología es muy diversa, origen genético, dificultades en el parto,

razones culturales y sociales, etc. El resultado es un bajo coeficiente intelectual y

dificultades en, al menos, dos áreas de adaptación. Sin embargo, la concepción actual de

la inteligencia como modificable hace pensar que un buen clima de convivencia en el

aula, junto con las adaptaciones metodológicas y curriculares oportunas, puede

favorecer enormemente el desarrollo de este tipo de alumnos.

Trastornos del aprendizaje: Se trata de trastornos específicos del desarrollo de

habilidades académicas como la lectura, la escritura, las matemáticas o la resolución de

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problemas. En ocasiones estos estudiantes reciben refuerzo pedagógico dentro o fuera

del aula a fin de rehabilitar aprendizajes básicos relacionados con su problemática.

Efectivamente, este tipo de situación puede generar en ellos actitudes, a veces, negativas

que repercutirán en su comportamiento y que puede derivarse en problemas de

disciplina más importantes.

Trastornos generalizados del desarrollo: Aquí se agrupan una serie importante de

patologías, como el autismo, el trastorno de Rett o el de Asperger, etc. que se

caracterizan según el CIE-10 por “anomalías cualitativas en las interacciones sociales

recíprocas y en los patrones de comunicación, así como por un repertorio de intereses y

actividades restringido, estereotipado y repetitivo”. Además, en muchas ocasiones se

asocian con el retraso mental, como es el caso del autismo. La conducta de estos

alumnos presenta estereotipias y repeticiones. Los juegos resultan muy reiterativos no

suelen gustarles los cambios ni las alteraciones del orden de las comidas o cambiar la

hora del baño. Su estado de ánimo es muy variable y sin motivo aparente.

Trastorno por déficit de atención con hiperactividad: Se caracteriza por un “patrón

persistente de desatención y/o hiperactividad”. Su tener un carácter explosivo e irritable

y pueden originarse problemas de autoestima y hostilidad. Además, en muchos casos

presentan agresividad y conductas desafiantes.

Trastornos del comportamiento perturbador: Estos niños presentan una conducta muy

problemática en el aula. No cumplen las normas y hacen daño de manera deliberada. Se

distinguen dos subgrupos principales: el trastorno negativista desafiante y el trastorno

disocial. Estos niños son expulsados de los centros educativos con frecuencia en los

casos más graves, lo que repercute muy negativamente en su futuro. Los casos leves

tienen mejor pronóstico.

Trastornos de la alimentación: Este tipo de problemática es muy frecuente en la

adolescencia y especialmente, aunque no exclusivamente, en niñas. Además de los

problemas de salud, puede generar un descenso significativo en el rendimiento

académico, cambios en el estado de ánimo y conductas desadaptativas.

Trastornos de la personalidad: Este trastorno se caracteriza por presentar patrones de

comportamientos que difieren sustancialmente de lo que se entiende como normal.

Tiene su inicio en la adolescencia o en la niñez. Estas personas eran también llamadas

psicópatas o personalidades psicopáticas. Se desconoce su etiología, aunque se sospecha

de un origen hereditario. Se incluyen en esta categoría los trastornos esquizoide,

esquizotípico, límite, paranoide, histriónico, dependencia, obsesivo-compulsivo,

antisocial, pasivo-agresivo, depresivo y sadomasoquista.

Trastornos del estado de ánimo y suicidio: Los trastornos del estado de ánimo incluyen

el trastorno depresivo mayor, el trastorno distímico y el trastorno bipolar. Presentan

síntomas como el ánimo depresivo o irritable, perdida de interés, sentimientos de

inutilidad, bajo rendimiento escolar, etc. Este tipo de patología puede desembocar en el

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peor de los casos en suicidio, aunque no son estas las únicas causas que pueden

provocarlo.

Esquizofrenia: Es una enfermedad que aparece al final de la adolescencia en la mayoría

de los casos. Se manifiesta con conductas de retraimiento y la interrupción de su

actividad tanto académica como social. Se producen alucinaciones auditivas y visuales,

en menos casos.

Abuso de sustancias: La iniciación en el consumo de sustancias nocivas para la salud

comienza frecuentemente en la adolescencia, durante la escolaridad obligatoria y cada

vez a edades más tempranas. Además del grave perjuicio para la salud, pueden

desembocar en trastornos diversos de la conducta. Un buen desarrollo de la autoestima,

fomentado en un clima de respeto y convivencia puede contribuir de manera

significativa al consumo responsable y al no abuso de sustancias prohibidas.

Trastorno de ansiedad: Los trastornos de angustia y las fobias así como la ansiedad por

separación pueden también dar lugar a conductas inapropiadas en el aula.

Como es lógico, la presencia de alumnos con estos u otros trastornos en las aulas

pueden desembocar en conductas desadaptativas que interrumpan o dificulten la acción

docente. Es importante, por tanto, conocer su desarrollo y principales características

para disponer de información suficiente a la hora de proponer determinadas actividades

y prever dificultades que puedan plantearse en su realización. El fomento de valores de

respeto por la diversidad puede igualmente ayudar a crear un clima de convivencia que

beneficie a todos.

El efecto antieducador del entorno social

El entorno cultural está presente explícita o implícitamente en todas las actividades de

los centros educativos. Los acontecimientos sociales, los medios de comunicación, las

modas y tendencias influyen de manera significativa en el proceso de enseñanza y

aprendizaje y participan en la vida del centro. Pero no toda influencia es beneficiosa.

Los medios de comunicación y las nuevas tecnologías son ejemplos de ello. La cultura

de la imagen impera sobre la palabra. En algunos casos suponen herramientas al

servicio del aprendizaje, pero debemos ser conscientes del riesgo que entraña su uso

indiscriminado e incontrolado.

La familia

La familia como primer agente socializador y como contexto fundamental en la

transmisión de valores y aprendizajes es determinante en el desarrollo de los niños y

niñas. El núcleo tradicional que componía la unidad familiar cumplía con una serie de

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funciones. Sin embargo, hoy día la familia ha sufrido muchas transformaciones dando

lugar a nuevas formas. Estas modificaciones provocan también unas nuevas necesidades

en la tares educativa para poder ajustarse a la realidad familiar.

Por otro lado, pueden presentarse casos en los que la familia no cumpla las funciones

más básicas por posibles déficits en el seno familiar. En estos casos la escuela debe

procurar compensarlo para que se dé un óptimo desarrollo del sujeto.

Parece que la mejor herramienta para que exista un buen ajuste entre el aprendizaje

producido en el seno familiar y el institucional es la comunicación entre la escuela y las

familias. Es una poderosa herramienta que en muchos casos apenas se emplea.

Gento (2.003) señala los efectos negativos que la familia puede provocar sobre los niños

y jóvenes como la imposición de patrones de comportamiento, la excesiva autoridad o

permisividad, la falta de comunicación o la superprotección. Además, propone el

“diseño de acciones socioeducativas que conlleven una orientación profesional y que

permitan propiciar la óptima comunicación en el seno familiar y la buena salud mental

de sus miembros”.

La problemática del profesorado

En algunos casos, los problemas de indisciplina pueden tener su origen en actitudes

incorrectas del profesor. Las deficiencias del perfil del profesor como profesional de la

educación surgir de un dominio deficiente de la materia que imparte, de un pobre

conocimiento de estrategias y técnicas pedagógicas o de problemas de madurez y

equilibrio personal. Los problemas de indisciplina y de aprendizaje derivados de estas

situaciones pueden agruparse en tres planos: el cognoscitivo, el de la personalidad y el

de la acción. Todo ello va a repercutir de manera definitiva en el comportamiento del

alumnado.

La organización del centro y del aula

Los problemas en la organización del centro educativo y del aula son a su vez una

fuente de conflictos que derivan en dificultades de convivencia. Pueden tener su origen

en la estructura o en las relaciones personales.

La estructura organizacional del centro puede generar dificultades en la comunicación,

la coordinación, la excesiva burocratización de la función docente y la no promoción de

la iniciativa, la creatividad y la innovación. La solución a esta problemática parece estar

en la mejora de la coordinación y la comunicación.

Por otra parte, las relaciones personales pueden surgir del propio individuo, entre

colegas o iguales, entre profesores y alumnos o entre grupos. Aquí la solución se

presenta mucho más compleja, especialmente durante la Educación Secundaria

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Obligatoria. Es evidente que la creación de un clima propicio donde impere el diálogo,

la organización y el respeto mutuo serán de gran ayuda. La prevención mediante la

educación en valores desde la infancia y la adecuada organización del centro pueden

servir de pilares fundamentales en este sentido.

En síntesis, la falta de disciplina y las conductas inapropiadas en el aula son debidas a

una multiplicidad de factores. Lo que está claro es que representa una de las mayores

preocupaciones de las familias y los docentes y se debe buscar una solución. Además la

prevención debe situarse en una posición prioritaria en sus tres niveles:

Prevención primaria: actuaciones llevadas a cabo antes de que la aparición del

problema, con objeto de evitar su aparición.

Prevención secundaria: actuaciones llevadas a cabo tras la detección precoz del

problema

Prevención terciaria: actuaciones llevadas a cabo para remediar o evitar el avance de la

situación problemática.

Todas estas carencias, malas prácticas y características en general, derivan en una

problemática que afecta gravemente a la salud mental del profesorado, preocupa a las

familias y, sobre todo, impide o dificulta el desarrollo académico y personal del

alumnado, principal damnificado de esta realidad. Todo ello se concreta en conductas

que afectan negativamente al proceso de enseñanza aprendizaje.

A fin de observar la opinión del profesorado y el alumnado sobre cuáles son los

problemas que se dan con mayor frecuencia, apliqué la encuesta propuesta en las

instrucciones para la realización de este trabajo práctico. Hay que tener en cuenta que el

profesorado y alumnado no se seleccionó libremente, puesto que no tenía acceso a un

gran número de docentes no alumnos a los que aplicar la encuesta. La encuesta fue

aplicada al profesorado perteneciente al centro donde estoy destinada como maestra y a

profesorado de otros centros cercanos con los que mantengo contacto por diversos

motivos. El alumnado pertenece al primer ciclo de Educación Secundaria Obligatoria,

ya que no consideré adecuado encuestar a alumnado de primaria.

En general, el profesorado no cree que las faltas de disciplina se den con frecuencia,

más bien se quejan de que se interrumpe demasiado al profesor y de incidencias de

poca relevancia, pero que van minando la paciencia y desmotivan al docente. Sin

embargo, el alumnado es muy extremo en sus respuestas. Se consideran a sí mismos

como los más culpables en los casos de interrupciones, faltas de respeto, insultos entre

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iguales, etc. Pero, como digo son muy extremos en sus respuestas. Marcan el valor 5

con demasiada facilidad, lo que seguramente se deba a experiencias recientes

relacionadas con el tema o a la influencia que los Maas Media ejercen sobre ellos, entre

otras cosas. Son respuestas sesgadas, por lo que no creo que se correspondan fielmente

a la realidad.

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DESCRIPCIÓN DE LA NORMATIVA PARA LA SOLUCIÓN DE PROBLEMAS DE DISCIPLINA Y FALTA DE CONVIVENCIA

Me referiré en este apartado a la normativa vigente en Andalucía, comunidad donde

resido y donde llevo a cabo mi labor docente.

La normativa vigente en la Comunidad Autónoma de Andalucía con respecto a la

convivencia es la siguiente:

Ley 13/2007, de 26 de noviembre, de medidas de prevención y protección integral

contra la violencia de género. (BOJA 18-12-2007)

Esta ley promueve la investigación, la sensibilización y la prevención de la violencia de

género, mencionando en su artículo 11 el ámbito educativo como marco para la

prevención y coeducación. Además, señala en su artículo 12 como la administración

educativa correspondiente debe incluir en los diferentes elementos del currículo

medidas destinadas a la prevención y erradicación de la violencia de género.

RESOLUCIÓN de 26-9-2007, de la Dirección General de Participación y Solidaridad

en la Educación por la que se acuerda dar publicidad a los protocolos de actuación

que deben seguir los centros educativos ante supuestos de acoso escolar, agresión

hacia el profesorado o el personal de administración y servicios, o maltrato infantil.

Establece los siguientes pasos a seguir:

Paso 1. Identificación, comunicación y denuncia de la situación.

Paso 2. Actuaciones inmediatas.

Se reunirá el Equipo Directivo, tutor o tutora y responsable de la orientación en el

centro, para analizar y valorar la intervención necesaria.

Paso 3. Medidas de urgencia.

En caso necesario, tendrán que adoptarse las medidas de urgencia que se requieran para

proteger a la persona agredida y/o evitar las agresiones:

Paso 4. Traslado a la familia.

El tutor o la tutora o el orientador u orientadora, previo conocimiento del Equipo

Directivo, con la debida cautela y mediante entrevista, pondrá el caso en conocimiento

de las familias del alumnado implicado que se estén adoptando.

Paso 5. Traslado al resto de profesionales que atienden al alumno o alumna acosado.

Paso 6. Recogida de información de distintas fuentes: Recopilación de la

documentación existente sobre el alumnado afectado, observación sistemática de los

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indicadores en espacios comunes del centro, en clase, en actividades complementarias y

extraescolares, etc.

Paso 7. Aplicación de medidas disciplinarias al alumno o alumna agresor en función de

lo establecido en el Plan de Convivencia del centro.

Paso 8. Comunicación a la Comisión de Convivencia.

Paso 9. Comunicación a la Inspección Educativa.

Paso 10. Elaboración de un Plan de Actuación por parte de la Dirección.

Paso 11. Comunicación a las familias.

Hay que informar a las familias del alumnado implicado de las medidas de carácter

individual adoptadas con los alumnos o alumnas afectados, así como las medidas de

carácter organizativo y preventivo.

Paso 12. Seguimiento del Plan de Actuación por parte de la Inspección Educativa.

Paso 13. Asesoramiento del Gabinete Provincial de Asesoramiento sobre la

Convivencia Escolar.

ORDEN de 18-7-2007, por la que se regula el procedimiento para la elaboración y

aprobación del plan de convivencia de los centros educativos sostenidos con fondos

públicos. (BOJA 8-8-2007)

Define el plan de convivencia como “el documento que sirve para concretar la

organización y el funcionamiento del centro en relación con la convivencia y establecer

las líneas generales del modelo de convivencia a adoptar en el centro, los objetivos

específicos a alcanzar, las normas que lo regularán y las actuaciones a realizar en este

ámbito para la consecución de los objetivos planteados”. Su elaboración corresponde al

equipo directivo en colaboración con el resto del profesorado y una vez aprobado se

incorporará al Proyecto Educativo de Centro.

ORDEN de 11-7-2007, por la que se regula el procedimiento para la designación del

coordinador o coordinadora de la Red Andaluza de «Escuela: Espacio de Paz» y de

los miembros de los gabinetes provinciales de asesoramiento sobre la convivencia

escolar, así como las actuaciones a desarrollar por los mismos. (BOJA 27-7-2007)

Establece el procedimiento para su nombramiento y perfila sus funciones.

Corrección de errores de la Orden de 27-2-2007, por la que se regula la asistencia

jurídica al personal docente dependiente de la Consejería de Educación de todos los

niveles educativos, a excepción del universitario, y se establece el procedimiento

para el acceso a la misma (BOJA 24-4-2007).

Únicamente corrige algunos errores contenidos en la orden que se describe a

continuación.

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ORDEN de 27-2-2007, por la que se regula la Asistencia Jurídica al personal docente

dependiente de la Consejería de todos los niveles educativos, a excepción del

universitario, y se establece el procedimiento para el acceso a la misma. (BOJA 21-3-

2007)

Tiene por objeto la regulación de un sistema de cobertura que garantice la protección y

asistencia jurídica del profesorado de los centros públicos en relación con los hechos

que se deriven de su ejercicio profesional y se establece el procedimiento para el acceso

a dicha cobertura. También ofrece el modelo de solicitud de asistencia jurídica y el

modelo de informe de la dirección del centro docente.

Corrección de errores del Decreto 19/2007, de 23 de enero, por el que se adoptan

medidas para la promoción de la Cultura de Paz y la Mejora de la Convivencia en los

Centros Educativos sostenidos con fondos públicos (BOJA 16-3-2007).

Corrige el apartado referido a la composición de la comisión de convivencia en la

Educación Secundaria Obligatoria que debe incluir también al alumnado en su

composición.

REAL DECRETO 275/2007, de 23 de febrero, por el que se crea el Observatorio

Estatal de la Convivencia Escolar. (BOE 15-3-2007)

Se trata de un órgano consultivo adscrito al Ministerio de Educación y Ciencia al que

corresponde sobre situaciones referidas al aprendizaje de la convivencia escolar,

elaborar informes, hacer diagnósticos en materia de convivencia, etc. También establece

sus funciones y su composición.

DECRETO 19/2007, de 23 de enero, por el que se adoptan medidas para la

promoción de la Cultura de Paz y la Mejora de la Convivencia en los Centros

Educativos sostenidos con fondos públicos. (BOJA 2-2-2007)

En su artículo 2 indica los principios por los que se rige destacando la intervención

preventiva, participativa, responsable y coordinada. Como objetivo destaca la

promoción de la cultura de la paz y la concienciación y sensibilización al respecto. El

título II lo dedica a las actuaciones en los centros, incluyendo el plan de convivencia y

la acción tutorial. El título III se refiere a las normas de convivencia describiendo las

conductas contrarias a las normas de convivencia y su corrección que incluye desde una

simple amonestación oral a la suspensión del derecho de asistencia al centro o incluso el

cambio de centro escolar. También arbitra el procedimiento para la imposición de

dichas medidas disciplinarias.

ORDEN de 11-2-2004, por la que acuerda la publicación del texto íntegro del

Procedimiento de Coordinación para la Atención a Menores Víctimas de Malos

Tratos en Andalucía (BOJA 26-2-2004)

Entre otras cosas, destaca la importancia de los Servicios Educativos en la detección y

atención de menores maltratados. Asigna a los centros educativos la tarea de elaborar

informes útiles para otras instituciones y la realización de actuaciones con carácter

preventivo.

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DECRETO 3/2004, de 7 de enero, por el que se establece el sistema de información

sobre maltrato infantil de Andalucía. (BOJA 16-1-2004)

En relación con la detección y denuncia, entre otras, de las situaciones de malos tratos,

señala a los sectores sanitario, educativo y de servicios sociales como los mecanismos

más adecuados. También establece la organización y el procedimiento para llevarlo a

cabo.

ORDEN de 25-7-2002 por la que se establece el Plan de Cultura de la Paz y la No

Violencia (BOJA 5-10-2002)

Esta orden reconoce a la educación como “la base esencial de la Cultura de Paz y uno

de los pilares sobre los que se fundamenta cualquier proyecto de futuro para afrontar

con éxito los procesos constantes de cambio de nuestra sociedad”. El Plan de Cultura

de Paz y No Violencia se basa en:

1. El aprendizaje de una ciudadanía democrática.

2. La educación para la paz, los derechos humanos, la democracia y la tolerancia.

3. La mejora de la convivencia escolar.

4. La prevención de la violencia.

El anexo incluye el plan completo que incluye el marco teórico, los objetivos, las

actuaciones y la evaluación y seguimiento.

DECRETO 42/2002, de 12 de febrero, de la Consejería de Asuntos Sociales, del

régimen de desamparo, tutela y guarda administrativa (BOJA 16-2-2002)

El artículo 16 reconoce, en el ámbito educativo ciertos derechos del menor sujeto a

medidas de protección:

a) A disponer de una atención educativa individualizada, de forma que se tengan en

cuenta sus características personales y sociales.

b) A disfrutar de medidas educativas y formativas de carácter compensatorio, de forma

que pueda alcanzar los objetivos previstos en la normativa vigente para cada etapa

educativa.

c) A recibir una educación que permita el pleno desarrollo de su personalidad,

favoreciendo su autonomía, su capacidad de decisión y su integración en la comunidad.

DECRETO 85/1999, de 6 de abril, por el que se regulan los Derechos y Deberes del

alumnado y las correspondientes normas de convivencia en los centros docentes

públicos y privados concertados no universitarios (BOJA 24-4-99)

(Este decreto sufrió posteriormente una serie de modificaciones por el DECRETO

19/2007, de 23 de enero, descrito anteriormente. Haré referencia al texto refundido).

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Destaca la importancia de los derechos y deberes de los alumnos y alumnas dentro del

proceso educativo favoreciendo su formación como “personas responsables, tolerantes

y solidarias, que respetan los derechos de los demás”. A continuación, enumera los

derechos y deberes del alumnado. También se describen las normas de convivencia así

como las correcciones y procedimiento para llevarlas a cabo.

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OPINIONES PERSONALES SOBRE ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN EDUCATIVA EN PROBLEMAS DE INDISCIPLINA Y FALTA DE CONVIVENCIA

La escuela debe contribuir a la disminución, en la medida de lo posible, de la

indisciplina y la violencia tanto en las aulas como fuera de ellas. Gento, S. (2009)

propone una serie de estrategias preventivas que describiré a continuación.

Empleo de estímulo positivo

El autor señala el estímulo positivo como la “motivación más poderosa para el cambio

hacia un mejor comportamiento”. Se trata de desarrollar la motivación intrínseca para la

realización de la tarea. La recompensa o castigo pueden tener un efecto inmediato en la

mejora del comportamiento, pero no fomentan ese tipo de motivación, sino todo lo

contrario. El estímulo positivo va enfocado hacia la mejora de la autoestima y el

desarrollo personal, lo que, no solamente mejora el comportamiento en el aula, sino que

contribuye al desarrollo de capacidades y destrezas personales.

Esta estrategia es bastante aceptada por el profesorado. Sin embargo, la mayoría

continúa utilizando la estrategia de la recompensa o castigo en más ocasiones de las que

se debiera. El comentario más general es que en algunos casos es la única forma de

conseguir que un alumno o alumna modifique su conducta. En mi opinión, si bien es

cierto que en algunas ocasiones puede utilizarse el castigo o la recompensa, considero

que debería minimizarse su uso. Por otro lado, poner en práctica el estímulo positivo

puede ofrecernos resultados a más largo plazo, lo que podría compensar la inversión de

esfuerzo y de tiempo.

En el documento se proponen las siguientes actuaciones del profesor:

Desarrollar en sí mismo/a sentimientos de afecto hacia los estudiantes

Reconocer lo que el estudiante hace bien

Comunicar al estudiante el reconocimiento del esfuerzo que ha realizado

Apreciar siempre cualquier tipo de esfuerzo: también cuando los resultados no

son buenos

Acompañar el estímulo positivo con empatía: comprensión de lo que siente el

estudiante

Confiar siempre en la capacidad del estudiante para superar los obstáculos

Utilizar signos no verbales de estímulo positivo (tales como sonrisas, guiños,

pulgar hacia arriba, señal de victoria, asentimientos con la cabeza, etc.)

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Planificar para evitar problemas de disciplina

Planificar con el propio estudiante las actuaciones que éste/a ha de llevar a cabo

y comprobar con él/la tales actuaciones

Utilizar un sistema de calificaciones que destaque los éxitos o aciertos, en lugar

de los fallos o errores

Promover que los estudiantes digan a sus compañeros las cosas que hacen bien,

con preferencia a las que hacen mal

Dividir la tarea en tramos más cortos, para que se realice más fácilmente

Promoción de la autoestima

La autoestima es la percepción favorable que se tiene de uno mismo. Para promover

este sentimiento positivo el profesor o profesora puede valerse de una serie de

orientaciones como fomentar la autoevaluación, valorar los errores como posibilidad de

aprendizaje, tener en cuenta los intereses y motivaciones del alumnado, etc. Esto

requiere de un profesorado que, además de ser competente en este ámbito, esté

realmente implicado en la vida del centro y a su vez motivado. Debe creer que

verdaderamente el esfuerzo merece la pena y convencerse de que dará resultados

positivos en el aula, pero también en el desarrollo personal de su alumnado y en el suyo

propio.

En el documento se proponen las siguientes actuaciones del profesor:

Promover en los estudiantes su capacidad de autoevaluación y confiar en sus

propias percepciones (“locus de control” interno)

Activar en los estudiantes el convencimiento de que los errores son excelentes

oportunidades para aprender a mejorar

Ayudar a los estudiantes a que comprendan que es importante trabajar para la

mejora, no para la perfección

Mantener regularmente “sesiones de convivencia” con los estudiantes, para que

éstos/as puedan desarrollar su experiencia en resolver problemas, desarrollar

empatía y comunicar bien

Reservar “momentos especiales” para estar con los estudiantes colectiva e

individualmente

Promover oportunidades para que los estudiantes desarrollen el interés social

(por ejemplo, mediante el asesoramiento o tutoría a compañeros, etc.)

Facilitar el éxito de los estudiantes, en lugar de buscar el fracaso

Fraccionar los procesos en fases más cortas, para facilitar el éxito

Basarse en los intereses de los estudiantes

Control de la situación

Su finalidad es prevenir la aparición de problemas de disciplina. En el documento antes

mencionado, Gento, S. sugiere unas pautas de actuación, destacando la planificación y

La mejora de la convivencia en las aulas

Educación Especial

18

el apoyo por parte de los compañeros y el resto del alumnado. Desde luego, que esta

estrategia puede obtener buenos resultados. El mayor obstáculo que encuentro para

llevarla a cabo es que en ocasiones la negociación en situaciones del aula requiere

mucho tiempo y el profesor/a se centra en conseguir llevar al día la programación de los

contenidos de su asignatura. Sin embargo si está estrategia, junto al resto que se

proponen, se pusiera en práctica desde una perspectiva preventiva, a la larga mejoraría

el ambiente de convivencia en el aula, propiciando un mejor contexto para avanzar en

los contenidos de la asignatura.

En el documento se proponen las siguientes actuaciones del profesor:

Confiar en los estudiantes: en su capacidad para cooperar y resolver los

problemas cuando son tratados con dignidad y respeto

Actuar sin acaloramiento ante los problemas de indisciplina o, incluso, violencia

desde una posición de amabilidad, firmeza y respeto hacia uno mismo y hacia el

estudiante causante del problema

Considerar la situación personal de quien causa problemas de disciplina o

violencia, analizar el entorno y contexto en que se desenvuelve quien los causa y

el propósito que persiguen con su mal comportamiento

Trasladar el problema a la clase: pedir el apoyo inmediato de los estudiantes o

proponer tal problema para tratarlo en la reunión de la “sesión de clase”

Pedir ayuda a Profesores/as compañeros: ellos/as aportarán su apoyo y

experiencia

Planificar para prevenir problemas

Obviar las recompensas y castigos

El abuso del castigo puede ser, además de poco efectivo, muy perjudicial. El castigo

puede conducir al odio y contribuye al desarrollo de valores no deseados. Un estudiante

acostumbrado a los castigos presentará conductas de evitación o calibrará el riesgo para

decidir si le merece la pena transgredir la norma. De esta forma no se promueve la

autoestima y el autoconcepto positivo para enfrentarse a situaciones futuras.

Por desgracia, la recompensa y el castigo se emplean en las aulas y en los hogares con

más asiduidad de la que sería recomendable. Muchas veces pensamos que, al menos

tiene efectos inmediatos, pero realmente su poder de perjuicio es mucho mayor.

En el documento se proponen las siguientes actuaciones del profesor:

Promover en los estudiantes el desarrollo de principios que les garanticen el

éxito por su propio esfuerzo voluntariamente realizado

No imponer simplemente la voluntad del Profesor/a, sino procurar que el

estudiante aprenda por sí mismo cuáles son las consecuencias nocivas de su mal

comportamiento y se acostumbre a evitar tales consecuencias

La mejora de la convivencia en las aulas

Educación Especial

19

Enfocar las situaciones de indisciplina o mal comportamiento de un estudiante

no como una oportunidad para castigar, sino como una oportunidad para educar

y resolver un problema junto con tal estudiante y con sus compañeros (y, tal vez,

incluso con sus padres), tratando de buscar conjuntamente la solución o

actuación más conveniente

Actuación con firmeza pero con amabilidad

Como se indica en el mismo documento, “la firmeza ejercida con amabilidad llevará a

los estudiantes a la cooperación y al desarrollo de habilidades o competencias que

necesitarán para tener éxito, para ser ciudadanos responsables y respetuosos, para

contribuir al bienestar de todos y para mejorar el entorno y el contexto en que se

desenvuelven”. Creo que todos los docentes estamos de acuerdo con esta afirmación, sin

embargo en ocasiones no seguimos nuestro propio consejo, aún sabiendo que no es

correcto. Deberíamos tener presente todos los días esta idea, no únicamente en el aula

sino en nuestra vida diaria, ya que puede ser un excelente consejo en todos los ámbitos

de nuestra vida.

En el documento se proponen las siguientes actuaciones del profesor:

Enfocarse en los logros, más que en los fallos

Evitar la crítica negativa

Evitar la compasión: su utilización puede hacer que el estudiante a quien se le

otorga sea incapaz de resolver un problema o superar una dificultad

No hacer la actividad que debe realizar el estudiante

Comprobar que la expresión del rostro, tono de voz y lenguaje corporal reflejan

respeto

Evitar la transmisión de que despreciamos a los estudiantes que han obrado mal

No utilizar la humillación, inculpación y puesta en vergüenza, como estrategias

para el mantenimiento de la disciplina o convivencia

Evitar, tanto la permisividad ante conductas desviadas o falta de esfuerzo,

como el autoritarismo

Promoción del respeto a los límites

La fijación conocimiento de límites es necesaria para poder crear un clima de

convivencia propicio para el aprendizaje. Por otro lado, si los propios alumnos han

participado en el establecimiento de los límites a las conductas apropiadas, existen

mayores posibilidades que promocionar el respeto a dichos límites. Este tipo de

estrategia es llevada a cabo a menudo, al menos mi experiencia como docente así me lo

demuestra. Además de no ser complicado de poner en práctica, puede realizarse en

todas las etapas educativas.

En el documento se proponen las siguientes actuaciones del profesor:

La mejora de la convivencia en las aulas

Educación Especial

20

Mantener siempre una actitud de respeto hacia todos aquellos afectados por los

límites, eludiendo actitudes de autoritarismo y de imposición sin justificaciones

ni aclaraciones

Explicar hasta su comprensión los motivos o las razones en las que se basan los

límites existentes o que se hayan fijado

Procurar que los límites que se establezcan sean asumidos como necesarios para

su propio beneficio por los propios estudiantes

Establecer los límites con claridad: los estudiantes han de tener totalmente

claro en qué momento o circunstancia existe el riesgo de traspasar el límite.

Fijar cada límite por separado.

Dirigir a los estudiantes fuera de aquello que no deben hacer o hacia lo que

deben hacer con tranquilidad, amabilidad y firmeza.

Predicar con el propio ejemplo. Así, el profesor permanecerá sentado y

silencioso hasta que los estudiantes hagan lo mismo; no hablar ni comenzar una

explicación hasta que los estudiantes estén callados y atentos; hablar en voz baja

y sin dar gritos, para que los estudiantes se acostumbren a escuchar y hablar

igualmente en voz baja.

No considerar desafiantes a los estudiantes cuando traspasan los límites.

Debatir con los estudiantes acerca de los límites. En “sesiones de convivencia”

con tales estudiantes puede debatirse con ellos cuáles son los límites que les

parecen más útiles y por qué. Cuando el Profesor implica a los estudiantes en el

establecimiento de reglas o límites y en su cumplimiento o respeto, estos suelen

actuar de modo más responsable y suelen respetar tales normas o límites.

Debatir con los estudiantes la finalidad de los límites, no sólo de los que existen

en el centro educativo, sino también sobre todos los que existen en la sociedad.

Autoevaluar la propia actuación: aparte la valoración que haga uno/a de sí

mismo/a sobre el modo en que aborda los límites, puede también contarse con la

opinión de algún otro colega o miembro del centro educativo.

Promoción del sentimiento de utilidad social

Fomentar en nuestro alumnado el sentimiento de utilidad social es un objetivo

primordial, puesto que más allá de convertirse en buenos estudiantes, debemos enseñar

a ser mejores personas. Es importante conseguir que los estudiantes se manifiesten con

empatía y que tengan interés en cuestiones sociales.

En el documento se proponen las siguientes actuaciones del profesor:

Considerar la importancia de desarrollar en los estudiantes el interés social: éste

es tan importante, si no más, que las asignaturas académicas.

Enfocar los problemas como una oportunidad para el crecimiento personal y de

los estudiantes

Utilizar “role playings” y debates con los estudiantes para promover el interés

social

La mejora de la convivencia en las aulas

Educación Especial

21

Promover en los estudiantes el desarrollo de la empatía (a través del juego de

roles, discusiones de grupo, etc.) para desarrollar la capacidad de ver con los

ojos de los otros, oír con los oídos de los demás y sentir con el corazón de estos

otros

Utilizar las “sesiones de convivencia” (discusiones con los alumnos) para

desarrollar en los estudiantes las competencias de tomar decisiones, resolver

problemas y atender a las necesidades sociales.

Utilizar las “sesiones de convivencia” para implicar a los estudiantes en el

debate sobre los problemas de la clase, sobre los problemas de la comunidad y

los del Gobierno

Promover en los estudiantes la visión de que tienen la posibilidad y la

responsabilidad de resolver los problemas del mundo, los que afectan a los

derechos humanos y al ambiente

Estimular a los estudiantes a que diseñen y llevan a cabo proyectos y actividades

que contribuyan a resolver los problemas de la clase, del centro, de la

comunidad, del mundo y del entorno ambiental

Estimular en los estudiantes la empatía a través de las propias respuestas en los

que se ponga de manifiesto tal empatía hacia los demás

Promover el interés social mediante la propia preocupación por todas las

personas y por la Naturaleza

Desarrollar actividades fuera del centro para conocer la propia realidad social y

para participar en la solución de sus problemas

Seguimiento de los procesos

Se refiere a que deben mantenerse las decisiones tomadas de modo firme, aunque con

amabilidad tal y como se mencionaba anteriormente. El profesor debe asegurarse de que

está todo perfectamente claro y permitir a los alumnos participar en las decisiones.

Potenciación de la pertenencia y aprecio

La sensación de falta de atención, la falta de oportunidades de desarrollo del propio

potencial, el deseo de venganza y el sentimiento de exclusión por parte del grupo suelen

estar tras la mala conducta de muchos alumnos. Sentirse integrado en el grupo resulta

esencial para evitar estas conductas. Yo, incluso añadiría que se debe fomentar también

el sentimiento de pertenencia al propio centro, a la localidad y a la sociedad en general.

En el documento se proponen las siguientes actuaciones del profesor:

Promover la cooperación

Reservar cada día un tiempo para que se realicen ciertas tareas. De este modo se

estimula la cooperación y se evitan las protestas.

Permitir la participación de los estudiantes, tanto para determinar las tareas,

como para fijar los períodos de rotación, hacer listas, carteles y para anunciar

cuándo han de realizarse las tareas.

La mejora de la convivencia en las aulas

Educación Especial

22

Presentar las tareas que realicen los estudiantes como una contribución para la

clase y para todo el centro. De este modo se estimulará la pertenencia y el

aprecio dentro del grupo clase y, también, en el conjunto de la institución.

Entrenar a los estudiantes en la realización de las tareas establecidas, para que

puedan llevarlas a cabo adecuadamente y, de este modo, se sientan capaces y

apreciados.

Establecer un “suplente”, que pueda llevar a cabo una tarea asignada a un

estudiante que está ausente. Este “rol” de “suplente” debe, igualmente,

someterse a rotación.

Confiar en los estudiantes, permitirles que asumen su responsabilidad y mostrar

a cada uno aprecio por la realización de la tarea asignada: de este modo, se

sentirán miembros activos del grupo y se elevará su satisfacción por el

reconocimiento de su valiosa aportación.

Invitar a los estudiantes, cuando surja algún problema, a que lo llevan a la

“sesión de convivencia”, donde lo debatirán y establecerán la solución más

adecuada.

Organizar reuniones de profesores y estudiantes para hablar de sus problemas:

invitar a los estudiantes a presentar sus preocupaciones y compartir con ellos/as

sus ideas y sentimientos

Implicar a los estudiantes en la evaluación, en la toma de decisiones sobre

actuaciones, en el establecimiento de reglas, normas o límites y en la solución de

problemas.

Solución de problemas

Desarrollar en el alumnado la capacidad para solucionar los problemas, partiendo de la

visión de los mismos no como problemas, sino como oportunidades para poner en

práctica nuestras competencias. De esta forma los problemas se plantean como retos a

los que enfrentarse.

En el documento se proponen las siguientes actuaciones del profesor:

Aceptar los problemas como oportunidades para la práctica de la solución de

problemas

Utilizar la mediación como estrategia para la solución de problemas

Confiar en que los estudiantes pueden ser excelentes solucionadores de

problemas cuando se les ha preparado convenientemente y se les da la

oportunidad de oportunidad la competencia adquirida para ello.

Promover el desarrollo del autocontrol. Se procurará, para promover tal

desarrollo, enseñar a los estudiantes a controlar sus impulsos y a dejar pasar un

tiempo entre la aparición de un determinado sentimiento y ejercitar una

determinada acción relacionada con tal sentimiento. También puede utilizarse, a

La mejora de la convivencia en las aulas

Educación Especial

23

tal efecto, la estrategia de abandonar, durante un tiempo, el lugar donde ha

surgido el problema, con el fin de recuperar el control emocional.

Utilizar con los estudiantes técnicas de auto-relajación, acomodadas a cada

estudiante.

Tratar los problemas con calma y el máximo respeto, tratando de llegar a una

solución consensuada. Los estudiantes pueden tratar el problema en cuestión

(para lo que puede, incluso, utilizarse una pizarra o cartel, o tarjetas donde se

escriben las sugerencias), tratando de llegar a una propuesta asumida por todos

sobre el modo de actuar más conveniente.

Pedir ayuda. En caso necesario, especialmente si no se sienten capaces de

resolver el problema, los estudiantes pueden pedir ayuda para ello. Así, pueden

pedir que el problema en cuestión se aborde en una “sesión de clase”, o que

algún profesor les asesore o que se acuda a algún padre o a algún amigo/a, etc.

Abordar el problema o los problemas en la sesión de convivencia que se celebre

al efecto. La participación en esta sesión puede ser para los estudiantes una

excelente oportunidad de intervenir con calma y reflexión.

Utilizar la técnica del “role playing”. Esto puede ayudar a los estudiantes a

ponerse en el lugar de otro u otros y ayudarles a desarrollar empatía hacia los

demás.

Buscar conjuntamente con los estudiantes respuestas alternativas a actuaciones

violentas. De este modo, con serenidad y calma, pueden proponerse actuaciones

que no impliquen agresividad y que ayuden a resolver los problemas.

En general, todo el profesorado parece estar de acuerdo con la utilidad de la aplicación

de todas estas estrategias y, sin embargo, no se llevan a cabo o no se hace

correctamente. El problema parece estar en la excesiva preocupación por la materia

impartida y por la consecución de los objetivos planteados en la programación. Sin

embargo, no debemos olvidarnos del gran reto de la educación que es la formación de

ciudadanos y ciudadanas responsables que participen de forma activa y responsable en

la sociedad.

La mejora de la convivencia en las aulas

Educación Especial

24

“BRAINSTORMING”: ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN EDUCATIVA

El “brainstorming” es una técnica de trabajo en grupo tremendamente participativa, en

la que no se deben rechazar, en principio, ninguna de las propuestas aportadas y todos

los participantes deben participar. Es este caso, el objetivo de la sesión de

“brainstorming” era valorar las estrategias propuestas en el documento de Gento, S.

(2009) “Estrategias de Intervención Educativa en Problemas de Indisciplina y Falta de

Convivencia.

Un paso previo a la realización de la sesión fue elegir al grupo que iba a participar. En

mi caso, consistió en una muestra incidental de profesorado de Educación Infantil,

Primaria y primer ciclo de ESO. Fue imposible disponer de alumnos para la sesión. Los

componentes del grupo se conocían previamente, puesto que todos forman parte del

claustro del mismo centro. La sesión se desarrolló siguiendo los siguientes pasos.

1º fase: presentación Para comenzar expliqué con brevedad y la mayor precisión a mi alcance en qué

consiste un “brainstorming” y propuse que las intervenciones no superasen los dos

minutos de duración a fin de agilizar la sesión. Todos los participantes mostraron su

acuerdo. Para presentar el tema, había escrito previamente en la pizarra las técnicas que

se proponen en el documento mencionado y las describí procurando no avanzar ninguna

impresión personal.

2º fase: organización del grupo Puesto que todo el grupo se conoce previamente pasamos directamente a elegir un

moderador y un secretario que anote las ideas y realice finalmente una pequeña síntesis

sobre ellas. Propongo ser yo misma la secretaria y una de las participantes se ofrece

como moderadora. Todo el mundo se muestra conforme con la idea. Debo decir que la

elección no fue “exactamente” voluntaria, puesto que previamente se lo había propuesto

yo, debido a nuestra amistad, con el fin de no tardar en la elección y que la sesión no se

alargara innecesariamente. De otro modo, sería posible que los componentes no

accedieran a participar en futuras ocasiones.

3º fase: aportación de ideas Esta fase no transcurrió como yo esperaba. En un principio, nadie aportaba ideas por lo

que la moderadora trató de dinamizar la sesión formulando algunas preguntas con

respecto al tema a tratar, como:

-¿Creéis que es importante la prevención?

La mejora de la convivencia en las aulas

Educación Especial

25

-¿Los castigos tienen efectos positivos o negativos?

-¿Y las recompensas?

Poco a poco, comenzaron a surgir intervenciones con ideas como:

-Cuando se impone un castigo hay que llevarlo a cabo y no quedarse en amenazas, pero

utilizar el castigo no debería hacerse a menudo, sino en casos muy concretos.

-Las recompensas sirven muchas veces para que los alumnos realicen las tareas

escolares a cambio de algo.

-En muchos hogares se utiliza la recompensa para premiar las notas. De esta forma el

alumnado no aprende a valorar su propio aprendizaje sino que tiene conductas

determinadas a fin de conseguir algo material.

-Los protocolos de actuación ante casos de indisciplina grave son demasiado largos. En

ocasiones no se inician porque suponen un trabajo extra para el profesorado.

-Las recompensas se las llevan normalmente los alumnos de peor conducta, ya que se

premia el que en ocasiones mejoren su comportamiento. Sin embargo, alumnos cuyo

comportamiento habitual es el correcto nunca reciben ese tipo de recompensas y, sin

embargo continúan con una actitud adecuada en el aula.

Con el paso de los minutos aumentaba la participación, pero la conversación se desvió

del tema. Más que valorar las estrategias de intervención que se proponen en el

documento, el contenido de las intervenciones derivó hacia las causas que originan los

problemas de disciplina. También se habló sobre las consecuencias que tiene para la

práctica docente y la desmotivación del profesorado. La moderadora trató de volver al

tema pero no resultó muy efectivo. Los asistentes hablaban cada vez más alto y el grupo

se fragmentó formándose varios grupos que continuaron comentando anécdotas

relacionadas con el tema.

4º fase: clarificación de propuestas A continuación, tras solicitar amablemente un poco de silencio,la moderadora repasa las

ideas aportadas ciñéndose a las relacionadas con el tema propuesto e ignorando el resto.

Para ello se basa en mis propias anotaciones. No se hace ninguna aclaración más por

parte de ningún miembro del grupo.

5º valoración consensuada No se desecha ninguna de las ideas propuestas.

La mejora de la convivencia en las aulas

Educación Especial

26

6ºselección de ideas Las ideas aportadas durante la sesión no hicieron referencia a todas las propuestas que el

documento describe. Se centraron en los castigos y las recompensas. Todos y todas las

presentes aceptaron finalmente como conclusiones:

-Que el castigo debe ser un último recurso.

-Que en caso de aplicar un castigo, debe llevarse a cabo.

-Que las sanciones que se llevan a cabo siguiendo el protocolo señalado en la

legislación vigente únicamente suponen una tarea administrativa y no solucionan el

problema a largo plazo.

-Que las recompensas pueden ser perjudiciales porque no motivan al alumnado a

estudiar y a esforzarse como logro personal sino para obtener algo a cambio.

Como puede observarse, la conversación giró en torno al tema de los castigos y las

recompensas. En mi opinión, el profesorado en general, somos propensos a pensar que

éstas son las alternativas que ofrecen resultados más inmediatos para evitar una

conducta y las utilizamos con demasiada frecuencia. Sin embargo, si nos paramos a

pensar, todos estamos de acuerdo en que es mucho más efectiva la prevención, la

promoción de la autoestima, etc. Por mi parte, espero que esta sesión nos haya servido,

al menos, para reflexionar sobre el asunto, aunque no hayamos abordado todos los

puntos que en un principio yo esperaba.

La mejora de la convivencia en las aulas

Educación Especial

27

ANÁLISIS DE PARETO

El Análisis de Pareto es una técnica que trata de identificar las causas que originan un

problema. Parte de la hipótesis del “80/20” efectuada por Vilfredo Pareto. Según dicha

hipótesis el 80% de las consecuencias son producidas por el 20% de las causas, mientras

que el 20% de los problemas son producidos por un 80% de las causas.

En nuestro caso, se trata de averiguar la efectividad de las intervenciones propuestas en

el documento de Gento, S. (2009) “Estrategias de intervención educativa en problemas

de indisciplina y falta de convivencia en el ámbito escolar”. Sin embargo, lo que se

medirá en esta ocasión es la valoración que sobre esas orientaciones realiza un equipo

de personas implicadas en el tema.

En concreto, para medir de alguna manera la opinión sobre las estrategias que se

proponen en el documento, se pidió a los asistentes a la sesión de brainstorming

(desarrollada en el apartado anterior) que cumplimentaran el siguiente cuestionario al

finalizar la sesión:

Sector:

Alumnado

Profesorado

Nivel Educativo:

Educación Infantil

Educación Primaria

Educación Secundaria Obligatoria

Marque las tres estrategias que le parecen más adecuadas para prevenir la indisciplina y la

falta de convivencia:

Empleo de estímulo positivo

Promoción de la autoestima

Control de la situación

Obviar las recompensas y castigos

Actuación con firmeza pero con amabilidad

Promoción del respeto a los límites

Promoción del sentimiento de utilidad social

Seguimiento de los procesos

Potenciación de la pertenencia y aprecio

Solución de problemas

Fecha:………………………………………………………………………………..

La mejora de la convivencia en las aulas

Educación Especial

28

Como puede verse, elaboré un cuestionario muy simple. El motivo era que no quería

entretener a mis compañeros y compañeras más tiempo del imprescindible, a fin de que

no rechacen participar en alguna otra experiencia de este tipo. Por otro lado, no me fue

posible obtener tantos cuestionarios cumplimentados como se proponen en las

instrucciones para la realización de este trabajo práctico. Me conformé con los que

rellenaron los asistentes al “brainstorming”, ya que me pareció oportuno contar con su

opinión después de haber reflexionado sobre el tema.

Estos fueron los resultados:

TÉCNICA FRECUENCIA % Acum. %

Estímulo positivo 11 24,4444444 24,4444444

Actuación con firmeza pero con amabilidad 10 22,2222222 46,6666667

Promoción de la autoestima 5 11,1111111 57,7777778

Solución de problemas 5 11,1111111 68,8888889

Seguimiento de los procesos 4 8,88888889 77,7777778

Control de la situación 3 6,66666667 84,4444444

Potenciación de la pertenencia y aprecio 3 6,66666667 91,1111111

Obviar las recompensas y castigos 2 4,44444444 95,5555556

Promoción del respeto a los límites 1 2,22222222 97,7777778

Promoción del sentimiento de utilidad social 1 2,22222222 100

TOTAL 45 100

La mejora de la convivencia en las aulas

Educación Especial

29

0

20

40

60

80

100

120

%

Acum. %

La mejora de la convivencia en las aulas

Educación Especial

30

Como conclusión, diría que el estímulo positivo y la actuación con firmeza y

amabilidad destacan como las mejor consideradas por parte del profesorado que realizó

la encuesta. Sin embargo, debo añadir que el resultado no refleja la realidad fielmente.

A la vista de la gráfica se diría que la promoción del respeto a los límites y del

sentimiento de pertenencia al grupo no parece muy adecuada para el logro de la mejora

de la convivencia. Habría que añadir, que todas las técnicas que se proponen en el

documento son válidas en la opinión del profesorado pero que al elegir las tres que

consideran más importantes se han tenido que inclinar por un número determinado. Este

problema quizá se hubiera podido minimizar marcando más posibilidades u ordenando

las técnicas de mayor a menor utilidad.

Para finalizar, me gustaría añadir que espero que darme cuenta de algunos errores me

sirva para aprender y realizar mejor futuras prácticas e investigaciones.

La mejora de la convivencia en las aulas

Educación Especial

31

CONCLUSIONES Y PROPUESTAS

A lo largo del desarrollo de este trabajo práctico, se ha tratado el tema de los problemas

de disciplina y la falta de convivencia. En primer lugar, se han explicado las causas que

pueden propiciar la aparición de problemas de esta índole. En este sentido, es

importante resaltar que el origen no tiene necesariamente que estar vinculado con un

único motivo. Es fácil echar la culpa a los alumnos, a los padres o los profesores, según

formemos parte de un sector u otro. Sin embargo, y por norma general, es una

confluencia de factores la que, finalmente, desemboca en problemas cuyo remedio es

complejo.

La solución debe proceder de la prevención y para ello se debe comenzar por una

profunda revisión del currículo. Éste, a mi parecer, debe contemplar los valores como

un objetivo esencial en la formación integral de nuestros estudiantes. También debe

partirse de una formación del profesorado más completa. Es posible que la reciente

reforma universitaria sea una buena oportunidad para ello. Además, se debe hacer

partícipe y responsable a toda la sociedad del resultado educativo de nuestros jóvenes.

La escuela y el profesorado deben recuperar prestigio para que toda la sociedad valore

la función educadora como un servicio imprescindible. La educación es competencia de

todos y no puede delegarse esa responsabilidad en manos de un grupo de personas a

quienes culpar de los resultados negativos. Por otro lado, el profesorado debe ser

consciente de que su aportación es fundamental y que acompañada de un intenso

esfuerzo por parte de las familias y de todos los implicados en el fenómeno educativo el

resultado merece el esfuerzo invertido.

Para finalizar esta primera parte de mis conclusiones, me gustaría añadir que tanto la

televisión como otros medios de comunicación de masas deben ser conscientes de que

también participan en ese desarrollo educativo de los jóvenes. Muchas veces pienso si

algunos creadores y empresarios pueden descansar sin remordimiento alguno después

de emitirse toda clase de contenidos en horarios infantiles y de máxima audiencia. Por

otro lado, es muy difícil contrarrestar los efectos educativos de los medios de

comunicación. Al menos, aquello que se realiza con fondos públicos debería tener un

control mínimo de los contenidos.

En definitiva, la problemática que estamos tratando, se deriva de una serie de causas

entre las que figuran tanto el propio sistema educativo y el currículo como las familias,

el profesorado (falta de conocimientos, estrategias y problemas personales) y el propio

alumnado. Dentro de los problemas originados por el alumnado, Gento, S. señala las

necesidades educativas especiales como una posible fuente de conflictos. En mi

opinión, si bien es cierto que algunas de las necesidades educativas especiales son

especialmente disruptivas, en muchos casos, considero que la respuesta educativa no es

la adecuada y por eso se originan problemas de conducta. Es decir, los problemas

La mejora de la convivencia en las aulas

Educación Especial

32

conductuales no serían consecuencia de la necesidad que presenta este alumnado, sino

más bien de una respuesta educativa inadecuada y de la falta de recursos.

Con respecto a la legislación, diré que contempla el problema de la indisciplina y la

convivencia. Es evidente que todos entendemos este problema como prioritario y

también la administración aporta los documentos legales que considera oportunos. Sin

embargo, parece que el la mayoría de los casos, tomar medidas disciplinarias conlleva

un incremento del trabajo administrativo del profesorado que ya se ve desbordado.

Durante mi experiencia como docente, durante más de diez años, me he dado cuenta de

que existe un exceso de documentos en los centros educativos. En mi opinión, el

profesorado debe ejercer como docente y no como burócrata. Durante la realización del

Prácticum de Psicopedagogía, el curso pasado, me pude percatar de que la labor de los

orientadores, tanto en Equipos de Orientación como en Departamentos, adolece de la

misma problemática. Como consecuencia los orientadores y orientadoras no pueden

prestar toda la atención que quisieran al alumnado en general, deben centrarse en los

casos más singulares y no pueden dar rienda a su iniciativa personal. Así la orientación

se convierte en algo rutinario y con carácter remedial, lo que repercutirá negativamente

en la propia motivación del profesional. En el caso del profesorado, y según mi

experiencia, es habitual tratar de evitar más “papeleo”, por lo que no se inician los

trámites relacionados con la indisciplina salvo en casos muy particulares. Por otro lado,

es posible que exista miedo a las represalias por parte de las familias y del propio

alumnado. Aunque no es el caso de los centros en los cuales yo he impartido docencia,

conozco la situación en la que se encuentran algunos de mis compañeros y compañeras.

Afortunadamente, son casos aislados y espero que en el futuro la situación mejore.

También se han comentado, a lo largo de este trabajo práctico, las técnicas de

intervención que Gento, S. (2009), propone en el documento “Estrategias de

intervención educativa en problemas de indisciplina y falta de convivencia escolar”. En

primer lugar, expliqué brevemente cada una de las estrategias propuestas. Es difícil estar

en desacuerdo con la propuesta de Gento. Cualquiera que se pare a pensar en ello se da

cuenta de que todas son de gran utilidad. Sin embargo, no ponemos en práctica lo que

sabemos que funciona. En la mayoría de los casos los docentes nos dejamos llevar por

impulsos y recurrimos al castigo con más asiduidad de la deseada. Considero que

potenciar la motivación interna debe ser una prioridad para lo que esta serie de técnicas

pueden ser de gran apoyo. Un aula en la que impere el respeto por las personas es el

entorno idóneo para un desarrollo sano de los jóvenes. Además, me gustaría recordar

que es importante comenzar con estas técnicas desde los primeros años de escolaridad.

Para recoger la opinión de otras personas sobre la utilidad de estas técnicas de

intervención, realicé una sesión de “brainstorming”, aunque únicamente conseguí la

La mejora de la convivencia en las aulas

Educación Especial

33

asistencia de un único sector, el profesorado. Durante esta sesión no logré que se

comentaran todas las estrategias que Gento, S. propone, ya que la conversación

finalmente se centro en el uso de castigos y recompensas. Además, terminaron

haciéndose corrillos donde se contaban algunas anécdotas y casos particulares. Sin

embargo, y aunque no lograra mis objetivos iniciales, espero que haya servido para

recapacitar sobre la temática y para que lo tengamos un poco más en cuenta en nuestro

día a día. La conclusión principal fue que los castigos deben utilizarse de forma muy

esporádica y en casos muy concretos y que las recompensas pueden tener, a medio y

largo plazo, consecuencias negativas.

Al finalizar la sesión de “brainstorming”, solicité a los asistentes que cumplimentaran

un pequeño cuestionario señalando las estrategias de intervención que consideraban

adecuadas. Ello me sirvió para la realización de un análisis de Pareto. Sin embargo, al

computar los datos recogidos me di cuenta de que no el diseño del cuestionario no era el

más adecuado. En él pedía que señalaran las tres estrategias que a su parecer eran las

más indicadas. El resultado fue que dos de las estrategias eran elegidas por la mayoría

(el estímulo positivo y la firmeza con amabilidad), mientras que en la tercera opción se

escogía entre el resto. A simple vista podría parecer que las estrategias menos valoradas

no se consideran adecuadas, pero en realidad dista mucho. Posiblemente hubiera podido

elaborar un cuestionario capaz de recopilar más información simplemente con haber

pedido que ordenaran las estrategias por orden de utilidad.

Para finalizar, añadiré que la realización de este trabajo práctico me ha hecho

reflexionar sobre un tema que me preocupaba y que ahora veo bajo otro prisma. Es

posible que antes no creyera en mi capacidad para solucionar o prevenir problemas de

disciplina. Ahora considero que todos debemos aportar nuestro pequeño grano de arena,

partiendo de la firme convicción de que el cambio es posible y que el esfuerzo merece la

pena. Además, los logros no pueden conseguirse de un día para otro. La educación de

calidad requiere de un gran esfuerzo por parte de todos los interesados y todos debemos

estar interesados.

La mejora de la convivencia en las aulas

Educación Especial

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REFERENCIAS

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